La Deuda Pública en Bolivia 1970-2022
La Deuda Pública en Bolivia 1970-2022
de Bolivia 1970-2022
OTRA VEZ ANTE UNA PESADA CARGA
QUE PONE EN RIESGO LA ECONOMÍA
El endeudamiento creció
durante y después del periodo
de bonanza.
Supervisión:
René Martínez C.
Edición:
Jorge Jiménez Jemio
Dirección:
Calle Quintín Barrios Nº 768 - Sopocachi
La Paz - Bolivia
Correo electrónico:
[email protected]
2023
La deuda afecta
la calidad de vida
1 INTRODUCCIÓN 5
9 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 31
E
l presente estudio fue realizado sobre la deuda pública de Bolivia durante el
período 1970–2022 utilizando una narrativa histórica, estadística y análisis
econométrico para analizar la evolución, indicadores tradicionales y dinámicos
de endeudamiento y luego estimar su sostenibilidad.
FUNDACIÓN JUBILEO 5
Entre 2006 y 2022, el tercer período inició con un saldo de deuda externa
relativamente bajo; pero nuevamente se recurrió al endeudamiento de manera
similar al primer período aumentando de nivel y tendencia creciente. Asimismo,
desde 2009 comenzó la contratación de deuda pública interna con el Banco Central
de Bolivia (BCB) a favor de empresas públicas, a pesar que según la ley orgánica del
BCB no se podía, pero mediante las leyes del Presupuesto General del Estado anual
esas operaciones fueron aprobadas.
Durante todos los periodos de análisis, Bolivia registró déficit fiscal excepto el periodo
2006–2013 que presentó superávit fiscal, aunque se continuó contratando crédito
externo e interno para financiar el creciente gasto público. Posteriormente, desde
2014, nuevamente se registró déficit fiscal, incluido el 2022 que fue financiado con
más deuda pública, tendencia que podría conducir a un escenario de mayor riesgo
para la economía nacional.
E
n las finanzas públicas, para utilizar ingresos, asignar gastos y contratar deuda
pública, el agente económico “Gobierno”, también denominado “Estado”,
debe estar sometido al cumplimiento de la Constitución Política del Estado
(CPE), leyes, decretos supremos, resoluciones supremas, resoluciones ministeriales,
resoluciones administrativas y demás normas conexas, que es una importante
diferencia con relación al agente económico “empresa privada”.
La Ley del Banco Central de Bolivia (BCB), en el artículo 22, señala que el ente emisor
no podrá otorgar crédito al Sector Público ni contraer pasivos contingentes a favor
del mismo. Excepcionalmente, podrá hacerlo en favor del Tesoro Nacional, con voto
favorable de dos tercios de los miembros presentes en reunión de su directorio, en
los siguientes casos:
1 A partir de 2010, el BCB fue autorizado a otorgar créditos excepcionales a empresas públicas nacionales estratégicas.
FUNDACIÓN JUBILEO 7
Existen otras normas vigentes que regulan la contratación, disposición y ejecución de los recursos
captados por endeudamiento público, como son: Ley Marco de Autonomías, Ley de Administración y
Control Gubernamentales, Ley de Administración Presupuestaría, Ley SAFCO, entre otras.
En lo referente a la Ley Marco de Autonomías N° 031, del año 2010, que entre otros elementos
regula los regímenes competencial, económico, financiero y la coordinación entre el nivel central del
Estado y las Entidades Territoriales Autónomas, determina, en el artículo 108, que la contratación
de la deuda pública externa debe ser autorizada por Ley de la Asamblea Legislativa Plurinacional;
y la contratación de deuda pública interna debe ser autorizada por la instancia establecida del
Órgano Ejecutivo del nivel central del Estado, la que verificará los parámetros de endeudamiento, de
acuerdo con la normativa en vigencia. Los créditos contratados de entidades subnacionales deben ser
destinados solamente a inversión pública, de acuerdo con la Resolución Ministerial N° 276 de 10 de
mayo de 2013, referido al “Reglamento Específico para el Inicio de Operaciones de Crédito Público y
Autorización de la Contratación de Endeudamiento Público para Entidades Territoriales Autónomas”.
Respecto a las Empresas Públicas Estratégicas, estas deben generar, necesariamente, superávit o
utilidad financiera, según la Ley N° 466 de la Empresa Pública, de fecha 26 de diciembre de 2013.
D
urante el período 1970–2022, Bolivia atravesó por tres períodos económicos
diferentes, en los cuales el primero y el tercero tuvieron un patrón común de
comenzar con bajos niveles de saldo de deuda pública y luego elevar estos
niveles de endeudamiento.
A partir de los años ochenta, América Latina se sumergió en crisis por la deuda y los
países desarrollados salían de su recesión. Esto provocó la aplicación de políticas
recesivas para el cumplimiento del pago de la deuda. Al mismo tiempo, se estaba
contrayendo deuda multilateral con el FMI para lidiar con la crisis económica
(problemas de liquidez de divisas y solvencia).
FUNDACIÓN JUBILEO 9
En el tercer período, a partir de 2006, comenzó un nuevo proceso económico, político y social en
Bolivia bajo la presidencia de Evo Morales. El 2006 y 2007 el saldo de la deuda externa estaba en
niveles bajos por la condonación que aplicaron organismos internacionales como el FMI, Banco
Mundial y acreedores bilaterales, gestionados con anterioridad.
Desde 2014, hacia delante, se retornó a la situación de déficits fiscales y la economía ingresó en una
etapa de desaceleración e incertidumbre con efectos adversos en las finanzas públicas e incremento
continúo del endeudamiento fiscal, registrando niveles récord de forma sucesiva, notándose que en
2022 registró $us 13.300 millones, seis veces más que el nivel más bajo presentado en 2007, cuando
el saldo había bajado a $us 2.208 millones.
Los desembolsos continuaron llegando en forma creciente, registrando el flujo más alto en 2017, con
$us 2.395 millones, año en el que se realizó la colocación de bonos soberanos por tercera vez, por
$us 1.000 millones (en 2012 y 2013 se efectuaron las dos primeras colocaciones por $us 500 millones
cada una).
El año 2022 se recibieron desembolsos de deuda por $us 2.120 millones, siendo el segundo mayor
monto.
