Geometría de Curvas y Superficies (2021!05!31)
Geometría de Curvas y Superficies (2021!05!31)
Enrique Artal
José Ignacio Cogolludo
Facultad de Ciencias
Universidad de Zaragoza
31 de mayo de 2021
Índice general
Curvas planas
1.1. Preliminares
Durante este curso trabajaremos en Rn , cuyos elementos los veremos como vectores columnas
(aunque por comodidad en ocasiones se representarán como filas), especialmente con n “ 1, 2, 3.
Para n ą 1, los elementos de Rn se representarán con letras en negrita: u, v, etc.
Los objetos fundamentales son aplicaciones diferenciables x : U Ñ Rn , U Ă Rm abierto.
Una aplicación es diferenciable si existe una aplicación dx : U Ñ Matpn ˆ m; Rq (espacio de
matrices n ˆ m) tal que
xpu ` vq ´ xpuq ´ dxpuq ¨ v
@u P U se tiene lı́m “ 0,
vÑ0 }v}2
donde }‚}2 es la norma euclídea. Como podemos identificar Matpn ˆ m; Rq ” Rmn , podemos
volver a pedir que esta aplicación sea diferenciable y obtendríamos dp2q x la derivada segunda de
x. Inductivamente podemos definir las derivadas sucesivas dpjq x y diremos que una aplicación
es C 8 si todas las derivadas existen.
Como ya se ha visto en cursos anteriores una función x : U Ñ Rn está determinada por sus
componentes, es decir, n funciones xi : U Ñ R, 1 ď i ď n, tales que xpuq “ tpx1 puq, . . . , xn puqq.
Recordemos que x es diferenciable (resp. C 8 ) si y solo si lo son sus componentes.
Es particularmente interesante el caso m “ 1. Si pedimos que el abierto sea conexo, este
será de la forma J “ pa, bq, un intervalo abierto. Normalmente reservaremos la notación I1
para p´1, 1q. Observemos que en este caso la diferenciabilidad de x : J Ñ Rn equivale a la
derivabilidad de sus componentes. En ocasiones admitiremos intervalos semicerrados o cerrados
asumiendo en este caso que la derivabilidad en los extremos será únicamente lateral.
En general vamos a interpretar Rn como un espacio métrico (en realidad como algo más,
pero eso deberá esperar) con la métrica euclídea dada por
a
dpu, vq :“ }u ´ v}2 “ ` xu ´ v, u ´ vy
donde x‚, ‚y es el producto escalar estándar (la suma de los productos de las coordenadas).
Para el caso n “ 2, en ocasiones identificaremos R2 ” C. Observemos que en esa situación,
?
dados z, w P C, entonces xz, wy “ <pz̄wq, por lo que }z} “ z̄z “ |z|.
decir son aplicaciones biyectivas que respetan la distancia. Como esta distancia está definida
mediante el producto escalar si gA : Rn es una aplicación ortogonal, es decir, gA pvq :“ Av
ö
donde A P Opn; Rq, entonces, gA también es una isometría. Para el caso n “ 2, identificando
con C, las traslaciones se siguen definiendo mediante la suma, mientras que las simetrías de
?
determinante 1 son de la forma z ÞÑ λz, con |λ| “ 1, es decir, λ “ expp2 ´1πθq, θ P R. Como
z ÞÑ z̄ es una isometría, las isometrías de determinante ´1 son de la forma z ÞÑ λz̄, con |λ| “ 1.
5
6 1. CURVAS PLANAS
Notemos que para λ P Czt0u arbitrario, si bien z ÞÑ λz no es una isometría, sí que respeta ángulos
(es una homotecia compuesta con una rotación) y se dice que es una aplicación conforme.
ö
una isometría. Entonces f es la composición de una traslación y
una aplicación ortogonal.
En particular,
2 2
}gpv1 ` v2 q ´ gpv1 q ´ gpv2 q}2 “ }gpv1 ` v2 q}2 ´ 2xgpv1 ` v2 q, gpv1 qy
2 2
´2xgpv1 ` v2 q, gpv2 qy ` }gpv1 q}2 ` 2xgpv1 q, gpv2 qy ` }gpv2 q}2
2
“ }v1 ` v2 }2 ´ 2xv1 ` v2 , v1 y
2 2
´2xv1 ` v2 , v2 y ` }v1 }2 ` 2xv1 , v2 y ` }v2 }2
2
“ }v1 ` v2 ´ v1 ´ v2 }2 “ 0.
B1 “ B2 A.
Es fácil ver que esta relación de equivalencia solo tiene dos clases de equivalencia representadas
por pe1 , . . . , en q y p´e1 , e2 , . . . , en q. Consideraremos que la orientación positiva es la de la base
canónica ordenada.
está en el eje X positivo; en este caso, la base es positiva si y solo si la segunda coordenada del
segundo vector es positiva, es decir, el segundo vector está en el semiplano positivo.
e2 e2
e1 ´e1
?
Si identificamos R2 con C, la base p1, ´1q es positiva. Si pz, wq es una base, la matriz A
de cambio de base cumple
˜ ¸
<z <w 2 w
A“ ùñ det A “ <z=w ´ =z<w “ =pz̄wq “ |z| = .
=z =w z
En dimensión 3 se usa la regla del sacacorchos. Dada una base ordenada pv1 , v2 , v3 q se
realiza el giro v1 Ñ v2 Ñ v3 ; si este gira como un sacacorchos sentido positivo (a derecha y
hacia adelante), entonces la base es positiva. La justificación es similar al caso de dimensión 2.
orientación de Rn ; para las isometrías lineales, las que conservan la orientación son de la forma
gA , con A P SOpn; Rq. Las isometrías que conservan la orientación se llaman movimientos y son
de la forma τu ˝ gA con u P Rn y A P SOpn; Rq.
Dado un vector u P R2 , definiremos su ortogonal con las siguientes propiedades:
$› ›
› K›
& u 2 “ }u}2
’
’
uK está determinado por xuK , uy “ 0
’
’
pu, uK q es base positiva si u ‰ 0.
%
En coordenadas, si u “ pa, bq, entonces uK “ p´b, aq. Bajo la idenficación R2 ” C todo es mucho
?
más sencillo: z K “ ´1z (girar 90˝ “ π2 en sentido horario).
u3 v3 e3
8 1. CURVAS PLANAS
3. Demuestra que
xu ˆ v, wy “ detpu v wq.
