Narcisismo y Subjetividad en La Cultura Hipermoderna
Narcisismo y Subjetividad en La Cultura Hipermoderna
Universidad de la República
Montevideo, Uruguay
30/10/2016
RESUMEN
El presente trabajo toma como punto de partida la obra de Freud ¨El malestar en la Cultura¨
(1930), para analizar la vigencia de los aspectos desarrollados en la misma. Es decir, los modos
en que el sujeto se vincula con su sociedad y el costo que esto le implica. Se consultó una larga
de la digitalización en los últimos años. Respecto a esto se adoptó una perspectiva sociológica y
emergen interesantes puntos de análisis respecto a las patologías del narcisismo como posibles
Palabras clave:
INTRODUCCIÓN……………………………………………………….4
2.1 Disciplina……………………………………………………..12
2.2 “Sinoptismo”………………………………………………...14
2.3 “Semiocapitalismo”………………………………………....15
2.4 Individualismo………………………………………...….....18
CAPÍTULO 6 Conclusiones……………………………………………34
REFERENCIAS………………………………………………………..37
INTRODUCCIÓN
cotidianas, se cuestiona cuáles son las formas vigentes en que la cultura actual influye sobre el
psiquismo de sus integrantes, generando estas formas subjetivas. Es decir, cuáles son las
Se toma como punto de partida ¨El malestar en la cultura¨ (Freud, 1930) a modo de
antecedente; para contrastar con las características de la sociedad presente, así como los modos
en que los individuos vivencian su cultura, se vinculan y las patologías desencadenadas a partir
de estos. La cuestión respecto a la hostilidad que surge de la represión social sobre las pulsiones
humanas, según Freud (1930), da el puntapié inicial al desarrollo del trabajo y funciona como
hilo conductor para el análisis de las nuevas formas de malestar, así como las nuevas
regulaciones sociales sobre el principio de placer. Se parte así de una concepción de cultura
construida sobre la renuncia pulsional, que evoluciona a lo largo del tiempo hasta la época actual,
para pasar a ser una cultura caracterizada por el capitalismo postmoderno y la liberación del eros
colectivo (Marcuse, 1968). De esta forma se busca dar un sustrato filosófico y psicológico para
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CAPÍTULO 1: Sociedad de represión y sociedad de liberación
¿Qué es lo que los seres humanos mismos dejan discernir, por su conducta, como fin y
propósito de su vida? ¿Qué es lo que exigen de ella, lo que en ella quieren alcanzar? No es
mantenerla. (Freud,1930,p.76)
Malestar en la Cultura” (1930). Han pasado casi cien años desde su primera publicación y la
sociedad ha sufrido drásticos cambios. Habría de suponerse que con un diferente panorama social
cambiado también. Por su parte, Freud (1927) dudaba de la posibilidad de una cultura en la que
Según éste y como se citaba, el bienestar ha sido la meta de la existencia de los humanos a
través del tiempo. Se le podría llamar de distintas formas: poder, éxito y riqueza, los “falsos
raseros” (1930 p. 65). Pero pareciera que bajo cualquier forma, esta plenitud, fuera un objetivo
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inalcanzable para el hombre en tanto ser de civilización; ya que a través de todas las
explicación radicaría en cuanto al costo y ganancia que implica esta sociedad, la cual se erigió en
la necesidad primaria de formar grupos para hacer frente a las fuerzas de la naturaleza que
antepasados animales, y que sirven a dos fines: la protección del ser humano frente a la
naturaleza y la regulación de los vínculos recíprocos entre los hombres (Freud, 1930, p.
88)
Allí estaría su ganancia, pero en esta misma cultura el sufrimiento reaparece acechando desde
tres frentes distintos: desde el propio cuerpo, desde el mundo exterior y desde sus vínculos con
sus iguales (Freud, 1930 p.76), ese sería el costo. El hombre tuvo entonces que arreglárselas
para dar batalla a esta triple amenaza en pos de sostener la convivencia, lo cual no le resultó
barato; debió de renunciar y sublimar sus pulsiones, debió de pactar con el otro como
era un objeto natural de su agresión (Freud, 1930 p. 108). El dictamen del principio de placer,
protagonista en la constitución del psiquismo del hombre desde edades muy tempranas, y que ha
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fijado ¨su fin en la vida¨: ¨el placer irrestricto¨, ¨la evitación del displacer¨ (Freud, 1930, p. 77), se
habría visto limitado en el individuo en tanto que este se fue convirtiendo en sujeto de cultura,
debiendo atenerse al principio de realidad a medida que se fue desarrollando. De esta forma no
sería de extrañarse que esta renuncia haya dejado en el hombre un sabor amargo, una hostilidad
latente con su sociedad. ¨El hombre culto ha cambiado un trozo de posibilidad de dicha por un
La hostilidad que esto le habría generado hacia su cultura lo habría convertido, al mismo
individuo, en la principal amenaza para ésta. Así la cultura debió de defenderse a través de todas ¨
sus normas, instituciones y mandamientos ¨ (Freud, 1927, p. 6), de la hostilidad de sus propios
integrantes, mediante pautas de orden, limpieza, belleza, estima y cuidado de las actividades
psíquicas superiores (sistema religioso, especulaciones filosóficas, ideal del individuo perfecto),
de justicia, seguridad del orden jurídico y de vínculos recíprocos en el ser humano (Freud, 1930,
p. 92-93).
