Antecedentes de la Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial fue provocada por el
encadenamiento de una serie de problemas durante el periodo
de entreguerras de 1919-1939, en particular las políticas por la
crisis de los pactos internacionales (el fracaso de la Sociedad de
Naciones), y la expansión de los Estados totalitarios y
autoritarios movilizados por un nacionalismo agresivo;
las económicas, por la resistencia del capitalismo internacional a
los cambios impulsados por el movimiento comunista; así como
las sociales a consecuencia de la crisis mundial de 1929 que
obligó a las grandes masas a vivir en condiciones miserables. Conferencia de Múnich de 1938. En la foto
El detonante de la Guerra en Europa y posteriormente en Asia, Mussolini, Hitler, el primer ministro francés Daladier
y el primer ministro inglés Chamberlain
fueron: la invasión alemana en sus países vecinos; y el ataque
japonés hacia los Estados Unidos respectivamente.
La guerra no estalló de pronto, la provocaron paulatinamente Alemania,
Italia y Japón con su nacionalismo agresivo, belicismo y expansionismo
territorial. Estas tres naciones se habían alejado de los ideales de la
democracia y desarrollaron en su interior ideologías racista, socialmente
discriminatorias, así como una cultura militar. Las soluciones que
ofrecían para salir de su malestar económico y social eran la conquista
de nuevos espacios territoriales “Lebensraum o espacio vital” y la
esclavización de pueblos extranjeros (europeos orientales, africanos y
chinos).
expansionismo territorial de Alemania, Italia y
Japón.
La resurrección de Alemania en los años 1930 dependió en gran parte de la producción industrial y el
rearme y el crecimiento del ejército. La deuda pública iba igualmente en aumento y a falta de un mercado
interior dinámico y un mercado exterior reducido, solamente la conquista de nuevos territorios daba
salida para los nazis.
En la década de 1930, los alemanes ampliaron sus fronteras anexando en 1936 a Renania, que según el
Tratado de Versalles, debía mantenerse como un área desmilitarizada. El 13 de marzo de 1938, Hitler
anexó –la llamada Anschluss- Austria a Alemania, después de haber amenazado el gobierno de su país de
origen con una invasión.
Luego el 15 de septiembre de 1938 Sudetenland en Checoslovaquia, y en marzo de 1939 Bohemia y
Moravia de Checoslovaquia donde vivían muchos germanoparlantes
La expansión territorial de la Alemania nazi 1935-1939
El siguiente paso en la política expansionista de la Alemania Nazi, fue la firma del Pacto Ribbentrop-
Molotov en 1939 con la URSS para aliarse con ese poderoso enemigo y llegar a acuerdos sobre la región
báltica (Lituania, Estonia, Letonia), así como la vecina Polonia, que según el acuerdo se repartiría entre
ambos países. Para ambos bandos fue un acuerdo coyuntural que no tenía perspectivas a largo plazo.
En 1935 los fascistas italianos invadieron a Etiopía (Abisinia) y ante la oposición de Francia y Gran Bretaña,
buscó el apoyo de Alemania. Este mismo año Hitler y Mussolini se acercaron a Francisco Franco en su
guerra civil contra los republicanos y se firmó la alianza llamada “Eje Roma-Berlín”. Resulta significativo que
solamente unos años antes en 1934, Mussolini utilizó sus tropas para defender la independencia austriaca
de Alemania. A pesar de que en agosto de 1936, 25 países, entre ellos Alemania e Italia, firmaron un pacto
de no intervención en la guerra civil española, suministraron recursos materiales y humanos al ejército
franquista. Luego en 1939, Italia anexa a Albania.
El imperio italiano en los años 1920 y las regiones de futuras
conquistas
En Asia, los japoneses se habían apoderado en
1931 de Manchuria un territorio fronterizo entre
China y la Unión Soviética. Esta región contaba
con los recursos naturales que necesitaba Japón
para su planta industrial. Japón se retiró en 1933
de la Liga de las Naciones cuando esta
organización mandó una comisión investigadora
para conocer la situación en Manchukuo (nombre
japonés de Manchuria).
El gobierno chino de Chiang Kai-Shek trató de
prevenir cualquier enfrentamiento con los
japoneses debido a la inestabilidad interna del
país y la creciente oposición china a su gobierno
de derecha. En diciembre de 1936 puso fin a su
guerra interna con los rojos chinos y formó un
ejército de resistencia que tuvo un
enfrentamiento abierto con los japoneses, en
julio de 1937, en la capital Nanjing.
