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Sisma Mujer - Experiencias Territoriales - Implementación Medidas de Atención Ley 1257 de 2008

Las medidas de atención son servicios de habitación, alimentación y transporte que el Estado otorga a mujeres víctimas de violencias de género para garantizar su protección y estabilización. El documento analiza la evolución normativa de las medidas de atención en Colombia, presenta estándares nacionales e internacionales, y comparte experiencias de su implementación en Antioquia, Bogotá, Cundinamarca y Valle del Cauca. Finalmente, propone herramientas para facilitar su puesta en marcha a nivel nacional.
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Sisma Mujer - Experiencias Territoriales - Implementación Medidas de Atención Ley 1257 de 2008

Las medidas de atención son servicios de habitación, alimentación y transporte que el Estado otorga a mujeres víctimas de violencias de género para garantizar su protección y estabilización. El documento analiza la evolución normativa de las medidas de atención en Colombia, presenta estándares nacionales e internacionales, y comparte experiencias de su implementación en Antioquia, Bogotá, Cundinamarca y Valle del Cauca. Finalmente, propone herramientas para facilitar su puesta en marcha a nivel nacional.
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EXPERIENCIAS TERRITORIALES

en la implementación del nuevo modelo de las


medidas de atención previstas en la Ley 1257 de 2008:
avances, retos y obstáculos
EXPERIENCIAS TERRITORIALES
en la implementación del nuevo modelo de
las medidas de atención previstas en la Ley 1257
de 2008: avances, retos y obstáculos
Título original: Experiencias territoriales en la implementación del nuevo modelo de las
medidas de atención previstas en la Ley 1257 de 2008: avances, retos y obstáculos

Noviembre de 2021
©Corporación Sisma Mujer
Carrera 13 # 33-74 Of: 304
Bogotá, Colombia
PBX: (57-1) 2859313
[email protected]
www.sismamujer.org
Instagram @sismamujer
Facebook Corporación Sisma Mujer
Twitter @SismaMujer
Autoras: Johana Alejandra Garzón Cortes, Alexandra Ortega Ortega, Anyela Paola Calderón
Díaz, Juliana Ospitia Rozo, Karla Roxana Pérez García, Luisa Romero Montes, María Camila
Martínez Galvis, Nathalia Elizabeth Eraso Montenegro, Valeria Silva Fonseca
Coordinación de la publicación: Corporación Sisma Mujer

Edición y corrección de estilo: Dunia Oriana González Rodríguez


Editorial Cuatro Ojos
Diagramación y diseño gráfico de Elizabeth Cruz Tapias
y Laura Juliana Castellanos Bermúdez
Ilustración Ana María Barrios Figueredo
ISBN: 978-958-8608-24-2

Copy left: El presente documento puede ser reproducido en todo o en parte, siempre y
cuando se cite la fuente y se haga con fines no comerciales.
La presente publicación ha sido elaborada con la asistencia de la Unión Europea.
El contenido de la misma es responsabilidad exclusiva
de la Corporación Sisma Mujer y en ningún caso debe considerarse
que refleja los puntos de vista de la Unión Europea
ÍNDICE DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN .................................................................................. 6

1. MEDIDAS DE ATENCIÓN......................................................................8
1.1. ¿QUÉ SON LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?.................................................................. 8

1.2. ¿CUÁLES SON LOS CRITERIOS


PARA EL OTORGAMIENTO DE LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?.............................. 8

1.3. CUÁLES SON LAS AUTORIDADES COMPETENTES


DENTRO DEL TRÁMITE Y OTORGAMIENTO DE LAS MEDIDAS
DE ATENCIÓN Y QUÉ ACTIVIDADES COMPETEN A CADA UNA DE ELLAS?...... 9

1.4. ¿CUÁL ES EL CONTENIDO DE LA MEDIDA DE ATENCIÓN?.................................... 9

1.5. ¿CÓMO SE ASIGNAN LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?............................................... 10

1.5.1 CUÁL ES LA DURACIÓN DE LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?....................... 11


1.5.2 ¿CUÁNDO FINALIZAN LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?................................. 11
1.6. ¿QUIÉN HACE EL SEGUIMIENTO
Y CONTROL DE LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?........................................................ 12

2. MEDIDAS DE ATENCIÓN
PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIAS..........................................13
2.1. EVOLUCIÓN Y DESARROLLO NORMATIVO DE LAS MEDIDAS
DE ATENCIÓN EN COLOMBIA........................................................................................ 14

2.2. ESTÁNDARES NACIONALES E INTERNACIONALES


SOBRE MEDIDAS DE ATENCIÓN.................................................................................. 23

2.2.1 ESTÁNDARES NACIONALES............................................................................... 23


2.2.2 ESTÁNDARES INTERNACIONALES .................................................................. 28
2.2.3 EXPERIENCIAS COMPARADAS.......................................................................... 31

3. MODELOS DE MEDIDAS DE ATENCIÓN ...........................................36


3.1. ANTIOQUIA........................................................................................................................ 36

3.1.1 PROTECCIÓN DE EMERGENCIA......................................................................... 37

4
3.1.2 PROTECCIÓN TEMPORAL................................................................................... 38
3.1.3 BENEFICIO CLAUDIA PATRICIA ARIAS
PARA LA SUBSISTENCIA POSTERIOR.................................................................. 40
3.2. BOGOTÁ.............................................................................................................................. 40

3.3. CUNDINAMARCA.............................................................................................................. 43

3.4. VALLE DEL CAUCA........................................................................................................... 45

4. MODELO ACTUAL, BASADO EN EL DECRETO 1630 DE 2019 Y


MODIFICACIONES POSTERIORES............................................................50
4.1. REQUISITOS E IMPLEMENTACIÓN DEL MODELO
ESTABLECIDO EN EL DECRETO 1630 DE 2019......................................................... 54

4.2. OBSTÁCULOS Y RETOS EN LA IMPLEMENTACIÓN


DE LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN.................................................................................. 60

5. CONCLUSIONES.....................................................................................65
6. HERRAMIENTAS Y RECOMENDACIONES.........................................67

BIBLIOGRAFÍA..................................................................................... 69
INTRODUCCIÓN

L
as medidas de atención hacen parte de la atención integral a la que tienen
derecho las mujeres, niñas y adolescentes víctimas de violencias basadas
en género. A pesar de la importancia que revisten por su posibilidad de
garantizar tanto la vida e integridad de las víctimas, como su estabilización para
prevenir nuevos ciclos de violencias, a trece años de la expedición de la Ley
1257 de 2008 aún no han sido implementadas. Esta situación es alarmante, si se
tiene en cuenta que una vez las mujeres, niñas o jóvenes ponen en conocimien-
to del Estado el riesgo en el que se encuentran, este debería desplegar todas
las acciones pertinentes para cumplir con su deber reforzado de garantizar sus
derechos, en virtud del principio de debida diligencia y evitar así cualquier con-
creción de nuevos daños.
Por esta razón, desde la Corporación Sisma Mujer, con el apoyo de la Unión
Europea, quisimos aportar, a partir de nuestra experiencia y conocimientos,
herramientas de análisis frente a la nueva normatividad expedida para la im-
plementación de las medidas de atención de la Ley 1257 de 2008. Debido a los
profundos cambios en la competencia y financiación de dichas medidas, aquí
presentamos algunas herramientas que tienen como finalidad aunar esfuerzos
para que, después de tanta espera de las víctimas, se implementen las medidas
y se continúe avanzando en el mandato imperativo de garantizar el derecho hu-
mano de las mujeres a vivir una vida libre de violencias.
Los aportes que entrega el presente documento se realizarán a través de (i)
una introducción breve a lo que son las medidas de atención, (ii) la evolución
normativa de las medidas de atención, principalmente a partir de la expedi-
ción de la Ley 1257 de 2008, junto con las respuestas dadas desde las organiza-
ciones de mujeres en este camino; (iii) algunos estándares sobre las medidas
de atención a nivel nacional e internacional; (iv) tres experiencias comparadas
que permiten identificar elementos aplicables en Colombia o nuevas posibi-
lidades; (v) los modelos actuales de Antioquia, Bogotá, Cundinamarca y Valle
del Cauca, quienes generosamente compartieron su experiencia y saberes para

7
este ejercicio; (vi) el modelo adoptado para las medidas de atención a partir del
Decreto 130 de 2019, (vii) los obstáculos y retos que hemos identificados para
la operativización de las medidas de atención; (viii) la propuesta de algunas
herramientas técnicas que permitan facilitar su implementación; y, finalmente,
(ix) algunas conclusiones y recomendaciones que consideramos deberían ser
tenidas en cuenta para fortalecer y mejorar el sistema actual.
Este ejercicio no habría sido posible sin la participación de la Secretaría de
las Mujeres de Antioquia, la Secretaría de la Mujer de Bogotá, las Secretarías de
Gobierno y de la Mujer de Cundinamarca, y la Secretaría de la Mujer de Valle
del Cauca, con quienes mantuvimos, inicialmente, reuniones bilaterales para
conocer la experiencia en sus sistemas de alojamiento para mujeres víctimas
de violencias y los obstáculos y retos que se presentan con la nueva normati-
vidad de medidas de atención. Finalmente, el 25 de agosto de 2021 tuvimos un
encuentro colectivo entre todas las entidades territoriales y Sisma, en donde se
propiciaron reflexiones y experiencias entre todas, para identificar retos, posi-
bles soluciones y buenas prácticas.
En este proceso, también fue importante la participación del Ministerio de
Salud, a través de la Oficina de Promoción Social, al compartirnos información
clave y permitirnos acompañar algunos espacios de asesoría técnica que tuvie-
ron con entidades territoriales.
La elaboración de este documento y la sistematización de información detrás
de ella, tiene como única finalidad aportar para que los recursos, a cargo del
Sector Salud, que establece la Ley 1257 de 2008 para la protección y garantía de
derechos de las mujeres víctimas, lleguen a ellas. Al respecto, es necesario tener
muy claro que son y deberían serlo siempre, el centro de gravedad.

8
1. MEDIDAS DE ATENCIÓN

1.1. ¿QUÉ SON LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?

S
on aquellos servicios de habitación, alimentación y transporte que se
otorgan a las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, sus hijas e hijos
menores de veinticinco años con dependencia económica, dentro de un
contexto de vulneración del derecho fundamental de las mujeres a vivir una
vida libre de violencias. Según el artículo 19 de la Ley 1257 de 2008, que fue mo-
dificado por el Decreto 1630 de 2019, las medidas de atención se pueden prestar
a través de dos modalidades: (i) casas de acogida, albergues o refugios, o servi-
cios hoteleros, o (ii) subsidio monetario mensual para la habitación y alimenta-
ción de la víctima, sus hijos e hijas.

1.2. ¿CUÁLES SON LOS CRITERIOS PARA EL OTORGAMIENTO


DE LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?

• En primer lugar, estas deben otorgarse con posterioridad a la expedición de


medidas de protección, ya sean provisionales o definitivas a favor de la mu-
jer víctima y de sus hijas e hijos, teniendo en cuenta el consentimiento de la
mujer víctima.
• En segundo lugar, es necesario que la autoridad que otorgó las medidas de
protección verifique que la mujer se encuentra en situación especial de ries-
go, que, según el Decreto 1630 de 2019, es aquel hecho o circunstancia con el
potencial de afectar la integridad, salud o vida de la mujer víctima de violen-
cia física, psicológica, económica y/o sexual.

9
1.3. ¿CUÁLES SON LAS AUTORIDADES COMPETENTES DENTRO
DEL TRÁMITE Y OTORGAMIENTO DE LAS MEDIDAS DE ATEN-
CIÓN Y QUÉ ACTIVIDADES COMPETEN A CADA UNA DE ELLAS?

De acuerdo con el Decreto 780 de 20161, las autoridades competentes para emi-
tir medidas de atención son las mismas que tienen a su cargo la expedición de
medidas de protección provisionales o definitivas. Por su parte, el Decreto 1069
de 20152 estableció que estas últimas son:
• Comisarías de familia3.
• En los municipios en los que no haya Comisaría de Familia, esto le corres-
ponderá a los juzgados civiles municipales o promiscuos municipales, del
domicilio de la víctima o del lugar donde ocurrieron los hechos.
• En el marco del proceso penal, la Fiscalía General de la Nación o la víctima
podrán solicitar las medidas ante un juzgado de control de garantías.

1.4. ¿CUÁL ES EL CONTENIDO DE LA MEDIDA DE ATENCIÓN?

La decisión que ordena la medida de atención emitida por las autoridades compe-
tentes para ello, dirigidas a la entidad territorial correspondiente debe contener4:
a. Nombres y apellidos completos de la mujer y sus hijas e hijos.
b. Tipo y número de documento de identificación.
c. Nombre de la EPS a la cual se encuentran afiliados. En caso de que no se en-
cuentren afiliados, la entidad territorial deberá gestionar la afiliación.

1 Específicamente, el artículo 2.9.2.1.2.4. En este mismo se pronunció por primera vez el Decreto 2734
de 2012.

2 COLOMBIA. MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO. Decreto 1069. (26, mayo, 2015). “Por me-
dio del cual se expide el Decreto Único Reglamentario del Sector Justicia y del Derecho”. Artículos
2.2.3.8.1.6 y ss. Diario Oficial. Bogotá D.C. No. 49.523. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestor-
normativo/norma.php?i=74174

3 En virtud de la Ley 2126 de 2021, en su artículo 20, cuando los hechos de violencia ocurran en una
jurisdicción diferente a la del domicilio de la víctima, la comisaría del lugar donde se presentaron los
hechos deberá tomar medidas inmediatas y luego remitir a la comisaría competente.

4 COLOMBIA. MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL. Decreto 1630. (9, septiembre, 2019).
Por el cual se sustituye el Capítulo 1 del Título 2 de la Parte 9 del Libro 2 del Decreto 780 de 2016,
Único Reglamentario del Sector Salud y Protección Social relativo a las mujeres víctimas de violen-
cia. Bogotá D.C. https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/DIJ/decre-
to-1630-de-2019.pdf

10
d. Resultado de la valoración de la situación especial de riesgo cuando se trate
de una medida de protección definitiva.
e. Remisión para la valoración médica física y mental en caso de que no se
hubiere realizado.
f. Orden dirigida a la entidad territorial para que suministre al menos una de
las modalidades de atención mientras la mujer decide, en un plazo no mayor
a cinco (5) días hábiles, sobre la modalidad por la que opta definitivamente.
g. Plazo durante el cual se concede la medida.
h. Orden dirigida a la entidad territorial mediante la cual solicita reporte men-
sual de cumplimiento de la prestación de las medidas de atención.
i. Orden de seguimiento y reporte mensual sobre la garantía y cumplimiento
del tratamiento médico en salud física y mental, dirigida a la EPS, a la IPS y
a la mujer víctima.

1.5. ¿CÓMO SE ASIGNAN LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?

Una vez se establezca la necesidad de adoptar medidas de atención, se le noti-


ficará a la mujer cuáles son las opciones que prevé la Ley 1257 de 2008 y tendrá
cinco días para decidir la modalidad que se acomode a sus necesidades.
En el caso de aceptar la medida de refugio, los requisitos para su permanencia
en estos procesos son acudir a las citas médicas de atención física y psicológica,
así como cumplir con el reglamento de convivencia del refugio5.
En la modalidad de servicio hotelero, la mujer deberá, igualmente, cumplir
con la asistencia a citas médicas, permanecer en el lugar asignado y cumplir
con el reglamento de servicio6.
Adicionalmente, el otorgamiento de la medida de atención referida al subsi-
dio monetario para la habitación y alimentación de la víctima, sus hijas e hijos,
se presenta en dos escenarios posibles: cuando la mujer no acepte las modalida-
des de refugio o de servicio hotelero, o cuando en el municipio o distrito donde
la mujer resida no existan casas acogida, albergues, refugios o servicios hote-
leros propios o contratados, o que existiendo no se cuente con disponibilidad

5 MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL. Lineamientos para la ejecución de los recursos des-
tinados a concurrir en la implementación y prestación de las medidas de atención dirigidas a las
mujeres víctimas de violencia. Resolución 366 de 2021, p. 8.

6 Ibíd, p. 9

11
de cupos para atención o ella no pueda ir a otro del departamento por razones
de trabajo7. En esta modalidad, para la permanencia de la mujer en el proceso,
deberá demostrar que los recursos se han destinado a sufragar los gastos de
alojamiento, alimentación y transporte, en un lugar que no sea el mismo de su
agresor; y su asistencia a las citas médicas8.

1.5.1 ¿CUÁL ES LA DURACIÓN DE LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?

Estas son de carácter temporal y se otorgan hasta por un término de seis meses,
prorrogables hasta por seis meses más, siempre y cuando persistan las situa-
ciones que las motivaron. La necesidad de dar continuidad a las medidas se
evaluará de manera mensual9.

1.5.2 ¿CUÁNDO FINALIZAN LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?

Son causales para la terminación de las medidas de atención por parte de la


autoridad competente, las siguientes10:
a. Cumplimiento del plazo establecido.
b. Superación de las situaciones que las motivó.
c. Inasistencia injustificada a las citas o incumplimiento del tratamiento en sa-
lud física y mental.
d. Ausencia recurrente e injustificada a la casa de acogida, albergue, refugio
o servicio hotelero asignado, de acuerdo con lo que sobre ello establezca el
reglamento interno.
e. Incumplimiento del reglamento interno de la casa de acogida, albergue, re-
fugio o servicio hotelero asignado.
f. Utilización del subsidio monetario para fines diferentes a los gastos de habi-
tación, alimentación y transporte.
g. Cohabitar, temporal o permanentemente con la persona agresora durante el
plazo por el que se otorgaron las medidas de atención.

7 MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL. Op. Cit. Decreto 1630 de 2019.

8 Ibíd, p. 9 y 10.

9 MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL. Op. Cit. Decreto 1630 de 2019. Artículo 2.9.2.1.2.5.

10 Ibíd.

12
Nota: Cualquier decisión que se tome en torno
a la terminación de las medidas de atención debe ser evaluada con
perspectiva de género, garantizando el debido proceso
de las mujeres y evitando actuar desde formas estereotipadas
de ver a la mujer o con un enfoque familista que menosprecie
y desestime la persistencia del riesgo.

1.6. ¿QUIÉN HACE EL SEGUIMIENTO


Y CONTROL DE LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN?

Las entidades territoriales, de acuerdo con el Decreto 1630 de 2019, están encar-
gadas de adoptar mecanismos de seguimiento y control a la prestación de las
medidas de atención otorgadas por las autoridades competentes, conforme a los
lineamientos que establezca a su vez el Ministerio de Salud y Protección Social.

