SEGUNDA SESIÓN GUÍA DE ENSEÑANZA – APRENDIZAJE
EL AMOR DE DIOS
Dios demuestra la profundidad de su amor por nosotros en que desea que
lleguemos a ser sus hijos. Todo ser humano fue creado por Dios, y cada uno
de nosotros recibe la misma invitación celestial a ser más que simplemente
algo que él creó Dios quiere que seamos sus hijos, integrantes de su familia.
Para explicar esta invitación, la Biblia recalca dos palabras importantes que
indican acción: Creer y recibir Supongamos que usted tiene un vaso de agua.
Usted tiene calor, sed y está medio deshidratado. Cree que el agua es fresca y
buena, pero no puede saciar su sed hasta beberla, hasta que su cuerpo
sediento la reciba. ¡Creer sin recibir no basta! Pero creer es el primer paso.
¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE LA SALVACIÓN?
A. 1 Juan 5:11-13: Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y
esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al
Hijo de Dios, no tiene la vida. Les escribo estas cosas a ustedes que creen en
el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.
¡Dios quiere que usted sepa con certeza que su salvación es eterna!
B. Hay una diferencia entre tener una relación y una comunión.
ILUSTRACIÓN: El joven que huye de su casa
Si un joven se rebela y se va del hogar de sus padres, sigue siendo el hijo de
ellos no importa lo lejos que se vaya o lo mucho que se desvíe de la escala de
valores que le enseñaron. Sigue siendo hijo a pesar de la pérdida temporal de
la comunión con sus padres. De la misma manera, es posible ser hijo de Dios
(creyente) y rebelarse temporalmente perdiendo la comunión con él. Si así
sucede pierde el gozo de su salvación pero sigue siendo hijo de Dios.
Cuando no estoy en comunión con Dios, puedo tener dudas falsas.
Tenemos que confiar en Dios, teniendo fe en él y aceptar su promesa, en
lugar de confiar en nuestros sentimientos como base de la seguridad en
nuestra salvación
¡Podemos confiar en el perdón de Dios y regocijarnos en su salvación!
¿CÓMO PUEDO COMPARTIR MI DECISIÓN CON MI FAMILIA Y MIS
AMIGOS?
Sea consecuente y amable.
Billy Graham ha dicho: “La verdadera prueba de cada cristiano es cómo vive
en su hogar”.
¿EN QUÉ CONSISTE TENER UN MOMENTO DEVOCIONAL DIARIO?
DEFINICIÓN: El Momento devocional es la porción de su día que usted aparta
para tener comunión con Dios. Por lo general incluye una lectura bíblica,
oración y una decisión de poner en práctica algún concepto bíblico.
El Salmo 46:10a dice: Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
ILUSTRACIÓN: Si sigue manejando alrededor del surtidor.
Imagínese que llega usted a una gasolinera (estación de servicio). Al acercarse
el empleado a su auto, usted le dice: “Llene el tanque, por favor”. Pero usted
aprieta el acelerador y empieza a manejar alrededor del surtidor. El empleado
lo mira perplejo, y mientras usted sigue manejando alrededor del surtidor, le
grita por la ventanilla: “Llene el tanque, por favor”. Por fin, el otro empieza a
correr al lado del auto tratando de quitarle la tapa del tanque. Después de
frustrados esfuerzos, consigue sacarla y apunta la manguera en dirección al
tanque. ¿Qué pasará con la mayor parte del combustible? Así es, se perderá.
La aplicación es fácil de ver. En su vida espiritual, ¡tiene que aprender a
quedarse quieto a fin de recibir las muchas bendiciones que Dios quiere darle!
¡El peligro de todos los días es que estemos demasiado ocupados para recibir
las bendiciones de Dios!
¿PARA QUÉ TENER UN MOMENTO DEVOCIONAL DIARIO?
A. Para ayudarle a lograr sus más dignos propósitos.
Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo,
nuestro Señor (1 Corintios 1:9).
Cada creyente tiene un gran llamamiento: ¡tener comunión con Cristo!
B. Para seguir el ejemplo del Señor.
“Jesús nunca dejó que sus muchas ocupaciones le impidieran apartarse para
orar a solas”.
Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de
la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar (Marcos 1:35).
Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, de modo que
acudían a él multitudes para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades.
Él, por su parte, solía retirarse a lugares solitarios para orar (Lucas 5:15, 16).
Para el Señor Jesús tener sus momentos devocionales era una absoluta
prioridad.
C. Para obtener fuerza espiritual
No me he apartado de los mandamientos de sus labios; en lo más profundo de
mi ser he atesorado las palabras de su boca (Job 23:12).
Jesús le respondió: Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4)
La Biblia es nuestra fuente de fuerza y sabiduría espiritual.
TAREAS ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL
DISCÍPULO:
1. Discípulo: Note que su libro tiene muchos espacios en blanco. Estos
espacios son para que usted los llene durante cada sesión con su maestro, no
son tareas para realizar en casa.
A. Siga leyendo cada mañana la meditación para el Momento devocional.
Empiece a escribir una percepción bíblica y una oración para cada día.
Prepárese para compartirlas en el próximo encuentro.
B. Lea el Capítulo 2: “Cómo aprender a caminar”, empezando en la página 45.
Subraye los pensamientos más importantes al ir leyendo y prepárese para
compartirlos en el próximo encuentro.
C. Tome apuntes de un sermón escribiéndolos en su Diario espiritual, y
prepárese para compartir las ideas principales en el próximo encuentro.
D. Lea el tratado Cómo obtener paz con Dios y haga una pausa para darle
gracias a Dios por su salvación personal.
E. Siga leyendo, a su propio ritmo, el Evangelio según Juan.
MOMENTO DEVOCIONAL 7
¿Qué nos enseña la Biblia sobre la administración del tiempo?
De manera que la población entera se estaba congregando a la puerta. Jesús
sanó a muchos que padecían de diversas enfermedades... [al día siguiente]
muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de
la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar (Marcos 1:33, 34a,
35).
Fue después de un día de intenso ministerio que Jesús se levantó temprano
para pasar un tiempo a solas con su Padre Celestial. Cuando tengas días
ajetreados, reflexiona en su ejemplo. Nota que vivió de acuerdo con una serie
de prioridades que no coincidían con el resto del mundo.
Cada actividad aun las actividades para Dios, tenían que ocupar un segundo
lugar ante su tiempo a solas con Dios.
¿Qué sucedería si decidieras vivir de esa manera? Disfrutarías de las
extraordinarias cualidades de paz, seguridad y sabiduría que caracterizan a los
que establecen sus prioridades siguiendo el ejemplo de Jesús.
En el Nuevo Testamento, una mujer llamada Marta en una ocasión trabajaba
mucho sirviendo al Señor como su anfitriona, mientras que María, su hermana,
se quedaba sentada a los pies de él escuchando sus enseñanzas. ¿Por qué
felicitó Jesús a María diciendo que ella ha escogido lo mejor? (Lucas 10:42b).
Porque ella valoraba el tiempo con él de la misma manera que él valoraba su
tiempo con su Padre.
Para ser realmente eficaz en el servicio cristiano, tienes que aprender a
distinguir entre lo bueno y lo mejor. Aun las actividades meritorias empezarán a
ocupar el segundo lugar ante tu tiempo a solas con Dios. Cuanto más
adelantas, más querrás dedicarte a la lectura de la Biblia y la oración.
Mi percepción bíblica
Tengo que hacer que el tiempo de estar con Dios cada mañana sea siempre
una prioridad.
Oración
Ayúdame a ser disciplinado en dedicarte tiempo cada mañana para estar
contigo para crecer espiritualmente.
MOMENTO DEVOCIONAL 8
¿Qué pasa si peco ahora que soy salvo?
En primer lugar, es importante recordar que la muerte del Señor en la cruz fue
más que suficiente para pagar por cualquier pecado que hayas cometido o que
cometerás. En segundo lugar, la Palabra de Dios afirma que él nos ama y
quiere que disfrutemos de una vida abundante cada día. Por esto quiere que
llevemos a él nuestros pecados el mismo instante cuando ocurran. 1 Juan 1:9
dice: Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los
perdonará y nos limpiará de toda maldad. (NKJV)
¿Qué significa confesar nuestros pecados? Significa coincidir con Dios en
oración con respecto a cualquier actitud, motivación o acción que le desagrada.
Cuando sinceramente procuras renunciar a tu pecado, él está listo para
perdonarte y limpiarte. Por medio de esta limpieza constante, tu comunión con
Dios se conservará intacta, y experimentarás plenamente el gozo de tu
salvación. Dios no solo perdona nuestro pecado cuando lo confesamos
sinceramente, sino que también limpia y purifica nuestro corazón. ¡Esta es su
promesa!
Los siguientes son cinco tipos de oraciones para tener en cuenta al escribir tu
oración cada mañana:
Petición: “Señor, ayúdame a...”.
Gratitud: “Señor, gracias por...”.
Adoración: “Señor, tú eres...”.
Confesión: “Señor, por favor perdóname...”.
Intercesión: “Señor, intercedo por...”.
Mi percepción bíblica: Tengo que pedir perdón a Dios por mis pecados y vivir
limpiando mi corazón.
Oración: Señor, perdóname por todos mis pecados, ayúdame a mantener
limpio mi corazón delante de Ti.
MOMENTO DEVOCIONAL 9
¿Qué pasa si Dios quiere que haga algo y a mí me parece que no puedo?
El apóstol Pablo dijo: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses
4:13).
La suficiencia de Cristo es cosa segura para cada uno de sus discípulos. Él
dijo: En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al
mundo (Juan 16:33b). Cuando Dios te guía a intentar algo que parece
imposible, es simplemente su manera de ayudarte a madurar espiritualmente.
El Señor nunca te llama a realizar una tarea a menos que él mismo ya se haya
comprometido a llevarla a cabo por tu intermedio. En Cristo, nunca estás
limitado a tus propios recursos.
Después que un terrible ciclón devastó a un pueblo en Texas, apareció una
fotografía extraordinaria en primera plana del periódico. ¡Mostraba un trozo de
paja insertado profundamente en un poste telefónico! Bajo circunstancias
normales, esto nunca hubiera podido suceder pero, por el impulso del poderoso
ciclón, la frágil paja ¡logró lo imposible!
A veces te maravillarás al ver cómo el Señor te empieza a fortalecer. Antes
eras demasiado tímido, demasiado débil o fracasado como para servirle, pero
ahora eres su vaso escogido ¡llamado a tener una vida victoriosa!
Mi percepción bíblica: Aunque soy frágil, El Señor fortalece mi vida día a día.
Oración: Señor, gracias por darme fuerzas y ánimos cada día para seguir
adelante.
MOMENTO DEVOCIONAL 10
¿Cómo puedo empezar a servir a Dios aunque sea en cosas pequeñas?
Las palabras son importantes. Proverbios 15:1 dice: La respuesta amable
calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego. Lo que decimos puede
lograr mucho bien o hacer mucho mal.
¿Cuándo fue la última vez que heriste a alguien con algo que dijiste?
¿Recuerdas el remordimiento y dolor que sentiste después al pensar en tus
palabras desconsideradas? Dice la Biblia: El ser humano sabe domar y, en
efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y de bestias
marinas; pero nadie puede domar la lengua (Santiago 3:7, 8a).
Considera el testimonio de Isaías 50:4: El Señor omnipotente me ha concedido
tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado.
¡Qué privilegio es hablar cuando se necesita una palabra acertada! Nadie
puede comprender totalmente el impacto positivo que puede tener un
comentario dicho justo en el momento que se necesitaba.
De muchacho, un escritor que llegó a ser uno de los más reconocidos en los
Estados Unidos de América, tenía un concepto muy bajo de sí mismo. Un día
en clase, la maestra le devolvió su composición con estas palabras escritas en
la parte superior de la página: ¡Henry Wadsworth Longfellow! (Nombre de un
gran poeta estadounidense). Estas tres palabras de aliento fueron un desafío
que llegó a ser el móvil de su vida.
Mi percepción bíblica: Tengo que controlar lo que sale de mi boca, pues con
ello edifico o hiero a mi prójimo.
Oración: Señor, ayúdame a amar a mi semejante y a poder controlar mi
lengua.
MOMENTO DEVOCIONAL 11
¿Recuerdas haber enfrentado una tentación que te parecía irresistible?
¿Te has preguntado alguna vez si los demás enfrentan tentaciones como
ésa?
Pablo da la respuesta a estas preguntas: Ustedes no han sufrido ninguna
tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá
que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien,
cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan
resistir (1 Corintios 10:13).
La Biblia declara firmemente que enfrentarás tentaciones. Ser creyente no
cambia esto, pero sí cambia la manera como reaccionarás al ser tentado.
