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Extra Capítulo 97 de Regreso A La Infancia

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Extra - Capítulo 97: De regreso a la infancia

Después de despertarse, Shen Qingqiu se dio la vuelta lentamente, pero no


sintió los brazos que generalmente estaban envueltos alrededor de su cintura.

La luz de la mañana se filtraba por la ventana y usó las mangas de su túnica


interior para protegerse los ojos. Solo con este único movimiento, el dolor se
disparó por su espalda y su cintura, provocando que su brazo perdiera fuerza.
Percibió una leve sensación de desgarro en algún lugar de la parte inferior de su
cuerpo, así como la peculiar sensación de algo pegajoso que se había secado.

Después de tontear toda la noche anterior, en la mañana finalmente supo sentir


lástima por sí mismo. La confusión llenó la cabeza de Shen Qingqiu: Luo Binghe
no se había levantado temprano para ayudarlo a limpiarse y preparar el
desayuno. —...¿Binghe? —exclamó con voz ronca.

Nadie respondió. Shen Qingqiu se sintió aún más confundido, por lo que se
obligó a abrir los ojos y bajar la mirada. Vio una cabecita con cabello negro,
suave y sedoso.

—...

Esta carita era delicadamente adorable, las mejillas pálidas espolvoreadas con
un rubor natural. Las pestañas negras, largas y abundantes colgaban sobre unos
ojos muy cerrados, con labios de color rosa claro. Estaba acurrucado en una
bola, acurrucado en su costado como un gatito mientras descansaba la cabeza en
el dorso de su mano.

Aunque el tamaño no estaba bien, aunque parecía tener entre cinco y seis años
como máximo, aunque...

No más "aunque". Incluso si se hubiera encogido más, Shen Qingqiu


definitivamente podría reconocerlo de un vistazo: ¡este era el rostro del
protagonista masculino!

Estaba tan conmocionado que su voz cambió. —¡Luo Binghe!

Estaba a punto de pellizcarse su propio brazo para ver si el dolor lo despertaría,


pero en el momento en que se incorporó, su mitad inferior palpitó de dolor e
hinchazón. Shen Qingqiu se volvió a recostar rígidamente. Las pestañas de Luo
Binghe temblaron un poco y despertó con lentitud.

Había una marca roja en su mejilla donde había estado presionada en su mano.
En tanto miraba el desaliñado estado de Shen Qingqiu con los ojos entornados,
extendió los brazos a modo de pedir un abrazo. —Shizun...

Esta voz fue extremadamente suave, tan joven y adorable, que Luo Binghe se
puso rígido en el momento en que la escuchó.

El par de ojos grandes se quedó mirando el par de ojos pequeños.

Después de un momento de pánico, los dos finalmente comprendieron la


situación en cuestión.
En primer lugar, Luo Binghe se encontraba en un momento crítico de su cultivo,
por lo que, hablando lógicamente, debería haber mantenido la mente clara,
disminuido sus deseos y mantenido su pureza para no tener contratiempos.
Pero anoche no había podido contenerse y se la pasó tonteando con Shen
Qingqiu, ¡y al final! Experimentó una desviación de qi.

Shen Qingqiu no tuvo ningún problema para aceptarlo, pues esta trama estaba
presente en el Camino del orgulloso demonio inmortal original. Por supuesto, el
objetivo de Avión Disparando Hacia el Cielo no era atrapar los corazones de los
lectores con ternura, sino porque el Luo Binghe que se había convertido en un
niño podía entrar y salir libremente a lugares donde los hombres adultos no
podían. En cuanto a los lugares que eran, puedes descifrarlo tú mismo. Además,
su apariencia diminuta bajaba la guardia de las chicas y permitía contactos
cercanos, ¡y entonces, pillaba a esas chicas desprevenidas y les arrebataba
fácilmente el corazón!

Debido a que no hubo señales de esta trama después de todo este tiempo, Shen
Qingqiu pensó que se había omitido. ¡Quién diría que solo se retrasó!

Shen Qingqiu se llevó la mano a la frente. —...¿Cuánto de tu energía te queda?

—Menos de una décima parte —respondió Luo Binghe.

La solemnidad estaba pintada por todo su rostro joven y delicado. Ello no solo
no transmitía ninguna impresión de cuán grave era la situación, sino que daba
una sensación muy... hilarante.

Y así, muy desconsideradamente, Shen Qingqiu se rio.

