Revista de Derecho #4 330 368
Revista de Derecho #4 330 368
SUMARIO:
1. Persona y sujeto de derecho
2. Determinación de las personas
3. Clasificación de las personas
*
Investigador-docente Instituto de Derecho Privado. Universidad Central de Venezuela.
Profesora de Derecho Civil I.
1
Sobre la persona, véase: GANGI, Calogero: Persone Fisiche e Persone Giuridiche. Milano,
Dott. A. Giuffre editore, 1946; CORRAL TALCIANI, Hernán: El Concepto Jurídico de
Persona. Una Propuesta de Reconstrucción Unitaria. En: Revista Chilena de Derecho, Vol.
17, N° 2, mayo-agosto 1990, Facultad de Derecho, Pontificia Universidad Católica de Chile,
pp. 301-321; CRUZ BAJARES, Jorge: El sujeto de Derecho, concepto de la personalidad,
capacidad de goce y de ejercicio. Los seres humanos y el ente jurídico. Principio y fin de las
personas naturales, la capacidad del feto y determinación del momento de la concepción.
Caracas, 1946 (tesis de grado); IBÁÑEZ SANTA MARÍA, Gonzalo: Persona, Personalis-
mo y Derechos Humanos. En: Revista Chilena de Derecho, Vol. 12, N° 2, mayo-agosto 1985,
Facultad de Derecho, Pontificia Universidad Católica de Chile, pp. 313-323.
318 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
Todas las materias alrededor de las cuales giran las normas existen
porque tienen un único destinatario: la persona. Sin ella, poco importa-
rían las cosas, los bienes, las obligaciones, los contratos y cualquier otra
institución jurídica. El derecho existe por y para ésta. Fue el hombre
como ser social quien en el inicio del tiempo, ante la necesidad de pre-
venir y resolver conflictos, creó el Derecho, de manera pues que siendo
el ser humano la persona por antonomasia, no es difícil deducir que todo
el sistema legal gira siempre alrededor de tal noción.
2
CARRASCO PERERA, Ángel: Derecho Civil. Madrid, edit. Tecnos S.A., 1996, p. 58.
Agrega el autor: “Ella es la destinataria de las normas jurídicas y en su favor se encuentran
reconocidos, sobre todo frente al Estado, los derechos, los bienes y las posiciones jurídicas
fundamentales.” (Ídem). Véase en el mismo sentido: MORO ALMARAZ, María Jesús e
Ignacio Sánchez Cid: Nociones Básicas de Derecho Civil. Madrid, edit. Tecnos, 1999, p. 115.
3
HATTENHAUER, Hans: Conceptos Fundamentales del Derecho Civil. Barcelona, edit.
Ariel S.A., 1987, p. 19.
4
LETE DEL RÍO, José: Derecho de la Persona. Madrid, edit. Tecnos, 3ª edic., 1996, pp. 19-20.
5
Véase: GONZÁLEZ DE CANCINO, Emilssen: De los Conceptos de Persona y Hombre en
la Tradición Romanística. En: La Persona en el Sistema Jurídico Latinoamericano. Colombia,
Universidad Externado de Colombia, 1995, p. 42: “La identificación de los conceptos de
hombre y persona parece evidente, dándose así, al primer término un significado jurídico
específico si bien íntimamente ligado con su significado ontológico”. Véase igualmente: GA-
LLO GUTIÉRREZ, Felipe de Jesús: Derechos de la personalidad. En: http://
www.monografías.com/trabajos/derper2.shtml , p. 2, obsérvese que el autor indica que per-
sona es la denominación genérica dada a todos lo individuos de la especie humana.
6
Véase en este sentido: MORO ALMARAZ y SÁNCHEZ CID, ob. cit., p. 115; CASTÁN
TOBEÑAS, José M.: Derecho Civil Español Común y Foral. Madrid, Instituto Editorial
Reus, 1955, T. I, Vol. II, pp. 96-97.
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7
MILLÁN-PUELLES, Antonio: Léxico Filosófico. Madrid, Ediciones Rialp S.A., 1984, p.
458; CASTÁN TOBEÑAS, ob. cit., p. 97. Véase en el mismo sentido: GALLO GUTIÉRREZ,
ob. cit., p. 2; MONTOYA MARÍN, Juan Eliseo: Concepto de hombre, persona y derechos
humanos. En: http: // www.monografias.com/trabajos7/perde/perde.shtml , p. 3. Puede verse
también: GAGO G., Pedro F.: La idea de persona en Legaz y Lacambra. En: Revista de la
Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, N° 82, 1992-93, pp. 285 y ss.
8
Véase: HOYOS CASTAÑEDA, Ilva M.: La persona y sus derechos. Colombia, edit.
Themis S.A., 2000, p. 64: “El concepto jurídico de persona tiene relación con el concepto
filosófico de persona. Uno y otro concepto se refieren a la misma realidad: el ser humano,
aunque las notas que se resalten sean distintas…”.
9
Véase en este sentido: MONTOYA MARÍN, ob. cit., p. 3.
10
PUIG PEÑA, Federico: Introducción al Derecho Civil Español Común y Foral. Barcelona,
Bosch Casa Editorial, 2ª edic., 1942, p. 205; CIFUENTES, Santos: Elementos de Derecho
Civil. Buenos Aires, edit. Astrea, 2ª edic., 1991, p. 85. Véase asignando otro origen a la
palabra persona: CORRAL TALCIANI, ob. cit., p. 302, indica siguiendo a De Castro que el
origen etimológico sin embargo no está claro, pues otra explicación con menos fuerza refiere
que la expresión proviene del término etrusco phersu, utilizado para designar un extraño
personaje enmascarado que aparece grabado en la tumba de Augure.
11
VALVERDE Y VALVERDE, Calixto: Tratado de Derecho Civil Español. Valladolid, Talle-
res Tipográficos “Cuesta”, 4ª edic., 1935, T. I, Parte General, p. 221. Véase igualmente:
RECASENS SICHES, Luis: Introducción al Estudio del Derecho. México, edit. Porrúa S.A.,
5ª edic., 1979, p. 153; GONZÁLEZ DE CANCINO, ob. cit., p. 43; CIFUENTES; ob. cit.,
pp. 85-86; GALLO GUTIÉRREZ, ob. cit., p. 2.
