DIOS NOS INDICARA SU VOLUNTAD
Una vida agradable a Dios, es su bendición y la promesa de su ayuda es hacer justo lo que estamos
diciendo. Caminar con Dios es ir a su misma dirección y andar en el poder de su espíritu santo.
Si es necesario, Dios moverá cielo y tierra para mostrarnos su voluntad.
2 Crónicas 20.12
Dios siempre quiere lo mejor para nosotros, y está comprometido a mostrarnos cómo seguir el plan
específico que ha diseñado para cada uno de nosotros. Él quiere que vivamos pendientes de su voz,
para oír lo que quiere que hagamos y cómo quiere que lo hagamos (Isaías 30.19–21).
Muchos piensan que es poco probable conocer la voluntad de Dios.
Dios quiere que hagamos su voluntad y esto es algo que debemos saber. Romanos 12:2 dice: No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para
que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Y como Dios quiere que hagamos su voluntad se compromete a guiarnos a ella. Salmo 32:8 dice: Te
haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
Si deseamos hacer la voluntad de Dios, Él nos la indicara.
1 Corintios 2:12 dice: Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que
proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, si verdaderamente deseamos
conocer la voluntad de Dios, Dios moverá cielo y tierra para mostrárnosla.
Dios quiere que tomemos decisiones correctas y por lo tanto Él nos muestra cómo debemos hacerlo.
El salmo 16:11 dice: Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias
a tu diestra para siempre.
Dios es coherente con su carácter, si Él nos pide que hagamos algo, Él nos mostrará, nos indicará y
nos enseñará cómo hacerlo.
Ahora bien, si eres de aquellos que les cuesta saber cuál es la voluntad de Dios, hoy conocerás tres
medios por los cuales Dios nos muestra cuál es su perfecta voluntad.
Antes de continuar, quiero dejar establecido algo muy importante. La Palabra de Dios nos enseña que
la oración cumple un papel fundamental en el deseo de saber cuál es la voluntad de Dios.
Jeremías 29:11-13 dice: 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice
Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. 29:12 Entonces me
invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; 29:13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me
buscaréis de todo vuestro corazón.
Ha llegado el momento de hablar de los tres medios por los cuales Dios nos indica cuál es su
voluntad.
El primer medio es: Su Palabra.
Si, y perdón por la redundancia, el principal medio por el cual Dios nos muestra o indica cuál es su
voluntad es su Palabra.
El Salmo 119:105 dice: Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
La Biblia nos ofrece una guía completa para cualquier situación, allí encontramos normas y
mandamientos que nos llevarán al éxito.
En la Palabra de Dios, también encontramos principios de aplicación diaria, estos principios nos
preparan para tomar decisiones en cada situación que enfrentemos.
Debes saber que al Dios indicarnos su voluntad por medio de su Palabra, Él nos llevará a los
versículos que hablan de aquello que necesitamos saber; por ejemplo:
1 Tesalonicenses 5:18 dice: Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con
vosotros en Cristo Jesús.
1 Pedro 2:15 dice: Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia
de los hombres insensatos; y
1 Tesalonicenses 4:3 dice: pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de
fornicación;
Al tener una estrecha relación con la Palabra de Dios, conoceremos que la voluntad de Dios es muy
clara y puntual en ella. Si descuidamos lo que la Biblia nos enseña, nos desviaremos a menudo de la
voluntad de Dios.
La Biblia es el manual de Dios para enseñarnos a vivir, su contenido es completo y perfecto. Cuanto
más familiarizados estemos con la Palabra de Dios, más fácil se nos hará saber cuál es la voluntad
del Señor en cada situación.
Dios está esperando tener un encuentro contigo en su Palabra por medio de su Espíritu Santo. A
medida que la leas y medites en ella, tendrás la oportunidad de escuchar la voz de Dios indicándote
que es lo que debes hacer en cada situación de tu vida.
La Palabra de Dios es muy clara, ella nos enseña que todo nos es lícito, pero no todo nos conviene;
ella nos enseña que todo nos es el lícito, pero no todo edifica. Aprovechemos este gran privilegio que
tenemos de conocer cuál es la voluntad de Dios a través de su Santa Palabra.
El segundo medio por el cual Dios nos muestra cuál es su voluntad, es el buen consejo.
Cuán importante es buscar un buen consejo cuando no sabemos claramente cuál es la voluntad de
Dios. Cuando te acerques a alguien para buscar un buen consejo acerca de cuál es la voluntad de
Dios para tu vida, debes tener en cuenta lo siguiente:
Primero. Debes fijarte en cuál es el estilo de vida que lleva esa persona en quien buscas un buen
consejo.
Segundo. Debes tener en cuenta cuál es la pregunta correcta. No debemos preguntar: ¿Qué crees
que debería hacer en esta situación? Esa es una pregunta incorrecta.
