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Peter Collinslos Ideales de La Arquitectura Moderna PDF Free
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Editorial Gustavo Gili, S.A. ogo20 Barcolona, Ross 7.09, Tl 9220161 alan 83050 ‘Valle de Bravo, 21. Tel. 560 6011 | GGP ~4- LOS IDEALES DE LA ARQUITECTURA MODERNA; SU EVOLUCION (1750-1950) PETER COLLINS BIBLIOTECA (4464‘Modem Aicitecture (1750-1950) + Nersién’ castétlana de ignasi de Sol8-Morales Rubid “Dleeno dela cublorta do Eulalia Coma Scp INDICE \ | Bake RS ge Ae Prévogo'A 1A moicub ESPAROIA 2 ee | Promo. oe PRIMERA PARTE : Romanticismo Carfroxo PRIMERO ‘Arquitectura revolicionaria ©... Carfruzo SEGUNDO : La influencia de Ja historiograffa : | | | |
4 Historicismo inguna parte de esta pubicacién, cdo el disto de la cube, : . Duos reproduce, amacenarce oranamirse de ninguna fr, Fi por niin meso, sea est electro, quo, macanico, oi, v4 + Ciptreno eusRro So'grabecn odo etocopa sin a preva autorcacton esta por El conocimiento de los estilos. .« Dato do la Cito La Ecvalno se pronancla, lexpresa Fiptctanonte respecto ala exacttud dela iniormacion contorida ~ Cartraio aocxro test bro, aren por la cul no pode esumi ning po de BS cogreeo responsabilidad e ‘caso de error u omisién. | } i ~ carfrixo sexr0 ‘Aposar de as oon reatcadas, noha si poste localiza a | Historiisme romano ‘titular de los derechos de autor o sus derechohabientes. La Editorial | be desea depussia a considera as paeiones que confore a 1 Coririno sterano Gmeciosote apes ent senda. 1 1 Bistoricismo griego - © para la presente edicién Editorial Gustavo Gil, S.A. Barcolona, 1970, 1998 Cartruto octavo Historicismo renacentista . Printed in Spain ISBN: 84-252-1757-1 i Cartroto NovENo. Deposit legal: 8 12.471-1908 Nacionalismo gotico. ee Impeesion: Grfieas 82, S.A. - Rubs Barcetona)QUINTA PARTE 1 Anfluencias ‘entre tas diversas’ artes : Cartroxo -viessrworREMERo Gnfluencia de Ja literatura y la critica. . . 2... 29 Captrozo. vraésrosecuxo z La influencia del disefo industrial <0. 05 5. «2th Ta fnfuencla de a pintura y ta eseultura. . °°. . Zit CapfroLo VIGESIMOCUARTO. : Bt Nuevos conceptos del espacio . . Cirtrovo pectisoséermso * oat os La analogia lingtifstica . —- : a F ae CUARTA PARTE ae : i t Racionalismo aia eg | Cartruto pecrMocravo: : wo ho La influencia de Jos ingenieros civiles y militares . : 7Prélogo a Ia edicién espafiola La traduccién de ta obra de Collins supone una interesante no- vvedad en el campo de la literatura arguitecténica en espatol. Al ‘margen de los libros exclusivamente técnicos y,de los de pura ine formacién gréfice, las obras de tema arquilecténico son escasas fen nuestra lengua. Faltan casi absolutamente las obras de teorta, ‘mientras que tos estudios histéricas carecen @ menido.de ui exfo- ‘que eritico adecuado. La obra de Collins resulta en nuestro. panorania estimulante, ya que. plantea, tanto en el plano el metodoldgico, importantes problemas 9 perspéctivas. ‘que la resolucién de los complejas problemas que hoy no sélo por sus! ‘que ‘plantea. Las @ 1608, fecha de la plena el verdadero origen de la 1750 et origen ideolégico del movimiento moderno, cumple un doble objetivo. Por una parte, completa la accién desmitificadora contra et origen proximo de la arquitectura actual. Por oira, al alejar en dos sigios el nacimiento ymo ina larga génesis de debates, intenios fa- multiples, Desde esta perspectiva, la arquitec- nia a doscientos afos atrds. Esta hipdtesis polémica no es, evidentemente, gratuita. Nace de ia viva conciencia de ta crisis 1€ +49 9p ponumos) swopowisumys 2p upwoou v1 ap spaoss v roam 501 piso “(6LEEEDRT) Haduas op wage nt to, wnaanseoag “sodulat) sous Sop u9 anbolus 9p soyquizo'sopunjoud opin. on vintzoymban 29 POSH "
, mitad de nuestro siglo, ia ‘una seri forladores que, reaccionanio contra £1 formalisino puro-visibilista, han colocado de nuevo la problemd- ‘ted arquitecténica en tm contezto cultural més amplio. Explicacién ‘Gausal heterGnoma, concebida inicialmente con un dmplio peso’ do- terministico, de las grandes estructuras econdmicas sobre los con- j ‘arguitectonicos. Haiiser, Fisher, Chastel, Benevolo, tcétera, plantean siempre uvia relacion unidireccio- jediata, en términos de causaefecto. ibargo, hoy por hoy, este planteo resulta excesivamente ‘Asquemitico, Se logra wna, recuperacion de ta historicidad, pero ot ‘precio de,un simplismo excesivo, en la explicacién de los productos Tlas obras— a partir. de las causas socio-econdmicas. intermedios: estructuras, culturales que reando relaciones y dependencias mediatas,, entre los diferentes niveles.culturales. En nuestro caso, este enfoque metodoligico, histérico, pero con um mayor grado de complejidad, ha’ provocado la necesidad de es- tudiar 1d obra arquitecténica, no referida directamente a las coor- denadas econdmicas de las que depente, sino a través de sistemas intermedios, en funcién de los cuales Ia obra se organiza. La steoria> de la: arquitectura, en el sentido althuseriano de este término, es tivo bdsico para una correcta explicacion del fendmeno ar- quitecténico, pues la obra arquitecténica solo se ha. produci través de determinados sistemas tedricos e ideolégicos. tural se ha forjado, las obras de aquel , tica ni sin ideologia de esta misma arquitectura. Ni puede haber 4 una historia de la arquitectura sin una paraleta historia de ta teor'a, de la critica y de las ideologias arquitectonicas. por elaborar. Son muy pocas las obras e la literatura arquitecténica 0 artistica, en gene- ral, La historia de las ideas arquitecténicas estd todavia east pon empezar. La bibliografia dedicada a. este tema, dejando de lado los tratados de historia de la estética, es muy reducida. Puede decirse ‘que la primera sistematicacion de este vasto material fue la obra de J. Van