Estado Plurinacional
y Economía Plural*
14.000
13.300
12.698
11.901
12.000
10.000
9.147
8.000
Retorno de la democracia y
economía de mercado
6.000 5.736
4.942
Gobiernos militares 4.791
4.460
4.000 3.779
3.294 3.248
2.653
2.208
1.800
2.000
897
522
0
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
Elaboración propia con base en datos del BCB, UDAPE y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
4 Bolivia ya contaba con gasoductos hacia Brasil y Argentina que permitieron la comercialización de gas natural en el marco de contratos suscritos
con ambos países por dos décadas, inversiones en exploración y explotación, y reservas probadas de hidrocarburos.
Nota: Los datos del servicio de la deuda externa corresponden a base devengado.
Elaboración propia con base en datos del BCB, INE, Dossier Fiscal, Banco Mundial, CEDLA y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
FUNDACIÓN JUBILEO 11
Como consecuencia del elevado y creciente endeudamiento público, el servicio de la deuda externa
–que corresponde al pago de capital más intereses y comisiones- fue aumentando hasta alcanzar, el
2022, a la suma de $us 1.811 millones, lo que significa un desgaste de las reservas internacionales y
el aumento del riesgo de que Bolivia ingrese en una etapa de default, definido como el resultado del
impago del servicio de la deuda externa de acuerdo con el cronograma de pagos.
Una situación de estas características generaría mayores costos para la economía boliviana que
principalmente serían trabas en el acceso de nuevo financiamiento externo, dificultades en las
operaciones de comercio exterior que afectarían las exportaciones, efectos adversos a la actividad
económica, deterioro en el sector financiero y demandas legales de los acreedores.
Al contratar deuda externa el país se beneficia con ingresos de dólares que aumentan las reservas
internacionales netas del BCB y cuando llegan los vencimientos de capital e intereses significa una
salida de divisas de las RIN.
Hasta 2012 los acreedores de la deuda externa fueron organismos multilaterales y bilaterales, desde
2014 se presentaron, además, las entidades financieras privadas por la tenencia de bonos soberanos.
2003 2007
16,0 22,6
77,4
84,0
2014 2022
17,4 15,9
14,6 15,2
68,0 68,9
Elaboración propia con base en datos del BCB y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Con mayor detalle en 20225, el BID y la CAF fueron los principales acreedores con más de 50% de la
deuda, seguidos de los tenedores de bonos soberanos (15%), Banco Mundial (11%), China (11%) y
Francia (3,2%), entre otros.
5 El saldo de la deuda externa 2022, con cifras preliminares, excluye los pasivos por Derechos Especiales de Giro (DEG).
2014 2022
N° Acreedor Part. (%) N° Acreedor Part. (%)
RECUADRO 1
EMISIÓN DE BONOS SOBERANOS
Una nueva forma de endeudamiento es la colocación de los denominados bonos soberanos en los mercados
internacionales de capital. Desde 2012, el Gobierno de entonces utilizó esa opción. La colocación de estos
bonos se dio en cuatro oportunidades, las tres primeras significaron el financiamiento de $us 2.000 millones,
mientras que la última, realizada el 2022, en su mayoría, fue para el canje de deuda a vencer en 2022 y 2023.
Por otra parte, en diferentes gestiones se programaron emisiones que no se concretaron.
Los recursos de las emisiones de los bonos soberanos de los años 2012, 2013 y 2017 se destinaron a proyectos de
inversión pública, según declaraciones del Gobierno; y la de 2022 fue para postergar vencimientos de 2022 y 2023.
Al final de 2022, el saldo de la deuda externa correspondiente a los títulos de deuda ascendía a $us 2.033.
FUNDACIÓN JUBILEO 13
El financiamiento externo se constituye en una importante fuente de recursos para financiar proyectos
de desarrollo económico; sin embargo, también se ha utilizado en fortalecimiento institucional y
apoyo presupuestario que no son actividades de inversión pública.
Con relación al destino de la deuda por sector, al 31 de diciembre de 2022, la infraestructura vial fue más
beneficiada (28,3%), seguida del apoyo presupuestario (12,4%), multisectorial (11,5%), salud (8,6%),
saneamiento básico (6,8%), fortalecimiento institucional (5,8%), agropecuario (5%), energía (4,2%),
minería (2,2%) entre los principales. El sector hidrocarburos fue de menor participación con solo 0,3%.
5,8
Fortalecimiento instit.
770 MM
6,8 12,4
Apoyo presupuestario
Saneamiento básico 1.646 MM
903 MM 8,6 11,5
Salud Multisectorial
1.145 MM 1.526 MM
Elaboración propia con base en datos del BCB y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Las participaciones más pequeñas corresponden a Educación ($us 57 MM, 0,4%), Hidrocarburos ($us 41 MM, 0,3%),
Turismo ($us 37 MM, 0,3%) y Vivienda ($us 30 MM, 0,2%)
Si bien los recursos externos hicieron posible el crecimiento de la inversión pública, existe controversia
en la opinión pública y organizaciones nacionales en el sentido de que la mayoría de los proyectos no
generan los ingresos requeridos para al menos pagar el financiamiento externo que fue contratado
para los mismos. Al respecto, se sugiere iniciar los procedimientos para evaluar el impacto de los
recursos adquiridos a fin de poder identificar si están siendo bien utilizados o implementar ajustes; ya
que el endeudamiento podría resultar en un gran costo para la sociedad.
E
ste capítulo presenta un análisis de la deuda interna que comprende,
principalmente, a la deuda del Tesoro General de la Nación (TGN)6 con acreedores
internos que son los siguientes: BCB, Fondo de Protección al Ahorrista (FPAH) y
Entidades de Intermediación Financiera (EIF), entre ellas las AFP y bancos.
También se analizará, de manera separada, la deuda de las empresas públicas con el BCB.
18.000
15.665
13.885
16.000
14.000
10.356
12.000
10.000
6.454
8.000
5.455
4.596
4.587
4.540
4.321
4.294
4.064
4.178
6.000
4.247
4.112
3.896
3.209
3.013
2.948
2.712
2.410
4.000
2.149
2.052
1.135
1.349
1.582
2.000
0
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
Elaboración propia con base en datos del BCB y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
FUNDACIÓN JUBILEO 15
Los principales acreedores de la deuda del TGN son el BCB y las Entidades de Intermediación Financiera
(EIF), dentro de esta última se encuentran las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Entre
1998 y 2005, el mayor acreedor fue el sector privado por las compras de bonos del TGN que realizaron
las AFP, EIF y otros que, en promedio, su participación fue de 55% (el máximo en 2005 con 66% y el
mínimo en 1998 con 36,2%), seguido del BCB con 43% en promedio (siendo el máximo 63,4% en 1998
y el mínimo 33,2% en 2005). Desde 2006 hasta 2022, el mayor acreedor continúo siendo el sector
privado, con mayor participación en promedio de 62% (el máximo en 2007 con 73,7% y el mínimo
en 2020 con 41,1%) y el BCB fue el segundo acreedor con una participación promedio de 37,4%.
