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El Artículo de Opinión. Ficha de Comp. Lectora

El artículo discute el concepto de inseguridad ciudadana y cómo este solo se enfoca en las ciudades más grandes, ignorando los problemas de seguridad que afectan a la mitad de peruanos que viven en áreas rurales y pequeñas ciudades. El autor propone ampliar la noción de ciudadanos e identificar los problemas más angustiantes para todos los peruanos.
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El Artículo de Opinión. Ficha de Comp. Lectora

El artículo discute el concepto de inseguridad ciudadana y cómo este solo se enfoca en las ciudades más grandes, ignorando los problemas de seguridad que afectan a la mitad de peruanos que viven en áreas rurales y pequeñas ciudades. El autor propone ampliar la noción de ciudadanos e identificar los problemas más angustiantes para todos los peruanos.
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FICHA PRÁCTICA

TÍTULO El artículo de opinión DOCENTE


ÁREA Comunicación GRADO 4º “ ” Doris Távara Angulo / Helen Sandoval Saavedra
COMPETENCIA Lee diversos tipos de texto escritos en su lengua materna.
CAPACIDADES Obtiene información del texto escrito.
Identifica información explícita, relevante y complementaria seleccionando datos específicos y
DESEMPEÑO
detalles en diversos tipos de texto de estructura compleja.

Lee los siguientes artículos de opinión y responde las preguntas:

LOS PROBLEMAS DE LOS OTROS PERUANOS

Las encuestas dicen que la inseguridad ciudadana es el tema que más preocupa a los
peruanos (un problema tan agudo que incluso ha generado una campaña ligada con el fujimorismo y que
consiste, para variar, en naturalizar la violencia como antídoto contra la violencia). Cuando esas encuestas
hablan de inseguridad ciudadana, se refieren a la multiplicación de los asaltos callejeros, los atracos en
establecimientos públicos, las modalidades de robo en domicilios y locales comerciales, y al hecho de que
incluso los delitos más anodinos se cometen hoy a mano armada.

Ese concepto de inseguridad ciudadana está asociado con nuestra idea de que ciudadanos
son quienes viven en las ciudades, sujetos a su violencia. El problema, entonces, es el crecimiento de la
criminalidad en Lima, donde vive un tercio de los peruanos, y cinco o seis otras ciudades populosas, y la
aparición de bandas criminales en urbes medianas donde hasta hace poco la delincuencia no era
organizada o era menos violenta. Eso significa que, como lo entendemos, el problema de la inseguridad
ciudadana es el más preocupante en un universo que agrupa a la mitad de los peruanos. No es el que más
angustia a la otra mitad, que vive en ciudades pequeñas o en pueblos o en caseríos, incluyendo al 23 %
que vive en zonas rurales.

Por tanto, además de combatir el problema, que es real, tenemos dos tareas más por
delante. La primera es dejar de usar el término inseguridad ciudadana, que parece implicar que los únicos
ciudadanos son los de las urbes mayores. La segunda es enterarnos de cuáles son los problemas más
angustiantes para la otra mitad de los peruanos, esos a quienes la prensa llama “pobladores” o
“habitantes”, como si pertenecieran a otra categoría, una tan secundaria que ni siquiera sabemos, los
demás, qué cosas entienden ellos como sus peores problemas. Por cierto, algo más que ignoramos es
cómo perciben esos peruanos su propia seguridad, porque no solo en las urbes se tiene derecho a vivir
seguro.

Tomado de Faverón, G. (2016). Los problemas de los otros peruanos. La República. Recuperado de
https://goo.gl/D7x2Bs

RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

1. ¿Cuál es el problema de la inseguridad ciudadana?


a) La multiplicación de los asaltos callejeros
b) El incremento de la criminalidad
c) La delincuencia menos organizada o violenta
d) Los delitos que se cometen a mano armada.

2. ¿Qué se puede deducir del siguiente fragmento del texto?

