Acción Extraordinaria de Protección Aceptada Por Despojo Violento
Acción Extraordinaria de Protección Aceptada Por Despojo Violento
61 , 11 de Septiembre 2018
Normativa: Vigente
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se ordena la restitución de las cosas al estado anterior en que se hallaban, esto es que se
restituya la posesión del lote signado No. 1 o primer lote (...),De igual manera, se impugna
el auto definitivo, dictado el 1 de noviembre de 2012, por la Sala Unica de la Corte
Provincial de Justicia de Sucumbíos, que señala:(...) Al haberse concedido recurso de
apelación en la forma antes señalada, el juez Aquo lo único que ha hecho es precisamente
trastocar la seguridad jurídica irrespetando las normas jurídicas que rigen para el despojo
violento, y por ende faltando al principio de seguridad jurídica contemplado en el Art. 25
del Código Orgánico de la Función Judicial. Por lo expuesto, la Sala Unica de la Corte
Provincial de Justicia de Sucumbíos, RESUELVE, desechar el recurso por infundadamente
presentado e ilegalmente concedido.AntecedentesEl señor Santos Bernabé Granda Calva,
presentó demanda por despojo violento en contra de León Benigno Verdesoto Aval os, su
cónyuge Vilma Vega Gutierres, de sus hijos y familiares, indicando de manera expresa, que
desconoce los nombres y apellidos de éstos últimos.La demanda recayó para
conocimiento del juez tercero de lo civil y mercantil de Sucumbíos, quien calificó y dispuso
que se citen a los demandados: es decir, a León Benigno Verdesoto Avalos, su cónyuge
Vilma Vega Gutierres, sus hijos y demás familiares.El 26 de julio de 2012, el juez que
sustanció la causa, dictó sentencia, aceptando la demanda de despojo violento, propuesta
por, Santos Bernabé Granda Calva y ordenando que se le restituya el bien inmueble del
cual habría sido despojado de manera violenta.Mediante escrito presentado el 27 de julio
de 2012, León Benigno Verdesoto Avalas, propuso recurso de apelación de la sentencia
dictada por el juez tercero de lo civil y mercantil de Sucumbíos, dentro del juicio de
despojo violento, el mismo que fue sustanciado por la Sala Unica de la Corte Provincial de
Justicia de Sucumbíos, la cual, mediante resolución de 1 de noviembre de 2012, resolvió
desechar dicho recurso por considerar que el juicio de despojo violento no admite
apelación.Posteriormente Orlando Salomón Verdesoto Vega, hijo de León Benigno
Verdesoto Avalos y de Vilma Vega Gutierres, presentó acción extraordinaria de protección
el 14 de febrero de 2013, manifestando que recién el 3 de febrero de 2013, tuvo
conocimiento de la demanda de despojo violento incoada por Santos Bernabé Granda
Calva en contra de sus padres, de sus hermanos y de él, ya que jamás fue notificado con la
demanda.Descripción de la demandaArgumentos Planteados en la demandaEl legitimado
activo arguye que el 3 de febrero de 2013, recién conoció que, en su contra, en la de sus
padres, hermanos y otros familiares, el señor Santos Bernabé Granda Calva, presentó una
demanda por despojo violento, la cual, fue aceptada por el juez tercero de lo civil y
mercantil de Sucumbíos, ordenando que se restituya el bien inmueble al demandante, en
calidad de poseedor.El accionante manifiesta que, a pesar de que tanto en la demanda
como en la primera providencia del juez se dispuso que se lo cite, en calidad de hijo de los
demandados León Benigno Verdesoto Avalos y Vilma Vega Guiterres, dicha práctica jamás
fue cumplida por el teniente político de la parroquia General Farfán, quien fue
comisionado para que se efectué la citación. Pues, únicamente se limitó a citar a su padre
y madre, dejándolo en total indefensión en el proceso de despojo violento, vulnerándose
el derecho a la defensa establecido en el artículo 76 numeral 7 de la Constitución de la
República.A decir de Orlando Solomón Verdesoto Vega, si bien en la sentencia de despojo
violento, tanto el cómo sus hermanos no fueron condenados, la misma, de manera
implícita se le ordena a la restitución del bien, ya que fueron codemandados, pero jamás
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fueron citados.Por otro lado, manifiesta que su padre, dentro del proceso sustanciado
ante el juez tercero de lo civil y mercantil de Sucumbíos, oportunamente propuso recurso
de apelación de la sentencia dictada el 26 de julio de 2012, para ante la Sala Unica de la
Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos, sin embargo este fue rechazado por considerar
que fue presentado de manera infundada y por ende fue ilegalmente concedido.