Actualmente, el principal acreedor es el Banco Central.
2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022
SECTOR PÚBLICO
34,3 33,1 35,1 33,0 36,1 39,7 45,3 58,9 57,9 55,1
FINANCIERO
BCB 34,3 33,1 35,1 33,0 36,1 39,7 45,3 58,9 57,9 55,1
FONDOS 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
SECTOR PÚBLICO
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
NO FINANCIERO
SECTOR PRIVADO 65,7 66,9 64,9 67,0 63,9 60,3 54,7 41,1 42,1 44,9
Bonos-AFP 38,3 32,0 28,0 24,2 20,4 13,8 8,7 3,5 1,0 0,0
Bonos (Subasta*Mcdo.
27,0 34,7 36,8 42,6 43,4 46,4 45,9 36,1 37,4 40,3
Fin.) y otros
Fondo de protección
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,5 3,6 4,6
ahorrista
Tesoro Directo 0,4 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0
TOTAL 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Elaboración propia con base en datos del BCB y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Deuda interna de las Entidades Territoriales Autónomas (ETA) con el sector privado7
(En millones de dólares)
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Millones de bolivianos 1.033,8 1.063,0 1.032,6 1.023,6 979,7 899,6 345,8 298,0 231,0 190,6
Millones de dólares 132,2 132,2 129,1 129,1 129,4 129,1 49,6 42,9 33,7 27,8
2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019(p) 2020(p) 2021(p) 2022(p)
Millones de bolivianos 141,4 93,1 58,8 20,8 319,1 775,9 1.062,2 1.064,0 1.259,4 1.337,9
Millones de dólares 20,6 13,6 8,6 3,0 46,5 113,1 154,8 155,1 183,6 195,0
Elaboración propia con base en datos del BCB y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
En el presente documento, la deuda interna de las ETA con el sector privado no se incorpora en la
deuda pública total porque no está incluida en el TGN.
Por otra parte, las gobernaciones y municipios contrajeron deuda con el fideicomiso administrado por
el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) para financiar proyectos de inversión que cuenten
con recursos de contraparte local. Esta deuda no se incluye en la deuda interna porque se netea
(consolidado) entre instituciones otorgantes y receptoras del mismo sector público (Anexo 1).
Cabe mencionar que para medir el financiamiento del déficit se consideran los créditos del BCB a las
Empresas Públicas Nacionales Estratégicas (EPNE) y del Fondo para la Revolución Industrial Productiva
(FINPRO) a empresas con participación estatal. A continuación. La siguiente tabla detalla la relación
de los créditos internos concedidos:
FUNDACIÓN JUBILEO 17
A diciembre 2022, las EPNE tenían una deuda con el BCB de $us 5.304 millones (Bs 36.384 millones),
los mayores deudores eran ENDE y YPFB con $us 2.829 millones (Bs 19.407 millones) y $us 1.436
millones (Bs 9.849 millones), respectivamente; le siguen Yacimientos de Litio Bolivianos (YLP) y la
Empresa Azucarera San Buenaventura (EASBA).
Además de estos créditos, el FINPRO, constituido con recursos del BCB10, otorgó créditos a bajo
costo de interés a emprendimientos supuestamente productivos, con participación estatal. Existen
estudios que presentan resultados negativos para la mayoría de estas empresas. A diciembre 2022,
el saldo adeudado a este fondo por empresas públicas era de $us 934,1 millones (Bs 6.408 millones),
los mayores deudores eran la Empresa de Cemento de Bolivia (ECEBOL), Empresa Minera Colquiri,
Empresa de Vidrios de Bolivia (ENVIBOL), Empresa de Fibra de Camélidos Yacana, Empresa Quipus,
entre las principales.
10 El FINPRO fue creado mediante una transferencia no reembolsable ($us 600 millones) y un crédito de largo plazo y sin costo de interés
($us 600 millones), ambos otorgados por el BCB.
7.000
6.261 6.170 6.213 6.238
5.863
6.000
5.388 871 886 892 934
756
5.000 611
4.418
4.000 3.390
3.000 2.575
5.390
5.304
5.321
5.284
5.107
4.778
1.816
2.000
3.991
1.164
3.044
2.380
1.000 472
1.816
1.164
37
472
0
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019(p) 2020(p) 2021(p) 2022(p)
FUNDACIÓN JUBILEO 19
5. DEUDA PÚBLICA TOTAL
L
a agregación de la deuda externa más la deuda interna es denominada
deuda pública total. Significa la posición deudora de Bolivia con el exterior
ante los organismos bilaterales, organismos multilaterales, inversionistas
internacionales y la posición deudora del Tesoro General de la Nación con el BCB,
con Entidades de Intermediación Financiera, AFP, Fondo de Protección al Ahorrista
(FPAH) y personas naturales.
En más de dos décadas, entre 1998 y 2022, la deuda pública total se triplicó, lo que
significa el acelerado proceso de endeudamiento del país como consecuencia del
elevado gasto público. Una parte del gasto resultó en demandar dólares al BCB
para importaciones, e incluso servicio de la deuda externa, reduciendo las RIN de la
entidad monetaria y el resto para compras de bienes y servicios nacionales.
Hasta 2006, la deuda externa era mayor que la deuda interna; desde 2007 esta
situación cambió y la deuda interna superó al endeudamiento de fuentes externas,
por la baja en el saldo de deuda externa debido a las condonaciones otorgadas por
acreedores multilaterales y bilaterales. Desde 2012, el endeudamiento externo
es nuevamente mayor y, finalmente, desde 2021 nuevamente la deuda interna
es mayor, por la creciente emisión de deuda interna con el BCB y entidades
financieras privadas.
Al cierre de 2022, la deuda pública total fue de $us 28.965 millones del cual la deuda
interna del TGN fue el equivalente a $us 15.665 millones (54,1 del total) y la deuda
externa alcanzó a $us 13.300 (45,9%).
