Arquitectura de Barcelona - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
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Durante la Edad Moderna, época en que la Ciudad Condal se vinculó a la Monarquía Hispánica, los
principales estilos fueron el Renacimiento y el Barroco, desarrollados a partir de las propuestas
provenientes de los países difusores de estos estilos, principalmente Italia y Francia. Estos estilos
fueron aplicados con diversas variantes locales, y si bien algunos autores afirman que no fue un
período especialmente esplendoroso en el devenir artístico de la ciudad, la calidad de las obras
estuvo en consonancia con la del conjunto del estado, mientras que en cantidad fue un período
bastante productivo, aunque la mayor parte de las realizaciones no haya llegado a la actualidad.2
El siglo ��� conllevó una cierta revitalización económica y cultural, que se plasmó en uno de los
períodos más fructíferos en la arquitectura de la ciudad, el modernismo. Cabe remarcar que hasta
el siglo ��� la ciudad estaba encorsetada por sus murallas de origen medieval, al tener la
consideración de plaza militar, por lo que su crecimiento estaba limitado. La situación cambió con
el derribo de las murallas y la donación a la ciudad de la Fortaleza de la Ciudadela, lo que propició
la expansión de la ciudad por la llanura contigua, hecho que se plasmó en el proyecto de Ensanche
elaborado por Ildefonso Cerdá, que supuso la mayor ampliación territorial de Barcelona. Otro
aumento significativo de la superficie de la capital catalana fue la anexión de varios municipios
limítrofes entre finales del siglo ��� y principios del ��. Todo ello supuso la adecuación de los
nuevos espacios urbanos y un aumento de los encargos artísticos municipales en las vías públicas,
que fueron favorecidos igualmente por diversos eventos celebrados en la ciudad, como la
Exposición Universal de 1888 y la Internacional de 1929 o, más recientemente, por los Juegos
Olímpicos de 1992 y el Fórum Universal de las Culturas de 2004.
El siglo �� supuso la puesta al día de los diversos estilos producidos por los arquitectos
barceloneses, que conectaron con las corrientes internacionales y pusieron a la ciudad en primera
línea de la vanguardia. El desarrollo arquitectónico en estos últimos años y la apuesta por el diseño
y la innovación, así como la vinculación del urbanismo con los valores ecológicos y la
sostenibilidad, han convertido la capital catalana en una de las ciudades europeas más punteras en
el terreno arquitectónico, hecho que ha sido reconocido con numerosos premios y distinciones,
como la Medalla de Oro del Real Instituto de Arquitectos Británicos (RIBA) en 1999 y el premio de
la Bienal de Venecia en 2002.3 En 2022, Barcelona fue elegida como Capital Mundial de la
Arquitectura para el año 2026 por la Unión Internacional de Arquitectos (UIA).4
Localización
Barcelona, capital de la comunidad autónoma de Cataluña,
se encuentra en el Levante español, en la costa
mediterránea. Está ubicada en una llanura de unos 11 km
de largo y 6 de ancho, limitada en sus costados por el mar y
por la sierra de Collserola —con la cima del Tibidabo
(516,2 m) como punto más alto—, así como por los deltas
de los ríos Besós y Llobregat. Por encima de la línea de la
costa y separando la ciudad del delta del Llobregat se
encuentra la montaña de Montjuic (184,8 m).6 Asimismo,
desde la sierra de Collserola se adelantan en el llano varias
colinas que siguen una línea paralela a la sierra litoral: son
las colinas de la Peira (133 m), la Rovira (261 m), el Distritos de Barcelona.
Carmelo (267 m), la Creueta del Coll (249 m), el Putget
(181 m) y Monterols (121 m).7
El llano de Barcelona se encuentra en una falla que va desde Montgat hasta el Garraf, originada en
el paleozoico. El terreno está formado por sustratos de pizarras y formaciones graníticas, así como
arcillas y piedras calcáreas.8 La costa estaba ocupada antiguamente por marismas y albuferas, que
desaparecieron al ir avanzando la línea de costa gracias a las sedimentaciones aportadas por los
ríos y torrentes que desembocaban en la playa; se calcula que desde el siglo �� a. C. la línea de costa
ha podido avanzar unos 5 km.9 La zona del llano estaba antiguamente surcada por numerosos
torrentes y rieras, que se agrupaban en tres sectores fluviales: la riera de Horta en la zona cercana
al río Besós (o zona de levante); la riera Blanca y el torrente Gornal en la zona del Llobregat (o zona
de poniente); y, en la zona central del llano, un conjunto de rieras procedente de la vertiente
meridional del Tibidabo, como las rieras de Sant Gervasi, Vallcarca, Magòria y Collserola.10
El clima es mediterráneo, de inviernos suaves gracias a la protección que la orografía del terreno
ofrece al llano, que queda resguardado de los vientos del norte. La temperatura suele oscilar entre
los 9,5 °C y los 24,3 °C, como media. Presenta poca pluviometría, unos 600 mm anuales, y la
mayoría de precipitaciones se produce en primavera y otoño. Esta escasez provocó que antaño se
tuviesen que hacer numerosas obras para abastecer de agua la ciudad, entre pozos, canales y
acequias. La vegetación propia de la zona está compuesta principalmente por pinos y encinas, y
sotobosque de brezo, durillo, madroño y plantas trepadoras. Antaño se practicó la agricultura tanto
de secano como de regadío —principalmente viñas y cereales—, si bien hoy día la práctica totalidad
de la superficie está construida.11
Barcelona, con una población de 1 604 555 habitantes en 2015,12 es el núcleo urbano más
importante de Cataluña a nivel demográfico, político, económico y cultural. Es la sede del gobierno
autonómico y del Parlamento de Cataluña, así como de la Diputación provincial, del arzobispado y
de la IV Región Militar, y cuenta con un puerto, un aeropuerto y una importante red de
ferrocarriles y carreteras.13
Antigüedad
Prehistoria
Existen escasos vestigios de época prehistórica en la
ciudad. Si bien está constatada la presencia humana en el
Paleolítico, los primeros restos por lo que atañe a la
arquitectura proceden del Neolítico, época en que el ser
humano se volvió sedentario y pasó de una subsistencia
basada en la caza y la recolección a una economía agraria y
ganadera. Estos primeros vestigios proceden de finales del
neolítico (3500 a. C.-1800 a. C.), y se manifiestan Restos arqueológicos romanos, Museo
principalmente por las prácticas funerarias con sepulcros de Historia de Barcelona.
De la Edad del Bronce (1800 a. C.-800 a. C.) se conservan igualmente pocos restos por lo que
respecta al llano de Barcelona. Los principales proceden de un yacimiento descubierto en 1990 en
la calle de San Pablo, donde se han hallado restos de hogares de fuego y sepulturas de inhumación
individuales. También son seguramente de este período los restos hallados en 1931 en Can
Casanoves, detrás del Hospital de San Pablo, donde se han encontrado restos de murallas de piedra
y los fondos de tres cabañas circulares de unos 180 cm de diámetro. Existen por otro lado
testimonios escritos de dos monumentos megalíticos, situados en Montjuic y Campo del Arpa, de
los que, sin embargo, no ha quedado ningún rastro material. Por último, del calcolítico final existen
unos escasos restos de la denominada «cultura de los campos de urnas», hallados en la masía de
Can Don Joan, en Horta, y en la vertiente sudoriental de la montaña de Montjuic, entre los
caminos del Molí Antic y la Font de la Mamella.15
Período ibérico
Entre el siglo �� a. C. y el siglo � a. C. el llano de Barcelona
estaba ocupado por los layetanos, un pueblo íbero que
ocupaba las actuales comarcas del Barcelonés, el Vallés, el
Maresme y el Bajo Llobregat.16 La arquitectura ibérica se
basaba en muros de tapial, con un sistema adintelado, con
falsos arcos y bóvedas realizados por aproximación de
hiladas. Las ciudades solían situarse en acrópolis, con
torres y sólidas murallas para la defensa, dentro de las
cuales se ubicaban las casas, de una distribución irregular,
generalmente con planta rectangular.17 Territorio de los layetanos.
poblado ibérico que, desgraciadamente, fueron destruidos al instalarse unas baterías antiaéreas
durante la Guerra Civil. Al parecer, tenía una muralla con dos accesos, mientras que situado
extramuros se halló un conjunto de silos con 44 depósitos excavados en la roca.19
Período romano
En el siglo ��� a. C. llegaron los romanos a la península ibérica, en el transcurso de la segunda
guerra púnica entre Roma y Cartago, con lo que comenzó un proceso colonizador que culminó con
la incorporación de toda Hispania al Imperio romano. En el siglo � a. C. se fundó Barcino,nota 1 una
pequeña ciudad amurallada proyectada ya de entrada con aire monumental, y que tomó la forma
urbana de castrum inicialmente, y oppidum después, asentado sobre el Mons Taber
(16,9 m s. n. m.). El máximo esplendor de la época romana se dio durante el siglo ��, con una
población que debía oscilar entre los 3500 y 5000 habitantes.21
Los romanos eran grandes expertos en arquitectura civil e ingeniería, y aportaron al territorio
caminos, puentes, acueductos y ciudades con un trazado racional y con servicios básicos, como el
alcantarillado, además de edificios como templos, termas, circos y teatros. La arquitectura romana
se basaba en la utilización de aparejos de sillería, ladrillo y mampostería,
y frente al sistema arquitrabado griego introdujeron el uso del arco, la
bóveda y la cúpula. Adoptaron de los griegos el uso de los órdenes jónico
y corintio, a los que añadieron el toscano y el compuesto.22
Del resto de elementos conservados de época romana conviene resaltar la necrópolis, un conjunto
de tumbas situado en el exterior del área amurallada, en la actual plaza de la Villa de Madrid:
cuenta con más de 70 tumbas de los siglos �� y ���, con
restos de aras, estelas y cupas, descubiertas casualmente en
1954.28 También hay restos de dos acueductos que
conducían las aguas hacia la ciudad, uno de ellos desde la
sierra de Collserola, al noroeste, y otro desde el norte,
tomando agua del río Besós; ambos se unían enfrente de la
puerta decumana de la ciudad —actual plaza Nova—.29
También existen importantes restos arqueológicos
conservados en el subsuelo del Museo de Historia de la
Ciudad, en la plaza del Rey.30
Necrópolis romana, en la plaza de la Villa
de Madrid.
A nivel doméstico, se conservan restos de una casa romana
(domus) en la calle de Lladó, procedente del siglo � a. C.
Era de modelo itálico, con atrio de entrada y una superficie construida de 500 m². Fue excavada en
1927 por Josep Calassanç Serra i Ràfols, y algunos de sus mosaicos se conservan en el Museo de
Arqueología de Cataluña.31 Por otro lado, existen testimonios de un gran edificio termal ubicado
en la actual plaza de San Miguel, de alrededor del siglo �� d. C., sobre el que se construyó la iglesia
de igual nombre en la Edad Media, la cual conservaba hasta su derribo en 1868 un mosaico con
representaciones de tritones y otros motivos marinos.32
Con la instauración del cristianismo como religión oficial en el siglo ��, la producción artística se
desarrolló alrededor de la temática religiosa, en el que se ha definido como arte paleocristiano. Este
arte nació de las formas y tipologías romanas, pero con un nuevo contenido basado en la
iconografía cristiana. En la arquitectura destacó como tipología la iglesia, heredera de la basílica
romana, y se incorporaron nuevas formas como la planta de cruz latina —símbolo de Jesús—, y
nuevos edificios como el baptisterio.33 El principal templo de la época fue la basílica de la Santa
Cruz (siglos �-���), germen de la actual Catedral de Barcelona, de la que quedan algunos restos
situados en el subsuelo de la actual plaza de San Ivo y de la calle de los Condes, así como algunos
restos escultóricos que se conservan en el Museo de Historia de la Ciudad.34 Era un templo de tres
naves, con un baptisterio de planta cuadrada que albergaba una piscina octogonal.35
Edad Media
Las primeras construcciones intactas que se conservan en la ciudad proceden de la Edad Media,
época en que Barcelona se constituyó como condado y posteriormente pasó a formar parte de la
Corona de Aragón, convirtiéndose en un importante eje marítimo y comercial del mar
Mediterráneo. En el siglo ���� surgió el Consejo de Ciento, una de las primeras instituciones
públicas de Barcelona. El recinto de la ciudad fue creciendo desde el primitivo núcleo urbano —lo
que hoy día es el Barrio Gótico—, y en el siglo ��� surgió el barrio de El Raval. Barcelona tenía
entonces unos 25 000 habitantes.36
Prerrománico
El primer estilo producido en el ámbito del arte medieval es el llamado prerrománico, situado
entre la caída del Imperio romano y la creación de la Marca Hispánica. Durante este período
Barcelona estuvo integrada en el reino visigodo y, tras una
breve ocupación islámica, en el Imperio carolingio.