Circunstancia que vulneró el derecho de su padre al debido proceso, en la garantía de
recurrir el fallo, consagrado en el artículo 76 numeral 7 literal m de la Constitución de la
República.Derechos constitucionales presuntamente vulneradosEn base a los argumentos
antes expuestos, el legitimado activo considera que dentro de las decisiones impugnadas
se vulneraron el derecho a la defensa en la garantía de no ser privado del mismo en
ninguna fase del proceso; así como el derecho al debido proceso en la garantía de la
motivación y a recurrir los fallos, derechos contenidos en el artículo 76 numeral 7 literales
a, h, 1 y m, de la Constitución de la República, respectivamente.Pretensión concretaEl
accionante, Orlando Salomón Verdesoto Vega, solicita a la Corte Constitucional lo
siguiente:(...) declaren sin valor y por ende quede sin efecto legal por inconstitucional, la
resolución emitida por el señor Juez Tercero de lo Civil de Sucumbíos, el pasado 26 de julio
de 2012, dentro del juicio No. 258-2011, en la cual en la parte resolutiva aceptó la
demanda de despojo violento propuesta por Santos Bernabé Granda Calva y dispuso que
mis padres es decir León Benigno Verdesoto Avalos y Vilma Vega Gutierres, restituyan la
posesión de nuestro lote de terreno al actor, sin absolutamente tomarnos en cuenta al
resto de codemandados, configurándose la indefensión (...)Contestación a la demandaA
fojas 32 y 33 del expediente constitucional reposa el informe emitido por le juez de la
Unidad Judicial con sede en el cantón Lago Agrio, Luis Naranjo Jara, quien en lo principal
manifiesta que se encuentra impedido de efectuar una sustentación de las actuaciones
procesales dentro del presente caso, por cuanto no ha actuado, ni mucho menos ha
tenido conocimiento de la causa con anterioridad por cuanto los procesos fueron
resorteados por disposición de la Dirección General del Consejo de la Judicatura.II.
CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONALCompetenciaLa
Corte Constitucional, es competente para conocer y resolver sobre las acciones
extraordinarias de protección contra sentencias, autos definitivos y resoluciones con
fuerza de sentencia, de conformidad con lo previsto en los Arts. 94 y 437 de la
Constitución de la República, en concordancia con los Arts. 63 y 191, numeral 2, literal d)
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y de acuerdo con
el artículo 3 numeral 8 literal c y tercer inciso del artículo 46 de la Codificación del
Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional.Legitimación activaOrlando Salomón Verdesoto Vega se encuentra
legitimado para interponer la presente acción extraordinaria de protección, en virtud de
cumplir con los requerimientos establecidos en el artículo 437 de la Constitución de la
República y de conformidad con el artículo 439 ibídem que establece que las acciones
constitucionales podrán ser presentadas por cualquier ciudadana o ciudadano individual o
colectivamente y en concordancia con el artículo 59 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional.Naturaleza jurídica y objeto de la acción
extraordinaria de protecciónComo ya se lo ha reiterado en varios pronunciamientos, la
Corte Constitucional, por medio de la acción extraordinaria de protección, se pronunciará
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respecto a dos cuestiones principales: la vulneración de derechos constitucionales o la
violación de normas del debido proceso. En este orden, todos los ciudadanos, en forma
individual o colectiva, podrán presentar una acción extraordinaria de protección contra
decisiones judiciales, en los cuales se hayan vulnerado derechos reconocidos en la
Constitución. Mecanismo previsto para que la competencia asumida por los jueces esté
subordinada a los mandatos del ordenamiento supremo y ante todo respeten los
derechos de las partes procesales.La acción extraordinaria de protección procede
exclusivamente en contra de sentencias, autos definitivos y resoluciones con fuerza de
sentencia en los que por acción u omisión se haya violado el debido proceso u otros
derechos constitucionales reconocidos en la Constitución, una vez que se hayan agotado
los recursos ordinarios y extraordinarios dentro del término legal, a menos que la falta de
interposición de estos recursos no fuera atribuible a la negligencia de la persona titular del
derecho constitucional vulnerado, conforme lo previsto en el artículo 94 de la
Constitución de la República.Con respecto de las actuaciones jurisdiccionales en el
contexto de procesos ordinarios, cabe aclarar que esta Corte carece de competencia para
pronunciarse sobre la corrección en la aplicación de la norma infraconstitucional; la
valoración de las pruebas procesales, exceptuando la obtención y actuación probatoria
según el Art. 76, número 4 de la Norma Fundamental; así como tampoco tiene potestad
para conocer y sancionar supuestas lesiones a bienes jurídicos protegidos.Determinación
