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El documento describe los conceptos fundamentales de la transferencia de calor por conducción. Explica que la conducción es la transferencia de calor a través de un material en reposo debido a una diferencia de temperatura. Describe la ley de Fourier, que establece que el flujo de calor es proporcional al gradiente de temperatura. También presenta la ecuación general de transmisión por conducción en tres dimensiones.
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El documento describe los conceptos fundamentales de la transferencia de calor por conducción. Explica que la conducción es la transferencia de calor a través de un material en reposo debido a una diferencia de temperatura. Describe la ley de Fourier, que establece que el flujo de calor es proporcional al gradiente de temperatura. También presenta la ecuación general de transmisión por conducción en tres dimensiones.
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1.

Transferencia de calor por conducción


Introducción
La potencia es el trabajo realizado por un sistema en la unidad de tiempo o energía a la que se transfiere la
energía entre dos cuerpos. Su unidad en el SI es el vatio (𝑊 = 𝐽 ∙ 𝑠 −1 ).

Formas de energía
Distinguimos entre tres formas de energía:

• Energía cinética. Es la energía que tienen los cuerpos por estar en movimiento.
• Energía potencial gravitatoria. Es la energía que tienen los cuerpos según su posición respecto a la
Tierra.
• Energía interna. Es la energía que depende de la estructura interna de los cuerpos, de su temperatura
y de su masa.

El calor y la temperatura
En el SI, el calor se mide en julios (𝐽)

El calor específico de una sustancia es la energía necesaria para cambiar 1 º𝐶 o 1 º𝐾 la temperatura de 1 𝑔


de sustancia.

El calor latente de una sustancia es la energía necesaria para producir el cambio de estado de 1 𝑔 de sustancia
a temperatura constante.

La temperatura de los cuerpos es una medida de la energía cinética media de sus partículas,
independientemente del número de estas. Su unidad en el SI es el grado Celsius (º𝐶) o Kelvin (º𝐾).

La energía térmica de una sustancia es la parte de su energía interna que varía con la temperatura del sistema.

Una caloría es la cantidad de calor necesaria para aumentar la temperatura de 1 𝑔 de agua de 14,5 º𝐶 a
15,5 º𝐶.

El equivalente mecánico del calor es de 4,1858 𝐽 ∙ 𝑐𝑎𝑙−1 .

El calor específico de una sustancia es la capacidad calorífica por unidad de sustancia.


𝑄
• 𝐶=
𝑚∙∆𝑇

La capacidad calorífica de una sustancia es la cantidad de calor necesario para elevar la temperatura de una
muestra en 1 º𝐶.

• 𝑄 = 𝐶′ ∙ ∆𝑇

Modos de propagación del calor


El calor se transmite de un cuerpo a otro de menor temperatura por cualquiera de estas tres formas:

• Conducción. Es la transferencia del calor en el interior de la materia en reposo producida por una
diferencia de temperatura. Se produce principalmente en sólidos.
• Convección. Es la transferencia del calor asociado al desplazamiento macroscópico de la materia. Es
exclusiva de los fluidos en contacto con superficies. Distinguimos dos tipos:
o Convección natural. La causa de la mezcla es la diferencia de densidades producida por una
diferencia de temperatura.
o Convección forzada. La causa de la mezcla es un elemento mecánico o una diferencia de
presión impuesta externamente.
• Radiación. Es la transferencia de calor entre cuerpos a distinta temperatura como consecuencia de la
emisión de radiación electromagnética. Se produce entre superficies a través de sustancias no opacas.

La conducción, como se menciona anteriormente, es el paso de calor a través de una superficie entre dos
cuerpos a distinta temperatura cuando entre ellos hay contacto directo o cuerpos intermedios estableciendo
una unión material, o entre dos porciones del mismo cuerpo a diferentes temperaturas. Es la forma de
transmisión de calor propia de los sólidos.

