AZZERBONI DELIA, HARF RUTH: LA COMUNICACIÓN Y LA INFORMACIÓN EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS
Los términos comunicación e información son conceptos “asociados” entre sí pero no son sinónimos.
La información implica la transmisión de conocimientos estructurados, generalmente remite a un emisor activo y en
un solo sentido. La comunicación implica un intercambio de información destinado a cambiar el comportamiento del
otro, remite a relaciones interactivas con reciprocidad.
Cuando hablamos de comunicación ponemos el acento en la idea de relaciones vinculares entre personas, y los
problemas que surgen a partir de dichas interacciones en la institución.
Cuando hablamos de información, en cambio, ponemos el acento en dos aspectos: cómo podemos dar a la
información la “forma” más adecuada a nuestros propósitos y cómo podemos hacer para asegurar que la
distribución sea lo más adecuada posible.
Existe una concepción tradicional acerca de la comunicación que involucra términos como: emisor, receptor, canal,
mensaje, interferencia y ruido. Actualmente la Teoría de la Comunicación deja en claro que dicho concepto ha ido
variando. Repensar y romper con la concepción tradicional es comenzar a entender realmente a la comunicación
como un sistema. No somos emisores en el momento de emitir el mensaje o receptores en el momento de recibirlo:
todos somos al mismo tiempo y constantemente emisores y receptores.
Comunicación es etimológicamente hacer común algo. Esta caracterización nos indica que ese algo pasa a ser de
ambos, o de varios, o de muchos: ese algo lo puedo compartir. Por ello, se sostiene que la comunicación es el
proceso por el cual la institución se nos hace común a todos.
La comunicación como sistema
La comunicación es una variable que atraviesa a la institución. Si es un sistema, si es una variable constante,
podemos afirmar que dicho sistema, dicha variable preexiste, coexiste y post existe a nosotros. Nuestra “entrada”
produce cambios en el sistema dinámico de la comunicación. No “iniciamos” el proceso de comunicación, en todo
caso iniciamos nuestra intervención en dicho sistema.
La comunicación es un sistema de interacción, por lo tanto no es lineal, va en ambas direcciones. El principio de
“feedback” permite sostener este principio. Algunas características de la idea de sistema:
Está constituida por partes y relaciones entre ellas: Cada uno es parte de este sistema. Cada uno se vincula con
otros.
Implica una totalidad, no la suma de las partes: existen múltiples incidencias que este vínculo tiene en la
institución en su conjunto.
Se construyen redes de comunicación: existen subsistemas dentro de un sistema mayor, es decir quiebres entre
estamentos, turnos, niveles etc.
Puede ser abierta o cerrada: hay distintas modalidades de relación con el “exterior” así como también dentro de
la institución.
Es un proceso interactivo: es un sistema no lineal, sino circular, conformado de acciones y de relaciones
continuas.
Se registra una interesante existencia de mecanismos de autorregulación: el sistema pone en marcha estos
mecanismos cuando el equilibrio se ve amenazado.
La comunicación como relación interpersonal
La comunicación es un proceso interactivo; implica interacciones mutuas, recursos y motivaciones diversas para
interpretar y emitir ideas, es decir que es un proceso intersubjetivo.
La comunicación como interacción social implica la necesidad de tomar en consideración las características propias y
ajenas de las personas y contextos, para alcanzar las metas propuestas.
Comunicación: visión emotivo-afectiva
Comprendida a través de los intercambios verbales, una parte de su significación no puede ser captada a través de la
observación, ya que se desarrolla en el ámbito de las emociones. Las vivencias, lo imaginario que provoca el contacto
con otros sujetos y los diferentes contextos, generan en cada uno interpelaciones diferentes, a pesar de participar de
una situación común.
Comunicación y relaciones institucionales
La comunicación como herramienta visibiliza las tareas dentro de la organización, al permitir a sus integrantes la
comprensión de su rol dentro de ella y desempeñarse de acuerdo con esa comprensión.
La comunicación aparece como un medio y como un fin en tanto es el elemento que posibilita y dinamiza los
procesos de gestión institucional.
Se dice que quien realiza una eficaz comunicación realiza una gestión competente; sin duda el tipo de comunicación
que circula por la institución perfila el tipo de conducción, y la identidad institucional y sus características resultan
producidas por los significados de los mensajes transmitidos.
El volumen y el contenido de la información que se intercambia en las instituciones recibe la influencia de diversos
factores:
1. relacionados con la tarea, osea operativos
2. vinculados con las características de las estructuras organizativas y su nivel de jerarquización, o sea
organizativos
3. de las estrategias desarrolladas por los actores por los actores en función de su status, normas, ideología
acerca de la autoridad, o sea sociológicos
4. de las perspectivas y actitudes de los actores, o sea psicológicos
Las estrategias de poder que desarrollan actores o grupos son sumamente fuerte y muchas veces determinan el tipo
de institución y su clima organizacional.