Los japoneses persiguieron al gobierno de Chiang
Kai-Shek y lo obligaron a retirarse tierra adentro.
A partir de entonces el Imperio del Sol obligó a
los países asiáticos a seguir sus reglas de juego y
tras firmar un pacto con Alemania para
establecer el llamado Roma-Berlín-Tokio echó su mirada sobre las zonas ricas en minerales de la Unión
Soviética. Como la derrota de este país era complicado, los nipones reclamaron en 1940 el derecho de
explotar los recursos de la indochina francesa. Los Estados Unidos objetaron y exigieron la retirada de
Japón del continente asiático, amenazándola con un embargo económico (sanciones). No obstante, los
japoneses enfrentaban un dilema muy fuerte:
quedarse sin recursos naturales como el petróleo o
quedarse sin uno de sus aliados comerciales más
importantes. Finalmente, los militares optaron por
llevar a cabo un ataque sorpresivo contra los Estados
Unidos y las colonias europeas en el sureste asiático.
Alianza Roma-Berlín-Tokio
Es importante destacar también que entre las tres
potencias del Eje Alemania, Italia y Japón apenas había
comunicación entre sí. Italia y Japón jamás avisaron a
Alemania de sus ataques contra Grecia y Hawái,
mientras que Alemania jamás reveló su operación
Barbarroja en contra de la Unión Soviética. Tampoco
entre los aliados había existido mucha cooperación y
cada quien trabajaba por cuenta propia durante la
mayor parte de la guerra.
Interpretación: ¿Era evitable la Segunda Guerra Mundial?
¿Por qué no reaccionaron las democracias occidentales y los socialismos ante la expansión de los
totalitarismos en la década de 1930? Se ha debatido mucho si Inglaterra, Francia y los Estados Unidos
hicieron lo posible para evitar la guerra en Europa.
Algunos no lo hicieron por miedo, otros hicieron cálculos egoístas centrados en políticas de no
intervención y de apaciguamiento, mientras que la Unión Soviética pactó la neutralidad con Alemania a
cambio de beneficios territoriales. Los Estados Unidos se habían enfrascado en su aislacionismo político,
es decir, se había negado desde 1919 a ingresar en la Sociedad de Naciones y el Senado había optado por
no participar en las políticas internacionales. El gobierno y la burguesía norteamericana se abstuvieron en
participar en la guerra ya que estaba haciendo excelentes negocios en el continente europeo, esperando
su entrada hasta que las potencias del Eje quedaran desgastadas y que hubiera peligro de no devolución
de los créditos otorgados.
Al mismo tiempo Francia e Inglaterra no colaboraron para hacer frente a los problemas internacionales. El
historiador Richard Overy señala que ninguna de las potencias podía permitirse el esfuerzo militar y
económico para frenar a Alemania porque sus prioridades eran la reconstrucción de sus economías tras la
crisis y evitar los conflictos sociales internos. Esta condición les alentó a buscar compromisos con
los estados totalitarios. El mismo autor señala que “la política de apaciguamiento (…) era un
reconocimiento de la realidad por parte de los políticos que sabían que sus electorados eran hostiles a la
guerra y sus fuerzas demasiado débiles para impedir la agresión mediante la fuerza.” Así Neville
Chamberlain, primer ministro inglés y Edouard Daladier, primer ministro francés, firmaron el Pacto de
Múnich con Adolfo Hitler para asegurar la paz internacional (Atlas histórico del siglo XX).
Actividad:
Documento 1
Hitler y la cuestión de los Sudetes
"Henos aquí ahora en presencia del último problema que debe ser y será resuelto (aplausos prologandos en
la sala). Es la última reivindicación territorial que tengo que formular en Europa, pero es una reivindicación
a la que no renuncio". (…)
"Durante veinte años, los alemanes de Checoslovaquia y el pueblo alemán del Reich han tenido que
contemplar este espectáculo. Más bien, han sido forzados a permanecer como espectadores: no es que el
pueblo alemán haya aceptado esta situación, es que sin armas, no podía ayudarles contra los que les
martirizaban ¡Y el mundo de las democracias se indigna! Hemos aprendido en estos años a despreciar a las
democracias mundiales. En toda Europa, sólo hemos encontrado un único Estado que fuera una gran
potencia europea y, a la cabeza de ese Estado, un sólo hombre que ha sido comprensivo con los sufrimientos
de nuestro pueblo: ¡Mi gran amigo Benito Mussolini! (La gente grita: ¡Heil Duce!)