30.000 28.965
26.583
25.000
22.256
13.300
12.698
20.000 17.461
15.367
11.901
15.000 13.687
11.323
11.007
9.326 9.914 10.443
9.912
10.000 7.517 7.738 7.874 8.418 8.478
7.143 7.803
9.147
5.814 5.902 5.989 6.485 6.509
15.665
6.243 5.422 6.340
7.002
13.885
6.331
5.736
5.262
4.282 4.196
4.581 3.837
3.235
2.918
10.355
5.000
2.932 4.942
5.142
2.692 5.046
2.443
2.995 3.248
2.208
4.400
4.497
4.460
4.659
4.573
6.454
5.455
4.568
4.224
4.540
4.321
4.178
4.112
3.897
4.064
3.214
0
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
Deuda Interna Deuda Externa Total
Elaboración propia con base en datos del BCB y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Nota: Comprende la deuda interna del Gobierno general.
100
80
39
41
41
41
46
46
48
49
52
53
56
58
61
62
63
63
65
65
68
67
60
68
69
74
77
80
40
61
59
59
59
54
54
52
20
51
48
47
44
42
39
38
37
37
35
35
33
32
31
32
26
23
20
0
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
La composición de la deuda total ha oscilado en las últimas décadas y actualmente la deuda interna
representa la mayor parte.
Por otro lado, considerando las obligaciones por deuda de las empresas públicas, el saldo de la
deuda pública total es mayor y alcanza a $us 35.203 millones, de los cuales la deuda externa es de
$us 13.300, y la deuda interna agregada total es equivalente a $us 21.903 millones (62,2% del total)
que comprende la deuda del TGN y empresas públicas con el BCB y FINPRO.
FUNDACIÓN JUBILEO 21
Evolución de la deuda pública total con empresas públicas 2000-2022
(En millones de dólares)
40.000
35.203
35.000 32.796
30.000 28.427
13.300
12.698
25.000 23.722
21.230
11.901
20.000 19.075
11.007
15.742
13.833
9.912
15.000
9.147
12.489
11.142
7.002
21.903
6.331
8.890 9.642
20.098
10.000
5.736
7.517 7.738 7.874 7.841
16.526
6.243 5.422 6.340 7.142
5.262
5.989 6.485 6.509
12.715
2011 5.053 3.837
3.235
11.318
2.918
2.443
2004 2.692 5.046
5.000
2005 2.932 4.942
2.208
3.248
9.928
5.142
8.740
4.400
4.497
7.502
4.460
6.753
2013 5.880
2010 4.606
2009 4.224
2008 3.897
2007 3.214
2006 2.995
0
2000
2001
2002
2003
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
Deuda Interna Deuda Externa Total
Elaboración propia con base en datos del BCB y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Nota: Incluye la deuda interna de las empresas públicas.
RECUADRO 3
DEUDA PÚBLICA TOTAL AGREGADA Y CONSOLIDADA
La deuda pública total agregada es la suma de la deuda pública externa y la deuda pública interna. La
deuda externa está compuesta por todos los pasivos financieros contratados por el Gobierno general
(Gobierno central y gobiernos subnacionales) y empresas públicas con acreedores externos que son:
organismos internacionales multilaterales, gobiernos y agencias de cooperación gubernamental del
exterior, así como acreedores privados internacionales.
Con respecto a la deuda interna del Tesoro General de la Nación (TGN), esta es la emisión de pasivos
financieros en forma de títulos valor al sector financiero (público - BCB y privado - entidades financieras
y personas naturales) en el marco de las leyes anuales del Presupuesto General del Estado.
Por otra parte, el BCB otorga crédito interno a las empresas públicas mediante leyes anuales del PGE,
desde 2010 a la fecha.
La deuda pública total consolidada está compuesta por la deuda externa pública y la deuda interna
que en este ámbito comprende solo la emisión de títulos valor al sector financiero privado y a
personas naturales, esto debido a que la deuda contratada con el BCB y otras entidades financieras
públicas se netean, es decir que los montos que salen de una entidad pública otorgante de créditos
a otra entidad pública se anulan.
En el presente documento se muestra la deuda agregada para reflejar la totalidad de las necesidades
de financiamiento del Sector Público.
L
os indicadores de la deuda pública son ratios que miden aproximadamente la
capacidad de pago, solvencia, deuda por habitante, límites de endeudamiento y
otros aspectos para conocer la situación en que se encuentra un país respecto a
la deuda pública y la economía.
1.200
1.072 1.108
1.019
956
1.000
873
818
800
636
578 557 537 583
600 536 500
405
346 376
400 296 323
231 252
200
0
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
Elaboración propia con base en datos del BCB, Ministerio de Economía y Finanzas Públicas e INE,
con datos de proyección de la población.
Por otro lado, el indicador de la deuda externa respecto al PIB se utiliza para
medir la solvencia o capacidad de pago y la sostenibilidad comparando con límites
determinados por algunos organismos internacionales.
FUNDACIÓN JUBILEO 23
desembolsos de la deuda interna. Entre 2003 y 2012, la deuda total en términos del PIB, sin empresas
públicas, registró, en promedio, 54,2%; luego, entre 2013 y 2022, este promedio fue 43,2%, alcanzando
un máximo de 65,4% en 2022, superior en 15,4 pp a los indicadores sugeridos por la Comunidad
Andina de Naciones (CAN) y MERCOSUR.
100
94
89
90
82
80
70 65 65
60
60 64
54
57
50 52
40 41 39 38 42
37
40 36
35 31 33
32 31 31
30 32 31
28 30
24 24 27
20
17 17 19 20
17 15 17 16 16 15
10
0
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019(p)
2020(p)
2021(p)
2022(p)
Deuda Externa Deuda Total
Elaboración propia con base en datos del BCB, Ministerio de Economía y Finanzas Públicas e INE.
Nota: La deuda total incluye la deuda pública externa y la deuda interna del TGN.
El saldo de la deuda pública total con las empresas públicas, en promedio, en el período 2010–2022,
fue 51,5% del PIB, mayor en 10 pp respecto a la deuda pública total sin empresas públicas (41,5% del
PIB) y, en 2022, el monto de endeudamiento público con empresas públicas llegaría a 80% del PIB,
superior en 15 pp al saldo sin las empresas públicas (65% del PIB). Ambos indicadores están muy por
encima de los indicadores recomendados por la CAN y MERCOSUR.
