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Institucionalidad y Políticas Culturales en El Perú

El documento discute la institucionalidad cultural y las políticas culturales en el Perú. Brevemente describe la creación de instituciones culturales como la Casa de la Cultura en 1962 y el Instituto Nacional de Cultura en 1971. Sin embargo, estas instituciones carecían de poder y autonomía, y estaban sujetas a los intereses de los gobiernos de turno. Recientemente se creó el Ministerio de Cultura, aunque de manera desorganizada. El documento argumenta que se necesita establecer objetivos claros y una planeación estratégica para las políticas culturales
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Institucionalidad y Políticas Culturales en El Perú

El documento discute la institucionalidad cultural y las políticas culturales en el Perú. Brevemente describe la creación de instituciones culturales como la Casa de la Cultura en 1962 y el Instituto Nacional de Cultura en 1971. Sin embargo, estas instituciones carecían de poder y autonomía, y estaban sujetas a los intereses de los gobiernos de turno. Recientemente se creó el Ministerio de Cultura, aunque de manera desorganizada. El documento argumenta que se necesita establecer objetivos claros y una planeación estratégica para las políticas culturales
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LA INSTITUCIONALIDAD CULTURAL EN EL PER En el sentido ms amplio de la definicin de institucionalidad cultural, podemos incluir dentro de ella, las polticas culturales,

los organismos rectores de dichas polticas (internacionales, nacionales, regionales y locales) y el marco legal relacionado. Sin embargo, en vista que el tema de polticas culturales ser tocado posteriormente, esta seccin, se centrar principalmente en los problemas relativos a los organismos gubernamentales peruanos en el sector cultura. En Amrica Latina, como bien lo menciona Alfaro (2011), es a partir de los aos setenta que la cultura desarrollo su mbito propio dentro de la gestin pblica. As, se brind, aunque an muy bsico, un espacio dentro de los organismos del estado, para especficamente ocuparse de la gestin cultural. En este contexto, en el Per, en 1962 se cre la Casa de la Cultura y en 1971, en reemplazo de esta, el Instituto Nacional de Cultura, entidad a la que se le encarg proponer y ejecutar la poltica de Estado. Empero, este inicio en el camino de la institucionalidad cultural, la falta de poder de la institucin rectora, conllevo a que, lejos de ejercer un rol relevante, fuera ms bien una institucin accesoria, endeble, al servicio del inters particular del gobierno de turno. Es as que el INC; adopt medidas nacionalistas mientras estuvo Velasco, cuando en 1965 se haba considerado central la insercin del pas en el contexto internacional; fue relegado en sus funciones para dar paso a un Consejo nacional de Cultura con Belaunde, para luego, durante el mismo gobierno, retomar funciones y transformar el nacionalismo militar en un nacionalismo con inclusin del sector privado y la cooperacin externa. (Lumbreras, 2006). Desde estos estadio, hasta la actualidad, la figura institucional no ha cambiado sustancialmente, an no se ha logrado establecer una base slida, con poder suficiente y energa de quienes la lideran para defender sus derechos y promover su autonoma. Sin embargo, mencin aparte merece, en la ltima dcada, el segundo paso de Alan Garca por el gobierno, quien, casi de casualidad, marc otro inicio en la institucionalidad cultural en el Per. Como lo indica Alfaro, Garca se dedic a liderar proyectos que nacieron de sueos palaciegos (Alfaro, 2011: 170), de este modo naci el Ministerio de Cultura, naci por ideales propios del Presidente, sin proyecto orgnico y menos an propuestas concretas sobre polticas culturales de segunda generacin, pero naci al fin. No obstante su desorganizado inicio, el Ministerio de Cultura que nos dej el ltimo gobierno, ofrece mayores posibilidades, dado el rango ministerial que se le est brindando a la nueva institucin creada. El adecuado uso de las potencialidades de una institucin de tal alcance, slo podrn hacerse efectivas si los encargados asumen el ministerio y su sector como de smil importancia con los dems, el Ministerio de Cultura y su misin es tan importante como el de Economa, Vivienda, u otro. Pilar Castillo Vilchez 2011 Setiembre