Recuerda que hay mucha diferencia entre tentación y pecado. Ser tentado no
es un pecado. Tentación es sentirse incitado a hacer algo que no es la voluntad
de Dios. Pecado es la decisión intencional de ceder a esa tentación.
Este versículo contiene tres realidades para recordar cuando enfrentes una
tentación Primero, no estás solo en tu batalla. Segundo, Dios no dejará que
seas tentado más allá de lo que eres capaz de resistir Tercero, Dios siempre da
una salida " “¿Estás dispuesto a tomar la salida?”.
Filipenses 4:13 dice: Todo lo puedo en Cristo Esto incluye escoger el camino
correcto cuando resulta difícil hacerlo. Cada vez que se presenta una tentación,
lo primero que tienes que buscar es la “salida”. Cuando estás dispuesto a
buscarla, ¡contarás con el poder que necesitas para apoyar tu decisión
correcta!
Mi percepción bíblica: Dedo estar dispuesto a encontrar la salida frente a las
tentaciones y resistir al pecado.
Oración: Señor, ayúdame a no caer en tentación y líbrame del pecado.
MOMENTO DEVOCIONAL 12
¿Qué tropiezos comunes debo evitar en mi camino espiritual?
En este mundo egoísta, te sentirás constantemente tentado a alabarte a ti
mismo. Cuando el apóstol Pablo predicó en la ciudad de Corinto, tuvo una
tentación igual, por lo que conscientemente planeó ensalzar a Cristo y no a sí
mismo. Por eso escribió: Me propuse más bien, estando entre ustedes, no
saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de éste crucificado (1 Corintios
2:2).
Este concepto fue hermosamente ilustrado cuando un misionero de muchos
años visitó a amigos suyos en Tailandia. En el centro de la mesa del comedor
había una magnífica orquídea. Durante la comida, hubo varios comentarios
sobre la extraordinaria flor. Al poco tiempo de retirarse de la casa, el misionero
les preguntó a los demás huéspedes si recordaban el florero en el cual lucía la
orquídea. ¡Nadie lo había notado! El florero había sido totalmente eclipsado por
la hermosura de la bella flor.
Cuando te encuentras en condiciones espirituales óptimas, la atención de los
que te rodean se centrará en el Señor, no en ti. Es el calor de la presencia de él
lo que recordarán.
¿Qué impresión das cuando recibes un reconocimiento o un cumplido?
¿Te apropias del elogio o se lo pasas a Jesús? Recuerda que la misión de
tu vida es hacer que el mundo lo note a él.
Mi percepción bíblica: Tengo que ser un reflejo de Jesús.
Oración: Ayúdame, Señor a ser un buen imitador de Ti. Que pueda parecer me
a ti hasta llegar a Tu estatura.
LECTURA DE INSPIRACION
CAPÍTULO 2
CÓMO APRENDER A CAMINAR
Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora
en él (Colosenses 2:6).
Aprender a andar en Cristo, a caminar con él es su próximo paso en su
desarrollo cristiano. En este paso, descubrirá el gozo de contar a los demás
acerca de su decisión de seguir a Cristo. El Señor dijo: A cualquiera que me
reconozca delante de los demás, yo también lo reconoceré delante de mi Padre
que está en el cielo (Mateo 10:32). ¿Qué significa eso? Sencillamente esto:
Cuando uno ama a alguien, resulta natural hablar de esa persona. Uno quiere
que los demás sepan de la gran amistad que comparten. El Señor no quiere
discípulos secretos y, por amarle, querrá usted ser bautizado, unirse a una
iglesia y empezar a testificar donde trabaja o estudia. Hará todo esto como algo
natural a medida que se va desarro-llando en su andar con Cristo.
Antes de aprender a cómo caminar, uno tiene que aprender a gatear; caminar y
madurar son parte de este proceso. No sucede 45 CAPÍTULO 2
CÓMO APRENDER A CAMINAR que, de pronto, en un momento dado uno
madura. Sucede lo mis - mo en nuestro peregrinaje espiritual:
Primero uno nace (recibe a Cristo). Después gatea, camina y, por último, corre.
Esto involucra años maravillosos de ir desarrollando una comunión con Dios. El
apóstol Pablo se refiere a la madurez cristiana como correr una carrera hasta el
final (1 Corintios 9:24; 2 Timoteo 4:7).
Caminar requiere energía, y así como el alimento nos hace más fuertes
físicamente, necesitamos alimentarnos espiritualmente. En 1 Pedro 2:2, el
apóstol dice: deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién
nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación... Al nacer, lo primero
que uno necesita es alimento. El infante necesita leche. Uno no tiene que
enseñarle a que la quiera; quererla es algo natural.
Hay entusiasmo y una hermosa satisfacción cuando esa necesidad es suplida.
En la vida espiritual, el anhelo por conocer la Palabra de Dios corresponde al
apetito natural del infante. Por esta razón, con frecuencia se escucha decir que
la Palabra de Dios es alimento espiritual.
¿Cómo se alimentará usted al ir aprendiendo a andar con Cristo? Dios nos ha
dado cinco sentidos. Uno de ellos es la habilidad de oír. La Biblia dice: Así que
la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la
palabra de Cristo (Romanos 10:17). Cada vez que usted asiste a un estudio
bíblico o un culto, tiene la oportunidad de oír la Palabra de Dios. Cada vez que
escucha, recibe nuevas verdades espirituales. Esta es la forma como Dios
aumenta nuestra fe. Jesús dijo: Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). La Biblia misma
es nuestra fuente de alimento espiritual.
Escuchar nos brinda una de las mejores maneras de crecer espiritualmente;
pero existe un obstáculo inesperado que todos tenemos que superar. La
ciencia ha comprobado que olvidamos después de 72 horas aproximadamente
el 90 al 95 por ciento de lo que oímos. Si escuchara usted a su predicador
favorito o aun escuchara al apóstol Pablo, todavía en tres días olvidaría el 90
por ciento de lo que dijeron. Lo cierto es que la mayoría no puede recordar
mucho del sermón del domingo pasado. Y no se debe a la falta de dedicación.
¡Nuestro problema es que no retenemos lo escuchado! A menos que lo que
oigamos supla una necesidad muy específica en nuestra vida, sencillamente no
lo recordaremos.
Por lo antes dicho, tomar apuntes es algo importante. Compensa nuestra
tendencia humana propensa al olvido; es un aliento para los que predican y
enseñan la Biblia y nos ayuda a meditar sobre lo que escuchamos de manera
que podemos aplicar la Palabra de Dios a nuestra vida.
Descubrí el valor de tomar apuntes después de varios años frustrantes. De
jovencito, nueve veces dediqué públicamente mi vida al Señor.
Me parece que los hermanos en nuestra iglesia han de haber pensado que yo
tenía muchos problemas. En realidad, lo que quería manifestar es que
anhelaba profundizar mi compromiso con Cristo. No se trataba de que me
hubiera vuelto menos dedicado. Era que sencillamente no sabía cómo retener
las bendiciones que iba recibiendo. Quizá haya tenido usted una experiencia
similar. Desafortunadamente, no había ninguna frase en la tarjeta de
compromiso que expresara: “Quiero ser una persona a quien Dios pueda usar,
y necesito que alguien me lo enseñe”.
Aprender a escuchar es fundamental para lograr su desarrollo espiritual, y
tomar apuntes le ayudará en este sentido. La mayoría de los maestros tienen la
tendencia de hablar más pausadamente, aclarar mejor sus puntos y aun
repetirlos cuando ven que alguien está tomando apuntes.
DONDE TOMAR APUNTES DE SERMONES
Es apropiado tomar apuntes sobre la Palabra de Dios en cada oportunidad que
se presente. No obstante, aun esta pequeña disciplina requiere algo de
planificación. Tomar apuntes en papelitos sueltos, espacios en blanco en el
boletín de la iglesia y en los sobres para la ofrenda no darán como resultado el
tipo de desarrollo que anhela. Por esta razón, ponemos a su disposición el
Diario espiritual con su útil sección para tomar apuntes.
Utilizar este Diario le evitará una experiencia como la de un ranchero texano,
buen amigo mío, que asistía a una conferencia bíblica en Houston.
Un excelente exponente británico de la Biblia, nos exhortaba usando las
Escrituras. Cuando caminaba con mi amigo al salir, le pregunté: “¿De qué
manera le está hablando Dios a través de esta conferencia?”. Mi amigo, de
más de setenta años de edad, con su sombrero tejano, sus botas y traje de
vaquero, me respondió: “Hijo, mi copa está llena y rebosando”.
Fue su manera de expresar cuán bendecido se sentía. Unas seis semanas
después me lo encontré en otra ciudad. Cuando le pregunté: “¿Cómo anda su
copa?”, me respondió pensativamente: “¡Está agujereada!”. Es posible que
usted haya tenido una experiencia parecida. Fue a una conferencia, a un culto
de su iglesia, a una campaña evangelística y se sintió muy bendecido. Pero a
las pocas semanas se volvió a sentir vacío.
Recuerde, su problema no es necesariamente por falta de dedicación, sino
sencillamente por falta de retención.
¿POR QUÉ TOMAR APUNTES DE SERMONES?
Algunos creyentes repiten muchas veces su primer año de vida cristiana. En
lugar de crecer, parecen estar en una rutina, aprendiendo y olvidando las
mismas lecciones año tras año. El objetivo del desarrollo espiritual no es repetir
muchas veces el primer año de vida cristiana, ¡sino vivir años progresivos de la
vida cristiana!
Según un sondeo entre pastores, el pastor promedio dedica veinte horas por
semana a la preparación de sus sermones. Ha de ser desalentador para él caer
en la cuenta de que domingo tras domingo, el creyente promedio retiene
apenas tres minutos de su sermón de treinta minutos. Si quiere alentar a su
pastor, hágale saber que usted lo escucha en serio. Al saludarlo después del
culto, en lugar de decir: “Todo estuvo muy lindo”, mencione específicamente un
versículo, una nueva verdad que captó, o una ilustración que le fue de ayuda.
Cuéntele cómo Dios utilizó su sermón a fin de impactarlo para bien. Así, él
sabrá que usted escuchó lo que el Espíritu Santo expresaba por medio del
mensaje.
La aplicación en la práctica es la mejor amiga de la retención. Cuando sus
acciones y actitudes han sido afectadas para bien, aumentará también lo que
recuerde. La ciencia ha demostrado que uno puede recordar hasta el 90 por
ciento de lo que escucha y lee solamente si lo aplica en la práctica. Por lo
tanto, su objetivo espiritual ha de enfocarse en Santiago 1:22 que dice: No se
contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos.
Llévenla a la práctica. Para usted, el primer paso práctico hacia la victoria es
sencillamente hacerse de la costumbre de tomar buenos apuntes.
El objetivo de tomar apuntes no es de bosquejar el sermón o la lección de
estudio bíblico. Lo que importa es escribir lo que el Espíritu Santo le está
enseñando personalmente al escuchar la Palabra de Dios. Escriba cosas que
le lleven a un cambio significativo en su vida, ideas que puede realmente poner
en práctica. La vida misma constituye la prueba de que uno escuchó bien y
supo aplicar bien lo que captó. Cuando se retira del templo o del estudio
bíblico, debe hacerlo mejor preparado para poder vivir positiva y eficazmente.
REVERENCIA POR LAS ESCRITURAS
El desarrollo espiritual ocurre cuando meditamos en lo que Dios dice y luego lo
aplicamos a nuestro diario vivir. Por ello, tenemos que cultivar una actitud como
la del pueblo de Dios en la época de Esdras. ¡Ansiaban recibir una Palabra de
parte de Dios! Nehemías 8:2-6 dice: …Esdras llevó la ley ante la asamblea,
que estaba compuesta de hombres y mujeres y de todos los que podían
comprender la lectura, y la leyó en presencia de ellos en la plaza …abrió el
libro y todo el pueblo se puso de pie. Entonces Esdras bendijo al Señor, el gran
Dios. Y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: “¡Amén y amén!”.
¿Por qué se pusieron de pie? ¿No hubieran estado más cómodos sentados?
Sí. Pero se pusieron de pie en señal de respeto por la Palabra de Dios. ¿Se
imagina una congregación así? ¿Puede creer que eligieron permanecer de pie
todo ese tiempo?
En la actualidad, es difícil conseguir que la gente asista para escuchar, aun
contando con todas las comodidades. Pero para la congregación de Esdras, las
incomodidades no tenían importancia.