13
2. MEDIDAS DE ATENCIÓN
PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIAS

E
l derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencias demanda del
Estado la formulación e implementación de medidas que respondan de
manera inmediata e integral a las situaciones de riesgo a las cuales se en-
frentan las mujeres, especialmente aquellas derivadas de las diferentes formas
de violencia en su contra. La garantía de este derecho hace parte de las obliga-
ciones internacionales de los Estados respecto al (i) reconocimiento de la vio-
lencia contra las mujeres y niñas como una violación a sus derechos humanos,
(ii) el carácter inalienable, integral e interdependiente de estos derechos, (iii)
su protección en el marco internacional bajo los principios de no discrimina-
ción basada en el sexo, de la igualdad sustantiva y de la debida diligencia y (iv)
la relación del derecho a vivir una vida libre de violencias con otros derechos
humanos como la vida, la libertad y seguridad, la igual protección ante la ley, la
salud, el trabajo, entre otros11.
Las medidas de atención en Colombia constituyen, entonces, uno de los ejes
centrales de la respuesta estatal a las violencias contra las mujeres para la pro-
tección de sus derechos humanos y son la oportunidad para que las mujeres
encuentren espacios seguros en los cuales se garantice su protección, rehabi-
litación física y psicológica, orientación jurídica e incluso se contribuya a su
autonomía económica, para romper los ciclos de violencia y dependencia emo-
cional en los que pueden estar inmersas a causa de la violencia12. En este senti-

11 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU). Informe de la Relatora Especial sobre la violen-
cia contra la mujer, sus causas y consecuencias. (13, junio, 2017). Consejo de Derechos Humanos, 35º
período de sesiones. A/HRC/35/30. https://undocs.org/A/HRC/35/30

12 Ver algunos estándares sobre protección y servicios para las mujeres supervivientes de la violen-
cia En: ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU). Informe de la Relatora Especial sobre la
violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias. (19, abril, 2016). Consejo de Derechos Huma-
nos, 32º período de sesiones. A/HRC/32/42. P. 17 y ss. https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/
BDL/2016/10562.pdf

14
do, las medidas de atención son parte fundamental del andamiaje institucional
para la garantía y respeto de los derechos humanos de las mujeres víctimas de
violencia en Colombia, cuya adecuada implementación es el primer paso para
que las víctimas no estén expuestas a nuevas situaciones de riesgo, se preven-
gan victimizaciones secundarias que pueden incluso materializarse en femini-
cidios y, finalmente, se contribuya a la reconstrucción de su proyecto de vida.

2.1. EVOLUCIÓN Y DESARROLLO NORMATIVO DE LAS MEDI-


DAS DE ATENCIÓN EN COLOMBIA

El primer registro que se tiene sobre la inclusión de medidas de atención en Co-


lombia para las víctimas de violencia intrafamiliar se encuentra en el artículo 21
de la Ley 294 de 1996, en donde se establece que una de las formas que tienen las
autoridades para proteger a las víctimas es la de incluir en las órdenes de pro-
tección provisionales o definitivas, solicitudes “a los hogares de paso, albergues,
ancianatos, o instituciones similares que existan en el municipio, recibir en ellos
a la víctima, según las condiciones que el respectivo establecimiento estipule”.
Posteriormente, la Ley 1257 del 2008, en su artículo 19, estableció que las Em-
presas Promotoras de Salud y las Administradoras de Régimen Subsidiado se-
rían las encargadas de prestar “servicios de habitación y alimentación en las
instituciones prestadoras de servicios de salud”13, y de contratar “servicios de
hotelería para tales fines”14. Asimismo, señaló que dichas entidades estarían en-
cargadas del pago del subsidio monetario mensual para la habitación y alimen-
tación de la víctima cuando aquella decidiera no permanecer en los servicios
hoteleros disponibles, o cuando estos no hubieran sido contratados, y que este
sería equivalente en el régimen contributivo, al monto de la cotización que haga
la víctima al Sistema General de Seguridad Social en Salud, y en el régimen sub-
sidiado, sería equivalente a un salario mínimo mensual vigente. Esas entidades
también eran las encargadas de la prestación de servicios de asistencia médica,
psicológica y psiquiátrica a las mujeres víctimas de violencia, a sus hijos e hijas.
Dicha norma fue demandada en 2010 bajo el argumento de que destinaba re-
cursos del Sistema de Salud a servicios que no estaban previstos en su función
esencial, cual es la prestación de servicios de salud, recuperación y/o la rehabi-
litación del paciente. La Corte Constitucional, en sentencia C-776 de 2010, des-

13 MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL. Op. Cit. Decreto 1630 de 2019. Artículo 19.

14 Ibíd.

15
estimó los argumentos de la demanda y declaró la exequibilidad de la atribución
de las medidas de atención al Sistema de Seguridad Social en Salud, toda vez que
estas hacen parte de la atención en salud para las mujeres víctimas de violencia.
En ese sentido, señaló que:

[...] Cuando las prestaciones de alojamiento y alimentación están ine-


scindiblemente relacionadas con la atención a las mujeres víctimas de la
violencia, procurando prevenir actos hostiles en su contra, evitando agre-
siones físicas o psicológicas que puedan significar perjuicios mayores y,
además, siendo tales prestaciones inherentes al tratamiento médico, ter-
apéutico o científico ordenado por personal especializado, pueden válida-
mente ser incluidas por el Legislador como parte de las garantías propias
del derecho a la salud15.

Adicionalmente, la Corte llamó la atención sobre la necesidad de que el Minis-


terio de Salud elaborara los protocolos y guías de actuación, así como de incluir
en el Plan Obligatorio de Salud las medidas de atención relacionadas con el alo-
jamiento y alimentación de las víctimas, en consonancia con el artículo 19 de la
Ley 1257 de 2008. Además, ordenó al Gobierno Nacional hacer un estudio sobre el
impacto fiscal de la adopción de las medidas de atención con el fin de que incor-
porara en el presupuesto nacional las correspondientes partidas presupuestales.
En 2011, se expidió la Ley 1438 de 2011, “por medio de la cual se reforma el
Sistema General de Seguridad Social en Salud y se dictan otras disposiciones”,
que previó, en su artículo 54, las medidas para el restablecimiento de la salud de
las mujeres víctimas de violencia, así:

La prestación de los servicios de salud física y mental para todas las mu-
jeres víctimas de la violencia física o sexual, que estén certificados por la
autoridad competente, no generará cobro por concepto de cuotas moder-
adoras, copagos u otros pagos para el acceso sin importar el régimen de
afiliación. La atención por eventos de violencia física o sexual será inte-
gral, y los servicios serán prestados hasta que se certifique médicamente
la recuperación de las víctimas. La prestación de servicios a las mujeres

15 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-776. (29, septiembre, 2010).


M.P. Jorge Iván Palacio Palacio. Expediente D-8027. Bogotá D.C. Párr. 7.9. https://
www.corteconstitucional.gov.co/RELATORIA/2010/C-776-10.htm

16
víctimas de violencias incluirá la atención psicológica y psiquiátrica y la
habitación provisional en los términos de la Ley 1257 de 2008.

Con esta norma, se ratificó la responsabilidad del sector salud en materia de


medidas de atención y que estas hacen parte del derecho a la salud de las vícti-
mas. Posteriormente, se expidió el Decreto 4796 de 2011, donde se reiteró que
correspondía al Sistema General de Seguridad Social en Salud garantizar los ser-
vicios de habitación, alimentación y transporte, sin embargo, omitió señalar la
forma en que las empresas promotoras de salud y las administradoras del régi-
men subsidiado entrarían a garantizar las medidas de atención —al referirse a
normas posteriores que regularían la prestación de este servicio, en nada hacen
referencia a dicha responsabilidad—. Adicionalmente, señaló que se cumpliría
con la obligación legal según la disponibilidad de recursos.
Adicionalmente, se establecieron algunas reglas para la entrega del subsidio
monetario, entre las cuales se encuentra los casos en que podían otorgarse: (i)
cuando en el lugar de residencia de la mujer no existieran servicios de atención
contratados, (ii) cuando en su lugar de residencia no existan estos servicios con-
tratados y, además, la mujer no pudiera trasladarse de municipio por razones
laborales; y (iii) cuando los cupos disponibles en el departamento o municipio
se hubiesen agotado. Es decir, en ese periodo, la decisión de la mujer sobre el
tipo de medida de atención no era considerada como un argumento válido para
el otorgamiento del subsidio.
En el 2011, la Mesa de Seguimiento a la Ley 1257 de 2008 (la Mesa)16 presentó
su primer informe de seguimiento, en el que expresó algunas preocupaciones que
surgían de la normatividad señalada, por desconocer tanto la ley, como la sentencia
C-776 de 2010. Entre las principales preocupaciones de la Mesa, se encontraban:
• La determinación de que la garantía de derechos de las mujeres estuviera
supeditada a la disponibilidad de recursos.
• La estandarización del tiempo de duración de las medidas de atención, aun
cuando la Corte Constitucional había señalado que durarían mientras persis-
tieran los hechos que habían dado lugar a su otorgamiento.
• La limitación a la aprobación de las medidas de atención a la demostración
de una relación causal entre el hecho de violencia y las consecuencias en la
vida de las mujeres acreditada por un profesional de la salud, sin tener en

16 MESA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES. Primer informe de la mesa sobre la implementación de
la Ley 1257 de 2008 y su estado actual de cumplimiento, 2011. https://mesaley1257.cdn.prismic.io/
mesaley1257%2F443fad46-390c-4456-b616-0b31b470646c_i+informe+mesa+1257.pdf

17
cuenta que la medicina occidental no cuenta con un abordaje apropiado para
la atención de mujeres y niñas víctimas.
• La limitación en el acceso a las medidas de atención en tanto el criterio para
la aprobación de las medidas es de las autoridades, cuando debería ser la
manifestación de las mujeres.
• La limitación de forma injustificada el acceso al subsidio monetario.
• La limitación en el acceso a las medidas de atención en tanto las supedita a
la afiliación al Sistema de Seguridad Social en Salud.
• La exposición a las víctimas a mayores riesgos, dado que en vez de ser el
Estado quien garantice el subsidio, exige a las mujeres que acudan a sus agre-
sores para la entrega de recursos económicos.
• A pesar de las reiteradas solicitudes al gobierno para garantizar la participa-
ción de la sociedad civil en la construcción de dicho decreto, se negó cual-
quier posibilidad al respecto.

El siguiente año, con el Decreto 2734 de 2012, se establecieron las autoridades


competentes para el otorgamiento de medidas de atención, (comisarías, jueces
civiles municipales o promiscuos, o jueces de control de garantías), así como
las condiciones para su emisión, que fueron retomadas de la sentencia C-776
de 2010. Adicionalmente, se estableció el procedimiento a seguir, donde inclu-
yó, por primera vez, la competencia de la valoración de riesgo especial en la
Policía Nacional y el trámite que debían surtir las EPS para el alojamiento y el
transporte al mismo. También estableció el término de duración de seis meses
prorrogables por otros seis. Particularmente, señaló que las medidas de aten-
ción para las mujeres afiliadas al Sistema General de Seguridad Social en Salud
serían financiadas con los recursos a que refiere el Decreto 1792 de 2012, que
son aquellos recursos provenientes del impuesto social a las armas.
En su segundo informe de seguimiento en el 201317, la Mesa reportó que el Mi-
nisterio de Salud no tenía información sobre el otorgamiento de medidas de aten-
ción a mujeres víctimas, pues solo hasta diciembre de 2012 se había expedido
el Decreto 2734 que regulaba ese tema. También informó que no se había regla-
mentado el POS para prestar servicios de salud física y psicológica a las mujeres,
toda vez que “al tratarse de una atención especial, no podía modificarse la oferta

17 MESA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES. Ley 1257 Cinco años después... II Informe de segui-
miento a la implementación de la Ley 1257 de 2008. 2013. https://mesaley1257.cdn.prismic.io/me-
saley1257%2F8766168e-dc29-4c50-8978-53f8bf23694e_ii+informe+mesa+1257.pdf

18
estándar”18. Adicionalmente, señaló que varias medidas adoptadas por el decreto
en mención eran contrarias a la Ley 1257 de 2008, en tanto creó un procedimiento
paralelo que contraviene la integralidad que debe tener la protección y atención
de las mujeres, donde las EPS deben certificar la relación de la violencia con el
evento de violencia —esto intrínsecamente desconoce la sistematicidad que co-
múnmente se da en los ciclos de violencia—; y además, se establecía que la Policía
Nacional entraría a valorar el riesgo, con una visión restrictiva, en cuanto se enca-
mina a la valoración de la violencia doméstica, desconociendo que las medidas de
atención aplican a todos los tipos de violencia contra la mujer. Según la Mesa, las
únicas autoridades competentes para valorar el riesgo de la mujer son las comisa-
rías de familia, el juez municipal o promiscuo y el juez de control de garantías19.
En 2015, a través de la Ley 1753 de 2015 del Plan Nacional de desarrollo, se
dispuso que los recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud, se
destinarían, entre otros fines, a las medidas de atención de la Ley 1257 de 2008,
en los términos que definiera el Ministerio de Salud y Protección Social. Para
esto, los recursos asignados serían transferidos a las entidades territoriales con
el fin de que las medidas fueran implementadas a su cargo20. El cambio de com-
petencia para la implementación de las medidas de atención a través de la Ley
1753 de 2015 resultaba problemático, al menos por tres razones. La primera,
por cuanto contravenía el principio de progresividad establecido ya en la sen-
tencia C-776 de 2010. La segunda, por cuanto el artículo 37 de la Ley 11257 de
2008 señala que “[P]ara efectos de excepciones o derogaciones no se entenderá
que esta ley resulta contrariada por normas posteriores sobre la materia, sino
cuando estas identifiquen de modo preciso la norma de esta ley objeto de ex-
cepción, modificación o derogatoria”21 y dicho requisito no se satisfizo en la
Ley 1753. Finalmente, porque pueden existir vicios de competencia por falta de
unidad de materia, por cuanto a través de una norma que determina la adminis-
tración de algunos fondos del Sistema de Seguridad Social en Salud se modificó
la competencia y la responsabilidad en la garantía de las medidas de atención.
A su vez, a través del Decreto 780 de 2016, “por medio del cual se expide el

18 Ibíd, p. 20.

19 Ibíd, p. 39.

20 COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 1257. (4, diciembre, 2008). Por la cual se dictan
normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las
mujeres, se reforman los Códigos Penal, de Procedimiento Penal, la Ley 294 de 1996 y se dictan otras
disposiciones. Artículo 67. https://www.oas.org/dil/esp/ley_1257_de_2008_colombia.pdf

21 CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Op. Cit. Ley 1257 de 2008.

19
Decreto Único Reglamentario del Sector Salud y Protección Social”, dentro de la
Sección 1 que atañe a las disposiciones generales sobre atención integral en sa-
lud a mujeres víctimas de la violencia, se recogieron varias de las disposiciones
de los Decretos 4796 de 2011 y del Decreto 2734 de 2012 relativas a las medidas
de atención. Con esta norma, nuevamente se reiteraba que la financiación de
estas medidas se haría con los recursos de la Subcuenta de Solidaridad del Fon-
do de Solidaridad y Garantía (Fosyga), provenientes del impuesto social a las ar-
mas, y con arreglo a los criterios de distribución entre las entidades territoriales
que para el efecto estableciera el Ministerio de Salud y Protección Social.
En 2016, la Corporación Sisma Mujer publicó un informe de seguimiento a la
implementación de la Ley 1257 de 2008. En relación con las medidas de aten-
ción, se evidenció que el Decreto 2734 no había redundado en una garantía real
para las mujeres y niñas víctimas. El Decreto 780 de 2016 se limita a recoger las
disposiciones del Decreto 2734, sin dar una solución a los reparos del Ministerio
de Salud sobre la competencia asignada para la implementación de las medidas
de atención. Según el Informe, dichos reparos eran, de un lado, que las medidas
no podían ser incluidas en el POS, toda vez que no son prestaciones destinadas
a atender integralmente la salud de las víctimas y, de otro lado, que la garantía
de las medidas no podía estar en cabeza de las EPS, ya que esto implicaría una
modificación de su naturaleza jurídica toda vez que no son prestadoras de servi-
cios, ni administradoras de recursos, ejecutoras ni pagadoras22.
Desde esa época, se conocían los avances del Ministerio de Salud en la elabo-
ración de un proyecto modificatorio del Decreto 780, que, entre otras, buscaba
ubicar en cabeza de las entidades territoriales la responsabilidad financiera y de
ejecución de las medidas de atención de la Ley 1257 de 2008. Ante este panorama,
en junio de 2016, la Procuraduría y las organizaciones que integran el Comité de
Seguimiento a la Ley 1257 presentaron sus observaciones de rechazo frente a di-
cha modificación. En el Informe de Sisma Mujer se resumen dichas objeciones23:
• Se desconocía el enfoque de derechos humanos, al considerar las medidas
de atención como “meras prestaciones sociales u obligaciones, asistencias”.
• Desconocía el modelo de intervención integral de las violencias contra la
mujer establecido en la Ley 1257 de 2008.

22 CORPORACIÓN SISMA MUJER. Ley 1257. Ocho años de obstáculos en la protección integral para
las mujeres víctimas de violencias. 2016, pp. 29 y 30. https://www.sismamujer.org/wp-content/
uploads/2021/08/2016-Ley-1257-ocho-an%CC%83os-de-obstaculos-en-la-proteccio%CC%81n-inte-
gral-de-las-mujeres-vi%CC%81vtimas-de-violencias.pdf

23 Ibíd, p. 30.

20
• Asumía, equivocadamente, que la Ley 1753 había modificado la 1257 y que,
por lo tanto, las EPS ya no eran las responsables de la prestación de las me-
didas de atención.
• Desconocía la Ley Estatutaria de Salud (Ley 1751 de 2015), que señala que
todo está contemplado en el POS, excepto lo excluido expresamente.
• Se presentaba una falta de consulta a las entidades territoriales y un incre-
mento en los obstáculos dada su falta de capacidad en comparación con el
músculo del sector salud. En ese entonces, el Comité predecía que las entida-
des territoriales no estaban preparadas para asumir con eficiencia la garan-
tía de las medidas de atención.
• El proyecto sólo hacía mención a distritos y departamentos, dejando de lado
a los municipios, con lo cual se preveían dificultades en la articulación entre
las entidades territoriales de los diferentes niveles y el sector salud para otor-
gar las medidas de atención.
• No se reconocía la necesidad de contar con el respaldo institucional del sector
salud para el otorgamiento de medidas de atención en el territorio nacional.
• No solucionaba la ruta tan compleja que debían atravesar las mujeres para la
obtención de las medidas de atención.
• Se mantenía la práctica de suspender el cumplimiento de la ley a nuevos
lineamientos que debía expedir el Ministerio de Salud.
• No definía los requisitos que debían cumplir los refugios y hoteles.
• El seguimiento y control de las medidas de atención quedaba en cabeza de
las entidades territoriales, desplazando así la responsabilidad que le compe-
tía al Ministerio de Salud en el asunto.
• No tenía enfoque para personas con discapacidad.
• Omitía el derecho de acceso al subsidio monetario cuando la mujer decidiera
no permanecer en servicios de refugio u hoteleros. ç

En 2017, el Ministerio de Salud presentó una nueva propuesta para modificar


el Decreto 2734 de 2012. En esa oportunidad, las organizaciones que hacían par-
te del Comité de Seguimiento a la Ley 1257 presentaron nuevas observaciones
en las que señalaban:
[...] La falta de un fundamento normativo claro para regular el
supuesto cambio de competencia de las medidas de atención, la in-

21
conformidad con el rechazo por parte del Ministerio de todas las
observaciones presentadas por las organizaciones de mujeres sobre la
temática, la renuencia a eliminar la valoración especial de riesgo como
requisito para acceder a las medidas, la inconveniencia de establecerlas
como subsidiarias y el mantenimiento de disposiciones revictimizantes
del Decreto 2734, como la advertencia a las mujeres sobre las conse-
cuencias judiciales de sus declaraciones24.

