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Adolescencia, Pobreza y Consumo

El documento analiza el consumo de metanfetaminas entre adolescentes en Michoacán, México. Explica que la pobreza y marginación generada por el sistema económico mexicano ha facilitado la inserción del narcotráfico. El 65% de usuarios de drogas estimulantes en Michoacán inician antes de los 17 años. El consumo en la adolescencia daña especialmente las zonas cerebrales relacionadas con la toma de decisiones.

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Adolescencia, Pobreza y Consumo

El documento analiza el consumo de metanfetaminas entre adolescentes en Michoacán, México. Explica que la pobreza y marginación generada por el sistema económico mexicano ha facilitado la inserción del narcotráfico. El 65% de usuarios de drogas estimulantes en Michoacán inician antes de los 17 años. El consumo en la adolescencia daña especialmente las zonas cerebrales relacionadas con la toma de decisiones.

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González Ramírez V.

Adolescencia, pobreza y consumo de


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metanfetaminas en Michoacán. Elementos 127 (2022) 15-21

Adolescencia, pobreza y consumo


de metanfetaminas en Michoacán
Victoria González Ramírez

El consumo de sustancias sintéticas y de alta toxicidad,


como las metanfetaminas, representa graves riesgos para
la salud y la vida que afecta de manera especial a los
más jóvenes. El sistema económico y político mexicano
(y de buena parte de Latinoamérica), ha generado po-
breza y marginación en una buena parte de la población
y ha permitido (y facilitado) la inserción del narcotráfico
en los ámbitos económico, social, político y cultural del
país (Bergman, 2016).
En México, las clínicas contra adicciones atienden a
personas cada vez más jóvenes, con adicciones cada vez
más graves; en Michoacán, el 65 % de los usuarios de
drogas estimulantes inician antes de los 17 años (Villa-
toro-Velázquez, et al., 2017). La presencia facilitada de la
sustancia generó que, por ejemplo, durante el año 2016,
en los centros de rehabilitación y tratamiento no guberna-
mentales (como es el caso de los grupos de Alcohólicos
Anónimos), aproximadamente 60,582 personas acudieron
por asistencia. De esta población, los consumidores de
cristal–metanfetamina llegaron a conformar el 22.9 % de la
población en asistencia (Villatoro-Velázquez, et al., 2017).
La mayoría de estos jóvenes se encuentran de forma
previa en claras desventajas sociales, y con la adicción a
metanfetaminas adquieren afectaciones en su capacidad
de dar respuesta a las demandas de su ambiente, regu-
lar su vida y tomar decisiones, todo lo cual aumenta su