Canales de comunicación
Canal formal ascendente: Está constituido por aquella información que sube de estamentos inferiores a los
superiores. Permite a la conducción obtener información acerca de la marcha de las acciones y contribuye a la toma
de decisiones. Puede también ser horizontal entre miembros de la misma jerarquía, con un predominio de lo
informal sobre lo formal. La intención es formalizar, institucionalizar, hacer común. Está constituido por la carpeta
didáctica, informes de reuniones con padres, etc.
Canal formal descendente: Porta órdenes e indicaciones de qué realizar, cómo hacerlo, porqué y para qué llevarlo a
cabo. Debe ser detallada, cuidada y específica. De sesgo prioritariamente autoritario, puede generar tensiones si es
la única línea de comunicación. No está demasiado bien visto, por ser el canal preferido para “bajar órdenes”
arbitrarias, injustas o fuera de lugar.
Sin embargo, este canal es esencial para que las informaciones circulen de un modo especial. Tiene como función
legitimar la información, ayuda a “hacer común”, formaliza e institucionaliza la información que circula.
Se lo puede emplear de un modo más o menos democrático y participativo, y ello no depende del canal sino de las
personas que lo emplean.
Comunicación informal: Esta forma de comunicación es más espontánea, más rápida, naturalmente menos
restrictiva y además incorpora aspectos afectivos y sentimentales. Es muy importante para lograr flexibilidad y
cambios organizacionales y para movilizar las reales de sus miembros.
Los directivos apelan a veces al canal informal como estrategia de distribución, pero debe tenerse en cuenta que
cuando la información es institucional y se considera que debe llegar a todos, puede ser transmitida primero
informalmente, pero luego debe pasar a una instancia formal.
Canal informal positivo: Es informal porque no emplea modalidades que forman parte de la organización
institucional: papeles, carpetas, reuniones, entrevistas. Más bien se da en reuniones informales: sala de maestros, en
una conversación circunstancial. Es positivo porque tiene por intención, explícita o implícita, intercambiar
información que hace a la tarea institucional. Su carácter de informalidad es el que permite que sea a menudo, un
verdadero “semillero” de ideas.
Canal informal negativo: Su propósito no está puesto en el logro de las metas institucionales, sino en la obtención
de ventajas sobre personas o grupos con los que existe un enfrentamiento.
Canal informal negativo liviano: Son “chismes”, que si bien no entran en la categoría de información positiva, en
general quien los emite no desea dañar realmente a la o las personas que son “tema” del chisme.
Canal informal negativo pesado: Es el rumor, cuya intención es de dañar la tarea o reputación de otra u otras
personas. No importa si el contenido es verdadero o falso. El que sea anónimo, expresa claramente que el autor del
rumor le faltan fundamentos o coraje para dar la cara.
La comunicación adecuada refleja vínculos interpersonales adecuados
Sabemos que la comunicación conlleva la idea de diálogo
Dialogamos ya sea con palabras, gestos o silencios.
Tener una actitud dialógica significa tener o procurar desarrollar la capacidad de escuchar al otro.
Escuchar al otro, es que cada uno escuche. No debe tomarse de modo unilateral, especialmente en situaciones
de orden jerárquico.
“Permitir” que el otro “participe” en el diálogo, no es sinónimo de aceptación y conformación de lo que se dice.
La actitud dialógica no implica eliminar el debate ni la discusión
La actitud dialógica es una condición esencial para sostener una conducción más o menos democrática. Un
director o coordinador debe estar también dispuesto a cuestionarse a sí mismo.
Modalizar el discurso
Significa el esfuerzo por poner más el acento en lo que se quiere que la otra parte comprenda, escuche, reciba y no
tanto en lo que uno quiere decir.
Comunicar es ejercer influencia
La comunicación tiene como finalidad esencial el ejercer influencia sobre el otro, tratar de producir modificaciones
en él, en cuanto a saberes, a actitudes con respecto a nosotros u otras personas y acontecimientos.
Los procesos de influencia se vinculan con los cambios de opiniones, de actitudes y de conducta que un individuo o
grupo genera en otros. Están vinculados con la interacción. Por ello, conflicto, poder y negociación constituyen un
entramando relativo a la influencia social y por ende, a los procesos que se desarrollan en una institución educativa.
Dichas interacciones institucionales pueden:
reducir diferencias
imponer idénticas visiones
alcanzar metas comunes y avanzar hacia nuevas metas
Pueden advertirse comportamientos de resistencia a la influencia, como expresión de miedo a la pérdida de
independencia y también como reacción al conformismo.
¿Cómo se hace para escuchar activamente?
Escuchar es una tarea activa, requiere concentración y motivación y se efectúa por pequeñas fracciones de tiempo,
entre las cuales, quien escucha va realizando asociaciones, le aparecen imágenes de distinto tipo, recuerdos e ideas
que se le ocurren como consecuencia de lo que escucha.
Rasgos de la escucha activa (observables en el interlocutor)
La mirada atenta sobre quien habla.