4. Demuestra que
Ejemplos 1.2.1. Vamos a considerar las siguientes aplicaciones, que simbolizan lo que enten-
demos por una curva.
(C1) Fijemos u, v P Rn . Sea x : r0, 1s Ñ Rn dada por xptq “ p1 ´ tqu ` tv. Esta aplicación se
llama segmento de u a v.
(C2) Sea h : r0, e´1s Ñ r0, 1s definida por hptq :“ logpt`1q y consideremos y : r0, e´1s Ñ Rn
dada por yptq “ p1 ´ hptqqu ` hptqv. Observemos que las imágenes de x e y coinciden.
Si las vemos como trayectorias (donde t representa el tiempo) lo podemos interpretar
como que ambos recorren el mismo terreno pero con distinta velocidad.
(C3) Sea x : R Ñ R2 la aplicación dada por xptq :“ pcosptq, senptqq. La imagen es la circunfe-
rencia de centro el origen y radio 1 recorrida infinitas veces. Esta aplicación es periódica
de periodo 2π por lo que la imagen se puede conseguir restringiéndola a un intervalo
(cerrado o semicerrado) de longitud 2π.
(C4) La aplicación x : R Ñ R2 dada por xptq :“ pt2 , t3 q recorre la llamada parábola semicúbica
de Steiner.
Definiciones 1.2.2.
1. Una curva parametrizada es una aplicación C 8 x : J Ñ Rn (J es un intervalo).
2. Dos curvas parametrizadas x : J Ñ Rn , y : I Ñ Rn son equivalentes si existe una
función C 8 biyectiva h : J Ñ I tal que x “ y ˝ h, con h1 ptq ą 0, @t P J.
3. Dos curvas parametrizadas x : J Ñ Rn , y : I Ñ Rn son opuestas si existe una función
C 8 biyectiva h : J Ñ I tal que h1 ptq ă 0, @t P J y x “ y ˝ h (decimos en este caso que
h cambia la orientación de la curva).
4. Llamaremos curva a una clase de equivalencia de curvas parametrizadas.
5. Una curva parametrizada a trozos es una aplicación continua x : rt0 , tN s Ñ Rn de manera
que existen t0 ă t1 ă ¨ ¨ ¨ ă tN ´1 ă tN tal que x|ptj´1 ,tj q es una curva parametrizada
@j “ 1, . . . , N y existen
Ejemplos 1.2.3. Las curvas parametrizadas (C1) y (C2) son equivalentes. Dada una curva
x : J Ñ Rn , si J ´ :“ t´t P R | t P Ju, entonces x´ : J ´ Ñ Rn , dada por x´ ptq :“ xp´tq, es
opuesta a x. La parametrización continua de los lados de un polígono es un ejemplo clásico de
curva parametrizada a trozos.
Una curva cerrada definida sobre R define de manera natural curvas cerradas sobre intervalos
cerrados. Para cualquier T que verifique (1.3) y para cualquier t0 P R, la curva x|rt0 ,t0 `T s es
cerrada sobre rt0 , t0 ` T s.
Si x : ra, bs Ñ Rn es una curva cerrada sobre ra, bs podemos definir una curva cerrada y
sobre R de la manera siguiente. Si x es constante, definimos y con la misma constante. Si no,
T :“ b´a ą 0. Definimos entonces y : R Ñ Rn como sigue. Dado t P R, existe un único ta P ra, bq
tal que t´t
T P Z. Entonces, yptq :“ ypta q. La condición (1.4) permite comprobar que y es C .
a 8
Observación 1.2.6. A partir de ahora hablaremos de curvas cerradas sin más. Cuando la curva no
es constante, pasaremos habitualmente de una curva cerrada sobre R a una curva cerrada sobre
un intervalo de longitud T , el periodo de la curva cerrada sobre R. Por ejemplo, la circunferencia
(C3) es un ejemplo de curva cerrada con periodo 2π y se identificará sobre su restricción a
cualquier intervalo de longitud 2π, como por ejemplo r0, 2πs ó r´π, πs.
Definición 1.2.7. Sea J “ ra, bs un intervalo cerrado. Una curva cerrada parametrizada a trozos
sobre J es una curva x parametrizada a trozos tal que xpaq “ xpbq. Una curva cerrada a trozos
sobre R es una aplicación continua x : R Ñ Rn cumpliendo (1.3) para algún T ą 0 y tal que
existe t0 P R para el que x|rt0 ,t0 `T s es una curva parametrizada a trozos (si se cumple para un
t0 es cierto para cualquiera).
Definición 1.2.8. Diremos que una curva cerrada x es simple si x (definida sobre R) es inyectiva
en un (o cualquier) intervalo semicerrado de longitud el periodo o si x (definida sobre ra, bs) es
inyectiva en ra, bq, o pa, bs.
10 1. CURVAS PLANAS
De las curvas de los Ejemplos 1.2.1, solo (C4) es no regular (en t “ 0).
Observación 1.2.10. Una curva parametrizada a trozos será regular si los límites laterales de las
derivadas no se anulan nunca.
Observación 1.2.11. Observa que el concepto de curva regular es invariante por la equivalencia
dada en Definición 1.2.2.(2). En cambio, no conviene confundir la noción de curva parametrizada
con su imagen. Por ejemplo, considera la curva parametrizada x : r0, 1s Ñ Rn dada por xptq “
p1 ´ hptqqu ` hptqv donde h : r0, 1s Ñ r0, 1s está dado por hptq :“ tp6t2 ´ 9t ` 4q. Comprueba
que la imagen de x es el segmento de u a v (ver Ejemplo 1.2.1(C1)), ¡en cambio x no es regular!
(comprueba en t “ 31 , 23 ). ¿Qué está ocurriendo?
Proposición 1.2.13. La longitud de dos curvas parametrizadas equivalentes coincide (por lo que
se puede hablar de la longitud de una curva) incluso si cambiamos la orientación; en general, la
energía depende de la parametrización.
Observa que la igualdad p˚q se verifica tanto en el caso de curvas parametrizadas equivalentes
como de cambio de orientación. En el primero,
żb żd
ˇ 1 ˇ 1
ˇ 1 ˇ› 1 › › ›
hpaq “ c, hpbq “ d, y h ptq “ h ptq, luego
ˇ ˇ ˇ h ptq py ˝ hqptq 2 “ ›y1 puqq›2 du.
ˇ › ›
a c
En el segundo,
żb żc
ˇ ˇ ˇ 1 ˇ› 1 › › 1 ›
hpaq “ d, hpbq “ c, y ˇh1 ptqˇ “ ´h1 ptq, luego ˇh ptqˇ ›py ˝ hqptq› “ ´
2
›y puqq› du.