Después de terminar, volvió a poner cara seria. —Ejem, ¿solo una décima? Muy
bien. Ya no podemos quedarnos en el Reino Demoníaco.

Luo Binghe había ofendido a un buen número de humanos y demonios por


igual. En momentos como este, cuanto más lejos corrieran, mejor. El primer
pensamiento de Shen Qingqiu fue agarrar al Luo Bing-bollo y correr.

Tras tomar una decisión, se giró para levantarse de la cama y vestirse. ¿Quién
diría que, tan pronto como enderezara la espalda, los músculos de sus nalgas se
contraerían?

En el pasado, después de que terminaban de hacerlo, Luo Binghe siempre lo


llevaba a las termas y lo limpiaba mientras estaba dormido. Pero en estos
momentos, Luo Binghe solo podía abrazarle la pierna, incapaz de moverlo sin
importar cómo jalara. Se acuclillaba a su lado, con ojos abiertos de par en par y
rebosantes de lágrimas.

Shen Qingqiu lo consoló. —...No te preocupes, está bien. Lo haré yo mismo.

Luo Binghe había hecho que excavaran una fuente termal natural en el palacio
interior. La parte más profunda en el centro podía llegar al pecho de Shen
Qingqiu, por lo que si solo arrojara a Luo Binghe al interior, su cabeza quedaría
inmediatamente sumergida en el agua. Shen Qingqiu tuvo que colocarlo sobre
un bloque de piedra redondo en el costado, diciéndole repetidamente que se
quedara quieto para que no resbalara.

Estaba a punto de limpiarse rápidamente cuando de repente vio a Luo Binghe


tratando de alcanzar una piedra caliza a un costado, con la intención de tomar la
caja de jabón que estaba encima de ella, mas no podía alcanzarla sin importar
cómo lo intentara.

Esta imagen le recordó al pequeño Luo Binghe que acababa de ingresar a la


Secta de la Montaña Cang Qiong, con un saquito de algodón lleno de parches
mientras se acuclillaba en un valle para hacer un hoyo. Shen Qingqiu lo miró
fijamente durante un rato y no pudo evitar arrastrarlo a su abrazo, y con una
cara impasible, comenzó a pellizcar y frotarle las mejillas.

Bajo sus manos causantes de estragos, Luo Binghe se atragantó con unos
traguitos de agua. Su piel, que por el vapor caliente se había enrojecido un poco,
se puso rosa brillante; un aluvión de emociones lo había invadido. Agarró
inconscientemente las muñecas de Shen Qingqiu y lo empujó encima de la
piedra caliza.

Aunque Shen Qingqiu le había seguido la corriente muy amablemente,


dejándose "empujar" cooperativamente, la pálida carita de Luo Binghe se
oscureció al instante.

Con este tipo de cuerpo... ¡era inútil sin importar cuántas miles de veces lo
empujara!

¡No podía hacer una mierda!

Al ver que el rostro de Luo Bing-bollo cambiaba de rojo a blanco y luego se


oscurecía, Shen Qingqiu contuvo la risa con tanta fuerza que pensó que iba a
sufrir heridas internas. —Tras atormentar a este maestro tan impulsivamente
anoche, ahora al fin estás pagando por tus acciones, ¿eh?

—¡No fue Shizun acaso el que sedujo a este discípulo! —exclamó Luo Binghe.

La cara de Shen Qingqiu se enrojeció al escuchar estas palabras, ocultando


secretamente su vergüenza. Se recompuso y aflojó las manos. Luo Binghe fue
tomado por sorpresa y se resbaló al agua, con una corriente de burbujas
flotando hacia la superficie.

El primer escondite en el que Shen Qingqiu pensó fue, naturalmente, la


Montaña Cang Qiong, pero Luo Binghe se negaba a regresar sin importar qué.

Era comprensible, en serio. Su cultivo estaba discapacitado en estos momentos,


por lo que la gente allá definitivamente se apiñaría para mirarlo. Y entre los
espectadores, Liu Qingge definitivamente estaría presente.

Entonces, Shen Qingqiu llegó a un acuerdo y lo trajo al Reino Humano.

Un hombre habilidoso podría esconderse incluso en el entorno más complicado,


por lo que eligieron una ciudad inusualmente próspera. Mientras esperaban que
el cuerpo de Luo Binghe se recuperara, se quedarían aquí para descansar y
pasar el rato. Los días de Shen Qingqiu eran tan improductivos que le dolían los
huesos, por lo que se consiguió un puesto en la academia más grande de la
ciudad.

