16 Transformando la prdctca docente
Notas
"Pec, Politica y eden, 9.98
2 lindviduo dice Megs se encuentra conscantemente en camino dea forma
cit y dea superacéin des naturlidad, ya que el mundo ene que vaenttando
esti conformado humanament en lenguajy comumbres, Esa frmacin,agegn
Gadamer, implica dl poder distancia de sf mismo, y en esta misma medida
elevrse por encima de s mismo hacia a generalidad. Ver los propos bjeivos
privados como los en los dems. Mantenere aber los puntos de vista dels
demés (H.G, Gadamer, Verdd y método)
"El Cento de Exudion Educativos ena asocicin civil que se dedi La inves-
tigacién educava. Fandada en 1963, fe la primera instucin independiente
dedicad a ee tipo de inventigacin en México.
“Los proyectos de imesigacin reiados desde el ce que permitieron genera,
pilot aplcar et propesaendisinas eione,nvele educativos y sectors
dle docemes futon: Formecdnde matraen ec (Pero y Zambrano, 1985),
Prognma intrecoler de frmacitn de maces de eels particulars (Peto y
Fares, 1986-1987), Formacin de comunidad edacoia (Fre, Farésy Fotos,
1987-1989), Pryce mapiero (Fiero, Rossy Fortol, 1988-1989), Educacién
rural comnitare to (Lavin, Fert, Fate lene, 1989-1991), Diplomadeen
snestigacnydcema (Rossy Forcul, 1989-1991), Fortalecimint dela gon
pedagiyce dea ccxela Fiero y Rojo, 1992-1994)
» Manejazemos los téminos”pricticadocene”y prctcaeducativa™ como snd
‘mos, aunque no desconocemos que hay algunos autores que sefalan diferencias
«que radian eeniamente en el grado de intencionalidad entre unay ota. Pode
‘mos llamar “practic educativa” a la prictica docente cuando maestros y escuclas,
ese no tener unacomprensin cabal del proceso —pucs a veces lo confunden
con la mera adguiscién de conocmientor—, tienen al menos una minima
imtencia de eda. Desde una perpetiva fciranatendramos que reconocer
«que esta péctia ten macho que cambiar para llea e ibcradra porquc bo
dis exen muchor emo opr. En ct seid we panics el cambio de una
prictca educative opresor na pricica liberador,
“Este exe érmino que usa Ficire para expres en distancia que es neccsario
toar des mimo pa poder mir came dee den, horn
Jos que nos encontamos inmeros.
1, FUNDAMENTOS
DEL PROGRAMA
EI punto de partida
© Qe seNTIDO TIENE realizar un programa para la formacién de
maestros en servicio encaminado a mejorar la calidad de la edu-
cacién?
En muchos pafses, la preocupacién por el mejoramiento dela pric-
tica de los maestros de educacién bisica es prioritaria dentro de las
reformas educativas, Continuamente se estin buscando nuevos méto-
dos para acercarse a los maestros ¢ interactuar con ellos, porque se
reconoce su importancia central en el proceso educative y porque
son ellos quienes finalmente ledan forma y contenido a las propuestas
educativas
Con el tiempo, los pueblos cambian y se desarrollan, y las necesi-
dades dea sociedad cambian también, La educacién basica tiene que
responder a esas necesidades, por lo que el papel de los maestros no
puede ser siempre igual. Ahora que el fin de siglo nos hereda grandes
adelantos tecnolégicos y la legada de la nueva centuria anuncia una
sociedad distinta, el papel del maestro es objeto de discusién.
« Conciben al maestro como un sujeto activo, participativo, cons-
FUNDAMENTOS DEL PROGRAMA 25
ciente de su realidad y de los condicionantes que actian sobre ella,
y admiren que a través de la reflexién y de la indagacién sobre su
‘uehacer el docente es capaz de introducirse en un proceso auténti-
Camente creativo e innovador que contribuya a mejorar su desem-
pefio como educador.