100 94
89
90 81
82 77 80
80
70
58
60 54 65 65
64 60
51 53
50 57
52 42 46
40 37 41
40 39
35 35 36 37 42
36 38
30 31 33 32 31
32 31 31 30
28 27
20 24 24
18 18 19 20
17 15 17 16 16 17
10
0
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
16.000
14.430 15.123
14.000 13.927 13.300
12.019 13.056 12.698
11.901
12.000 11.007
10.081
9.730 10.261 9.912
10.000 9.147
8.581
8.000 7.722
7.002 8.946
6.331
6.000 5.142 5.046 4.942 5.319 5.262 5.736
4.196 6.468
3.248 3.837 5.276
4.000 2.918 3.235 4.752
2.208 2.443 3.796
2.000 3.193
1.798
0 1.096 1.272
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019(p)
2020(p)
2021(p)
2022(p)
Reservas Internacionales Netas Deuda Externa
Elaboración propia con base en datos del BCB y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
El grafico muestra tres fases de relación entre el saldo de la deuda externa (SDE) y el stock de
las RIN: la primera, el período 2003-2006 el SDE se situaba por encima de las RIN; la segunda, el
periodo 2007-2017 el SDE estaba por debajo de las RIN; y la tercera, el período 2018-2022 el SDE
estuvo por encima de las RIN con tendencia en nivel y estructura que se mantendría. Esto significó
que los desembolsos no incrementaron las divisas del país y al cancelar el servicio de la deuda
externa disminuyeron las divisas.
Otro indicador es la ratio de las reservas internacionales netas sobre el saldo de deuda externa que
mide la proporción que alcanzan las RIN para cubrir el monto adeudado a los acreedores externos.
Este indicador, en forma gráfica, tiene la forma de una campana con desempeño creciente hasta 2011,
desde 19% en 2003 hasta 313% en 2011, y decreciente desde 2012, cuando fue 332%, hasta 29%
que se registró en 2022. De seguir con la baja en las exportaciones de hidrocarburos y las mayores
importaciones de combustibles esta senda decreciente continuaría.
FUNDACIÓN JUBILEO 25
Reservas internacionales netas sobre saldo de deuda externa
(En porcentaje)
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
RIN/DE
Elaboración propia con base en datos del BCB y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Respecto al indicador servicio de deuda externa sobre las exportaciones –que mide el porcentaje
comprometido del principal generador de divisas al país para cancelar la amortización del capital y
los intereses- este sirve de referencia para advertir la presencia de problemas de liquidez y solvencia.
Con la caída de las exportaciones, este indicador registró aumentos desde 2015 hasta situarse en 12,5%
en 2022, siendo el mayor porcentaje registrado desde 2006. Cabe anotar que en 2020 se tuvieron los
efectos adversos de la pandemia de Covid 19 que obligaron al confinamiento de la población.
18
15 13,9
12,5
12 11,1 11,1 11,0
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
El servicio de deuda pública total con relación a los ingresos totales es otro indicador que muestra
el porcentaje que se destinará para cancelar la deuda pública, o también cuánto de los recursos
recaudados por renta interna y otros no tributarios están libres luego de ser destinados a cubrir el
pago de amortización e intereses a acreedores externos e internos. Para este propósito, se realizaron
los cálculos de este indicador para el sector público con y sin las empresas públicas
En el primer caso con empresas públicas, entre 2003 a 2014, este indicador mostró una tendencia
decreciente que pasó de 42,8% a 5,1%, luego aumentó en forma continua hasta llegar a 30% el
2022. De manera referencial, en esta última gestión, los gastos por la deuda pública se situaron por
encima del límite establecido para la contratación de endeudamiento que, según el artículo 35 de la
En el caso del indicador sin considerar a las empresas públicas, los niveles de la ratio son menores, entre
2003 y 2014, en promedio, fueron 18,4% de los ingresos totales, siendo el máximo 45,9% en 2004 y el
mínimo 5% en 2014, y desde 2015 presentan una tendencia creciente hasta situarse en 29% en 2022,
también por encima del límite para contratación de deuda pública, con tendencia ascendente.
20 13 15
15
10 8 9 10
10 7 7 7 7 8
6 5 6
5
0
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
Sin empresas públicas
50
46 43
45 44
40
35
29
30
25
25 20
20
13 13
15
10 9
10 7 7 8 7 8
6 5 6 6 6
5
0
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019 (p)
2020 (p)
2021 (p)
2022 (p)
Elaboración propia con base en datos del BCB y Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Todos estos indicadores de deuda pública y otros son considerados por las empresas internacionales
calificadoras de riesgo. En el caso de Bolivia, en septiembre de 2021, la calificadora Fitch Ratings le bajó
la calificación crediticia a B de B+ y revisó la perspectiva de calificación de estable a negativa. Según la
calificadora, la rebaja refleja: “... un deterioro en las perspectivas de crecimiento y las finanzas públicas
del país… que vive aguda tensión política”, informe que posiblemente afecto la quinta emisión de los
bonos soberanos el 2022. El Gobierno emitió bonos por $us 2.000 millones, pero solo se lograron
colocar $us 850 millones, y a una tasa de interés elevada de 7,5% respecto a las anteriores emisiones.
Asimismo, el 30 de junio de 2023, la agencia calificadora de riesgo país Moody’s Investor Services
cambió su perspectiva sobre Bolivia de “ratings” en revisión a “negativa”. Este es un reflejo de los
mayores riesgos de crédito asociados a la alta exposición de Bolivia a choques políticos y económicos,
así como los persistentes riesgos fiscales y externos a la baja en ausencia de políticas que aborden en
forma efectiva los desafíos crediticios.
FUNDACIÓN JUBILEO 27
7. NUEVAS CONSIDERACIONES
PARA EL FINANCIAMIENTO
S
egún los principales organismos internacionales, como el Banco Mundial, BID,
CAF y Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), el nuevo financiamiento
debe estar orientado a contribuir al fortalecimiento de políticas e instituciones
que garanticen inversiones transparentes y sostenibles para retomar la senda del
crecimiento, para contribuir a la reactivación económica en los siguientes sectores
dinamizadores:
Economía circular, que también reduce la huella ambiental y genera altos niveles
de empleo.
Asimismo, recomiendan reglas fiscales que estén dirigidas al manejo eficiente del
gasto público y la mayor generación de ingresos fiscales, las empresas deberían
ajustar sus gastos a sus ingresos transitando de un período de bonanza a uno de
desaceleración económica.
