El Cuestionario y La Realización de La Encuesta
El Cuestionario y La Realización de La Encuesta
INVESTIGACIÓ N COMERCIAL
Sin embargo, hay que recordar que el cuestionario no es el único elemento que conforma la
labor de campo en estas metodologías. Junto con él hay que considerar otras herramientas
que son necesarias para alcanzar los objetivos planteados en esta fase de recogida de
información. Por ejemplo, se necesita tener instrucciones para los encuestadores respecto a
los diferentes elementos de su labor (seleccionar encuestados, forma de abordarlos, etc.),
materiales de apoyo o incluso incentivos y recompensas para los participantes en la
encuesta.
Existen unas reglas generales que pueden ser aplicadas al diseño de todo tipo de
cuestionarios, mientras que otras reglas están relacionadas con su naturaleza. Este capítulo
se centrará en el cuestionario como herramienta en la metodología de encuesta personal,
tanto si esta es en formato tradicional como si es asistida por ordenador. Se considerará,
además, la posibilidad de que el cuestionario sea administrado por un entrevistador o
autoadministrado por el propio encuestado.
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6.3. Metodología para el diseño del cuestionario
Para diseñar correctamente un cuestionario hay que plantearse, en primer lugar, cuáles son
los objetivos que se persigue con ello. En general, el resultado final de este proceso debe ser
una herramienta que permita lo siguiente:
Estos tres son los objetivos que deben guiar la elaboración del cuestionario, la cual se
estructurará dentro de proceso como el que se recoge en la figura 7.1.
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6.3.1. Posibles errores en la redacción de un cuestionario
Cuando se redactan las preguntas de un cuestionario, el objetivo debe ser minimizar el error
en la captación de información a través del cuestionario. Para ello, hay que identificar las
posibles fuentes de error, las cuales podemos dividir en dos grandes grupos: errores propios
del cuestionario y errores ajenos al cuestionario. Los errores propios del cuestionario
dependen directamente de él y pueden ser eliminados, o al menos controlados, con un
correcto diseño. Los errores ajenos al cuestionario no están directamente ligados a este,
pero, al menos en algunos casos, pueden reducirse o solventarse en cierta medida
mejorando el diseño del cuestionario.
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6.3.2. Tipos de pregunta
Una de las primeras herramientas que tenemos en nuestra mano para diseñar
correctamente un cuestionario es la elección del tipo de pregunta a utilizar. Cada tipo de
pregunta tiene una utilidad, unas ventajas y unos inconvenientes. Por ello, conocer sus
características ayudará a escoger el tipo de pregunta más adecuado para la finalidad que
se persigue y, con ello, a diseñar un mejor cuestionario.
A) Preguntas de
exclusión
Al diseñar una encuesta suele ser una práctica habitual eliminar a posibles
encuestados que trabajen en el sector del marketing, la investigación de mercados o en la
industria para la que se está realizando la encuesta.
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Sin embargo, si se plantea esa misma pregunta como un listado de respuestas a
escoger, incluyendo profesiones que no se desean excluir, es más probable que el
encuestado no la identifique como una pregunta de exclusión y responda con sinceridad. Si
su respuesta fuera una de las causas de exclusión, se le dirigiría al final del cuestionario,
agradeciéndole su participación.
B) Preguntas de selección
En este tipo de preguntas la primera duda que surge es dónde situarlas en el cuestionario.
Aparentemente, el lugar ideal es al principio, ya que estas preguntas sirven para calificar al
posible encuestado como apto para el estudio y, por tanto, cuanto antes se formulen, antes
podrá ser descartado en caso de no ser apto, con el consiguiente ahorro de tiempo y
esfuerzo.
C) Preguntas abiertas
Dentro de lo que es el cuestionario principal, la primera división importante entre los tipos
de preguntas es la que se basa en la libertad de respuesta del encuestado, distinguiendo
entre aquellas preguntas que no presentan ninguna alternativa de respuesta, las preguntas
abiertas y aquellas en las que las alternativas de respuesta vienen prefijadas, las preguntas
cerradas.
