MATERIAL FUNDAMENTAL
Curso: Química general
Unidad 2. Fundamentos de química
Contenido de la unidad
Semana 2
Módulo 5: Teoría atómica
Módulo 6: Fórmulas químicas, cálculos de composición y nomenclatura
Semana 3
Módulo 7: El enlace químico
Módulo 5: Teoría atómica
Después de que lea este módulo será capaz de comprender las principales teorías
atómicas (desde sus inicios hasta el modelo actual), identificar conceptos como
número atómico, número de masa y su relación con el número de neutrones, y
deducir el comportamiento químico de los átomos con base en su distribución y
configuración electrónica.
Iniciaremos con un recuento de lo que ha sido el átomo a través de la historia y
veremos su constitución, sus propiedades y su representación. Esto será de gran
ayuda para comprender el comportamiento químico de ciertos elementos y
sustancias.
5.1 El átomo a través del tiempo
[Tomado y adaptado del texto Química inorgánica, de Mondragón, C. H., Peña, L.
Y., Sánchez, M. y Arbeláez, F. (2005)].
Propusieron que la materia estaba constituida por pequeñas partículas a las
que llamaron átomos, palabra que significa indivisible. Los postulados del
atomismo griego establecían que:
Los átomos son sólidos.
Leucipo y
Entre los átomos solo existe el vacío.
Demócrito
(450 a. de C.) Los átomos son indivisibles y eternos.
Los átomos de diferentes cuerpos difieren entre sí por su forma, tamaño y
distribución espacial.
Las propiedades de la materia varían según el tipo de átomos y la manera
como estén agrupados.
La teoría atómica de Dalton
comprendía los siguientes
postulados:
La materia está constituida
por átomos, partículas
indivisibles e indestructibles.
Los átomos que componen
una sustancia elemental son
John Dalton
semejantes entre sí en
(1805)
cuanto a masa, tamaño y
cualquier otra característica,
y difieren de aquellos que
componen otros elementos.
Los átomos se combinan para formar entidades compuestas. En esta
combinación los átomos de cada uno de los elementos involucrados están
presentes siguiendo proporciones definidas y enteras. Así mismo, dos o
más elementos pueden unirse en diferentes proporciones para formar
diferentes compuestos.
La radiación emitida o absorbida
por los cuerpos calientes no se
presenta de manera continua,
sino en forma de cantidades
discretas de energía, a las que
Max Planck llamó cuantos. El tamaño de un
(1900) cuanto es directamente
proporcional a la frecuencia de
la radiación emitida o absorbida,
y la magnitud de energía
intercambiada debe ser un
múltiplo de esta unidad.
La parte positiva del átomo está
distribuida uniformemente por
todo el volumen de este,
mientras que los electrones se
encuentran inmersos en esta
Joseph matriz de protones. Además,
Thomson planteó que la cantidad de
(1904) cargas positivas y negativas
presentes eran iguales, con lo
cual el átomo era esencialmente
una entidad neutra. A este
modelo se lo conoce como el
modelo del pastel de pasas.
Utilizó la teoría cuántica de Planck para explicar el efecto fotoeléctrico. Einstein
sugirió que la luz estaba formada por paquetes de energía, que denominó
fotones, cada uno de los cuales poseía una energía igual al producto de la
constante de Planck y la frecuencia (hv), de donde se deduce que la luz de alta
frecuencia, como el color azul o la radiación ultravioleta, tiene fotones más
energéticos que aquella de baja frecuencia, como las ondas de radio o el color
rojo. Einstein consideró el efecto fotoeléctrico como el choque de dos
partículas: un fotón y un electrón, en el cual un electrón solo sería expulsado
por un fotón suficientemente grande.
Albert Einstein
(1905)
Imagen tomada de: http://commons.wikimedia.org/wiki/File%3APhotoelectric_effect.svg
Autor: Wolfmankurd
Tipo de licencia: Creative Commons 3.0
Postuló la existencia del núcleo
atómico. Dijo que era una zona
central densa, en la que se
concentraba cerca del 99.95%
de la masa atómica y la cual
debía ser positiva. También
estableció que los electrones
debían mantenerse en
Ernest
constante movimiento en torno
Rutherford
al núcleo, aunque a una cierta
(1911)
distancia, con lo cual gran parte
del volumen del átomo sería
espacio vacío. Al igual que
Thomson, Rutherford consideró
que la carga negativa de los
electrones debía contrarrestar la
carga positiva del núcleo para
dar lugar a un átomo neutro.
Basándose en la teoría cuántica
de Max Planck, propuso un
nuevo modelo atómico. En él,
mantenía la estructura
planetaria propuesta por
Rutherford, pero hacía las
siguientes precisiones acerca
de la disposición de los
electrones alrededor del núcleo:
Los átomos presentan un
cierto número de órbitas
Niels Bohr
posibles, denominadas
(1913)
estados estacionarios, en las
que un electrón puede girar
sin que ocurra emisión o
absorción de energía. En
este estado, el átomo es
estable.
Cuando un átomo absorbe o emite energía en forma de radiación, los
electrones a su alrededor son promovidos de una órbita a otra. Si un
electrón absorbe energía, pasa a una órbita mayor, alejándose del núcleo.
Al emitir luego esta energía, desciende a un estado menor, más cerca del
núcleo. La cantidad de energía necesaria para pasar de un nivel a otro está
cuantizada, según la ecuación propuesta por Planck.
Propuso que la materia es ondulatoria. Broglie planteó que si la energía podía
ser particulada, la materia también podía entenderse como energía en forma
de ondas.
Louis de Broglie
(1924)
Estableció el principio de incertidumbre. Dijo que no era posible conocer
Werner
simultáneamente la posición y la cantidad de movimiento (momento lineal) de
Heisenberg
una partícula subatómica, pues cuanto más exacta sea la estimación de un
(1926)
parámetro, menos podremos saber sobre el otro.
Describió el comportamiento del
electrón en un átomo de
acuerdo con consideraciones
estadísticas, es decir, en
términos probabilísticos.
Schrödinger consideró que la
trayectoria definida del electrón,
Erwin según Bohr, debe sustituirse por
Schrödinger la probabilidad de hallarlo en
(1926) una zona del espacio periférico
al núcleo atómico. Es decir, no
podemos decir dónde estará
ese electrón en un momento,
sino cuál es la probabilidad de
que dicha partícula se
encuentre en la zona observada
en ese momento.
Descubrió el neutrón. Observó
unas partículas que no se
desviaban por la presencia de
James campos eléctricos, luego debían
Chadwick ser neutras, por lo que las llamó
(1932) neutrones. Estableció que su
masa debía ser similar a la de
los protones, o sea 1.675 * 1024
gramos.
Descubrió el positrón, con lo
cual abrió las puertas a todo un
panorama de nuevas partículas
(más de 200 diferentes), que si
bien forman parte de la materia
Carl David ordinaria, se producen y
Anderson desaparecen durante algunas
(1932) reacciones que tienen lugar en
condiciones muy especiales,
obtenidas en laboratorios
especializados y
frecuentemente con una vida
efímera.
Si desea saber un poco más de historia del átomo, lo invito a observar los dos
siguientes videos:
https://www.youtube.com/watch?v=g9oWaf6Xz3E
https://www.youtube.com/watch?v=p59iyE1aVoo
5.2 Partículas fundamentales
A pesar de que átomo significa “indivisible”, en realidad está formado por varias
partículas subatómicas, pero tres de ellas son fundamentales para el estudio de la
química: electrones (e), protones (p+) y neutrones (N).
Tabla 1. Partículas fundamentales del átomo
Masa
uma Carga neta
Partícula Símbolo Carga (C)
Gramos (unidad de o relativa
masa atómica)
Electrón e 9.1095 * 1028 0.00055 1 1.602 * 1019
Protón p+ 1.6725 * 1024 1.0073 +1 +1.602 * 1019
Neutrón N 1.6749 * 1024 1.0087 0 Neutra
Hiram Y. Campos G., en su documento “Partículas subatómicas”, menciona la
existencia de las siguientes: bosón, positrón, electrón, protón, fermión, neutrino,
hadrón, neutrón, leptón, quark y mesón. Dice, además, que las partículas están
formadas por componentes atómicos, como electrones, protones y neutrones. Los
protones y neutrones son partículas compuestas y están formadas por quarks, los
cuales a su vez se mantienen unidos por las partículas llamadas gluones, que
interaccionan con los quarks y son indirectamente responsables de mantener
juntos los protones y neutrones en el núcleo atómico.
5.3 Propiedades de los átomos
Como se mencionó anteriormente, el átomo se compone de tres partículas
subatómicas fundamentales: protón, electrón y neutrón. En la región central se
disponen los protones y neutrones, dando lugar al núcleo del átomo, mientras que
a su alrededor, en regiones bien definidas, giran los electrones. Muchas de las
propiedades físicas de los átomos, como masa, densidad o capacidad radiactiva,
se relacionan con el núcleo. En cambio, propiedades químicas como la capacidad
para formar compuestos con átomos de otros elementos, se relacionan con la
distribución de los electrones en la periferia.
Al describir un elemento químico se mencionan algunas de sus propiedades, entre
las que se encuentran el número atómico, el número de masa (incluyendo
isótopos e isóbaros, que son casos particulares) y la masa atómica. Veamos:
Número atómico (Z): el número atómico es igual al número total de
protones (p+) que tiene el átomo (todos los átomos de un elemento dado
poseen el mismo número de protones). Como el número de p+ debe ser
igual al número de electrones (e) para conservar la neutralidad eléctrica, el
número atómico también representa el número de electrones. Por ejemplo,
el átomo de hidrógeno, el más sencillo que se conoce, tiene un núcleo
compuesto por un protón, que es neutralizado por un electrón orbitando
alrededor. De esta manera su número atómico es Z = 1.
