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03 BARROSO MARTINEZ LAREZ PensarAlEstadoDemocraciayPlurinacionalidad

Este artículo analiza la propuesta teórica de Álvaro García Linera sobre cómo pensar el Estado y la democracia en América Latina ante la crisis del Estado liberal. García Linera propone una democracia que reconozca la plurinacionalidad existente en la región y permita la participación de los diversos actores sociales. Asimismo, plantea que el Estado debe dejar de ser un mecanismo para legalizar los intereses del mercado y convertirse en una correlación de fuerzas donde gobernantes y gobernados definan juntos lo público. La
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Este artículo analiza la propuesta teórica de Álvaro García Linera sobre cómo pensar el Estado y la democracia en América Latina ante la crisis del Estado liberal. García Linera propone una democracia que reconozca la plurinacionalidad existente en la región y permita la participación de los diversos actores sociales. Asimismo, plantea que el Estado debe dejar de ser un mecanismo para legalizar los intereses del mercado y convertirse en una correlación de fuerzas donde gobernantes y gobernados definan juntos lo público. La
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Pensar al Estado: democracia y plurinacionalidad.

Aportes teóricos de Álvaro García Titulo


Linera
Barroso Peña, Kenya - Autor/a; Martinez, Nilson - Autor/a; Lárez Puche, Rafael - Autor(es)
Autor/a;
Encuentros. Revista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Critico. En:
Segunda Época (Año 6 no. 7 ene-jul 2018)
Maracaibo Lugar
Fondo Editorial de la Universidad Nacional Experimental Rafael Maria Baralt Editorial/Editor
2018 Fecha
Colección
Plurinacionalidad; Democracia; Estado; Temas
Artículo Tipo de documento
"http://biblioteca.clacso.edu.ar/Venezuela/ceshc-unermb/20180315055739/03_BARROSO_MARTINEZ_LAREZ_PensarAlEstadoDemocra URL
ciayPlurinacionalidad.pdf"

Reconocimiento-No Comercial-Sin Derivadas CC BY-NC-ND Licencia


http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es

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Conselho Latino-americano de Ciências Sociais (CLACSO)
Latin American Council of Social Sciences (CLACSO)
www.clacso.edu.ar
Encuentros. R evista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Crítico.
ISSN: 2343-6141 / Dep. Legal: pp 201202ZU4143
Año 6. N° 7. Enero-Julio 2018 pp. 63-75
Universidad Nacional Experimental R afael María Baralt

Pensar al Estado: democracia y plurinacionalidad.


Aportes teóricos de Álvaro García Linera
Think to the State: democracy and plurinationality. Theo-
retical contributions of Álvaro García Linera.

Kenya Barroso Peña


Nilson Martinez
Rafael Larez Puche
Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt
Centro de Estudios Geo-Históricos y Socio-Culturales
[email protected]

RESUMEN
El principal desafío de este artículo apunta hacia la profunda crisis del Estado
liberal en América Latina. Los distintos movimientos sociales que desde el siglo
XX hacen vida en nuestro continente exigen una ruptura radical con el proyecto
político de la sociedad moderna que responde a la reproducción y permanencia
del mercado y sus lógicas instrumentales. Esto implica, pensar una democracia
otra que permita la participación de los distintos actores sociales. De manera
que, este proyecto de Estado y democracia asume el compromiso de reconocer
que en los territorios de Latinoamérica existe una plurinacionalidad que reúne
todas las expresiones identitarias que demandan estar en los diferentes proyec-
tos políticos. Asumimos que la propuesta de Álvaro García Linera resulta ser
la más pertinente en el debate político en torno a una nueva forma de pensar
al Estado. Esta investigación recurre a un análisis hermenéutico crítico y libera-
dor fundamentado en la revisión bibliográfica-documental del autor a estudiar.

Palabras clave: Estado, democracia, plurinacionalidad, Latinoamérica.