Durante la época medieval Barcelona tenía un barrio judío, el Call, situado entre las actuales calles
de Fernando, Baños Nuevos, Palla y Obispo. Fundado en el 692, pervivió hasta su destrucción en
1391 en un asalto xenófobo. Estaba separado del resto de la ciudad
por una muralla, y tenía dos sinagogas (Mayor, actualmente un
museo, y Menor, hoy en día parroquia de San Jaime), baños,
escuelas y hospitales.45
Románico
El arte románico, desarrollado desde cerca del año 1000
hasta el siglo ����, está ligado a la creación de los condados
catalanes —de los que el Condado de Barcelona adquirió
preeminencia sobre el resto—, que progresivamente fueron
ganando autonomía del Imperio carolingio, al tiempo que
fueron recuperando terreno a los reinos islámicos. Se
estableció el feudalismo como régimen imperante, y
surgieron las lenguas románicas, entre las que figura el
catalán.47 En el Condado, las principales influencias
provinieron de Lombardía y de las escuelas provenzal y
Monasterio de San Pablo del Campo.
tolosana, si bien se crearon nuevas tipologías en el uso de
la piedra y en la cubierta de grandes superficies con bóveda
que permiten hablar de un románico auténticamente catalán.48 La arquitectura románica destaca
por el uso de bóvedas de cañón y arcos de medio punto, con muros de piedra labrada en sillares
sobre un núcleo de mampostería. Las iglesias son de una o tres naves, con crucero ancho y girola
en algunos casos, además de la presencia de uno o varios ábsides en la parte posterior.49
Poco se sabe de la catedral de época románica, excepto que fue consagrada en 1058, lo que permite
suponer que debía ser un edificio diferente del paleocristiano o prerrománico. Probablemente
ocupaba el espacio central de la actual catedral gótica, y si seguía el modelo de otras iglesias de la
época debía tener tres naves con tres ábsides escalonados y pórtico de entrada. Tenía un
campanario que lindaba con el Palacio Condal.50 Del siglo �� es también la iglesia de Nuestra
Señora del Coll, situada al pie del monte Carmelo, de la que se conserva el cuerpo central y el
campanario, mientras que los demás elementos actuales de la iglesia son del siglo ��.51
El principal exponente del arte románico en Barcelona es el monasterio de San Pablo del Campo,
totalmente reformado entre los siglos ��� y ����.52 La iglesia tiene planta de cruz griega cubierta
con bóvedas de cañón y una cúpula de planta octogonal que sobresale en el exterior en forma de
torre, con tres ábsides y un pequeño claustro de columnas
pareadas. La fachada tiene un tímpano con una imagen de
Jesús entre los santos Pedro y Pablo, con el Tetramorfos y
la mano de Dios.53
Otro exponente fue el Palacio Episcopal de Barcelona, construido entre los siglos ��� y ����. Tenía
una estructura de tres pisos con patio central, del que destacan unas arcadas de medio punto en el
lado noroccidental, con unas columnas con capiteles decorados que son uno de los escasos
ejemplos que se conservan de la escultura románica civil de la ciudad.60 Este palacio comprendía
la capilla de Santa Lucía (1257), integrada actualmente en el claustro de la catedral, de reducidas
dimensiones y planta cuadrada, cubierta por una bóveda apuntada, hecho que apunta ya al gótico.
61
Portal de la Portaferrissa,
en un azulejo de la fuente
homónima.
Gótico
Desarrollado entre los siglos ���� y ���, fue una época de desarrollo económico y de expansión
geográfica: Barcelona se convirtió en uno de los principales centros políticos, económicos, sociales,
culturales y comerciales de la Corona de Aragón, y llegaría a ser una de las principales potencias
mediterráneas en los siglos ����, ��� y ��, en competencia con Génova y Venecia.63 La arquitectura
sufrió una profunda transformación, con formas más ligeras, más dinámicas, con un mejor análisis
estructural que permitía hacer edificios más estilizados,
con más aberturas y, por tanto, mejor iluminación.
Aparecieron nuevas tipologías como el arco apuntado y la
bóveda de crucería, y la utilización de contrafuertes y
arbotantes para sostener la estructura del edificio, lo que
permitía interiores más amplios y decorados con vitrales y
rosetones.64
En 1298 se inició la reforma gótica de la Catedral de Barcelona, con una estructura de tres naves
con girola y capillas dobles, y cripta con la tumba de santa Eulalia. La cabecera está inspirada en la
Catedral de Narbona, con deambulatorio y corona de capillas radiales. El proyecto inicial es de
autor desconocido, mientras que entre 1317 y 1339 Jaume Fabre completó la cabecera y la cripta;
Bernat Roca se encargó entre 1365 y 1388 del crucero y los campanarios, así como las bóvedas de
las naves hasta el trascoro; entre 1398 y 1405 Arnau Bargués realizó la sala capitular; en los
siguientes años se construyó el claustro, siendo maestros de obras Jaume Solà, Bartomeu Gual y
Andreu Escuder. La fachada fue construida en el siglo ���, en estilo neogótico.69
Poco después surgió el monasterio e iglesia de Santa María de Pedralbes, de la orden de las
clarisas, fundado en 1326 por iniciativa de la reina Elisenda de Montcada, con intervención de los
maestros de obras Antoni Nató y Guillem Abiell. La iglesia tiene nave única con cabecera
heptagonal, con capillas bajas entre los contrafuertes del lado de la cabecera, y un coro en el lado
inferior de la iglesia. Posteriormente, entre los siglos ��� y ��, se construyó el claustro, a cuyo
alrededor se hallan las dependencias monásticas.71
Otras iglesias de la época son: la de los Santos Justo y Santa María del Mar (1329-1384).
En el terreno civil destacó el Palacio Real Mayor, reformado del anterior edificio románico, en el
transcurso de cuyas modificaciones se derribó la mayor parte de la estructura anterior —solo se
dejaron las fachadas—, y se construyó un gran salón de banquetes y recepciones, la Cámara Mayor
o Salón del Tinell, construido por Guillem Carbonell entre 1359 y 1370. Se trata de una sala
rectangular, de 33,5 m de longitud y 17 m de altura, con seis arcos diafragma de medio punto
apoyados sobre unos pequeños pilares con capitel, y techo de madera policromada.79 En esta
época se anexó al palacio la capilla de Santa Ágata, construida entre 1302 y 1310 por Bertran
Riquer, la cual consta de una sola nave, con techo de madera de dos vertientes, apoyado en arcos
diafragma; en el altar se encuentra el Retablo del Condestable, de Jaume Huguet.80
El mismo Carbonell reformó entre 1367 y 1368 el Palacio Real Menor de Barcelona, ubicado en la
actual calle de Ataúlfo, un edificio originario del siglo ��� que había pertenecido a la Orden del
Temple, que fue reformado en estilo gótico con nuevas dependencias, como la Sala de los Caballos,
realizada a imitación del Tinell, o la Cámara Blanca, destinada al rey. Este palacio destacaba
igualmente por un amplio jardín con animales exóticos a modo de pequeño zoológico.81 En la
actualidad solo se conserva la capilla, reformada entre 1542 y 1547 por Andreu Matxí, el cual
sustituyó los anteriores arcos diafragmáticos por unas bóvedas de crucería, y construyó las capillas
laterales; en 1868 Elías Rogent reformó la fachada.82
En esta época se creó la Casa de la Ciudad —sede del Ayuntamiento—, que en principio consistía en
un salón construido en el patio interior de la casa del escribano del Consejo de Ciento, el grupo de
prohombres que dirigía la ciudad, cuyas reuniones se celebraban hasta entonces en el convento de
Santa Catalina.83 Se construyó entonces el Salón de Ciento, obra de Pere Llobet inaugurada en
1373. Entre 1400 y 1402 se edificó una nueva fachada, a cargo de Arnau Bargués, donde destacan la
puerta de medio punto y una arquería ciega sobre las aberturas, así como la decoración escultórica,
de la que sobresale un San Rafael elaborado por Pere Sanglada; se trata de la fachada que da a la
calle de la Ciudad, ya que la fachada principal actual, que da a la plaza de San Jaime, es del
siglo ���, en estilo neoclásico.84
Otra tipología que surgió en este período fue la de la masía rural, un tipo de casa solariega
evolucionado de las granjas fortificadas romanas, que con el tiempo se convirtieron en auténticas
residencias señoriales. Generalmente seguían un esquema basilical, con una planta rectangular de
cuerpo central y galería con arcada, compuesta de dos plantas y desván o granero. Una de las más
antiguas que se conserva es la de Can Vinyals o Torre Rodona, en Les Corts, original del siglo � —
época de la que se conserva la base de la torre de defensa—, pero reformada en el XIV. Del siglo ��
son Can Cortada, en Horta; Can Fuster, igualmente en Horta; y Torre Llobeta, en Nou Barris.90
El continuo crecimiento urbanístico propició una nueva prolongación del recinto amurallado, con
la construcción de la muralla de El Raval, en la zona occidental de la ciudad, que englobó una
superficie de 218 ha, con un perímetro de 6 km. Las obras duraron alrededor de un siglo, desde
mediados del siglo ��� hasta mediados del ��. El nuevo recinto urbano partía de las Atarazanas,
siguiendo las actuales rondas de San Pablo, San Antonio, Universidad y San Pedro, bajando por el
actual paseo de Lluís Companys hasta el monasterio de Santa Clara —en el actual parque de la
Ciudadela—, y hasta el mar, por la actual avenida Marqués de la Argentera. Actualmente sólo se
conserva el Portal de Santa Madrona, en las Atarazanas.91
Edad Moderna
En este período Barcelona pasó a formar parte del nuevo
reino de España surgido de la unión de las coronas de
Castilla y Aragón. Fue una época de alternancia entre
períodos de prosperidad y de crisis económicas,
especialmente por las epidemias de peste en el siglo ��� y Barcelona en 1563, grabado de Anton
por conflictos sociales y bélicos como la Guerra dels van den Wyngaerde.
La pervivencia del gótico se denota en ejemplos como la fachada de la iglesia de San Miguel (1519)
—actualmente adosada a una pared lateral de la Basílica de la Merced—, de los maestros de obras
Gabriel Pellicer y Pau Mateu y del escultor francés René Ducloux, con un portal gótico con pilastras
corintias laterales y hornacinas de tracería gótica.95 En esta época se hicieron también numerosas
reformas y añadidos a la iglesia del convento dominico de Santa Catalina: al edificio gótico se le
añadió en 1529 la capilla de la Natividad; en 1534 la capilla de la cofradía de sombrereros; en 1545
el coro alto y un sagrario; en 1567 la capilla del Rosario; y en 1602 la capilla de San Raimundo de
Peñafort, obra de Pere Blai, ya en un clasicismo plenamente renacentista.96 Entre 1540 y 1587 se
reconstruyó la iglesia de Santa María de Vallvidrera sobre una antigua edificación románica del
siglo �; de pervivencia gótica, presenta nave única con cabecera poligonal y un campanario de
planta cuadrangular.97
Las innovaciones renacentistas fueron penetrando lentamente, dando como resultado edificios
híbridos entre el gótico y el Renacimiento, como el Convento de los Ángeles y del Pie de la Cruz
(1562-1566), de Bartomeu Roig: la iglesia era de una nave con tres salas abovedadas y ábside
poligonal; actualmente acoge la institución Fomento de las Artes Decorativas.98 En 1566 se
construyó en los bajos de la casa de Mateu Roig, en la calle Sant Pere més Alt, la capilla de San
Cristóbal, que combina los ventanales góticos con un portal clasicista de forma rectangular,
enmarcado por columnas jónicas y un frontón triangular coronado por acroteras con esferas de
piedra.99
A nivel civil, durante el siglo ��� se hicieron numerosos trabajos en el Hospital de la Santa Cruz:
entre 1509 y 1512 se construyó en el ala de levante el Salón de Santa Magdalena, y entre 1511 y 1518
se trabajó en el ala de poniente, donde se situó el nuevo portal de acceso, obra de Antoni Cuberta y
Antoni Papiol, un híbrido gótico-renacentista; entre 1568 y 1575 se construyeron las escalas
monumentales que conectaban los pisos superiores con el patio, a cargo de Joan Safont.100 Otro
edificio de corte civil fue el de la Universidad de Barcelona (1536-1592), situado en el Portal de
Santa Ana, en la parte alta de la Rambla, obra de Tomàs Barsa, el cual fue reconvertido en cuartel
militar en 1720 y derribado en 1843.101 En 1546 se construyó la Pia Almoina —actual Museo
Diocesano de Barcelona—, una institución benéfica de asistencia a los pobres, situada junto a la
catedral. El edificio se apoyaba sobre restos de la muralla
romana, y del edificio original se conserva el cuerpo con
cubierta a dos aguas, donde destaca la galería corrida del
piso superior, y el portal de medio punto.102 Entre 1549 y
1557 se construyó el Palacio del Lloctinent —actual Archivo
de la Corona de Aragón—, obra de Antoni Carbonell. Tiene
una fachada gótica con torre puntiaguda y ventanas
mixtilíneas, alineadas horizontal y verticalmente. El
edificio es cuadrangular, con un patio igualmente
cuadrado, con arcos carpaneles, y una galería superior de
Pia Almoina (1546).
arcos de medio punto sobre columnas toscanas.103 En este
siglo culminaron los trabajos de reforma del Palacio Real
Mayor con la construcción del Mirador de Martín el Humano (1555), una torre rectangular de cinco
plantas con galerías de arcos de medio punto que sobresale del cuerpo del edificio, sobre el Salón
del Tinell.104
Una de las primeras construcciones de espíritu plenamente renacentista fue el Salón del
Trentenario de la Casa de la Ciudad (1559), que presentaba una galería con pórtico clasicista, al que
se añadió en 1580 una puerta de influencia serliana, compuesta de un arco de medio punto
enmarcado por pilastras adosadas y un friso con triglifos y metopas, con decoración de escudos y
trofeos. El Trentenario fue destruido en 1830 durante la construcción de la nueva fachada
neoclásica, y parcialmente reconstruido en 1929.105 Durante este período el edificio del
consistorio barcelonés se amplió también con la capilla, las escribanías y el patio interior con
galería alta (1577).106
En el siglo ��� las masías continuaron realizándose preferentemente en estilo gótico, aunque poco
a poco se fue introduciendo el nuevo estilo, principalmente en partes de la fachada como puertas,
ventanas, galerías y arcadas, que incorporaron decoración escultórica, generalmente de grutescos.
