No existe un consenso con respecto al vinculo entre investiga-
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EN TORNO A UNA METODOLOG!
DEBATES EN TORNO A UNA
METODOLOGIA FEMINISTA
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indice
Nota a la segunda edicién
Presentacién 5
Existe un método feminista?
103
Reflexiones metodolégicas
Eli Bartra 4
Primera edicion: 1998
E on Hilvanindo paabos 7 cas
(© Universidad Autonoma Metropolitana, Unidad Xochimileo
Calzada de Fiveso 1100, colonia Villa Quietud, 159
(04960, México, DE.
‘© Universidad Nacional Aurénoma de México, a
Programa Universtaio de Estudios de Género
“Torre Il de Humanidades, 7o, piso, Circuito Interior, Ciudad Universitaria, Historia de las mujeres en el siglo XIX:
04510, México, DE, algunos problemas metodolégicos
ISBN 970.32.0811-6 “na Lidia Garcia 19Nota a la segunda edicin
Este libro nacié con tna estrella un tanto erritica, pero ha tenido suer-
te. El proyecto pasé de mano en mano durante algunos afios dentro
‘del 4rea de investigacién Mujer, Identidad y Poder de la UAM-X, hasta
que un buen dia agarré el toro por los cuernos y le di forma a la anto-
logia. En aquel entonces, hari unos diez atios, pensabamos que hacian
{alta libros como éste de cara ala incipiente docencia en los estudios de
lamujer en posgrado, ya que tenfamos que recuttiz siempre a textos en
inglés y, peor atin, en fotocopias. No nos equivocamos, este libro ha
resultado ttl tanto para la gente que se dedica aa investigacién en este
‘campo como para quienes apenas se asoman a este debate metodolégico.
‘La primera edicién se publicé en 1998, y en el 2000 se hizo la
primera reimpresi6n, Esto nos ha confirmado lo que imaginabamos:
aque es un libro necesario. Creo que el debate que se presenta aqui
esti absolutamente vigente y se sigue llevando a cabo todos los dias
en el mbito académico, Espero que estos trabajos contribuyan a que
se continde desarrollando el debate en torno a cuestiones meto-
dolégicas vinculadas con los estudios de la mujer, de las mujeres o de
género, como cada cual elija denominarlos.
En esta segunda edicién no se ha realizado ningin cambio, los
textos son exactamente los mismos, pero ahora se trata de una coedicién
entre el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM y
‘Departamento de Politica y Culoura de la UAM-X, lo cual representa
conjuntar esfuerzos que sélo podrin redundar en beneficio de este
libro. Quiero aprovechar para agradecer a ambas instituciones éste y
todos los apoyos que he recibido a lo largo de muchos aiios.
Eli Bartra
Presentacién
Lejos de haber consenso entre las académicas ferinistas sobre cues-
tiones metodolégicas,lo que se encuentra sobre el tapete es un mar de
siguiendo los métodos “tradicios
pacién por el vinculo entre polit
acerca de si existe 0 no un método de investigacién femninista, o bien
sihayuna investigacién feminista que utilice cualquiera delos métedos
‘existentes. Esta discusién te6rica se ha dado sobre todo en lengua in-
‘lesa. Por esa raz6n, a pesar de que mi idea original era limitar esta an-
tologiaa textos escritos ennuesto pais, decidfincluirdos traducciones,
escritas originalmente en inglés, porque considero que son textos sig-
nificativos, incluso nodales dentro de esta discusiOn y son, creo, e-
ferencias clave ycasi obligadas para quienes traten estas cuestiones. Sin
5embargo, como veremos en esta antologia, no es una problemitica
ajena a las investigadoras de nuestro pais.