E l e m e n t o s 1 2 7, 2 0 2 2 , p p. 1 5 -2 1 15
vulnerabilidad y deterioro. La condición de fragilidad
biológica inicia con la carencia de estimulación por
parte de los padres y las pocas oportunidades de
desarrollo social que genera un bajo nivel cultural.
Se sabe que los adolescentes en particular son
más proclives al consumo de sustancias y a pre-
sentar mayores riesgos de desarrollar disfunciones
(Weybrigth, et al., 2015). El consumo de drogas en
la etapa de la adolescencia, cuando el cerebro se
encuentra en desarrollo, implica que los efectos son
más agresivos para el sistema nervioso central (en
comparación con un adulto cuyo sistema nervioso
ya ha madurado); este hábito nocivo afecta en par-
ticular a zonas mediales del cerebro asociadas a la
vivencia del placer (sistema límbico y núcleo accum-
bens), pero también se dañan de manera importante
zonas definitivas para la toma de decisiones, la pla- © Germán Montalvo.
El árbol de Navidad de Sol LeWitt.
neación de la vida y la regulación de la conducta: los
lóbulos frontales del cerebro (Forster, et al., 2018).
Las estructuras frontales del cerebro y las fun-
ciones con ellas asociadas, requieren más tiempo
para alcanzar su maduración, y cuando se consu- México; presenta problemas sociales graves aso-
men drogas desde una edad temprana se vulneran ciados a la violencia y el narcotráfico. Se observa
de manera preocupante, pues son las estructuras un fácil acceso de los jóvenes michoacanos (aun-
encargadas de definir el camino vital que se tomará, que también de otras comunidades de México) a
aumentando la posibilidad de continuar eligiendo de los procesos del narcotráfico a través de la pro-
forma errónea en cada ámbito de la vida (Forster, et ducción, tráfico, venta o consumo de sustancias.
al., 2018). Los jóvenes dependientes de metanfetami- Todas las conductas asociadas al consumo de
nas que se describen en este trabajo se encuentran metanfetaminas (producción, tráfico, venta y con-
internados (anexados) en clínicas de autoayuda ba- sumo) se identifican fácilmente en contextos de po-
sadas en el programa de doce pasos (Alcohólicos breza económica, cultural, educativa y psicológica
Anónimos). La decisión de “anexarlos” muchas ve- (Andrabi et al., 2017). Son múltiples las evidencias
ces responde al tipo de comportamiento que han de la influencia de la narcocultura en los produc-
mostrado los jóvenes y si es considerado suficien- tos artísticos, culturales, estilos y representacio-
temente conflictivo (“ingobernable” le llaman en el nes en los jóvenes del país y, en particular, de los
grupo), por lo que la familia o cuidadores han decidi- michoacanos. Dicha cultura sostiene y promueve
do internarlos en el programa por tres o seis meses los valores que le son convenientes para gene-
o, como sucede en pocos casos, durante un año. rar la producción y consumo de sus mercancías,
deteriorando hasta la muerte a la población más
Michoacán frágil y desposeída.
La presencia de metanfetaminas en nuestro país
Michoacán se encuentra entre los estados más empezó a documentarse desde 1994. A inicios de los
violentos, con más homicidios y feminicidios de años noventa, el grupo delictivo Los Zetas que hasta
entonces tenía el control casi absoluto de la pro-
16 Victoria González Ramírez ducción y tráfico de drogas sintéticas, se comenzó
a diversificar, organizándose en grupos como “La Metanfetamina

empresa”, “La familia michoacana”, “Los caballeros


templarios” y “Los H3”, con presencia en zonas de La historia de las anfetaminas (de las que se de-
Bajío y en todo Michoacán, pero fue a partir de 2005 rivan las metanfetaminas) se remonta al año 1938
que México se posicionó como el principal abaste- del siglo pasado; con el propósito de identificar
cedor de metanfetamina del mercado de Estados un buen tratamiento para el asma, se intentó una
Unidos (Maldonado, 2019). Como consecuencia de alternativa: un antiguo remedio chino, el arbusto
esto, entre 2008 y 2016 aumentó la incidencia de uso llamado ma huang o Ephedra vulgaris, cuyo ingre-
de drogas del 4 % al 9 %. Entre 2011 y 2017 se re- diente activo es la efedrina. Mientras se sintetizaba
gistró en nuestro país un aumento importante en la efedrina, químicos del laboratorio Lilly encontra-
el consumo de drogas ilegales entre adolescentes ron una serie de compuestos emparentados con
(del 2.9 % al 6.2 %) (Villatoro Velázquez, et al., 2017). ella, entre los que se encontraba la anfetamina,
Michoacán ha figurado desde hace décadas de la cual más tarde se obtuvo la metanfetamina
como un estado donde se producen y trafican dro- o speed.
gas como la marihuana y la amapola; en el caso de La anfetamina se comercializó bajo la marca
las metanfetaminas, la extensa costa de Michoa- Benzedrina, medicamento ampliamente consumi-
cán, hasta hace poco con muy poca vigilancia, do entre 1940 y 1960 por sus efectos estimulan-
ha jugado un papel central para la entrada de la tes y supresores del hambre, lo que incrementó
efedrina proveniente de China. En Michoacán se su uso. Dejó de recetarse médicamente a partir
han formado complejas redes económicas, polí- de los años sesenta del siglo anterior, cuando se
ticas y familiares que se distinguen por tener una comprobaron sus efectos adictivos (Moreno, 2013;
cultura regional que da identidad al narcotráfico; Bergman, 2016).
una cultura individualista, apegada a la familia, Las anfetaminas integran dos grupos: por un
cómplice ante el delito y de profundo catolicismo, lado, las anfetaminas (sustancias que no tienen
que ha asumido el narcotráfico como un estilo de utilidad médica como el “éxtasis” o “tachas” (me-
vida (Maldonado, 2019). tilendioxi-metanfetamina, conocido por sus siglas,
como MDMA), y las metanfetaminas (desoxiefedri-
na) y las sustancias tipo anfetamínico (que tienen
utilidad clínica, como el metilfenidato) (Moreno,
2013). El MDMA generalmente se consume en fies-
tas o reuniones; produce euforia, sociabilidad, in-
cremento de energía e interés sexual; en dosis al-
tas, puede generar ansiedad y síntomas psicóticos.
El daño que genera es menos evidente y ocurre a
largo plazo en comparación con la metanfetamina
(Moreno, 2013).
Las metanfetaminas (“meta”, “azul”, “hielo” o
“cristal” y sus equivalentes en inglés), refieren a una
sustancia altamente tóxica e intensamente adictiva
que se presenta en forma de cristales (de ahí uno
de sus nombres). Se fuma, se ingiere o se inyecta
directamente en las venas. Es una forma estructural
y funcionalmente similar a la anfetamina, aunque
© Germán Montalvo. El Sol de Tadanori Yokoo.

