El Tiempo y Espacio Sagrados en Masonería
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Alcoseri Vicente
no leída,
10 ene 2024, 2:46:54
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El Tiempo y Espacio Sagrados en Masonería
La sacralización del tiempo y del espacio en Logias son un elemento destacado en Masonería,
obviamente sobre este complejo tema, es que las mentes de los masones en conjunto son los que dan esta
dimensión sagrada a estos elementos, por ejemplo a un trozo de tela , con los colores y el diseño de
símbolos adecuados hacen que la bandera de una nación sea algo venerado , sacro y representa a un país,
que indica un nacionalidad, la bandera de una nación es sagrada porque es uno de los símbolos más
importantes que tiene una nación, entre otras cosas . Así una simple edificio para el masón se convierte
en un sagrado reciento , y un tiempo común y corriente , se convierte en el tiempo sagrado en donde los
masones conviven. La pregunta es ¿Qué hace que esto ocurra? Este comunicado no pretende en modo
alguno ser exhaustivo, sino llevarnos a la reflexión, y debe verse como un incentivo para reflexiones
adicionales.
El concepto de sacralidad recuerda inmediatamente el concepto de culto místico , es decir, el
reconocimiento de una grandeza invisible, superior al ser humano. Lo sagrado, sin embargo, no es una
realidad homogénea y universalmente válida, sino algo verdaderamente subjetivo, y esa es la realidad.
La diversidad de la idiosincrasia de un grupo de humanos es lo que permite expresar algo como
"sagrado" prueba de ello es: así, en todas las culturas humanas que utilizan denominaciones de lo más
diversas para expresar lo sagrado, mientras que no existe en realidad absolutamente nada objetivo-. Sin
embargo, se pueden reconocer dos tendencias dominantes: por un lado, está idea de lo Sagrado en
Masonería da la presencia de lo sobrenatural, que es signo de divinidad; por otro lado, encontramos una
idea que caracteriza lo sagrado por una estricta separación de lo mundano , protegiéndolo así de
cualquier profanación. El concepto de lo sagrado en Masonería contiene, por tanto, una ambivalencia.
Lo cierto es que, a pesar de todas las diferencias culturales, las diferentes civilizaciones tienen algo en
común en la expresión de sus respectivas creencias, a saber, la creencia en algo invisible y superior a
cualquier cosa en el Mundo .
Como manifestación de lo divino (hierofanía), lo sagrado está, desde un punto de vista histórico,
principalmente inseparablemente ligado a las instituciones religiosas e iniciáticas . Estas instituciones
integran bien el elemento sagrado, pero no son equivalentes a él. Como prueba podemos afirmar que en
una Logia se refiere principalmente a (a) Dios, y no a lo sagrado. En Masonería , lo sagrado puede
adoptar diversas formas a través de diferentes ritos, ritos que por un lado están orientados a la
organización de la vida social masónica (por ejemplo, el tiempo sagrado al llevar a cabo los trabajos y el
templo masónico es también sagrado ), y por otro lado se basan en el establecimiento de una relación
entre el Masón y Dios. Además, en la Masonería Regular se pide a los masones que crean, mientras que
lo sagrado se presenta al masón como una manifestación de la Divinidad y no está vinculado a una
creencia en un Ser Supremo . Como resultado, lo sagrado va más allá de lo que podemos decir con
palabras , especular o imaginar. Y así como la belleza solamente esta en quien lo mira , así lo sagrado
esta solamente en la mente de quien lo considera así.
Cuando ahora nos preguntamos en qué forma se nos aparece lo sagrado, ciertamente podemos citar una
variedad de prácticas sagradas que aparecieron durante la evolución de la humanidad. Más que referirme
a la manifestación externa, prefiero centrarme en la manifestación interna, percibida por el ser humano.
