Suplemento Especial ◀
La Constitución de Cádiz
de 1812 y la independencia
iberoamericana
The Cadiz Constitution of 1812 and
the Latin American independence
Ernesto Samper Pizano (Colombia)
Corporación Escenarios
Resumen Abstract
En 2012 se conmemoran los doscientos 2012 commemorates two hundred years
años de haber sido expedida la after the issuance of the Constitution of
Constitución de Cádiz que, aunque Cadiz, though it had a very short term,
tuvo una vigencia muy corta, repercutió it profoundly impacted the shaping of
profundamente en la conformación del the American independence project
proyecto independentista americano y la and the issuance of the first republican
expedición de las primeras constituciones constitutions. The purpose of this paper is
republicanas. El propósito de este to show that thanks to the process of the
ensayo es demostrar que gracias al Constitution of Cadiz, Spanish colonies
proceso de la Constitución de Cádiz las in America could make the transition
colonias españolas en América pudieron from autonomist to independence and
hacer el tránsito del autonomismo a la laid the groundwork for subsequent
Independencia y sentar las bases para institutional developments, which were
desarrollos institucionales posteriores que definitive for the consolidation of its
fueron definitivos para la consolidación government systems. Issues such as
de sus sistemas de gobierno. Temas sovereignty at the head of the nation,
como el de la soberanía en cabeza de the separation of powers, the principle
Fecha de recepción: 29 de agosto de 2011 Para citar este artículo / to cite this article
Fecha de revisión: 20 de febrero 2012 Samper Pizano, E. (2012). La Constitución de Cádiz
Aprobación: 21 de marzo de 2012 de 1812 y la independencia iberoamericana.
Poliantea 8 (14), 245-258.
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la nación, la separación de poderes, el of financial law, the “habeas corpus and
principio de la legalidad financiera, el freedom of press were very important
hábeas corpus y la libertad de imprenta contributions of the Cadiz Constitution
fueron aportes muy importantes de la to the American constitutional thought
Constitución de Cádiz al pensamiento of the nineteenth century. This raises
constitucional americano del siglo XIX. the possibility that the Latin American
Aquí se plantea la posibilidad de que el presidential system is, in some way, the
sistema presidencialista latinoamericano reflection of the debated monarchist
sea, de alguna forma, el reflejo de position of the Constitution of Cadiz. This
la debatida posición monarquista de paper highlights some contributions from
la Constitución de Cádiz. El ensayo the American deputies in the constitutional
destaca algunos aportes de los diputados process and concludes with the argument
americanos en el proceso constituyente that if Ferdinand VII had kept the Carta
y concluye con el argumento de que and spirit of Cadiz, it could probably
si Fernando VII hubiera mantenido la have settled a Latin American alliance as
Carta y el espíritu gaditano, seguramente strong as the ‘British Commonwealth’ that
hubiera podido conformarse una alianza united England with its former colonies.
iberoamericana tan sólida como la
Commonwealth británica, que unió a
Inglaterra con sus antiguas colonias.
Palabras claves: Constitución de Cádiz, Keywords: Constitution of Cadiz, Latin
independencia latinoamericana, sobe- American independence, sovereignty.
ranía.
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La Constitución de Cádiz
de 1812 y la independencia
iberoamericana
Ernesto Samper Pizano (Colombia)
La cita de Bayona y la rebelión de Cádiz
En 1808 ocurrieron en Bayona, al sur de Francia, hechos políticos que cambia-
ron el sentido de la independencia latinoamericana. En el curso de muy pocas
semanas Carlos IV renunció a sus derechos a la corona española a favor de Na-
poleón Bonaparte, recién proclamado emperador; Fernando VII, hijo del rey,
quien lo había depuesto recientemente aprovechando una coyuntura violenta,
le devolvió la corona sin saber que este ya la había dejado en manos de Bona-
parte, quien, un mes después, la cedió a su hermano José; luego de muy pocos
días y en presencia de unos despistados nobles españoles, los hermanos Bona-
parte promulgaron una nueva Constitución para España.