Adolescencia, pobreza y consumo de metanfetaminas... 17


entra al cerebro en mayores cantidades y más ve- los factores sociales que determinan las elecciones
lozmente, lo que la convierte en un estimulante más de los adictos (Becoña, 2016).
potente. Son drogas sintéticas (creadas en un labo- La adicción o dependencia es un fenómeno
ratorio) y aunque se obtienen a partir de la efedrina, complejo que se ve influido por la interacción entre
en su elaboración se incluyen solventes inflamables la droga, el consumidor y el entorno. Como parte
o compuestos volátiles indudablemente tóxicos, del contexto ideológico en que se enmarca la vida
tales como éter, ácido muriático y metales reactivos de los jóvenes que se encuentran inmersos en el
(Jiménez y Castillo, 2011); estos elementos aumen- consumo de metanfetaminas en nuestro país, es
tan el daño de todos los sistemas del organismo hu- clara la influencia de una cultura del narcotráfico,
mano, asociado a un mayor número de problemas o narco-cultura, típicamente asociada a la adora-
médicos, reincidencias y muertes por sobredosis. ción al dinero, al exceso y la exhibición de fuerza
Los efectos principales de las metanfetaminas y poder, normalización de la violencia, promoción
son euforia, energía física aumentada y resistencia de una vida de placeres intensos a corto plazo,
a la fatiga, anorexia, insomnio, acatisia (incapa- machismo y diversidad de conductas antisociales.
cidad para mantenerse quieto, acompañada de Los productos culturales como la música o
inquietud y preocupación mental) e hiperactividad los programas televisivos, fortalecen esos valo-
psicomotora; dado que afecta rápidamente los sis- res plásticos (placeres inmediatos, exhibición de
temas tegumentario, vascular, respiratorio y ner- fuerza bruta y poder, gusto por las armas, promis-
vioso principalmente, promueve atrofia de tejidos cuidad y superficialidad, y vida de lujos: joyas, au-
e infartos; se ha asociado también a un incremento tos, ropa, despilfarro) que demeritan y desprecian
del impulso sexual y desinhibición conductual que valores como la cultura, el conocimiento y la edu-
aumenta el riesgo para sí mismo y los demás (Mo- cación formal. Se observa una falta de esperanza
reno, 2013, Potvin, et al., 2018). en el discurso que propone avanzar en la vida de
El consumo persistente de metanfetaminas afec- una manera diferente a la propuesta por el narco
ta los sistemas cerebrales asociados al disfrute y el y la vida de excitaciones y lujos que promete. Los
placer (Moreno, 2013), y se le ha vinculado a tras- jóvenes tienen demandas y expectativas propias
tornos cognitivos graves, depresión mayor y psi- de su edad, pero sus condiciones y recursos son
cosis (Potvin, et al., 2018). En los centros clínicos insuficientes para enfrentar los retos; hay un des-
basados en el programa de doce pasos, se obser- ajuste esencial entre las necesidades y las opor-
van jóvenes consumidores de metanfetaminas con tunidades (Weybrigth, et al., 2015).
efectos profundos que se equiparan al deterioro de
adultos con secuelas por consumo intenso de al-
cohol. Cabe recordar que, en general, se requieren
años de consumo intenso de alcohol para generar
condiciones de demencia, pero con unos meses
de consumo de metanfetaminas, las secuelas se
equiparan. A pesar de la relevancia de los meca-
nismos individuales asociados al consumo de dro-
gas, la adicción no puede ser reducida a un mal
funcionamiento del cerebro ni atribuida únicamente
a aspectos psicológicos y del comportamiento; la
conducta no puede ser separada del contexto social
y político en que se desarrolla, ni deben trivializarse
© Germán Montalvo. Crayolas gigantes.

