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Bautismos Apresurados

El documento discute los requisitos para el bautismo según las creencias adventistas. Señala que el bautismo debe seguir a la instrucción y aceptación de las enseñanzas bíblicas, y que los candidatos deben demostrar fe, arrepentimiento y frutos del arrepentimiento antes del bautismo. También cita pasajes de Elena G. de White que enfatizan la necesidad de una conversión genuina y abandono del pecado.

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Bautismos Apresurados

El documento discute los requisitos para el bautismo según las creencias adventistas. Señala que el bautismo debe seguir a la instrucción y aceptación de las enseñanzas bíblicas, y que los candidatos deben demostrar fe, arrepentimiento y frutos del arrepentimiento antes del bautismo. También cita pasajes de Elena G. de White que enfatizan la necesidad de una conversión genuina y abandono del pecado.

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Bautismos Apresurados

En el libro Creencias de los Adventistas del Septimo Dia , en su capitulo 15 referente al bautismo dice lo
sigiente respecto al mismo “Por medio del bautismo confesamos nuestra f e en la muerte y resurrección
de Jesucristo, y damos testimonio de nuestra muerte al pecado y de nuestro
propósito de andar en novedad de vida. De este modo reconocemos a Cristo
como nuestro Señor y Salvador, llegamos a ser su pueblo y somos recibidos
como miembros de su iglesia. El bautismo es un símbolo de nuestra unión
con Cristo, del perdón de nuestros pecados y de nuestro recibimiento del
Espíritu Santo. Se realiza por inmersión en agua, y depende de una afirmación
de f e en Jesús y de la evidencia de arrepentimiento del pecado. Sigue a
la instrucción en las Sagradas Escrituras y a la aceptación de sus enseñanzas
(Rom. 6:1-6; Col. 2:12 ,1 3 ; Hech. 16:30-33; 22:16; 2:38; Mat. 28:19-20).” . Sin embargo, para que este
cumpla correctamente su proposito es necesario cumplir con ciertos requisitos y tomar algunos
resguardos.

Es tal la importancia del bautismo ,que Jesucristo mismo (siendo sin pecado)nos dio ejemlo de esta
practica siendo bautizado por Juan , y al final de su ministerio dejo un gran mandato denominado “La
Gran Comision” , “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado” (Mat. 28:19-20). En este texto no solo se nos señala el mandato “id” ,
sino que tambien se nos revela el proposito y el orden de la gran comision. El orden por cuanto el texto
mismo nos muestra que antes de que la persona fuese bautizada , esta tiene que primero ser discipulada ,
esto queda reafirmado haciendo el paralelo con el texto de la gran comision en el libro de Marcos 16:16 “El
que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” , haciendo este
paralelismo vemos claramente la relacion entre el discipulo y el cuerpo de creencias que este debe poseer
antes del bautismo. Esto lo hace notar el libro antes citado, de la siguiente manera :“El bautismo y la
salvación. Cristo enseñó que “el que creyere y fuere
bautizado, será salvo” (Mar. 16:16). En la iglesia apostólica, el bautismo seguía
automáticamente a la aceptación de Cristo. Constituía una confirmación de la fe del nuevo creyente
(ver Hech. 8:12; 16:30-34).”(Creencias de los Adventistas pag 213)

A continuacion citare lo que dice el libro Creencias de los adventistas , respecto de los requisitos para el
bautismo.

Requisitos para el bautismo


La Escritura compara la relación que existe entre Cristo y su iglesia con el
matrimonio. En el matrimonio, ambos contrayentes deben saber muy bien las
responsabilidades y compromisos que implica esta relación. Los que desean el
bautismo deben revelar en sus vidas la fe, el arrepentimiento y los frutos del
arrepentimiento, así como la comprensión del significado del bautismo y de la
relación espiritual subsecuente.