A escala microscópica, los mecanismos físicos de la conducción son complicados, ya que abarcan fenómenos
tan variados como las colisiones moleculares en los gases, las vibraciones de la red en los cristales y el flujo de
electrones libres en los metales. Sin embargo, en ingeniería se intenta evitar, en la medida de lo posible, la
consideración de procesos a escala microscópica utilizando preferentemente leyes fenomenológicas a nivel
macroscópico.

La ley de Fourier
La ley fenomenológica que rige la conducción del calor fue propuesta por el físico y matemático francés J.B.
Fourier en 1822. La hipótesis de Fourier, confirmada por la experiencia, establece que el flujo de calor 𝑄
𝑑𝑇
(𝐽 ∙ 𝑠 −1 ) es proporcional a la superficie 𝐴 (𝑚2 ) y al gradiente de temperatura (º𝐶 ∙ 𝑚−1 ).
𝑑𝑥

Esta ecuación de Fourier no es sino una simplificación de la ecuación general de transmisión por conducción
en la que se supone flujo unidireccional (en el sentido de 𝑥) y que el régimen es estacionario (las temperaturas
se mantienen constantes).

La ley de Fourier de conducción de calor establece por tanto que, en una sustancia homogénea, la densidad
de flujo de calor local es proporcional a menos el gradiente de temperatura local:
𝑄 𝑑𝑇
• 𝑞= 𝑞∝−
𝐴 𝑑𝑥

Donde:

• 𝑞: densidad de flujo de calor por unidad de área perpendicular a la dirección del flujo (𝑊 ∙ 𝑚−2 ).
• 𝑇: temperatura local (º𝐾 o º𝐶).
• 𝑥: coordenada en la dirección del flujo (𝑚).
𝑑𝑇
Cuando es negativo, el signo menos en la ecuación da un valor positivo de 𝑞 en la dirección de las 𝑥
𝑑𝑥
positivas. Introduciendo una constante de proporcionalidad 𝐾:
𝑑𝑇
• 𝑞 = −𝐾 ∙
𝑑𝑥

Donde:

• 𝐾: conductividad térmica de la sustancia (𝑊 ∙ 𝑚 −1 ∙ 𝐾 −1 ). Depende de la composición, la fase y la


temperatura.

La ley de Fourier se puede enunciar de manera general como: El flujo de calor por conducción por unidad de
área en una dirección conocida es igual a menos el producto de la conductividad térmica del medio por la
derivada de la temperatura en esa dirección.
Se puede observar que en la ecuación anterior la temperatura se puede expresar en Kelvins o en grados
Celsius: el gradiente de temperatura no depende de las unidades que se escojan, puesto que un Kelvin es igual
a un grado Celsius. Así, las unidades de la conductividad térmica también podrían escribirse como
(𝑊 ∙ 𝑚−1 ∙ 𝐶 −1 ), pero esto no es recomendable cuando se usa el SI.

El mecanismo de la conducción térmica en los gases puede explicarse cualitativamente por la teoría cinética.
Las moléculas del gas se encuentran en movimiento caótico e intercambian energía y cantidad de movimiento
cuando chocan entre sí. La energía cinética de las moléculas es directamente proporcional a la temperatura,
por tanto, cuando una molécula procedente de una región de alta temperatura se desplaza a una región de
temperatura inferior, transporta energía cinética de una región a otra. En el impacto con moléculas de menor
energía cinética tiene lugar una transferencia de energía que, desde el punto de vista macroscópico puede
considerarse como una transferencia de calor.

En los líquidos el mecanismo físico de la conducción es cualitativamente similar, aunque intervienen las fuerzas
intermoleculares ofreciendo una explicación más compleja.

En los sólidos la transmisión de calor se debe a dos procesos: difusión de los electrones libres, mayor energía
cinética en las zonas calientes, hacia las de menor temperatura y la propagación de las vibraciones de la
estructura reticular.

En general, los materiales buenos conductores eléctricos (con gran número de electrones libres) son también
buenos conductores térmicos.

