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Adolescentes Con Conductas Sexuales Abusivas - Susana Toporosi

Este documento trata sobre adolescentes con conductas sexuales abusivas que acuden a consultas médicas. Describe las diferentes clasificaciones de este tipo de conductas, como conductas con y sin contacto, impulsivas o planificadas. También diferencia entre abuso sexual, juegos sexuales infantiles y conductas sexuales abusivas. El objetivo es brindar una intervención terapéutica y de protección de derechos a estos adolescentes y sus víctimas.

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Adolescentes Con Conductas Sexuales Abusivas - Susana Toporosi

Este documento trata sobre adolescentes con conductas sexuales abusivas que acuden a consultas médicas. Describe las diferentes clasificaciones de este tipo de conductas, como conductas con y sin contacto, impulsivas o planificadas. También diferencia entre abuso sexual, juegos sexuales infantiles y conductas sexuales abusivas. El objetivo es brindar una intervención terapéutica y de protección de derechos a estos adolescentes y sus víctimas.

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Rev. Hosp. Niños (B.

Aires) 2022;64(287):219-222 I 219

Adolescencia
Sección a cargo del Servicio de Adolescencia del Hospital de Niños Ricardo Gutiérreza

Adolescentes con conductas sexuales abusivas:


una consulta que crece
Adolescents with abusive sexual behaviors: a query
that grows
Susana Toporosib

Quisiera partir del impacto clínico que nos pro- que permita orientar hacia lo psicoterapéutico y
voca recibir, en todos los espacios de atención de en intersectorialidad con el ámbito de la protec-
adolescentes, una creciente consulta que involu- ción de derechos. En estos adolescentes está en
cra a varones de entre 12 y 17 años que han teni- juego evitar que se coagule una identidad que, de
do conductas sexuales abusivas con niños o niñas: no intervenirse, podría llegar a ser a futuro la de
primitos, sobrinos, vecinos y en muchos casos her- un adulto agresor sexual.
manos o hermanas menores con los que conviven.
Habitualmente se produce un estallido familiar CONDUCTAS SEXUALES PROBLEMÁTICAS1
cuando esto se descubre y el adolescente concu- Pueden aparecer en:
rre a la consulta con su madre, que es la que suele • un polo transgresor: ya que violentan los
estar angustiada. límites sociales e interpersonales (ejemplo:
En la Argentina, antes de los 16 años esto no espiar a otros niños o niñas en el baño, to-
adquiere un carácter penal e interviene un Orga- car partes íntimas de otros, o mostrar mu-
nismo de Protección de Derechos garantizando cho interés por pornografía violenta).
que ambos, adolescente y niño/a, tengan un tra- • polo restrictivo: que limitan la exploración y
tamiento. A partir de los 16, interviene también el el aprendizaje (ejemplo: rechazar con aver-
Fuero Penal Juvenil. sión hablar de sexualidad con figuras cerca-
Una de las primeras medidas que se sugieren nas, mucha vergüenza para conversar del
es que los adolescentes con conductas sexuales tema).
abusivas sean separados de los/as niños/as, gene-
rando así condiciones que posibiliten en estos ni- CONDUCTAS SEXUALES ABUSIVAS
ños o niñas la recuperación frente a lo traumático Pueden clasificarse en dos tipos:
vivido, mientras que los adolescentes causantes de • con contacto: (roces, caricias, hasta pene-
los hechos no podrían volver a estar en contacto tración);
con aquellos a quienes abusaron hasta tanto hu- • sin contacto: (espiar, mostrar o mirar los
bieran podido internalizar legalidades que no esta- genitales, acoso verbal de tipo sexual, mo-
rían instaladas aún en su propio aparato psíquico. lestar por internet, exhibir pornografía).
Las consultas clínicas pediátricas o psicoló- O pueden ser:
gicas que se derivan de estos hechos deben ser • impulsivas: (surgen ante dificultades de au-
consideradas una oportunidad de intervención tocontrol);

