EXAMEN CLÍNICA I
Caso 14
Prof. Arturo Yussef
Nicolás Salazar A.
Recurso: Protección
Secretaría: Especial
Materia: Protección de garantías fundamentales
Recurrente: Pedro Velásquez Díaz
RUT: 21.879.348-7
Abogado patrocinante: Nicolás Salazar Araya
RUT: 19.867.202-5
Recurrido: Universidad Superior de San Felipe
RUT: 99.123.123-8
Representante legal: Patricio González Tapia.
RUT: 6.879.342-K
EN LO PRINCIPAL: Recurso de protección. PRIMER OTROSÍ: Acompaña documentos
SEGUNDO OTROSÍ: Orden de no innovar. TERCER OTROSÍ: Reserva de acciones.
CUARTO OTROSÍ: Se tenga presente.
ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO
PEDRO VELÁSQUEZ DÍAZ, Estudiante, C.I. 21.879.348-7, domiciliado en calle Las
Camelias #2235, Lo Barnechea, Región Metropolitana; a S.S Ilustrísima, respetuosamente digo:
Que de conformidad con lo dispuesto por el Art. 20 de la Constitución Política de la
República y dentro del plazo señalado en el Nº 1 del Auto Acordado sobre Tramitación y Fallo del
Recurso de Protección de las Garantías Constitucionales, vengo en interponer acción de
protección de garantías fundamentales en contra de UNIVERSIDAD SUPERIOR SAN FELIPE,
RUT: 99.123.123-8 representada por don PATRICIO GONZÁLEZ TAPÍA, C.I. 6.879.342-K,
ambos domiciliados en Camino Cordillerano #19326, Las Condes, Región Metropolitana por
privar y/o perturbar, por sí misma o por personal de su dependencia, en forma ilegal y arbitraria
los derecho que me garantiza el Art. 19 en sus números N°1, El derecho a la vida y a la integridad
física y psíquica de la persona; N°3, el derecho a un debido proceso; N°4, El respeto y protección a
la vida privada y pública y a la honra de la persona y de su familia; y N°24, El derecho de propiedad,
todos de la Constitución Política de la República de Chile, de manera de restablecer el imperio del
derecho y asegurar mi protección como afectado, todo conforme a los argumentos de hecho y de
derecho que a continuación expongo.
LOS HECHOS
El 10 de febrero del año 2020 se realizó la gala anual de la Universidad Superior San Felipe
(la recurrida) en su campus ubicado en Camino del Lago 23.000, Villarrica, actividad que consistió
en dos días de actividades al aire libre y una fiesta en la noche.
Durante el desarrollo normal de esta típica actividad recreativa y conmemorativa del cierre
del anterior año académico, ocurrió un extraño suceso cuyas consecuencias han afectado
directamente a mi integridad personal y me han ocasionado serios agravios a mi estado de salud.
En concreto, ocurrió que en un momento determinado de la celebración -que hasta entonces se
había realizado con absoluta normalidad- la proyección de una serie de materiales audiovisuales
gestionados por la Universidad alrededor de la cual se ordenaba la celebración, se detuvo
intempestivamente; asi, sin más, estas imágenes institucionales de pronto se transformaron en
retratos ciertamente ofensivas contra compañeros de estudios y contra personeros y autoridades
de la Universidad. En este contexto es que, mientras todos los asistentes nos encontrábamos
atónitos por el exabrupto que estábamos observando, de pronto se comenzó a gestar una
destemplada pelea a golpes y agresiones físicas entre los asistentes -revuelta que, al tiempo, pude
tomar conocimiento que esta estuvo provocada, en gran medida, por la ingesta involuntaria de
sustancias psicotrópicas contenidas en las bebidas que se distribuyeron durante ocasión y que de
alguna forma alteraron las facultades cognitivas de quienes estuvieron envueltos en ella-. De esta
manera, intempestivamente se dio término anticipado a la celebración y la actividad en su
generalidad se suspendió, sin tener ninguna noción de las consecuencias que acarrearían para mi
estos acontecimientos.
A mayor abundancia, luego de conocidos los sucesos acaecidos, las autoridades de la
Universidad iniciaron un procedimiento sumario interno para dar con los responsables de estos
acontecimientos y, en definitiva, aplicar las medidas disciplinarias y académicas respectivas contra
los responsables; asi pues, inmensa fue mi sorpresa cuando me entero que fui citado junto a mis
padres a una reunión con el Rector de la Universidad donde se me informó de la existencia de una
investigacion sumaria en mi contra y que de ella se había llegado a las conclusiones de que fui autor
principal de los sucesos ocurridos en Villarrica, y que producto de ello, se había dispuesto mi
expulsión inmediata de la Universidad.
