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La Moda Elegante Cadiz 14-12-1884

Este documento presenta una serie de vestidos, accesorios y trajes de moda para damas y caballeros. Incluye ilustraciones y explicaciones detalladas de cada pieza, con indicaciones sobre los materiales y telas requeridos. El artículo contiene información sobre la última moda parisina.

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La Moda Elegante Cadiz 14-12-1884

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PERIÓDICO DE SEÑORAS Y SEÑORITAS.

— *:Í3ÍO
C O N T I E N E L O S Ú L T I M O S F I G U R I N E S I L U M I N A D O S D E L A S M O D A S D E P A R Í S , P A T R O N E S D E T A M A ? l 0 N . \ T 1 ; R A L , M O D E L O S D E T R A B A J O S A L A A Ü U I A C R O C H E T T - Í P I C E R K S D E COI O R E S
NOVELAS.—CRÓNICAS.—BELLAS A R T E S . - M Ú S I C A , ETC., ETC. ' " '

AÑO XLIII. MADRID, 14 DE D I C I E M B R E DE 1884. NUM, 46.

SÜMAHIO.
1. Vur.li.lo )• .calidn' (le baile r> lie loatríi,
— z. TraJL' de baílf.—3. Caimsiilla i!e
l;ilj(ir,—¿ )• 5, CüSLo con liipndeta..—(1
y 7. Cepillo boTdailo.—8 y 9. .•\cer¡cci
vcnja de aliiluref,.— ID. Pníio de aliar.—.
11 y J S . Vesiido do p a n d e j - leruiapelo
liiinUdo,—II, Capuiíi de tieitro,—13.
Sümlutiro de lerciopelo.—r4. Traie dfc
1eair<i i ,t['/í-.-í — i j y 16. Falda pleca-
da y rec(iRÍJa-—17. Traje d e recibir
|iara señoras,—13. Traje de recibiy por^
se:'ioriias.— rg. CajicKna di; fcjpilla.—
20. Capulina al cmcliel.—J i á íj. Tra-
je?, para iiifias y nifios.— sg y ; o . Abrí.
ga di; fcda brijciíada fomiiia de [licles.
—31 V 23. Vestidd de lana lisa y lai^^i
l i s t . i d á ^ í j . Traje de leiciopelo ramea,
üi), faya y lerciopelí) lifo.—34 Abripo
lar^o de felpa.— 35. Trajy de Taya y
lerciíipeio. — 36. Coníeccion de paflo
Titaiílassi y pieles.
Explicacioa de los ^mlíadoB.—Prácticas
sociales (cnnlinuaciii;i)i por Mario Hah
ka.~K Filina, poesía, por D . P. de
T o r r e - l s r n / a . - E l etemn desear, por
D. A. del Palaciii.—Eiíplicuciiin del
iiBuria iluminado, — Pti]iiefia gacetíi,
jiarisieasc.— Sueltos.— A d veri ene i as.—
Soluciones,—Geroijlificíi.

Vestido y salitJa
de baile ó de teatro.
Núm. I.
La salida de baile es de ter-
ciopelo liso color de oro y ter-
ciopelo cincelado oro con fon-
do blaDCO. La espalda, que es
de terciopelo cincelado, es ajus-
tada por medio de una costura;
la parte inferiorva vuelta _v des-
cansa sobre una aldetu de ter-
ciopelo liso, que Ibrnia parte
del delantero, ciiyn aldeta se
abre en medio dejando un hue-
co, qne cubre una magnifica
borla con un .[^olpe de pasama-
nería oro y blanco. La manga,
que va unida á la espalda, es
de fornia puntiaguda y va ro-
deada d e una ceneflí de plumas
de avestruz color de oro, ador-
nada en la punta con \x\\ golpe
de pasamanería y borlas de se-
da color de oro. Los delanteros,
de terciopelo liso, son rectos y
largos y se abrochan hasta la
cintura bajo una guarnición de
plumas. El borde inferior de
los delanteros y el escoi:e van
guarnecidos de las mismas plu-
mas. El escole se cierra en un
precioKo broche de oro. Vesti-
do escotado, de laya azul muy
pálido, plcfí-ado por delante y en
los lados, y forma cola larga.
Delantal de encaje blanco, re-
cogido en el lado derecho con
un ramo de rosas.

Tela necesaria para la salida


del t e a t r o : 2 metros 80 centí-
inetros de terciopelo lisoj de 60
centímetros de ancho, y 3 me-
tros 20 centímetros de terciope-
lo cÍncelailo,de 60 centimetrcs.
Se corta esta salida de baile
ó teatro por las figuras 7 á 10
de la Hoja-Siiplanenlo al pre-
sente número.
Traje de baile.—Núm. 2.
Vestido de tul bordado color
niarñ] y terciopelo mordorado.
Falda color de tafetán color fl.—Vestido y salida dt baile 6 de u a i i u »,—Tíaje de baile.

• . - - : -'.•, ^•'vv^i^^v^. ? J¿-Lrk>


3G2 LA yVLoDA ELEGAKTEJ PEÍ^IÓDICO DE LAS FAMILIAS.

3.—Canaslillrnii' lüTior.

marfil, ribeteada de un volante I I I I I r I I I I I I I r I I I I M I I I I I I I I


plegado de rasn color marfil, I > !••• II 1 . 1 'HBB I I I M I I I
r I I 1 I I iDBBVB I . I i i M B a n <
que sostiene sólo por delante I I IBB I lUB I -Mm : I » ~ ! • • M B B I I I
I { • • • B i » B n i-ia i-\ iBL'j i B B * J B a B B i i
una guirnalda de pre.íill;is de r - B B ' I B ' ' I I I l--i(XX.: I I I I : - ! I ' B B I
ri^.'.BBB ixxxx I K X j x x x x IB:-BB .^
I - B B : - I B - l i l i XXX ' I I M " B I ' BB [
cinta de terciopelo inordorado, 1 IBBBB IBBB I B I ! I B l IBBB I B B B B I )
F I ! • • I IBB I ' . « B I IBB -I IBB I IBB I I
El delantero desaparece com- l i l i l í IBBBBB I I I B B B B * I I I 11 I I
pletamente hajo unas bandas de I B B II I ; I IBBB I I
I I I I I I I M I 1 I I 1^ 1 I I I I 1 1 I I
tul bordado, reco^tfidus en los
costados, }• alternando con una S . — B o r d a d o del cepillo. '
4.—Ct-sto Clin lajudera, ( Vcase el dibujú 5.)
doble hilera de presillas. La E x p l i c a c i ó n de los s i g n o s :
parte de de tras va adornada 2 azul pitlido; H aceiíutia oscuro; nan la canastilla, se corta un
p o r u ñ a ei^pecie de cascada de |T] nmarillo; pedazo dc cañamazo de 8 cen-
tul bordado, con unos laxios no- 1^ enciirnado; \ fondo. tímetros en cuadro 3' .«e le bor-
tantes en el lado izquierdo, de da al ]>unto de cruz, en felpilla
terciopelo. Corpino de tcrcio- é hilillo de oro. En el borde
])elo mordorado, terminado en punta por delante y ])or detras. El exterior, en cada cuadro, se ha-
escote en punta va guarnecido tie un;t banda plef^ada de tul bordado, ce una hilera de dientes al pun-
prendida en los homhrns con unas presillas de cinta de terciopelo. to i'uso con felpilla encarnada.
E n el centro, por delante, va un ramo dc margaritas blancas con ( l . ^ n n r d i i i i i lie I;» eaja i!e alfilcreí.
{Véasv-el dibujo i.-} Cesto cora tapadera.
botón amai'illo. Collar de perlas. Guimakia de margaritas en los ca- Núms. 4 y g.
bellos. Va guarnecido de un asa y
1 I.—Vcslidolie paiietu y lerciíipL'lo bíialado.
Tela necesaria: 4 metros 40 centímetros de tafetán, de S5 centi- Ksixtlda. una tapadera, que se compone de dos parles. El ciíntorno del cesto
metro.s de ancbo, para el fondo de falda: un metro 80 centímetros { Vid Sí d dib tija 3 S.) va adornado con una cenefa, terminada en unas bolas dc lana. E n
de raso para el tableado: 12 metros ele tul bordado, de 70 centíme- cada mitad de la tapadera se lija una almohadilla cubierta de felpa
tros de ancho y 3 metros de terciopelo, de 55 marrón, sobre la cual se pone un bordado,
centhnctros de ancho, para el corpino. que se hace sobre cañamazo fino con seda co-
Canastilla de labor.—Núm, 3. lor de oro antiguo é hilillos de oro (véase el
dibujo 5, que representa este bordado de ta-
Esta canastilla, que es de mimbre color maño natural). Después dc haber pasado los
marrón, va cubierta por la parte interior del contornos del dibujo al cañamazo, se hace el
borde con una lira fi'uncida de lascí color de

B , — Cepillii bordado, N . - Acericii y taja de nlfiltri;!!,


( Viasí e¡ dibujo 7.) { V¿ase íl dibujo t|.J

oro antiguo. Se guarnece interiormente el bordado con seda color de oro antiguo al
borde superior de unas bolitas, y la parte e.K- pasado y punto de cadeneta. Se tienden unos
terior, de unas bolas más gruesas. Unas bolas hilos de oro sobre las figuras bordadas al pa-
iguales van fijadas en las asas de la canas- sado, y se rodean todos los arabescos al punto
tilla. El fondo va cubierto de un pedazo de iitrüs con seda marrón.
cartón y guarnecido de terciopelo mari-on ro- K.—Hnrdado lii: la tapadura del cesro.
Para la cenefa al crocliet, se ejecuta pri-
iizo. Para cada uno de los cuadros que ador- mero, con lana marrón, un galonciío al cro-

i-¿a±ti A:Lp3n

1 0 . — P a R o de altar.
LA MODA ELEGANTFJ psí^ióDico DE LAS J^AIVIILIAS. S63'

12.—C;ipola IÍL' liuIlTí).