Por su parte, en el informe presentado por la Consejería Presidencial para la


Equidad de la Mujer al Congreso de la República sobre la implementación de la
Ley 1257 de 2008 en el periodo comprendido entre julio de 2016 a julio de 201725,
se presentan los argumentos históricos del Ministerio de Salud sobre la necesidad
de cambiar la competencia para el otorgamiento de las medidas de atención. En
cuanto al régimen jurídico de las Empresas Administradoras de Planes de Benefi-
cios en salud (EAPB), estas no pueden recibir recursos específicos, las IPS no pue-
den brindar alojamiento y las medidas de atención no corresponden a la defini-
ción de una atención sanitaria. De otra parte, sobre la pertinencia de las medidas
en el sector salud, señaló que las EPS no podían asumirlas, toda vez que “tanto el
hospedaje, la alimentación, el transporte y otras acciones inherentes al cuidado
de las mujeres víctimas, sus hijos e hijas, son servicios sociales complementarios,
cuya responsabilidad debe ser compartida con sectores como bienestar familiar y
seguridad”26. El balance de la Consejería fue la evidente existencia de dificultades
y obstáculos administrativos que habían impedido la implementación de las me-
didas de atención, sin embargo, reconocía el avance del Ministerio de tener una
fuente de financiamiento anual para las medidas de protección y de continuar su
trabajo en la elaboración de normatividad y lineamientos.
En el siguiente informe presentado por la Consejería para el periodo de julio
de 2017 a julio de 2018, se reportaba que “el Ministerio manifiesta que a la fecha
no ha implementado ninguna medida de atención en los términos establecidos
en el artículo 19 de la Ley 1257 de 2008 y en lo relacionado con lo reglamentado

24 CORPORACIÓN SISMA MUJER. Informe de seguimiento a la Ley 1257: diez años de la ley de no vio-
lencias hacia las mujeres. 2019. P. 21. https://www.sismamujer.org/wp-content/uploads/2021/08/
LEY-1257_-digital-1.pdf

25 CONSEJERÍA PRESIDENCIAL PARA LA EQUIDAD DE LA MUJER. Informe: sobre la implementación


y cumplimiento de la Ley 1257 de 2008, entidades del orden nacional y territorial [en línea]. Periodo
agosto de 2016 a julio de 2017. http://www.equidadmujer.gov.co/ejes/Documents/Informe-Congre-
so-Ley-1257-2016-2017.pdf

26 Ibíd, p. 86.

22
en el artículo 6 del Decreto 2734 de 2012”27 y que los recursos para la financia-
ción de las medidas de atención, que provienen del impuesto social a las armas,
nunca habían sido operativos, en cuanto al finalizar cada vigencia debían ser
liberados. A pesar del reconocimiento del Ministerio de Salud sobre el grado de
satisfacción del derecho de las mujeres, la Consejería mantuvo la misma valora-
ción del año anterior reportado.
En el informe de seguimiento a la Ley 1257 de 2008 en sus 10 años de vigen-
cia28, la Corporación Sisma Mujer presentó el recuento histórico de los intentos
del Ministerio de Salud para el traslado de competencia a las entidades territoria-
les. Particularmente, en relación con los diferentes proyectos de decreto modi-
ficatorio del 2734, el documento señala que, en 2018, el Ministerio presentó otro
borrador y abrió la posibilidad de hacer comentarios por parte de la sociedad, sin
embargo, como venía sucediendo desde 2016, las propuestas no fueron acogidas.
Finalmente, con el Decreto 1630 de 2019, mediante el cual se modifican varias
disposiciones contenidas en el Decreto 780 de 2016 que, como se mencionó,
recogía las previsiones del Decreto 2734 de 2012, se estableció, como se preveía
desde años anteriores, que la competencia para el otorgamiento de las medidas
de atención estaría en cabeza de las entidades territoriales, terminando de eli-
minar cualquier responsabilidad de las EPS e IPS.
Ahora, esta no fue la única gran modificación, pues este decreto establece que
las medidas de atención se “financiarán o cofinanciarán con cargo a los recur-
sos disponibles señalados en el acto administrativo de distribución emitido por
el Ministerio de Salud y Protección Social, que serán transferidos a las entidades
territoriales para su implementación”29. Sin embargo, la Ley 1257 de 2008 señala
en su artículo 19, parágrafo 2, que las medidas de atención se otorgarán con car-
go al Sistema de Seguridad Social en Salud. En el mismo sentido, la Ley 1438 de
2011, más allá de la discusión sobre la competencia, incluyó el tratamiento, así
como las medidas de atención, como parte de los servicios de salud para mujeres
víctimas. Igualmente, el artículo 67 de la Ley 1753 de 2015 estableció que los re-

27 CONSEJERÍA PRESIDENCIAL PARA LA EQUIDAD DE LA MUJER. Informe: sobre la implementación


y cumplimiento de la Ley 1257 de 2008, entidades del orden nacional y territorial. Periodo agosto
de 2017 a julio de 2018. P. 103. http://www.equidadmujer.gov.co/ejes/Documents/Informe-Congre-
so-Ley-1257-2017-2018.pdf

28 CORPORACIÓN SISMA MUJER. Op. Cit. P. 36.

29 COLOMBIA. MINISTERIO DE JUSTICIA. Decreto 2734. (27, diciembre, 2012). Por el cual se regla-
mentan las medidas de atención a las mujeres víctimas de violencia [en línea]. Diario Oficial. Bogotá
D.C. No. 48657. Artículo 2.9.2.1.2.2. http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?ruta=Decre-
tos/1485825

23
cursos serían girados por el Ministerio de Salud a las entidades territoriales, sin
mencionar la concurrencia de las entidades territoriales en el financiamiento de
las medidas de atención. A pesar de que en la exposición de motivos el Decreto
1630 de 2019 establece como fundamento el parágrafo del artículo 6 de la Ley
1751 de 2015, no resulta claro cómo de un listado de principios que deben guiar
la atención en salud puedan desprenderse compromisos presupuestales para las
entidades territoriales. Esta modificación, que resulta siendo estructural para el
modelo de atención a las mujeres víctimas, puede representar nuevos obstáculos
para la garantía de las mujeres a vivir una vida libre de violencias; al respecto de
la implementación estará supeditada a la capacidad y voluntad política de las en-
tidades territoriales para asumir las nuevas cargas no solo de competencias, sino
financieras para cumplir con el contenido del artículo 19 de la Ley 1257 de 2008.
En un apartado posterior se hará un análisis detallado del contenido e impli-
caciones del Decreto 1630 de 2019, así como de las resoluciones y lineamientos
que ha expedido el Ministerio posteriormente.

2.2. ESTÁNDARES NACIONALES E INTERNACIONALES


SOBRE MEDIDAS DE ATENCIÓN

2.2.1 ESTÁNDARES NACIONALES

En la sentencia T-434 de 2014, la Corte Constitucional conoció del caso de una


mujer víctima de violencia intrafamiliar que, en el marco de la solicitud de me-
didas de protección ante la comisaría de familia competente, fue beneficiaria de
una orden a la EPS a la que estaba afiliada para que le garantizara a ella y a sus
hijas un hospedaje en los términos del Decreto 2734 de 2012. Sin embargo, al
momento de presentar la orden ante la EPS, esta se negó a cumplirla, bajo el ar-
gumento de que no estaba obligada a proveer ese tipo de servicios a las víctimas
de violencia contra la mujer. Casi un mes después, la EPS accedió a gestionar
un hogar de paso, pero para ese momento la víctima se encontraba viviendo en
otra ciudad, sin intención de regresar. En el texto de la sentencia, la Corte hace
un énfasis particular en la necesidad de que las medidas de atención se otorga-
ran de manera urgente, teniendo en cuenta que de ello dependían los derechos
vitales de la víctima y responsabilizó a la falta de cumplimiento por parte de la
EPS el desplazamiento que tuvo que emprender la mujer, para salvaguardar su
integridad y vida, y la de sus hijos.
A pesar de que en los jueces de instancia declararon el hecho superado sobre
el alojamiento para la víctima, toda vez que no quería retornar a la ciudad don-
de había sido víctima, la Corte Constitucional revocó esta decisión y ordenó a

24
la EPS que, en vista de que la mujer ya no deseaba el alojamiento, garantizara
la medida de atención a través de la modalidad de subsidio monetario. Al res-
pecto, la Corte señaló que “no le bastaba a la EPS demandada con limitarse a
señalar que ya no eran procedentes los servicios de hospedaje y alimentación
ordenados por el Comisario de Familia, por el simple hecho de que la señora
Aurora Hernández había cambiado su lugar de residencia, pues ha debido proce-
der a reconocer el subsidio monetario previsto en su lugar, con el propósito de
ayudar a la víctima a superar la situación de debilidad manifiesta en la que se
encuentra, en atención a que no contrató en tiempo los servicios requeridos”30.
La pertinencia de la medida de subsidio monetario fue justificada por la Corte:

[...] De los hechos narrados y puestos de presente por la Defensora Re-


gional del Magdalena Medio, se infiere que la señora Aurora Hernández
se ha visto afectada física y mentalmente con ocasión de los actos de vio-
lencia intrafamiliar cometidos en su contra; y, por la otra, porque se en-
cuentra en una situación especial de riesgo, lo que condujo a ordenar el
acompañamiento de la Policía Nacional para retirar sus pertenencias del
inmueble que habitaba con el agresor, y luego, ante la falta de respuesta
de la EPS, a tener que cambiar de lugar de residencia31.

De estas consideraciones de la Corte, se desprenden algunas luces de interpre-


tación en cuanto a las medidas de atención para las mujeres víctimas de violen-
cias. En primer lugar, la Corte hace un análisis directo de las afectaciones de la
mujer, sin requerir prueba pericial, y toma como criterio principal para llegar a
dicha conclusión el relato de la mujer víctima. En segundo lugar, la Corte utiliza
una prueba indiciaria32 para determinar el daño sufrido por la mujer, dejando en
evidencia que este es un tipo de medio probatorio idóneo para determinar la ne-

30 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T- 434. (3, julio, 2014). M.P. Luis Guillermo Gue-
rrero Pérez. expediente T-4.252.805. Bogotá D.C. https://www.corteconstitucional.gov.co/relato-
ria/2014/T-434-14.htm

31 Ibíd.

32 Según el profesor Jairo Parra Quijano, en su libro Tratado de la prueba judicial, publicado en 1997,
específicamente en la página 7: “para que podamos con propiedad hablar de indicio, se requiere
aprehender el hecho en su momento dinámico, es decir, cuando se relaciona con la “pequeña his-
toria del proceso” y con una regla de la experiencia”. Esta reflexión es perfectamente aplicable a los
casos de violencia contra la mujer, cuando, por ejemplo, se busca establecer el daño y el impacto de
la violencia sufrida o incluso el riesgo, si se toma como relevante la narración de la mujer y se aplican
las reglas de la experiencia de las violencias basadas en género, construidas luego de años de corro-
boración de las motivaciones, prácticas e impactos que las rodean.

25
cesidad de las medidas de atención. En tercer lugar, toma como indicio el acom-
pañamiento que hizo la Policía Nacional para que la mujer retirara sus pertenen-
cias, para determinar la situación especial de riesgo, como uno de los requisitos
para acceder a las medidas de atención. Finalmente, da unos primeros pasos en
la atribución de responsabilidad en los casos en que las medidas de atención no
se prestan con inmediatez, cuando la mujer está en riesgo inminente.
En la sentencia T-878 de 2014, la Corte Constitucional se pronunció en el caso de
una mujer que había sido víctima de violencia por parte de su compañero senti-
mental, que hacía parte de la universidad en la que trabajaba, y que al denunciar la
situación fue despedida, mientras que a su agresor únicamente se le hizo una amo-
nestación escrita. Si bien el eje central del debate en este caso es la discriminación
y nuevos ámbitos de violencia a los que fue sometida la mujer al interior de la uni-
versidad y el posterior despido, la Corte se pronunció sobre las medidas de atención
que, en ese entonces, estaban reguladas en el Decreto 2734 de 2012 y exhortó a la
Presidencia de la República para que evaluara “la facilidad y oportunidad con la que
las mujeres agredidas pueden acceder a las ayudas. De ser necesario, deberá adop-
tar las modificaciones pertinentes que impidan la revictimización de la población
femenina agredida”33. Si bien las medidas de atención no eran una de las peticiones
de la solicitud de amparo, la Corte, al revisar las intervenciones de la Procuraduría
General de la Nación, como de la Defensoría del Pueblo, en las que ambas insti-
tuciones señalaban los obstáculos que persistían para implementar lo consignado
en el Decreto, incluye dicho exhorto en el marco de la evaluación que hace de la
integralidad que debería tener la atención a las mujeres víctimas de violencias. Adi-
cionalmente, reiteró la línea jurisprudencial sentada en la sentencia C-776 de 2010:

Este Tribunal concluyó que las medidas asistenciales de alojamiento y al-


imentación que la citada norma le encargó a las entidades promotoras de
salud eran constitucionales, por cuanto se desprendían de los principios
de universalidad e integralidad que rigen el sistema de salud y de la pro-
tección especial que requieren las víctimas de la violencia de género34.

Por otro lado, la Corte Constitucional se ha referido igualmente a las obligacio-


nes que tienen las autoridades para salvaguardar la vida, la integridad y la dignidad

33 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-878. (18, noviembre, 2014). M.P. Jorge Iván
Palacio Palacio. Expediente T-4.190.881. Bogotá D.C. https://www.corteconstitucional.gov.co/relato-
ria/2014/t-878-14.htm

34 Ibíd.

26
de las mujeres víctimas, que deben ser tenidas en cuenta al momento de analizar
las medidas de atención. En la sentencia T-264 de 2017, la Corte Constitucional se
pronunció sobre el caso de una mujer víctima de violencia por parte de su ex pa-
reja. A pesar de que la mujer acudió en diferentes momentos a la Fiscalía para de-
nunciar y solicitar protección, la entidad no había adelantado ninguna actuación
al respecto, lo que propició nuevas violencias por parte de su agresor. La tutela es
interpuesta por la Defensoría del Pueblo en la que solicitó, entre otras cosas, que la
mujer fuera incluida en el programa de protección a víctimas y testigos, como for-
ma de garantizar su vida e integridad. Al contestar la tutela, la Fiscalía informó que
había dado la orden de realizar un estudio de seguridad y evaluación de riesgo a la
accionante. Solo hasta que se pronunció el juez de segunda instancia, amparando
los derechos de la mujer víctima, fue que la Fiscalía procedió a hacer el estudio de
seguridad. En el marco de esta evaluación, la mujer decidió declinar la posibilidad
de entrar en el programa de protección a testigos, toda vez que no quería despla-
zarse de la ciudad en la que residía y, además, desistió de la denuncia.
Al analizar si entonces procedía la declaración de carencia actual de objeto, la
Constitucional tuvo en cuenta que no había certeza sobre las motivaciones de la
víctima para desistir de la denuncia por lesiones personales y las posibles me-
didas de protección de la Fiscalía, por lo que era “preciso estudiar si los hechos
que se desprenden del material probatorio, relativos al supuesto desistimiento
de la protección del estado y de la búsqueda de la sanción punitiva, tienen ori-
gen en la voluntad autónoma y libre de la ciudadana que fue víctima de agre-
sión, o si por el contrario tal comportamiento ha tenido lugar por miedo irresis-
tible a la víctima, constreñimiento, amenazas o violencia”35. Por estas razones,
determinó que no existía carencia actual de objeto. En este contexto, la Corte
ordenó a la Fiscalía prestar acompañamiento e investigación para determinar si
las decisiones de las víctimas realmente habían sido libres e informadas.
En la sentencia T-311 de 2018, la Corte Constitucional se pronunció en el caso de
una adulta mayor que había sido víctima de violencia intrafamiliar por parte de su
compañero durante años. La mujer acudió en reiteradas oportunidades a la Fiscalía
General de la Nación para interponer denuncias y obtener protección, sin que los
procesos avanzaran o se tomaran medidas para protegerla, a pesar de que Medici-
na Legal había valorado la sistematicidad y gravedad de las agresiones. En 2017, la
mujer acudió a una comisaría de familia para obtener medidas de protección, entre
ellas, el desalojo del agresor. Sin embargo, en el procedimiento la comisaría culpó a
la víctima de la violencia contra ella y la obligó a continuar viviendo con el agresor,

35 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-264. (28, abril, 2017). M.P. Alberto Rojas Ríos. Ex-
pediente T-5.805.697. Bogotá D.C. https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2017/T-264-17.htm.

27
bajo las excusas de que había “agresiones mutuas” y que la vivienda tenía dos pi-
sos y allí podrían residir de forma separada. La víctima también acudió a la Policía
Nacional, quienes no siempre respondían a sus llamadas de emergencia y, cuando
lo hacían, le decían que la única solución era que se fuera de su casa, a lo cual ella
respondía que no tenía los recursos económicos para hacerlo.
La Corte, al analizar las respuestas de las entidades accionadas, señaló que la
comisaría de familia había sido negligente en la forma de aproximarse al caso,
toda vez que el hecho de que la vivienda familiar tuviera dos pisos no era garan-
tía para que cesaran las violencias y además:

[...] Pasó por alto la necesidad de establecer la gravedad de las agresiones


y el nivel de riesgo de la víctima, a pesar de que contaba con la posibilidad
de ordenar la práctica de prueba pericial, de conformidad con lo dispues-
to en el artículo 11 de la Ley 294 de 1996, en aras de optar por una medida
de protección más efectiva como el desalojo, la definición provisional so-
bre el uso de la vivienda familiar o cualquiera de las medidas contenidas
en los artículos 18 y 19 de la Ley 1257 de 2008, norma que además involu-
cra al Sistema General de Seguridad Social en la atención inmediata de las
víctimas de violencia intrafamiliar36.

El reproche que hace la Corte a la comisaría de familia es muy importante, en


cuanto muestra cuáles eran las opciones que tenía dicha autoridad para garanti-
zar la integridad y la vida de la víctima, a través tanto de medidas de protección,
como las medidas de atención de la Ley 1257 y el papel del Sistema de Salud en
las respuestas a las violencias contra las mujeres.
Al declarar la negligencia y revictimización que había sufrido la víctima a lo
largo de tantos años, sin que ninguna autoridad interviniera para garantizar sus
derechos, la Corte ordenó, de forma provisional, que el uso y disfrute de la vivien-
da familiar quedara en cabeza de la víctima, mientras se surtía el correspondiente
proceso de medidas de protección, y que la comisaría, la Fiscalía y la Policía dis-
pusieran lo que fuera de su competencia para el cumplimiento de la orden.