320 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
12
Véase en torno a la doctrina nacional: AGUILAR GORRONDONA, José Luis: Derecho
Civil Personas. Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 14ª edic., 2000, p. 39;
CONTRERAS BRICEÑO, Gustavo: Manual de Derecho Civil I Personas. Venezuela, Vadell
Hermanos Editores, 1987, p. 34; ZERPA, Levis Ignacio: Derecho Civil I Personas. Guía y
Materiales para su Estudio por Libre Escolaridad. Caracas, Universidad Central de Venezue-
la, 1987, p. 7; HUNG VAILLANT, Francisco: Derecho Civil I. Valencia-Venezuela-Caracas,
Vadell Hermanos Editores, 1999, pp. 48 y 49.
13
Véase: GONZÁLEZ DE CANCINO, ob. cit., p. 44, quien cita a Rodríguez-Piñeres:
“Persona es todo ser existente física o legalmente, susceptible de desempeñar el papel de
sujeto activo o pasivo del derecho”. Véase igualmente en torno a la definición de persona en
el derecho colombiano: HOYOS CASTAÑEDA, ob. cit., pp. 19-23.
14
Véase sobre la relación jurídica: TOSTA, María Luisa: Introducción al Derecho (Guía y
materiales para su estudio por Libre Escolaridad). Caracas, Universidad Central de Vene-
zuela, 1985, pp. 204-212; DELGADO OCANDO, José Manuel: Lecciones de Introducción
al Derecho. Valencia-Venezuela-Caracas, Vadell Hermanos Editores, 4ª edic., 2001, pp. 1-15
y 319-321; CONTRERAS BRICEÑO, ob. cit., pp. 35-37.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 321
15
Indica en este sentido Tosta: El Derecho sólo reconoce como productora de efectos jurídi-
cos aquellas relaciones que tengan una verdadera utilidad para la vida social, aquellas que en
vista de sus fines económicos, sociales y de otra naturaleza las haga merecedora de tutela
jurídica. Y, en consecuencia, así lo reconoce una norma jurídica (Ibíd., pp. 204-205). Véase
también: MORO ALMARAZ y SÁNCHEZ CID, ob. cit., p. 101: las relaciones de la vida
práctica son susceptibles de constituir una relación jurídica; MARÍN PÉREZ, Pascual: De-
recho Civil. Madrid, Edit. Tecnos, 1983, Vol. I, pp. 19-20: la relación jurídica es una relación
de persona a persona, determinada por una regla y supone una relación de hecho que se eleva
a forma jurídica.
16
PARRA ARANGUREN, Fernando y Alberto Serrano: Elementos para el estudio de la
norma jurídica. En: Actas Procesales del Derecho Vivo, Nos. 61-63, Vol. XXI, Caracas,
Grafiúnica, 1977, p. 49. (los autores siguen a Nawiasky).
17
Véase: BORREL Y SOLER, Antonio M.: Derecho Civil Español. Barcelona, Bosch Casa
Editorial, 1955, T.I, p. 105: La relación jurídica supone un sujeto (persona), un objeto (una
cosa) y una causa que liga la cosa al sujeto. La persona es el sujeto de derecho. Véase
igualmente: LLAMBIAS, Jorge Joaquín: Tratado de Derecho Civil Parte General. Buenos
Aires, edit. Perrot, 17ª edic., .997, T.I, pp. 213-216.
18
Véase: PARRA ARANGUREN Y SERRANO, ob. cit., p. 50: el sujeto de derecho o
persona es la entidad portadora de las facultades y obligaciones jurídicas. Véase también:
LLAMBIAS, ob. cit., p. 213: el sujeto activo o titular de la relación jurídica es la persona que
puede ejercer la prerrogativa a que ella se refiere. El sujeto pasivo es quien debe soportar
inmediatamente el ejercicio de la prerrogativa del titular.
19
Véase: PARRA ARANGUREN Y SERRANO, ob. cit., p. 59, quienes siguiendo a Nawiasky
indican: el objeto es la obligación impuesta a otro por la norma jurídica, cuya sanción está a
disposición del interesado. Véase también: TOSTA, ob. cit., p. 205: el objeto constituye el
contenido de la obligación del sujeto pasivo y al propio tiempo del derecho del sujeto activo.
Véase igualmente: LLAMBIAS, ob. cit., p. 214: El objeto de la relación jurídica está consti-
tuido por el contenido de la prerrogativa del titular.
322 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
una cosa o la prestación debida por el sujeto titular del deber pero nunca
por la persona en sí misma.20 Finalmente, podemos decir que el nexo
jurídico o causa es la vinculación a nivel de derecho que convierte la
relación en trascendental para el sistema y vendría dada por las normas
que amparan tal hecho o acto jurídico.21
20
Véase: RECASENS SICHES, ob. cit., p. 163: el objeto de toda relación jurídica es la
conducta del sujeto obligado en dicha relación. Entiéndase bien, una conducta, pues el ser
humano, precisamente en tanto que persona dotada de dignidad nunca puede ser objeto de
derecho. Puesto que muchas conductas humanas se dirigen a “cosas” o “bienes” se aclara que
esas cosas constituyen el centro de interés del derecho subjetivo y el contenido del compor-
tamiento del deber jurídico de otra persona.
21
Véase: LLAMBIAS, ob. cit., p. 214: La causa de la relación jurídica es el hecho o acto del
cual deriva. La relación jurídica reconoce su origen en un hecho o acto que la antecede y al que
el ordenamiento jurídico le asigna la virtualidad de producirla, por ejemplo, un contrato, una
disposición testamentaria o la posesión.
22
Véase: NAWIASKY, Hans: Teoría General del Derecho. Madrid, Ediciones Rialp S.A.,
1962. Traducción José Zafra Valverde, p. 218: el derecho subjetivo es una norma jurídica
establecida a favor de una persona cuya tutela depende de su voluntad o bien el poder de
disponer sobre una tutela estatal a favor de un interés individual. Véase igualmente sobre el
derecho subjetivo: ROSS, Alf: Sobre el Derecho y la Justicia. Argentina, Editorial Universi-
taria de Buenos Aires, 1963, Traducción Genaro R. Carrió, p. 178: El contenido específico de
un derecho subjetivo es pues la restricción de la libertad de acción de otra persona o la
correlativa facultad del titular del derecho. El contenido del derecho in personan, es pues, el
deber de cumplir del deudor, o la facultad del acreedor respecto del cumplimiento. El conte-
nido del derecho de propiedad es la facultad del propietario de que otros se abstengan de
perturbar su uso y goce de una determinada cosa. En el campo de los derechos in rem, la
expresión contenido específico de un derecho se usa también con menos precisión para
designar la libertad de acción privilegiada del titular del derecho.
