MARKETING ESPIRITUAL
Una fórmula comprobada de 5 pasos para crear riquezas fácilmente
desde su interior
Joe Vitale
“Espíritu es sustancia que se forma a sí misma según tus
demandas, y debe tener un patrón de donde partir. Una bola de
masa está tan dispuesta a ser formada en pan de barra como en un
panecillo. De igual manera, al Espíritu le da igual lo que
demandamos.”
Prefacio a la Edición para Istbooks.com
Escribí lo que usted está a punto de leer en 1999, cuando presenté
por primera
vez este libro como un obsequio privado a sólo 35 personas. Desde
entonces, han ocurrido más milagros. He aquí unos de éstos:
* Cuando escribí este libro por primera vez y describí el coche de
mis sueños, el coche de mis sueños era un Saturn. Ahora he
ampliado mi sueño y mi auto. Ahora manejo un BMW Z3 2.8
Roadster. ¡¡¡En mi vida me he divertido tanto manejando!!! A medida
que crecí en mi vida, y me hice más atrevido en mis sueños,
naturalmente deseaba un coche diferente. Fui guiado al Z3, que
simboliza los grandes cambios en mi vida. ¡Y además es padrísimo
conducirlo! De verdad usted puede tener cualquier cosa que se
imagine.
* Cuando escribí este libro por primera vez, seguía casado con
Marian, quien había estado conmigo por más de veinte años. Desde
entonces decidimos que estábamos tomando sendas distintas. No
hubo nada negativo acerca de la experiencia o la decisión. Marian
decidió que prefería vivir sola. Yo decidí buscar otra mujer. Encontré
otra en Nerissa, a quien amo profundamente. Marian y yo seguimos
siendo amigos, y ambas están en mi corazón. Soy un hombre con
suerte.
De verdad los grandes cambios en la vida pueden ser fáciles y
naturales.
* Cuando escribí este libro por primera vez, me fijé una meta acerca
de tener ingresos pasivos. Quería que el dinero viniese a mí
fácilmente y sin esfuerzo, siempre, consistentemente, sin importar
dónde estuviese o lo que hiciere. Después fui guiado a encontrarme
con Mark Joyner, Gerente General de Aesop Marketing,
quien me preguntó si él podía colocar uno de mis libros en línea
como un libro electrónico. Yo tenía mis dudas. Pero le di “Hypnotic
Writing” [Redacción hipnótica], un manuscrito que escribí hace
muchos años. Mark lo colocó en línea, lo promovió y las ventas me
dejaron con el ojo cuadrado. Y hoy, siete meses después de que el
libro debutara en línea en http://www.HypnoticWriting.com , las
ordenes siguen llegando. Ya que no hay ningún libro que imprimir,
almacenar o enviar por correo, todos los ingresos son pasivos. Cada
mes recibo un cheque, a veces por cantidades sorprendentes.
Ahora sonrío mucho. Sé que cuando fijas una intención, fijas las
fuerzas de la vida para atraerla a ti, y atraerte a tu intención.
* Cuando escribí este libro por primera vez, vivía en Houston.
Después de conocer a Nerissa, me mudé a Austin. Luego comencé
el proceso de manifestar el
hogar de nuestros sueños. Luego de unos meses, encontramos una
hermosa propiedad de dos pisos en las lomas, situada en dos acres,
con cervatillos y liebres silvestres, una piscina exterior, entre Austin
y San Antonio, en una pequeña comunidad artística y espiritual
llamada Wimberley, Texas. Encontré esta casa gracias a que tenía
una imagen clara de lo que quería, y seguí cada impulso intuitivo
que percibía. El resultado fue un milagro.
Platicaba con Nerissa acerca de los milagros continuos en mi vida.
“Eso te sucede siempre,” dijo ella.
Mencionó que apenas el otro día quería hacer una reserva para
viajar en avión a Ohio para ver a mi familia. Los boletos costaban
casi mil dólares. Yo sencillamente sabía que podía encontrar un
precio mejor, pero estaba dispuesto a aceptar la tarifa regular.
Cuando llamé de nuevo a la aerolínea, me dijeron que tenía tantas
millas de viajero frecuente acumuladas que podía conseguir ambos
boletos por poco más de cien dólares. Padrísimo.
Y Nerissa me recordó la vez que quería completar mi colección de
libros poco comunes de P.T. Barnum. Encontré el último libro que
necesitaba. Pero mi intuición me dijo que no pagara el alto precio
que pedía el vendedor de libros.
Lo dejé. Esperé. Pocos días después, el vendedor bajó su precio.
Eso es insólito.
Y sí, compré el libro.
Y ella me recordó la vez que busqué un libro por casi siete años sin
poder dar con él. Luego, cuando menos me lo esperaba, un amigo
de correo-e en Canadá me escribió y dijo que él tenía el libro. Le
rogué que me dejara comprarlo. Él se negó. Pero unos días
después decidió simplemente enviarme el libro—¡sin costo alguno!
Y ella recordó como hace un año, cuando no podía encontrar a una
amiga que
quería y extrañaba, me di por vencido y contraté a un investigador
privado, quien tampoco pudo encontrar a mi amiga. Luego, un día,
siguiendo mi intuición, me aproximé a mi amiga en una clase de
yoga. La encontré sin ningún esfuerzo.
Nerissa también me recordó acerca del incidente que sucedió
apenas ayer, mientras escribía este mismo prefacio.
He estado practicando el Método Sedona por meses. Es un método
simple para liberar cualquier sentimiento o experiencia negativa a
manera de estar feliz en este momento. Me gusta el método y le he
dicho a muchas personas al respecto mediante mi boletín
electrónico mensual.
Estaba leyendo un libro por Lester Levenson, fundador del Método
Sedona, ayer por la mañana. Estaba sentado en mi sillón favorito,
leyendo, siendo feliz, preguntándome cómo podría aprender más
acerca de Sedona y de Lester. Recuerdo que estaba pensando:
“Oye, sería bueno conocer gente Sedona y aprender más acerca de
lo que hacen.”
Ese mismo día revisé mi correo electrónico (e-mail) y, oh gran
sorpresa, había un mensaje del director del Instituto Sedona. Él
había escuchado sobre mí “mediante un pajarito” y quería hablar
conmigo acerca de cómo les podría ayudar a
promover su página de Internet en http://www.sedona.com.
¡Increíble!
Y luego las incontables veces cuando quiero dinero para esto o
aquello, y se me ocurre una idea que genera un montón de dinero
rápido.
Una vez mientras organizaba un seminario de “Mercadotecnia
espiritual”. En vez de eso, decidí ver si alguien se inscribiría en línea
y tomaría la clase por Internet. Anuncié que la clase se efectuaría
solamente por correo-e, duraría cinco semanas y costaría $1,500
por persona. Quince personas se inscribieron, generando una buena
suma de dinero en poco tiempo. Muy bien.
“Te suceden milagros todo el tiempo,” repitió Nerissa.
“¿Por qué piensas que es así?” pregunté. “La verdad es que no
siempre ha sido así.”
“Porque ahora practicas los pasos de Mercadotecnia espiritual,”
explicó. “Te conviertes en un imán de todo lo que quieres.”
No hay duda. Si tratara de documentar todos los milagros que
siguen ocurriendo solamente en mi vida diaria debido al método de
“Mercadotecnia espiritual” nunca dejaría de escribir este libro y
nunca lo podría presentar al público.
Lo que quiero decir es esto: La fórmula de cinco pasos que usted
está a punto de descubrir funciona.Y porque funciona, quiero que
usted la tenga.
Una vez le dije a Nerissa que en la vida hay un camino fácil y uno
difícil.
Cuando recién la conocí, ella estaba escalando el lado rocoso de la
montaña.
Luego le señalé que también hay escaleras mecánicas en la vida.
Usted puede tomar el camino difícil o el camino fácil. Todo depende
de usted.
Este libro le muestra dónde están las escaleras mecánicas.
Súbase y disfrute el ascenso.
Ahora voy a apagar mi computadora, entregar este libro a
Istbooks.com y dejarle
a usted leerlo.
Dígame lo que piensa... y los milagros que suceden en su vida
también.
Joe Vitale
[email protected]“Si no nos gusta lo que nos está sucediendo en el mundo, lo único
que tenemos
que hacer es cambiar nuestra consciencia— ¡y el mundo externo
cambia para nosotros!” Lester Levenson, “Llaves a la libertad
máxima”,1993 [Keys to the Ultimate Freedom]
Prólogo de Bob Proctor
Abrí el paquete de entrega inmediata y encontré dentro un
manuscrito
encuadernado en espiral. Dos palabras saltaban de la portada:
Mercadotecnia
espiritual. Mmmm. Pensé para mis adentros: qué título tan
interesante. Esas dos
palabras... Mercadotecnia espiritual... seguían bailando en mi
mente.
Nunca antes había visto a esas dos palabras como socias, pero allí
estaban,
codo a codo, en perfecta armonía. Eran una pareja hermosa.
Definitivamente eran
la una para la otra. Sí, la unión de estas dos palabras ha creado el
potencial de
causar un impacto profundo y positivo en el mundo... su mundo y el
mío. De algún
lugar de dentro de mí me vino el pensamiento que se necesitaría un
Joe Vitale
para crear una combinación tan potente. También pensé: Joe no
sólo es un buen
hombre; también escribe libros geniales.
Lo más seguro es que usted esté tan ansioso de entrar al libro como
yo lo
estaba cuando lo tuve en mis manos por primera vez. Sin embargo,
antes de que se
adentre más, hay que establecer una aclaración muy importante:
Al decir “Mercadotecnia espiritual” no queremos decir mercadotecnia
religiosa.
El autor de este explosivo librito y yo estamos de acuerdo en que
ninguno de
nosotros está ni remotamente calificado para escribir sobre ese
tema. Más bien
nos referimos a la presencia dentro del espíritu universal... el “yo”
verdadero.
El Espíritu está presente y opera en todos. El Espíritu siempre se
expresa
perfectamente... por Ley. La mejor definición de la palabra “ley” que
he
encontrado en mis casi cuarenta años de investigaciones divertidas
surgió del Dr.
Thurman Fleet. Él explicó: “Ley es el método uniforme y ordenado
del Dios
omnipotente.”
A medida que lee cualquiera de los libros de Joe Vitale o escucha
cualquiera de
sus programas grabados, sabrá que a él le encanta estudiar las
Leyes. En este su
libro más reciente, Joe ha unido eficazmente las Leyes a su
verdadero amor:
mercadotecnia. Usted y yo somos los beneficiados de sus años de
trabajo. Él ha
tomado algo que puede ser una labor compleja y laboriosa, y la ha
presentado en
sólo cinco pasos simples. Los cinco pasos descritos en
Mercadotecnia espiritual
le ayudarán a lograr o adquirir cualquier cosa que usted desee con
sinceridad. Sé
que esto es cierto porque he usado personalmente estos cinco
pasos por los
últimos cuarenta años para establecer y lograr un sinfín de metas en
todo el
mundo.
Aunque verá que cada paso es fácil de entender, seguirlo requerirá
disciplina.
Su viejo paradigma, conocido comúnmente como su
“condicionamiento antiguo”,
peleará contra usted. De hecho, su condicionamiento antiguo le dará
una tremenda
batalla.
Verdaderamente los paradigmas no mueren fácilmente, y las armas
que usan los
paradigmas para encarcelarlo en la vida tienen un poder potencial
fenomenal. A
menudo me refiero a ellos como el trío con el poder de paralizar... de
hecho son
insidiosos. Éstos son DUDA, TEMOR y ANSIEDAD. Éstos tienen el
poder de poner un
alto total a su progreso justo en el momento en que decide poner
manos a la obra Debe darse cuenta que la duda lo invade
sigilosamente y causa temor, el cual a
su vez se vuelve ansiedad. Estos tres pueden atacar como un
relámpago. Sin
embargo, pueden y deben ser detenidos. La causa primordial de
estos demonios
debilitadores es IGNORANCIA.
Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Ésa es una verdad
hermosa.
Usted debe entender que sólo hay una cosa de la cual ser libre, y
esa es la
ignorancia. En el momento que usted sienta que la duda quiera
invadir su mente sigilosamente, tome este libro y lea unas cuantas
páginas. Ábralo donde sea y lea. Cosas maravillosas sucederán. Su
entusiasmo aumentará y usted regresará al camino correcto hacia
un futuro prometedor.
Este librito será su amigo, su propia Lámpara de Aladino. Los
conceptos en cada página le fortalecerán. ¡No salga sin él!
De vez en cuando, mientras lea, deje de leer, cierre el libro,
acomódese en una postura relajada y considere. Piense en gente
rica y ecuánime que conozca.
considere lo que ellos han estado haciendo con sus vidas... y de
repente se dará cuenta de que están haciendo lo que este librito le
sugiere que usted haga.
¿Quiénes son los que más producen en su industria? ¡Considérelo!
¡Ellos están llevando a cabo lo que este libro le está sugiriendo que
haga!
Ahora, continúe al Paso Uno. Convierta todos y cada uno de los
pasos en parte habitual de su conducta. Lea este libro todos los
días. A medida que lo hace, comenzará a disfrutar la consecución
progresiva de todos los deseos de su corazón.
Bob Proctor, Toronto.
Confesión verdadera del autor
Lo admito. Nunca quise publicar este libro o presentarlo a una
amplia audiencia. Tenía miedo. Escribí este libro para una persona:
mi hermana. Bonnie tenía tres hijos, estaba desempleada y recibía
asistencia social. Me dolía verla sufrir. Yo sabía que su vida podía
ser diferente si ella conociese el proceso de cinco pasos para crear
todo lo que ella quisiese. Escribí este material para ella solamente,
en 1997. Ella ya no recibe asistencia social y está de lo mejor.
Todavía no es rica, pero creo que le he mostrado una manera nueva
de vivir la vida.
Nunca quise hacer público este libro porque tenía miedo de cómo
me percibiría el mundo. He escrito diez libros, hasta ahora, para
conocidas y conservadoras organizaciones como la Asociación
Americana de Mercadotecnia y la Asociación Americana de
Administración. Además tengo un programa grabado con
Nightingale-Conant. Pensé que si le decía al mundo acerca de mi
interés en espiritualidad, la gente se mofaría de mí, los clientes me
despedirían, y estas organizaciones me rechazarían. Así que me fui
a la segura y guardé este libro en secreto.
Pero en junio de 1999 sentí un impulso interno de darle una copia
de este manuscrito a Bob Proctor, al comienzo de uno de sus
seminarios sobre la “Ciencia de obtener riquezas” [Science of
Getting Rich]. Bob lo leyó y le encantó. Y luego hizo algo
escandaloso.
Había 250 personas en ese seminario en Denver. Bob leyó ante la
audiencia todos los títulos de mis libros, y luego me presentó ante
los concurrentes. Me puse de pie y la gente aplaudió. Me trataron
como una celebridad y me encantó recibir la atención. Pero luego
Bob le dijo a todos acerca de mi libro nuevo, mi libro inédito, este
libro. Yo estaba sorprendido. No estaba preparado para esto.
Contuve la respiración. Luego Bob les dijo el título: Mercadotecnia
espiritual.
Había tal silencio entre los presentes que sentí escalofríos. La gente
no sólo reaccionó positivamente al libro, todo mundo lo quería, y ya.
Cuando menos cincuenta personas vinieron a mí y dijeron que
querían comprar el libro. Bob Proctor luego dijo que quería grabarlo.
