Universidad Autónoma
de Nuevo León
FACULTAD DE DERCHO
Y CRIMINOLOGIA.
“CARRERA LIC. EN
DERECHO”
DERECHO CIVIL: Personas y
Familia
Resumen
NOMBRE: Dinorah Mireya Cruz Sánchez
GPO: 013
MATRICULA: 1950393
NOMBRE DEL MAESTRO: Lic. María Elisa Montemayor
Saucedo
Ciudad Universitaria, San Nicolás de los Garza N.L. Septiembre 2020
CAPITULO 5:
El supuesto jurídico es un sistema de derecho que nos rige, para que
alguien tenga derechos subjetivos y obligaciones es necesario que
exista una norma a una regla jurídica que los establezca.
Las consecuencias jurídicas a las que da origen al supuesto son la
creación, la transmisión, la modificación, o la extinción de esos derechos
y obligaciones que se tienen.
Toda norma establece disposiciones de tipo general que solo son
aplicables a determinados sujetos dependiendo de si la conducta
concuerda con la hipótesis de la propia norma y se realiza el supuesto
de la misma.
El hecho jurídico es una acontecimiento generado por la actividad
humana o la puramente material, tomada en consideración por el hecho
para derivar del encontrado en provecho de una o varias personas un
estado, es decir, una situación jurídica general y permanente o por el
contrario un efecto jurídico ilimitado.
Algunos ejemplos de hecho jurídicos stricto sensu (de acontecimientos
que se efectúan si la intención de producir efectos jurídicos previstos
por la norma) son:
Ilícito penal= delito de robo
Ilícito civil= incumplimiento del contrato de arrendamiento
Hechos naturales= accesión
El hecho humano voluntario encaminado intencionalmente para
producir consecuencias previstas por el derecho constituye el llamado
acto jurídico.
Un acto jurídico se considera cundo una persona tiene la voluntad de
hacerlo y está en todo su derecho de hacerlo o aplicarlo y además
entran consecuencias jurídicas que pueden ser buenas o malas ya que
dan derechos y obligaciones. En el acto también entra la capacidad de
goce que está con nosotros desde que nacemos y que la ley nos otorga
en beneficio; también está la capacidad de ejercicio que se puede
aplicar hasta que somos mayores de edad. En el acto jurídico la ley nos
dice que se puede clasificar de manera unilateral, bilateral y plurilateral.
Los efectos jurídicos del hecho o acto jurídico: la creación, modificación,
transmisión o extinción de derechos subjetivos y obligaciones, se
traducen en una relación jurídica que liga a un acreedor, titular del
derecho subjetivo o parte activa de la relación, con su deudor, titular de
la obligación o deber jurídico, parte pasiva de la relación.
La creación que consiste en dar a cada uno sus derechos y
obligaciones; y tener la capacidad de crearlos también para otras
personas, la transmisión nos permite hacer una transferencia de
derechos y obligaciones a otra persona, la modificación este efecto
jurídico nos ayuda a hacer una transformación o un arreglo a los
derechos y obligaciones, y la extinción nos sirve para terminar con esos
derechos y obligaciones que se tienen.
Cuando la relación se establece para durar cierto tiempo recibe el
nombre de situación jurídica si éste es de carácter permanente afecta a
personas diferentes de las que la crearon y no se agota con un solo
complimiento se trata de una relación general y abstracta denominada
estado jurídico como el estado familiar y el político
El estado jurídico es la situación jurídica permanente, general o
abstracta que generan ciertos actos jurídicos cuando dicha situación se
prolonga en forma persistente y no se agota con el cumplimiento sino
que sigue produciendo efectos hasta que un nuevo hecho o acto jurídico
llega destruirla
CAPITULO 7:
Los elementos de existencia en el acto jurídico se requieren como
indispensables para que se produzcan los efectos jurídicos, de modo
que la falta de ellos no permite la constitución del acto. A partir de
nuestra legislación, los elementos de existencia del acto jurídico son la
voluntad o el consentimiento y el objeto.
El consentimiento es la manifestación de voluntad unilateral (el
testamento), bilateral (la compraventa) o plurilateral (la sociedad) que
tiene por objeto crear, transmitir, modificar o extinguir derechos y
obligaciones.