El hecho de que todo el pueblo se pusiera de pie cuando Esdras se dispuso a
leer la Palabra de Dios cobró un significado especial para mí hace unos años
cuando, estando en una reunión en África, la congregación se ponía de pie
cada vez que se leía la Biblia. El respeto demostrado por esa congregación
hacia las Escrituras me convenció de que somos demasiados los que no
valoramos la Palabra de Dios como algo sagrado.
En los últimos años, algunos países han tenido la bendición de contar con
muchas traducciones actualizadas de la Biblia que incluyen una amplia
variedad de referencias, concordancias y otros datos útiles. Al contar con todas
estas bendiciones modernas, debe usted tener cuidado de valorar debidamente
su Biblia. El privilegio de leer sus páginas sagradas está todavía fuera del
alcance de un alto porcentaje de la población mundial. Solo a la luz de su
verdad abrumadora podemos empezar a apreciar lo que significa tenerla a
nuestra disposición.
La escasez de Biblias en muchos países me impactó por primera vez hace
unos años al estar capacitando a consejeros para una campaña evangelística
en un país de África Occidental. Aunque ha habido una presencia cristiana en
el área durante décadas, la población era mayormente animista (aquellos que
se aferran a las antiguas creencias paganas de múltiples dioses y espíritus, por
lo general manifestándose en elementos de la naturaleza). Desconociendo
muchos de los problemas particulares de dicho país, escribí de antemano para
organizar la cruzada como siempre lo hacía. El estudio bíblico que por norma
requeríamos, obligó a los que se capacitaban como consejeros a caminar
muchos kilómetros, a veces descalzos, para reunirse con un hermano que
poseyera ese tesoro: Una Biblia. Después de unos meses, al arribar para
predicar, me conmovió profundamente comprobar lo insensible que habíamos
sido por haber dado por sentado que cada creyente poseía una Biblia.
En la época de Esdras, el problema era aún peor. El pueblo tenía que reunirse
para oír y escuchar la Palabra de Dios leída de los rollos escritos a mano que
habían sido meticulosamente copiados.
LLEVE SU BIBLIA
Poseer una Biblia es un privilegio, y llevarla consigo es, en sí, un testimonio.
Spurgeon, el famoso predicador británico, solía decir: “¡Lleve su Biblia a todas
partes porque predicará mil sermones por día!”, cuán cierta es esta afirmación.
Cuando alguien vea su Biblia, pensará automáticamente en su mensaje, y el
Espíritu Santo le dará convicción, consuelo o esperanza.
Aprendí esa valiosa lección siendo aún estudiante. Un día, en clase, se me
cayó la Biblia de encima de la pila de libros, yendo a dar al suelo. La profesora,
agnóstica, interrumpió la clase diciendo: “Billie, se te cayó la Biblia al suelo”.
Aunque ella nunca había aceptado a Cristo como su Salvador, su profundo
respeto por lo 50 LECTURAS DE INSPIRACIÓN que representaba, la movió a
honrar espontáneamente la Palabra de verdad. Este sencillo episodio me
brindó la oportunidad de conversar con ella privadamente. Le expliqué que si la
Biblia ya significaba algo para ella, su mensaje inspirado la afectaría aún más
cuando llegara a conocer a su Autor. Aunque era mucho mayor que yo y era
también mi profesora, fue evidente, por su mirada, que recibió mi sugerencia
con sincero aprecio.
UNA ACTITUD PIADOSA
Su gozo al leer la Biblia y oír la exposición y enseñanza de su mensaje
aumentará si aprende un importante secreto.
Tengo un amigo que fue invitado a predicar en una iglesia famosa por sus
cultos largos. Después de una hora de canto congregacional y testimonios,
hubo un hermoso solo de piano. Una señora, en uno de los bancos traseros, se
puso de pie y dijo: “Sí, Señor, sí”. Pasaron unos minutos, y otra persona se
puso de pie y dijo lo mismo. Al rato, la mayoría de la congregación se había
puesto de pie y dicho: “Sí, Señor, sí”.
Mi amigo estaba perplejo porque no había oído ninguna pregunta. Finalmente,
el pastor de la iglesia dirigió su vista al cielo y dijo: “Señor, te hemos dado
nuestra respuesta por adelantado. Ahora, háblanos por medio de tu mensajero
y dinos lo que tú quieres que hagamos”. El secreto del gozo y la adoración es
escuchar con un corazón preparado.
¿Ha asistido alguna vez a un culto donde lo menos que deseaba hacer era
adorar al Señor? Tenemos que cuidar nuestra actitud mental y adorar con un
espíritu lleno de esperanza. Esto exige planificar de antemano porque,
invariablemente, todo el mundo parece reclamar nuestra atención justo antes
del culto. Qué impacto hará en su vida el hecho de llegar al culto diciendo: “Sí,
Señor, sí”. Cuando esa es la actitud de su corazón,
¡Dios empezará a utilizarlo de maneras maravillosas!
Somos demasiados los que escuchamos la Palabra de Dios como si
estuviéramos escogiendo platos de un variado menú. Queremos seleccionar de
la Biblia un poco de esto y de aquello, y no nos acercamos con una voluntad
predispuesta a recibir lo que sea que Dios. Con demasiada frecuencia que
nuestra actitud es más bien la de: “Señor, quiero oír lo que tienes que decirme,
siempre y cuando coincida con lo que yo pienso hacer”. Como resultado, le
pedimos que bendiga lo que queremos que sea bendecido. Tratamos de
ignorar lo que no queremos oír.
Adorar con madurez es ponernos bajo la autoridad de Jesucristo diciendo: “Sí,
Señor, sí. Estoy a tu disposición, estoy dispuesto, estoy ansioso por hacer lo
que quieres que haga”
Habiendo creído en Cristo y habiéndolo aceptado como su Salvador, dará
evidencias de su amor por él escuchando su Palabra y obedeciendo su
voluntad.Porque vino para darle a usted una vida abundante, siempre lo guiará
hacia las más elevadas realizaciones. Contamos con la promesa infalible: El
Señor dice: “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te
daré consejos y velaré por ti” (Salmo 32:8).
Al usar la sección de tomar apuntes de su Diario espiritual, ¿se compromete
usted con el Señor a fin de profundizar su fe por medio de tomar apuntes
sobre lo que oye de la Biblia? ______ Sí ______ No
Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye
es la palabra de Cristo (Romanos 10:17)
TERCERA SESIÓN
GUÍA DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE
¿CÓMO APRENDER A CAMINAR?
Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora
en él (Colosenses 2:6).
Aprender a andar en Cristo, a caminar con él es su próximo paso en su
desarrollo cristiano. En este paso, descubrirá el gozo de contar a los demás
acerca de su decisión de seguir a Cristo. El Señor dijo: A cualquiera que me
reconozca delante de los demás, yo también lo reconoceré delante de mi Padre
que está en el cielo (Mateo 10:32). ¿Qué significa eso? Sencillamente esto:
Cuando uno ama a alguien, resulta natural hablar de esa persona. Uno quiere
que los demás sepan de la gran amistad que comparten. El Señor no quiere
discípulos secretos y, por amarle, querrá usted ser bautizado, unirse a una
iglesia y empezar a testificar donde trabaja o estudia. Hará todo esto como algo
natural a medida que se va desarrollando en su andar con Cristo.
Antes de aprender a cómo caminar, uno tiene que aprender a gatear; caminar y
madurar son parte de este proceso. No sucede 45 CAPÍTULO 2
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS PRÁCTICOS DE TOMAR APUNTES?
La fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la
palabra de Cristo (Romanos 10:17).
A. Mi fe crece cada vez que escucho la Palabra de Dios.
B. Tomamos apuntes debido a un problema básico humano: somos
olvidadizos.
ILUSTRACIÓN: El balde agujereado
Imagínese a un campesino pobre, sediento, que va a sacar agua del pozo.
Aunque el balde está lleno cuando empieza a subirlo, pero para cuando llega
arriba contiene apenas unas gotas de agua. Ante esta circunstancia, tiene que
tomar una decisión. El campesino puede hacer una de dos cosas: Arreglar el
agujero en su balde o resignarse a tener sed el resto de su vida. La mayoría de
los creyentes olvidan lo que escuchan en la iglesia y se pierden la bendición de
crecer sencillamente porque no han tratado de arreglar el agujero que les hace
olvidarse de lo escuchado.
Tomar apuntes le ayuda a:
1. Escuchar con más atención.
2. Retener lo que escucha.
3. Aplicar el mensaje a su propia vida.
4. Compartir la verdad con los demás.
USTED PUEDE LLEGAR A TENER MOMENTOS DEVOCIONALES DIARIOS
EFICACES
A. Al descubrir los beneficios prácticos para usted mismo.
1. Esta es la clave para cumplir el plan de Dios para su vida.
Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con
cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito (Josué
1:8).
2. Es el medio que usa el Espíritu Santo para revelar las acciones, actitudes y
prioridades en su vida que él quiere ayudarle a desarrollar o cambiar.
El rey David oró: Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y
sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el
camino eterno (Salmo 139:23, 24).
3. Le prepara para ser usado para influir sobre la vida de los demás.
Los gobernantes, al ver la osadía con que hablaban Pedro y Juan, y al darse
cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación, quedaron asombrados y
reconocieron que habían estado con Jesús (Hechos 4:13).
4. Provee una oportunidad para compañerismo con el Señor.
Jesús dijo: Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del
mundo (Mateo 28:20b).
B. ¡Al encarar con fe sus Momentos devocionales!
1. Confíe en que Dios se reunirá con usted y le guiará por medio de su Palabra.
Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir (Salmo 32:8a).
Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero (Salmo
119:105).
Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que
escuche como los discípulos (Isaías 50:4b).
2. Decida ser consecuente con Dios.
ILUSTRACIÓN: El buen atleta
El buen corredor se entrena cuando tiene ganas de hacerlo y se entrena
también cuando no tiene ganas. Se entrena todos los días. ¿Por qué?
Porque sabe que la constancia puede determinar si ganará o perderá la
carrera.
El apóstol Pablo dijo: Ejercítate en la piedad (1 Timoteo 4:7c)
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos
si no nos damos por vencidos (Gálatas 6:9).
ILUSTRACIÓN: Uno no deja de comer.
Si se pierde su Momento devocional, no se desanime ni deje de seguir
teniéndolos. Le daré una ilustración que se aplica a esto. ¿Qué pasaría si se
me acercara usted y me dijera:
“Estoy muy desanimado”?
Yo le comento: “Lo siento. ¿Qué pasa?”.
Usted responde: “Me perdí el almuerzo ayer, y antes me había propuesto
comer siempre y bien. Supongo que soy tan inconstante que no puedo cumplir,
así que no pienso volver a comer”.
Nadie renuncia a comer por el sencillo hecho de que se perdió una comida o
dos. La Biblia es nuestra comida espiritual y no renunciamos a nuestro
Momento devocional por el mero hecho de habernos perdido uno.
Su apetito físico le impulsa a visitar su refrigerador, y su apetito espiritual debe
recordarle a disfrutar de su Biblia. Es una necedad espiritual obligarse a morir
de hambre o a estar desnutrido, así que use su sentido común y aliméntese.
Muchos creyentes comen solo una comida espiritual por semana: El domingo.
¿En qué condición física estaría usted si comiera únicamente una comida
por semana?
3. Siempre aplique las percepciones que Dios le da durante los momentos
devocionales.
No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes
mismos (Santiago 1:22).
Tenga en cuenta que su corrección incluirá:
a. Actividades que necesita iniciar u otras que tiene que dejar de hacer.
b. Actitudes que necesita desarrollar o cambiar.
Al planear de antemano el éxito que quiere lograr.
1. Propóngase descansar bien por la noche, a fin de amanecer renovado.
Perezoso, ¿cuánto tiempo más seguirás acostado? ¿Cuándo despertarás de tu
sueño? (Proverbios 6:9)
2. “¡Si te quedas levantado de noche como los búhos, no podrás levantar el
vuelo de mañana como las águilas!”.
2. ¡Empiece su día con Cristo!
El salmista David dijo: Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor (Salmo
5:3a).
3. Elija un lugar especial.
¿CÓMO SE MANTIENEN LA DISCIPLINA Y EL DESARROLLO ESPIRITUAL
PROPIOS?
El que con sabios anda, sabio se vuelve (Proverbios 13:20a).
ILUSTRACIÓN: Los árboles de secoya
¿Ha visto alguna vez una foto de los gigantescos árboles de secoya que hay en
el norte de California? La mayoría tienen cientos de años. Estos árboles han
resistido toda clase de embates del tiempo, aun así siguen creciendo.
Uno pensaría que las raíces de estos árboles serían muy profundas pero en
realidad son superficiales. Sus raíces son tan inadecuadas que nunca podrían
resistir solas. La clave de su fuerza tremenda se encuentra debajo del suelo,
donde las raíces se entrelazan. A través de los años, cada árbol nuevo ha
contado con el apoyo de todos los demás.