Las provincias ibéricas se rebelaron y constituyeron juntas soberanas de
resistencia para oponerse al invasor galo; las colonias españolas en América,
por su parte, no se quedaron atrás: proclamaron también juntas supremas
de gobierno que, pese a mantener la fidelidad al rey secuestrado, comenza-
ron a tomar decisiones que abrieron camino a la Independencia. Francia lo-
gró imponer a la fuerza a don José Bonaparte (mejor conocido como Pepe
Botellas por su afición poco moderada al buen vino), excepto en la provin-
cia de Cádiz, donde se refugiaron los “realistas”, leales a Fernando VII, para
defenderse de los invasores y sus aliados peninsulares, los “afrancesados”.
El puerto resultó inexpugnable por su protección natural y el apoyo de la
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Armada inglesa, interesada en pro- pesar de haberse instalado después de
teger su acceso al Mediterráneo por sendos “gritos de independencia” en
Gibraltar. 1810 y 1811, compartieron la idea de
Entonces ya había comenzado a formar parte de una misma nación es-
operar un consejo de Regencia que pañola y hasta recibieron a los delega-
sustituía al rey mientras este se encon- dos de las autoridades de Cádiz para
traba encerrado en Bayona. El nue- conformar gobiernos locales compar-
vo Consejo derivaba su legitimidad tidos (González & Monsalvo, 2010).
de una vieja normatividad conocida El problema comenzó con la
como el “espéculo” y de unas “parti- elección de los diputados america-
das” antiguas que disponían que, en nos; algunos, como Camilo Torres
caso de graves crisis en el reino, el rey en Colombia (Camilo Torres, “Me-
tenía la obligación de consultar a un morial de Agravios”), consideraron
consejo conformado en elección ca- que dicha representación no era pro-
nónica por doce sabios. Las Cortes porcional a la población americana;
de Cádiz, al obrar como poder legis- otros, más radicales, adujeron que
lativo, asumieron entonces el control la aceptación de ella constituía una
de la escasa legalidad que quedaba en aceptación tácita de continuar con
la península; reiteraron su fidelidad al el sometimiento colonial y que ha-
monarca y el acatamiento a su volun- bía que empezar a prepararse para la
tad en la medida en que ella estuviera guerra. Los 74 diputados peninsula-
expresada de manera libre y soberana; res representaban una población de
reemplazaron al Consejo de Regencia once millones de habitantes, mien-
por uno más dócil y convocaron a los tras que los veintiséis americanos re-
constituyentes para la expedición de presentaban una población cercana
una nueva Carta por diputados penin- a los dieciséis millones de habitan-
sulares procedentes de las provincias tes; el tiempo le daría la razón a los
rebeladas y unos cuantos represen- “guerreristas”, quienes pensaban que
tantes de las colonias españolas en tarde o temprano España regresa-
América. Las juntas americanas, que ría, como en efecto lo hizo, a recon-
para entonces eran más autonomistas quistar a sangre y fuego sus tierras de
que independentistas porque mante- ultramar.
nían su cordón umbilical con España, El desequilibrio en la conforma-
sometidas al soberano destronado a ción de las Cortes planteó el primer
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debate a fondo, en el escenario de La propuesta de la igualdad fue
Cádiz, sobre la proporcionalidad de duramente combatida por los secto-
la representación americana. Los di- res monárquicos de las Cortes, que
putados americanos presentaron un invocaban como fuente de autoridad
proyecto de declaración que consa- al papa León XII, quien calificaba a
graba el principio de la proporcio- las juntas soberanistas americanas
nalidad según la población a lado y como “inmundas sentinas”; soste-
lado del Atlántico e invocaron como nían que la base para el cálculo de
sustento legal de esta proposición el la representación se refería a los “es-
Decreto V de octubre de 1810, por pañoles americanos” y no podía in-
medio del cual las autoridades gober- cluir, por consiguiente, a los ocho
nantes de Cádiz, para congraciarse millones de indígenas nativos ni a los
con los americanos insurrecciona- cuatro millones de negros, conside-
dos, dispusieron la igualdad de dere- rados como “almas indecentes”. Mu-
chos entre los españoles peninsulares chos de los constituyentes pensaban
y ultramarinos, el “olvido” de lo ocu- que la aceptación del derecho de re-
rrido en las provincias de Améri- presentación de las poblaciones afro-
ca que reconocieran la autoridad de descendientes podría llevar al tema
las Cortes y la expresa prohibición de la manumisión de los esclavos,
de las vejaciones que hasta entonces cuya aceptación provocaría una pér-
se habían cometido contra los en- dida de apoyo a la causa por parte de
tonces llamados “indios primitivos”. los capitalistas españoles americanos
Se trataba, sin lugar a dudas, de la que usaban mano de obra esclava en
consagración de una amnistía para sus plantaciones y socavones.