Y el representante de una casa editorial en el seminario dijo que
quería publicarlo, ¡sin haberlo visto!
Mis preocupaciones acerca de publicar este libro se esfumaron.
Pude ver que era
el momento perfecto para presentar estas ideas, y vi que yo estaría
a salvo al hacerlo. Así que aquí me tienen.
Al igual que con la mayoría de las cosas en la vida, hay muy poco
que temer, y las riquezas y la gloria le esperan a la vuelta de la
esquina. Lo único que tiene que hacer es ir adelante y hacer las
cosas que su interior le está codeando que haga.
Bob Proctor me codeó frente a 250 personas. Y el resultado es este
libro.
Que lo disfrute--¡y que tenga una larga vida en prosperidad!
Joe Vitale
Austin
Esto es lo que revelará este libro. He aprendido que somos seres
humanos, no hacedores humanos. Cuando usted alcanza un estado
de ser interno claro sobre el servicio que presta al mundo, el mundo
viene a usted. Como dijo una persona famosa, “Ahora los ángeles
dan mi tarjeta de presentación”. ¿Confundido? No hay problema.
Mandy Evans, terapeuta, escritora y una gran amiga mía, dice que
la confusión es ese maravilloso estado mental que está justo antes
de la claridad.
Quizás el relato siguiente le dará un vistazo de lo que digo y creará
el marco de lo que sigue:
Una vez leí un viejo y agradable libro de 1920 titulado Las bases de
la prosperidad [Fundamentals of Prosperity] por Roger Babson. Él
concluyó su libro preguntándole al presidente de la República
Argentina por qué Sudamérica, con todos sus recursos y maravillas
naturales, estaba tan atrás de Norteamérica en cuanto al progreso y
el mercado. El presidente respondió:
“He llegado a esta conclusión. Sudamérica fue poblada por los
españoles que vinieron a Sudamérica en busca de oro, pero
Norteamérica fue poblada por los Peregrinos, que fueron allí en
busca de Dios.”
¿Dónde está su enfoque? ¿En dinero o en espíritu?
En este libro intento ofrecer una nueva manera en que usted puede
crecer su negocio fácil y naturalmente. Ésta está basada en técnicas
de mercadeo comprobadas y principios espirituales eternos.
Revelará cómo es que su estado de ser interno atrae y crea sus
resultados externos—y lo que debe hacer al respecto a fin de que
pueda tener, hacer o ser todo lo que desee su corazón.
¿Funcionan las técnicas? La muestra estará en el botón. Pruébelas
y verá. Yo puedo contarle los éxitos que he tenido—y lo hago en
este libro—pero nada le convencerá más que su uso de estas
simples ideas y ver sus propios sorprendentes resultados. Yo podría
decirle que este método le ayudará a manifestar cualquier cosa que
usted quiera. Usted leerá acerca de personas que crearon coches y
hogares, se curaron de cáncer y crearon relaciones nuevas. Pero
me estoy concentrando en los negocios porque parece haber una
gran escasez de espiritualidad en los negocios. Y voy a dejar que
usted descubra la magia de la promoción con espíritu porque nada
será más potente que su propia experiencia de primera mano.
Acérquese una silla. Póngase cómodo. Respire hondo y relájese.
Hablemos de cómo puede crecer su negocio—y lograr cualquier
cosa que usted desee—mediante el poder mágico de
“Mercadotecnia espiritual”.
“Vivir con riesgos es saltar al precipicio y construir sus alas mientras
va en caída.”
Ray Bradbury
Puede ser de otra manera...
Antes de ser especialista de mercadotecnia y escritor, fui periodista
del mundo interior por más de diez años, y escribí para varias
revistas a la vanguardia.
Como resultado, he visto milagros con mis propios ojos. Por
ejemplo:
* Entrevisté a Meir Schneider, un hombre que fue diagnosticado
ciego. Recibió
un certificado que decía que sufría de ceguera incurable, y hoy ve,
lee, escribe, conduce un auto—y también ha ayudado a cientos de
personas a recuperar su vista.
* Pasé tiempo con Barry y Suzi Kaufman en su Instituto Opción
[Option Institute] y vi y supe de milagros allí. Su propio hijo nació
autista. Les
dijeron que se resignaran. Pero no lo hicieron. Laboraron con su
hijo, lo amaron, lo cuidaron, lo aceptaron... y lo curaron. Hoy él vive
una vida de adulto sobre promedio, feliz y exitosa.
* He estado en docenas de talleres donde he visto gente que ha
cicatrizado
relaciones con sus amantes, sus cónyuges, sus hijos. He
entrevistado a gurús y a mentores, he hablado con gente que ha
disuelto problemas “incurables”, y he experimentado milagros
personalmente en mi propia vida. He llegado a creer que nada—
¡pero nada!—es imposible.
Recientemente he estado trabajando con Douglas Norment, un
hombre llamado “curandero de curanderos” porque su trayectoria de
ayudar a sanar gente es tan impresionante que los médicos le están
enviando sus propios pacientes. He visto a Douglas recibir gente
con problemas de toda clase --de dinero, de espalda, de cáncer--y
ayudarlos a ser curados, a menudo en una sola sesión.
Yo he probado esto por mí mismo. La mayor parte de mi vida he
batallado con el
dinero. Cuando viví en Dallas hace unos veinte años, estaba en la
calle y
hambriento. Robaba para comer. Y cuando me mudé a Houston, era
una pesadilla
frustrante conseguir $200 al mes para vivir en una pocilga. Era un
infierno. Aun
así lo viví por quince años. ¡AÑOS!
Luego, después de unas sesiones con Douglas, de alguna manera
abandoné mis
antiguas creencias sobre el dinero, instalé creencias nuevas, y
ahora mis
finanzas son tan radicalmente diferentes que a menudo me anonada
que tengo tanto:
coches nuevos, casa nueva, viajes por el mundo, más clientes de
los que puedo
atender, y una reserva constante de dinero que me mantiene a flote
en todo
momento. Pago cada cuenta y deuda que me llega, cuando llega, y
nunca tengo
escasez.
¿Qué pasó? ¿Cómo puede Meir curar a los ciegos? ¿Los Kaufman
sanar el autismo?
¿Douglas ayudar a gente con un sinfín de problemas? ¿Yo tener
dinero cuando por
casi una década no tenía casi nada?
Comienza con la consciencia de que “Puede ser de otra manera”.
Es lo que quiero
que entienda en este mismo momento. Que no importa lo que esté
sucediendo en su
vida, no importa lo que piense que va a pasar, puede ser de otra
manera. La
dirección en que aparentemente se dirige puede ser cambiada.
Nada es inalterable.
De hecho, como verá por sí mismo, todo en la vida parece ser
plástico. Puede
moldearlo para hacer lo que usted quiere y donde quiere ir. Incluso
en este mismo
momento, mientras lee estas palabras, puede comenzar a explorar
posibilidades
nuevas: ¿Qué quiere ser, hacer o tener? ¿Sacarse la lotería? ¿Por
qué no? ¿Crecer
su negocio? ¿Por qué no? ¿Sanar algo? ¿Por qué no?
Un amigo mío me preguntó, “¿Cómo sabes lo que es imposible?”
Le respondí, “¿Cómo sabes lo que no lo es?”
Creo que nuestro planeta es lo que se describió en un episodio de
televisión de
Viaje a las Estrellas llamado “Permiso en el puerto” [Shore Leave].
Cuando el
Capitán Kirk y su equipo bajan a un planeta y lo revisan antes de
permitir a la
tripulación bajar para tomar un merecido descanso, comienzan a
experimentar
eventos curiosos. McCoy ve un enorme conejo blanco. Sulu ve un
clásico samurai
que lo persigue. Kirk ve a una antigua amante y a un excompañero
de clases.
Después de experimentar las dichas y las penas de estos sucesos,
se dan cuenta
(gracias al Sr. Espok, por supuesto) que están en un planeta que lee
sus
pensamientos y crea lo que están pensando.
Yo creo que la tierra es ese planeta. Todo lo que usted fije en su
mente con
energía y enfoque tiende a crearse en su realidad. Toma un poco
más obtener
resultados porque constantemente cambiamos de parecer.
Imagínese que usted va a
un restaurante y pide un consomé de pollo. Pero antes de que se lo
traigan cambia
su orden a sopa de lentejas. Y antes de que ésta llegue cambia de
nuevo su orden
a consomé de pollo. Luego se queja y dice, “¡Nunca recibo lo que
quiero!”, cuando
la verdad es que ¡usted es la razón de la tardanza de su sopa!
Casi todos hacemos esto a diario. Nuestra indecisión hace que la
manifestación
de lo que queremos sea casi imposible. Con razón usted siente que
nunca consigue
lo que quiere. Pero, no tiene que ser de esa manera.
Considere lo que Larimer Warner escribió en Nuestra reserva
invisible -parte 1
[Our Invisible Supply], en 1907:
“El Espíritu es sustancia que se forma a sí misma según tus
demandas, y debe
tener un patrón de donde partir. Una bola de masa está tan
dispuesta a ser
formada en pan de barra como en un panecillo. De igual manera, al
Espíritu le da
igual lo que demandamos.”
Esta es la base del proceso de cinco pasos que describiré en este
libro: Sepa
que la vida puede ser diferente para usted, y que la vida misma le
apoyará en lo
que desee.
He aquí la manera:
“Trate de recordar que la imagen que usted piensa, siente y ve se
refleja en la
Mente Universal, y por la ley natural de acción recíproca debe
regresar a usted
de manera espiritual o física.”
Su poder invisible por Genevieve Behrend, 1921
Paso Uno: Sepa lo que no quiere
¿Es necesario que explique esto?
La mayoría de la gente con la que hablo a diario sabe lo que no
quiere. “No
quiero este dolor de espalda.” “No quiero esta jaqueca.” “No quiero
estas
cuentas.” “No quiero batallar en mi negocio.” Usted ya conoce la
letanía. Usted
mismo tiene una.
Desgraciadamente, la mayoría de nosotros dejamos la cosa ahí. La
naturaleza de
nuestras conversaciones, nuestros boletines de noticias, nuestros
programas de
radio y televisión, y los programas de radio hablada se enfocan en la
idea de lo
que no queremos. Sienta bien quejarse. No nos sentimos tan solos.
Nos sentimos
escuchados. Nos sentimos aliviados. A veces hasta recibimos
respuestas que
aminoran nuestros problemas.
Pero casi nunca tomamos este proceso al nivel dos. Rara es la
persona que deja
de quejarse o pelear lo suficiente para enfocarse en lo contrario de
lo que está
experimentando. Pero el nivel dos comienza a realizar los milagros y
manifestaciones que queremos. Saber lo que no quiere es el
trampolín de sus
milagros. Saber lo que no quiere es simplemente su realidad actual.
Y la realidad actual puede cambiar.
“El hombre es un imán, y cada línea y punto y detalle de sus
experiencias
vienen a él por su propia atracción.”
El poder de la vida y cómo utilizarlo, por Elizabeth Towne, 1906
Paso Dos: Escoja lo que quisiera tener,
hacer o ser
Si usted se da cuenta de que puede tener cualquier cosa, ser
cualquier cosa o
hacer cualquier cosa, la pregunta es: ¿Qué es lo que quiere?
El secreto es cambiar cada una de sus quejas en algo que SÍ quiere.
Comience a
enfocarse en dónde quiere ir, no en donde estaba o donde está.
No quiero esta jaqueca pasa a ser “quiero una cabeza despejada”.
No quiero este dolor de espalda pasa a ser “quiero una espalda
fuerte”.
“No quiero estas cuentas” pasa a ser “quiero tener dinero más que
suficiente
para todo lo que desee”.
“No quiero batallar con mi negocio” pasa a ser “quiero que los
clientes vengan
a mí fácil y naturalmente”.
Es un arte cambiar lo que no se quiere y redactarlo de nuevo en lo
se que
quiere. Lo único que hago es escribir lo contrario de mi queja.
Vuelva la oración
180 grados. Si digo, “estoy harto de que me interrumpan cuando
escribo”, lo
contrario sería “quiero escribir en un lugar seguro, tranquilo y sin
interrupciones”.
Tal vez se pregunte qué tiene que ver todo esto. ¿Por qué escribir
estas
oraciones si no le ayudarán a pagar las cuentas o a sanar sus
problemas ni nada?
Buena pregunta. La respuesta: cambiar el enfoque en lo que sí
quiere lo llevará
en la dirección de lo que desea.
Verá, al parecer creamos nuestras vidas a partir de nuestras
percepciones. Si
nos enfocamos en escasez, atraemos más escasez. Si nos
enfocamos en las riquezas,
atraemos más riquezas. Nuestra percepción es un imán que nos
atrae hacia donde
queremos ir.
Si no elige conscientemente a dónde quiere ir, irá a donde su
subconsciente
quiere que vaya. Parafraseando al famoso psicólogo suizo, Carl
Jung, “Hasta que
no vuelva al subconsciente consciente, éste dirigirá su vida, y usted
le llamará
destino.”
En ese aspecto, la mayoría de nosotros estamos en piloto
automático.
Simplemente no nos hemos dado cuenta de que podemos tomar los
controles. Saber lo
que usted quiere le ayudará a enfilar su vida en la dirección que
desea tomar.
Pero hay algo más...
Acabo de almorzar con una encantadora amiga mía. Ella tuvo una
sesión con
Douglas la semana pasada y todavía brillaba. Sus ojos estaban
grandes y con una
chispa, llenos de pasión por la vida. Ella me recordó que aunque
usted piense que
sabe lo que quiere, tal vez tenga que ir más a fondo para descubrir
lo que
realmente desea.
Ella había ido a ver a Douglas con la intención de crear un exitoso
negocio
propio. Douglas le preguntó “¿Con qué fin?” Después de evadir la
pregunta por un
tiempo, ella se dio cuenta de que quería un negocio exitoso “para
probar que era
una persona respetable”.
Recuerdo que yo solía decir que quería escribir libros que fuesen
bestsellers
colosales. Douglas me hizo la misma famosa pregunta, “¿Con qué
fin?” Al principio
me retorcía y daba razones como “lo merezco” o “quiero el dinero” o
“mis libros
valen lo suficiente para esto”. Pero la razón verdadera, el factor
motivador
subyacente, era que quería libros bestsellers “para que la gente me
amara y me
admirara”. Cuando lo dije, sentí un cambio dentro de mí. Sabía que
había llegado
a mi verdadero objetivo. Mi meta, mi intención, era sentir amor.
Mucha gente vive toda una vida siendo impulsados por una
necesidad
subconsciente y no reconocida. El político puede ser un niño que
nunca recibió
suficiente atención. La empresaria puede ser una jovencita que no
se siente a la
par de sus compañeros. El autor de bestsellers tal vez siga
intentando demostrar
que es inteligente, o digno de ser amado o admirado.
La libertad y el poder vienen de saber lo que uno quiere sin llegar a
ser
prisionero de lo que quiere.
Pero hay otra razón de saber y expresar su intención. Cuando la
declara, comienza a descubrir todas las cosas que impiden su
consecución. Tal vez diga que quiere terminar de pagar su casa
para estar libre de esos enormes pagos
mensuales, pero de repente ahí vienen las objeciones: “No gano lo
suficiente como
para pagar totalmente mi casa”, o “¡Nadie hace eso!” o “¿Qué van a
pensar mis
padres?”