De la misma manera, su discípulo obtendrá fuerza y apoyo de la comunión y
las oraciones de sus hermanos consagrados al Señor.
Recuerde que el crecimiento es lento, así que tenga paciencia y disfrute de
cada nuevo día de comunión con Dios y con otros creyentes.
TAREAS ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL
DISCÍPULO:
A. Siga teniendo su Momento devocional cada mañana. Apunte cada día una
percepción bíblica, una oración y una aplicación. Prepárese para compartirlas
en el próximo encuentro.
B. Lea el Capítulo 3: “El ejemplo perfecto”, empezando en la página 53.
Subraye los pensamientos principales para conversar sobre ellos en el próximo
encuentro.
C. Tome apuntes de un sermón escribiéndolos en su Diario espiritual, y
prepárese para compartir sus pensamientos favoritos en el próximo encuentro.
D. Siga leyendo, a su propio ritmo, el evangelio según Juan.
“Finalicemos con una oración”.
MOMENTO DEVOCIONAL 13
Ustedes son la luz del mundo... Hagan brillar su luz delante de todos, para que
ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el
cielo (Mateo 5:14a, 16). La Biblia llama luces y lámparas a los creyentes. En
todo el mundo, la luz tiene el mismo propósito:
¡Disipar las tinieblas!
En cierta ocasión, una mujer se acercó a su pastor quejándose de la fábrica
donde trabajaba. Quería renunciar porque casi todos los empleados eran
inconversos y tenían lo que llamamos bocas sucias. El pastor le escuchó, y le
preguntó: “¿Dónde se colocan las luces?”.
Haciendo caso omiso a la pregunta, siguió quejándose de las fiestas
indecentes, las bebidas y los chistes de doble sentido. Nuevamente preguntó
él: “¿Dónde se colocan las luces?”.
Aunque intrigada por su respuesta, la mujer pasó a contarle que algunos de
sus colegas también andaban en relaciones inmorales. Por tercera vez él
preguntó: “Pero, ¿dónde se colocan las luces?”. Irritada, ella contestó: “No sé
dónde se colocan las luces. ¡Supongo que en lugares oscuros!”. De pronto, se
dio cuenta de lo que él procuraba hacerle entender.
La actitud de esta mujer cambió cuando cayó en la cuenta que había sido
llamada a ser la luz de Cristo en un ambiente oscuro.
Mi percepción bíblica: Tengo que disipar las tinieblas en mi vida como la luz
del mundo que soy.
Oración: Señor, ayúdame a vivir una vida llena de tu luz y a trabajar en buenas
obras.
MOMENTO DEVOCIONAL 14
Han hecho bien en participar conmigo en mi angustia.... Incluso a Tesalónica
me enviaron ayuda una y otra vez para suplir mis necesidades (Filipenses 4:14,
16).
Tenemos dos lecciones importantes para aprender de estos versículos. En
primer lugar, como creyentes hemos de ayudar a los que sufren necesidad y,
en segundo lugar, como lo demuestra Pablo, hemos de expresar gratitud
cuando nos ayudan a nosotros.
Una helada noche de invierno, Nat Spencer y su hermano, estudiantes
seminaristas, caminaban por la orilla del lago Michigan. De pronto, vieron a la
distancia que un barco empezaba a hundirse. A los pocos instantes, ¡sus 323
pasajeros estaban en el agua helada!
Los hermanos Spencer eran fuertes y buenos deportistas, y Nat era un nadador
eximio. Tomando una soga en su mano, valientemente nadó hasta el barco que
se hundía. Luchando contra el agua helada una y otra vez pudo rescatar a 23
personas con su heroico esfuerzo pero, debido a su sacrificio, quedó inválido
para el resto de su vida. ¿No hubiera sido lógico que aquellos a quienes
rescató se dedicaran a suplir sus necesidades? ¡Qué tragedia que jamás tuvo
noticias ni siquiera de uno de ellos! Nat cumplió su parte, pero 23 personas
nunca se molestaron por expresarle su agradecimiento.
Mi percepción bíblica: Debo ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio.
Oración: Señor, perdóname por las veces que no he ayudado a los demás en
sus necesidades, enséñame a acudir al socorro de las personas que están a mí
alrededor.
MOMENTO DEVOCIONAL 15
Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora
en él (Colosenses 2:6).
Al principio, recibiste a Cristo por fe; ¡sigue disfrutando de ese gozo!
Hace años, un muchachito le rogó a su padre que lo dejara ir al circo que había
llegado a su pueblo. Después de que el niño cumpliera con sus obligaciones,
su papá le dio dinero para la entrada y le dio permiso para que fuera. Al ir
llegando al lugar donde se había levantado la enorme carpa, se encontró con el
desfile inaugural del circo. Cuando pasó a su lado el último payaso, el niño le
puso en la mano el dinero y regresó a su casa contento, creyendo que había
visto la función. A muchos creyentes les pasa lo mismo que a aquel
muchachito; ¡confunden el principio con el fin!
El nuevo nacimiento es sencillamente la puerta de entrada a una nueva vida. Al
ir aprendiendo a andar por fe tu vida se llenará de nuevos y maravillosos
descubrimientos. Nunca te conformes con sencillamente recordar tu
conversión. Aprende a andar con él y a correr con él. Ten por seguro que lo
mejor siempre está en el porvenir.
Pablo lo expresó de esta manera: Olvidando lo que queda atrás y
esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta
para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en
Cristo Jesús (Filipenses 3:13b, 14). Pablo vivía para el futuro, no el pasado.
Mi percepción bíblica: Tengo que esforzarme cada día por avanzar hasta
llegar a la meta de la corona de la vida.
Oración: Señor, ayúdame a avanzar, a ser esforzado y diligente en el plan de
Dios y transformación para mi vida.
MOMENTO DEVOCIONAL 16
Lee Salmos 27:11; 31:3; 32:8.
Dios les ha dado a todos sus hijos redimidos la Biblia y el Espíritu Santo que
mora en ellos. ¿Para qué? Para que podamos saber y cumplir su voluntad.
Escucha su promesa: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes
seguir; yo te daré consejos y velaré por ti (Salmo 32:8).
Dios no nos ha puesto en un océano sin una brújula, ni nos ha mandado de
viaje sin darnos un mapa. Al contrario: Sabemos quiénes somos, por qué
estamos aquí y a dónde vamos.
La Biblia nos enseña sobre el ministerio del Espíritu Santo, y es el Espíritu
Santo quien nos capacita para comprender la Biblia. Por ello, necesitamos la
ayuda combinada de ambos para discernir claramente la dirección de Dios.
Adquirimos conocimiento, sabiduría y entendimiento por medio de la lectura
bíblica; pero la seguridad y la paz interior que por lo general acompañan a
nuestra obediencia son obra del Espíritu Santo.
¿Notas el equilibrio? Si estás desproporcionado por leer poco la Biblia pero te
pasas mucho tiempo en oración, o viceversa, te será difícil discernir la voluntad
de Dios.
Mi percepción bíblica: Tengo que leer la biblia si quiero obtener sabiduría,
buen consejo y dirección del Espíritu Santo en mi vida.
Oración: Ayúdame, Señor a que cada día de mi vida anhele leer las escrituras,
a escudriñar y meditar en ella para encontrar una buena guía para mis
caminos.
Aplicación: Entonces haré un tiempo de lectura y meditación diaria de las
escrituras.
MOMENTO DEVOCIONAL 17
Lee Mateo 28:18-20.
Esas fueron las indicaciones finales de Jesús a sus discípulos antes de volver
al cielo. En base a su autoridad, tanto ellos como nosotros recibimos el
mandato de hacer discípulos”
La clara percepción de Pablo de que estaba autorizado para servir al Señor es
un ejemplo vivo para cada creyente. Considera en el siguiente pasaje el
profundo sentir de su compromiso: Somos embajadores de Cristo... En nombre
de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios. (2 Corintios 5:20).
Es posible que nunca te pidan que seas el portavoz del presidente o que
tengas algún poder en el estado, pero como creyente, tienes un privilegio
muchísimo mayor. En tu casa, comunidad y todo lugar donde ejerces tu
influencia, eres representante de Cristo. Tu misión es llamar a todos a volverse
a Dios y hacerlos discípulos para Jesucristo.
Cuando descubrieron a un joven soldado llamado Alejandro descuidando sus
obligaciones, lo llevaron ante Alejandro Magno. El poderoso conquistador miró
al soldado y le dijo: ¡Cambias tu comportamiento o te cambias el nombre!
Cuando representas a Cristo y llevas su nombre, tu autoridad depende de tu
sentido de responsabilidad.
Mi percepción bíblica: Tengo que comportarme como lo que soy: un
embajador de Cristo Jesús en la tierra.
Oración: Ayúdame, Señor a cultivar todo tu ser en mí, a ser cada día como Tu
para no decepcionarte por la confianza que has puesto en mí.
Aplicación: Entonces haré: Seré más diligente en mis compromisos y
actividades.
MOMENTO DEVOCIONAL 18
Lee Deuteronomio 6:5-7.
Hemos sido llamados a amar a Dios de todo corazón y a enseñar fielmente a
nuestros hijos a hacer lo mismo. Qué afortunados somos porque este mandato
divino es a la vez una invitación al gozo ¡Es por guardar el primer mandamiento
que sentimos una felicidad espontánea!
Es por esto que Juan pudo decir: Y éstos [sus mandamientos] no son difíciles
de cumplir (1 Juan 5:3b). El que nos pidan hacer algo de lo cual realmente
disfrutamos nunca es gravoso. Imagínate que te pidan que aspires el aroma de
tu flor favorita, que comas tu postre favorito o que escuches tu música favorita.
¿Te negarías a hacerlo?
Amar a Dios es siempre y por encima de todo, más dulce que cualquier
relación humana. ¿Por qué? Porque nunca te mal interpreta, ni te maltrata, ni te
olvida, ni te abandona. ¡Siempre es benigno, misericordioso y sobreabundante
con la vida! Nunca te avergonzará con alguna impureza ni te decepcionará con
un carácter cambiante. Ha prometido ser consecuentemente santo, ser el
mismo ayer y hoy y por los siglos
(Hebreos 13:8).
Se dice que el respeto es el mejor fundamento sobre el cual edificar un amor
duradero. Teniendo esto en mente, considera por cuánto tiempo y con qué
profundidad puedes amar a Dios.
Mi percepción bíblica: Tengo que ser congruente con lo que siento, si amo a
Dios tengo que demostrarlo pasando tiempo de calidad con El.
Oración: Perdóname, Señor por no amarte correctamente, enséñame a
experimentar cada día tu amor en mi vida.
Aplicación: Entonces haré: Amare a Dios no solo con mis pensamientos sino
tambien con acciones.
CÓMO EL NUEVO TESTAMENTO
ENFOCA EL MINISTERIO
Todo el proceso del discipulado y de hacer discípulos empieza con una visión.
Tenemos que ver, antes que nada, que el discipulado es el tipo de vida que
Dios espera de nosotros como creyentes. Somos llamados a ser seguidores de
Jesucristo: Discípulos. Pero también se nos ordena vayan y hagan discípulos,
que viene a ser multiplicar discípulos. Así empezamos por medio de desarrollar
una visión bíblica sobre este ministerio.
Billie Hanks ha puesto en práctica estos conceptos durante años y es un
“discipulador” de experiencia. Por medio de la lectura del folleto Born to
Reproduce (Nacido para reproducirse) por Dawson Trotman, Hanks captó la
visión de la multiplicación espiritual, la desarrolló en un excelente currículo para
la iglesia local y se ha dedicado a capacitar a pastores y líderes laicos con
respecto a cómo tener y multiplicar un ministerio discipulador exitoso en la
iglesia.
El doctor Hanks es presidente de la Asociación Internacional de Evangelismo
con sede en Salado, Texas, y ha visitado a más de sesenta países en el curso
de su ministerio evangelístico y discipulador. También dirige un centro de
capacitación discipular para estudiantes universitarios y de instituciones
teológicas Este ministerio está en una hacienda dedicada exclusivamente a
este ministerio cerca de Sweetwater, Texas. Ha obtenido títulos de la
Universidad de Baylor y el Seminario Teológico Southwestern.
A la par de su ministerio de predicación y enseñanza, Hanks compone himnos
y cantos folclóricos. Su balada popular, titulada Lonely Voices (Voces solitarias)
se ha contado entre la música cristiana de mejor venta y es conocida alrededor
del mundo.
Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a
todas las naciones, y entonces vendrá el fin. (Mateo 24:14)
Una soleada tarde en Florida, EE. UU. de A., escuché las impactantes e
inolvidables palabras de un reconocido pastor evangélico británico.