Fe. Un prerrequisito del bautismo es la fe en que el sacrificio expiatorio de


Jesús constituye el único medio de salvación del pecado. Cristo dijo: “El que creyere
y fuere bautizado, será salvo” (Mar. 16:16). En la iglesia apostólica, únicamente
los que creían en el evangelio eran bautizados (Hech. 8:12, 36, 37; 18:8).
Por cuanto “la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios” (Rom. 10:17), la
instrucción es una parte esencial de la preparación bautismal. La gran comisión
de Cristo confirma la importancia de dicha instrucción: “Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”
(Mat. 28:19, 20). El proceso de convertirse en discípulo implica instrucción minuciosa.
Arrepentimiento. “Arrepentios —proclamó Pedro—, y bautícese cada uno de
vosotros” (Hech. 2:38). La instrucción en la Palabrea de Dios produce no solo fe,
sino también arrepentimiento y conversión. En respuesta al llamado de Dios, el
pecador ve su condición perdida, confiesa su pecaminosidad, se somete a Dios, se
arrepiente de su pecado, acepta la expiación de Cristo, y se consagra a una nueva
vida en el Salvador. Sin la conversión, no puede entrar en una relación personal
con Jesucristo. Únicamente por medio del arrepentimiento puede experimentar
la muerte al pecado, lo cual constituye un prerrequisito para el bautismo.
Frutos de arrepentimiento. Los que desean el bautismo deben profesar fe y
experimentar arrepentimiento. Pero a menos que hagan también “frutos dignos de
arrepentimiento” (Mat. 3:8), no habrán cumplido con los requisitos bíblicos para el
bautismo. Sus vidas debieran demostrar su entrega a la verdad tal como es en Jesús,
y expresar su amor a Dios por medio de la obediencia a sus mandamientos. Al
prepararse para el bautismo debieran haber abandonado sus creencias y prácticas
erróneas. Los frutos del Espíritu que se manifiesten en sus vidas revelarán que el
Señor mora en ellos y ellos en .l (Juan 15:1-8). A menos que den esta evidencia de
su relación con Cristo, todavía no están listos para unirse a la iglesia.(Creencias de los Adventistas pag 219)

A continuacion , una serie se citas del Espiritu de Profecia que nos revelaran con mas presision este tema .

“Conversión cabal a la verdad.-


La preparación para el bautismo es un asunto que necesita ser considerado cuidadosamente. Los nuevos
conversos a la verdad deben ser fielmente instruidos en el sencillo "Así dice el Señor". La Palabra del Señor
ha de ser leída y explicada a ellos punto por punto.

Todos los que entran en la nueva vida deben comprender, antes de su bautismo, que el Señor exige afectos
indivisos... La práctica de la verdad es esencial. El llevar frutos testifica del carácter del árbol. Un buen árbol
no puede llevar malos frutos. La línea demarcatoria será sencilla y distinta, entre los que aman a Dios y
guardan sus mandamientos por una parte, y los que no lo aman y descuidan sus preceptos, por la otra. Se
necesita una conversión cabal” (Manuscrito 56, 1900).

“La prueba de discipulado no se aplica tan estrechamente como se debiera a aquellos que se presentan para
el bautismo. Debe saberse si los que profesan estar convertidos están simplemente adoptando el nombre de
adventistas del séptimo día, o si están tomando su posición del lado del Señor para salir del mundo y
separarse y no tocar cosa inmunda. Cuando den evidencia de que entienden plenamente su posición, han de
ser aceptados” (Testimonios para Ministros: 128. Año 1897).

“Los candidatos para el bautismo necesitan una preparación más cabal. Necesitan ser instruidos más
fielmente de lo que generalmente se los ha instruido. Los principios de la vida cristiana deben ser
presentados claramente a los recién venidos a la verdad. Nadie puede depender de su profesión de fe como
prueba de que tiene una relación salvadora con Cristo. No hemos de decir solamente: Yo creo, sino practicar
la verdad. Conformándonos a la voluntad de Dios en nuestras palabras, nuestro comportamiento y carácter,
es como probamos nuestra relación con él. Cuandoquiera que uno renuncie al pecado, que es la transgresión
de la ley, su vida será puesta en conformidad con la ley, en perfecta obediencia. Esta es la obra del Espíritu
Santo. La luz de la Palabra estudiada cuidadosamente, la voz de la conciencia, las súplicas del Espíritu,
producen en el corazón verdadero amor a Cristo, quien se dio como sacrificio completo para redimir toda la
persona: el cuerpo, el alma y el espíritu. Y el amor se manifiesta por la obediencia” (2 JT:389-390. Año
1900).