18 Victoria González Ramírez


comunidades con pocas oportunidades educati-
vas y de desarrollo, pertenecen en su mayoría a
grupos indígenas: campesinos humildes, hijos de
migrantes a Estados Unidos en condiciones de vul-
nerabilidad que trascienden su propia generación
y hablan de circunstancias de desamparo de los
padres, abuelos, bisabuelos, etcétera.
La mayoría de jóvenes presenta antecedentes
de malnutrición; se observan en ellos marcas ca-
racterísticas de la anemia y signos en la piel dis-
tintivos de un estado de malnutrición, además de
marcas en cara, brazos y manos, que se pueden
atribuir al consumo de metanfetaminas (frecuen-
temente al fumar la droga, lo que hacen en pipa

© Germán Montalvo.
de vidrio, pueden caer gotitas de producto que les
Y así la vida transcurre desde cualquier ángulo. deja marcas de quemadura) o a maltrato físico, tam-
bién un antecedente muy común en la población.
La mayoría de los jóvenes son hijos de padres
y madres muy jóvenes y con baja escolaridad y
Este contexto excluyente engendra frustración bajo nivel cultural; muchas veces ausentes, alco-
y una configuración emocional que se vincula a hólicos, adictos o fallecidos. El hecho de que los
la inobservancia de normas y reglas que rompe progenitores estén ausentes se traduce en falta de
el tejido social; los jóvenes se encuentran en este supervisión de los jóvenes, que es un factor que in-
vacío moral, siendo incapaces de actuar de forma crementa de forma definitiva el riesgo de consumo
socialmente adecuada (Andrabi, et al, 2017). (Weybrigth, et al., 2015). Los adolescentes, descri-
Como consecuencia de la cultura que honra al ben infancias desoladas o interrumpidas, muchos
narco, es común que los jóvenes presuman con- de ellos con antecedentes de abuso físico y sexual
ductas que generan anécdotas sobre qué tan va- (Forster, et al., 2018).
lientes han sido (medido a partir de cuántas “ma- La familia y sus dinámicas vulneran o protegen
drizas” han propinado, cuántos enfrentamientos a los jóvenes ante las drogas; las condiciones fami-
con “la ley” han experimentado, cuantos “batos” liares asociadas con un mayor riesgo de consumo
han “bajado” o “levantado”, cuánta droga toleran de sustancias son las relaciones codependientes,
o cuántos días aguantan andar “high” –lo que no el mal funcionamiento y la baja calidad de las re-
incluye únicamente alcohol, sino el uso de estimu- laciones familiares, el bajo nivel de comunicación
lantes, que en combinación les permite permanecer con los padres y el bajo nivel educativo de los
por días en la “parranda”). Los jóvenes crecen con padres (Andrabi et al., 2017).
estas influencias y se convierten en sus modelos, Aproximadamente la mitad de los jóvenes re-
en sus “yo ideales”, eso es lo que mencionan de- portan haber sido iniciados en el consumo de la
sear conseguir, es decir, no solo es la forma de vida sustancia por familiares o amigos de la calle; mu-
en la actualidad, sino la que pretenden consolidar. chos reportan consumo activo dentro de la fami-
lia de origen; algunas familias viven de la venta y
Jóvenes michoacanos que consumen metanfetamina distribución de drogas; cuando los progenitores
son dependientes de sustancias, aumenta el riesgo
Muchos de los jóvenes michoacanos con adic-
ción a metanfetaminas suelen ser originarios de Adolescencia, pobreza y consumo de metanfetaminas... 19
de consumo de sustancias en el adolescente (Mo- menos dañina en la sociedad. Los jóvenes no solo
reno, 2013). presentan problemas con las drogas, tienen pocas
Llama la atención que aun en casos en que oportunidades de desarrollo cognitivo, afectivo, so-
familias completas viven de la venta de drogas, y cial, intelectual y moral. Mientras no se atienda de