Dijo: “Escuchen bien, cristianos norteamericanos: Vuestros grandes templos
estarán tan vacíos como las catedrales de Gran Bretaña en un lapso de
veinticinco a cincuenta años si no cambian vuestra metodología”.
Aquel renombrado hombre de Dios habló con la seguridad de un profeta y, a la
vez, con la humildad del que ha sido pulido por los muchos años de servicio
cristiano.
CUARTA SESIÓN
GUÍA DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE
EL EJEMPLO PERFECTO
Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de
la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar (Marcos 1:35).
La vida perfecta del Señor es un ejemplo digno de ser seguido por todos. El
mundo ha tenido muchos maestros, pero solo un Cristo: Sus acciones eran tan
inspiradas como las palabras que decía.
EL PRIVILEGIO DE COMPARTIR LAS BUENAS NUEVAS DE DIOS
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer
todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes
siempre, hasta el fin del mundo (Mateo 28:19, 20).
Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán
mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los
confines de la tierra (Hechos 1:8).
Usar un folleto evangelístico:
A. Lo mantiene enfocado en el tema. .
B. Asegura que dispone de los versículos importantes.
C. Permite que la otra persona repase el mensaje.
D. Brinda un apoyo visual para subrayar el mensaje hablado.
EL PRIVILEGIO DE PODER ORAR
A. La naturaleza de la oración.
ILUSTRACIÓN: Billy Graham
En una de sus cruzadas, Billy Graham miró con cariño y compasión a los que
habían pasado al frente haciendo profesión de fe. Les preguntó:
¿Saben cómo orar? Enseguida, elevó su mirada al cielo y dijo: “Padre, te amo”.
Volviendo a mirar a los presentes, les dijo amorosamente: “Así es como se
ora”.
1. Por medio de la oración podemos conversar con Dios sobre cualquier tema,
en cualquier momento y en cualquier lugar.
2. La oración incluye hablar con Dios y también escuchar a Dios.
B. La vida de oración de nuestro Señor Jesucristo.
1. Oraba de mañana.
Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de
la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar (Marcos 1:35).
2. Oraba con constancia.
Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, de modo que
acudían a él multitudes para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades.
Él… solía retirarse a lugares solitarios para orar (Lucas 5:15, 16).
3. Oraba intensamente antes de tomar decisiones importantes.
Por aquel tiempo se fue Jesús a la montaña a orar, y pasó toda la noche en
oración a Dios. Al llegar la mañana, llamó a sus discípulos y escogió a doce de
ellos, a los que nombró apóstoles (Lucas 6:12, 13).
C. Haga que la oración sea una prioridad constante en su vida.
1. La oración es una alternativa a la ansiedad.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias (Filipenses 4:6).
2. La oración nos da una manera de evitar la tentación.
Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto,
pero el cuerpo es débil (Mateo 26:41).
3. La oración nos da una manera de lograr grandes triunfos.
La oración del justo es poderosa y eficaz (Santiago 5:16b).
“Demos un vistazo a las Tareas entre semana para su desarrollo espiritual”.
TAREAS ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL
DISCÍPULO:
A. Siga con sus Momentos devocionales usando su Guía del discípulo y su
Diario espiritual. Prepárese para compartir sus percepciones en el próximo
encuentro.
B. En espíritu de oración, esta semana regale a alguien un ejemplar de Cómo
obtener paz con Dios. Si se muestra receptivo para hablar, sencillamente ore
en silencio para que el Señor le muestre qué decir y a fin de que la
conversación se vaya desarrollando con toda naturalidad.
(Si usted necesita más folletos de Cómo obtener paz con Dios, puede ir a
www.ieaom.org y haga clic en “Tienda”.)
C. Lea el Capítulo 4: “El secreto de la vida piadosa”, que comienza en la página
59. Subraye los conceptos más importantes y prepárese para comentarlos en
el próximo encuentro.
D. Tome apuntes de un sermón escribiéndolos en su Diario espiritual.
Prepárese para hablar sobre los puntos más importantes en el próximo
encuentro.
E. Siga leyendo, a su propio ritmo, el Evangelio según Juan.
1. “Abramos nuestro Diario espiritual e intercambiemos motivos de oración. Así
podremos orar específicamente el uno por el otro cada mañana de esta
semana”.
2. “Ha llegado el momento de concluir esta sesión. Oremos el uno por el otro
antes de retirarnos”.
TAREA ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL
MAESTRO: Lea el Capítulo 9: “Asociación con Jesús” que comienza en la
página 161.
MOMENTO DEVOCIONAL 19
Lee tres veces 1 Corintios 6:19, 20.
Medita silenciosamente en la extraordinaria verdad de que ¡Cristo vive en ti! He
sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que
ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio
su vida por mí (Gálatas 2:20).
La vida cristiana, comprendida correctamente, no es cuestión de vivir para
Cristo, sino de dejar que Cristo viva su vida abundante por medio tuyo. Tú
estás muerto; es decir, los pecados que antes te tenían cautivo han sido
crucificados con Cristo. Tu yo antiguo, puramente humano, ya no vive. La vida
de fe que ahora tienes surge de su presencia en tu interior. De afuera, pareces
el mismo pero, adentro, tienes una vida nueva que ha estado presente desde el
momento que invitaste a Cristo a residir en tu corazón.
La vida cristiana no se trata de cumplir una serie de reglamentos para
complacer a Dios, ni se trata de una filosofía. Es la obra del Espíritu de Dios en
nuestra vida. Pero es por esto que al inconverso le resulta tan difícil entender la
Biblia. La Biblia dice: El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del
Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que
discernirlo espiritualmente (1 Corintios 2:14a).
Vivir la vida cristiana sin que more en nosotros el poder de Cristo es imposible.
Por eso la Biblia declara: Cristo en ustedes, la esperanza de gloria (Colosenses
1:27b). Es el hecho de que él está en ti lo que hace que tu vida cristiana sea
una realidad.
Mi percepción bíblica: Tengo que aprender a mí vivir mi nueva vida en Cristo.
Oración: Ayúdame, Señor a vivir mi nueva vida confiado de que tu poder y tu
amor me sostendrán.
Aplicación: Entonces haré… Viviré para cristo transformando mi vida a cada
paso.
MOMENTO DEVOCIONAL 20
Lee Colosenses 1:9-12.
¿Has orado por alguien sin saber lo que realmente necesitaba?
La petición principal de la oración de Pablo a favor de sus hermanos creyentes
era que fueran llenos del conocimiento de la voluntad de Dios.
¿Por qué? Porque esto es lo que cada ser humano necesita. ¡Vivir dentro de la
voluntad de Dios es el secreto de la felicidad en esta vida y la clave para poder
recibir un: Bien, buen siervo y fiel en la próxima!
La oración de intercesión se centra en ayudar a poner a alguien dentro de la
voluntad de Dios en algún aspecto específico de su vida. Aparte de esto,
presenta necesidades de todo tipo ante el Señor. Ningún tema es demasiado
insignificante ni demasiado importante como para dejar de interceder por él; si
el problema te pesa a ti, también le pesa a tu Padre Celestial.
El Apóstol oró pidiendo que sus hermanos creyentes recibieran sabiduría y
entendimiento. Oró por los perdidos: Hermanos, el deseo de mi corazón, y mi
oración a Dios por los israelitas, es que lleguen a ser salvos (Romanos 10:1).
Si tienes amigos creyentes, ora por sus necesidades espirituales y físicas. Si
tienes amigos inconversos, pide al Señor que, en su gracia, los convenza de
sus pecados.
Durante más de cincuenta años, Jorge Mueller, reconocido por su ministerio de
intercesión, oró por cinco amigos inconversos. Después de cinco años, el
primero aceptó a Cristo como su Salvador. Después de diez años, dos más lo
hicieron. Mueller perseveró por veinticinco años y el cuarto amigo fue salvo.
Cuando el quinto amigo recibió a Cristo, ¡Mueller, que tanto oró por él, ya
estaba en la presencia del Rey! Cincuenta y dos años de oración intercesora
había producido su fruto eterno.
Mi percepción bíblica: Tengo que interceder por mi prójimo y preocuparme de
que su alma se salve.
Oración: Señor, intercedo por mis familiares y amigos para que ellos puedan
llegar a ti y ganar salvación y vida eterna amándote y sirviendo.
Aplicación: Entonces haré... Estaré al pendiente y orare por las necesidades
de las personas que estén a mí alrededor.
MOMENTO DEVOCIONAL 21
Lee 1 Tesalonicenses 5:12-18.
Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación,
porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús (1 Tesalonicenses
5:16-18).
¿Cómo es posible todo esto? Como creyentes, podemos estar siempre
gozosos porque nuestro gozo no surge de circunstancias externas sino de la
presencia de Cristo que mora en nosotros. Tenemos el privilegio singular de
experimentar el calor del amor divino y su paz... que sobrepasa todo
entendimiento (Filipenses 4:7). Nuestro gozo es sencillamente uno de los
resultados de esta calidad especial de comunión con el Padre.
Esta expresión oren sin cesar no significa de hecho estar diciendo tus
oraciones sin parar, sino más bien mantener un espíritu de oración que satura
cada parte de tu día. Mientras vas en tu auto, trabajas en la cocina, cortas el
césped o haces ejercicio físico, puedes disfrutar de un diálogo interior con Dios
y tener plena conciencia de su presencia.
Quizá entiendas mejor este concepto cuando te detienes para considerar la
parte que ocupa, en una buena conversación, el hecho de escuchar. La oración
es una maravillosa conversación ¡de ida y vuelta! en que tú puedes hablarle a
Dios y él te puede hablar a ti; nadie más sabrá lo que conversan a menos que
tú quieras que lo sepan. Después de unos meses, también descubrirás que
cuanto mejor lo conoces, más natural te resultará orar continuamente.
Dad gracias en todo no significa que hemos de agradecer a Dios por todo lo
que nos pasa, sino vivir en una actitud llena de fe de modo que podamos dar
gracias en cada circunstancia que nos toca vivir.
Mi percepción bíblica: Tengo que orar sin cesar para mantener una comunión
plena con Dios, agradeciendo de sus bondades.
Oración: Señor, ayúdanos asi como a tus discípulos a saber cómo orar.
Enséñanos a orar.
Aplicación: Entonces haré... Me ocupare de tener mi tiempo de oración y
comunión con El Señor día a día.
MOMENTO DEVOCIONAL 22
Lee 1 Pedro 3:13-15.
Es probable que ya hayas sido objeto de críticas o que hayas sufrido por una u
otra razón pero, ¿ha sido por causa de la justicia? La Biblia dice: Alégrense de
tener parte en los sufrimientos de Cristo... Dichosos ustedes si los insultan por
causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre
ustedes (1 Pedro 4:13a, 14).
Cuando los primeros cristianos eran azotados por hablar del Señor, salían
llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa
del Nombre (Hechos 5:41b).
Es probable que te llamen ¡santurrón!, ¡loco! y muchas cosas más cuando
defiendes a Cristo. Jesús lo predijo al decir: Ningún siervo es más que su amo
(Juan 13:16). Viviendo como hombre sobre esta tierra, fue llamado blasfemo,
glotón, endemoniado. ¿Por qué? Porque trajo luz a las tinieblas y pues todo el
que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus
obras queden al descubierto (Juan 3:20).
El Señor dijo: Ustedes son la luz del mundo. Solo a los que están contentos
con lo que hacen les gusta la luz. Detente a considerar cuántos crímenes,
cuántas borracheras e inmoralidades ocurren bajo el velo de la oscuridad. Es
fácil entender por qué usó esta ilustración. 1 Pedro 3:17 tiene un mensaje para
nosotros: Si es la voluntad de Dios, es preferible sufrir por hacer el bien que por
hacer el mal. ¡Ser perseguido por lo que hace en la luz es una forma de
sufrimiento perfectamente aceptable para el creyente!
Mi percepción bíblica: Debo sufrir con paciencia las persecuciones del mundo
y tratar a los demás con humildad.
Oración: Señor, perdóname por la falta de paciencia y humildad que tenido
para manejar el sufrimiento.
Aplicación: Entonces haré... practicaré la paz, paciencia y humildad.
MOMENTO DEVOCIONAL 23
Lee tres veces Proverbios 15:16, 17.
“Es mejor lo poco” es una frase contraria al pensamiento actual sobre el éxito.
Nos olvidamos que Jesús dijo: La vida de una persona no depende de la
abundancia de sus bienes (Lucas 12:15b). En la iglesia primitiva, pocos
creyentes eran de la nobleza, o ricos o de alta posición. Era el pueblo común el
que escuchaba con gusto el mensaje de Jesús.