Número de masa (A) o número másico: hace referencia al número de
protones (p+) y neutrones (N) presentes en el núcleo y se representa con la
letra A. La suma de la masa de los protones y los neutrones presentes en el
núcleo es la masa del átomo:
A= Z+N
Supongamos el ejemplo siguiente: el elemento sodio (Na) contiene 11
protones y 12 neutrones en su núcleo. Esto significa que el número
atómico, Z, es igual a 11, y el número de masa, A, es igual a 23. Es decir, la
suma de 11 protones y 12 neutrones:
Z = 11 y N = 12: A = N + Z, es decir, A = 12 + 11 = 23
¿Qué ocurre si átomos de un elemento dado difieren en el número de neutrones y,
en consecuencia, en su masa? Estos átomos son llamados isótopos y son una
particularidad del número de masa, debida a los neutrones.
Mondragón, en su texto Química inorgánica, trae las siguientes definiciones de
isótopo, isóbaro y masa atómica:
Isótopos. Son átomos de un mismo elemento, cuyos núcleos tienen el
mismo número de protones (número atómico, Z), pero difieren en el número
de neutrones (número de masa, A). Muchos elementos presentan isótopos;
por ejemplo, el oxígeno en estado natural es una mezcla de isótopos, en la
cual el 99.76% corresponde a átomos con A = 16 (Z = 8 y N = 8), el 0.037%
posee A = 17 (Z = 8 y N = 9) y el 0.204% está representado por átomos con
A = 18 (Z = 8 y N = 10).
¿Pero qué ocurre si átomos de elementos diferentes poseen isótopos con el
mismo número de masa? A estos átomos se los llama isóbaros, que son
otra particularidad del número de masa.
Isóbaros. Son átomos de elementos diferentes, con características propias,
que poseen isótopos con el mismo número de masa (A). A estos elementos
se les da el nombre de isóbaros y son comunes en elementos radiactivos.
Como ejemplos podemos nombrar el calcio y el argón, el hierro y el cobalto,
el estaño y el telurio.
Masa atómica. Si bien la masa de un átomo no puede ser registrada por
las balanzas más sensibles, esta magnitud ha sido calculada en valores
cercanos a los 1024 gramos. Por ejemplo, la masa de un átomo de
hidrógeno es 1.67 * 1024 g. Sin embargo, para facilitar los cálculos relativos
a las masas atómicas de la gran variedad de elementos químicos conocidos
se ha ideado un sistema de masas relativas, en el cual la masa de un
elemento dado se calcula comparándola con la masa de otro, que se toma,
arbitrariamente, como unidad patrón.
o Primer patrón ensayado: hidrógeno, pero de difícil manejo.
o Segundo patrón ensayado: oxígeno, con resultados aceptables pero
presentó divergencias en las masas de los demás elementos y
grandes diferencias en los cálculos químicos.
o Tercer patrón ensayado y aceptado: carbono; se le asignó la masa
atómica exacta, 12 uma (unidad de masa atómica). Con él se
obtuvieron masas atómicas muy exactas para los demás elementos
y se determinó con gran exactitud la masa de los diferentes isótopos
de un átomo.
Así que una uma es igual a 1/12 de la masa del átomo de carbono, 12. De
acuerdo con esta escala, el oxígeno tiene una masa de 15.99 uma,
mientras que para el hidrógeno es de 1.007 uma. Debido a la existencia de
isótopos, la masa atómica de un elemento cualquiera es el promedio de la
masa relativa de cada uno de sus formas isotópicas, así:
Ai Mi
M= å
100
donde:
Ai: abundancia relativa de cada isótopo
Mi: masa atómica del isótopo
5.4 El símbolo atómico
Un elemento cualquiera puede representarse mediante su símbolo atómico, así:
C A = masa atómica Número total de protones y neutrones
A
X
Z # Z = número atómico Número de protones o de electrones
C = carga Valores positivos o negativos
# = número de átomos Número de átomos que tiene la fórmula
Ejemplo: carbono
El número de protones o de electrones, o número atómico Z, se denota por un
subíndice a la izquierda del símbolo atómico. Los átomos de carbono tienen 6
protones y 6 electrones, y por tanto Z = 6. El número de masa A se representa con
un superíndice a la izquierda del símbolo atómico (recordemos que A es la suma
del número de protones y de neutrones del isótopo que se está describiendo en
particular). Veamos:
12 14
6 C 6 C
Este isótopo tiene 6 protones y 6 neutrones. Es la Este isótopo de carbono
forma más común del carbono (aproximadamente 99% tiene 6 protones y 8
de todo el carbono). neutrones.
Carbono 12 Carbono 14
Dado que todos los átomos están compuestos por protones, neutrones y
electrones, todas las diferencias físicas y químicas entre los elementos se deben a
diferencias en el número de las partículas subatómicas que los componen. Por
tanto, un átomo es la pieza más pequeña de un elemento, pues tratar de dividirlo
más allá (en partículas subatómicas) destruye su identidad.
5.5 Modelo atómico actual
(Tomado del texto Teoría y problemas de química general, de Jairo Restrepo
Merino)
Erwin Schrödinger desarrolló una ecuación para describir el comportamiento del
electrón en términos de su carácter ondulatorio. Esta ecuación, conocida como
ecuación de Schrödinger o ecuación de onda, no permite determinar el recorrido
exacto de un electrón, pero sí la probabilidad de hallarlo en un espacio dado
según sea la energía asociada con él. Este espacio se conoce como orbital, en
contraposición a las órbitas propuestas por Bohr. Puede decirse que un orbital es
una región del espacio, cercana al núcleo de un átomo, en donde es más probable
hallar un determinado electrón de ese átomo. Estos orbitales se describen por
medio de cuatro parámetros, llamados números cuánticos.
5.5.1 Números cuánticos
En la mecánica ondulatoria, los electrones se consideran ubicados en niveles de
energía. Los niveles se subdividen en subniveles y estos están formados por uno
o más orbitales. Cada electrón de un átomo se identifica por una combinación de
cuatro números cuánticos, que indican nivel, subnivel, orbital y electrones, así:
Número cuántico principal (n). Identifica el nivel de energía al cual
pertenece el electrón. Adquiere valores enteros de 1, 2, 3… y se lo asocia
a la idea física del volumen del orbital. Dicho de otro modo, el número
cuántico principal establece el tamaño de las órbitas; por tanto, la distancia
al núcleo de un electrón está determinada por este número cuántico.
El número de electrones que cada nivel puede alojar es limitado, se
conoce como número de saturación y se puede calcular mediante la
fórmula 2n2, donde n es el nivel principal de energía. Esto significa que en
el nivel 1 habrá como máximo 2 electrones, en el nivel 2 habrá 8, en el
nivel 3 habrá 18, etc., como se ve en la siguiente tabla:
Nivel (n) Número máximo de electrones
1 2(1)2 = 2
2 2(2)2 = 8
3 2(3)2 = 18
4 2(4)2 = 32
Número cuántico azimutal (l). Especifica el subnivel y la forma del orbital
(estas formas se mostrarán después de que mencionemos todos los
números cuánticos).
Cada nivel consta de uno o más subniveles. El número de subniveles en
un nivel es igual a n. Así, en el nivel n = 1 hay un subnivel, en el nivel n = 2
hay dos subniveles, en el nivel n = 3 hay tres subniveles, etc.
Los subniveles se representan por las letras s, p, d, f, en orden
ascendente de energía. (Esto significa que el subnivel del nivel 1 es s, que
los dos subniveles del nivel 2 son s y p, que los tres subniveles del nivel 3
son s, p y d, y que los cuatro del nivel 4 son s, p, d y f).
Los valores de l van desde cero hasta n 1, según la clase de subnivel,
así:
Tipo de subnivel s p d f
Valor de l 0 1 2 3
El número máximo de electrones por subnivel depende del tipo de subnivel:
Tipo de subnivel s p d f
Número máximo de electrones 2 6 10 14
El número máximo de electrones por orbital es dos.
El número máximo de orbitales en un subnivel depende del tipo de subnivel,
así:
Tipo de subnivel s p d f
Número de orbitales 1 3 5 7
A los orbitales se les da la misma denominación de los subniveles,
conforme al tipo de electrones que contienen.
Número cuántico magnético (m). Indica la orientación en el espacio de
los orbitales de un subnivel. Tiene valores enteros entre –l y l, incluyendo
cero. Así, para l = 0 el único valor permitido de m es 0 (un orbital s); para l =
1, m puede tener valores −1, 0, +1 (tres orbitales p); para l = 2, m puede
tener valores −2, −1, 0, +1, +2 (cinco orbitales d); finalmente, para l = 3, m
puede tener valores −3, −2, −1, 0, +1, +2, +3 (siete orbitales f).
Número cuántico de espín (s). Se aplica a los dos sentidos de rotación del
electrón sobre su eje. Toma los valores de +1/2 y 1/2.
De acuerdo con el principio de exclusión de Pauli (el cual veremos más adelante),
dos electrones de un mismo átomo no pueden tener los cuatro números cuánticos
iguales.
De acuerdo con la regla de Hund o principio de máxima multiplicidad (la cual
veremos más adelante), los electrones de un mismo subnivel se distribuyen
separadamente en el número máximo de orbitales que sea posible.