Benes está en Praga, y está convencido que no le puede ocurrir nada porque tiene detrás de él a Francia e
Inglaterra (hilaridad prolongada). Conciudadanos, creo que ha llegado el momento de hablar claro. No se
puede negar el título de pacífico a los que han aguantado una vergüenza tal durante veinte años. Benes
tiene un pueblo de siete millones de individuos tras él, y aquí hay un pueblo de setenta y cinco millones de
hombres". (…)
Mapa con las anexiones de la Alemania nazi
"Le he asegurado, lo que vuelvo a decir aquí, que una vez que esté este problema resuelto no habrá más
problemas territoriales en Europa... Yo declaro al pueblo alemán: en lo que concierne a la cuestión de los
Sudetes, mi paciencia está al límite. Benes tiene en su mano la paz o la guerra. O bien acepta este
ofrecimiento y da finalmente la libertad a los alemanes, o bien nosotros iremos a buscar esa libertad. Que
el mundo se dé por enterado".
Extractos de un discurso pronunciado por Hitler en el Palacio de los Deportes de Berlin, el 26 de
septiembre de 1938.
1. ¿Dónde se ubican los Sudetes?
2. ¿A quiénes desafía Hitler con su discurso?
3. ¿Por qué Hitler se siente con el derecho de anexar a Sudetenland?
Documento 2
Mussolini declara la guerra a Etiopía
"¡Camisas negras de la revolución! ¡Hombres y mujeres de toda
Italia! ¡Italianos, habitantes de todas las regiones del mundo, más
allá de las montañas y los océanos! ¡Escuchad!
Una hora solemne en la historia de la patria está a punto de
sonar. Veinte millones de italianos están en estos momentos
reunidos en las plazas de Italia. Es la más grande manifestación
de toda la historia del género humano. Veinte millones de
italianos, pero un único corazón, una única voluntad, una sola
decisión. Esta manifestación demuestra que la identidad de Italia
y el fascismo es perfecta, absoluta e inalterable. Sólo cerebros
reblandecidos en ilusiones pueriles o aturdidas por la profunda
El imperio colonial italiano en 1939
de las ignorancias pueden pensar lo contrario, porque ignoran lo
que es la Italia fascista de 1935.
En la Sociedad de Naciones, en vez de reconocer el justo derecho de Italia, se atreven a hablar de
sanciones. (...) Hasta que no se demuestre lo contrario, me niego a creer que el pueblo de Gran Bretaña, el
verdadero, quiera verter su sangre y empujar a Europa por la vía de la catástrofe, por defender a un país
africano, universalmente reconocido como bárbaro e indigno de figurar entre los pueblos civilizados.
Sin embargo, no podemos fingir ignorar las eventualidades del mañana. A las sanciones económicas,
nosotros responderemos con nuestra disciplina, con nuestra sobriedad, con nuestro espíritu de sacrificio"
(Aplausos).
1. ¿Quiénes son las “camisas negras de la revolución” a quien se dirige Mussolini?
2. ¿Cómo Mussolini evoca y alaba el nacionalismo italiano?
3. ¿Por qué considera Mussolini que es su derecho de conquistar a Etiopía?
Documento 3
Revisión económica internacional
Japón no lo ha elegido: debe morir de hambre si no puede establecer su imperio. País industrializado que no
posee las materias primas indispensables (hierro y carbón) para su industria y lo que es más angustioso, la
agricultura japonesa no puede alimentar a la inmensa población del país que ha pasado de 33 millones en
1872 a 70 millones en 1934, siendo el ritmo de crecimiento actual de un millón de personas al año. ¿Cómo
alimentar a estos 40 millones de habitantes? El progreso técnico ha engendrado la sobrepoblación y el
paro: la mano de obra abundante y los bajos salarios son habituales. También en el campo la miseria es
general (...). A diferencia de otros imperialismos, el imperialismo japonés se puede explicar por una
necesidad vital; morir o extenderse."*
La expansión territorial japonesa y las materias primas de interés
1. ¿De acuerdo con el texto académico cuáles son las causas del expansionismo japonés en Asia?
2. Observa el mapa y señala cuáles son las principales materias primas que se encontraban en el resto
de Asia.