En consecuencia podríamos representar lo sagrado por un conjunto de sentimientos humanos por los
cuales se aprueba y se siente la existencia de un algo muy ser superior _del cual nos sentimos
dependientes_; Esta diferencia con el entorno secular conduce a un “ numinosum” ", es decir una
experiencia que no es posible de describir con exacttiuda. Ante el progresivo desencantamiento del
masón por un mundo mecanicista y materialista, el antídoto que puede proveer significado es lo
numinoso. La palabra proviene del latín "numen" que significa "poder o potencia divina". En Masonería
se desarrolla una noción por lo numinoso en su idea por " Sagrado", lo sagrado además de un
componente de perfección moral tiene un aspecto numinoso. Esto es "una experiencia no-sensorial y no-
racional o sentimiento cuyo objeto primario e inmediato está más allá del sí mismo", y el cual se
presenta como un Gran Otro, una alteridad radical, en una condición en la que el masón se ve
"completamente concertado". Lo que sucede en logia nos introduce en gran medida la noción de que lo
sagrado está acompañado por algo que no sólo es misterioso sino suele ser, por momentos, terrible o
tremendo (el mysteium tremendum) y a la vez fascinante, lo cual se puede relacionar con la idea
jungiana de integrar la sombra o de atravesar una especie de inframundo para alcanzar lo divino. O
también con la visión de lo divino (teofanía) que es tan radicalmente otra que desconcierta y hasta
perturba, como es el caso por ejemplo de la visión que tiene Arjuna de la forma universal de Krishna,
que devora universos en su cuerpo y la cual recordó Oppenheimer al lanzar la bomba atómica.
Aunque el sentimiento de veneración ante lo sagrado pertenece a todos los sentimientos humanos y, por
tanto, expresa cierto temor, es sin embargo el elemento emocional positivo el que domina, es decir, el
reconocimiento de que existe algo sobrenatural, infinito y absoluto, en una palabra, divino, ante todo que
debemos venerar.
Cuando el Masón entra en lo sagrado, los grados masónicos, los puestos en logias , y toda la parafernalia
se anula y se entra en contacto con ese algo que esta más allá de todo lo anterior.
La experiencia de lo sagrado en Logia depende de dos condiciones fundamentales. En primer lugar, no
se limita a un individuo sino que se comparte entre los miembros de una comunidad; luego se organiza
en el tiempo y el espacio. Estas dos condiciones tienen el carácter de una separación, de una disolución
de lo habitual. En primer lugar, el acceso a lo sagrado debe ser posible mediante una disolución
progresiva de lo racional, lo científico, lo empírico, en resumen: del mundo en el que vivimos. Esto
ocurre a través del acceso a valores ideales que encuentran su encarnación en el simbolismo y los
rituales. Lo sagrado significa e implica el abandono de todo interés personal, para poder percibir en un
objeto un símbolo, es decir un significado oculto.
El segundo elemento de separación se refiere a la experiencia del espacio sagrado. Para un profano, la
dimensión del “ espacio ” se percibe como homogénea y neutra, para él no existe ninguna diferencia
cualitativa. Pero para quienes son masones bien formado , el “espacio” ya no se percibe como
homogéneo: el espacio sagrado se siente como algo real, fuerte, cuantitativamente diferente del entorno,
o incluso diametralmente opuesto a él, y es cuando lo sagrado percibido subjetivamente se vuelve
objetivo. Como ejemplo, esto se puede ilustrar con el significado de una Logia: para un masón , la Logia
pertenece a otra dimensión, en el sentido de “ser diferente” de la calle en la que está situada. El nivel del
portal es al mismo tiempo un símbolo de discontinuidad, que separa el espacio sagrado del espacio
profano. Cada espacio sagrado implica una forma de hierofanía, para elevarlo de su entorno y
diferenciarlo cualitativamente de él. Además, un espacio sagrado puede estar determinado por un signo
que tenga un significado superior . Es importante comprender que esto sucede siempre de manera que no
se reduce a una elección subjetiva del ser humano, sino que se manifiesta al Hombre como algo diferente
y superior a él. En este contexto, la elección del lugar puede estar determinada por una hierofanía, pero
también puede ser en forma de Hierofanía (Hierofanía del griego hieros (ἱερός) = sagrado y faneia
(φαίνειν)= manifestar) es el acto de manifestación de lo sagrado (por ejemplo, una roca, una montaña,
una cueva puede convertirse en algo sagrado para un grupo de personas , pero no para todas ), o puede
llegar a ser sagrado por acontecimientos extraordinarios como apariciones, relámpagos o incluso sueños.
En este sentido, el Hombre reacciona más que actúa.