112 Entre los siglos ��� y ���� muchas de ellas se fortificaron, debido a la piratería y el
Iglesia de Iglesia de Santa María Convento de los Ángeles Palacio del Lloctinent
San Miguel de Vallvidrera y del Pie de la Cruz (1549-1557), de Antoni
(1519). (1540-1587). (1562-1566), de Carbonell.
Bartomeu Roig.
Barroco
Siglo ����
Como en el Renacimiento, el arte de la época siguió las corrientes llegadas desde fuera. Como pasó
con las innovaciones renacentistas, el Barroco en Cataluña fue penetrando paulatinamente, con
pervivencia de las tipologías anteriores y una nueva mezcla estilística en la ejecución de las obras.
118 Aun así, el Barroco catalán es de líneas más sencillas, de estructuras simples, no tan recargadas
como en el Barroco italiano, y se evidencia más en la decoración que no en los trazados, que siguen
la línea clásica. Prácticamente hasta 1660 pervivió el clasicismo renacentista, que fue sustituido por
un Barroco «salomónico decorativista» hasta 1705, fecha en que la arquitectura se fue volviendo
más académica hasta desembocar en el neoclasicismo.119
La incorporación de las formas barrocas tuvo más éxito en la ornamentación que no en el lenguaje
arquitectónico propiamente dicho, como se puede percibir en la generalización del uso de
columnas salomónicas. Buenos ejemplos son la Casa de Convalecencia del Hospital de la Santa
Cruz (1629-1680) y la iglesia de Belén (1681-1732).125 La primera, obra de Pere Pau Ferrer, tiene
un esquema claustral, con dos niveles, arcos de medio punto, pilastras dórico-toscanas, bóvedas de
arista y balaustrada en el segundo nivel.126 La iglesia jesuita de Nuestra Señora de Belén, obra de
Josep Juli, tiene planta congregacional —al estilo del Gesù—, nave longitudinal con bóveda de
cañón, nártex de entrada bajo el coro y capillas intercomunicadas, cada una con una cúpula elíptica
con linterna. La fachada tiene un paramento de almohadillado romboidal, puerta cuadrada,
rosetón y portada-retablo con columnas salomónicas y
entablamento clásico, pero tratado barrocamente, con
entrantes y salientes, flanqueado por dos estatuas de san
Ignacio de Loyola y san Francisco de Borja, de Andreu
Sala.127 Siguió el modelo de Belén la iglesia de San Severo
(1698-1705), obra de Jaume Arnaudies por lo que
corresponde al trazado original y de Jeroni Escarabatxeres
en la conclusión de la fachada y la decoración interior. Es
de pequeñas proporciones (23 x 12 m), dividida en tres
cuerpos verticales por pilastras de gran tamaño, con un
Iglesia de Belén (1681-1732), de Josep
Juli.
cuerpo central de mayor altura que acoge una hornacina
con la imagen del santo.128
En este período las masías fueron abandonando progresivamente las líneas góticas, con la
introducción de nuevos elementos como puertas adoveladas, ventanas geminadas, ménsulas y
alféizares.135 Algunos exponentes son: Can Masdeu, en Horta; Can Trilla, en Gracia; Can
Carabassa, en Horta; y Can Mariner, también en Horta.
Siglo �����
En este siglo continuaron las formas barrocas, pero más atemperadas, no tan exuberantes como en
la centuria anterior. El lenguaje arquitectónico se volvió más clasicista, bien con un componente
más barroco (San Miguel del Puerto) o más académico (iglesia de la Merced), hasta desembocar en
el neoclasicismo que se desarrolló entre finales de siglo e inicios del ���.138
La llegada de los Borbones generó en arquitectura una serie de obras de ingeniería militar, como el
de castillo de Montjuïc y la fortaleza de la Ciudadela, o incluso
iglesias como la de San Miguel del Puerto en la Barceloneta
(1753).139 El castillo de Montjuic, una pequeña fortaleza del
siglo ���� construida para la Guerra de los Segadores, fue
ampliado y reformado por Juan Martín Cermeño entre 1751 y
1779, con una forma pentagonal y grandes fosos y baluartes, con
influencia vaubaniana; en 1960 fue convertido en Museo Militar,
con una reforma de Joaquim de Ros i de Ramis.140
Entre 1736 y 1743 se construyó la Casa de la Caridad —actual Centro de Cultura Contemporánea de
Barcelona—, emplazada sobre un anterior convento medieval de monjas agustinas bombardeado
en 1651, que albergaba un complejo de diversas dependencias dispuestas alrededor de un gran
patio de planta cuadrada y claustro de doble altura con arcadas de orden toscano, conocido
actualmente como patio Manning. En el siglo ��� se le incorporó la iglesia neogótica de Santa
María de Montalegre, así como otro patio llamado de Dones.147
Las masías continuaron con las líneas esbozadas el siglo anterior, con algún elemento distintivo
como la decoración en esgrafiado o los tejados a dos aguas con coronamiento mixtilíneo. También
se introdujo en esta época la construcción con bóveda catalana. Algunos ejemplos son: Can Travi
Nou, en Horta; Can Planas, en Les Corts, actualmente la famosa Masía del Fútbol Club Barcelona;
Can Tusquets, en Gracia; Can Fargas, en Horta; Can Raspall, en Sarrià; Can Rosés, en Les Corts;
Can Canet de la Riera, en Sarrià; Can Móra, en Horta; Can Sert, en Gracia; Villa Florida, en Sant
Gervasi; y Can Querol, en Horta.
A nivel urbano, hay que remarcar la construcción en 1753 del barrio de la Barceloneta, promovida
por el marqués de la Mina, el cual también reparó y amplió el puerto y fomentó la instalación del
primer alumbrado público. Entre 1776 y 1778 se realizó la urbanización de la Rambla, y se
proyectaron los paseos de San Juan y de Gracia, aunque no se realizaron hasta el cambio de siglo el
primero y 1820-1827 el segundo.159 También se trazó la calle Nou de la Rambla, por iniciativa del
conde del Asalto (1778-1789).160 En 1797 se creó también el paseo Nuevo o de la Explanada,
situado junto a la Ciudadela militar, una amplia avenida jalonada de álamos y olmos y decorada
con fuentes ornamentales —de las que se conserva la Fuente de Hércules—; durante un tiempo fue
el principal espacio verde de la ciudad, pero desapareció en las obras de urbanización del parque de
la Ciudadela.161
Siglo ���
En este período hubo una gran revitalización económica, ligada a la Revolución Industrial —
especialmente la industria textil—, lo que comportó a su vez un renacimiento cultural. Entre 1854 y
1859 se produjo el derribo de las murallas, por lo que la ciudad pudo expandirse, motivo por el que
se impulsó el proyecto de Ensanche elaborado por Ildefonso Cerdá en 1859. Asimismo, gracias a la
revolución de 1868 se consiguió el derribo de la Ciudadela, cuyos terrenos fueron transformados en
un parque público. La población fue creciendo, especialmente gracias a la inmigración del resto del
estado, llegando a finales de siglo a los 400 000 habitantes.162 Artísticamente, el siglo vio la
sucesión de diversos estilos de diferente signo, como el neoclasicismo, el historicismo y el
modernismo.163
Neoclasicismo
El neoclasicismo, desarrollado entre finales del siglo ����� y principios del ���, supuso un retorno al
arte clásico grecorromano, impulsado por el hallazgo de los restos de Pompeya y Herculano y la
obra teórica del historiador del arte Johann Joachim Winckelmann. En Cataluña, el impulso de la
Escuela de Bellas Artes de Barcelona (la Llotja) fue decisivo para
la consolidación del arte catalán, así como su alejamiento de su
aspecto gremial y artesano. Si hasta entonces la construcción
estaba confiada a maestros de obras de formación gremial, a
partir de ahora los nuevos arquitectos tendrán ya una titulación
académica.164 nota 5
Uno de los últimos exponentes del neoclasicismo fue el Teatro Principal (1847), de Francisco
Daniel Molina, construido en sustitución del antiguo Teatro de la Santa Cruz —originario de 1568
—. Presenta una fachada clasicista de aire romántico isabelino, con tres grandes balcones con
frontón triangular encastados en arcos de medio punto.179
Por lo que se refiere al urbanismo, el hecho más destacable de estos años fue la desamortización de
1836, que dejó numerosos solares que fueron edificados o convertidos en espacios públicos: así, en
la ubicación del convento carmelita de San José, en la Rambla, se construyó el mercado de la
Boquería; sobre el convento de Nuestra Señora de la Buenanueva de los trinitarios descalzos se
levantó el teatro del Liceo; en el solar del convento de los capuchinos de Santa Madrona se situó la
plaza Real; el convento-colegio franciscano de San Buenaventura dio paso al Hotel Oriente; sobre
el convento-colegio de los carmelitas calzados de San Ángel Mártir se emplazó un cuartel de la
Guardia Urbana de Barcelona; y el convento de Santa Catalina fue sustituido por el mercado del
mismo nombre.180 De igual forma, las nuevas disposiciones sanitarias promulgadas en esta época
supusieron la desaparición de numerosos cementerios parroquiales, cuyos solares se urbanizaron
como nuevas plazas públicas; surgieron así plazas como la de Santa María, del Pino, de San José
Oriol, de San Felipe Neri, de San Justo, de San Pedro y de San Jaime.181
Historicismo
La arquitectura
Fachada de la Catedral de Barcelona.
de mediados del
siglo ��� estuvo
impregnada del
nuevo espíritu
romántico y,
siguiendo las
directrices de
teóricos como Fachada de la Catedral de La fachada en la actualidad.
John Ruskin y Barcelona antes de su La fachada en 1900,
Eugène Viollet- remodelación (1880). antes de la
construcción del
le-Duc, se
cimborrio.