Del anterior procedimiento sumario no tuve noticias sino de forma posterior a lo relatado
(de hecho, solo tuve conocimiento del expediente por medio de gestiones particulares empleadas
para poder recibir una copia), pues este procedimiento, en su plenitud, se realizó de forma secreta
e inquisitiva; de suyo, no tuve acceso al expediente en tiempo y forma; no tuve la posibilidad de
ofrecer ni discutir pruebas; no pude formular descargos; ni mucho menos tuve acceso a alguna
forma de impugnación o acceso a una segunda instancia resolutora. Todo lo cual, ciertamente, ha
vulnerado mi derecho a un proceso razonable, justo y, en definitiva, debido. Maxime si
consideramos que esta investigación (y sus sendas determinaciones) se efectuaron y culminaron
durante apenas un lapso de no más de tres dias; y la evidencia sobre la cual se enfocó la
investigación, resulta a lo menos incompleta, pues se verifica el testimonio de dos personas quienes
acusan mi participación en los acontecimientos toda vez que tienen noticias del rumor acerca del
cual pertenezco a una organización denominada “los malandras”; y a lo más, ilícita y ciertamente
constitutiva del delito contemplado en el Art. 161 A del Código Penal, toda vez que las
conclusiones del sumario, asimismo, derivan de una grabación audiovisual tomada sin mi
consentimiento en el recinto particular donde pernoctaba (que no mantiene acceso libre al
público), en el cual, supuestamente, aparezco en el registro organizando la bribonada, y aludiendo
mi pertenencia a la agrupación de “los malandras”.
Pues bien, como ya fue señalado, la medida adoptada por la Universidad, a propósito de
este sumario interno, decretó mi expulsión inmediata de la Universidad, producto de lo cual no
pude cursar el año académico 2021. Lo cual trajo como consecuencia una grave afección a mi salud
mental, pues desde el día de mi expulsión me encuentro diagnosticado con una seria depresión
reactiva debido a las consecuencias que ha significado a mi desarrollo personal, intelectual,
profesional y emocional ser expulsado de la universidad; y asimismo, esta patología se ha agravado
con el tiempo debido a que, por un lado, constantemente recibo amenazas de terceros con el
objetivo de que no revele nombres que pudieren ser relevantes para efectos de la investigación de
los sucesos ocurridos en Villarrica, y, por otro lado, durante los últimos días, la recurrida, en un
plan de “lavado de imagen institucional” ha elaborado una campaña publicitaria ampliamente
difundida por redes sociales, donde aparece una imagen de mi rostro junto con la frase “No
aceptaremos delincuentes en la Universidad”, es decir, imputando a mi persona una cualidad
adjetiva socialmente negativa, lesionando de forma grave y extendida en el tiempo las garantías
constitucionales de privacidad, honra, imagen y dignidad; sumado a los agravios a mi integridad
psíquica a la que me visto afecto con motivo de las conclusiones del sumario interno y de las
medidas de “lavado de imagen” por parte de la recurrida.
EL DERECHO
I. Admisibilidad del recurso.
Las garantías cuya vulneración se denuncia, se encuentra amparadas por el recurso de
protección contemplado en el Art. 20 de la Constitución Política de la República, que al efecto
dispone: “Artículo 20.- El que por causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales sufra
privación, perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías
establecidos en el artículo 19, números 1º, 2º, 3º inciso cuarto, 4º, 5º, 6º, 9º inciso final, 11º,12º,
13º, 15º, 16º en lo relativo a la libertad de trabajo y al derecho a su libre elección y libre contratación,
y a lo establecido en el inciso cuarto, 19º, 21º, 22º, 23º, 24°, y 25º podrá ocurrir por sí o por
cualquiera a su nombre, a la Corte de Apelaciones respectiva, la que adoptará de inmediato las
providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida
protección del afectado, sin perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer ante la autoridad
o los tribunales correspondientes”.
Siendo requisito de admisibilidad del presente recurso, que la acción sea interpuesta dentro del
plazo fatal de treinta días corridos contados desde la ejecución del acto o desde que se haya tenido
noticias o conocimiento cierto de los mismos, hago constar que han transcurrido menos de treinta
días desde que fue publicada la imagen publicitaria en redes sociales de la recurrida. Asi, esta parte
viene en solicitar a S.S.I., tenga a bien considerar que la acción de protección ha sido interpuesta
dentro de plazo.