“Ese concepto de inseguridad ciudadana está asociado con nuestra idea de que ciudadanos son
quienes viven en las ciudades, sujetos a su violencia”.

a) La inseguridad ciudadana no afecta a las personas que viven en las ciudades, debido a que no son
ciudadanos.
b) Los que están sujetos a la violencia son solo las personas que viven en pequeños caseríos.
c) Las personas que viven en las ciudades son las únicas que no se ven afectadas por la inseguridad
ciudadana.

1
d) Los “pobladores” de los caseríos no son considerados ciudadanos, debido a que no viven en la
ciudad y, por lo tanto, no se ven afectados por la inseguridad ciudadana.

3. ¿Cuál es el propósito del texto?


a) Defender la idea que propone el autor sobre la inseguridad ciudadana.
b) Contrastar las dos realidades de la inseguridad ciudadana.
c) Indagar sobre el concepto de inseguridad ciudadana.
d) Alarmar a la población sobre la inseguridad ciudadana.

4. ¿Para qué sería importante emprender la segunda tarea pendiente identificada por el autor?
a) Para indagar los problemas sobre inseguridad ciudadana que se presentan en las ciudades.
b) Para saber la opinión de la prensa sobre el tema.
c) Para conocer los problemas de los peruanos de las ciudades pequeñas.
d) Para informar sobre las diferencias entre los pobladores y los habitantes.

5. ¿Te parecen válidos los argumentos que plantea el autor para sustentar el tema central del texto? ¿Por
qué?
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SEMANA DE MUERTOS

(Fragmento) Texto 3A

Hablar de accidentes de tránsito debería ser un asunto de Estado. Díganmelo a mí que debo
reportarlo, cada noche, luchando por no mirar la pérdida de vidas con indiferencia, como parecen observar
las autoridades responsables. Estamos contando muertos como si viviéramos en medio de la peor de las
guerras. Pero, además de las vidas ‘llevadas de encuentro’, el país pierde más de tres mil millones de
dólares anuales porque nuestra dirigencia es incapaz de liderar una cruzada que minimice esta sangría,
provocada básicamente por la laxitud de la autoridad y la incapacidad para la ejecución de medidas
preventivas y de aplicación de la ley.

Entre enero y marzo vamos enterrando a 156 peruanos, quienes fallecieron en accidentes de transporte
masivo. Al año se realizan 70 millones de viajes interprovinciales. El transporte urbano realiza 15 millones
de viajes diarios. El 80 % de la carga en el Perú se mueve por carretera y en camiones cada vez más
grandes y pesados. ¿Qué estamos esperando? ¿No nos damos cuenta de que es necesario tomar este
‘toro mortal’ por las astas? Escucho a quienes dirigen nuestros destinos, desde el propio presidente de la
República, lamentar cada evento. ¡Pero si deberían ser parte de la solución! ¿Por qué, de una vez por
todas, no exigimos una legislación que forme una autoridad autónoma que tenga el poder y el presupuesto
para aplicar una visión integral, que solucione el problema de seguridad vial? Así como están las cosas —
el Ministerio de Transportes, la Municipalidad de Lima, las comunas distritales y los gobernadores
regionales actúan por su cuenta, sin objetivos nacionales—, no habrá manera de afrontar el problema
de fondo. No se trata de inventar la pólvora. Se trata de que quienes tienen a su cargo conducir el país no
sigan“mirándose el ombligo” o las espaldas. Es imperativo encontrar soluciones integrales que logren una
sociedad más civilizada, en la que la ley no exista para ser pisoteada. ¡Basta de lutos que pudieron
prevenirse!

SANCIONES QUE SE LLEVA EL VIENTO Texto 3B

¿Puede un país darse el lujo de perder USD 3000 millones al año? Parece que el Perú sí puede. Ese es
el monto que, en promedio, pierde el Estado sumando las pérdidas materiales y de vida humana que
generan los accidentes de tránsito, como el ocurrido la madrugada de ayer en la Panamericana Norte.

Sería injusto afirmar que en el tema de transporte no se han realizado esfuerzos en los últimos años; sin
embargo, las cifras de accidentes con consecuencias (muertos y heridos) aún son altas.

La Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran) afirma que el año
pasado se registraron 78 000 accidentes en vías urbanas, nacionales y regionales, de los cuales el 2 %
2
(1560) fue en vías nacionales. Para la Asociación de víctimas de accidentes de tránsito, las cifras son
mayores: 101 307 para el 2014.

Normas al respecto hay, pero está claro que las leyes no obran milagros, especialmente si nadie vela por
su cumplimiento. La Sutran, que está adscrita al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), trata
de supervisar y sancionar a los infractores, pero mientras las sanciones no sean efectivas y, sobre todo, no
sean informadas a todo el país, de nada servirán los operativos.

Sutran elabora cada seis meses un índice de participación en accidentes de tránsito con los nombres de
las 50 empresas con mayor número de accidentes, muertos y heridos. Sería ideal mantener actualizada
esta data (hoy figura solo a julio del 2014) y hacerla pública, para que los consumidores evitemos utilizar
estas compañías.

Asimismo, se debería dar a conocer a las empresas sancionadas por no contar con choferes de
reemplazo, flota adecuada, conductores que manejan en estado de ebriedad, las que no cuentan con
choferes en planilla, etcétera. La lista también debería incluir el nombre y apellido de los conductores
sancionados.

Se necesita voluntad política para fiscalizar y sancionar ejemplarmente a las empresas infractoras, para
que las normas no queden solo en el papel; de lo contrario, nada cambiará.

Tomado de Sanciones que se lleva el viento. (2015, 24 de marzo). Gestión. Recuperado de


https://goo.gl/eESHXa

RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

1. Según el autor del texto 3 B, ¿qué medidas ejemplares debe tomar el Estado con relación a los
accidentes de tránsito?
a) Implantar nuevas normas que sancionen a todos los infractores recurrentes.
b) Realizar operativos para capturar a infractores y denunciar a las empresas encargadas.
c) Supervisar que los infractores no vuelvan a trabajar en cualquier empresa de transporte.
d) Fiscalizar y sancionar a las empresas que infringen las normas.

2. ¿A qué se refiere el autor con la siguiente idea que es parte del texto 3 A?

“[…] Se trata de que quienes tienen a su cargo conducir el país no sigan ‘mirándose el ombligo’ o las
espaldas”.

a) Para el autor, las autoridades deben actuar de manera ejemplar e inmediata con los infractores.
b) Para el autor, las normas implementadas por el Estado no solucionan la seguridad vial.
c) El autor opina que el Estado no asume su responsabilidad ni toma las medidas necesarias.
d) Para el autor, el problema de seguridad vial es tarea de todos incluyendo al Estado.

3. Luego de haber leído ambos textos, podemos concluir que:


I. El problema no está en la implementación de nuevas leyes, sino en la supervisión del
cumplimiento de las ya establecidas.
II. La Sutran debe dar a conocer todas las empresas con infracciones de tránsito recurrentes
para evitar su uso.
III. Los accidentes de tránsito provocan grandes pérdidas económicas y humanas en nuestro
país.
IV. Se debe formar una autoridad autónoma para solucionar los problemas de seguridad vial.

a. Solo I b. II y IV c. I y III d. Solo IV

4. ¿Con qué finalidad se han agregado datos estadísticos en ambos textos?


a) Brindar información numérica detallada para comprender cuantitativamente el texto.
b) Persuadir al lector de utilizar estas compañías que presentan infracciones o están sancionadas.
c) Analizar el número de accidentes de tránsito que han ocurrido durante los últimos años.
d) Sustentar las afirmaciones sobre los accidentes de tránsito con información concreta y objetiva.

3
5. El autor del texto 3 B señala que la supervisión y sanción de infracciones le corresponde
principalmente a la Sutran. ¿Coincides con esta postura? ¿Por qué?
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Debate: ¿El voto debe ser voluntario?