a. Dra. Laura Milgram, Dra. Alejandra Ariovich, Dra. María Carpineta, Dr. Domingo Cialzeta, Dra. María Soledad Matienzo,
Dr. Daniel Roffé, Dra. María Cecilia Russo, Lic. Gabriela Mayansky, Dra. Betiana Russo.
Contacto: [email protected]
b. Psicóloga de niños, niñas y adolescentes. Ex Coordinadora de Salud Mental, Sección Adolescencia, HNRG
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• Planificadas: cuando el autor elaboró es- sociales, quienes suelen sentir rechazo de atender
trategias para agredir (buscar el momento a estos adolescentes. Tal vez se los equipara con
para estar a solas con la víctima, para que abusadores sexuales adultos.
no relate las agresiones). Es preciso aclarar que no se puede hablar de
Las conductas sexuales problemáticas (CSP) perversión a partir de una conducta. Muchas veces
pueden comprender: se torna confuso y se les atribuye a estos jóvenes
• conductas autocentradas: cuando perju- la identidad de SER un perverso. En estos adoles-
dique solo al propio niño (masturbación centes las acciones de someter al otro están vincu-
compulsiva, interés exacerbado en la por- ladas a haber sido arrasados ellos en una vivencia
nografía, rechazo a la educación sexual); traumática previa, que no ha sido elaborada aún.
• conductas interpersonales: que se caracte- Esto no los desresponsabiliza del daño provocado,
rizan por implicar una relación no recíproca del cual deberán hacerse cargo, pero tampoco les
con diferencias de poder entre los niños, otorga una identidad de perversos o abusadores.
niñas o adolescentes involucrados, y en la
cual no hay posibilidad de consentimiento. CÓMO LOS NOMBRAMOS. DIFERENCIAS
El consentimiento sexual es la capacidad de ENTRE EL ABUSO SEXUAL, JUEGOS
elegir con libertad, información y recursos, el par- SEXUALES Y CONDUCTAS SEXUALES
ticipar o no de un encuentro sexual con otro/a. ABUSIVAS.2
Son varios los elementos que pueden generar La categoría de abuso sexual debe ser reserva-
desequilibrio de poder y falta de consentimiento: da para la intromisión de la genitalidad del adulto
• el uso de amenazas o de la fuerza por parte en el cuerpo y el psiquismo del niño, niña o ado-
de uno de los integrantes (antecedentes de lescente, quienes no están aún en condiciones de
dominación, violencia en la pareja); entender o de poder consentir al tratarse de una
• diferencias entre ellos, por ejemplo, de relación de poder asimétrica. En esa relación de
edad (4 o más años); asimetría dada la larga dependencia de la cría hu-
• características vulnerables de la víctima (dis- mana hasta el final de la adolescencia, ese adul-
capacidad intelectual, historias previas de to tiene una responsabilidad sobre el niño, niña o
vulneraciones sexuales o machistas, búsque- adolescente.
da intensa de afecto, o estados alterados de En caso de que el autor de esa conducta fue-
conciencia: uso de alcohol, drogas, etc.); ra un adolescente y no un adulto, es necesario
• condiciones del contexto (ambiente ma- considerar que el adolescente está aún realizan-
chista, coaliciones, mandatos, secretos, do trabajos de constitución psíquica. Sin duda los
privilegios). efectos en el psiquismo del niño pequeño que fue
violentado pueden resultar igualmente traumá-
CONDUCTAS SEXUALES PROBLEMÁTICAS ticos como los del abuso sexual por parte de un
NO ABUSIVAS adulto.
Hay relaciones entre pares que sin ser abusi- Pero sabemos que la adolescencia es el mo-
vas presentan características diferentes: se dan mento más importante en la búsqueda de iden-
en una relación consensuada pero son indiscrimi- tidades: “quién soy”. Otorgarle una identidad de
nadas. Por ejemplo, entre niños o niñas que no se abusador sería una ruta facilitadora para que ter-
conocen, o que no juegan juntos habitualmente. minara siéndolo, sin ofrecer la oportunidad para
La práctica puede estar asociada a atenuar o evitar que esto se encaminara de otro modo. No es lo
recuerdos de algo triste, traumático, o que provo- mismo decir que tuvo conductas abusivas que de-
can ansiedad. cir que es un abusador.
Puede tratarse de conductas sexuales hacia Otro riesgo en el que podríamos caer sería mi-
animales, o con objetos dañinos. nimizar lo ocurrido confundiéndolo con juegos
sexuales.
LAS CONSULTAS POR ESTOS
ADOLESCENTES JUEGOS SEXUALES INFANTILES