« La “perspectiva préctica” secorte la mayor parte de estos enfoques.*
« En cuanto ala concepcidn sobre los procesos de formacién, destacan
el papel de los sujetos en sus procesos formativos y reconocen la
importancia de ls aspectos personales y profesionales comprometi-
dos en este proceso; de ahi que otorguen un lugar importante a la
cxpresin de las capacidades de sentir, de comprender y de actuar
del maestto.
« Privilegian la reflexién en el proceso de formacién y priorizan el
analisis de lo cotidiano como plataforma de investigacién de la préc-
tica docente a través de la reflexién sobre situaciones. Enfatizan la
idea de “saber docent” para comprender a elaciin del sujeto con
su préctica
+ El propésito de la formacién es adquirr la capacidad de reflexionar
sobre la propia experiencia, de eelaboratla. La teorfa aporta nuc-
vos elementos 2 la reflexién sobre la experiencia, lo que permite
hacer nuevas incerpretacones dels situacones y problemas de ha
prictica
«+ Los Ambitos de intervencidn de los procesos formativos son los es-
cenarios propios del quehacer del maestro, esto es los discursos, las
pricticas y los espacios organizativos en que éstos se dan.”
Desde esta perspectiva, lareflexién que proponemos sabre la préc-
tica docente supone un aniliss eitico en el que se reconozcan todos
Jos elementos que se reflejanen ella, desagregandolos, pero sin perder
Ja nocién de su totalidad. Al reconocer la interrelaci6n de estos cle-
ments, habe. que dstingir ene ls que provenen del entorno
social ¢ institucional que enmarca la tarea del maestro y los que son
propios del espacio privado del aula, en el cual Los maestros actian
con mayor libertad.26 Transformandolaprctcedocene
El andliss critiso conducird entonces a reconocer contradiccio-
1s, equivocaciones yaciertos y, sobre todo, a ubicarse personalmente
en él: entender, analizar y revisar el alcance de las actitudes y acciones
propias, siempre ea funcidn de la educacién de los nifios.
La reflexién smo, un con-
cepto de cambio; &te opera primero en la forma de percibirla, lo cual
imprime un significado distinto a los factores que la componen, Una
nueva lectura de la realidad genera a su vez ideas, preguntas, proyec-
tos; en principio, étos se presentardn en forma de inquietudes, pero
para poder llevarlos a cabo de una manera sistematica requerirdn una
visién més ampliay cabal del proceso educativo.
La reflexién erftica conduce tambien a la confrontacién de las ideas,
Jos conocimientos las convieciones propios con las ideas y convicci
nes de otros que también tienen que ver con el campo dela educacién.
Un maestro que reflexiona criticamente sobre su préctica no puede
mantenerse al margen de las ideas, los concepts y las experiencias
educativas de ot0s El docente no tiene que estudiar obligatoriamente
algo que le es impuesto, sino que lo hace para entender, para sustentar
sus ideas."
‘Todo este proceso generaré, poco a poco, transformaciones en la
prictica cotidiana, en el trabajo diario con los alumnos, con los padres,
con los colegas. A partir de esos cambios se producird un crecimiento
personal y profesional, lo que le imprime su sentido formativo a este
trabajo.
La propuesta implica, por tiltimo, el trabajo grupal. Precisamente
porque consideramos que la préctica docente es una prictica social y
forma parte del proceso formativo de los maestros, creemos que el
programa debe desarrollarse en el seno de un grupo de maestros con
la inquietud de superarse. Los invitamos a formar un grupo de traba-
jo en el que, junto con sus compafieros, resignifiquen su prictica
docente y construyan su nuevo conocimiento.
a sobre la préctica conlleva,
FUNDAMENTOS DEL ROGEANA ”
EI dialogo™ constituye la base
del trabajo grupal que proponemos
La experiencia del maestro, el saber que va acumulando y el conoci-
mento que se va generando a partir de la investigacién y de otro tipo
de trabajos en torno a la educscién tienen un lugar especifico y un
propésito que cumplir en la propuesta que hacemos. De ahi que sea
importante aprender a comprometerse en un camino en el que se pue-
ddan discutir y compartir las propuestas personales con un grupo de
colegas.