Desde luego, Luo Binghe no estaba feliz al respecto. En primer lugar, le


desagradaba que Shen Qingqiu acogiera más discípulos. ¿Acaso el montón de
discípulos de la Cumbre Qing Jing no es suficiente? ¡¿Va a acoger más?!

En segundo lugar, lo que más le desagradaba era ser tratado como el hijo de
Shen Qingqiu. Especialmente cuando se iban a la cama por la noche; sin
importar cómo Luo Binghe lo besara o abrazara, no podía hacer nada y tenía
que escuchar a Shen Qingqiu persuadiéndolo burlonamente con palabras como
"Sé obediente ahora", "Buen chico". Eso le hacía sentir... ¡un extremo
resentimiento por su incapacidad!

En este día en particular, Shen Qingqiu regresó de la academia y vio a Luo


Binghe sentado en un banquillo largo, esperándolo fríamente frente a la puerta.

Si estuviera en su forma adulta, habría hecho que otros retrocedieran y


temblaran. Pero en este momento, su tamaño no estaba bien, y los demás no
podían evitar extender sus manos hacia su rostro y apretarlo. Sin importar cómo
su cara pareciera emitir un aura inalcanzable, el grupo de niñitos congregado a
su alrededor permanecía inalterado: habían apilado castillos de barro alrededor
de su banquillo, invitándolo a unírseles de vez en cuando.

Todos estos eran hijos de familias vecinas. Desde el primer día en que se
mudaron, todos habían caído bajo el encanto del protagonista masculino y se le
pegaban desesperadamente, remisos a irse sin importar cómo los echaran. Por
suerte, aún le tenían miedo a Shen Qingqiu, porque todos los niños les tenían
miedo a los profesores, así que se dispersaron rápidamente al verlo.

Shen Qingqiu estiró la mano hacia Luo Binghe, a punto de pellizcarle las
mejillas como lo hacía a diario. En ese instante, un coro de voces animadas gritó
"¡Señor Shen!" a sus espaldas, y un grupo de mujeres emperifolladas entró
audazmente en el patio.

Shen Qingqiu miró hacia atrás y vio que eran las señoras de la ciudad que
siempre habían sido muy animosas. Les asintió con la cabeza, y antes de que
pudiera decir algo a modo de saludo, la mujer a la delantera había llegado frente
a él y se había apoderado de su brazo, sin perder tiempo para arrastrarlo afuera.
—Señor Shen, te hemos estado buscando todo el día. ¡Apúrate, apúrate, ven
conmigo, las doncellas llevan tanto tiempo esperando que se están poniendo
ansiosas!

—¿Ir a dónde? ¡¿Qué doncellas?! —exclamó Luo Binghe, su voz severa.

Shen Qingqiu también estaba confundido.

La cara de Luo Binghe sorprendió a la señora A, y esta negó con la cabeza. —


Aiyoyo, un niño tan pequeño, pero tiene una voz tan espeluznante. ¿Por qué está
enojado el señorito? Señor Shen, ¿está enfurruñado contigo?
La señora B se acercó de inmediato. —Toma, toma. Apúrate, ven aquí, señorito.
La hermana mayor te dará dulces, así que no te metas en el camino de tu papi.

Luo Binghe no les prestó atención. —Shi... ¿Planeabas hacer algo hoy? —habló
fríamente.

—Este maestro... ¿No recuerdo nada por el estilo? —respondió.

—Señor Shen, por qué preguntas sabiendo la respuesta. ¿En serio tengo que
explicarlo? —regañó la señora A—. Bien, bien, bien. Tengo una sobrina por el
lado de mi hermano, una dama muy bella de extraordinaria belleza. Vi que
ustedes dos harían una buena combinación, así que organicé un banquete en el
restaurante Chengxi para que puedan conocerse.

—También está la doncella de mi familia.

—Mi prima. ¡También está mi prima!

Resulta que en los lugares atestados, todo se propaga muy rápido. Poco después
de la llegada de Shen Qingqiu, la noticia ya se había difundido entre la gente:
acababa de llegar un nuevo caballero. No solo era muy bien educado, sus
modales también eran impecables y su temperamento extremadamente amable,
sin mencionar que era extraordinariamente atractivo.