Schlosser, Kunstliteratur (1924), 9 en 1a misma linea debe situarse la antologta de textos de E. G. Holt, A Documentary History quitecténica, Han’ comenzado a publicarse interesantes. estudios ‘monogrdficos sobre autores o periodos determinados, ‘pero todavia ‘om muy pocas las obras de alcance mds general. El libro de Collins que ahora presentamos fue, en realidad, la ra que estudia ta arguitectura durante tn amplio perio de doscientos ajios, desde et punto de’vista de la‘teoria S. Laug y Blunt que han publicado éstudios en a. misma tinea. Collins realiza un importantisimo trabajo de recoleccion de. tex- 1é5 de los escritos de los arquitectos tedricos, de los criti los escritores de las primeras revistas de arquitectura. Sus ie The Builder y de L’Architecture Francaise, son de una novedad. El panorama de'las ideas arquitectinicas en 10s siglos, sé enriquece grandemente y pide una recon- ‘eva, que podrd realizarse con ta aportacion de nuevos icipacién, aunque tenga también ti ‘aparecen en la opcién metddica hecha por Collins al organizar por temas 0 «ideas» el conjunto de las concepciones, desde el rococé XQ‘Sonpeop soy eicemp sopeapt ep somqunes soy “emoybre UE opmyedey Introduecién _Los limites’ de Ja historia de la arquitectura moderna son tan clase de historia moderna, ya que cada época tiene una idea dife- rente de lo que hay que entender, hist6ricamente, por «moderno». En el siglo xvm, a los arquitectos ‘del Renacimiento se les amaba modernos para distinguirlos de los dela Antigiledad. Hoy se en- tiende por arquitectura moderna la que es peculiar: de nuestro cho de qlie este material permanecié en el olvido més de mil quinientos aos antes’de las investigaciones de Cointereau. AI mismo tiempo, no podemos discutir’ que 10s, cambios radicales que se produjeron ‘a mediados del siglo xvm alteraron. tan profundamente las teorias posteriores de la arqui-- tectura que cambiaron por completo los. ideales) arquitecténicos vigentes hasta aquel , sino que los relaciona inti- yy, dando unidad al perfodo gaal ésie puede considerarse como un solo pe arquitectura contempordnea han sido enteramente estudiados por 9 bssoumtinps to epepphass 195 epand ojgs onb ‘exmusaymbae ef ap eLI0% + BL tome. soumspod nb of tod opiBex oonseTep,ossooxd um jsw 20 goduon [op muidso> yop" uorsoxd seuo}>eaTeuoer ap. srs eum rod =. SFeninoed 59 of onb “opbsory widosd ns oypoy wy 2s steeping aated v fstoas Be pene ox nt oan fo wpe zousaES olpepsas Top WEES ft wrup Dobe ‘josong eoupmme won w'osed EGE Opont 9199_op eiuotmy og “sOpeudpuco © SOpEpIaTO aruaniesn(uy opis wety 2x offs fep serz0s9 $81 9p sorsedse gnb £ ‘98 on sopypps soy sopoy ojuommesysyySS sezeue onb syur UIPPRIMERA PARTE ROMANTICISMO fo i aQ ‘age sod Sie? 9 kk Oe Tp soeay) op eadseybre Ey “axqmoy 19P TEAPIPOY egy f+ toinep oe Sob os “opener Sea oncémoda: planificacién, 'constriccién “pura. y..aspecto agradable, no pueden ser substituidas. por. otras ‘tendo de esta base. puede decirse t6nica positiva.y. que Jo limita. Otras icio-y la. funcionalidad era el principal de un buen disefio arquitectnico. Pero las teorias fonarias ‘se basaban en buena parte-en una nueva interpre- a nocién de la belleza’ arquitecténica. Por estar particu- 105 en sus obras un estilo que podria en realidad, habria que definir como rriendo un justo propio». Finalmente en las obras de Vanbrugh y de Hawksmoor se advierte una tendencia a las composiciones nove- 16 nt Jescas mezclando elementos clésicos para obtener. composiciones mis radicales ya que dieron lugar aun nuevo vocabulario arquk tectOnico de formas escultéricas mejor que.constructivas. Soane hizo suyas muchas de las nociones de Vanbrugh y.Hawks- indiferentemente. la arqueologia le hizo proyectar parte del Banco de -omo el templo de Vesta de Tivoli y. construir su caja como un gran muses. Consideré que un edificio sdlo era bello-si formaba «un todo desde cualquier punto de vista de. que fuese visto, como una esculturas. En suma,’ sus disefios muestran dos mente higubre, piranesiano, por los sarc6fagos que le servian de inspacidn en's Lontones? como cn eibeba da Bunco de voit pear de todo, se comprende que, aunque Ios ideale dé Soane efectos escultéricos de Iuz y sombra. «La arquitectura, escrit el juego magistral, correcto y magnifico de las masas W pt2Un edifice, no es autométicatente distinto de, otro al esté lie diversas partes del than, de tener sos: di- bello edifice, ya que ‘proscupdndonos:tinicamente. por. conseguir resolver Jas necesidadespricticas; es imposible que. sea feo...Los arquitectos deben preocuparse de ta planificacién y de.nada mas». La doctrina det funcionalismo no puede exponerse ¢on més fuerza, ¥, siertamente, nunca; ha sido mejor explicada ni siquicra en. los it Ia obra. personal de estos arquitectos, los, ya que esto. ha sido. hecho con iichcock en. Architecture, Nineteenth ‘and Twentiesh Centuries. Sin embargo, 3 necesario.mencionar un ‘concepto radical nacido a mitad del siglo xvm (principalmente en Ja obra de otros arquifectos como.J. F. Blondel) ya que, aunque de momento no. fue. puesto en evi ‘moderna mis’ que nada.,Me re Jas nuevas ideas sobre las. ccualidades del espacio arquitecténici " Hoy-en dia se habla de modo ampuloso del espacio. arquitect6- orden muy distinto.al que posefan los edificios antiguos. Hay inclu- so algin te6rico que mantiene’que esta. nueva actitud ‘espacial es el principio) basico que distingue el Ja edad moderna, Las teorias més recientes del espacio arquitecténico se discuten en el capitilo final de este libro; pero ¢s importante sefialar aqui que habia surgido una nueva teoria a partir del Rococé. Antes de Ja primera mitad del siglo xvm, el interior de un edificio era, esencialmente, como el contenido de una caja, 0 una setie de recintos como cajas, divididas por sélidas paredes o interceptadas por