23
Véase: NAWIASKY, ob. cit., p. 214: el deber jurídico es la norma jurídica considerada desde
el punto de vista de su destinatario.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 323
24
Se ha indicado que las relaciones jurídicas que carecen de sujeto pasivo individualizado son
las que corresponden a los llamados derechos “absolutos” porque no se ejercen contra una
persona determinada, sino indeterminadamente contra quien quiera se oponga a su ejercicio,
es decir, se ejerce “erga omnes”. Es lo que ocurre en el ámbito de los derechos reales. En las
relaciones jurídicas correspondientes a los derechos llamados “absolutos” el sujeto pasivo es
toda la sociedad. (LLAMBIAS, ob. cit., p. 213).
25
Véase: HATTENHAUER, ob. cit., p. 19: “Toda relación jurídica consiste en la relación de
una persona con otra persona”. Véase igualmente: Ibid., p. 20; Savigny indicaba que se
necesitaba por lo menos dos personas para construir una relación jurídica.
324 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
26
NAWIASKY, ob. cit., p. 232. Las relaciones jurídicas recíprocas son siempre “relativas”,
pues suponen vínculos de derecho entre personas determinadas, pero pueden asociarse en
ellas derechos absolutos, inherentes a la relación con terceras personas. Piénsese en la relación
entre cónyuges y entre padres e hijos, en las relación conyugal las pretensiones de ambas
partes tienen hacia fuera carácter absoluto (Ibíd. p. 334).
27
Véase: TOSTA, ob. cit., p. 211: “Las normas de derecho establecen además de la relación
jurídica situaciones en las que puede encontrarse un sujeto en vista de las cuales pasa a ser el
centro de una serie de efectos jurídicos. La situación jurídica sería el conjunto de deberes y
derechos determinados y eventuales que el Derecho atribuye a una persona colocada en
ciertas condiciones”.
28
Así al referirse a la situación jurídica, Tosta coloca el ejemplo del deudor, al cual no sólo se
le atribuye el deber específico de pagar al acreedor sino una serie deberes y derechos frente a
éste. (Ídem). Obsérvese que el supuesto del deudor y acreedor es el típico ejemplo de relación
jurídica.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 325
tiene el deber de pagar, pero el acreedor tiene el deber de dar por fini-
quitada la deuda. Visto así la relación jurídica constituye un espectro
más reducido que la situación jurídica, pues si bien en la primera se ve
claramente definido el rol activo y pasivo de cada una de las partes, en
tanto que en la segunda ambos son potencialmente titulares de deberes
y derechos implícitos en la relación. Podríamos afirmar entonces que la
situación jurídica supone varias relaciones jurídicas.29 En este sentido
aclaran Fernando Parra Aranguren y Alberto Serrano: “Cada persona
jurídica se halla vinculada por numerosas y varias relaciones jurídicas
por las cuales es, no solamente titular de facultades o derechos subjeti-
vos, sino también sujeto de deberes jurídicos. Por lo tanto, la relación
jurídica constituye un proceso nimio de la vida del sujeto jurídico. Por
ello fue preciso crear una noción más amplia que abarcase varias rela-
ciones jurídicas a un tiempo y definiera –por decir así– la posición glo-
bal de un sujeto jurídico determinado frente al ordenamiento jurídico”.30
Para otros un cúmulo de relaciones jurídicas da lugar a una institución
jurídica”.31
29
Véase: Ibíd., pp. 211-212: “Si bien con respecto de la relación el sujeto es titular de un
determinado derecho o de un determinado deber, cuando lo colocamos como centro de situa-
ción jurídica, este sujeto es el eje activo de una serie de derechos y obligaciones. Cuando se
habla, por ejemplo, de la situación jurídica del padre de familia, los hacemos vértice de un
conjunto de relaciones jurídicas por las cuales tiene una serie de derechos como por ejemplo,
el de exigir la obediencia de quienes están sometidos a tutela; pero, así mismo, una serie de
obligaciones, como por ejemplo, la de educar y mantener a la familia. Si bien en la relación se
determina de manera precisa y exacta cuáles son los deberes y las obligaciones de cada una de
las partes, en situación jurídica el sujeto se coloca no sólo como sujeto de una serie de deberes
y obligaciones inmediatas, sino al propio tiempo como sujeto eventual de relaciones jurídicas
que se refieren a su particular situación, y que pueden en definitiva producirse o no”.
30
PARRA ARANGUREN Y SERRANO, ob. cit., p. 69. Así mismo, los autores definen la
situación jurídica siguiendo a Legaz y Lacambra de la siguiente forma: “las distintas circuns-
tancias de la existencia jurídica personal, en las cuales se contienen en potencia todas las
posibilidades de la vida del sujeto de derecho, con arreglo a las cuales realiza actualmente o
puede realizar en cualquier momento las varias formas de conducta que constituyen el activo
y el pasivo de su haber jurídico”. (Ibíd., p. 70).
31
NAWIASKY, ob. cit., p. 233; DELGADO OCANDO, ob. cit., p. 319, señala el autor que
se habla así por ejemplo de la institución jurídica del matrimonio y agrega: “Pero en ocasiones
se lo refiere también al conjunto de normas que tienen por objeto una institución social, sin
tener en cuenta los vínculos subjetivos, por ejemplo, las reglas jurídicas sobre la propiedad,
sobre la sociedad de responsabilidad limitada, etc.”. Véase también: MARÍN PÉREZ, ob. cit.,
p. 27, quien siguiendo a Enneccerus indica que se llama institución jurídica al conjunto de
disposiciones del Derecho relativas a las relaciones jurídicas de una clase determinada.
