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La Escuela Cusqueña

La Escuela Cuzqueña fue un estilo artístico propio del período colonial que tuvo su mayor producción en el Cuzco entre los siglos XVII y XVIII. Se caracterizó por integrar elementos iconográficos católicos y del imaginario indígena en pinturas y esculturas barrocas de pasajes bíblicos y escenas religiosas. Tuvo sus orígenes en los maestros italianos pero fue continuado por artistas locales como Diego Quispe Tito y Basilio de Santa Cruz, quienes desarrollaron un estilo más autóctono

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La Escuela Cusqueña

La Escuela Cuzqueña fue un estilo artístico propio del período colonial que tuvo su mayor producción en el Cuzco entre los siglos XVII y XVIII. Se caracterizó por integrar elementos iconográficos católicos y del imaginario indígena en pinturas y esculturas barrocas de pasajes bíblicos y escenas religiosas. Tuvo sus orígenes en los maestros italianos pero fue continuado por artistas locales como Diego Quispe Tito y Basilio de Santa Cruz, quienes desarrollaron un estilo más autóctono

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LA ESCUELA CUSQUEÑA

La pintura de los siglos XVII y XVIII en el Cusco, adquieren la categoría de Escuela, por las múltiples
características formales e iconográficas, por su amplia difusión territorial, y, por una continuidad en
materia técnica y estética de los talleres cusqueños, tanto de personalidades identificadas como de
autores anónimos. En ella, se desarrollaron los más reelevantes resultados de la convergencia de
tradiciones occidentales y locales indígenas. Los estudios en esta materia por connotados investigadores
peruanos y extranjeros, han dado luz a aspectos muy reveladores de esta importantísima parcela del arte peruano
colonial.
Se denomina así a un estilo artístico propio del período de las colonias americanas, que tuvo su más característica
producción en la ciudad peruana de Cuzco, entre los siglos XVII y XVIII.
La escuela cuzqueña, que integraba una enorme cantidad de artesanos reunidos en diversos talleres, se reconoce por el
estilo barroco de sus pinturas y esculturas; el motivo principal de éstas era recrear pasajes bíblicos, escenas religiosas
ocurridas en territorio americano (milagros de aparición, principalmente) y a santos y mártires asociados al proceso
de evangelización de las colonias.
Obra de la Escuela Cuzqueña
Las obras de la escuela cuzqueña se reconocen por seguir un patrón común de representación, por integrar
visualmente elementos iconográficos católicos occidentales con motivos del imaginario indígena, y por el uso de
tonos ocres para la pintura y de madera policromada para las esculturas.
Antecedentes
La pintura cusqueña de los siglos XVII y XVIII tiene antecedentes en las obras de Bernardo Bitti, cuyo sello pictórico
se mantendrá tanto en pintores de renombre como en los anónimos. El manierismo del pintor jesuita queda expresado
en una obra de la Catedral del Cusco, "La virgen del pajarito". Otro pintor, discípulo del manierismo de Angelino
Medoro, es Luis de Riaño. Éste, al igual que su maestro ofrecen los primeros rasgos naturalistas que llevaran más
adelante al estilo propio de la escuela cusqueña, el barroco.
CARACTERÍSTICAS DE LA ESCUELA CUSQUEÑA
 Se denomina así a un estilo artístico propio del período de las colonias americanas, que tuvo su más
característica producción en la ciudad peruana de Cuzco, entre los siglos XVII y XVIII.
 La escuela cuzqueña, que integraba una enorme cantidad de artesanos reunidos en diversos talleres, se
reconoce por el estilo barroco de sus pinturas y esculturas; el motivo principal de éstas era recrear pasajes
bíblicos, escenas religiosas ocurridas en territorio americano (milagros de aparición, principalmente) y a
santos y mártires asociados al proceso de evangelización de las colonias.
 Las obras de la escuela cuzqueña se reconocen por seguir un patrón común de representación, por integrar
visualmente elementos iconográficos católicos occidentales con motivos del imaginario indígena, y por el uso
de tonos ocres para la pintura y de madera policromada para las esculturas.
ORÍGENES Y CARACTERÍSTICAS
Aunque existe una antigua tradición pictórica regional, que podría remontarse hasta los queros incaicos o a los
murales prehispánicos que recordaba el Inca Garcilaso, la pintura de caballete sólo fue implantada en el Cusco a partir
de la conquista. Los artistas coloniales emplearon una mezcla de procedimientos técnicos que incorporaba el antiguo
temple al huevo, de apariencia opaca, y la brillante transparencia característica del óleo renacentista. Si bien al
principio se pintó con alguna frecuencia sobre paneles de madera, el soporte más utilizado fue el lienzo. En cuanto a
la pintura mural, ésta conoció momentos de auge tanto al comienzo como al final del virreinato.
PRIMEROS MAESTROS CUSQUEÑOS
Los maestros italianos fueron continuados por una primera generación de seguidores locales, entre la cual figuraban
artistas de la talla de Gregorio Gamarra, Francisco Padilla y el limeño Luis de Riaño. Todos ellos debieron
asumir la adaptación, lenta y progresiva, de las formas europeas a la nueva realidad americana.
PINTURA CUSQUEÑA DEL SIGLO XVII
El terremoto de 1650 motivó en el Cusco una serie de reconstrucciones que abrieron las puertas al barroco. El
personaje que participó activamente en estos cambios que se operaron y que a la postre iniciaría el surgimiento de la
escuela cusqueña fue el obispo Manuel de Mollinedo y Angulo. Su mecenazgo artístico y cultural ha sido llamado
también como la “era Mollinedo”, relacionado con el esplendor artístico en los Andes (Wuffarden, 2004)
El comienzo de la escuela cusqueña tiene a dos personalidades indígenas. Diego Quispe Tito y Basilio de Santa
Cruz Pumacallao. Diego Quispe Tito (1611-1681) se inicia como pintor antes del terremoto de 1650. Una de sus
primeras obras es la "Visión de la Cruz" (1631) (Fig. 1). Una composición en que lo celestial y lo terrenal se
incorporan a una misma realidad, sin que esto implique el racionalismo propio de la perspectiva espacial unitaria de
origen occidental. Posee, además, cuatro grandes series: "La infancia y pasión de Cristo", "La vida de San Juan
Bautista", "El Martirio de San Sebastián" y "Los Doctores de la Iglesia". Una de sus pinturas más significativas es el
"Retorno de Egipto" (1680) en el Museo Nacional de Historia del Cusco (Fig. 2), basado en un grabado con la
composición de Pedro Pablo Rubens (Fig. 3). La reinterpretación del mismo tema que realiza nuestro autor, con una
atmósfera idílica y la incorporación de un espíritu de cotidianidad, implican el fervoroso ambiente popular y religioso
de la sociedad cusqueña. Finalmente, tenemos como ejemplo final de este autor, El signo Acuario, con la escena de la
"Huida a Egipto" en la "Serie del Zodiaco" para la catedral cusqueña, más intelectual y refinada propia de las clases
cultas y eclesiásticas (Fig. 4).