El voto debe ser libre

(Federico Salazar B. / Periodista)

La elección de autoridades es un derecho de los ciudadanos. Así lo reconoce la Constitución


(artículo 2, inciso 17). Se trata de los derechos fundamentales de la persona.
El derecho a elegir autoridades es, a su vez, consistente con otros derechos fundamentales. Por ejemplo,
la libertad personal, así como las libertades de conciencia, de opinión y de expresión y la de reserva sobre
convicciones políticas. Todas ellas consagran la libertad de la persona.
Tener un derecho no equivale a ejercerlo. Tengo derecho a trabajar, pero la ley no me obliga a hacerlo.
Tengo derecho al libre tránsito, pero la ley no puede obligarme a salir a correr por las calles como Forrest
Gump.
En relación con la elección de autoridades, sin embargo, la legislación nos obliga a ejercer el
derecho de votación. La ley supone que nuestra elección solo puede ser una: ejercer el voto.

Una elección de una sola opción, obviamente, no es elección. Si no hay elección, no hay derecho.
Somos adultos y ciudadanos completos cuando elegimos si vamos o no a estudiar, si trabajamos o no, si
caminamos o no por las calles. No somos adultos y ciudadanos completos cuando se trata de elegir a las
autoridades.
La ley dice: “Si decides no ejercer tu derecho, te multamos”. La ley, además, es discriminatoria,
porque crea mayor obligación al que menos dinero tiene.
Si tienes dinero, pagas y no votas. Si no tienes dinero..., ¡anda nomás a votar!
El voto debe ser libre, absolutamente libre, por una razón moral. Cada persona debe tener la
facultad de elegir si ejerce o no su derecho a votar.
La ley y la propia Constitución, sin embargo, son contradictorias al respecto. El voto, dice la misma
Constitución, “es personal, igual, libre, secreto y obligatorio...”.
¿Libre y obligatorio al mismo tiempo? Nadie debe imponerme cómo votar; pero ¿puede alguien imponerme
votar? […]
La libertad de decidir si uso o no mi derecho es la raíz moral de este. Arrancada esa libertad de
raíz, ¿cómo puedo tomar en serio el ejercicio de esa obligación?
¡No estamos preparados!, se dirá. ¡Caeríamos en manos de los partidos organizados!
¡Los terroristas se organizan mejor y ellos arrasarían en las elecciones!
No estaremos preparados para ser libres si no somos libres. La organización no es garantía de triunfo,
sino la motivación. […] El argumento detrás de esta posición es: el peruano es tonto, flojo e
irresponsable. Mejor, lo obligamos a ir a votar. Y mejor, obligamos más a los más pobres, porque ellos son
más tontos. […]
Habrá una mejor elección cuando seamos libres. El voto libre no vendrá de un decreto o una
reforma gubernativa. Vendrá de un proceso de adaptación y aprendizaje.
El punto inicial para el cambio es reconocer que tenemos el derecho, no la obligación, de elegir a nuestras
autoridades. A partir de ahí, todo puede cambiar. Sobre todo, la calidad de los resultados.

No es el momento
(Raúl Castro / Presidente del PPC)

El Perú es, sin duda, uno de los países donde sus ciudadanos tienen uno de los menores índices
de acatamiento de las normas legales. Estos desconocen, incumplen o buscan formas creativas para
eludir las leyes que norman los aspectos más elementales de nuestra sociedad. La escasa conciencia
cívica no se ha ido incrementando. Por el contrario, ha crecido la informalidad y el comportamiento
antisistema. En este contexto, el voto obligatorio es una de las pocas características que nos sigue
uniendo y que nos hace partícipes de ciudadanía; y que, conforme se produzca un proceso de maduración

4
democrática, nos irá enseñando que debemos ser absolutamente serios y responsables en la toma de
nuestras decisiones.
Eliminar el voto obligatorio significaría destruir la poca consistencia cívica ciudadana (y aun de peruanidad)
que todavía la enorme mayoría respetamos.