2.2.2 ESTÁNDARES INTERNACIONALES

36 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-311. (30, julio, 2018). M.P. José Fernando Re-
yes Cuartas. Expediente T-6.471.810. Bogotá D.C. https://www.corteconstitucional.gov.co/relato-
ria/2018/t-311-18.htm

28
La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación con-
tra la mujer (CEDAW) de1979 y la Declaración sobre la eliminación de la violen-
cia contra la mujer (1993) son el marco de referencia del Derecho Internacional
de los Derechos Humanos (DIDH) en el sistema de Naciones Unidas donde se
expresa que las violencias de género contra la mujer provienen del sistema his-
tórico y estructural que la colocan en una posición desigual de poder en rela-
ción con los hombres. Como instrumentos de DIDH señalan las obligaciones de
los estados en el respeto y garantía de los derechos humanos de las mujeres, en
las que se encuentra la de contar con servicios de atención para las víctimas, y
allí se incluye la provisión de refugios o albergues.
La Recomendación General No. 19 de 1992, del Comité de la CEAW, encargó a
los estados parte de la Convención: (i) establecer o apoyar servicios destinados a
las víctimas de violencias en todos los contextos, no sólo doméstica, “entre ellos
refugios, el empleo de trabajadores sanitarios especialmente capacitados, rehabi-
litación y asesoramiento”37; (ii) en el caso particular de la violencia intrafamiliar,
los estados deberían proveer servicios como “refugios, asesoramiento y programas
de rehabilitación, para garantizar que las víctimas de violencia en la familia estén
sanas y salvas”38; y (iii) la adopción de medidas jurídicas para la protección de las
mujeres contra la violencia, entre las cuales se establecen “medidas de protección,
entre ellas refugios, asesoramiento, rehabilitación y servicios de apoyo para las mu-
jeres que son víctimas de violencia o que se encuentren en peligro de serlo”39.

En la Plataforma de Acción de Beijing (1995), aprobada por 189 estados


miembros de la ONU, estos se comprometieron a crear centros de acogida
y servicios de apoyo adecuados para acompañar a las mujeres y niñas vícti-
mas de violencias, así como a prestarles servicios médicos, psicológicos y de
asesoramiento, así como asesoramiento jurídico gratuito o de bajo costo40.

37 CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN CONTRA LA


MUJER, sus siglas en inglés CEDAW (Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination
against Women). Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer. Recomendación
General No. 19. 11 período de sesiones, 1992. La violencia contra la mujer. Párr. 24.k

38 Ibíd, párr. 24. r

39 Ibíd, párr. 24. t

40 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU). Declaración y Plataforma de Acción de Beijing


[en línea]. ONU Mujeres. 1995. P. 93. https://beijing20.unwomen.org/~/media/headquarters/attach-
ments/sections/csw/bpa_s_final_web.pdf

29
Por su parte, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, principal
órgano internacional intergubernamental dedicado a la promoción de género en
el seno de la ONU, concluyó en 2013 que era necesario instar a los estados parte a:

[...] Aplicar medidas preventivas y de protección multidisciplinarias que


tengan en cuenta las cuestiones de género, como las órdenes de aleja-
miento y protección de emergencia, y asegurar el acceso a los centros de
acogida, en el contexto del fortalecimiento de los servicios, programas y
respuestas multisectoriales para combatir la violencia contra la mujer. Es-
tos incluyen los refugios y los centros de asesoramiento estatales e inde-
pendientes para mujeres, las líneas telefónicas directas de atención las
24 horas del día, los servicios de asistencia social, los centros de atención
integral para casos de crisis, los servicios de atención a la infancia y los
servicios de vivienda pública, con el fin de proporcionar una asistencia
básica, de fácil acceso y segura para las mujeres y los niños, así como
asistencia, protección y apoyo41. (Resaltado propio)

En la Recomendación General No. 33 de 2015, sobre el acceso de las mujeres


a la justicia, el Comité CEDAW recomienda a los estados que aseguren el acceso
a centros de crisis, asistencia financiera, líneas de emergencia y servicios médi-
cos, psicosociales y de orientación a mujeres víctimas de violencias42.
En la Recomendación General No. 35 de 2017, que actualiza la Recomendación
General No. 19, el Comité, dentro de sus recomendaciones sobre protección, se-
ñala que los estados deberían garantizar que las mujeres víctimas tengan:
• Acceso a asistencia financiera, gratuita o de bajo costo.
• Asistencia jurídica de calidad.
• Servicios médicos, psicosociales y de orientación.
• Educación.
• Vivienda de precio accesible.
• Tierras.
• Apoyo en labores de cuidado.
• Oportunidades de capacitación.

41 ONU. Op. Cit. párr. 27.

42 CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN CONTRA LA


MUJER, sus siglas en inglés CEDAW (Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination
against Women). Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer. Recomendación
General No. 33. 61 período de sesiones, 2015. Sobre el acceso de las mujeres a la justicia. Párr. 16.2

30
• Empleo para ella, sus familiares y supervivientes de la violencia.
• Acceso a servicios especializados de salud, en especial de salud sexual y re-
productiva.
• Acceso a servicios de “apoyos especializados para la mujer, como, por ejem-
plo, líneas telefónicas de asistencia que presten atención 24 horas al día y un
número suficiente de centros de crisis seguros y adecuadamente equipados,
centros de apoyo y de derivación de pacientes y centros de acogida adecua-
dos para las mujeres, sus hijos y otros familiares, según las necesidades”43.

En relación con instrumentos de DIDH regionales, la Convención Interameri-


cana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer de 1994
(Convención de Belém do Pará) en su artículo 8.d establece que los estados su-
ministrarán “los servicios especializados apropiados para la atención necesaria
a la mujer objeto de violencia, por medio de entidades de los sectores público y
privado, inclusive refugios, servicios de orientación para toda la familia, cuan-
do sea del caso, y cuidado y custodia de los menores afectados” (resaltado pro-
pio). En este sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
ha señalado que los estados deben asegurar que “los recursos para las mujeres
y las niñas sometidas a violencia de género, ya sean judiciales, administrativas,
políticas u otras medidas, incluyendo refugios y órdenes de protección, estén
centrados en las mujeres, estén disponibles, sean accesibles, aceptables, tengan
en cuenta la edad y el género y se aborden adecuadamente los derechos y nece-
sidades de las víctimas/sobrevivientes”44(resaltado propio).
Por último, el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha con-
tra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica o Convenio de Estam-
bul (2011), en su artículo 23, señala como obligación de los estados la creación
de refugios adecuados, accesibles y con la capacidad suficiente para acoger a
toda mujer víctima de violencia.

43 CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN CONTRA LA


MUJER, sus siglas en inglés CEDAW (Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination
against Women). Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer. Recomendación
general No. 35. 67 período de sesiones sobre la violencia de género contra la mujer, actualizando
Recomendación general no. 19. Párr. 31.a.III

44 CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS (CIDH). Violencia y discriminación contra


mujeres, niñas y adolescentes: buenas prácticas y desafíos en América Latina y el Caribe. Washing-
ton, 2019. Doc. OEA/Ser.L/V/II. Párr. 145.

31
2.2.3 EXPERIENCIAS COMPARADAS

En 2007, el Congreso Nacional de México promulgó la Ley general de acceso a


una vida libre de violencia, cuyo artículo 8.VI estableció, como una de las medi-
das de los modelos territoriales de atención, prevención y sanción de las violen-
cias contra las mujeres, la creación y mantenimiento de refugios para ellas y sus
hijas e hijos. Adicionalmente, creó el Sistema Nacional para Prevenir, Atender,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y, a su vez, el Instituto Na-
cional de las Mujeres (Inmujeres), que ejerce la secretaría técnica del Sistema, y
tiene la función, entre otras, de establecer lineamientos45 para el funcionamien-
to de los refugios, estandarizar los servicios y la atención y establecer criterios
para su operación46. Una particularidad del modelo en México es que los refu-
gios pueden ser operados tanto por entidades públicas, como por organizacio-
nes de la sociedad civil (OSC)47 y, a nivel federal, existe el Programa de Apoyo
para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus
Hijas e Hijos, que, como su nombre lo indica, busca el fortalecimiento de estos
espacios mediante la asignación de recursos económicos a través de convocato-
rias y con el cumplimiento de ciertos requisitos48. Con corte a 2015, la principal
fuente de financiación de los refugios estaba en cabeza del Estado, otorgando
“recursos públicos a 75 de los 83 para su sostenimiento; mientras que 50.6 %
recibe donaciones particulares e incluso se observa que 8.4% realizan colectas
o rifas para obtener recursos”49.
Particularmente, en Ciudad de México, para el 2019 se crea la Secretaría de

45 INSTITUTO NACIONAL DE LAS MUJERES (INMUJERES). El Modelo de atención en refugios para mu-
jeres víctimas de violencia y sus hijas e hijos [en línea]. 2011. http://cedoc.inmujeres.gob.mx/docu-
mentos_download/101219.pdf

46 Ibíd.

47 Con corte a 2015, “las Asociaciones Civiles (AC) operan poco más de la mitad de los refugios que fue-
ron censados por el CAAS (51.8 %), proporción mayor que la correspondiente a Instituciones Públicas
(39.8 %), Instituciones de Asistencia Privada (IAP) o Instituciones de Beneficencia Privada (IBP) con
4.8 % y Sociedad Civil (SC) con 1.2 % de los refugios (véase gráfica 2)”. Ver: INSTITUTO NACIONAL
DE LAS MUJERES (INMUJERES). “Refugios para mujeres, sus hijas e hijos en situación de violencia:
un diagnóstico a partir de los datos del Censo de Alojamientos de Asistencia Social [en línea]. 2015, p.
5. https://gobernanzalocal.org/refugios-para-mujeres-sus-hijas-e-hijos-en-situacion-de-violencia-un-
diagnostico-a-partir-de-los-datos-del-censo-de-alojamientos-de-asistencia-social-2015/

48 INSTITUTO NACIONAL DE DESARROLLO SOCIAL. Lineamientos de Operación del Programa de


Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus Hijas e Hi-
jos [en línea]. (7, abril, 2020). Gobierno de México. https://www.gob.mx/indesol/documentos/linea-
mientos-de-operacion-del-programa-de-apoyo-para-refugios-especializados-para-mujeres-victi-
mas-de-violencia-de-genero-sus-hijas-e-hijos-para-el-ejercicio-fiscal-2020

49 INMUJERES. Op. Cit. p. 6.

32
las Mujeres, la cual tiene, dentro de sus funciones principales, la prevención
y atención de las violencias contra las mujeres en la ciudad. Posteriormente,
se crea el Sistema de Prevención y Atención Integral de la Violencia contra las
Mujeres y las Niñas, en el que se encuentran las LUNAS, espacios de atención y
prevención de la violencia de género y promoción de la autonomía física, eco-
nómica y política de las mujeres, así como la Casa de Emergencia y el Refugio
para mujeres víctimas de violencia extrema. En este sistema se retoman ini-
ciativas previas de apoyo económico a las mujeres víctimas de violencias y en
2021 empieza a operar el Programa Apoyo a Mujeres en Situación de Violencia
de Género para: (i) la entrega de un salario mínimo mensual para mujeres en
riesgo feminicida o violencia recurrente, (ii) brindar atención psicológica espe-
cializada, (iii) brindar asesoría jurídica, y (iv) hacer seguimiento a los casos de
las mujeres50. Este mismo año, se hizo pública una donación de 52.500 USD de
la plataforma AirBnB a la Secretaría de las Mujeres, “para brindar protección
en un espacio seguro, gratuito y cálido a mujeres que requieran salir de sus
domicilios para iniciar el proceso que les permita superar la circunstancia de
violencia en que se encuentran”51. La ciudad también cuenta con la asignación
de subsidios para la prestación de servicios de refugio para mujeres por parte
de OSC52. Adicionalmente, la Ciudad de México tiene otras dos líneas de trabajo
en la respuesta a la violencia contra las mujeres: el programa de Abogadas de
las Mujeres, quienes prestan asesoría y acompañamiento jurídico; y línea mu-
jeres, servicio telefónico de orientación, asesoría y acompañamiento a mujeres
víctimas de violencias.
En Argentina, en 2009, se expidió la Ley 26.485 para la protección integral de
las mujeres, en la cual se estableció, como obligación del Estado nacional, el
fortalecimiento a las jurisdicciones en la respuesta frente a la violencia contra
la mujer, donde se incluyeron la provisión de alojamientos de emergencia segu-
ros (art. 10.6) y programas de asistencia económica (art. 10.3), promoción de la
inserción laboral, asistencia integral, entre otras. Existen dos mecanismos prin-
cipales: los hogares y refugios, de una parte, y las casas de medio camino. Al res-

50 MÉXICO. SECRETARÍA DE LAS MUJERES. Gaceta oficial de la Ciudad de México [en línea]. No. 525.
Tomo II. (29 de enero de 2021). P. 38 y 39. https://www.semujeres.cdmx.gob.mx/programas/progra-
ma/apoyo-mujeres-en-situacion-de-violencia-de-genero

51 AIRBNB. Comunicado de prensa. Airbnb se une a la Secretaría de las Mujeres de la CDMX contra
la violencia. (8 de febrero de 2021). https://news.airbnb.com/ea/airbnb-se-une-a-la-secretaria-de-las-
mujeres-de-la-cdmx-contra-la-violencia/

52 En el siguiente link se encuentran los rubros para los que está pensada la asignación de recursos
para los refugios: https://semujeres.cdmx.gob.mx/programa-asignacion-de-subsidios-para-la-presta-
cion-de-servicios-de-refugio

33
pecto, se resalta que las casas de medio camino son espacios de estadía donde la
mujer y su núcleo familiar tienen mayor autonomía, y el acompañamiento hace
énfasis en la capacitación e inserción laboral53. Existen refugios que son gestio-
nados por OSC, pero los recursos públicos se destinan, principalmente, a los
administrados por los municipios y provincias. En 2020, el Gobierno Nacional
elaboró el Plan Nacional de Acción contra las violencias por motivos de género
(2020-2022), donde se incluyó una línea de acción en relación con los refugios,
hogares y casas de medio camino: el Programa de fortalecimiento para dispo-
sitivos territoriales de protección integral de personas en contexto de violen-
cia por motivos de género, que tiene como finalidad la refacción, ampliación y
equipamiento de los refugios públicos existentes. En el mismo Plan se establece
que la política del gobierno no será crear nuevos hogares o refugios, sino “im-
pulsar acciones para poder garantizar el acceso a la vivienda, a casas de medio
camino, que les permitan desarrollar un proyecto de vida autónoma y libre de
violencias”54. Particularmente, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires exis-
ten los Dispositivos de atención a víctimas de violencia de género, compuestos
por los Centros integrales de la mujer (CIM), donde se brinda acompañamiento
psicojurídico y se brindan herramientas para el empoderamientos; y por los
hogares y refugios, que comprenden un hogar para madres jóvenes, dos casas
de medio camino, un refugio para mujeres en alto riesgo de feminicidio y un
refugio para mujeres rescatadas de redes de trata de personas con fines de ex-
plotación sexual y/o laboral55.
En España, los refugios para mujeres víctimas de violencia doméstica están a
cargo de las comunidades autónomas, y en algunos casos, muy específicos, se
encuentran gestionados por iniciativas privadas, y se diferencia entre centros
de crisis y casas de acogida. En cuanto a los centros de crisis, estos ofrecen has-
ta 15 días de alojamiento y asistencia en casos de emergencia, mientras que las
casas de acogida ofrecen dicho alojamiento por más tiempo (máximo un año),
donde cuentan con equipos interdisciplinarios para el acompañamiento psico-
lógico, jurídico y de otros temas que sean necesarios para las mujeres.

53 BUENOS AIRES CIUDAD. Hogares y refugios. Dispositivos de alojamiento, recuperación y atención


a las víctimas de violencia doméstica y/o sexual [en línea]. https://www.buenosaires.gob.ar/desarro-
llohumanoyhabitat/mujer/hogares-y-centros-integrales-de-la-mujer/hogares

54 MINISTERIO DE LAS MUJERES, GÉNEROS Y DIVERSIDAD DE ARGENTINA. Plan Nacional de Acción


contra las violencias por motivos de género (2020-2022) [en línea]. P. 10. https://www.argentina.gob.
ar/generos/plan_nacional_de_accion_contra_las_violencias_por_motivos_de_genero

55 BUENOS AIRES CIUDAD. Dispositivos de atención a víctimas de violencia de género [en línea]. https://
www.buenosaires.gob.ar/desarrollohumanoyhabitat/mujer/hogares-y-centros-integrales-de-la-mujer

34
En el caso de Madrid, el Ayuntamiento cuenta con una línea de trabajo espe-
cífica para la atención de mujeres víctimas de violencias: Red de atención inte-
gral para la violencia de género56. Este sistema tiene dos grandes componentes.
De una parte, están los centros para víctimas de violencia de género, con dos
modalidades, residencial y no residencial. En cuanto al primero, se ofrece: (i)
centro de emergencia, que tienen como finalidad otorgar alojamiento seguro
e inmediato para las mujeres y sus hijas e hijos; (ii) centros de acogida, don-
de se brinda tanto protección como un acompañamiento interdisciplinario e
integral, con el fin de normalizar la vida de las mujeres víctimas y se necesita
un recurso residencial; (iii) pisos (apartamentos) tutelados, que se utilizan a
la salida de la mujer de los centros de acogida en los casos en que su proceso
requiera una continuación, pero no se considere necesario que la mujeres per-
manezca en el centro de acogida; (v) centros para mujeres jóvenes víctimas de
violencia, donde se les ofrece alojamiento temporal y un plan de intervención
individualizado; y, finalmente, (vi) el centro para mujeres reclusas y exreclusas
víctimas de violencias basadas en género y que no cuentan con redes de apoyo
ni con recursos económicos.
Al respecto de los centros no residenciales, cuentan con: (i) Centro de aten-
ción psicosocial, que ofrece servicios para la recuperación emocional y social
de las mujeres; (ii) Centro para la atención integral a las mujeres víctimas de
agresiones sexuales (CIMASCAM), en donde se ofrece apoyo y acompañamien-
to psicojurídico, adicionalmente, busca generar la articulación de las diferentes
entidades y programas que hacen parte de la Red de Atención; (iii) Proyecto
Esperanza, mediante el cual se presta acompañamiento psicosocial para muje-
res víctimas del tráfico de personas con fines de explotación sexual; (iv) Centro
de día para mujeres Ayaan Hirsi Ali, que presta atención a mujeres que están
inmersas en escenarios de violencias, por circunstancias familiares, personales
o sociales, y ofrecen acompañamiento psicojurídico para mujeres españolas o
inmigrantes, principalmente magrebíes; y (v) Centro Día para Mujeres Pacha-
mama, que presta servicios como el anterior Centro, con un énfasis en mujeres
españolas e iberoamericanas.
El segundo gran componente de la Red de Atención son los 54 puntos muni-
cipales del Observatorio Regional de Violencia de Género, que son la puerta
de entrada a los servicios de la Red en Madrid, para las mujeres que habitan
dichos municipios. En estos sitios prestan asesoramiento jurídico y atención

56 COMUNIDAD DE MADRID. Ayuntamiento de Madrid. Red de atención integral para la violencia de


género [en línea]. https://www.comunidad.madrid/servicios/asuntos-sociales/recursos-mujeres-co-
munidad-madrid

35
psicosocial, así como seguimiento a órdenes de protección o decisiones judicia-
les. También brindan información y orientan a las mujeres víctimas, hacen de-
rivaciones y acompañamiento a los servicios especializados que se requieran,
y promueven acciones preventivas y de sensibilización sobre las violencias de
género contra las mujeres.
En el caso de las mujeres que residen en Madrid, existe el Servicio de Atención
a Víctimas de Violencia de Género, consistente en una línea telefónica que se
concentra en violencias ejercidas por parejas o ex parejas, y es el primer paso
de la atención para las víctimas, que permite el acceso a los otros recursos del
Ayuntamiento para las víctimas.