326 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
32
Véase en este sentido: DELGADO OCANDO, ob. cit., p. 4: “la relación jurídica puede
tener un contenido patrimonial, porque los actos jurídicos tienen por regla general un conte-
nido económico. Pero no es necesario que la relación jurídica tenga un contenido patrimonial;
hay multitud de relaciones jurídicas, sobre todo en el derecho de familia, en donde a pesar de
existir en el derecho de familia, en donde a pesar de existir la relación jurídica, no existe
contenido económico”. A lo anterior agrega el autor otras características de la relación jurídica:
debe tener siempre un contenido lícito; se da siempre entre personas, nunca entre una persona
y una cosa; no hay ninguna diferencia entre norma y relación jurídica. (Ibíd., pp. 1-4).
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 327
33
ABARCA CANDERO, Ricardo: Algunos datos acerca de la subjetividad jurídica. Méxi-
co, Escuela Libre de Derecho, 1955, p. 85. (tesis).
34
RECASENS SICHES, ob. cit., p. 148.
35
Véase en este sentido de “quien está investido actualmente de un derecho”: CONTRERAS
BRICEÑO, ob. cit., p. 37; CASTÁN TOBEÑAS, ob. cit., p. 98; PUIG PEÑA, ob. cit., pp.
206-207; CIFUENTES, ob. cit., p. 85.
36
Véase: AGUILAR GORRONDONA, ob. cit., p. 40.
37
Véase: MONROY CABRA, Marco Gerardo: Los Derechos Humanos. Bogotá, edit.
Temis, 1980, p. 24: Los derechos son correlativos a los deberes. Los derechos de la persona
humana en el mundo de hoy, no pueden entenderse aisladamente de las obligaciones para con
los demás seres, y en especial respecto de los grupos sociales.
328 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
38
Véase: ORGAZ, Alfredo: Personas Individuales. Buenos Aires, edit. Depalma, 1946, p. 4:
En su acepción jurídica, persona es simplemente el titular de un derecho o deber. Ninguna
persona es titular solamente de derechos o solamente de deberes, ambos se encuentran
entremezclados en el mismo sujeto.
39
Barbero indica que la personalidad es una calificación formal, necesaria o libre, conexa con
la capacidad jurídica (BARBERO, Doménico: Sistema de Derecho Privado. Buenos Aires,
Ediciones Jurídicas Europa-América, 1967, T. I, p. 190).
40
Véase al respecto: HATTENHAUER, ob. cit., p. 22: Los términos persona y personalidad
se usan frecuentemente en un mismo sentido. La segunda palabra designa una cualidad, la
primera quien que posee aquella cualidad. Véase también; Ibíd., pp. 20-21: Mientras que la
palabra “persona” es herencia de los romanos, la “personalidad” es un neologismo de finales
del siglo XVIII. Nacida en el espíritu de la ilustración, como muchas otras, irrumpió pujante,
y pronto estuvo en todas las bocas. Véase también: LA ROCHE, Alberto José: Derecho Civil
I. Maracaibo, edit. Metas C.A., 2a edic., 1984, Vol. II, p, 54; el concepto de personalidad está
referido a la condición o cualidad de persona.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 329
41
Véase en este sentido nuestro trabajo: DOMÍNGUEZ GUILLÉN, María Candelaria:
Ensayos sobre capacidad y otros temas de Derecho Civil. Caracas, Tribunal Supremo de
Justicia, Colección “Nuevos Autores”, 2001, pp. 3-8
42
Véase: MIRABELLI, Cesare: Observaciones sobre los derechos fundamentales de la
persona. En: La Persona en el Sistema Jurídico Latinoamericano. Colombia, Universidad
Externado de Colombia, 1995, Traducción José E. Fuquen Corredor, p. 59: los términos
persona, personalidad, sujeto, subjetividad, capacidad jurídica, con términos que expresan
nociones afines o contiguas cuyo análisis constituye el centro de cualquier reflexión sobre el
momento subjetivo del derecho y comprende un vasto conjunto de problemas.
330 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
43
Sobre la capacidad de obrar o de ejercicio, véase: DOMÍNGUEZ GUILLÉN, ob. cit., pp.
8-21.
44
Ibíd., pp. 57-65.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 331
son “personas jurídicas” en sentido amplio,45 pues ambas son entes que
actúan en el mundo jurídico, es decir, en una relación de derecho. Se
dice así que la subdivisión viene dada en personas naturales y personas
jurídicas en sentido estricto o strictu sensu. Sin embargo, salvo que se
derive del propio contexto lo contrario, tradicionalmente cuando aludi-
mos a persona jurídica generalmente sabemos que nos referimos a los
entes ideales por oposición a la persona natural.46
45
Véase en este sentido: PUIG BRUTAU, José: Compendio de Derecho Civil. Barcelona,
Bosch Casa Editorial S.A., 1.987, Vol. I, p. 165: a pesar de la terminología prevaleciente es
una inexactitud referirse a personas jurídicas para designar ciertas organizaciones pues la
persona individual también es persona jurídica. Véase igualmente: MARÍN ECHEVERRÍA,
Antonio Ramón: Derecho Civil I. Personas. Venezuela, McGraw-Hill Interamericana, 1998,
p. 7. Véase igualmente: NAWIASKY, ob. cit., p. 246: La persona jurídica obedece a una
creación artificial del derecho pero el hombre también es una criatura del derecho, por eso se
debería hablar en rigor lógico de persona jurídica en sentido estricto; MARÍN PÉREZ, ob.
cit., p. 117: una rutina inveterada viene contraponiendo la persona física a la jurídica como si
el hombre o la mujer fueran seres “antijurídicos o extrajurídicos”.
46
Marín Echeverría prefiere refirse a “persona jurídica individual” y “persona jurídica colec-
tiva”. Véase: MARÍN ECHEVERRÍA, ob. cit., p. 7.
47
Sobre las personas jurídicas en estricto sentido véase: FERRARA, Francesco: Le Persone
Giuridiche. Torino, Unione Tipografico- Editrice Torinense, 1.938. Tomado de: Trattato di
Diritto Civile Italiano. Por Vassalli, Filippo. Vol. II, T. II; TOBAR RIBADENEIRA, Luis:
Las Personas Jurídicas en el Ecuador. Quito, Colección Monografías Universitarias de la
Revista “Pensamiento Católico”, 1957; MORI, Vittorio: Caratteri della Persona Giuridica.