2
a d
Para comprobar la seguda parte, basta calcular la energía de las curvas (C1) y (C2).
Es fácil comprobar que Lx es derivable y que L1x ptq “ }x1 ptq}2 ; en particular la derivada es
siempre positiva. Sea I “ Lx pJq; entonces, podemos definir hx :“ L´1 x : I Ñ J. Recordemos que
h1x psq “ L1 ph1x psqq “ }x1 phx1psqq} . Consideremos la curva parametrizada y :“ x ˝ hx . Entonces,
x 2
› ›
y psq “ h1x psqx1 phx psqq ùñ ›y1 psq›2 “ 1.
1
En particular, la longitud de un arco de curva coincide con la longitud del intervalo de parame-
trización.
Observación 1.2.16. A cualquier curva parametrizada regular le podemos asociar una curva
equivalente con parámetro arco, aunque no siempre será posible dar la fórmula analítica. Cuando
hablemos de una curva (regular) sin especificar parametrización, supondremos que se trata de
un parámetro arco.
Tenemos
› › › › a1
y11 psq “ h1 psqy21 phpsqq ùñ a1 “ ›y11 psq› “ h1 psq ›y21 phpsqq› “ h1 psqa2 ùñ h1 psq “ a :“ ,
a2
por lo que hpsq “ as ` b, para ciertos a, b P R, a ą 0.
Ejercicio 1.2. Obtén una parametrización por el arco de la curva del Ejemplo 1.2.1(C4) en el
intervalo cerrado r0, 1s y estudia la diferenciabilidad en s “ 0.
Ejemplo 1.2.19. Veamos otro ejemplo de curva donde la parametrización por el arco se puede
hacer de forma efectiva, la catenaria. Se puede ver, fijando parámetros, como la gráfica de la
función cosh. Es decir, es la curva x : R Ñ R2 dada por t ÞÑ pt, cosh tq. Observemos que
a
x1 ptq “ p1, senh tq, por lo que }x1 ptq} “ 1 ` senhptq2 “ coshptq. Por tanto, fijando como punto
inicial t0 “ 0,
żt
t
Lx ptq “ coshpuqdu “ senhpuq|0 “ senhptq.
0
?
Por tanto, su inverso es h : R Ñ R, s ÞÑ argsenhpsq “ logp s2 ` 1 ` sq. Es fácil ver que
?
cosh argsenhpsq “ s2 ` 1. Por tanto, tenemos una nueva parametrización y : R Ñ R2 dada por
?
s ÞÑ pargsenh s, s2 ` 1q.
Definición 1.2.20. El campo vectorial tangente de una curva y : I Ñ Rn con parámetro arco
es su velocidad, ty psq :“ y1 psq (notemos que }ty psq}2 “ 1). Si x es una curva regular tal que
x “ y ˝ L, entonces
tx ptq :“ ty pLptqq.
1.3. DIEDRO DE FRENET Y CURVATURA 13
√
t ∈ [−1, 1] 7→ (t, cosh(t)) s ∈ [−3, 3] 7→ (argsenh(s), s2 + 1)
Figura 1.3. Curva catenaria como grafo de cosh y parametrizada por el arco.
Ejemplo 1.2.21. Para la curva catenaria´ del Ejemplo¯ 1.2.19, el campo vectorial tangente de la
parametrización por el arco es ty psq “ ?s12 `1 , ?ss2 `1 .
Aunque toda curva regular se puede reparametrizar con parámetro arco, no siempre es posi-
ble dar fórmulas explícitas. Por ello es bueno tener fórmulas para parametrizaciones arbitrarias.
Lema 1.2.22. El campo vectorial tangente de una curva regular x : J Ñ Rn viene dado por
1
tx ptq “ }xx1 ptq
ptq} .
Observación 1.3.7. Tenemos t1y “ κy ny y n1y “ ´κy ty . Estas igualdades sirven solo para el caso
de curvas parametrizadas por el arco.
Ejemplo 1.3.8. Para la curva catenaria del Ejemplo 1.2.19, recordemos que en la parametriza-
ción por el arco se tiene
ˆ ˙ ˆ ˙
1 s ´s 1
ty psq “ ? ,? , ny psq “ ? ,? .
s2 ` 1 s2 ` 1 s2 ` 1 s2 ` 1
Como ˜ ¸
´s 1
t1y psq “ ? 3, ? 3 ,
s2 ` 1 s2 ` 1
es decir,
1
κy psq “ .
s2 `1
Como en general no es fácil conocer y a partir de x vamos a dar la fórmula para la curvatura.
1.3. DIEDRO DE FRENET Y CURVATURA 15
Definición 1.3.11. Sea x : J Ñ R2 una curva regular con curvatura nunca nula; el círculo
osculador en el parámetro t0 P J es la circunferencia por xpt0 q de centro xpt0 q ` κx pt0 q´1 nx pt0 q
(llamado centro de curvatura).
Definición 1.3.13. Una curva parametrizada regular tiene un vértice en un valor t0 del pará-
metro si la derivada de la curvatura se anula en t0 (no depende de la parametrización).
16 1. CURVAS PLANAS
En la Figura 1.5, vemos cómo la recta normal a la elipse en un punto es tangente a la evoluta.
Hay varias maneras de realizar transformaciones sobre una curva. En primer lugar, podemos
reparametrizar la curva. Hemos decretado que dos curvas son equivalentes si se puede pasar
de la una a la otra por una reparametrización (de derivada positiva). Si la curva es regular,
hemos usado repetidamente que se puede parametrizar por el arco esencialmente de manera
única (Proposición 1.2.17).
κx´ ptq “ xt1x´ ptq, nx´ ptqy “ x´t1x p´tq, nx p´tqy “ ´κx p´tq.
§1.4.2. Movimientos. Estudiemos ahora lo que ocurre con las isometrías. En primer
lugar, las traslaciones tienen un efecto mínimo sobre las curvas.
Veamos ahora qué es lo que pasa si aplicamos una isometría lineal a una curva.
Proposición 1.4.3. Sea x : J Ñ Rn una curva parametrizada y sea A P Opn; Rq. Denotemos
xA : J Ñ Rn dada por xA ptq :“ Axptq.
(I1) Si J0 Ă J es un intervalo cerrado, entonces Lpx|J q “ LpxA|J q.
(I2) x1A “ Ax1 , txA “ Atx .