Fig. 1 Fig. 2 Fig.3 Fig. 4

Fig. 5 Fig. 6
Fig. 7 Fig. 8
La otra personalidad artística es Basilio de Santa Cruz Pumacallao. Tiene varias obras, entre ellas una serie sobre la
"Vida de San Francisco Asís". Posee obras en la Catedral de claro espíritu barroco y siguiendo las ideas
contrarreformistas (Wuffarden, 2004) con "La imposición de la casulla a san Idelfonso" y "El éxtasis de San Felipe
Nieri". Otras obras son "La Virgen de Belén" y "La Virgen de la Almudena". "La Virgen de Belén" (Fig. 5), es una
composición de diferentes pasajes de la trayectoria de la imagen desde su llegada al virreinato hasta su arribo al
Cusco. La virgen posee una composición triangular, que es el eje de una división tripartita, a su lado, como orante y
donante, el Obispo Molliendo. Nuevamente somos testigos, de una exaltación popular, una ambientación idílica,
aunque, en este caso los referentes son más concretos, indicativo de una toma de conciencia de la población cusqueña
y sus dirigentes, del surgimiento de un fenómeno cultural y artístico novedoso y original.
 El conflicto gremial de 1688, entre los españoles frente a los indígenas por el derecho de cargar el arco
efímero, constituyó el inicio más creativo de la escuela cusqueña. La importancia de los artistas nativos será
cada vez mayor. Tenemos ejemplos como Antonio Sinchi Roca, con la serie de evangelistas y profetas sobre
los pilares de la Catedral (Wuffarden, 2004). Otro maestro indígena, de estas tendencias cada vez más
autóctonas, fue Francisco Chihuantito con una obra firmada: "La Virgen de Monserrat" (Fig. 6).
Uno de los fenómenos más interesantes en el ambiente cusqueño es el denominado Renacimiento Inca (Stastny,
1982), consecuencia, entre otros factores, de la lectura de la obra "Los comentarios reales de los Incas" de Garcilazo
de la Vega y un espíritu nacionalista de reincorporación de elementos incaicos (Rowe). Otros, prefieren ver en esto,
las consecuencias de una casta indígena colonial por el retorno a sus antiguos privilegios sociales ( O'Phelan, 2005).
En cualquier caso, estamos ante un mecanismo ideológico de gran importancia artística a fines del siglo XVII y para
casi todo el siglo XVIII. Una de las obras más significativas en este contexto es "La serie del Corpus Christi", obra
probablemente de uno de los seguidores de Basilio Santa Cruz que fue realizada para la parroquia de Santa Ana cerca
de 1680 (Fig. 7). "Es una imagen ideal de la sociedad de su tiempo, un ambicioso programa iconográfico que abarca
retratos corporativos, panorámicas urbanas, alegorías religiosas y argumentaciones políticas" (Wuffarden, 2004).
Puede ser interpretado como la sociedad cusqueña plenamente incorporada a la cristiandad y como triunfo del
proyecto religioso de la corona española (Dean) o como la resistencia cultural de los indígenas descendientes del
Incanato (Stastny).

El aporte iconográfico de los jesuitas nos ha llegado con los cuadros del "Matrimonio de Martin García de Loyola con
la ñusta Beatriz" (Fig. 8). Las relaciones entre la orden religiosa y los curacas incas coloniales quedan manifestadas
en esta pintura. "La violenta historia de la conquista se ve transformaba en una ceremonia nupcial entre vencedores y
vencidos" (Wuffarden, 2004). El mestizaje cultural, como idea socializadora, queda formulada en una estética
pictórica, que modelará el pensamiento visual de nuestro pasado hasta nuestros dias.

OTRAS MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS A FINES DEL SIGLO XVII


Al mismo tiempo que la pintura, se desarrollan otros géneros artísticos más relacionados con el pasado prehispánico y
cuyas técnicas y temáticas se proponen un ideario más localista generada por el Renacimiento Inca, como ejemplo
tenemos: queros, tapices y piedras de huamanga).
Por otro lado, la escultura, con imágenes de vírgenes y santos y la elaboración de púlpitos y retablos, adquieren una
coherencia barroca, que los programas eclésiasticos y la habilidad de los indígenas supieron congeniar. En este
sentido destaca la figura, algunas veces tradicional de Juan Tomas Tayri Tupac, a quién se le atribuyen "La Virgen de
la Almudena " y la joya del tallado barroco cusqueño "El púlpito de la Iglesia de San Blas" (Fig. 9).

Fig. 9

PINTURA CUSQUEÑA DEL SIGLO XVIII


El siglo XVIII, de una riqueza artística pocas veces alcanzado en América colonial, lleva las consecuencias del siglo
anterior a una proliferación de grandes talleres alcanzando su punto más alto de difusión territorial, llegando a invadir
las ciudades más importantes de América del Sur.Dos iconografías aparecidas en el siglo anterior se difundirán
durante el siglo XVIII: "Los Arcángeles arcabuceros" y "La defensa de la eucaristía" (Figs. 10 y 11). Demostrando
por un lado, la seguridad formal de sus innovaciones iconográficas, y por otro, la calidad técnica de su pintura
cusqueña.

Fig. 10 Fig. 11 Fig. 12 Fig. 13

Fig. 14

El primer artista cuya personalidad se conoce en el siglo XVIII, es Basilio Pacheco. Este autor realizó los lienzos de
la vida de San Agustín en el claustro del Convento de San Agustín en Lima. La importancia de la escuela cusqueña
queda reflejada con este encargo desde la capital del Virreinato. Además se hace un autorretrato y coloca la ciudad y
la catedral del Cusco como paraje principal en una de las series, que es una declaración de su muevo status adquirido.
Como ejemplo de este autor tenemos "La Circunsición" (fig. 12) con el uso de una perspectiva de filiación
renacentista.

De este mismo contexto de producción artística destaca la figura de Marcos Zapata. Son características de su estilo el
uso de los colores rojo y azul, una belleza de rostros gráciles y la presencia de querubines, como lo hace en sus
representaciones de la virgen. El cuadro de "La Visitación" (Fig. 13), es un destacado ejemplo de este autor, la
claridad ecenográfica, la variedad tipológica de la escena, el movimiento de los personajes, la ligereza de las túnicas y
mantos, con una ambientación ya conocida y repetida desde del siglo XVII. Algunos seguidores de autor son Cipriano
Gutiérrez, Antonio Vilca e Ignacio Chacón.

Algunas otras iconografías que destacan en el siglo XVIII, en la vertiente anónima pero de programas iconográficos
clericales e intelectuales son "La genealogía de los Incas" (Fig. 14) y principalmente, las destacadas pinturas de
carácter universitario, como "El jardín de San Antonio" (Fig. 15) que el historiador del arte Francisco Stasnty ha
denominado como una "guerra iconográfica" en la cual los diferentes estratos sociales del Cusco (españoles, criollos,
mestizos e indígenas) pugnan con una sutileza ideológica y de claridad de pensamiento sus aspiraciones sociales.
Conflictos que el arte cusqueño refleja en casi todas sus pinturas y que tendrá como epilogo la revolución de Tupac
Amaru II, que desencadenará la drástica pero no completa desaparición de la escuela cusqueña.

LA ESCUELA CUSQUEÑA
La pintura de los siglos XVII y XVIII en el Cusco, adquieren la categoría de Escuela, por las múltiples características formales e
iconográficas, por su amplia difusión territorial, y, por una continuidad en materia técnica y estética de los talleres cusqueños,
tanto de personalidades identificadas como de autores anónimos. En ella, se desarrollaron los más reelevantes resultados de la
convergencia de tradiciones occidentales y locales indígenas. Los estudios en esta materia por connotados investigadores
peruanos y extranjeros, han dado luz a aspectos muy reveladores de esta importantísima parcela del arte peruano colonial.
Antecedentes
La pintura cusqueña de los siglos XVII y XVIII tiene antecedentes en las obras de Bernardo Bitti, cuyo sello pictórico se
mantendrá tanto en pintores de renombre como en los anónimos. El manierismo del pintor jesuita queda expresado en una obra de
la Catedral del Cusco, "La virgen del pajarito". Otro pintor, discípulo del manierismo de Angelino Medoro, es Luis de Riaño.
Éste, al igual que su maestro ofrecen los primeros rasgos naturalistas que llevaran más adelante al estilo propio de la escuela
cusqueña, el barroco.
Pintura cusqueña del siglo XVII
El terremoto de 1650 motivó en el Cusco una serie de reconstrucciones que abrieron las puertas al barroco. El personaje que
participó activamente en estos cambios que se operaron y que a la postre iniciaría el surgimiento de la escuela cusqueña fue el
obispo Manuel de Mollinedo y Angulo. Su mecenazgo artístico y cutural ha sido llamado también como la “era Mollinedo”,
relacionado con el esplendor artístico en los Andes (Wuffarden, 2004)
El comienzo de la escuela cusqueña tiene a dos personalidades indígenas. Diego Quispe Tito y Basilio de Santa Cruz Pumacallao.
Diego Quispe Tito (1611-1681) se inicia como pintor antes del terremoto de 1650. Una de sus primeras obras es la "Visión de la
Cruz" (1631) (Fig. 1). Una composición en que lo celestial y lo terrenal se incorporan a una misma realidad, sin que esto implique
el racionalismo propio de la perspectiva espacial unitaria de origen occidental. Posee, además, cuatro grandes series: "La infancia
y pasión de Cristo", "La vida de San Juan Bautista", "El Martirio de San Sebastián" y "Los Doctores de la Iglesia". Una de sus
pinturas más significativas es el "Retorno de Egipto" (1680) en el Museo Nacional de Historia del Cusco (Fig. 2), basado en un
grabado con la composición de Pedro Pablo Rubens (Fig. 3). La reinterpretación del mismo tema que realiza nuestro autor, con
una atmósfera idílica y la incorporación de un espíritu de cotidianidad, implican el fervoroso ambiente popular y religioso de la
sociedad cusqueña. Finalmente, tenemos como ejemplo final de este autor, El signo Acuario, con la escena de la "Huida a Egipto"
en la "Serie del Zodiaco" para la catedral cusqueña, más intelectual y refinada propia de las clases cultas y eclesiásticas (Fig. 4).