enmarcó dentro
del llamado
historicismo, corriente que propugnaba la revitalización de estilos arquitectónicos anteriores, sobre
todo medievales, por lo que se crearon diversas corrientes denominadas con el prefijo «neo»:
neogótico, neorrománico, neomudéjar, neobarroco, etc.182
Otros arquitectos que convendría recordar de este período son: José Doménech y Estapá, autor de
la Real Academia de Ciencias y Artes, actual Teatro Poliorama (1883-1884), de fachada ecléctica
que combina elementos neomedievales y neoclásicos;194 José Vilaseca, autor de los talleres de los
pintores Masriera (1882-1885), con forma de templo grecorromano,195 y de la casa Bruno
Quadros (1883), con una exótica fachada de motivos egipcios y orientales, donde destaca el
dragón-farola de la esquina;196 Pere Falqués proyectó el Consejo Municipal de San Martín de
Provensals (1876-1887) y la torre de las Aguas del Besós (1880); Tiberi Sabater construyó el Casino
Mercantil o Bolsín (1881-1883), un edificio ecléctico de corte neoclásico que combina elementos
renacentistas con los órdenes clásicos grecorromanos;197 Antoni Serra i Pujals edificó el palacio
Casades, actual sede del Colegio de Abogados de Barcelona (1885); Adrià Casademunt diseñó la
iglesia parroquial del Santo Ángel Custodio de Hostafrancs (1893); y Mauricio Garrán elaboró el
Palacio de Mar (1886-1900), actual Museo de Historia de Cataluña.198
Por otro lado, el siglo ��� fue la época de la Revolución Industrial, la cual tuvo una rápida
consolidación en Cataluña, siendo pionera en el territorio nacional en la implantación de los
procedimientos fabriles iniciados en Gran Bretaña en el siglo �����. En 1800 había en Barcelona
150 fábricas del ramo textil, destacando El Vapor, fundada por Josep Bonaplata. En 1849 se abrió
en Sants el complejo La España Industrial, propiedad de los hermanos Muntadas. La industria
textil tuvo un continuo crecimiento hasta la crisis de 1861, motivada por la escasez de algodón
debida a la Guerra de Secesión norteamericana. También fue cobrando importancia la industria
metalúrgica, potenciada por la creación del ferrocarril y la navegación a vapor. En 1836 abrió la
fundición Nueva Vulcano en la Barceloneta; y en 1841 arrancó La Barcelonesa, antecedente de La
Maquinista Terrestre y Marítima (1855), una de las más importantes fábricas de la historia de
Barcelona. Cabe destacar que de Barcelona partió la primera línea de ferrocarril del estado español,
que comunicaba la Ciudad Condal con la villa de Mataró (1848).201
Cabe remarcar también que en el siglo ��� aparecieron los primeros parques públicos, ya que el
aumento de los entornos urbanos debido al fenómeno de la Revolución Industrial, a menudo en
condiciones de degradación del medio ambiente, aconsejó la creación de grandes jardines y
parques urbanos, que corrieron a cuenta de las autoridades públicas, con lo que surgió la jardinería
pública —hasta entonces preferentemente privada— y la arquitectura paisajista.207 El primer
jardín público de Barcelona se creó en 1816: el Jardín del General, una iniciativa del capitán
general Francisco Javier Castaños; estaba situado entre la actual avenida Marqués de la Argentera
y la Ciudadela, delante de donde hoy se halla la Estación de Francia, y tenía una extensión de 0,4
hectáreas, hasta que desapareció en 1877 durante la urbanización del parque de la Ciudadela.208
En 1848 se crearon en el paseo de Gracia los Jardines de Tívoli, entre las calles Valencia y Consejo
de Ciento; y en 1853 se emplazó entre las calles de Aragón y Rosellón los llamados Campos Elíseos,
que contaban con un jardín, un lago con barcas, un teatro y un parque de atracciones con
montañas rusas. Estos jardines desaparecieron pocos años después al ir urbanizándose el paseo de
Gracia.209
El proyecto de remodelación
del parque de la Ciudadela se encargó a José Fontseré en 1872, quien
diseñó unos amplios jardines para esparcimiento de los ciudadanos,
y junto con la zona verde proyectó una plaza central y un paseo de
circunvalación, así como una fuente monumental y diversos
elementos ornamentales, dos lagos y una zona de bosque, además de
diversos edificios auxiliares e infraestructuras, como el Mercado del
Borne (1874-1876), un depósito de agua —actual Biblioteca de la UPF
—, un matadero, un puente de hierro sobre las líneas de ferrocarril y
varias casetas de servicios.211
Foto histórica del Arco de La entrada a la Exposición se efectuaba a través del Arco de Triunfo,
Triunfo. un monumento creado para la ocasión que aún permanece en su
lugar original, diseñado por Josep Vilaseca. De inspiración
neomudéjar, tiene una altura de 30 metros, y está decorado con una
rica ornamentación escultórica, obra de Josep Reynés, Josep Llimona, Antoni Vilanova, Torquat
Tasso, Manuel Fuxà y Pere Carbonell.212
A continuación venía el Salón de San Juan —actual paseo de Lluís Companys—, una larga avenida
de 50 metros de ancho donde destacaban las balaustradas de hierro forjado, los mosaicos del
pavimento y unas grandes farolas, todo ello diseñado por Pere Falqués. El primer edificio tras el
acceso por el Arco de Triunfo era el palacio de Bellas Artes, obra de Augusto Font Carreras, de
estilo neoclásico. En el lado opuesto se ubicaba el palacio de Ciencias, obra de Pere Falqués, de
estilo neogriego, donde también se hallaba una gran sala para celebrar congresos.213
Una vez pasados estos dos edificios se accedía al recinto propiamente dicho, en cuya entrada
destacaba la Cascada Monumental, proyectada por Fontserè en colaboración con Antoni Gaudí,
que intervino en el proyecto hidráulico y diseñó una gruta artificial debajo de la Cascada. El
conjunto arquitectónico presenta una estructura central en forma de arco triunfal con dos
pabellones en sus costados y dos alas laterales con escalinatas, que acogen un estanque dividido en
dos niveles. El monumento destaca por su profusión escultórica, en la que intervinieron varios de
los mejores escultores del momento, como Rossend Nobas, Venancio Vallmitjana, Josep Gamot,
Manuel Fuxá, Joan Flotats y Rafael Atché.214
A la derecha de la
cascada se hallaba el
restaurante, conocido
como castillo de los
Tres Dragones —actual
Museo de Zoología—,
obra de Lluís
Gran Hotel Internacional, de Lluís Domènech i Montaner,
Domènech i Montaner. de estilo neogótico,
pero con unas
Cascada del Parque de la Ciudadela
innovadoras soluciones (1875-1888).
estructurales que apuntaban ya al modernismo,
especialmente por la utilización del hierro y el ladrillo
visto. A su lado se encontraban el Círculo del Liceo y el Invernáculo, obra de Josep Amargós,
realizado en hierro y vidrio siguiendo el ejemplo del Crystal Palace de la Exposición de Londres de
1851. A continuación venían el Museo Martorell de Geología, de Antonio Rovira y Trías; el
Umbráculo, de José Fontserè; el pabellón de la Prensa, obra de Jaume Comerma; y el pabellón de
las Colonias Españolas, de Jaume Gustà i Bondia.215
La zona central del recinto se correspondía con la antigua plaza de armas de la Ciudadela, donde se
hallaba el principal edificio de la exposición, el palacio de la Industria, obra de Jaume Gustà, que
recogía las secciones extranjeras de la Exposición.216 Tras el palacio, pasadas las líneas de
ferrocarril, se situaron diversos edificios, como el pabellón de la Compañía Trasatlántica, obra de
Antoni Gaudí, en estilo nazarí granadino; los pabellones de la denominada Sección Marítima, los
de Minería y Electricidad, y la Vaquería Suiza, actualmente una escuela. Asimismo, en el paseo de
Colón se erigió el Hotel Internacional, obra de Lluís Domènech i Montaner, una obra efímera que
fue desmontada tras la Exposición.217
Fuera del recinto ferial, se realizaron numerosas obras y mejoras por toda la ciudad: se finalizó la
urbanización de todo el frente marítimo de la ciudad, entre el parque de la Ciudadela y las
Ramblas, a través de la construcción del paseo de Colón y un nuevo muelle, el de la Fusta; se dotó
de iluminación eléctrica a las primeras calles de Barcelona (la Rambla, el paseo de Colón, la plaza
de San Jaime y el recinto de la Exposición);218 y se construyó el monumento a Colón en la plaza
Portal de la Paz, obra de Gaietà Buïgas con una escultura del descubridor de Rafael Atché.219
Modernismo
El modernismo fue un movimiento internacional que se desarrolló
por todo el mundo occidental,nota 6 y que propugnaba la creación
de un nuevo lenguaje arquitectónico desligado de estilos
anteriores —especialmente por oposición al historicismo—,
poniendo especial énfasis en la relación de la arquitectura con las
artes aplicadas, en paralelo al fenómeno Arts and Crafts.220
Desarrollado entre el siglo ��� y el siglo ��,nota 7 en Cataluña tuvo
suficiente personalidad propia para hablar de modernismo
catalán, por la gran cantidad y calidad de obras realizadas y el
gran número de artistas de primer orden que cultivaron este
estilo. Estilísticamente fue un movimiento heterogéneo, con
muchas diferencias entre artistas, cada uno con su sello personal,
pero con un mismo espíritu, un afán de modernizar y europeizar
Cataluña.221 Casa Batlló (1904-1906), de
Antoni Gaudí.
Algunos rasgos esenciales del modernismo fueron: un lenguaje
anticlásico heredero del romanticismo, con tendencia a un cierto
lirismo y subjetivismo; vinculación decidida de la arquitectura con las artes aplicadas y los oficios
artísticos (vidriería, forja, cerámica, ebanistería, marquetería, esmalte, esgrafiado), creando un
estilo remarcadamente ornamental; utilización de nuevos materiales, creando un lenguaje
constructivo mixto y rico en contrastes, en busca del efecto plástico del conjunto; fuerte
sentimiento de optimismo y fe en el progreso, que produce un arte exaltado y enfático, reflejo del
clima de prosperidad del momento, sobre todo en la clase burguesa.222
El primer modernismo, desarrollado en los años 1890, era todavía un estilo no especialmente
definido, cuyo principal componente era un goticismo abarrocado desligado ya del historicismo,
con pervivencia de ciertos rasgos clasicistas y medievalistas, practicado principalmente por Lluís
Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch y Antoni Maria Gallissà.223 En estos primeros años
había un cierto sentimiento de indefinición, como se muestra en la obra Arquitectura moderna de
Barcelona (1897), de Francesc Rogent, donde defiende la utilización del «estilo neogreco» para
edificios públicos, «neogótico» para edificios particulares y «neorrománico» para iglesias.224 Al
mismo tiempo se seguía practicando una arquitectura academicista ajena a las innovaciones
modernistas, como se ve en la obra de arquitectos como Salvador Viñals, Cayetano Buigas, Joan
Baptista Pons i Trabal, Francisco de Paula del Villar y Carmona, etc.225
principalmente por Enric Sagnier, José Doménech y Estapá, Manuel Comas i Thos, Augusto Font
Carreras, Joan Josep Hervàs, etc.228
Antoni Gaudí
Uno de los máximos representantes del modernismo
catalán fue Antoni Gaudí, un arquitecto con un sentido
innato de la geometría y el volumen, así como una gran
capacidad imaginativa que le permitía proyectar
mentalmente la mayoría de sus obras antes de pasarlas a
planos. Dotado de una fuerte intuición y capacidad
creativa, Gaudí concebía sus edificios de una forma global
atendiendo tanto a las soluciones estructurales, como las
funcionales y decorativas, integrando igualmente los
trabajos artesanales, e introdujo nuevas técnicas en el
Casa Vicens (1883-1888).
tratamiento de los materiales, como su famoso trencadís,
hecho con piezas de cerámica de desecho. Después de unos
inicios influenciado por el arte neogótico, así como ciertas tendencias orientalizantes, Gaudí
desembocó en el modernismo en su época de mayor efervescencia, aunque el arquitecto reusense
fue más allá del modernismo ortodoxo, creando un estilo personal basado en la observación de la
naturaleza, fruto del cual fue su utilización de formas geométricas regladas, como el paraboloide
hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.229
Sus primeras realizaciones, tanto durante su etapa de estudiante como las primeras ejecutadas al
obtener el título, destacan por la gran precisión de los detalles, la utilización de la geometría
superior y la preponderancia de las consideraciones mecánicas en el cálculo de estructuras.230 De
esta época destacan las farolas de la plaza Real (1878), así como el inicio de las obras de la que sería
su obra magna, el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia (1883).
Posteriormente pasó por una etapa orientalista, con una serie de obras de marcado gusto oriental,
inspiradas en el arte del Próximo y Lejano Oriente, así como en el arte islámico hispánico,
principalmente el mudéjar y nazarí. Emplea con gran profusión la decoración en azulejo cerámico,
así como los arcos mitrales, cartelas de ladrillo visto y remates en forma de templete o cúpula.231
Sus principales realizaciones en este período son: la casa Vicens (1883-1888), los pabellones Güell
(1884-1887), el palacio Güell (1886-1888) y el pabellón de la Compañía Trasatlántica para la
Exposición Universal de 1888.
A continuación pasó por un período neogótico, en que se
inspiró sobre todo en el arte gótico medieval, el cual
asumió de forma libre, personal, intentando mejorar sus
soluciones estructurales; en sus obras elimina la necesidad
de contrafuertes mediante el empleo de superficies
regladas, y suprime cresterías y calados excesivos.232 En
este estilo cabría citar el colegio de las Teresianas
(1888-1889) y la torre Bellesguard (1900-1909).
En los últimos años de su carrera, dedicados casi en exclusiva a la Sagrada Familia, Gaudí llegó a la
culminación de su estilo naturalista: después de la realización de la cripta y el ábside, todavía en
estilo neogótico, el resto del templo lo concibió en un estilo orgánico, imitando las formas de la
naturaleza, donde abundan las formas geométricas regladas. El templo tiene planta de cruz latina,
de cinco naves centrales y transepto de tres naves, y ábside con siete capillas, con tres fachadas
dedicadas al Nacimiento, Pasión y Gloria de Jesús, y 18 torres. El interior semeja un bosque, con
un conjunto de columnas arborescentes inclinadas, de forma helicoidal, creando una estructura a
la vez simple y resistente.236
Seis de las obras de Antoni Gaudí en Barcelona han sido nombradas Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco: palacio Güell, parque Güell y casa Milà (1984); casa Vicens, casa Batlló y fachada de
la Natividad y cripta de la Sagrada Familia (2005, además de la Cripta de la Colonia Güell en Santa
Coloma de Cervelló).
Cabe destacar también la casa Lleó Morera (1905), una reforma de un edificio construido en 1864:
su situación en un chaflán determinó el protagonismo de la esquina, donde se sitúa la tribuna
principal y se remata verticalmente con un templete; cada planta tiene un diseño distinto, donde
destaca el trabajo ornamental —con esculturas de Eusebi Arnau—, mutilado parcialmente en una
reforma de la planta baja realizada en 1943.243 Otras obras suyas son: la editorial Montaner i
Simón (actual Fundación Antoni Tàpies, 1881-1886); el restaurante de la Exposición Universal de
1888, conocido como Castillo de los Tres Dragones (actual Museo de Zoología); la casa Thomas
(1895-1898); la casa Lamadrid (1902); el Hotel España (1903); y la casa Fuster (1908-1911).