Milano, Societá Editrice Liberaría, 1907; CAPILLA RONCERO, Francisco: La persona
jurídica: funciones y disfunciones. Madrid, edit. Tecnos, 1984; DE CASTRO Y BRAVO,
Federico: La persona jurídica. Madrid, edit. Civitas, 2ª edic., 1984.
48
Sobre la persona natural, véase: PERLINGIERI, Pietro: La Personalitá umana nell’
ordinamento giuridico. Italia, Universita degli Studi di Camerino, 1972.
332 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
49
Terminología originada a partir de la teoría de la ficción propuesta por Savigny al considerar
que la única persona que por sus condiciones naturales realmente puede figurar en una
relación de derecho es el hombre y para concederle a otros entes una posición semejante, se
debe acudir a una ficción, a un procedimiento que no es real. Véase: HATTENHAUER, ob.
cit., p. 36, Savigny no tenía duda que la persona abstracta era una creación artificial del
derecho.
50
Savigny rechaza la expresión persona moral, por dos motivos: primero porque no se atiende
a la esencia del sujeto, que nada tiene de común con las relaciones morales; y segundo, porque
aplicada a los individuos designa de ordinario la oposición entre la moralidad, lo que no llevaría
a un género de ideas enteramente distinto al presente. (SAVIGNY, M.F.C. de: Sistema del
Derecho Romano Actual. Madrid, Centro editorial de Góngora, s/f, 2ª edic., T. II, p. 60).
51
Para Serrano Migallón la denominación más correcta para este tipo de personas es la de
incorporales. La de colectivas es sólo apropiada para una de sus especies, ya que no podemos
extenderlas a las fundaciones. (ob. cit., p. 154). El término se presenta como el único no
susceptible de crítica, pues ciertamente la única característica común a todas los entes ideales
es precisamente su falta de corporeidad.
52
Véase: VALLET DE GOYTISOLO, Juan: Panorama de Derecho Civil. Barcelona, Bosch
Casa Editorial, 1963, p. 88. Véase en el mismo sentido: GONZÁLEZ DE CANCINO, ob.
cit., p. 45: “La personalidad jurídica de todos los hombres nos parece un principio incontro-
vertible en cada uno de nuestros sistemas, una conquista del género humano”.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 333
53
Véase sobre este aspecto: GONZÁLEZ DE CANCINO, ob. cit., pp. 45-46;
HATTENHAUER, ob. cit., p. 15-16; RECASENS SICHES, ob. cit., p. 159; PÉREZ
VARGAS, Víctor: Existencia y Capacidad de las personas. Costa Rica, Lex Loci Ltda, 4ª
edic., 1977, p. 5 “el derecho existe en función del ser humano”; BORDA, Guillermo: Manual
de Derecho Civil. Parte General. Buenos Aires, edit. Perrot, 7ª edic., 1974, p. 142; la persona
no nace porque el derecho objetivo le atribuya capacidad para adquirir derechos y obligacio-
nes, sino que le reconoce esa capacidad porque es persona. En otras palabras, la persona no
es un producto del derecho, no nace por obra y gracia del Estado; COVIELLO, Nicolás:
Doctrina General del Derecho Civil. México, Unión Tipográfica editorial Hispano-america-
na, 1949, p. 158, indica que el hombre es el único sujeto verdadero y la extensión de la
personalidad a sujetos que no son hombres nada prueba en contrario; GARCÍA AMIGÓ,
Manuel: Instituciones de Derecho Civil. Madrid, Editoriales de Derechos Reunidas, S.A.,
1979, p. 295; PUIG BRUTAU, ob. cit., p. 165; BARBERO, ob. cit., p. 191; ORDOQUI,
Gustavo: Estatuto de los Derechos de la Personalidad: Los Derechos del Concebido no
nacido. En: La Persona en el Sistema Jurídico Latinoamericano. Colombia, Universidad
Externado de Colombia, 1995, p. 252, refiere que el ser humano no tiene el derecho a ser
persona sino que en cuanto es naturalmente una ser humano ya es persona más allá de lo que
disponga el ordenamiento jurídico; LLAMBIAS, ob. cit., pp. 220 y 221; MORO ALMARAZ
y SÁNCHEZ CID, ob. cit., p. 115.
54
Citado por POSE ARBOLEDA, León: La Personificación Jurídica de una Sociedad. En:
La Persona en el Sistema Jurídico Latinoamericano. Colombia, Universidad Externado de
Colombia, 1995, p. 328.
334 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
55
Refiere Posse Arboleda que ello pese a que algunos reclaman para la legislación española
este mérito (Ibíd., p. 330). No obstante, debemos observar que con anterioridad al Código de
Bello, el Proyecto de Código Civil para España de Florencio García Goyena de 1851 ya hacía
referencia a las personas jurídicas. Sin embargo, debe aclararse que este último para la época
constituía simplemente un proyecto por lo que es lógico que el mérito de la prioridad en
consagrar la personalidad abstracta se le atribuya al Código chileno. Véase señalando el
Proyecto de García Goyena como el germen de nuestro artículo 19 del CC: Código Civil de
Venezuela. Artículos 19 al 40. Caracas, Instituto de Derecho Privado, Universidad Central de
Venezuela, 1991, p. 29.
56
Véase: ALBALADEJO, Manuel: Derecho Civil I. Barcelona, José María Bosch Editor,
S.A. 14ª edic., 1996, Vol. I, p. 212: el Derecho reconoce la personalidad del hombre en
cumplimiento de un imperativo de justicia, mientras que a las organizaciones personificadas
es el Derecho el que, considerando conveniente que puedan ser titulares de relaciones jurídi-
cas, les concede una personalidad que podría haberles negado, porque no lo exige necesaria-
mente ni la naturaleza de las cosas, ni la justicia.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 335
57
Véase: ORGAZ, ob. cit., p. 14: El derecho tiene por causa y por destino al hombre. Pero
insistimos que esta primacía no quiere decir que el hombre sea persona por sí y con indepen-
dencia del derecho. Desde un punto de vista lógico, por tanto es preciso admitir que la
personalidad no es solamente reconocida la individuo sino que le es otorgada por el derecho
al igual que las demás personas.
58
Véase: PUGLIATTI, Salvador: Introducción al Estudio del Derecho Civil. México D.F.,
Porrúa Hnos y CIA, 2ª edic., 1943, p. 109: “está superada la tendencia iusnaturalista según
la cual el hombre en cuanto tal, debería considerarse como sujeto jurídico”.