36
3. MODELOS DE MEDIDAS DE ATENCIÓN

3.1. ANTIOQUIA57

L
a Gobernación de Antioquia cuenta en el departamento con un programa
para la prevención y erradicación de las violencias contra las mujeres, ni-
ñas y adolescentes, denominado: “Mujeres viviendo libres de violencias
para una sociedad de paz”, su finalidad es mejorar la capacidad instalada de los
municipios y distritos para garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre
de violencias. Para ello, este programa plantea cinco líneas de acción principa-
les: (i) la construcción e implementación del plan para la prevención y atención
a mujeres víctimas de violencias; (ii) operación de la Línea 123 Mujer Metropoli-
tana de atención a las violencias contra las mujeres para el Área Metropolitana;
(iii) la estrategia de hogares de protección; (iv) participación y asesoramiento
en rutas de atención en las mesas municipales de erradicación de violencia con-
tra las mujeres; y (v) la realización de encuentros de formación.
Particularmente, en materia de protección se destacan los mecanismos de la
Línea 123 Mujer Metropolitana y los Hogares de Protección. La Línea 123 Mujer
Metropolitana brinda atención de emergencia a mujeres en riesgo o víctimas de
violencias en nueve (9) municipios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá
—a excepción de Medellín— gestionando su acceso a la justicia, protección y el
restablecimiento de la salud, posterior a un hecho de violencia. A través de este
mecanismo se identifican mujeres víctimas de violencias basadas en género,
que pueden ser parte del programa “Mujeres viviendo libres de violencias para
una sociedad de paz” y así acceder a las diferentes estrategias contempladas en
las medidas de atención.

57 La información que se presenta sobre el modelo de atención de medidas de atención del departamen-
to de Antioquia fue compartida por la Secretaría de las Mujeres de Antioquia en encuentros bilatera-
les realizados en junio de 2021 y un encuentro colectivo con otras entidades territoriales en el mes de
agosto. Agradecemos el apoyo y la colaboración brindados por el Área de Vida Libre de Violencias de
la Secretaría.

37
Entre abril de 2020 y el 12 de marzo de 2021, se implementó la estrategia de
Hogares de Protección, con recursos destinados para atender la emergencia sa-
nitaria provocada por la pandemia. Este nuevo modelo tuvo su inspiración en
la estrategia “Hogares de acogida” de Medellín, en el que hogares de familias
brindan un servicio de acogida temporal y se garantiza acompañamiento biop-
sicosocial, atención jurídica y protección de emergencia a las mujeres víctimas
de violencias de género y, de ser necesario, a su grupo familiar.
En este modelo, cuando el operador de los hogares, el Centro de Recursos
Integrales para la Familia (CERFAMI)58, recibía un caso remitido por alguna en-
tidad o recibía una solicitud directa de una mujer víctima de violencia, las pro-
fesionales psicosociales realizaban el análisis de valoración y riesgo de la mujer,
verificaban los requisitos para su ingreso y el estudio socio familiar, y poste-
rior a este análisis, procedían al traslado de la mujer desde su residencia para
brindarle atención psicojurídica y social59. Durante el periodo de implementa-
ción, funcionaron 20 hogares de protección, con alcance para las 9 subregio-
nes de Antioquia, exceptuando al municipio de Medellín que ya cuenta con su
mecanismo propio.
Una vez se expide la Resolución 595 de 2020, Antioquia solicita al Ministerio
de Salud la homologación de su modelo, pero obtiene una respuesta negativa, ya
que la intención de la Resolución es que el modelo para las medidas de atención
sea el de casas de acogida. Por esta razón, la Secretaría de las Mujeres vuelve a
hacer un giro a su estrategia y la migra al programa de Mujeres viviendo libres
de violencias, que está recogido dentro de la categoría de protección, mas no de
medidas de atención. El nuevo modelo cuenta con tres estrategias:

3.1.1 PROTECCIÓN DE EMERGENCIA

Esta idea de protección surge ante casos de alto riesgo, que necesitaban protec-
ción inmediata, pero en los que las mujeres no querían hacer parte del modelo
que operaba, porque no se acomodaba a sus necesidades. Existían casos en los
que las mujeres solo necesitaban protección por unos días, mientras podían
irse a otros lugares en los que tuvieran redes de apoyo, o solo necesitaban una
protección temporal.

58 CERFAMI. Hogares de Acogida [en línea]. Medellín. http://www.cerfami.org.co/inicio/Hogares_Acogi-


da.html

59 MINUTO 30.COM. Antioquia contará con 20 Hogares de Protección para mujeres víctimas de vio-
lencias [en línea]. (28 de abril de 2020). https://www.minuto30.com/antioquia-contara-con-20-hoga-
res-de-proteccion-para-mujeres-victimas-de-violencias/1015152/

38
La estrategia tiene dos momentos, la atención de la emergencia es el primer
paso en la protección, antes de que se inicie la estrategia de protección tem-
poral. Presta servicios de (i) alojamiento, (ii) alimentación, (iii) entrevista por
trabajo social (caracterización) y (iv) asesoría jurídica. La duración de estos ser-
vicios es de 3 a 5 días máximo. Los municipios asumen los gastos de alimenta-
ción y hospedaje, mientras que la Secretaría aporta el equipo para el acompaña-
miento que necesita la mujer.
En los casos en que se aspire a acceder a la protección temporal, se crea
una comisión técnica del equipo de trabajo de la Secretaría designado y se
toma la decisión, de acuerdo con las valoraciones realizadas por el equipo
acompañante.

3.1.2 PROTECCIÓN TEMPORAL

La estrategia se desarrolló bajo el objetivo de cambio de posición subjetiva para


la construcción de un proyecto de vida libre de violencias contra las mujeres a
través de la activación de redes de apoyo, acompañamiento e intervención en
pro de su protección. Se promueve un acompañamiento transformador e inte-
gral que cambie la realidad de las mujeres de manera sostenida en el tiempo, de
forma que los ciclos de violencia no vuelvan a presentarse.
La estrategia se desarrolla a través de hogares de protección, en el sentido
de las casas de acogida exigidas por la Resolución 595 de 2020. El tiempo de
permanencia de las mujeres es de tres meses, prorrogables por otros tres me-
ses más, de acuerdo con las necesidades de la mujer y su núcleo familiar. Tie-
nen 15 cupos para mujeres y 45 para el grupo familiar. Se brindan servicios de:
(i) alojamiento, (ii) alimentación, (iii) asesoría y acompañamiento jurídico, (iv)
formación y (v) acompañamiento biopsicosocial.
La gobernación dirigió todas las ofertas de servicios con las que cuenta, a efec-
tos de que las mujeres puedan acceder a formación, empleabilidad, recreación,
entre otras, para que puedan tener una intervención más amplia y participen de
una manera más contundente en el modelo, pues una de las premisas de este
es el empoderamiento de las mujeres a través del autocuidado y la autonomía
económica, así mismo, el acompañamiento brindado durante la activación de
esta estrategia incluye la activación de redes de apoyo de las mujeres y, hoy en
día, es una buena práctica tanto en Antioquía como en el Valle de Aburrá.
Para ingresar a protección temporal de tres meses, las mujeres deben cumplir
con los siguientes requisitos:

39
• Ser mujer víctima de violencia basada en género cuya vida se encuentre en
riesgo o peligro (artículo 2 de la Ley 1257 de 2008).
• Medida de protección decretada por Comisaría de Familia o Juez de Control
de Garantías, denuncia en inspección de Policía o Fiscalía.
• Estar dispuesta a realizar la denuncia una vez se encuentre protegida y fuera
del riesgo inminente.
• Vivir en un municipio de Antioquia diferente de Medellín.
• No tener adicción a sustancias psicoactivas o alucinógenas.
• No tener ninguna condición de salud física o mental que requiera de cuida-
dos médicos o psiquiátricos especiales.
• Ser mayor de 18 años o menor entre 14 y 17 años víctima de violencia ejerci-
da por su pareja o expareja.
• No ser víctima de violencias basadas en género en el marco o en razón del
conflicto armado o socio-político.
Los casos donde las mujeres presenten consumo de sustancias psicoactivas
que requiere una atención en salud especializada deben ser atendidos por el
sector salud.
En cuanto a los casos de mujeres que han sido víctimas de violencias basadas
en género en el marco del conflicto armado, será la Secretaría de Gobierno a
través de derechos humanos, quienes atienden este tipo de casos. Tienen con-
tactos con los enlaces de la gobernación más no hay una ruta establecida para
esta particularidad, pues en este punto de la estrategia no llegan este tipo de
casos porque son filtrados a través de la línea de atención 123 o en la primera
entrevista de la estrategia de atención en emergencias.
Los miembros del grupo familiar también deben cumplir con un mínimo de
requisitos:
• No tener adicción a sustancias psicoactivas o alucinógenas.
• No tener ninguna condición de salud física o mental que requiera de cuida-
dos médicos o psiquiátricos especiales.

Fases de la intervención en el periodo de protección temporal de tres meses:


1. Recepción de la usuaria, valoración de las necesidades y construcción del
plan de acompañamiento.
2. Fortalecimiento de capacidades personales y profesionales.

40
3. Egreso.
4. Seguimiento.

3.1.3 BENEFICIO CLAUDIA PATRICIA ARIAS


PARA LA SUBSISTENCIA POSTERIOR

Es una estrategia que está en proyección, pero aún no se ha implementado y


consiste en la entrega de una ayuda económica a través de un giro durante dos
meses cada uno por el valor de $450.000. Por ahora, se estima que la cobertu-
ra de este servicio sea de 15 cupos. Este subsidio se entregará sólo a las muje-
res a quienes el comité de seguimiento, después de analizado y evaluado, haya
aprobado; lo ideal es que en la implementación de esta estrategia se realice un
seguimiento durante 2 meses con contacto cada quince días por trabajo social.
La no implementación de esta estrategia obedece a que de momento Antio-
quia no cuenta con la infraestructura y recursos para otorgar la modalidad de
subsidio monetario como medida de atención. De una parte, porque el desplie-
gue que han tenido con los hogares de protección ha sido a través de las medi-
das de protección y, de otra parte, porque en el proceso de acompañamiento de
las mujeres existe la preocupación de cómo crear mecanismos para que no sean
instrumentalizadas al recibir los montos que les corresponderían.

3.2. BOGOTÁ60

La apuesta de Bogotá, a través de la Secretaría de la Mujer, por las casas refugio


es la de brindar un espacio a las mujeres víctimas de violencias no sólo para
salvaguardar su vida e integridad, sino para emprender un acompañamiento
integral que les permita reconocerse como ciudadanas y prevenir nuevos ciclos
de violencia.
Actualmente, operan cinco casas refugio en la ciudad. Cuatro de ellas atien-
den un modelo más estricto de seguridad y confidencialidad y la otra se presta
para atención intermedia, que busca responder a las víctimas que no pueden o
desean acogerse a los requisitos del otro modelo de atención.

60 La información que se presenta sobre el modelo de atención de medidas de atención de la ciudad de


Bogotá D.C. fue compartida por la Secretaría de la Mujer en encuentros bilaterales realizados en ju-
nio de 2021 y un encuentro colectivo con otras entidades territoriales en el mes de agosto del mismo
año. Agradecemos el apoyo y la colaboración brindados por el Área de Eliminación de las Violencias
Contra las Mujeres y Acceso a la Justicia de la Secretaría de la Mujer de Bogotá.

41
Los requisitos para ingresar a las casas refugio son:
• Las mujeres deben ser mayores de 18 años.
• Deben contar con una medida de protección consistente en Casa Refugio,
emitida por las autoridades competentes (Comisarías de Familia – Jueces y
Juezas de Control de Garantías – Jueces y Juezas de Familia). Estas autorida-
des se encargarán de hacer la solicitud de acogida a la Secretaría Distrital de
la Mujer.
• Que los hechos de violencia contra la mujer la estén enfrentando a una situa-
ción de riesgo.
• Que se evidencien afectaciones en la salud física o mental de la mujer como
consecuencia de los hechos de violencia en su contra.
• En el caso de que sean mujeres víctimas de Violencia Basada en Género, en el
marco del conflicto armado, deben ser remitidas por la Alta Consejería para
los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, las entidades del
Sistema Distrital de Atención y Reparación a Víctimas SDARIV, personerías
y Defensoría del Pueblo. En este escenario la mujer debe estar inscrita en el
RUV o estar en la etapa de valoración para la inscripción.

En estos espacios, las mujeres y sus hijas e hijos reciben acompañamiento


jurídico, psicológico, pedagógico, de trabajo social, salud física, primeros auxi-
lios y nutrición. Adicionalmente, se prestan los servicios de: alojamiento, ves-
tuario, alimentación y transporte y se hacen las articulaciones necesarias para
el restablecimiento de derechos de niñas, niños y adolescentes. La duración
de la estadía de las mujeres es de cuatro meses y, en casos en que se requiera,
máximo seis meses.
El egreso se dará en las siguientes situaciones: cuando se hayan cumplido los
objetivos del proceso y del plan de acción individual; cuando haya un retiro
voluntario por parte de la mujer; cuando se haya cumplido el tiempo de estadía
máxima establecido; y por faltas graves al manual de convivencia de las casas.
Posteriormente, se hace un seguimiento a la mujer por seis meses, a través de
llamadas telefónicas o visitas domiciliarias que se hacían antes de la pandemia,
donde se verifica el estado de la mujer, si existen nuevos hechos de violencia, y
se hace seguimiento a su situación socio económica y de la educación de NNA.
También se evalúa el impacto que tuvo su paso por la casa de acogida y se busca
involucrar a las redes de apoyo de la mujer en su proceso.
Este modelo tiene algunas limitaciones para la entrada y permanencia de las
mujeres y sus sistemas familiares, pues no pueden entrar y salir de las casas, el

42
uso del celular es limitado, no se aceptan personas con enfermedades de tipo
psiquiátrico, ni hombres mayores de 18 años que tengan algún tipo de depen-
dencia económica o funcional, tampoco se admiten personas consumidoras
de sustancias psicoactivas, víctimas de trata, o mujeres víctimas sin medidas de
protección, no es posible ingresar a las casas si se cuenta con otros esquemas
de protección, entre otras.
Por algunas de las limitaciones planteadas anteriormente, en el 2012 se conci-
bió el modelo intermedio de casas de acogida, que tiene como finalidad atender
a la mujer en riesgo que no cuenta con medidas de protección o que, teniéndo-
las, no desea el otro modelo que es más restrictivo. Su duración es de treinta
días, pero si luego de ese lapso la mujer todavía necesita protección, se puede
solicitar su traslado a una casa refugio. Finalmente, el próximo proyecto que
se adelanta para la acogida de mujeres víctimas es la Casa Refugio Rural, a la
cual podrán ingresar mujeres que cuenten o no con medidas de protección por
cuatro meses.
En cuanto a la otra modalidad de medidas de atención: los subsidios moneta-
rios, la Secretaría no tiene la misionalidad para otorgar subsidios, sino que eso
corresponde a la Secretaría de Integración Social, quienes están priorizando los
subsidios para aliviar la crisis generada por la pandemia. La implementación
del subsidio monetario de la Ley 1257 les implicaría cambiar la misionalidad
e infraestructura para poder otorgarlos desde la Secretaría de la Mujer, pero
no tienen los recursos ni las posibilidades para ello, o involucrarse al proceso
de medidas de atención, lo cual es complejo por la falta de voluntad política de
otras secretarías de asumir lo que les corresponde por competencia orgánica
y funcional en relación con las medidas de atención. Tampoco se tiene imple-
mentado el servicio hotelero, pues todos los recursos van a las casas de acogida
y los acompañamientos que hace la Secretaría a las mujeres.
Ahora, para garantizar vivienda a las mujeres en riesgo, la Secretaría está
construyendo un plan para que las víctimas accedan a subsidios en el pago
de arrendamiento y, además, tengan la posibilidad de que ahorren para la
compra de vivienda propia, para lo cual necesitan la articulación con la
Secretaría del Hábitat.

43
3.3. CUNDINAMARCA61

Actualmente, en el departamento de Cundinamarca la implementación de las


medidas de atención está a cargo de la Secretaría de Gobierno; entidad que lide-
ra las dos casas de acogida que existen en dicha entidad territorial con un total
de 55 cupos. Al igual que en los casos de Antioquia y Bogotá, en Cundinamarca
la operación de las casas está bajo la línea de protección, es decir, a través del
sector de justicia. Es por esta razón que los recursos con los que funcionan son
del Fondo de Seguridad de la Secretaría de Gobierno, y no de recursos del sector
salud para medidas de atención.
Son espacios donde las mujeres pueden iniciar procesos de elaboración emo-
cional y fortalecimiento de la autonomía. Al interior de las casas, la mujer y sus
hijos y acompañantes menores de edad, reciben ropa, kit de aseo y alimenta-
ción, e inician atención con enfermería, psicología, trabajo social y asesoría ju-
rídica durante cuatro meses, con la posibilidad de prórroga de dos más. Tienen
un equipo de cuidadoras que implementan actividades para talleres de manua-
lidades, artesanías y las apoyan para fortalecer habilidades básicas con mujeres
y niños. También brindan directamente transporte para cubrir las necesidades
de las mujeres en sus citas médicas, urgencias, etc. En el marco de la pandemia
se ha garantizado que los niños y niñas puedan acceder a clases virtuales y se les
brinda apoyo a sus progenitoras. En el ámbito laboral trabajan de la mano con
la Secretaría de la Mujer, la cual a través de capitales semilla prioriza algunos
casos de las mujeres para la entrega de proyectos y se les brinda orientación una
vez egresan de las casas.
La Secretaría no opera la modalidad de subsidio monetario porque no hay
lineamientos claros ni infraestructura para ello, que garanticen su entrega en
condiciones adecuadas sin colocar en riesgo a las víctimas, adicional a que
las mujeres de Cundinamarca, en su mayoría, son mujeres rurales y no están
bancarizadas.
Los cupos de la casa se asignan mediante solicitud de las autoridades compe-
tentes y al ser medidas de protección, se exigen unos requisitos mínimos de:
cédula o denuncia del robo si el agresor la retiene, medidas de protección actual
y previas, siendo posible ingresar con medidas provisionales, la firma del acta

61 La información que se presenta sobre el modelo de atención de medidas de atención del departamen-
to de Cundinamarca fue compartida por la Secretaría de Gobierno en encuentros bilaterales realiza-
dos en junio de 2021 y un encuentro colectivo con otras entidades territoriales en el mes de agosto,
además de algunos documentos en los cuales se presentaron observaciones al Ministerio de Salud
por parte de la entidad territorial. Agradecemos el apoyo y la colaboración brindados por Catalina
Abril Pérez, profesional universitaria de la Secretaría.

