Serie: “Encontrando nuestro lugar en las profecías” – Parte 4
LOS TRES DESPERTARES PROFETIZADOS PARA LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
“Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,
en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia”. Habacuc 3:2
A. Dios comenzó una obra que va a perfeccionar hasta el día de Jesucristo. En la historia hay momentos
en los que Dios “aviva esta obra”, incrementando y acelerando los procesos. A estos “movimientos
proféticos” que Dios realiza en la tierra los llamamos “avivamientos”. El profeta Habacuc entendió las
profecías, pero estas lo llevaron a un clamor: HAZLO AHORA, EJECUTA TUS PLANES EN NUESTRA
GENERACIÓN.
B. Hay temporadas cuando lo que está escrito en la profecía bíblica se hace manifiesto en la tierra de
forma evidente. Estos “momentums” son precedidos por distintos despertares en el corazón de personas
claves. Deben confluir ciertas características en una generación para que el cielo invada la tierra acelerando
los planes divinos.
C. Hay tres despertares o elementos que Dios produce en una generación cuando desea avivar su
obra en un tiempo específico:
• UN DESPERTAR A LA PROFECÍA ESCRITA
• UN DESPERTAR A LA ORACIÓN Y ACCIÓN PROFÉTICA
• UN DESPERTAR AL CUMPLIMIENTO PROFÉTICO
o Cuando una profecía bíblica se encuentra con una oración y acciones proféticas, se produce una
combustión espiritual que manifiesta el avance del plan de Dios en la tierra.
TRES DESPERTARES QUE PRODUCEN EL CUMPLIMIENTO DE PROFECÍAS:
1. UN DESPERTAR A LA PROFECÍA ESCRITA
A. Una profecía es la información que Dios nos da acerca de cómo va a librarnos de nuestros
errores, pecados y crisis en el futuro (por ejemplo: Pedro, me vas a negar antes que cante el gallo,
pero luego vuelve a confirmar a tus hermanos, porque te voy a restaurar y aún tengo un plan contigo).
El poder de lo profético es revelarnos el conflicto, y otorgarnos el plan para resolverlo y salir
victoriosos. Antes que caigamos Dios ya había provisto para nuestra restauración. Fuimos
perdonados antes de pecar, el Cordero fue inmolado desde la fundación del mundo (Ap. 13:8).
La Cruz es la mayor profecía donde tenemos que encontrar nuestra parte.
B. Las maldiciones que vivimos en la tierra (esclavitud, exilio y opresión satánica) se cortan con
un plan profético que fue escrito de antemano. Por eso, la restauración de Israel es una profecía;
la venida de un Salvador que expíe el pecado del hombre, es una profecía; la purificación de la Iglesia
al final de la era a través de tribulación, es una profecía; la restauración de la tierra en el milenio, es
una profecía; la venida de un Rey justo para terminar con toda injusticia y restaurar todas las cosas,
es una profecía. Menospreciar las profecías apaga el espíritu, pero valorarlas aviva la obra de Dios en
medio de los tiempos. Darle relevancia a las profecías establece un escenario donde la liberación de Dios
puede manifestarse.
C. Una de las profecías escritas más importante para entender los últimos tiempos, según Jesús,
es DANIEL (Mt. 24:15). El libro de Daniel es relevante para la Iglesia de los últimos tiempos, no solo
porque contiene información clave sobre las dinámicas previas a la segunda venida de Cristo, sino
porque revela un modelo de estilo de vida y patrón clave para ver las profecías activadas en nuestra
generación, mientras esperamos el retorno del Rey (una generación que no se contamina con la
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comida de Babilonia, que no bebe el vino de Babilonia, jóvenes que no se postran ante los ídolos de esta
generación, personas dispuestas a sufrir en un horno de fuego o foso de leones por lealtad a Dios, gente
comprometida con el ayuno y la oración, dones espirituales para revelar misterios, reyes paganos
postrándose ante Dios por el testimonio de simples seguidores de Dios, etc.).
D. El despertar del tiempo de Daniel es fruto de profecías que habían sido dichas y escritas.
Jeremías había profetizado que, luego de 70 años, Dios traería libertad al pueblo.
“10 Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré,
y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar (PROFECÍA ESCRITA).
11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz,
y no de mal, para daros el fin que esperáis. 12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí,
y yo os oiré; 13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón (ORACIÓN Y
ACCIÓN PROFÉTICA)14 Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad,
y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver
al lugar de donde os hice llevar (ACCIÓN PROFÉTICA)”. Jeremías 29:10-14
E. Daniel encuentra su lugar en las profecías. A sus 80s procuró una respuesta bíblica a la
situación que vivía su nación. Conectó las profecías con sus días.
“En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey
sobre el reino de los caldeos, 2 en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros
el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse
las desolaciones de Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro a Dios el Señor,
buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza”. Daniel 9:1-3
F. No podemos ser parte del plan de Dios si no se nos abren las profecías. Hasta que no logramos
conectar lo que está pasando en la tierra con las profecías, no podemos avanzar en su plan.
Necesitamos que Dios despierte esta generación a las Escrituras.