D) Preguntas cerradas
1. Preguntas dicotómicas. Son las preguntas que ofrecen menor libertad de respuesta al
encuestado, al obligarle a elegir entre dos categorías. Serían preguntas que irían de las
estrictamente dicotómicas, con respuestas del tipo “Sí/no”o“De acuerdo/en desacuerdo", a
otras preguntas dicotómicas, que presentan respuestas como “Hombre/mujer" o
“Usuario/no usuario".
Un último aspecto que hay que tener en cuenta al diseñar este tipo de preguntas es la
posibilidad de introducir una opción de “No sabe” O “No sabe/no contesta”.
- 1
- 2
- 3 o más
- La Caixa
- La Rural
- BBVA
- Banco Santander
- Otra:...............................
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Ejemplo: ¿Qué deportes practicas? (puede seleccionar más de una opción)
- Fútbol
- Baloncesto
- Tenis
- Ciclismo
- Otros: ……………………………………..
E) Preguntas de tarjeta
En la encuesta cara a cara, cuando una pregunta es muy compleja, bien sea por el número
de respuestas posible, por la longitud de estas o por la utilización de escalas, es habitual
utilizar un apoyo visual que permita a los encuestados entender mejor la pregunta. Este
apoyo visual, que puede ser una tarjeta tradicional o utilizar medios informáticos más
modernos, ayuda al encuestado a entender una pregunta que sería difícil de recordar si
solamente la oyera de los labios del encuestador. Al presentarle la tarjeta, el encuestado lee
la pregunta, a veces junto con el encuestador (sobre todo en el caso de personas con
dificultades para comprender un texto leído o con problemas de visión) y contesta
escogiendo las opciones que aparecen en la tarjeta.
F) Preguntas filtro
Son preguntas que se utilizan para dividir a los encuestados en función de si tienen o no
determinadas características, dirigiendo cada grupo resultante hacia un set de preguntas
distinto, acorde con las características de sus componentes. Por ejemplo, en un estudio
sobre la movilidad en una gran ciudad se puede preguntar a la muestra si son usuarios
habituales del transporte público, utilizan habitualmente vehículos privados para
desplazarse por la ciudad o ninguna de las dos opciones (por ejemplo encuestados que sean
turistas o personas de paso por la ciudad); a los que contesten la primera opción se les haría
a continuación un bloque de preguntas sobre el transporte público; a los que contesten la
segunda se les preguntaría un conjunto de cuestiones sobre los hábitos de utilización de sus
vehículos privados, y a los que contesten la tercera opción se les daría las gracias por su
participación y se los despediría.
- Sí
- No (si responde no pase a la pregunta 27)
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G) Preguntas de control
H) Preguntas de escalas
Se distinguen seis tipos de escala, divididas en dos grandes grupos: básicas y múltiples, que
se describen a continuación.
1. Escalas básicas
Por un lado, están las escalas básicas, divididas a su vez en escalas métricas y escalas no
métricas:
a) Escalas no métricas. Las escalas no métricas son las que se emplean para
variables cualitativas, ya que carecen de significado cuantitativo. Esto implica
sencillez a la hora de cumplimentarlas en el cuestionario, pero limitaciones en
cuanto a las posibilidades de análisis estadístico. Se distinguen dos tipos:
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b) Escalas métricas. En cuanto a las escalas métricas, presentan las
características contrarias a las mencionadas para las no métricas, es decir, son
apropiadas para variables cuantitativas, son más difíciles de cumplimentar y
presentan grandes posibilidades de análisis estadístico. Se distinguen estos dos
tipos:
2. Escalas
Múltiples
Por otro lado, estarían las escalas múltiples, en las que se diferencian
dos tipos, la escala Likert y la escala de diferencial semántico.