respecto al principio de placer, no solo actúan a nivel de las interacciones entre los hombres en su
vida civilizada, sino que como Freud (1930, p.11) desarrolla, la capacidad anímica humana, logra
transformar la coerción externa en coerción interna (superyó). Por esta causa la hostilidad hacia
neurosis, la cual emergería ante la coerción social sobre las pulsiones sexuales del individuo que
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El trabajo psicoanalítico nos ha enseñado que son justamente estas frustraciones
Ellos se crean, en sus síntomas, satisfacciones sustitutivas, que, empero, los hacen padecer
por sí mismas o devienen fuentes de sufrimiento por depararles dificultades con el medio
Con todo esto, habría de esperarse, así como Freud plantea, que a menor coerción mayor
serían las posibilidades de dicha del hombre (Freud, 1930, p. 86). De poder alcanzarse una forma
de regulación de menor exigencia que genere menor descontento se estaría asistiendo a una ¨Edad
acerca de qué posibles cambios podrían observarse en el panorama social actual, es decir, en qué
medida los factores mencionados (convivencia con los otros y la consecuente coerción, represión
¿Ha disminuido la coerción? ¿Se podría presumir que el hombre actual goza efectivamente de
una menor frustración anímica en las relaciones sociales? ¿Se ha llegado a esa “edad de oro? De
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ser así ¿Ha disminuido su hostilidad en la civilización actual? ¿El desarrollo tecnológico ha
significado una tranquilidad como herramienta de control sobre las fuerzas de la naturaleza? ¿Se
ha podido atenuar la hostilidad natural del ser humano con el otro? ¿Cuáles son los cambios
subjetivos? ¿Qué formación de síntomas genera la sociedad actual y cuáles son las patologías
Para responder a esto, primero será necesario analizar respecto al contexto socio cultural
impactó al mundo durante las Guerras Mundiales y Guerra Fría y sus consecuencias, marcaron la
ciencia y el conocimiento fue combatida por la cruda realidad de la guerra y post guerra,
ocurriendo así el ¨fin de las ideologías¨ (Fukuyama citado en Assef, 2006, parr. 33). Pasando a
ser, el liberalismo y el capitalismo, los regentes del nuevo orden, marcan una nueva era en la
forma en la que la humanidad vería y se relacionaría con el mundo (Assef, 2006, parr 30).
A este “fin de las ideologías” es lo que Bauman (2002) denomina “el derretimiento de los
sólidos” (2002, p.9), metáfora que utiliza para describir el cambio subjetivo que resultó en la
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finalización de una época y el comienzo de otra. Este “derretimiento” representaría la
acción humana (Bauman 2002, p.9). De modo que asemeja las propiedades de los ¨sólidos¨ a las
características de la sociedad moderna, mientras que asigna las propiedades de los líquidos a la
post-moderna (Bauman, 2002, p.8), mediante los cuales logra aproximarse a la nueva
tiempo… los fluidos no conservan una forma durante mucho tiempo y están
cuenta es el flujo del tiempo más que el espacio que puedan ocupar… Los fluidos se
los asocia con la idea de “levedad”... Asociamos “levedad” o “liviandad” con movilidad e
inconstancia: la práctica nos demuestra que cuanto menos cargados nos desplacemos,
tanto más rápido será nuestro avance. Estas razones justifican que consideremos que la
actual –en muchos sentidos nueva– de la historia de la modernidad. (Bauman, 2002, p.8)
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El flujo, la levedad, la mutabilidad, movilidad y la inconstancia, aludirían al sentimiento de
libertad que experimenta el hombre en la cultura actual. Podría especularse que la nueva
placer se han visto exacerbadas (Bauman, 2002, p. 69). El “deseo”, principal móvil del consumo,
como entidad “volátil y efímera, evasiva y caprichosa, que no requiere justificación ni causa”
versátil¨ que mantiene ávido al consumidor: ¨…completa la liberación del principio de placer,
eliminando y desechando los últimos residuos de los impedimentos del ¨principio de realidad¨. El
anhelo, dice, no tiene fundamento, es inesperado y espontáneo (Bauman, 2002, p.81). Por ende,
la represión de los instintos y la regulación del deseo que para Freud (1930, p.105) era otra de las
Así como lo plantea Marcuse (1968) la propia evolución de la civilización ha logrado un nivel
de productividad que permite que las exigencias sociales en pos del trabajo enajenado, sean
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tranquilidad, lo que atenúa las exigencias, ¨Consecuentemente, la continua organización
represiva de los instintos parece ser menos necesaria ¨ (Marcuse, 1968, p. 127).