LA POLTICA CULTURAL EN EL PER En el Per, como bien podemos apreciar a travs de la mismo modo que las instituciones, la poltica cultural no ha bajo real planeamiento y anlisis estructurado. Ello, deficiencias, junto a la falta de institucionalidad y marco permitido alcanzar un desarrollo notable en este sector. historia, del sido gestada entre otras legal, no ha

Por un tiempo, el mito de las culturas superiores o inferiores, buenas o malas, prevaleci entre los pases latinoamericanos (prevalece an entre algunas personas), con lo que se alimentaron prejuicios culturales, los cuales tuvieron eco en la poltica cultural peruana. Se pensaba que lo que se deba, es construir identidades basadas en un estndar, usualmente ligado a las culturas buenas o superiores o que son compartidas por mayoras poblacionales, con el fin de uniformizarnos hacia una cultura superior y de ese modo integrarnos como nacin. Pensamiento que debera haberse quedado en documentos de aos pasados - como el publicado por UNESCO, en 1977, en el que el INC manifiesta explcitamente lo difcil que ser la integracin cultural como consecuencia de las diferentes vertientes culturales hondas y vigorozas- en vista que lo nico que este tipo de pensamiento ha logrado es generar exclusin, y conflictos sociales. Hoy en da, ante la cada de este mito, la propuesta debe ser ms bien revalorar la identidad propia de cada grupo. La diversidad cultural que poseemos es parte tambin de nuestra identidad como nacin; es decir, entendiendo la diferencia, podremos entender tambin que somos parte del mismo pas y por ello, cada grupo con su cultura, merecen el mismo respeto y nivel de derechos. Por otra parte, la falta de planeamiento en el sector es evidente. Cul es nuestra razn de ser? Qu quiero ser? Cmo lograrlo? Son preguntas en apariencia sencillas de responder, pero que pueden tener respuestas disimiles an en grupos homogneos que, piensan, persiguen un mismo fin. Cuando hablamos de planeamiento estratgico, el hecho de no saber haca donde apuntamos, puede hacer que cada integrante reme hacia rumbo distinto, y aun sabiendo a donde vamos, el camino no es nico, si no se especifica cul debemos recorrer, se puede retrasar o limitar la consecucin de las metas. Esto precisamente ocurri y ha venido ocurriendo con las polticas culturales del Per, como bien seala Alfaro sobre el segundo gobierno de Alan Garca (Alfaro, 2011: 170) se toman decisiones aisladas, fuera de una poltica orgnica sometida a planes y evaluaciones estratgicas; y en el que el incremento del prestigio personal a travs del de la Nacin es una motivacin y no el desarrollo autnomo de los ciudadanos., es as que las polticas culturales parecen no tener una secuencia planeada estratgicamente y en algunas oportunidades ni tan solo lgica.