columnatas. Pero, a partir de 1730, esta actitud cambié, aunque evidentemenite los recintos seguian estatido sdlidamente limitados y s6lo"podian apreciarse avanzando a través de ellos, aunque esto jo de la construceién de fodos los tiemp% ‘Seria erréneo ‘suponer, como algunos autores hacen, que los volimenes clésicos eran especialmente torpes. Hasta la habitacién Jaje. Pero cualquiera que sea la variedad posible dentro de ese sis- tema, su naturaleza era esencialmente Ia misma que la obtenida 2» desde Ja antigiiedad, por medio de niuros, pérticos, Silas hipésti- las, en Jos monumentales edificios.del.pasado. La nueva concep- cién del espacio dependia de transformaciones mas radicales. ‘Los cambios producidos a mediados del: siglo xvimt se_refieren a‘las mucvas ideas para lograr efectos de paralaje, Estos consisten en «el desplazamiento aparente de los -objetos causado por tn cambio de punto de vista», En Ja prictica suponen, por ejemplo, que, al conducir un coche velozmente, los objetos lejanos parecen correr a la misma velocidad que el coche, lo que se expresa vulgar- mente diciendo que los arboles. corren a'lo largo de la carretera. En arquitectura, si pasamos 0 nos movemos a través de. tna coltsm- zata no s6lo parece que las columnas cambien de posicién en rela-, ccién con Jas demas, sino que también parece que cambien de posi cién en relacién con cualquier cosa que se vea a través:de\ellas. ‘La multiplicacién de los efectos reales (en Sposicién: trios) del paralaje fue imposible hasta que: el desarroll y las construcciones de hormigén. armado integraron ex ‘io una secuencia de pies derechos exentos, y la fabricacign de gran- es laminas de vidrio plano asi como el acondicionamiento actstico vestibulos acristalados y con columnas .0 pies derechos. ‘Sin embargo, a mitad del siglo xviir-encontramos ya'un’ aumento de efectos artificiales de paralaje y también un nuevo y repentino interés despertado por las implicaciones estéticas de este fendmeno, ‘aunque tinicamente en términos generales, Estos efectos artificiales se conseguian mediante. grandes. espe- jos, poniéndose de moda entre los decoradores del Rococd situarlos luno frente a otro en las paredes de. las habitaciones. tras que.una perspectiva pintada no se adapta \del espectador, Ia perspectiva reflejada por el espejo jpor donde quiera que ande un espectador ea un siglo xvnr, ve no muros macizos sino series de través de las cuales se extienden espacios arquitect fnfinita secuencia paraldctica mas alld de los limites de Ja estancia, Los efectos arguitecténicos de paralaje intrigaban a los més Agudos observadores de este perfodo cuando se producian de puer- fas para afuera. Esto no ocurria muy a menudo, y era préctica- fuente imposible por las limitaciones de los edificios de 1a época; pero se podian observar en las ruinas y ésta pudiers para explicar la popularidad de las ruinas en esta época. Cuando Robert Wood visité las ruinas de Palmira en 1751 se impresioné inds por sus cualidades estéticas que por las arqueol6gicas © hizo hotar que «tal cantidad de columnas corintias, entre pocos muros © edificios macizos, ofrecen una perspectiva del mayor romanti- Gismo. En Inglaterra, estos efectos fueron muy estimados por los aoainoas oraxyavg mse AX TS mise 81 9p ofpse sombqeng <“pypisono}sy P| ep epuenyjuj Byardizacin, éaracteristicaedencial de Ia doctrina clasica, se perdiese. ‘Aud. flendo’ tan-fundamentales” estos factores econémiioos, él origen inmediato de los cambios de‘ideales en arquitectura fue més filoséfico'y estronca con un nuevo -modo-de conocer, que puede to histérico. Porque es errdneo creer que el jempos reinotos; pero sin sentido més amplio de-la evo- ica. Por él ‘contrario, si fin era demostrar que la ‘habia. existido ‘siempre, para proponer asus con- tempordnies la initica moralidad:de los antepasados como ejemplo moderna’ sentido, que los que Jes precedieron, ya que inicamente substituian por 14 autoridad de Ja teologia la de las matematicas y erefant necesario interpretar el pasado segiin el Plan Divino. Sin ‘embargo, introdujeron “dos conceptos en tarde aféctarian al periodo que nos concie de perfodo hist6rico; tieron tentados a volverse teéricos ¥ y el futuro: Con Ia Megada del Renacimi stadios politicos se basaban aunque @ menudo ne- gativa, Atmgue contraria a los estudios hist6ricos, su metodologia r=~ a ionalista fue un .estimulo para um acercamiento més cientifico a Ia evidencia histérica, como puede darse en, las obras de un Bayle. En esta época es cuando los manuscritos se fecharon ‘con precisin por vez primera y se valoraron cientificamente por las nuevas ciencias paleogréficas.y diplométicas. También entonces se argo tan poca influencia entonces, como los antiguos, por el pasado. En los colegios fue rara la ensefianza de la historia antes de 1760, cuando esta disciplina se introdujo en las. Dissen- de historia se-crearon en Oxford y Cambridge en ppoliticas pero no se dieron lecciones de historia’ en Cambridge hasta 1773, mientras que en Oxford, las cAtedras eran ocupadas por poetas como Thomas Gray y Joseph Spenser. también Ja conviccién arisiotélica de que po intercambiables, como lo prueban los: cursos toria de Ja arquitectura sélo se creé'en Paris, en la «Ecole ‘des ‘Beaux Artse, en 1822. Voltaire ‘fue, segin Eduard Fueter, el primer historiador mo- demno. Luis XIV y su época se publics ‘en 1751, apareciendo en 1754 el Ensayo de Historia General y. de las Costumbres,. Aunque nin- guna de estas dos obras se refiere directamente a Is arquitectura, sin embargo, ambas ponen de manifiesto unia nueva vision en I Ja historia crea nuevos caminos en el pensamiento arquitect Al considerar el Ensayo sobre las Costumbres se observa que, a di- ferencia de las obras histéricas anteriores, en ésta se concibe el cambio como algo mis caracteristico. de