Ecuación general de transmisión por conducción


Si se considera un elemento paralelepipédico de dimensiones 𝑑𝑥, 𝑑𝑦, 𝑑𝑧. La temperatura en cualquier punto
depende de sus coordenadas y del instante considerado (tiempo). Así en la cara izquierda del paralelepípedo
𝜕𝑇
la temperatura es 𝑇 y en la cara derecha será 𝑇 + ∙ 𝑑𝑥.
𝜕𝑥

Según la dirección del eje 𝑥, la cantidad de calor recibido es:


𝜕𝑇
• 𝑄1𝑥 = −𝐾𝑥 ∙ 𝑑𝑦 ∙ 𝑑𝑧 ∙
𝜕𝑥

Y el calor cedido es:


𝜕 𝜕𝑇
• 𝑄2𝑥 = −𝐾𝑥 ∙ 𝑑𝑦 ∙ 𝑑𝑧 ∙ (𝑇 + ∙ 𝑑𝑥)
𝜕𝑥 𝜕𝑥

El calor absorbido por el elemento paralepipédico es:


𝜕2 𝑇
• 𝑄1𝑥 − 𝑄2𝑥 = 𝐾𝑥 ∙ 𝑑𝑥 ∙ 𝑑𝑦 ∙ 𝑑𝑧 ∙
𝜕𝑥 2

Análogamente, en las direcciones y, z:


𝜕2 𝑇
• 𝑄1𝑦 − 𝑄2𝑦 = 𝐾𝑦 ∙ 𝑑𝑥 ∙ 𝑑𝑦 ∙ 𝑑𝑧 ∙
𝜕𝑦 2
𝜕2 𝑇
• 𝑄1𝑧 − 𝑄2𝑧 = 𝐾𝑧 ∙ 𝑑𝑥 ∙ 𝑑𝑦 ∙ 𝑑𝑧 ∙
𝜕𝑧 2

Por tanto, el calor total absorbido por el elemento de volumen 𝑑𝑥 ∙ 𝑑𝑦 ∙ 𝑑𝑧 a través de sus caras en la unidad
de tiempo es:
𝜕2 𝑇 𝜕2 𝑇 𝜕2 𝑇
• 𝑑𝑥 ∙ 𝑑𝑦 ∙ 𝑑𝑧 ∙ (𝐾𝑥 ∙ + 𝐾𝑦 ∙ + 𝐾𝑧 ∙ )
𝜕𝑥 2 𝜕𝑦 2 𝜕𝑧 2

Si no hay generación o consumo de energía en el interior del elemento, el calor absorbido será:
𝜕𝑇
• 𝜌 ∙ 𝑐𝑝 ∙ 𝑑𝑣 ∙
𝜕𝑡

Si se iguala a la expresión anterior:


𝜕𝑇 𝜕2𝑇 𝜕2 𝑇 𝜕2 𝑇
• 𝜌 ∙ 𝑐𝑝 ∙ 𝑑𝑣 ∙ = 𝑑𝑣 ∙ (𝐾𝑥 ∙ + 𝐾𝑦 ∙ + 𝐾𝑧 ∙ )
𝜕𝑡 𝜕𝑥 2 𝜕𝑦 2 𝜕𝑧 2

Si el material es isótropo (𝐾𝑥 = 𝐾𝑦 = 𝐾𝑧 = 𝐾):


𝜕𝑇 𝜕2 𝑇 𝜕2𝑇 𝜕2 𝑇
• 𝜌 ∙ 𝑐𝑝 ∙ =𝐾∙( 2 + + ) = 𝐾 ∙ ∆2 𝑇
𝜕𝑡 𝜕𝑥 𝜕𝑦 2 𝜕𝑧 2
𝜕𝑇 𝐾
• = 2
∙∆ 𝑇
𝜕𝑡 𝜌∙𝑐𝑝

Esa ecuación expresada en coordenadas cilíndricas:


𝜕𝑇 𝐾 𝜕2𝑇 1 𝜕𝑇 1 𝜕2 𝑇 𝜕2𝑇
• = ∙( + ∙ + ∙ + )
𝜕𝑡 𝜌∙𝑐𝑝 𝜕𝑟 2 𝑟 𝜕𝑟 𝑟 2 𝜕𝜃2 𝜕𝑧 2

𝜕𝑇 𝜕𝑇 𝜕𝑇
Si la transmisión es unidimensional, = = 0, y si además es en régimen estacionario, = 0. Quedando:
𝜕𝑦 𝜕𝑧 𝜕𝑡

𝜕2 𝑇
• =0
𝜕𝑥 2

𝜕𝑇 𝜕𝑇 𝜕𝑇
En caso de simetría axial, = = 0, y si además el régimen es estacionario, = 0. Quedando:
𝜕𝜃 𝜕𝑧 𝜕𝑡

𝜕2 𝑇 1 𝜕𝑇
• + ∙ =0
𝜕𝑟 2 𝑟 𝜕𝑟

Conducción en régimen permanente


En la figura se muestra una pared plana de área 𝐴 y espesor 𝑒, cuya cara en 𝑥 = 0 se mantiene a la temperatura
𝑇1 , mientras que el lado en 𝑥 = 𝐿 se mantiene a 𝑇2 . El flujo de calor 𝑄 a través de la pared se efectúa en la
dirección de la disminución de la temperatura: si 𝑇1 > 𝑇2 , 𝑄 va en la dirección de 𝑥 positiva.

La magnitud de la conductividad térmica 𝐾 de una sustancia dada depende de manera crucial de su estructura
microscópica, y también tiende a variar ligeramente con la temperatura.

En la figura se muestra un volumen elemental ∆𝑉 situado entre 𝑥 y 𝑥 + ∆𝑥. ∆𝑉 es un sistema cerrado y el


principio de conservación de la energía es válido. Si se supone régimen o estado estacionario, entonces las
𝑑𝑇
temperaturas no varían con el tiempo y = 0. Si además no se genera calor dentro del volumen, 𝑄 = 0.
𝑑𝑡
Entonces, la conservación de energía establece que el flujo calorífico neto hacia el interior del sistema es cero.
Puesto que hay flujo de calor hacia ∆𝑉 a través de la cara en 𝑥, y hacia el exterior de ∆𝑉 a través de la caída
en 𝑥 + ∆𝑥:

• 𝑄|𝑥 = 𝑄|𝑥+∆𝑥
Es decir, que el flujo de calor 𝑄 es constante.

Sin embargo, de la ley de Fourier:


𝑑𝑇
• 𝑄 = 𝑞 ∙ 𝐴 = −𝐾 ∙ 𝐴 ∙
𝑑𝑥

Las variables son separables: reordenando e integrando sobre el espesor de la pared:


𝑄 𝑒 𝑇
• ∙ ∫0 𝑑𝑥 = − ∫𝑇 2 𝐾 ∙ 𝑑𝑇
𝐴 1

Donde 𝑄 y 𝐴 se pueden sacar de la integral al ser constantes. Si se ignora la pequeña variación de 𝐾 con la
temperatura, se obtiene:
𝑇1 −𝑇2
• 𝑄 = −𝐾 ∙ 𝐴 ∙
𝑒

Conductividad térmica y resistencia térmica


La constante de proporcionalidad 𝐾 es el coeficiente de conductividad que depende de la composición
química, de la fase en que se encuentra el cuerpo y de la temperatura. 𝐾 decrece según se trate de metales,
cuerpos cristalizados, cuerpos amorfos, líquidos metálicos, líquidos y gases.

Para una misma sustancia, el sólido es más conductor que el líquido y éste más que el gas. Así, el valor de 𝐾
para el mercurio sólido es de 167.5 [𝑘𝐽 ∙ ℎ−1 ∙ 𝑚−1 ∙ º𝐶 −1 ], de 6.7 en el estado líquido y de 0.12 en el estado
gaseoso.

La dependencia de la temperatura se puede expresar como:

• 𝐾𝑡 = 𝐾0 ∙ (1 + 𝑏 ∙ 𝑇)
Donde:

• 𝐾0 : conductividad a 0 º𝐶.
• 𝑏: constante que depende del cuerpo.
o 𝑏 > 0 para metales aleados, amorfos y gases.
o 𝑏 < 0 para metales puros y líquidos.