A través de la hierofanía que se repite ritualmente en este espacio sagrado, el espacio extrae su carácter
particular, que lo eleva de su entorno. Un lugar anteriormente secular se transforma hasta cierto punto en
un lugar sagrado, que luego asume la función de centro sagrado. Sólo aquí se puede comunicar el secreto
de lo sagrado a quienes están autorizados, y este espacio sagrado ejerce la función de fuente de fortaleza.
Este es el lugar ideal para la iniciación, volveremos sobre él más adelante; porque donde se manifiesta lo
sagrado del espacio, se revela su realidad. Comienza a existir un punto fijo alrededor del cual continúa
existiendo el flujo del mundo profano: este punto fijo es un centro en el caos. Sólo aquí es posible la
comunicación entre diferentes niveles cósmicos (por ejemplo, entre la tierra y el aire, o el cielo), lo que
hace posible la transición de un nivel de presencia a otro: esta imagen del centro del mundo, eje vertical
del mundo, permite la orientación. .
Por lo tanto, todo lo que está en un espacio sagrado se vuelve orientado. Cada orientación en el espacio
tiene características específicas y diferentes, cada una de las cuales tiene su propio valor simbólico. Por
eso Oriente en todas partes es sinónimo de nacimiento, renacimiento o inmortalidad, porque es la
dirección del sol naciente. En contraste, Occidente (la dirección celestial del sol poniente) simboliza la
muerte, el error o la confusión. Dado que el espacio sagrado como imagen del mundo es también una
imagen del cosmos y representa la única realidad verdadera y duradera, la vida no puede ser bien
entendida, a menos que la vida sea comprendida como algo sagrado .
El masón puede incluso vivir sólo en un mundo sagrado, porque sólo este mundo participa del Ser y
existe realmente; el masón manifiesta así su deseo de Ser, su deseo de participar de la única realidad
importante y real, para el masón luego de un tiempo de haber sido iniciado verá todo como sagrado ,
vera lo sagrado hasta las cosas más mínimas de su vida . El Gran significado del espacio sagrado reside,
por tanto, en el intento del masón de lograr la reproducción simbólica del cosmos, cumpliendo su deseo
de vivir en un cosmos puro y sagrado tal como existía al comienzo de la creación. Este “ mito del eterno
retorno o de la recurrencia estilo Ouspensky ” le permite una existencia verdadera y real. Esto es
posible, al menos por períodos, mediante la experiencia del tiempo sagrado.
Se establece así el vínculo con el concepto de tiempo sagrado. El tiempo y el espacio, las dimensiones en
las que vivimos, se complementan, son una realidad indivisible. Al igual que el espacio sagrado, el
tiempo sagrado debe distinguirse claramente del tiempo profano. Todo Masón inevitablemente vive en
ambos, en el tiempo secular y en el tiempo divino. Para el ser humano mundano , el tiempo profano está
limitado por la vida y la muerte, dentro de las cuales transcurre, esta vez "muriendo" poco a poco y
nunca más puede ser revivido; esto ya no es válido para el tiempo sagrado que, por analogía con el
espacio sagrado, es diferente, incluso superior y, por tanto, confiere al tiempo un carácter heterogéneo,
similar al que ya hemos descrito para el espacio sagrado. También aquí nos encontramos con esta
bipolaridad. El tiempo sagrado es un tiempo mítico que se ha hecho presente. Cada Tenida dentro de
Logia , cada párrafo de las 3 liturgias, pero también cada ritual pensado hacia un pasado venerable no
significa otra cosa que la reactualización de un acontecimiento sagrado en un pasado mítico, el
“principio”. Participar dentro del mundo de una Logia Masónica significa alejarse del tiempo profano,
permitiendo así participar en un tiempo mítico actualizado. Esto se logra a través del ritual. El tiempo
sagrado se vuelve así indefinidamente repetible, capaz de un nuevo comienzo. Este tiempo tiene siempre
la misma duración, no cambia y es inagotable. Es en cierta medida un acto de creación, o más
precisamente su reflejo, porque durante la historia de la creación terrestre como imagen del cosmos, las
duraciones indefinidamente repetidas del día, de la noche y de las estaciones fueron determinadas por
una mano superior.