“Los candidatos adultos deben comprender su deber mejor que los jóvenes; pero al pastor de la iglesia tiene
un deber que cumplir para con estas almas. ¿Siguen ellos malas costumbres y prácticas? Es deber del pastor
tener reuniones especiales con ellos. Déles estudios bíblicos, converse y ore con ellos, y muéstreles
claramente lo que el Señor requiere de ellos. Léales la enseñanza de la Biblia acerca de la conversión.
Muéstreles cuál es el fruto de la conversión, la evidencia de que aman a Dios. Muéstreles que la verdadera
conversión es un cambio de corazón, de pensamientos y propósitos. Han de renunciar a las malas
costumbres. Han de desechar los pecados de la maledicencia, los celos y la desobediencia. Deben sostener
una guerra contra toda característica mala. Entonces el que cree puede aceptar comprensivamente la
promesa: "Pedid, y se os dará" (Mat. 7:7) “(2 JT:392-393. Año 1900).

“La prueba del discipulado no se aplica tan estrictamente como debiera ser aplicada a los que se presentan
para el bautismo. Debe saberse si están simplemente tomando el nombre de adventistas del séptimo día, o
si se colocan de parte del Señor, para salir del mundo y separarse de él y no tocar lo inmundo. Antes del
bautismo, debe examinarse cabalmente la experiencia de los candidatos. Hágase este examen, no de una
manera fría y manteniendo distancias, sino bondadosa y tiernamente, señalando a los nuevos conversos el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Háganse sentir a los candidatos para el bautismo los
requerimientos del Evangelio.

Uno de los puntos acerca de los cuales los recién convertidos a la fe necesitarán instrucción, es el asunto de
la indumentaria. Óbrese fielmente con los nuevos conversos. ¿Son vanidosos en el atavío? ¿Albergan orgullo
en su corazón? La idolatría del atavío es una enfermedad moral. No debe ser introducida en la nueva vida.
En la mayoría de los casos, la sumisión a los requerimientos del Evangelio exigirá un cambio decidido en la
manera de vestir.

No debe haber negligencia al respecto. Por amor a Cristo, cuyos testigos somos, debemos tratar de sacar el
mejor partido de nuestra apariencia. En el servicio del tabernáculo, Dios explicó todo detalle concerniente a
las vestiduras de los que ministraban delante de él. Esto nos enseña que él tiene una preferencia con
respecto a la indumentaria de los que le sirven. Fueron muy específicas las instrucciones dadas acerca de las
vestiduras de Aarón, porque eran simbólicas. Así la indumentaria de los que siguen a Cristo, debe ser
simbólica. En todas las cosas, hemos de ser representantes de él. Nuestra apariencia en todo respecto debe
caracterizarse por el aseo, la modestia y la pureza. Pero la Palabra de Dios no sanciona el hacer cambios en
el atavío, meramente por seguir la moda, a fin de conformarse al mundo. Los cristianos no han de adornar
su persona con atavíos costoso o adornos caros.

Las Palabras de la Escritura acerca de la indumentaria deben ser consideradas cuidadosamente. Necesitamos
comprender lo que el Señor del cielo aprecia, aun en lo referente a vestir el cuerpo. Todos los que busquen
sinceramente la gracia de Cristo, escucharán las preciosas palabras de instrucción inspiradas por Dios. Aun el
modo de ataviarnos expresará la verdad del Evangelio.

Todos lo que estudian la vida de Cristo y practican sus enseñanzas, vendrán a ser como Cristo. Su influencia
será como la de él. Revelarán sanidad de carácter. Mientras andan en la humilde senda de la obediencia,
haciendo la voluntad de Dios, ejercen una influencia que se hace sentir en favor del progreso de la causa de
Dios y la sana pureza de su obra. En estas almas cabalmente convertidas, el mundo debe ver un testimonio
del poder santificador de la verdad sobre el carácter humano.