¡Por supuesto que esas eran patrañas! ¡Lo más importante es que debe ser rico,
muy rico! Compró fácilmente una residencia tan elegante tan pronto como llegó
a este lugar, ¿cómo podría hacer eso si no fuera rico? También tenía un hijito de
unos cuatro o cinco años, un niño tan adorable, se podía ver que era un chico
guapo a esta edad temprana, no cabía duda de que tendría una apariencia
impresionante en el futuro. ¡Ay Dios! Si había alguna hija de alguna familia que
hubiera alcanzado la edad adecuada y no se hubiera casado, o si alguien tenía
una hija recién nacida que todavía no se hubiera comprometido, debería
apresurarse a proponer un compromiso. ¡Sin importar cuál de los dos logre
obtener, no sufrirá ninguna pérdida!

La cara de Luo Binghe se puso verde. —¡No necesita una cita a ciegas! —dijo con
enojo.

¡No estoy muerto aún!

La señora C se les acercó, con sus caderas balanceándose a cada paso. —Señor
Shen, ¿no quieres que tu padre tenga una nueva esposa? ¿No sería genial tener
una nueva madre amable y hermosa para que te cuide?

—Cierto, cierto. Señor Shen, no puedes malcriar a tu hijo de esta manera —


intervino la señora B—. ¿Escuché que siempre lo llevas contigo cuando vas a la
academia, y siempre pide sentarse en tu regazo? Por favor, no te ofendas, pero
mimarlo así no producirá un buen hombre. El hijo de nuestra familia...

Shen Qingqiu vio que Luo Binghe parecía estar listo para destruir todo el patio.
Se apresuró a tomarlo en brazos, retrocediendo unos cuantos pasos. —Este
humilde Shen ha recibido sus buenas intenciones. Pero este humilde Shen no
planea, eh, volver a casarse después de la muerte de mi esposa. No hay nadie en
la residencia y mi hijo necesita que lo cuiden, así que no puedo aceptar su
invitación.

La señora A, que tenía una gran peonía roja a un lado de su cabeza, manifestó de
manera honrada, —¡Señor Shen, qué dices! Un hombre debe desposarse y una
mujer debe casarse. Esta residencia tuya es tan grande, ¿cómo podría no tener
una ama? Un hombre de tu porte desperdiciando la vida por un niño, ¿cómo es
apropiado? ¡No solo causa inquietud, sino que tampoco se ve bien a los ojos de
los demás, y no sería algo bueno que contar!

Agitó su abanico redondo, prosiguiendo sin tener en cuenta sus protestas. —


¡Está decidido, entonces! Señor Shen, ven con nosotras ahora mismo. El
señorito puede quedarse en casa, habrá alguien que lo cuide.

Luo Binghe rosopló. —¡Me gustaría ver si alguna puede irse!

Su energía malignamente fría no duró mucho. Shen Qingqiu, por el bien de esta
ciudad y las tres señoras que con entusiasmo trataron de ponerlo en citas a
ciegas, lanzó algunos hechizos que las hicieron desmayarse y huyeron,
abandonando la residencia que solo había comprado hace menos de un mes.

Desde luego, solo podían huir de regreso a la Montaña Cang Qiong.

Al pie de las escaleras de la montaña, Shen Qingqiu tomó la mano de Luo


Binghe mientras subían.

El hermano que había estado barriendo las escaleras durante decenas de años
seguía siendo tan diligente como si fuera su primer día de trabajo. Shen Qingqiu
lo pasó en el camino y sonrió levemente cuando sus ojos se encontraron. Estaba
a punto de saludarlo, pero ese hermano le dio un vistazo a él, luego uno a Luo
Binghe, cuya mano sostenía, y su rostro se contrajo.

De repente, tiró la escoba al suelo y subió corriendo las escaleras de la montaña


como si su trasero estuviera en llamas. En medio de la confusión de Shen
Qingqiu, también sintió orgullo.

¡Como se esperaba de la Montaña Cang Qiong, incluso el barrendero tenía


mucho potencial oculto!

La escalera era bastante larga. y antes de que hubieran llegado a la mitad, Luo
Binghe comenzó a bostezar. Su resistencia era baja en estos momentos, por lo
que se cansaba con facilidad. Shen Qingqiu lo levantó y lo sostuvo en sus brazos.
—Puedes dormir.