los rebeldes americanos y la reitera- Se trataba de las mismas razo-
ción legal del respeto a los derechos nes que tuvieron los libertadores de
humanos de una población indíge- Estados Unidos para no incluir en su
na cuya protección se había iniciado Carta de nacimiento la libertad de los
cuando fray Bartolomé de las Casas y esclavos. La libertad, decían los dipu-
el padre Francisco de Vitoria consi- tados antiamericanistas de Cádiz, es
guieron, después de un famoso deba- una planta que no puede crecer con
te, que la defensa de los derechos de más rapidez que lo que le permita la
los indígenas formara parte del com- mejora progresiva en el terreno don-
promiso ético de España en América. de se cultiva (Goytisolo, 2010).
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El debate sobre la igualdad fue Regencia, se resistió a jurar fidelidad
perdido por la causa americana a las Cortes y su sometimiento a la
pero el proyecto recibió el apoyo de Constitución que estas preparaban.
varios diputados peninsulares, los El prelado se negaba a aceptar que la
cuales conformaron una especie de soberanía estuviera en la nación por-
bancada iberoamericana que resul- que esta no podía declararse como
taría fundamental en la aprobación “soberana de su mismo soberano”;
de otros temas fundamentales para las Cortes le transmitieron al pre-
la causa independentista americana. lado su disgusto por esta actitud de
Y aunque la Constitución recono- parte de quien esperaban sentimien-
ció en su artículo 1º el concepto de tos de obediencia y sumisión (Lasar-
nación interoceánica, al señalar que te & Pons, 2009). El debate de fondo
“la nación española es la reunión de fue liderado por el diputado Mejía
todos los españoles de ambos he- Lequerica, del Ecuador, el cual, en
misferios”, no precisó de qué “espa- un conocido discurso, afirmó que el
ñoles” se trataba y en su artículo 29 rey eran tan mortal como cualquie-
consagró severas restricciones a la ra de sus súbditos y que no se cono-
representación de los ciudadanos cía noticia alguna de que “hubieran
americanos. llovido reyes del cielo”; sostuvo tam-
bién la necesidad de expedir un re-
La soberanía derivada de la glamento para meter en cintura la
nación y la separación de poderes regencia, que entonces representa-
La primera y más importante de- ba el poder ejecutivo. La decisión de
cisión de las Cortes de Cádiz fue la los constituyentes de radicar la fuen-
consagración de la soberanía en ca- te del poder en cabeza de la nación,
beza de la nación, quitándosela al que ellos decían representar, quitán-
rey, quien la tenía por origen divino. dosela al rey, en momentos en que
Este principio creó, desde el comien- la guerra exigía la mayor concentra-
zo, una división entre monárquicos y ción de poder posible para enfrentar
democratistas que atravesaría, como a los invasores, amerita ser conside-
una espada, todos los debates consti- rada como histórica, porque abrió el
tucionales; la controversia comenzó camino para avanzar en el segundo
cuando el obispo de Orense, quien a pivote de la nueva Carta, que era la
la vez era presidente del Consejo de separación de poderes.
