INFORME 100% Libre de Humo
INFORME 100% Libre de Humo
Mediante oficio No. PAN-FC-011-0674 de junio 17 del año 2011, el arquitecto Fernando
Cordero Cueva, presidente de la Asamblea Nacional, puso a consideración del señor
Presidente de la República el proyecto de "LEY ORGANICA PARA LA REGULACION Y
CONTROL DEL TABACO".
Art. 21.- Espacios libres de humo. - Declárese espacios cien por ciento (100%) libres de
humo de tabaco y prohíbase fumar o mantener encendidos productos de tabaco en:
a. Todos los espacios cerrados de las instituciones públicas;
b. Todos los espacios cerrados que sean lugares de trabajo y de atención y acceso al
público;
c. Todos los espacios cerrados o abiertos, públicos o privados, que correspondan a
dependencias de salud y educación a todo nivel; con excepción de los espacios
abiertos de los establecimientos de educación superior debidamente señalizados;
d. Los medios de transporte público en general; y,
e. Los ambientes públicos y privados cerrados, destinados a actividades deportivas.
Objeto. - La presente Ley tiene por objeto promover el derecho a la salud de los
funcionarios y beneficiarios que acuden al GOBIERNO AUTONOMO DESCENTRALIZADO
DE LA PROVINICIA BOLIVAR, protegiéndolos de las consecuencias del consumo de
productos de tabaco y sus efectos nocivos.
El cigarrillo produce daños en casi todos los órganos del cuerpo, a pesar de la
disminución de las tasas de tabaquismo, se estima que fumar contribuye a unas 480.000
muertes anuales.1 Los fumadores mayores de 60 años tienen un índice de mortalidad
dos veces más alto que quienes nunca han fumado y se estima que mueren
aproximadamente 6 años antes. Dejar de fumar genera beneficios inmediatos para la
salud, y es posible recuperar todas o algunas de las reducciones de la expectativa de
vida según la edad a la que la persona deje de fumar.
Se realizo charlas del consumo de cigarrillo. La propuesta está dirigida a todos los
trabajadores del GADPB, que cumplen funciones en el edificio matriz ubicado en las
calles Av. Cándido Rada y 9 de abril.
Se trabajo de forma individual, con cada dirección para una mejor captación de la
información.
De la misma manera se colocó en lugares estratégicos, los carteles de ESPACION 100%
libre de humo para la concientización de los funcionarios y usuarios.
3. CONCLUSIONES
El tabaquismo constituye una mala conducta social y un peligroso factor de
riesgo, representa la principal causa de mortalidad y morbilidad cardiovascular
posible de prevenir en el mundo. Los efectos nocivos de sus componentes, en
especial de la nicotina, provocan de forma inmediata en el sistema
cardiovascular alteraciones hemodinámicas por la liberación de hormonas
adrenérgicas. Su inhalación crónica conlleva a su efecto aterogénico en el
sistema circulatorio causa un remodelamiento de la estructura del corazón y los
vasos sanguíneos y conduce a un deterioro progresivo de la función
cardiovascular.
Es posible reducir los daños que provoca el tabaquismo sobre la salud al ser un
factor de riesgo factible de modificación, de modo que se logre un aumento de
la calidad de vida de las personas con esta afectación.
La complejidad de la lucha contra el tabaquismo radica en su naturaleza, de
presentar diversos componentes que incluyen disciplinas, como medicina, salud,
biología y ciencias básicas; pero también la psicología, sociología, antropología,
política, costos, legislación, comercio, finanzas y economía, sin dejar de lado la
educación a todos los niveles, difusión cultural y publicidad.
Saber sobre el modo idóneo de parar o frenar la inmoderada costumbre es un
proceso de moderación social en curso, que exige la participación de cada
persona. El tabaquismo es susceptible de cambiar con la intervención masiva o
la suma de intervenciones de menor escala en la población, guiado
empíricamente por sus resultados. Los indicadores de morbimortalidad, riesgos y
tendencias estimadas por la vigilancia epidemiológica cuentan mucho y
permite apreciar el grado en que se involucra la sociedad. La intervención social
cuenta con apoyo y hay mucho adelantado. Se tiene un cuerpo de evidencias
que relaciona la conducta de las personas individualmente con el medio social.
Como enfermedad grave, el tabaquismo reclama cuidados para atender las
necesidades individuales y colectivas. Los cuidados de prevención en el
individuo sano se requieren desde la edad escolar. Es apremiante despertar la
conciencia social y mantener el interés por cuidarse, tanto como les importa hoy
a quienes por ello han deteriorado su salud y bienestar. Los profesionales de la
salud dan testimonio de la enfermedad, del sufrimiento y la muerte de sus
pacientes, son ellos quienes deben dar el mejor ejemplo de tales cuidados a la
ciudadanía.
Aceptar que el tabaquismo es además una enfermedad social, abre puertas a
otros recursos y mejora la posición para reavivar la responsabilidad civil en toda
la población, incluyendo la de los médicos, trabajadores de la salud, sociólogos
y líderes de la comunidad. El abordaje social abre la esperanza de un mejor
impacto de intervención basado en el convencimiento individual para la
mayoría. Por este camino, la presión social de la reglamentación se hace más
humana, no deja de ser mejor el uso de la razón que por la fuerza.
Finalmente, el consumo de tabaco ligado a la enfermedad social le imprime un
espíritu de innovación que toma en cuenta lo social, no descuida los aportes
previos, ni de avances metodológicos. No deja de ser promisorio y ofrecer
ventajas de índole práctica.