Ja naturaleza que Jo per- manente, y este cambio se produce gradualmente, por evolucion, bumanas. Esta es 1a esencia del concepto moder ia arguitecténica. EI significado que Ja palabra jene para nosotros es cl de cambio natural, gradual, Ia estructura de entidades organizadas; de la palabra sevolucionay> significé are (como un rello de papel, en sen de Cambridge, eesté de una vez presente en Dios», Andlogamente, Ja palabra «revolucién» ha cainbiado hoy su significado original, «Re- coy3-Up ‘opesed ye uvpayer 9s opens “emmpoaymBse algos Un}qHI0s0° nb ‘fopour oustar Jory “souD#ii0 soy 0d ceeds einjsoniny 9p sousdio soy omit uo © SooMEN. Fen rood © uoguiss ap amtoeg soya soins sommmumiize sod. sexSojoumt svfeia. set wadnan edoqs}ou9 $0] SopOr yeiouad.n>.A .nambsaqaoyy. ‘Meas “sho “ameroq tidd ‘oxod ‘seanmmpid sauoyoezstiay Abunsht 9p: soyuamed ‘ottiog euwMNOT ‘ensbeifin poh tee eiopysioa us worepye} ou sojosrmbie soj “eueuOr eojoym yap ‘onrpaz2sop fo osnsnpoid [e ag. "BUOY OP S9ta8}r0' Soy narJos paises, sino ‘de'todos los tiempos, y. aunque tenia, como todos'los-franceses de su tiempo, poca: simpatia.a la Titeratura medieval,"reconoci6 la importancia hist6rica de este perio- do y, sa influencia en 1a formacion’ del cardcter nacional de los franceses, El mismo, dijo que si escribi6 la Historia General de tas ‘para sus viviendas en las afueras de las ciudades. Fue por tanto en Inglaterra: donde . comenz6. verdaderamente ‘el modetmo: Romanti- cismo arquitecténico. Pero ‘antes de analizat este hecho es impor- ‘dos conceptos unidos pusieron en crisis Ia fe en ma Jos que se basaban todas émicas de Voltaire y Montesquieu, los persons- jes ori lizaban tinicamente como artificios literarios que ‘permitian la critica'de las. instituciones en Francia. La moda no dur6 mucho tiempo. Pero, a mediados del siglo xvmu, eran varios os arquitectos que opinaban que los arquitectos. chinos podian ser tan buenos disefladores de interiores como los romanos; que los jar- 2 dines chinos“podian scr adaptados, por sus caracteriiticas,:a los jardines: ingleses y que la asimetria china (0 sharawaggi, como. se lamaba erréneamente, pensando que era’un nombre chino), era tan apropiada a los edificios i i Cartas de Ch en 1749 y fueron traducidas ss en 1761. Los chinos, decfa, como los. 3 piblicos, eran Jas villas de recreo «reina en casi todas partes, tria_y desordens. Es fécil comprender la poptilaridad. del libro le William Chambers sobre arquitectura: china, publicado: en 1757 # que en el jardin de Kew construyera una pagoda pata su pro- ‘hetor real. 3 ‘Evidentemente, el interés no se.detuvo en’ China, de:modo.que, ‘a mediados del siglo xrx, muchas villas; en’ toda Europa, mostra. ‘como varias publicaciones bien ilustradas. sobre sus'-antigiedades ‘que aparecieron en aquella época. Esta. tendencia fue iauy: impor- tante en América, donde los chauvinistas’ tenfan. razones ‘obvias, para despreciar deliberadamente ‘la autoridad de -los prototipos ttadicionales curopeos.. La tendencia’ no fue’ muy-marcada hasta formas y disposiciones que los arquitectos occidentales ya estaban Dreparados para recibir a causa de motivos ignorados por sus ‘readores orientales. A mediados del siglo xvmn, Ios términos «chino» y «gético» eran Gasi_intercambiables, ya que ambos eran sinénimos de extraiio, §xético, raro, y, dentro de las clasificaciones usuales de ornamen: facién, ‘se consideraban como variantes det estilo conocido con el a~ Sgavioy Waxdfapouil 3s" yja U9" an séuoponasu Sey onb -' opfeqreq Gmnd eo o€ BIER PEPE PI ‘orsadse 989 Uo sousur opuens ‘nb ‘anb sej uo seouionst Sopigiédad seria: como la arguitectura gética con ‘at ‘Dundes alam postin und suayor simpliidad ¥ grandiosidad ‘njestuosy, pero Ta primera consegua su. be rendentes oriamentes aus eonstufan fxs por sceptaba ya. ent comparables, ¥ tay de-tm modo Tn argultectuta,gotica por investigadores se habia completado. . cambio de ideas no hubiera sido’ apreciado por el’ gran géticas fue desde 1785 i: Jmeras décadas del siglo xx, época en la que aparecicron: gran feantidad de obras como Emmeline, The Orphan of the Castle, y autoras como Sophia Lee, Charlotte Smith, Aun Radcliffe, Eliza elas era-describir impresi trae. en ambientes descono su re: ‘puesto, porque tant ituaciories, -omo las de Charlotte Smith)’ tendian & provocar’en sus lectores. mls impresionables el desea de expe, Fimentar en. su vida esas mismas. sensaciones. pporcionaban os. medio: hhuida de estos. dos cautives por un pi ‘conducia por debajo de un foso. ‘Tineles, ‘dtros element i 33 “ojeur aqtioweoniziso’ 0 eon 9p uprDeoETTeS ‘wun exoystidas 9b pepifens eno sofbpen 0 “epour op opesed ‘ooCarfrozo, TERCERO, La influencia de lo pintoresco vivienda campestre, phede encontrarse ya en Ia antigua Pero, en un sentido moderno y més restringido, no aparece hasta 1720 en las casas de 72 ev aog “emioombre vy us ey2anfp epUaMpUT woroyoraf9 OM TAK OFF © opp sopepour wise, “oBfequie “urs. ‘sequre od oysaye: mNON Nod uequss sosoiSuy sof anb-odaion vjowy. Bx “wonsifested wimrard yuo & emezoi| ¥[ us “seo. ap sop 9 dquoaspediouTd wee 25 Otod ‘Sane Se] SepO} opmomrsyuorEde eTi evr de Pos er a cl foie pe am enon sea mn 2 CO ee oa chen Fa wate rn st nad tin ra oe ae Stee eee eet a cate 5, ¥ la Aestetica, de A, en ‘a obra en la que aparece 12 palabra ‘como la segunda parte de los articulos de Addison en se refieran especialmente a Ia poesia. A finales de bisicas dé Addison se habfan ampliado en un comy artes (con Ia. creen Alison empezaba por afirmar, como Addison, queilaasociacién de ideas es el origen de lo que llama «la emocién del gusto» y Ix causa que explica todas las emociones estéticas..La materia no es Por si misma adecuada, insiste, para producir ninguna clase de emocién, pero los objetos materiales pueden lograr este, efecto por