UNIVERSIDAD ESTATAL DE BOLIVAR
FACULTAD DE CIENCIAS
AGROPECUARIAS, RECURSOS
NATURALES Y MEDIO
AMBIENTE
CARRERA DE MEDICINA
VETERINARIA
AUTOR:
Jocelyn Iza Arévalo
PARALELO:
B
SEMESTRE:
Nivelación
DOCENTE:
Raúl Marcelo Chávez Benavides
PERIODO ACADÉMICO:
Noviembre 2023 – Marzo 2024
Redactar un objetivo
El objetivo fundamental al redactar un objetivo es iniciar con un verbo en infinitivo que defina
con claridad la acción a realizar. Este enfoque previene desviarse del propósito inicial de la
investigación. El procedimiento comienza identificando el verbo y luego comprendiendo su
significado para confirmar su alineación adecuada con el objetivo del trabajo. Se deben
contestar preguntas como qué se identificará, comparará, determinará, aplicará, describirá,
reconocerá o clasificará. Posteriormente, se explora el propósito o razón detrás de esa acción.
Finalmente, se detalla cómo se alcanzará dicho objetivo, utilizando expresiones como
"mediante", "a través de" o "utilizando". Un ejemplo concreto de objetivo podría ser "Explicar
los temas vinculados a la gramática y ortografía del español con el objetivo de facilitar el
aprendizaje a la comunidad a través de la creación de vídeos educativos". Este método sigue la
taxonomía de Bloom, la cual clasifica verbos según niveles cognitivos para identificar su
aplicabilidad en los objetivos. Se proporcionan verbos útiles para objetivos tanto generales
como específicos. Los objetivos específicos siguen la misma estructura que el objetivo general,
pero representan los pasos hacia el logro del objetivo principal.
Objetivo Smart.
La metodología SMART desglosa cinco siglas que definen cómo deben ser metas u objetivos:
específicos, medibles, alcanzables, realistas y con un marco temporal. Cada letra apunta a
características esenciales para establecer metas efectivas.
La especificidad requiere claridad y precisión en la meta, evitando vaguedades. Por ejemplo, en
lugar de "querer mucho dinero", se debe ser específico, como "ganar 20 mil euros al mes".
La medición implica que las metas sean cuantificables para seguir el progreso. Por ejemplo,
establecer un número específico de logros, como "realizar cuatro ponencias en un año".
Las metas, aunque ambiciosas, deben ser realistas y alcanzables. No deben ser imposibles, sino
desafiantes pero factibles con esfuerzo.
La realismo radica en establecer objetivos basados en la realidad y factibles de alcanzar. No se
trata de objetivos que no se ajusten a las circunstancias o habilidades actuales.
El enmarcar la meta en un tiempo definido es esencial para mantener el enfoque y la
motivación. Por ejemplo, establecer plazos como "antes de enero".
Crear metas SMART implica aplicar estos principios. Ejemplos de metas que no cumplen con
SMART incluyen expresiones como "pasar más tiempo con la familia" o "viajar más", al
carecer de especificidad y plazos definidos. Transformar estas metas implica definir claramente
el objetivo, el tiempo requerido y establecer hitos medibles.
Esta metodología también beneficia a las metas empresariales. Un test empresarial puede ayudar
a identificar áreas de mejora y establecer metas claras para el crecimiento. Conocer las
debilidades es crucial para alcanzar el éxito.