Con discrepancias acerca de lo que es feminista, si el método, la
investigacién, las dos cosas o ninguna de los dos, las autoras de los ar-
ticulos que integran este libro se meten de Ileno en la cuestién meto-
dol6gica y se insertan directamente en el debate. Asi, los trabajos de
Sandra Harding y Eli Bartra abordan la cuestién de la existencia de un
método de investigaci6n feminista desde el punto de vista filoséfico;
‘Maria Mies, por su parte, apuesta por la investigacién-accién y la es-
trecha relacién entre politica y feminismo; a su vez, Teresita De Bar-
bieri, desde la sociologia, leva a cabo una minuciosa revisién de la bi-
bliografia existentesella no creeen laexistencia de unmétodo feminista
yy se pronuncia mas bien por la idea de que hay buena o mala in
vestigacién.
Por otto lado, el trabajo de Mary Goldsmith representa también un
tiguroso diagnéstico del estado en el que se encuentra el debate, sobre
todo en los paises anglosajones, puesto que, como dije, es ahi donde se
ha producido la mayor parte de la literatura sobre el tema.
Otros trabajos se abocan a la tarea de ver cémo se investiga a las
mujeres 0 a los géneros en concreto. Asi, desde la antropologia, Anna
M. Feméndezestudiala participacién yla cultura politica delas mujeres
ylos hombres; a su vez, Ana Lau y Ana Lidia Garcia se interesan por
saber cémo escribir una historia de las mujeres, c6mo dar vozalas que
hhan permanecido mudas y cémo reescribic un pasado en el que las mu-
jeres no existieron.
En diferentes trabajos, por ejemplo en los de Maria Mies y Eli Bar-
‘tra, se intenta mostrar, asimismo, que investigaci6n sobre las mujeres
no esnecesariamente investigacién feminista, aunque seguimos tratan-
do de saber en qué consiste ésta dltima.
Ponemos de acuerdo en estas cuestiones me parece, por demi,
algo absolutamente imposible. Porque esta discusién sobre metodolo-
ga feminista, que finalmente se refiere a la relacién entre ciencia y po-
litca, €s muy similar a la que se da en tomo a la eelacin entre arte y
politica. ¢Existe un arte feminista? ¢Existe un arte femenino? ¢En qué
consiste? “No, el arte es arte y no tiene ni sexo ni nada, sdlo existe buen
arte o mal arte y punto”. La discusi6n en tomo al quehacer cientitico,
y por lo tanto a una metodologia, presenta a todas luces mis de una
‘semejanza con este viejo debate en el terreno del arte. En el primer caso
se esti hablando del proceso de conocimiento cientifico y, en el se-
‘gundo, del proceso de creacién artistica, ambos en su vinculo con lo
politico.
Por lo que se refiere a los dos textos traducidos, me parece per-
tinente hacer una aclaracién; en inglés las palabras “research method”
se utilizan como se usan en espafiol las palabras “técnica de investiga-
cin” o sea, se refieren a la manera de proceder para recabar infoama-
ci6n. Creo que no es para nada lo mismo el método y las técnicas de in-
vestigacién y que en estos articulos se traduce de forma literal method
pormétodo y se produce un equivoco que cambia de manera sustancial
el contenido de la discusi6n. Porlo tanto, cuando en los textos trdu-
cidos se haga referencia ala palabra método, en realidad estin hablando
de técnicas. De la misma manera que cuando hablan de methodology
se refieren tanto ala metodologia como al método. A pesar de esto, no
sehizola correccién en los textos porque los angficismos se encuentran
yan el interior de Ia academia y se utiliza con frecuencia la palabra
‘método cuando en realidad se estin refiriendo a una técnica.
Este volumen representa inicamente una parte de los esfuerzos
‘que se estin llevando a cabo en el pais para intentar clatificar los vin-
culos existentes entre la investigacién y el ferninismo. Sin embargo, si
volvemos la mirada hacia lo que hoy en dia se esti escribiendo en otras
latitudes del planeta, veremos quella discusién se encuentra ya bastante
empapada por las aguas del posmodemismo. Es probable que en al-
gunas cuestiones nosotras, en México y América Latina, apenas vamos
cuando ellas, en los Estados Unidos y Europa, ya vienen de regreso.