Fig. 1 Fig. 2 Fig.3 Fig. 4

La otra personalidad artística es Basilio de Santa Cruz Pumacallao. Tiene varias obras, entre ellas una serie sobre la
"Vida de San Francisco Asís". Posee obras en la Catedral de claro espíritu barroco y siguiendo las ideas
contrarreformistas (Wuffarden, 2004) con "La imposición de la casulla a san Idelfonso" y "El éxtasis de San Felipe
Nieri". Otras obras son "La Virgen de Belén" y "La Virgen de la Almudena". "La Virgen de Belén" (Fig. 5), es una
composición de diferentes pasajes de la trayectoria de la imagen desde su llegada al virreinato hasta su arribo al
Cusco. La virgen posee una composición triangular, que es el eje de una división tripartita, a su lado, como orante y
donante, el Obispo Molliendo. Nuevamente somos testigos, de una exaltación popular, una ambientación idílica,
aunque, en este caso los referentes son más concretos, indicativo de una toma de conciencia de la población cusqueña
y sus dirigentes, del surgimiento de un fenómeno cultural y artístico novedoso y original.

Fig. 5
El conflicto gremial de 1688, entre los españoles frente a los indígenas por el derecho de cargar el arco efímero, constituyó el
inicio más creativo de la escuela cusqueña. La importancia de los artistas nativos será cada vez mayor. Tenemos ejemplos como
Antonio Sinchi Roca, con la serie de evangelistas y profetas sobre los pilares de la Catedral (Wuffarden, 2004). Otro maestro
indígena, de estas tendencias cada vez más autóctonas, fue Francisco Chihuantito con una obra firmada: "La Virgen de
Monserrat" (Fig. 6).

Fig. 6
Uno de los fenómenos más interesantes en el ambiente cusqueño es el denominado Renacimiento Inca (Stastny, 1982),
consecuencia, entre otros factores, de la lectura de la obra "Los comentarios reales de los Incas" de Garcilazo de la Vega y un
espíritu nacionalista de reincorporación de elementos incaicos (Rowe). Otros, prefieren ver en esto, las consecuencias de una
casta indígena colonial por el retorno a sus antiguos privilegios sociales ( O'Phelan, 2005). En cualquier caso, estamos ante un
mecanismo ideológico de gran importancia artística a fines del siglo XVII y para casi todo el siglo XVIII. Una de las obras más
significativas en este contexto es "La serie del Corpus Christi", obra probablemente de uno de los seguidores de Basilio Santa
Cruz que fue realizada para la parroquia de Santa Ana cerca de 1680 (Fig. 7). "Es una imagen ideal de la sociedad de su tiempo,
un ambicioso programa iconográfico que abarca retratos corporativos, panorámicas urbanas, alegorías religiosas y
argumentaciones políticas" (Wuffarden, 2004). Puede ser interpretado como la sociedad cusqueña plenamente incorporada a la
cristiandad y como triunfo del proyecto religioso de la corona española (Dean) o como la resistencia cultural de los indígenas
descendientes del Incanato (Stastny).

Fig. 7
El aporte iconográfico de los jesuitas nos ha llegado con los cuadros del "Matrimonio de Martin García de Loyola con la ñusta
Beatriz" (Fig. 8). Las relaciones entre la orden religiosa y los curacas incas coloniales quedan manifestadas en esta pintura. "La
violenta historia de la conquista se ve transformaba en una ceremonia nupcial entre vencedores y vencidos" (Wuffarden, 2004).
El mestizaje cultural, como idea socializadora, queda formulada en una estética pictórica, que modelará el pensamiento visual de
nuestro pasado hasta nuestros dias.

Fig. 8
Otras manifestaciones artísticas a fines del siglo XVII
Al mismo tiempo que la pintura, se desarrollan otros géneros artísticos más relacionados con el pasado prehispánico y cuyas
técnicas y temáticas se proponen un ideario más localista generada por el Renacimiento Inca, como ejemplo tenemos: queros,
tapices y piedras de huamanga).

Por otro lado, la escultura, con imágenes de vírgenes y santos y la elaboración de púlpitos y retablos, adquieren una coherencia
barroca, que los programas eclésiasticos y la habilidad de los indígenas supieron congeniar. En este sentido destaca la figura,
algunas veces tradicional de Juan Tomas Tayri Tupac, a quién se le atribuyen "La Virgen de la Almudena " y la joya del tallado
barroco cusqueño "El púlpito de la Iglesia de San Blas" (Fig. 9).

Fig. 9
Pintura cusqueña del siglo XVIII
El siglo XVIII, de una riqueza artística pocas veces alcanzado en América colonial, lleva las consecuencias del siglo anterior a
una proliferación de grandes talleres alcanzando su punto más alto de difusión territorial, llegando a invadir las ciudades más
importantes de América del Sur.Dos iconografías aparecidas en el siglo anterior se difundirán durante el siglo XVIII: "Los
Arcángeles arcabuceros" y "La defensa de la eucaristía" (Figs. 10 y 11). Demostrando por un lado, la seguridad formal de sus
innovaciones iconográficas, y por otro, la calidad técnica de su pintura cusqueña.

Fig. 10

Fig. 11
El primer artista cuya personalidad se conoce en el siglo XVIII, es Basilio Pacheco. Este autor realizó los lienzos de la vida de
San Agustín en el claustro del Convento de San Agustín en Lima. La importancia de la escuela cusqueña queda reflejada con este
encargo desde la capital del Virreinato. Además se hace un autorretrato y coloca la ciudad y la catedral del Cusco como paraje
principal en una de las series, que es una declaración de su muevo status adquirido. Como ejemplo de este autor tenemos "La
Circunsición" (fig. 12) con el uso de una perspectiva de filiación renacentista.

Fig. 12
De este mismo contexto de producción artística destaca la figura de Marcos Zapata. Son características de su estilo el
uso de los colores rojo y azul, una belleza de rostros gráciles y la presencia de querubines, como lo hace en sus
representaciones de la virgen. El cuadro de "La Visitación" (Fig. 13), es un destacado ejemplo de este autor, la
claridad ecenográfica, la variedad tipológica de la escena, el movimiento de las personajes, la ligereza de las túnicas y
mantos, con una ambientación ya conocida y repetida desde del siglo XVII. Algunos seguidores de autor son Cipriano
Gutiérrez, Antonio Vilca e Ignacio Chacón.