2.1 Disciplina
Sin fuerzas represoras que coercionen a los individuos, cabe preguntarse cómo logra el
sistema actual crear individuos funcionales al mismo, así como lo hicieron las sociedades
industriales. Estas habían desarrollado ¨todo un complejo arsenal de técnicas minuciosas, diversas
estrategias de ortopedia social, para convertir a los hombres en trabajadores al servicio del
capitalismo industrial¨ (Sibila, 2003, p. 32). Consistía en una serie de dispositivos que
modelaban los cuerpos y las subjetividades mediante técnicas disciplinarias características de las
sociedades de encierro (escuelas, fábricas, hospitales, prisiones, cuarteles, asilos), respecto a las
y el panoptismo.
El disciplinamiento actual del cuerpo pretende la fusión del hombre con la máquina. Borra los
límites respecto al cuerpo digital del análogo. Es lo que desarrolla Paula Sibila en su concepto de
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permanente (2005 pp. 11-13). Hoy decaen las figuras industrialistas, del hombre "autómata",
inscribiéndose más hacia el nuevo régimen digital: "los cuerpos contemporáneos se presentan
(Sibila, 2005, p. 13). El cuerpo físico a diferencia del cuerpo del individuo industrialista, ya no
debe ser educado para la producción, sino que más bien implica una molestia, un obstáculo para
sumergirse en la volatilidad del ciberespacio, y poder vivenciar las potencialidades infinitas que
… son aquellas modalidades que mejor se adaptan a los circuitos integrados del
capitalismo global, aquellas que nuestra sociedad requiere para poder funcionar
correctamente... Nada mejor; para eso, que digitalizarlos, tornándolos compatibles con
ensañen por la paradójica búsqueda de ¨estar en forma¨, el cuerpo que supera la obsolencia, que
es joven, ligero y hábil. (Sibila, 2005, p. 99). Así, la forma propia, la imagen, adquiere un nuevo
lugar de importancia, se resignifica, resultando en una liberación física y sexual que genera un
redescubrimiento del cuerpo, el cual se cotiza como el ¨objeto más bello¨, ¨más preciado¨
(Baudrillard, 2009, p. 155). Bauman (2002, p.83) contrasta el nuevo concepto del ¨estar en
forma¨ con el antiguo concepto de ¨salud¨: no se busca ya un fin ¨natural¨, que persiga el
bienestar biológico, un estado ¨normal¨, hoy se busca un estado del cuerpo correcto y deseable en
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función de las nuevas normativas de mercado, debe ser un cuerpo capaz de ser empleado
laboralmente, flexible, ¨estar siempre listo¨, a su vez ser un cuerpo deseable y atractivo. La
carrera por estar ¨en forma¨ insume toda la vida y no cuenta de mayores descansos entre el logro
de un objetivo y otro.
objeto de culto y rito social, se revaloriza su categoría funcional, material y visible, en pos de la
belleza y el erotismo como los dos leitmotiv esenciales. (Baudrillard, 2009, p. 156).