(I3) Si n “ 2, nxA “ pdetAqAnx y κxA “ detA κx .
Demostración. Como antes, los dos primeros apartados se deducen de la regla de la cadena y de
la fórmula de cambio de variable. Para el último, tenemos en cuenta otra vez que si ptx ptq, nx ptqq
es una base ortonormal positiva, entonces pAtx ptq, Anx ptqq también es ortonormal y es positiva
si y solo si det A “ 1, por lo que tenemos la afirmación sobre el vector normal. Supongamos que
el parámetro es el arco; entonces, t1xA ptq “ At1x ptq y
κxA ptq “ xt1xA ptq, nxA ptqy “ xAt1x ptq, detA Anx ptqy “ detA κx ptq.
Observación 1.4.5. Si A es una isometría negativa (una reflexión por ejemplo) la curva xA es
una imagen especular de la curva x.
Si A es una matriz cualquiera, no hay en general ninguna relación entre las propiedades de
x y xA . Sin embargo, las llamadas dilataciones sí que permiten establecer relaciones.
Ejemplo 1.4.6. Sea x : J Ñ Rn una curva (regular) y sea A “ aIn , a ą 0. Es inmediato ver
que xA ptq “ axptq, por lo que x1A ptq “ ax1 ptq y txA “ tx . Consideremos el caso n “ 2. Entonces,
nxA “ nx . Veamos qué ocurre con la curvatura. Como x2A “ ax2 , tenemos que
Para que se dé la igualdad, es necesario que x1k ” 0 si k ě 2 y que x11 ě 0, lo que nos da el
resultado.
§1.4.4. Forma local. Si nos fijamos en lo que ocurre con las circunferencias, la curvatura
positiva indica giro positivo o anti-horario, mientras que la curvatura negativa indica giro horario.
Vamos a ver que esto es general, estudiando una curva en torno a un punto. Sea ε ą 0 y sea
x : p´ε, εq Ñ R2 una curva regular cuya curvatura no se anula y parametrizada por el arco.
Aplicando un movimiento, podemos suponer que xp0q “ 0 y x1 p0q “ e1 “ tx p0q. Por tanto,
nx p0q “ e2 . Denotemos κ0 :“ κx p0q ‰ 0 y consideremos la siguiente expansión de Taylor de la
curva en s “ 0:
1 Rpsq
xpsq “ xp0q ` sx1 p0q ` s2 x2 p0q ` Rpsq, lı́m “ 0.
2 sÑ0 s2
Como
Es decir,
¨ ˛
κ0 s2 s
(1.8) xpsq “ se1 ` e2 ` Rpsq “ ˝ κ0 s2 ‚` Rpsq.
2
2
Como κ0 ‰ 0 vemos que si s es lo suficientemente pequeño, entonces la curva no atraviesa la
recta tangente en s “ 0. Si κ0 ą 0 la curva está en el semiplano superior positivo, es decir, está
en la dirección del vector normal, mientras que si κ0 ă 0 la curva está en el semiplano superior
negativo, es decir, está en la dirección del opuesto al vector normal. Tenemos otra interpretación
geométrica. Si κ0 ą 0 la curva gira en el sentido antihorario mientras que si κ0 ă 0 la curva gira
en el sentido horario.
En esta sección formalizaremos el concepto de orden de contacto entre dos curvas planas,
que responde a la idea intuitiva de que dos curvas estén próximas entre sí.
1.5. TEORÍA DE CONTACTO DE CURVAS PLANAS 19
Para comenzar con un ejemplo, vamos a utilizar la forma local de la curva (1.8) para com-
probar que la recta tangente, definida en (1.5), es la recta que mejor aproxima la curva x.
Efectivamente consideremos `u psq :“ xp0q ` su “ su la recta que pasa por xp0q “ 0 con di-
rección u. La recta `u está parametrizada por el arco si y solo si }u} “ 1. Observa además
que $
&xp0q “ `p0q
%x1 p0q “ `1 p0q si y solo si u “ e1 “ x1 p0q
es decir, ambas curvas coinciden en su expansión de Taylor si y solo si `u es la recta tangente a
x en xp0q (y orientada en la misma dirección que la curva).
Análogamente, la expresión (1.8) permite probar el resultado sobre el círculo osculador
siendo el círculo que mejor aproxima a la curva como se comenta después de la Definición 1.3.11.
Observa que la parametrización por el arco de un círculo Cr que pase por xp0q “ 0 tangente a
x (es decir, Cr1 p0q k x1 p0q “ e1 ) debe ser
ˆ ˙
´ s s¯ 1 3 1 2 1
Cr psq “ r sen , 1 ´ cos “ s´ s ` Op5q, s ` Op4q “ se1 ` s2 e2 ` Spsq,
r r 3!r2 2r 2r
Spsq
donde lı́msÑ0 s2 “ 0, que resulta de (1.6) y haciendo su desarrollo de Taylor. Por lo tanto,
$
&Cr p0q “ xp0q “ 0
’
’
C 1 p0q “ x1 p0q “ e1
’ r
’
% 2 1
Cr p0q “ x2 p0q “ κ0 e2 si y solo si r “ κ0
Si las curvas no están parametrizadas por el arco, el orden de contacto se define como el de sus
reparametrizaciones por el arco.
Es inmediato ver que contacto de orden 0 equivale a decir que no pasan por el mismo punto;
contacto de orden 1 equivale a decir que se cortan con distinta tangente (o distinto sentido) y
contacto de orden ą 1 equivale a decir que son tangentes (y los vectores tangentes coinciden, no
son opuestos). El problema de esta definición es que en muchas ocasiones no tenemos expresiones
analíticas para realizar este cálculo.
Análogamente,
pnq pnq
Es decir, yi “ Kn pxi ˝ hi , x1i ˝ hi , . . . , xi ˝ hi q. Por tanto si las derivadas de xi en si coinciden
hasta orden m ´ 1, podemos asegurar que lo mismo ocurre con las derivadas de yi en 0, es decir,
el orden de contacto es ě m.
Observación 1.5.3. En general, no podemos excluir que el orden de contacto sea `8. En efecto,
1
sean x, y : R Ñ R2 tales que xptq :“ pt, 0q y yptq :“ pt, f ptqq, con f ptq :“ e´ t2 , función que
cumple f pmq p0q “ 0, @m ě 0. Como xpmq p0q “ ypmq p0q “ 0, @m ě 0, el contacto es 8.