Es, evidente que es preferible hablar de duración profana y de tiempo sagrado. Este último puede
adoptar diferentes formas: puede designar el espacio-tiempo durante el cual se celebra el ritual masónico
, donde el elemento sagrado se crea en el tiempo sagrado, muchos piensan que el tiempo sagrado es el
“No Tiempo” la Eternidad , donde no hay comienzo ni final. Este tiempo también puede tener como
contenido un período temporal mítico y volverse sagrado mediante un ritual o mediante la repetición de
una forma mítica original masónica . Este tiempo puede referirse en última instancia a procesos
cósmicos, siempre que sean expresión de una realidad fundamentalmente sagrada. De esta manera, un
intervalo de tiempo puede acceder al carácter de una hierofanía en cualquier momento.
La participación en un acontecimiento que tiene el carácter de tiempo sagrado permite al hermano
masón salir de su duración profana para encontrar el tiempo sagrado, que es siempre idéntico y pertenece
a la eternidad. Encuentra así su origen, que busca en lo más profundo de sí mismo. Si logra esto, notará
que es este tiempo sagrado el que le hace la vida más fácil en la duración profana. Bien podemos decir
que la periodicidad, la repetición y el eterno presente son las tres características esenciales del tiempo
sagrado en Logia que manifiestan más claramente la diferencia con la duración profana. Por analogía
con el mito del eterno retorno del espacio sagrado, encontramos aquí el mito del eterno comienzo. Las
explicaciones anteriores han demostrado -al menos eso espero- que el espacio sagrado y el tiempo
sagrado constituyen una unidad ya que se condicionan mutuamente y sólo pueden experimentarse juntos.
El Tiempo Sagrado y el Espacio Sagrado tienen un fuerte vínculo con la masonería regular . El vínculo
del tiempo sagrado y es le espacio sagrado con la Masonería se hizo conscientemente desde hace
cientos de años con la esperanza de que solamente el masón atento lo captara por sí mismo. La primera
pregunta que se le hace a un neófito de nuestra orden se refiere a su creencia en Dios. Así se expresa
muy clara y manifiestamente la “ condición sine qua non ” para su recepción : el deseo de
experimentarlo debe estar presente para sentir lo sagrado.
Nuestro trabajo masónico se desarrolla en un Templo. Según las investigaciones, basándose él mismo en
las observaciones pertinentes , el término " Templum " caracteriza el aspecto espacial, y el término "
Tempus " el aspecto temporal de un espacio y de un tiempo sagrado. Las palabras latinas casi idénticas
son, además, una pista adicional que refleja los puntos comunes (mencionados anteriormente) del
espacio y el tiempo.
El ritual de iniciación masónico corresponde en todos los aspectos a lo dicho anteriormente. Al aislar al
neófito en un espacio subterráneo, se hace posible la separación del espacio profano y se le permite el
acceso al espacio sagrado. La muerte simbólica y los 3 viajes, que simbolizan la purificación por los
elementos, corresponden al patrón fundamental de todos los ritos de iniciación desde los primeros
pensamientos de la historia humana.
El Templo está orientado según los puntos cardinales del cielo, cada punto con su valor simbólico
antiguo e intrínseco. La entrada al templo está cuidadosamente custodiada por el Guarda Templo y los
hermanos expertos se sientan junto a las columnas. Además de las dos columnas J. y B. se encuentran
sobre el piso ajedrezado de mosaico blanco y negro y las tres luces alrededor del Ara Sagrada ,luces
que encarnan las virtudes que sostienen el Templo. También encontramos aquí elementos arcaicos de lo
sagrado: en la historia de las religiones, las columnas simbolizan el esfuerzo del hombre por establecer
una conexión de la Tierra al Cielo, con lo divino.
Debemos recordar elemento temporal: el trabajo comienza al mediodía y termina a medianoche. Las
obras se desarrollan en intervalos regulares que no están determinados por ninguna hierofanía, sino que
presentan los elementos fundamentales del concepto de tiempo sagrado: periodicidad, repetición y
presente eterno.
Como Masón, es bueno saber que en la cadena de unión podemos vivir el acontecimiento _fundamental
para el ser humano_ del retorno y reinicio del tiempo sagrado y del espacio sagrado. Sólo así podremos
encontrarnos a nosotros mismos y medir nuestra experiencia en una escala distinta a la de la vida
secular. Por lo tanto, debemos tener cuidado de que esto “verdadero” y esto “auténtico” no corran
peligro por la intrusión de querellas profanas; al contrario, todos debemos esforzarnos por preservar lo
que nos une tan fuertemente.