64 Barroso Peña, Martínez y Lárez
Pensar al Estado: democracia y plurinacionalidad...

ABSTRACT
The main challenge of this article points to the deep crisis of the liberal state in
Latin America. The different social movements that have made life on our con-
tinent since the 20th century demand a radical break with the political project of
modern society that responds to the reproduction and permanence of the mar-
ket and its instrumental logics. This implies thinking of another democracy that
allows the participation of the different social actors that make life and link with
the different sectors that represent diverse identities and other alterities. So,
this project of State and democracy assumes the commitment to recognize that
in the territories of Latin America there is a plurinationality that brings together
all the symbolic and identity expressions that demand to be in the different poli-
tical projects. We assume that Álvaro García Linera’s proposal, both theoretical
and practical, due to his experience in refounding the Bolivian State, turns out to
be the most pertinent one in the political debate around a new way of thinking
about the State. This research uses a critical and liberating hermeneutical analy-
sis based on the bibliographical-documentary review of the author to be studied.

Keywords: State, democracy, plurinationality, Latin América.

Introducción:
América Latina es en la actualidad escenario de la consolidación política
y cultural de los movimientos sociales progresistas que a mitad del siglo
pasado surgieron y se manifestaron en contra del sistema mundo capita-
lista y sus políticas económicas. Estos movimientos, desde sus territoriali-
dades se resistieron y resisten a la continuidad de los Estados liberales y
su concepción globalizadora de la democracia, ciudadanía y participación.

Ciertamente, la crisis de la modernidad comienza por un rechazo radical


a la forma universalizadora y homogénea de concebir la política en terri-
torios donde la diversidad cultural es producto de los distintos mundos
que allí se presentan, es decir, el pensamiento ilustrado afronta que, en el
caso de Latinoamérica, existen un conjunto de elementos socio-históricos
asimétricos que no responden a la conformación de un pensamiento único.

En el intermedio de este desconcierto sobre propuestas teóricas


que respondan a las dinámicas que sienten y viven los territorios,
se suma una crisis mundial de la economía-mundo en tanto que,
Encuentros. Revista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Crítico 65
Año 6. N° 7. Enero-Julio 2018. pp. 63-75

los poderosos centros del mercado dejan de ser asimilados por las
alternativas democráticas que exigen nuevas formas y prácticas al Estado.

Las democracias progresistas creen y asumen que los procesos de cons-


trucción político-sociales deben confrontar definitivamente al Estado li-
beral, que ha sido estructuralmente el mecanismo de legalización de las
intenciones que buscan los centros del mercado para poder seguir mini-
mizando las posibilidades de estabilidad democrática de los territorios.

Es en este punto donde resaltan las experiencias democráticas que La-


tinoamérica ha tenido desde 1998 con la llegada de Hugo Chávez a la
presidencia de Venezuela. Este hecho es el punto de partida para que el
pensamiento progresista latinoamericano haya alcanzado en primera ins-
tancia su presencia en la institucionalidad liberal y posterior – en algunos
casos exitosos como Bolivia – la transformación estructural del Estado.

Por lo expuesto, resulta pertinente estudiar la propuesta política de Álva-


ro García Linera como uno de los actores sociales que reflexiona y participa
en ese contexto de conflictividad con el Estado liberal. En la obra del escri-
tor se plantean distintos escenarios transversales que permiten construir
una propuesta política que se construya desde la democracia que reconoce
y convive con el sentir de alteridad que existen en sus distintos entornos
sociales. Para la interpretación de su pensar, se recurre a constituir esta
investigación desde los elementos discursivos más desarrollados que cree-
mos recaen en la plurinacionalidad; -como el reconocimiento a través del
diálogo intercultural de las distintas formas simbólicas de convivir y pen-
sar – y la democracia construida a partir del sujeto y su exigencia en sí mis-
mo de apostar por lo público en tanto participación protagónica y colectiva.

El Estado en el presente: Conceptos y principios.


Resulta importante develar principalmente cuales son las prácti-
cas fundamentales de lo que hoy se entiende por Estado. Esto, an-
tes de cualquier propuesta que aporte a los desafíos que exige hoy
América Latina, es imprescindible para fortalecer aún más la crítica.

En principio, para García Linera (2015a), el Estado es una correla-


ción de fuerzas, que se evidencia en una “cotidiana trama social en-
tre gobernantes y gobernados, en la que todos, (…) intervienen en
66 Barroso Peña, Martínez y Lárez
Pensar al Estado: democracia y plurinacionalidad...

torno a la definición de lo público, lo común, lo colectivo y lo univer-


sal”. Si bien esta es la definición más democrática que existe en tor-
no al Estado actual, ya ésta demanda varias interrogantes como ¿qué
tan cierto es que los gobernados participan en la decisión de lo pú-
blico y universal?, ¿permite el Estado liberal estas intervenciones?