que en ocasiones pueden obtener grandes canti- manera integral la condición de los jóvenes, parece
dades de dinero, no hay consolidación financiera ingenuo pretender que, con tratamientos dirigidos
de parte de la familia; es decir, no “aprovechan” al sujeto, se logrará erradicar o disminuir el daño
la circunstancia, viven al día, gastan de forma im- provocado, en este caso, por las adicciones.
pulsiva y la “necesidad” de continuar la actividad La atención a esta población requiere el abor-
ilícita, continúa. daje de las características sociodemográficas de
Es común observar que los jóvenes en cuestión las comunidades de las que provienen y las pro-
han abandonado la escuela en 2 ° nivel de secun- blemáticas específicas que se derivan de las con-
daria; es decir, en pleno desarrollo adolescente. diciones de vulnerabilidad en las que se encuen-
Llama la atención que la edad comprendida entre tran, identificando las implicaciones en la vida de
los 12 y 14 años es clave en el inicio y consolida- los jóvenes, escuchando activamente la manera
ción de las conductas de riesgo y delictivas. La en que los jóvenes lo han vivido.
mayoría de los jóvenes menciona haber comen- Es importante también el análisis de las repre-
zado el consumo en la pubertad, o antes de ella, sentaciones que los jóvenes tienen acerca de la
entre los 8 y 11 años se encuentra la edad de inicio posibilidad de mejorar en su vida y cambiar su con-
de la mayoría. dición; llama la atención la apabullante presencia
de pensamiento mágico a partir del cual explican
Intervenciones existentes por qué un día su vida cambiará: “si dios quiere”,
para el caso de adicciones “mi destino”, etc., a partir de donde la salud y bo-
nanza económica vendrán solas, las “oportunida-
A partir de los datos acerca de los factores psico- des” aparecerán mágicamente y un día serán “fe-
lógicos asociados, los programas de intervención lices al fin”.
dirigidos a la atención de estas adicciones hacen Es fundamental la consideración de la cultura
énfasis en la responsabilidad individual y familiar de los jóvenes, su etapa evolutiva y los tiempos
en los procesos de cambio y recuperación de la adecuados para su desarrollo, pues la mayoría
adicción. Sin embargo, este modelo presenta una han detenido su progreso y han abandonados la
eficacia bastante baja en términos de recuperación educación formal y los procesos de maduración
y prevención de recaídas (Becoña, 2016). propios de su etapa de desarrollo. Los jóvenes re-
Los tratamientos existentes para casos de adic- quieren una reconfiguración de sus vinculaciones,
ciones han mostrado una tasa de éxito limitada; en valores, virtudes, conocimiento, como posibilidades
el caso de adicciones, las recaídas se consideran de liberación, que les permita generar un proyec-
normales; se espera que ocurran del 40 % hasta el to de vida. En los planes y proyectos que expre-
60 % de los casos, con una dinámica caracterizada san los jóvenes, se observa la ausencia de intere-
por periodos de abstinencia y periodos de recaídas ses de desarrollo personal, manifiestan deseos de
(Becoña, 2016). continuar el modelo familiar básico: casarse, for-
En la dinámica de la adicción, más allá de res- mar una familia, tener hijos... ¡a los 15 años!, lo cual
ponsabilizar al joven de su recuperación, es fun- únicamente garantiza la continuidad de la miseria.
damental reconocer la necesidad de promover la
R e f e r e n c i a s
oportunidad de una participación más saludable o
Andrabi N, Khoddam R and Leventhal A (2017). Socioeconomic dis-
20 Victoria González Ramírez parities in adolescent substance use: Role of ejoyable alternative
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© Germán Montalvo. Poe en Juárez.

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