concescién, al considerar que la arguitectura antigua de cualquier ‘tipo, tiempo o lugar no puede considerarse al margen de la historia. ide Ja nacién en Ia que se produce>. A Alison estaba convencido de la imperiosidad de Ins: formas cli ho era una verdadera im ‘de Jas formas-y adornos ~ eran bellas «porque asociaban aventuras medievales puestos de ‘moda 41& \Koqay Inmuog ua gqteas os aumyqns of-op wzaqTeq wp sIuMETUOITOS subir (Sujo(di9 op" ojuepuardios yur -oyuerur Jo ‘onugmmayqeaong Spa: opoy sre Cojpst eigen on s :Bee ace aes tj spon seo sysop ou bum ‘opmmsaos ¥js0 anb ‘iva soqerioeur soy op omo> Jse “opin ‘pes ap vwapennieH Msp ‘nopudep Soputpe sop op souoyarodord sey woo UpFoe|aX Uo sojTUr 5 | ‘Sud sououodaxd usinsr-onb ule “sauna soridue ap onUop O14‘octumas, como cuando fue visitado por lord:Nelson en. 1800, acom- ton. La escalera se ilumninaba pareélera que «se trataba det sted» o que «acabara de lberarse ‘un magico hechizon. “Fonthill ejerio sin: duda una tremenda influenca, incluso antes: de que se publicaran ‘libros sobre'ella y antes de que, con motivo de su: subasta. en. 1822; fuera ‘visitada’ por mas de 7000. personas. Pero las’dificultades de lograr algo tan sublime en ‘menor escala, fue la causa de que no se imitara. De ests modo, parques y edificiog ‘en el desarrollo del historicismo romano, el griego;: el: g6tico. y el Fenacentista se explicarén més adelante. Su influencia en el disefio tado fue el establecimiento de una serie. de principios estéticos por los cuales una pequefia casa de.campo, en vez de considerarse como un objeto geométrico dispuesto en el paisaje en armonia on. $e pens6 como algo que complementara un- escenario rural, de explicar que el_valor estético-de-mayor_influencia a pri | del siglo x0x-en‘Ia-arquitectura doméstica-no "actions de arterres en ngulo, iOtre, con. sus avenidas 'de Arboles Pos y praderas:en vez de atravesar interés general se. habia desplazado Ihacia Jos efectos de novedad y sorpresa con referencia a jardines Jo que las zonas cultivadas que rodeaban Ia casa arse. En segundo lugar y mas importante, es el |hecho de que Plinio’el Joven habia descrito los alrededores' de stu 45a cf opis eq speue-“emisormnbie w>-oisn8, tang YP off SETAE wf oMD OT] “eIOPeUE 9p sosode woo 21U9t ‘ub: opesuod eiargniy eHioBsyeo op. ofSoumbse-uneuru “ge/ ‘ubibg “emision i otinny SHOW ene see > Oey 5 riot tprezanuy bun. goouosd‘esoo wut FL ubevaequre. sab 2p: nppolancs =| toaprsoymie appysodaes fe. 8 wus upadoouoo ef 9p ourHD e send 9p. opeHTIsD Ta “sei0peiout ‘soamang. sns eed wisia. ousng v{ onb. cosaxoyusd snp Una. UPS “a9 seen ‘souopoafosd ayueIpaut oupend’ un 2p -UOIDUSUIS vl‘Que. sus:predecesofes mantuvieron invariablementes. Por-este’ tiem ‘po, Addison ya.proclamaba que la novedad ‘era una de las’ tres fuentes principales’ de os -placeres: de: Ia -imaginaci6n “y" ei sus Robert Adam afirmaba-que wera una viriud ‘el espiritu de la: Antigiiedad: con variedad:& 48 yuxtapticsta, ni lo que se percive en uma secuencia ‘de Io percib Esto es evidente en Ja.mueva actitud con respecto' Ja'simetria’ ‘euyo significado entendemos hoy con claridad gracias a las'con- fusiones que se produjeron en ese periodo. Antes de 1150, 1a palabra. se entendia entre Ios arquitectos en el sentido utilizado por Vitruvio, ‘como acuerdo iis BaMse A eyseiMEy 9p sostLGduis}tod soyatuafo"sdeduyMT sor woD BronAENp eo -eyqER “ot aqUSracded, salvo que éstos yducian-en el interior de. 1os.edificios. El primer desarrollo serio de 1a villa gética, aunque inspirado por ‘Strawberry. Hill no se produjo hasta pasados 30.6 50 afios con Ja construcciOn de nuevas carreteras y Tas novelas ‘romdnticas i Estos erecieron tan ‘vincentes y eruditas de Walter Scott. Los primeros roménticos ha- Dlaban de Ja Edad Media como algo remoto, y.por tanto, irreal, mientras que las novelas de: Scott Ie dieron’ia presencia de lo ‘vivo; los edificios descritos por Charlotte Smith“como algo oscuro superficie irregular debia ser un scastillo. gotico». Si se construia en un valle fértil, entonces se trataba de una cabadia. géticar. Loudon ‘habia sefidlado que, la arquitectura como bella arte debia ejercer una) determinada i i ‘que, luego, los. co debian decidir si los dos acres y medio de parcela en las afueras de Birmingham o Liverpool eran un valle fértil o una cresta escar- pada hacfan lo que querian. Lo importante era que la obra tuviera Sabor, pues|si algo aborrecfan los vigorgsos comerciantes e indus- ‘riales del siglo x1x eran las cosas insipidas. Como decia Loudon, Un egusto fuerte», aunque fuese de «calidad discutiblen ‘aunque no|se atrevia a censurarlos, ‘era posible recomendarlos. ‘aquelias mansiones de antigua prestancia, Asi, aunque las proyecciones y retrocesos, las torres y miradores tas a su efecto exterior y producian en les y sin intencidn, pronto los tedricos e dieron cuenta de las pposibilidades de estas for yremente. Uvedale Price advirtié que, para que las, 2 ‘Podido ocurrir de otra imanera, Repton fue més lejos fa Mostsé que ia trogdacdad no era algo nicramente picterice, sao ‘a veces el mejor camino para adoptar tuna amplia. variedad de ‘tamailos.y formas en las habitaciones, permitiendo ‘graciosas adi ciones. Utilidad y pintoresquismo tendian a coineidir tanto que en el siglo préximo seria casi imposible distinguirlos.OWSIORIOISIH.JRA REVOLUCIONARIA: Un nuevo énfasis en formias de composicién arbitra4 sateuepin serousaiva si 2p HoIDTE as “rueid uo seonoquis 0 stompiuosd se19 - uot woo uppeisatosd 8p, seu2pU SEAINU FE] 'VELVNOIOMTOATH VUNLITLINOYY (LLED sooping ue oneay 'SINOT’A, euaygoud ‘owsqut un 3p misfuoyonjons, oonueld nog p-souoraisoduioo se] 9p OU = Ea 031) wtooe1d op v2e5,,. wun “3p Sweig :xXoGaT “NDW, HALFPENNY: Templete de jardin con cierto sabor chino” (1750) Y EXOTISMo: Moves , uestra de In confusién. frecuente