de los problemas jurídicosDe la revisión integral a la demanda de acción extraordinaria de
protección se constata que el accionante, Orlando Solomon Verdesoto Vega, presentó
acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia emitida el 26 de julio de
2012, por el juez tercero de lo civil de Sucumbíos dentro del juicio de despojo violento; y
además, de la resolución de inadmisión del recurso de apelación dictada el 1 de
noviembre de 2012, por la Sala Unica de la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos,En lo
que respecta a la sentencia de primera instancia, cabe señalar que los argumentos
esgrimidos por el legitimado activo, se centran en la vulneración del debido proceso en su
derecho a la defensa y dentro de este en las garantías previstas en los literales a, h, 1 y m
del numeral 7 del artículo 76 de la Constitución de la República. No obstante, se
desprende que la argumentación principal expuesta en la demanda de acción
extraordinaria de protección se dirige a justificar la vulneración del debido proceso en la
garantía de no ser privado del derecho a la defensa, en ninguna etapa procesal. Por
cuanto el accionante hace hincapié en que, a pesar de que, se encontraba demandado en
el proceso de despojo violento, jamás fue citado legalmente, lo que le habría privado de
ejercer su derecho de defensa.En cuanto a la argumentación esgrimida, del auto definitivo
dictado por la Sala de Apelación, el accionante, manifiesta que el mismo vulneró el
derecho a recurrir de su padre, pues fue quien figuró como parte procesal en el juicio de
despojo violento y quien recurrió la sentencia de primera instancia.En atención a lo
expuesto, el análisis del presente caso se sistematizará a partir de la formulación y
solución de los siguientes problemas jurídicos:1. La omisión de citar a personas que no se
encuentran legítimamente identificadas en la demanda, ¿vulnera su derecho al debido
proceso, en concreto el derecho de defensa, en su garantía de no ser privado del mismo
en ninguna etapa procesal, contenido en el artículo 76 numeral 7 literal a de la
Constitución de la República?2. El auto dictado el 1 de noviembre de 2012, por la Sala
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Unica de la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos, ¿vulnera el derecho al debido
proceso, en su garantía de recurrir el fallo, contenido en el artículo 76 numeral 7 literal m
de la Constitución de la República?Desarrollo de los problemas Jurídicos1. La omisión de
citar a personas que no se encuentran legítimamente identificadas en la demanda,
¿vulnera su derecho al debido proceso, en concreto e) derecho de defensa, en su garantía
de no ser privado del mismo en ninguna etapa procesal, contenido en el artículo 76
numeral 7 literal a de la Constitución de la República?Este Organismo Constitucional, en
varios de sus fallos ha expresado que todo proceso judicial debe cumplir fiel y eficazmente
las normas del debido proceso, las cuales se encuentran garantizadas en el artículo 76 de
la Constitución de la República, que en concreto señala: "En todo proceso en el que se
determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido
proceso que incluirá las siguientes garantías básicas (...)".De igual manera, esta Corte ha
recogido la bidimensionalidad respecto del derecho al debido proceso. Pues, en primer
término, se trata de un derecho que resguarda a los individuos para que participen en
procedimientos del Estado constitucional democrática y el ejercicio dentro del marco de
dichos procedimientos de las facultades de hacer argumentaciones, afirmaciones, aportar
pruebas y las capacidades de rebatir los argumentos de los demás y de auto-criticarse; y,
en segundo término, se lo reconoce como un mecanismo de protección de otros derechos
fundamentales.1Es por ello que, el debido proceso ha sido incorporado en las
Constituciones, con el fin de fortalecer la práctica más avanzada de los derechos, con
miras al fortalecimiento de la democracia y el Estado constitucional de derechos. Es decir,
que los jueces y juezas, al aplicar las normas y derechos reconocidos aseguran la efectiva
realización de los principios procesales de contradicción y de igualdad de armas, principios
que imponen a los órganos judiciales el deber de evitar desequilibrios en la posición
procesal de ambas partes e impedir que las limitaciones de alguna de las partes puedan
desembocar en una situación de indefensión prohibida por la Constitución2.1 Corte
Constitucional del Ecuador. Sentencia No. 026-14-SEP-CC, dentro del caso No. 1884-12-
EP.Precisamente como garantía fundamental del debido proceso, se encuentra el derecho
de la defensa, sobre el cual la Corte Constitucional, por intermedio de su jurisprudencia,
ha resaltado su importancia, pues en concreto ha señalado:De esta forma se establece
constitucionalmente el derecho a la defensa de toda persona. y en tal sentido, todo tipo