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Para justificar la necesidad de perdición, cuando, restaurado Fer-
acotar constitucionalmente el poder nando VII, él la abolió por decreto
absoluto de los gobernantes, un co- real de 1814, expedido en Valencia;
nocido cronista de la época afirmaba luego procedió a enviar un fuerte
que “el que puede todo lo que quiera contingente de Fuerza Pública, en-
no es posible que solo quiera lo que cabezado por Pablo Morillo, héroe
debe” (Goytisolo, 2010). Las Cortes, de la liberación peninsular del yugo
inspiradas en Montesquieu y su teo- francés, a reconquistar América. En-
ría de separar los poderes para que tonces se hicieron realidad las predic-
sirvieran de contrapeso los unos de ciones pesimistas de Simón Bolívar
los otros, no descartaron la posibi- sobre el hecho de que las concesiones
lidad, sin embargo, de que el poder autonomistas de España termina-
ejecutivo continuara, aunque limita- rían cuando el monarca, restablecido,
do, como entonces en Inglaterra, en pretendiera reconquistar a “sangre y
manos de un monarca. La parte más fuego” los territorios ultramarinos.
álgida del proceso constituyente de Fernando VII consideró que la Cons-
Cádiz, tan importante como la Cons- titución de Cádiz había convertido al
titución, fue el trazado de unas fron- rey en un magistrado cojo, “un de-
teras precisas entre la monarquía y las legado que no era rey”, y concluyó
Cortes. Los diputados democratistas sentenciosamente con un manifiesto
redujeron la iniciativa de Fernando político en el que afirmaba que “los
VII en materia de hacienda públi- reyes no están puestos para ceder Es-
ca, nombramiento de funcionarios y tados” (Lasarte & Pons, 2009). Unos
administración de la justicia; asimis- años después, “la Pepa”, como se co-
mo, introdujeron la figura del hábeas nocía a la Constitución de Cádiz por
corpus, que limitaba a 48 horas la re- haber sido, según algunos, expedida
tención de los ciudadanos en poder el día de San José, o por oposición,
de las autoridades antes de enviar- según otros, a don “Pepe” Bonaparte,
los a los jueces para el examen de su fue restaurada; ya era tarde, sin em-
conducta. bargo, para la causa de la Indepen-
El mantenimiento de la figu- dencia americana, que había iniciado
ra monárquica en la Constitución su consolidación definitiva.
de Cádiz terminaría, de forma para- El interrogante que queda es:
dójica, abriendo el camino para su ¿por qué los constituyentes de Cádiz
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no aprovecharon la coyuntura de en- por parte de la monarquía e incluso de
tonces para desmontar la monarquía particulares por medio de concesiones
y establecer un camino republicano inauditas.
hacia la democracia, como lo acaba- En síntesis, las Cortes de Cádiz
ba de hacer Estados Unidos? Ni si- prepararon con su decisión sobre la
quiera cuando corrió la idea de que soberanía en cabeza de la nación y la
Napoleón quería casar a Fernando separación de poderes el terreno, lo
VII con la hija del emperador de Aus- que más tarde se convertiría en la mo-
tria, su cuñada, las Cortes pensaron narquía constitucional de la España
en eliminar la monarquía: se limita- democrática contemporánea; el resul-
ron a prohibirle al rey que se casara tado reflejo de este acento monárqui-
sin el consentimiento de ellas. Los di- co, sumado a los primeros pasos
putados americanos, entre ellos Mejía republicanos en Estados Unidos, ayu-
Lequerica, Alcocer y Gavidi, sí apro- daron a configurar el sistema híbrido
vecharon esta ocasión para reafirmar, del actual “presidencialismo” latino-
en medio del debate sobre la separa- americano, cuyos excesos han termi-
ción de poderes, que si Fernando VII nado, a lo largo de su historia, en no
aceptaba convertirse en instrumento pocos casos de gobiernos dictatoria-
dinástico de Napoleón las provincias les o populistas. Algunos países ibero-
americanas se considerarían libres de americanos terminaron consagrando
cualquier compromiso con España y en sus constituciones unos sistemas
decretarían su independencia (Lasarte políticos híbridos y desequilibrados
& Pons, 2009). La necesidad de preser- al adoptar el presidencialismo como
var la convivencia dentro de las Cortes sistema de gobierno en América La-
entre partidarios absolutos de la mo- tina sin replicar en sus constituciones
narquía y enemigos de ella, podría ser los contrapesos propios del presiden-
la principal explicación; otra, la de que cialismo estadounidense como el ré-