Fig. 13
Algunas otras iconografías que destacan en el siglo XVIII, en la vertiente anónima pero de programas iconográficos
clericales e intelectuales son "La genealogía de los Incas" (Fig. 14) y principalmente, las destacadas pinturas de
carácter universitario, como "El jardín de San Antonio" (Fig. 15) que el historiador del arte Francisco Stasnty ha
denominado como una "guerra iconográfica" en la cual los diferentes estratos sociales del Cusco (españoles, criollos,
mestizos e indígenas) pugnan con una sutileza ideológica y de claridad de pensamiento sus aspiraciones sociales.
Conflictos que el arte cusqueño refleja en casi todas sus pinturas y que tendrá como epilogo la revolución de Tupac
Amaru II, que desencadenará la drástica pero no completa desaparición de la escuela cusqueña.
Fig. 14 Fig. 15

ARTE PERUANO - LEGADO DEL PERÚ


COLONIAL
En el Perú se conoce como Arte Colonial al período comprendido entre los siglos XVI y XVIII, es decir luego de
producirse la ocupación española hasta la etapa de la independencia. Los periodos históricos no tienen una fecha
definida de inicio ni de fin pues este va evolucionando con el paso del tiempo.
Durante la segunda mitad del siglo XVI e inicios del XVII, numerosos cronistas escribieron sobre la riqueza mineral
y la producción alimenticia del Perú. Lima se convirtió en la capital de los virreynatos españoles, convirtiéndose en
una ciudad cosmopolita de gran importancia. Lima y su Plaza Mayor, se convierte en el centro de las grandes
ceremonias cortesanas y eclesiásticas (venida de virrey, nacimientos de príncipes en España, fiestas luctuosas,
pomposas procesiones) en ellas participan los intelectuales y artistas más renombrados de la época. Durante este
periodo sobresale la labor administrativa del Virrey Toledo.
ESCULTURA
Desde los primeros años de la conquista se trajeron al Perú muchas esculturas sevillanas de carácter religioso
destinadas, entre otras cosas, a apoyar la evangelización de la población andina. Las esculturas de maestros sevillanos
como Juan Martínez Montañés se convirtieron en un modelo a seguir por los artistas del Perú colonial.
La talla en madera
La mayor parte de las esculturas durante el Virreinato eran de plata o madera. La piedra solo se utilizó para las
fachadas de los edificios de la administración virreinal, las universidades, las iglesias y casas de gente importante.
El tipo de escultura que destacó en aquella época fue el de la madera tallada, lo que queda demostrado en los techos
de las iglesias menores y conventos coloniales, así como en los siguientes tipos de trabajos:
· Sillas para coros. Las sillerías contaban con respaldares totalmente tallados con imágenes de santos o
narraciones de historias sagradas. Las muestras más importantes que se conservan en Lima están en los conventos de
San Francisco y Santo Domingo, y en la catedral de Lima.
· Retablos. Eran grandes construcciones de madera, recubiertas en algunos casos con pan de oro. Se encontraban
detrás del altar o en las capillas laterales de iglesias y conventos. En los retablos, al igual que en las sillas para los
coros, se representaban historias bíblicas o la vida de los santos. Uno de los más importantes se encuentra en la
catedral de Lima. Es el de San Juan Bautista, realizado por Juan Martínez Montañés y traído desde España.
· Púlpitos. Consistían en una especie de plataforma elevada en la parte lateral de la iglesia, desde donde el
sacerdote pronunciaba sus homilías. Todos los púlpitos coloniales estaban bellamente tallados. Uno de los más
hermosos es el de la parroquia de San Blas, en Cusco.
Los escultores
Entre los escultores más importantes tenemos en la sierra sur a Francisco Titu Yupanqui y a Juan Tomás Tuyri Túpac.
En la Lima del siglo XVIII destacó el escultor mestizo Baltasar Gavilán, autor de esculturas funerarias y de La
Muerte
"Virgen de los remedios. El niño Cristo de la buena muerte. Imagen de
Jesús aparece desnudo, y el conjunto Cristo crucificado sostenido a la cruz por
denota cierta rigidez. Esta es una de tres clavos. Obra de Juan de Mesa,
las primeras obras importadas por discípulo de Montañés, de 1625. Por el
los jesuitas, siglo XVI. / Capilla de tratamiento anatómico, la corona de
San Francisco Javier. Iglesia de San espinas y el sudario movido esta obra de
Pedro, Lima. 2,10 metros muestra las características propias del
realismo. / Capilla de Nuestra Señora de la O. Iglesia de
San Pedro de Lima. Foto: Archivo El Comercio"

"Retablo lateral de la iglesia de Lari, Pequeño retablo colonial de


en Arequipa. Obra de estilo neoclásico personaje con escudo. / Colección
de fines del siglo XVIII hecha de Jaime Liébana. Foto: Wilfredo
piedra y estuco policromado. Bella Loayza
muestra del arte rural arequipeño de
fines del setecientos. Obra anónima. /
Foto: Escultura en el Perú. Colección Arte y Tesoros del
Perú del Banco de Crédito del Perú (cortesía)"

Pequeño retablo colonial. Se representa al "Santiago Matamoros. Vital escultura que


apóstol Santiago. / Colección particular. representa a Santiago, santo que en el
Foto: Wilfredo Loayza mundo andino fue asociado con Illapa (el
Rayo). Obra anónima. / Colección
particular. Foto: Wilfredo Loayza"

"San Antonio Abad. Santo "Santa Rosa orando en la ermita.


paseado en la fiesta del Corpus Talla en piedra de Huamanga del
Christi del Cuzco. Imagen siglo XVIII. Forma parte de un altar
venerada en la parroquia de San dedicado a la santa, obra anónima de
Cristóbal del Cuzco, cuyos 27 x 21 cm. Restaurada por el Banco
devotos son en su gran mayoría comerciantes de carne de de Crédito del Perú / Convento de Santa Rosa de Ocopa,
cerdo. Ellos son los encargados de su fiesta del 17 de Junín. Foto: Santa Rosa de Lima y su tiempo. Colección
enero y del Corpus Christi. Talla en madera policromada Arte y Tesoros del Perú del Banco de Crédito del Perú
de 1,65 m. Autor anónimo, s. XVII. (cortesía)"

Detalle de altar de la catedral de Ayacucho. "Virgen de Copacabana.


Destaca el uso de ángeles como columnas Conmovedora escultura de la Virgen
al mismo estilo de los atlantes del mundo Candelaria de Copacabana. Obra de
clásico. / Foto: Wilfredo Loayza filiación sevillana, que muestra a la
Virgen en actitud altiva y al mismo
tiempo dulce. Talla en madera policromada de 1,60 m.
Obra anónima del siglo XVI. / Monasterio de
Copacabana de Lima. Foto: Escultura en el Perú
"Ecce homo. Impresionante escultura que "Virgen dolorosa. Dulce y cálida escultura
muestra con realismo sorprendente la que representa a la Virgen María llena de
aflicción de Cristo cuando fue presentado dolor por el padecimiento de su hijo. Esta
por Pilatos. Este busto de expresión dulce y obra, atribuida al escultor limeño Baltazar
boca entreabierta que deja ver los dientes y Gavilán, se distingue por los finos rasgos de
ojos de cristal, es una imagen propia del la bella Macarena y el dolor intenso y a la vez
realismo español. Obra de Pedro de Mena de sólo 0,35 m. trascendente que es expresado con lágrimas de cristal.
S. XVII. / Retablo dedicado a San Luis Gonzaga. Iglesia Talla en madera policromada, de 1,60 m. S. XVIII. /
de San Pedro de Lima. Foto: Escultura en el Perú. Iglesia de San Francisco de Lima. Foto: Escultura en el
Colección Arte y Tesoros del Perú del Banco de Crédito Perú. Colección Arte y Tesoros del Perú del Banco de
del Perú (cortesía)" Crédito del Perú (cortesía)"