El conocimiento de Dios y de Jesucristo, expresado en el carácter, los exalta sobre todo lo que se estima en
la tierra o en el cielo. Es la educación más elevada que haya. Es la llave que abre los portales de la ciudad
celestial. Es propósito de Dios que todos los que se visten de Cristo por el bautismo posean este
conocimiento. Y los siervos de Dios tienen el deber de presentar a estas almas el privilegio de su alta
vocación en Cristo Jesús” (2 JT:393-394. Año 1900).

“Hay una cosa que no tenemos derecho a hacer, y ésta es juzgar el corazón de otro hombre o impugnar sus
motivos. Pero cuando una persona se presenta como candidato para ser miembro de la iglesia, hemos de
examinar el fruto de su vida, y dejar la responsabilidad de sus motivos con él mismo. Mas debe ejercerse
gran cuidado en aceptar miembros en la iglesia; pues Satanás tiene sus artimañas especiosas por medio de
las cuales, se propone atestar la iglesia de falsos hermanos por cuyo medio puede obrar con mayor éxito
para debilitar la causa de Dios” (Review and Herald, 10 de Enero, 1893).

“El nuevo nacimiento es una experiencia rara en esta época del mundo. Esta es la razón por la que hay
tantas perplejidades en las iglesias. Muchos, muchísimos, que pretenden tener el nombre de Cristo no están
santificados, y son impíos. Han sido bautizados, pero fueron sepultados vivos. No murió el yo, y por lo tanto
no renacieron a una nueva vida en Cristo” (MS 148, 1897).

“La llegada de miembros que no han sido renovados en su corazón y reformados en su vida, es una fuente
de debilidad para la iglesia. Este hecho se ignora a menudo. Algunos pastores e iglesias están tan deseosos
de obtener un aumento del número que no presentan un testimonio fiel contra los hábitos y prácticas no
cristianos. A los que aceptan la verdad no se les enseña que no pueden ser mundanos en su conducta
mientras son cristianos de nombre, y estar seguros. Hasta aquí han sido súbditos de Satanás. De aquí en
adelante han de ser súbditos de Cristo. La vida debe dar testimonio de que han cambiado de guía. – {Ev
235.1}

“La opinión pública favorece una profesión del cristianismo. Se requiere poca abnegación o sacrificio para
adoptar una forma de piedad y para tener el nombre inscripto en el libro de la iglesia. Por lo tanto, muchos
se unen a la iglesia sin llegar a estar previamente unidos con Cristo. En esto triunfa Satanás. Tales conversos
son sus agentes más eficaces. Sirven como señuelo para otras almas. Son falsas luces, y tientan a los incautos
induciéndolos a la perdición. Es en vano que los hombres traten de hacer la senda del cristiano amplia y
agradable para los mundanos. Dios no ha alisado ni ensanchado el camino angosto y escarpado. Si hemos de
entrar en la vida, debemos seguir la misma senda que Jesús y sus discípulos recorrieron: la senda de la
humildad, de la abnegación y del sacrificio.—Testimonies for the Church 5:172 (1882). – {Ev 235.2}”

“Nuestros hermanos en el ministerio están fallando definidamente en hacer su obra según los métodos
establecidos por el Señor. Fallan en presentar a cada hombre perfecto en Cristo Jesús. No han obtenido
experiencia espiritual mediante la comunión personal con Dios, ni un verdadero conocimiento de lo que
constituye el carácter cristiano; por lo tanto muchas personas son bautizadas sin estar en condición de
recibir este rito sagrado, porque aún están unidas al yo y al mundo. No han visto a Cristo ni lo han recibido
por fe.—The Review and Herald, 4 de febrero de 1890. – {Ev 234.5}”