Bien sabe a lo que me refiero. Es fácil inventar objeciones. El
secreto es
disolver esas objeciones hasta tener claridad interior. Cuando la
tenga, será
mucho más fácil manifestar lo que quiere.
Permítame explicarle...
Una señora acudió a Douglas porque la iban a operar de cáncer el
próximo lunes.
Ella fue a él un viernes. Ella estaba aterrada por la operación y
quería
deshacerse de sus temores. Douglas le ayudó a disipar todos sus
temores, y dos
horas después, cuando se reincorporó en la mesa, ella se sintió
sanada. Pero aún
así acudió a la operación. El lunes, cuando los doctores la abrieron,
no pudieron
encontrar ningún rastro de cáncer. Ya no estaba allí.
¿Qué sucedió? Repito, nuestras creencias son potentes. La señora
creyó que
podía remover las creencias que estaban causando sus temores, y
así lo hizo. Pero
ella no sabía que sus temores habían causado su cáncer. Cuando
ella removió sus
temores, el cáncer se fue, pues éste ya no tenía un hogar en su
cuerpo. Ella
había tomado un control consciente de su vida eligiendo ir a ver a
Douglas para
eliminar sus creencias negativas. Ella sabía que su vida podía ser
de otra
manera.
Creamos la realidad por medio de nuestras creencias. No estoy
seguro de poder
explicarle esto de forma que tenga sentido. Quizás usted se haya
dado cuenta de
que la gente parece tener problemas recurrentes. ¿Alguna vez se ha
preguntado por
qué cada persona tenía el mismo problema? La persona con
problemas económicos
siempre tiene problemas económicos. La persona con problemas
con sus parejas,
siempre tiene problemas con sus parejas. Es como si cada persona
se especializase
en un trastorno.
Las creencias, subconscientes o no, están creando esos eventos.
Hasta que las creencias que crean los eventos no sean liberadas,
los eventos continuarán sucediendo. Conozco a un señor que ha
estado casado siete veces. Todavía no ha acertado. Él continuará
casándose y divorciándose hasta que se deshaga de sus
creencias subyacentes que causan que sucedan estos eventos. Y
mientras continúa casándose y divorciándose, culpará a los demás
por sus problemas, tal vez culpará al destino, o a Dios. Pero como
usted leyó anteriormente, “Hasta que no vuelva al subconsciente
consciente, éste dirigirá su vida, y usted le llamará destino.”
¿Cuáles son sus creencias?
Examine su vida. Lo que tiene es el resultado directo de sus
creencias. ¿No es
feliz? ¿Tiene deudas? ¿Matrimonio en mal estado? ¿No es exitoso?
¿Mala salud? Sus
creencias están creando estas experiencias en su vida. En un
sentido muy real,
una parte de su ser quiere lo que usted tiene—con todo, incluso los
problemas.
Recuerdo que el gurú de motivación personal Tony Robbins
comentaba acerca de una señora esquizofrénica que sufría de
diabetes cuando estaba con una personalidad y estaba totalmente
saludable con otra personalidad. Las creencias
forman la personalidad. La señora con diabetes tenía creencias que
creaban la
diabetes. Es evidente que si usted cambia sus creencias, cambia la
situación.
¿Cómo se cambian las creencias? Hay que comenzar
seleccionando lo que usted
quiere para su vida. En el momento que elija lo que quiere ser, hacer
o tener,
descubrirá las creencias que impiden su camino. Van a surgir. Y
esto es lo que le
decía antes, que usted puede cambiar sus quejas para que éstas
sean sus metas o
intenciones.
Así que, ¿qué es lo que desea? Use las líneas de abajo para
escribir lo que desea ser,
hacer o tener. Un estudio de Brian Tracy reveló que las personas
que simplemente
pusieron sus deseos sobre papel y luego guardaron la lista,
descubrieron que un año
después el 80% de lo que escribieron se hizo realidad.
¡Escriba lo que desea! (ser, hacer, tener en su vida)
¿Escribió muchas metas?
A veces la gente se siente avara cuando comienza a pedir lo que
desea. Sienten
que están quitándole a los demás.
La mejor manera de vencer esta creencia restrictiva es asegurarse
de que quiera
que los demás también prosperen.
Es decir, si quiere una casa nueva, pero no quiere que su vecino
tenga una,
usted está atorado en el ego y eso es avaricia. Pero si quiere una
casa nueva y
piensa que todo el mundo debe tener una, entonces está
sintonizándose al espíritu
creativo y atraerá o será llevado a esa casa nueva.
Ve usted, la verdad es que no hay escasez en el mundo. El universo
es mucho más
grande que nuestros egos y puede suministrar más de lo que
demandamos. Nuestra
función consiste simplemente en pedir con sinceridad lo que
deseamos. El deseo
que usted tiene proviene de su espíritu interior. Honre este espíritu
escribiendo
lo que realmente desea tener, hacer o ser:
Ahora escriba una meta o intención, algo que de verdad quiera
tener, hacer o
ser.
El enfoque es poder. Repase ambas listas y vea cuál meta o metas
saltan a la vista. ¿Cuál meta o intención tiene mayor energía, o
carga, en ella? Una meta debe intimidarle un poquito y emocionarle
mucho.
Y recuerde que siempre puede combinar metas. No tiene nada de
malo expresar algo así: “Quiero pesar 54 kilos, tener un Corvette
nuevecito y cincuenta mil dólares en mi cuenta bancaria, para
Navidad.”
En las líneas a continuación, escriba la intención más potente que
pueda escribir:
Ahora, este es el paso final:
Escriba su intención como si ya fuese una realidad.
Es decir, “Quiero pesar 54 kilos, tener un Corvette nuevecito y
cincuenta mil
dólares en mi cuenta bancaria, para esta próxima Navidad” se
convierte en “¡Ahora
peso 54 kilos, tengo un Corvette nuevecito y tengo cincuenta mil
dólares en el
banco!”
Haga esto ahora mismo. Simplemente escriba de nuevo su meta en
el tiempo
presente; imagínese que ya tiene lo que desea:
Ahora puede escribir la meta que escribió arriba en una tarjeta y
consérvela en
su cartera o su bolso. Al hacerlo, se está recordando
subconscientemente de su
intención. Luego su propia mente le codeará en la dirección para
hacer realidad
su meta.
Así que relájese. Acaba de plantar una semilla en su mente. El resto
de este
libro le dirá cómo regarla, darle sol, sacar las hierbas y dejarla
crecer.
¡Prepárese para sus milagros!
“La prosperidad es la capacidad de hacer lo que usted desea hacer
en el preciso
momento que desea hacerlo.”
Invítese a la vida por Raymond Charles Barker, 1954
Paso Tres: Claridad
Spot era un perro callejero del que me adueñé cuando estaba en la
universidad.
Pero solía irse vagando y destruir los jardines de los vecinos, correr
por la
calle y hacer que los conductores frenasen bruscamente, y ser una
molestia en
general. Así que le puse una pequeña correa. Pero me sentía
culpable por ponerle
a este gran amigo una correa de un metro. Compré una correa más
grande, dos
metros de libertad, y se la puse a Spot. Luego me alejé a dos metros
de distancia
y llamé a Spot. Él corrió hacia mí... un metro. No pasó un centímetro
más de la
longitud de la correa antigua. Tuve que ir hacia Spot, abrazarlo y
llevarlo hacia
el límite de los dos metros de la correa nueva. De ahí en adelante,
usó toda la
correa.
Creo que cada uno de nosotros tiene un límite que hemos fijado en
nuestra
libertad. Necesitamos un “profesor de milagros” para ayudarnos a
ver que en
realidad no tenemos límites. Douglas hace esto con sus clientes.
Pero lo hace de
una manera que quizás a usted le parezca extraña. Abróchense sus
cinturones y
veamos si puedo explicárselo.
La primera vez que tuve una sesión con Douglas no sabía a qué
atenerme. Creía
que el hombre era un poco raro, pues no podía articular lo que
hacía. Pero he
sido un reportero curioso por muchos años, así que me aventuré a
tener una sesión
con él.
“¿Cuál es tu intención para esta sesión?” preguntó Douglas.
“¿A qué te refieres?”
“Puedes tener cualquier cosa que desees. ¿En qué te quieres
enfocar?”
Reflexioné un momento y luego hablé.
“Quiero claridad acerca del libro que estoy escribiendo acerca de
Bruce Barton.”
“¿Qué clase de claridad?”
“Quiero saber lo que debo hacer ahora,” dije.
“Bien. Vamos.”
Douglas me pidió que me recostara sobre su mesa de masajes. Me
guió con
suavidad a que inhalara diferentes colores.
“Inhala el color rojo por la coronilla e imagina que pasa por tu cuerpo
y sale
por tus pies.”
Hicimos esto con varios colores.
“¿Qué otro color necesitas inhalar?” preguntó.
Yo dije gris. Luego me pidió que inhalara ese color. Después de
varios minutos
de respirar profundamente y relajarme sobre su mesa de masajes,
Douglas posó su
mano sobre mi corazón y dijo, “Abre esto.”
Aunque conscientemente no hice nada. Sentí que una carga de
electricidad y
energía pasaba a través de mí, casi cegándome. Había una
incandescente luz blanca
que llenaba mi cuerpo, retumbando en mi cabeza, de alguna
manera iluminando el
interior de mi cráneo.
De repente sentí la presencia de ángeles, espíritus, guías. No sé
cómo
explicarlo. Pero fue real. Yo lo sentí. Yo lo noté. Yo sabía que
estaban allí. Y
estos seres de alguna manera obraron en mí, alterando mis
creencias, ayudándome a
darme cuenta que tenía más “correa” de la que yo pensaba.
No estoy seguro cuánto tiempo estuve en ese estado alterno.
¿Veinte minutos?
¿Una hora? No sé. Cuando por fin me reincorporé en la mesa, vi
que a Douglas le
rodaba una lágrima por su mejilla. Cuando la energía comenzó a
llenarme, él se
hizo a un lado para que ésta hiciera su obra. Pero el milagro y la
hermosura de
lo que presenciaba lo tocó. Estaba llorando.
Cuando se aclaró mi mente y me orienté, me di cuenta que sabía
cuál era el
próximo paso para escribir mi libro. Debía ir a Wisconsin y continuar
mi
investigación mediante los documentos personales de Bruce Barton
en el museo de
historia. Había logrado mi intención.
Y eso no es todo.
Poco después de mi primera sesión con Douglas comencé a notar
otros cambios en
mi vida externa. El libro que estaba escribiendo tomó una nueva
dirección.
Encontré un editor para el libro. Encontré el dinero para terminar mi
investigación. Compré un coche nuevo. Compré casa nueva. Mis
ingresos aumentaron vertiginosamente.
¿Cómo? ¿Por qué?
Había invitado al otro lado a ayudarme, y así fue.
En este mismo momento que escribo estas palabras, estoy muy
consciente de que
usted puede pensar que me he vuelto loco. Después de todo, heme
aquí, un adulto,
un escritor, un especialista en promociones y orador bastante
conocido que
aconseja a ejecutivos acerca de sus negocios, hablando de
“espíritus”.
Pero también sé que usted sabe a lo que me refiero. Aun la persona
más atea ha
sido tocada por algo milagroso, extraño o inexplicable. Aunque
nadie sabe qué nos
depara el otro lado de esta vida, nuestra tendencia es creer que hay
algo
inteligente allí.
Tal vez valga la pena mencionar que el libro que me ayudó más que
ningún otro
fue ¿Qué puede creer un hombre? [What Can A Man Believe?] por
Bruce Barton. Allí
explica que hay muy poca evidencia acerca de la existencia del cielo
después de
la tierra, pero que era más sabio creer que no creer.
En otras palabras, aunque no puedo demostrar que hay ángeles y
guías listos
para ayudarnos, ¿acaso no es una idea más deliciosa, confortante y
mágica creer
en ellos, que no creer en ellos? No hay pruebas contundentes para
apoyar ni para
negar su existencia. Pero si puede usar la creencia en ellos para
crear milagros,
¿no sería más sabio hacerlo?
Ayer me llamó una amiga mía y dijo que quería creer en guías y
ángeles y
maestros del ámbito espiritual de la vida, pero una parte de su ser
dudaba su
existencia.
“Está bien,” le dije. “Yo también tengo mis dudas.”
“¿De verdad?”
“Por supuesto,” dije. “Si tuviese que presentarme en un tribunal y
demostrar
que tengo guías espirituales, todos los presentes se mofarían de mí.
No hay
pruebas que los apoyen, pero tampoco hay pruebas en su contra.”
Y luego recordé algo que había leído en una edición reciente del
Selecciones
del Reader’s Digest, donde Larry Dossey hablaba acerca de la
oración. Él dijo que
la oración ayudaba a la gente a recuperarse de la enfermedad. En
muchas
ocasiones, se habían recuperado de lo que los doctores habían
dicho que eran
enfermedades “incurables”. Lo que habían hecho estos pacientes
triunfadores era
orar. Aun los pacientes admitieron que no sabían si sus oraciones
fueron
contestadas, pero fue la creencia en la oración y el acto de la
oración lo que
les ayudó. Repito, como señaló Barton, es más sabio creer que no
creer. Creer
ayuda a crear milagros.
Barton escribió este pasaje en 1927, en su libro ¿Qué puede creer
un hombre?
Siempre me ha encantado pues parece remover en mí ese mismo
algo que menciona.
A ver qué hace dentro de usted:
“En cada ser humano, sea emperador o vaquero, príncipe o
pordiosero, filósofo o
esclavo, hay un algo misterioso que él no entiende ni controla.
Puede permanecer
latente por tanto tiempo que es casi olvidado; puede estar tan
reprimido que el
hombre piensa que está muerto. Pero una noche está solo en el
desierto bajo un
cielo estrellado; un día está con la cabeza en reverencia y con ojos
húmedos
junto a un sepulcro abierto; o llega el momento en que se afianza
con un instinto
de desesperación al mojado riel de un barco sacudido por la
tormenta, y de
repente, desde las profundidades olvidadas de su ser salta al
acecho este algo
misterioso. Abruma el hábito; hace a un lado la razón, y con una voz
que se
rehúsa a ser acallada grita sus dudas y su oración.”
Así que supongamos que no tiene acceso a Douglas (aunque puede
localizarlo, o a
mí, o a otros curanderos y mentores por correo-e al final de este
libro). ¿Qué
puede hacer?
Es sencillo. Enfóquese en lo que quiere, y que una de sus
intenciones sea
encontrar a alguien que le ayude a librarse de las creencias antiguas
para que
pueda crear la vida que desea. Hay ayuda. Exprese su intención al
mundo y
permítale venir en pos de usted.
Siento que es importante tener el apoyo de un mentor. Es muy fácil
regresar a
las viejas maneras de pensar, sentir lástima de nosotros mismos y
hacernos las
víctimas. La gran mayoría de sus amigos actuales probablemente
no apoyarán su
deseo de crear milagros. Cuando acudía a Douglas al principio,
solía visitarlo
una vez al mes. De inmediato nos dimos cuenta que debíamos
mantenernos en
contacto cuando menos una vez por semana. Hasta hicimos un
pacto que decía:
“Cuando no tenga claridad, te llamaré.” Luego, cuando dejaba que
alguna situación
en mi vida cayera en picada, le llamaba.