S
obre la sostenibilidad de la deuda púbica, la CEPAL (2018) plantea que la
deuda pública tiene un efecto negativo en el crecimiento a través de tres
canales de transmisión: 1) la equivalencia ricardiana: asume que un aumento
en el gasto público financiado con deuda pública, tarde o temprano, obligará al
Gobierno a aumentar los impuestos para pagarlo; 2) una inflación mayor y un
poder adquisitivo disminuido, producto del aumento del gasto público, con la
intención de estimular el consumo, y no la productividad (más producción de
bienes y servicios por trabajador); y 3) desplazamiento de la inversión privada
por la inversión pública, efecto conocido como crowding out, que desalienta a la
inversión privada y contrae la oferta de fondos prestables.
Para este cometido, se utilizó la metodología utilizada en los trabajos de Bohn (1998;
2005) en los cuales se especifica una función que relaciona el balance fiscal primario,
definido como el ingreso total menos los gastos totales excluyendo pagos de los
intereses de la deuda pública, como proporción del PIB en función de la ratio saldo
de deuda pública/PIB rezagado en un período, la brecha del producto y la brecha del
gasto público. Se utiliza el balance fiscal primario como mejor indicador que señala
el esfuerzo del sector público para el cumplimiento de sus obligaciones (Anexo 2).
FUNDACIÓN JUBILEO 29
En contraste al período señalado anteriormente, en los años 1993–2005 y 2014–2022 los parámetros
de la ratio deuda pública/PIB cambiaron de signo resultando negativos (-0,02 y -0,13 respectivamente)
y significativos, indicando que el sector público entre estos dos subperíodos señalados no generó los
recursos necesarios para pagar el servicio de capital e intereses. Esto reflejaría que, para cubrir las
obligaciones de deuda externa se habría utilizado las Reservas Internacionales Netas y para pagar
la deuda interna se utilizaron las emisiones de Bonos del TGN. Este es un indicio de transición a un
sendero futuro de insostenibilidad de la deuda pública, que ya viene sucediendo en 2023 por la falta
de disponibilidad de dólares.
Respecto a la relación entre el déficit fiscal primario respecto al PIB y la variable brecha del producto,
el coeficiente estimado en 2006–2013 fue positivo (0,2135) y significativo, consistente con la hipótesis
de que el nivel del producto estuvo encima de su potencial generando incrementos en los ingresos
fiscales, que generaron el superávit del balance fiscal primario y total.
El parámetro de la otra variable explicativa referido a la brecha del gasto fiscal fue negativo
(-0,018) y poco significativo, también en 1993–2005 y 2014–2021 fueron negativos (-0,22 y -0,04
respectivamente), esto señala que el crecimiento del gasto público fue elevado y estuvo encima de su
tendencia de largo plazo, generando déficits fiscales recurrentes.
Los resultados obtenidos mediante la estimación cuantitativa señalan que la sostenibilidad fiscal en
2006–2013 se logró con superávits en los balances fiscal primario y global por la bonanza económica
que se presentó con efectos favorables a la economía, además de niveles de deuda externa, interna y
total de hasta 40%, como se muestran en el siguiente cuadro.
Nota: *Incluye a las empresas públicas en la deuda interna y total por los créditos excepcionales del BCB y de FINPRO.
Considerando como base las ratios en términos del PIB de la deuda pública, así como de los balances
fiscales total y primario que se registraron en promedio en el período 2006–2013, cuando se logró la
sostenibilidad de la deuda fiscal, para lograr la sostenibilidad de la deuda pública total, la economía
nacional tendría que alcanzar, en promedio, en los próximos siete años, en términos del PIB, el
superávit de 1,8% en su balance global y de 3,6% en el balance primario, con niveles de deuda fiscal
total equivalentes a 38,7% sin empresas públicas y de 40,2% con empresas públicas, a partir del
proyecto de formulación del Presupuesto General del Estado 2024 hasta 2030; es decir, siete años
de gestión económica. En el tercer período analizado no se presentó el riesgo de default porque se
honraron las obligaciones de deuda.
E
l primer período analizado, entre 1970–1981, correspondiente a gobiernos
militares de facto, se caracterizó por un mayor protagonismo del Estado en
todas las actividades económicas, un contexto externo favorable por altos
precios internacionales para los minerales que favoreció el acceso al financiamiento
externo de la banca internacional, mayor gasto público y crecimiento de la deuda
pública total.
FUNDACIÓN JUBILEO 31
Es así que el análisis realizado en este documento plantea evidenciar que durante 52 años (1970–
2022) Bolivia registró esos tres períodos de diferentes características en la gestión gubernamental
respecto a los ámbitos económico, social y político; sin embargo, un patrón común en dos de las tres
fases analizadas: el primero 1970–1981 y el tercero 2006–2022, comenzaron su gestión con niveles
bajos de saldo de deuda pública total y finalizaron con niveles elevados de saldos de endeudamiento
hasta un límite difícil de sostener.
Además, ambos se beneficiaron de un contexto externo favorable y altos precios de los productos
exportables que permitió generar mayor actividad económica, ingresos fiscales y de divisas, y el
desarrollo del sistema financiero, entre otros.
Durante todo el periodo de análisis, Bolivia registró déficit fiscal excepto entre los años 2006 a 2013,
en los cuales alcanzó superávit fiscal. El endeudamiento externo fue aumentando, salvo entre los
años 1982 a 1985 porque el país no tenía acceso al financiamiento externo debido a los desequilibrios
económicos internos y la crisis de la deuda externa en la región. El sector público recurrió a fuentes
internas de financiamiento, como deuda interna, con mayor intensidad a partir de 1998.
El saldo de la deuda pública total creció en mayor medida en los años 2020 a 2022. Durante el período
de análisis, no se logró alcanzar el equilibrio intertemporal de las finanzas públicas, es decir que los
balances fiscales superavitarios compensen los balances fiscales deficitarios.
Todos los indicadores de deuda pública y otros son considerados por las empresas internacionales
calificadoras de riesgo, como Fitch Ratings y Moody’s, las que rebajaron su calificación para Bolivia, lo
que podría afectar el acceso a capitales para el país.
La perspectiva económica de Bolivia 2023 y 2024 es compleja por factores externos e internos
que afectan directamente a la balanza de pagos, el régimen cambiario e ingresos fiscales que
paulatinamente se percibe por parte de los agentes económicos, como por ejemplo la dificultad
de acceder a obtener dólares, elevación de precios de algunos productos, etc., que disminuye la
confianza y credibilidad en los anuncios oficiales de la actual gestión, que coincide con recientes
informes de organismos y agencias Internacionales.