Las sustancias que contienen átomos con orbitales semiocupados (con un solo
electrón) son atraídas débilmente por un campo magnético y se dice que son
paramagnéticas. Las sustancias que tienen todos los electrones apareados son
débilmente repelidas por un campo magnético y se conocen como diamagnéticas.
5.5.2 Forma de los orbitales
Representación de la parte angular de la función de onda de los
orbitales s (probabilidad 75%)
Representación de la parte angular de la
función de onda de los orbitales p
(probabilidad 75%)
Representación de la parte angular de la
función de onda de los orbitales d
(probabilidad 75%)
Representación de la
parte angular de la
función de onda de los
orbitales f (probabilidad
75%)
Observe los siguientes videos con el fin de complementar el
modelo atómico actual:
https://www.youtube.com/watch?v=xFCUEUQS0qs
https://www.youtube.com/watch?v=r8a7g8is6sk
5.6 Configuraciones electrónicas
(Tomado y adaptado del texto Química inorgánica, de Mondragón, C. H., Peña, L.
Y., Sánchez, M. y Arbeláez, F. (2005)).
Es importante conocer la distribución electrónica en la zona periférica de un átomo
ya que gran parte de las propiedades físicas y todas las propiedades químicas de
un elemento dependen de dicha distribución. La organización que presenta cada
átomo aislado se conoce como configuración electrónica del estado fundamental o
basal del átomo, es decir, en su estado de mínima energía. Hasta ahora hemos
visto que los electrones se organizan alrededor del núcleo en órbitas u orbitales.
Estas órbitas corresponden a regiones del espacio en las que la probabilidad de
hallar un electrón es alta y se caracterizan por poseer un determinado nivel de
energía. También sabemos que dentro de un nivel de energía dado hay
subdivisiones, que denominamos subniveles. Por último, hemos mencionado que
el número de electrones permitido en un subnivel, así como la forma y orientación
espacial de este, están determinados por los cuatro números cuánticos.
Antes de ver en detalle cómo se distribuyen los electrones en las regiones
espaciales para diferentes átomos y construir una especie de mapa que describa
esta distribución, analizaremos algunos principios:
Principio de ordenamiento. Al ordenar los elementos de manera creciente
de números atómicos, cada átomo de un elemento tendrá un electrón más
que el del elemento que le precede. Por ejemplo, cada átomo de carbono (Z
= 6) tendrá un electrón más que cada átomo de boro (Z = 5).
Principio de Aufau. Es complemento del anterior y establece que el
electrón que distingue a un elemento del elemento precedente se ubica en
el orbital atómico de menor energía disponible (s o p).
Principio de exclusión de Pauli. Un orbital no puede contener más de dos
electrones, y los espines de dichos electrones deben tener valores
opuestos. Se representan así: .
Principio de máxima multiplicidad de carga (regla de Hund). Los
electrones que pertenecen a un mismo subnivel se disponen de manera
que exista el mayor número posible de electrones desapareados con el
mismo valor de espín. Cuando un orbital contiene únicamente un electrón,
se dice que este electrón está desapareado.
5.6.1 Distribución de los electrones en el átomo
En la figura 5.1 se muestra gráficamente la aplicación de los números cuánticos y
los principios mencionados. Los números 1 a 7 indican el nivel de energía (aunque
teóricamente el número de niveles es infinito), las letras minúsculas s, p, d y f
representan los subniveles, y los exponentes representan el número máximo de
electrones que puede albergar cada subnivel (2 para s, 6 en p, 10 en d y 14 en f).
Estos subniveles se van llenando de
arriba hacia abajo, en la dirección y
sentido que señalan las flechas debido
al orden de energía creciente para los
orbitales atómicos, hasta completar
tantos electrones como requiera el
número atómico del elemento.
Figura 5.1. Configuración electrónica.
Ejemplo 1
Con base en todo lo visto, la estructura electrónica del oxígeno (Z = 8) se expresa
de la siguiente manera:
1s2 2s2 2p4
Con esto estamos indicando que:
En el nivel de energía 1, subnivel s, hay dos electrones
En el nivel 2, subnivel s, hay dos electrones
En el nivel 2, subnivel p, hay cuatro electrones
En total, el átomo de oxígeno tiene ocho electrones. Su configuración electrónica
se puede expresar también esquemáticamente (diagrama de orbitales) de la
siguiente manera:
Según la regla de Hund, en el subnivel p se coloca de a un electrón (espín +1/2)
en los dos últimos orbitales (representados por cajas en este caso).
Recuerde que el número máximo de electrones que pueden entrar en un nivel se
calcula mediante 2n2, donde n es el nivel de energía. Es decir, para el nivel 2 se
tiene 2 * (2)2 = 8, número máximo de electrones.
Ejemplo 2
La estructura electrónica del cobre (Z = 29) se expresa de la siguiente manera:
1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d9
Con esto estamos indicando que:
En el nivel de energía 1, subnivel s, hay 2 electrones
En el nivel 2, subnivel s, hay 2 electrones
En el nivel 2, subnivel p, hay 6 electrones
En el nivel 3, subnivel s, hay 2 electrones
En el nivel 3, subnivel p, hay 6 electrones
En el nivel 3, subnivel d, hay 9 electrones
En el nivel 4, subnivel s, hay 2 electrones
En total, el átomo de cobre tiene 29 electrones. La configuración electrónica de
este elemento se puede expresar también esquemáticamente (diagrama de
orbitales), de la siguiente manera:
En la siguiente tabla se especifican los números cuánticos y la capacidad
electrónica para los cuatro primeros niveles:
Nivel de Subnivel Orientac Giro del electrón (s) Capacidad Capacidad
energía de energía ión del electrónica electrónica
(n) (l) orbital del subnivel del nivel de
(m) energía
1 0 (1s) 0 ± 1/2 2 2
± 1/2
0 (2s) 0 2
2 ± 1/2, para cada valor 8
1 (2p) 1, 0, +1 6
de m
0 ± 1/2
0 (3s) ± 1/2, para cada valor 2
1, 0, +1
3 1 (3p) de m 6 18
2, 1, 0,
2 (3d) ± 1/2, para cada valor 10
1, 2
de m
0 ± 1/2
1, 0, +1 ± 1/2, para cada valor
0 (4s) 2
2, 1, 0, de m
1 (4p) 6
4 1, 2 ± 1/2, para cada valor 32
2 (4d) 10
3 (4f) 3, 2, de m
14
1, 0, 1, ± 1/2, para cada valor
2, 3 de m
Para complementar, revise el siguiente enlace:
http://cvonline.uaeh.edu.mx/Cursos/DirEducCont/CUPES_L/Ciencias_experimentales/quim
ica/22_configuracion_electronica_a.swf
Puede practicar con los ejercicios incluidos en el siguiente enlace:
http://www.cobach-elr.com/academias/quimicas/Quimica1/Configuracioneselectronicas.swf
Para concluir, en la figura 5.2 se muestra un resumen del tema de este módulo
Imagen adaptada del texto Química 10: libro guía para el docente, de Poveda, J. C. (2003).
Figura 5.2. Características atómicas.
Módulo 6: Fórmulas químicas, cálculos de composición y nomenclatura
Lea con atención el siguiente texto tomado del artículo “La lluvia ácida: un
fenómeno fisicoquímico de ocurrencia local”, que puede encontrar en el siguiente
enlace: http://www.redalyc.org/redalyc/pdf/695/69510211.pdf
La lluvia ácida es un fenómeno ligado con la alta producción dependiente,
principalmente, del consumo de combustibles fósiles y de ciertas prácticas
agrícolas como las quemas, que al liberar indiscriminadamente sustancias como
óxidos de azufre y de nitrógeno a la atmósfera, aportan la materia prima para la
formación de ácidos sulfúricos y nítrico, que posteriormente retornan a la
superficie terrestre, bien sea como líquidos o como aerosoles y afectan los
ecosistemas naturales.
Entre los óxidos de azufre se encuentran seis compuestos gaseosos diferentes:
monóxido, dióxido, trióxido, tetraóxido, sesquióxido y heptóxido de azufre. Los de
mayor interés en el estudio de contaminación del aire son el dióxido y el trióxido.
Ahora responda las siguientes preguntas:
¿Entendí completamente (100%) el texto anterior?
¿Sé expresar los compuestos mencionados en el lenguaje universal de la
química, utilizando las proporciones adecuadas de cada elemento?
No se preocupe. Al final de este módulo estará en capacidad de responderlas,
pero para ello debemos iniciar con la definición de las unidades químicas básicas
(masa atómica y mol) para continuar con el tipo de fórmulas químicas existentes y,
finalmente, aprender su nomenclatura.
6.1 Unidades químicas básicas
En química es común tratar relaciones cuantitativas entre las distintas sustancias
involucradas en las reacciones químicas, en las cuales intervienen partículas muy
pequeñas como átomos, iones, moléculas, etc. Para contar y pesar tales
partículas se dispone de las llamadas “unidades químicas”. Las principales son la
masa atómica, el mol y la masa molecular.
6.1.1 Unidad de masa atómica (uma)
Como se mencionó en el módulo anterior, la masa atómica se define como la
doceava parte de la masa del isótopo del carbono 12. Es decir, 1 uma es
aproximadamente la masa de un protón o de un neutrón.