Jl 3.—Sombren) íle t t r d o p t l o .

*•*.—Traje de leatro i"> .wiiáe. Espalda.


( V¿aieel fígiíihi ilum¿nadt>¡')

•S5.—Falda, pltpada y recogiiia.


( Laili> dereí;!!!).}
• B.—Faliia pluRada yrtcíigida.
(Ludo ¡xiluicrdti.J
chet, hecho con una horquilla, y se
fijan las bolitas de lana, como indi- Vestido de pañete y terciopelo
ca el dibujo. bordado.
Cepillo b o r d a d o . — N ú m s , 5 y 7. N ú m s . II y 28.
E s t e cepillo, que tiene 7 centí- L a falda, que es de faya marrón,
metros de largo por 4 y medio va cubierta de unas tiras de paño
ceatimetros de alto, va cubierto, marrón sobrepuestas, de 14 centí-
en su parte superior, de raso azul metros de ancho, cuyas tiras lle-
pálido algodonado, y guarnecido gan por delante hasta el borde su-
de un bordado, que se ejecuta al perior, y por detnis basta Ó5 cen-
punto de cruz sobre cañamazo co- tímetros de altura. El vestido de
lor de aceituna oscuro, con seda de encima ó polonesa, de pañete mar-
color. El dibujo 7 representa este r o n , va guarnecido por delante de
bordado. El borde del cepillo va unas tiras de terciopelo bordado
jruariiecido de una cintita de raso con hilos de o r o , y por detras,
color de aceituna plegada, de un de una cartera del mismo tercio-
centímetro de ancho, cuya parte pelo. Por delante el vestido va ri-
superior va cubierta d e un galón beteado de un cordón grueso de
estrecho, tejido de hilo de oro y seda marrón. Cuello y carteras de
sedas de colores. mangas de terciopelo marrón y
galones de oro. Cinturon de ter-
Acerico y caja de alfileres. ciopelo bordado.
N ú m s . 8 y g.
Capota de fieltro.—Núm. 12.
Este acerico, que sirve al mis-
mo tiempo de caja de alfileres, va E s de fieltro color de aceituna;
guarnecido de una tapadera, que el ala va levantada por delante y
se c u b r e , asi como el borde del hendida á unos 3 centímetros de
Jbndo, con felpa marrón, Se fija so- distancia del borde exterior; se ha-
bre la tapadera una herradura y cen ojetes en los dos lados de la
una almohadilla para los alfileres, abertura y KC pasa un cordón de
la cual va cubierta de felpa mar- seda por estos ojetes. El centro de
ron. El contorno de la caja va la copa, pordetras, va enlajado del
adornado, y se ejecuta sobre piel mismo modo. Después de haber
negra, con sedas de dilerentes co- forrado el ala de terciopelo verde
lore.s ¿ hilos de oro. El dibujo y aceituna extendido, se guarnece la
'representa uiux parte de e&te bor- parte exterior del sombrero con
dado. unos lazos de galón de lana, borda-
dos de hilo de oro. Se fija por de-
P a ñ o de altar.—Núm, 10. lante, bajo el ala, un lacito del
El bordado de este paño ó man- mismo galón.
tel de altar se ejecuta con galon- Sombrero de terciopelo.
cillo blanco y algodón fino. Se pasa
el dibujo á la tela y se fija el galon- Núm. 13.
cillo siguiendo los contornos. El E s t e sombrero tiene un ala do-
galoncilío va doblado y fruncido ble', cuyas partes separadas van cu-
en los puntos que indica el dibujo. biertas por ambos ;ladoB de tercio-
Se liacen las barretas al punto de pelo negro, y cuyo borde de delan-
festón. Para cada barreta S,G tien- te va ribeteado de cuentas gruesas
de la hebra yendo y viniendo, se negras. Estas cuentas, rodeadas de
la rodea con puntos de festón y se cordonciUtís de cuentas de acero,
hacen los piquillos. Se ejecutan van dispuestas sobre el ala supe-
luego los diferentes puntos de en- rior, como indica et dibujo. Se cu-
caje y las barretas enrolladas, y se bre el fondo de terciopelo negro,
guarnece el paño d e unas hileras que se ha bordado antes con cuen-
de curvas cosidas. tecitas de acero. Se pliega el ter-
í í . — T r a j e de recibir paca seíloras. i S . ^ T r a j e de recibir pora scnoriuH,
! ! •

364 aG5

ciopelo po]- detras en los dos íadns, y se f^iiarnece el bierto de un pedazo de terciopelo plegado, al cual se
horde de detrás con el centro de las bridas, que son de une un tableado ancho de lana, que continiia sobre los
terciopelo negro y lictien 5 centímetros de :incho. Se paños de costado y por detras. Lá falda va adornada á
lija por detras una ahvazadern de terciopelo. Por delan- cada lado con un pedazo ríe lela de lana, dispuesto en
te una abrazadera if^uíil va snjeta con un broche de ace- el borde superior en pliegues verticales, y sobre el bor-
ro. Las dos abrazaderas van bordadas de. acero. Se ador- de su]}erior en ]íliegucs que se dii^igen hacia ariiba. Se
na el .sombrero con cuatro plumas negi-as. completa la falda con un pedazo recogido al sesgo por
Traje de teatro ó soirée. — Núm. 14. detrás.
Traje de recibir para señoras.—Núm. 17.
Este dibujo representa el mismo traje del figurín que
acompaña al prcFcnte niimcro, visto por la espalda. Vestido de cachemir y terciopelo, adoi'nado de galo-
Véase la explicación de dicho ligurin. Se corta el cor- nes, La chaqueta, que es de terciopelo, se abi'e sobre
piño por las íigu- iMi chaleco de ra-
las 11 á 15 de I;L so color c r e m a ,
líoill de píltVDIUS, ribeteado en su
S11/'I í me ni ti al base de un ciníu-
i]iisiiiü n i'i m e r o . ron. La t ú n ic a,
Falda plegada recogida, va i'ibe-
y recogida. teada de galones,
Núms, 15 y 16, así como la fahla
plana, q u e es de
Esta falda pue- terciopelo.
de llevarse con un Traje
corpino jfisfy ó de recibir pnra
fOn una chaLpieta señaritaü.
de terciopelo ca- Núm. 18.
zador, de paño ó
de otra teJa. L a El corpino lle-
falda, Lpie es d e va una aldeta cor-
seda (se la ]íuede til, añadida y ri-
hacer igualmente beteadade tercio-
de lana), va guar- pelo cazador del
neciila de un vn- color del \'est¡do,
liuite plegado, de que e-S de cache-
6 centímetros de mir. La falda for-
ancho,y de un se- ma un bullonado
gundo v o l a u t e en su parte supe-
Iruncido. de ter- rior, V se conti-
ciopelo, de II núa en pliegues
cen 11 m e l r o s de a n c h o s , adorna-
•Ift—Capulina de felpilla. ria,—\\-M¡.:r> .u- ]m,¡l h^.L a n c h o . El paño Jos con dos Ine- a o . - A í i r i i í ü d'j ijida liroi:liada 2 0 , — C i i i c l i n a a! I..T(II;II!.-1,
j- kin.T. I¡:.lüii;i. ses de terciopelo fiírradacIcpiflL-K.
Dflnnlum, { Viasí ti Uibujo 3 r . } de delante va cu- J^spalila. ( Viasí el dibnjiy 21J, 1
cazador.

í I.—AbnRíi lili pafiD vi(¡ona 2 2 . — Levita prtra ninas í S . ^ V f s i i d i i inulüs C ' l —Traje para señoritas Stt,—Vusiitlii ¡lióles K<i —Tr.LJc para niños 2 1 —Paleln para nii^os
para niñas de 7 á g afios. dn Í2 á i^ iinos. para ninas ilu 5 rt " aflús. de [4 á i^ ^ftm. para, niñas du S á 10 anas. de S i) [O aAos. <le ] o á i j anos.