de actos que conlleven la privación o limitación del referido derecho producirá, en última
instancia, indefensión. En otras palabras, esta garantía esencial es una manifestación del
debido proceso. (...) En suma, el pleno ejercicio del derecho a la defensa es vital durante la
tramitación del procedimiento, porque de ello dependerá en última instancia el resultado
del mismo. Así, el derecho de hallarse en el proceso impone al juez el deber de: (...) no
excluirlo indebidamente del proceso, puesto que de otro modo no se garantiza el derecho
de las personas a exponer sus posiciones, a ser oídas por los tribunales, o a presentar sus
argumentos o pruebas de defensa3.Vale decir que el derecho a la defensa es la facultad
esencial en la que se sostiene el debido proceso y consecuentemente representa una de
sus más importantes garantías básicas. De allí que el derecho a la defensa se constituya en
el principio jurídico constitucional, procesal o sustantivo mediante el cual, toda persona
tiene derecho a ciertas garantías mínimas para asegurar un resultado justo y equitativo
dentro del proceso, además de contar con la oportunidad para ser oído y hacer valer sus
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pretensiones frente al juez. Todo lo cual, se lo puede ejercer a partir de ser citado en el
caso de ser demandado dentro de un proceso judicial, cualquiera que sea su naturaleza.En
este contexto, el derecho a la defensa establece que nadie puede ser privado de los
medios necesarios para proclamar y hacer respetar sus derechos dentro de un
determinado proceso sea este administrativo o judicial, de manera que se equilibren, en
lo posible, las facultades para poder presentar su caso bajo unas condiciones y garantías
judiciales que permitan equilibrar los medios y posibilidades de actuación procesal4, de tal
manera que no se genere una posición sustancialmente desventajosa de una de las partes
frente a la otra parte procesal, lo que la doctrina denomina como el principio de igualdad
de armas.A efectos de establecer si existió o no vulneración del derecho de defensa, por la
omisión de citar a varios de los demandados dentro del proceso de despojo violento,
debemos remitirnos a la revisión del expediente, en concreto a la demanda con la cual se
dio inicio el mencionado proceso, misma que consta de fojas 15 a 17 del expediente del
Juzgado Tercero de lo Civil y Mercantil de Sucumbíos, la cual en su parte pertinente
expresa:2 Corte Constitucional del Ecuador, Sentencia No. 089-13-SEP-CC, dentro del caso
No. 1203-12-EP,3 Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición.
Sentencia No. 024-10-SEP-CC.4 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 300-15-
SEP-CC, caso No. 2165-13-EP.Nombres de los demandados.La demanda la presento en
contra del señor León Benigno Verdesoto Avalos, de su cónyuge señora Vilma Vega
Gutierres, a quienes demando por sus propios y personales derechos y por los que
representan en la sociedad conyugal por ellos constituida, además demando a los hijos de
los demandados y a sus familiares, de quienes desconozco sus nombres y apellidos
(...)Citación a los demandadosA los demandados señores León Benigno Verdesoto Avalos,
su cónyuge señora Vilma Vega Gutierres, a quienes demando por sus propios y personales
derechos y por los que representan en la sociedad conyugal por ellos constituida. Y a los
hijos de los demandados y a sus familiares, de quienes desconozco sus nombres y
apellidos, se los citará con el contenido de mi demanda (...) en la entrada al primer lote,
ubicado en la carretea de ingreso a la Pre-cooperativa Puerto Ecuador, también conocida
como carretera de ingreso al Recinto San Vicente, cantón lago Agrio, provincia de
Sucumbíos, (resaltado fuera de texto)De lo transcrito, se colige que la demanda de
despojo violento propuesta por el señor Santos Bernabé Granda Calva, recae,
principalmente, sobre los cónyuges León Benigno Verdesoto Avalos y de Vilma Vega
Gutierres, aunque adicionalmente menciona a sus hijos y familiares, cuyas identidades no
se encuentran perfectamente identificadas y singularizadas para que puedan ser
debidamente citadas y ejerzan su derecho a una defensa adecuada.Siguiendo con el
desarrollo del proceso, el juez tercero de lo civil de Sucumbíos, consideró que la demanda
de despojo violento, presentada por el señor Santos Bernabé Granda Calva, era clara,
completa y reunía los requisitos exigidos en la ley adjetiva, es decir, lo establecido en el
ahora derogado Código de Procedimiento Civil; por lo que, mediante auto que consta a
fojas 19 del expediente del inferior, se dispuso citar a las personas demandadas, León
Benigno Verdesoto Avalos, Vilma Vega Gutierres, hijos y demás familiares.En virtud de
aquello, según el acta de citación que obra en autos a fojas 21, a los demandados León
Benigno Verdesoto Avalos, Vilma Vega Gutierres, se los citó mediante comisión, efectuada
por el Teniente Político de la parroquia Farfán, practica realizada en el domicilio de los