“Diogo” es una palabra muy utilizada, pero muy pocas veces
Hlevada a la prdctica; mucho mas que una conversacién 0 un mero
intercambio de ideas, implica la explicitacién y la confrontacién de
pensamientos distintos en torno a un interés comiin, el respeto por
las ideas expresadas, la libertad para manifestar dudas 0 desconoci-
riento y la intencién de conocer, de entender y de avanzar en la
biisqueda de la verdad.
Cuando dos o més personas se disponen a dialogar, significa que
cestin dispuestas a sustentar sus ideas sin autoritarismos, que tratarin
de comprender otros puntos de vista y que estin dispuestas a aprender
tunas de otras. El ejercicio auténtico del dislogo va dando lugar, poco
,oco, al pensamiento critico.
a evos mario del dilogo, los macstros irin recuperando los dos
grandes elemencos que stven de punto de pana para al abajo:
Experiencia y su saber pedagégico; esto les permitiré, por una parte,
Been . pearl ta pedagégico y distinguir en ¢! las ideas
aque extn bien sustentadas de aquellas que responden a prctcas im
provisadas que perjudican a sus alurnos,y, por la otra, aprender 2
precisar los conocimientos que requieren para mejorar su trabajo Y
arse de ellos.
verreperamos que a lo largo de rodo el programa cada uno de los
maestros recupere también el valor y el significado que tiene su pro-
fesidn.28 Transformande la pricica dacente
Dimensiones de la practica docente
Hemos mencionado que la préctica docente contiene miiltiples rela-
ciones. De ahi su complejidad y la dificultad que entrafia su ands.
Para facilitar su estudio, dichas relaciones se han organizado en
seis dimensiones que servirn de base para el anilisis que aqui em-
prenderemos de la préctica docente: personal, interpersonal, social,
institucional, didéctica y valoral; cada una de estas dimensiones des-
taca un conjunto particular de telaciones del trabajo docente.
FUNDAMENTOS DEL PROGRAMA 2»
© Daerson personas
La practica docente es esencialmente una préctica humana. En ella,
la persona del maestro como individuo es una referencia fundamen-
tal. Un sujeto con ciertas cualidades, caracteristicas y dificultades que
le son propias; un ser no acabado, con ideales, motives, proyectos y
circunstancias de vida personal que imprimen a la vida profesional
determinada orientacién. En estenivel se asientan ls decisiones funda
mentales del maestro como individuo, las cuales vinculan de manera
necesaria su quehacer profesional con las formas de actividad en las
que se realiza en la vida cotidiana."”
Poresto, al reflexionar sobre sta dimensidn, invitamos al maestro
a reconocerse como ser histérico capaz de analizar su presente y de
construir su futuro, a recuperar la forma en que se enlazan su historia
personal y su trayectoria profesional, su vida cotidiana y su trabajo en
la escuela: quién es dl fuera del salén de clases, que representa su
trabajo en su vida privada y de qué manera ésta se hace presente en el
aula.
Lo invitamos asimismo a recordar las circunstancias que lo lleva-
ron a elegit el magisterio como actividad profesional; los ideales y
proyectos que sc ha trazado con el paso del tiempo frente a su queha-
cer de educador y cémo éstos han ido cambiando con el tiempo jun-
«o con sus circunstancias de vida
Finalmente lo invitamos a responder para sus adentros preguntas
fundamentales que todo profesionista deberia plantearse de cuando
en cuando, por ejemplo, el aprecio que siente ahora por su profesién
asi como el grado de satisfaccidn que experimenta cuando mira su
trayectoria docente. Lo instamosa recuperar el valor humano de expe-
riencias que han sido mis significativas en su vida como maestro; los
sentimientos de éxito 0 fracaso profesional que lo han acompafiado
en distintos momentos; lo que actualmente se propone lograr y la
forma en que quisiera verse en ur: futuro cercano de cara asu profesién.30 Transformandolaprtica docente
(ones ns
La prictica docente se desarrolla en el seno de una organizacién. En
«ste sentido, el quehacer del maestro es también una tarea colectiva-
mente construida y regulada en el espacio de la escuela, lugar del
trabajo docemte.