59
Véase NAWIASKY, ob. cit., p. 238: La condición de sujetos jurídicos no les viene dada a los
hombres por su propia naturaleza de seres psicofísicos, sino en virtud que el ordenamiento
jurídico les impone deberes investidos de coacción o les otorga la decisión sobre la actuación
forzosa de éstos. Por este motivo, queda también a la elección del ordenamiento jurídico el
hacer de todos los hombres o sólo una parte de ellos sujetos de deberes jurídicos. Véase: Ibíd.,
p. 239: Aunque finalmente el autor concluye que “naturalmente, no es el sujeto de derecho el
que tiene deberes y derechos, sino el hombre que, como portador de unos y otros, merece la
calificación de sujeto de derecho”.
336 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
Tanto es así que algunos autores han llegado a afirmar que el ser huma-
no se presenta como la verdadera y única persona para el derecho.61
Porque el hombre es el único ser que posee las condiciones naturales y
jurídicas necesarias para que el derecho tenga razón de ser. Y es lógico
si en definitiva se admite que el creador del derecho no puede ser a su
vez creado por éste.
60
Obsérvese que aun en esos tiempos, a pesar que los esclavos no eran considerados perso-
nas existía otra categoría de seres humanos que sí lo eran, porque así lo habían dispuesto ellos
mismos.
61
Véase: SERRANO MIGALLÓN, Francisco: La Determinación de la Justicia. México,
Impresiones Modernas S.A., 1968, p. 183, indica que la única y auténtica persona jurídica es
el hombre, que intuye y realiza el valor justicia. Véase también: BORRELL MACIA, Anto-
nio: La persona humana. Derechos sobre su propio cuerpo vivo y muerto; Derechos sobre
el cuerpo vivo y muerto de otros hombres. Barcelona, Bosch Casa Editorial, 1954, p. 13, el
hombre es el único sujeto de derecho porque entre los seres creados en este mundo es el
hombre a quien propiamente puede llamársele sujeto de derecho. Véase también: FIGUEROA
YÁÑEZ, Gonzalo: Persona, Pareja y Familia. Chile, Editorial Jurídica de Chile, 1995, p. 9:
“La persona natural es el elemento más importante de todo el derecho”.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 337
62
Véase: NÚÑEZ TENORIO, Enrique: La responsabilidad penal de las personas jurídicas
o morales. Caracas, Librería Destino, 1999; MODOLELL GONZÁLEZ, Juan Luis: La
responsabilidad penal en las personas jurídicas. En: Revista de la Fundación Procuraduría
N° 15. Caracas, 1996, pp. 13-94.
63
Véase: MORA CONTRERAS, Víctor Hugo: Lo ilícito y las personas jurídicas. San Cris-
tóbal, Lito Formas, s/f.
64
Este último tiene lugar cuando se ha utilizado la persona jurídica en sentido estricto para
frustrar la ley y el juez puede levantar el velo del ente abstracto para lograr que respondan
personalmente las personas naturales que están amparándose en la forma jurídica del ente
moral. Sobre el abuso de la personalidad jurídica véase: DOBSON, Juan M.: El abuso de la
personalidad jurídica (en el derecho privado). Buenos Aires, ediciones Depalma, 1985;
MASNATTA, Héctor: El Abuso del Derecho a través de la Persona Colectiva. Argentina,
Librería edit. Orbir, 1967; BORDA, Guillermo Julio: La persona jurídica y el corrimiento del
velo societario. Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 2000; BORDA, Guillermo Julio: Persona
jurídica y persona humana, el abuso de la personería. En: La Persona Humana. Buenos
Aires, edit. La Ley, 2001, pp. 357-367; ZERPA, Levis Ignacio: El abuso de la personalidad
jurídica en la sociedad anónima. En: Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
N° 116. Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1999, pp.79-109; ARVELO
VILLAMIZAR, Roquefélix: La teoría del velo corporativo y su aplicación en el Derecho
venezolano, aspectos tributarios. Caracas, Edidiones Liber, 1999. Véase también sobre la
teoría de la desestimación de la personalidad jurídica: AMCSFM1, Sent. 3-3-94, J.R.G., T.
129, pp. 78-80.
65
FERRARA, ob. cit., p. 35.
338 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
En este sentido, indicaba Laurent que así como Dios creó al hombre,
éste creó a la persona abstracta, pero no puede el ser humano preten-
der colocarse a nivel del Ser Supremo e idear un ente que tenga los
mimos caracteres que su creador. Los seres morales son una creación
del derecho y en consecuencia del propio hombre, su actuación queda
reducida al ámbito jurídico, pero como el mundo del derecho excede a las
relaciones patrimoniales, es de concluir que las personas jurídicas no en-
cuentran sentido en el ámbito de las relaciones extrapatrimoniales. Y como
bien señala Laurant, éstas a diferencia de los seres humanos, no tienen
sexo, ni hijos, ni relaciones filiales, ni pueden contraer matrimonio.68
66
Véase: AGUILAR GORRONDONA, ob. cit., pp. 446-447.
67
Véase: DOMÍNGUEZ GUILLÉN, ob. cit., pp. 54-57.
68
Véase: LAURENT, F.: Principios de Derecho Civil. Puebla, Editor J.B. Gutiérrez, 2ª edic.,
1912, T. I, p. 413: Todos están de acuerdo en que las personas jurídicas son seres ficticios
¿quién tiene derecho a crear esas ficciones? Únicamente el legislador puede crear personas
civiles... Desde luego es necesario la omnipotencia humana para crear las personas civiles,
como es necesaria la omnipotencia divina para crear las personas reales. ¿pero el poder del
hombre puede compararse con el de Dios? ¿Tendrá todos los derechos del hombre? No es,
sino en límites restringidos como el hombre puede imitar a Dios dando a estos establecimien-
tos derechos que pertenecen al hombre.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 339
Concluimos así, que si bien tanto las personas naturales como jurídicas
tienen personalidad, no tienen ambas la misma capacidad de goce por-
que la de las primeras es plena y la de los entes abstractos viene limita-
da por su finalidad y por su propia naturaleza.