44
de ingreso en donde se le explican las condiciones de la casa refugio a la mujer
y la derivación del caso a la FGN. En algunos casos excepcionales y ante el riesgo
extremo, la medida se otorga sin remisión de autoridades como las comisarías.
Las casas refugio tienen un comité técnico, compuesto por la Secretaría de
Gobierno, Secretaría de la Mujer, Fiscalía, Defensoría del Pueblo y el operador
logístico de las casas, que se reúne una vez al mes para hacer seguimiento a cada
uno de los casos. En particular, la Fiscalía informa sobre el avance de los casos.
En cuanto a procesos y espacios de articulación, se hacen procesos de bancari-
zación, con Defensoría del Pueblo se trabaja para representación judicial, con
el SENA tienen acceso a portafolio de cursos y tienen un enlace que apoya en la
afiliación al Sistema de Salud cuando las mujeres ingresan sin afiliación.
La entidad territorial cuenta con actividades e insumos relevantes para la ma-
terialización de las casas de acogida, incluyendo una ruta departamental, co-
mité técnico de seguimiento a la casa de acogida, documento para procesos de
atención al interior del programa, documento con lineamientos sobre la casa
de acogida, inclusión del servicio en los procesos misionales de la Secretaría
y asignación de recursos. Así mismo, se ha logrado capacitar a las autoridades
competentes para salvaguardar la integridad de las mujeres víctimas de violen-
cias que requieran apoyo del programa. Es menester señalar que las casas de
acogida se han estructurado en el departamento como medida de protección y
no de atención. Desde el año 2017, la Gobernación ha iniciado la implementa-
ción del programa “Duplas para asistencia a mujeres víctimas de violencias”, el
cual presta asistencia técnica especializada a comisarías, realiza seguimiento
de casos de feminicidio y acompaña en territorio, cuando se requiere, con un
equipo interdisciplinario de psicosociales y abogadas(os) en los 116 municipios
del departamento.
En cuanto a los egresos, la mujer recibe información al respecto durante el
proceso de acogida y una vez se realice el egreso como tal. El mismo no puede
darse en un lapso menor de ocho días, y una vez se le comunica a la mujer se
empieza a hacer un estudio de caso junto con las comisarías de familia y las
redes de apoyo, según el caso a caso. Si la mujer se va a otro departamento se le
entrega por parte de la dependencia encargada un subsidio para ella y su fami-
lia. El equipo de casa de acogida junto a la Comisaría la acompañan de ser nece-
sario al momento de tomar los transportes y se hace un seguimiento telefónico
de dos (2) meses. De ser necesario, se realizan mesas de trabajo con diversas
entidades ante cualquier eventualidad. Cuando se requiere seguimiento en te-
rritorio con duplas, el equipo de la casa acogida advierte la situación y la dupla
se desplaza hasta el lugar a realizar dicho seguimiento.

45
Existe una preocupación particular de esta entidad territorial en relación con
la valoración del riesgo especial de las mujeres, pues no existe un único formato
y los existentes presentan complejidades en su implementación. Por esta razón,
han establecido un diálogo cercano con la Policía Nacional sobre el modelo de
valoración que manejan en virtud de la competencia que les asignó el Decreto
2734 de 2021. Esto con el fin de lograr estandarizar esta medición y que sirvan
de guía, principalmente, a las autoridades competentes de expedir las medidas
de protección y de atención.
Por su parte, desde la Secretaría de la Mujer del departamento se cuenta con
8 casas sociales de la mujer de empoderamiento y emprendimiento, en el marco
de la estrategia para disminuir los casos de violencia en contra de la mujer en
los municipios, se tiene como meta tener 13 casas al 202462.

3.4. VALLE DEL CAUCA63

En el caso de Valle del Cauca, en la Secretaría de la Mujer su estrategia ha con-


sistido, principalmente, en hacer acompañamiento y fortalecimiento a los ser-
vicios de los tres (3) hogares de acogida, para que fueran contratados por las
EPS, como encargadas de proveer las medidas de atención.
El modelo de las medidas inicia desde la activación de la ruta y la remisión de
los respectivos casos desde los diferentes canales de atención, esto es desde el
conocimiento de la Fiscalía o la Comisaría de Familia. Así, las mujeres se con-
tactan con las instituciones, o con la línea general de atención y allí son aten-
didas por la línea psicosocial, en la que psicólogas profesionales realizan una
primera escucha y, según la situación narrada y las necesidades de la mujer, se
activan tres tipos de rutas, de la siguiente forma:
a. Ruta naranja: Asesoría jurídica inicial en convenio con la Universidad
Javeriana.

62 SECRETARÍA DE PLANEACIÓN. Plan Departamental de Desarrollo 2020-2024 [en línea]. Gobernación


de Cundinamarca. P. 142 http://www.cundinamarca.gov.co/wcm/connect/37b90ffc-f445-462b-8faa-8a
16f4427fe8/PLAN+DE+DESARROLLO+PLIEGOS1_compressed.pdf?MOD=AJPERES&CVID=njCfayi&-
CVID=njCfayi&CVID=njCfayi&CVID=njCfayi&CVID=njCfayi

63 La información que se presenta sobre el modelo de atención de medidas de atención del departamen-
to del departamento del Valle del Cauca, fue compartida por la Secretaría de la mujer, en encuentros
bilaterales realizados el 13 de octubre de 2020; 07 de julio de 2021; 12 de julio de 2021 y un encuentro
colectivo con otras entidades territoriales el 25 del mes de agosto del mismo año, además de algunos
documentos y lineamientos observados en la página de la secretaría. Agradecemos el apoyo y la cola-
boración brindados por el equipo de la Secretaría de la mujer del departamento del Valle del Cauca.

46
b. Ruta rosa: Activa la ruta en Comisaria de Familia y la Fiscalía, en la interpo-
sición de la denuncia.
c. Ruta violeta: Remisión a atención en psiquiatría (según impactos observa-
dos, o situación de la mujer).

Bajo la activación de la ruta rosa, la cual es coordinada por la línea de trabajo


de “atención y denuncia” en la que una subrama de la misma son las medidas de
atención, se lleva a cabo un análisis de riesgo de feminicidio de la mujer, el cual
no se realiza bajo el modelo estandarizado, sino que se genera bajo la conversa-
ción y preguntas realizadas a la mujer, desde el equipo de medidas de atención
estructurado, observando la necesidad que tiene de salir de su entorno de vio-
lencia de manera inmediata, y la no posibilidad de la misma de acudir a redes
de apoyo o a otros escenarios; en este punto, resulta indispensable resaltar, que
como elemento diferencial de los lineamientos otorgados por el Ministerio, sí
comprende la atención en todas las modalidades para las mujeres de la comu-
nidad transgénero.
En el momento en que se define que la mujer se encuentra en una situación
de riesgo, se remite para que se haga efectiva su medida de atención en dos
modalidades posibles: (i) en las casas de acogida o (ii) bajo una modalidad a
apoyo económico directo, o en el caso de las mujeres que deben recibir un aten-
ción completamente inmediata y no es posible dar una espera de gestión de las
modalidades de las medidas de atención, se tiene una alianza con la red hospi-
talaria del departamento del Valle del Cauca en el que las mujeres ingresan a
hospitalización preventivas.
Las casas de acogida son: (i) hogar de acogida lazos de amor; (ii) hogar red
mariposas; (iii) hogar Tulúa, (algunas de las cuales fueron certificadas). La elec-
ción de la modalidad en que se garantizará la medida de atención, depende del
nivel del riesgo de la mujer y de su contexto, en el que siempre es indispensable
validar y resaltar el desarrollo del proyecto de vida de la mujer, en la que, si la
casa de acogida representa un obstáculo para el ejercicio de su vida productiva,
pueda protegerse su vida e integridad por medio de otras vías, como es la segun-
da modalidad de las medidas de atención de pago de arriendo e insumos. La va-
riedad de modalidades resulta imprescindible, puesto que no todas las mujeres
pueden acogerse a modalidades restrictivas que integran las casas de acogida en
razón de su objetivo.
Respecto del funcionamiento de las casas de acogida resulta indispensable
mencionar que funcionan como una red integrada que se comunica y trabaja
entre sí, esto es, si bien cada municipio genera las dinámicas de atención y rutas

47
de manera particular a partir de lineamientos generales, las casas de acogida se
interrelacionan y funcionan como una red.
En las casas de acogida, principalmente se hace una atención psicosocial ini-
cial, y este es el punto de partida del acompañamiento integral; en el marco de
las medidas de atención, como se ha nombrado anteriormente, el foco es el for-
talecimiento de las casas de acogida, toda vez que en ellas se presta el servicio
de asesoría, información y acompañamiento psicosocial de la mujer, la vigilan-
cia y el cuidado de la misma.
Dentro de las casas de acogida y, en general, en las dos modalidades de me-
didas de atención, hay dos elementos frente a los cuales, de manera particular
en el territorio, se ha realizado un enfoque de trabajo y de inversión de recursos
mayor. En primera medida, respecto de la estructuración del proyecto de vida
de las mujeres, bajo la configuración y desarrollo de los emprendimientos y de
la autonomía económica de las mujeres, se trabaja e intensifican los negocios
de las mujeres y su ubicación laboral, con el fin de apoyar la terminación de los
ciclos de violencia.
El segundo elemento se refiere a la atención en salud, en la que se remite y
se solicita la atención de la EPS. Sin embargo, frente a la ausencia de respuesta,
se han direccionado recursos para así atender, por medio de una alianza, a las
mujeres en términos de su salud física y mental.
Es así que, bajo esta línea de trabajo, el plan de acción se plasma como objeti-
vos para el año 202164:
1. Orientar anualmente la gestión de tres (3) espacios existentes (hogares de
acogida, casa de la mujer empoderada y red espiral) para la protección de la
mujer víctima de violencia, en el periodo de gobierno.
2. Elaborar y promover dos (2) proyectos productivos de nuevos liderazgos y
semilleros de mujeres, en el cuatrienio.
En un segundo momento, el subsidio o apoyo económico consiste en el pago
directo de arriendo, compra de mercado y de insumos necesarios para la mujer,
sin entregar una suma de dinero a la mujer de tal manera no generen dependen-
cia de las mujeres. En medio de esta modalidad, se hace de la misma manera un
acompañamiento integral desde lo psicojurídico.

64 SECRETARÍA DE PLANEACIÓN. Plan de Acción, Secretaría de la Mujer [en línea]. Departamento del
Valle del Cauca. 2021. https://www.valledelcauca.gov.co/equidad/publicaciones/60471/plan-de-ac-
cion/

48
A diferencia de lo que sucedía en las otras entidades territoriales, Valle tenía
un sistema ya creado para que el sector salud asumiera la responsabilidad de las
medidas de atención, por lo que el cambio de competencia establecido en el De-
creto 1630 de 2019 fue un retroceso para su proceso departamental. Es ante esta
nueva realidad que la Secretaría conformó el equipo de medidas de atención, al
prever que el proceso de cambio sería demandante y requeriría una respuesta
eficiente y rigurosa de la Secretaría.
No obstante, en la actualidad el subsidio monetario no se está entregando u
otorgando directamente una suma de dinero a las mujeres (por medio de trans-
ferencia, consignación, etc.), toda vez que existe una preocupación acerca de la
instrumentalización de las mujeres en el marco del ciclo de violencias, esto es,
poner a la mujer en una situación de riesgo o de continuación de la violencia,
bajo la entrega de esta suma, además que la entrega de esta suma genere una
idea errónea de la construcción de proyecto de vida de las mujeres que repro-
duzca una idea paternalista y dependiente.
Respecto del cierre de los casos en el modelo de medidas de atención del de-
partamento, estos se dan cuando la mujer ha generado las condiciones de se-
guridad, estabilidad económica, emocional y jurídicas para superar la situación
de violencia, teniendo también la posibilidad de que se genere el cierre por vo-
luntad de la mujer.
Frente a este cierre en cualquiera de sus modalidades o fundamento, se reali-
za un seguimiento por parte de la psicóloga del equipo de medidas de atención,
de la casa de acogida específica o municipio específico, en el primer mes, luego
a los tres meses, posteriormente a los seis meses y finaliza dicho seguimiento
un año después del cierre de las medidas, esto porque es necesario asegurarse
por esta temporalidad de la seguridad de la mujer.
De manera transversal al trabajo del equipo de medidas de atención, un com-
plemento de este, es el trabajo de pedagogía, sensibilización y fortalecimien-
to realizado con el ministerio de justicia, entre otros, en los que se posibilita
una atención integral desde las fiscalías, comisarías de familia y juzgados,
realizando de la misma manera un enlace directo y adecuado para la atención
de las mujeres.
Es así que en el departamento del Valle del Cauca se han realizado los esfuer-
zos para que el Ministerio apruebe el modelo estructurado, sin embargo, los
lineamientos no son claros, la asistencia técnica no ha sido suficiente y el des-
embolso de dinero se ha dado desde modalidades que ofrecen poca seguridad y
claridad, razón por la que el departamento no ha hecho uso de estos recursos,
y ha seguido, bajo el modelo esbozado, integrando las medidas de atención,

49
para garantizar desde la institucionalidad, el derecho de las mujeres a vivir una
vida libre de violencias.
Por lo anterior, actualmente el departamento del Valle del Cauca integra su
modelo de medidas de atención desde los recursos propios del departamento,
en los que se tiene como foco el fortalecimiento e integración de las rutas de
atención, la activación y fortalecimiento de las casas de acogida, bajo la con-
cepción que estas permiten realmente llevar a cabo un seguimiento y un acom-
pañamiento completo a las mujeres, de manera continua; así como posibilita el
fortalecimiento económico de las mujeres sin generar acciones con daño con
las mujeres, en las que la entrega de un subsidio monetario en el marco del
ciclo de violencias puede no otorgar a las mujeres lo que se pretende que dé:
independencia económica.

50
4. MODELO ACTUAL, BASADO EN EL DECRETO
1630 DE 2019 Y MODIFICACIONES POSTERIORES

E
l Decreto 1630 de 201965 reforma el Decreto 780 de 2016 en lo respectivo
al capítulo de las medidas de atención para mujeres víctimas de violencia
de la Ley 1257 de 2008 y realiza cambios importantes en relación con el
Decreto 2734 de 2012, que estuvo vigente hasta la expedición del 1630.
A partir de la nueva normatividad cambia la competencia, pues las princi-
pales responsables de la implementación de las medidas de atención son las
entidades territoriales del nivel departamental o distrital, y lo podrán hacer a
través de contratos, convenios o cualquier otra figura jurídica viable, siempre
que cumpla los requisitos que expida el Ministerio. Mientras tanto, las EPS, las
IPS y las ESE conservan únicamente la obligación de prestar los servicios de sa-
lud física y mental a la mujer66. Por esta razón, el 1630 elimina los requisitos de
la valoración y criterio médicos para el otorgamiento de las medidas y cambia
su procedimiento por sustracción de materia.
En el cambio de competencia que planeta el Decreto 1630, le asigna unas obli-
gaciones a las entidades territoriales como lo son: (i) la prohibición de negar o
condicionar la prestación de las medidas de atención, para lo cual, las entidades
territoriales deben garantizarlas de forma oportuna y eficaz; (ii) los departa-
mentos y los distritos, así como los responsables de los regímenes de excepción
o especial tendrán la obligación de reportar al SISPRO la información sobre las
medidas de atención, según la regulación para el efecto el Ministerio de Salud;
y (iii) las entidades territoriales tienen la obligación de hacer seguimiento y
control a la prestación de las medidas de atención.

65 Expedido el 9 de septiembre de 2019.

66 Anteriormente, el Decreto 2734 de 2012 establecía: “El Sistema General de Seguridad Social en Salud
garantizará los servicios de habitación, alimentación y transporte a que refiere el literal a) del artículo
19 de la Ley 1257 de 2008, de acuerdo con los recursos disponibles”.

51
En cuanto a la financiación, establece que los recursos de las medidas de aten-
ción para mujeres afiliadas al Sistema General de Seguridad Social en Salud se
financiarán o cofinanciarán con recursos del Ministerio de Salud, que girará los
recursos a los departamentos o distritos, de acuerdo con la normatividad que
expedirá en los seis meses siguientes a la expedición del decreto. A su vez, el
Decreto 1630 introduce la categoría de “cofinanciación”, lo cual implicaría que
la financiación ya no estaría a cargo únicamente del Sector Salud, sino también
de las entidades territoriales, sin que esto se encuentre consagrado en la Ley
1257 o la 1753, que mantuvo la financiación a cargo de los recursos de salud. En
este sentido, se presenta un cambio importante en relación con el Decreto 2734,
ya que este señalaba que las medidas de atención serían financiadas por el Sec-
tor Salud y según los criterios de distribución entre las entidades territoriales
que estableciera el Ministerio. No obstante, el 3 de abril de 2020, el Ministerio
de Salud expidió la Resolución 595, mediante la cual se establecen los criterios
para la distribución de recursos a las entidades territoriales para la prestación
de las medidas. En esta Resolución ya no se habla de financiación o cofinan-
ciación como lo preveía el Decreto 1630, sino que directamente señala que los
recursos serán de concurrencia. De esta forma, se transforma la obligación de
financiación completa de las medidas de atención por parte del Sector Salud a
una obligación parcial, en donde se comprometen, ahora, los recursos propios
de las entidades territoriales.
Sobre cuestiones generales, se define las medidas de atención como los ser-
vicios temporales de alojamiento, alimentación y transporte para las mujeres
víctimas de violencias, así como para sus hijas e hijos menores de 25 años con
dependencia económica o que tengan algún tipo de discapacidad con depen-
dencia económica y funcional; eliminando así el criterio médico para su otor-
gamiento y la obligatoriedad de la valoración de la situación especial de riesgo
por parte de la Policía Nacional, que estaban consagrados en el Decreto 2734.
Mantiene las dos modalidades a través de las cuales se prestarán las medidas
de atención: las casas de acogida, albergues, refugios o servicios hoteleros;
o el subsidio monetario. Adicionalmente, el otorgamiento de las medidas
de protección tendrá dos requisitos. De un lado, que sean emitidas por la
autoridad competente en el marco de medidas de protección provisionales o
definitivas y, de otro lado, que la autoridad haya verificado la situación especial
de riesgo de la mujer.