La institucién escolar representa, parael maestro, el espacio privile-
giado de socializacién profesional, A través de ella entra en contacto
con los saberes del oficio, las tradiciones, las costumbres las reglas
ticitas propia: de la cultura magisterial. Es el organismo vivo que
explica el hecko de que la escuela no sea solamente la suma de indivi-
duos y acciones aisladas, sino una construccién cultural en la que
cada maestro porta sus intereses, habilidades, proyectos personales y
saberes a una accién educativa comiin2?
La dimensién institucional reconoce, en sum, que las decisiones
y las pricticas de cada maestro estin tamizadas por esta experiencia
dde pertenencia institucional y, a su ver, que la escuela oftece las coor-
denadas materiales, normativas y profesionales del puesto de trabajo,
frente a las cuales cada maestro toma sus propias decisiones como
individuo.*
El andlisis de esta dimensién centra la atencién en los asuntos que
ponen de manifiest el tamiz que la institucién escolar
la préctica de cada maestro, y que imprime una dimens
presenta en
én colectiva
al quehacer individual: las normas de comportamiento y de comuni-
cacién entre colegas y autoridades que en cada escuela se construyen
y que a su vez forman parte de una cultura profesional; dererminados
saberes y pricticas de ensefianza que se socializan al interior del gremio
y que los maestros van asimilando a partir del contacto con sus cole-
{ga en su paso por distintas escuclas; costumbres y tradiciones, estilos
de relacidn, ceremonias y rtos; modelos de gestién directiva que es-
tablecen determinadas pautas de organizacién en la escuela y que
influyen, entre ottos, en la manera en que cada maestro trabaja en su
salén de clases y en los erterios de trabajo predominantes.
FUNDAMENTOS DEL PROGRAMA 31
‘Todo el dinamismo de la practica docente en su contexto institu-
cional transcurre a su vez en el marco de las condiciones materiales,
nnormativas y laborales que regulan cl quehacer de la escuela desde la
administracién del sistema educativo.
©) mension neRPERSONAL
La funcién del maestro como profesional que trabaja en una institu-
cién estd cimentada en las relaciones entre ls personas que partici-
pan en el proceso educativo: alumnos, maestros, directores, madres y
padres de familia. Estas relaciones interpersonales que ocurren den-
tro de la escuela son siempre complejas, pues se construyen sobre la
base de las diferencias individuales en un marco institucional;*estas
diferencias no solamente atafien a la edad, el sexo o la escolaridad,
sino a cuestiones menos evidentes a primera vista pero de igual o mayor
importancia la diversidad de metas, los intereses, las ideologias fren-
tea la ensefianaa y las preferencias politicas, por ejemplo.”
La construccién social que es resultado dela actuacién individual
y eolectivaen el seno dela escuela y que se produce de cara al quehacer
‘educativo institucional, reconociendo que individuos y grupos tie-
nen diversas perspectivas y propésitos respecto de este iltimo, cons-
tituye el contenido de anilisis de la dimensién interpersonal de la
prictica docente.
Su importancia para la prictica docente y para la experiencia edu-
cativa en su conjunto es enorme en muy diversos sentidos. Cuando
se habla, por ejemplo, del “cima institucional”, se hace alusién a la
manera en que se entretejen las rclaciones interpersonales, que dan
por resultado un ambiente relativamente estable de trabajo. El am-
biente, a su vez, influye de mancra importante en la disposicién y el
desempesio de los maestros como individuos.
Todos sabemos que un cima hostl 0 indiferente empobrece las
posibilidades de actuacién de los maestros; la experiencia educativa
de los alumnos también se alimenta de este clima institucional. La32 Transformando la prictia docente
dimensién interpersonal, sin embargo, no es importante solamente
como resultado. Es, en esencia, el esfuerzo diario de cada maestro y
proviene del hecho de que no trabaja solo, sino en un espacio colectivo
que lo pone continuamente en la necesidad de ponerse de acuerdo
con otros, de tomar decisiones conjuntas, de participar en acciones,
de construir proyectos ode disentir frentea lo que otros colegas dicen
y hacen; que ke exigen encarar diversos tipos de problemas y ocupar
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