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En tanto se sigan formulando planes y proyectos sin tener primero definidos los objetivos marco para una poltica cultural, estos podrn tener efectos a corto plazo, pero difcilmente generarn impacto a largo plazo. Resulta, evidentemente necesario, determinar el rumbo de la poltica cultural del Per, de este modo no slo aseguramos que los planes y proyectos estn orientados a un fin superior, sino que identificaremos la forma en que debe articularse con otros sectores para alcanzar dichos fines. Finalmente, la falta de inters en el sector ha sido una constante, prueba de ello es su dependencia y subordinacin al rea educativa hasta hace poco tiempo. An cuando sabemos que el Per, como miembro de un mundo y una era globalizada, ha suscrito, por ejemplo, diversas convenciones internacionales referidas a la promocin y proteccin del patrimonio cultural; cunto podemos esperar de estos documentos, cunto cambiaron las polticas, programas o planes relacionados con la promocin y proteccin del patrimonio cultural desde que se suscribieron los mismos. Del mismo modo que la sola existencia de leyes no basta para el orden nacional, el inters por la cultura no debera limitarse a suscribir convenciones. Se requiere, la asignacin de recursos, mejoras al marco normativo, as como la creacin de instituciones con suficiente capacidad para vigilar el cumplimiento de lo normado y contribuya a los objetivos deseados en materia cultural para el pas. Y no menos importante, cabe resaltar que, este inters, hoy en da, debe apropiarse del concepto de polticas de segunda generacin, en vista de las actuales necesidades, como lo menciona Moreno al hablar de polticas de segunda generacin (Moreno, 2010: 30): Las transformaciones de las sociedades latinoamericanas le han planteado a las polticas culturales una serie de desafos que comienzan por su propia definicin... La cultura se ha convertido en un sector especfico con demandas, contextos y exigencias de profesionalizacin; pero adems se ha extendido el campo de accin de lo que se entiende por cultura. Junto a los problemas de la memoria o de las artes, han surgido las preocupaciones por las industrias creativas, la cultura digital, la comunicacin o el turismo cultural. Inclusive, las versiones de patrimonio o de artes que presidieron la definicin de las polticas culturales de primera generacin se han modificado enormemente en los ltimos aos. LNEAS DE ACCIN Revisada la problemtica, y entendiendo las dimensiones que la cultura tiene hoy en da, su complementariedad con otras reas y la necesidad de apropiarse de las polticas culturales de segunda generacin, podemos esbozar algunos puntos que deberan ser parte de la poltica de estado, que en materia cultural, el Per requiere.

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Si bien de acuerdo a los LINEAMIENTOS Y PROGRAMAS DE POLTICA CULTURAL DEL PER (2003-2006) se establecieron una serie de lineamientos, pareciera que an all llegaron como una serie de ideas sueltas sin determinarse reales ejes que los sustenten. Una mejor estructuracin se tuvo con la propuesta presentada en cooperacin AECID-INC en el 2009 a travs del Documento Tcnico y Aportaciones Pragmticas del Programa IMPULSO, en donde se puede observar una visin ms amplia y adecuadamente estructurada de polticas culturales. Teniendo como referencia ambos documentos y los ideales propios, en este caso propondr algunos ejes sobre los que considero deben recaer los distintos lineamientos o polticas que el Per actual requiere. 1. Reconocimiento de la diversidad cultural El Per es un pas que, propio de su pasado y geografa, alberga a una nacin diversa, duea de un copioso patrimonio histrico y vivo. Esta diversidad es motivo, al mismo tiempo, de exclusin y discriminacin, afectando no slo dicho patrimonio, sino trasgrediendo los derechos universales de la persona. Y, como lo manifiesta la Comisin Mundial de Cultura y Desarrollo en el 2006, muchos fracasos y desastres del desarrollo se deben a un deficiente reconocimiento de las complejidades culturales y tnicas. Por ello, establecer polticas que reconozcan el valor de la diversidad, convertirn a la cultura en herramienta de bienestar social.

Reconocimiento explcito de la pluralidad cultural, tnica y lingstica del pas. El respeto a los derechos humanos, y la libertad creativa como base para la ejecucin de cualquier proyecto o programa. Difusin amplia de los derechos y obligaciones establecidos en el marco jurdico legal nacional e internacional.

2. Reconocimiento y promocin de las manifestaciones culturales en su diversidad creativa La creatividad y la cultura van ligadas de la mano, y como lo rescata la Convencin de la UNESCO del 2005, es importante reconocer la diversidad de las expresiones culturales. Como vimos anteriormente, la estrecha mirada que se le dio a la cultura en un primer momento, fue motivo de segregacin social e incluso de riesgo de prdida de valioso patrimonio. Por ello, es importante: Brindar incentivo econmico y/o de reconocimiento al desarrollo cultural y creativo. Establecer, en coordinacin con el Ministerio de Educacin, el desarrollo de actividades formativas que fomenten la cultura y la creatividad como parte de la educacin bsica regular.

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Generar espacios y emplear los existentes para difundir y poner al alcance de la poblacin, sin discriminacin alguna la diversa produccin artstica. Fortalecer el desarrollo de proyectos que promuevan la creacin o mantenimiento de espacios destinados a albergar bienes, expresiones y otras formas del patrimonio cultural.