Otra señora hace poco me preguntó qué significaba “tener claridad”
con nuestras
creencias. Consideré un momento antes de poder responder. La
imagen que vino a mi
mente fue la de un equipo de fútbol. Si uno de esos jugadores está
lesionado, o
molesto, se siente rechazado o enojado porque el entrenador lo
ignoró hace un
rato o su novia lo dejó, ese jugador puede poner en peligro o
sabotear por sí
solo el éxito de todo el equipo.
Usted es como ese equipo de fútbol. Si todos sus componentes,
todas las
creencias dentro de su ser, están alineadas, no hay ningún
problema. Usted
logrará sus deseos. Pero si hay una parte de su ser, cualquier
creencia que no
apoya su intención, pondrá en peligro y saboteará su éxito. Por eso
tal vez usted
pudo haber tenido mala suerte con el amor, romance, dinero o
salud. Hay una parte
de su ser que no lo quiere. Debemos sanar esa parte. Una vez que
lo haga, tendrá
claridad.
¿Cómo sabe si tiene claridad en este momento?
Piense en algo que quiera tener, hacer o ser.
¿Por qué no lo tiene todavía?
Si su respuesta es algo negativo, usted no tiene claridad. Si dice
algo que no
sea con sinceridad: “Sé que viene en camino a mí”, probablemente
no tenga claridad interna de lo que desea.
Otra pregunta que debe hacerse es, “¿Qué significa que todavía no
tiene lo que
desea?”
Su respuesta a esa pregunta revelará sus creencias. Por ejemplo, si
dice:
“Primero tengo que hacer esto o aquello”, usted tiene una creencia
de que tiene
que hacer algo antes de poder tener lo que desea.
Si dice: “Mi alma no quiere que yo tenga esto,” entonces está
declarando sus
propias creencias de lo que piensa que su alma quiere para usted.
Si dice: “No sé cómo conseguir lo que quiero,” entonces está
revelando una
creencia que dice que tiene que saber cómo conseguir lo que quiere
antes de que
pueda obtenerlo.
Sus creencias no son difíciles de encontrar.
La escritora de autoayuda Mandy Evans dice que ciertas creencias
pueden hacer
que tenga un día terrible. Las creencias causan estrés, no las
situaciones de su
negocio o de su vida.
“Una cosa es lo que te pasa en la vida y otra lo que tú decidiste que
significaba,” dice Evans, escritora de Viajando libremente: Cómo
recuperarse del
pasado cambiando sus creencias [Travelling Free: How to Recover
from the Past by
Changing Your Beliefs].
“Cambia tus conclusiones, o tus creencias, acerca de los sucesos
de tu pasado,”
explica Evans, “y puedes cambiar la manera en que vives tu vida
hoy. Ciertas creencias de verdad pueden activarnos.”
Las creencias forman nuestra manera de sentir, de pensar y de
actuar, dice Evans, experta en sistemas de creencia personales.
Evans presenta una lista de
“Las 20 creencias contraproducentes principales” en Viajando
libremente, su segundo libro, para que comencemos a explorarlas.
“A medida que observas cada creencia, pregúntate si la crees,”
sugiere Evans.
“Si la crees, pregúntate por qué la crees. Explora con calma tus
propias razones para aceptar esta creencia contraproducente.”
He aquí diez de sus 20 creencias contraproducentes principales:
1. No merezco ser amado.
2. No importa lo que haga, debería estar haciendo otra cosa.
3. Si todavía no ha ocurrido, nunca ocurrirá.
4. Si supieras cómo soy en realidad, no me querrías.
5. No sé lo que quiero.
6. Hago enojar a la gente.
7. El sexo es algo sucio y repugnante; hazlo sólo con la persona que
amas.
8. Mejor deja de desear; si te emocionas, saldrás lastimado.
9. Si fracaso, debo sentirme muy mal por mucho tiempo y estar muy
asustado como
para intentarlo de nuevo.
10. Ya debería haber logrado esto.
Todas estas son sólo creencias. A menudo necesitamos que alguien
más nos señale nuestras creencias. Cuando mi amiga Linda y yo
estábamos desayunando un día, y la contraté para que me ayudara
con una promoción, ella dijo, “Tengo miedo de que algunos de mis
amigos tengan envidia de mí.”
“Esa es una creencia,” le dije.
“¿Lo es?” preguntó.
Nunca se había dado cuenta que su temor era una creencia, una
creencia que
podía abandonar. Ella necesitaba que alguien más iluminara esa
creencia.
He aquí otro ejemplo de lo que digo:
Ahora estoy conduciendo el cuarto coche de mis sueños gracias a la
magia de
Douglas para ayudarme a aclarar mis deseos.
Necesitaba un coche desesperadamente. El que estaba
conduciendo era una
carcacha vieja que sólo se movía a empujones. Bueno, no era para
tanto. Pero
siempre que el coche se averiaba, yo me averiaba. Pagar las
cuentas de reparación
me estaba matando. Y el no saber si el coche me llevaría hasta
donde quería ir me
estaba causando estrés. Necesitaba ayuda. Llamé a Douglas debido
a mi temor de
vendedores de coches (yo había sido uno y conocía sus tácticas).
Le dije a
Douglas lo que quería.
Él dijo, “A menudo lo que de verdad quieres está debajo de lo que
dices que
quieres... ¿Qué significaría para ti tener este coche nuevo?”
¿Eh?
Douglas prosiguió a explicar que lo que queremos puede más bien
ser un sentimiento, no un producto. Enfócate en el sentimiento y te
ayudará a obtener lo que realmente quieres. ¿Cómo me sentiría si
tuviera un coche nuevo?
¡Qué cubo de agua helada para la mente! Se me produjo un dolor
de cabeza tremendo nada mas pensarlo. Colgué el teléfono y mi
cabeza comenzó a punzar como si me hubieran dado con un mazo.
Aunque casi nunca tomo medicamentos, me tomé un montón de
aspirinas como si fueran palomitas de maíz. No surtieron efecto.
Fui a ver a Douglas en persona. Al estar sentado en la presencia de
su aceptante energía, y dejar que mi dolor “me hablara”, de repente
vi el dolor entre mis ojos como una gigante bola negra de hilo
enrollado tensamente. Aflojaba mentalmente un hilo y escuchaba
una creencia:
“Tú no puedes comprar un coche nuevo.”
Dejaba esa, y salía otra creencia a la superficie:
“¿Qué diría tu papá acerca de este coche?”
Luego se escapaba otra creencia:
“¿Cómo lo vas a pagar?”
Y otra... y otra... y otra...
A medida que estas creencias surgían lentamente y se iban, la bola
negra de
dolor iba disminuyendo de tamaño. Se hacía pequeña. Y pequeña.
¡En menos de veinte minutos, el dolor de cabeza había
desaparecido completamente! Yo fui sanado. Tenía claridad. Estaba
feliz.
Ahora, escuche lo que pasó después:
Aunque yo no creía que fuese posible realmente, seguí mi intuición
y de inmediato fui al concesionario de coches que me sentí guiado a
visitar.
Conscientemente, yo “sabía” que no habría manera de que pudiera
conseguir un
coche nuevo. (Nunca en mi vida había tenido un coche NUEVO, y
mi crédito andaba
por los suelos). Pero me deje llevar. Confié.
Fui al concesionario y el caballero que estaba allí me dejo mirar un
poco. Le
dije lo que quería y me dijo que tenía un coche que concordaba con
lo que le
dije. Fuimos a la parte trasera y él estaba en lo cierto. Era perfecto.
Era
dorado y hermoso y nuevo. Yo dije, “¿Tiene radio-cassette?” Él miró
y asintió.
“Bien,” dije, “ahora viene lo difícil. Vamos a ver si lo puedo comprar.”
Llenamos documentos y me pidió que dejara un depósito. No lo
hice. No tenía la
confianza suficiente para pensar que iba a conseguir el auto, así que
no dejé
nada de fianza. Luego me fui. Conduje a las afueras de la ciudad a
la casa de un
amigo y tocamos música todo el día, él rascando su guitarra y yo
dándole a la
armónica. Ya entrada la tarde decidí llamar al concesionario.
“Usted está aprobado,” dijo el vendedor.
Yo estaba atónito.
“¿De verdad? ¿Está usted seguro que tiene los documentos
correctos?” pregunté.
“Soy Joe Vitale.”
Él se rió y me aseguró que así era. Luego me preguntó cuando
quería recoger el
auto. Fui y recogí el auto, con un dulce desconcierto de que era mío.
Aunque no
tenía la más mínima idea de cómo iba a realizar los pagos, lo hice.
Ya han pasado
cuatro años y estoy en mi cuarto coche nuevo. Nunca me he
atrasado en un solo
pago. De hecho, envió mi cheque con anticipación.
Y eso no es todo.
Tan pronto como decidí comprar un coche nuevo, mi vida subió en
un torbellino
de coincidencias mágicas.
De repente el dinero que necesitaba apareció. Los clientes
comenzaron a llamar.
Las clases se llenaban. Grupos de personas de los que nunca había
escuchado me
invitaban a hablar. Y dos casas editoriales me dieron ofertas para
libros el
mismo día.
De alguna manera muy real, permitir al coche en mi vida envió un
mensaje al
universo que yo CONFIABA. En vez de preocuparme y preguntarme
cómo iba a pagar
las mensualidades, me tiré de la cima de la montaña de mis
preocupaciones y—o
sorpresa—no me caí.
Volé.
Pero tenía que tener claridad interna antes de que nada de esto
sucediera. Si
hubiera ido a comprar un coche nuevo cuando todavía tenía esas
creencias
contraproducentes sobre lo que podía pagar, mis creencias habrían
saboteado mi
compra. Hubiera hecho realidad que no podía pagar por el coche
para apoyar mis
creencias. Lo primero que tenía que suceder era aclarar las
creencias.
Lynda Madden Dahl, en su libro Más allá de la racha ganadora
[Beyond the
Winning Streak], menciona varias creencias contraproducentes
acerca del dinero.
He aquí algunas de éstas:
* “Debo trabajar mucho para ganar dinero.”
* “Necesito más dinero del que puedo generar.”
* “Me siento impotente para cambiar mis finanzas.”
Lo que debe hacer es cambiar las creencias negativas con
creencias positivas,
por ejemplo:
* “El dinero es una manifestación natural del universo.”
* “No tiene nada de malo ser rico.”
* “No tengo que esforzarme demasiado por el dinero.”
* “Mi destino son grandes riquezas.”
Vé usted, las creencias que tienen le fueron dadas cuando era un
niño.
Simplemente las absorbió. Ahora está siendo despertado. Usted
tiene la opción.
Puede decidir dejar las creencias que no quiere, y puede elegir
reemplazar esas
creencias con las que le sirven mejor.
¿No es este un sentimiento maravilloso—saber que ahora puede
crear su vida de
la manera que la desea?
Aclarar las creencias puede ser un proceso fácil. Lo más fácil que
hice fue cuando quería vencer mis alergias de la nariz.
Solía sufrir infecciones de la nariz terribles y dolores de cabeza
asociados
por años. No puedo ni empezar a contar cuán miserable me hacían
sentir. Tomé
hierbas. Recibí tratamientos de acupuntura. Usaba purificadores de
aire. Todo me
ayudaba, pero nada me curaba permanentemente.
Luego un buen día le pedí a mi amiga Kathy DeMont, Curandera
Remota, que me
tratara de ayudar. Estábamos cenando y la miré fijamente a los ojos,
golpeé la
mesa con el puño y dije, “No quiero alivio. Quiero ser curado. Quiero
deshacerme
de esto.”
Mi intensidad la asombró. Pero también se dio cuenta de mi
sinceridad y el
dolor que estaba sufriendo. Ella dijo que trataría de ayudarme.
Y así lo hizo. Ella fue a su casa, se tranquilizó y usó sus habilidades
para
aclarar mi cuerpo. Yo no estaba presente cuando ella hizo esto. Ni
siquiera
estaba consciente de que ella había hecho algo. Pero al paso de los
días advertí
que podía respirar otra vez. Le llamé y le pregunté qué había hecho.
“Tenías energía negativa en ti y la espanté,” dijo ella.
Al parecer, había usado sus poderes de curación remota para
aclarar mis
creencias y mi energía a distancia.
¡A esto le llamo facilitarme las cosas!
He aquí otro ejemplo de aclaración de creencias. Este todavía me
asombra,
porque le pasó a mi esposa y yo vi el cambio radical Marian nunca
aprendió a
conducir un auto. Yo fui su chofer por más de 15 años. No es que
me queje. Simple
y sencillamente así era.
Pero después de presenciar los cambios en mi trabajo con Douglas
y otros
curanderos, Marian se preguntaba si ella podía aclararse sobre
conducir. Hizo una
cita con Douglas. En menos de una hora, fue aclarada.
¿Qué pasó? Marian recordó que cuando era niña solía estar en el
asiento trasero
del coche de su mamá cuando ésta aprendía a conducir. Por
supuesto, su mamá
estaba nerviosa. Marian recogió esa energía y se afianzó a ella.
Aunque Marian
creció, la niñita que estaba en el asiento trasero del coche de su
mamá seguía
presente dentro de ella. Ya de adulta, esa niñita le prohibía a Marian
conducir.
Bajo la dirección de Douglas, Marian pudo recordar esa experiencia
y dejarla ir. Ella se dio cuenta que era una memoria antigua y ya no
le servía. Ella la dejó ir. Ahora su energía estaba clara.
Y hoy en día Marian maneja su propio auto—nuevo, para rematar—
y le encanta.
Recuerdo que una noche había una terrible tormenta en Houston
con muchas inundaciones. Me preocupaba mi esposa y cómo
lidiaría con el tiempo. Cuando llegó a casa tarde esa noche, corrí a
la cochera para recibirla.
Lo que vi me asombró. Marian tenía una sonrisa de oreja a oreja. Su
rostro brillaba. Ella bajó el cristal y dijo, “¡Fue toda una aventura!”
Aun estar en un embotellamiento es algo que Marian ahora
agradece. Ella sólo se calma y escucha música.
Y un día nos encontramos para almorzar en coches por separado.
Luego, yo estaba
detrás de ella en un semáforo. Vi que movía los labios y
tamborileaba con los dedos el volante. Me preguntaba si se estaba
impacientando. Asique me acerqué más y me di cuenta que ¡estaba
cantando y tamborileando al ritmo de la música!
¡Una verdadera transformación!
Al estar escribiendo este libro, Marian estuvo involucrada en un
grave
accidente automovilístico. Una furgoneta le chocó, y le pegó tan
fuerte que
rompió el eje trasero de su coche. A pesar del susto, Marian estaba
bien, aunque
no puedo decir lo mismo de su auto.
Pero aquí viene lo bueno: dos días después Marian estaba lista para
comprar un
coche y seguir conduciendo otra vez. No podía creerlo. Le dije que
estaba
orgulloso de ella, que mucha gente está muy asustada de conducir
tan pronto
después de un accidente… Marian nada más verme, sonrió y dijo,
“¿Por qué?
¡Conducir es muy divertido!”
Douglas tiene un dicho, “Todo es energía.” Lo que quiere decir es
que todos
somos sistemas de energía. Si tenemos claridad, la energía se
mueve en una
dirección. Si no tenemos claridad, la energía se mueve en varias
direcciones, y
sin poder pleno.
Caroline Myss, médico intuitiva y autora de Anatomía del espíritu
[Anatomy of
the Spirit], habla de estar “enchufado” al pasado. Si hubo una
situación en su
vida donde fue lastimado, abusado o tenía algo sin terminar,
probablemente
todavía está arrastrando ese asunto sin terminar. Todavía está
enchufado a ese
viejo evento. Esto significa que parte de su energía permanece allí,
viviendo y
quizás recreando de nuevo ese viejo evento.