Los resultados obtenidos de la sostenibilidad del balance fiscal primario y global mediante la estimación
de la función de reacción fiscal para todo el período evaluado muestran que en el período 2006–2013
los balances señalados fueron favorables con el crecimiento de la deuda pública total, es decir que
en estos años se generaron ingresos fiscales para cubrir el servicio de la deuda pública. En contraste
al período anteriormente señalado, en los años 1993–2005 y 2014–2022 los resultados indican que
el sector público en estos subperíodos no disponía de los recursos necesarios para regresar la deuda
pública a niveles sostenibles, es decir que los recursos públicos fueron insuficientes para pagar el
servicio de capital e intereses, razón por la cual, para cancelar la deuda externa se recurrió al uso de
las Reservas Internacionales Netas y para pagar la deuda interna se utilizaron las emisiones de Bonos
del TGN. Estos hechos económicos, de continuar con la tendencia actual, son indicios de transición a
un sendero futuro de insostenibilidad de la deuda pública.
Por lo mencionado, se recomienda la utilización de reglas fiscales dirigidas al manejo eficiente del
gasto público y la mayor generación de ingresos fiscales. Estas deberían orientarse en una primera
etapa a reducir el déficit fiscal para luego, en una segunda etapa, dirigirse a mantener un balance fiscal
equilibrado. La disminución del déficit se podría realizar reduciendo gastos corrientes prescindibles,
que previamente deben ser identificados en todas las partidas. Los criterios para esta identificación
podrían ser los siguientes:
Gastos que no son imprescindibles, como los referidos a publicidad y compras de bienes
superfluos, entre otros.
Nueva estructura organizacional del Estado boliviano con menor gasto presupuestario respecto
al Presupuesto General del Estado 2023.
Evaluación de las empresas públicas para mantener solamente las que sean rentables; además
de ajustar su gestión de un período pasado de bonanza económica a una de desaceleración
económica actual.
Elaboración del proyecto de Presupuesto General del Estado según la técnica de base cero y
evaluar la ejecución presupuestaria según resultados, como señala la Ley 1178.
De no cumplirse los resultados señalados anteriormente, Bolivia pasaría de país riesgo a la etapa de
default, definido como el resultado del impago del servicio de la deuda dentro del período contratado
Al entrar en default, esta situación generaría costos para la economía boliviana que principalmente
serían: reducción del financiamiento externo, dificultades y pérdida de acceso a los mercados
internacionales para las exportaciones, efectos adversos a la actividad económica, deterioro en el
sector financiero y demandas legales de los acreedores.
Esta situación, además, se verá complicada por los impactos sociales que tendría en la población;
por un lado, en los servicios básicos que son cubiertos por instancias subnacionales o cooperación
internacional, el desincentivo a las iniciativas productivas que son la base fundamental del
desarrollo, el deterioro en el empleo e ingresos, con una economía informal de la que se sustenta
un elevado porcentaje de la población, lo que repercute en el crecimiento de la pobreza y la
desigualdad en Bolivia.
FUNDACIÓN JUBILEO 33
ANEXO 1:
Créditos a gobernaciones y municipios
con el fideicomiso del FNDR
L
as gobernaciones y municipios contrajeron deuda interna desde 2016 con
el fideicomiso administrado por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional
(FNDR), en el marco de la Ley Nº 742 de 30 de septiembre de 2015, mediante
la cual el Órgano Ejecutivo (a través del MEFP y el MPD) coordinó un fideicomiso
para garantizar la ejecución de proyectos de inversión pública de los gobiernos
autónomos departamentales y municipales. En este sentido, la Autoridad Monetaria
aprobó un préstamo excepcional de Bs 3.180 millones11 para su constitución, con
el objetivo de facilitar a los gobiernos autónomos departamentales y municipales
el acceso a recursos para financiar las contrapartes de los proyectos de inversión
pública que sean concurrentes con el nivel central del Estado y que cuenten
con financiamiento externo. A diciembre 2022, el saldo adeudado al BCB por el
fideicomiso era de Bs 2.062 millones.
2021 2022
11 La Ley Nº 742 de Modificación al Presupuesto General del Estado 2015, de 30 de septiembre de 2015, autorizó al
BCB conceder un crédito de hasta Bs 3.180 millones al fideicomiso establecido para el financiamiento de contrapartes
locales de los gobiernos autónomos departamentales, a un plazo de 20 años. La Ley Nº 840 de 27 de septiembre de
2016 amplió el alcance de estos créditos a los gobiernos autónomos municipales. El fideicomitente es el Ministerio de
Planificación del Desarrollo (MPD) y el fiduciario es el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).
METODOLOGÍA UTILIZADA
Se considera la relación estándar que describe la manera en que la deuda evoluciona
de un período a otro; en este sentido, la deuda aumenta respecto al año pasado
(t-1) hasta el año actual (t) si la tasa de interés es más alta, y disminuye si la economía
crece más rápidamente o si el superávit fiscal primario es más alto, como se específica
en la ecuación (1):
Dt = (1 PIBt–1 ––––
Dt–1 – ––––
BPt
–––– + i) –––––– * (2)
PIBt PIBt PIBt–1 PIBt
1+r
dt = –––– * dt–1 – bpt (3)
1+g
FUNDACIÓN JUBILEO 35
Si el coeficiente α es positivo, entonces el mayor endeudamiento está relacionado con un superávit
fiscal. Por otro lado, si este parámetro es negativo se genera déficit, por lo tanto, en este caso, las
autoridades del sector público no están generando los suficientes ingresos fiscales que en el futuro
puedan cubrir el endeudamiento actual.
Un mayor nivel de deuda no mejora la posición fiscal del gobierno, por el contrario, tiende a elevar el
déficit. La relación (3) también representa el marco para aplicar una prueba básica sobre la condición
de sostenibilidad fiscal. La ecuación (3) puede expresarse como:
Por otra parte, la sostenibilidad fiscal puede evaluarse empíricamente estimando la función de
reacción, que además de la deuda pública incluye otras variables explicativas.
La ecuación (6) considera que el balance fiscal en términos del PIB depende de la ratio deuda total/
PIB de un período anterior y de un conjunto de variables explicativas. Según diversas investigaciones
realizadas por autores de prestigio, los principales factores que pueden incidir en el balance de las
operaciones fiscales se refieren a las presiones de demanda y el gasto público.