El objeto es la creación de una relación derechos, un vínculo obligatorio
consistente en deberes jurídicos y derechos subjetivos. El objeto se
divide en indirecto (mediato) y directo (inmediato). El indirecto o mediato
lo constituye la cosa que el obligado debe de dar o el hecho que debe
hacer o no hacer. El directo o inmediato consiste en la creación,
modificación, transmisión o extinción de una obligación, entendida en
sus dos aspectos: activo, como derecho subjetivo, o pasivo, como deber
jurídico, que dan origen a una relación, situación o estado jurídico.
La solemnidad es otro elemento de existencia de los actos jurídicos en
algunos casos; es la forma a la que la técnica jurídica y la legislación
han llevado tal categoría; los actos jurídicos solemnes son el matrimonio
y el testamento.
CAPITULO 8:
Los requisitos de validez serán válidos si se cumplen los requisitos de
validez que, de acuerdo con la doctrina, son indispensables para que el
acto jurídico, además de existir, no sea privado de alguno o de todos
sus efectos.
La capacidad es la aptitud para consentir, ya que se puede tener la
voluntad pero no la capacidad. Solo las personas capaces de expresar
plenamente su voluntad pueden ser sujetos del acto jurídico; así, la
voluntad debe provenir del sujeto capaz para que el acto sea válido. Las
incapacidades deben entenderse como las restricciones que la ley
impone a la capacidad de ejercicio de las personas.
No hasta que la voluntad sea expresada por persona capaz, sino que
es necesario que es necesario que no esté viciada. Se dice que una
voluntad está viciada cuando no es libre ni cierta. Habrá vicios en la
voluntad cuando esta se exteriorice por violencia, error, dolo, mala fe o
lesión.
A. Violencia: es la coacción que se ejerce sobre alguien y que le
impide actuar con libertad en la realización del acto jurídico, para
que esta sea vicio de la voluntad debe ser:
Actual= implica la amenaza de un dalo inmediato correlativo a la
celebración de acto, no acerca de algo del pasado o que puede
evitarse para el futuro.
Cierta= en cuanto a la precisión que se pueda causar, no la simple
enunciación de una posible mal indeterminado.
Seria= respecto de la magnitud del peligro que implica, ya sea por
medio de la fuerza física o de las amenazas.
B. Error: este constituye el estado subjetivo que se encuentra en
desacuerdo con la realidad, provocando que la manifestación de
la voluntad en el acto jurídico no sea consciente. El error invalida
el acto jurídico cuando incide en la sustancia de la cosa objeto del
acto o sobre sus condiciones esenciales o cuando recae en la
persona que constituye la causa principal del error.
Tipos de errores:
Error obstáculo= produce la inexistencia de un acto, pues no llega
a haber consentimiento porque las partes no coinciden al designar
el objeto.
Error nulidad= hace al acto jurídico simplemente anulable; este
resulta susceptible a la enmienda, puede recaer en la persona con
que se contrata, sobre la sustancia de la cosa o sobre los efectos
del acto que se realiza.
Error leve= carece de influencia en la validez del acto.
C. Dolo: significa mentira, engaño o simulación, esto es la intención
deliberada de perjudicar o dañar injustamente a alguien; es toda
acción que persiga esa finalidad.
D. Mala fe: disminución del error de uno de los contratantes una vez
conocido. Hay mala fe cuando, conociendo el error en que se
encuentra la otra parte, no se le hace saber, es pues, una actitud
pasiva de disimulo que mantiene el error a quien cayó en el.
E. Lesión: significa cualquier daño, perjuicio o detrimento; es
inherente a la lesión la desproporción de las prestaciones que se
hacen las partes al llevar a cabo un acto jurídico bilateral. Para
que la lesión proceda y se clasifique como vicio de la voluntad,
exigen el cumplimiento de dos requisitos:
Elemento objetivo= lo constituye la desproporción entre las
prestaciones que las partes deban darse
Elemento subjetivo= lo integra el estado de necesidad o
indefensión de una de las partes.
Para que el acto jurídico sea existente y valido, el objeto, debe reunir
ciertos requisitos: existir en la naturaleza, ser determinado o
determinable en cuanto a su especie y estar en el comercio. El código
civil local establece que el objeto, motivo o fin del contrato deber ser
lícito, esto es no ser contrario a las leyes de orden público ni a las
buenas costumbres.
