UNIDAD 1 DIP.
Derecho Internacional Público: concepto, caracteres y contenidos.
Sujetos y objeto.
Hay varias definiciones. Alumnos de Carraro: El DIP es ese conjunto de
normas que van a regular las relaciones jurídicas entre los sujetos de la
comunidad internacional. Es el derecho que regula las relaciones entre Estados
en tanto en tiempo de paz, como en tiempo de guerra.
Cuando hablamos de sujetos, sobretodo hablamos de Estados. Que son las
personalidades jurídicas capaces de llevar adelante el DIP, de obligarse y de
generar normas. Pero también podemos agregar las organizaciones
internacionales. Y una nueva tendencia es el individuo, el ciudadano porque ya
se ve que es capaz de tramitar sus propios conflictos ante la comunidad
internacional (lo dice Barboza).
Sujetos entonces = Estados soberanos y Organizaciones internacionales con
personalidad jurídica para obligarse.
- Caracteres:
. Carencia de un órgano legislador: No hay un “legislador” con competencia
para adoptar normas generales. Las normas del DIP derivan de los pactos y la
costumbre.
. Carencia de un órgano juzgador obligatorio: No hay “jueces” a los que tengan
que someterse los Estados obligatoriamente. Pero voluntariamente ellos
pueden someter una controversia a una instancia jurisdiccional determinada.
. Carencia de un órgano ejecutivo centralizado o ausencia de vínculo de
subordinación: No hay un órgano que pueda obligar compulsivamente al
cumplimiento de una norma. Excepto cuando se crean órganos dotados de
poder de sanción y coacción ej.: la ONU).
Desarrollo progresivo y codificación:
El art. 13.1 de la Carta de la ONU confiere a la Asamblea General la función de
promover estudios y hacer recomendaciones para impulsar el desarrollo
progresivo del DI y su codificación. A su vez la Asamblea, en ejercicio de sus
facultades, delegó esa responsabilidad a la Comisión de DI. La Comisión
definió al desarrollo progresivo como:
“La preparación de proyectos de convenciones sobre temas que no hayan sido
regulados todavía por el Derecho Internacional o respecto a los cuales los
estados no hayan aplicado en la práctica, normas suficientemente
desarrolladas”.
Y por codificación:
“La más precisa formulación y sistematización de las normas del DI en materias
en las que ya existía amplia práctica de los estados, así como precedentes y
doctrinas”.
Ambas definiciones expresan la naturaleza evolutiva del DI y a la vez la
necesidad de los estados de contar con reglas de juego claras y precisas, las
cuales se van recopilando en tratados sobre materias indispensables para un
relacionamiento internacional justo, responsable y solidario.
Obligatoriedad del derecho internacional.
Las profundas transformaciones que se producen en la sociedad internacional
a partir del siglo XIX favorecen el reconocimiento de la obligatoriedad de la
norma internacional. Así, en las relaciones internacionales, los Estados
comprueban que la política de fuerza lo conduce en definitiva a su propia
destrucción. El comercio internacional para desarrollarse necesita de un marco
jurídico con cierta estabilidad. Los estados no pueden pretender vivir aislados y
sienten el imperativo de ampliar sus vínculos asentándolos sobre bases
jurídicas.
La participación de los estados en la creación de las normas, traduce un interés
en su contenido y demuestra la voluntad de cumplirlas.
Fundamento de validez de la norma internacional: teorías
voluntaristas, objetivistas, iusnaturalistas y sociológicas .
Es lograr que todos los Estados vivan en armonía y en paz, gozando de los
derechos fundamentales.
El DIP viene para regular la convivencia entre los Estados.
- Teorías voluntaristas: basan el fundamento del derecho internacional en
la voluntad de los Estados. Para estos doctrinarios es la voluntad de los
estados lo que le da entidad jurídica al derecho internacional, pues ellos
son los creadores de las reglas y por ende, al participar en su creación,
surge implícita la voluntad de su sometimiento a las mismas, dentro de
estas hay varias posturas:
o Teoría de la autolimitación: el Estado por su propia voluntad
soberana se obliga frente a los otros, acorde a sus objetivos
estatales; pero es el Estado el único Juez de sus actos y de la
misma forma en que se obliga, puede a posteriori decidir
desobligarse, lo que torna al derecho internacional carente de
estabilidad.
o Teoría de la voluntad común: No basta para que surja una norma
del derecho internacional la voluntad unilateral, sino que se
necesita la reunión de dos o más estados.
o Teoría soviética contemporánea de coordinación: Sólo el acuerdo
entre estados puede crear normas obligatorias entre los estados,
mediante la coordinación de voluntades.
- Teorías objetivistas: Estas buscan el fundamento del derecho
internacional fuera de la voluntad estadual y se agrupan en dos géneros:
a) Las Normativistas
o El positivismo italiano: La base del DIP es el Pacta Sunt
Servanda, que permite comprender el sentido del asentimiento de
los estados a las reglas internacionales.
o La teoría normativa: Kelsen. Encuentra en el principio del "pacta
sunt servanda" el fundamento de validez de los tratados, pero
también de la costumbre, que surge de los actos de los estados
en sus relaciones internacionales.
o Las teorías sociológicas: Para esta doctrina el estado debe
someterse a las normas jurídicas por un principio de solidaridad
social.
b) Las Naturalistas.
o Teoría clásica: Para éste el fundamento del derecho internacional
deriva de su calidad de derecho, derivado de la ley natural o
divina.
o Teoría de los derechos fundamentales: para esta teoría el
derecho internacional se halla en un estado de naturaleza en el
cuál, estarían los estados ante la carencia de una
institucionalización supraestatal.
o El ius naturalismo racional: el derecho internacional basa su
existencia en ciertas convicciones jurídicas coincidentes entre los
estados, asegurando la subsistencia de un mínimo de valores
universales y constantes formulados como principios jurídicos.