II. Fundamentos del recurso.
Tal como señala el Profesor Humberto Nogueira al referirse a la procedencia de la accion de
protección de garantías constitucionales, nos enseña que: “No sirve esta acción constitucional para
la defensa de cualquier interés, sirve sólo para defender y garantizar frente a acciones u omisiones
ilegales o arbitrarias que afecten derechos fundamentales. Se aplica sólo cuando existe una
amenaza, perturbación o privación del legítimo ejercicio de un derecho esencial, producida por
una acción u omisión arbitraria o ilegal de un tercero, sea este público o privado, existiendo una
manifestación de dicha actuación que no requiere de un proceso de prueba complejo, la afectación
del derecho debe ser relativamente clara o evidente”. 1
En consecuencia, con la explicación del Profesor Nogueira, pasaré a señalar las garantías tuteladas
por el Art. 20 de la Constitución Política de la República, que se han visto amenazadas, lesionadas
o perturbadas de forma evidente por las conducta ilegales o arbitrarias en la que ha incurrido al
recurrida.
1. Conducta ilegal o arbitraria
Uno de los requisitos de procedencia de la accion de protección de garantías fundamentales es que
este tenga como fundamento directo la perpetración de una conducta (en dimensiones de accion
u y/o omisiones) ilegal y/o arbitraria del recorrido. Asi, asentada jurisprudencia ha definido estos
dos últimos conceptos de la siguiente manera:
‘’Una acción arbitraria consiste en un acto o proceder caprichoso, contrario a la justicia, o
a las leyes, inicuo, antojadizo, o infundado, despótico. Por tanto, es lógico suponer y
concluir que un acto fundado, de acuerdo la ley y justo no puede ser calificado de
arbitrario. Por otra parte, una acción o proceder ilegal es aquel que no se ha ajustado a
derecho, constituyendo dicha disconformidad una infracción al ordenamiento jurídico
que le priva actual o potencialmente de validez.’’2
En consecuencia, puedo señalar que las conductas desplegadas por la recurrida son
arbitrarias e ilegales; arbitrarias, pues tanto la ejecución de un proceso sumario como la
publicación en redes sociales de mi imagen no son sino reflejo de actos inocuos, infundados y
despóticos por parte de la autoridad universitaria, los que tienen como única finalidad hallar de
forma rápida a un culpable a quien cargar las responsabilidades por las mermas económicas que
han ocasionado estos acontecimientos en las arcas de la universidad; e ilegales, debido a, toda vez
que no hay ley ni resolución alguna que haya autorizado la ejecución de estos actos que desmerecen
y lesiones las garantías constitucionales que se señalarán a continuación.
1
Nogueira Alcalá, Humberto (2010). La acción constitucional de protección en Chile y la acción
constitucional de amparo en México. Ius et Praxis, vol. 16, p. 251.
2
Corte de Apelaciones de Santiago, se desconoce fecha exacta, ROL: 59-2006.
2. La afectación, expresada en privación, perturbación o amenaza, del legítimo
ejercicio referido a determinados derechos esenciales garantizados en la
Constitución.
A) Derecho al debido proceso3
El Art. 19 N°3 de la Constitución Política garantiza las reglas del debido proceso
Si bien como se señala en la referencia que nos antecede existe controversia jurisprudencial
respecto a la procedencia de esta garantía fundamental como objeto de control por el recurso de
protección, cabe precisar que existe una abundante jurisprudencia que ha reconocido la validez y
aplicación de la garantía constitucional del debido proceso en los procedimientos seguidos por los
establecimientos educacionales en la imposición de sanciones disciplinarias.
Asi pues, debemos notar que el proceso disciplinario llevado en mi contra, a todas luces
vulneró cualquier principio o noción básica de debido proceso4, pues no fui notificado del inicio
y desarrollo de este; no tuve oportunidad de presentar ni rendir pruebas; ni tampoco tuve la
posibilidad de recurrir a la decisión acordada en alguna instancia superior o que opera bajo
parámetro de objetividad e imparcialidad.
3
“Como consecuencia de estos recursos de protección, la jurisprudencia se ha visto en la necesidad de
pronunciarse respecto de la validez y aplicabilidad de la garantía constitucional del debido proceso frente a
los procedimientos sancionatorios seguidos por los establecimientos educacionales. En este punto, nuestros
Tribunales han sido erráticos al momento de definir un criterio único, y es posible advertir fallos que, en
esta materia, declaran tanto la procedencia como la improcedencia de esta garantía constitucional.