El corazón de un discípulo es difícil de comprender. A veces, permitía felizmente


que Shen Qingqiu lo llevara en brazos, pero otras veces se ponía rojo brillante e
insistía en caminar solo. En este momento, probablemente estaba muy cansado,
ya que se quedó dormido después de cerrar los ojos, acurrucado en los brazos de
Shen Qingqiu.
Después de subir las escaleras y entrar en la plaza, Shen Qingqiu sintió como si
las miradas no fueran del todo correctas y escuchó fragmentos de conversación.
La mirada del barrendero era especialmente extraña.

Cuando subió a la Cumbre Qing Jing con Luo Binghe en brazos, una multitud de
discípulos lo alcanzó en la entrada de la casa de bambú.

Al ver a Luo Binghe, que dormía en los brazos de Shen Qingqiu, Ming Fan
pareció haber sido alcanzado por un rayo, y de inmediato reculó unos cuantos
pasos. Todos los demás se apresuraron al frente para mirar mejor. Ning
Yingying se abrió paso entre la gente y escudriñó al Luo Binghe pacíficamente
durmiente.

—...Se parece a Ah-Luo, ¡se parece a Ah-Luo!

Dah. ¡A quién más se debería parecer!

Ning Yingying agarró las mangas de Shen Qingqiu con entusiasmo. —Shizun,
¿tiene nombre? ¡¿Ya le diste un nombre?! —habló con fervor.

—...

—Si no tiene nombre, puedo... ¡puedo darle un nombre yo! —continuó.

Qué diablos...

Luo Binghe se movió en sus brazos. —Ruidosa —murmuró.

El abanico plegable de Shen Qingqiu se quedó en el aire, levantado de forma


amenazadora durante un breve momento, antes de guardarlo rápidamente y
hacer un gesto de silencio. La puerta de la casa de bambú de repente fue
derribada. Luo Binghe se sobresaltó y abrió los ojos al despertarse de la
conmoción.

Liu Qingge entró en la sala con largas zancadas. Shen Qingqiu fulminó con la
mirada al inquieto Ming Fan y trató de ocultar a Luo Binghe detrás de su
cuerpo. Fingió una sonrisa. —Liu-shidi, pareces bien.

La voz de Liu Qingge era acerada. —Por qué te escondes.

—¿Esconder qué? ¿No estoy escondiendo nada?

Luo Binghe colocó una mano sobre el pecho de Shen Qingqiu. —¡No es
necesario esconderse, no le tengo miedo! —exclamó.

Liu Qingge se les acercó y bajó la vista para mirar la expresión desafiante en la
carita de Luo Binghe. Después de un largo rato, como si se resistiera a algo con
gran dificultad, habló con la voz entrecortada. —T-tú, cuándo, con Luo Binghe,
tuviste...

—¿Tuve?

¿Tuve? ¿Tuve qué con él?


Liu Qingge parecía luchar por decir las palabras, por lo que Ming Fan exclamó
en su lugar, —¡¿Tuvieron un hijo tan grande?!

...¡Liu-juju!

¡Avión Disparando Hacia el Cielo jamás escribió una historia mpreg gay!

Para cuando había pateado a Liu-juju Cumbre Qing Jing abajo muy
descortésmente, Shen Qingqiu ya estaba furioso. —¿Cómo un hombre puede
tener hijos?

Ning Yingying, que entendía todo ahora, estaba muy decepcionada después de
descubrir que el niño que Shen Qingqiu trajo no era su hijo. Sintió que su
entusiasmo y los cincuenta nombres que se le habían ocurrido nunca serían
útiles. Hizo un puchero. —El hermano barrendero se los dijo a todos, así que
pensamos que era verdad. Quién diría que Ah-Luo también podría experimentar
una desviación de qi.

Bien hecho, hermano barrendero. ¡Muy veloz, y tan rápido para sacar
conclusiones precipitadas! Shen Qingqiu recordará esto.

Ming Fan también habló torpemente. —Este discípulo pensó que si se tratara de
la raza demoníaca, embarazar a un hombre podría no ser imposible.

El grupo a sus espaldas asintió rápidamente. Shen Qingqiu sintió que estaba en
su punto de ruptura y trató de razonar. —¡Incluso si hubiera tenido un hijo, no
estaría tan grande tras solo unos cuantos meses!

—Quién sabe —dijo Ming Fan—. Estos discípulos pensaron que si fuera el hijo
de ese demonio de Luo Binghe, no sería imposible incluso si hubiera sido así de
grande como recién nacido.

—...

Esa noche, la desaparecida tradición de copiar textos como castigo se volvió a


ver en la Cumbre Qing Jing.