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Conocidos los tipos de preguntas disponibles, ya se puede pensar en el diseño del
cuestionario propiamente dicho. Para diseñar el cuestionario, la primera cuestión con la que
hay que tratar es el orden que seguirán estas preguntas.
La razón para no tener este criterio es que, en principio, no existe ninguna regla absoluta
respecto al orden, aunque sí hay algunas consideraciones generales que habría que respetar,
como son: la temática de las preguntas y la fluidez del cuestionario.
En este sentido, la regla suele ser comenzar con preguntas de tipo general, para, a medida
que avanza el cuestionario, hacer hincapié en las temáticas más específicas. En primer lugar,
está el cansancio y la motivación de los encuestados, ya que las preguntas generales suelen
ser más sencillas de responder y por ello el encuestado no se sentirá frustrado al principio
del cuestionario por una pregunta que no comprende o a la que le resulta difícil contestar, y
esto le motivará a continuar con el cuestionario. Otra razón es que introducir preguntas muy
específicas al inicio del cuestionario puede dar al encuestado pistas sobre el objetivo del
estudio, lo que puede sesgar sus respuestas.
En todo caso, hay que evitar ir yendo y viniendo de un tema a otro en las preguntas, ya que
eso confundirá al encuestado y dificultará su desempeño.
Un cuestionario con una buena fluidez permitirá reducir el error debido al mal diseño de
preguntas correlacionadas. Para conseguirlo, puede ser útil utilizar un diagrama de flujo
como el que aparece en la figura 7.2.
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En un diagrama de flujo como el que aparece en el ejemplo, no se pretende
presentar las preguntas en la forma que adoptarán en el cuestionario final, sino
establecer el orden de los diferentes temas y plantear un routing adecuado,
que facilite la labor del encuestador que utiliza el cuestionario o del
encuestado que lo cumplimenta cuando este es autocumplimentado.
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A) Lenguaje utilizado y nivel de redacción
D) Concreción en el planteamiento
Hay que evitar la ambigüedad en las preguntas, para lo que puede seguirse una serie
de estrategias. La primera es evitar preguntas con dobles negaciones, del tipo Considero que
no comprar este producto no tiene incidencia en mi bienestar personal (en una escala Likert),
optando por alternativas más sencillas como Considero que comprar este producto no tiene
incidencia en mi bienestar personal (simplemente habría que interpretar las respuestas Muy
de acuerdo a Muy en desacuerdo en sentido contrario).
En algunos casos, tanto de forma consciente, ya que se necesite que salgan unos
resultados en el estudio, como inconsciente, por falta de experiencia del diseñador de
cuestionario, la formulación de las preguntas o de las alternativas de respuesta provoca el
sesgo del estudio hacia un determinado resultado.
Una pregunta objetiva debe evitar cualquier tipo de consideración en su planteamiento que
pueda favorecer o perjudicar la elección de alguna alternativa de respuesta por parte del
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encuestado. Estos planteamientos que atentan contra la objetividad de la pregunta y que,
por tanto, hay que evitar, son fundamentalmente de dos tipos.
Antes de utilizar la versión definitiva del cuestionario en el trabajo de campo, hay que someter
al cuestionario provisional a una prueba que se denomina pretest. El objetivo de esta prueba
es detectar posibles errores, tanto en el diseño del cuestionario como en la forma en que este
será administrado.
Una vez probado el cuestionario, se está ya preparados para recoger los datos. En una
encuesta personal cara a cara esto implica dos tareas básicas para el encuestador: leer las
preguntas y anotar las respuestas. Como se trata de una encuesta estandarizada, la labor del
encuestador es relativamente sencilla, y más si se compara con metodologías como la
entrevista personal cualitativa o la reunión de grupo, ya que no debe salirse en su lectura de
la redacción literal de la pregunta, ni anotar nada que no sea la respuesta literal del
entrevistado.