Si la felicidad fuera el resultado de tener mucho, entonces las drogas, el
alcoholismo, las úlceras y el divorcio serían menos comunes entre los ricos de
nuestra sociedad. Es todo lo contrario: Los grandes tesoros sin reverencia a
Dios solo producen problemas y libertinaje.
La Biblia nos advierte que el amor al dinero es la raíz de toda clase de males (1
Timoteo 6:10a). Si la raíz del pecado humano es el materialismo, entonces,
ganar más solo aumenta su problema. ¡La clave para gozar de prosperidad no
se encuentra en la prosperidad misma!
Más bien, proviene de la satisfacción de ver a Dios cumplir su voluntad por
medio de lo que él ha puesto en tus manos.
Sea esta tu meta: Amar a Dios, no al dinero, no codiciar la manera de vivir de
los que, a tu alrededor, aman el dinero. Jesús dijo: Busquen primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas (Mateo
6:33).
¡Gran noticia! Cuando hayas hecho de Cristo tu Señor y hayas admitido que es
dueño de tu vida, tu gozo será igualmente grande, ¡ya sea que poseas poco o
mucho de los bienes de este mundo!
Mi percepción bíblica: Debe amar a Dios antes que el dinero y olvidarme de
la avaricia.
Oración: Señor, ayúdame a saber administrar mis bienes, ser dadivoso y no
poner el dinero y trabajo antes que a Ti.
Aplicación: Entonces haré... Dejare de poner al dinero por encima de todas las
cosas que me acercan al Señor.
MOMENTO DEVOCIONAL 24
Lee Mateo 13:44-46.
Jesús dijo que el reino de los cielos es como un tesoro valioso; algo de
suprema calidad, cuyo valor es equivalente a todo lo que uno posee. En otra
ocasión comparó sus enseñanzas a las perlas y advirtió a sus discípulos que
no dieran cosas de valor a quienes no están espiritualmente preparados para
recibirlas. Es por esta razón que el Señor dijo tantas veces: El que tenga oídos
para oír, oiga. Diciendo esto da a entender: ¡Si puedes apreciar el valor de esta
verdad espiritual, entonces escucha lo que estoy por decir! Hoy tenemos el
mismo desafío cada vez que leemos la Biblia o escuchamos un sermón.
Una fábula famosa cuenta de tres hombres que viajaban en el desierto durante
la noche. A la luz de las estrellas se encontraron con un desconocido quien les
dijo que estarían alegres y tristes al mismo tiempo si llenaban sus bolsillos y
alforjas con las piedras de un río cercano.
Esto despertó la curiosidad de los viajeros, pero también su desconfianza, así
que cuando llegaron al río tomaron solo unas pocas piedras. A la mañana
siguiente, se sintieron ¡alegres y tristes al mismo tiempo! tal como el
desconocido les había dicho. ¡Las piedras se habían convertido en perlas
exquisitas! Estaban alegres por las piedras que habían tomado, pero tristes por
las que habían dejado.
El precio de obtener discernimiento espiritual no tiene nada que ver con dinero.
El tiempo es la “etiqueta de precio” de esta inversión de valor permanente.
LECTURA DE INSPIRACION
CAPÍTULO 4
EL SECRETO DE LA VIDA PIADOSA
Ejercítate para la piedad (1 Timoteo 4:7c).
Nadie alcanza la vida piadosa por accidente. Es únicamente cuando uno
anhela la pureza personal, decide ser santo y deja que Cristo esté al mando,
que puede vivir en carne propia la vida cristiana victoriosa. El desarrollo
espiritual, a diferencia del desarrollo físico, es el resultado de un compromiso
personal con el Señor. Decidimos ejercer una autodisciplina ¡para la piedad!
Cuando tomamos decisiones que honran a Cristo, él nos da todo el poder que
precisamos para ponerlas en práctica.
Esta nueva vida es una vida que el mundo secular no puede entender a
cabalidad. Pablo describe su singularidad en 2 Corintios 5:17: De modo que si
alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas. El testimonio personal de Pablo refleja un cambio
total en su escala de valores. Pero las cosas que para mí eran ganancia, las he
considerado como pérdida... Pero, ¿por qué?
…en comparación con lo incomparable que es conocer a Cristo Jesús mi Señor
(Filipenses 3:7, 8). El cristiano tiene una nueva y diferente manera de pensar.
La Biblia dice: Ya que han resucitado con Cristo... Concentren su atención en
las cosas de arriba no en las de la tierra
(Colosenses 3:1a, 2).
Los nuevos pensamientos, las acciones y los profundos sentimientos que
aparecen al aceptar a Cristo como Salvador son nutridos por nuestra íntima
comunión con él. Al igual que la mayoría de los nuevos discípulos, el primer
versículo que memoricé fue Juan 3:16: Porque tanto amó Dios al mundo, que
dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que
tenga vida eterna. Años después, un amigo me mostró 1 Corintios 1:9 y me
explicó su maravilloso significado. Llegó a ser mi favorito, después de Juan
3:16. Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo
Jesucristo, nuestro Señor. Fue por medio de estas palabras que descubrí que
cada creyente tiene un llamado; sí, el llamado divino de vivir en comunión con
Cristo.
DIOS ANHELA NUESTRA COMUNION CON EL
¿Por qué reservar un Momento devocional diario para orar y leer la Biblia?
Porque Dios mismo nos llama fielmente a vivir una vida de comunión con su
Hijo. Fallarle en cumplir ese anhelo santo de Dios aunque sea por un día sería
una tragedia. En Juan 4:23, Jesús enfatizó su anhelo por contar con esa
comunión: Pero se acerca la hora... en que los verdaderos adoradores rendirán
culto al Padre en espíritu y en verdad porque así quiere el Padre que sean los
que le adoren. La comunión con el Señor, nuestro llamamiento más noble,
ocupa el centro mismo de nuestra adoración y todo lo demás que hacemos
como hijos de Dios. Por medio de ella, somos partícipes de los propósitos más
divinos para la vida.
El Momento devocional diario no es un programa planteado por el ser humano,
ni es un rito legalista basado en alguna tradición. Es la respuesta externa de
nuestro anhelo innato de realmente conocer a Dios. Lea las palabras del
apóstol Pablo después de años de ser creyente. El anhelo de su corazón era
profundizar esa comunión: Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo,
experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus
sufrimientos (Filipenses 3:10a). Pablo quería conocer todos los aspectos
involucrados en tener una íntima comunión con su Creador.
El amor es igual. Los casados testifican del hecho que después de conocerse y
amarse durante años, todavía siguen aprendiendo a apreciar nuevos aspectos
de la personalidad de su cónyuge. Podríamos decir que amor es igual a T-I-E-
M-P-O. Para conocer realmente a una persona, lleva años de comunión con
ella bajo una gran variedad de circunstancias. Esta misma regla se aplica a
nuestro andar con Dios.
LA SEGURIDAD DE SU AMOR
Anhelar a Dios es tan antiguo como lo es la existencia del ser humano, pero
pocos lo han expresado con la claridad de Moisés. En su hermosa oración dice:
Sácianos de tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría
(Salmo 90:14). Supo captar una verdad fundamental con respecto al amor de
Dios: Es constante, inmutable y seguro.
Moisés había develado, cada mañana, el secreto del gozo y la alegría. Andaba
en comunión íntima con el Dios que amaba a pesar de todas las dificultades
que el mundo lanzaba en su dirección. Póngase en su lugar: Tenía 80 años y
era responsable por el desplazamiento de 600.000 hombres y sus familias a la
tierra de Canaán (Éxodo 12:37). Detrás de él venía el enemigo ejército egipcio,
delante de él tenía el abrasador desierto, y contaba con poca comida y agua.
Humanamente hablando, lo único que tenía eran problemas. Además de todos
estos obstáculos, el pueblo casi siempre se mostraba inconforme. Moisés
soportaba el peor tipo de obligaciones en el peor ambiente de trabajo. Fue bajo
estas condiciones que aprendió el valor supremo de pasar sus mañanas con
Dios.
¿No le gustaría a usted sentirse interiormente satisfecho al amanecer de cada
nuevo día? Piense en las deliciosas comidas que satisfacen su apetito, o en
una bebida que calma su sed. El Momento devocional cotidiano tiene como fin
satisfacer su anhelo de Dios. Si tiene usted responsabilidades, si vive en un
ambiente desafiante o necesita que le recuerden que Dios le ama, tiene a su
disposición el mismo gozo que inundaba a Moisés.
Si el creyente no puede vivir dando prueba de un gozo abundante, positivo,
¿quién puede? ¡Usted tiene derecho a la felicidad! Ha sido redimido y es ahora
un hijo de Dios. Tiene la libertad de llegar al máximo de su potencialidad.
Efesios 2:10 dice: Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las
pongamos en práctica. Es usted una persona especial que tiene una misión
especial. Dios quiere recordarle cada mañana quién es usted en Cristo.
NUESTRA NECESIDAD DE CONTAR CON DIRECCION
El versículo 8 del Salmo 143 es uno de los muchos versículos prácticos en la
Biblia. Enfoca específicamente el tema de tener un Momento devocional diario.
David dice allí: Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he
puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi
alma. Si alguna vez hubo un personaje bíblico que necesitara el Momento
devocional cotidiano para recibir dirección, sin duda fue David. Cuando dice:
porque a ti elevo mi alma , significa literalmente: ¡Pongo mi vida en tus manos!
Considere a David, un hombre cuya vida estaba llena de constantes conflictos,
un hombre fuerte, valiente y decidido. ¿Por qué oró pidiendo dirección y
ayuda? Porque comprendía la realidad de su propia necesidad. De muchacho,
siendo un pastorcillo, David aprendió a confiar en Dios cuando protegía a su
rebaño de los animales peligrosos. De jovencito se enfrentó con Goliat, el
soldado gigante, con solo una honda. De joven, se pasó años huyendo del rey
Saúl quien antes fuera su amigo. De adulto vivió con la amenaza constante de
los filisteos. De anciano, dos de sus hijos (Absalón y Adonías) trataron de
usurparle el trono valiéndose de la violencia. Aunque vivía en medio de crisis,
David fue un hombre ¡según el corazón de Dios! (1 Samuel 13:14), un hombre
a quien Dios amaba entrañablemente. Aun cuando cayó en los peores pecados
(2 Samuel 11), volvió al camino recto y recibió el perdón que anhelaba. Oraba
todos los días pidiendo una dirección práctica, porque había probado el fracaso
y percibía muy bien su necesidad.
Quizá lo más sabio sea aprender de los errores ajenos y no cometerlos uno
mismo. De no lograrlo, por lo menos podemos aprender de nuestras malas
decisiones y no volver a repetir el mismo pecado una y otra vez. Alguien ha
dicho que todos los creyentes aprendemos, tarde o temprano, a orar: La
cuestión es si oraremos pidiendo dirección o pidiendo perdón. Parafraseando
una antigua máxima, digamos que un gramo de dirección vale más que un kilo
de perdón.
Al comienzo de mi vida cristiana, aprendí esa lección en la ¡escuela de los
golpes! Parecía que cada noche empezaba mis oraciones diciendo lo mismo:
¡Señor, perdóname por todos mis pecados! Desafortunadamente, mi lista
nunca incluía el hecho de no haber buscado su dirección.
El pecado de la vanidad es sutil pero real, y hace que millones vivan una vida
cristiana mediocre. Dios quiere que encaremos el día contando con el beneficio
de su consejo pero, con demasiada frecuencia, finalizamos nuestro día
innecesariamente fracasados, sencillamente porque no hemos buscado su
dirección. La dirección de Dios está a nuestra disposición tan generosamente
como su perdón. Dice el Señor: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que
debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti (Salmo 32:8).
RACHAS DE ARIDEZ
No importa cuánto ame al Señor o la profundidad de su consagración a él,
habrá momentos de aridez espiritual en su vida. Por lo general serán
meramente el resultado de la fatiga corporal. En otras ocasiones, pueden ser el
resultado del aburrimiento, de conflictos no resueltos, de problemas de salud o
de pecados no confesados. David sufría agudamente del aburrimiento de la
etapa de la media vida, y Moisés se desgastó ante la incesante ingratitud del
pueblo por el cual trabajaba. Nadie está exento de rachas de aridez espiritual.
Aunque son períodos indeseables, Dios los puede usar para enseñarnos
valiosas lecciones. Con frecuencia, es como resultado de estas ocasiones que
podemos ver su fidelidad con más claridad.