a mediados del s. xvi centre Los medievales’y exdticos CN. LEDOUX: tica ie delicias que in NUEVOS TIPOS DE VILLAS F. J, BELANGER: “Bagatelle” del Conde d'Artois. Paris (1777) Algunas fornjas de composici6n monument inspiradas, por ejemplo, en elementos dea EEl templo de Eleusis tal como se tencontraba en 1750 cerca de Paris (1768) LA INFLUENCIA DE LOS INGENIEROS:: Los estudios matematicos en el disefio constructive adquieren una importancia relevante 1cién del templo de gin cl grabado de Stuart y Revett Q ee SanusOWSIIVNOIDVYLA INFLUENCIA ENTRE LAS DIVERSAS'AR dd interiores en Ia composicin y en los detalles arquitectonicos NUEVOS PROBLEMAS DE PLANEAMIENTO J. F. HOFFMANN, ele. Bruselas(sot) 214 2p pepsssentur, ‘UY 9p SHOTS (NHVY TT SouosI sa1zued +6 s0d soprenposd somaya oy 0D NOVaSA TA $4NOIDIIONOD SVABAN “woo sofodso Sof 108 wpeaia ofejered ap (Ose1) Suva “awopuen 20ei4 WOIPS ‘XATUARLA TALOH ofeqes). 19p oefed un ap nd SININSIA'A ATVHISTORICISMO i Formas semejantes que h GP; CHEDANNE: Oficinas en Ta Rue Reamur. Parts (1903) Capfro.o cuanto El conocimiento de tos estilos Una de tas acepciones més populares hace veinte’ silos del tér- mino ‘
era que significaba la victoria, del siglo 20% sobre el Renacimiento, 0, en dentro de los limites de ciertas regla: sobre todo durante el siglo xix, los arquitectos miimero ya conocido de precursores, se volvi6 gradualment filosofia ‘tradicional de ja construccién como se ‘entendia antes. gusto comin por roversia piiblicai : : apr i POOLE AE DUO OOD COLE Un pub tod yioptandans Oy Pa) Pe Stee | 7 “equien onb olumse Jap eyoqdunos | rjssidxo von eqestot jp anbsod ‘ous ‘seperdozde weve seiefed Fal anbiod ojos Ou choaed e10 3mg op oes To and A “ead od ora us opeloate opmunae i aacurUre oy sue [p 2ae tp “DY 2p sazopinos sopospTey SOL & soxreton soon Sol Tod od $b omns9 [9 an une eferees eBpusjg cmos coup oon 2 Shean tne wo sapapasey se fn “ax ois [op sordioaud y wosayor soroop 19 20d opmteduo> ‘0 spi8uy,‘sqou3y peraidsoqu eis9_ored ‘yeorsed ‘wysod ap sodn. souren soy © -¥Ip' sooeI9}' sof 0d OproNde ap “c] : “Bhp sod) aneot-un 9p ofa. jo Souesn oxBoqe zoey spond os, “ * “ofmtps yep’ Pepe Bl asvarpuy 2 TEIAUAE ‘eretummeiap. ‘golipimos9 ‘ojaquys xeMbjena =p oped, : 9p.*e19 [e2pt 9189: Orod “99/1 US SvOpy SeIS9 puri’ ojessjoop. uo" pnp ou ‘euseax exmeyseq wI0 ‘dition jonbe uo anb "esooueay emrostmbzy 9p weIopeoy BL ‘sen ‘Spid 000d 4 sepremiqre were Sonopunsp Seys9 sesa1dx2 op opour [> anges seopy sus op SepINWY “ealsr can 9p fp osnpur 9 adiougad un ‘Sp siomtzodiny ao ofpe on “9 eaeg “OUTDO ToD DepHeN ete SOP “bidorde omuy ap sopoyso zetoud39'wypod eanjoyebie ey Uplgues =a 9 ovuesa— es vjssod ef on opodt Oust [pk esoprociamé que el: verdadero estilo Iirico con sus suetios, de, fantasia, Sus adornos, la elevacién del.tono:y.la dulce armonfa era en si mismo superior a-cualquier, otro:estilo. El clima animico estaba, por tanto, preparado, para .que~ los filésofos de'mediados del siglo xvim se preguntaran si no.era excesivo hablar de la arguitectura clisica como «arquitectura», simpleménte como se habia hecho en los doscientos ‘iltimos afios, ya que esto implicaba que cualquier otra forma de constriccién. “tanto medieval como oriental—n0-era arquitectura. Tal ver Ie arquitectura elisica era tan sélo el estilo. arquitecténico, superior ‘lésicos, como sir tras los arquitect ‘gético también extraba en Ja cate- como Henry Fielding emperaron hablar de casas de eestilo géticos, los arquitectos no se sorpren- dieron. ‘Todavia nadie se referia a 1a arguitectura dal momento como de cestilo clésico», pues crefan-que no habia mingin interés” en Glasificar-un_tipo-de Construccion Por un.epiteto estlistica excepto para indicdr que era extranjero, roméntico 0 grotesco, Pero, hacia be les ocurrié 1a idea. que el término sa) Ruins of lato. publicado en 1764, afirmaba_que, 'Diocleciano no sélo habia ensefiado a arquitectos capaces de imitar con éxito «el estilo y ¢ podia Hamarse el estilo y manera de una indo una arquitectura considerada superior currido a ningtin escritor J. F. Blondel, poner en duda que la verdadera arquitectura habfa cambiado siempre. Incluso sir William Chambers, que admitia que pretensiones de los neohelenistas. afirmé que ‘gtiega fue imperfecta en tiempos de Alejandro, todavia debié. serio o nis dos siglos antes. Era un principio basico en Ja primera mitad fel siglo xv que la arquitectura griega habia sido inferior a la romana, y que ésta habla sido inferior a lo que ellos mismos Construian, Los nuevos significados de la palabra «estilo» sélo se aceptaron pradualmente, por lo que durante la segunda mitad del siglo xvizt Jos significados antiguos y nuevos se Iegaron a superponer en una imisma: obra escrita. Incluso en las conferencias de J. F. Blondel ‘encontramos Ja afirmacién de que «no s6lo debemos comparar la grandeza de los voliimenes egipcios, los preciosos detalles de los {griegos, los bellos planeamientos de las obras romanas, y las inge- hhiosas estructuras de los drabes, sino también el estilo particular ¢1 Dictionary of the Fine Arts de Ja argitectira cv eegin los diferent época de Pericles a Alejandro el Grande, la época de Alejandro a Augusto, y la que va desde Augusto hasta el aho 324 D. J. Para él, Ip arquectura moderna no era,un paso més en el progreso evolc muinas realizados por arti Yert y Zucchi, perduré mu primer lugar, provocé Ia. aparicién’ eglas vitruvianas que, hasta entonces, se habian desechado por no tkner valor préctico. En tercer lugar, introdujo la moda de imitar Ip romano, aunque fuese inadecuado al destino del edificio. 