2.2 “Sinoptismo”
En cuanto a la técnica de vigilancia, es aplicable la metáfora del poder sinóptico planteada por
Thomas Mathiesen (citado en Bauman, 2002, p.92) Recordando lo planteado por Foucault
en una posición privilegiada como observador y también como figura visible e imponente,
controlaba y se anticipaba a la infracción de aquellos a los que se debía vigilar. Pero este modelo
abstracto ya no representa al poder actual. En el modelo sinóptico, los roles han sido invertidos
“ahora muchos se dedican a observar a unos pocos” (Bauman, 2002, p.92), la atención de una
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coerción, la cual, camuflada en la “libre voluntad” no se presentaría como “fuerza externa” y
Neil Postman (2001) plantea algo similar a esta metáfora aplicada a los medios de
cómo se han transformado los discursos públicos: la política, la religión y la educación, a formas
de espectáculo que obedecen a la lógica del “show business”. Podría citarse como lo que el autor
desarrolla sobre las esferas de la política y la educación. Las elecciones políticas se transforman
en campañas publicitarias en las cuales los candidatos desempeñan imágenes cuya finalidad es la
misma que el de las publicidades, ofrecer una imagen abstracta de lo que el público siente que le
falta. Como resultado las personas ya no votarían lo que es mejor para ellos, sino que prefieren
votar aquello que se les dice que falta en sus vidas. Por su parte la educación es progresivamente
impartiría el valor del aprendizaje sino que más bien introduce los conocimientos mediante la
2.3 “Semiocapitalismo”
disciplinamiento de cuerpos, se ha visto que opera a nivel menos explícito, resultando más
imperceptible y siendo recibido con mayor aceptación. Se podría hablar de una ¨libertad
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aparente¨ de las voluntades humanas, ya que el poder no ha desaparecido, sino que obra desde
Según Baudrillard (2009) la fuente de poder del capitalismo reside en su esencia semiótica,
por la cual lo denomina ¨Semiocapitalismo¨. Según el autor, como todo sistema de intercambio,
realidad en los elementos, en sus relaciones y funciones; el objeto de consumo funcionando como
signo de una realidad. El valor del objeto no radica entonces en su funcionalidad sino más bien en
signos y el control sobre las relaciones sociales de intercambio de signos, de esta forma según
Baudrillard ¨el objeto y signo acaban obteniendo todo el poder, acaban absorbiendo toda la fuerza
De este modo, el semiocapitalismo, oculta la coerción bajo el manto de una aparente libertad:
de libre expresión de las voluntades, de caída de tabúes y de libertad sexual. Con esta explicación
necesidad” (Baudrillard, 2009, p. 175): independientemente del artículo, todo lo que rodea al
sujeto, adquiere un tenor sexual. Lo que ocurre por consiguiente es una sobrevalorización de la
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Paradójicamente, esta exacerbación en la erotización de los objetos, en lugar de expresar la
libertad sexual alcanzada por el derrocamiento de tabúes y represiones, denotaría los problemas
sexuales de la época, es decir, las dificultades en la sublimación; dice el autor que a esta altura
tendría que haberse calmado la “sed de los herederos del puritanismo”, pero no ha ocurrido el
equilibrio esperado (Baudrillard, 2009, p 177). Esta sexualidad no tiene el ánimo de celebración
Esto daría la pauta de cómo se ha cancelado la frustración anímica, es decir la represión como
hombre neurótico a quien las frustraciones sexuales se le hacían intolerables (Freud, 1930, p.
105). Se retoma aquí el cuestionamiento planteado al comienzo del trabajo respecto a si a menor
Contrariamente a esto, lo que plantea Bauman es que la ausencia de estas instituciones, de las
desarmada y expuesta” (2002 p. 9). Entonces, esta nueva “libertad” no es vivenciada de forma
satisfactoria: ¨La liberación ¿Es una bendición o una maldición? ¿Una maldición disfrazada de
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sexualidad como móvil individual y como ambiente social: tal como fue el fin del Antiguo
2.4 Individualismo
El individualismo en la sociedad actual, es también una herramienta del nuevo poder. La nueva
“técnica de poder” consiste en mantener la desintegración de los individuos, el ¨descompromiso¨
para ¨desmantelar¨ cualquier amenaza hacia su dominio. (Bauman, 2002, pp. 19-20)
Ante la crisis de las instituciones normativas, la sociedad se encuentra vacía de certezas, y por
“utopía de la felicidad privada” (Carpintero 2012, parr. 39) no solo alimentada por el mercado
(felicidad en función de lo que se tiene), sino también por la fragmentación de los lazos sociales
mediante la “tranquilidad” que ofrecen las pautas de comportamiento rutinario. Es decir, que el
responder a las infinitas exigencias que implican poder ¨tener¨ una identidad. Así éste se
construye meticulosamente en términos de “tarea”, como “algo dado” (Bauman, 2002, p.37) Es
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el desempeño de esa ¨tarea¨, ese rol, lo que le brinda un sentimiento de pertenencia, de ilusoria
seguridad en cuanto a su civilización. De forma que la identidad social pasa a ser un concepto
modernidad líquida. Con este cambio conceptual ocurre la degradación de la ciudadanía, dando
lugar al individualismo. Lo que significaría que la preocupación del sujeto dejaría de ser el
bienestar colectivo, ¨la sociedad buena¨, ¨la sociedad justa¨, para pasar a preocuparse más bien
La individualización de la esfera social cuestiona qué ha ocurrido con aquel pacto con el
prójimo como “colaborador” del que hablaba Freud (1930 p. 108) ¿podría pensarse que el sujeto
ya no necesita tanto del otro? ¿la hostilidad ha sido suplantada por la indiferencia hacia este?