"Santa Rosa de Lima. Hermosa escultura


"Ecce homo. Obra anónima de madera tallada de conmovedora ternura. Destaca su rostro
y policromada. Esta talla, de vívido realismo, intensamente expresivo y el esgrafiado en
es una de las obras superiores de la sus vestiduras. Obra anónima del siglo
escultórica virreinal. Su composición expresa XVIII de madera tallada y tela encolada. 1
vinculación con la escuela andaluza del seiscientos. S. m. / Iglesia de Lari, valle del Colca,
XVII, 0,88 m. / Banco Central de Reserva de Arequipa. Arequipa. Foto: Escultura en el Perú. Colección Arte y
Foto: Escultura en el Perú. Colección Arte y Tesoros del Tesoros del Perú del Banco de Crédito del Perú
Perú del Banco de Crédito del Perú (cortesía)

"Púlpito de la Catedral del Cuzco. De Sillería de coro de la iglesia de San


estilo barroco, este es uno de los más Francisco de Lima. Obra anónima
bellos púlpitos del Perú. Destaca por el posterior a 1674. Esta sillería cuenta con
uso de la columna salomónica ciento veintinueve asientos en cuya parte
distribuida de a dos entre los paneles central se representa el abrazo de Santo
con relieves de santos. Obra anónima del siglo XVII de Domingo y San Francisco que se aprecia en la foto y que
7,20 m. / Foto: Escultura en el Perú. Colección Arte y tiene suceso entre columnas salomónicas que muy
Tesoros del Perú del Banco de Crédito del Perú posiblemente sean las más antiguas de Lima. / Foto:
(Cortesía)" Escultura en el Perú. Colección Arte y Tesoros del Perú
del Banco de Crédito del Perú (cortesía)

Artesonado del claustro alto del "Sillería de coro de la iglesia de San


convento de San Francisco del Francisco del Cuzco. La más antigua
Cuzco. Espectacular techo de corte sillería del Cuzco data de 1631 y es
octogonal en cuyo centro se obra de Sebastián Martínez. Se
representa a San Francisco muestra un detalle de la sillería, donde se aprecia una
estigmatizado. Obra anónima de mediados del siglo XVII bella talla de San Francisco de Asís en la parte central. /
que guarda relación con las sillerías de San Francisco y de Foto: Escultura en el Perú. Colección Arte y Tesoros del
la catedral del Cuzco. / Foto: Escultura en el Perú. Perú del Banco de Crédito del Perú (cortesía)"
Colección Arte y Tesoros del Perú del Banco de Crédito
del Perú (cortesía)

"Detalle del púlpito de la iglesia de San "Detalle de la sillería de la catedral de


Blas en el Cuzco. Espectacular obra del Lima. Obra de la primera mitad del siglo
arte mestizo, atribuida a Tomás Tairu XVII en la que intervinieron Pedro de
Túpac. Se aprecia en la parte central a la Noguera, Luis Ortiz y Martín de Mesa. Se
Virgen con el niño. Obra de la segunda mitad del s. XVII. muestra a uno de los santos que adornan
Madera tallada, 6,60 m. / Foto: Escultura en el Perú. esta sillería; porta un cuchillo y está pisando a una
Colección Arte y Tesoros del Perú del Banco de Crédito gárgola. Obra de estilo barroco temprano. / Foto:
del Perú (cortesía)" Escultura en el Perú. Colección Arte y Tesoros del Perú
del Banco de Crédito del Perú (cortesía)"
Predicación del Bautista. Relieve del maestro
andaluz Juan Martínez Montañés que forma Oración en el huerto. Relieve en madera
parte del Retablo de San Juan Bautista de la atribuido a Martín de Oviedo. Refleja la
catedral de Lima. Esta escena grafica la prédica transición del manierismo al realismo.
del Bautista a un grupo de hombres, entre ellos soldados y Originalmente se encontraba en el retablo de
mujeres sedentes. Relieve de la primera mitad del s. XVII la cofradía de la piedad. Obra de 1601. / Retablo del
de 0,73 x 0,70 m. / Foto: Escultura en el Perú. Colección Cristo del Auxilio. Iglesia de La Merced de Lima. Foto:
Arte y Tesoros del Perú del Banco de Crédito del Perú Escultura en el Perú. Colección Arte y Tesoros del Perú
(Cortesía)" del Banco de Crédito del Perú (cortesía)

Retablo barroco de Ayacucho. / Foto: "Sillería de coro de la catedral del Cuzco.


Wilfredo Loayza Obra plenamente barroca atribuida a
Giménez de Villareal. Cuenta con cuarenta y
tres paneles tallados donde se representa a
diversos santos que tienen el cabello revuelto y los
pliegues de su vestimenta angulosos. Destaca la talla de
la Virgen en la silla central, cuya policromía resalta en
este conjunto de tonalidad uniforme. Obra de finales del
XVII. / Foto: Escultura en el Perú. Colección Arte y
Tesoros del Perú del Banco de Crédito del Perú
(cortesía)"

"Retablo mayor de la iglesia de San Agustín , "Nazareno con cruz a cuestas. Relieve
Trujillo. Obra atribuida a Fernando Collado, policromado que desborda un
posiblemente de 1725. De estilo estrictamente expresionismo extremo al hacerse uso de
barroco, este retablo es característico del XVIII. Guarda elementos extraños a la talla como los ojos
semejanza con el retablo mayor de la iglesia Jesús María y de vidrio y los dientes. Obra anónima de finales del s.
José de Lima. Madera tallada y dorada, 12 x 9,60 m. / XVII e inicios del s. XVIII. 0,55 x 0,40 m. / Catedral del
Foto: Escultura en el Perú. Colección Arte y Tesoros del Cuzco. Foto: Escultura en el Perú. Colección Arte y
Perú del Banco de Crédito del Perú (cortesía)" Tesoros del Perú del Banco de Crédito del Perú

"Retablo mayor de la iglesia de Mansiche en "Retablo Mayor de la iglesia de San


Trujillo. Precioso retablo de fines del XVII, Lorenzo, Trujillo. Este retablo de autoría
obra de Pablo Bautista de Carvajal. De estilo anónima muestra características de estilo
barroco, destacan las columnas salomónicas de ocho rococó como las columnas que son
vueltas y la particular forma de la hornacina central. reemplazadas por estructuras de aspecto
Madera tallada y dorada, 10 x 7,80 m. / Foto: Escultura en abalaustrado. Obra de 1774 de 12 x 6 m. / Foto:
el Perú. Colección Arte y Tesoros del Perú del Banco de Escultura en el Perú. Colección Arte y Tesoros del Perú
Crédito del Perú (cortesía)" del Banco de Crédito del Perú (Cortesía)"