Por su parte, aquella jurisprudencia que se ha declarado a favor de la aplicabilidad de la garantía del debido
proceso ha ido definiendo los elementos que deben estar presentes en los procedimientos sancionatorios
utilizados por los establecimientos educacionales al momento de adoptar una sanción disciplinaria, y la
forma en que estos deben adecuarse a un debido proceso”. En: Matte Izquierdo, Arturo. (2009). Recurso
de Protección y Garantía Constitucional del Debido Proceso en los Procedimientos seguidos por los
Establecimientos Educacionales en la Adopción de Sanciones Disciplinarias: Análisis de
Jurisprudencia. Revista chilena de derecho, 36(1), pp.165-184.
4
“Se ha entendido que la garantía del debido proceso ha de extenderse a los cánones o estándares
constitucionales debidos, cuales son: i) la notificación de la audiencia del afectado; ii) la presentación y
producción de las pruebas, recepción de ellas y su examen; iii) la sentencia dictada en un plazo razonable;
iv) la sentencia dictada por un tribunal u órgano imparcial y objetivo; y v) la posibilidad de revisión de lo
fallado por una instancia superior igualmente imparcial y objetiva.” Cfr. Bernal, José, En: Evans, Enrique,
(2004) Los Derechos Constitucionales, Tomo II, Editorial Jurídica de Chile, p. 144.
Por ello he de expresar que el actuar arbitrario e ilegal de la recurrida, ha privado, perturbado
y amenazado mi derecho a un proceso debida y justo. Pues, por la concurrencia de estos sendos
vicos en la tramitación del sumario interno, me he visto bajo la más graves de las sanciones
académicas existentes, cual es la expulsión de la universidad; lo que, además, consecuentemente ha
abierto las puertas a los demás agravios a las garantías constitucionales que se señalan.
B) Derecho a la vida e integridad física y psíquica
El artículo 19 N°1 de la Constitución Política garantiza “El derecho a la vida e integridad física
y psíquica de la persona”.
Este derecho se encuentra consagrado como una piedra angular de toda la estructura del
derecho internacional de los derechos humanos, a partir de la Declaración Universal de Derechos
Humanos de 1948 como asimismo en el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos de
1966 (Art. 7).
De esta manera he de señalar que el actuar arbitrario e ilegal de la recurrida, ha privado,
perturbado y amenazado mi derecho a la vida e integridad física y psíquica, toda vez que, con
motivos de este actuar, actualmente me encuentro afectado por una seria afección psiquiátrica que
ha perturbado de forma sustantiva mi salud mental y calidad de vida.
C) Derecho a la honra y al buen nombre
El Art. 19 N°4 de la Constitución Política garantiza “El respeto y protección a la vida privada
y a la honra de la persona y su familia”.
El contenido de este derecho alude al prestigio, a la fama y a la consideración social de una
persona. Asimismo, la judicatura se ha encargado de definir los límites del derecho a la honra y al
denominado derecho al bueno nombre:
“Décimo sexto: Que sobre el particular conviene tener presente que dentro del derecho a
la honra se encuentra consagrado tambien el derecho al buen nombre, consistente en el
concepto que del individuo tienen los demás miembros de la sociedad en relación con su
comportamiento, honestidad, decoro, calidades, condiciones humanas y profesionales,
derecho personalísimo que puede verse afectado cuando -como en el caso de autos-, se
publican en una red social afirmaciones deshonrosas a su respecto, que distorsionan el
concepto público que se tiene del individuo y que, por lo tanto, tienden a socavar el
prestigio y la confianza de los que disfruta en el entorno social en cuyo medio actúa”.5
De esta manera, la publicación en redes sociales a la que hemos aludido supone un actuar
arbitrario e ilegal de la recurrida que ha perturbado y/o amenazado sustancialmente mi derecho a
la honra y al buen nombre, pues del hecho de que esta imagen haya sido tomada, editada y
publicada en portales informáticos públicos de la recurrida sin mi consentimiento, y asimismo,
haciendo alusión a características adjetivas negativas sobre mi personalidad (en la dimensiones de
honestidad, decoro, comportamiento, calidades, condiciones humanas, etc.) que resultan
ofensivas, si es que no merecedoras de reproche penal, han lesionado la garantía fundamental que
me ampara por los sendos daños que esto ha ocasionado en mi dignidad y honra.
D) Derecho a la propiedad
El Art. 19 N°24 de la Constitución Política garantiza “el derecho de propiedad en sus diversas
especies sobre toda clase de bienes corporales o incorporales”.
El actuar arbitrario e ilegal de la recurrida, ha privado y perturbado mi derecho de propiedad,
puesto que afecta directamente la salud de mi patrimonio. Pues tal como señala la norma referida:
“Adquirido el derecho, la persona no puede ser privada del mismo o de alguno de los atributos o
facultades esenciales del dominio, sino en virtud de ley general o especial que autorice la
expropiación por causa de utilidad pública o de interés nacional, calificada por el legislado ”.