Entre estas realizaciones conviene destacar la casa Amatller y la casa Terrades. La primera
presenta una fachada de aspecto neogótico, con tres partes diferenciadas: un basamento de piedra
con dos puertas en el lado izquierdo, creando un efecto asimétrico; un cuerpo central de paredes
esgrafiadas y ornamentación de motivos florales, con una tribuna superior que recuerda a la de la
capilla de San Jorge del Palacio de la Generalidad; y un remate en forma de gablete escalonado de
cerámica roja y dorada, con posible influencia de la arquitectura tradicional de los Países Bajos.248
La casa Terrades ocupa una manzana entera del Ensanche, con un trazado irregular: presenta seis
fachadas inspiradas en la arquitectura gótica nórdica y en el plateresco español, rematadas por
hastiales, algunos truncados por unos plafones cerámicos con imágenes de estilo prerrafaelita, y
flanqueadas por seis torres circulares coronadas con chapiteles cónicos terminados en aguja, que
dan al edificio su sobrenombre; está construida en obra vista, con ornamentación escultórica de
piedra y cerámica vidriada, y elementos de forja.249
Josep Vilaseca practicó un premodernismo de aire clasicista, como se denota en la casa Pia Batlló
(1891-1896), la casa Enric Batlló (1892-1896), la casa Àngel Batlló (1893-1896), las casas Cabot
(1901-1905), la casa Dolors Calm (1903) y la casa Comas d'Argemir (1903-1904).251
Pere Falqués fue arquitecto municipal de Barcelona, por lo que intervino en numerosas mejoras
urbanísticas de la ciudad; fue autor del mercado del Clot (1889), la fuente de Canaletas (1892), la
Tenencia de Alcaldía del Ensanche (1893), la Central Catalana de Electricidad (1896-1897), las
farolas del paseo de Gracia (1900), la casa Laribal (1902), la casa Bonaventura Ferrer (1905-1906)
y el mercado de Sants (1913).252
Josep Domènech i Estapà plasmó en sus obras un modernismo de corte personal, ecléctico,
funcional y grandilocuente.253 Fue autor de la Cárcel Modelo de Barcelona (con Salvador Viñals,
1887-1904), el Palacio Montaner —actual Delegación del Gobierno— (1889-1893, terminado por
Antoni Maria Gallissà y Lluís Domènech i Montaner), el edificio de Catalana de Gas (1895-1896), el
Asilo de Santa Lucía —posterior Museo de la Ciencia— (1904-1909), el Observatorio Fabra
(1904-1906), el Hospital Clínico (1904), la casa Costa (1904), la iglesia-convento de Nuestra Señora
del Carmen (1909-1921) y la estación de la Magòria (1912).254
Otro arquitecto de estilo ecléctico fue Enric Sagnier, el cual siguió un estilo personal de línea
clasicista con mucho éxito entre la clase burguesa catalana. Autor prolífico, fue posiblemente el
arquitecto con mayor número de construcciones en la Ciudad Condal, con cerca de 300 edificios
documentados.255 Se pueden distinguir en su trayectoria tres etapas: antes de 1900 trabajó con un
estilo ecléctico, monumental y grandilocuente; de 1900 a 1910 se acercó más al modernismo, lo que
se percibe en un mayor sentido decorativo de su obra en estas fechas, con especial influencia del
arte rococó; y desde 1910 permaneció en un estilo clasicista de influencia francesa, alejado de las
modas del momento.256 Entre sus obras destacan: el palacio de
Justicia de Barcelona (1887-1908, con Josep Domènech i Estapà),
la casa Pascual i Pons (1890-1891), el colegio de Jesús-María
(1892-1897), la Aduana del Puerto de Barcelona (1896-1902, con
Pere Garcia Fària), la casa Arnús o “El Pinar” (1902-1904), el
Templo Expiatorio del Sagrado Corazón (1902-1961), la casa
Fargas (1904), la iglesia de Nuestra Señora de Pompeya
(1907-1910), la casa Ramon Mulleras (1910-1911), la casa Doctor
Genové (1911) y la nueva iglesia de San Juan de Horta (1911-1917).
Josep Maria Jujol trabajó con Gaudí entre 1907 y 1914, época en la que ya mostró una fuerte
personalidad y genio creativo. Desarrolló un estilo heterodoxo, en el que mezclaba el misticismo
católico con un sentido de la decoración casi surrealista, con gusto por la caligrafía, las imágenes
orgánicas —cercanas a la obra de Joan Miró— y la mixtificación de técnicas y materiales, a veces
cercano al collage.261 Mucha de su producción la realizó en el Bajo Llobregat —especialmente San
Juan Despí— y Tarragona. De sus obras en Barcelona destaca la casa Planells (1923-1924), donde
muestra cierta influencia del expresionismo alemán y del organicismo practicado en la época por
Frank Lloyd Wright.262 Otras obras suyas son: la finca Sansalvador (1909-1910), la casa Queralt
(1916-1917) y los talleres Manyach —actualmente Escuela Josep Maria Jujol— (1916-1922). En la
posguerra pasó a un academicismo antivanguardista de inspiración franciscana muy alejado de sus
obras iniciales.263
Sede de la Caja de Ahorros Casa Pia Batlló Central Catalana de
de Barcelona de la plaza (1891-1896), de José Electricidad (1896-1897),
de San Jaime (1903), de Vilaseca. de Pere Falqués.
Augusto Font Carreras.
Casa Planells
(1923-1924),
de Josep
Maria Jujol.
Otros arquitectos modernistas de interés son: Camil Oliveras, uno de los pioneros del modernismo,
especialmente por el uso de ladrillo de obra vista y la cerámica policromada, técnica que desarrolló
en la Casa Provincial de Maternidad y Expósitos de Barcelona (1883-1924, con General Guitart);
264 Antoni Maria Gallissà, un arquitecto muy vinculado a las artes decorativas, como se denota en
la casa Llopis Bofill (1902), con una fachada con esgrafiados de motivos islámicos y balcones en
forma de tribunas de hierro y vidrio;265 Salvador Valeri, que recibió la influencia gaudiniana,
especialmente en el uso de la bóveda catalana y el arco parabólico, como se percibe en la torre Sant
Jordi (1908) y la casa Comalat (1909-1911);266 Antoni de Falguera fue discípulo de Puig i
Cadafalch, y evolucionó desde un cierto neorrománico hacia un estilo más sobrio al ser nombrado
arquitecto municipal (mercado del Ninot, 1892-1894; casa de Lactancia, 1906-1913; Conservatorio
Municipal de Música de Barcelona, 1916-1928);267 Jaume Gustà pasó de la austeridad inicial a un
decorativismo de tipo floral, como se ve en la Tenencia de Alcaldía de Hostafrancs, actual
Ayuntamiento de Sants-Montjuïc (1908-1915, con Ubaldo Iranzo);268 Joan Josep Hervàs se movió
en una línea más clasicista, como queda patente en su obra más relevante, la casa Pérez Samanillo,
actual Círculo Ecuestre (1910-1911);269 Salvador Viñals practicó una arquitectura clasicista de
ornamentación modernista, como evidenció en la casa Juncosa (1907-1909);270 Eduard Maria
Balcells otorgó especial relevancia a la vidriería, oficio del que tenía un taller, y que puso en
práctica en la casa Tosquella (1906);271 Manuel Raspall puso especial énfasis en la construcción
con ladrillo, hierro y mosaico, y también diseñó vitrales (casa Barbey, 1900; Villa Hèlius,
1906-1909);272 Alexandre Soler fue discípulo de Domènech i Montaner, al tiempo que recibió
cierta influencia de la arquitectura vienesa, especialmente Otto Wagner (casa Heribert Pons,
1907-1909);273 Jeroni Ferran Granell i Manresa desarrolló una personalidad propia, con
depuración decorativa y un tratamiento plano de las fachadas (casa Granell, 1902-1904; edificios
de las calles Mallorca 219, Roger de Lauria 84, Padua 75 y Gerona 122, todos entre 1900 y 1903);
274 Arnau Calvet recibió la influencia secesionista, evolucionando posteriormente al novecentismo
(Antigua Hidroeléctrica de Cataluña, 1905; estación del Funicular de Vallvidrera, 1905-1906, con
Bonaventura Conill; mercado de Sarrià, 1911-1913, con Marceliano Coquillat);275 similar evolución
a la de Calvet tuvo Josep Maria Pericas, autor de la iglesia del Carmen (1910-1930), que aúna la
influencia gaudiniana y secesionista, así como del expresionismo alemán y la escuela de
Ámsterdam.276
Conviene también mencionar a arquitectos como: Antoni Rovira i Rabassa (casa Codina, 1892;
casa Ramon Casas, 1898-1899); Manuel Comas i Thos (casa Jaume Moysi, 1893-1895; casa Viuda
Marfà, 1901-1905); José Pérez Terraza (casa Francesc Farreras, 1899; torre Ignacio Portabella,
1905); Francisco de Paula del Villar y Carmona (casa Climent Arola, 1900-1902; iglesia de Santa
Madrona, 1916); Bernardí Martorell (monasterio de Santa María de Valldonzella, 1900; casa
Laplana, 1907; convento del Redentor, 1926); Joan Alsina (casa Oller, 1901); Telm Fernández i
Janot (casas Felip, 1901 y 1905-1913); Ferran Romeu i Ribot (casa Roure, 1901-1902); Salvador
Soteras (casa Ibarz Bernat, 1901-1904); Adolf Ruiz i Casamitjana (casa Llorenç Camprubí, 1901;
torre Andreu o “la Rotonda”, 1906-1918); Andreu Audet (Hotel Colón, 1902); Miquel Madorell
(casa Santurce, 1902-1905); Josep Amargós (torre de las aguas de Dos Rius, 1902-1905); Juli
Batllevell (casa Trias, 1903-1906; casa Antonia Burés, 1903-1906; torre Bulart-Rialp, 1906-1907);
Bonaventura Conill (casa Matas i Ramis, 1903); Roc Cot i Cot (casa Antònia Puget, 1904-1906);
Julio María Fossas (casas Josefa Villanueva, 1904-1909; casa Marià Pau, 1907); Miquel Pascual
(casa Josep Barnolas, 1905); Jaume Torres i Grau (casas Torres, 1905-1907; casas Ramos,
1906-1908); Joaquim Codina i Matalí (casa Malagrida, 1905-1908); Juli Marial i Tey (casa Josepa
Marsans, actual albergue de Nuestra Señora de Montserrat, 1906); los hermanos Bonaventura y
Joaquim Bassegoda (casa Berenguer, 1907; casas Rocamora, 1914-1918); Jaume Bayó (casa
Baurier, 1910); Josep Graner (casa Fajol o de la Mariposa, 1912); Antoni Millàs (casa Maldonado,
1913-1914; casa Millàs, 1915); Marceliano Coquillat (casa Josefina Bonet, 1915); y Manuel Sayrach
(casa Sayrach, 1915-1918).
En último lugar es preciso señalar de este período el interés otorgado a los establecimientos
comerciales, donde junto a la estructura arquitectónica cobran un papel esencial las artes
aplicadas, el interiorismo y la decoración. Son buena muestra de ello: el colmado Múrria (1898); el
Bar Torino, decorado por Antoni Gaudí en 1902; la fábrica de pastas alimenticias Antigua Casa
Figueras, decorada en 1902 por el pintor y escenógrafo Antoni Ros i Güell; la farmacia Bolós,
decorada en 1902 por Antoni de Falguera; el restaurante Grill Room, del decorador Ricard de
Campmany (1902); el horno Sarret (1906); la tienda de bellas artes Casa Teixidor, de Manuel
Joaquim Raspall (1909); la confitería Reñé, decorada por Enric Llardent en 1910; la farmacia
Puigoriol, de Marià Pau (1913-1914); y la lencería El Indio, de los decoradores Vilaró y Valls (1922).