A la búsqueda de respuestas para las últimas interrogantes Gar-


cía Linera (2015a) plantea que el Estado es materia, y que es un proce-
so de monopolización y universalización. Ahora bien, el autor plantea
que los “pocos” que conforman el monopolio son los que deciden lo
que antes nos interrogábamos: lo público, lo común. Plantea el autor:

Decimos que el Estado es materia, porque cotidianamente se pre-


senta ante el conjunto de las y los ciudadanos como instituciones
en las que se realizan trámites o certificados, como leyes que de-
ben ser cumplidas a riesgo de sufrir sanciones, y como procedi-
mientos a seguir para alcanzar reconocimientos o certificaciones,
por ejemplo, educativas, laborales, territoriales, etc. (García Li-
nera, 2015a:5)

Ciertamente, quienes conforman el monopolio son los que confor-


man entonces esas instituciones, a su vez, representantes del Estado.
Al momento que las y los ciudadanos deben ser legitimados por el con-
junto de procedimientos impuestos por las instituciones, es evidente
que no son éstos los que deciden en su totalidad lo público y lo común.

En este punto evidenciamos uno de los principales componentes


del Estado y sus instituciones: la dominación a través de la universa-
lización. Es decir, el Estado como proceso de estabilización de lo co-
mún impone un conjunto de elementos que implican la organización
uniforme de las mentalidades de los sujetos. Las prácticas del Esta-
do se convierten entonces en “la constante formación de las estruc-
turas mentales con las que las personas entienden el mundo existen-
te y con las cuales actúan ante ese mundo percibido” (García 2015a:6).

Es acá donde el proyecto liberal sobre el Estado se fortalece, pues lo


hace instrumento de dominación para que los sujetos actúen de acuer-
do al marco de interpretación que éste regula. Es decir, no cabe posi-
bilidad de pensarse otros esquemas mentales fuera de lo que el Estado
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plantea como sistema y como mundo. Esto afectaría incluso en el mun-


do interno del sujeto ante el externo, puesto que las decisiones se re-
gulan por la estructura simbólica que el Estado impone a la sociedad.

En cierta medida, se podría decir que el Estado es la manera en


que la realidad dominante escribe su grámatica de dominación en
el cuerpo y en la mente de cada persona (…) y a la vez representa
los procedimientos de producción simbólica, discursiva y moral
con los que cada persona y cada cuerpo colectivo se mira a sí
mismo y actúa como cuerpo en el mundo. (García, 2015a:6).

De manera que, el monopolio del que hablamos no sólo se re-


fiere a la cuestión institucional, sino incluso a un monopolio en el
marco de la lógica y del sentido común, a partir de allí, la legitima-
ción por parte de los sujetos-individuos comienza mediante el pro-
ceso de universalización de los saberes, derechos y simbologías.

Según García (2015a) “El Estado es un proceso histórico de construc-


ción de lo común (…) simultáneamente es monopolizado por algu-
nos (los gobernantes); produciéndose precisamente un monopolio de
lo común”. (p.7). En ese proceso de construcción el autor plantea que
el Estado como otra herramienta de legitimación asume la produc-
ción de “bienes comunes”, que favorecerán a la sociedad por igual
pero que están al mando de unos pocos que controlan el monopolio.

En este punto, García Linera expresa que “nos referimos a bienes co-
munes construidos para todos (primera comunidad), pero que son
organizados propuestos y liderizados por unos pocos (primer mo-
nopolio)” (2015a:8). Acá, en este punto se expresa y legitima lo que
el mismo autor plantea como la naturalización de la dominación.