1Em 2p oxjuap'soymeiannsty Jos ap soitoyosu09 ‘worn soiermbre $0] outoo oqo. ue} ofmpord 2s wisia. op ojmd o1s0 ¥ UpDOEaX ET “soxqwiOM 80 ‘2p ¥IO -uatiffolr 20d 0 pepjem z0d ‘ope15 op o1ai>ap od xexnsas espod ojos 1puapesop 8 ob 9p vapr vy Ueqe\daoe anb uoo eoLIg}stH{ PEptsoHInD 22 Bata othe eens oop susan ol op sade jxs9 o198 ou sovte so] onb [9 ua odmon un ud wala ‘an 9p opiouaation weiss “to0d9 ns op s02tI9e) sputap S01 ome> ‘to:tefouopesop oyuoyuris0z9 ‘oqusymrsett ns ‘soya. omo> "usp “Sodion sonisonu uo ensonum as omo> [ep wzapesnyeu ve UejDar =ed08 OYsIp [op.seure se] anb gatosqo ‘olduiafa aod “preseA anbumy Hosjue ood eundaqu wo vppuezodiny opmay meyqey tun oreqop ‘Sbo{I9e1:s0f Sopor end so] e sayeIusMTepUNy Sem sop uoreaTE, ‘eowsypo eHoyoonbye vy sod spioqUr Jo Goo sepyams souosnssrp SPT osasBoud A.owisianiuitig onaad orangles no eran el resultado-de un progreso gradual, por. el contrario, a una.decadencia inevitable .¢ habfa abandonado Ja vida era la que ain existia en los mis pequefios cantones de Suiza, donde los ciudadanos se reunian para Yotar ppuiblicamente sobre toda decisién importante. La situa naturales, por los ancianos de Ja tribu ‘sentados bajo un érbol. La poesia ideal. era ta improvisada‘por los antiguos trovadores-y trans- mitida ala posteridad oralmente. Antes de que el arte cambiara las costumbies, escribié Rousseau en 1750,-y ‘ensefiara a las. pasiones a hablar un lenguaje prestado, la vida era ristica pero natural; fue el renacimiento de la cultura romana lo que habia privado a sus contempordneos del privilegio de vivir una vida El efecto de esta glorificacién' del enoble influencia para revivir la arquitectira,griega ‘un apoy@ filoséfico al renacimiento del primer prototipos rémanos como modelo, eran demasi ser ignorados.’ Tanto si les gustaba como'si ban obllgados/a escoger entre tn progreso conselente. 0 un retro podfa juzgar de acuerdo con principios aplicables al progreso sino que se debla juzgir con referencia a edificios cons- truidos en una época ideal. arguitectos de Ja nueva época podian el centre cuatro actitudes: la primera, evolucionista; la ltima, Falmente podlfan romper esponténeamente con el pasado, o podfan insistir en que la evolucién debia ser dirigida de un modo w otro por Ja voluntad humana. ; podfan mantener Ia filosofia clésica tradicional “ de los origenes romanos, de los origenes griegos y de:los orfgenes del Renacimiento y unirse a los reformadores que deseaban:volver a un periodo idealizado de Ja historia clésica, para mantenerse en él o para retornar comenzando otra evolucién més pura. En tercer lugar, podian unirse a los reformadores que deseaban revivir una arquitectura medieval nacional, desechando la ‘arqui- tectura clisica por ser extrafia al clima, la geografia y Ias tradicio- nes étnicas. Finalmente, -podian unirse a los reformadores que ie el siglo xx fuera capaz de-producir serian falsos, y ya que empresa de producir un Ia rapidez suficiente) se debfa buscar deliberadamente una mueva arquitectura. ‘Los varios intentos para realizar estos deseos se traiardn-en los siguientes capitulos. Hay que sefialar que, aunque los. problemas que surgieron afectaban a todo: especialmente al principio, que indiferencia, ocupados por sus I: «el traje del pensamiento». Por no haber mucha un vestido y un distraz, puede comprenderse Por qué Ia «Society of Dilettanti», que en 1741 vistié a su presidente ‘con una toga escarlata y a su secretario con un disfraz de Maquia- ‘velo, decidiera construir una copia del templo de Pola. para instalar ‘sus oficinas. En este periodo, los arquitectos més sumisos aceptaban el estilo ‘queria para su edificio, para hacer los detalles trariedad estaba o no sicién a esta actitu durante los dos tlt ios que hoy vemos.any opueno “ogyt 2p “ited Sstemdod ‘snl ing W uoxton sou eniuoou9 alow’ Weqeysia sub Soyaoy Mb Sor “Og/T A Ossr Same ‘oupulo! Gwspuo‘siHjitdad de" Roma. Antes"de 1714, fos ‘ingleses porque se consideraba el catélica contra sla’ secesién: protes- olticamente’respetable Ja ciudad estaba vedada después def fracaso: de la revolucién del Young Pretender en 1745 (cuando la‘ impopularidad-de la causa Jacobea se demostr6 clara- mente, y|se ev6a cabo ‘el reconocimiento' oficial del Young: Pre- tender’ por el Rey- de Francia) Jos. aristécratas’-conservadores. con- sideraron que ‘podian ir allt sit incurrir en sospechas. Tenian poco interés’ en ‘contemplar las i catélicas:" Asi, que se pasaban él tiempo mifando los. restos de la Antigiiedad. En_ 1735, los nobles ingleses aficionados a 1a investigacién de Ia ‘Antigtiedad ya se habian convertido en ua tépico; como en el per- ‘Sonaje de lord Nickiackerton en ‘Lydia, Ja novela de John Shebbea- ye,-en la que «Su Sefiorian se pasa el dia midiendo restos de la ‘Antigiedad. Los que visitaron Talia formaron una sociedad llama- a: eThe Dilettantis, que- aunque en jsis ‘origenes era. poco més ‘qué tin lub, en realidad desempené’ un Papel muy influyente en a subvencién ‘de publicaciones ¢ investigacién arqueol6gica. Los no- vyelistas del continénte también consideraron a los nobles ingleses, tl mii ‘sttndo Fdnino en gue eel silo xv, Poiphils, en Polia. através de las daba lugar cran muy diferentes. Sein Corinne, el fin de’ estos vviajes:era aprender historia, pues las ruibas’ensefian mucho mejor libros, afectando ‘al pensainiento, la imaginacién y el sen- ‘Las ‘reflexiones que provocan las: piedras en desorden, mezcladas con las nuevas estructuras, actiian més ‘poca pacieneia con los estudiantes eruditos que ocupan su tiempo juntando| una coleccién de“nombres a Ia que aman historia, ya que no tienen en cuenta el hecho de que el valor de las ruinas Ja mirada, mientras que el tiltimo incluso puede ver con su pen samientos. En Europa, el anticuario més notable de esta épeca fue el conde partes de sus gr des in- de Caylus, ‘que gast6 las cuatro quit ‘gresos en el mecenazgo de la investi su’casa hasta los topes con fragmentos y obras griegas, romanas, C etruscas y egipcias. Sus hallazgos fueron ampliamente. difundidos