El Teorema fundamental de las curvas planas afirma que salvo isometría, una curva plana está
completamente determinada por su curvatura. Veremos dos demostraciones de este resultado:
la primera tiene que ver con un Teorema fundamental de Ecuaciones Diferenciales Ordinarias y
puede extenderse al caso de curvas espaciales. la segunda es más topológica, pero ambas muestran
parte de la esencia de este teorema.
H1 0 ´2κ 0 H
con condiciones iniciales F ps0 q “ Hps0 q “ 1, Gps0 q “ 0. Observemos que las funciones constantes
p1, 0, 1q también son soluciones, por lo que gracias a la unicidad tenemos f ” h ” 1, g ” 0, es
decir, se trata de una base ortonormal. Tomando la función determinante de t y n deducimos
que es una base positiva.
Finalmente, si existe dicha curva y se debe de tener y1 “ t con yp0q “ 0. La solución de
esta integral determina la curva solución.
Proposición 1.6.2. Sea f : I Ñ R2 una aplicación continua tal que }f psq} “ 1, @s P I. Sea
s0 P I y sea α0 P R tal que f ps0 q “ pcos α0 , sen α0 q. Entonces, existe una única aplicación
continua α : I Ñ R tal que αps0 q “ α0 y f psq “ pcos αpsq, sen αpsqq, @s P I. Es más, si f es
diferenciable, α también lo es.
Segunda demostración del Teorema 1.6.1. Vamos a suponer que existe la curva y. Como }ty } ”
1, existe una única función α : J Ñ R tal que αps0 q “ α0 y ty psq “ pcos αpsq, sen αpsqq, @s P J.
Tenemos
ny psq “ p´ sen αpsq, cos αpsqq, t1y psq “ p´α1 psq sen αpsq, α1 psq cos αpsqq,
por lo que κ “ κy “ α1 . Por tanto, dada κ, la función α es una de sus primitivas, y las coordenadas
de y se obtienen a su vez como primitivas de cos α y sen α tales que yps0 q “ p.
Observación 1.6.3. Observemos pues que, en general, una curva (parametrizada por el arco)
y su imagen especular no se pueden transportar mediante un movimiento: solo en el caso de
segmentos de recta donde la curvatura es cero.
Ejemplos 1.6.4. Aunque las siguientes propiedades se pueden demostrar directamente, también
se pueden ver como consecuencia del Teorema 1.6.1. Recordemos que una parametrización por
el arco de una recta en el plano es de la forma r : R Ñ R2 , s ÞÑ u ` sv, u, v P R2 , }v} “ 1. En
este caso tr ” v, por lo que t1r ” 0, es decir, κr ” 0. Deducimos: una curva regular de curvatura
nula está contenida en una recta.
Análogamente, una parametrización por el arco de una circunferencia es de la forma y : R Ñ
R2 , s ÞÑ x0 ` r cos rs , y0 ` r sen rs , x0 , y0 , r P R, r ‰ 0. En este caso ty psq “ ´ sen rs , cos rs ,
` ˘ ` ˘
n psq
ny psq “ ´ cos rs , ´ sen rs y t1y psq “ yr , es decir, κy ” 1r . Deducimos: una curva regular
` ˘
Tenemos
2 2 1 ´ s2
cosp2 arc tg sq “ 2 cosparc tgpsqq2 ´ 1 “ 2
´1“ 2
´1“
1 ` tgparc tgpsqq 1`s 1 ` s2
y
tgparc tgpsqq 2s
senp2 arc tg sq “ 2 2
“ .
1 ` tgparc tgpsqq 1 ` s2
Por tanto, salvo movimientos, la curva es:
s ÞÑ 2 arc tg s ´ s, logp1 ` s2 q .
` ˘
Observación 1.6.6. En general para determinar una curva parametrizada regular (salvo movi-
mientos), necesitamos dos funciones L, κ : J Ñ R, ambas C 8 , donde L1 ptq ą 0, @t P J. La primera
determina la longitud y la segunda la curvatura. Si I “ LpJq y h : I Ñ J es la inversa, κ ˝ h es
la curvatura de la parametrización por el arco, y podemos aplicar el Teorema Fundamental.
1.7. CURVAS COMO SUBVARIEDADES DE R2 23
Ejercicio 1.3. Supongamos que κ : I Ñ R es una función par (en particular I es un intervalo
abierto o cerrado simétrico con respecto al origen). Sea x : I Ñ R2 la única curva (parametrizada
por el arco) cuya curvatura es κ, tal que xp0q “ 0 y tx p0q “ e1 . Busca las posibles simetrías
de x estudiando las relaciones con las curvas x´ psq :“ xp´sq y xA psq :“ Axpsq para una cierta
matriz A P Op2; Rq tal que det A “ ´1. Haz lo mismo para el caso en el que κ es impar.
Muchos ejemplos de curvas planas se presentan como lugar de ceros de una ecuación en lugar
de introducirlos como una parametrización. Esas ecuaciones tienen que cumplir propiedades sobre
su gradiente. Para ello, damos la siguiente definición.
p J V
Sigamos con (C2)ñ(C1), aunque en realidad también prueba (C3). Aplicamos el Teorema
de la Función Implícita en p :“ px0 , y0 q; cambiando eventualmente las coordenadas podemos
suponer que BFBy ppq ‰ 0, por lo que existen intervalos abiertos I, J Ă R, tales que p P I ˆ J Ă V
y una función diferenciable f : I Ñ J, tal que, tal que F ´1 p0q X pI ˆ Jq “ tpt, f ptqq | t P Iu.
Sea x : I Ñ I ˆJ dada por xptq :“ pt, f ptqq; es claramente diferenciable y claramente regular.
Además:
xpIq “ F ´1 p0q X pI ˆ Jq “ C X pI ˆ Jq.
La inversa de x : I Ñ C X pI ˆ Jq es la restricción de la proyección px, yq ÞÑ x, por lo que es
continua, es decir, x es un homemorfismo sobre la imagen.
Terminamos con (C1)ñ(C3). Denotemos xptq :“ pxptq, yptqq, donde x, y : I Ñ R son C 8 .
Como x es regular, podemos suponer que x1 px0 q ‰ 0. Por el Teorema de la Función Inversa,
tenemos entornos abiertos I0 , I˜0 Ă R, con x0 P I0 y tales que la restricción x : I0 Ñ I˜0 es un
difeomorfismo. Recordemos que x es un homemorfismo sobre la imagen, por lo que existe un
entorno abierto W de p en R2 tal que xpI0 q “ W X C. Observemos que la primera coordenada
de los elementos de xpI0 q está en I˜0 y que en cada recta vertical x “ t, t P I˜0 solo hay un punto
en W X C.