Ahora que finalmente había regresado a la Montaña Cang Qiong, los doce
Señores de la Cumbre estaban presentes, por lo que, por supuesto, tuvieron que
reunirse para una junta o una especie de reunión.

Hacía tiempo Shen Qingqiu no había podido actuar como un bastardo


pretencioso en el segundo asiento en el salón de la Cumbre Qiong Ding, y lo
extrañaba mucho.

Saludó a cada uno de los Señores de la Cumbre, diciendo palabras como "Tanto
tiempo", "Te ves bien", "Eres demasiado modesto". Sonreía con satisfacción
mientras desplegaba su abanico plegable.

Cuando Yue Qingyuan lo miraba, su expresión parecía un poco extraña, pero no


dijo mucho y se sentó en el primer asiento, sonriéndole. Colocó la pila de
archivos que había traído en una mesita y Shang Qinghua se apresuró a
tomarlos para pasarlos por la mesa.
Shen Qingqiu tomó el archivo que Shang Qinghua le dio y lo miró casualmente:
parecía haber vuelto a irritar a Mobei-Jun de alguna manera, a juzgar por la
hinchada comisura de sus labios. Una sonrisa lastimera se envió en su dirección.
Shen Qingqiu no pudo soportar mirarlo más, así que volvió su mirada hacia el
archivo, donde el foco de la discusión estaba delineado en cinabrio.

Con solo un vistazo, escupió el té que había bebido recién con un "puh".

1. Llevar a cabo un castigo severo por la transcripción del "Resentimiento de


la Montaña Primaveral", "La canción de BingQiu", etc. Bajo ninguna
circunstancia se permite la distribución de sus copias, ya sea en público o en
privado. Dentro de un mes, todas las copias deberán estar entregadas a
figuras de autoridad, de lo contrario, si se demuestra la posesión o escrutinio
de los libros en cuestión, no habrá indulgencia en el castigo. Los libros
ilustrados serán castigados con más severidad.

2. Debido a las numerosas quejas de muchas partes, las personas a cargo de


la Cumbre Bai Zhan deben vigilar atentamente a los discípulos y prohibir
cualquier acto de trifulca entre cumbres.

3. Debido a una pequeña cantidad de quejas, los discípulos de la Cumbre


Qing Jing deberán ser considerados de cuándo practican su guqin y evitar los
momentos de descanso por la tarde y por la noche.

4. La Cumbre Xian Shu solicita el fortalecimiento de las cercas que rodean la


cumbre; solicita cercas electrificadas.

5. La Cumbre Ku Xing ha visto una disminución en la cantidad de discípulos,


por lo que exige ampliar su reclutamiento y solicita prioridad para elegir
postulantes la próxima vez que la Montaña Cang Qiong abra las puertas a
nuevos discípulos.

6. Los Señores de la Cumbre deben fortalecer la educación de sus discípulos.


Ningún discípulo tiene permitido pelear con los discípulos del Palacio Huan
Hua en nombre de la Montaña Cang Qiong.

7. En el caso de un encuentro con demonios durante una misión, los


discípulos no deben atacar descuidadamente. Deben confirmar sus objetivos
y a qué facción pertenecen antes de determinar si son enemigos o no.

...

Escupir té en público era una acción extremadamente inapropiada, pero no


tenía que preocuparse por su reputación porque ocho o nueve de los doce
Señores de la Cumbre también escupieron su té al mismo tiempo después de
leer la primera línea, por lo que su acción no destacó demasiado.

El salón de discusión cayó en una extraña atmósfera incómoda. Sin importar


cuán enérgicamente Shen Qingqiu moviera su abanico, no podía deshacerse del
aire extraño.
Qué naturaleza posee "El resentimiento de la Montaña Primaveral" para que
tenga el primer lugar. Además, agregaron algo nuevo, ¡¿qué diablos se supone
que es "La canción de BinQiu"?!

Después de la reunión, Shen Qingqiu comenzó la caminata de regreso a la


Cumbre Qing Jing, con un corazón irritado. No había llegado muy lejos cuando
descubrió que una buena cantidad de Señores de la Cumbre también lo había
seguido.

—Mis queridos hermanos, ¿sus respectivas cumbres no parecen estar en esta


dirección? —dijo amablemente.

—Eso es porque no volveremos a nuestras cumbres —respondió Qi Qingqi.