La pregunta correcta es: ¿En esta situación, qué crees que dice la Palabra de Dios que debo hacer?
Por medio de un buen consejo Dios nos puede indicar cuál es su voluntad. Proverbios 4:13 dice:
Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida.
El tercer medio por el cual Dios nos indica cuál es su voluntad, son las circunstancias.
Para entender este punto, miraremos el siguiente ejemplo Bíblico 1 Reyes 17:3-9 dice: 17:3 Apártate
de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 17:4
Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. 17:5 Y él fue e hizo
conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al
Jordán. 17:6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del
arroyo. 17:7 Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra. 17:8
Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: 17:9 Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he
aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.
Hay circunstancias en la vida que Dios nos permite para indicarnos cuál es su voluntad. El pasaje nos
enseña, que Dios sustentaba milagrosamente al profeta Elías; él bebía agua del arroyo y Dios
enviaba cuervos para que le dieran de comer. Pero llegó el día en que el arroyo comenzó a secarse y
aparentemente las cosas estaban saliendo mal, pero sólo era una circunstancia permitida por Dios
para mover al profeta hacia otro lugar.
Lo mismo pasa con nosotros, hay circunstancias que Dios permite para indicarnos que por allí no es
el camino, que es necesario regresarnos y comenzar de nuevo. En otras ocasiones, Dios permite
circunstancias para hacernos saber que debemos movernos del lugar donde estamos para seguir
avanzando.
Dios nos revela cuál es su voluntad porque nos ama, porque Él no se esconde de nosotros, porque
somos sus hijos y porque quiere lo mejor para nosotros.
Resta que al saber cuál es la voluntad de Dios, tomemos la firme determinación de ir en pos de Él.
También es importante saber, que aparte de los medios por los cuales Dios nos muestra cuál es su
voluntad ya mencionados, cabe decir que cada quien tiene una relación personal y propia con Dios;
esto hace que Dios también se manifieste a ti de manera personal. También debes saber, que,
aunque el medio varíe, la voluntad de Dios siempre será acorde a lo que Él es. Y algo muy especial,
nada de lo que Dios te diga se contradecirá con su Palabra.
Si empezamos a desviarnos del curso que Dios ha fijado para nosotros, Él tomará toda clase de
medidas para captar nuestra atención y protegernos del peligro. Él tiene una gran variedad de
métodos para ayudarnos a ver la situación, entre ellos:
1. Un espíritu intranquilo
A veces Dios nos llama la atención quitándonos el sueño (Esther 6). Si experimenta algún tipo de
intranquilidad en lo profundo de su ser, o siente algo que no puede identificar, deténgase y ore:
«Señor, ¿estás tratando de decirme algo?» Cada vez que Dios estuvo a punto de pasarme de una
posición pastoral a otra, yo me sentí muy inquieto.
2. Una palabra específica
Dios también capta nuestra atención utilizando las palabras de otros. Fue el método que usó para
darles un mensaje tanto al joven Samuel como al viejo sacerdote Elí (1 S 3.4–18). Si varias personas
empiezan a decirle lo mismo en un lapso breve de tiempo, pregúntele al Señor si está tratando de
hablarle a través de ellos.
3. Una bendición inusual
Dios puede darle alguna bendición inusual para llamar su atención. Por supuesto, si usted se
considera una persona autosuficiente, el Señor probablemente usará otro método para que usted fije
su atención en Él, pero recuerde que Él expresa su amor sin importar qué método utilice.
4. Una oración no contestada
A veces la respuesta de Dios a una oración es «no». A pesar de las oraciones de David para
preservar la vida del bebé que concibió en adulterio, el niño murió (2 S 12.15–18). El Señor puede
guardar silencio ante nuestras oraciones para que tomemos la iniciativa de examinar nuestro corazón.
5. Una desilusión
Cuando la nación de Israel desacató la instrucción divina de tomar posesión de la tierra prometida,
Dios juzgó al pueblo por su incredulidad. Luego cambiaron de parecer y dijeron que ahora sí
deseaban entrar a la tierra, pero el Señor les dijo que no, que ya era demasiado tarde (Números 14).
Dios captó su atención mediante el sentimiento de desilusión. De manera similar, el Señor puede
permitir reveses que nos impidan trazar nuestro propio rumbo.
Dios nos indicará su voluntad
6. Circunstancias extraordinarias
En algunas ocasiones Dios usará circunstancias inusuales para que nos detengamos a escuchar.
Moisés vio una zarza ardiente que no se consumía. Cuando se acercó a investigar, el Señor le habló
desde el fuego (Éxodo 3). Usted y yo debemos aprender a buscar la presencia de Dios en cada
circunstancia de la vida. Él deja sus huellas y evidencias de su obra en todo lo que nos rodea.