Sé que esto es difícil de entender. Así que usemos otro ejemplo de
Myss.
Imagínese la energía que recibe cada día como dinero en efectivo.
Usted despierta
cada mañana con $500 disponibles para usarlos ese día. Pero
todavía está enojado
porque su cónyuge le dijo algo malo anoche. Eso le va a costar.
Está gastando $50
para mantener esa energía viva en su ser.
Y supongamos que sigue enojado porque un amigo le debe dinero
desde hace cinco años. Ahora está gastando $100 para conservar
vivo ese recuerdo.
Supongamos que fue abusado de niño. Está gastando otros $100
para conservar esa memoria dentro de sí. Despertó con $500 para
gastar, pero antes de salir de la cama se ha gastado la mitad en
viejos recuerdos.
Cuando intente manifestar algo hoy, no tendrá toda su energía
disponible para realizarlo. Cuando reciba claridad sobre viejos
eventos, heridas y creencias, tendrá más energía para crear lo que
desea hoy. Y cuanta más energía tenga ahora, más recibirá.
Va a estar como la supermodelo que dijo un día, “No me levanto por
menos de $10,000 al día.”
Otro dicho de Douglas es, “La energía que proyectas son los
resultados que
obtienes.”
Sí, él es buenísimo para crear oraciones espectaculares como esa.
Pero creo que
quiere decir que las creencias que usted tiene crean los resultados
que obtiene.
Si está enviando subconscientemente vibraciones que atraen
condiciones pésimas,
va a experimentar condiciones pésimas.
Uno de mis clientes escribió un libro sobre niños que habían sido
abusados. Él
señaló que el criminal podía seleccionar fácilmente a la persona que
iba a
agredir. Aquel niño siempre enviaba vibraciones que decían “pobre
de mí” o “soy
una víctima”. Aunque no llevamos letreros en la espalda o en la
frente, de alguna
manera la energía que portamos crea las situaciones que tenemos.
“La energía que
proyectas son los resultados que obtienes.”
Si se da cuenta que está creando eventos parecidos—como mi
amigo que ha estado
casado siete veces hasta ahora—sabrá que está encerrado en un
patrón que
continuará creando esos eventos hasta que sea disuelto.
Mi buena amiga Karol Truman, autora del gran libro Los
sentimientos que se
entierran con vida nunca mueren [Feelings Buried Alive Never Die],
lo dijo así:
“La supresión contínua de sentimientos y emociones sin resolver es
lo que causa
los problemas que experimentamos en nuestras vidas.”
Ya oigo lo que dice, “¿Cómo puedo salir de este patrón?”
Uno de los principios fundamentales de la obra de Douglas Norment
es que todo
es energía. No es un concepto nuevo. Stuart Wilde lo menciona en
sus libros.
Joseph Murphy lo menciona en sus obras. Bob Proctor habla de
esto en sus
seminarios. Los científicos también lo están descubriendo. No hay
nada mas que
energía formada en cosas que luego nombramos, como mesas,
sillas, casas, coches,
gente.
Lo que pasa es que usted y yo somos diferentes a mesas, sillas,
casa y coches
porque somos espirituales. ¡Ese es el milagro de nuestras vidas!
Como me dijo Bob Proctor una vez, “Aunque todo es energía, la
diferencia entre
gente y objetos es que somos espirituales. Eso significa que
tenemos los medios
para alterar e influenciar otras energías. Podemos cambiar la
energía de una
mesa, silla, casa, coche o hasta otra gente.”
Y si llevamos esto más allá, significa que todos estamos
conectados. Si es que
no somos mas que energía y todos somos uno, entonces lo que
usted hace me afecta
a mí, y lo que yo hago le afecta a usted, aunque estemos a
kilómetros o hasta
continentes de distancia.
¿Entiende?
Ah.
Bueno, yo tampoco, al principio.
Así que veamos un par de relatos que pueden ayudar.
Un día un cliente me contrató para que fuera su genio de promoción.
Me dio un
montón de dinero y contraté personas para que me ayudaran. Todo
iba bien. Los
meses pasaron. Luego un día cayó la bomba.
Mi cliente de repente me mandó una carta diciendo que le había
mentido. Eran
dos páginas de puro dolor para leer. Era bastante confusa y me hizo
sentirme
mareado, confundido y pasmado. Me reuní con mi equipo y hasta
llamé a mi cliente.
No sabía por qué estaba pasando esto. Le envié al cliente una carta
de dos
páginas explicando mi posición. Al día siguiente recibí otra carta de
dos
páginas, casi igual de escandalosa. Por fin fui a ver a Douglas. “La
palabra
clave es confianza,” señaló Douglas.
“Dices una y otra vez que no confió en ti. Veamos como se relaciona
esto
contigo. ¿En qué área de tu vida no confías?”
Douglas siempre hace eso. Él te hace ver tu propia vida para ver
qué tiene que
ver con tu queja. De alguna manera, usamos nuestras experiencias
como espejos.
Usamos lo externo para ver lo que estamos haciendo por dentro.
(No se me pierda).
Lo pensé y dije, “Bueno, nunca he hecho una promoción como esta
antes. Me ha
contratado para dirigir toda su campaña de mercadotecnia y espera
que lleve a su
personal a la victoria. Creo que no confío en que pueda lograrlo.”
“Y eso es lo que tu cliente está percibiendo a nivel de energía. Esa
es la
señal que estás emitiendo.”
“¿Qué hacemos?”
“¿Estás dispuesto a soltar el miedo y sentir confianza?”
“Sí.”
Y eso es lo único que fue necesario. Sentí un cambio dentro de mí y
sabía que
podía confiar en mí mismo para realizar el trabajo. Me dejé llevar y
respiré hondo de alivio. Sentí que pasó tan fácilmente porque ya
estaba casi aclarado sobre el problema. No tuve que trabajar mucho
para aclarar las creencias viejas.
Ahora, aquí viene lo bueno.
Fui a casa y llamé a mi cliente. Él contestó y parecía tener una paz
sorprendente. Le dije que iba a hacer un gran trabajo para él.
“Lo sé,” me dijo, asombrándome. “Hace un momento decidí confiar
en el hombre
que había contratado para el trabajo.”
“¿Decidió hace un momento? ¿Cuándo?”
Sí, había decidido confiar en mí más o menos en el momento en
que Douglas y yo tratamos el asunto de la confianza en mí. Una vez
que yo tenía claridad, mi cliente lo sintió. Una vez que emití una
señal diferente, mi cliente la percibió.
¿Coincidencia? Pues déjeme contarle otro relato...
Otro cliente mío se hizo de fama y fortuna. Él es un corredor de
Bolsa de 25
años que escribió un libro sobre la riqueza. Yo sabía que sería un
éxito antes
que él. Actué como su agente literario y consultor de promoción y
me puse a
buscar una casa editorial para su libro. Pero resultó que me
abandonó y se fue
con un agente en Dallas, excluyéndome de las ganancias de
$45,000 que hubiera
recibido de su anticipo de $300,000. Pero él es un muchacho
honorable y dijo que
me daría algo de dinero cuando recibiera su anticipo.
Pasaron los días.
Pasaron las semanas.
Pasaron los meses.
Nada.
Le escribí unas líneas amables. Le envié copias de mis artículos
para compartir
mi propio éxito. Le llamé unas veces y le dejé recados.
Aún así, nada.
Le pregunté a Douglas. Él sugirió que escribiera una carta al cliente
y que
explique mis sentimientos, exprese lo que quiero y le perdone. Fui a
casa e hice
eso. Me sentí bien.
Pero todavía, nada.
Fui a Douglas y le dije que hice lo que me dijo pero que no había
recibido
contestación.
“¿Qué significa eso?” preguntó.
“Significa que no se ha comunicado conmigo.”
“¿Y?”
“Y significa que puede que me vaya a timar.”
“Ahí está,” anunció Douglas.
“¿Ahí está qué?” pregunté.
“Es el miedo de ser timado lo que está bloqueando tu energía. Esa
es la
creencia que te está estorbando.”
“¿Cómo me deshago de ella?”
“Siente el sentimiento de ser timado.”
Cerré mis ojos y así lo hice.
“Deja que te remonte a las otras veces en que has estado en
experiencias donde formaste creencias sobre el dinero y la gente.”
Recordé cuando una compañía de Dallas me estafó un dinero que
casi me maté para conseguir. Me sentí burlado. Llevé un rencor
contra esta compañía durante casi
ocho años. Inhalé hacia ese sentimiento y sentí un cambio dentro.
Abrí mis ojos y
sonreí.
“El dinero que te debe no tiene que venir de él,” explicó Douglas. “El
universo
es próspero y puede darte dinero en una gran cantidad de maneras.
Deja la
necesidad de que él te tenga que pagar y permítele al dinero venir a
ti.”
Aceptar ese concepto es algo grande. Significa que debe abandonar
totalmente
todo rencor contra la gente. Significa confiar que conseguirá lo que
quiere,
siempre y cuando no tenga que ser de una manera en particular.
Sentí cuando lo dejé. Me sentí más liviano y más claro.
Y cuando llegué a casa había un recado telefónico—¡de mi cliente!
Después de seis meses de no saber nada, ¡de repente una llamada!
Sonaba muy
amable, muy amistoso, y dijo que me enviaría un cheque de cuatro
cifras. Así lo
hizo, y lo recibí al día siguiente. Siento que sólo un necio puede
llamar esa
experiencia una coincidencia. La conexión era demasiado obvia, y
me sucede
demasiado a menudo, para decir que fue mera casualidad.
Como dice Douglas, todo es energía y todos estamos conectados.
Limpie la senda
de energía y puede tener, hacer o ser cualquier cosa que desee.
Si siente que ha limpiado sus circuitos de energía y está libre del
pasado pero
no está recibiendo dinero o milagros ni nada, significa que no ha
limpiado sus
circuitos de energía ni ha librado el pasado.
Esto me sucedió hace algunos años. Después de tener unas
sesiones con Douglas
por teléfono, me di cuenta que mis ingresos no aumentaban. Estaba
pagando mis
cuentas y el dinero llegaba justo a tiempo para pagarlos, pero
estaba
peligrosamente cerca. Comencé a preocuparme. No era una buena
señal. Mi
preocupación era prueba de que debía aclarar asuntos inconclusos.
Deseaba
comunicarme con Douglas, pero no estaba disponible.
Luego un día Bill Ferguson se ofreció a darme una de sus sesiones.
Bill es un exabogado de divorcios que ha creado una manera de
ayudar a la gente a soltar el
problema principal que sabotea sus vidas. Él ha estado en Oprah, y
ha escrito varios libros, incluyendo Sana el dolor que maneja tu vida
[Heal the Hurt that Runs Your Life]. Estaba ayudando a Bill con su
publicidad y quería que yo experimentara lo que hace. Cuando dijo
que podía tener una sesión con él, acepté.
En particular porque era gratis. Ahora que la he tenido, hubiera
pagado lo que sea por ella.
“La gente tiene sed de saber cómo encontrar la paz,” me dijo Bill
cuando fui a su oficina en Houston. “Pero siguen buscando fuera de
sí mismos y culpando a los demás o a las circunstancias por sus
sentimientos. Así no funciona la vida.”
Me pidió que pensara en un evento reciente que había tocado mi
fibra sensible.
Eso era fácil. Acababa de tratar con un cliente mío quien no estaba
de acuerdo
con mis ideas sobre cómo promover su negocio. Me sentí insultado
y enojado.
“Mira que tu sentir no tenía nada que ver con la otra persona. Lo
único que
hizo la persona fue reactivar tu dolor, tocando tu fibra sensible
indicada. Una
vez que desconectas el dolor, tu fibra para dolor emocional se
desvanece.
“Todos tenemos un dolor del pasado que maneja nuestra vida,”
agregó Bill. “Para
uno, el dolor es el fracaso. Para otro, es el dolor de sentirse
despreciable,
inútil, indigno de ser amado, o alguna otra razón para no sentirse
bien con uno
mismo.”
Él agregó que evitar estos sentimientos crea un dolor emocional.
“Hasta que una persona no libera el asunto principal, continuará
operando,” me dijo Bill. “Puedes tener noventa años y seguir
recreando experiencias dolorosas debido a una creencia principal
que aceptaste cuando tenías seis.”
Aunque muchas psicoterapias creen que la gente tiene asuntos
inconclusos del pasado, pocas dicen poder sanarlas rápidamente.
Bill creó una nueva tecnología
que le ayuda a la gente a liberar su dolor emocional—en menos de
dos horas. Se puede decir que creó una manera de “sanar fibras”.
“Escoge otro evento que te molestó,” me dijo Bill.
Lo hice. Otra vez, fue fácil. Aunque no me había dado cuenta antes,
comencé a ver un patrón. Casi siempre que me enojaba con
alguien, era porque me sentía insultado.
“¿Qué significa que te sentías insultado?” sondeó Bill.
Después de un momento, me di cuenta de que significaba que no
me sentía a la par. No debo estar a la par, según mi lógica, porque a
esta gente no le gusta lo
que estoy haciendo y acabo sintiéndome insultado.
Ahora Bill comenzó a echármelo en cara.“¿Cómo se siente no estar
a la par?”
preguntó.
Me estaba deprimiendo. Miré a Bill a su cara juvenil, preguntándome
si de
verdad quería hacerme sentir así de mal. Así era.
“Hasta que no puedas sentir plenamente el dolor que ha estado
enterrado vivo
dentro de ti, continuará operando y saboteando tu vida.”
¡Uf! Para entonces estaba sintiendo que no valía la pena vivir.
“Si de verdad estás sintiendo el asunto principal para ti, debes sentir
como
que no vale la pena vivir.”
“Ya estoy allí, Bill. Ya estoy allí,” dije lentamente.
“¡Bien!” dijo Bill. “¿Cómo se siente no estar a la par?”
“Es el peor sentimiento que he tenido.”
“¿Puedes aceptar que realmente no estás a la par?”
Batallé con esto. Aunque podía ver mi vida y hallar pruebas de que
sí estaba a
la par, tuve que admitir que no estaba a la par en todas las áreas. Y
además tuve
que admitir que esta creencia de que “no estaba a la par” estaba
causando
subconscientemente que me enojara con mis clientes y amigos.
Había estado
desperdiciando muchas oportunidades. Y hasta dinero.
“Sí. Puedo admitirlo.”
En ese mismo momento algo cambió. Me sentí más liviano. Más
relajado. Libre.
Donde antes me sentía tenso y enojado, ahora me sentía relajado y
calmado. Hasta
feliz. Era como si hubieran desconectado un cable eléctrico gigante
y de repente
veía la vida diferente.
Bill y yo trabajamos en otras cosas antes de partir. Pero después de
la sesión,
advertí cambios enormes. Parecía que nada me irritaba como solía
hacerlo. El día
siguiente un cliente discutía sobre un anuncio que le hice y esta vez
no perdí
los estribos. Expliqué mis razones con calma. Y advertí que veía
cada momento con
amor y optimismo. Y vi que no tenía miedo de hacer cosas que
antes no hacía, como
tocar la guitarra enfrente de mis amigos. Antes no me sentía a la
par. Y también
advertí que el dinero comenzó a llegar. Una mañana días después
de mi labor con
Bill, una señora me envió un fax diciéndome que me enviaría un
cheque de varios
miles de dólares para comenzar a promover su negocio.