La primera barrera en la consulta, muchas ve- • Hay acuerdo entre ambos niños, explícito o
ces la constituyen los profesionales de la salud, implícito. Ésta es la condición para que haya
pediatras, psiquiatras, psicólogos, trabajadores cualquier “jugar” compartido. Y se da entre ni-
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ños o niñas que habitualmente juegan juntos. En algunos casos observamos que tienen an-
• Las actividades e intereses del niño o niña son gustia y culpa por lo que provocaron, sobre to-
diversos, no solo sexuales. do en el entorno social y familiar. Otros cuentan
• La conducta sexual surge de modo ocasional. que habían pensado en matarse cuando se die-
• Predomina la búsqueda de descubrir y expe- ron cuenta de lo que habían generado, expresan-
rimentar sensaciones placenteras corporales. do una posible elaboración melancólica. Pero en
• Tienen un nivel de representación y transfor- otros casos no hay angustia y no aceptan concu-
mación. No se trata solo de buscar repetir al- rrir a ninguna consulta. El acto permanece como
go placentero, sino que está enmarcado en un algo disociado que no está integrado para ellos, o,
juego simbólico: jugar a los novios, al doctor, a en algunos casos, no lo reconocen como algo que
la mamá y al papá. Es un jugar a ser grandes. pudiera dañar a otro.
• Se da entre niños de edades similares. Cuando se les plantea que en el ámbito de sa-
• Hay complicidad de ambos. lud, rige el secreto profesional y por tanto no se
• Son en secreto hacia los adultos. propone juzgarlos.
• Suele no haber angustia porque se trata de Es posible comenzar la entrevista argumentan-
un jugar, y por lo tanto no sienten la necesi- do: “Nos encontraremos para tratar de entender
dad de comunicarlo a los adultos, sino todo qué te llevó a hacerle a otro algo que probable-
lo contrario. mente no te hubiera gustado que te hicieran.
Quien hace esto, seguramente llega desde un pa-
CONDUCTAS SEXUALES ABUSIVAS decimiento propio que a veces ni siquiera regis-
• Un adolescente obliga a un niño o niña y los tra y estamos aquí para descubrirlo, entenderlo y
somete a realizar algo que no desea o que atenderlo. También para ver si vos podrás recono-
siente que no puede elegir. cerlo y pedir ayuda”.
• Esto se puede producir no solo entre un ado- De este modo se interviene en base al paradig-
lescente y un/a niño/a, sino también entre ma de protección integral de derechos de niños,
niños de edad similar o incluso por parte de niñas y adolescentes.
alguien menor a alguien mayor. Partiendo de la base que en la adolescencia la
• Puede suceder de una manera aislada o de responsabilidad subjetiva se construye y que to-
manera repetida. mar responsabilidad por las conductas cometidas
• Se instala una situación sometedor-sometido. será un camino a recorrer.3
• Lo que está en juego es el ejercicio del poder
de uno sobre otro. CON QUÉ NOS ENCONTRAMOS EN LA
• Suelen estar asociadas a agresión o motiva- HISTORIA DE ESTOS ADOLESCENTES
ción por dañar a otro/a (por enojo, rabia, en- En nuestra cultura patriarcal “hacerse varón”
vidia, venganza). es un proceso paulatino que implica movimientos
• El niño receptor manifiesta dolor, daño, de- de alejamiento temprano de la madre. No ser mu-
sagrado o queja durante la práctica, y miedo jer ni infantilizarse pasan a ser fundamentales, por
y evitación después. eso tanto rechazo a lo homoerótico.4
• Despierta angustia en quien no pudo evitar El varón necesita verse como alguien fuerte
quedar sometido. y activo, en un movimiento afín con el poder, el
• Suele ser relatado a un adulto cercano siem- dominio y la violencia.5 Es así como los varones
pre que haya alguien en quien confíe que lo con masculinidad hegemónica en nuestra cultura
va a escuchar y le va a creer. patriarcal, en la pubertad y adolescencia, suelen
sentirse sometidos a un imperativo de rendimien-
CÓMO LLEGAN ESTOS ADOLESCENTES A to viril. El eje es la turgencia del pene, símbolo de
LA CONSULTA HOSPITALARIA omnipotencia.
Ante la consulta, una operación clave es po- Lo que hemos encontrado en estos adoles-
der alojar a estos adolescentes en un ámbito de centes con conductas sexuales abusivas es que
respeto por su subjetividad, de confidencialidad, las actuaciones sexuales en su adolescencia po-
tal como resultado esencial que permite iniciar drían dar cuenta de un ejercicio de poder a través