Sea h :“ x´1 : I˜0 Ñ I0 la inversa de x. Definimos f :“ y ˝ h : I˜0 Ñ R. Podemos encontrar
entornos abiertos I˜1 , J1 Ă R tales que p P I˜1 ˆ J1 Ă W . Es más, restringiendo eventualmente I˜1 ,
como f es diferenciable (y de derivada no nula) podemos suponer que f pI˜1 q Ă J1 .
Si t P I˜1 , tenemos
pt, f ptqq “ pxphptqq, yphptqqq “ xphptqq,
por lo que
C X pI˜1 ˆ J1 q “ tpt, f ptqq | t P I˜1 u.
Ejemplo 1.7.3. Salvo alguna excepción que vamos a visualizar con ejemplos, las curvas planas
son las curvas simples (cerradas o no). Así, tenemos los siguientes ejemplos de curvas planas.
(a) R ” R ˆ t0u.
(b) p0, `8q ” p0, `8q ˆ t0u.
(c) p´8, 0q ” p´8, 0q ˆ t0u.
(d) p0, aq ” p0, aq ˆ t0u.
(e) x2 ` y 2 “ r2 , r ą 0.
Ejemplo 1.7.4. Consideremos la curva cerrada x : R Ñ R2 dada por xptq :“ cos tp1, sen tq.
Como se observa en la Figura 1.8, esta curva no es simple. Consideremos ahora la curva x1 :“
x|p π2 ,2πq (o incluso x|p π2 , 3π
2 q
); esta curva es simple. Sin embargo, su imagen no es una curva plana.
Es fácil ver que x1 no es un homemorfismo sobre la imagen.
Ejercicio 1.4. Prueba que C :“ xp π2 , 2πq, del Ejemplo 1.7.4, no es una curva plana.
Observación 1.7.5. El concepto de curva plana está ligado al de subvariedad. Diremos que C Ă V ,
V Ă R2 abierto, es una subvariedad de dimensión 1 de V si C es curva plana y C es cerrado
en V . Alternativamente, C es subvariedad de dimensión 1 de V si se cumple una variante de la
condición (C2) de la Proposición 1.7.2, en la que la condición p P C se sustituye p P V . Si C es
cerrada en V , como abierto que contenga a p P V zC se puede tomar V zC y como función, una
constante no nula.
1.7. CURVAS COMO SUBVARIEDADES DE R2 25
t+1
t ∈ [2π, +∞) 7→ t (cos t, sen t)
Definición 1.7.6. Sean C, D Ă R2 dos curvas planas. Diremos que ϕ : C Ñ D es una aplicación
diferenciables si @p P C, @y : J Ñ D parametrización de D tal que ϕppq P ypJq y @x : J Ñ C
parametrización de C tal que p P xpIq y ϕpxpIqq Ă ypJq, se tiene que y´1 ˝ ϕ ˝ x : I Ñ J es
diferenciable. Diremos que ϕ es una isometría local si cuando tomamos x, y parametrizaciones
por el arco, entonces y´1 ˝ ϕ ˝ x es una traslación (isometría local positiva) o una traslación
compuesta por una simetría (isometría local negativa). Diremos que ϕ es una isometría si es una
isometría local y ϕ´1 es diferenciable.
Ejercicio 1.5. Demuestra que en la definición anterior se puede hacer las sustituciones @y Ñ
Dy, @x Ñ Dx.
que x1y pt1 q ‰ 0. Por tanto, restringiendo eventualmente J1 (a un subintervalo de y´1 pDq que
contenga t1 ) xy es un difeomorfismo de inversa h.
Si xptq :“ pxx ptq, yy ptqq con xx , yx : I Ñ R diferenciables, entonces, en un entorno de t0
tenemos que z “ h ˝ xx de donde se tiene el resultado.
Este lema nos permite definir la recta tangente vectorial Tp C a una curva plana en un punto
p. Dado p P C y dada x : I Ñ C parametrización tal que para un t0 P I se tiene que xpt0 q “ p,
entonces el espacio vectorial Tp C :“ Rxx1 pt0 qy no depende de x.
Ejemplo 1.7.8. Sea C una curva obtenida como F ´1 p0q para una función F : R2 Ñ R, con
gradiente negativo. Supongamos que con las notaciones anteriores que la curva x que parametriza
por el arco C cumple que xp0q “ px0 , y0 q. Entonces la recta tangente a la curva en ese punto
tiene ecuación
BF BF
px0 , y0 qpx ´ x0 q ` px0 , y0 qpy ´ y0 q “ 0,
Bx By
es decir en px0 , y0 q
grad F px0 , y0 q
n“˘ .
}grad F px0 , y0 q}
Antes de atacar el siguiente resultado enunciamos otro lema técnico similar al anterior.
Lema 1.7.9. Sea C Ă R2 y sea x : I Ñ R2 una curva parametrizada regular tal que xpIq Ă C.
Entonces, @t0 P I, DI1 intervalo abierto, t0 P I1 Ă I tal que x|I1 es una parametrización de C.
Por la afirmación anterior, A ‰ H. En este conjunto podemos establecer una relación de orden.
Diremos que pI1 , y1 q ď pI2 , y2 q si I1 Ă I2 e y2 I1 “ y1 . Es fácil ver que esta relación es de orden.
Veamos que cualquier subconjunto totalmente ordenado de A tiene una cota superior.
Ť
Sea tpIi , yi quiPI una familia totalmente ordenada de A. Sea I :“ iPI Ii ; como es una unión
de intervalos que contienen un punto común, se trata de un intervalo. La condición de orden
1.7. CURVAS COMO SUBVARIEDADES DE R2 27
garantiza que
y : I Ñ R2 , yptq :“ yi ptq si t P Ii ,
está bien definida. Como la condición de ser C 8 y p.p.a. es local y se verifica para todas las
curvas yi , entonces, pI, yq P A y es mayor que cualquier pIi , yi q.
Al cumplirse las hipótesis del Lema de Zorn, podemos encontrar un par pJ, zq, maximal
en A. Solo necesitamos ver que zpJq “ C. Es inmediato que H Ř zpJq Ă C por estar el par en
A.