Shen Qingqiu había anticipado que esto ocurriría, pero aun así trató de
encontrar una vía de escape. —¿Por qué de repente quieren visitar la Cumbre
Qing Jing? La casa de bambú es simple y rudimentaria, me temo que no puedo
atenderlos lo suficientemente bien.

—Por qué finges ignorancia, sabemos que tu casa de bambú es rudimentaria. No


vamos a verte a ti, por supuesto que vamos a ver al querido discípulo que
escondes.

Esta gente iba a mirar a Luo Binghe con entusiasmo como si de una especie de
objeto raro se tratara. —Se va enojar —dijo Shen Qingqiu, con impotencia.

—No te ofendas, Shen-shixiong, pero ¿cómo se atreve un simple discípulo a


enojarse contigo, su shizun? ¿No eres demasiado indulgente con él?

—Eso no puede ser. No importa la clase de relación tengan ahora, aun así tienes
que educarlo adecuadamente.

—Si se enoja, entonces que así sea, ¿qué hay que temer? En cualquier caso, Luo
Binghe solo tiene menos de una décima parte de su poder original. Si no lo
enojamos ahora, qué otras posibilidades tendremos.

Debido a que el Señor de la Cumbre Ku Xing Feng normalmente practica el


ascetismo todos los días, estaba bastante enojado en este momento porque su
solicitud de prioridad para elegir nuevos discípulos no fue concedida, por lo que
se impacientó rápidamente. —¡No más tonterías, acaso te preocupa que
podamos acabarnos todas tus hojas de té! Vamos, vamos.

Shen Qingqiu ya sabía que este resultado era inexorable. Fue medio arrastrado
hacia la Cumbre Qing Jing, con la cara llena de líneas negras.

Por qué lo saben todo. ¡Saben tanto que parece que saben más que yo!

Podría detenerlos si fueran solo uno o dos, pero los muchos Señores de la
Cumbre se vertieron en la casa de bambú como un enjambre de abejas, por lo
que no pudo frenarlos. Inmediatamente después de entrar, Qi Qingqi perdió la
compostura con un "pfft".
Luo Binghe yacía profundamente dormido en la cama, acurrucado
ordenadamente en las mantas de la forma en que Shen Qingqiu lo había dejado.
Shen Qingqiu hizo unos gestos: Está dormido, no lo molesten.

Liu Qingge echó un vistazo al interior y no pudo evitar mencionar, —De alguna
manera, ¿se ve un poco distinto de ayer?

¿Distinto? Shen Qingqiu se giró para mirar. Efectivamente, notó algunas


diferencias: Luo Binghe parecía haber crecido un par de años, y parecía que
ahora tenía siete u ocho.

—¡Qué crecimiento tan sorprendente! ¡Qué crecimiento tan sorprendente! —


susurró Wei Qingwei.

Qi Qingqi escudriñó detenidamente a Luo Binghe. —Viendo su velocidad de


crecimiento, ¿la ropa no le quedará chica pronto?

Este problema no se le había ocurrido a Shen Qingqiu. Ahora que lo pensaba, la


ropa de Luo Binghe no parecía quedarle tan bien esta mañana, las mangas un
poco cortas. —Ciertamente, fui demasiado descuidado —dijo
apresuradamente—. Mañana lo llevaré montaña abajo para comprar ropa
nueva.

—¿Por qué pasar por todo ese lío, que no sabes utilizar los recursos disponibles?
—dijo Qi Qingqi—. Solo ve a la Cumbre Xian Shu y pídele a un par de hermanas
que le hagan ropa nueva.

Al escuchar esto, algunos de los Señores de la Cumbre se rieron sin


consideración alguna. Tan solo imaginar a un grupo de bellezas piando
alegremente mientras rodeaban a un demonio amargado manga cortada era
suficiente para entretener y deleitar a los ociosos Señores de la Cubre que no
tenían nada que hacer en todo el día. Al verlos aprovecharse de la desgracia de
los demás, Shen Qingqiu sintió lástima por la dignidad caída de Luo Binghe. —
Por favor, deténganse, por favor deténganse. Vamos a la sala, no lo rodeen así.
Dejen de reírse, no lo vayan a despertar —dijo rápidamente

—Nunca nos dejaste mirarlo en el pasado, ¿ahora sigues sin dejarnos? Shen-
shixiong es tan tacaño.

—Dame un poco de cara —dijo Shen Qingqiu.

Con gran dificultad, logró dispersar rápidamente a sus compañeros, y cuando


regresó a la casa de bambú, la cabeza le daba vueltas.