cualquier proceso diagnóstico o luego psicotera- de la sexualidad, como intentos de reafirmar una
péutico. identidad viril bajo el modelo de masculinidades
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hegemónicas cuando las condiciones familiares y compulsiva nos referimos a que no puede dejar de
sociales fallaron como soportes identificatorios. realizarla. No es una elección, ni producto de su
El adolescente no se siente mirado, considerado, anhelo. Se le impone sin que sepa por qué lo hace
reconocido. Se siente nadie y recurre a un ejerci- y sin que pueda elegir no hacerla.
cio de poder sobre alguien considerado más débil Resulta fundamental que el sistema de Salud
para empoderarse. Pública les brinde una atención oportuna, escucha
Algunas hipótesis habituales como la de que el activa, libre de prejuicios, que pueda alojarlos pa-
adolescente que tiene conductas sexuales abusi- ra su tratamiento.
vas fue sometido en su infancia a una situación de El Sistema de Protección de Derechos desem-
abuso sexual por parte de un adulto o de un ado- peña un papel fundamental para con ellos, favo-
lescente se corroboran en la mayoría de los casos. reciendo todos los aspectos relacionados con su
protección, la asistencia al centro de salud, a la
EFECTOS DEL ABUSO PADECIDO POR escuela, el vivir una vida libre de violencias y, por
PARTE DE ESTOS ADOLESCENTES ende, su derecho a que se tomen las medidas ne-
Lo traumático del efecto de un abuso padeci- cesarias para garantizar su seguridad e integridad.
do, y la imposibilidad de su procesamiento, pue- Es preciso trabajar en interdisciplina y red con
de dar como resultado la repetición compulsiva otros sectores e instituciones. La intervención
de esas conductas haciéndole a otro lo que con- terapéutica necesita ser familiar, además de la
sigo mismo hicieron, en un intento de compren- terapia individual o grupal con el adolescente. Ha-
der eso excesivo padecido, aunque hayan pasado bitualmente se trata de jóvenes que no han con-
muchos años. tado con un ámbito familiar en el cual se hubieran
El monto inmanejable y la calidad de estímulos podido transmitir límites y sobre todo legalidades.6
deja a su Yo sin posibilidades de transformación a Se deberán extremar los esfuerzos para evitar
partir de entender el sentido de lo que le sucede. la revictimización, la patologización, la discrimina-
Desbordan al psiquismo empujándolo a formas ción y la sobreintervención.
compulsivas de evacuación producto de que no
alcanzan a producir la elaboración de la vivencia BIBLIOGRAFÍA
traumática. 1. Romero Cabrera F, Navarro Hernández N, Meyer
Son escenificaciones que reproducen la ori- Froese MI. Guía sobre conductas sexuales pro-
ginal en el sentido de que alguien que se siente blemáticas y prácticas abusivas sexuales: mate-
rial de apoyo para profesionales y cuidadores de
poderoso somete a otro. Esta escena, solo por
niños, niñas y adolescentes. 2014. Disponible en:
repetirse, no va a permitir ser comprendida, me- https://www.sos-childrensvillages.org/getmedia/
tabolizada o procesada, y va a tender a volver a f136fd3c-1b47-4522-88ba-dbfa8228b43c/Guide-
repetirse. to-Problematic-Sexual-Behaviours-and-Abusive-
Sexual-Practises_Spanish.pdf
EL TRATAMIENTO 2. Toporosi S. En carne viva. Abuso sexual infantojuve-
Lo traumático puede ser procesado y trans- nil. Editorial Topía. Buenos Aires, 2018. Capítulo 7.
formado en una experiencia metabolizable, en el 3. Capacete L. Jóvenes con conductas sexuales violen-
tas Intervenciones jurídicas, institucionales y clíni-
interior de un vínculo con otro. Un espacio privi-
cas. Editorial Letra Viva, Buenos Aires, 2017.
legiado para esto es la psicoterapia. 4. Bleichmar S. Paradojas de la sexualidad masculina.
Estos jóvenes pueden llevar a los equipos tra- Editorial Paidós. Buenos Aires, 2006.
tantes a diversas reacciones: desmentir riesgos 5. Volnovich JC. Ir de putas. Reflexiones acerca de los
junto al joven ya que muchos de ellos no regis- clientes de la prostitución. Editorial Topía. Buenos
tran su responsabilidad, o negar la desmentida Aires, 2006.
y pensar que el joven “decide” tomar un camino 6. Bleichmar S. La construcción del sujeto ético. Edi-
mortífero. Cuando decimos que una conducta es torial Paidós. Buenos Aires, 2011.

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