Como el peso de un átomo de carbono 12 es 1.993 * 10 23 g, tenemos que:
1.993 *10-23 g
1 uma = = 1.66 *10-24 g
12
6.1.2 Número de Avogadro. Concepto de mol
En el texto Química inorgánica, de Mondragón et al., se define el número de
Avogadro (NA) de la siguiente manera:
Cuando tomamos una pequeña cantidad de algún compuesto y determinamos su
masa en una balanza corriente, estamos manipulando un número enorme de
átomos individuales debido a que la masa en gramos de un átomo es sumamente
pequeña. Para evitar el problema de hacer cálculos a partir de números muy
grandes o muy pequeños, se emplea una unidad llamada mol. Un mol se define
como la cantidad de sustancia que contiene 6.023 * 10 23 partículas, ya sea de un
elemento o de un compuesto. En un elemento esta cantidad es equivalente a la
masa atómica expresada como gramos. Por ejemplo, en 15.99 gramos de oxígeno
hay exactamente 6.02 * 1023 átomos de oxígeno. A este número se lo conoce
como número de Avogadro, pues fue el químico italiano Amadeo Avogadro (1776-
1856) quien estableció esta regla. Avogadro descubrió que volúmenes iguales de
diferentes gases, bajo las mismas condiciones de temperatura y presión,
contenían igual número de moléculas.
El número de Avogadro es un concepto muy importante y de gran utilidad en
química; sirve, por ejemplo, para calcular la masa relativa de un átomo de
cualquier elemento y el número de átomos o partículas presentes en una masa
determinada de una sustancia dada.
Un mol contiene 6.02 * 1023 partículas, átomos o moléculas cuya masa es igual a
la masa del elemento o del compuesto.
Manera de calcular moles. Hay tres formas, que se muestran a continuación:
m m: masa (g) de un compuesto
(1). h = Mi : masa molecular del compuesto
Mi
(2). V: volumen (l) de un compuesto
Vm: volumen molar del compuesto
(3). N N: número de átomos o número de
h= partículas
NA
NA: número de Avogadro
Masa molecular. Es la masa de una molécula, que es igual a la suma de las
masas atómicas promedio de los átomos que la constituyen. Para calcular dicha
masa es necesario saber qué elementos integran el compuesto, su masa atómica
y el número de átomos presentes.
Para el ácido sulfúrico (H2SO4), por ejemplo, la masa molecular será:
M H2SO4 = (2 átomos de hidrógeno * masa molar de 1 átomo de hidrógeno) +
(1 átomo de azufre * masa molar de 1 átomo de azufre) +
(4 átomos de oxígeno * masa molar de 1 átomo de oxígeno)
= (2 * 1.008 g/mol) + (1 * 32.060 g/mol) + (4 * 15.999 g/mol)
= 98.072 g/mol
6.2 Fórmulas químicas
Existen diferentes tipos de fórmulas:
Fórmula empírica o mínima: es la más incompleta ya que solo establece el
tipo de átomos que constituyen la molécula y la relación más simple entre
ellos.
Fórmula molecular condensada: es más completa que la anterior ya que
proporciona la misma información y adicionalmente el número real de
átomos de cada especie que conforman la molécula. La fórmula molecular
es un múltiplo de la mínima.
Fórmula estructural de Lewis: es más completa que la molecular porque
proporciona la misma información y agrega la distribución de los átomos en
la molécula y el tipo de sus enlaces. Este tipo de fórmula se verá con más
detalle en el módulo siguiente.
Fórmula electrónica de Lewis: es la más completa de todas, pues además
de la información proporcionada por la estructural le agrega la distribución
exacta de los electrones que aportan los átomos en la formación de la
molécula. Este tipo de fórmula se verá con más detalle en el módulo
siguiente.
a. Pasos para determinar la fórmula empírica o mínima (figura 6.1)
Esto puede hacerse experimentalmente o
mediante porcentajes, en cuyo caso se toma
una base de cálculo para el compuesto de 100
g, y el respectivo porcentaje expresa la
cantidad en gramos de cada elemento.
Figura 6.1. Determinación de la fórmula empírica o mínima.
b. Pasos para determinar la fórmula molecular condensada (figura 6.2)
Figura 6.2. Determinación de la fórmula molecular condensada.
Para determinar la masa molecular de un compuesto existen varios métodos que
se basan en propiedades relacionadas con ese compuesto, tales como las
propiedades coligativas de las soluciones, la viscosidad, la presión de vapor de la
sustancia, la sedimentación y la calcinación, entre otras. Sin embargo, en este
módulo utilizaremos la masa molecular como la sumatoria de los elementos que
conforman el compuesto en cuestión, a partir de las masas atómicas reportadas
en la tabla periódica.
Ejemplo
Una muestra de un compuesto de nitrógeno (N) y oxígeno (O) contiene 31% de N
y 69% de O. Se sabe que la masa molar de este compuesto es de 92 g/mol.
Determine la fórmula empírica y la fórmula molecular del compuesto.
Solución
Paso 1. Como los datos están en porcentaje y no en masa, debemos tomar
una base de cálculo de 100 g, es decir, 100% equivale a 100 g. Según esto,
de nitrógeno hay 31 g y de oxígeno hay 69 g. Consultamos la tabla periódica
y averiguamos la masa atómica de cada elemento (figura 6.3):
Figura 6.3. Masas atómicas del nitrógeno y el oxígeno.
m
Paso 2. Calculamos los moles de cada elemento (recuerde que h = )
Mi
masa deN 31 g
N 2.21 moles
masa molar N 14.0067 g/mol
masa de O 69 g
O 4.31 moles
masa molar de O 15.9994 g/mol
Paso 3. Seleccionamos el menor número de moles, que en este caso son los
de N. Luego hallamos la relación entre ambos elementos:
moles de N 2.21
RN = = =1
N moles de N 2.21
moles de O 4.31
RO = = = 1.95 » 2
N moles de N 2.21
Recuerde que como son datos experimentales no siempre nos va a dar un
número entero, así que se debe aproximar al valor más adecuado (repase
el tema de redondeo de cifras del módulo 4 de la Unidad 1).
Con base en lo anterior, podemos decir que la fórmula empírica es NO2.
(¿Recuerda cómo se llama este compuesto?).
La fórmula molecular será la misma que la fórmula empírica o algún
múltiplo de ella. Veamos:
La masa molar M de la fórmula empírica NO2 es:
M = 14.0067 g/mol + 2 * (15.9994 g/mol) = 46.0055 g/mol
A continuación se determina el número de unidades (NO2) presentes en la
fórmula molecular. Este número se encuentra a partir de la siguiente
relación:
Masa molar 92 g/mol
= = 1.9998 » 2
Masa molar empírica 46.0055 g/mol
Por tanto, la masa molar del compuesto es el doble de la masa molar de la
fórmula empírica. En consecuencia, hay dos unidades de NO 2 en cada
molécula del compuesto y la fórmula molecular es (NO2)2 o N2O4.
Revise el siguiente enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=ie_CVewvFKg
6.3 Nomenclatura química
[Tomado y adaptado del texto Química inorgánica, de Mondragón, C. H., Peña, L.
Y., Sánchez, M. y Arbeláez, F. (2005)].
Gracias a que utilizamos el mismo idioma o lenguaje, podemos relacionarnos con
las personas que nos rodean; de la misma manera, los químicos necesitan
comunicarse entre sí de manera muy específica, para lo cual han creado un
lenguaje propio.
Antes de entrar a estudiar en más detalle este lenguaje químico, veamos su
progreso a través de la historia, así como la diferencia que existe entre
compuestos inorgánicos y orgánicos y el significado del concepto números de
oxidación.
6.3.1 Simbología de elementos y compuestos a través de la historia
Emplearon símbolos de cuerpos celestes
para representar los elementos y
Los compuestos, ya que los primeros químicos
alquimistas pensaban que las sustancias materiales
estaban íntimamente relacionadas con el
cosmos.
Fue el primero en utilizar un sistema de
signos, desprovisto de misticismo, para los
John Dalton
diferentes elementos, y con base en estos,
para algunos compuestos.
Propuso utilizar, en vez de signos arbitrarios, la primera letra del nombre
latino del elemento. Cuando varios elementos tenían la misma inicial, se
representaron añadiendo la segunda letra del nombre. Así por ejemplo, el
carbono, el cobre y el calcio se representan como C, Cu y Ca,
Jöns Jacob
respectivamente. (Observe que la primera letra del nombre se escribe
Berzelius
siempre en mayúscula, mientras que la segunda, cuando está presente,
se escribe en minúscula).
A este químico sueco se le deben los símbolos modernos para
representar los elementos químicos.
Imagen tomada de: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Tabla_elementos.svg?uselang=es
Autor: jj.Paco7070 - Tipo de licencia: Creative Commons 3.0
6.4 Diferencia entre compuestos inorgánicos y orgánicos
Dos de las ramas fundamentales de la química son la química orgánica y la
química inorgánica. La primera de ellas fue definida anteriormente como la
química de los seres vivos; sin embargo, una definición más moderna dice que
estudia los compuestos del carbono. Esta química incluye moléculas biológicas y
también casi todos los polímeros sintéticos.
Por otro lado, la química inorgánica estudia todos los demás elementos y sus
compuestos. Por conveniencia, algunos compuestos que contienen carbono, como
monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2), disulfuro de carbono (CS2),
compuestos que contienen el grupo cianuro (CN), así como los grupos carbonato
(CO3) y bicarbonato (HCO3), se consideran compuestos inorgánicos.
6.5 Número de oxidación
Se conoce como número de oxidación de un elemento a la carga que posee un
átomo de dicho elemento cuando se encuentra en forma de ion. Los números de
oxidación pueden ser positivos o negativos según la tendencia del átomo a perder
o ganar electrones. Los elementos metálicos siempre tienen números de oxidación
positivos, mientras que los no metálicos pueden tenerlos positivos o negativos.