Luo Binghe ya estaba despierto y sentado a la mesa. Sus piernas no llegaban al


suelo, por lo que estaban suspendidas en el aire, y a un lado había una pila de
archivos que era más alta que él. Sostenía un pincel de escritura de tinta roja en
la mano, concentrado mientras tomaba notas en los archivos.

Después de observar por un momento, Shen Qingqiu entró en la sala. —¿Qué


haces?
Luo Binghe levantó la cabeza. —Shizun no ha regresado en mucho tiempo, por
lo que no hubo nadie que gestionara los registros. Este discípulo quería volver a
revisar el catálogo del inventario.

—En este momento, puedes concentrarte únicamente en practicar tu cultivo. No


es necesario preocuparse por estos asuntos.

—Pero cuando Shizun no está aquí, no tengo nada más que hacer, así que bien
podría hacer esto.

Shen Qingqiu se sentó a su lado y lo pensó por un momento. —¿No estás


contento de que hayamos regresado a la Cumbre Qing Jing?

Luo Binghe sonrió vagamente. —Shizun, ¿qué dices? ¿Cómo este discípulo
podría no estar contento?

Shen Qingqiu se levantó lentamente y comenzó a caminar hacia afuera. De


repente, no pudo dar un paso más.

Luo Binghe había saltado de la mesa y se aferraba a su pierna. —...Sí, este


discípulo... ¡no está contento! —dijo con los dientes apretados.

—Bien, deberías decirlo cuando no lo estés. De ahora en adelante, si hay algo


que quieras decir, no te lo guardes en el corazón. Si realmente no te gusta la
Cumbre Qing Jing, nos iremos después de que hayas recuperado tu cuerpo
original —dijo Shen Qingqiu—. Tu situación actual de verdad que no es buena
para paseos frecuentes. Si algo sucediera, al menos la Montaña Cang Qiong
podría brindarte algo de protección.

—¡Me gusta aquí! Pero me gusta la Cumbre Qing Jing, solo la Cumbre Qing
Jing, no la Montaña Cang Qiong —exclamó Luo Binghe—. Además de Shizun y
yo, tampoco hay nadie más.

No, pensó Shen Qingqiu, la Cumbre Qing Jing que te gusta no existe en la
realidad, ¿verdad?

—Shizun, ¿estar conmigo de verdad te priva de oportunidades para hacer tus


propias cosas? —murmuró con hosquedad.

Shen Qingqiu no pudo evitar sonreír. —Acaso no eres bueno fingiendo estar
dormido. Tus oídos también están agudos, ¿cuánta energía has recuperado?

—Shizun... no quería regresar, no porque no me guste estar aquí. Es porque...


aquí es demasiado fácil que te me arrebaten —continuó con voz suave—. Si fuera
el yo habitual, tendría la confianza para recuperarte, sin importar los medios
que necesitara usar. Pero como estoy ahora... realmente siento que... no puedo
competir con otros.

Shen Qingqiu le golpeteó suavemente la coronilla de la cabeza. —¿Por qué


tendrías que competir? Arrebatarme no es necesario, Shizun irá contigo por
voluntad propia.
La apariencia de tu compañero de conversación era realmente importante: si
fuera la versión adulta de Luo Binghe, incluso con un cuchillo en el cuello, Shen
Qingqiu no le habría dicho algo tan cursi. Sin embargo, esta era la versión mini
que podía sostener en sus brazos, que se aferraba a su pierna en busca de
consuelo, por lo que no tenía ninguna carga mental.

Luo Binghe levantó la cara, sus ojos exudando ternura y amor.

Un hermoso escenario, un delicado momento y una bella escena. Una fragancia


sutil flotaba en el aire, la atmósfera sumamente fascinante. No pudo evitar
sentirse cautivado.

Los ojos llorosos de Luo Binghe ardían cada vez más, hasta que no pudo
soportarlo más y empujó a Shen Qingqiu sobre el sofá de bambú, arrojándose
sobre él también.

Se inclinó sobre el pecho de Shen Qingqiu, y el par de ojos grandes se quedó


mirando el par de ojos pequeños.

—Eh... Puedes... continuar.

Incluso si continuara, Luo Binghe no podría hacer lo que realmente quería


hacer...

Había una compasión imposible de ocultar en su mirada.

Al final, la joven y tierna garganta de Luo Binghe finalmente produjo un rugido


lleno de absoluto odio hacia el mundo.

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