277
Siglo ��
El panorama artístico en el siglo �� estuvo condicionado
por la convulsa situación política, con el fin de la
monarquía en 1931 y la llegada de la Segunda República,
finalizada con la Guerra Civil y sustituida por la dictadura
franquista, hasta el restablecimiento de la monarquía y la
llegada de la democracia. Socialmente, este siglo vio la
llegada masiva de inmigración a la ciudad, con el
consecuente aumento de la población: si en 1900 había
530 000 habitantes, en 1930 casi se habían doblado
(1 009 000 hab), para llegar entre 1970 y 1980 al pico Plan Jaussely (1903).
máximo (1 754 900) y a finales de siglo a 1 500 000
habitantes.278
El inicio del siglo �� estuvo marcado por la expansión geográfica de la ciudad: en 1897 Barcelona
se anexionó seis poblaciones limítrofes, hasta entonces independientes: Sants, Les Corts, San
Gervasio de Cassolas, Gracia, San Andrés de Palomar y San Martín de Provensals. Igualmente, en
1904 fue anexionado Horta; en 1921, Sarrià; en 1924, Collblanc y la Zona Franca; y en 1943 El Buen
Pastor y el Baró de Viver, segregados de Santa Coloma de Gramanet.279 La anexión de los nuevos
municipios planteó la necesidad de un plan de enlaces de la ciudad, que salió a concurso público en
1903, resultando ganador el urbanista francés Léon Jaussely: el Plan Jaussely preveía grandes
infraestructuras viarias (paseos de ronda, diagonales, paseos marítimos), parques, enlaces
ferroviarios y áreas de servicios. Aunque solo se realizó parcialmente, inspiró el urbanismo
barcelonés durante gran parte del siglo.280
Novecentismo
El novecentismo supuso un intento de renovación de la cultura catalana acercándola a las
innovaciones producidas en el recién estrenado siglo ��, en paralelo a un ideario político de
reivindicación del catalanismo propugnado por Enric Prat de la Riba. El principal teórico del
movimiento fue Eugeni d'Ors, que desde el diario La Veu de Catalunya escribió una serie de
artículos enalteciendo la labor de los jóvenes creadores
catalanes de principios de siglo. El primero de ellos,
publicado en 1906, supuso el inicio del novecentismo, en
convivencia por unos años con las últimas obras
modernistas, y que perduraría prácticamente hasta los
años 1940, en paralelo al surgimiento de nuevas corrientes
como el racionalismo en los años 1930.281
De esta época conviene mencionar igualmente a arquitectos como: Ignasi Mas i Morell (edificio
David, 1929-1931), Miquel Madorell (Teatro Tívoli, 1917-1919), Arnau Calvet (casa Jorba, 1926),
Francesc Guàrdia i Vial (edificio de la Compañía Arrendataria de Tabacos, actual Delegación de
Hacienda, 1929), Josep Domènech i Mansana (iglesia de Santa Teresa del Niño Jesús, 1932-1940) y
Juan Guardiola (Casa Ferran Guardiola o “Casa China”, 1929). También es de remarcar la
construcción de dos estaciones de ferrocarril: la Estación del Norte (1910-1914), obra de Demetrio
Ribes consistente en una reforma de un anterior edificio de 1861 de Pere Andrés i Puigdoller,
constaba de dos edificios que fueron unidos por Ribes con una estructura en forma de U y
cubiertos por una gran plataforma metálica, con cierta influencia modernista y secesionista;304 y
la Estación de Francia (1925-1930), de Pedro Muguruza, Raimundo Durán Reynals, Salvador
Soteras y Pelayo Martínez, con andenes cubiertos por dos grandes naves de hierro y un vestíbulo de
aspecto clasicista, donde destacan tres bóvedas de casetones.305
Por lo que respecta al urbanismo, la actuación más importante en estos años fue la apertura de la
Vía Layetana, que conectaba el Ensanche con el mar —estaba prevista otra avenida paralela a esta,
así como otra perpendicular, que finalmente no se ejecutaron—. Surgida de un proyecto de reforma
urbana de Àngel Baixeras (Plan de reforma interior de Barcelona, 1884), las obras se realizaron en
1908, con la voluntad de crear una avenida de aspecto uniforme, por lo que la mayoría de edificios
son de aspecto novecentista, con cierta influencia de la Escuela de Chicago.306 También en los
primeros años del siglo se urbanizó la falda del Tibidabo, con una amplia avenida que unía la
avenida de San Gervasio con la montaña, que fue ocupada por casas unifamiliares al estilo de las
ciudades-jardín inglesas.nota 10 Para el transporte se instaló un tranvía en la avenida y un
funicular para ascender a lo alto de la montaña, donde se emplazó el Parque de Atracciones del
Tibidabo.307
De la Sección Internacional destacó el Pabellón de Alemania, de Ludwig Mies van der Rohe, uno de
los mejores ejemplos de la arquitectura de estilo internacional por su pureza formal, su concepción
espacial y su inteligente empleo de estructuras y materiales, que convirtieron a este pabellón en el
paradigma de la arquitectura del siglo ��. De planta rectangular, se elevaba sobre un podio
recubierto de travertino; la cubierta se sostenía sobre columnas cruciformes y muros de carga, con
paredes de distintos materiales. Demolido después de la
Exposición, fue reconstruido entre 1985 y 1987 en su
emplazamiento original por Cristian Cirici, Ignasi de Solà-
Morales y Fernando Ramos, siguiendo los planos dejados
por Mies van der Rohe.310 nota 11
Con motivo de la Exposición se ajardinó buena parte de la montaña de Montjuic, con un proyecto
de Jean-Claude Nicolas Forestier y Nicolás María Rubió y Tudurí, que realizaron un conjunto de
marcado carácter mediterráneo y gusto clasicista, con un estilo de inspiración hispanoárabe como
el que Forestier había desarrollado en el parque de María Luisa de Sevilla: se crearon así los
jardines de Laribal, los de Miramar, y los del Teatre Grec.314
Por último, se mejoraron las comunicaciones de la ciudad, con la construcción en los años 1920 del
Aeropuerto del Prat, la supresión de los pasos a nivel dentro de la ciudad, la mejora de los enlaces
con los barrios periféricos de la ciudad, el soterramiento del tren de Sarrià (Ferrocarriles de la
Generalidad de Cataluña) y la electrificación de los tranvías públicos. También se construyó el
Metro de Barcelona, inaugurado inicialmente en 1924 y ampliado en 1926 con el servicio del Metro
Transversal entre Bordeta y Catalunya (actual L1), que unía el centro de la ciudad con el recinto de
la Exposición. Igualmente, se construyó un funicular para acceder hasta lo alto de la montaña, así
como un teleférico para acceder a la misma desde el Puerto de Barcelona, obra de Carles Buïgas,
aunque fue inaugurado posteriormente, en 1931. Todas estas obras públicas comportaron una
fuerte demanda de empleo, provocando un gran aumento de la inmigración hacia la Ciudad
Condal, proveniente de todas partes de España. Este aumento de población conllevó la
construcción de diversos barrios obreros de «casas baratas», como el Grupo Aunós en Montjuic y
los Grupos Milans del Bosch y Baró de Viver en Besós.316
Palacio del Arte Textil. Palacio de las Diputaciones. Palacio de las Misiones.
Racionalismo
En los años 1930 surgió una fuerte voluntad de acercamiento a las vanguardias arquitectónicas
europeas, donde estaba despuntando el racionalismo, un estilo practicado en el centro de Europa
desde inicios de los años 1920 por arquitectos como Le Corbusier, Ludwig Mies van der Rohe,
Walter Gropius y J.J.P. Oud. Era un estilo que aunaba funcionalidad y estética, dando predominio
al volumen sobre la masa, con formas basadas en el rectángulo y las líneas horizontales, sin ocultar
la estructura del edificio, con paredes lisas y ventanas metálicas, sin recargamiento ornamental.317
En Cataluña, la influencia de la arquitectura internacional
se expresó en dos líneas: un racionalismo más purista
inspirado en Le Corbusier, y un eclecticismo que aceptaba
otras referencias, como el art déco o el expresionismo
alemán, con un especial referente en la Bauhaus.318
Entre sus miembros destacó especialmente Josep Lluís Sert, un arquitecto de fama internacional
que tras la Guerra Civil se estableció en Estados Unidos. Fue discípulo de Le Corbusier, con quien
trabajó en París y al que invitó a visitar la Ciudad Condal en 1928, 1931 y 1932.324 Sus dos
principales obras en Barcelona en estos años fueron la casa Bloc (1932-1936) y el Dispensario
Central Antituberculoso (1934-1938), ambos en colaboración con Torres Clavé y Subirana. La
primera se basa en el proyecto de viviendas à redent de Le Corbusier (1922), y es un conjunto de
viviendas en forma de S, de bloques largos y estrechos con estructura metálica de dos crujías, con
accesos a las viviendas a través de corredores cubiertos;325 el Dispensario presenta dos cuerpos
paralelos dispuestos en forma de L, con un jardín central
que sirve de acceso.326 Sert fue el autor con Luis Lacasa
del Pabellón de la República Española para la Exposición
Internacional de París de 1937, donde se exhibió por
primera vez el Guernica de Picasso, el cual fue
reconstruido en Barcelona en 1992 por Miquel Espinet,
Antoni Ubach y Juan Miguel Hernández León.327
En el ámbito urbano cabe mencionar el Plan Macià (1932-1935), elaborado por Sert y Le Corbusier,
un proyecto que preveía una distribución funcional de la ciudad con un nuevo orden geométrico, a
través de grandes ejes vertebradores como la Gran Vía, la Meridiana y el Paralelo, y con una nueva
fachada marítima definida por rascacielos cartesianos, además de la mejora de equipamientos y
servicios, el fomento de la vivienda pública y la creación de un gran parque y centro de ocio junto al
delta del Llobregat, la llamada Ciudad de Reposo y Vacaciones. El inicio de la Guerra Civil truncó el
proyecto.328 También cabe mencionar que en 1931 se creó el Colegio de Arquitectos de Cataluña,
Aragón, Baleares y Logroño, delimitado en 1933 a Cataluña y Baleares y en 1978 solo a Cataluña;
esta entidad edita desde 1944 la revista Cuadernos de Arquitectura —desde 1981 editada en
catalán como Quaderns—.329
Posguerra
El inicio de la dictadura franquista provocó una ruptura en la integración vanguardista de la
arquitectura catalana, ya que el nuevo régimen apostó por un estilo más academicista. La ausencia
de un programa conceptual llevó a supeditar la obra a la pericia de su autor, si bien el discurso
ideológico imperante fomentó el monumentalismo y el
carácter áulico de las realizaciones del momento. En los
primeros años de posguerra resurgió el estilo novecentista,
con un marcado componente académico, en un estilo
neoclásico influido por el eclecticismo americano y el
neorrenacentismo mediterráneo.330
Grupo R
En los años 1950 hubo una renovación del panorama arquitectónico gracias al Grupo R
(1951-1961),338 un conjunto de arquitectos que conectaron la experiencia del racionalismo y el
GATCPAC con las nuevas corrientes internacionales, como el Neoliberty, el neoempirismo y el
organicismo, con influencia de arquitectos como Alvar Aalto, Oscar Niemeyer, Bruno Zevi y Gio
Ponti.339 Se consideraban a sí mismos posfuncionalistas, partiendo del funcionalismo
racionalista, pero superado sobre la base de criterios humanistas.340 La arquitectura del Grupo R
se fue desmarcando cada vez más del estilo propio del régimen, adquiriendo un matiz
reivindicativo, en que la apuesta por la modernidad se consideraba una oposición al régimen.341
Entre sus miembros iniciales se encontraban José Antonio Coderch, Antoni de Moragas, Josep
Maria Sostres, Manuel Valls, Joaquim Gili, Oriol Bohigas, Josep Martorell y Josep Pratmarsó; en
1953 se dieron de baja Coderch y Valls, al tiempo que ingresaron Manuel Ribas i Piera, Josep
Anton Balcells, Francesc Bassó y Guillermo Giráldez; en 1958 ingresaron Pau Monguió y Francesc
Vayreda.342 Estos arquitectos tomaron una nueva
concienciación debido a la conferencia de Alberto Sartoris
en el Ateneo Barcelonés en 1949, donde pedía la búsqueda
de una nueva arquitectura nacional, la cual fue secundada
por Oriol Bohigas en su artículo Posibilidades de una
arquitectura barcelonesa.343 Sin embargo, con el tiempo
la diversidad de tendencias de estos autores, que se movían
entre el neopopularismo, el neorracionalismo miesiano, el
informalismo y el neofuncionalismo, llevó a la disolución
del grupo.344
Camp Nou (1954-1957), de Lorenzo
García-Barbón, Francesc Mitjans y Josep
En esta generación
Soteras.
destacó José Antonio
Coderch, uno de los
arquitectos españoles de la época con más prestigio internacional.
Influido por Aalto, sus obras muestran un alto grado de
simplicidad y depuración volumétrica, al tiempo que las formas
curvilíneas y articuladas denotan un cierto componente
expresionista.345 Fue un defensor de la arquitectura tradicional
catalana, y mostró una gran preocupación por el interiorismo y la
adaptación al entorno.346 Trabajó asociado con Manuel Valls
desde 1942; en 1960 ingresó en el grupo internacional Team
10.347 Entre sus obras se encuentran: la Cooperativa Obrera La
Maquinista (1951-1953), la casa de la Marina (1952-1954), el
Park Hotel (1950-1954), de edificio de viviendas de la calle de Johann Sebastian Bach 7
Antoni de Moragas. (1957-1961) y la casa Tàpies (1960-1963).
Antoni de Moragas se mostró partidario del diseño industrial frente al trabajo artesanal; trabajó
asociado a Francesc de Riba i Salas: Park Hotel (1950-1954), cine Fémina (1950-1952), edificio de
viviendas de la avenida Vallcarca 125 (1953), casa de los Toros (1960-1962).