Vestido de iJallcle y lereiopelu burdaiiu. Delantero. • B.—AbríiíO de seda brocliada fartaila de pieles. Delantero. 3 1 . — Vestido d e lana lisa y lana lisiada, visto de perfil.
BS.—Tríije de lereiopdo rameado, íaya }• terciopelo liso. SJI.—Alirifo Jarjjo do felpa. 8 S . — T m j e de faj-a }• tcTeiopelo,
( Véase dibujo i i . J ,(_V¿aie el dibujo ¡o.) {Víasí el dibujo j e . ) 38.—Confeecion de piiflo "iniíhttsi y pieles.
366 LA MODA ELEGANTE, JPEI^IÓDICO DE LAS J^'AAI^ILIAS.

Capelina de íelpiJIa.—Núm. i g . cuentas color de fuego sobre terciopelo. La falda , de íaya, CAP íT ULO S E X T O,
formando pliegues gi'uesos por detras, va ribeteada de dos
Para liacer el fondo de esta capelina se emplea un ]>eda- bieses anchos de terciopelo. L.\ INSTALACIÓN.
zo de tul fuerte negro, de 26 centímetros de ancho por 22
de alto. Se le redondea desde el medio superior. Inicia los Los criados.— I-a vecindad.—Las visitas.
Confección de paño límatelassé» y píeles.—Núm. 36.
ángulos inferiores, _v se pliej^a por detras dejándolo redu- I.
cido á J5 cenlímetrcs de ancho, y en el borde exterior, de Este modelo es una especie de manteleta cruzada sobre
manerii f|ue teni,'a 41 centiinetros de ancho. Se le guarne- el pecho, que forma por delante dos cajdas largas, las cua- LOS CH[ADOS.
ce con una cinta de latón y se le ribetea de tafetiin. Sobre les se recogen para formar la manga. Ésla forma una pun- Hay varios medios de procurarse los criados, que es la
este fondo se dispone la parte del centro de un pedazo ta cortada, y termina en un golpe de pasamanería, que se priniei-a necesidad q u e se deja sentir a! tomar posesión de
frianguíar jirolongado, tejido de felpilla marrón y seda repite por detras. La de detras es redonda y corta. una nueva morada.
bronce claro, el cual va guarnecido en el borde exterior Las agencias, los conocimientos particulares y el traer
con unas presillas de felpilla, que forman un fleco. Se lija de algún pueblo jóvenes que todavía no hayan servido, y á
en el pico principal del triánfíulo sobre el centro del fondo
por delante, y se le plie^i^a de manera q u e cubra el londo, P R Á C T I C A S SOCIALES los que se pueda enseñar al gusto especial de los amos.
¡bi-niando unos bullones. Se completa la capelina con unas E n todos estos casos, la adgiíisieion es fácil; '^i eunser.'a-
cintas de terciopelo otomano marrón, de 11 ccntiinetros de cion, la piedra de toque.
ancho. M A R I O H A L K A . Lo primero que hay que hacer al tratar de la admisión
de un sirviente, es informarse de sus condiciones.
Capelina al crochet.-—Núm, 20. (CONTINUACIÓN.) En Madrid, ni se toman ni se dan infoimes con la mi-
Se liace esta cajielina, al crochet, con lana azul, íorniantío nuciosidad que el caso requiere. El que va á preguntar se
' '^^•'^'^fyJ iN ser en modo alguno expresiva con la per- contenta con saber cjue no recibe un José María, y el que
un dibujo de mallas-barretas caladas, sobre las cuales \-MI
puestas Liiuts presillas de felpilla azul claro, íijaria.s con cur- •.i^ sona que tenga al lado, será sí nnty cortés los da, por temor á alguna ligereza del que ha ido á tomar-
vas de mallas al aire, hechas con lanaaKul pálido. Los ador- STÑ:?^ jiara dar las gracias por las jiequcñas aten- los, oculta no pocos y graves defectos.
nos consisten en un lazo de raso. j3. clones que pueda tenei- con ella, asi como la Al recibir á un criado es preciso marcarle de un modo
^^^ de sei'virle el agua, alargarlo los entreme- terminante sus obligaciones, advírtiéndole qué dias puede
Trajes para niñas y niños.—Núms. 21 á 27. lucho salir, qué permisos se le han de conceder, sí tendrá ó no
libertad de recibir visitas, etc., etc. De la claridati con que
Tíiim. 3 1. Ahrig" de paño vi^omi para /liñas de ~ ¡i y at'h>s. se estipulen tales conciicioncs depende no pocas veces la:
E s t e abrigo va ;dnochado en linea recta por dehuile. Paa/ ^ ^ í l dimienío puede dar lugar á juicios aventurados. buena ariuonía entre amos y criados. Estos saben, al en-
plegado por detrás y adornado á cada lado con una huera y^Y Es un error conduciráe en la mesa de una fonda trar, el género de vida que en ciertos extremos les espera,
de botones. Esclavina con cuello ancho vuelto. Mangas an- ^" con menos delicadeza de la que se usaría en hi del y reflexionan si les conviene ó no sujetarse á él.
chas, con carteras. más encopetado personaje. E n un circulo donde se nos El servicio que se puede reclamar de un sirviente,cuan-
Nújn. 22. Lc^ñta para ¡Uñas de 13 á 14 ams. Esta confec- conoce, por muy elevado que sea, tendían más indulgen- do ba de estar solo para todo en la casa, es niuj"- distinto
ción es de vigoña azul marino, y va abrochada en línea cia ]iara cualquier falta (|uec<Mnetainos, que la que han de de! que se reclamaria á cada uno de ios que hubieran d e
recta por delante, formando tres pliegues gruesos por de- concedernos alii donde ignoran /a dase de dase á que per- componer la servidumbre de otra en la que hubiese mayor
trás. Cuello de terciopelo. tenecemos. personal.
Núm. 33. Ve&iido inglés para niñas de 5 ÍÍ 7 años. Este Cuando se lleva unos dias comientio con las mismas En las casas de gran boato hay un mayordojno general
vestido, de terciopelo rayado color de n u t r i a , va plega- personas v se encuentra á éstas fuera del hotel, se les hará para dirigir el servicio. El marca á cada criado sus obliga-
do por delante y abrochado un poco á la derecha. Cue- un saludo muy ligero. ciones; los despide cuando no las cumplen ; recibe los nue-
llo bordado. Cinturon de faya, anudado hacia el lado iz- En las casas de baños y fondas de puerlo de mar donde vos, y dispone en un todo de la marcha interior de la casa.
quierdo. se va á pasar el verano es frecuente reunirse por las noches Apenas si los amos se dirigen más que á los de su inme-
Núm. 24. Traje para señoritas de J4 á ití años. Corpino- en el salón del piano. diato servicio. Sin embargo, en España no es costumhíe
polonesa, adornado á cada lado con un galón ancho, que En el extranjero, por jnás cjue todos frecuenten ese sa- que aquél despida y reciba criados sin anuencia de los
forma tres cocas, dobladas en el borde inferior. Adorno de lón, quedan tan extraños unos á otros, como si no se en- amos.
galones, dispuestos horizontalmenle por delante del pecho. contrasen contínuamenle; pero en España se presta ese El mayordomo toma las cuentas, ]iaga los salarios, diri-
La polonesa va dispuesta en forma de delantal sobre la fal- continuo t r a t o , unas veces á conli'aer amistades, por lo ge la organización de las grandes comidas, y obliga ;t la
da, y recogida bajo el púiif, que es ptico abultado. Ealda juénos innecesarias, y otras á crear posiciones difíciles servidumbre á que tenga hechos todos los oficios de la
plana, adornada con cinco biesus horizontales y un tablea- para la demasiada crítica y chismografía que por aquella casa media hora antes del almuerzo y se presente al servi-
dito por debajo de su borde inferior. Sombrero de fieltro, atmósfera circula. cio de éste con el traje que ha de tener á la tarde ; frac y
lev^antado por detras y adornado por delante con una esca- E s raro que en esos establecimientos Jio se encuentre al- corbata blanca los unos, y los lacayos, de librea pclii frac.
rapela de cinta. guna persona conocida, en cuyo caso está sah-ada la dili- El ama de gobierno se ocupa de la parte femenina de la
Núm. 25, Vestido iuglíspaya niñas de S ¡í 10 añ\}s. Este cultad uniéndose á ella en tales momentos : pero si no la servidumbre, Vigila para que las doncellas, niñeras y de-
vestido es de paño ligero. Peto formado de galones lami- hubiera, debe preferirse hacer la vida del que reahnente va mas cumplan cada una sus obligaciones. Cuida de la ropa
nados de oro, dispuestos horizontalmentc, y adornado á á buscar la salud á las aguas medicinales, que es acostarse blanca de la familia. \e sí el planchado, lavado y zurcido
cada lado con un tableado que termina en cocas. Túnica temprano para poder madrugar. de aquélla es tal cual lo requieren las personas á quienes
recogida en punta por los lados. Falda plana, adornada con Si no puede prescindírse de asistir á la reunión, hay que se destina. N o permite riñas, cantares n¡ salidas inmoti-
dos bieses horizontales y un volante doble formando con- tener presente q u e atlí se creen todos autorizados para en- vadas.
chas. Sombrero de fieltro, de forma cónica, y guarnecido tablar conversación unos con otros por la razón de habitar E n las casas donde el servicio está bien organizado y ¡os