Asi pues, la expulsión de la Universidad decretada mediante el arbitrario e ilegal sumario
administrativo supone la terminación anticipada y coactiva del contrato de educación superior
firmado entre mi persona y la recurrida, lo cual lesiona y perturba mi derecho de dominio sobre
los derechos adquiridos en virtud de la misma convención.
III. Condena en costas.
Este recurso de protección ha debido presentarse, como se ha señalado, por motivo de las
conductas ilegales y arbitrarias en que ha incurrido la recurrida con directas consecuencias sobre el
legítimo ejercicio de mis garantías fundamentales reconocidas por el ordenamiento jurídico; por
ello, corresponde que sean condenada a pagar las costas legales correspondientes que su
preparación, formalización y defensa de ha generado por motivo de la situación producida.
5
Corte de Apelaciones de San Miguel, 29.12.2015, ROL: 1231-2015.
POR TANTO,
De conformidad con lo dispuesto por los Art 19. y Art. 20 de la Constitución Política de
la República de Chile y el mérito de lo expuesto en el cuerpo de esta presentación, A S.S.I.
RUEGO: se sirva tener por presentado este recurso de protección en contra de UNIVERSIDAD
SUPERIOR SAN FELIPE, representada por don PATRICIO GONZÁLEZ TAPÍA, ya
individualizados, por las actuaciones ilegales y arbitrarias cometidas en el marco del proceso de
expulsión de mi calidad de alumno regular de la universidad y en las actividades publicitarias
posteriores a los acontecimientos relatados, y en definitiva, acogerlo restableciendo el imperio del
derecho sobre la base de cesar, en forma inmediata, en la ejecución de cualquier acto u omisión que
implique o pueda implicar la afectación, perturbación o amenaza de las garantías constitucionales
invocadas en este presentación, resolviendo en particular y con expresa condena en costas:
1. Que se ordene al recurrido reintegrar de forma inmediata a esta parte a las actividades
académicas en calidad de alumno regular de la Universidad Superior de San Felipe;
2. Que se ordene recurrido bajar de manera definitiva de la red social el video que vulnera las
garantías constitucionales señaladas;
3. Que se ordene al recurrido abstenerse de realizar cualquier tipo de publicación de este tipo
contra esta parte;
4. Que se ordene al recurrido a emitir un comunicado retractándose de las decisiones tomadas
en el marco del procedimiento sumario dando cuenta las evidentes falencias procesales que
esta supuso y, a su vez, en él se expresen disculpas publicados a esta parte por los daños que
han sido ocasionados con motivos de la campaña publicitaria.
PRIMER OTROSÍ: Ruego a S.S.I. se sirva tener por acompañados los siguientes documentos:
-Copia del expediente del sumario interno;
-Copia de la imagen publicitaria que sustentan este recurso, obtenida directamente de las redes
sociales de la recurrida;
-Certificado expedido por profesional de salud que da cuenta de la patología mental que me afecta;
-Certificado de pago de arancel universitario correspondiente a una suma de $12.000.000;
-Copia certificado de avance curricular en la Universidad Superior de San Felipe.
SEGUNDO OTROSÍ: Atendida la gravedad y actualidad de las conductas ilegales y arbitrarias en
que ha incurrido e incurre la recurrida, solicito a S.S.I se sirva conceder orden de no innovar en el
sentido que, mientras se encuentre pendiente la tramitación de este recurso o, en su defecto, por el
lapso que S.S.I. lo estime pertinente, la recurrida deba quitar de circulación las imágenes y todo
material publicitario que haga alusión a mi persona sin mi consentimiento; y, asimismo, se le
ordene permitirme retornar a mis quehaceres académicos de forma tal que la tramitación de este
recurso no continue agraviando mi estado avance curricular.
POR TANTO,
Solicito a S.S.I. acceder a lo solicitado.
TERCER OTROSÍ: Vengo en hacer expresa reserva de acciones a ejercer en contra del recurrido
de naturaleza civil y/o penal ante Tribunales competentes, conforme lo señala y permite el artículo
20 de la Constitución Política de la República de Chile.
CUARTO OTROSÍ: Sírvase S.S.I. tener presente que otorgo patrocinio y poder a don Nicolás
Salazar Araya, abogado habilitado para el ejercicio de la profesión, C.I. 19.867.202-5, domiciliado
para estos efectos en Pio Nono #1, Comuna de Providencia, Santiago, quien suscribe con firma
electrónica avanzada en señal de aceptación.
POR TANTO,
Solicito a S.S.I. tener presente.
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