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demandados, en persona: sin que se haya dejado constancia de si se citó o no a los demás
demandados, conforme a lo dispuesto por el juez.Por lo tanto, esta imprecisión
establecida por el actor dentro de su demanda, trajo como consecuencia el que la litis se
trabe únicamente en contra del señor León Benigno Verdesoto Avalos y su esposa Vilma
Vega Gutierres, quienes son padres del ahora legitimado activo, puesto que la citación de
la demanda no pudo practicarse en las otras personas demandadas por cuanto las mismas
no se encontraban perfectamente identificadas e individualizadas.Debemos tener
presente, que uno de los requisitos establecidos dentro del derecho procesal ecuatoriano,
recogido tanto en el derogado Código de Procedimiento Civil5, cuanto en el actual Código
Orgánico General de Procesos6, consiste en que, para que una demanda sea considerada
como completa y clara, entre otros requisitos, debe contener los nombres y apellidos, de
la persona demandada o de todos los demandados en caso de que fuesen una pluralidad.
Por lo tanto, es deber, de quien interpone una demanda, el identificar perfectamente a las
personas en contra de las cuales va dirigido su accionar; recayendo, además, en obligación
del juez o jueza que conoce la causa de efectuar un análisis estricto y prolijo del fiel
cumplimiento de éste y de los demás requisitos establecidos dentro del ordenamiento
jurídico ecuatoriano.Si bien el juez tercero de lo civil y mercantil de Sucumbíos, dentro del
proceso de despojo violento, debió solicitar el que se aclare y complete la demanda en
cuanto a la identificación de los demandados, corresponde a éste Organismo
Constitucional, determinar si dicha omisión afectó el derecho de defensa de las personas
no identificadas, o si bien, esta falta de identificación, en estricto orden legal, generó el
que los "hijos y demás familiares" jamás tuvieron la calidad de demandados.En este
sentido, partiendo del argumento del accionante en el sentido que, al igual que sus
padres, él también tiene un interés legítimo dentro de la causa, razón por la cual al no
habérsele citado se vulneró su derecho de defensa, es necesario, revisar el grado de
participación que ostentaba el ahora accionante dentro del proceso de despojo violento.
Para ello debemos remitirnos a lo que la Ex Corte Suprema de Justicia, hoy Corte Nacional
de Justicia ha expresado referente a la diferenciación entre legitimidad de personería y
legitimación en la causa.Es necesario distinguir entre legitimidad d& personería y
legitimación en causa.5 Art. 67.- La demanda debe ser clara y contendrá: (...) 2. Los
nombres completos, estado civil, edad y profesión del actor y los nombres completos del
demandado.6 Art. 142.- Contenido de la demanda. La demanda se presentará por escrito
y contendrá: (...) 4. Los nombres completos y la designación del lugar en que debe citarse
a la o al demandado, además de dirección electrónica, si se conoce.La legitimidad de
personería (legitimatio ad processum) establecida como solemnidad sustancial común a
todos los juicios e instancias por el Art. 346, No 3, del Código de Procedimiento Civil,
constituye la capacidad procesal para comparecer en juicio por sí mismo, como actor o
demandado. Todos pueden comparecer a juicio, por regla general, con las excepciones
que establece el Art. 33 del Código de Procedimiento Civil. La ilegitimidad de personería es
entonces causa de nulidad procesal. La legitimación en causa se refiere a la calidad que
debe tener la parte en relación con el interés sustancial discutido en el proceso. Es decir
que, para que exista la legitimación en causa el actor debe ser la persona que pretende
ser el titular del derecho discutido, y el demandado la persona llamada por la ley a
contradecir la demanda mediante las excepciones. Por lo dicho: no existe debida
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legitimación en la causa en dos casos: a) Cuando el demandante o el demandado no tenía
en absoluta legitimación en la causa, por ser personas distintas a quienes correspondía
formular esas pretensiones o contradecirlas, y b) Cuando aquéllas debían ser parte en
esas posiciones, pero en concurrencia con otras personas que no han comparecido al
proceso7.De lo transcrito, se colige que la legitimidad de personería es la facultad para
comparecer en un juicio sea como actor o como demandado, mientras que la legitimación
en causa, consiste en que el actor debe ser el titular del derecho discutido mientras que el
demandado debe ser la persona llamada a contradecir la demanda. Para esta Corte, luego
de haber revisado el expediente del juicio de despojo violento, está claro que el
legitimado activo Orlando Salomón Verdesoto Vega, ostentaba tanto la legitimidad de
personería para ser considerado como demandado, ya que podía haber comparecido al