de cocas de cinta, bajo un mismo techo, y de consiguiente se está obligado á amos se ocupan de que haya la mayor moralidad posible
Núm. 2(í. Traje para niños de S a 10 años. Este traje, que ser a t e n t o , sea con quien fuere, quedando al buen juicio en las costumbres, se habilitan dos piezas de reunión, una
es de paño ingles, se compone de un paleto, que se abro- de cada cual el considerar la conveniencia de ser suma- para los criados y otra para la parte femenina de la servi-
cha en linea rect;i por delante con una sola hilera de boto- mente reservados en estas comunicaciones con jiersonas dumbre.
nes, y un calzón ancho, que va sujeto por debajo de la ro- por completo extrañas hasta entúnces á aquellas á quienes Generalmente, donde hay mayores medios para tener
dilla. Sombrero de fieltro, adornado con un lazo de cinta se dirigen. buen número de criados, suele encontrarse menos celo
en la derecha. En la mesa es sabido que ocupan el último lugar los re- para procurar su bienestar en lo físico y en lo moral.
Núm. 27. Pahtoparn niños de ]0 ¡i 12 afios. E s de paño cien llegados, ganando en puestos conforme van cjuedando No pueden darse reglas fijas para las obligaciones de los
vigoña; se le abrocha en linea recta por delante, y se le vacantes los primeros, de modo que se adelanta por dere- criados.
corta en forma de corazoji. Adorno de piel de castor en el cho de antigüedad. Si se ve q u e , lompiendo esta regla, .se En esto, como en todo, hay que ponerse de acuerdo con
escote. Forro de raso de China. Sombrero de fieltro. han tomado la libertad de intercalar en puestos avanzados ia posición de cada familia y medios de fortuna de que se
á más modernos huéspedes, hay razón para formular una dispone.
Abrigo de seda brochada íorrada de pieles. queja; pero ésta debe hacerse en particular al encargado Vale más tener una buena criada, bien pagada y atendi-
Núms. 29 y 30. de la colocación, pues todas las escenas en público dejan en da, que dos cuyas plazas estén con fi'ecuencia vacantes por
Este abrigo, que es de seda brochada negra, va guarne- mal lugar al que las provoca, por más fundados que sean escasez de salario y hasta de manutención.
cido con unos pedazos largos que forman como una escla- los motivos que alegtie. S¡ la despedida de un criado parte de los amos y no es
vina, con un cuello y tiras de piel gris, de 9 centímetros de En los hoteles y casas de baños el servicio e s , por lo re- originada por falta grave, es equitativo — de no permitirle
ancho. L o s delanteros y la espalda del abrigo van forrados guiar, incompleto, y sólo se alcanzan atenciones mediante permanecer dos ó tres dias en la casa mientras busca otro
de piel gris. La esclavina va forrada de raso negro. propinas adelantadas. Si esto conviene para estar bien ser- acomodo—el darle, sobre su salario, alguna pequeña can-
indo, también debe exigirse el cumplimiento de las obliga- tidad con que se mantenga esos mismos días. Hubo una
Vestido de lana lisa y lana listada,—Núma. 31 y 32. ciones. La demasiada condescendencia con los criados de é]>oca en que asi lo disponían también las Ordenanzas mu-
las fondas los hace irrespetuosos y descuidados. nicipales.
L a falda, de faya azul oscuro, va guarnecida e n .su borde
inferior de un tableado de lana lisa del mismo calor, do 8 Lo primero que debe hacerse, antes de descargar el En las casas en que hay ayuda de cámara ú otro criado,
centímetros de ancho. Los adornos de la falda se compo- equipaje, es enterarse de los precios que hay que abonar. éste anunciará las \'isitas á su entrada en la sala, si hubie-
nen , por deíante y en ios lados, de un volante de lana lisa, Después de instalados en la habitación, se pedirán pronto se en ella otras personas. Después de abrir la puerta de la
de 86 centímetros de alto, puesto de plano por delante, todos aquellos objetos que sean necesarios. E s raro que se escalera y dar p;iso á los que e n t r a n , la cerrará prontamen-
plegado e n los costados^ y guarnecido de una tira de lana alcance nada al siguiente dia de la llegada. Todo debe exi- t e y se adelantará á aquéllos para abrir ambas hojas d e la
listada, de l o centímetros de ancho, y de una semitúnica girse en las primei'as horas. E n cuestión de pago de dere- puerta de la sala, usando, al anunciar en alta voz, pero sin
de lana listada. El "jjaño de detras va g'uarnecido de tres vo- chos á los médicos, se enterará cada cual de la tarifa, solemnidad, esta fórmuki:
lantes de lana lisa, de 41 centímetros de alto, ribeteados de obrando luego según sus medios, sin dejarse llevar de ins- « L o s Sres, de X . » , ó
tiras de lana listada. CoJ'piño de lana lisa, guarnecido de piraciones ajenas. Del mismo modo ha de obiai^se con res- «Los Sres. Marqueses de R.»
un peto fruncido de lana listada, de un cuello y solapas de pecto al número de criados que hay que recompensar. Se E s t e anuncio, que es aj^ropiado á las casas en que se re-
terciopelo azul. recuerda á quiénes se ha ocupado, y se cumple con ellos. cibe bastante número de visitas y donde se cuenta con la
En España, donde por lo menos conocemos el carácter servidumbre suficiente para ello, resulta fuera de lugar
Traje de terciopelo rameado, faya y terciopelo liso. nacional, la cuestión de propinas y ciertos derechos no cuando se carece de esas dos circunstancias. No |íuede ad-
Núm. 33. tiene dificultades; pero nunca recomedarénios bastante el mitirse la idea de q u e la única sirvienta de la familia, sor-
ajuste previo en todas las fondas del extranjero, donde, al prendida por el campaníllazo que da el visitante, cuando
E! corpino se abre sobre un ]>eto plegado, sujeto más parecer, se va á vivir m u y barato, si sólo se fija en el pre- aquélla se halla de brazos remangados lavando la ropa de
abajo de la cintura con una tira ancha de terciopelo. Una cio diario de la fonda; pero donde los e.xtya suben otra la semana, se adelante á la puerta de la sala d anunciar al
guarnición de encaje ribetea el lado derecho de ia abertu- cantidad á veces maj'or i¡ue la estipulada. recién venido.
ra. Cuello de terciopelo. La falda ^-a guarnecida ]ior delan-
te con unas bandas separadas por tiras de terciopelo. A L o primero que ha de hacerse — si se viaja con fondos Anotaremos al paso que la moda de anunciar el n o m b r e
cada lado van unas quillas anchas de tercioi>elo i-ameado. modestos, en cuyo caso seria más acertado no ^-iajar—es de los visitantes \-i. decayendo un tanto.
advertir que retii'cn las bujías, porque se prefiere tomarlas Si no hay otras personas de visita, el criado, después d e
Abrigo largo de íelpa.—Núm. 34. por si mismo. Cuando se visita un país, apenas se está por conducirlos á la sala, les preguntará :
la noche en casa, sino al tiempo de acostarse, y como cada <í¿A quién tengo el honor de anunciar?»
Se abrocha por delante e n línea recta, y no lleva ningún habitación paga un/i-aiico diario de luz, con esos 100 cén- P e r o la criada única se limitará á interrogar lo más sua-
adorno. La manga, de forma visita, v;t separada del cuei-po timos tiene el que la ocupa lo necesario para las bujías de vemente posible :
del abrigo, y termina en una tira de castor. Cuello vuelto una semana. L o mismo ocurre con el combustible de las «¡Tienen la bondad de decirme su nombre.^»
de la misma piel/""-'' '''^^^'•- . ,3i|i^!.-ii*í^:_ chimeneas, que debe uno procurárselo por cuenta propia. E n este último caso, de haber una sola, n o ' p u e d e exi-
Los recados que se envían con los jrarfoíss se pagan en gírsele un gran esmero en el vestir; pero cuando haya d e
Traje d e faya y terciopelo,—Núra. 35. el acto. E n España se les gratifica de una ve?, al partir: en servir á la mesa, abrir la puerta ó arreglarlas habitaciones,
Vestido de faya y terciopelo color de nutria dorado. El el extranjero cada comisión debe pagarse aparte, si se deberá usar delantal blanco de percal.
corpino, cuya aldeta termina en punta por delante, es de quiere ahorrar úesavenencias en el último dia. E n el franco Las niñeras lo llevarán dentro y fuera de la casa.
terciopelo, y se abre en dos solapas de faya sobre un cha- diario que se paga por el servicio, entra sólo el que pres-
tan dentro de la fonda. Cuando hay dos muchachas, la cocinera puede usar el
leco enteramente cubierto de un rico bordado de o r o v de hilo, de cocina, y la doncella el de percal.
LA MODA ELEGATÍTEJ jp^^róDico DE LAS jp^AmiLiAs, M7