¨Para Pichon Riviere el vínculo es, por definición, cambiante a través de la historia. Hay historia
porque cambian los vínculos¨ (Pichon Riviere citado en Carrillo, 2015, p.6) ¿Cuál y cómo es el
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Se verá que el otro ha ido atenuándose de la escena a distintos niveles. Jacques-Alain Miller y
Eric Laurent (citados en Assef, 2016, parr.4) por su parte refieren a la actualidad como: “La
época del Otro que no existe”, articulando la idea de que la desaparición del Otro consiste en que,
¨lo que no está definido en este nuevo orden, es quién es el conductor, dónde está el garante, cuál
es el referente¨ (Assef, 2016, parr 36). Aquel referente que Freud (1930) describía como: ¨el
sistema de doctrinas y promesas que por un lado le esclarece con envidiable exhaustividad los
enigmas de este mundo, y por otro le asegura que una cuidadosa Providencia vela por su vida
(1930, p.74). Respecto a esta figura ¨del padre¨, Miller (citado en Assef, 2016, parr. 45) plantea
que, al ser delimitada, siendo “al menos uno… sostenía una estructura del todo, que representaba
organización del deseo y de cierta estabilidad; actualmente, dice Miller, la estructura del todo
cedió ante el no-todo...¨ (citado en Assef, 2016, parr 45). Esto significa que la cultura ha
Para Baudrillard (1997) la desaparición del otro, ocurre en tanto a la absoluta disponibilidad
del mismo a pesar de las distancias. Con las tecnologías que trascienden a las mismas se borran
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Imaginarlos es imposible, además de inútil, como ocurre con el espacio si puede
franquearse instantáneamente. Imaginar las tierras australes y cuanto nos separa de ellas,
resulta inútil desde que un avión nos traslada allí en veinte horas. Imaginar a los demás y
todo cuanto nos acerca a ellos es inútil desde que la “comunicación” nos los vuelve
Frente a la caída del Otro hay un refuerzo de lo especular, del narcisismo, “si el Otro no
existe, existe el doble”, y proliferan las elecciones narcisistas, las personalidades narcisistas, o las
patologías narcisistas.¨ (Assef, 2016, parr. 9). Es decir, esta ausencia del otro se traduce en la
el desamparo viven atormentados de angustia. Tanto su entorno social como su cuerpo le resultan
Ahora bien, podría preguntarse ante semejante panorama individualista y frívolo que relega al
otro a un segundo plano: cómo tienen cabida los vínculos humanos que aún perduran. Pues bien,
Lipovetzky (2003) comenta cómo la vida grupal que desarrolla el sujeto actual, consiste en un
narcisismo colectivo, así como se mencionaba, la elección de objeto narcisista; mediante la cual
busca encontrarse y acercarse con sus iguales, que comparten las “mismas preocupaciones
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inmediatas y circunscritas”, encontrando en este espacio la “solución” a los problemas íntimos,
“lo vivido”, mediante “el discurso en primera persona” (Lipovetzky, 2003, p. 14)
Por otra parte, el otro es virtualizado cada vez más, es limitado a ¨imagen y palabras, signos y
colores y un par de ideas¨ (Carrillo, 2015, p. 5). De modo que la vivencia del vínculo social es
superficial sin llegar al conocimiento a fondo de ¨la otredad humana¨, ¨como señala Bauman, este
tipo de amistades conlleva a una fuerte tendencia al aislamiento social real, es decir, aquel que
El entorno virtual, exento de contacto corporal, es un campo fértil de vínculos con base en
fantasías inconscientes. No hay voz, no hay censura, no hay soledad. Hay libertad de ser quien se
quiere ser, y el otro está siempre presente, mientras que ¨el objeto de la comunicación es un
extraño por lo que las personas se están enamorando de las fantasías, de sus propias imágenes
proyectadas¨ (Carrillo, 2015, pg 4). El ser humano genera otro imaginario en la máquina. Ésta es
¨productora instantánea¨ del otro: brinda la ilusión del objeto siempre presente que ¨permite
3.2 El “desvalimiento”
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Sería interesante cuestionar acerca de si la virtualidad, la máquina, la tecnología como
médium pueden ocupar el lugar del otro en esta subjetividad actual, en cuanto a esto aporta
¨Pueden decirme que el Otro nunca tuvo carne y es cierto. Pero antes había interlocutores
manda una cifra… Traducir todo en cifra, creer que la cifra no precisa interpretación, es
dejar solos a los sujetos con su goce al colapsar el acceso a lo real… solos con su
Hay algo que escapa a la máquina, que es la inteligencia, la sensibilidad humana, que se
manifiesta en la mera presencia del otro, que da soporte al deseo, contiene, acompaña. Y si bien
una tecnología pareciera poder cubrir estas necesidades, siempre evidencia la naturaleza
irremplazable del otro. (Teixodó, s/f, pp 4). Por otra parte, además al existir la máquina como
del mismo, diferenciándose del compromiso mutuo que implican las relaciones de pareja, vínculo
Los vínculos narcisistas hacen que el otro no sea contemplado o que la reciprocidad sea
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convierte en una actividad superficial y narcisista. Al ocurrir la ¨gratuidad de expresión¨ en la
diversidad de medios y su veloz emisión, se expresa mucho y se dice poco (Lipovetzky, 2003, p.