En muchas situaciones prácticas se obtienen resultados satisfactorios considerando un valor constante basado
en la temperatura media del intervalo.

En el caso de los productos comerciales, como los aislantes, los datos pueden ser proporcionados por el
fabricante.

El ingeniero requiere datos sobre la conductividad para resolver los problemas de conducción del calor y
generalmente no se interesa demasiado por los mecanismos físicos de este fenómeno. Sin embargo, para
algunas sustancias los datos pueden ser escasos o inexistentes, en cuyo caso resulta útil conocer la física de la
conducción a fin de interpolar o extrapolar a partir de los datos disponibles. Por desgracia, los mecanismos de
la conducción son muchos y resultan complicados, y sólo es posible desarrollar modelos teóricos simples para
los gases y para los metales puros.
a) Superficies lisas
b) Superficies rugosas

Resistencia por contacto


En la figura a) se muestra la interfaz entre dos capas de una pared compuesta, donde se ha supuesto que las
superficies son perfectamente lisas. Como se muestra en la figura, dos superficies matemáticas, 𝑢 y 𝑠, se
encuentran a cada lado e infinitamente próximas a la interfaz real. La primera ley de la termodinámica,
aplicada al sistema cerrado entre las superficies 𝑢 y 𝑠, exige que 𝑄|𝑢 = 𝑄|𝑠 , puesto que no se puede almacenar
energía en cantidad infinitesimal de material dentro del sistema. Si consideramos un área unitaria y usamos
la ley de Fourier, obtenemos:
𝑑𝑇 𝑑𝑇
• −𝐾𝐴 ∙ | = −𝐾𝐵 ∙ |
𝑑𝑥 𝑢 𝑑𝑥 𝑠

Además, como la distancia entre las superficies 𝑢 y 𝑠 es mínima, el equilibrio termodinámico exige que
𝑇𝑢 = 𝑇𝑠 , como se muestra sobre el perfil de temperaturas (para 𝐾𝐴 > 𝐾𝐵 ). Para superficies perfectamente
lisas no hay resistencia térmica en la interfaz.

La figura b) muestra una situación más realista, en la que las superficies son un poco rugosas. Los materiales
sólidos están en contacto en relativamente pocos puntos, y los espacios pueden contener algún fluido o, en
ciertas aplicaciones, el vacío. El flujo de calor en la región de la interfaz es complicado: la conducción es
tridimensional ya que el calor intenta "colarse" por las áreas de contacto, y hay caminos paralelos de
conducción y de radiación a través de los huecos.

Las superficies 𝑢 y 𝑠 se encuentran a ambos lados de una interfaz definida de manera algo arbitraria. Por
añadidura, las superficies 𝑎 y 𝑏 se encuentran a la distancia necesaria para que la conducción sea
unidimensional. No se muestra ningún perfil de temperaturas entre las superficies 𝑎 y 𝑏 porque no existe un
perfil único 𝑇(𝑥). Por el contrario, se han extrapolado a la interfaz los perfiles de temperatura para la materia
sólida, como se muestra, definiendo de esta manera las temperaturas y los gradientes de temperatura en las
superficies 𝑢 y 𝑠. Como en el caso de las superficies perfectamente lisas, la primera ley exige que se cumpla la
misma igualdad.

Sin embargo, en este caso la temperatura no es continua en la interfaz, esto es, 𝑇𝑢 ≠ 𝑇𝑠 . La resistencia térmica
al flujo de calor en la interfaz se llama resistencia por contacto y se suele expresar en términos de una
conductancia interfacial 𝐻𝑖 [𝑊 ∙ 𝑚−2 ∙ 𝐾 −1 ], que se define de manera análoga a la ley de enfriamiento de
Newton, es decir:

• 𝑄 = 𝐻𝑖 ∙ 𝐴 ∙ (𝑇𝑢 − 𝑇𝑠 )

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