"San Sebastián. Talla en madera de 1,56 m. "Salomé con la cabeza del Bautista. Relieve en
Por la expresión y el estilo, se trata de una madera policromada que representa el momento
escultura típicamente manierista. Tiene ojos en que Salomé recibe de una esclava la cabeza
de vidrio y constituye uno de los más de San Juan Bautista. Obra de Juan Martínez Montañés,
espléndidos desnudos escultóricos del arte colonial. Obra 0,73 x 0,70 m. Primera mitad del s. XVII. / Retablo de
del maestro Diego Rodríguez del último tercio del siglo San Juan Bautista. Catedral de Lima. Foto: Escultura en
XVI. / Iglesia de la Compañía de Arequipa. Foto: el Perú. Colección Arte y Tesoros del Perú del Banco de
Escultura en el Perú Crédito del Perú (cortesía)"
"Niño Jesús. Este tipo de imágenes fueron
muy difundidas durante el virreinato y "San Agustín. Obra atribuida al escultor
buscaban plasmar tanto la dulzura como el Melchor Guaman Maita de gran realismo y
supremo poder de Cristo cuando niño. Obra dramatismo. Obra escultórica en maguey y
en maguey, pasta y tela encolada de 1,02 m. madera tallada de 1,76 m. S. XVII. / Iglesia
Presenta un acabado semejante a las tallas de de La Merced del Cuzco. Foto: Escultura en el Perú.
madera. Anónimo, siglo XVII. / Iglesia de Callalli, valle Colección Arte y Tesoros del Perú del Banco de Crédito
del Colca, Arequipa. Foto: Escultura en el Perú. Colección del Perú
Arte y Tesoros del Perú del Banco de Crédito del Perú
"Virgen María. Imagen de "candelero" de
"La Rectora, de Juan Bautista Vázquez Obra autor anónimo. En este tipo de esculturas la
del siglo XVI, de estilo manierista. 1,40 m. talla se limitaba a la cabeza y las manos, y
Muestra a la Virgen sentada cargando al niño el resto del cuerpo era cubierto con tela
Jesús, de pie y desnudo en pose manierista. / encolada. La brillante policromía que
Instituto Riva-Agüero. Pontificia Universidad Católica del expresa esta obra es típica del siglo XVIII.
Perú Convento del Carmen, Trujillo. / Archivo Banco de
Crédito del Perú.
"Cristo de la contrición. Obra de la escuela
"Virgen de la evangelización. Talla esculpida de Martín de Oviedo, que presenta a Cristo
por el flamenco Roque de Balduque en el siglo en la cruz sostenido por cuatro clavos. El
XVI. Estilo renacentista tardío. 1,70 m. / fuerte modelado y el desnudo de destacada
Catedral de Lima. musculatura hacen de esta una obra
representativa de la transición del manierismo al
realismo. Talla del s. XVII de 1,70 m. Iglesia de San
Pedro de Lima. / Archivo Banco de Crédito del Perú.
"Sillería de coro del convento de La
"Tránsito de Santa Rosa. Hermosa escultura en Merced. Obra iniciada en 1628 cuyo
mármol de Carrara, que representa a Santa Rosa autor se reconoce como del círculo de
yacente, con su hábito trabajado en ritmos que parecen Pedro de Noguera. Se distingue por su
pétalos de rosas. Obra del barroco italiano realizada por el policromía, el uso de pilastras en lugar de columnillas y
escultor maltés Melchor Caffa, 1669. 0,82 x 1,47 m. por sus esculturas que muestran una transición hacia el
Iglesia de Santo Domingo de Lima. / Archivo Banco de realismo típicamente barroco. / Archivo Banco de
Crédito del Perú. Foto: Daniel Giannoni Crédito del Perú.
"La muerte. Impresionante imagen de madera Cristo de marfil del siglo XVII que se
de aspecto macabro, esculpida para un paso de conserva en la iglesia de las Nazarenas de
la semana santa. La talla se encuentra dentro de Lima. Esculturas de este tipo tenían que
los cánones realistas y persuasivos del barroco. Exhibe un adecuarse al tamaño y la forma del colmillo
esqueleto completo que representa a la muerte en actitud del elefante. Por ello los brazos eran tallas adicionales
de tensar el arco para disparar la flecha que indica el fin que luego eran añadidas al cuerpo. / Archivo Banco de
de la vida. Obra del siglo XVIII de 1,95 m. Su autor es Crédito del Perú
Baltazar Gavilán. Convento de San Agustín de Lima. /
Archivo Banco de Crédito del Perú. Foto: Daniel
Giannoni.
PINTURA
La pintura Colonial tuvo tres grandes influencias: la española, la italiana y la flamenca. Traído desde España al Nuevo
Mundo se forman talleres en las principales ciudades americanas, donde enseñan a criollos, indios y mestizos. La
pintura que realizaron los indígenas fue un Arte religioso bajo la influencia de la catequización.
Dio inicio a la transculturización. Sus temas son religiosos y didácticos para la evangelización. Los pintores de Lima
y el Cuzco trabajaban en talleres. Predominó la técnica de la pintura al óleo sobre lienzo. Se mantienen las técnicas y
los modelos europeos.
Prescinden del modelo natural, reflejándola realidad inmediata y cotidiana. Copias estampas por lo general flamencas.
Influencia de pintores españoles e italianos tanto en Lima como en Cuzco. s. XVII y XVIII Alcanzan enorme difusión
(s. XVII y XVIII) los llamados “primitivos” en cuanto a la técnica.
A fines del siglo XVI vienen tres grandes pintores italianos: Bernardo Bitti, Angelino Medoro y Mateo Pérez de
Alessio Constituyéndose en los iniciadores de la pintura colonial en el Perú.
El jesuita Bernardo Bitti Nació en Camerino, Italia en 1548 y murió en Lima en 1616. Arribó al Callao, en 1575.
Inició la decoración de la primitiva iglesia jesuita de Lima, hoy San Pedro. Fue el encargado de pintar para varias
iglesias del Cuzco y del Alto Perú. La Coronación de la Virgen
Santa Rosa, pintura de Angelino Medoro que
La Peregrina, Pintura de la escuela retrata a Santa Rosa de Lima recien
cuzcuqueña. cuyo autor se desconoce. Fallecida.Obra de estilo manierista de 1617.

Virgen del Rosario, Pintura anónima de la Virgen de CoCharcas, pintura anónima,


escuela Ayacuchana. Escuela Ayacuchana.

Coronacion de la virgen, obre del siglo Santa Rosa, Pintura del S.XVII su autor
XVII que constituye un clasico de la Carlos Matta
pintura marienista en el Perú; Bernardo
de Bitti, Iglesia de SAn Pedro de Lima.

Virgen inmaculada Anonimo, en la parte Virgen con el niño bello, cuadro colonial,
superior se aprecia a la santisima Trinidad, cuyo autor se desconoce
cuyos integrantes comparten en el mismo
rostro.

Corpus Christi Pintura anónima, Siglo Virgen de la Candelaria Obra de Italiano


XVII. Bernardo Bitti del S. XVII muestra los
drapeados, cartacteristicas del renacimiento
Italiano(Iglesia San Pedro de Lima)
Virgen de la Leche, Obra atribuida al pintor Matrimnio de Martin Loyola y beatriz Clara Coya,
contemerietista Mateo perez de alesio.(Basilica Santuario Pintura Anonima, Escuela Cuzqueña.
Santa Rosa de Lima)

San francisco joven a Caballo, pintura de Virgen del Resario Pintura Ayacuchana
diego de aguilera que forma parte de la finales del siglo XVIII cuyo autor se
serie vida de san Francisco(Convento de desconoce
San Francisco el Grande - Lima)

Santa Cecilia Obra de la escuela Limeña del "Retorno deEgipto" de Diego Quispe
Siglo XVII que representa a la patrona de la Tito, Obra de la Escuela Cuzqueña
musica tocando un organo, Autor Bermejo.
(Convento de la Merced de Lima)

San Miguel Arcangel, Escuela Limeña, Desposorios ded la virgen Maria y san
Siglo XVII. José, escuela cuzqueña Siglo XVIII

Arcangeles de Palermo oleo sobre lienzo


Arrepentimiento de Maria magdalena,escuela escuela Cuzqueña.
cuzqueña siglo XVIII

Virgen de la Leche, Escuela Limeña

ORFEBRERÍA
La platería es uno de los temas histórico artísticos más interesantes del arte peruano, lamentablemente poco
apreciado. Su inclusión dentro de la categoría impropia de “arte menor”, junto a su poca divulgación y generalmente
restringido al ámbito productivo de la Colonia, no ha permitido reconocer su innegable importancia artística y estética
en el arte colonial.
Algunos autores, sin embargo, han estudiado con notable perspicacia, algunas de sus significaciones culturales desde
la perspectiva de la Historia del Arte. Francisco Stastny ha manifestado que la platería tuvo un valor simbólico en la
colonia de múltiples significados: económicos, sociales, religiosos y estéticos. Estos aspectos múltiples son
comprensibles debidos a los factores humanos autóctonos e hispanos involucrados.
Los orfebres, muchos de ellos indígenas, tuvieron una predisposición a la elaboración de estos productos. Las técnicas
de larga data en el antiguo Perú, permitieron la canalización de novedosas destrezas proporcionados por los hispanos.
Además, objejos de orfebrería indígenas pervivieron en la Colonia, como los tupus, que a pesar de sus cambios
formales siguieron manteniendo sus funciones ancestrales (Fig. 1). Por otro lado, siguiendo modelos y expresando su
espíritu consiguieron originales obras, algunas de ellas “joyas artísticas” en el arte de la platería, que traspasando la
esfera colonial ha llegado hasta nuestros días.