69
Véase: PLANIOL, Marcelo y Georges Ripert: Tratado Práctico de Derecho Civil Francés.
Habana, edit. Cultura S.A., s/f, T.I, p. 61, La personalidad moral es la atribución de derechos
y obligaciones a otros sujetos que no son seres humanos. Véase también: LACRUZ BERDEJO,
José Luis y otros: Elementos de Derecho Civil I. Parte General del Derecho Civil. Barcelona,
José María Bosch Editor S.A., 1990, Vol. II, p. 250: La persona jurídica es un ente
transindividual al que el ordenamiento jurídico reconoce subjetividad. (destacado nuestro).
70
Véase en este sentido: CONTRERAS BRICEÑO, ob. cit., pp. 61-62, se refiere al origen del
ente, la finalidad que persigue el ente, el carácter compulsivo de las normas que regulen el ente,
los recursos de que se vale el ente para hacer valer sus decisiones. Véase también: BREWER-
CARÍAS, Allan R.: La distinción entre las personas públicas y las personas privadas y el
sentido de la problemática actual de la clasificación de los sujetos de derecho. En: Revista de
la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas , N° 57, Caracas, Universidad Central de Vene-
zuela, 1976, pp. 115-136.
340 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
71
LARES MARTÍNEZ, Eloy: Manual de Derecho Administrativo. Caracas, Universidad
Central de Venezuela, 7ª edic., 1988, pp. 380-382.
72
Véase sobre esta materia: PEÑA SOLÍS, José: El régimen de las personas jurídicas
públicas (entes públicos) en Venezuela. En: Libro Homenaje Universidad Central de Venezue-
la. Caracas, Tribunal Supremo de Justicia, Colección Libros Homenaje N° 2, 2001, Vol. II,
pp. 312-367. Véase igualmente: BREWER-CARÍAS, ob. cit., pp. 115-136; LARES
MARTÍNEZ, ob. cit., pp. 617 y ss.
73
Véase: GALLEGO ANABITARTE, Alfredo: Constitución y Personalidad Jurídica del
Estado. Madrid, edit. Tecnos S.A., 1992.
74
El carácter de persona de derecho público se le reconoce a la iglesia católica. Según Contreras
Briceño las demás iglesias tendrán personería jurídica de derecho privado si han cumplido con
los requisitos de las asociaciones. (ob. cit., p. 58). Véase sobre las iglesias: TORRES ELLUL,
Miguel: El Convenio entre la Santa Sede y la República Venezolana. En: Aparte de la Revista
Española de Derecho Canónico. Salamanca, Instituto San Raimundo de Peñafort, 1967, N° 63,
pp. 34-43; SILVA BASCUÑAN, Alejandro y María Pía Silva Gallinato: Personalidad Jurídica
de las Iglesias. En: Revista Chilena de Derecho, Vol. 18, N° 1, Facultad de Derecho, Pontificia
Universidad Católica de Chile, enero-abril 1.991, pp. 61-71; PRECHT PIZARRO, Jorge: La
Personalidad Jurídica de la Iglesia Católica ante el Derecho del Estado de Chile. En: Revista
Chilena de Derecho, Vol. 16, N° 3, Facultad de Derecho, Pontificia Universidad Católica de
Chile, septiembre-diciembre 1989, pp. 683-723.
75
Véase: HERNÁNDEZ, Víctor: La Naturaleza Jurídica de las Universidades. En: Revista
de la Facultad de Derecho, N° 48, Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 1993, pp.
389-422. Existen las universidades privadas, pero como se sabe al momento de creación de la
norma (CC de 1942) éstas no existían. Véase: C1CA, Sent. 9-2-94, J.R.G., T. 129, pp. 319-
322, indica que la Universidad Católica Andrés Bello es una universidad privada que ostenta
personalidad jurídica de esa naturaleza y por tanto no constituye una persona jurídica de
derecho público. Véase también en el mismo sentido: C1CA, Sent. 20-5-94, J.R.G., T. 130,
pp. 290-292: No se puede considerar que todas las universidades son personas jurídicas de
carácter público por estar al servicio de la Nación según el Art. 2 de la Ley de Universidades,
pues la misma ley distingue en su Art. 8 entre universidades públicas y privadas. En conse-
cuencia, se indica que no corresponde a la jurisdicción contencioso-administrativa conocer del
amparo contra una universidad privada.
76
Sobre los institutos autónomos, véase: LARES MARTÍNEZ, ob. cit., pp. 617-637.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 341
77
Sobre las asociaciones véase: CLARET MARTI, Pompeyo: Las Asociaciones. Su régimen
jurídico. Barcelona, Bosch Casa Editorial, 1941; LOUGE, Pedor J.S.: Asociaciones Civiles.
Buenos Aires, Roque Depalma Editor, 1959; LLUIS Y NAVAS, Jaime: Derecho de Asocia-
ciones. Barcelona , Librería Bosch, 1967; ITRIAGO M., Miguel Ángel y Antonio L. Itriago
M.: Las Asociaciones Civiles en el Derecho Venezolano: Qué son y cómo funcionan. Vene-
zuela, Escritorio Dr. Pedro L. Itriago P. y Sinergia, 1998; MURILLO DE LA CUEVA,
Enrique Lucas: El derecho de asociación. Madrid, edit. Tecnos, 1996.
78
Véase sobre las fundaciones: BADENES GASSET, Ramón: Las Fundaciones de Derecho
Privado. Doctrina y Textos Legales. Barcelona, Ediciones Acervo, 1977; CAHIAN, Adolfo:
Derecho de las Fundaciones. Buenos Aires, ediciones la Rocca, 1996; COLMENARES
MARTÍNEZ, Jorge: Régimen legal de las personas jurídicas sin fines de lucro: Las Funda-
ciones. Valencia , Vadell Hermanos Editores, 1995; ACEDO MENDOZA, Manuel: Temas
sobre Fundaciones. En: Revista de la Facultad de Derecho, N° 23, Caracas, Universidad
Católica Andrés Bello, año 1976-77, pp. 207-233; BREWER-CARÍAS, Allan R.: Las Fun-
daciones y su control por el Estado. En: Revista de Derecho Publico, N° 17. Caracas, edit.