Los desafíos de América Latina y sus movimientos sociales en tanto pro-


gresistas entonces implican plantearse otras dimensiones en cuanto a la fun-
cionalidad del Estado, que se entienda como parte conflictiva con los mono-
polios y democratice verdaderamente el sentir público de la ciudadanía y
la política. El Estado, debe entenderse como un espacio de verdadera corre-
lación pero de prácticas discursivas que vayan haciendo de la democracia
un ejercicio participativo que reconoce y convive con pensamientos asimé-
tricos, de contextos históricos distintos, respaldados por una institucionali-
68 Barroso Peña, Martínez y Lárez
Pensar al Estado: democracia y plurinacionalidad...

dad que se construye a partir de las realidades y las dinámicas territoriales.

De la democracia de élites a una democracia de movimientos


García Linera (2015b), expone que la democracia tiene distintos re-
tos, principalmente, el de ampliarse como campo donde se presentan
las diversas visiones de los actores miembros de diferentes territoria-
lidades y no de ser un instrumento para la legitimación de los proyec-
tos individuales de las élites. Si asumimos válida esta tesis, estaríamos
afirmando que las democracias en Latinoamérica están en crisis debido
a su composición que responde, de manera ineludible, al proyecto po-
lítico de la sociedad moderna y a la lógica del mercado. La democracia
en clave liberal, ha sido entendida como un proceso de confrontación
de “proyectos (de) políticos” que resultan victoriosos en tanto mayor
afinidad tengan con la institucionalidad y la normalidad establecida o
siempre y cuando la élite que representan pueda tener acceso a los ins-
trumentos de dominación fortalecidos. Al respecto, el autor plantea:

La actual invención dominante del significado de democracia en


el ámbito intelectual, en su versión liberal, minimalista y procedi-
mental, construye el concepto en los términos de la formación de
un orden regulatorio del proceder político. Ya sea como método
de selección y renovación de gobernantes y/o como modo de re-
solución de conflictos (…). (García, 2015b:15).

La presunción liberal de la democracia que se ha mantenido en nues-


tro continente y que en la actualidad domina los sistemas de participa-
ción define – según García – al espacio democrático como un escenario
elemental para concretar un “orden” o una “norma” que pertenece a un
gobernante de turno y a su “proyecto político”. De manera que el sitio de
la democracia se ubica como un proceso para legitimar las élites que se han
incrustado como idóneos para practicar la política. García Linera expone:

Bajo esta mirada procedimental, la democracia se entiende como


un artefacto, como un conjunto de reglas que permite la selección
de élites que atienden la agregación de intereses privados y cuyo
resultado final es la “voluntad general”. De esta manera, la demo-
cracia se define como un instrumento que permite la selección de
los “más capaces” para la administración de lo público o como
instrumento para atenuar conflictos entre múltiples intereses indi-
viduales. (García, 2015b:16).
Encuentros. Revista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Crítico 69
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El carácter individual que la mirada liberal otorga al hecho democrático


permite que, la discusión en ese espacio no sea en torno al reconocimiento
de las propuestas plurales de los distintos territorios, sino que se reduzca
a la resolución de conflictos individuales que se desafían en pro de es-
tabilizar y hacer perdurar a su élite en el poder. Para García (íbid), es un
papel similar al del mercado en tanto su política de asignación de recursos.

La política, entendida como gestión de las libertades de una so-


ciedad, aparece reducida a una competencia entre ofertantes (los
“políticos”) y consumidores o usuarios (los “votantes”) (…), re-
plicando la lógica industrial fundada en la propiedad y apropia-
ción privada de las condiciones de producción. (García,
2015b:20).

De tal forma, la democracia desde esta concepción se afianza como parte


del proyecto político del mercado universal, García Linera así lo expone
argumentando que, la competencia planteada en el escenario democráti-
co responde a la legitimación de los instrumentos de la racionalidad tec-
no-científica como herramientas fundamentales (medios de comunicación,
centros de poder económico, transporte) para asumir la institucionalidad
política. De manera que la democracia, es sólo un “medio temporal” para
alcanzar la institucionalidad que, al ser electa por una “voluntad gene-
ral” o una voluntad de individualidades, separa a ésta de cualquier vo-
luntad personal-diferente de opinar en torno al diseño de las políticas.