¿Cómo evitar esas rachas de aridez? ¡La clave es ser consecuente! El buen
deportista no se entrena únicamente cuando le da la gana. Se entrena
diariamente, porque sabe que el ejercicio le conviene y puede determinar si
perderá o ganará al enfrentarse con su adversario. Lo mismo se aplica a la
agricultura o a cualquier actividad que valga la pena. La Biblia dice: No nos
cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos
damos por vencido (Gálatas 6:9).
Supongamos que usted se compromete espiritualmente a seguir creciendo
pero, por alguna razón justificada, no tiene su Momento devocional.
El diablo tratará de convertir esa situación totalmente valedera en el comienzo
de una racha de aridez. Probablemente su táctica será decir: “Si realmente
eres un creyente consagrado, tu hubieras levantado esta mañana y hubieras
tenido tu Momento devocional. Te comprometiste a pasar un rato con Dios, y
esta mañana no lo hiciste”. Ignorará cuidadosamente el hecho de que usted se
quedó levantado tarde la noche anterior haciendo algo importante,
espiritualmente acertado. ¡Si está usted dentro de la voluntad de Dios al
quedarse levantado tarde, también puede estar dentro de la voluntad de Dios
que duerma tarde! Memorice este versículo: Por lo tanto, ya no hay ninguna
condenación para los que están unidos a Cristo Jesús (Romanos 8:1). Satanás
no tiene el derecho de condenarlo a usted como cristiano, porque no es de él;
usted es hijo de Dios.
¿Alguna vez ha disciplinado al hijo de un vecino? Es peligroso hacerlo porque
solo sus amigos de gran discernimiento podrían apreciar y apoyarlo en su
intento por ayudarles con la disciplina de sus hijos. Muchos lo resentirían. Por
lo general, disciplinamos a nuestros propios hijos porque es nuestra obligación
hacerlo. De la misma manera, dice la Biblia: El Señor disciplina y castiga al que
ama (Hebreos 12:6a, paráfrasis).
Dios nos disciplina espiritualmente porque somos de él y nos ama. Satanás no
tiene el derecho de corregirle, condenarle ni nada parecido a usted como
cristiano; así que cuídese y no se deje desalentar por él al andar con Cristo.
El profesor de un seminario compartió cierta vez conmigo un principio que me
ha servido a través de los años. Me enseñó que ¡Dios da convicción en lo
específico... y Satanás condena valiéndose de generalidades! Por ejemplo, si
se perdió varios Momentos devocionales por razones triviales, es posible que
Satanás le diga: ¡Amigo, no tienes lo que se requiere para ser consagrado.
Para decirte la verdad, no creo que puedas triunfar como cristiano. Si
realmente amaras a Dios, actuarías mejor! Satanás tratará de condenarle y
hacerle sentir como un fracaso.
Puede contar con eso, es más, ¡delo por hecho!
En cambio el Espíritu Santo posiblemente le diga algo así: “Amigo, tú eres mi
hijo y te amo, pero te perdiste una gran bendición esta mañana.
Yo tenía algo especial de mi Palabra para compartir contigo. Ten cuidado y no
descuides estos momentos juntos, porque no recibirás una bendición si estás
ausente”.
Dios siempre le llamará la atención a su omisión, y le convencerá de que debe
corregir el problema, pero nunca le condenará por cometer el pecado. Satanás
le condenará como persona porque quiere socavar el concepto que usted tiene
de usted mismo. Dios, al contrario, le convencerá que lo que hizo es pecado,
pero a la vez lo aprobará a usted como persona y fortalecerá el concepto que
tiene de usted mismo.
No comprender esta diferencia básica ha hecho que muchos confundan las
actividades de Dios y las de Satanás. Dios obra preocupándose por hacer lo
mejor para el ser humano, pero Satanás obra usando otras estrategias. El
quiere debilitar su testimonio y tentarlo a vivir una vida indisciplinada en lo que
a su compromiso espiritual se refiere. Usa la condenación como herramienta
para lograr su propósito. Quiere que usted sea negativo en cuanto a usted
mismo, a sus amigos, a su iglesia, a la Biblia y, de ser posible, aun con
respecto a la vida misma. Su objetivo es desalentarlo a fin de que no desee
seguir creciendo.
Sea sagaz y recuerde que el enemigo no tiene nada de poder sobre usted a
menos que usted se lo otorgue voluntariamente. Por lo tanto, ya no hay
ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús (Romanos 8:1).
Luchamos contra un enemigo ya derrotado y somos más que vencedores por
medio de aquel que nos amó (Romanos 8:37b). El secreto para lograr una vida
piadosa se encuentra en una manera de vivir espiritualmente consecuente. La
vida incomparable que es posible por medio del sufrimiento y la muerte de
Cristo ya es potencialmente nuestra, y se hace una realidad en nosotros a
medida que la escogemos cotidianamente. ¿Qué clase de vida desea usted
verdaderamente? Esa es la cuestión. Todo lo que se requiere para su felicidad
ya le ha sido dado. ¡Tiene ahora la libertad, como hijo de Dios, de vivir una vida
de incomparable victoria! Declara lo que la Biblia enseña: Sigo avanzando
hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento
celestial en Cristo Jesús (Filipenses 3:14).
ASOCIACIÓN CON JESÚS
Robert E. Coleman
¿Por dónde empezamos? La respuesta es otra pregunta: ¿Cómo lo hizo
Jesús? Su metodología fue dedicar tiempo especial para estar con sus
discípulos, dándose a ellos. Para hacerlo, tuvo que estar con ellos, y en esto
radica el concepto de asociación.
Robert Coleman expone las bases bíblicas para el ministerio de asociación en
el capítulo dos de Plan supremo de evangelización* que aquí presentamos
como el capítulo 9. Jesús realizó un activísimo ministerio público, pero el
verdadero trabajo de preparar a sus discípulos para la tarea que pronto
tendrían que realizar, lo hizo en privado. Se asoció completamente con los
doce, dando forma a los discípulos y a los hacedores de discípulos que
llegaron a ser después de su ascensión.
Y les aseguro que estaré con ustedes siempre... (Mateo 28:20).
PERMANECIÓ CON ELLOS
Una vez que Jesús hubo llamado a sus discípulos, tuvo por costumbre
permanecer con ellos. Esta fue la esencia de su programa de preparación:
Permitirles que lo siguieran.
Cuando uno se detiene a pensarlo, fue una manera increíblemente sencilla de
capacitarlos. Jesús no disponía de una escuela formal, de seminarios, de un
curso organizado de estudios, de clases periódicas para miembros en las que
pudiera matricular a sus discípulos. Ninguno de estos procedimientos
sumamente organizados, que actualmente se consideran tan necesarios,
entraron en absoluto a formar parte de su ministerio. Por sorprendente que
parezca, todo lo que hizo Jesús para enseñar a estos hombres su camino fue
mantenerlos cerca de él, y servirles de escuela y programa de estudios.
La natural informalidad de este método de enseñanza de Jesús contrastaba
notablemente con el procedimiento formal, casi escolástico de los escribas.
Estos maestros religiosos de su tiempo, insistían en que sus discípulos
siguieran estrictamente ciertos rituales y fórmulas intelectuales que los
distinguían de otros; Jesús, por su parte, solo pidió a sus discípulos que lo
siguieran. El Maestro no les comunicaba el conocimiento en forma de leyes y
dogmas, sino a través de la personalidad viva y palpitante de uno que
permanecía junto a ellos. Sus discípulos se distinguieron, no por la conformidad
externa a ciertos ritos, sino por permanecer con él, y participar así de su
doctrina (Juan 18:19).
SABER Y PRESENCIA
En virtud de esta intimidad, a los discípulos se les permitió que conozcan los
secretos del reino de Dios (Lucas 8:10). El conocimiento lo adquirieron por
asociación antes de que este les fuera explicado. Este hecho nunca se ha
expresado mejor que cuando uno del grupo, frustrado ante el pensamiento de
la Trinidad, preguntó: ¿Cómo podemos conocer el camino? A lo que Jesús
contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida (Juan 14:5, 6), lo cual equivalió
a decir que el punto en cuestión ya había sido contestado con solamente el que
los discípulos abrieran los ojos a la realidad espiritual encarnada en medio de
ellos.
Esta metodología sencilla se reveló desde un principio en la invitación que
Jesús hizo a los que quiso que lo siguieran. A Juan y Andrés los invitó
diciéndoles vengan a ver el lugar donde moraba (Juan 1:39). El Evangelio no
dice que agregara nada más. Pero, ¿qué más hubiera hecho falta decir?
Estando a solas con Jesús podían hablar largo y tendido y verlo en la intimidad,
tal como era y actuaba. Felipe recibió prácticamente la misma invitación:
Sígueme (Juan 1:43). Sin duda, impresionado ante esta palabra tan sencilla,
Felipe invitó también a Natanael para venir a ver al Maestro (Juan 1:46). Un
sermón viviente vale por cien explicaciones. Más tarde, cuando Santiago, Juan,
Pedro y Andrés estaban remendando las redes, Jesús les dijo las mismas
palabras: Vengan, síganme, solo que esta vez agregó la razón: y los haré
pescadores de hombres (Marcos 1:17; comp. Mateo 4:19; Lucas 5:10). Del
mismo modo, Mateo fue llamado con el mismo sígueme cuando se hallaba
sentado al banco de los tributos públicos (Mateo 9:9; Marcos 2:14; Lucas 5:27).
EL PRINCIPIO APLICADO
Véase la tremenda estrategia del mismo. Al responder a este llamamiento
inicial, los creyentes, de hecho, se matriculaban en la escuela del Maestro
donde su comprensión iba a ahondarse y su fe a fundamentarse. Había, desde
luego, muchas cosas que estos hombres no entendían, cosas que ellos
mismos reconocieron ante el Maestro, pero todos estos problemas podían
resolverse en contacto con Jesús. En su presencia, podían aprender todo lo
que necesitaban saber.
Este principio, implícito originalmente, más adelante fue formulado en forma
explícita cuando Jesús escogió de entre el grupo que lo seguía, a los doce para
que lo acompañaran (Marcos 3:14; comp. Lucas 6:13). Añadió, desde luego,
que los iba a enviar a predicar y a ejercer autoridad para expulsar demonios,
pero con frecuencia no nos damos cuenta de aquello que fue primero. Jesús
dijo bien claro que antes de que estos hombres fueran a predicar o a expulsar
demonios tenían que estar con él. De hecho, esta elección personal para que
estuvieran constantemente con él fue tan parte de la comisión que les asignó
como lo fue la autoridad para evangelizar. En realidad, en ese momento fue
incluso más importante, porque fue la preparación necesaria para la otra tarea.
MÁS ÍNTIMOS HACIA EL FINAL
El empeño con que Jesús trató de cumplir esta comisión es evidente cuando
uno lee los relatos de los evangelios que siguen. Contrariamente a lo que se
podría esperar, en el curso de su segundo y tercer año de ministerio Jesús
cada vez dedicó más tiempo a los discípulos escogidos, no menos.
A menudo los tomaba consigo y llevaba a algún lugar montañoso de la región
donde apenas si era conocido, para así evitar lo más posible la publicidad.
Fueron juntos hasta Tiro y Sidón en el noroeste (Mateo 15:21; Marcos 7:24); a
la región de Decápolis (Marcos 7:31; comp. Mateo 15:29), a la región de
Dalmanuta en el sureste de Galilea (Marcos 8:10; comp. Mateo 15:39), y a las
aldeas de Cesarea de Filipo en el noroeste (Marcos 8:27; comp. Mateo 16:13).
Hizo estos viajes en parte debido a la oposición de los fariseos y a la hostilidad
de Herodes, pero sobre todo porque Jesús sentía la necesidad de estar a solas
con sus discípulos. Más adelante pasó varios meses con los discípulos en
Perea, el este del Jordán (Mateo 19:1—20:34; Marcos 10:1-52; Lucas 13:22—
19:28; Juan 10:40—11:54). A medida que la oposición crecía, Jesús ya no
andaba en público entre los judíos. Se retiró más bien a una región cercana al
desierto, a un pueblo llamado Efraín, donde se quedó con sus discípulos (Juan
11:54). Cuando por fin le llegó el momento de ir a Jerusalén, en forma
significativa tomó aparte a los doce discípulos del resto y se dirigió a la ciudad
(Mateo
20:17; comp. Marcos 10:32). Siendo esto así, no sorprende que durante la
semana de la pasión Jesús casi en ningún momento perdiera de vista a los
discípulos. Incluso cuando oró a solas en Getsemaní, sus discípulos se
quedaron a una buena distancia (Lucas 22:41). ¿No sucede acaso lo mismo en
las familias cuando se acerca la hora de la muerte para alguno de sus
miembros? Cada minuto es precioso porque se percibe que la intimidad física
pronto desaparecerá. Las palabras que se pronuncian en circunstancias así
son siempre más preciosas. En realidad, no fue sino hacia el final de la vida de
Jesús que los discípulos empezaron a comprender muchos de los significados
más hondos de la presencia suya entre ellos (Juan 16:4). Sin duda esto explica
el por qué los escritores de los Evangelios se sintieron impelidos a dedicar
tanta atención a sus últimos días. De todo lo escrito acerca de Jesús, como una
mitad sucedió en los últimos meses de su vida y, la mayor parte de ello en la
última semana.