Otra variable explicativa que se considera es el ciclo de la economía aproximado por la brecha del
producto, la cual se define como la diferencia entre el nivel del PIB observado y su valor potencial
respecto al PIB observado . En este sentido, la especificación de la función de reacción fiscal a estimar
se basa en la siguiente ecuación.
Donde bpt es el balance fiscal primario, dt-1 es el saldo de la deuda pública de un período anterior,
GV AR es la brecha del gasto público, e YV AR es la brecha del producto, todas estas variables en
términos del PIB. En la ecuación (7) la hipótesis de sostenibilidad establece que α > 0. La política fiscal
es sostenible cuando el sector fiscal genere un superávit frente a un aumento de la deuda pública.
Por otra parte, se espera que el balance público responda de manera negativa ante la brecha del gasto
público β1 < 0, es decir que una contracción del gasto respecto a su valor de largo plazo se genera
un superávit fiscal. En el caso de la brecha del producto, cuando el PIB se ubica por debajo de su
potencial, se interpreta que los ingresos fiscales deberían bajar en forma proporcional, generando un
déficit y, en consecuencia, el estimador será negativo β2 < 0.
No obstante, es importante considerar que el valor de los parámetros está condicionado a cambios
originados por decisiones de política o eventos externos como la crisis global ocasionada por la
pandemia de Covid-19 o la financiera iniciada en 2008, lo cual debe ser considerado en el proceso de
estimación.
Una manera para identificar problemas de sostenibilidad fiscal es mediante la prueba empírica de
comprobación de la hipótesis de estacionariedad o no de la variable ratio deuda/PIB en el tiempo.
Las pruebas de raíz unitaria se aplicaron a la serie de ratio deuda/PIB (rdt) así como también a la serie
de ratio deuda/PIB a precios de 1990, calculada por el deflactor (dtpc). Los resultados obtenidos con
los estadísticos ADF muestran que ambas series se consideran no estacionarias, inclusive en primera
diferencia; es decir que son de orden de integración I (2), por lo tanto, indicaría que la política fiscal
no fue sostenible durante el período 1993–2022, significando que ante cualquier shock externo que
desvíe la ratio deuda pública–PIB, este no regresará a su valor inicial.
rdt* -1.791 -2.968 -2.623 Raíz unitaria -2.791 -2.981 -2.630 Raíz unitaria
dtpc 0.134 -2.968 -2.623 Raíz unitaria -2.850 -2.971 -2.625 Raíz unitaria
Nota: vc = valores críticos a 5% y 10% de significancia que indican la presencia de no estacionariedad en las series.
*Solamente a 10% de significancia en primera diferencia es estacionaria.
Nota: Estimación de cambio estructural, según los test estadísticos t de Dickey Fuller.
Se realizó el test de raíz unitaria considerando el quiebre estructural en 2006 a la serie de ratio
deuda pública/PIB, este año se eligió con la estimación de los test estadísticos t de Dickey Fuller y de
quiebre de intercepto mínimo. Los resultados indican que no existe estacionariedad en niveles, lo que
confirma que en el tiempo venidero la deuda pública se aleja cada vez más de sus valores iniciales.
rdt TB=2006 -2.859 -4.444 -4.194 Raíz unitaria -4.801 -4.444 -4.194 Estacionaria
dtpc -1.829 -4.464 -4.376 Raíz unitaria -4.774 -4.444 -4.194 Estacionaria
Nota: vc = valores críticos a 5% y 10% de significancia que indican la presencia de no estacionariedad en las series.
Si bien con las pruebas de raíz unitaria se obtiene mayor información sobre la trayectoria de la deuda,
esto no es suficiente para evaluar la relación del balance fiscal y el endeudamiento. Una técnica más
robusta para analizar la sostenibilidad fiscal en el tiempo es la de estimar la función de reacción fiscal
que se definió anteriormente en la ecuación (7).
FUNDACIÓN JUBILEO 37
Para este propósito, la información que fue utilizada corresponde a:
bpt, = razón balance primario/PIB, dt–1 = saldo de la deuda pública de un período anterior, también
se incluyeron como variables de control a GV AR = brecha del gasto público, e YV AR = brecha del
producto, todas estas variables en términos del PIB. La hipótesis de sostenibilidad establece que el
balance fiscal debe responder de manera positiva ante un aumento de la deuda pública, es decir que
se prevé α > 0.
La política fiscal es sostenible cuando el sector fiscal genere un superávit frente a un aumento de
la deuda pública, significando que se están generando los recursos que cubrirán en lo posterior las
obligaciones de deuda contraída para regresar la ratio deuda pública/PIB a su nivel inicial.
El indicador 1tεli toma el valor de 1 para un segmento de la muestra ti–1 < t ≤ ti y cero para cualquier
otro valor. Los parámetros α1i, β1i , β2i , ( i= 1,……m+1) son estimados para los subperíodos los
cuales representan las fechas de cambio estructural.
Considerando el indicador para evaluar la presencia de cambios en el valor de los que planteó Bai con
el estadístico Sup F, los criterios de información señalaron la presencia de un quiebre en 2006, que
señala el camino ascendente de la creciente necesidad de financiamiento que tiene el sector público
no financiero por la expansión del gasto fiscal.
Con este quiebre se realizó una estimación de la función de reacción fiscal, cuyos resultados muestran
que en el período 2006–2013 el coeficiente asociado a la ratio deuda/PIB es positivo (0,08) y
relativamente significativo; es decir, por cada aumento de $us 1 de la deuda pública el balance fiscal
primario se incrementa $us 0,08, por lo tanto, en este período se generaron ingresos fiscales para
cubrir los pagos de la deuda pública.
El coeficiente de la brecha del producto en 2006–2013 resultó positivo (0,02) consistente con
la hipótesis de que el nivel del producto estuvo encima de su potencial generando aumentos en
los ingresos fiscales, que generaron el superávit del balance fiscal primario y el total, empero fue
poco significativo; el parámetro asociado a la brecha del gasto fiscal fue negativo (-0,018) y poco
significativo, también en 1993–2005 y 2014–2021 fueron negativos (-0,22 y -0,04, respectivamente),
esto señala que el crecimiento del gasto público estuvo por encima de su tendencia de largo plazo.
FUNDACIÓN JUBILEO 39
@JubileoBolivia
Fundacion Jubileo
@fundacionjubileo
Fundación Jubileo
591 72025776
www.jubileobolivia.org.bo