3. Cultura como instrumento de desarrollo econmico La cultura como bien se viene demostrando en la actualidad, no est alejada del desarrollo econmico. Es importante analizar y promover esta dimensin de ella, alcanzando asi promover su valoracin no slo social sino econmica. En este sentido se podra: Ejecutar y promover el reconocimiento, identificacin, revaloracin y promocin de los activos culturales. Ejecutar y promover el reconocimiento, identificacin y promocin de los diversos componentes de las industrias creativas. Establecer, modificar o reglamentar legislacin relacionada con el reconocimiento de los derechos de autor. Apoyar econmicamente las iniciativas culturales basados en su rentabilidad econmica y social.

4. Enriquecimiento en conocimiento relacionado con cultura La cultura en tanto variada y dinmica, sobre todo en nuestro pas, merece amplia investigacin, y a la vez servirse de los ltimos avances para su mayor precisin y facilidad de acceso a la informacin generada. Por ello se propone: Aprovechar el avance cientfico y tecnolgico en estudios y proyectos de materia cultural. Generar inters y contribuir en el desarrollo de la investigacin del patrimonio cultural material e inmaterial. Generar repositorios de concentracin de informacin relacionada con la cultura, y sistemas que permitan el fcil acceso a dicha informacin.

5. Cultura y ciudadana
El vinculo dinmico entre cultura y sociedad es indudable, se retroalimentan en todo momento, la sociedad forma y transforma su cultura y se apropia de ella. Es por este motivo que la sociedad, no slo la relacionada con el mbito cultural directamente, debe de ser una de las preocupaciones de una poltica cultural. Cabe resaltar que se entiende por sociedad no slo a los ciudadanos personas, sino tambin a los denominados ciudadanos corporativos1. Esta visin nos debera llevar a promover en todo ciudadano la
1

La empresa privada como actor central en la sociedad, con obligaciones y responsabilidades, porque cumple un rol decisivo en la sociedad. Ver KLIKSBERG,

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toma de una actitud participativa y proactiva respecto a las polticas culturales a nivel estatal, regional y local.

Sensibilizar a la ciudadana hacia el entendimiento de la cultura como derecho humano y elemento importante del desarrollo. Sensibilizar a la ciudadana hacia el reconocimiento de la diversidad cultural del Per y la necesidad de su valoracin y la importancia de la proteccin del patrimonio cultural. Generar espacios de participacin en el que los diversos sectores, grupos y pblico en general puedan manifestar sus preocupaciones respecto de la problemtica cultural que los afecta.

6. Proteccin Patrimonial Una de las labores ms fcilmente asociada a la poltica cultural, pero no por ello ms eficiente an. Vigilancia del cumplimiento de normativa relacionada con la proteccin del patrimonio. Revisin y mejora de la normativa relacionada. Registro de los bienes culturales materiales e inmateriales. Conservacin, restauracin y/o puesta en valor de los bienes culturales.

Bernardo (2006) Ms tica, Ms Desarrollo. Argentina: Tema Grupo Editorial.

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BIBLIOGRAFA Comisin Mundial de Cultura y Desarrollo de UNESCO (2006), Nuestra Diversidad Creativa. UNESCO. Paris. ALFARO, Santiago (2011) De los sueos y otros demonios: la poltica cultural del segundo alanismo, pp 163-181. En: DESCO (2011) El Quinquenio Perdido: Crecimiento con exclusin. Lima:DESCO Instituto Nacional de Cultura (1977) Politica Cultural del Per En: UNESCO (1977) Polticas Culturales: Estudios y Documentos. Paris: UNESCO. LUMBRERAS, Luis Guillermo (2006) El papel del estado en la cultura, pp 71-111. En: Corts, Guillerno y Vich, Victor (eds.) (2006) Polticas Culturales: Ensayos crticos. Lima: IEP-INC. MORENO, Paula Marcela (2010) Las Polticas Culturales en Colombia Revista de la Integracin,5, pp 29-40.

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