No se dan respuestas automáticas, sino en concordancia con lo que se viene desarrollando
Se escucha con los dos oídos: quien lo hace con uno solo, tiene el otro en su propio interior esperando para
hablar y decir lo que él está pensando.
No termina las oraciones del interlocutor, sino que espera que termine de hablar y decir lo que tiene en su
cabeza.
Responde tanto verbal como corporalmente.
¿Qué información circula en la institución educativa?
1- Hay información “elaborada” que debe circular en una institución: normativas, descripciones de situaciones
varias, resultados de evaluaciones, de alumnos y docentes etc.
Esta información tiene por objeto permitir que el funcionamiento de la institución sea lo más orgánico
posible.
Puede venir de fuentes extrainstitucionales o intrainstitucionales.
Emplea casi siempre lenguajes formalizados.
De preferencia, tiene sostén escrito.
Habitualmente, requiere notificación de su recepción.
2- También circula información producida a partir de la construcción de conocimientos que la misma institución
realiza. Se construyen conocimientos desde la comprensión de que la transmisión de conocimientos tiene como
premisa esencial la construcción de significados. Cada “constructor” de significados le otorgará a la información
recibida significado a partir de sus propios marcos de significación, esquemas individuales e institucionales, que
les permite interpretar y actuar sobre todo tipo de información.
Responsabilidad de los actores institucionales
En una institución, no solo es cuestión de que la información sea recibida, sino de que sea interpretada y entendida
adecuadamente, que permita a los miembros de la institución actuar para el logro de las metas institucionales.
Existe a veces una relación entre rol e información asentada sobre las bases del poder: no dar o no obtener
información.
“Nadie puede hacer más que aquello para lo cual posee información”, es decir: brindar la formación necesaria es
permitir actuar al otro; retener información pertinente es impedir actuar al otro.
Referirnos a la circulación y distribución de información nos lleva a distinguir distintos tipos de información:
Información reservada: Es información que no se le puede brindar a cualquier persona en cualquier momento. Es
aquella que no corresponde que alguien posea, por el rol que ocupa, o porque no le es necesaria para el desempeño
de su actividad. Si este tipo de información se da, perturba la marcha institucional.
La idea de información reservada está en relación con la salud institucional. El directivo decide cuándo, a quién y
cómo dar una determinada información.
Información ocultada: La información que se oculta se transforma en elemento de poder: se la oculta por algo y
para algo. El ocultamiento de información tiene como fin impedir el desempeño adecuado de alguna persona, grupo
o entidad. Es boicotear la tarea del otro. Es éticamente perversa pero factible de aparecer en cualquier momento.
Información contradictoria: Son aquellos mensajes que implican a la vez una intención y su opuesto. Promueven la
rebeldía, el desánimo y por ende la baja autoestima y desinterés por la tarea, tanto como el enojo y la disminución
de la autoridad de quien emite tales tipos de mensajes.
Desinformación: La desinformación no significa información falsa, sino engañosa, equivocada, irrelevante,
fragmentada o superficial, información que crea la ilusión de que sabemos algo pero que de hecho no aporta
conocimiento. Ésta genera conflictos, tensión e incremento de la agresión.
Política de comunicación en las escuelas
El diseño de una política de comunicación en las escuelas permitirá hacer que aquello que aparentemente funciona
bien, pueda funcionar mejor. Por eso se debe pensar, plantear y ejecutar una política de comunicación. Se sugiere
seguir los siguientes pasos:
A- Diagnosticar la situación en que los procesos de comunicación se han desarrollado hasta la actualidad. Para eso
se tendrán en cuenta dos cuestiones:
El análisis de la información circulante
La idoneidad de dicha información a través de, por ejemplo, la observación participativa, las opiniones de
actores relevantes y confiables de la escuela, la observación de grupos y el grado de interpretación que
tienen de la información, encuestas a grupos representativos, análisis de documentos escritos.
B- Planificar medidas correctivas a través de recursos, actores y procedimientos que garanticen la efectividad de la
comunicación, faciliten la superación de obstáculos y eviten las comunicaciones inadecuadas. una vez realizado
el diagnóstico, las ideas centrales serán:
Aprovechar lo que se está haciendo bien y mejorarlo con poco esfuerzo.
Determinar con claridad cuáles son los mensajes importantes, definir en qué orden se irá dando esa
información y con que procedimientos.
Priorizar aquello que garantiza resultados.
Seleccionar los dispositivos más adecuados que se irá usando según sus objetivos de comunicación.
C- Poner en marcha y en práctica una política de comunicación resuelta por el equipo de conducción pero que
implique a todos los actores institucionales. Una vez resuelto el plan de comunicación:
Sea consecuente con él.
Evalúe periódicamente la efectividad de lo implementado.
Encuentre nuevas alternativas.
Recuerde que los instrumentos o recursos que use para diagnosticar, también le podrán ser útiles para ir
evaluando su plan o política de comunicación.