placer narcisista a expresarse para nada, para sí mismo...¨ (Lipovetzky, 2003, p. 13)
¿Cómo lidia entonces el sujeto con esta ausencia del otro? ¿Ha sido un atenuante a aquel
malestar que le generaba? ¿Ha encontrado un modo de vida en el que la convivir con el otro es
innecesario gracias al avance de la tecnología? ¿Genera dicha o bienestar este modo de vida?
Los otros cumplen diversas funciones: balance narcisista, vitalidad, sentimiento de seguridad
ante la pérdida de amor del superyó). Son sostén de la autoestima o integridad yoica.
desvalimiento del otro, de los recursos intrapsíquicos que fortalecen al yo, y brindan autonomía
respecto a los objetos externos y respecto a las otras instancias psíquicas. En el ¨desvalimiento¨ el
yo se vuelve ¨pobre y vacío¨ (Hornstein, s.f, pag 3). El sujeto vivencia fuertemente el desamparo
y la indefensión. Sufre de angustia aunque distinta a la de las neurosis clásicas, es angustia por
24
déficit en el yo, no por conflicto (Hornstein, s.f, p 1). Por lo que ya desde esta perspectiva se
A pesar de la desdicha que esta situación significa para los sujetos, este fenómeno de
¨hipertrofia del ego¨ (2003, p. 13). Es decir, el sujeto sobreadaptado al entorno por medio de una
batalla por su supervivencia en un entorno tan hostil y demandante. (Lipovetzky, 2003, p. 13).
Los actuales valores que promueve el mercado tecnológico digital concuerdan con el modo de ser
del inconsciente, “su rechazo de todo límite, su omnipotencia, la velocidad del desplazamiento, el
ruptura del lazo social. Es aquí donde el sujeto en la vivencia del desamparo queda
información. Si el Otro es elemento que aporta a la simbolización, ¿qué podemos esperar ante un
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información, en su soledad, y disponiendo del mínimo tiempo para su elaboración psíquica? Con
esto y siendo el narcisismo el ¨tipo libidinal¨ (Freud, 1931, p. 220) de la actualidad, ¿cuáles serían
en la modernidad?
4.1 “Presencia-pantalla”
Los individuos se relacionan cada vez menos con sus iguales, mientras que acceden cada vez
más a la manipulación y recepción de bienes y mensajes (Baudrillard, 2009, p. 3). El sujeto vive
por un lado en una cotidianeidad encerrada como refugio o como “retiro” en su individualismo.
información acerca de ese exterior, así como plantea Baudrillard (2009, p. 16) el individuo está
ávido de información,
26
Para Baudrillard (1989), la consecuencia más temible respecto a esto es que a través de la
¨presencia- pantalla¨, el mundo externo quede obsoleto, siendo sustituida ¨toda presencia real,
toda presencia, toda palabra, todo contacto¨ por la digitalización, perdiéndose la necesidad de
abandonar la pantalla, ¨Nicho carcelario con sus paredes-video (1989, parr. 33-34).