De modo que este sistema de reproducción de voluntad de individua-


lidades para García Linera resulta ser no más que un sistema de conser-
vación de fuerzas dominantes que han perdurado por tener el control de
las herramientas que definen el juego democrático en la sociedad liberal.
Se entiende que estamos ante un “reciclamiento político” que se valida de
acuerdo a un sistema que concibe la voluntad de individualidades como
un proceso para otorgar mayor validez a una “opinión general” que se
expresa desde la capacidad comunicativa de cada “fuerza” política (domi-
nante). La democracia en conclusión, cumple el mismo papel que el merca-
do al proyecto capitalista mundial, la diferencia es que ésta, es un proceso
“competitivo” de “ofertas” por controlar lo público donde los “electores”
representan una cuantificación que escoge el orden que lo va a regular y
que no le va a permitir expresar “cómo desea vivir”. (García 2015b:25).
70 Barroso Peña, Martínez y Lárez
Pensar al Estado: democracia y plurinacionalidad...

Se plantea entonces que el desafío de la democracia en América Lati-


na es, primordialmente, su ruptura con la presunción política de la so-
ciedad moderna y del mercado, esto implica que, en el espacio polí-
tico puedan reconocerse los derechos a la convivencia en común que
tiene la humanidad. Una democracia entendida como el espacio idó-
neo para el convivir y la participación de las distintas formas de pen-
sar y discutir es el reto que nos trazamos al momento de repensar la
praxis política desde Latinoamérica. Al respecto, García Linera esboza:

En términos generales, se puede entender la democracia como


una manera de organizar la gestión del bien común de una socie-
dad, el modo de esa gestión, la amplitud de ese bien común y las
propias características de la comunidad que quiere definirse en
torno a ese bien. (García, 2015b:31).

Bajo esta mirada, la democracia es el escenario propicio entonces para


el reconocimiento permanente de las particularidades presentes en las
comunidades, es decir, la democracia más allá de “cuantificar” a las in-
dividualidades, las reconoce, convive con ellas y le permite participación
política para que expresen su forma de “vivir”. De manera que, “Hay de-
mocracias en tanto hay más personas que desear intervenir en la dirección
general de la sociedad porque están dispuestas a producir directamente el
contenido de los vínculos que los unen a los demás”. (García, 2015b:32).

Entendida de esta forma, la democracia rompe radicalmente con las


prácticas del mercado y de la razón de la competencia por lo público, pre-
cisamente se convierte lo público, más allá del espacio de producción de
“los políticos”, en el lugar de encuentro donde todos en igualdad de reco-
nocimiento exigen constante discusión en torno a las políticas para la con-
servación de su buen vivir y de su continuidad histórica como ser corpóreo
portador de una alteridad, pero consciente de que otros participan en esas
políticas, la modifican, la renuevan y exigen sentirse representados en ella.

Democracia es, entonces, ampliación de lo político, cre-


ciente ruptura de los monopolios de la política, continua
renovación de las instituciones políticas para dar paso a res-
ponsabilidades ampliadas de un número mayor de miem-
bros de la sociedad. Democracia es movimiento, flujo, re-
vocatoria, ampliación de la capacidad de decidir. (García,
Encuentros. Revista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Crítico 71
Año 6. N° 7. Enero-Julio 2018. pp. 63-75

íbid).

La ampliación del hecho político y democrático en clave plural, define a


éstos como un necesario escenario de debates de los distintos movimientos
que claman la afirmación de sí mismos en la institucionalidad política.
Así, queda planteada una democracia de movimientos, un Estado de in-
clusión, una participación plural, de universalismos concretos y la nunca
acabada discusión en torno a la emancipación de la democracia liberal.

La consolidación definitiva de la ciudadanía intercultural y el proyecto


plurinacional
El proyecto de la plurinacionalidad se concibe como la alternativa a la
concepción universalista de “nación”. Es decir, no se plantea desde esta
perspectiva plural de las naciones que el territorio está representado en
una única nación que reúne todas las valorizaciones, creencias, simbolo-
gías, discursos y culturas, al contrario, se plantea que existe una diversi-
dad cultural que a su vez manifiesta el sentido pluralista de las formas
de co-existir en comunidad, de pensar desde las asimetrías y diferen-
cias, y de reconocer las distintas representaciones de las identidades-al-
teridades. Sobre una concepción práctica de “nación”, el autor refiere:

Una nación existe cuando los connacionales, independientemente


de donde estén y la condición económica que posean, creen par-
ticipar de una hermandad histórica de origen y de destino cultu-
ral, que han de traducirse, luego, en derechos que las diferencia
de otras naciones. (García, 2015b:101).