los diputados tuvieran la inhibición de gimen federal, el poder unificador
no ser vistos como apologistas de la normativo de la Corte Suprema de
causa republicana por quienes enton- Justicia o las limitaciones de la inicia-
ces los invadían. En materia de justi- tiva presidencial frente al Congreso, la
cia, la Constitución se preocupó por concentración de poderes en el ejecu-
asegurar su autonomía, al eliminar tivo de la Constitución o los controles
formas ancestrales de administrarla de regímenes parlamentarios como
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los que hoy existen en la mayoría de El principio de la legalidad fi-
las democracias del mundo. nanciera, que afirma que no hay gas-
to sin ley, fue tan importante para el
Otros aportes de la derecho constitucional iberoamerica-
Constitución de Cádiz a la no como el de “no tributación sin re-
causa independentista presentación”, medular en el proceso
Los antecedentes mediatos de la In- de Independencia de Estados Unidos
dependencia iberoamericana fueron frente a Inglaterra; la exigencia de una
la causa independentista de Estados ley preexistente que legitimara todo
Unidos; de la Revolución francesa, gasto público formó parte de una
que proclamó los derechos humanos, propuesta de reforma de la Hacien-
y del rechazo a las medidas fiscalistas da Pública que incluía la eliminación
borbónicas que, a mediados del siglo de algunos tributos coloniales y su re-
XVIII, suscitaron movimientos socia- emplazo por impuestos progresivos
les de protesta como el de los comu- como el de las sucesiones y heren-
neros en Colombia. La Constitución cias para pagar los gastos de la guerra.
de Cádiz está llena de “respuestas” Asimismo, estaba la atribución del
a estos sentimientos contestatarios recaudo exclusivo de los impuestos
que fueron formando una concien- al poder ejecutivo y la formulación
cia colectiva de independencia en la del principio de “unidad de caja” para
América española. La Constitución evitar que, como se debatió en las
estableció la libertad de cultivos; eli- Cortes, la Corona recaudara recursos
minó el monopolio comercial pro- públicos como lo había ordenado el
teccionista; consagró el principio de rey en el sonado caso de los dos mi-
legalidad fiscal para limitar la imposi- llones y medios de pesos fuertes que
ción de tributos y suprimió varios de iban en el navío San Pedro de Alcán-
ellos; constitucionalizó los derechos tara provenientes de Lima. En lo su-
de los indígenas; definió el concepto cesivo, como lo propuso el diputado
de libertad de opinión por medio de americano Gutiérrez de la Huerta en
la libertad de imprenta e introdujo el Cádiz, no habría gasto del Estado que
concepto de hábeas corpus. Aquí exa- no estuviera contemplado en una ley,
minaremos dos propuestas capitula- los ingresos del Estado estarían fija-
res: el de la legalidad financiera y el de dos por las Cortes mediante un pre-
la libertad de imprenta. supuesto y el poder ejecutivo tendría
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el monopolio exclusivo del recaudo acontecimientos libertarios que se
controlado de los recursos públicos. estaban sucediendo en la Améri-
La libertad de imprenta, como ca española. Blanco White sostenía
libertad de prensa, fue otro de los que, aunque la opinión de un par-
debates que enriqueció el proceso ticular no debe prevalecer sobre la
constituyente; el Decreto IX de 1810 opinión pública, la opinión indi-
había establecido: vidual era inviolable de tal manera
que ni todo el género humano con-
La facultad individual de los ciuda- venido unánimemente contra ella
danos de publicar sus pensamien- tiene derecho de hacer que un indi-
tos e ideas políticas es, no solo un
freno de la arbitrariedad de los que viduo crea lo que no juzga ser ver-
gobiernan, sino también un medio dad (Goytisolo, 2010). La Gaceta de
de ilustrar a la nación en general y Buenos Aires, el Diario de Caracas y
el único camino para llevar al co-
nocimiento de la verdadera opi- el Papel Periódico Ilustrado de San-
nión pública (“Documentos”, p. tafé de Bogotá, entre otros, servían
478). de contraparte de estas publicacio-
nes europeas que estaban luchando
Este derecho se entendía con- por la causa americana. La libertad
catenado con el de la libre corres- responsable de prensa sin censura
pondencia privada, que prohibía alguna quedó recogida como figura
de manera absoluta la violación de constitucional en el artículo 371 de
las cartas. A este respecto fue me- la Constitución gaditana.