Por otro lado, los principales exponentes estos años de un racionalismo de raíces miesianas y
bauhausianas fueron Francesc Mitjans y Francisco Juan Barba Corsini.349 El primero fue autor
del edificio La Colmena (1950-1952), el conjunto Vallmajor de viviendas y Clínica Soler Roig
(1950-1954), el edificio de oficinas CYT (1953-1959), el edificio Tokyo (1954-1957), el Hotel
Barcelona (1955-1962), el edificio Seida (1955-1967, con Josep Soteras) y el edificio de oficinas
Harry Walker (1959). Barba Corsini construyó el edificio Mitre (1959-1964) y los apartamentos de
las buhardillas de la Casa Milà (1955), al estilo de los study houses de Los Ángeles.350
Uno de los miembros más jóvenes, pero que despuntó rápidamente, fue Oriol Bohigas, arquitecto,
crítico, profesor y político,351 defensor de una arquitectura
pragmática y funcional basada en la eficacia y la
rentabilidad, con respeto a la arquitectura tradicional y un
especial valor otorgado a los materiales, como se denota en
su defensa acérrima del ladrillo.352 Trabajó en asociación
con Josep Martorell desde 1951; obras suyas son: el grupo
de viviendas Escorial (1952-1955), el edificio de viviendas
de la calle de Roger de Flor 215 (1954-1958), el edificio de
la calle Pallars 301-319 (1955-1960), la sede de la Mutua
Metalúrgica de Seguros (1955-1959) y el grupo de viviendas
Colegio de Arquitectos de Cataluña y
Milans del Bosch (1962-1964). Baleares (1958-1962), de Xavier
Busquets.
En los años 1950 la arquitectura religiosa se abrió a los nuevos lenguajes arquitectónicos de
vanguardia, siempre respetando su particular idiosincrasia como edificios destinados a la fe.361
Ejemplos de ello serían la iglesia de los Hogares Mundet (1954-1957), de Manuel Baldrich, que
denota la influencia de Alvar Aalto, con decoración de los escultores Josep Maria Subirachs y
Eudald Serra; la iglesia de San Gregorio Taumaturgo (1954-1963), de Bartomeu Llongueras, de
planta circular y fachada clasicista; la iglesia de Santa Cecilia (1957), de Jordi Vidal de Llobatera,
que sorprendió por su nave interior de forma acampanada
y ligeramente inclinada.362
Por otro lado, en 1952 Barcelona acogió el XXXV Congreso Eucarístico Internacional, que permitió
la urbanización de un nuevo barrio conocido como Congrés, con un conjunto de viviendas
proyectado por Josep Soteras, Carles Marquès y Antoni Pineda.365 En 1957 se abrió el primer
tramo del paseo Marítimo, una idea surgida en los años 1920 que aún no se había desarrollado, con
un proyecto de Enric Giralt i Ortet.366 Por otro lado, el déficit de vivienda para acoger a la nueva
inmigración llevó a la promulgación del Plan de Urgencia Social de 1958, que llevó a la
construcción de grandes bloques de viviendas sociales en barrios de la periferia, como la Verneda,
Torre Llobeta, Polvorín, Can Clos, la Trinidad y Verdún.366
Escuela de Barcelona
Entre los años 1960 y 1970 surgió la denominada Escuela
de Barcelona, según la denominación propuesta por Oriol
Bohigas en su artículo Una posible Escuela de Barcelona,
publicado en la revista Arquitectura en 1968. Heredera del
Grupo R, la nueva escuela se inspiró en el neorrealismo
italiano que triunfaba por aquel entonces a nivel
internacional, combinando un lenguaje constructivo
racionalista con la funcionalidad y el diseño.367 La Escuela
de Barcelona revalorizó nuevamente el modernismo, y
puso énfasis en el papel educador y comunicativo de la
Torres Trade (1965-1969), de José
arquitectura, a la cual otorgaban un compromiso social Antonio Coderch y Manuel Valls.
como elemento dinamizador de las estructuras sociales y
urbanas. Asimismo, valoraban el trabajo artesanal y el uso
de materiales tradicionales de la arquitectura catalana, como el ladrillo y la cerámica.368 También
pusieron un especial énfasis en la atención al diseño y el interés por el detalle.369
En esta época la arquitectura religiosa, si bien no tan frecuente como la civil, dio muestras de
voluntad de pervivencia y renovación. El Concilio Vaticano II favoreció el uso de nuevas formas
estilísticas y estructurales, en consonancia con las corrientes internacionales imperantes en el
momento.388 Algunos ejemplos serían: la iglesia de San Odo (1958-1960), de Francesc Salvans y
Emili Bordoy; la iglesia de Santa Tecla (1958), de Josep Soteras; la iglesia de San Medín
(1958-1960), de Jordi Bonet i Armengol; y dos iglesias del grupo Martorell-Bohigas-Mackay: la
parroquia del Redentor de Gracia (1957-1963) y la iglesia de San Sebastián del Verdún (1958,
reconstruida en 1965).389
Transición y democracia
El fin de la dictadura y la llegada de la democracia supusieron una nueva andadura en el panorama
arquitectónico de la ciudad, cada vez más inmersa en las corrientes de vanguardia internacionales.
Los nuevos consistorios socialistas de Narcís Serra y Pasqual Maragall apostaron por el arte y la
arquitectura como señas de identidad de la ciudad, e iniciaron un amplio programa de reformas
urbanísticas, que tuvieron su punto de culminación con la celebración de los Juegos Olímpicos. La
nueva comitencia de carácter público se vio reflejada en el
aumento de equipamientos como escuelas, parques y
jardines, vías y espacios urbanos, centros cívicos,
culturales y deportivos.391
▪ Arquitectura posmoderna: defienden la libre utilización de los estilos históricos, con tendencia
al eclecticismo, desligando el lenguaje arquitectónico de su imagen resultante, los principios
de la apariencia, la construcción de la forma. El principal exponente de esta corriente fue
Ricardo Bofill.394
Esteve Bonell y Francesc Rius fueron autores del Velódromo de Horta (1984), de forma cilíndrica,
con alternancia de paramentos de ladrillo y pilares apantallados, cubiertos por una cornisa en
forma de lámina horizontal; en su acceso se encuentra un «poema visual» de Joan Brossa.401
Jaume Bach y Gabriel Mora han desarrollado un estilo ecléctico y decorativo, con diseños pensados
para la pequeña escala de ámbito doméstico: escuelas de la calle de Garcilaso (1979-1982); reforma
de diversas plazas del distrito de Gracia (Sol, Virreina, Trilla, Diamant y Raspall, 1982-1985);
escuela Josep Maria Jujol (1984-1987); polideportivo de Gracia (1988-1989).402
Los miembros de Studio PER han tenido trayectorias divergentes: Òscar Tusquets y Lluís Clotet
trabajaron juntos hasta 1983, en un estilo ecléctico y manierista (restaurante La Balsa, 1978-1979);
405 posteriormente Tusquets se asoció a Carlos Díaz (ampliación del Palacio de la Música
Catalana, 1985-2004; edificio Núñez Triomf, 1992-1993),406 mientras que Clotet lo hizo con
Ignacio Paricio, iniciando un nuevo estilo clasicista y
monumentalista (remodelación del convento de los Ángeles,
1984-1990; Biblioteca de la UPF, 1989-2000).407 Por su parte,
Cristian Cirici y Josep Bonet han seguido colaborando
(remodelación del Museo de Zoología, 1989),408 aunque también
han realizado obras en solitario: Cirici el Vapor Llull Lofts en el
Pueblo Nuevo (1997);409 Bonet la reforma de la plaza del
Universo (1983-1985).410
Puente de Bac de Roda (1986-1987), de El equipo Elías Torres / José Antonio Martínez Lapeña ha
Santiago Calatrava. desarrollado un estilo conceptual con influencia de la
arquitectura mediterránea tradicional y de arquitectos
como José Antonio Coderch, Federico Correa y Alfons
Milà. 414 Fueron autores de los jardines de Villa Cecilia (1985-1986), con una estructura un tanto
laberíntica, que busca realzar las diversas plazoletas que jalonan el recinto, y con un mobiliario
urbano en el que destacan los bancos, parecidos a grandes patinetes de vivos colores, y las farolas,
con formas semejantes a árboles.415
Otro tándem fue el formado por Albert Viaplana y Helio Piñón, los cuales practicaron una
arquitectura conceptual y minimalista, con tendencia a la desmaterialización y el rigor
compositivo, con geometrías oblicuas y quebradas que les acercaron al deconstructivismo,416 con
influencia de Peter Eisenman.417 Fueron autores de la plaza de los Países Catalanes (1981-1983),
un espacio situado frente a la estación de Sants, resuelto con un pavimento de granito rosa sobre el
que se sitúan una serie de elementos metálicos de diseño más escultórico que arquitectónico, y que
resultó ser el paradigma de la «plaza dura» desarrollada esos años en el urbanismo barcelonés,
aunque en este caso justificado por la presencia subterránea de la estación.418 Otras obras suyas
fueron el Centro de Arte Santa Mónica (1985-1989) y el
Hotel Hilton (1986-1992).
Jordi Garcés y Enric Sòria son defensores de la artisticidad de la arquitectura, por lo que ponen
especial énfasis en la creatividad de sus obras.414 Entre ellas destacan: la reconversión del antiguo
Asilo de Santa Lucía en Museo de la Ciencia (1978-1980), el conjunto residencial Pi i Molist
(1978-1981), el Museo Picasso (1981-1987), el Hotel Plaza (1989-1992) y el ágora Rubió i Balaguer
de la UPF —que incluye la capilla laica diseñada por Antoni Tàpies— (1994).
Con motivo de los Juegos se remodeló también el puerto viejo (Port Vell), con un proyecto de Jordi
Henrich y Olga Tarrasó. El nuevo espacio se dedicó al ocio, con la creación del centro lúdico
Maremàgnum (Helio Piñón, Albert Viaplana, Jordi Mir, Rafael Coll), unido a tierra por la Rambla
de Mar, un puente pivotante diseñado por Piñón y
Viaplana; se encuentran también en este espacio el cine
Imax (Jordi Garcés / Enric Sòria) y el Aquàrium (Esteve y
Robert Terradas). También se construyó el centro de
negocios World Trade Center, de Henry Cobb (Pei, Cobb,
Freed & Partners).441
Piñón y Viaplana, donde destaca el cerramiento del patio con una pared acristalada que en su parte
superior está inflexionada.443 El segundo es un edificio de nueva planta diseñado por Richard
Meier, formado por dos cuerpos conectados por una estructura en forma de cilindro, el mayor de
los cuales presenta una fachada acristalada que da a la calle.444
Cabe destacar por último que con ocasión de los Juegos se amplió notablemente la estructura
viaria de la ciudad, especialmente con la creación de los cinturones de ronda, dispuestos en
circunvalación a lo largo de todo el perímetro urbano. Realizados entre 1989 y 1992, se encargaron
de su planificación general Josep Acebillo, director técnico del Instituto Municipal para la
Promoción Urbanística, y Alfred Morales, coordinador de transportes y circulación del
Ayuntamiento de Barcelona.445 Por otro lado, se hizo una campaña de restauración de fachadas y
monumentos y de adecuación de paredes medianeras, llamada Barcelona ponte guapa
(1986-1992), promovida por Josep Emili Hernández, del área de Patrimonio del Ayuntamiento.446
Balcones de
Barcelona
(1992),
campaña
Barcelona
ponte guapa.
(1997-2000), de Ramon Sanabria y Luis Comerón;455 la reforma del mercado de Santa Catalina
(1997-2004), de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue;456 el conjunto Arcadias (1998-2000), de
Jaume Bach y Gabriel Mora;457 y el edificio Heron City (1999-2001), de Juli Capella.458
Siglo ���
El cambio de siglo no deparó una modificación sustancial en el
devenir de la ciudad, que siguió apostando por la innovación y el
diseño como proyectos de futuro, junto al uso de nuevas
tecnologías y la apuesta por la sostenibilidad medioambiental.
Estilísticamente, la transición de siglo ha estado marcada
nuevamente por el eclecticismo derivado de las teorías
posmodernas, al tiempo que ha cobrado fuerza la influencia de
corrientes internacionales como el high-tech, un estilo basado en
el uso intensivo de la alta tecnología, y el deconstructivismo, una
corriente basada en la geometría no euclidiana y el antilinealismo,
con formas curvas y “blandas” de aspecto aparentemente caótico.