El Perú es un país con una democracia muy débil, donde campea la corrupción y un creciente
proceso de desinstitucionalización de las entidades públicas (y también privadas en algunos casos), a lo
que le sumamos el bajo índice de acatamiento de las normas y el alto grado de improvisación en el manejo
de los asuntos públicos. Todo esto genera una difícil gobernabilidad en un país todavía altamente
incomunicado físicamente y con desentendimientos y desencuentros entre sus pobladores.
En este contexto, la ingobernabilidad es un peligro creciente que afecta el orden interno y la estabilidad
que el país necesita para crecer y desarrollarse. Además de generar precedentes sobre la imposición de
hechos ilegalmente consumados a las autoridades de turno. Así tenemos que estas son elegidas por los
ciudadanos y, en algunos casos, revocadas por ellos en una comedia democrática cuando no han
alcanzado un porcentaje importante de apoyo popular. Por ello, la legitimidad de las autoridades para
generar gobernabilidad y acatamiento es fundamental; un alcalde elegido con el 30 % de los votos sobre
una votación en la cual solo el 40 % de la población ha concurrido a votar es políticamente insostenible en
el Perú. Esta afirmación no requiere mayor investigación, pues es pan de cada día, y si lo trasladamos a la
elección presidencial o parlamentaria la cosa simplemente se repite.
Pero la razón principal es “la igualdad ante la ley”. El esnobismo hacia el voto voluntario o
facultativo promovido por algunos sectores se sustenta fundamentalmente en que una gran parte de la
población no tiene suficiente criterio para decidir libre y conscientemente por quién votar. Es decir, es un
ciudadano de segunda categoría.
Mientras en el Perú subsista la mala educación, el analfabetismo, la marginación de sectores tan
amplios de la población, la pobreza y la falta de oportunidades, así como la imposibilidad de informar
adecuadamente a los ciudadanos de sus derechos, deberes y obligaciones, no es posible el voto
voluntario, pues se convierte en un mecanismo desintegrador donde las autoridades carecerán de
legitimidad y en el que el sistema irá cada vez vaciándose de contenido y de dignidad hacia la persona
humana. La tan mentada igualdad lamentablemente no existe todavía.
En países vecinos ya se ve críticamente el voto voluntario. No es lo mismo el voto facultativo en un país
desarrollado que en un país como el nuestro.
Simplemente no es el momento.

Responde las siguientes preguntas:

1. Según la información que presenta el texto “El voto debe ser libre”, habrá una mejor elección cuando:
a) Se implemente un proceso de adaptación y aprendizaje para los adultos peruanos.
b) El voto sea libre y no impuesto por un decreto o una reforma gubernativa.
c) Cambien los procesos de elecciones, incluyendo el tratamiento de los resultados.
d) Se reconozca que tenemos el derecho, no la obligación, de elegir a nuestras autoridades.

2. Según el texto “No es el momento”, ¿qué medidas contribuirían al voto voluntario en el Perú?
a) La eliminación de la pobreza y la marginación, así como el mejoramiento del nivel educativo.
b) La capacitación a todos en el proceso electoral y el acatamiento a las normas legales.
c) La generación de la conciencia cívica y la habilitación de carreteras en todo el país.
d) La erradicación del analfabetismo y la desinstitucionalización de entidades.

3. Señala la alternativa que presenta los argumentos principales que, en cada texto, reflejan los puntos de
vista de los autores sobre los peruanos y el voto.

5
Texto “El voto debe ser libre” Texto “No es el momento”

Los peruanos que no votan deben No existe aún verdadera igualdad


a.
pagar multa. ante la ley.

Libre y obligatorio es el ejercicio de Los peruanos son ciudadanos sin


b.
votar. criterio al voto.

Los peruanos tienen el derecho a Los peruanos no están listos para


c.
votar libremente. votar libremente.

Los peruanos pagan multas para Los peruanos eligen candidatos y los
d.
librarse del voto. revocan.

4. ¿Con qué intención crees que en ambos textos se presentan algunas expresiones en negritas?
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5. Tal y como señalan los textos, en nuestro país, actualmente, el voto es obligatorio. ¿Cuál es tu
posición al respecto? ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo? ¿Por qué?
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