Cuando hav primera y segunda cinncella, aquélla no usa amos y criados. Si aquéllos no se ocupan de éstos, y por las ñores y los postres, asi como en tener por ina3'0r cuan-
'elantal ni sirve á la mesa; se supone que hav criado para el contrario, demuestran que su bien temporal y espiritual tas provisiones le sea posible.
Jilo. les es indiferente, y asi obran siendo personas cultas, ins- Cuando un criado no sirva á gusto de Jos amos, es me-
El criado cuida la ropa del a m o , arregla las luces, sirve truidas y poderosas, (¡qué se puede esperar de gentes asa- jor despedirlo con tranquilidad que conservarlo con fre-
la mesa, hace los recados, abre la puerta, limpia las salas lariadas, rudas y bajas? No hay duda de que la ingratitud cuentes reyertas.
principales. reside en muchas de ellas, pero ias muestras de afecto que (ítf conímtiará.')
La üoncella limpia y arregla los trajes d é l a señora, plan- alguna vex se les concede, obra en otras resultados sor-
cha, repasa la ropa, hace la limpiczíi de las habitaciones in- prendentes. Citaremos como ejemplo el caso ocurrido hace
teriores. tiempo en esta corte en una familia acomodada. Á FILINA.
La cocinera, ademas del guiso y an-eglo de la cocina, Hablan recibido una doncella con todo el descuido en
barre y limpia el comedor, los corredores y el comedor de los informes que aquí se acostumbra, A los pocos dias de
su entrada cayó gravemente enferma. Después de mucho Antes de ver tus ojos
los criados. Vivos y negros
E n las casas donde hay mayor número de criados, el pensar en los medios de sacarla de la casa, el ama de ésta,
condolida de la situación de la muchacha, que habia ase- Y de mirar sus rayos
ayuda de cámara hace el servicio de las habitaciones, y el Llenos de fuego,
de librea ó lacayo es e! encargado de la antesala, donde guiTido no tener conocimiento alguno en la corte, resolvió
debe haber dos. el uno para abrir la puerta, y el otro para hacer la caridad de conservai'la, y la prodÍg('> )ior si misma Y de sentir de cerca
introducir á los que llegan. los más solícitos cuidados, Vencida la enfermedad, y cuan- Latiir tu pecho,
do, fuera de la convalecencia, esperaba la señora un serví Y de aspirar contigo
Los criados hablarán en impersonal : ¿Dcsai el señor?, Tu projiio aliento,
¿Quiere lu scüoi-iif, etc. CÍO activo y esmerado de la doncella, ésta la iiianifcHt(')
que quería marcharse de su casa, Al ver la admiración y el Todo era hermoso para mi en el mundo
Los criados no saludan al que entra y sale ; éste es el que Todo era bello.
suele usar la deferencia de hacer una ligeia inclinación de justo enojo de la señora, la imichaclia, haciéndola pi'ome-
cabeza, á la tjue aquéilos corresponden. ter un silencio absoluto, la reveló (|ue se hallaba afiliada á
una sociedad secreta, en ía cual tenía la misión de intro- Mas después de haber visto
Las casas que, por su antigua nobleza, tienen libreas es- Tus ojos negros
peciales, no las cambian nunca. Las que no, eligen á capri- ducirse en las casasen clase de tloncella, averiguar en ellas
cuanto para su objeto se requería, y facilitar la entrada á Y de mirar sus rayos
cho la que han de usar en la siiy;i, V que deben conservar Llenos de fuego,
en lo sucesivo, Mov, generalmente, son todas sencillas, en los ladrones, que marchalian así seguros del resultado. La
contra de las brillantes y llamativas que antes se estilaban. conducta que la señora había tenido para ella en su enfer- Y de sentir de cerca
El Itijn se ha dejado para las esclavinas y vueltas de pieles, uiedari la hacia desistir de su propósito, y como no la era Latir tu pecho,
en lo referente á los cocheros, y en lugar de los antiguos dado continuar en la casa sin entregarla á los afiliados á la Y de aspirar contigo
guantes blancos, los llevan de color, que no marcamos, societlad, pagaba con su marcha el beneficio recibido. Tu propio aliento,
porque la moda los varía de continuo. Nada en el mundo me parece hernioso
Por más que estos casos no son frecuentes, es un hecho Si no te veo !
Para la comida v servicio diario, el ayuda de cámara y que la benevolencia de los ])oderosos gana el corazón de
demás criados usarán levita, y guantes blancos de punto al los miserables. Si entre aquélloíí los hay tan sensibles que P . DE T01ÍRI]:-ISUN"Z.'\.
servir la mesa, y en las casas de mayor posición, frac y socorren á veces la pobreza de los c|ue no conocen, tan
corbata blanca. Cuando hay convite, frac y corbata blanca, sólo por una recomendación de compromiso, justo es que
y calzón corto y librea los Iaca3'0s, protejan al infeliz que les sirve, que casí s¡eni])re cuenta
Manteniendo ese boato, los amos dan los trajes á los con padres ó hermanos que se hallan pró.ximos á la mi- EL ETERNO DESEAR.
criados, cuyos salarios, á no ser excepcionales, no basta- seria.
ri;m á cubrir tales gastos. Llenados estos deberes, exíjaseles el más riguroso cum- •-?^^iOiirí^u.\K CAMARI.VAS era un honrado gallego, y no
El jefe de comedor anuncia que la comida esta servida, plimiento de los suyos. No se les dispense, sobre todo, ^ C-'Ja/j hay que decir lo ])edigüeño ifue seria, por-
para lo cual, desde la puerta, sin esforzar la voz, pues y aparte de Una honrada conducta, falla alguna de res- ^ y ^ w V que asi como para pintar un hombre des-
siempre los dueños de la casa están con atención en ese peto. /¡a¿''.ffíf prendido y generoso no hay más que supo-
momento, dice : En España, ademas de estar tan dcsmoralizaiia como en V ^i-'ÍJj^-S nerlo natural de Andalucía, con lo cual nadie
•<Los señores están servidos.íi los demás países la clase de sirvientes, tiene la doble des- % ^Ki/y' cltidií ya que es maníroto y espléndido, para
El uytida de cámara es el que avisa á sus amos que el ventaja de c]ue ignora los detalles del buen servicio. T ^ i W i - , retratar al interesado y económico, virtud esta
coche está á la ]>uerta, y les acompaña hasta él, siendo, na- Separando las casas c]ue pueden gastar sumas importan- CQ^^"^ última t]ue no trato de criticar, no hav sino de-
turalmente, el lacayo el que abre la portezuela. tes en retribuir á los ]iocos criados escogidos que se en- i°:>^ cír que es gallego. La conocida anécdota" de aquel,
Los criados no se reinin de los chistes que digan en su cuentran, las demás tienen que educar para susres]iectivas V;® (|ue después de haberle hecho montar en una caba-
presencia los convidados ni l;is visitas, continuando como obligaciones á cada sirviente. ' Hería, porque su cansancio le impedia llegar al pue-
si no oyesen lo qtie se está hablando. K o sucede asi en Inglaterra, donde en sus ]n-incipales blo, preguntaba ¿cjué voy ganando?, confirma á la vez que
E n algtmas casas que necesitan sostener carrtiaje y care- poblaciones se encuentran establecidas diferentes escuelas expresa la opinión general respecto á los hijos de Ga-
cen de medios de completar el servicio de un modo tan os- gratuitas, expresamenle dedicadas á la enseñanza del cría- licia,
t e n t o s o , el cochero limpia la ropa del señor y cuida del do. En ellas recogen á los niños de padres conocidos y K'uestro Camarinas no era, ni mucho menos, la excep-
carruaje, asi como de las lámparas de la casa, y en dias de honrados. Les enseñan á leer, escribir y contar, ademas ción de la regla. Arrend;idor ó HcTiador, como allá se dice,
convidados, sirve la mesa de frac y corbata blanca, Esle de ía educación religiosa. Después de esto, dedican á unos de una exce'ente huerta, propiedad de un Sr. Sánchez, ex-
servicio es excepcional; pero lo consignamos, porque, so- al guiso, á otros a! planchado, á otros á las labores de agu- celente suje'oá quien la fortuna permitía tratar con bas-
bre todo en el camjK), hav quien lo consigue. ja, y les preparan para las diferentes colocaciones que pue- tante considíracion á sus colonos, vivía, no satisfecho, por-
En cuanto á los trajes de las mujeres que hacen el servi- den obtener. A su salida, que se fija á los diez y ocho años, ipie esto no era fácil dado el carácter de J u a n , pero st en-
c i o , debe de ser sencillo y limpio. Desgraciadamente las les dan un traje y 50 pesos. vidiado por todos sus convecinos.