Similar a lo que ocurre con la valencia, un mismo átomo puede tener uno o varios
números de oxidación para formar compuestos.
En la formulación de un compuesto conviene tener en cuenta las siguientes
normas:
El número de oxidación de cualquier elemento en estado libre (no
combinado) siempre es cero, sin importar cuán complicada sea su
molécula.
Un compuesto siempre está formado por unos elementos que actúan con
número de oxidación positivo y otros con número de oxidación negativo.
Al escribir la fórmula del compuesto se coloca primero el (o los) elemento
que actúe con número de oxidación positivo.
En todo compuesto, la suma algebraica de los números de oxidación de sus
elementos multiplicados por los subíndices correspondientes de los mismos
debe ser igual a cero. Por ejemplo, en la fórmula del óxido de aluminio,
Al2O3, el aluminio tiene número de oxidación +3 y el oxígeno 2, de manera
que 2 * (+3) + 3 * (2) = 0.
Cuando todos los subíndices de una fórmula son múltiplos de un mismo
número, se pueden dividir entre este número, obteniéndose así la fórmula
simplificada del compuesto. Por ejemplo, H2N2O6 se debe escribir HNO3.
La suma algebraica de los números de oxidación de los elementos en un
ion debe ser igual a la carga del ion. Por ejemplo, en el ion carbonato,
CO3, llamamos X al número de oxidación del carbono. Como el oxígeno
actúa con número de oxidación 2, se debe cumplir que (+X) + 3 * (2) =
2, donde X debe ser igual a 4; así, el carbono actúa con +4.
Algunos elementos comunes tienen los siguientes números de oxidación:
El oxígeno actúa con número de oxidación 2, excepto en los peróxidos, en
los cuales presenta 1 y en el fluoruro de oxígeno (F2O), donde tiene un
número de oxidación atípico de +1 debido a la gran electronegatividad del
flúor (4.0).
El hidrógeno actúa con número de oxidación +1, excepto en los hidruros,
donde presenta un número de oxidación de 1.
Los metales de los grupos I, II y III siempre tienen números de oxidación de
+1, +2 y +3, respectivamente.
Los metales de transición presentan, por lo regular, dos o más números de
oxidación positivos, según el número de electrones que entreguen. Por
ejemplo, el cobre tiene dos números de oxidación, +1 y +2, mientras que el
cromo tiene tres: +6, +3 y +2.
6.6 Función química y grupo funcional
Se llama función química a un conjunto de compuestos o sustancias con
características y comportamiento comunes.
Las funciones químicas se describen a través de la identificación de grupos
funcionales que las identifican. Un grupo funcional es un átomo o grupo de átomos
que les confieren a los compuestos pertenecientes a una función química sus
propiedades principales.
Por ejemplo, la función ácido se reconoce porque en su estructura está presente el
grupo funcional H+ (hidrogenión), y la función hidróxido se caracteriza por la
presencia del grupo funcional –OH (hidroxilo). Así, la fórmula del ácido clorhídrico
es HCl y la del hidróxido de sodio es NaOH. En la química inorgánica las
funciones más importantes son: óxido, ácido, base y sal.
6.6.1 Función óxido
Los óxidos son compuestos inorgánicos binarios, es decir, estén constituidos por
dos elementos, que resultan de la combinación entre el oxígeno y cualquier otro
elemento. Cuando el elemento unido al oxígeno es un metal, el compuesto se
llama óxido básico, mientras que si se trata de un no metal, se lo denomina óxido
ácido.
La figura 6.4 muestra su clasificación y cómo se pueden nombrar:
Imagen adaptada del texto Química inorgánica, de Mondragón, C. H., Peña, L. Y., Sánchez, M. y Arbeláez, F. (2005).
Figura 6.4. Clasificación y nombres de los óxidos.
6.6.2 Función hidróxido
Los hidróxidos, también llamados bases, se caracterizan por liberar iones OH en
solución acuosa. Esto les confiere pH alcalino o básico a las soluciones. Son
compuestos ternarios básicos formados por la unión de un óxido básico (metal +
oxígeno) con agua. Todos los hidróxidos se ajustan a la fórmula general M(OH) x,
donde M es el símbolo del metal y x corresponde al valor absoluto de su número
de oxidación, ya que el ion OH tiene una carga negativa (figura 6.5).
(Fuente: construcción propia)
Figura 6.5. Clasificación y nombre de los hidróxidos.
6.6.3 Función ácido
Los ácidos son sustancias que se caracterizan por liberar iones H+ cuando se
encuentran en solución acuosa. Existen dos clases de ácidos inorgánicos (figura
6.6):
Ácidos hidrácidos: son compuestos binarios que contienen solamente
hidrógeno y un no metal; en estado gaseoso se nombran como haluros. En
solución acuosa se comportan como ácidos y para nombrarlos se antepone
la palabra ácido seguida de la raíz del elemento con la terminación hídrico.
Ácidos oxácidos: son compuestos ternarios que contienen hidrógeno,
oxígeno y un no metal en su molécula. Se obtienen de la reacción entre un
óxido ácido (no metal + oxígeno) y agua. En la fórmula se coloca en primer
lugar el hidrógeno, luego el no metal y por último el oxígeno. En la
nomenclatura de los ácidos oxácidos se utilizan los mismos prefijos y sufijos
empleados con los óxidos
Imagen tomada y adaptada del texto Química inorgánica, de Mondragón, C. H., Peña, L. Y., Sánchez, M. y Arbeláez, F.
(2005).
Figura 6.6 Clasificación y nombre de los ácidos.
6.6.4 Función sal
Las sales se definen como las sustancias resultantes de la reacción entre ácidos y
bases. También pueden resultar de combinaciones entre un metal y un no metal
con el oxígeno.
Las sales son compuestos binarios, ternarios o cuaternarios, que resultan de la
unión de una especie catiónica con una especie aniónica, las cuales provienen del
ácido y la base involucrados.
El ejemplo más sencillo es la reacción de ácido clorhídrico e hidróxido de sodio
para formar el cloruro de sodio o sal común, según la ecuación:
HCl +NaOH®NaCl +H2O
Ácido clorhídrico + hidróxido de sodio Cloruro de sodio + agua
En la figura 6.7 se muestran los tipos de sales que se pueden encontrar y sus
respectivas fórmulas:
Na2CO3
Imagen tomada y adaptada del texto Química inorgánica, de Mondragón, C. H., Peña, L.Y., Sánchez, M. y Arbeláez, F.
(2005).
Figura 6.7. Clasificación y nombre de las sales.
Para nombrar las sales es necesario saber qué catión (ion positivo) y qué anión
(ion negativo) intervienen en su formación. Con excepción del ion amonio, NH 4+,
todos los cationes de interés se derivan de átomos metálicos. Los nombres de los
cationes metálicos provienen del nombre de los elementos. Por ejemplo:
Elemento Nombre del catión
Na Sodio Na+ Ion sodio (o catión sodio)
K Potasio K+ Ion potasio (o catión potasio)
Mg Magnesio Mg+2 Ion magnesio (o catión magnesio)
Al Aluminio Al+3 Ion aluminio (o catión aluminio)
El anión se nombra tomando la primera parte del nombre del elemento agregando
el sufijo -uro. Este sufijo también se utiliza para algunos grupos de aniones que
contienen elementos diferentes, como el cianuro (CN).
Para nombrar los aniones se considera el nombre del ácido del cual provienen y
se procede de la siguiente manera:
Nombre del ácido Nombre de la sal
_____________hídrico _____________uro
Hipo____________oso Hipo__________ito
_____________oso ____________ito
_____________ico ____________ato
Per___________ico Per__________ato
En la tabla siguiente se recopilan algunos cationes y aniones comunes:
Cationes más comunes Aniones más comunes
Símbolo Nombre Símbolo Nombre
F
+
NH4 Amonio Fluoruro
+2
Pd Paladio (II) o paladioso Cl Cloruro
+
Ag
+2
Plata Br Bromuro
Cu
+
Cobre (II) o cúprico I Yoduro
Cu
+2
Cobre (I) o cuproso S2 Sulfuro
Hg Mercurio (II) o mercúrico CN Cianuro
+
Hg Mercurio (I) o mercurioso
+3 ClO Hipoclorito
Au Oro (III) o áurico
+ ClO2 Clorito
Au Oro (I) o auroso
+3 ClO3 Clorato
Fe Hierro (III) o férrico
Fe
+2
Hierro (II) o ferroso ClO4 Perclorato
Ni
+3
Níquel (III) o niquélico MnO4 Permanganato
Ni
+2
Níquel (II) o niqueloso HCO3 Bicarbonato
Co
+3
Cobalto (III) o cobáltico NO2 Nitrito
Co
+2
Cobalto (II) o cobaltoso NO3 Nitrato
Sn
+3
Estaño (III) o estánnico SO3 Sulfito
SO4
+2
Sn Estaño (II) o estannoso Sulfato
CO2
+4
Pb Plomo (IV) o plúmbico Carbonito
+2
Pb Plomo (II) o plumboso CO3 Carbonato
+4
Pt
+2
Platino (IV) o platínico PO3 Fosfito
Pt
+4
Platino (II) o platinoso PO43 Fosfato
Pd Paladio (IV) o palúdico CrO4 Cromato
Cr2O7 Bicromato
En la figura 6.8 se muestra un esquema resumen de las funciones químicas:
Imagen adaptada del texto Química 10: libro guía para el docente, de Poveda, J. C. (2003).
Figura 6.8
¿Recuerda las preguntas mencionadas al inicio de este módulo? Ahora ya puede
responderlas.