Esta mirada plural de las comunidades en los territorios impli-


ca afirmar que existen diferencias entre culturas, que las prácticas
discursivas y sociales de éstas comunidades son el resultado de un
devenir histórico-cultural de sus seres humanos. García (íbid) des-
cribe que este tipo de pluralidad de identidades constituye configura-
ciones simbólicas diferentes, de visiones del mundo, de formas orga-
nizativas, de saberes y prácticas culturales y de apegos territoriales.

La comunidad política como el lugar de la ciudadanía multicultu-


ral es, entonces, un proceso de construcción colectiva en el que
las diversas identidades étnico-nacionales excluidas son recono-
cidas en sus prerrogativas y poderes en tanto colectividades cul-
72 Barroso Peña, Martínez y Lárez
Pensar al Estado: democracia y plurinacionalidad...

turales. Esta ciudadanía diferenciada puede asumir varias formas,


como el Estado autonómico o el Estado multinacional. (García,
2015b:73).

El planteamiento de García Linera sobre el asunto de la plurinaciona-


lidad apunta hacia la necesidad de co-participación política que exigen
las distintas colectividades, esto quiere decir, que el espacio político plu-
rinacional construye los procesos de acción social de forma colectiva, re-
conociendo que existe una ciudadanía que es diferente. De manera que,
estas comunidades en tanto diferentes, también conceptualizan y prac-
tican el poder diferenciadamente, lo que conlleva a un espacio públi-
co de conflictividad, reconocimiento, diálogo y consenso entre culturas.

De lo que se trata, entonces, es de garantizar, mediante una


concepción pactista del poder, la convivencia mediante la
articulación de la pluralidad en la unidad política común de
una sociedad diferencial, esto es, que tiene algunas comuni-
dades nacionales y otras que no lo son. (García, 2015b:75).

De manera que ésta forma de practicar el poder debe traducirse en una


institucionalidad que sea plural y que erradique de sus procesos la concep-
ción universal sobre la nación y la ciudadanía. Acá, estamos afirmando lo
que García Linera denomina como un “Estado plurinacional”. Esta refun-
dación del Estado en clave intercultural, implica que el mismo sea un espa-
cio público donde la institucionalidad está al servicio del reconocimiento,
legitimación y respeto a las diferencias, es decir, un Estado que al con-
trario de anular desde sus políticas las prácticas discursivas y culturales
de las comunidades, las promueve en el marco de la construcción de los
espacios públicos como espacios de participación política plural y decisiva.

El Estado Plurinacional además se traduce en el reconocimiento


práctico, institucional de la igualdad de oportunidades los pue-
blos, de los idiomas oficiales, reconocimiento de todas las identi-
dades, posibilidad de ser educado en su propio idioma si uno lo
desea y si no, sólo aprender el castellano, reconocimiento de los
idiomas indígenas en igualdad de condiciones en la escuela, cole-
gio, universidad e instituciones públicas del Estado. (García,
2009:17).

La igualdad de oportunidades, en este caso, no se reduce al hecho de po-


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Año 6. N° 7. Enero-Julio 2018. pp. 63-75

der escoger “democráticamente” las representatividades impuestas por las


élites políticas, se trata de que la institucionalidad del poder asuma el reco-
nocimiento a los derechos, en tanto diferentes todos, que exigen las comu-
nidades y las identidades. García Linera plantea que las instituciones del
Estado en su carácter de públicas, deben asumirse precisamente como par-
te de una sociedad diferencial que convive por su capacidad de coacción
política. Esta coacción, no puede ser más el instrumento idóneo de las élites
para la resolución de conflictos, sino que debe ser el espacio público donde
se debaten las diferencias para construir una institucionalidad que pue-
da ejercer su deber práctico en pro del “buen vivir” de las comunidades.