Por buenas costumbres, la mayoría de los autores entienden la moral
social imperante en determinado tiempo y lugar. Otros consideran que
las buenas costumbres son los usos sociales, independientemente de
su contenido moral, en ambos casos, se debe atender al sentimiento
ético de la sociedad.
La forma es el conjunto de requisitos o manifestaciones externas
determinadas por la ley.
CAPITULO 9:
La celebración de cualquier acto jurídico en especial la del contrato,
tiene como efectos la creación, transmisión, modificación y extinción de
derechos y obligaciones, estas constituyen su objeto directo. El acto
jurídico tiene su razón de ser en la creación de la relación jurídica entre
aquellos que celebran el acto, esto es, entre los que manifiestan su
voluntad de obligarse a dar, hacer o no hacer algo. A veces quien no
interviene personalmente en el acto queda obligados a sus efectos
jurídicos y quienes sí participan en él no lo quedan.
Los efectos jurídicos como objeto directo se dividen en:
Autor: se llama así a quien por sí mismo o por su representante
realiza un acto jurídico unilateral.
Partes: son aquellos que celebran un acto bilateral o plurilateral
ya sea por sí mismo o por sus representantes.
Terceros: son aquellos a los que no afecta el acto jurídico, o sea,
todo aquel que no es autor ni parte, esto es ninguno de las 2
partes o más que interviene en el acto jurídico, aunque asisten a
la celebración del mismo (notario, traductores, testigos) y
participen en él. Tercero también lo es el que puede ser afectado
indirectamente con su celebración (acreedores, vecinos,
interesados).
Causante: es la persona titular de un derecho u obligación y que
lo transmite a otro ya sea por sí mismo o por su representante.
Causahabiente o sucesor de otro en un derecho o una
obligación: es a quién le afecta el acto. Puede serlo a título
universal, por recibir en una sucesión el patrimonio total o una
parte; o a título particular, por recibir algún bien determinado. El
causahabiente a título universal no es considerado un tercero
porque sustituye al causante, por lo cual los actos de este le
afectan como si él los hubiera realizado.
Representante: es aquel que, aunque no participa en el acto, lo
hace en nombre de otro y se le considera tercero. El concepto de
representación implica el principio res inter alio saeta, "lo hecho
entre unos no puede perjudicar ni aprovechar a otros" que no
intervinieron en el acto. El derecho moderno permite la
estipulación en favor de tercero que no fue parte, pero que puede
aprovecharse del acto.
Se ha dicho que para realizar los actos jurídicos es esencial la voluntad
del autor o la parte en el acto. Pero sucede que a veces, por su edad,
estado de salud u otras causas, la ley considera que una persona no
está capacitada para actuar por sí misma, por lo que es necesario que
otro lo haga en su nombre; es decir, la representante en la celebración
del acto. También suele suceder que por ausencia o muerte sea
necesario un representante, o que, por simple comodidad, una persona
capaz se haga representar por otra en los actos jurídicos. De ahí, que
por representación se haga referencia a la situación de una persona que
actúa en nombre de otra.
La representación puede ser legal (también llamada necesaria o
forzosa) y voluntaria o convencional. Cuando se trata de representar
a un incapaz o ausente, como en el caso del tutor del incapacitado o el
representante legal del ausente, se está ante la representación legal,
necesaria o forzosa. Cuando por un acto de voluntad se concede la
representación a otra persona mediante un contrato (mandato), se está
ante la representación voluntaria o convencional. Cuando alguien sin
mandato y sin estar obligado a ello se encarga de los asuntos de otro,
surge la representación oficiosa.
La representación legal de algunos incapaces es una simple asistencia
que completa o integra la capacidad, pues en estos casos se requieren
dos voluntades (la del menor incapaz y la de su representante) para que
el acto sea válido, por ejemplo: el matrimonio de menor y en el
reconocimiento de hijos. A su vez, los menores emancipados requieren
un tutor para sus asuntos judiciales. Cuando el representante se excede
en las facultades que el contrato de mandato o la ley le señalan, es
responsable de los daños y perjuicios que se le ocasionen al
representado; el contrato será nulo y la contraparte podrá a su vez exigir
el pago de daños y perjuicios a quien indebidamente contrató. Pero si
el representado falsamente ratifica la gestión, hace suyos el derecho y
la obligación contratados.