Por ello, es recomendable que el entrevistador, una vez que ha recibido su formación y antes
de llevar a cabo las encuestas definitivas, realice algunas encuestas de prueba, bien entre sus
amigos o familiares, o bien utilizando una muestra de conveniencia, diferente de las
personas que han sido seleccionadas en la muestra real.
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Para atender a todas estas cuestiones se dispone de dos herramientas que, además, son
complementarias:
2. La guía de la encuesta.
El encuestador debe leer el documento antes de realizar su primera encuesta (en su caso,
dentro del marco de su programa de formación), pero, además, es recomendable que lo
consulte repetidamente a lo largo del estudio, comprobando que ha seguido las
instrucciones correctamente y no ha ido cometiendo errores en la recopilación de
información.
La guía de la encuesta se debe adaptar a cada cuestionario en particular, por lo que no tiene
un contenido que se pueda generalizar para cualquier estudio. Sin embargo, hay una serie
de elementos que pueden considerarse típicos de este documento.
Uno de los elementos típicos de la guía de la encuesta son las aclaraciones a las
instrucciones del cuestionario. La mayoría de los cuestionarios, especialmente los de
formato tradicional en papel, incluyen instrucciones, tanto para el encuestador, como para
el encuestado, normalmente situadas junto a alguna pregunta. Las instrucciones para el
encuestado generalmente son leídas en voz alta por el encuestador, pero las instrucciones
para el encuestador no deben leerse. En la guía de la encuesta se indican todos estos
aspectos, además de la forma de identificar cada una de estas instrucciones (generalmente,
las instrucciones para el encuestador se diferencian utilizando mayúsculas, negrita o cursiva,
o bien en un color distinto si el formato del cuestionario lo permite, como sucede en los
cuestionarios CAPI).
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instruirá al encuestador para que, en el caso de que solamente le contesten una, insista
preguntando ¿Alguna más?, mientras que si en la respuesta aparecen más de tres, anote
solamente las tres primeras).
Durante una encuesta llevada a cabo mediante una entrevista personal cara a cara, el
entrevistador adopta, al menos, dos roles:
1. Rol de captador. Captar es la primera tarea que debe llevar a cabo el entrevistador es
conseguir la cooperación del entrevistado. Para conseguirlo el primer aspecto a cuidar es su
propia apariencia. Los institutos de investigación de mercados recomiendan una presencia
correcta y pulcra, aunque no demasiado formal. Además, todo encuestador debería ir
acompañado de su tarjeta de identificación, la cual debería ser suministrada por la empresa
que lo contrata para el trabajo de campo y debería incluir, al menos, la siguiente
información: identificación de la empresa, nombre del entrevistador y nombre, dirección y
teléfono de la empresa.
2. Rol de dinamizador y controlador. El segundo papel que adopta el encuestador, una vez
conseguida la cooperación del encuestado, es el de dinamizador y controlador de la
encuesta. Ya hemos dicho que la forma en la que el entrevistador lee el cuestionario y anima
a las respuestas del entrevistado puede tener mucha incidencia en el cansancio e interés de
este último y, por lo tanto, en la calidad de las respuestas que nos ofrezca. También se sabe
que el encuestador es el responsable último de la estandarización del cuestionario, ya que si
no lee las preguntas tal y como están planteadas o si cambia el orden de estas, hará que ese
cuestionario sea un instrumento diferente de los otros que se hayan empleado durante el
estudio.
1. Trate de buscar una entonación informal y con un volumen de voz medio dentro de la
lectura literal de las preguntas. El objetivo debería ser que la cumplimentación del
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cuestionario se parezca a una conversación informal entre dos personas y no adopte el tono
de un interrogatorio. Sin embargo, es muy importante que la entonación se ajuste a lo
escrito en el cuestionario, ya que introducir una interrogación o una exclamación en una
frase que no la lleva puede inclinar la respuesta del encuestado en un sentido u otro.
También es importante mantener el contacto visual con el encuestado, para lo que debería
ser capaz de leer las preguntas echándole vistazos rápidos al texto.
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