Conclusiones
Las comunidades políticas, entendidas así desde el proyecto plu-
rinacional, han co-existido en sus diferencias aún con la imposición
de la concepción universal del Estado. La lógica moderna del mer-
cado fundó una práctica institucional del poder que anuló la posibi-
lidad de participación política desde las diferencias, por su carácter
totalista y su visión tecno-científica de la ciencia política. Aunado a
ello, se suma la consolidación mundial del capitalismo como proyec-
to político y el eurocentrismo como pensamiento colonial dominante.

América Latina sin embargo, ha suscitado desde su ausencia – como


expone Hinkelammert – el levantamiento de los movimientos socia-
les como expresión de disidencia y ruptura con el Estado liberal. Esto
ha provocado que las exigencias de los movimientos fuercen a los Es-
tados liberales a incluir en sus instituciones criterios para el recono-
cimiento de los mismos. Experiencias de transformación del Estado
en América Latina han surgido, sin embargo, la mayoría ha reprodu-
cido la concepción totalista del mercado desde discursos populistas.

La profundización de las refundaciones del Estado se tornan urgente


puesto que, la reproducción totalista del poder se esconde tras discursos
progresistas que no permiten la participación política de las comunida-
des e identidades, aislando este papel a la representatividad democráti-
ca y fundando nuevas élites políticas enmascaradas en discursos de iz-
quierdas. De manera que, necesario es reconocer por parte del Estado,
que las comunidades no pueden seguir siendo una sumatoria más para
la legitimación de una élite en el poder. Se trata de que estas comuni-
74 Barroso Peña, Martínez y Lárez
Pensar al Estado: democracia y plurinacionalidad...

dades tengan posibilidad de debatir sobre sus derechos entendiendo


la institucionalidad como un espacio de aglomeración de diferencias.

La experiencia del Estado Plurinacional de Bolivia y la producción teó-


rica de Álvaro García Linera nos invita a repensarnos no como comuni-
dades e identidades que resuelven una mediación para el ascenso de una
élite, sino como comunidades que deben ser reconocidas en coacción po-
lítica con otras comunidades desde sus diferencias. Acá, se trata de que
la institucionalidad del poder rompa radicalmente con la concepción
totalista de la modernidad y asuma a las comunidades desde el recono-
cimiento de sus lenguas, culturas, economías y sus prácticas sociales.

Por tanto, se trata de ceder las prácticas del poder, entendien-


do que existe una sociedad de comunidades y sujetos diferentes. El
ejercicio del poder que en la actualidad recae en la élite que contro-
la la institucionalidad está legitimado incluso por esas formas genera-
lizadoras de la voluntad de los sujetos sociales. Se apuesta por deter-
minar autonomías a comunidades que desde sus particularidades y
asimetrías puedan desde la coacción política, asumir una instituciona-
lidad que posibilite su inserción y su participación activa y protagónica.

De manera que, afirmamos que el proyecto plurinacional e intercul-


tural de la política tiene su vigencia en tanto a su carácter refundador
y transformador, pero, sobre todo, en su carácter de radicalidad y de
rompimiento definitivo con el proyecto mundial del capitalismo. Los
movimientos sociales no podrán reflejarse nunca en un sistema que los
niega, que no propicia la democratización del poder y que apunta sólo
a que el Estado sea un reproductor de la lógica instrumental y totalista
del mercado. Al contrario tiene su carácter protagónico en un Estado pen-
sado desde la pluralidad de los sentimientos, coexistencias y culturas.

Referencias:
GARCÍA LINERA, Álvaro. (2015a). Estado, democracia y socialismo. Con-
ferencia dictada por el Vicepresidente Álvaro García Linera, en la
Universidad de la Sorbona de París. Recuperado de http://www.
vicepresidenciadeboliva.com.bo
GARCÍA LINERA, Álvaro. (2015b). Democracia, Estado, Nación. Caracas.
Trinchera
Encuentros. Revista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Crítico 75
Año 6. N° 7. Enero-Julio 2018. pp. 63-75

GARCÍA LINERA, Álvaro. (2015c). La potencia plebeya: acción colectiva e


identidades indígenas, obreras y populares en Bolivia. México D.F. CLAC-
SO.
GARCÍA LINERA, Álvaro. (2009). El Estado plurinacional. En: Discursos y
ponencias del ciudadano Vicepresidente Álvaro García Linera. La Paz. Año
3. Número 7. Vicepresidencia del Estado Plurinacional. .

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