morable la actuación del periodista
sevillano José María Blanco Whi- El proyecto americano
te, conocido desde antes por haber de Independencia y la
sido uno de los más certeros cro- Constitución de Cádiz
nistas de las abdicaciones de Bayo- Algunos han planteado que América
na y haber publicado el periódico aprovechó el vacío de poder resultan-
El Español, primero en Cádiz y pos- te de la abdicación de Fernando VII
teriormente, cuando tuvo que exi- para avanzar en su independencia;
larse, en Londres, con el apoyo de es cierto que las colonias españolas,
Francisco Miranda; este último ya siguiendo el ejemplo de las provin-
publicaba entonces el periódico El cias peninsulares, establecieron jun-
Colombiano, en el cual narraba los tas soberanas, pero no abjuraron de
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su fidelidad monárquica. Se vivió así, El escaso tiempo que duró el proce-
durante esta primera etapa, una po- so de la Constitución de Cádiz (en-
sición de “autonomismo” que no ex- tre septiembre de 1810 y septiembre
cluía la posibilidad de participar, de 1812) estuvo rodeado de dudas y
como en efecto lo hicieron varios di- desconfianzas porque los americanos
putados a nombre del hemisferio, en pensaban que España se plegaría a los
las Cortes de Cádiz. De hecho, como designios de Francia y América estaba
ya lo hemos señalado aquí, el proce- jugando con el tiempo mientras con-
so constituyente gaditano sirvió de solidaba sus posibilidades de inde-
escenario para el planteamiento de pendencia; entretanto los diputados
algunas tesis que sin llegar a procla- vivían con la presión de no aprobar
mar la independencia marcaron unas normas que pudieran interpretarse
distancias institucionales en los dos como concesiones ideológicas a los
lados del Atlántico; entre los diputa- invasores galos, los representantes
dos que apoyaron el decreto que de- americanos vivían con el temor de ser
claraba nulos los renunciamientos tachados de entreguistas por los par-
de Bayona y las decisiones que to- tidarios de la mano dura en América.
mara el rey durante su cautiverio, Antes de producirse los procesos
estaba el diputado peruano Inca Yu- de Independencia (porque no hubo
panqui, descendiente directo de Ata- una, sino varias independencias), ya
hualpa Yupanqui. La resistencia del se habían dado en la región procesos
primer Consejo de Regencia a acep- de enfrentamiento entre regiones y
tar la tesis de las Cortes sobre la re- provincias que querían liberarse unas
presentación americana en ellas, la de otras. Centroamérica quería qui-
inequitativa participación de las colo- tarse de encima la influencia mexica-
nias en el Congreso y la abolición de na; Buenos Aires se resistía a recibir
la Constitución dos años después por órdenes del virreinato de Lima; Méxi-
parte del enceguecido monarca, con- co, la de Estados Unidos; Cartagena
siguieron convertir el autonomismo vivía rebelada contra Bogotá y ya en
—que hubiera podido servir de base 1810 anunciaba que no recibiría nin-
para la conformación de una pode- guna autoridad española mientras no
rosa alianza iberoamericana al estilo se le garantizara su igualdad y tran-
de la Commonwealth— en una fuer- quilidad en el reparto del presupues-
za incontenible de independencia. to (González & Monsalvo, 2010). Lo
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que acompañó las deliberaciones de y factorías. Ni siquiera la Declara-
Cádiz en esta parte del mundo y de ción de manumisión de los esclavos,
alguna manera preparó el terreno producida en Haití unos pocos años
para una posterior reconquista mili- antes, consiguió mover a los consti-
tar fue una triste historia de sobera- tuyentes a favor de esta medida, que
nías fragmentadas que impidieron cabía perfectamente dentro de lo que
una sola voz en la defensa de los inte- podríamos llamar el espíritu progre-
reses de América. sista de Cádiz (Múnera, 2011).