Pequeño retablo de exselente manufactura


y sorprendente minuciosidad en el detalle Mitral de plata (Museo histórico del
Cuzco)

Saumario de plata Hermosa Cruz de plata (Convento de


san Francisco)

Pequeño adorno de plata en forma de Detalle de una custodia de oro,


piano se aprecia un angel bellamente
trabajado(Iglesia Santo Domingo
Cuzco)

Variedad de prendedores de plata


Atril de plata usado para lecturas sacras con incrustaciones de piedras preciosas
durante la colonia(MUseo pedro de Osma)

Bello prendedor de plata que representa al Bello cofre de madera que adorno
Sol y la Luna(Museo de San Pedro de una habitación Colonial (Museo de arte
Osma) de Lima)

Pequeña fuente cerámica Colonial Pequeño retablo con la virgen rodeada por
varios santos.

Santa Rosa deLima leyendo enel Venado Saumador Siglo XVII


huerto, tallada de piedra de Huamanga
(Siglo xviii) Basilica Satuario de SAnta
Rosa de Lima.

Estribo de plata Siglo XVIII Custodia, autor Luis de Lezama 1680 plata
sobredorada

Chocolatera, Siglo XVII Armadillo Saumador siglo XVIII

ARQUITECTURA
En la arquitectura colonial, como en la pintura y la escultura, predominaron las construcciones religiosas sobre las
laicas.
La arquitectura no siguió de forma inmediata las modas europeas, y la aparición de un nuevo estilo no significó la
desaparición del anterior. Así, durante el siglo XVI, en todo el Virreinato del Perú se alternaron construcciones de
estilo renacentista con otras del gótico tardío, y era frecuente hallar en edificaciones de ambos estilos techos de tipo
mudéjar.
A partir del siglo XVII el estilo barroco surgió en la arquitectura colonial.
Los alarifes
Los arquitectos y maestros de obras en la Colonia recibían el nombre de alarifes. En el siglo XVI, la mayoría de los
que trabajaban en el Perú eran de origen español. Entre ellos sobresalió Francisco Becerra, gran impulsor del
Renacimiento y uno de los responsables de la construcción de la catedral de Lima. Ya en el siglo XVII aparecieron
alarifes nacidos en el Perú, como Manuel de Escobar, responsable de la edificación del templo de San Francisco.

Convento de Santa Catalina en .


Arequipa. Conecta dos patios
interiores. Siglo XVII. "Vista de muro interior y ventana del convento de Santa
Catalina. A la derecha, uno de los tantos corredores con
que cuenta este convento. Arequipa, siglo XVII.

Iglesia de Chincheros en el Cuzco. La Iglesia de Lampa en el departamento de


iglesia colonial se levantó por sobre una Puno.
construcción incaica que también posee
bella manufactura. Este es un ejemplo
del mestizaje arquitectónico que muchas veces se dio a lo
largo de todo el Perú y especialmente en el Cuzco

Detalle de la fachada de la iglesia de La


Merced de Lima. Aquí se puede apreciar
en detalle lo recargado de los adornos que
distinguieron al barroco tardío. Puerta de la iglesia de La Merced.

}
Casa Mayorazgo - Trujillo.
Casa Chacon - Ayacucho

Capilla de San Sebastián de Coporaque. Esta capilla cuya portada es de piedra tallada pertenece al siglo
XVI. Fue construida por los primeros misioneros que llegaron al valle del Colca en Arequipa. Por su
antigüedad se constituye en la más antigua arquitectura de este tipo en el Perú

Hospital de Belen - Cajamarca Casa Riva Aguero, casa Limeña colonial,


jiron Camana centro de Lima

Casa del Almirante en el Cuzco Fachada de la iglesia de La Merced de Lima.


Esta fachada es el exponente máximo del
barroco churrigueresco en Lima. Obra del siglo
XVIII.

Claustro del convento de La Merced del Cuzco. "Parte superior de la fachada de la iglesia
de la Compañía, Arequipa. Obra de 1698 de
estilo barroco.

"Claustro de la iglesia de la Compañía, "Parte superior de la fachada de la


Arequipa. Este claustro trabajado en iglesia de la Compañía, Arequipa. Obra
piedra sillar muestra una profusa de 1698 de estilo barroco.
ornamentación fitomorfa y gárgolas
talladas. Fue diseñado a finales del siglo XVII por Juan de
Aldana.
"Iglesia de Belén, Ayacucho. Aquí
se ha combinado el diseño europeo y
la técnica andina en el manejo de las
piedras.

LA PINTURA VIRREYNAL (Definición, Caracteristicas, Escuelas y Representantes)


DEFINICIÓN:
En el Perú se conoce como Pintura Virreynal a la expresión artística, referida a las artes plásticas, al período
comprendido entre los siglos XVI y XVIII, es decir luego de producirse la ocupación española hasta la etapa de la
independencia. los periodos históricos no tienen una fecha definida de inicio ni de fin pues este va evolucionando con
el paso del tiempo.
La pintura virreinal o pintura colonial, tuvo tres grandes influencias: la italiana, muy intensa durante el siglo XVI y
principios del XVII, que después se diluyó para recuperar su hegemonía a fines del siglo XVIII con la introducción
del neoclasicismo; la influencia flamenca, que se dio desde el principio y su importancia fue creciendo hasta ser muy
fuerte en el siglo XVII, pero, sobre todo fue constante por medio de los grabados; y la española que se manifestó con
mayor fuerza durante el período Barroco de los siglos XVII y XVIII, especialmente a través de la Escuela Sevillana.
Más adelante y luego de que indígenas y mestizos al quehacer artístico se inició el Barroco Americano, con la
introducción y recuperación de nuevos factores en el panorama artístico. La incorporación de lo indígena no derivó
sólo en un estilo, sino que supuso un concepto distinto del universo y de su expresión, con validez genuina,
manifestándose en un arte distinto y propio.
CARACTERÍSTICAS:
 muestran temas de santos y figuras religiosas combinadas con elementos indígenas, tales como vestidos andinos o
expresiones faciales andinas. También, cada iglesia, convento, monasterio y pueblo tienen un santo patrón o
"Santo."
 Principalmente en el siglo XVI toda obra de arte tenía como objetivo principal una intencionalidad retórica y
sensibilizar al espectador, es decir, la obra de arte debía ser fácilmente entendida por todos.
 En la época de la influencia barroca, siglo XVII, la pintura virreynal se caracteriza por ser de características
mayormente italianas, innova en las composiciones, dándole un mayor dinamismo con ayuda de las perspectivas
arquitectónicas (abre puertas y pasadizos).
ESCUELA LIMEÑA
Conjunto de manifestaciones artísticas referida a la pintura acaecida en Lima en el siglo XVIII. La Pintura de
caballete en Lima estaba fuertemente influenciada por la pintura flamenca, más cerca hacia lo académico y con
intencionalidad dinámica, motivo por el cual no tuvo mucha acogida el claroscurismo. De esta etapa destacan cuatro
pintores Francisco Escobar, Diego de Aguilera, Andrés de Liebana y Pedro Fernández de Noriega. Estos artistas
recibieron el encargo de realizar la denominada Serie de la vida de San Francisco compuesta por 12 pinturas que se
encuentran en el claustro mayor del convento limeño
PINTORES
 Fray Miguel Adame, Retrato de Benedicto XIII,Rey Felipe V.
 Cristóbal de Aguilar, en el Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos podemos apreciar
parte de la obra retratística de Aguilar. En ella observamos la innegable calidad de este pintor no solo para
representar el aspecto físico sino y principalmente el carácter del modelo. Entre sus obras destacan el retrato del
Doctor Pedro Peralta Barnuevo, el Virrey Amat y el Virrey Antonio de Mendoza.
 José Joaquín Bermejo, al igual que Aguilar, la obra de Bermejo se caracteriza principalmente por los retratos.
Entre los más importantes tenemos el de Pedro José Bravo de Lagunas y Castillo y el del Conde de Superunda.
Sin embargo, su obra no se limitó a este género sino que recibió encargos de órdenes religiosa como los
mercedarios para realizar las series de la Vida de Pedro Nolasco y la de la Partida a la Guerra
 Julián Jayo,
 Pedro Díaz,
 Cristóbal Lozano
ESCUELA QUITEÑA
Escuela quiteña es como se ha llamado al conjunto de manifestaciones artísticas y de artistas que se desarrolló en el
territorio de la Real Audiencia de Quito, desde Pasto y Popayán por el norte hasta Piura y Cajamarca por el sur,
durante el periodo colonial (segunda mitad del S. XVI, XVII, XVIII y primer cuarto del S. XIX) es decir durante la
dominación española (1542-1824).1
También se la considera como una forma de producción artística y fue una de las actividades mas importantes desde
el punto de vista económico en la Real Audiencia de Quito,2 3
Se considera que su origen es la escuela de Artes y Oficios, fundada en 1552 por el sacerdote franciscano Jodoco
Ricke, quien junto a Fray Pedro Gocial transforma el colegio San Andrés, en el lugar donde se forman los primeros
artistas indígenas.
Como expresión cultural es el resultado de un dilatado proceso de transculturación entre lo aborigen y lo europeo y es
una de las manifestaciones más ricas del mestizaje y del sincretismo, en el cual aparentemente la participación del
indígena vencido es de menor importancia frente al aporte europeo dominante.