“Demasiado trabajo apresurado se hace agregando los nombres al libro de la iglesia. Se ven serios defectos
en el carácter de algunos que se unen en la iglesia. Aquellos que los admiten dicen, “primero los
introduciremos en la iglesia, y luego los reformaremos”. Pero esto es un error. La primerísima obra que debe
hacerse es la obra de reforma. Oren con ellos, hablen con ellos, pero no les permitan unirse con el pueblo de
Dios como miembros de iglesia hasta que den una evidencia decidida de que el Espíritu de Dios está
trabajando en sus corazones.” RH.1901-05-21

“Dios preferiría que hubiese seis personas cabalmente convertidas a la verdad antes que sesenta que lo
profesasen y no fuesen verdaderamente convertidas” (OE 383).
Por ultimo me referire a lo expresado en el manual de iglesia respecto al bautismo y la preparacion para
este.

El capitulo 6 del manual de igleia comienza mencionando lo siguiente “Se debe inculcar firmemente, en la
mente de todas las personas que solicitan ser admitidas en la iglesia, las serias y solemnes obligaciones de
ser miembros del cuerpo de Cristo. Unicamente están preparados para ser eceptados en la feligresía los que
dan evidencias de que nacieron de nuevo y gozan de una experiencia espiritual en el Señor Jesús. Los
pastores deben instruir a los candidatos en las enseñanzas y en las prácticas relacionadas que sostienen la
Iglesia, con el fin de que entren en la iglesia con una solida base espiritual.”( Man de Igl 2015 cap 6 pag 43)

“Modo de bautizar. La Iglesia cree en el bautismo por inmersión, y solamente


aceptamos en la feligresía a aquellos que han sido bautizados de esta
manera (véase el capítulo 14, “Creencias fundamentales...”). Las personas que
reconocen su estado de pecadores perdidos, se arrepienten sinceramente de sus
pecados y experimentan la conversión pueden, después de haber sido debidamente
instruidos, ser aceptados como candidatos al bautismo y en la feligresía
de la iglesia.

Instrucción cabal y examen público antes del bautismo. Los candidatos,


Individualmente o en una clase bautismal, deben recibir una cuidadosa instrucción,
basada en las Escrituras, acerca de las prácticas y las creencias fundamentales
de la iglesia, y las responsabilidades de los miembros. El pastor debería demostrar
a la iglesia, a través de un examen público, que los candidatos han sido
bien instruidos, que están listos para dar ese importante paso y que, por práctica
y conducta, demuestran estar dispuestos a aceptar las doctrinas y los principios
de conducta de la Iglesia, que son la expresión externa de esas doctrinas, porque
“por sus frutos los conoceréis” (Mat. 7:20).
Si no es posible llevar a cabo el examen público, entonces debe ser realizado
ante la Junta Directiva de la iglesia o ante una comisión designada por esta,
tal como la comisión de ancianos, cuyo informe deberá presentarse luego a la
Iglesia antes del bautismo.
“La prueba del discipulado no se aplica tan estrictamente como debería
ser aplicada a los que se presentan para el bautismo. Debe saberse si están
simplemente tomando el nombre de adventistas del séptimo día o si se colocan
de parte del Señor, para salir del mundo y separarse de él, y no tocar lo
inmundo. Antes del bautismo, debe examinarse cabalmente la experiencia de
los candidatos. Hágase este examen, no de una manera fría y manteniendo
distancias, sino bondadosa y tiernamente, señalando a los nuevos conversos el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Hágase sentir a los candidatos
para el bautismo los requerimientos del evangelio” (Joyas de los testimonios,
t. 2, p. 393).” ( Man de Igl 2015 cap 6 pag 44)

En conclusion , podemos decir que el bautismo es el rito por el cual las personas se unen a la iglesia
cumpliendo el mandato de nuestro señor Jesucristo , pero en el afan por bautisar personas y unirlos a la
iglesia, algunos, lamentablemente pierden de vista la preparacion debida del catecumeno antes del
bautismo, sin dimensionar las consecuencias que esto podria acarrear a la persona misma y/o a la iglesia . Es
de esperar que este documento sirva para tomar conciencia del asunto y evitar cometer el error de un
bautismo apresurado.

Por Daniel Prieto Corona.

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