Si desea complementar el tema de “Nomenclatura química”, le recomiendo la siguiente
recopilación secuencial de videos:
Nomenclatura química: química inorgánica. Parte I:
http://www.youtube.com/watch?v=2ZmIRkPalyc
Nomenclatura química: química inorgánica. Parte II:
http://www.youtube.com/watch?v=UjsVmOhx0fU
Nomenclatura química: química inorgánica. Parte III:
http://www.youtube.com/watch?v=8FnrFmvp36M
Nomenclatura química: química inorgánica. Parte IV:
http://www.youtube.com/watch?v=whV9w4kXa0U
Nomenclatura química: química inorgánica. Parte V:
http://www.youtube.com/watch?v=Wu2ljBuXqUc
Nomenclatura química: química inorgánica. Parte VI:
http://www.youtube.com/watch?v=I5gggV6Uh6c
Nomenclatura química: química inorgánica. Parte VII:
http://www.youtube.com/watch?v=IZLAuWjO64Q
Nomenclatura química: química inorgánica. Parte VIII:
http://www.youtube.com/watch?v=pnxhhAy3dzo
También puede ver los siguientes enlaces para que quede totalmente comprendido este
tema:
http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/sedes/medellin/nivelacion/uv00007/lecciones/unidad
7/nomenclatura_pagina1p.html
http://www.bioygeo.info/Animaciones/Oxidos.swf
En el siguiente enlace podrá poner a prueba sus conocimientos:
http://www.iesalandalus.com/joomla3/images/stories/FisicayQuimica/flash/formulacion/test
_form.swf
Módulo 7: El enlace químico
Este módulo es el último de la Unidad 2 y será trabajado durante la semana 3.
¿Qué sucede cuando dos o más átomos se unen? ¿Por qué se unen? ¿Cómo
permanecen unidos estos átomos? ¿Qué formas adoptan? Para responder a estos
interrogantes estudiaremos el modo en que se unen los átomos y la incidencia de
esta unión en las propiedades que adquieren las sustancias químicas que
originan. Empezaremos por analizar la definición y naturaleza del enlace químico.
7.1 Enlace químico
Según Poveda, en su texto Química 10: libro guía para el docente, cuando dos o
más átomos se aproximan entre sí se ejercen varias fuerzas entre ellos. Algunas
de estas fuerzas unen los átomos y las otras tienden a separarlos. En la mayoría
de los átomos (con excepción de los gases nobles) las fuerzas de atracción son
mayores que las fuerzas de repulsión, por lo cual se atraen entre sí y forman un
enlace.
Enlace químico es la fuerza de atracción mutua entre
dos o más átomos que se combinan para formar una
molécula.
Según Pauling, premio nobel de química en 1954:
“Existe un enlace químico entre dos átomos o grupos de
átomos cuando las fuerzas que hay entre ellos son tales
que conducen a la formación de un agregado con
estabilidad suficiente para que pueda el químico
considerarlo como una especie molecular
independiente”.
El profesor Poveda dice también lo siguiente:
Un enlace químico obedece a un mecanismo electrónico de ganancia,
pérdida o comportamiento de electrones entre los átomos que se unen.
Si dos o más átomos se unen, los electrones de valencia forman
agrupaciones de modo que cada átomo pueda adquirir la estructura
electrónica del gas noble más cercano en el sistema periódico, o sea que
completa ocho electrones en su nivel energético más externo, lo que se
conoce como regla del octeto. Esta tendencia, que permite explicar la
formación de moléculas, fue enunciada por Gilbert Lewis e Irving Langmuir.
Lo anterior indica que cuando los átomos interactúan para establecer un enlace
químico, solo hacen parte de esta interacción las regiones más externas, es decir,
los electrones de valencia. Estos electrones se indican mediante un sistema de
puntos desarrollado por Lewis.
Antes de continuar leyendo este documento, le sugiero visitar el siguiente
enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=5PvGBzRyutc
Como lo dice el profesor Jairo Restrepo, en su texto Teoría y problemas de
química general, un símbolo de puntos de Lewis consta del símbolo del elemento
y puntos a su alrededor, uno por cada electrón de valencia hasta completar cuatro
y luego se emparejan hasta llegar a ocho.
Por ejemplo, los símbolos de Lewis para elementos del segundo periodo son:
·· ·· ·· ··
·
Li· ·Be· ·B· ·N· ·O· :F· :Ne :
· ·· ·· ··
En forma general, según el profesor Jairo Restrepo, se puede decir lo siguiente:
1) Un metal puede perder uno a tres electrones para formar un catión con la
estructura del gas noble anterior.
2) Un no metal puede ganar uno a tres electrones para formar un anión con la
estructura del gas noble posterior.
3) Dos no metales pueden compartir uno a tres pares de electrones para
alcanzar la estructura del gas noble posterior.
Los átomos con baja energía de ionización ceden más fácilmente electrones que
los de alta energía de ionización. Los átomos de alta afinidad electrónica ganan
más fácilmente electrones que los de baja afinidad electrónica.
Como la afinidad electrónica es difícil de determinar experimentalmente y solo se
ha logrado con unos pocos átomos, se ha desarrollado la propiedad denominada
electronegatividad, que es una medida del grado de atracción que tienen los
átomos por los electrones. [Recuerde que la electronegatividad (módulo 2) se
define como la capacidad que tiene un átomo de un elemento para atraer
electrones en un enlace químico].
De acuerdo con la manera como el átomo ceda, gane o comparta electrones,
existen tres clases de enlace químico: iónico, covalente y metálico.
7.1.1 Enlace iónico o electrovalente
Este enlace resulta cuando los electrones son transferidos de un átomo a otro
(figura 7.1).
Figura 7.1. Formación de un enlace iónico.
La pérdida de un electrón por un átomo produce un ion positivo o catión, como por
ejemplo:
Li · ®Li+ + e-
La ganancia de un electrón produce un ion negativo o anión, como por ejemplo:
-
··
-é ·· ù
:F· + e ® ê:F :ú
··
ë ·· û
Como ambos procesos se realizan al mismo tiempo, el resultado neto es una
transferencia del electrón del átomo de litio al de flúor, así:
-
··
+ é ·· ù
Li · + :F · ® Li + ê:F :ú
··
ë ·· û
Los iones formados se atraen entre sí porque tienen cargas eléctricas opuestas:
- -
é ·· ù é ·· ù
Li + ê:F :ú ® Li+ ê:F :ú
+
ë ·· û ë ·· û
La fuerza electrostática que atrae a las partículas con cargas eléctricas opuestas,
de acuerdo con la ley de Coulomb, constituye el enlace iónico. Los compuestos
formados por iones se denominan compuestos iónicos.
Mientras más grande sea la diferencia de electronegatividad de los dos átomos
comprometidos en el enlace, más iónico es el enlace.
Según Pauling, cuando la diferencia de electronegatividad es mayor que 1.7,
podemos considerar el enlace como iónico.
Propiedades de los compuestos iónicos. Los compuestos iónicos poseen una
estructura cristalina independientemente de su naturaleza. Esta estructura confiere
a todos ellos unas propiedades características, algunas de las cuales son:
Son sólidos a temperatura ambiente: son tan fuertes las fuerzas de
atracción que los iones siguen ocupando sus posiciones en la red, incluso a
centenares de grados de temperatura. Por tanto, son rígidos y funden a
temperaturas elevadas.
Son conductores de electricidad en estado de fusión o solución acuosa:
debido a que los electrones que intervienen en el enlace están situados en
los iones sin poder moverse dentro de la red, no conducen la corriente
eléctrica en estado sólido. Por el contrario, cuando se disuelven o funden,
dejan iones libres que pueden transportar la corriente eléctrica.
Tienen altos puntos de fusión y de ebullición, ambos superiores a 500 ºC:
esto se debe a la fuerte atracción entre los iones. Estos puntos son más
altos cuanto mayor sea la carga de sus iones y menor sea su volumen. Por
ello se pueden usar como material refractario.
Son duros y quebradizos: un ligero desplazamiento en el cristal desordena
la red cristalina enfrentando iones de igual carga, lo cual produce fuertes
repulsiones y, como consecuencia de ello, la ruptura del cristal.
Tienen resistencia a la dilatación: esto se debe a que para que ocurra
dilatación debe haber un debilitamiento de las fuerzas intermoleculares o
iónicas.
Son solubles en agua y en otros disolventes polares: cada ion del
compuesto iónico atrae al polo de carga opuesta del disolvente y forma con
él un pequeño enlace (débil) que libera una energía llamada de solvatación
(energía de hidratación, si es agua el disolvente). Si esta energía de
solvatación es mayor que la energía que mantiene unidos los iones en el
cristal, el disolvente rompe el enlace iónico y el compuesto se disuelve. Los
iones quedan separados y rodeados de moléculas de disolvente
(solvatados).
7.1.2 Enlace covalente o covalencia
Este enlace se forma por la compartición de pares de electrones entre dos
átomos. La compartición de un par produce un enlace sencillo, dos pares
producen un enlace doble y tres pares producen un enlace triple. La partícula se
denomina molécula (figura 7.2).
Figura 7.2. Formación de una molécula de Cl2 (enlace covalente).
Note que solo hay un electrón no apareado en el Cl, de modo que la formación de
la molécula de Cl2 se representa de la siguiente manera:
: Cl : : Cl :: Cl : Cl : o : Cl Cl :
Observe que para formar Cl2 solo participan dos electrones de valencia. Los
demás electrones (no enlazantes) se llaman pares libres, es decir, pares de
electrones de valencia que no participan en la formación del enlace covalente. Así,
cada átomo de Cl en la molécula de Cl2 tiene tres pares libres de electrones (figura
7.3):
Pares libres
Pares libres
Figura 7.3 Pares libres de electrones en una molécula de Cl2.