7. Derrotas
Dios puede usar la derrota para mostrarnos la verdad. Tras su victoria aplastante sobre Jericó, los
israelitas abordaron una pequeña población con confianza de sobra, ignorando el mandato del Señor
(Josue 7). Dios captó toda la atención de Josué al permitir que la nación sufriera una derrota
vergonzosa. Este tipo de derrota puede convertirse en una piedra que nos permite dar otro paso hacia
el éxito, si oramos: «Señor, ¿qué me estás diciendo? Ayúdame a ver cuál fue el error que cometí».
8. Problemas económicos
En el tiempo de los Jueces «cada uno hacía lo que bien le parecía» (Jue 17.6) y la nación cayó en
idolatría y desobediencia. Dios trajo juicio por medio de los madianitas, quienes devastaron el
territorio. El pueblo clamó a Dios sólo cuando Él les quitó toda posesión material (Jue 6.3–6). Dios
sabía con exactitud qué era necesario para llamarles la atención, y cuando ellos se volvieron a Él de
corazón, Él los libró de sus opresores y los bendijo.
9. Tragedias, enfermedades y aflicciones
Debemos considerar nuestras tragedias y aflicciones como razones para preguntarle al Señor: «¿Qué
estás tratando de decir?» Cuando el rey Ezequías se llenó de orgullo, Dios usó su enfermedad para
alertarlo del problema (2 Cr 32.24). De modo similar, cuando Saulo de Tarso persiguió a los
cristianos, Dios lo hirió con ceguera y así logró captar toda su atención (Hch 9.1–19).
Dios siempre sabe dónde nos encontramos en nuestro peregrinaje de fe, y sabe exactamente qué se
requiere para llamarnos la atención. Por eso, esté alerta; note si algunos de estos métodos divinos
ocurren (o son recurrentes) en su vida. Si lo son, pregúntele qué quiere decirle y dispóngase a
escuchar, no para informarse, sino para obedecer.
¿Que nos gustaría que los demás pensaran de nosotros cuando cuando ya no estemos entre los
vivos?
Seguramente nos gustaría ser recordados porque fuimos generoso, bondadoso, fieles, amorosos, o
quizás nos gustaría ser recordados porque fuimos personas sabias, de bastante conocimiento, ser
recordado por sus habilidades y destrezas.
O puede ser que nos recuerden, por avaro, chismosos, orgullosos, por tener una actitud prepotente,
porque nunca se relacionó con nadie, o por ser una persona odiosa. que podrían decir de usted
cuando ya no este?
Probablemente sea de esas personas que no le interesa saber lo que puedan opinar de usted cuando
muera…de todas maneras no se enteraría, pero lo seguro es que algunos lo recordaran, quizás
pocos o muchos, eso depende de cómo haya vivido, y del testimonio que haya dejado.
Que hermoso seria que las personas dijeran yo nunca supe mucho de esa persona, pero creo que era
una persona temerosa de Dios, que caminaba con Dios, puede haber algo más ejemplar que se
parezca a cristo, que decir que alguien camino con Dios...!
¿Como saber si caminamos con Dios?
Tratare de expresar en una breve definición lo que es el concepto de caminar con Dios: andar con
Dios es conservarlo en el centro de nuestros pensamientos, en nuestras relaciones, en las finanzas,
en las cosas que hablamos, en nuestros planes y en cada aspecto de nuestras vidas, eso es lo que
significa andar con Dios.
La biblia nos habla de un hombre llamado Enoc, que camino con Dios, y luego desapareció porque
Dios se lo llevo (génesis 5: 21- 24) vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendro a matusalén, 22. y
camino Enoc con Dios después que engendro a matusalén, trescientos años y engendro hijos e hijas,
23. Fueron los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años, 24. Camino Enoc con Dios, y
desapareció, porque le llevo Dios.
Puede ser que si alguien le pregunta tu caminas con Dios, de seguro que le responderá que sí, y si le
pregunta que es lo que hace para caminar con Dios; ¿cree usted que podría contestar?
El primer paso que hay que dar es: aceptar a Jesucristo en nuestros corazones como nuestro único y
suficiente salvador, porque no podemos caminar con Dios si antes no aceptamos a su hijo en
nuestras vidas, él es camino que nos lleva al padre. Solo mediante a Jesús podemos acercarnos a él.
¿Desea caminar con Dios? ven a Jesucristo!!! ahí va a comenzar su andar con Dios, si alguno dice
que tiene una vida buena, y que todo en su vida va bien…! y ha rehusado a cristo como su salvador,
el tal está ciego, vive en pecado y no sabe lo que dice.
Si deseamos estar con Dios y caminar con él, debemos aceptar a su hijo que es el que perdona los
pecados y hace posible que tengamos una relación estrecha y personal con él.