proceso de despojo violento incoado en contra de sus padres; cuanto, la legitimación en la
causa, pues pudo ser considerada como una de las personas llamadas a contradecir la
demanda, teniendo presente que no era el único. Es decir, en el proceso de despojo
violento, se debió haber configurado lo que en el derecho procesal se denomina litis
consorcio8.Debemos tener presente que en el derecho procesal, la institución jurídica
llamada litis consorcio hace referencia a la pluralidad de partes que pueden encontrarse
en un determinado conflicto. Dicha pluralidad la podemos encontrar en la parte
accionante con la existencia de varias personas que pretenden ser titulares del derecho
discutido (demandantes), a la cual se la denomina litis consorcio activa; o, puede ser
encontrada en cuanto a las personas llamadas a contradecir la demanda (demandados), a
la cual se la denomina litis consorcio pasiva. En el caso de que nos encontremos ante una
pluralidad de personas tanto en la legitimación activa, cuanto en la legitimación pasiva,
debemos referirnos a una litis consorcio mixto9.En el caso sub examine, de los
argumentos esgrimidos por el legitimado activo dentro de la presente garantía, se
evidencia que su inconformidad se basa por cuanto se abría configurado un litis consorcio
pasivo, en el proceso de despojo violento, debido a la existencia de una pluralidad de
demandados. Los cuales en su mayoría no fueron citados, por cuanto no fueron
individualizados por parte de la persona que propuso la demanda. Estableciendo una vez
más esta Corte Constitucional que la obligación de identificar con nombres y apellidos a
los demandados recae sobre la persona que interpone la demanda cualquiera que fuese
su naturaleza.7 Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Suprema de Justicia,
Resolución No. 243-2007, dentro del juicio No. 323-2003 BTR.8 Código General de
Procesos, Art. 51,- Litis consorcio. Dos o más personas pueden litigar en un mismo
proceso en forma conjunta, activa o pasivamente, cuando sus pretensiones sean conexas
por su causa u objeto o cuando la sentencia que se expida con respecto a una podría
afectar a la otra.9 Tribunal Constitucional de Chile, Rol 3123-16-INA.Pues, mal podría el
juez o jueza que conozca de un proceso dar paso a una demanda que no cumpla fielmente
con dicha identificación, ya que, de darse el caso no consentido, se vería en la
imposibilidad práctica de trabar la litis; todo ello, al no poder citar al o a los demandados
para que éstos puedan ejercer sus derechos constitucionales, entre los cuales se garantiza
el derecho a una defensa adecuada. Ahora bien, se estableció que el litis consorcio, puede
ser activo, pasivo o mixto de acuerdo con la posición dentro de un proceso que ocupen los
sujetos procesales, Pero esta institución jurídica, nos otorga otro tipo de clasificación,
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según la necesidad de la presencia de los sujetos procesales. Es así, que podemos
encontrarnos frente a un "litis consorcio necesario", siempre y cuando dentro de un
proceso se requiera la comparecencia de todos los sujetos implicados en el proceso; es
decir, consiste en una comparecencia obligatoria, puesto que sin contar con la vinculación
de todos los litisconsortes no se podría dictar una sentencia válida; o bien, podemos
encontrarnos frente a un "litis consorcio facultativo", en la cual, la presencia de que todos
los litisconsortes no es obligatoria en el proceso, ya que su comparecencia no es definitiva
ni esencial, pudiendo este tipo de litisconsortes actuar de una manera voluntaria10.En el
caso sub júdice, este Organismo constitucional determina en primer lugar que, luego de
analizado el contenido de la demanda interpuesta en el juicio de despojo violento, esta
jamás fue interpuesta en contra del ahora legitimado activo, ni de sus hermanos y demás
familiares, puesto que todas estas personas no se encontraban perfectamente
identificadas, según lo exige la ley procesal, por lo que el operador de justicia mal pudo
haber ordenado la citación de personas cuya identidad no ha sido especificada, requisito
sine qua non para que se inicie un trámite procesal. Como consecuencia de aquello, se
debe tener presente que a lo largo del proceso de despojo violento y sobre todo en la
sentencia dictada el 26 de julio de 2012 por el juez tercero de lo civil y mercantil de
Sucumbíos, en ningún momento se considera a Orlando Salomón Verdesoto Vega, como
codemandado, o en su defecto a sus hermanos y demás familiares, por el contrario, se
deja sentado de manera expresa que la litis únicamente se trabó en contra de sus padres
los señores León Benigno Verdesoto Avala y Vilma Ibelia Vega Gutierres, quienes fueron
condenados a la restitución del bien inmueble, el cual fue despojado de manera violenta
al señor Santos Bernabé Granda Calva, conforme lo determinó el juez en sentencia.10
ROMERO SEGUEL, Alejandro, El Litis Consorcio Necesario en el Derecho Procesal Chileno.