amas de casa se han fijado poco en esas circunstancias, y En España hay también colegios con el laudable objeto Hallabas; un dia nuestro hombre delante de su casa,
mientras ellas, una vex casadas, descuidan el adorno de su de recoger á las criadas desacomodadas y ver de encami- examinando con aire inquieto el techo de paja que la cu-
persona, las criadas han imitado hasta tal punto los trajes narlas por la senda de la honradez, al par que les dan bría.
d e las señoras, que hay casas donde se levantan de buln, alguna enseñanza: pero como X'an en una edad en la que — Estamos medrados — exclamó — ya está toda la paja
visten en el dia con cogidos y volantes, y se ponen para la llevan ya algunos años de caminar por sí solas, no apro- chorreando agua. ¡ Buenos se van á poner el maíz y las ca.s-
tarde cuerpos de escote cuadrado y pulseras en los bra- vechan educación ni consejos con la facilidad que ios hu- tañas ! ¡ Cómo ha de ser, paciencia ! A los señores les pare-
zos S i : existen esas casas y esos criados, y también bieran aprovechado en la primera infancia. c j que estas chozas son demasiado buenas todavía para
otras á cuyas amas se advierte las salidas ocultas y noctur- La señora tendrá señalados los toques de campanilla, nosotros
nas de sus sirvientas, y que contestan candidamente : para que los criados la conii)rendan por ellos. Por ejemplo: — ¿Con quién va eso?—preguntó una voz á sus espaldas.
í i Mientras me sin'a bien , lo demás á ella sola in- dos para traer luz, tres para avivar el fuego de la chime- .Tuan volvió la cabeza y se encontró de manos á boca con
cumbe ! » nea, etc. Si no tiene á mano el tirador de la campanilla, se el propietario, que acababa de llegar y habia oído sus re-
Cuando asi se piensa, no hay que reprochar al que nos procurará un t i m b r e , siendo hoy los eléctricos los que go- [iexíones, ' . ,
sirve el despego y flojedad con que lo hace. zan de ma^'or favor. Juan le saludó confuso.
Vístase, ])ues, á los sirvientes del sexo femenino con Cuando llame una sola vez, suponiendo que sólo sea — No sabia que estuviese V. aquí, mi amo — murmuró
cierta severidad, de modo que al entrar en una casa no se para dar órdenes, el criado se presentará en la sala á reci- sin contestar.
dude quién es la que manda y quién la que obedece. birlas, limitándose á esperar á que se las den. — Pero pensabas en m i , ])or lo que he oído — replicó
Déjese á las muchachas coser para si, bien por las no- Aunque conozcan á los visitantes, los criados no les diri- soíirtendo el Sr. Sánchez. — ¿Cuándo será el dia que te vea
ches, bien un dia á la semana. Si no se les da tiempo, ellas girán la palabra, á menos de ser interrogados por ellos. satisfecho ?
han de tomarlo, pues no pueden hacer y conservar sus i'o- Sin embargo, en las casas montadas á la antigua, y que —Usted lo está siempre; como es V. rico y puede hacer
pas por arte de encantamiento, y ellas, haciéndolo á tapa- están servidas por criados antiguos también, hay cierta lo que se le antoja
dillas ( q u e es, por cierto, !o que les a g r a d a ) , elegirán la benevolencia en este punto, y.hay veces que emprenden — Lo estoy siempre, y hago solamente lo que puedo.
ocasión en que más se necesite de su trabajo para la casa. verdaderos diálogos con los que conocen como muy ami- Saber limitar los deseos hasta donde alcanzitn las fuerzas,
Una de las cosas de peor efecto es el ruido y golpes de gos de sus amos, disculpando el afecto tal familiaridad. es una máxima excelente, amigo Juan.
la loza en el servicio de la mesa, detalle que se debe evitar Los criados deben siempre levantarse cuando entran los — Me parece que bien se puede, sin ofender á Dios, pe-
á Coda costa. amos, salvo el caso en <[ue estén haciendo una ocupación dir un tejado que baga correr el agua.
El criado, sea Ü ó ella , no entrará en las habitaciones sin para ellos, como la doncella cuando cose, que perdería en — ¿Es decir, que sigues en la idea de poner á la casa un
pedir permiso desde fuera, lo cual hará dando unos golpes su labor levantándose. techo de tejas?
suaves en la puerta y preguntando ; Cuaiido tienen que pasar por donde se hallan sus supe- •—Si tuviera dinero ya lo hubiera puesto á mi costa. E s
«liSe puede?!) riores, lo harán por detrás de éstos, menos en aquellas un gasto que me produciría beneficios, poique la habi-
Esto se hace cuando los amos están solos ó con una vi- circunstancias en que haya que molestarlos. Para servir, tación seria más sana y los granos estarían mejor guar-
sita ; pues en dia (lue se reciben muchas se da por sentado por ejemplo, un vaso de agiui á un visitante, cruzará la dados.
que van entrando todas á medida que llegan. sala hasta donde él se halle, por el camino más corto, sin — ¿Y c i n eso te darías por satisfecho?
Se abrirán siempre las dos hojas de la puerta, aunque hacer qise la gente se mueva por cumplir la cortesía de pa- —i Anda, ya lo creo!
sólo haya de pasar por ella una pei-sona. sar por detras. — Lo veremos. Aunque considero ese gasto poco prove-
Todo objeto que no sea de pesado metal se presentará Si bien e s , al parecer, injusto el no dejar que los sir- choso para tí é inútil para mí, quiero probar si hay un me-
en bandeja. vientes canten, rían ni hablen, de modo que pueda oírseles dio de contentarte. En cuanto mejore el tiempo vendrán
Cartas, periódicos, guantes, pañuelos, etc., no se darán desde donde los amos se encuentran, no es menos cierto los albañiles y colocarán tas tejas.
nunca en la mano, sino como se deja dicho. que la casa donde esto se permite es considerada como J u a n , sorprendido con esta inesperada concesión, dio á
Aunque haya visitas, el criado enli-ará las cartas en poco distinguida. A este motivo recordaremos la graciosa su amo las más expresivas muestras de agradecimiento, y
cuanto las reciba, y atravesará la sala por el camino más manía de una señora que al recibir sus criados les decia: así que éste se marcho corrió á dar la noticia á su familia
recto píira llegar á su amo ó á la señora, y presentarle la — "Aquí hay ]>rohíhidas dos cosas : el estofado y el can- y amigos.
bandeja que las contenga. Sí al atravesar tiene que pasar to. Si alguna vez tiene V. fuertes deseos de cantar, viene — ¡ Qué envidia van á tenerl^—decia, al encaminarse á
delante de alguna persona, se inclinará, como para discul- usted á mí y me d i c e : «Señora, que me da el canto 11, y la aldea.
parse de ello. en el acto la autorizaré jiara que salga durante una hora El siguiente dia lo empleó Juan en examinar las conse-
El ama de casa cuidará las vísperas de fiesta de disponer de casa, con el fin de q u e , marchando á un despoblado, cuencias de la proj'ectada reforma. Ajiarte del buen aspec-
las horas en que sus criados hayan de salir á oir la misa. vocifere cuanto quiera, y una vez pasado el atnque, vuel- to que tomaría la casa, debia reportar innumerables ven-
Como todos no pueden hacerlo á un tiempo, necesitará va V. á ocuparse de sus deberes.)) lajas; pero al llegar á este punto se apercibió Juan de que
organizar las salidas de modo que no se quede ninguno N o con tales condiciones, sino en absoluto, es preciso aun serían mayores le^Untando un poco las paredes que
sin cumplir con ese precepto. Oci'ipese también en deter- prohibir los cantares, que en edificios de tantos vecinos sostenian la armadura del techo. Este descubrimiento cam-
minadas épocas del año en procurar que sus criados no como hay en la mayor parte de los de la corte, molestan bió por completo el curso de sus alegres ideas. Ya no pen-
descuiden el acudir al Sacramento de la Penitencia. y distraen de las más importantes ocupaciones. só más que en esta mejora y en el provecho que podría
• Estas parecerán cosas de poca entidad y ajenas á la mar- Nunca se regañará á los criados delante de gente. sacar de ella. Sin esta modificación, el nuevo tejado era
cha perfecta de una casa, y sin embai'go, á ellas se debia La cuenta de la plaza debe tomarse diariamente. una insignificante reforma ; por lo tanto, casi era iriejor de-
en gran parte la armonía existente en otros tiempos entre L a señora d e la casa hará bien en comprar por sí misma jar las cosas como estaban.
3C8
L.. MODA E L E G A N T E , PERIÓDICO DE LAS J^'A.MJLIAS.