¿Qué sucedió? Ahora que la creencia principal estaba
desconectada, había
abierto centros de energía en mí para permitirle a la abundancia del
universo
venir a mí.
Y vaya que si vino a mí.
En el libro de Wayne Dyer, Manifieste su destino [Manifest Your
Destiny], dice que si no está manifestando lo que desea,
probablemente hay una escasez de amor en su mundo interno.
Esa es otra manera de descubrir dónde no tiene claridad interior.
Piense en
cómo se siente acerca de la gente involucrada en lo que desea
crear. Si hay una “carga” negativa o sentir incómodo acerca de
alguien, usted no tiene claridad con esa persona.
La mejor manera que conozco para obtener claridad es el perdón. Y
la mejor manera de perdonar a alguien es sentir gratitud. Hablaré
más sobre la gratitud un poco después, pero por ahora sepa que si
se enfoca en lo que le gusta de la gente, sentirá gratitud, y luego
empezará a perdonar, y luego recibirá claridad.
Y cuando tenga claridad, puede tener, hacer o ser cualquier cosa
que desee.
He aquí otra manera fácil de tener claridad, y es algo que usted
puede hacer solo. Lo aprendí de mi amigo Bob Proctor, en uno de
sus famosos seminarios de Ciencia de obtener riquezas…
Tome dos hojas de papel.
En la primera hoja describa la situación negativa en que está.
Describa el
cuadro de la situación como es ahora, y de verdad sienta las
emociones de ésta.
Lo más seguro es que en esto no se sienta del todo bien. Pero tiene
que entrar en
ese sentimiento, porque cuanto más lo sienta, mejor lo liberará. En
otras
palabras, cualquier emoción que guardada, tarde o temprano deberá
ser expresada.
Mientras permanece suprimida, está obstruyendo su vibración
interna. Libérela y
libera la energía para ir a manifestar lo que desea. Deje que sus
sentimientos
salgan a la superficie a medida que describe esta situación o
condición que no
desea.
Ahora ponga a un lado esa hoja.
Coja la segunda hoja y comience a escribir cómo quisiera que fuera
la condición
o situación. Adéntrese al sentimiento de gozo asociado con tener o
hacer o ser lo
que desea. De verdad sumérjase en esta energía positiva. Describa
la situación
como usted quiera que sea, y pinte este maravilloso cuadro tan
completamente que
lo pueda sentir a medida que lo escribe. Al igual que debía
experimentar la
emoción negativa para poder liberarla, ahora debe experimentar la
emoción
positiva para crear un nuevo cuadro para afianzarlo a su
subconsciente. Cuanto
más se enamore de esta nueva imagen y estos nuevos
sentimientos, más rápido los
manifestará.
Ahora coja la primera hoja, mírela y quémela.
Coja la segunda hoja, dóblela y llévela consigo durante una semana.
Eso es todo. Probablemente ya se haya librado de su bloqueo
negativo. Y si
alguna vez surgiese otra vez, realice el ejercicio otra vez.
¡Ya ve! ¡Qué fácil!
Por último, déjeme darle un método más para obtener claridad. Esto
no le cuesta
nada, no le lleva más de un minuto, no duele nada y está
garantizado para
funcionar cada vez que lo use.
¿Le interesa?
El método consiste en un simple guión que usted dice en voz alta
para liberar
una creencia o sentimiento que ya no desea, y para reemplazarlo
con algo que
prefiere. Lo aprendí de mi amiga Karol Truman, autora del
sorprendente libro Los
sentimientos que se entierran con vida nunca mueren...
Le daré el guión en un momento. Primero, entienda que este
potente instrumento
es tan simple, que es fácil descartarlo. Lo único que debe hacer es
decir un par
de párrafos de palabras. ¡Eso es todo!
Pero lo que hace el guión es reprogramar su estructura básica de
ADN. Le habla
a su espíritu y le pide que le ayude a obtener claridad al nivel más
fundamental de su ser.
No quiero complicar las cosas tratando de explicar cómo funciona
este proceso.
Mi labor es proporcionarle las herramientas y mostrarle cómo
usarlas. Después de
todo, no necesita saber como funciona una máquina de fax para
poder enviar o
recibir un fax. Lo único que tiene que hacer es insertar el papel, y lo
demás es
automático.
El Guión es igual. Lo único que debe hacer es decirlo, poniendo en
los lugares
adecuados lo que está sintiendo en el momento en que se desea
aclarar, y poner en
el lugar adecuado lo que desea sentir. Esto tendrá más sentido una
vez que
conozca las palabras del Guión, así que helas aquí:
Espíritu, por favor localiza el origen de mi sentimiento o
pensamiento negativo
sobre (Escriba el sentimiento o creencia que desea liberar, aquí)
………………………………(1)……….………….………………
Toma todos y cada uno de los niveles, capas, áreas y aspectos de
mi ser sobre
este origen. Analízalo y resuélvelo perfectamente, con la verdad de
Dios.
Regresa en el tiempo, sanando cada incidente basado en el
fundamento del
primero, según la voluntad de Dios; hasta que estoy en el presente,
lleno/a de la
luz y la verdad, la paz y el amor de Dios, el perdón de mí mismo/a
por mi
percepción errónea, el perdón de cada persona, lugar, circunstancia
y evento que contribuyeron a este sentimiento o pensamiento.
Con perdón total y amor incondicional, borro lo viejo de mi antiguo
ADN, lo libero y lo suelto ¡ahora! ¡¡Siento (Escriba aquí la manera en
que desea sentirse)………………(2)…………………………!! Permito
que cada problema físico, mental, emocional y espiritual, y cada
conducta inadecuada basada en los sentimientos viejos
desaparezca pronto.
Gracias, Espíritu, por venir en mi ayuda y ayudarme a lograr la
plenitud de mi creación. ¡Gracias, gracias, gracias! Te amo, y alabo
a Dios de donde fluyen todas las bendiciones.
Simple, ¿no?
Ahora, si no cree que el Guión funcionará para usted, use el Guión
en esa creencia.
En otras palabras, inserte (1) “Ayúdame a liberar mi duda sobre el
poder de este Guión” en la primera línea en blanco. Allí es donde
coloca la creencia o sentimiento que desea liberar.
En la segunda línea del Guión, inserte la creencia que prefiere, que
puede ser:
(2) “Ahora entiendo que toda creencia puede cambiar en sólo un
momento, aun con
un instrumento tan sencillo como este Guión”.
Repito, este Guión es poderoso. Para una descripción detallada, lea
el
maravilloso libro de Karol. Mientras tanto, use el Guión siempre que
sienta la necesidad de tener claridad.
Funciona--¡casi como por arte de magia! Y una vez que tenga
claridad, ¡de verdad
podrá tener cualquier cosa que se pueda imaginar!
¿No es esta una manera divertida, emocionante y hasta tonificante
de vivir?
“Aprendemos las lecciones de la vida que debemos aprender de dos
maneras: ya
sea mediante obedecer las leyes naturales o mediante sufrir las
consecuencias de
no observar esas leyes... Ninguno de nosotros crea
conscientemente el sufrimiento
que experimentamos”
Karol Truman, Los sentimientos que se entierran con vida nunca
mueren... , 1998
Paso Cuatro: Sienta lo maravilloso que
sería tener, hacer o ser lo que desea
Los especialistas en mercadotecnia saben que la gente no actúa por
razones
lógicas, sino emocionales. La emoción tiene poder. La emoción
también tiene el
poder de crear lo que usted desea. Encuentre dentro de su ser lo
que se sentiría
tener, ser o hacer lo que desea, y comenzará a manifestar lo que
desea. La
energía de la emoción trabajará para atraerlo a lo que desea,
mientras que atrae
lo que desea hacia usted.
Ya sé. Ya sé. Me estoy poniendo filosófico otra vez. Estoy
escribiendo sobre
conceptos espirituales, con los cuales muy poca gente se puede
identificar. Es
fácil ver por qué. Desde la cuna nos enseñan a prestar atención a la
realidad, a
obedecer las leyes del hombre, a adorar libros y líderes. Y aunque
esto puede
ayudar a nuestra sociedad a funcionar más fácilmente, nos limita (de
hecho, no ha
funcionado, pero eso es el tema de otro libro). Creer en líderes,
reglas y
autoridades externas le limita en crear la vida que desea. Una vez le
dije a una
amiga que creer en un gurú puede limitar su propio poder de
manifestar lo que
ella quería. Cuando le entrega su poder a otra persona está
gastando su propia
energía en la dirección de aquél.
Una de las energías más potentes que usted puede experimentar es
la gratitud.
Sienta gratitud por cualquier cosa y usted cambia su manera de
sentir. Siéntase
agradecido por su vida, sus pulmones, su hogar, este libro; no
importa. Una vez
que se sienta agradecido, está dentro de una energía que puede
crear milagros.
Douglas me enseñó esto. Recuerdo que fui a verlo cuando estaba
pelado y
deprimido. Una de las primeras cosas que él hizo fue guiarme a
darme cuenta que
tenía mucho en mi vida. Cuando usted compara su vida con la de
otras personas que
viven en países del tercer mundo, rápidamente se da cuenta que
está viviendo la
vida de un Rey o Reina. Probablemente tiene comida, agua y
abrigo, al igual que
un refrigerador, una televisión, un radio y quizás una computadora.
Millones de
personas no. Sepa que es bendecido con una gran abundancia en
este mismo
momento, sienta gratitud por esto, y así atraerá aún más
abundancia.
Mi amigo Jonathan Morningstar una vez se curó a sí mismo de una
terrible
enfermedad con una simple oración de gratitud de un solo renglón.
Jonathan tenía neumonía doble. Parecía que nada le ayudaba.
Luego se sintió
inspirado a escribir una oración simple pero potente, que repitió
cada hora, la
grabó y la escuchaba, y la escribió en letreritos que ponía por toda
su casa. Él
convirtió esta oración simple en parte de su mismo ser.
Y en menos de veinticuatro horas, Jonathan fue sanado.
¿Cuál fue la sencilla oración que usó?
“Gracias Dios por todas las bendiciones que tengo y por todas las
bendiciones
que estoy recibiendo.”
No soy científico ni pretendo poder explicar cómo funciona esto. De
alguna
manera su energía envía señales que atrae más de lo mismo que
está enviando. Como
el niño que subconscientemente dice que es una víctima, usted
envía señales que
atraen lo mismo que está enviando. Cambie sus señales y cambiará
sus resultados.
Cambie su energía y cambiará lo que experimenta. “La energía que
usted emite son
los resultados que obtiene.”
Repito, la gratitud puede cambiar todo. Simplemente comience a
sentir verdadera
gratitud por lo que tiene. Mire sus manos, o este libro, o su mascota,
cualquier
cosa que le provoque amor y gratitud. Permanezca en este
sentimiento.
Esta es la energía que le ayudará a manifestar lo que desea.
Otra energía que usted puede experimentar es la energía que
proviene de
imaginar lo que se sentiría al tener, ser o hacer lo que desea. Esto
puede ser
divertido.
Imagínese qué bueno sería tener lo que quiere, ser lo que desea o
hacer lo que
sueña. Sienta los sentimientos electrizantes que provienen de estas
imágenes.
Estos sentimientos crean la vida que desea. Pueden manifestarlo a
su favor. De
alguna manera esos sentimientos le guían y le dirigen a hacer las
cosas que
realizarán estos eventos.
El gran pensador alemán Goethe tal vez lo dijo mejor que nadie
cuando escribió
el siguiente mensaje inspirador:
“Si uno no está comprometido, hay titubeo, la oportunidad de
echarse para atrás,
siempre ineficacia.
En cuanto a todo acto de iniciativa hay una verdad fundamental,
cuya ignorancia
aniquila un sinnúmero de ideas e innumerables planes: y el
momento en que uno se
compromete a sí mismo, entonces la providencia se mueve también.
Muchas cosas ocurren para ayudar a uno que de otra manera nunca
hubiesen
ocurrido.
Un manantial de eventos proviene de la decisión, procurando en
favor de uno
toda clase de
incidentes, uniones y ayuda material inesperados que ningún
hombre hubiese
soñado que llegarían en su camino.
Todo lo que puedas hacer o soñar hacer, ¡comiénzalo! La audacia
tiene genio, poder y magia en ella”.
Una vez estaba en Seattle para ver a unos amigos. Una noche
encendí el
televisor y vi el final de una entrevista fascinante de Larry King con
el famoso
actor y cantante Andy Griffith. Andy hablaba de una de sus primeras
películas.
Sin saberlo, él dijo algo metafísico cuando habló de un director que
le dijo:
“La cámara es sólo una máquina. Graba solamente lo que le das. Lo
único que
tienes que hacer es pensar algo y sentirlo, y la cámara lo grabará.”
Luego pasaron a una escena de la película de la que hablaba
Griffith, cuando
debía de ver a una mujer con un rostro lleno de lujuria. Se veía a
leguas en los
ojos del actor que estaba proyectando pensamientos bastante
calurosos. Larry King
dijo después, “Fue una de las miradas más ‘clasificadas X’ en la
historia del
cine.”
El universo es como la cámara de películas. Piensa algo y siente
algo, y el
universo lo grabará y lo proyectará. El consejo que recibió Andy
Griffith de
joven es el consejo que yo le quiero dar: cuando usted sabe lo que
desea, lo
único que tiene que hacer es pensarlo y sentirlo. Eso es todo. El
universo—el
espíritu de todo lo que existe—grabará su señal y la proyectará.
Esto es algo muy poderoso. Cuando Douglas y yo practicamos esto,
nuestros
niveles de energía subieron hasta el cielo. Teníamos tanta energía
corriendo por
nuestros seres que los mismos enchufes eléctricos en nuestros
hogares se
incendiaron. ¡Es la verdad! Cuando vivía en la pocilga donde apenas
podía pagar
la renta, el sistema eléctrico se quemó. El casero tuvo que pagar
$7,000 para
repararlo.
Cuando Douglas comenzaba a experimentar con la energía, la caja
de fusibles de
su cochera se incendió.
Aunque ésta no es la razón por la cual me llaman “Sr. Fuego” [Mr.
Fire], sí
demuestra que cuando uno hace cambios internos, se realizan
cambios externos.
Douglas tuvo que reemplazar la caja de fusibles de su casa. El
casero tuvo que
reemplazar todo el sistema eléctrico en la casa. Pero a medida que
mi energía
aumentaba, también tuve que mudarme una casa más grande con
mejores cables
eléctricos.
Repito, lo que usted comprende en el mundo interno crea lo que
experimenta en
la realidad externa.
Douglas y yo estábamos almorzando en un buen restaurante chino
un día cuando
advertí que casi no había clientes en el lugar. Los dueños parecían
preocupados.
Estaban apiñados al rededor la caja registradora hablando.
Generalmente ellos
vienen a nosotros, sonríen, platican y nos tratan como reyes. Era
evidente que
algo andaba mal. Le mencioné esto a Douglas, diciendo “Parece
que les preocupa el
dinero.”
Douglas contestó, “Por eso están preocupados.”
Al principio mi mente paró en seco. Pero luego, me eché a reír.
Douglas me dijo que le contara el chiste. Le expliqué lo mejor que
pude:
“¿Acaso eras un maestro Zen en otra vida o algo así?” Comencé.