Doctrina y Jurisprudencia, en Revista Chilena de Derecho, Vol. 25 No. 2, pp. 389.En
segundo lugar, se evidencia que dentro del proceso de despojo violento se pretendió
configurar un litis consorcio pasivo facultativo de ahí que el demandante identificó como
principales demandados a los cónyuges y en un segundo orden a los hijos y familiares que
habrían participado dentro del despojo violento. Adicionalmente, si bien Orlando Salomón
Verdesoto Vega jamás fue citado ya que no se encontraba debidamente demandado,
nada le impedía actuar dentro del proceso de una manera voluntaria, al considerase como
parte procesal del mismo. Actuación que no se evidencia dentro el expediente, sino
cuando el juez dictó sentencia y la misma se encuentra ejecutoriada.Por las
consideraciones expuestas, esta Corte Constitucional determina que en el caso sub
examine no se ha vulnerado el derecho c la defensa, consagrado en el artículo 76 numeral
7 de la Constitución de la República, de Orlando Salomón Verdesoto Vega, ya que, una vez
efectuado un detallado análisis del caso, se ha podido determinar de forma sustentada
que el ahora accionante no ostentaba la calidad de demandado dentro del juicio de
despojo violento.2. El auto dictado el 1 de noviembre de 2012, por la Sala Unica de la
Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos, ¿vulnera el derecho al debido proceso, en su
garantía de recurrir el fallo, contenido en el artículo 76 numeral 7 literal m de la
Constitución de la República?Se entiende como el derecho a recurrir a toda garantía de los
ciudadanos para acceder a un administrador de justicia superior al primero, con el afán de
que se revise una decisión judicial que ha sido contraria a sus pretensiones. En este
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sentido, un tribunal de alzada analiza la decisión del juez de primer nivel. Garantía que se
encuentra consagrada en el artículo 76 numeral 7 literal m de la Constitución de la
República, el cual establece:Art. 76,- En todo proceso en el que se determinen derechos y
obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá
las siguientes garantías básicas; (...) 7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las
siguientes garantías: (...) m) Recurrir el fallo o resolución en todos los procedimientos en
los que se decida sobre sus derechos.En idéntico sentido, el artículo 8 numeral 2 literal h
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos señala:Artículo 8.- Garantías
Judiciales.-2. (...) Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las
siguientes garantías mínimas:h) Derecho a recurrir del fallo ante juez o tribunal
superior.Desde esta perspectiva, la garantía de recurrir del fallo tiene como finalidad
conceder a las partes procesales una herramienta jurisdiccional que les permita ejercer
plenamente su derecho a la defensa, mediante la impugnación de una resolución ante un
juez superior, a fin de que este revise la decisión emitida en la instancia inmediata
anterior y, si es el caso., enmiende o rectifique la misma conforme a la normativa
aplicable, al respecto, la Corte Constitucional ha manifestado que el concepto de recurrir
se lo entiende como acudir otra vez ante un administrador de justicia distinto del anterior,
con el propósito de que la decisión judicial que ha sido apelada y contraria a los intereses
de la parte procesal que interpone el recurso, pueda ser revisada en función de
argumentos y requisitos especificados por la ley para cada recurso.11Sin embargo, es
preciso puntualizar que el derecho a recurrir, al igual que todos los derechos
constitucionales, no tiene carácter absoluto, y su ejercicio se halla sujeto a las condiciones
establecidas en la Constitución y la Ley, es decir, el derecho a impugnar es susceptible de
ser limitado, siempre que tal limitación no afecte su contenido esencial y responda a la
necesidad de garantizar otros derechos.En el caso concreto, el legitimado activo
manifiesta que dentro del juicio de despojo violento en el que actuó su padre, se vulneró
el derecho a recurrir; ya que a pesar de haber presentado un escrito de apelación a la
sentencia dictada el 26 de julio de 2012, por el juez tercero de lo civil y mercantil de
Sucumbíos; dentro del término correspondiente, éste jamás fue evacuado.El escrito que
contiene el recurso de apelación, se encuentra a fojas 823 del expediente del inferior, no