El curso que Jesús siguió a lo largo de su vida se reflejó en una manera
clarísima en los días que siguieron a la resurrección. Es interesante advertir
que todas las diez apariciones de Cristo después de la resurrección fueron a
sus seguidores, en especial a los apóstoles.
Este hecho lo advirtieron bien los discípulos, tal como Pedro lo expresó: Pero
Dios lo resucitó al tercer día y dispuso que se apareciera, no a todo el pueblo,
sino a nosotros, testigos previamente escogidos por Dios, que comimos y
bebimos con él después de su resurrección (Hechos 10:40, 41).
Según lo que la Biblia narra, ni a una sola persona no creyente se le permitió
ver al Señor glorificado. Pero no es tan raro. No había que impactar a las
multitudes con su espectacular aparición. ¿Qué hubieran hecho? Pero los
discípulos, quienes habían huido desesperados después de la crucifixión,
necesitaban que se les reavivara la fe y que se les confirmara en su misión al
mundo. Todo el ministerio de Jesús giró en torno a ellos.
Y así fue. El tiempo que Jesús dedicó a estos pocos discípulos fue tanto más
en comparación con el que dedicó a otros, que no puede sino considerarse
como estrategia premeditada. De hecho pasó más tiempo con sus discípulos
que con todos los demás juntos.
Comió con ellos, durmió con ellos y habló con ellos durante la mayor parte de
todo su ministerio activo. Anduvieron juntos por los caminos solitarios, fueron
juntos a las ciudades, navegaron y pescaron juntos en el mar de Galilea, oraron
juntos en los desiertos y las montañas, y juntos dieron culto a Dios en las
sinagogas y el templo.
MINISTRO A LAS MASAS
No se debe pasar por alto, tampoco, que incluso mientras Jesús se ocupaba de
otros, los discípulos estuvieron siempre cerca para observar y escuchar. De
este modo, el tiempo de Jesús rendía dividendos dobles. Sin descuidar su
ministerio regular a los necesitados, mantuvo un ministerio constante para los
discípulos al tenerlos siempre cerca. De este modo fueron adquiriendo los
beneficios de todo lo que decía y hacía a otros, además de las explicaciones y
consejos personales que les daba.
LLEVA TIEMPO
Una asociación íntima y constante de esta índole, desde luego, implicó que
Jesús prácticamente no dispusiera nunca de tiempo para él. Como niños que
exigen la atención de su padre, los discípulos estaban siempre a los pies del
Maestro. Incluso cuando se retiraba para sus devociones personales, se veía
sujeto a interrupciones de los discípulos (Marcos 6:46-48; comp. Lucas 11:1).
Pero Jesús no hubiera querido otra cosa.
Deseaba estar con ellos. Eran sus hijos espirituales (Marcos 10:24; Juan.
13:33), y la única forma en que un padre puede educar a su familia en forma
adecuada es estando con ella.
EL FUNDAMENTO DE LA CONSOLIDACIÓN (Seguimiento)
Nada es más obvio y, sin embargo, se olvida más, que la aplicación de este
principio. Por su misma naturaleza, no llama la atención, y uno tiende a pasar
por alto las cosas comunes. Pero Jesús no quiso que pasara inadvertido para
sus discípulos. Durante los últimos días de su vida, el Maestro sintió especial
necesidad de cristalizar en la mente de ellos lo que había estado haciendo. Por
ejemplo, en una ocasión, dirigiéndose a los que le habían seguido por tres
años, Jesús dijo: Y también ustedes darán testimonio porque han estado
conmigo desde el principio (Juan 15:27). Sin jactancia y sin que el mundo se
diera cuenta, Jesús daba a entender que había estado preparando a estos
hombres para que fueran testigos suyos después de que él se hubiera ido, y el
método que siguió para ello fue simplemente el de estar con ellos. En realidad,
como dijo en otra ocasión, por haber estado siempre a mi lado en medio de las
pruebas, fueron escogidos para ser líderes de su reino eterno en el que iban a
comer y beber a su mesa, y a sentarse en tronos para juzgar a las doce tribus
de Israel (Lucas 22:28-30).
Sería erróneo concluir, sin embargo, que este principio de consolidación
(seguimiento) personal se puso en práctica solo en el caso del grupo
apostólico. Jesús se concentró en estos pocos escogidos, pero en grados
distintos manifestó la misma preocupación por otros que lo siguieron.
Por ejemplo, fue a la casa de Zaqueo después de que este se hubo convertido
en la calle de Jericó (Lucas 19:7), y pasó unas horas con él antes de
abandonar la ciudad. Después de la conversión de la mujer junto al pozo en
Samaria, Jesús permaneció por dos días en Sicar para instruir a los hombres
de esta comunidad que creyeron en él por el testimonio que daba la mujer, y
como resultado de esta asociación personal con ellos más creyeron, no por el
testimonio de la mujer sino por lo que ellos mismos oyeron de los labios del
Maestro (Juan 4:39-42). A menudo, alguien que recibía alguna ayuda del
Maestro se unía al grupo que seguía a Jesús, como por ejemplo, Bartimeo
(Mateo 20:34; Marcos 10:52;
Lucas 18:43). De este modo muchos se unieron al grupo apostólico, como lo
demuestran los setenta que andaban con él en la parte final de su ministerio en
Judea (Lucas 10:1, 17). Todos estos creyentes recibieron atención personal,
pero no en la proporción que la recibieron los apóstoles.
También debe mencionarse el pequeño grupo de fieles mujeres que lo
ayudaron con sus bienes personales, como María y Marta (Lucas 10:38-42),
María Magdalena, Juana, Susana y muchas más (Lucas 8:1-3). Algunas de
ellas permanecieron con él hasta el fin. Jesús, desde luego, no rechazó sus
amables servicios, y a menudo aprovechó las oportunidades para ayudarlas en
la fe. Sin embargo, Jesús estuvo muy consciente del obstáculo que suponía la
barrera de sexos, y si bien aceptó su ayuda, no trató de incorporarlas al grupo
selecto de sus discípulos escogidos.
En esta clase de consolidación (seguimiento) existen limitaciones que uno debe
reconocer.
Pero aparte de las normas de decoro, Jesús no tuvo tiempo para dedicar a toda
esta gente, hombres y mujeres, una atención constante. Hizo todo lo que pudo,
y esto sin duda sirvió para dejar grabada en los discípulos la necesidad de
dedicar cuidado personal a los nuevos convertidos, pero personalmente tuvo
que dedicarse sobre todo a la tarea de cultivar a algunos hombres, quienes a
su vez pudieran dar esta clase de atención personal a otros.
LA IGLESIA COMO INTIMIDAD CONSTANTE
En realidad, este problema de dedicar cuidado personal a cada uno de los
creyentes solo se resuelve si se comprende a fondo la naturaleza y misión de
la iglesia. Es bueno observar a estas alturas que el nacimiento del principio de
la iglesia en torno a Jesús, por el cual un creyente pasaba a asociarse
íntimamente con todos los demás, era la práctica, a escala más amplia, de lo
que Jesús había hecho con los doce.
No se puede dejar de observar a este respecto que las alusiones a “los
discípulos”, como cuerpo integrado, son mucho más frecuentes en los
Evangelios que las alusiones a algún discípulo en particular. Si se recuerda que
estos relatos los escribieron los discípulos bajo inspiración, y no Jesús, resulta
significativo que presentaran en estos términos el lugar que ocuparon. No hay
que deducir de esto que los discípulos como individuos no tuvieran importancia,
porque de hecho no fue así, sino ver el hecho de que los discípulos
comprendieron que su Señor los consideró como un cuerpo de creyentes a los
que preparaba para desempeñar una misión común. Se vieron a sí mismos por
medio de Cristo primero como iglesia, y luego como individuos dentro de ese
cuerpo.
De hecho, la iglesia fue el medio para consolidar (hacerle seguimiento) a todos
los que seguían a Jesús. Es decir, el grupo de creyentes se convirtió en el
cuerpo de Cristo y, como tal, se ayudaban unos a otros individual y
colectivamente.
Cada uno de los miembros de la comunidad de la fe desempeñaba un papel en
el cumplimiento de este ministerio. Pero esto resultaba posible solo en la
medida en que ellos mismos estaban preparados y recibían inspiración.
Mientras Jesús estuvo con él ellos en la carne, él fue el líder, pero luego, los
que estaban en la iglesia tuvieron que asumir el liderazgo. Esto significa que
Jesús tuvo que prepararlos para ello, lo cual llevó a su asociación constante
con unos pocos elegidos.
NUESTRO PROBLEMA
¿Cuándo aprenderá la iglesia esta lección? Predicar a las masas, aunque es
necesario, nunca bastará en la obra de preparar líderes para evangelizar. Ni
tampoco las reuniones de oración y las clases de preparación para obreros
cristianos cumplen este cometido. Formar a hombres no es tan fácil. Exige
atención personal constante, casi como el padre la dedica a sus hijos. Esto es
algo que ninguna organización ni clase puede dar. A los hijos no se les educa
por sustitutos. El ejemplo de Jesús debiera enseñarnos que lo pueden hacer
solo personas que permanecen con aquellos a quienes tratan de guiar.
La iglesia sin duda ha fracasado en este respecto, y fracasado en forma
trágica. En la iglesia se habla mucho acerca de la evangelización y la
educación cristiana, pero hay poca preocupación por asociarse en forma
personal cuando se ve claramente que tal cosa implicaría el sacrificio de algo
personal. Desde luego que la mayoría de las iglesias insisten en que los
nuevos miembros asistan a clases bautismales que suelen ofrecerse una hora
por semana durante más o menos un mes. Pero el resto del tiempo el [nuevo
creyente] no tiene ningún contacto con ningún programa concreto de
preparación cristiana, a excepción quizá de la asistencia a los cultos y escuela
dominical de la iglesia. A no ser que el nuevo creyente, si ya se ha convertido,
tenga padres o amigos que llenen ese vacío en una forma genuina, queda por
su cuenta el hallar soluciones para los innumerables problemas prácticos con
los que se encuentra, cualquiera de los cuales podría tener efectos desastrosos
para su fe.
Con una consolidación tan incierta (o seguimiento tan incierto) de los
creyentes, no sorprende que cerca de una mitad de los que hacen profesión de
fe y entran a formar parte de la iglesia lleguen a caer o a perder el resplandor
de la experiencia cristiana, y que sea imposible que crezcan lo suficiente en
conocimiento y gracia para llegar a ser de verdadero servicio para el reino. Si
los servicios dominicales y las clases para nuevos miembros es todo lo que una
iglesia tiene para ayudar a los nuevos conversos a llegar a ser discípulos
maduros, entonces se echa por tierra ese propósito al contribuir a dar una
seguridad falsa, y si la persona sigue el mismo ejemplo perezoso, en última
instancia puede hacer más mal que bien. No hay sustitutos para el asociarse
con las personas, y es ridículo imaginar que alguna otra cosa, a no ser que sea
un milagro, pueda formar líderes cristianos de peso. Después de todo, si Jesús
Hijo de Dios, consideró necesario permanecer casi constantemente durante
tres años con sus pocos discípulos escogidos, y aun así uno de ellos se perdió,
¿cómo puede una iglesia esperar cumplir su cometido con una serie de
actividades unos cuantos días al año?
APLICACIÓN ACTUAL DEL PRINCIPIO
Es evidente que el ejemplo de Jesús a este respecto nos enseña que
cualquiera que sea el método de consolidación (seguimiento) que la iglesia
adopte, debe tener por base una preocupación de custodia personal para con
los que se le encomiendan a su cuidado. No hacerlo así es básicamente
abandonar a los nuevos creyentes en manos del diablo.
Esto significa que hay que encontrar algún sistema por medio del cual se le dé
al nuevo creyente un amigo cristiano a quien él siga hasta que llegue el tiempo
en que él pueda guiar a otro. El consejero debería estar lo más posible con el
nuevo creyente, estudiando la Biblia y orando juntos, contestando a sus
preguntas, aclarando la verdad, tratando juntos de ayudar a otros. Si una
iglesia no dispone de consejeros así, consagrados y dispuestos a prestar este
servicio, entonces debería preparar a algunos.