Contra el proceso de Cádiz tam-
bién conspiraban poderosos inte- Un epílogo actual
reses económicos opuestos al “libre La influencia española en la confor-
comercio”, que pondría fin a sus mo- mación de la normatividad ame-
nopolios coloniales; es bien conocido ricana recibió un fuerte influjo del
en Colombia el enfrentamiento entre proceso constituyente de Cádiz, como
las élites de Cartagena y las de Santafé ya lo habían hecho las reglamentacio-
de Bogotá, donde residían los virre- nes coloniales sobre Hacienda Públi-
yes que, movidos por estas, mante- ca, las leyes mercantiles de la Junta de
nían un férreo modelo proteccionista Sevilla y la Casa de Contratación de
y centralista que impedía al puerto Indias, las disposiciones sobre dere-
comerciar con sus homólogos no es- cho de gentes de fray Bartolomé de
pañoles del Caribe y lo obligaban a las Casas y el padre Francisco de Vito-
comprar bienes de primera necesi- ria (Zafra, 2011); algo parecido suce-
dad, como las harinas, producidos dería años después, con la influencia
en el interior a precios considera- de las reformas constitucionales espa-
blemente más altos que los importa- ñolas de 1932 y 1978 en aspectos sig-
dos desde Europa. Estos empresarios nificativos como el papel del Estado
también influyeron en que las Cortes social de derecho o el constituciona-
de Cádiz negaran la propuesta pre- lismo garantista. Lamentablemente,
sentada por el diputado mexicano el desarrollo del derecho constitucio-
José Miguel Gavidi y Alcocer de aca- nal latinoamericano también ha que-
bar con el tráfico de esclavos y liberar dado señalado por el “neoliberalismo
a sus hijos; la esclavitud representaba reglamentista”, que amarró sus nor-
para los capitalistas de la época mano mas al modelo eficientista de desa-
de obra barata en sus plantaciones rrollo e impuso la ética del mercado
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sobre la ética pública, y por el “popu- Goytisolo, J. (2010). Blanco White: el
lismo constitucional”, de más recien- español y la independencia de Hispa-
te aparición, que ha terminado por noamérica. Madrid: Taurus.
introducir reformas a las cartas que
Lasarte, J. (2009). Las Cortes de Cá-
buscan legitimar coyunturas electo-
diz. Madrid: Marcial Pons.
rales como la reelección de los pode-
res ejecutivos o consolidar victorias Múnera, A. (2011, septiembre).
políticas efímeras. Pero la influencia ¿Qué nos quedó de los primeros tiem-
positiva de la Constitución de Cá- pos? Documento Foro de Biarritz.
diz quedó marcada para la historia
Torres, C. (1832). Memorial de agra-
como un lapso durante el cual ope-
vios. Bogotá: Imprenta de N. Lora.
ró efectivamente el concepto, hoy un
tanto resentido, de la comunidad de Zafra, G. (2011, noviembre). Me-
Iberoamérica. morando a Ernesto Samper Pizano.
Texto sin publicar.
Bibliografía
González, R. & Monsalvo, E. (2010).
De la Suprema Junta de Gobierno al
Estado soberano. La independen-
cia de Cartagena de Indias. Historia
Crítica, 41, 62-85.
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