“Lo que acabas
de decir es una de esas verdades profundas que sacan los
maestros Zen.”
“¿Qué quieres decir?”
“Dije que estas personas estaban preocupadas acerca del dinero y
tú dijiste que
por eso es que estaban preocupadas acerca del dinero. Para el
mundo externo, eso
no tiene sentido.”
“Pero es la verdad,” explicó Douglas. “Su preocupación por el dinero
era algo
que ya estaba dentro de ellos que se manifestó. Ahora lo ven en su
mundo
exterior. Han manifestado su creencia.”
Luego prosiguió contándome sobre de un hombre con el que trabajó
que tenía un
restaurante indio que estaba fracasando. La clientela estaba por los
suelos. Él
fue a una sesión con Douglas y se dio cuenta que lo que menos
quería era
administrar un restaurante. Una vez que tenía claridad, se deshizo
del
restaurante y lo vendió. Como resultado, los clientes empezaron a
acudir bajo la
nueva gerencia.
“Una vez que te encargas del interior, mostrarás los resultados en el
exterior,” dijo Douglas.
En otra ocasión él me dijo, “Cuando entiendes la lección, no
necesitas las
experiencias.”
Aunque todo este intercambio le parezca extraño, ha sido la verdad
en mi
experiencia también. Una vez una compañía me contrató para
ayudarles a promover
uno de sus seminarios en Dallas. Les dije lo que deberían hacer y
luego me enojé
cuando vi que hicieron todo lo contrario. Estaban echando a perder
su propio éxito.
Hablé con Douglas al respecto. Él me preguntó qué recibiría. En
otras palabras,
¿Cuál sería mi beneficio? Suponiendo que una parte de mí mismo
creó que la
compañía hiciera todo al revés, ¿cómo me beneficiaría? Lo pensé
por un momento y
tenía la respuesta.
“Su error elimina de mi persona toda presión del éxito,” dije. “Me
contrataron
para ayudarles a hacer del seminario todo un éxito. No estaba
seguro de poder
lograrlo. Pero al no hacerme caso casi han garantizado el fracaso
del seminario.
Cuando fracase, puedo señalarles a ellos con el dedo y decir, “Es su
culpa, no la
mía’.”
Volvemos al mismo asunto de que lo que estamos haciendo y
sintiendo por dentro
tiene mucho que ver con lo que experimentamos.
No importa en qué situación se encuentre, cierta parte de su ser
ayudó a
crearla.
Conéctese a ella, deje ir las creencias y la energía vieja, y
proseguirá a
crear lo que le serviría mejor y le traerá más gozo. Una de las
mejores maneras
de hacer esto es enfocarse en lo que desea, en cómo se sentiría
tenerlo, serlo o
hacerlo.
Una técnica maravillosa para ayudarle en esta área se llama “el
guión.” –Pide y
se te dará–.
Escuché de este método por primera vez de Jerry y Esther Hicks. El
concepto es
aparentemente simple:
Sólo imagínese que ya tiene lo que desea y escriba una escena que
lo describa.
Descríbala con tal detalle que pueda sentirlo. Imagínese que es un
director
películas y escriba un guión de lo que quiere experimentar.
Sumérjase
verdaderamente en lo que escribe. Siéntalo. Nótelo. Experiméntelo.
Tengo un cuaderno lleno de guiones. Cada uno que he escrito se ha
vuelto
realidad. Le repito, cuando lo piensa y cuando lo siente, se hace
realidad.
Vale la pena mencionar en este momento que sus tarjetas de
presentación,
membrete, volantes, cartas de venta y anuncios— todo lo que
produce o contrata a
alguien para producir a fin de promover su negocio— lleva presente
su energía.
Recuerde algún folleto de propaganda o carta que recibió en su
correo. Tan
pronto como lo vio, tuvo un sentir acerca del servicio. Quizá tuvo un
sentir
instantáneo que decía “esto parece interesante” o momento
instantáneo que le dijo
“a la basura”.
No estoy hablando solamente de la apariencia, aunque tal vez tuvo
algo que ver.
Cuando usted o alguien que contrata crea un documento de
promoción, pone sus
pensamientos y sentimientos en lo que crean. La gente no tiene que
ser telepática
para percibir esta vibración. Si subconscientemente usted no cree
en su producto
o servicio, esto saldrá en sus materiales de promoción. La gente lo
sentirá. Y no
tendrá clientes.
Repito, los sentimientos traen milagros. Cuando sabe lo que quiere,
y tiene
claridad al respecto, y puede sentir la energía de lo que quiere,
comenzará a
atraerlo hacia usted. Y cuando siente esta energía claramente,
creará documentos
de promoción que lo conlleven. He aquí un ejemplo de lo que quiero
decir:
Cuando escribí una carta de ventas para un producto de software
que me
encantaba, recibí resultados increíbles. La gente leyó la carta y
sintió mi
sinceridad y los beneficios del producto. Como resultado, más del
seis por ciento
de ellos envió cheques. Y en el ámbito de mercado por correo
directo, eso es
excelente.
Pero cuando escribí una carta de ventas para ofrecer un servicio en
el que no
creía, casi no recibí respuestas. ¿Por qué? El mismo escritor creó
ambas cartas.
Pero mi falta de creencia en el segundo producto fue presentada a
la gente y
ellos percibieron mi vibración y “simplemente sabían” que mejor no
lo debían
ordenar.
Otro ejemplo es la propaganda que recibí para asistir a un taller en
Seattle.
Lo único que vi fue una fotocopia oscura de la propaganda original.
Así que no fui impresionado por colores brillantes, letras hermosas,
copia inteligente o gráficas increíbles. Pero algo acerca del volante
me dijo “inscríbete para este evento”. Así lo hice. Cuando hablé con
otras personas en el seminario, todas dijeron que tuvieron el mismo
sentir. Muchos agregaron, “la verdad no sé ni por
qué estoy aquí. Vi la invitación y sabía que debía estar aquí.” La
gente que
organizó el seminario tenía claridad sobre lo que querían. Esta
confianza
apareció en sus folletos. Y la gente vino.
Contrasté esto con la compañía con la cual trabajé una vez, que
quería tener un
seminario acerca de mercadotecnia en Internet. Esta compañía sólo
buscaba
ganancias. No había afecto en su negocio ni un deseo sincero de
servir a la
gente. Esa actitud salió en sus folletos. Cuando organizaron el
evento, esperaban
que más de doscientas personas asistieran. Sólo veinte se
presentaron.
He notado que mucha gente tiene una actitud negativa acerca de los
anuncios. Yo
creo que ésta es una visión contraproducente. Un anuncio puede
ayudarle a
promover su negocio. Puede ser otra voz que trabaje a su favor.
Un día estaba cenando con Jerry y Esther Hicks y un amigo.
Estábamos hablando
de mercadotecnia en general y de los anuncios en particular. Mi
amigo dijo, “No
tienes que anunciarte.”
“No tienes que,” dije, “pero es una buena idea. Un buen anuncio
puede aumentar
un negocio.”
“La última vez que pusimos un anuncio en una revista,” comenzó
Jerry,
“recibimos tantas respuestas que no pudimos atenderlas todas.
Tuve que cancelar
el anuncio hasta que pudiéramos contratar más personal.”
“No importa lo que pongas en el anuncio,” agregó Esther. “La gente
siente quién
eres y lo que ofreces y toma una decisión basada en ese sentir.”
Jerry y Esther me han contratado para escribir sus anuncios antes
porque saben
que yo creo en su trabajo. Si yo no creyera en ellos, los anuncios
que yo creo
para ellos lo demostrarían. Y si ellos no creyeran en su trabajo, la
persona que
ellos contratasen para escribir sus anuncios revelaría esa actitud.
Mi amiga Sandra Zimmer, quien está a cargo del Centro de
Expresión Personal en
Houston, también conoce el poder de la mercadotecnia con
espiritualidad.
Sandra infunde conscientemente sus anuncios con energía. Sandra
verdaderamente
medita sobre su anuncio, enviando su energía dentro del anuncio.
Como resultado,
sus anuncios tienen una calidad magnética. Una vez me dijo que la
gente guarda
sus anuncios hasta por siete años. Sé que había visto los anuncios
de Sandra
desde hacía muchos años, antes de conocerla en persona. Aunque
sus anuncios no se
veían diferentes, se sentían diferentes. Simplemente había algo
acerca de sus
anuncios que los hacía memorables. Ese algo era la propia energía
de Sandra.
“Es importante anunciarse,” me dijo Sandra una vez. “Pero lo que
hace funcionar
a los anuncios es la energía que les pones. Verdaderamente es la
ley de
atracción.”
Repito, su persona interna crea los resultados externos. Aun sus
artículos de promoción llevan su energía. Esté claro, sienta la
energía de lo que quiere hacer, ser o tener, e irá naturalmente en la
dirección de manifestar lo que desea.
Cuando estaba en Australia en mayo de 1999, aprendí que muchas
semillas no se
abren y crecen a menos que sean quemadas primero.
En el cuerpo humano, abrimos nuestras semillas del deseo con el
calor de la
emoción. Siempre que siente amor o temor, dos emociones muy
fuertes, está subiendo el calor. Y ese calor llega a su mente interna
y abre las semillas, la imagen de lo que desea y eso se logra
mediante el sentimiento.
El punto de este paso es que debe sentir con gozo la energía de lo
que desea hacer, ser o tener. Como escribió Joseph Murphy en su
librito, Cómo atraer dinero [How to Attract Money], “el sentimiento de
las riquezas produce riquezas.”
Sienta el gozo de tener lo que desea— siéntalo en este mismo
momento—y comenzará a atraerlo hacia usted y a usted hacia éste.
“Todo el proceso de riquezas mentales, espirituales y materiales se
puede resumir en una sola palabra: gratitud.”
Su poder infinito para ser rico por Joseph Murphy, 1966
Paso Cinco: Déjese llevar
Hace años descubrí que a la mayoría de nosotros, incluyéndome a
mí, no nos gusta dejarnos llevar porque no hay ninguna lucha. No
hay drama. Muchos de nosotros sentimos que si no estamos
peleando y batallando, no sentimos que estamos logrando nada o
yendo a ningún lugar. La batalla nos da un sentido de logro. Cuando
menos podemos decir, “Bueno, lo intenté.”
El ego recibe una carga en el esfuerzo. El ego siente que está
haciendo algo que vale la pena. Pues está bien. Si su ego necesita
esa palmadita en la espalda, déjelo que se esfuerce por algunas de
las cosas que desea. Pero la verdad es que no tiene que batallar.
Repito, puede ser de otra manera... una manera más fácil.
Solía enseñar una clase titulada “El juego interno de la redacción”
[The Inner Game of Writing]. Seguía el modelo de la obra de Tim
Gallwey, quien escribió El juego interno del tenis [The Inner Game of
Tennis] y co-escribió otros libros de “juegos internos”. Lo que
descubrí fue que tenemos cuanto menos dos seres distintos dentro
de nosotros, no dos personalidades, más bien dos aspectos de
nuestra mente. Gallwey los llamó el Ser Uno y el Ser Dos.
El Ser Uno se puede comparar con su ego, la parte de su ser que
quiere controlar.
El Ser Dos se puede comparar al maestro interno dentro de usted, la
parte de su ser que está conectada a todas las cosas.
La labor del Ser Uno es seleccionar lo que usted desea y dejarse
llevar. La labor del Ser Dos es traérselo a usted.
Gallwey aprendió que cuando la gente aprendía a dejarse llevar y a
confiar, casi siempre conseguían lo que querían, y venía mucho más
fácil que si peleaban por ello.
El mismo concepto funciona en su vida. Escoja lo que quiere y deje
que Dios o el Universo (sea lo que sea para usted) se lo traiga. Deje
que organice los eventos que manifestarán su deseo. Abandone la
necesidad de saber cómo usted manifestará algo. Saber cómo
puede ser una limitación. Si usted desea manifestar algo pero no
puede ver conscientemente cómo crearlo, podría darse por vencido.
La mente consciente no puede ver todas las posibilidades.
Abandone el control y usted liberará al universo para que le traiga lo
que desea.
¿Difícil de tragar? Déjeme contarle este relato…
Cuando estaba escribiendo mi libro, Los siete secretos perdidos del
éxito [The Seven Lost Secrets of Success], estaba obsesionado.
Pasé dos años de mi vida en una misión para hacer tributo a Bruce
Barton, un hombre que influyó en nuestro país, pero que de alguna
manera pasó desapercibido en la historia. Un día recibí una llamada
de un doctor en el oeste de Texas. Quería contratarme para que le
escribiera un libro. Aunque estaba renuente, ir a verlo parecía ser lo
más acertado. Volé hacia su ciudad, hablé con él, negociamos un
contrato y regresé a Houston con un buen cheque en mis manos,
una iguala no reembolsable para contratarme para escribir su libro.
Pasaron semanas. Luego meses. Durante este tiempo concentré la
mayor parte de
mi energía en escribir mi libro sobre Barton. Casi no trabajé en el
libro del
doctor, y nunca supe de él. Por fin decidí que debería ir a verlo, y
debería presentarle parte del material. Así que hice una reserva de
vuelo y empecé a
escribir su libro. Pero sucedió algo muy raro. Siempre que llamaba a
la oficina del doctor, nadie contestaba el teléfono. Sucedió así varios
días. Luego, un día antes de mi partida, alguien contestó el teléfono.
Era el gerente del doctor.
“Bill, habla Joe Vitale,” comencé.
“Hola Joe.” Su voz sonaba avergonzada.
“¿Qué sucede? Nadie ha contestado el teléfono por varios días.”
“Bueno, ha habido un cambio de planes.”
“¿Qué?”
Bill masculló algo. Le pedí que lo repitiera. No podía dar crédito a lo
que escuché.
“El doctor está en la cárcel,” dijo.
Mentiría si digo que estaba atónito. Estaba en shock.
Estupefacto.
“¿¡¿El doctor está en la cárcel?!?” Espeté. “Bill, ¿qué está
pasando?”
“Bueno, el doctor infringió su libertad condicional.”
“¿Quieres decir que ha estado en la cárcel ANTES?”
“Bueno, el doctor le envió una bomba a su ex esposa y lo pescaron
y lo mandaron
a la cárcel,” explicó Bill.
“Luego le permitieron salir y ser doctor otra vez, pero no podía jugar
con
armas ni bombas.”
“No me digas,” dije.
“Sí, encontraron bombas en su escritorio.”
Me tomó tiempo recuperarme de este evento. Pero quiero que
advierta el milagro
aquí. Cuando firmé un contrato con el doctor, él me dio una cifra
grande de
dinero. Dinero no reembolsable. Dinero que me permitió trabajar en
mi libro sobre
Barton. Y luego, cuando el doctor fue a la cárcel, fui librado de su
contrato.
Después de todo no tuve que escribir su libro.
De alguna manera Dios o el Universo (o como quiera que usted
llame a los entes
invisibles que detentan el poder) creó el marco para este evento
fenomenal.
¿Podría yo haber organizado tal evento? Es muy improbable.
¿Cómo hubiera escrito
el anuncio?
“Se solicita doctor: Debe ser un ex convicto, que quiera escribir un
libro, y
que esté dispuesto a regresar a la cárcel en seis meses para que yo
pueda
quedarme con su dinero.”
No lo creo.