52
Un punto positivo es que el decreto elimina la larga lista de condiciones que
debía cumplir la víctima para poder acceder a medidas de atención67, así como
la previsión para los casos en los que la mujer estuviera en un programa de pro-
tección de que las medidas de atención no los sustituirían o que la existencia de
dicho programa excluiría las medidas de atención de la Ley 1257.
Por otro lado, entre los aspectos negativos de esta norma está la exclusión
de la posibilidad que traía el Decreto 2734 de que cuando la mujer estuviera
en una EPS, régimen especial o régimen de excepción diferente a la de sus hi-
jas o hijos, sería la EAPB de la víctima la que debería asumir la atención de
todo el núcleo familiar. En el decreto actual no se hace mención al respecto, y
solo se refiere a la financiación de las medidas de las mujeres afiliadas al SGSSS
(ver artículo 2.9.2.1.2.2).
En particular, sobre el subsidio monetario, el decreto establece que el mismo
procede en dos escenarios: cuando la mujer decida no permanecer en alguna
de las opciones de alojamiento, o cuando en el municipio o distrito donde reside
la mujer no existan dichas opciones o que, existiendo, no se cuente con cupo
para la mujer. Este es un cambio importante en relación con el Decreto 2734,
pues en este se no se contemplaba la voluntad de la mujer como causal para la
aprobación del subsidio, sino que sólo procedía cuando en el departamento o
distrito donde residía la mujer no se contara con servicios de habitación, cuan-
do no existieran estos servicios y las mujeres, además, no pudiera trasladarse
por razones de trabajo, o cuando se agotaran los cupos de los servicios disponi-
bles en el lugar. Con el 1630 se reconoce la autonomía de la víctima y la posibili-
dad de que tome decisiones que tengan sentido para ella.

67 EL Decreto 2734 establecía las siguientes condiciones para que procedieran las medidas de atención:
“1. Que la mujer se encuentre en situación especial de riesgo. 2. Que se hayan presentado hechos de
violencia contra ella. 3. Que la violencia contra la mujer implique consecuencias para su salud física
o mental. 4. Que la mujer requiera atención, tratamiento o cuidados especiales para su salud y sean
inherentes al tratamiento médico recomendado por los profesionales de la salud. 5. Que el agresor
permanezca o insista en permanecer en el mismo lugar de ubicación de la agredida o que no perma-
neciendo en este realice acciones que pongan en riesgo la vida o integridad personal de la víctima.
6. Que la víctima acuda ante un comisario de familia, a falta de este ante un juez civil municipal o un
juez promiscuo municipal, o acuda ante la Fiscalía General de la Nación, para que de acuerdo con la
solicitud de la víctima o el fiscal, el juez de control de garantías evalúe la situación y decida si hay mé-
rito para ordenar la medida. 7. Que la víctima acredite ante la respectiva Entidad Promotora de Salud
que la orden ha sido impartida por la autoridad competente, y 8. Que las prestaciones de alojamiento
y alimentación sean temporales, es decir, por el lapso que dure la transición de la agredida hacia un
estatus habitacional que le permita retomar y desarrollar el proyecto de vida por ella escogido”. Como
se explicó en líneas anteriores, esta cantidad de requisitos en la práctica constituían un obstáculo
para que las mujeres accedieran a medidas de atención.

53
En cuanto a la situación especial el riesgo, el decreto la define como el hecho
o la circunstancia que pone en riesgo la vida, salud o integridad de la mujer víc-
tima y requiere que la mujer salga del lugar en el que vive. Asimismo, señala que
la autoridad competente evaluará los factores de riesgo y seguridad que pongan
en riesgo a las víctimas y establece que dicha valoración podrá apoyarse en la
Policía Nacional, de acuerdo con los protocolos establecidos por esta y por el
Ministerio de Justicia y del Derecho. Es decir, a diferencia de lo que ocurría con
el Decreto 2734, el 1630 elimina la obligatoriedad de que la Policía Nacional haga
la valoración del riesgo y establece la libertad de las autoridades competentes
para hacer dicha valoración, de forma que no se impone una metodología o
formato para tal fin. Tan solo deja, de forma opcional y subsidiaria, acudir a la
Policía según los criterios que desarrolle el Ministerio de Justicia.
El Decreto 1630 mantiene que las autoridades competentes para el otorga-
miento de las medidas de atención serán las mismas que tienen a su cargo las
medidas de protección, a saber: (i) las comisarías de familia; (ii) en los muni-
cipios en los que no haya Comisaría de Familia, le corresponderá a los juzga-
dos civiles municipales o promiscuos municipales, del domicilio de la víctima
o del lugar donde ocurrieron los hechos; y (iii) en el marco del proceso penal,
la Fiscalía General de la Nación o la víctima podrán solicitar la medidas ante un
juzgado de control de garantías y establece unos lineamientos y requisitos para
el otorgamiento de las medidas de atención.
En relación con la terminación de las medidas de atención, el Decreto dispo-
ne, al igual que lo hace la Ley 1257, que las medidas tendrán una duración de
seis meses, prorrogables por otros seis meses, si se mantiene la situación que
dio origen a su otorgamiento. Adicionalmente, establece que la autoridad com-
petente hará un seguimiento mensual para evaluar si persiste la necesidad de
continuar con las medidas de atención, y podrá darlas por terminadas cuando:
(i) se cumpla el plazo establecido; (ii) se superen las situaciones que las motiva-
ron; (iii) la inasistencia injustificada o incumplimiento del tratamiento en salud
física y mental; (iv) la mujer se ausente frecuentemente de los servicios de
alojamiento otorgados de forma injustificada; (v) el incumplimiento del manual
de convivencia de la casa de acogida o albergue, o del reglamento del servicio
hotelero; y (vi) cuando se utilice el dinero del subsidio monetario para fines
diferentes a la financiación de habitación, alimentación y transporte. En com-
paración con el Decreto 2734, se adicionaron las causales de plazo y superación
de las circunstancias de riesgo.
Por su parte, el Ministerio de Salud tendrá a su cargo: (i) la elaboración del
Plan Decenal de Salud Pública, que incluirá las estrategias, planes, progra-
mas, acciones y recursos para la erradicación de las violencias contra la mu-

54
jer, que deberán ser incluidos, a su vez, en los planes decenales territoriales
de acuerdo con sus dinámicas propias; (ii) el desembolso de los recursos a las
entidades territoriales, (iii) la elaboración de lineamientos y requisitos para en-
tregar el dinero, (iv) la actualización de las guías establecidas por medio de la
Resolución 412 de 2000 y de la Resolución 459 de 2012; y (v) la emisión de
lineamientos para la implementación, ejecución, seguimiento y control de las
medidas de atención.
Finalmente, el decreto establece que el Ministerio de Salud deberá actualizar
las guías para la atención a la mujer maltratada y del o de la menor de edad,
contenidas en la Resolución 412 de 2000 del Modelo y el Protocolo de Atención
Integral en Salud a víctimas de violencia sexual adoptado mediante Resolución
459 de 2012. En respuesta a un derecho de petición enviado por Corporación
Sisma Mujer en julio de 2020, el Ministerio señaló que el trabajo de actualiza-
ción del primer instrumento sería retomado en el segundo semestre de 2020
para “la etapa de revisión y ajuste final del documento, realización del costeo
de las atenciones en salud que se incluyen en la misma, el proceso de consulta
pública y la adopción mediante resolución”68. En cuanto al modelo de atención
para víctimas de violencia sexual, en la misma respuesta se informó que debido
a la pandemia el proceso se aplazó, pero que a partir del segundo semestre de
2020 sería retomado, y se estimaba que estuviera actualizado “entre los meses
de octubre o noviembre del año en curso, para posterior realización de consulta
pública y expedición de la resolución de adopción”69. A la fecha, el ministerio
aún no ha actualizado ninguno de los dos documentos.

4.1. REQUISITOS E IMPLEMENTACIÓN DEL MODELO


ESTABLECIDO EN EL DECRETO 1630 DE 2019

Los requisitos adoptados por el Ministerio implican la adopción de un modelo


particular de medidas de atención por parte del Gobierno Nacional, que no ne-
cesariamente es el mismo que venían operando de forma previa a la expedición
del Decreto 1630. Así pues, la asignación de recursos dependerá de que las enti-
dades territoriales cuenten con:
1. Casas de acogida, albergues o refugios con un mínimo de seis meses de ex-
periencia en la atención y acompañamiento a mujeres víctimas de violencias
y sus hijas e hijos.

68 Ministerio de Salud. Respuesta a derecho de petición No. 2020160011605171 del 30 de julio de 2020.

69 Ibíd.

55
2. Casas de acogida que cuenten con unos requisitos mínimos técnicos, de in-
fraestructura y dotación, como70:
a. Estar ubicadas en sectores con bajos índices de seguridad, según índi-
ce de violencia y criminalidad de la Policía Nacional.
b. No tener ningún letrero o distinción que identifique el lugar como una
casa de acogida o refugio.
c. Contar con equipo multidisciplinario que cuente, como mínimo, con
profesionales de trabajo o social con experiencia en el acompañamien-
to a mujeres víctimas de violencias.
d. Contar con personal de seguridad proveído por una empresa inscrita
ante la Superintendencia de Vigilancia y seguridad privada.
e. Contar con un reglamento de convivencia, que deberá ser puesto en
conocimiento de las mujeres, su núcleo familiar y los equipos de tra-
bajo.
f. Contar con un protocolo de valoración y atención para las mujeres,
que permita elaborar los planes de atención y sus objetivos.
g. Contar con servicio de transporte para la movilización de las mujeres
y sus hijos e hijas para acceder a las medidas de atención y acudir a sus
citas médicas.
h. Las casas o refugios deben ser accesibles, tener seguridad perimetral
las 24 horas, una habitación para cada mujer y su núcleo familiar, un
baño por cada 10 personas y contar con lugares de esparcimiento.
i. En cuanto a dotación, se exige la existencia de menaje de cama, mue-
bles con seguridad, kits de aseo y alimentación diaria.

3. La capacidad de operar ambas modalidades de medidas de atención: aloja-


miento o subsidio.
De conformidad con la norma, deberán ser las mismas entidades territoriales
las que certifiquen estos tres requisitos, como parte del procedimiento de acre-
ditación ante el Ministerio de Salud, quien, mediante la oficina de Promoción
Social, emitirá los conceptos de viabilidad técnica.

70 Aquí se ofrecen algunos ejemplos de los requerimientos exigidos por el Ministerio de Salud que son de
particular relevancia. Sin embargo, para conocer la totalidad de los requisitos, recomendamos leer el
anexo técnico de la Resolución 595 de 2020, disponible en: https://www.minsalud.gov.co/Normativi-
dad_Nuevo/Resoluci%C3%B3n%20No.595%20de%202020.pdf

56
Adicionalmente, la Resolución establece cuáles son los criterios que serán
tenidos en cuenta para la distribución de los recursos: el número de casos de
violencia contra la mujer y su incidencia de riesgo para su vida, de acuerdo con
los datos que arroje Medicina Legal, de un lado, y el número de cupos en casa de
acogida que acrediten las entidades territoriales, de otro lado.
Finalmente, establece los montos máximos, por cada prestación contenida
en las medidas de atención (habitación y alimentación, transporte, acompaña-
miento psicosocial y costos administrativos), que podrán autorizarse con los
recursos entregados por el Ministerio de Salud, sin embargo, las entidades te-
rritoriales podrán superar estos topes con sus propios recursos. En lo relativo
al subsidio monetario, el monto estará determinado por la afiliación al régimen
contributivo o subsidiado de la víctima.
En cuanto a la implementación del decreto, mediante Resolución 1255 del
27 de julio de 2020 se asignaron recursos a Bogotá D.C., Buenaventura D.E.,
Cali D.E., Atlántico, Cauca, Cundinamarca y Valle del Cauca por un total de
$1.699.968.451 COP. En el caso de Bogotá, Cundinamarca y Valle del Cauca, con
quienes adelantamos parte del proceso de este documento, ninguna de las tres
entidades pudo ejecutar los recursos, los cuales tuvieron que ser devueltos:
(i) En el caso de Cundinamarca, estos recursos fueron desembolsados
en septiembre de 2020, y el Ministerio de Salud les solicitó inmediata-
mente la planeación del gasto, el número de cupos que financiaría y los
subsidios monetarios para entregar. Esto se presentó como problemático
para la entidad, toda vez que no es posible proyectar recursos sin saber
cuántas mujeres los necesitarán y para un periodo de tiempo tan corto,
partiendo del principio de anualidad presupuestal. No obstante, para la
certificación exigida se remitió dicha proyección en lo referente a las ca-
sas de acogida haciendo estas salvedades. El recurso no pudo ejecutarse
puesto que la incorporación del mismo se hace a través de la secretaría de
hacienda y no de las secretarías de gobierno o de la mujer, además de que
se exigía su ejecución al 24 de diciembre. La entidad territorial manifiesta
que faltó asistencia técnica por parte del Ministerio, quien les señaló que
primero se certificaran y luego realizaría dicha asistencia.

(ii) En caso de Valle del Cauca, los recursos fueron desembolsados en


septiembre de 2020, sin embargo, este no fue otorgado a través de una
resolución, lo que no generaba seguridad en el gasto del mismo. A su vez,
la entidad territorial no recibió los lineamientos acerca de cómo usar el
recurso desde el ministerio de salud. Frente a este panorama, el depar-
tamento consultó al Ministerio en diversas ocasiones, con el conjunto de

57
cuestionamiento que tenían para la ejecución del recurso, sin obtener
una respuesta clara; a su vez, la entidad señala que los valores otorgados
por el ministerio, por ejemplo, para un cupo en una mujer en una casa
de acogida, es la mitad del costo real que tiene el ingreso y estadía de una
mujer en la casa de acogida. Situación similar se presentó con los montos
de transporte definidos por el Ministerio por lo que los criterios y valores
del gasto no se encuentran ajustadas a la realidad y no se han generado de
manera situada en el contexto territorial.
Sumado a esto, se ha determinado que este recurso es subsidiario, pos-
terior al gasto del recurso propio de la entidad territorial y el departamen-
to ya había designado un presupuesto basado en las necesidades de las
mujeres del territorio. Así, el recurso no pudo ejecutarse toda vez que el
departamento no conocía de manera clara los criterios para la ejecución
del gasto, y algunos de los valores allí inscritos no corresponden con las
necesidades y valores reales del proceso de medidas de atención. Razones
por las que finalmente el dinero se reintegró al ministerio en la totalidad
de lo que había sido otorgado.

(iii) En el caso de Bogotá, no se pudo acceder al recurso otorgado por el


Ministerio de Salud por lo complejo de su ejecución. Lo anterior, aten-
diendo a que el proceso para hacer uso de dicho recurso es sumamente
dispendioso, demorado y complejo; por eso, pese a haber cumplido con
una serie de capacitaciones para hacer el requerimiento adecuado, fue
imposible para la entidad territorial hacerlo efectivo. En ese orden de
ideas, la entidad ha optado más bien por hacer uso del presupuesto del
distrito para no demorar aún más la ejecución de las acciones necesarias
para proteger a las mujeres en riesgo.
Adicionalmente, la Secretaría de la Mujer como entidad territorial en-
cargada, refirió que el otorgamiento de medidas de atención con el recur-
so otorgado externamente requiere de la colaboración y el trabajo articu-
lado de varias entidades adicionales a ella, como lo son la Secretaría de
Hacienda, la de la salud, hábitat, etc. Y su coordinación es indispensable
también para hacer uso de esos recursos otorgados por el Ministerio. Por
lo anterior, aunque esta ha estado dispuesta y presionando para el avance
de ese trabajo articulado, el mismo depende también de la disponibilidad
de las demás entidades que ha sido muy difícil de conseguir. Esto ha su-
puesto además una sobrecarga en la Secretaría de la Mujer que, adicional
a su parte, tiene que resolver los procesos de las demás entidades. En ese
sentido, parece ser más peligroso quedarse a la espera de esa articulación
pues supone una demora adicional para la atención de la mujer y resulta

58
siendo más ágil que la entidad territorial adelante el proceso sola y con su
propio recurso.
Finalmente, al referirse al proceso de la ejecución del presupuesto, la
entidad también mencionó dos dificultades adicionales. Primero, hay un
desconocimiento administrativo técnico sobre cómo entregar los subsi-
dios, cómo hacer contratación del servicio hotelero y demás. Segundo,
hay muy baja solicitud de las medidas previstas en el decreto por su des-
conocimiento y el desconocimiento de la ruta para solicitarlas, tanto por
parte de las mujeres como de las mismas entidades que las atienden como
las comisarías de familia.

En atención a lo anterior, el Ministerio de Salud profirió la Resolución 366 de


2021 mediante la cual asignó nuevamente recursos a las entidades territoriales
de Buenaventura, Atlántico, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Risaralda y Valle
del Cauca publicó y estableció “lineamientos para la ejecución de los recursos
destinados a concurrir en la implementación y prestación de las medidas de
atención dirigidas a las mujeres víctimas de violencia. Resolución 366 de 2021”.
En dicha resolución, se establece que los recursos asignados por el Ministerio
de Salud estarán dirigidos a cofinanciar las medidas de atención establecidas en
la Ley 1257 en sus dos modalidades: a) casas de acogida, albergues, refugios o
servicios hoteleros y b) subsidio monetario. Para su asignación, la Resolución
establece que las entidades territoriales deberán acreditar, ante la oficina de
Promoción Social del Ministerio de Salud en cumplimiento de los requisitos an-
teriormente mencionados, en cuanto a la infraestructura, ubicación y disponi-
bilidad de las casas de acogida, albergues o refugios. Al respecto, llama la aten-
ción que la Resolución impone unos requisitos exigentes sobre la ubicación,
capacidad y funcionamiento de las casas de acogida, refugios o albergues, pero
insiste en la autonomía que tienen las Entidades Territoriales para la prestación
de los servicios e implementación de las medidas de atención, al tiempo que se
reitera que los recursos de dicho Ministerio son en calidad de concurrencia en
tanto la mencionada autonomía de las Entidades Territoriales. Lo anterior ha
implicado, en la práctica, que muchas entidades territoriales no puedan cum-
plir con los requisitos impuestos por la Resolución y, consecuentemente, a pe-
sar de tener a su cargo la obligación legal de otorgar las medidas de atención de
conformidad con el Decreto 1630, no puedan acceder a los recursos que para
ello dispone el Ministerio de Salud. Prueba de ello, es que la misma Resolu-
ción establece que sólo 7 entidades territoriales en todo el país cumplieron con
los lineamientos establecidos, dentro de las cuales no se encuentra el Distrito
Capital, ciudad que cuenta con una amplia red de casas de acogida, refugios y
albergues y que fue el modelo en el cual se basó tanto el Decreto 1630 como para

59
la Resolución 366, al tiempo que fue la base de la construcción del modelo de
Cundinamarca.
Adicionalmente, la Resolución establece que los recursos aportados por el Mi-
nisterio de Salud solo podrán utilizarse para “i) incrementar el número de cupos
de atención con los que actualmente cuenta la Entidad Territorial en modalidad
de casas de acogida, albergues o refugios”; o “ii) fortalecer la implementación
en medidas de atención en modalidad de subsidio monetario”. Lo anterior, por
cuanto los recursos son asignados en calidad de concurrencia con los recursos
que debe destinar la Entidad Territorial para la implementación de las medidas
de atención, de conformidad con el Decreto 1630 de 2019. No obstante, la reso-
lución no establece cómo, ni cuál es la forma de concurrencia de los recursos
de las Entidades Territoriales, ni cuál es la forma de interlocución entre estas
y el Ministerio de Salud, pues en cada una de las Entidades Territoriales es la
Secretaría de la Mujer la que tienen a su cargo las medidas de atención y no las
Secretarías de Salud, quienes dialogan directamente con el Ministerio.
En adición a lo anterior, en la reunión sostenida entre el Ministerio de Salud
y las entidades beneficiarias de la Resolución 366, instaurada el 3 de mayo de
2021, estas últimas presentaron algunas inquietudes y preocupaciones en la
ejecución del recurso:
• No existía claridad sobre el monto o porcentaje de concurrencia entre las
entidades territoriales y el Ministerio de Salud, frente a lo que señaló el Mi-
nisterio, apoyaba para el incremento de cupos o mejoría en la calidad de lo
que ya existía, pero la decisión sobre cómo invertir los recursos era parte de
la autonomía de las entidades territoriales.
• Se expresaban preocupaciones de las Secretarías participantes, ninguna de
salud, sobre el cargue de comunicaciones y utilización de las plataformas del
Ministerio, pues eran propias del sector salud y quienes lideraban las casas
de acogida no eran las Secretarías de Salud. Frente a esto, el Ministerio ofre-
ció una mesa técnica para capacitar a quienes lo solicitaran.
• En los casos en que las entidades territoriales financian “cupos no asignados”
en las casas de acogida, para garantizar que estén disponibles para las mu-
jeres que lo requieran, estos no se pueden financiar con recursos del Minis-
terio por lo que se deben destinar a medidas efectivamente implementadas.
• Las entidades solicitan insistentemente mesas técnicas bilaterales ante las
dudas financieras y administrativas que tienen sobre los recursos, frente a
lo cual el Ministerio resaltó su disposición para hacer el acompañamiento
necesario.