en 1750 con el t{tulo de Collection of Antiquities, pero, 2 pesar de Ja curosidad que excitaron, su obra no siempre encontré Ia apro- bacién de sus contempordneos, D’Alembert, el apéstol del’ raciona- Hismo y del progreso, hizo comparaciones poco halagadoras, entre Ios fildsofos (a los que llamaba los estudiosos del futuro). y. los anticuarios, que, malgastaban su tiempo recogiendo basuras en los construcciones de Luis XV, desprecié’ a. Caylus -como, chatlatén, juencia’ del anticuario que pretendia ejercer sobre el arte : debido a. Su, rivali- Primers edictim publcdaioss in sepa et tat ‘ejemplares. En total, se legaron a vender 40000 volimenes, en un silo afc. El resultado més importante de, todas estas investigaciones fue que proporcionaron materiales para el nuevo .concepto. de historia, que consideraba el pasado en términos de lo que ahora Ilamariamos historia social, y que, por tanto, ppesar de que su cortedad de visita no Je permitia ser un iefias obras de escultura antigua. Las omu sudo Wosorgny ond sey wv ‘sensiiueespou sep e' sdrdaiojipay were Kk ‘sdsmoox-A-vanuaauy eydoid ‘ns Ap- ueqEIUod “Ung eget 95: ope. obotimy ais ‘g1IT WA “sopesod & copa 328 od. sonpoene. 030d" eqezapisuoa: soy ojduofa' rod ‘jaquouTeyy i ‘opesed 12 no lomteuieroadso .opeatpop majquy. 98 ataaaIRIbre wy op s001495) S01| ond soy "e “soueuior Soups So] 9p -SoTTeI=p soy om0o 'seaup role 10d Ouios ‘sopLioxe SORE OP oespnes Lacey or BA weeny cond ee HUNT 28° onbs Se ‘orMp! 9p wifey rod -caupLiopayy fo TesoRUNE \anb!ua_sopoytad: sog-22q08: on ‘opndsou ozad“oydiig -e at orproop “‘souet “08 sayuagsyxa so1gy| Sop 9p oun aes|AgIe wuryso zosear wun sousIgo & vIoumiod: ard oquounaydans w39 ‘soragt Te>naNd Te. ‘oqmeurexopepioa, ‘seonapsd. souo|eTe|MUN sus. ap-opunyord oyaMNTD -2u09 un ueD. wary sco opHqo soqey svered Ox tmepy sr=R0H “eo 4q_ A soqduroy 21q 3p ap sory “TeID0s ‘reypoadsa. & ‘sopejooe- ayuauresopepmns. souojsonnstosar A, sofngyp ‘ep ofpaut zod: soup sayso -turpnyse wespod -soadome sojzeymbre Sox; ‘evourud zak xod “esoye ood 3OLeWy 0d ‘oueur vpunas op & “-vzapnr aqreiseq'Uod SopENsHTE “iouaIUE O[sis: |p uo soperpa sofera ‘9p: souqyy U9 SeILOsap-opIs: UeIqeq”sond’ ‘sepeuopueqy. sepepnIo Sop: ses9 910s. oie. eqeatiqnd: 95. enb:zaa. eioumiad- esp ony ON ‘suydare spur oijonu ssuorstsoduioo:‘como etialquic raeey : ‘Cuando fue presentada a la’ Academia. Francesa, en pre mera publicacién' sobre Jas rulnas de. Herculano, patrocinada -por el Rey de las Dos Sicllias, esta entidad a. declard: més xitil para el'estudio: de' la: arquitectura que para su progreso-ya que los edi- ficios ‘dibujados se relacionaban mas con Ia arquitectura china y antes por Burke, y més ‘constitufa un ataque préctico. in, De un modo ya no simplemente espe- de las proporciones que Ios romanos.habian estable- cido en jumnas de los interiores pintados de sus edificios, fra seriejante a las de las columnas estructurales de Palmira y Baalbek. Ambas no s6lo estaban: de acuerdo con los tipos vitruvia- nos, sino que aparecian menos espaciadas que lo habitual en épo- R ‘cas més tardias. Los arquitectos del siglo xvir y- principios det ixvim, al reconocer las ventajas précticas de Jos intercolumnios (Gondoin que utiliz6 un intercolumnio de estilo s templo en el pértico de la nueva Escuela de Me fen Paris, en 171. i Otra paradoja de toda esta investigacién fue la actitud tradicio. inal y formalista hacia las:composiciones romanas.'Entre.1720 y. 1770 Jos principales cularmente los franceses, jones ‘gue munca fueron pensadas. en Inglaterra, y probablemente se debi6- ea Nicholas Hawksmoor; que utilizba .equivocada kde Hali . Quizé’ porque habfa tenido poca educacién formal antes de Bse wu Sotjonti,‘opey tm og “yfojooribse: ep wos sooyosoiy sojsqyues Soy woo sepeiedazoa Hl ‘goo op seunoy-se{ anb opour aq “souewox Soyoqfpo 2p. sauoronn I sodnoiaxd sof siproop 0d viouajadut0n' uo sepour st ‘suoser se U2 spietuy soMeu un’ Jod-gnsouIap 25 ‘Uoratsodt0> uD 4 ‘asvja tpor ipnquis onb ye. ue piepum; Su2y 8 zaA ¥3s9) ondaue: ououI9yqR srerdoo gap 98-0u offs9, un Ie Sopdiourd © upIquIe} "uopnoy "WoD OpsaNse. ap) POU] 9p sp ot epamis oposip 9 ‘Pepensnay:» ‘R] BBluapina wa ofsond asarqniy Tex2-o[> — PepRBNUy ef 2p. soysoz 9p sermonzed opedso, eunSune op aras upDeIT. v] equpUaMODAL “a0 19? erp ip cano8 same. peop eno ‘2p" someiop soq-ered- souy. dare oui00: 9a[diis: of -oSeuTeONTeET 2p -02]05. B unisjored os upysronp ef eed © eoxand pepmTan 9p SOUPS S01 ‘onbre epuspuay.¥] exIWOO oysaord ‘sedoo seyme) ondsur onb orgy Top rome ‘Wesssp3719 OWSIaK TH “ssoq[o omoD Tesued an. souToUS br omod “Yesuad © royoste Uepond Sow sondqwue so[>, on wp womb “fepuotd va “f_aod vpefumu. wasp Pu2Op “ef U9 OpTes 3 weRUNEUOD A Sema ssUOPENTT Sey UOqeUAPUOD SOIT ‘op. S00jurpese soqUsuANEAIp. So[ Oprpunytios: xaqeq, soared: 1000 SINEHT ‘SOME. gT 9p Depo eT e waIM oP erTEMMAI. [po SsanTEAIODCaptruio. steno Historicismo griego ate los muctios ideales y concenciones en eénficto. qi ala {influido en la arquitectura occidental durante, los dos siltimos siglos, tal ver ninguno ha producido tal variedad de expr como fos, lestudio de las ruinas griegas. jun agente a Grecia para que érmales antiguos. En. 1674, lel embajador francés de T ‘marqués de Mointel, se habia impresionado tanto por las cas del Partenén al pasar por [Atenas que habia encargado @ un discfpulo de Lebrun que hiciera idibujos precises de todas Jas que quedaban en pie. También en ste periodo, los dos rios mas famosos del momento, Jacob aly, Dalmatia, de Paestum, a unas veinte millas por tierra 1
visité de su famoso libro y de un opisculo anterior sobre Ta’ eimitacion de Ia pintura y esculturas griegas», Painting and Sculpture,’ publi- ado en 1735. La influencia de estas obras sobre Ia arquitectura
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