Repito, cuando usted sabe lo que quiere y tiene claridad, será
atraído a lo que
desea y los eventos se lo traerán a usted. Douglas ve esto todo el
tiempo. Cuando
dos doctores en Seattle no se ponían de acuerdo en una oficina que
necesitaban,
fueron a ver a Douglas. Después de una sesión fueron aclarados.
Dentro de
veinticuatro horas encontraron la oficina que necesitaban, y firmaron
el contrato
de arrendamiento.
Yo vi el mismo efecto cuando mi esposa y yo queríamos comprar
una casa. Si está
tratando de manifestar algo que tiene que ver con otra persona, los
dos deben
tener claridad antes de que puedan manifestar el evento. Había
trabajado conmigo mismo para comprar la casa que quería. Pero
aún así las cosas no salían bien. Por fin mi esposa fue a ver a
Douglas. Ella pudo aclarar algunas creencias viejas acerca de su
autoestima y el dinero. Al día siguiente llamaron las personas de
bienes raíces. Tres días más tarde nos mudamos a nuestra casa. ¡Y
esto fue después de casi doce meses de tardanzas!
¿Quiere un ejemplo del mundo de los negocios?
Dan Poynter es un buen amigo y un experto internacional en el
mundo coche editorial. Él ha escrito varios libros, incluyendo el
famoso Manual de coche
edición [Self-Publishing Manual]. Dan también conduce seminarios
de fin de semana en su casa sobre cómo coche publicar y promover
su propio libro. Él ha estado ofreciendo este seminario por más de
diez años, ha ayudado a cientos de personas, pero siempre se le ha
hecho difícil que la gente se inscriba para el evento. Un día Dan me
llamó y me pidió ayuda.
“Joe, quiero que me escribas un folleto que sea tan potente que la
gente se inscriba para mi seminario sin que yo tenga que hacer
nada.”
Vea lo que Dan estaba haciendo. Él sabía lo que no quería (casi
forzar a la
gente para que venga a su seminario) y sabía lo que sí quería (que
la gente llame
y se registre fácil y naturalmente). De estos dos pasos fue guiado a
llamarme.
Cuando accedí a crear un folleto para Dan, ¿qué fue lo que él tuvo
que hacer?
Dejarse llevar.
Tenía que dejarse llevar. Tenía que confiar que había contratado a la
persona
indicada y que todo saldría bien. Aunque él no lo sabía, “dejarse
llevar” es un
paso clave en el proceso de manifestación. Él lo estaba siguiendo
de manera
intuitiva.
Diseñé una propaganda para Dan; le encantó, y lo imprimió. Unas
semanas después
le llamé y él dijo, “Mi seminario ya está agotado.”
“¿De verdad?” grité contento. Pero Dan me puso el alto.
“Pero no fue debido a tu folleto,” dijo.
“O, ¿No?”
“El seminario se agotó hace dos semanas y apenas envié el folleto
de propaganda
nuevo la semana pasada. Hubo un retraso en el envío.”
“Pues, ¿qué pasó?” pregunté. “¿Cómo es que se agotó?”
Dan no lo sabía. Pero calculo que fue así: Como usted ya sabe, la
energía que
uno proyecta trae los resultados que uno obtiene. Cuando Dan
expresó su intención
nueva, y permitió que yo creara su folleto nuevo, él estaba
cambiando la señal
interna que estaba enviando. Una vez que usted cambia la manera
en que es por
dentro, su mundo externo cambia. Dan ni siquiera tuvo que enviar
su folleto. La
gente percibió las señales en el aire y respondió.
¿Descabalado? Puede ser. Pero como he señalado durante este
libro, la energía
que proyecta atrae y crea los resultados que obtiene. Cambie su
energía interna y
cambiará sus resultados.
(Y que quede claro: después vi a Dan en Chicago, donde me dijo
que debido a mi
nuevo folleto, su seminario de agosto se agotó el JUNIO anterior.)
El siguiente relato revela cómo es que mi último sueño (y en muchos
sentidos el
más grande de mis sueños) se hizo realidad. Lo comparto con usted
con la
esperanza de que le inspire a ir en pos de sus propios sueños.
Tiene mucho que
ver con el poder de tener una intención y dejarse llevar...
Si nunca ha visto el gran catálogo famoso de Nightingale-Conant de
audio
casetes sobre negocios, motivación, autoayuda, relaciones, salud y
espiritualidad, tome ahora mismo el teléfono y llame al 1-800-525-
9000. O visité
su página en http://www.nightingale.com. Pida el catálogo. Es gratis
y vale la pena echarle un vistazo.
Por muchos años había querido tener mi propio programa de
casetes en el
catálogo de Nightingale-Conant. Lo quería por el prestigio, al igual
que las
utilidades. Quería estar en la lista de los grandes: Tony Robbins,
Tom Peters,
Deepak Chopra, Bob Proctor, Joe Vitale, Brian Tracy y Wayne Dyer.
Pero hasta el otoño de 1998, este deseo había sido sólo un sueño.
A pesar de
que siempre le había enviado a Nightingale-Conant mis libros
nuevos tan pronto
como habían sido publicados, parece ser que nunca pude despertar
su interés
acerca de mi trabajo.
Pero nunca me di por vencido. Simplemente tenía presente ese
sueño, confiaba
que algo sucedería tarde o temprano y seguí haciendo lo mío:
escribir lo que
esperaba que fuesen libros informativos e inspiradores.
Y luego sucedió algo sorprendente.
Un día una persona comenzó a mandarme correo electrónico,
haciéndome preguntas
acerca de mercadotecnia en general y P.T. Barnum en particular. Era
un aficionado
de Barnum y le encantó mi libro, Los clientes nacen cada minuto
[There’s a
Customer Born Every Minute]. Contesté a todas sus preguntas,
encantado de ayudar.
Luego un día recibí una sorpresa. La persona me envió una carta-e
diciendo, “Si
alguna vez quieres que tu material sea considerado por Nightingale-
Conant, nada
más dilo. Soy su Gerente de Proyectos de Promoción.”
Imagínese mi sorpresa. O mi gozo.
De inmediato envié por correo de entrega inmediata todos mis
libros, mi video y
mi curso por correspondencia (seis casetes y un cuaderno de
trabajo) a mi amigo
nuevo en Nightingale-Conant. No le gustó nada de lo que le mandé.
Más bien, le
ENCANTÓ todo lo que mandé. Y allí mismo comenzamos el largo
proceso de convencer
a Nightingale-Conant sobre mí.
Después de once meses de llamadas, faxes y muchos envíos de
Fed-Ex, me complace
anunciar que Nightingale- Conant tiene mi primer producto.
Este relato increíble ilustra muchas lecciones:
… El gran poder relacional de Internet (Mi amigo de Nightingale-
Conant me
encontró mediante mi página).
… El milagro de tener a alguien que crea en usted. (Mi contacto
creyó en mí en
gran medida, y me lo dijo una y otra vez durante once meses.)
… La verdadera magia que ocurre cuando se está alineado con el
propósito de su
vida y haciendo lo que le trae gozo a su corazón…
… Y el poder de dejarse llevar.
Y estoy seguro que hay otras lecciones de este relato, lecciones que
usted ve y
yo no. Sólo estoy compartiendo esto con usted con la esperanza de
prenderle fuego
su corazón, de despertar algo en su alma y de animarlo a que vaya
en pos de—y consiga— sus propios sueños.
Y he aquí algo más qué considerar:
De acuerdo a investigaciones realizadas en la Fundación Spindrift
acerca del
poder de la oración, una oración de “Que se haga Tu voluntad”
obtiene más del
doble de los resultados que una oración específica de “dame esto”.
Por eso es que
es tan importante terminar su petición de lo que desea con las
palabras mágicas,
“Esto, o algo mejor”.
Cuando estaba escribiendo mi libro acerca de P.T.Barnum, fui a la
sepultura del
famoso empresario en Bridgeport, Connecticut. Allí tuve una
experiencia
conmovedora, sobre la cual escribí en mi libro. Pero lo que quiero
compartir con
usted aquí es lo que vi escrito en la lápida de Barnum. Para mi
sorpresa, grabado
en la lápida estaban estas palabras mágicas, palabras en las que
Barnum confió a
través de toda su colorida vida:
“No se haga mi voluntad, sino la tuya.”
Esas palabras mágicas funcionaron para Barnum, ayudándole a
sobrevivir
catástrofes personales y profesionales, y ayudándole a convertirse
en uno de los
primeros millonarios de Estados Unidos, y esas palabras pueden
funcionar para
usted también.
En otras palabras, confíe en el universo.
Puede pedir lo que desee hacer, ser o tener, pero también esté
dispuesto a que
el universo le dé algo mejor. Termine todas sus peticiones con la
frase, “Esto, o algo mejor” y estará diciéndole al universo que
“Hágase Tu voluntad” es de suma importancia.
¿Por qué es así? Porque el universo puede ver el cuadro amplio
mientras que su ego no.
Su único trabajo es pedir lo que desea, y después moverse según el
codeo interno para hacer las cosas, como hacer llamadas
telefónicas, escribir cartas, visitar alguna persona en particular o lo
que sea. Bob Proctor, en su maravilloso
libro, Usted nació rico, lo dice así:
“Aprende a seguir la susurrante voz que habla mediante
sentimientos, no palabras; sigue lo que ‘oyes’ por dentro, en vez de
lo que otros puedan decirte que hagas.”
El universo mismo se moverá para llevarlo hacia lo que desea, y
moverá las cosas que desea hacia usted. Lo único que tiene que
hacer es dejarse llevar, al mismo tiempo que realiza las sugerencias
internas. Abandone el miedo, la duda, la preocupación, la desilusión
y cualquier otro sentimiento negativo que pueda hacerle sentir
decaído.
El famoso poeta y sabio Rumi escribió algo que quizá le ayude aquí:
“Algunas cosas que no suceden, evitan desastres.”
Considérelo. Lo que le estoy pidiendo que haga es que confíe.
Confíe que cuando algo sucede, es bueno; y confíe en que cuando
algo que desea no sucede, también es bueno.
“He aquí un relato final acerca de dejarse llevar.”
Asistí al curso de tres días de Bob Proctor llamado “La Ciencia de
las riquezas” en Denver durante junio de 1999. Fue una experiencia
que me amplió la
mente. Le animo a que tome el curso en vivo si le es posible, o
cuando menos invierta en el curso por correspondencia. Hay tantas
cosas que recibirá del material que el punto donde está ahora
parecerá la pobreza después de que absorba los materiales y se
haga rico.
Pero una idea que quiero compartir del curso de Bob es esta cita:
“Todo lo que te sucede en la vida te está moviendo en la dirección
de tus metas.”
Considere esto. Esta cita dice que todo, sin falta, sin excepción, le
está moviendo hacia sus sueños.
Así que si le sucede algo que piensa que es malo, recuerde que
sucedió para hacerlo avanzar. Su labor es encontrar lo positivo
dentro de lo negativo, o cuando menos confiar que hay un positivo
por ahí, aunque no pueda verlo en ese momento.
Esto puede ser difícil de aceptar, al principio. Pero la verdad es que
es una manera iluminada de vivir su vida. Me encanta esta cita y
agradezco a Bob Proctor por decirla. Lo que me está diciendo es
que debo dejarme llevar y confiar que la vida misma me está
llevando hacia mis deseos.
Y a medida que me dejo llevar, confío y doy gracias por mi vida, me
siento diferente e irradio una vibración diferente al mundo, y vienen
a mí mejores cosas y mejores experiencias.
Repito, el secreto es aprender a dejarse llevar.
“Todo lo que te sucede en la vida te está moviendo en la dirección
de tus metas.”
Bob Proctor
La fórmula del millón de dólares
“¿Qué es lo más difícil de crear en la vida que quieres?” me
preguntó una amiga mientras almorzábamos.
Lo pensé un momento y respondí, “Aprender a dejar de tratar de
ideártelas para conseguir lo que quieres.”
Mi amiga se veía confundida.
Preguntó, “¿Qué quieres decir?”
“Si tratas de ideártelas cómo conseguirás ese coche nuevo, o esa
casa nueva, o esa relación nueva vas a limitarte a lo que tu ego
puede ver y hacer,” expliqué.
“Entrégale tu meta a tu subconsciente, que está conectado al
espíritu de todo y de todos, y deja que te traiga tu meta a ti y a ti a tu
meta. Sólo sigue los codeos internos y aprovecha las oportunidades
que vienen en camino, y llegarás.”
Bueno, no estoy seguro si mi amiga entendió lo que le estaba
tratando de decir.
Pero unos días después yo estaba sentado en una limosina, siendo
llevado a una cena con ocho personas maravillosas y ricas que han
alcanzado sus posiciones por esfuerzo propio. Todas esas personas
comenzaron de la nada. Muchos de ellos comenzaron como yo: con
los bolsillos vacíos y esperanzas en sus corazones.
Al estar sentado en la limosina, parte de mí no creía dónde estaba.
“¿Cómo llegué aquí?” Recuerdo haberme preguntado. “Estoy en
una hermosa limosina, con gente hermosa a mi alrededor, yendo
una hermosa cena que van a pagar otras personas hermosas. Yo
soy sólo un chamaco don nadie de Ohio que se fue de la casa para
buscar fama y fortuna. Solía cabar zanjas, conducir camiones,
trabajar en la tierra, la lluvia y el calor, y nunca tenía suficiente para
pagar mis cuentas. ¿Cómo llegué a esta limosina?”
A medida que lo pensaba, sabía que el secreto estaba en la fórmula
de cinco pasos que le he revelado en este libro. En breve, el secreto
para aumentar su clientela o manifestar cualquier cosa que usted
desee es:
1. Sepa lo que no quiere.
2. Seleccione lo que desea.
3. Aclare todas las creencias negativas y contraproducentes.
4. Sienta cómo sería tener, hacer o ser lo que desea.
5. Déjese llevar. Actué sobre los impulsos intuitivos y permita que se
manifiesten los resultados.
La verdad es que no hay “una sola y única manera” para lograr algo
en este mundo. Hay gente que obtiene coches nuevos
ganándoselos, otros batallan para pagarlos, otros pagaron por ellos
felizmente, otros de otras maneras. Lo que le dije a mi amiga en la
iglesia es la verdad: no puedes organizar el mundo para hacer lo
que quieres. Más bien, declara tus intenciones y deja que el mundo
se arregle a sí mismo para traerte tus metas.
Yo estaba en esa limosina porque no planeé estar ahí.
Permití, actué, confié y acepté.
Seguí la fórmula de cinco pasos.
Y cuando la limosina llegó, me subí.
Por último, no puedo encontrar mejor manera para concluir este libro
que con esta cita de Frances Larimer Warner, escrita en 1907.
Cuando me entrevistaron en un programa una noche, me pidieron
que leyera esta cita dos veces. Luego todo mundo guardó silencio
por un momento mientras el significado de estas palabras
llegó a su corazón.
Concluyo este libro con esas mismas palabras, y le deseo
“velocidad de Dios” para realizar todos sus sueños.
Y cuando llegue su limosina, ¡súbase!
“Si plantamos una semilla en la tierra sabemos que el sol brillará y la
lluvia regará, y dejamos que la Ley traiga los resultados… Bueno, el
deseo que se forja es la semilla, cuando cierra sus ojos
esporádicamente imaginando que eso es el sol, y su expectativa
constante, aunque no ansiosa, es la lluvia y el cultivo necesarios
para tener resultados totalmente seguros... ”
Frances Larimer Warner, Nuestro suministro invisible: primera parte
1907