¿Cómo activó Jesús a los discípulos de la Iglesia primitiva?
“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras
lo que de él decían”. Lucas 24:27
“31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; más él se desapareció de su vista.
32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino,
y cuando nos abría las Escrituras?” Lucas 24:31-32
“Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario
que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras”. Lucas 24:44-45
G. Necesitamos estudiar las profecías hasta que nos arda el corazón y se active la intercesión.
Necesitamos interceder hasta que se despierte nuestro corazón en acción y nos veamos
colaborando prácticamente con el plan de Dios para nuestra generación.
2. DESPERTAR A LA ORACIÓN Y ACCIÓN PROFÉTICA
A. La oración profética es cuando clamamos parados en profecías que fueron dichas, con la
convicción de que veremos el cumplimiento de lo que Dios estableció. Si Él lo dijo, Él lo hará.
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¡Clamamos hasta ver suceder lo que Dios dijo! La oración de Daniel sobre las profecías trajo
respuesta divina.
“20 Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel,
y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios; 21 aún estaba hablando
en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza,
vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde. 22 Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo:
Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento”. Daniel 9:20-22
B. No solo Jeremías había profetizado esto 70 años antes, sino que 200 años antes Isaías había
dicho que Dios levantaría un rey Persa que sería usado para que Israel sea restaurado en su
tierra.
“26 Yo, el que despierta la palabra de su siervo, y cumple el consejo de sus mensajeros; que dice a Jerusalén:
Serás habitada; y a las ciudades de Judá: Reconstruidas serán, y sus ruinas reedificaré; 27 que dice
a las profundidades: Secaos, y tus ríos haré secar; 28 que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo
lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado”. Isaías 44:26-28
“1 Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él
y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán: 2 Yo iré delante de ti,
y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos;
3 y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová,
el Dios de Israel, que te pongo nombre. 4 Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido,
te llamé por tu nombre; te puse sobrenombre, aunque no me conociste. 5 Yo soy Jehová, y ninguno más hay;
no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, 6 para que se sepa desde el nacimiento del sol,
y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, 7 que formo la luz y creo
las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto”. Isaías 45:1-7
C. Al encontrar Daniel su lugar en las profecías y responder con fe y clamor, se activan los
movimientos de Dios en la tierra: Dios despierta el espíritu de Ciro y el plan de restauración se
pone en marcha.
“En el primer año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca
de Jeremías, despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo pregonar de palabra y también
por escrito por todo su reino, diciendo: 2 Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos
me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén,
que está en Judá. 3 Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá,
y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en Jerusalén. 4 Y a todo el que haya quedado,
en cualquier lugar donde more, ayúdenle los hombres de su lugar con plata, oro, bienes y ganados,
además de ofrendas voluntarias para la casa de Dios, la cual está en Jerusalén”. Esdras 1:1-4
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Las profecías de Isaías 200 años antes, y las de Jeremías 70 años antes, se encontraron con la
oración de Daniel (Dn. 9) y produjeron una respuesta celestial que hizo que se despierten
corazones claves para que se activen los movimientos de Dios en esos tiempos.
Cuando las profecías escritas se encuentran con una generación que las ora delante de su
Presencia con entendimiento, se despiertan reyes y pueblos para que el plan de Dios se active.
3. DESPERTAR AL CUMPLIMIENTO PROFÉTICO
A. Al igual que Daniel, Simeón es otro ejemplo claro del patrón, cuando se encuentra una profecía
con acciones proféticas, viene el cumplimiento profético.
“5 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba
la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo,
que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor (PROFECÍA). 27 Y movido por el Espíritu,
vino al templo (ACCIÓN PROFÉTICA). Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer
por él conforme al rito de la ley, 28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo:
29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; 30 porque han visto mis ojos tu salvación,
31 la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32 luz para revelación a los gentiles,
y gloria de tu pueblo Israel. 33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él
(CUMPLIMIENTO PROFÉTICO)”. Lucas 2:25-33
B. Cuando una profecía se encuentra con un clamor que la reclama, el cielo invade la tierra
mostrando a los ojos de todos las maravillas ocultas de Dios.
VALORACIÓN DE PALABRA PROFÉTICA
+
ORACIONES Y ACCIONES EN RESPUESTA A ESAS PROFECÍAS
=
CUMPLIMIENTO PROFÉTICO
Personas claves para el cumplimiento de las profecías de liberación de Israel:
a. Isaías y Jeremías (antes del exilio): Escribieron las profecías de lo que sucedería.
b. Ezequiel y Daniel (durante el exilio), Hageo y Zacarías (después del exilio): Profetizaron
desde Babilonia (Ezequiel y Daniel) y en Jerusalén (Hageo y Zacarías) y fueron intercesores
proféticos que Dios usó para despertar al pueblo para la reconstrucción.
c. Esdras, Nehemías y Ester fueron protagonistas del cumplimiento visible de las profecías.
“13 EntoncesHageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo:
Yo estoy con vosotros, dice Jehová. 14 Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel,
gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto
del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios”. Hageo 1:13-14
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