Jurídica Venezolana, enero-marzo 1984, pp. 5-18; CALLIOLI, Eugenio Carlos: Fundacao:
Evolucao, conceito e caracteristacas. En: Revista da Faculdade de direito, Vol. 83, S. Paulo,
1988, pp. 275-303; GARRIDO ROVIRA, Juan y Guadalupe Viloria Fuenmayor: Fundacio-
nes del Estado en Venezuela. Caracas, edit. Torino, 1994; ITRIAGO M., Miguel Ángel y
Antonio L. Itriago M.: El Lucro en las Fundaciones Privadas. Caracas, Fundación Elvira
Parilli de Senior, 1984; MADRUGA MÉNDEZ, Joaquín: El Patrimonio Fundacional Bené-
fico. En: Estudios de Derecho Civil en Honor del Prof. Castán Tobeñas. Pamplona, ediciones
Universidad de Navarra, 1969, T. IV, pp. 489-504; MÉNDEZ, Margarita: Venezuela (Las
Fundaciones). En: Las Fundaciones en Iberonamerica. Régimen Jurídico. Madrid, Mac Grau-
Hill, 1997; PAOLILLO, Alfredo: Las Fundaciones en el Derecho Uruguayo. Montevideo,
Universidad de Montevideo, 1956; SARMIENTO SOSA, Carlos J.: La Fundación en Dere-
cho. En: Revista del Colegio de Abogados del Distrito Federal N° 146. Caracas, edit. Arte,
1982, pp. 95-103.
79
Véase: TAFUR GALVIS, Álvaro: Personas Jurídicas Privadas sin ánimo de lucro. Bogo-
tá, edit. Temis, 3ª edic., 1990.
342 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
80
Véase en este sentido: CONTRERAS BRICEÑO, ob. cit., pp. 63-67; LA ROCHE, ob. cit.,
p. 336; GRATERÓN GARRIDO, Mary Sol: Derecho Civil I. Personas. Caracas, Fondo
Editorial USM, 2000, p. 45. Véase igualmente; DOMÍNGUEZ GUILLÉN, ob. cit., p. 503,
nota 41.
81
La libertad negativa de asociación cede ante el interés público en juego. Véase: CHIARELLI,
Giuseppe: La personalitá giuridica delle associazioni professionali. Padova, Casa editrice Dott.
Antonio Milani, 1931, p. 21. Véase igualmente: DOMÍNGUEZ GUILLÉN, ob. cit., p. 503.
82
Véase: C1CA, Sent. 14-6-90, JRG, T. 112, pp. 227-236. “el control jurisdiccional conten-
cioso administrativo de los actos provenientes de los Colegios Profesionales, como personas
jurídicas de derecho público, corresponde a la Corte Primera de lo Contencioso Administra-
tivo. Véase también: C1CA, Sent. 11-8-83, JRG, T. 83, pp. 310-314: El Colegio de Ingenie-
ros de Venezuela es una persona jurídica de derecho público, tal como lo indica el Art. 21 de
la Ley de Ejercicio de la Ingeniería y lo revela su propia naturaleza
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 343
83
Véase: PEÑA SOLÍS, ob. cit., p. 341. El autor califica los Colegios profesionales como
entes públicos que no son estatales. Véase igualmente: LARES MARTÍNEZ, ob. cit., p. 635.
84
Véase: MORI, ob. cit., p. 3: La constitución de las personas jurídicas es más complicada que
la del ser humano, éste es persona por el solo hecho de nacer.
344 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN
85
Refiere Aguilar que conviene aclarar que no obstante las expresiones equívocas de algunos
autores, nadie ha sostenido que la personalidad del ser humano comienza con la inscripción en
el Registro Civil. (ob. cit., p. 52). No obstante resulta increíble un sentencia del 11 de febrero
de 1994 del juzgado Superior Primero de Familia y Menores que indica que de la inserción en
el Registro Civil de Nacimiento “dependerá su existencia civil como persona” (JRG, T. 129,
p. 73). Véase sosteniendo este criterio: MESSINEO, Francesco: Manual de Derecho Civil y
Comercial. Buenos Aires, Ediciones Jurídicas Europa-América, 1954, T. II, p. 91, quien
indica que no es suficiente el nacimiento para entrar a la vida jurídica, se requiere el registro.
Igualmente en el caso venezolano LÓPEZ ALFONSO, Francisca: El Registro, Rectificación e
Inserción de Partidas de Nacimiento. En: Competencia de los Asistentes Jurídicas del INAM
y de los Procuradores de Menores. Caracas, Fiscalía General de la República, Publicaciones
del Instituto de Estudios Superiores del Ministerio Público, N° 5, 1982, p. 52: “...la persona
sólo puede ser considerada legal y jurídicamente como tal desde el momento de su inscripción
en el Registro...; En el mismo sentido; MARÍN ECHEVERRÍA, ob. cit., p. 24: “El nacimien-
to demuestra la existencia material del individuo, pero su registro le adiciona su existencia
legal, lo cual le permitirá ser reconocido como persona por la sociedad y por el derecho, y
consecuencialmente apto para ser sujeto de derechos, obligaciones y deberes”. Véase igual-
mente: Universal, martes 17 de agosto de 1999: Se desconoce que sin este documento no
existen y, por ende, no pueden disfrutar de los derechos establecidos en la Constitución
Nacional. (http://www.eud.com/1999/08/17/15117CC.shtml). Nosotros nos mostramos en
franco desacuerdo con tal postura, pues a pesar de la enorme importancia que representa la
institución del Registro del Estado civil, éste no puede superar la de la existencia de la persona
como tal.
LA PERSONA: IDEAS SOBRE SU NOCIÓN JURÍDICA 345
BIBLIOGRAFÍA
86
Véase en este sentido: MARÍN ECHEVERRÍA, ob. cit., p. 9: El feto no será reputado
persona si no nace vivo, lo cual quiere decir que hay vida humana independientemente del
carácter o cualidad de persona, lo que significa a su vez, que el hombre como realidad viviente,
no es lo mismo que persona jurídica. Véase igualmente; DOMÍNGUEZ GUILLÉN, ob. cit.,
pp. 492-493. Véase sobre el inicio de la personalidad: LEONGÓMEZ, Enrique: Del Princi-
pio de las Personas Naturales. Bogotá, edit. Patria, 1926. (tesis).
346 MARÍA CANDELARIA DOMÍNGUEZ GUILLÉN