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Anfibios Acuaticos

Los anfibios son animales vertebrados dependientes del agua dulce que presentan diferentes adaptaciones para vivir entre ecosistemas acuáticos y terrestres. Pueden ser ranas, sapos, cecilias o salamandras y se distinguen por pasar por una metamorfosis de huevo a larva acuática y luego a adulto capaz de vivir en tierra o agua. Actualmente los anfibios se encuentran en casi todo el mundo pero su hábitat se ve amenazado.

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Anfibios Acuaticos

Los anfibios son animales vertebrados dependientes del agua dulce que presentan diferentes adaptaciones para vivir entre ecosistemas acuáticos y terrestres. Pueden ser ranas, sapos, cecilias o salamandras y se distinguen por pasar por una metamorfosis de huevo a larva acuática y luego a adulto capaz de vivir en tierra o agua. Actualmente los anfibios se encuentran en casi todo el mundo pero su hábitat se ve amenazado.

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ANFIBIOS ACUATICOS

Este grupo de vertebrados está conformado por las ranas, sapos, cecilias y salamandras. Los
cuales presentan diferentes tipos de cuerpo con colores diversos y adaptaciones que les han
permitido vivir entre ecosistemas acuáticos y terrestres.

Las cecilias son muy peculiares y poco conocidas, tienen el cuerpo parecido al de un
gusano que carece de patas con cola rudimentaria. En cambio, las salamandras
presentan extremidades del mismo tamaño y poseen una cola con la cual se mueven con
soltura cuando están en el agua, mientras que fuera de ella, utilizan sus patas para andar.
En cuanto a las ranas y lo sapos, éstos tienen patas de tamaños desiguales y carecen de
cola, sin embargo su cuerpo está adaptado para dar saltos.

A diferencia de los demás vertebrados, los anfibios se distinguen por tener


una trasformación en su desarrollo, conocida como metamorfosis, es decir
que durante su vida pasan por diferentes etapas: de huevo a larva, momento en
el que dependen totalmente del agua y finalmente, la etapa de adulto en la cual
pueden transitar del agua a la tierra.

Los anfibios presentan en la


actualidad una distribución
cosmopolita, los podemos encontrar
en casi todo el mundo, estando
ausentes solo en las regiones árticas y
antárticas, en los desiertos más áridos
y en la mayoría de las islas oceánicas.
En su mayoría, estos animales
prefieren ambientes templados, sobre
todo los lugares en donde existe agua dulce disponible.

En México habitan un gran


número de especies de anfibios,
muchos de ellos endémicos y por
lo cual ocupa el quinto lugar de
diversidad a nivel mundial.
Esta pequeña fauna es
fundamental para los ecosistemas al transportar nutrientes desde el medio
acuático al terrestre, así como en la cadena alimenticia ya que controla plagas
al alimentarse de insectos y arañas. También son indicadores del estado de
salud de los ecosistemas, su presencia en un sitio nos habla de un ecosistema
saludable y en equilibrio, mientras que su ausencia indica lo contrario.
Sin embargo el 50% de los anfibios está en peligro de extinción, por la
pérdida de su hábitat, la invasión de especies exóticas, el tráfico de especies
como mascotas y la
contaminación de las fuentes de
agua.
Qué son los anfibios y sus
características
Los anfibios son animales vertebrados dependientes del agua dulce, ya sea
para sobrevivir o para reproducirse. Además, en el caso de que vivan en tierra,
esta debe ser húmeda. A continuación, vamos a detallar algunas de las
características de los anfibios para que los conozcas en más profundidad.
 Tienen la piel permeable: puede secarse fácilmente y por eso requieren
el agua.
 Son de hábitos solitarios: solamente son gregarios cuando buscan
pareja para reproducirse y, para ello, ponen huevos. Descubre más
sobre el Gregarismo: qué es, ejemplos y características, aquí.
 Son ectotermos: no pueden generar su propio calor corporal. Necesitan
buscar fuentes de calor externas, como por ejemplo bajo el sol o sobre
suelo caliente.
 Pasan por una metamorfosis: comenzando por una fase larval nadadora
con branquias para respirar, que después se especializa en adulto con
pulmones y que puede, o no, tener patas dependiendo del orden al que
pertenezcan.
 Las larvas anfibias se alimentan de desechos, plancton o algas.
 Todos los anfibios adultos son depredadores de insectos e
invertebrados:

El ciclo de vida de los anfibios

Este grupo de vertebrados fueron los primeros que colonizaron tierra


firme. Sin embargo, su dependencia del agua sigue condicionando sus
hábitos y costumbres.
Como su nombre indica, los anfibios –del griego amphi, «ambos», y bios,
«vida»– llevan una doble vida. Cuando son jóvenes habitan siempre en el
agua, pero al convertirse en adultos lo hacen fuera de ella. Este ciclo de vida
tan complejo ha provocado que su anatomía sea muy distinta en cada momento
de desarrollo –básicamente se divide en tres etapas, huevo, larva y adulto– y que,
consecuentemente, su cuerpo sufra una serie de cambios drásticos para pasar de
una a otra. Esto es lo que se conoce como metamorfosis. Este grupo de
animales, del que existen unas 7.000 especies, fueron los primeros vertebrados
que cambiaron el medio acuático por el terrestre –hace más de 350 millones de
años–, aunque siguen dependiendo del agua para vivir, puesto que son muy
sensibles a la abrasión y a la deshidratación.
Loa anfibios modernos han colonizado prácticamente todos los ecosistemas
terrestres y solo son extraños en aquellas regiones que tienen climatología
extrema, ya sea por exceso de frío o de aridez. La mayor parte son nocturnos y,
como estrategia para controlar el equilibrio hídrico corporal, están más
activos cuando hay humedad o pasan directamente mucho tiempo dentro del
agua. En este sentido, un órgano clave para la supervivencia de estos animales –y
en gran medida responsable de su evolución a la vida terrestre– es la piel.
Además de proteger los órganos internos y ayudar a la respiración, la piel de los
anfibios, extremadamente permeable y carente de pelos o escamas, es
fundamental para regular eficazmente la pérdida y absorción de agua y, en
consecuencia, garantizar la homeostasis. En algunos casos, como en el de los
sapos, las salamandras y muchas ranas tropicales, la piel contiene sustancias
tóxicas como medio de defensa ante los depredadores.

UNA GRAN CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN

Casi todos los anfibios son carnívoros en su etapa adulta, mientras que los
renacuajos son principalmente herbívoros. Dado que no tienen el cuerpo
adaptado para la carrera, suelen camuflarse y esperar pacientemente a que se
acerquen sus presas para cazarlas. La mayor parte de especies tienen su
hábitat cerca de ríos, lagos o estanques, aunque, gracias a su capacidad de
adaptación, existen también especies de anfibios que se han especializado a vivir
en los árboles, bajo tierra e incluso a llevar una vida completamente
acuática –es el caso de algunas salamandras gigantes asiáticas y de especies que,
como el proteo o el ajolote, no pasan por un proceso de metamorfosis y
mantienen las principales características larvarias–.

La reproducción de los anfibios suele realizarse en el agua, donde la hembra


deposita los huevos. La época más propicia para llevar a cabo esta actividad es en
primavera, puesto que en las zonas templadas coincide con la época de lluvias y
mayor humedad. La fecundación en la mayoría de casos es externa. Durante el
acople, llamado amplexo, el macho se coloca encima de la hembra y descarga
los espermatozoides sobre los huevos a medida que van saliendo. Los embriones
de rana están rodeados por varias capas de material gelatinoso, que absorben
agua y aumentan su volumen aglutinando los huevos en grandes masas. Aunque
lo más habitual es que las hembras abandonen el lugar tras la puesta, hay
especies de ranas y sapos terrestres que cuidan a su prole de forma activa.

Con o sin cola y patas, pero todos anfibios


SALAMANDRA ROJA. A diferencia de la
mayor parte de anfibios, las salamandras se
reproducen en tierra y solo entran en el agua
para desovar. Pueden regenerar los
miembros que pierden. Jason Patrick Ross
© Shutterstock.

Los anfibios modernos se


clasifican en tres órdenes
principales, que se distinguen por la presencia o no de cola y patas. El grupo más
conocido, numeroso y diverso es el de los Anuros, formado por casi 5.000
especies sapos y ranas de todos los tamaños y colores. Los Anuros son tetrápodos
y se caracterizan por no tener cola, salvo en su etapa como renacuajos. Los
anfibios tetrápodos que tienen cola, por su parte, pertenecen al orden de
Urodelos, como es el caso de las salamandras y los tritones, mientras que los que
carecen de extremidades, como las cecilias, al de los Ápodos.
Un proceso llamado metamorfosis
Salvo excepciones, el ciclo de la vida de los anfibios comprende tres etapas: la
embrional, la larvaria y la adulta. La duración de cada una depende de la especie.

HUEVOS – Una vez fecundados los huevos, los


embriones comienzan a crecer. Esta primera fase
tarda entre seis y nueve días en completarse. Pasado
este tiempo, los huevos eclosionan y salen las larvas.

Peces que adaptaron sus aletas para


andar

Los Acanthostega (izq.) y los Ichthyostega


(der.) son algunos de los anfibios más
primitivos que se conocen.
La teoría más aceptada sobre el origen de los
anfibios explica que, hace entre 400 y 350
millones de años, éstos evolucionaron a partir
de peces de agua dulce con aletas carnosas y
lobuladas que parecían patas. Su salida a la tierra estaría relacionada con la
búsqueda de nuevas fuentes de alimentación, pero también por las grandes
sequías que caracterizaron al Devónico y que provocaron que, para sobrevivir,
los peces necesitaran trasladarse de una charca a otra. Un posible ancestro de los
anfibios sería el Eusthenopteron, un pez cuyas aletas resultan muy parecidas a las
extremidades de los tetrápodos. Los anfibios más primitivos que se conocen son
los laberintodontos. De una rama de estos evolucionarían los anfibios y de la otra
los reptiles.

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