Hoy el medio más seguro para neutralizar a alguien no es el de saberlo todo sobre él, sino
el de darle los medios para saber todo sobre todo. Ya no lo neutralizaremos con la
segura con el exceso de información sobre todo (y sobre sí mismo) que privándolo de
la comunicación” (Vásquez, 2007, párr. 5) fenómeno descrito por Baudrillard (1997), que
circuitos y redes que encuentran su terminal en la privacidad del sujeto. Como resultado de esto,
el ámbito privado deja de diferenciarse del ámbito público: “ni lo público es espectáculo ni lo
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De igual forma se han ido borrando también las fronteras entro lo real y lo ficcional, se
observa una tendencia a buscar realidades que parezcan ficciones, transformar las vidas privadas
en ¨realidades ficcionalizadas con recursos mediáticos¨ (Sibila, 2008, p. 223). Entre las que por
ejemplo se destaca ¨la vida real del autor-artista… ese yo que habla, que se narra y se muestra por
todas partes¨ (Sibila, 2008, pg 225). Sibila (2008) articula cómo se ha exacerbado el consumo de
ficción en la realidad y realidad en la ficción (Sibila, 2008, pp. 230 – 231). ¨Ir y venir, salir y
entrar del mundo de la ficción, ¿qué supone para la psiquis? ¿quién regresa? ¿Un personaje que
atraviesa una cuarta pared y habita el mundo real? ¿O un sujeto construido en multiplicidad?¨
Es una época en la que se desvanecen los límites entre los cuerpos y los espacios: lo físico y lo
virtual, el cuerpo digital y el cuerpo orgánico, la privacidad que se permea con la intimidad, la
fronteras, y sin distancias que lo alejen de los límites del otro, la separación ya no existe.
anteriormente, se puede preguntar ¿cómo afecta todo esto a la noción del yo en el sujeto?
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Respecto a la formación del yo, Lacan (2009) desarrolló la teoría del estadio del espejo:
mediante el reflejo propio y el del otro, refractados en el espejo. De esta identificación el niño
logra la ¨permanencia mental del yo [je]¨ (Lacan, 2009, parr. 6-9) La mirada, la distancia, la
gestalt, el júbilo con el que el niño la asumía, eran elementos perdurables en el psiquismo
definitorio, queda una huella indeleble en el sujeto, (Julien, 1993, p. 38) de ahí en más. Una
huella que se presenta cada vez que se despiertan las reminiscencias de este estadio, en el
sentimiento de fascinación ante las imágenes, por la grandiosidad de las formas y figuras que el
sujeto reconoce como semejantes. A esto, Baudrillard (1989) agrega que ante la ausencia de
pantallas), ocurre ¨el estadio video¨, la ¨mirada táctil¨ y el ¨sujeto inserto en sí mismo¨.
metáfora de un ojo que recorre el objeto como una mano, en la contigüidad epidérmica entre el
explorador y la imagen, sin separación entre uno y otro (Baudrillard, 1989, párr. 17). Mediante la
actividad cerebral traducida en la máquina, la que se vuelve terminal nerviosa de los impulsos del
cerebro del sujeto. De este modo, dice el autor, el sujeto esta ¨inserto en sí mismo¨, ¨Todo lo que
nos fascina, es el espectáculo del cerebro y de su funcionamiento. Quisiéramos que nos fuese
sería¨el estadio video¨ como fenómeno actual (Baudrillard, 1989, parr. 14), en el cual ¨las
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máquinas digitales no alienan… devoran, forman con nosotros un circuito integrado¨
conformación del yo. En la relación privilegiada con la imagen, ese yo puede tornarse
en parte absorbido por ese mundo de imágenes en el cual busca e intenta reconocerse. Se
plantea así la posibilidad del trastorno de identidad ligado a dicho yo ficcional, como
vicisitud psicopatológica factible. Pero desde otra mirada, podemos visualizar una
Las ausentes fronteras entre el ámbito privado y el público, entre la ficción y la realidad, entre
párr. 3), no hay espacio de espectáculo o escenificación; todo se vuelve inmediato, transparente y
(Baudrillard, 1997, párr. 3). En estas circunstancias la pantalla y la red reemplazan al objeto, que
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Lo que aquí se proyectaba mentalmente, lo que se vivía en el hábitat terrestre como
metáfora ahora es proyectado sin la menor metáfora. (Baudrillard, 1997, párr. 11)
A lo que se quiere llegar con la explicación de estos fenómenos comunicacionales es que ante
efímera. Y personas sujetas a la “proximidad absoluta e instantaneidad total de las cosas” cuya
Si la histeria era la patología de una puesta en escena exacerbada del sujeto, de una
como depresiones, esquizofrenia y cuadros border (Hornstein, 2006, p. 5). Estas estructuras no
distinción sujeto-objeto y los límites del Yo. Son atribuidas a una desorganización del aparato
a una parálisis del pensamiento, con sentimientos de vacío o agujeros en la actividad mental¨.
En contraste con la cultura analizada por Freud (1930) pareciera que el vacío de la época,
¨depresión vacía¨. Contrastan las antiguas (aunque aún presentes) problemáticas centradas en la
Primero es el exceso lo que se considera perjudicial. Después su ausencia. Y aún más que
definiendo sus relaciones y las condiciones que las determinan. Tal la situación actual del
Esta aflicción se podría evaluar desde una perspectiva poética así como lo hace Milan
¿Pero es de verdad terrible el peso y maravillosa la levedad? La carga más pesada nos
destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria
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de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más
pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto
más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será.
Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero
que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo
a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes. Entonces, ¿qué hemos
de elegir? ¿El peso o la levedad? Este fue el interrogante que se planteó Parménides en el
siglo sexto antes de Cristo (…) ¿Qué es lo positivo, el peso o la levedad? Parménides
incógnita. Sólo una cosa es segura: la contradicción entre peso y levedad es la más
connotaciones subjetivas de las mismas, y se puede entonces apreciar cómo se vivencian ambas
El interrogante que encuentra cabida aquí ya no es si está el hombre actual en el extremo opuesto
del hombre de la época freudiana; sino que habría que cuestionar si es posible la felicidad total o
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De esta forma desde el psicoanálisis se debería incluir y articular ambos extemos, la clínica
de las neurosis de transferencia y la clínica ¨de la labilidad de las fronteras¨ (Hornstein, 2006,
p.4). Hornstein (2006) recomienda ¨la aceptación de estos estados regresivos con una actitud no
8). Se verá entonces la dificultad en la simbolización como obstáculo en el paciente, que deberá
recibir ayuda del analista como facilitador de la elaboración y estructuración, el analista no solo
intentará develar un ¨sentido oculto¨, sino que debe construir un sentido que nunca se constituyó
CAPITULO 6: Conclusiones
Hebert Marcuse (1968) expresaba su optimismo acerca del futuro del hombre. Planteaba, ante
nueva ¨civilización madura guiada por una nueva racionalidad¨ (pg 186), que organizaría de
manera diferente la relación entre los instintos y la razón. Anunciaba el fin de la civilización que
tomaba a Prometeo como héroe arquetípico de su cultura, aquel que promovía el progreso al
precio del dolor perpetuo, la fatiga y esfuerzo incesante; para dar comienzo a la civilización de
Orfeo y Narciso, quienes ¨defienden¨ la imagen del gozo y realización, (¨no ordenan sino que
cantan¨, ¨traen la paz y el fin de la conquista¨) (Marcuse, 1968, p. 155). Narciso era para el autor
un ideal de paz, belleza y placer ante un orden sin connotaciones represivas (Marcuse, 1968,
en los arquetipos de héroes que ¨simbolizan la actitud y los actos que determinan el destino de la
éste ha servido, así como el autor planteaba, como precursor de una nueva forma de relacionarse
con la realidad. Como se ha descrito en este trabajo nuevas subjetividades han aflorado,
generando profundas modificaciones en las construcciones psíquicas. Se acude a una época que
rompe con el principio de realidad en la que el sujeto encuentra un terreno propicio para
consumar sus fantasías inconscientes: borra los límites del cuerpo humano, trasciende las barreras
de la ¨realidad”, elimina las distancias con el otro al punto en que este desaparece, así como
también ocurre con las distinciones entre ámbito público y el privado, la ficción y la realidad.
metáfora. No hay límites ni fronteras, hay sujetos abiertos en los que fluye incesantemente la
información y los estímulos. Es la libertad del principio de placer que no se debe confundir con la
libertad de elección, o libertad de voluntad; eso se ha puesto en cuestión en tanto que aún existen
fuerzas que coercionan desde lo imperceptible. Es por ende libertad como ausencia de fronteras,
del delineamiento del otro y del yo, es una libertad que deja al sujeto en desvalimiento. Por lo que
no es asumida con goce, plenitud y ¨orden¨ como especulaba Marcuse. Es una libertad confusa,
angustiante ante el desamparo. No hay muros que repriman pero tampoco que protejan. Hay un
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La necesidad humana vigente, se podría considerar, que no es tanto respecto a protección
frente a las fuerzas (¨externas¨) de la naturaleza, sino protección frente a las fuerzas (¨internas¨)
hostilidad que le genera la presencia del otro, sino el desvalimiento que implica su ausencia. Así
como ya no es el conflicto que emerge de la represión sino la confusión que genera el déficit en la
simbolización. Junto con las neurosis, predominan los cuadros depresivos, border y la
esquizofrenia.
Queda abierto a discusión si un término medio entre estos dos escenarios, el freudiano y el
actual, entre una represión severa y una liberación absoluta, sería a lo mejor que puede aspirar la
humanidad, encontrando lo más cercano a la dicha en el equilibrio de estos ideales, el del placer
irrestricto y el sacrificio extremo; o si queda aún mucho más por verse, en el futuro de la
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