Las estructuras con las que se representan los compuestos covalentes se
conocen como estructuras de Lewis. Una estructura de Lewis es la representación
de un enlace covalente, donde el par de electrones compartidos se indica con
líneas o como pares de puntos entre dos átomos, y los pares libres no
compartidos se indican como pares de puntos en los átomos individuales. En una
estructura de Lewis solo se muestran los electrones de valencia.
El enlace covalente se origina cuando dos átomos tienen comportamiento
parecido en cuanto a su tendencia a ganar y perder electrones; según Pauling,
cuando la diferencia de electronegatividad está por debajo de 1.7.
En general, el número de enlaces covalentes que puede formar un átomo
corresponde a restar de 8 el número del grupo a que pertenezca el elemento.
Entonces:
Los elementos del grupo VII forman un enlace.
Los elementos del grupo VI forman dos enlaces.
Los elementos del grupo V forman tres enlaces.
Los elementos del grupo IV forman cuatro enlaces.
El número de enlaces que forma un átomo se conoce como covalencia.
Polaridad de los enlaces covalentes. Hay que tener en cuenta dos hechos
fundamentales en la formación de estos enlaces:
Si los átomos que conforman el enlace son iguales, el enlace es no polar o
apolar. Cuando las moléculas están formadas por átomos iguales, no
presentan diferencias en su electronegatividad, por lo cual son conocidas
como apolares (sin polos). Los pares de electrones compartidos en estas
moléculas son atraídos por ambos núcleos con la misma intensidad.
Si los átomos que comparten el par electrónico son diferentes, hay
diferencia en electronegatividad; el enlace es polar. Cuando los átomos que
se enlazan tienen una electronegatividad diferente, en la molécula se
establece una zona donde se concentra una mayor densidad electrónica,
originándose así un polo positivo y uno negativo. Por consiguiente, la zona
que pertenece al átomo de mayor electronegatividad será el polo negativo,
y la de menor electronegatividad será el polo positivo.
Enlace covalente coordinado. Este enlace tiene lugar entre distintos átomos y se
caracteriza porque los electrones que se comparten son aportados por uno solo de
los átomos que se enlazan. El átomo que aporta el par de electrones se denomina
dador, y el que lo recibe, receptor. El enlace covalente coordinado se representa
por medio de una flecha que parte del átomo que aporta los dos electrones y se
dirige hacia el átomo que no aporta ninguno.
H-O- Cl ®O
Propiedades de las sustancias covalentes. Las sustancias covalentes se
caracterizan en general porque:
Tienen bajos puntos de fusión y de ebullición.
Cuando se trata de cuerpos sólidos, son relativamente blandos y malos
conductores del calor y de la electricidad.
Son bastante estables y de escasa reactividad (el enlace covalente es
fuerte y supone configuración electrónica de gas noble).
Algunos sólidos covalentes carecen de unidades moleculares: el diamante
carece de moléculas y está constituido por una gran cantidad de átomos
iguales unidos mediante enlaces covalentes en las tres direcciones del
espacio formando una red cristalina. Estos enlaces son extraordinariamente
fuertes, por lo cual las sustancias que los poseen son muy duras y tienen
un punto de fusión elevado.
El tema de enlace covalente puede complementarlo con la siguiente multimedia:
http://www.cobach-elr.com/academias/quimicas/Quimica1/enlace-
covalente.swf
7.1.3 Enlace metálico
Este tipo de enlace se encuentra en metales sólidos como el hierro, el cobre y el
aluminio. Los electrones enlazantes son relativamente libres de moverse a través
de la estructura tridimensional. Los enlaces metálicos dan origen a propiedades
metálicas típicas, como la elevada conductividad eléctrica y el brillo (figura 7.4).
Imagen tomada de: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Metallic_bond_Cu.svg
Tipo de licencia: Dominio público
Figura 7.4. Enlaces metálicos.
Propiedades de los sólidos metálicos. Algunas características específicas de
los sólidos metálicos son las siguientes:
Los metales puedan ser fácilmente deformados sin romper la estructura
cristalina.
Bajo presión, un plano de átomos puede resbalar sobre otro sin perder su
estructura.
Son buenos conductores de la electricidad, teniendo en cuenta que algunos
electrones tienen libertad de movimiento a través del sólido.
Tienen excelente conductividad térmica debida también a los electrones
móviles. Los electrones que están en regiones de alta temperatura pueden
adquirir grandes cantidades de energía; estos electrones se mueven
rápidamente a través del metal y ceden parte de su energía para calentar la
red cristalina de las regiones más frías.
7.2 Estructura de Lewis
Como se mencionó antes, las estructuras de Lewis son las fórmulas de una
molécula en las cuales se representan mediante puntos todos los electrones de
valencia.
Ejemplos
Amoniaco (NH3) Tetracloruro de carbono (CCl4) Nitrógeno (N2)
Figura 7.5. Estructura de Lewis.
Para moléculas más complejas se pueden seguir las reglas sugeridas por el
profesor Jairo Restrepo, teniendo cuidado, primero que todo, en escribir la cadena
de átomos, tal que esta sea lo más simétrica posible.
Reglas para representar estructuras de Lewis (solo para iones y moléculas que
cumplan la regla del octeto).
Busque el número total de electrones de valencia (V). Si es un anión, aumente el número
1. (V) de electrones de acuerdo con la carga del anión. Si es un catión, réstele el número de
electrones que representa su carga.
Halle el número total de electrones individuales (I). Asigne a cada átomo ocho electrones.
2. (I)
Si es hidrógeno, cuente dos.
Encuentre el número de electrones compartidos (C), los cuales corresponden a la
3. (C)
diferencia de electrones individuales y electrones de valencia. C = I V
Determine el número de enlaces (E), que son la mitad de los electrones compartidos. E =
4. (E)
½C
Deduzca el número total de electrones libres (L), que son iguales a los electrones de
5. (L)
valencia menos los electrones compartidos. L = V – C
Ayuda nemotécnica: siga el orden VICEL
Ejemplo
Escriba la estructura de Lewis del ion carbonato, CO32.
Pasos:
I. Escriba la secuencia del compuesto para mostrar qué átomos están
unidos entre sí. El átomo menos electronegativo ocupa la posición central.
II. Siga el orden VICEL
Electrones de valencia, V = 24. Así:
1C =4
3O = 3 * 6 =18
2e (carga) =2
Total 24
1. Electrones individuales, I = 32. Así: 4 átomos * 8 = 32.
2. Electrones compartidos, C = 8. Así: C = I – V = 32 – 24 = 8.
3. Número de enlaces, E = 4. Así: E = ½C = ½(8) = 4.
4. Número de electrones libres, L = 16. Así: L = V – C = 24 – 8 = 16.
III. Ponga ahora los enlaces. Observe que se requiere uno doble para
complementar el número obtenido, 4. ¿Pero en cuál oxígeno se ubica el
doble enlace?
El enlace doble se puede formar con cualquiera de los tres oxígenos, lo
que da lugar a tres formas de escribir la misma estructura. Se dice que el
ion carbonato presenta resonancia. Esto no significa que existan tres
fórmulas, sino que la estructura real es un híbrido de las tres formas
contribuyentes y se dice que es un híbrido de resonancia. Para escribir las
formas de resonancia, los átomos deben enlazarse de igual manera en
todas las estructuras; lo único que cambia es la distribución de los
electrones.
IV. Asigne luego a cada átomo los electrones individuales.
Otra forma de representar estructuras resonantes es:
Los corchetes sirven para indicar que la carga 2 está en toda la
estructura.
Las líneas punteadas indican el híbrido de resonancia.
7.3 La regla del octeto y sus excepciones
[Tomado del texto Química, de Chang, R. (2010)]
El octeto, u ocho electrones de valencia, es una disposición electrónica muy
estable que coincide con la de los gases nobles, que son elementos de una gran
estabilidad. Quedan fuera de la regla del octeto el helio (He), gas noble que
pertenece al primer periodo y es estable con dos electrones, y el hidrógeno, que
tiene un electrón de valencia y le hace falta un electrón para adquirir la
configuración electrónica estable del He.
La regla del octeto se aplica principalmente a los elementos del segundo periodo.
Las excepciones a esta regla caen en tres categorías que se distinguen por un
número impar de electrones, un octeto incompleto y más de ocho electrones de
valencia alrededor del átomo central.
Moléculas con número impar de electrones. Ejemplos de esta excepción
son el óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO 2), ya que se requiere
un número par de electrones para completar ocho; la regla del octeto no
puede cumplirse para todos los átomos en estas moléculas. ¡Compruébelo!
Octeto incompleto. En algunos compuestos el número de electrones que
rodean al átomo central de una molécula estable es inferior a ocho. El
berilio, por ejemplo, un elemento del grupo IIA y periodo 2, tiene dos
electrones de valencia; sin embargo, en fase gaseosa se encuentra en
moléculas de hidruro de berilio (BeH2), cuya estructura es H – Be – H. Solo
cuatro electrones rodean al átomo de berilio y no hay forma de satisfacer la
regla del octeto para el berilio en esta molécula. ¡Compruébelo!
Los elementos del grupo IIIA, en particular el boro y el aluminio, también
tienden a formar compuestos en los que sus átomos se rodean de menos
de ocho electrones. El boro, por ejemplo, reacciona con los halógenos y
forma un tipo de compuestos que tienen la fórmula general BX3, donde X es
un átomo de halógeno.