Veamos que zpJq es abierto en C. Sea t0 P J; por el Lema 1.7.9, Dε ą 0 tal que z|pt0 ´ε,t0 `εq
es una parametrización de C. En particular, zpJq es un entorno de zpt0 q en C. Al ser cierto para
cualquier t0 P J, tenemos que zpJq es un abierto de C.
Veamos que zpJq es cerrado en C. Sea q P zpJq X C y tomemos una parametrización
x : p´ε, εq Ñ C de C como en la afirmación del principio de la demostración para una elección de
v P Tq C unitario. Por la condición de clausura, existen t0 P J y t1 P p´ε, εq tal que zpt0 q “ xpt1 q.
Cambiando el sentido de x eventualmente podemos suponer que las derivadas también coinciden.
Definimos y : p´ε ´ t0 ` t1 , ε ´ t0 ` t1 q Ñ C mediante yptq :“ xpt ` t0 ´ t1 q. Tenemos que y
es una parametrización por el arco de C tal que ypt0 q “ zpt0 q. Por tanto, y y z coinciden en su
dominio de definición, por lo que
$
&zptq si t P J
z̃ : J Y p´ε ´ t0 ` t1 , ε ´ t0 ` t1 q Ñ C, z̃ptq :“
%yptq si t P p´ε ´ t0 ` t1 , ε ´ t0 ` t1 q
Corolario 1.7.11. Sea C Ă R2 una curva plana. Entonces, hay una isometría local de una de
las curvas planas del Ejemplo 1.7.3 a C.
Como C es una curva plana, por el Lema 1.7.9 podemos encontrar ε ą 0 tal que x|p´ε,εq
y x|pt1 ´ε,t1 `εq son parametrizaciones (por el arco) tales que x1 p0q “ x1 pt1 q (si fueran opuestos
tendríamos pares de valores del parámetro con la misma imagen y a menor distancia). Por
tanto, si |s| ă ε, tenemos que xpsq “ xpt1 ` sq, lo que implica que xpr0, t1 sq es abierto en C.
Como xpr0, t1 sq es compacto, también es cerrado en C, por lo que en realidad C “ xpr0, t1 sq.
Consideremos y : R Ñ C dada por yptq :“ xpt mód t1 q. Esta aplicación es una curva periódica
parametrizada por el arco maximal con imagen C tal que xp0q “ yp0q y x1 p0q “ y1 p0q, por lo
que x “ y.
Sea ahora z : R Ñ S1r , donde S1r :“ tpx, yq P R2 | x2 ` y 2 “ r2 u, dada por
´ s s¯
zpsq :“ r cos , sen .
r r
Existe la única aplicación F : S1r Ñ C tal que F ˝ z “ x y esta es una isometría.
Pasemos ahora a estudiar las envolventes. Todos hemos visto lo que ocurre cuando un rayo
de luz se refleja sobre la superficie de un líquido. La familia de rayos visualiza una curva que es
tangente a todos ellos.
Como se ve en la Figura 1.10, los rayos reflejados permiten ver una curva que se llama
cáustica. Es un caso particular de la definición siguiente.
Definición 1.8.1. Sea txλ : J Ñ R2 uλPI , J, I intervalos, una familia de curvas que depende
diferenciablemente de λ. Una envolvente de la familia es una curva y : I Ñ R2 tal que ypλq está
en la imagen de xλ y las tangentes coinciden.
Veamos cómo se calcula. Vamos a ver la familia de curvas como una aplicación C 8 x :
J ˆ I Ñ R2 . Sea y : I Ñ R2 una envolvente, definida como ypλq “ xphpλq, λq, donde h : I Ñ J
es una función C 8 . Sabemos que los vectores
Bx Bx Bx
x1λ phpλqq “ phpλq, λq, y1 pλq “ h1 pλq phpλq, λq ` phpλq, λq
Bt Bt Bλ
son linealmente dependientes. Es decir, queremos que la matriz jacobiana de x sea degenerada
o lo que es lo mismo det Jac xphpλq, λq “ 0.
x : R ˆ p0, 8q Ñ R2 ,
ˆ ˙
cos 2λ sen 2λ
pt, λq ÞÑ ´ pt ´ 1q cos λ ` t, pt ´ 1q sen λ ` t .
2 2
La matriz jacobiana de esta aplicación es
˜ ¸
cos λ ` cos22λ ´ pt ´ 1q sen λ ´ t sen 2λ
´
sen λ ` sen22λ pt ´ 1q cos λ ` t cos 2λ
y su determinante es
3t ´ 1 3t ´ 2 3pcos λ ` 1qt ´ pcos λ ` 2q
cos λ ` “ .
2 2 2
Es decir la cáustica es
2 cos3 λ ´ 3 cos λ ´ 2 sen3 λ
ˆ ˙ ˆ ˙
cos λ ` 2
λ ÞÑ x ,λ “ ´ , “
3pcos λ ` 1q 6pcos λ ` 1q 3pcos λ ` 1q
2 cos3 λ ´ 3 cos λ ´ 2 sen λp1 ´ cos λq
ˆ ˙
´ , ,
6pcos λ ` 1q 3
que cumple la ecuación
Proposición 1.8.4. Con las notaciones anteriores, si la familia anterior tiene envolvente, en-
tonces está contenida en
" ˇ *
ˇ BF
px, yq P U ˇˇ px, y, λq “ 0, F px, y, λq “ 0 .
Bλ
Demostración. Sea y : J Ñ U una envolvente tal que F pypλq, λq “ 0 y es tangente a esa curva.
Por la regla de la cadena,
BF BF
0 “ xgrad Fλ pypλq, λq, y1 pλqy ` pypλq, λq “ pypλq, λq.
Bλ Bλ
Ejercicio 1.6. Considera en la circunferencia de centro 0 y radio 1 parametrizada por zptq “
pcos t, sen tq, y dado n P N, n ą 1, la familia de segmentos trzptq, zpntqs | t P r0, 2πsu
S1 :“ tpx, yq P R2 | x2 ` y 2 “ 1u
30 1. CURVAS PLANAS
Demostración. La aplicación ψP es esencialmente tomar el ángulo θ que define px, yq, ver Figu-
ra 1.11. En general, esto no es posible ya que el ángulo está bien definido solo mód 2πZ pero al
habernos restringido a UP , podemos tomarlo en p´π, πq.
(x, y)
θ
2 θ y
Q P
1 x
θ y
En la Figura 1.11 vemos que tg 2 “ 1`x . Tomando la determinación de arc tg en p´ π2 , π2 q
tenemos el resultado.
Lema 1.9.6. Sean J1 , J2 Ă I dos intervalos no disjuntos para los que hay levantamientos de f .