y ]ié aquí ú Juan suiíiiijo de nuevo eji sus tristezas y tle- •—Xo s é , señor; y o nunca lo niedi; pero téngalo ó no, - "• ADVERTENCIAS.
plorando ln íiúlií de dinuroque le impedia llevuv :i cabo sus para \.m pobre es algn , y para V. no vale cosa.
beneficiosos planes. -—Mira, J u a n , vamos despacio, que tenemos que ajus-
Cuantío á los poiros cliiis fué á llevará su nino el impone tar cuentas — replicó el SJ'. Sanche?, con una seriedad que L l a r i í a m o s la a t e n c i ó n d e mie.sti-as S e ñ o r a s Suscri-
del iirrenclaniienlo, mostruba un semblante tan contraria- desconcertó al |)übre Juan. — -\qui tienes la nota de todo t o r a s , hacia el n o t a b l e figurín qtie a c o n i p a ñ a al p r e -
do, que nqiié! no pudo mérioa de notarlo y le interrogó so- lo que me has ido pidiendo, cuyo importe asciende :í ocho sente n ú m e r o , y q u e ca d e b i d o a l lápiü d e u n o de los
bre liiíí c;iLisas de su jnnl iiuniür. mil cuatrocientos reales. Añadamos ahora la tierra que so-
primeros artistas de París.
J u a n , dcs]>ues de resistirse al^o, le confesó los moti^'os licitas, V subirá ¡a cifra á cerca de doce m i l , satisfechos en Decididos á i n t r o d u c i r en n u e s t r o periódico las in-
de su nue\'a preocupación. menos de un mes. Según este cálculo, para contentar á un
— Esto, no es que yo exija ;t mi amo que nic dé tíusto— púbye como tú necesitaría y o tener ima renta de iie¡nt:i ó n o v a c i o n e s nece-sarias jiara q u e c o n s e r v e el p r i m e r
continuó; — bailante lia heclio V. con concederme lo dcí cuarenta mil duros, y todavía no serias feliz, poique tles- p u e s t o e n t r e t o d o s los tle m o d a s , sin r e p a r a r en gas-
tejado. pues de mi primera concesión has ido de deseo en deseo, t o s ni .sacrificios d e n i n g ú n g é n e r o , h e m o s o b t e n i d o
estando hoy tan descontento como antes. Ya lo v e s : de la c o l a b o r a c i ó n d e este d i s t i n g u i d o a r t i s t a , q u e dibu-
—Vamos, ya veo qite es un;i obra de romanos el tenerte nada sirve la riqueza pura el que no sabe ajustar sus im-
á ([contento, .Ajiénari ves realizado im deseo, cuando ya j a r á expresamente para nosotros cierto niimero de
pulsos á l o q u e posee. Los antiguos cuentan que las hijas
tienes otro ; pero no importa, quiero ensayar ]a cura de tu de un rey estaban condenadas á llenar en los iníiernos un figurines y m a d e r a s , con a r r e g l o á los m o d e l o s m á s
enfermedad. Consiento en levüutar !oí tnaros de la casa. tonel sin fondo, y esto es lo que intentas hacer, amigo n u e v o s , e l e g a n t e s y d e fácil a p l i c a c i ó n . D e l m i s m o
Juan declaró que semejante promesa colmaba todas sus Juan, con tu desear eterno. La felicidad no existe en la ri- a r t i s t a es el g r a b a d o q u e figura e n la p r i m e r a pági-
asi)iraciones, v ¡íe volvió ;l su cas:i rebosando satisfacción. queza, ni en nada de lo que nos rodea. ¡Diosquiso colocar- n a d e este n ú m e r o .
Pocos días después Ilejíó un maestro de obras, encarga- la más :i nuestro alcance, y la puso en nosotros mismos!
do por el ¡iropietario de examinar las í|ue debian ejecu- L o s jiatrones del traje r e p r e s e n t a d o p o r el figurín,
tarse. Durante la conversación que sostuvo con J u a n , pre- y d e la .'^alida (]e t e a t r o s e ñ a l a d o c o n el n i í m . r d e
guntóle este ([lié destina se podria dar :i la aruiadúra vieja A. DEI. PAI-ACIO. d i c h o gi'abado. v a n e n el s u p l e m e n t o q u e forma p a r t e
del tejado. d e la c u b i e r t a d e este m i s m o n ú m e r o ; o t r a m e j o r a
— Supongo que ninguno — contesl<'i el alarife; —la ma- qtie a d o j i t a m o s d e s d e h o y . y c u y a i m p o r t a n c i a s a b r á n
dera e í muy endeble, y no tiene, por consiguiente, resis- E.XPLIC.^CION DEL FIGURÍN ILUMINADO,
utilizar las s e ñ o r a s a b o n a d a s .
tencia para sostener miis que paja. Lo único que con ella
podria bacersc seria un luVrreo. Nüm. 1.792.
— ¡Precisamente lo que me hace falta! El granero que E l A d m i n i s t r a d o r d e L A M O D A E L E G A N T E supli-
tengo es muy ciiico. (Súto corresponde & las Sraa. Suscritoraa de [a i.* edición de Jujo)
ca d e la m a n e r a m á s e n c a r e c i d a á las S e ñ o r a s S u s -
Fueron á reconocer el terreno, y el maestro de olnas lo Ti-íve líe tea/n' y soirctr. Vestido de terciopelo color de c r i t o r a s c u y o a b o n o t e r m i n a e n fin d e este m e s , y d e -
encontró muy á propósito para la nueva construcción. In- musgo y tul blanco bordado. Fondo de falda de tafetán
dicó :i Juan las ventajas que obtendría estableciendo tam- seen c o n t i n u a r f a v o r e c i é n d o n o s , t e n g a n la b o n d a d
blanco,'ribeteado de un rizado del mismo tafetán, quesos-
bién un cobeitizo, agrandando el establo y haciejido una tiene por delante y en los costados una falda de tul borda- d e pasar el aviso p a r a la r e n o v a c i ó n d e l m i s m o con
e.xcavacion ])ara el erflercolero. Juan apro'bi'i e! provecto rio, dispuesta á la "^derecha en dos volantes anchos, recogi- t o d a la aníicÍ]Dacion q u e les sea posible. E s t e r u e g o
con entusiasmo, como un medio de completar las mejoras dos con unas cintas de terciopelo color musgo, cuyas o b e d e c e al deseo d e e\'itar á n u e s t r a s a b o n a d a s la
y de dar á la finca una gran superioridad sobre las de los extremidades se pierden bajo unaiosacea de la cinta igual, c o n t r a r i u d a d d e e x j i e r i m e n t a r i'etraso e n el servicio
contornos. Sin este complemento las reformas no darian que fija :L1 mismo tiempo la falda de ful. Los paños de tul del periódico al d a r p r i n c i p i o el n u e v o a ñ o , época d e
resultado proporcionado al coste, y el amo debía riecidii'sc que forman la falda van ribeteados de un encaje igual. la m a y o r a g l o m e r a c i ó n d e trabajos e n estas oficinas.
á hacerlo, atmque no fuera sino por interés ¡n'opio, Juan Cola de terciopelo verde musgo. El piítiisr de la izquierda
manifestó, sin embargo, que no se atrevía á proponérselo. va formado por la cola, es decir, que ésta va montada so- E s d e la m a y o r c o n v e n i e n c i a , para e^^itar e r r o r e s ,
— Es c:iy>¡i7. de ncgármelí), sin com¡}iender que lo que le bre la cadera, en un solo paño, y recogida después con al- q u e á la o r d e n d e r e n o v a c i ó n se a c ü m ] í a ñ e u n a d e
pillo es tan litíi para la finca como para mi. Si tuviese vo gunos ]íuntos, V el de la derecha se forma con la falda de las íájas, i m p r e s a s ó m a n u s c r i t a s , con q u e se recibe
dinero, lo haría en seguida, sin consultarlo con nadie; encaje. Corpino' con aldeta, terminada en punta por delan- el periódico, ó á íálta d e ella, q u e se exprese con t o d a
pero los pobres no podemos tener buenos pensamientos, te V por detras. Los delanteros van abiertos bastante bajo c l a r i d a d c/ nombre de hi Srcr. Sitscríiorn, ¡a edición
— Ko te apures —replicó el contratista, que no com- sobre un chaleco de seda blanca, abrochado en medio, cu- ii que desea síiscrthirsi\ punió de szi residencia ^ pro-