459 Cabe remarcar igualmente la progresiva importancia
La Torre Agbar (2000-2005), obra de Jean Nouvel, es uno de los edificios más emblemáticos
construidos en el nuevo milenio, y ha cambiado significativamente el skyline barcelonés.463 De
estilo high-tech, tiene 145 m de altura y forma de cilindro oval, inspirado según el autor en los
campanarios de la Sagrada Familia de Gaudí. La fachada tiene una doble piel de hormigón y vidrio,
con un conjunto de 4000 dispositivos led de diversos colores que se iluminan por la noche,
creando unos particulares efectos de policromía.464
Por las mismas fechas se construyó la nueva sede de Gas Natural (1999-2006), obra de Enric
Miralles y Benedetta Tagliabue, un edificio descompuesto en cuatro cuerpos: la «torre» es el más
alto, con forma de H compuesta de dos cuerpos de diferente altura; la «ménsula» es un cuerpo
adosado a la torre que actúa de acceso al edificio; el «portaaviones» es un cuerpo en voladizo que
sobresale de la torre central y que aporta horizontalidad al
trazado del conjunto; la «cascada» es un cuerpo bajo de
fachada escalonada que restituye el alzado de las
edificaciones del entorno. Todo el edificio presenta una
cubierta acristalada, cuyo juego de reflejos entre los cuatro
cuerpos genera una imagen un tanto desmaterializada del
conjunto.465
Entre las construcciones de los siguientes años merecen destacarse: el Parque de Investigación
Biomédica (2006), de Manuel Brullet y Alberto de Pineda, un edificio de forma troncocónica con
revestimiento de lamas de madera;473 el hotel Habitat Sky
(2004-2007), de Dominique Perrault, un rascacielos de
120 m de altura compuesto de dos cuerpos verticales, uno
colocado en voladizo sobre el otro;474 el hotel W
Barcelona —también conocido como Hotel Vela— (2009),
de Ricardo Bofill, un edificio de 99 m de altura con forma
de vela de barco, con fachada de muro cortina acristalado;
475 el edificio de la sede de la Comisión del Mercado de
Chipperfield y Fermín Vázquez Huarte-Mendicoa; el edificio Suites Avenue (2009), de Toyoo Itō;
el Instituto de Microcirugía Ocular (2009), de Josep Llinàs;486 el edificio Blau (2009), de Antoni
de Moragas, Eva Mercader Oliver y Susanna Itarte Rubió;487 el Banco de sangre (2006-2010), de
Joan Sabaté Picasó, Àlex Cazurra Basté y Horacio Espeche Sotailo;488 el Centro Cívico de Can
Travi (2008-2010), de Sergi Serrat, Ginés Egea y Cristina García;489 la sede de GAES
(2008-2010), de Jorge Mestre e Iván Bercedo; la reconversión de la plaza de toros de las Arenas en
centro comercial (2005-2011), a cargo de Richard Rogers; la sede de Bassat (2010-2011), de Alexa
Plasencia, Antonio Buendía y Albert Arraut;490 el edificio Distrito 38 (2011), de Arata Isozaki,
Alejandro Zaera y Farshid Moussavi;491 el edificio Vodafone (2012), de Dominique Perrault;492 y
el edificio Antares (2020), de Odile Decq.493
Por otro lado, la crisis económica iniciada en 2008 paralizó numerosos proyectos arquitectónicos,
algunos tan emblemáticos como la Torre La Sagrera, de Frank Gehry, o la Torre Espiral, de Zaha
Hadid, poniendo punto final a unos años de edificación en la ciudad de magnos proyectos
encargados a autores de fama internacional.494
En 2022 se inauguró el edificio Cirerers, el edificio de madera más alto de España, obra de la
cooperativa de arquitectos Celobert, un proyecto sostenible basado en un sistema de construcción
industrializada en madera contralaminada.495
El urbanismo del nuevo milenio ha reforzado la estructura de retícula polinuclear impulsada desde
los años 1990, lo que ha favorecido la aparición de nuevos núcleos urbanos como el Fórum, el 22@
y La Sagrera.498 Actualmente se está remodelando la plaza de las Glorias Catalanas, un
importante eje viario donde está prevista la soterración del tránsito automovilístico y la
recuperación del terreno para uso público.499
Las comunicaciones han mejorado con la llegada de la alta velocidad, que une la capital catalana
con Madrid y con París; se han ampliado el puerto y el aeropuerto del Prat, con el objetivo de
convertir a Barcelona en el centro logístico del sur de Europa. También se ha ampliado la red de
metro, con la prolongación de varias líneas (3 y 5), y la creación de algunas nuevas (línea 9, 10 y
11), algunas de ellas totalmente automatizadas. En 2012 se inició una reordenación de la red de
autobuses en forma ortogonal, para crear una red de autobús de tránsito rápido.500 También está
prevista la construcción de un nuevo cinturón de ronda para mejorar las comunicaciones del área
metropolitana.
Parque de Diagonal Centro de Biblioteca Jaume Parque de
Mar (1999-2002), de Convenciones Fuster (2001-2004), de Investigación
Enric Miralles y Internacionales de Josep Llinàs. Biomédica (2006), de
Benedetta Tagliabue. Barcelona (2000-2004), Manuel Brullet y Alberto
de Josep Lluís Mateo. de Pineda.
Véase también
▪ Arte de Cataluña
▪ Historia de Barcelona
▪ Urbanismo de Barcelona
▪ Distritos de Barcelona
▪ Antiguos municipios de Barcelona
▪ Agregaciones municipales de Barcelona
▪ Arte público de Barcelona
▪ Arte urbano de Barcelona
▪ Mobiliario urbano de Barcelona
Placa al ganador del Concurso anual de
▪ Fuentes de Barcelona edificios artísticos del año 1903, edificio
▪ Parques y jardines de Barcelona de La Caixa de la plaza de San Jaime,
▪ Odonimia de Barcelona obra de Augusto Font Carreras.
▪ Modernismo catalán
▪ Arquitectura de España
▪ Arquitectura de Madrid
▪ Concurso anual de edificios artísticos (Barcelona)
▪ Premio FAD
▪ Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe
▪ Anexo:Basílicas de Barcelona
▪ Anexo:Rascacielos en Barcelona
▪ Anexo:Edificios más altos del área metropolitana de Barcelona
▪ Patrimonio de la Humanidad en Cataluña
▪ Bienes de interés cultural de la comarca del Barcelonés
▪ Manzana de la discordia
Notas
1. Su nombre completo era Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino.(Barral i Altet et al.,
Jornet, p. 44)
2. Algunos ejemplos serían: el túmulo en honor del obispo Rafael de Rovirola (1609), el de
Margarita de Austria-Estiria (1612), el de Felipe III (1621), el de María Luisa de Orléans (1689),
el de Mariana de Austria (1696), el de Carlos II (1700), el de Luis XIV (1715), el de María
Amalia de Sajonia (1761), el del cardenal Juan Tomás de Boxadors (1781), el de Carlos III
(1789) o el del conde de Lacy (1793).(Triadó y Barral i Altet, 1999, p. 88-134)
3. Llamada San Agustín Nuevo para distinguirla de la iglesia del antiguo convento de San
Agustín, llamado también a veces San Agustín Viejo.
4. Aparecen los siguientes edificios: 1- ex-puertas del mar, 2- Aduana, 3- Fuente de la Aduana, 4-
Jardín del General, 5- Palacio Real, 6- Casa Lonja, 7- Casa Xifré, 8- Iglesia de la Merced, 9-
Palacio del Capitán General, 10- Plaza del Duque de Medinaceli, 11- Puerta de la Paz, 12-
Fuerte de Atarazanas, 13- antigua fundición de cañones, 14- Casa March de Reus, 15- Iglesia
de Santa Mónica, 16- Puerta de Santa Madrona, 17- Cárcel, 18- Colegio de los PP. Escolapios,
19- Puerta de San Antonio, 20- Iglesia de San Antonio Abad, 21- Plaza del Padró, 22- Casa de
Caridad, 23- Puerta de Isabel II, 24- Colegio del Obispo, 25- Casa del marqués de Moya, 26-
Iglesia de Belén, 27- Palacio del Virrey del Perú, 28- Plaza de San José, 29- Patio del Hospital,
30- Teatro Principal, 31- Fuente de la plaza del Teatro, 32- Liceo de Isabel II, 33- Iglesia del
Pino, 34- Iglesia de San Jaime, 35- Casas consistoriales, 36- Diputación provincial, 37- Interior
de la Catedral, 38- Palacio del Obispo, 39- Santa Marta, 40- Santa María, 41- Paseo de San
Juan, 42- ex-puerta Nueva, 43- San Pedro, 44- ex-puerta del Ángel, 45- Torres de Canaletas,
46- Paseo de Gracia, 47- Cementerio, 48- Plaza de Toros.(AA.VV., 1995, p. 18)
5. La construcción de edificios estuvo en manos hasta prácticamente el siglo ��� de los llamados
«maestros de obras», organizados de forma gremial y cuya formación se basaba en el
aprendizaje del oficio de forma eminentemente práctica. En Barcelona estaban agrupados en
la Cofradía de los Maestros de Casas y Canteros, una organización gremial de origen medieval
que aunaba el aspecto profesional con el religioso, bajo la advocación de los santos Pedro y
Pablo. Para llegar a ser maestro de obras había que pasar un examen promovido por el
gremio, tras pasar por los grados de aprendiz y oficial. La cofradía se regulaba a través del
Llibre de ordinations de la Confraria dels Mestres de Cases y Molers de la pnt. Ciutat,
redactado entre los siglos ��� y ���� y conservado en el Archivo Histórico de la Ciudad. Este
reglamento trataba todos los aspectos relacionados con el oficio, así como cuestiones
caritativas y asistenciales entre cofrades.165 En 1817, una Real Orden promulgada por
Fernando VII especificaba que los maestros de obras solo podían construir edificios comunes,
pero no públicos o eclesiásticos.166 La organización gremial fue dando paso paulatinamente a
la formación reglada de tipo académico, a través de la cual se obtenía la certificación del título
de arquitecto. Durante el siglo ����� esta titulación solo se podía obtener en la Academia de San
Fernando de Madrid, y desde 1814 en la de San Carlos de Valencia. Los intentos de fundar
una institución semejante en Barcelona fueron baldíos por un tiempo, debido a la resistencia
tanto de estas academias como de las asociaciones gremiales. El primer intento fue a
principios del siglo ��� en la Escuela de la Lonja, gracias al patrocinio de la Junta de Comercio.
En 1817 se creó en esta escuela una clase de arquitectura sin estructura académica, por lo
que los estudios debían ser convalidados en Madrid o Valencia. Esta clase estuvo dirigida por
Antoni Cellers, en dos períodos comprendidos entre 1817-1825 y 1826-1835, y por Josep
Casademunt entre 1835 y 1850.167 Tras la desaparición de esta clase en la Lonja tomó el
relevo de la formación arquitectónica la Escuela de Maestros de Obras, que pasó por diversas
etapas bajo distintos nombres: Escuela de Maestros de Obras y Directores de Caminos
Vecinales (1850-1855), Escuela de Agrimensores y Aparejadores (1855-1859) y Escuela
especial de Maestros de Obras (1859-1870).168 Por fin, en 1871 se creó la Escuela Provincial
de Arquitectura de Barcelona, dirigida en primer lugar por Elías Rogent, que ya podía expedir
títulos académicos.169
6. El modernismo recibió diversos nombres según el lugar de procedencia: Art Nouveau en
Francia, Modern Style en Reino Unido, Jugendstil en Alemania, Sezession en Austria, Liberty
en Italia, etc.(Chilvers, 2007, p. 61)
7. Según Josep Francesc Ràfols, el modernismo catalán se situaría entre la exposición de
Ramon Casas, Santiago Rusiñol y Enric Clarasó celebrada en 1890 y la muerte de Isidre
Nonell en 1911, en el terreno artístico; desde la bomba del Liceo (1893) hasta la Semana
Trágica (1909) en el ámbito político; y entre la Exposición Universal de 1888 y la fundación del
Institut d'Estudis Catalans en 1907, a nivel social.(Miralles, 2008, p. 8)
8. Por su artículo En busca de una arquitectura nacional, publicado en 1879 en la revista La
Renaixença.(Huertas, Capilla y Maspoch, 2005, p. 118)
9. En 1926 propuso con el texto El problema de los espacios libres —presentado en el XI
Congreso Nacional de Arquitectos— la colocación de una serie de espacios verdes en forma
de semicírculos concéntricos entre los ríos Besós y Llobregat, a todo lo largo de la sierra de
Collserola, con pequeños enclaves en la parte interior de la ciudad al estilo de los squares
londinenses; el proyecto no fue ejecutado, excepto en pequeñas porciones.(AA.VV., 2001,
p. 66-67)
10. Las teorías de Ebenezer Howard sobre las ciudades-jardín fueron introducidas en Cataluña por
Cebrià de Montoliu en 1912 con la fundación de la Sociedad Cívica de la Ciudad-Jardín.
(Montaner, 2005, p. 64)
11. El edificio acoge actualmente la Fundación Mies van der Rohe, la cual coordina el DoCoMoMo
(Asociación Internacional para la documentación y la conservación de la arquitectura del
Movimiento moderno) y organiza el Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe
junto a la Unión Europea.(Midant, 2004, p. 321)
12. En primer lugar se denominó GCATSPAC (Grupo Catalán de Arquitectos Técnicos para la
Solución de Problemas de la Arquitectura Contemporánea), creado en 1930 por Josep Lluís
Sert, Sixt Illescas, Germán Rodríguez Arias, Ricardo de Churruca y Francesc Fàbregas. En
septiembre de 1930 participaron en la exposición del Ateneo Guipuzcoano de San Sebastián
de la que surgió el GATEPAC, en el que se integraron como Grupo Este o GATCPAC.(Miralles,
2001, p. 136)
Referencias
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