CARACTERÍSTICAS
Como fruto del sincretismo cultural y del mestizaje las obras de la Escuela Quiteña se caracterizan por la
combinación y adaptación de rasgos europeos e indigenistas y en sus etapas refleja todos los estilos imperantes en
cada época en España y así tiene elementos renacentistas y manieristas; durante su apogeo es eminentemente barroca
concluyendo con una corta etapa rococo que desemboca en un incipiente neoclasicismo hacia la fase de transición a la
etapa republicana.
A más de los aportes españoles, recibe múltiples influencias flamencas, italianas y moriscas, las cuales íntimamente
enraizadas en la tradición indo-americana, le dan una particularidad especial, diversa de sus fuentes, pues su resultado
es mestizo.
Una de sus características comunes de la Escuela es su técnica de encarnado (como se llama en pintura y escultura a
la simulación del color de la carne del cuerpo humano) que da una apariencia más natural a la piel del rostro de las
esculturas. una vez que la pieza estaba tallada y perfectamente lijada, el oficial del taller procedía a recubrir la madera
con varias capas de yeso con cola; luego de cada capa, se pulia perfectamente hasta conseguir un acabado
perfectamente liso; luego de lo cual se daba el color en varias capas sumamente fluidas que se transparentaban
permitiendo la mezcla óptica de los colores superpuestos; se iniciaba con los colores de sombras (azules, verdes,
ocres); luego se daban los colores claros (blanco, rosa, amarillo); para terminar con los colores de resalte (naranja y
rojo para las mejillas sonrosadas, las rodillas y codos de los niños; azul oscuro, verde, violeta, para las heridas y
moretones de los cristos o para las sombras de la barba incipiente de personajes imberbes.
Otra característica es la representación serpenteante del movimiento de los cuerpos, en las esculturas principalmente.
Otra característica propia es la aplicación primero de pan de oro o de plata y luego a una pintura aguada que permite
que el brillo metálico dé una apariencia especial.
Las características que denotan su raigambre indígena son:
 Se da una "quiteñización" de los personajes, muchos tienen rasgos mestizos y atuendos locales;
 Aparecen con frecuencia costumbres ancestrales aborígenes;
 Las escenas se ubican en un ambiente propio del paisaje andino, de sus ciudades, de su arquitectura;
 Existe la presencia de fauna local (llamas en lugar de camellos y caballos; cuy en sustitución del Cordero
Pascual; monos, zarigüeyas, tapires, felinos, junto con los clásicos borregos de los pastores, etc.), y la flora
nativa se descubre en guirnaldas, bordados, incrustaciones, platería, tallas, etc.) al igual que la adopción de
plantas vernáculas sustituyendo las de la iconografía tradicional europea; • en escultura y pintura hay
presencia de personajes y costumbres propios del medio; • el ejecutor de la obra de arte es el artesano local,
de milenaria tradición artística propia; se da una adopción por "naturalización" de los santos europeos, por
ejemplo, San Jacinto de Polonia se conoce como San Jacinto de Yaguachi5
PRINCIPALES EXPONENTES
En pintura: Fray Pedro Gosseal , Fray Pedro Bedón, Nicolás Javier Goríbar, Hernando de la Cruz, Miguel de
Santiago, Manuel de Samaniego
ESCUELA CUZQUEÑA DE PINTURA
La célebre escuela de pintura cuzqueña o pintura colonial cusqueña, se caracteriza por su originalidad y su gran valor
artístico, los que pueden ser vistos como resultado de la confluencia de dos corrientes poderosas: la tradición artística
occidental, por un lado, y el afán de los pintores indios y mestizos de expresar su realidad y su visión del mundo, por
el otro.
El aporte español y, en general europeo, a la Escuela cuzqueña de pintura, se da desde época muy temprana, cuando
se inicia la construcción de la gran catedral de Cusco. Es la llegada del pintor italiano Bernardo Bitti en 1583, sin
embargo, la que marca un primer momento del desarrollo del arte cusqueño. Este jesuita introduce en el Cusco una de
las corrientes en boga en Europa de entonces, el manierismo, cuyas principales características eran el tratamiento de
las figuras de manera un tanto alargada, con la luz focalizada en ellas y un acento en los primeros planos en desmedro
del paisaje y, en general, los detalles}

CARACTERÍSTICAS
o Se caracteriza, en lo temático, por el interés por asuntos costumbristas como, por ejemplo, la procesión del
Corpus Christi, y por la presencia, por vez primera, de la flora y la fauna andinas.
o Aparecen, asimismo, una serie de retratos de caciques indios y de cuadros genealógicos y heráldicos
o cuanto al tratamiento técnico, ocurre un desentendimiento de la pespectiva sumado a una fragmentación del
espacio en varios espacios concurrentes o en escenas compartimentadas. Nuevas soluciones cromáticas, con la
predilección por los colores intensos, son otro rasgo típico del naciente estilo pictórico.
o El barroco en la pintura cuzqueña es sobre todo el resultado de la influencia de la corriente tenebrista a través de
la obra de Francisco de Zurbarán y del uso como fuente de inspiración de los grabados con arte flamenco
provenientes de Amberes.
o esta pintura es "cuzqueña", por lo demás, no solo porque sale de manos de artistas locales, sino sobre todo porque
se aleja de la influencia de las corrientes predominantes en el arte europeo y sigue su propio camino.
o Luego de una ruptura entre pintores españoles e indios de esta escuela los artistas indios y mestizos se guían por
su propia sensibilidad y trasladan al lienzo su mentalidad y su manera de concebir el mundo.
o libertad en el manejo de la perspectiva, un protagonismo antes desconocido del paisaje y la abundancia de aves en
los frondosos árboles que forman parte del mismo. El motivo de las aves, sobre todo del papagayo selvático, es
interpretado por algunos investigadores como un signo secreto que representa la resistencia andina o, en todo
caso, alude a la nobleza incaica
REPRESENTANTES
 Bernardo Bitti
 Luis de Riaño
 Diego Cusihuamán
 Diego Quispe Tito
 Basilio Santa Cruz Puma Callao
 Marcos Zapata

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