prendía se pudiere gastar el dinero en otra cosa; — yo ha- briéndose, por último, el chaleco y parte de los delanteros vincia (i qiw c'síe corrcpondc y señas del domicilio.
blaré con tu amo y le luiré C]ue se decida, con una banda de tul blanco bordado, que va plegada y
cruzada de derecha á izquierda bajo una rosácea de tercio-
Juan le animó, rogándole le comunicase en seguida la pelo. Kl hombro izquierdo desaparece bajo una tira de tul
respuesta de! Sr. Sánchez. jilegado como la banda. Manga que no p'asa riel codo y va
Cuando se ciucdó solo se pusoádaí' vueltas alas ideas del abierta en la costura sobre un volante y un lazo del mismo SOLUCIÓN AL UEROGLinCO DEL HÚMERO 4 3 .
maestro, que ya consideraba como suyas. liealmente, esos terciopelo.
trabajos, en los cuales no había pensado en un ¡M-incipio, U n a alforja n u n c a ae l l e n a .
eran adiciones necesarias, y sí él no lo había pedido, era El dibujo 14 del periódico representa este elegante traje
por no parecer exigente : pero el amo no pedia negarse á por detras. l.a ]irtn prosentado las Seas, y Srias. D.* Eloilia Areiiasy RüdrÍRUCí.—Daña
su pretensión sin cometer una injusticia. CÍTmsn >- D." Julia Espinmía.—D." Társüa Pía.—D.» Alicia y D.^ Ot-Iia Ar-
Se corta el corpino por las figs. 11 á 15 de la Iloja-Su- mada y Lopuí.—D.* JcMisa Sciien de Gonzalc-K.—D." María y D , ' Enusmacinn
Trasciírrieroi! algunos dias sin saber nada, convirtién- plemosh al presente número. N.ivami,—D.* Mercedes MoierKi.—D,« Carmen D:ay úv la Calle.—D.» Luisu
dose su impaciencia en una ansiedad mortal. Tela necesaria para el traje : 4 metros 40 centímetros de líui?:.—D.» Pilar GarL'ia.—D.= Adela Teilo.—D,' Eiluviyis Fiiurjlcs. —Dona
;Iria á negarse el amo i \o que le pedia? tafetán, de i'i centímetros de ancho, para el fondo de falda linsaKa líiidriiíucí!.—D.* Maiia Aliunza y Jinifnt'K,—D.' TcoJaniíra Escriba-
Por fin, una muñana vio aparecer al maestro de obras, y el rizado, y u metros Ho centímetros de terciopelo.— n t i . ^ D . ^ Felisa Raiiiirei.—D." Nicanora FernaiKle;;.—D.* Eruniiina Sacní.—
que le gritó : , . , . L a cantidad de tul bordado se calcula después de cortar e¡ D.» Riwario Abascal.—D.^ Nieves Ttevifio.—D.* Susana y D . ' Concopcioa
— ¡Vanios, ya está hecho el negocio! •:•:•- • fondo de falda. MnnKanedo.—D.* Espernnua Marin.
— ¿Qué negocio? — preguntó J u a n , ]io atreviéndose á
adivinarlo.
— i Q u é torpe eres! El del cobertizo y el del ensanche PEQUEÑA GACETA PARISIENSE. GEROGLIFICO.
dei establo.
— ; D e veras? ¿Consiente el amor • • Un tulle elegante y una bonita presencia se adquieren con
— El mes que viene empezamos la obra. ••• •'- ' el corsé SuUiuia y el corsé Cofuza de la casa de PLUMIÍNT
—Venga V., y me lo contará todo. Sacaré un buen jarro ( 3 3 , me Viviemic, P a r í s ) , y los diferentes/JíJ"/^"-polisünes,
de vino para que no se le seque la garganta. Cuénteme us- que esta casa edita con gran é.xito.
ted todo lo que ha pasado — prosiguió Juan una vez senta- La casa Pla:^[K^:•l• es conocida en el mundo entero, y
dos frente á h e n t e . todas las bellas criollas aprecian en su justo valor la elegan-
—Puüs nada de particular; el amo se rió mucho, v sin cia del corsé 5í///f;jV(/.I'ino y elegante, hace el talle natural.
oponer objeción alguna, me mandó hacer el presuptiesto El corsé SuU<ina es delicioso para los trajes de baile, de
de las obras, casa y de paseo, para los cuerpos-blusas, cuerpos frunci-
Juan .se quedó como el que ve visiones, pues no espera- dos, sea en raso o faya blanca y de color.
ba se arreglasen las cosas tan fácilmente. Cuando se mar- Con los levitones, las polonesas y los cuerpos en general,
chó el contratista, fué á reconocer de nuevo e U e r r e n o don- el corsé Coraza es maravilloso, y mantiene el talle largo
de iban á verificarse las obras. La antigua entrada á la recto Y elegante.
huerta se hacia imposible con el nuevo proyecto; e i a ne-
cesario abrir un paso, le^'antar dos cercas v rellenar una Pasta enviar las medidas exactas, tomadas estando vesti-
zanja. Estas obras las costearía el de su propio bolsillo, sin, das, para recibir la clase de corsé que se desee.
decir nada al a m o ; pero lo peor era q u e , con la nueva en-'
trada, se quitaba un buen ¡}edazo á hi huerta, v esto le E f i c a c i a de l a P á t e E p ü a t o i r e D u s s e r ! —« Mu-
ocasionaba una pérdida, de la que debía indemnizarle el chas damas roiisuluin frecuentemente A sus méJiíoa para que k s
propietario. Justamente al otro lado del camino había un hiitr^n desaparecer los bigotes algo mascidinüs : yo aconsejo, en
•pedazo de tierra sin cultivar, y Juan creyó desde luego po- tal casa, la PóU EpUaloire Diisser, que lu logrn muy bien.»
día reclamarlo á titulo de compensación ; por lo tanto, no Doc/or B. de la fue. de París.
vaciló más, y se presentó en cusa del pro]}ietario con pre-
texto de saber cuándo iban á empezar las obras.
Un medico eminente de Londres, considlado sobre el mtíritfi
— Vamos—dijo el Sr. Sánchez al verle;—su;ipongo que qutí como mediL-iimenuí tiene el H i e r r o B r a v a i s , escribe :
ya estarás contento «He empleado de un modo muv e^tteiiso, lanío en mis diferen-
— Los pobres no tienen derecho á quejarse cuando el tes dispensarios como m mi clíeticela, el H i e r r o E r a v a i s ,
pan no les falta. hahiéndolo administrado en casos en los cuales el H i e r r o no
— Esa resignación cristiana te honra ; pero creo que tie- podía ser tomado de otro modo. Lst;i es la mejor prepara^.¡on fer-
nes otros motivos d e satisfacción, ¿Ko te he concedido lo ruginosa que hasta hoy se ha hallado.»
que me pedistes ?
— S i , señor, y estoy muy agi-adecido : pero e¡ amo sabe Es suficiente enviar las medidas exactas á M i n e s , d e "V"ER-
que los labradores viven del jiroducto de la tierra, y que, T Ü S , 1 2 , r u é A u b e r , P A R Í S , para recibir de esta célebre
si se les //iii/ii un pedazo de ella, es como si se les quilái'a casa un coi-sé de corle y elegancia irreprochables.—Zíf.ccwyí'if-
un pedazo de pan. jí de las falsificaciones.
— Pero, hombre, ¿quién piensa en quitarte nada?
— Dispénseme V . : pero el paso que hay que abrir ahora
me come un pedazo de la huerta; no me gusta quejarme' El A c e i t e d e Q u i n a de E. CÜUDRAY, perfumista en Pa-
pero si fuese V. tan bueno que me diese el prdacilh que rís, 13, rae d'Iivghien, conserva por un tiempo indeñnído el ca-
bello, y leda un brillo y una fle.xíbílidad incomparables. No es
está por frente de ta hacienda, yo me podría resarcir. extrafio, pues, que su inventor haj-a obtenido en la última Expo-
— H o m b r e , ese pedacillo, según tú le llamas, tiene cer- sición Universal de, París las más alias recompensas por lodos
ca de una fanega. los productos de su casa. ^.•.> ,„ L.V SOLITCION BÍT tlNO DE LOS PHÓIlMOS NL MEROS.

Impreso sobre mniiulnas do Ifi cnaa P. ALAUZET, de raría (l'assRffu Stanlslass, 4). ajíííe ,IInt«« (In'Ia ríilirlea Lftrillcnx r íl.» (líJ, rué Suger, París).
Reservados lodos loa derechoB de propiedad anisUca f literaria, M.\DRID.—Esiabieciniieiito Tipogrífico «Sucesorus de Rivaiieneyía» ,
liii]irciiOTeB lia In Bciü Ciua
Pageo de San Vicente, 20.

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