obstante, del mismo expediente se observa a foja seguida, que mediante auto de 8 de
agosto de 2012, el juez tercero de lo civil y mercantil de Sucumbíos, admitiendo el recurso
de apelación planteado por el padre del legitimado activo, envió el proceso para
conocimiento de su superior; es decir, a la Sala Unica de la Corte Provincial de Justicia de
Sucumbíos.Ahora bien, del análisis del auto dictado el 1 de noviembre de 2012, se
desprende que la Sala Unica de la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos, fundamenta
su decisión sustentándose en lo dispuesto en el artículo 695 del entonces vigente Código
de Procedimiento Civil, en cuya parte pertinente, a decir de la Sala, establece qué el juicio
de despojo violento es un juicio sumario, y que no admite apelación por cuanto su fallo
causa ejecutoria. Asimismo, en el considerando segundo, los miembros de la Sala Unica de
la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos, identifican que el señor León Verdesoto,
solicitó el recurso de apelación amparado en lo que dispone el artículo 76 numeral 7 literal
m de la Constitución de la República, fundamentación, que a decir de los señores jueces
no es aplicable por cuanto se estaría afectando la seguridad jurídica del ordenamiento
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jurídico ecuatoriano al aceptar un recurso de apelación, en un caso que no admite dicho
tipo de recursos horizontales. Bajo dichos argumentos legales y en concordancia con lo
previsto en el artículo 327 idíbem, la Sala se declara no competente para conocer el
mentado recurso de apelación.11 Corte Constitucional del Ecuador, Sentencia No. 045-13-
SEP-CC, caso No. 0499-11-EP.Ahora bien, es necesario tener presente, que este Organismo
Constitucional determinó mediante sentencia No. 008-11-SCN-CC publicada en el Registro
Oficial de 13 de diciembre de 2011, que la frase "el fallo causará ejecutoria", establecida al
final del inciso segundo del artículo 695 del ahora derogado Código de Procedimiento
Civil, recaía en inconstitucional; por lo tanto, desde la fecha señalada, en los procesos de
despojo violento el recurso de apelación ere totalmente procedente.Por lo expuesto se
evidencia que la Sala Unica de la Corte Provincial de Sucumbíos era competente para
conocer y resolver el recurso de apelación dentro de la causa No. 2012-0486. No obstante,
se efectúo un erróneo análisis al inobservar lo dispuesto por este Organismo
Constitucional, vulnerando de esta manera el derecho a recurrir que le asiste a León
Benigno Verdesoto Avalos en la acción de despojo violento que en su contra siguió el
señor Santos Bernabé Granda Calva, derecho contenido en el artículo 76 numeral 7 literal
m) de la Constitución de la República.III. DECISIONEn mérito de lo expuesto,
administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del
Ecuador, la Corte Constitucional expide la siguiente:SENTENCIA1. Declarar la vulneración
del derecho constitucional al debido proceso, en la garantía a recurrir, contenido en el
artículo 76 numeral 7 literal m de la Constitución de la República.2. Aceptar de manera
parcial la acción extraordinaria de protección planteada.3. Como medidas de reparación
integral se dispone:3.1 Dejar sin efecto la resolución dictada el 1 de noviembre de 2012,
por la Sala Unica de la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos, dentro de la instancia de
apelación del juicio de despojo violento No. 2012-0486.3.2 Disponer, que previo sorteo, la
Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos, resuelva de manera adecuada el recurso de
apelación dentro del juicio de despojo violento No. 2012-0486.3. Notifíquese, publíquese
y cúmplase.Razón: Siento por tal/que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno
de la Corte Constitucional, con nueve votos de las señoras juezas y señores jueces:
Francisco Butiñá Martínez, Pamela Martínez Loayza, Wendy Molina Andrade, Tatiana
Ordeñaná Sierra, Manen Segura Reascos, Ruth Seni Pinoargote, Roxana Silva Chicaíza,
Manuel Viteri Olvera y Alfredo Ruiz Guzmán, en sesión del 16 de mayo del 2018. Lo
certifico.CASO No. 0398-13-EPRAZON.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
suscrita por el señor Alfredo Ruíz Guzmán, presidente de la Corte Constitucional, el día
lunes 04 de junio del dos mil dieciocho.- Lo certifico.
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