60
• En el caso de las entidades territoriales que no manejan la modalidad de
subsidio monetaria, deben empezar a implementarlo porque es obligato-
rio que tengan la capacidad de otorgar cualquiera de las modalidades de las
medidas de atención.

4.2. OBSTÁCULOS Y RETOS EN LA IMPLEMENTACIÓN


DE LAS MEDIDAS DE ATENCIÓN

Luego del proceso de interlocución y escucha, hemos identificado algunos obs-


táculos que se presentan para la implementación de las medidas de atención y
unos retos sobre los cuales debe volver la institucionalidad, en conjunto, para
superarlos y lograr la efectividad de los derechos de las víctimas.
a. En algunos casos hay un desencuentro entre el modelo que acoge el
Decreto 1630 de 2019 con el que venían operando las entidades territoriales.
Específicamente, en la ET de Antioquia se negó su solicitud de homologación
del modelo que venían implementando aun cuando este venía dando buenos
resultados.
b. El proceso de construcción del Decreto no fue consultado con las en-
tidades territoriales, ni con las organizaciones de mujeres, lo cual ha
llevado a una desconexión paralizante entre el Ministerio y las entida-
des territoriales. Así, los lineamientos presentados por el Ministerio
distan en gran medida con las dinámicas y necesidades propias de los
territorios, las cuales se conforman a través del contexto de las violen-
cias que padecen las mujeres, y esto es posible observar en dos sentidos:
(i) Dentro de los lineamientos hay una serie de exigencias de implementa-
ción de las medidas de atención y uso de los recursos, que no son del todo
funcionales y prácticas con el objetivo de hacer que la mujer pueda alejarse
de la situación de violencia; por ejemplo, se estructura de manera inamovible
el deber de entregar un subsidio de tipo monetario (comprendido así como la
entrega física en efectivo de un monto exacto de dinero), a las mujeres, esto
sin vislumbrar los efectos que tiene esto en la vida de las mujeres -sin des-
conocer su capacidad y autonomía-, que se ha observado desde la experien-
cia del acompañamiento año tras año, y es la generación de escenarios que
aumentan la violencia y no generan una alternativa constante para la mujer.
(ii) Los costos que tiene contemplados el Ministerio no corresponden con los
valores reales que implica, en general, la materialización de las medidas de
atención en todos sus ámbitos para cada uno de los territorios. Por ejemplo,
el monto que se establece para un cupo de una mujer en una casa de acogida
es la mitad del costo real de una mujer que ingresa a una casa de acogida y

61
donde se requiere se inicie de manera inmediata un acompañamiento inte-
gral a la mujer.
c. Sigue siendo confuso para las entidades territoriales el cambio de competen-
cia y el compromiso de sus recursos, pues al revisar la normatividad, cuando
menos, los recursos deben provenir del Sector Salud.
d. Debido a lo anterior, las entidades territoriales tienen dificultades para en-
tender el concepto de “concurrencia” o “cofinanciación” que utiliza el Minis-
terio de Salud, pues en las pocas reuniones que han tenido se ha manifestado
que el recurso entregado es “subsidiario”, es decir, que el Ministerio apoya,
pero la competencia es de las entidades territoriales por lo que, si el recur-
so asignado no alcanza, les compete a ellas la continuación de las medidas
en sus diferentes modalidades. Esto desconoce por completo lo establecido
en la Ley 1257 de 2008.
e. A pesar de los esfuerzos de las entidades territoriales para cumplir con los
requisitos exigidos en la Resolución 595, todavía persisten los retos para
cumplir con el tiempo de duración de las medidas, que debería ser de seis
meses prorrogables por otros seis, pero ninguna tiene esos tiempos.
f. Debido a la forma en que operan las medidas de atención, resulta difícil para
las entidades territoriales hacer una proyección del presupuesto que entrega
el Ministerio de Salud, pues las casas de acogida funcionan según demanda y
esta puede variar. En el mismo sentido, resulta complejo proyectar recursos
para la entrega de subsidios monetarios, especialmente para aquellas enti-
dades donde esta modalidad de la medida es nueva, pues además no existen
lineamientos sobre el mínimo de beneficiarias o la duración del recurso.
g. Las entidades territoriales señalan que han enviado oficios al Ministerio de
Salud solicitando aclarar algunas dudas o dar respuesta a temas de fondo
discutidos en reuniones bilaterales y colectivas, pero en la mayoría de los
casos no obtienen una respuesta. Incluso, se han solicitado asistencias téc-
nicas específicas para cargar la información en las plataformas del Ministe-
rio, para comprender los lineamientos en materia de subsidios monetarios,
para el mismo proceso de certificación, pero no han sido suficientes. Esto
ha llevado a que algunas entidades, como Cundinamarca hayan tenido que
pensarse mesas técnicas con expertas de diferentes sectores para desglosar
la normativa y el documento técnico del Ministerio, y así pensarse la mejor
forma de ejecutar el recurso.
h. Lo anterior se complejiza ante la ausencia de información y parámetros res-
pecto a los tiempos en cada anualidad en los cuales se consignarán los recur-
sos, lo cual no está establecido en la normativa relacionada.

62
i. La garantía de las medidas de atención ha estado en cabeza del sector salud,
sin embargo, las entidades territoriales han hecho un esfuerzo por tener ca-
sas de acogida como medidas de protección, sin involucrar a salud. Con el
cambio de modelo, se trasladan lógicas del sector salud a otras secretarías
como las de mujeres o de gobierno, que no tienen la experiencia ni el mismo
músculo que dicho sector. Ello afecta su implementación, pues son depen-
dencias que no tienen la misma visión del trabajo y acompañamiento a las
mujeres, toda vez que se realizaban desde escenarios diferenciados.
j. Una de las consecuencias del traslado de competencias del sector salud a
otros sectores, es el manejo de los sistemas de información y reporte que
maneja el Ministerio de Salud. Estos son familiares para las secretarías de
salud, que no se han involucrado en el proceso, mas no para las secretarías
que están al frente de las medidas de atención. Esto ha generado desgaste
administrativo y demoras pues algunas entidades no cuentan con usuario
para ingresar al sistema, deben iniciar procesos de compra de tokens, no
tienen autonomía presupuestal y deben contar con aprobación del sector
haciendo, entre otras, dificultades que ralentizan el proceso de incorpora-
ción de los recursos.
k. Los recursos que otorga el Ministerio de Salud resultan insuficientes para
los resultados propuestos, y ante la inestabilidad sobre si las ET se po-
drán certificar y luego ejecutar recursos, es muy difícil saber cómo utili-
zar los recursos, pues, al mismo tiempo, deben garantizar el acceso y la
continuidad para las mujeres. Además, no tienen en cuenta las particulari-
dades de cada entidad territorial, como el número de municipios, las distan-
cias entre los mismos, las características de las mujeres, etc. En el caso de
Cundinamarca, por ejemplo, el recurso anual que se destina para financiar las
casas de acogida ya existentes, es cinco veces más que el monto que les fue gira-
do por el Ministerio de Salud en 2020. Esto implica que, si solo se utilizaran los
recursos de las medidas de atención para las casas de acogida, no podrían seguir
cubriendo los mismos servicios, cupos, mujeres, etc., que cubren actualmente.
l. La exigencia de que los subsidios monetarios sean consignados en cuen-
tas bancarias es una problemática puesto que algunas mujeres no tienen
cuentas bancarias o no quieren crearlas. Es por esto que la transferencia
no puede ser la regla general, ya que no en todos los territorios hay bancos
o si los hay varían según el municipio, y esta medida no tiene un enfoque
diferencial que tenga en cuenta las mujeres en situaciones de discapacidad
física o mental, mujeres indígenas, mujeres migrantes, etc. Al respecto no
hay lineamientos, aunque la respuesta del Ministerio es que deben ajustarse
a los mismos.

63
m. No existe claridad sobre cuál es la metodología adecuada para hacer la valo-
ración de riesgo especial de las mujeres. Esto tiene un impacto importante
en la solicitud de la medida de atención y no se evidencia por parte de las
entidades territoriales que haya una articulación entre el sector salud y el
sector justicia -encargado de la Policía Nacional- para su adecuada valora-
ción, generando dinámicas diferentes y metodologías diferentes para la va-
loración. En algunas entidades territoriales como Cundinamarca, las Comi-
sarías de Familia han optado por no tener en cuenta la valoración de riesgo
de la Policía y en su lugar aplican los instrumentos para tales efectos del
Ministerio de Justicia.
n. Hace falta sensibilización y formación a las Comisarías de Familia para la
atención y valoración de los casos de violencias contra las mujeres, lo cual es
fundamental al ser estas entidades las competentes para otorgar las medidas.
o. Tampoco hay consideraciones en torno a las mujeres con enfermedades psi-
quiátricas, en situación de habitabilidad de calle o con consumo de sustan-
cias psicoactivas en relación al uso del recurso, en específico del subsidio
monetario, por parte de ellas. Básicamente, se dispone que no podrán ser in-
tegradas a las casas de acogida, como parte de lineamientos generales, pero
no se observa una metodología diferente y adecuada para otorgar un acceso
de las mujeres a las diferentes modalidades de las medidas de atención.
p. Ninguna de las entidades territoriales tiene la capacidad actual de otorgar el
subsidio monetario, tanto por infraestructura como por lineamientos técni-
cos, financieros y jurídicos que garanticen un acompañamiento integral y la
no instrumentalización de las mujeres al recibir el dinero.
q. Uno de los propósitos de las medidas de atención es garantizar la salud de
las mujeres víctimas de violencia. En ese sentido a pesar del cambio de com-
petencia del decreto, el sector salud tiene un papel fundamental en su im-
plementación, sin embargo, sumado a la ausencia de lineamientos del Mi-
nisterio ya reseñada, las entidades locales de dicho sector tampoco se han
involucrado en los procesos de certificación e implementación de las medi-
das, y como en algunas entidades territoriales, que cuentan con las casas de
acogida son otros sectores como gobierno, mujer o justicia, esto ha implica-
do obstáculos para el acceso a información, afiliación de las mujeres, aten-
ción en salud por parte de las EPS, sin que las secretarías de salud muestren
disposición por articularse a estos procesos.

64
r. Se observa por parte de las entidades territoriales que contemplar sanciones
a quienes no logren ejecutar los recursos asignados es problemático en tanto
puede generar escenarios erráticos y de omisión de procesos necesarios para
la adecuada ejecución de los recursos. Así mismo, tampoco hay claridad so-
bre cómo proceder ante la devolución de recursos que no fueron ejecutados.

65
5. CONCLUSIONES

E
l proceso de implementación del Decreto 1630 de 2019 ha generado obs-
táculos y dificultades para su implementación en las entidades territoria-
les, toda vez que se construyó sin consultar e incluir de una manera activa
a las entidades territoriales, omitiendo de esta manera las realidades y necesi-
dades concretas de cada territorio, así como la dinámica de implementación de
los elementos de las medidas en cada departamento.
Producto de lo anterior, el Ministerio de salud construyó lineamientos que
resultan materialmente imposibles de implementar para las entidades, resul-
tando así, que el recurso destinado para la implementación de las medidas de
atención, desde el orden nacional, no se ha integrado para garantizar de mane-
ra adecuada a las mujeres las medidas de atención. En consecuencia, los linea-
mientos y el modelo establecido generan obstáculos de aplicación en razón a la
discordancia con las necesidades territoriales.
Anclado a esto, el ministerio no genera escenarios de interacción y de
discusión continuos, constantes e inmediatos con las entidades, de manera tal
que sea posible otorgar soluciones a las problemáticas y necesidades de las en-
tidades territoriales.
Desde esta experiencia y conocimiento integral de las entidades territoriales,
se observa que el subsidio monetario como está concebido en su entrega no
resulta funcional para un gran porcentaje de las entidades, dado que se con-
vierte en la práctica en una acción con daño, en la que como se ha reiterado en
algunos puntos a lo largo del documento, pone a las mujeres en una situación
de vulnerabilidad mayor y se generan escenarios en el que las mujeres no les es
posible superar una situación de independencia económica.
Bajo este modelo, se genera un escenario que fortalece el trabajo poco arti-
culado y activo por parte de diferentes entidades que deben trabajar en la eje-
cución de las medidas de atención. Por parte de los diferentes sectores de las
entidades territoriales, se asume que la secretaría de la mujer es quien tiene que
ejercer este trabajo, razón por la que no se involucran de manera adecuada en la
ejecución de las medidas de atención en lo que deberían integrarse; por ejem-

66
plo, algunas entidades territoriales no les ha sido posible ejecutar el recurso
puesto que no tienen los elementos necesarios para esto; las medidas de aten-
ción en salud no se cumplen de forma adecuada porque no hay un trabajo con-
junto y activo por parte de las prestadoras de salud; la secretaría de hábitat no
se integra con lo relacionado a subsidios y servicios hoteleros, y de esta forma
con toda la red de entidades que debieran estar involucradas en este proceso, las
cuales relegan la responsabilidad completamente a la secretaría de la mujer, de
la respectiva entidad territorial.

67
6. HERRAMIENTAS Y RECOMENDACIONES
a. En este panorama descrito, resulta indispensable construir un espacio, esto
es, un escenario de interacción constante, no una sola sesión, de diálogo y
construcción conjunta donde las Entidades Territoriales (representadas por
todas las entidades involucradas en la prestación de los servicios propios de
las medidas de atención), a nivel departamental, municipal y las organizacio-
nes de mujeres generen recomendaciones y observaciones, las cuales sean
escuchadas, debatidas e integrados en los lineamientos del Ministerio y en
su metodología de trabajo respecto a las medidas de atención.
b. A raíz de la recomendación anterior, el Ministerio de Salud deberá generar
lineamientos con enfoque territorial.
c. Los criterios deben adaptarse a lo que hemos nombrado como la realidad de
las necesidades de las mujeres y las entidades territoriales para la garantía
integral real de las medidas de atención y, en general, el derecho de las mu-
jeres a una vida libre de violencias, adaptando: presupuestos reales, metodo-
logías útiles y apropiadas para las realidades.
d. Se requiere la flexibilización del criterio restringido del método previsto para
otorgar el subsidio monetario por transferencia, toda vez que como mencio-
namos anteriormente resulta completamente inadecuado y poco oportuno
para las mujeres y en el ejercicio para las entidades, de manera tal que pueda
darse en dos modalidades, así:
• Inicialmente, desde el acompañamiento psicojurídico deberá hacerse
una evaluación de la situación de la mujer, direccionada a estructu-
rar si en el caso específico al entregar un monto de dinero directa-
mente a la mujer, por medio de transferencia, aumenta su contexto de
vulnerabilidad.
• En esta evaluación también se observarán las condiciones econó-
micas de la mujer, por ejemplo, en qué se desempeña y qué le sería
más favorable.

68
• Se generará un informe con la conclusión del resultado y desde allí se
mostrarán las modalidades en las cuales resulta adecuado para las mu-
jeres (las modalidades podrán ser entrega directa de insumos y pago
de alojamiento, o entrega de dinero).
• Independientemente de la modalidad de subsidio monetario elegida.
e. El Ministerio de Salud deberá estructurar y dar lineamientos directos al sec-
tor salud en nivel territorial, para que así se genere un cumplimiento de sus
funciones en términos de la atención en salud integral a las mujeres en el
marco de medidas de atención.
f. Los lineamientos y la estructuración de aplicación de las medidas de aten-
ción deben tener un enfoque en el trabajo integrado con los municipios de
los departamentos.
g. El ministerio debe explicar de manera clara, a través de un documento o he-
rramienta, cómo funciona la cofinanciación, en qué consiste y cuáles son las
obligaciones de las Entidades territoriales al respecto.
h. Resulta indispensable generar un mecanismo para que en la implementa-
ción de las medidas de atención esta no se ubique en la voluntad política de
las Entidades Territoriales, toda vez que la Ley 1257 de 2008 otorgó estas al
sector salud, por ser el sector más apto y robusto para poder garantizar de
manera efectiva las medidas de atención.
i. Así mismo, el Ministerio de Salud debe establecer un procedimiento claro,
con recomendaciones y herramientas, para que las entidades territoriales
puedan lograr la certificación, desembolso y ejecución de los recursos. Ello
se debe hacer de la mano de las entidades territoriales, con el fin de que
cuente con enfoque territorial y responda a las necesidades y modelos imple-
mentados actualmente en los territorios.
j. Deberán implementarse acciones de control político a nivel territorial y na-
cional para observar la forma en que se han implementado desde todos los
sectores y entidades las acciones para garantizar las medidas de atención
a las mujeres.
k. Es necesario generar mecanismos de transición, donde las entidades, de la
mano con las recomendaciones otorgadas en los puntos anteriores, puedan
realmente transitar por el cambio de normatividad, con las adaptaciones
necesarias para su efectiva implementación.

69
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73
Experiencias territoriales en la implementación
del nuevo modelo de las medidas de atención previstas
en la Ley 1257 de 2008: avances, retos y obstáculos
fue compuesto en caracteres Source Serif Pro y Nunito Sans.
La edición estuvo al cuidado de Sisma Mujer y Editorial Cuatro Ojos.
Las medidas de atención hacen parte de la atención integral a la que tienen
derecho las mujeres, niñas y adolescentes víctimas de violencias basadas
en género. A pesar de la importancia que revisten por su posibilidad de
garantizar tanto la vida e integridad de las víctimas, como su estabilización
para prevenir nuevos ciclos de violencias, a trece años de la expedición
de la Ley 1257 de 2008 aún no han sido implementadas.
Debido a los profundos cambios en la competencia y financiación
de dichas medidas, en este documento presentamos algunas herramientas
que tienen como finalidad aunar esfuerzos para que, después de tanta espera
de las víctimas, se implementen las medidas y se continúe avanzando
en el mandato imperativo de garantizar el derecho humano
de las mujeres a vivir una vida libre de violencias.

UNIÓN EUROPEA

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