Colombia siendo un país con los índices más altos de biodiversidad a nivel
mundial, incluido en la lista de los países megadiversos, un grupo de países que
albergan el mayor índice de biodiversidad de la Tierra. Un país que alberga 59
áreas protegidas designadas a nivel nacional, contiene 200 tipos de ecosistemas
costeros y continentales, con más territorio de páramos en el mundo; más del 60
% del ecosistema andino colombiano está clasificado como páramo. Así mismo,
Ahora acoge dos puntos calientes de biodiversidad; los Andes Tropicales y
Tumbes-Chocó-Magdalena. En 2019, según el Sistema de Información sobre
Biodiversidad de Colombia, 62.829 especies estaban registradas en el país, de
ellas más de 9000 son consideradas especies endémicas. Colombia ocupa la
primera posición en el mundo en número de especies de orquídeas y aves, la
segunda posición en plantas, anfibios, mariposas y peces de agua dulce, tercer
lugar en especies de palmeras y reptiles y el cuarto lugar en la biodiversidad de
mamíferos. Desde 1998, el Instituto Humboldt de Recursos Biológicos ha estado
recolectando muestras de biodiversidad. A partir de 2014, 16.469 muestras, que
representan alrededor de 2.530 especies de 1.289 géneros, y 323 familias de la
biodiversidad colombiana se han almacenado en sus archivos. Según un informe
de WWF (Fondo Mundial De La Naturaleza), cerca de la mitad de los ecosistemas
que existen en Colombia se encuentran en estado crítico o en peligro. Asimismo,
de 1.853 especies de plantas evaluadas, 665 (36 %) se encuentran amenazadas y
en peligro de extinción, mientras que, de 284 especies de animales terrestres
evaluados, 41 están en peligro crítico, 112 amenazadas y 131 son considerados
vulnerables. La biodiversidad de Colombia está en riesgo, principalmente debido a
la pérdida de hábitat, la urbanización, deforestación y sobrepesca. Según un
estudio de 2001, se pierden 260.000 hectáreas de área boscosa cada año.
Alrededor de 1200 especies están en peligro crítico, Y 922 especies son
introducidas en Colombia, 22 de las cuales están clasificadas como especies
invasoras en Colombia. De acuerdo con esto Colombia enfrenta una problemática
de tipo ambiental y a la cual se le debe poner la lupa, actualmente Colombia tiene
el reto de implementar el Acuerdo de Escazú, que es el primer instrumento
jurídicamente vinculante que busca garantizar el acceso a la información oportuna
en igualdad de condiciones para los grupos más vulnerables. De igual manera el
control de la deforestación, la transición energética y el Acuerdo Global Sobre
Biodiversidad. Desafíos en materia ambiental que el país tiene por delante en los
próximos meses y años, los cuales deben tener un lugar privilegiado en la agenda
nacional. Actualmente, en el Congreso de la República, hace su curso legislativo
un proyecto de ley que busca dar una definición de los pasivos ambientales,
secuelas en la naturaleza producto de las actividades llevadas a cabo por las
personas. Este tipo de consecuencias sobre la Tierra son una deuda ambiental
que debe ser saldada de manera urgente. Una ley que defina los pasivos
ambientales, clasificándolos, por ejemplo, según su origen, responsables y el tipo
de afectación, significa un paso en la dirección correcta para empezar a enmendar
el daño ocasionado. Si bien es cierto que los entes gubernamentales y las
instituciones encargadas de la protección del medio ambiente deben tomar
medidas hay que tener muy presente que nosotros los Colombianos como los
directamente afectados por toda esta situación ambiental debemos iniciar
acciones de tipo personal que ayuden a minimizar el daño y el impacto que
generamos en nuestro territorio, tomar conciencia de que si no recapacitamos y
empezamos tomar medidas que, por muy pequeñas que creamos que sean
ayudaran y a reducir y frenar un poco el daño que estamos haciendo a nuestro
habitad, en nuestras manos y en esos pequeños actos también esta parte de la
solución y mejora de nuestro medio ambiente.