RELACIONES Y DIFERENCIAS ENTRE EL DERECHO INTERNO Y
DERECHO INTERNACIONAL. DOCTRINAS.
Existen dos órdenes jurídicos para un estado:
- el del derecho interno
- el internacional.
Esta coexistencia plantea una problemática sobre la relación jerárquica entre
ambos derechos y por consiguiente, si el derecho internacional requiere para
su aplicación, por cada estado, de una norma interna o lo es de forma directa.
Encontramos dos posturas:
o Dualismo: El DIP y el DI son totalmente separados e independientes.
Para que una norma de DIP sea aplicada a un E, requiere que lo
incorporen al DI, así se cumple una norma interna.
o Monismo: Plantea una unidad del derecho, donde hay una jerarquía del
DIP por sobre DI.
Parten del presupuesto de unidad del derecho en donde, uno de los dos
órdenes jurídicos quedaría subordinado jerárquicamente al otro. Tanto el
derecho interno como el internacional se enrolan en un orden jerárquico
en el cual el derecho internacional es el que fundamenta todo el
derecho. En la práctica la cuestión de la relación entre el derecho
internacional y el interno, queda librada a las constituciones estatales,
mencionando dos variantes:
- una con prevalencia del derecho internacional sobre el derecho
interno, que es la más aceptada; como ejemplo podemos citar la
convención de Viena. Las contradicciones entre el derecho interno y el
internacional no provocan la nulidad del segundo (art. 27 convención), y
- la segunda que es la prevalencia del derecho interno sobre el
internacional como el art. 31 de la Constitución Nacional de 1.853.
La solución constitucional argentina.
La cuestión entre el Derecho interno y el Internacional no ha sido ajena a
nuestra Constitución, que en 1.853 la regló mediante los arts. 31 y 27,
ordenado el siguiente sistema de preponderancia:
El art. 31 de la Constitución Nacional dispone el orden de primacía
imponiendo la Constitución por sobre los Tratados, al decir: «Esta
constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el
Congreso y los Tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema
de la Nación;...»
El orden de primacía impuesto en 1.853, establece que la constitución prima
sobre los tratados y las leyes internas del País, y estos a su vez, se hallan
en un plano de igualdad primando sobre el resto del ordenamiento:
decretos, constituciones y leyes provinciales, ordenanzas municipales,
reglamentos.
Por el art. 27 de la C.N. se reafirma la supremacía constitucional sobre el
derecho internacional cuando dicta que: "El Gobierno Federal está obligado
a afianzar sus relaciones de paz y comercio con las potencias extranjeras
por medio de tratados que estén de conformidad con los principios de
derecho público, establecidos en esta Constitución", de este modo conjuga
el art. 27 con el art. 31, afirmando la primacía local.
El modo en que un tratado se torna norma obligatoria para la Nación es la
de su incorporación al derecho interno, mediante la forma: firma del poder
ejecutivo, art. 99 inc. 11 y la aprobación por el poder legislativo art. 75 inc.
22. De este modo quedan incorporados como ley local y mediante el fondo:
conformándose a los principios de la Constitución.
También por el art. 30 (mecanismo de reforma de la constitución) se afianza
la supremacía, ya que por su texto un tratado no podría conculcar a la
Constitución pues importaría vulnerar el cometido de la reforma.
Del análisis del texto constitucional, en 1.853 se impone la supremacía de la
constitución por sobre los tratados, enrolándose en la postura dualista.
La importante reforma constitucional de 1.994, trae innovaciones a esta
cuestión, pero resulta contradictoria al no definir una postura a favor del
monismo o el dualismo, ya que mantiene la vigencia de los arts. 31, 27 y 30
tal cual su origen.
Incorpora esta reforma el art. 75 inc. 22, que coloca a la Constitución y
Tratados por encima de las leyes, manteniendo el sistema de aprobación
legislativa de los tratados para su obligación por parte de la Nación. De esta
forma el orden de primacía se modifica, siendo la ley suprema de la Nación
la constitución y los tratados, luego las leyes nacionales y seguido el
ordenamiento interno, ya referido.
En materia de Tratados sobre Derechos Humanos, el art. 75 inc. 22,
establece la jerarquía constitucional automática de estos, y los posteriores a
los enumerados en el mismo requerirán el voto de las 2/3 partes del total de
cada Cámara del Congreso para gozar de la misma jerarquía. De esta
forma en materia de derechos humanos se adopta la incorporación
automática a la Constitución.
Otra novedad es en materia de los Tratados provinciales, por los cuales las
provincias pueden celebrar tratados internacionales en tanto: "no sean
incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las
facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación..."
(arts. 124, 125 y 126 de la C.N.)