Quiz sea obvio decie que el debate acerca del método de in-
vestigacién feminista no ha acabado, ni aqui ni en otros lugares, pero
decid publicar estos textos porque dan cuenta del estado de la dis-
cusién y eso puede ser itil para los y las estudiosas que deseen conocer
algunas de las preocupaciones metodolégicas que existen en el émbito
de a investigacién feminista,
EB¢Existe un método f
Sandra Harding**
‘Traduccién de Gloria Elena Bemal
feminista? eCémo
ta-las metodolo-
de las investigadoras feministas? Este tipo de preguntas ha
dado lugaeal surgimi antes controversias en el campo de
Ja teoria y de la pol ha provocado curiosidad y ex-
discursos tradicionales.
is frecuencia se formula es: gexiste un mé-‘ambitos de la biologia y de las
método, metodologia y epistemologia implicitos en el planteamiento
dependiendo de quién lea el texto) de los problemas relacionados con.
Ja creencia de que basta con “sumar o agregar a las mujeres” alos es-
‘tengan implicaciones importantes para nuestra evaluacién de los
métodos de investigacién.
Método, metodologia, epistemologia
‘Una de las razones porla que es dificil responder satisfactoriamente a
teorfa y anilisis de los procedimientos de investigacién) han estado
‘mezcladas y han incorporado, ademis, problemas epistemol6gicos (es
decie, cuestiones relacionadas con la teorfa del conocimiento adecuado
© con estrategias de justificacién del conocimiento). La confusién
‘ccurte tanto en los discursos tradicionales como en los feministas.
10
‘dentificar con precisién el tipo de respuesta que deberia darse. En este
texto me propongo argumentar contra la idea de que existe un método
distintivo de investigacién feminista. Parto de la proposicién de que las
En primer lugar, trataré de desentraiiar algunos problemas de
del problema. Posteriormente, haré una breve revisién (0 introduccién,
tudios sociales para enfrentar toda la gama de criticas feministas. Por
Lacuestin esmuy compleja.Poreso tendremos que distinguic sus
diferencias en la manera como se
én de informacién. Por ejemplo, las
yan muy atentamente lo que las muje-
res informantes piensan acerca de sus propias vidas y de las de los
hombres, y mantienen posiciones criticas frente a las concepciones de
feministas realizan empleando los métodos convencionales de inves-
tigacion no presentan entre si una coherencia tal que permita calificaras
ul‘como “nuevos métodos feministas ce investigacién”. Pero, por otro,
¢ indudable que las nuevas metodologfas y epistemologias exi-gen
uusos renovados de las técnicas convencionales de investigacién.
Cuando se habla de “método de investigacién” haciendo referencia
exclusiva al sentido mas especifico del tétmino, se subestima la pro-
fundidad de las transformaciones que requieren los andisis feministas
Ye les reduce al simple descubrimiento de métodos distintivos de
dolégicos. Sin duda, es e! habito de confundirlos niveles lo que inclina
alos cientificos sociales aatribuirla novedad de ose:
ala aplicacién de un método de investigacién Gnico.
Por otro lado, el hecho de que los filésofos és
como “método cientifico” 0 “el método de l
realidad se refieren a problemas de metodolo;
también fuente de confusiones. También ellos caen en la tentacién de
‘equiparat los rasgos novedosos de Ia investigacién feminista con un
Las investigadoras feministas vienen sosteniendo que las teotias
tradicionales han sido aplicadas de manera tal que hacen di
render la participacién de las mujeres
entender que las actividades masculinas,
ejemplos de metodologias femi-
pacidad de los enfoques feno-
como la economia politica
permanente explotacién de |:
medio el trabajo asalariado.? Es
Economy of the Body Politic” en Sign
vol 4, asim. 1, apartado 2, 1978.
3 Docothy Smithobservacién, a la razén y a la auttoridad masculina. Las feministas
légicas altemnativas que legitiman
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