Octeto expandido. Los átomos de los elementos del segundo periodo no
tienen más de ocho electrones de valencia alrededor del átomo central,
pero los átomos de los elementos del tercer periodo de la tabla periódica en
adelante forman algunos compuestos en los que hay más de ocho
electrones alrededor del átomo central. Entre los compuestos que poseen
este tipo de octeto se encuentra el hexafluoruro de azufre, un compuesto
muy estable, en el cual cada uno de los seis electrones de valencia del
azufre forma un enlace covalente con un átomo de flúor, de tal forma que
hay doce electrones alrededor del átomo central de azufre. ¡Compruébelo!
7.4 Polaridad de las moléculas
El profesor Jairo Restrepo dice en su libro que, al igual que los enlaces
covalentes, las moléculas pueden ser polares y no polares.
En moléculas diatómicas, si los átomos son iguales no hay una separación neta de
cargas, y por ello se dice que son no polares; por ejemplo: el hidrógeno (H2), el
oxígeno (O2), el nitrógeno (N2), el flúor (F2), el cloro (Cl2), entre otros.
Si los átomos son diferentes, la molécula muestra una separación de cargas, un
extremo positivo y el otro negativo y en consecuencia es polar. A estas moléculas
polares se las conoce también como dipolos.
En el caso de dos moléculas de más de dos átomos, puede ocurrir que los dipolos
de enlace se cancelen o no. Por ejemplo, la molécula de agua es polar porque NO
se cancelan los dipolos de enlace. Veamos (figura 7.6):
Figura 7.6. Momento dipolar del agua.
Por su parte, la molécula de dióxido de carbono, CO2, es no polar ya que se
cancelan los dipolos de enlace. Veamos (figura 7.7):
Figura 7.7. Momento dipolar del dióxido de carbono.
Cuantitativamente, la polaridad se expresa por el momento dipolar (), que es el
producto de la magnitud de la carga en un extremo de la molécula por la distancia
entre las cargas opuestas.
m = Q* r
El momento dipolar se determina midiendo la cantidad de carga eléctrica que fluye
sobre un par de placas cuando se coloca a través de ellas un voltaje dado. A
mayor polaridad de las moléculas, mas carga puede fluir.
Los momentos dipolares se expresan generalmente en unidades debye (D), en
honor a Peter Debye. El factor de conversión es:
1D = 3.336 * 1030 C * m
donde C es culombio y m es metro.
7.5 Carga formal y número de oxidación
Se han desarrollado dos métodos aproximados para distribuir la carga eléctrica en
los átomos de una molécula. Estos son: el método de las cargas formales y el
método del número de oxidación.
La carga formal (CF) se define como el número de electrones de valencia en el
átomo aislado menos el número de electrones asignados al átomo en la estructura
de Lewis, es decir:
Carga formal = N.º de e de valencia – (1/2 N.º de e enlazantes + N.º de e no
enlazantes)
El concepto de carga formal se utiliza como ayuda para decidir, entre varias
estructuras de Lewis, la más estable. Como regla general, la estructura de Lewis
más estable será aquella en la cual cada átomo lleve la carga formal más
pequeña.
Se define como número de oxidación o estado de oxidación la carga eléctrica que
un átomo parece tener cuando se asignan los electrones de enlace al elemento
más electronegativo. Si son de igual electronegatividad, los electrones se reparten
por igual. Por consiguiente, el número de oxidación resulta al comparar el número
de electrones que tiene el átomo aislado con los electrones que se le han
asignado en la estructura.
N.º de oxidación = N.º de e de valencia – (N.º de e enlazantes + N.º de e no
enlazantes)
7.6 Teoría de repulsión del par electrónico del nivel de valencia (RPENV)
Esta teoría predice la disposición geométrica de los átomos en iones y moléculas.
Las bases de la teoría son las siguientes:
Debido a que los pares de electrones se repelen entre sí, estos ocupan
posiciones lo más alejadas posibles en el nivel de valencia del átomo
central. La forma de la molécula o ion es una consecuencia de estas
repulsiones. Las repulsiones son más fuertes entre dos pares de electrones
libres entre sí que entre un par libre y un par enlazado, y estas son más
fuertes que las que existen entre dos pares enlazados.
Los pares de electrones no compartidos alrededor del átomo central ayudan
a determinar la forma de la molécula o ion, pero la descripción real se hace
en términos de las posiciones de los núcleos. Así, la molécula de NH 3 no es
tetraédrica, como podría pensarse, sino piramidal trigonal.
Los enlaces dobles y triples se tratan como si fueran sencillos. Por
consiguiente, en la molécula de CO2, de fórmula estructural O = C = O, se
considera que el átomo de C tiene dos pares de electrones compartidos y
no cuatro.
En la siguiente tabla se resumen las formas geométricas moleculares más
comunes, de acuerdo con la teoría RPENV.
Geometrías moleculares según el método RPENV
N.º de pares de e N.º de pares de e
Forma molecular Ejemplos
compartidos sin compartir
2 0 Lineal HCl, CS2
2 1 Angular SO2, NO2
2 2 Angular H2S, Cl2O
Triangular
3 0 BF3, NO3
plana
Piramidal
3 1 NH3, AsCl3
trigonal
3 2 Forma de T ClF3, BrF3
4 0 Tetraédrica SiO4, CH4
Bipiramidal
5 0 PCl5
trigonal
6 0 Octaédrica SF6
7.7 Fuerzas de atracción intermoleculares
Ya sabemos que, en las moléculas, los átomos se mantienen unidos por fuertes
enlaces covalentes que determinan la reactividad química y, por lo tanto, son
responsables de sus propiedades químicas, pero no hemos hablado de cómo se
mantienen unidas las moléculas entre sí. Existen varios tipos de fuerzas de
atracción entre las moléculas, conocidas como fuerzas intermoleculares, que son
muy débiles y son las responsables de las propiedades físicas de las sustancias
moleculares.
Las principales fuerzas intermoleculares son: las de Van der Waals, las de
atracción dipolo-dipolo y los puentes de hidrógeno (o enlaces de hidrógeno).
Veamos cada una de ellas:
Fuerzas de Van der Waals. Son las fuerzas de atracción existentes en
moléculas no polares. La atracción se debe a los dipolos instantáneos o
temporales que se producen por el desplazamiento de los electrones a un
extremo u otro de la molécula. Son fuerzas muy débiles.
Fuerzas de atracción dipolo-dipolo. Estas fuerzas de atracción se
presentan en moléculas polares. Se deben a la separación de cargas
eléctricas que existen en las moléculas. El extremo negativo de una de ellas
atrae el extremo positivo de la otra. Son atracciones más fuertes que las
que se dan en moléculas no polares.
Puente de hidrógeno. Es un caso especial de la atracción dipolo-dipolo.
En general, el puente de hidrógeno es la fuerza de atracción que se
establece entre el hidrógeno de una molécula y un átomo muy
electronegativo de otra. Este átomo puede ser F, O o N.
En la figura 7.8 se muestra un resumen de este tema (enlace químico).
Imagen tomada y adaptada del texto Química 10: libro guía para el docente, de Poveda, J. C. (2003) .
Figura 7.8
Si desea complementar este tema, puede hacerlo en los siguientes enlaces. El primero es
un video de un documental completo del tema, extraído de un canal dedicado a la ciencia;
el segundo es una multimedia elaborada por el profesor Constantino Mantilla, de la
Universidad Nacional de Colombia (sede Medellín), y el tercero es una página web
interactiva en la cual puede ver toda la temática:
http://www.youtube.com/watch?v=H8OKNmjHmCo
http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/sedes/medellin/nivelacion/uv00007/leccione
s/unidad5/enlacequimico_pagina1p.html
http://rabfis15.uco.es/Estructura%20Materia/enlace.aspx
Bibliografía
Brown, T. L., LeMay, H. E., Bursten, B. E. y Burdge, J. R. (2004). Química: la
ciencia central. 9. a ed. Editorial Pearson Education.
Chang, R. (2010). Química, 10.a ed. México: McGraw-Hill Interamericana.
Garcés, L. F. y Hernández, M. L. (2004). “La lluvia ácida: un fenómeno
fisicoquímico de ocurrencia local”. Revista Lasallista de Investigación, vol. 1,
n.° 002, pp. 67-72.
Mondragón, C. H., Peña, L. Y., Sánchez, M. y Arbeláez, F. (2005). Química
inorgánica. Bogotá: Editorial Santillana.
Poveda, J. C. (2003). Química 10: libro guía para el docente. Bogotá: Educar
Editores.
Restrepo, J. (1995). Teoría y problemas de química general. Medellín:
Universidad Nacional de Colombia (sede Medellín).
Villa, M. R. y Trujillo, F. J. (2010). Química general: lecciones de química.
Medellín: Universidad de Medellín.
Zapata, R. E. y Osorio, R. D. (2005). Química general. Medellín: Editorial
Universidad de Antioquia.
Cibergrafía
http://es.scribd.com/doc/37824948/PARTICULAS-SUBATOMICAS
http://electronica.webcindario.com/glosario/otraspar.htm
http://www.ecured.cu/index.php/Part%C3%ADculas_subat%C3%B3micas
Cibergrafía recomendada
http://rabfis15.uco.es/Modelos%20At%C3%B3micos%20.NET/Modelos/MAt
omicos.aspx
http://www.uned.es/pfp-evolucion-historica-principios-quimica/
http://www.monografias.com/trabajos52/particulas-subatomicas/particulas-
subatomicas.shtml
http://www.monografias.com/trabajos7/enqui/enqui.shtml