CAPITULO 10:
El acto jurídico como acto humano voluntario y lícito cuyo fin inmediato
es establecer entre las personas relaciones jurídicas que crean,
modifican, transmiten o extinguen derechos y obligaciones.
Los actos jurídicos pueden clasificarse con base en diferentes criterios,
lo que conduce a distintas clasificaciones:
a) Aquel que atiende al número de voluntades que intervienen en su
formación.
b) Respecto del momento en que surtirán sus efectos
c) En su relación con sus efectos pecuniarios
d) Por su forma.
e) En cuanto hayan sido objeto de regulación por el derecho positivo.
f) Por la naturaleza de su objeto.
A partir del número de voluntades que intervienen en la formación de
los actos jurídicos éstos se clasifican en unilaterales, bilaterales y
plurilaterales.
Unilaterales: son aquellos que se forman por una voluntad única.
Para que surtan efectos jurídicos, basta con la voluntad de una
sola persona. Ejemplo: testamento.
Bilaterales: todos aquellos que requieren la participación de dos
voluntades en su formación. Para que se produzcan los efectos
jurídicos se necesita el consentimiento de dos personas. Ejemplo:
contratos.
Plurilaterales (colectivos): son aquellos en cuya formación
participan más de dos voluntades, generan efectos jurídicos para
todas las personas que intervienen en ellos y obligan a todas las
partes. Ejemplo: la sociedad civil
De conformidad con este criterio, los actos jurídicos se clasifican en
actos:
De dar: son los que trasladan el dominio o el uso de una cosa.
Ejemplo: la donación
De hacer: son los que implican la prestación positiva de un hecho,
por ejemplo: la prestación de servicios profesionales.
De no hacer: son los que implican abstención , ejemplo: los que
establecen la obligación de no vender determinado producto en
un establecimiento, a cambio de ciertas ventajas
La clasificación por forma alude a los requisitos que el autor o las partes
deben cumplir al manifestar su voluntad, para que los actos jurídicos
surtan sus efectos; se dividen en consensuales, formales y solemnes:
Consensuales: son aquellos que no requieren una forma
determinada para realizarse; las partes son libres para darles
forma. Ejemplo: el comodato.
Formales: son los actos jurídicos que para surtir sus efectos
deben realizarse con apego a las formalidades que exige la ley.
Ejemplo: la compraventa de inmuebles.
Solemnes: son aquellos que para su existencia jurídica requieren
el cumplimiento de una determinada forma exigida por la ley.
Ejemplo: el matrimonio.
Los actos jurídicos se clasifican de acuerdo con su regulación con
el derecho positivo en:
Nominados: son aquellos a los que el código da un nombre y
tienen una reglamentación especial que los regula, ejemplo; la
compraventa.
Innominados: son aquellos que no tienen nombre ni se
encuentran reglamentados por ley alguna.
En su origen romano se clasificaban por sus prestaciones: do ut
des, do ut facies, Facio ut des, Facio ut facies, o sea, doy para
que des, doy para que hagas, hago para que des, hago para que
hagas.
Po el momento en que surten sus efectos en:
Intervivos: son los actos cuyos efectos se surten en la vida de
las partes, por ejemplo: cualquier contrato.
Mortis causa: son aquellos actos cuyos efectos solo se
actualizan a la muerte del sujeto, esto es, la transmisión de un
derecho no produce sus efectos jurídicos sino hasta después del
deseo del disponente, ejemplo: el testamento.
La clasificación por sus efectos es:
Constitutivos: son aquellos actos que crean una nueva situación
jurídica, esto es, que originan un derecho o una obligación
patrimonial o personal.
Declarativos: son aquellos actos que solo reconocen una
situación preexistente.
Conmutativos: son aquellos actos cuyas prestaciones están
determinadas al celebrarse el acto, de manera que cada parte
contratante puede apreciar si gana o pierde.
Aleatorios: son aquellos actos en los que la determinación de la
prestación está sujeta a la realización de un acontecimiento
fortuito, que da la posibilidad de una ganancia o pérdida.
Puros y simples: son aquellos actos en los que la exigibilidad de
las obligaciones surge al celebrarse el acto.
Sujetos a modalidad: son aquellos actos sujetos a condición o
plazo. Las obligaciones solo son exigibles al cumplirse la
condición o al llegar el plazo.