Entonces, J1 Y J2 también admite un levantamiento.
Se trata de una aplicación continua bien definida (por coincidir los trozos en la intersección) y,
por tanto, un levantamiento.
Curvas espaciales
2.1. Ejemplos
?
Ejemplo 2.1.1. Sean a, b P R˚ , c :“ ` a2 ` b2 , a ą 0, y sea x : R Ñ R3 , t ÞÑ pa cos t, a sen t, btq.
Esta curva recibe el nombre de hélice circular. Diremos que es una hélice positiva (resp. negativa)
si b ą 0 (resp. si b ă 0).
Se tiene x1 ptq “ p´a sen t, a cos t, bq, por lo que Lpx|r0,ts q “ ct.
y
z
x
(a) Hélice positiva (b) Hélice cónica
Figura 2.1
Ejemplo 2.1.2. Podemos tomar también hélices sobre conos. Sea xptq :“ pt cos t, t sen t, tq. En
?
este caso, }x1 ptq} “ 2 ` t2 . Por ejemplo,
ˆ? ˙
1 a 2
Lpx|r0,ts q “ t t2 ` 2 ` argsenh t .
2 2
Ejemplo 2.1.3. Cualquier curva plana x : J Ñ R2 define una curva espacial con la inclusión
R2 ãÑ R3 , px, yq ÞÑ px, y, 0q. Observemos que una curva plana y su imagen especular definen
33
34 2. CURVAS ESPACIALES
Ejemplo 2.1.4. Dada cualquier curva plana, podemos construir hélices asociadas a ellas. Sea
y : I Ñ R2 una curva plana parametrizada por el arco y sea a, b, c P R˚ como antes. Definimos
x : I Ñ R3 por la fórmula xptq “ payptq | btq. Se trata de una curva con parámetro proporcional
al arco y x1 ptq “ paty ptq | bq.
x1 ptq “ L1 ptqy1 pLptqq “ L1 ptqty pLptqq ùñ x2 ptq “ L2 ptqty pLptqq ` L1 ptq2 t1y pLptqq.
Como L1 ptq ą 0, observemos que t1y pLptqq “ 0 equivale a que x2 ptq y x1 ptq son linealmente
dependientes.
Este resultado justifica las siguientes definiciones. En primer lugar redefinimos la curvatura
casi como en el caso plano, con la diferencia que ahora es siempre positiva.
Es decir, px1 ptq, x2 ptqq engendran el mismo subespacio que ptx ptq, nx ptqq con la misma orientación.
Es más, pasamos de uno a otro mediante el proceso de Gramm-Schmidt. El primer paso de este
proceso es reemplazar x2 ptq por x2 ptq ´ λx1 ptq de manera que el resultado sea ortogonal a x1 ptq.
El nuevo vector es
xx1 , x2 y 1
v “ x2 ´ 2 x.
}x1 }
El siguiente paso es normalizar. Para ello, calculamos
› ›2 xx1 , x2 y2 2
2 }x1 ˆ x2 }
}v} “ ›x2 › ´ 2 “ 2 .
}x1 } }x1 }
Es decir,
2
}x1 } x2 ´ xx1 , x2 yx1
nx “ .
}x1 } }x1 ˆ x2 }
Observación 2.2.8. Si una curva plana se interpreta como curva en R3 , los dos conceptos de
campo vectorial normal pueden no coincidir. Esto ocurrirá cuando la curvatura sea negativa y
ambos campos vectoriales normales serán opuestos. El concepto de recta normal es el mismo
que en el plano; el plano que contiene a la curva es el plano osculador en todos los valores del
parámetro.
Demostración. Como en otras ocasiones, tomamos x “ y ˝L, y con parámetro arco. Recordemos
` ˘
que L1 “ }x1 }. Sabemos que t1x “ }x1 } t1y ˝ L . Así,
˘› }t1 }
κx “ κy ˝ L “ › t1y ˝ L › “ x1 .
›`
}x }
Por otra parte, como
x1 x1
tx “ 1
“a
}x } xx1 , x1 y
entonces
2
x2 xx1 , x2 y 1 }x1 } x2 ´ xx1 , x2 yx1
t1x “ ´ 3 x “ 3 ñ
}x1 } }x1 } }x1 }
1 4 2 2 1 2 2 1 2 1 2 2
›tx › “ }x } }x } ´ xx , x y }x } “ }x ˆ x } .
› 1 ›2
6 4
}x1 } }x1 }
lo que da el resultado.
Ejemplo 2.2.11. Consideremos las hélices circulares con la notación del Ejemplos 2.1.1, }x1 } “
a
c. Entonces, t1x ptq “ ´a
c pcos t, sen t, 0q. Es decir κy ” c2 y nx ptq “ ´pcos t, sen t, 0q. Observemos
que todas las rectas normales son paralelas al plano horizontal.
En la hélice cónica del Ejemplo 2.1.2, no tenemos parametrización por el arco:
x1 ptq “ pcos t ´ t sen t, sen t ` t cos t, 1q, x2 ptq “ p´2 sen t ´ t cos t, 2 cos t ´ t sen t, 0q ùñ
` `3 ˘ ` ˘ ` ˘ ` ˘ ˘
´p t ` 3 t cos t ` t2 ` 4 sen tq, t2 ` 4 cos t ´ t3 ` 3 t sen t, ´t
nx ptq “ ? ? .
t2 ` 2 t4 ` 5t2 ` 8
Además
d
t4 ` 5t2 ` 8
κx ptq “ .
pt2 ` 2q3
Finalmente, para las hélices generales del Ejemplo 2.1.4, tenemos t1x psq “ pat1y psq | 0q. Así,
κx “ }t1x } “ a |κy | y el vector normal es nx “ sgnpκy qpny | 0q, por lo que las rectas normales
son paralelas al plano horizontal.
Observación 2.3.2. Observamos que los vectores binormales son ortogonales a los planos oscula-
dores, los vectores tangentes son ortogonales a los planos normales y los vectores normales son
ortogonales a los planos rectificantes.
Ejemplo 2.3.3. Para las hélices circulares del Ejemplo 2.1.1, calculamos fácilmente bx ptq “
1
c p´b cos t, ´b sen t, aq. Para la hélice cónica del Ejemplo 2.1.2,
1
t sen t ´ 2 cos t, ´t cos t ´ 2 sen t, t2 ` 2 .
` ˘
bx ptq “ ?
t4 2
` 5t ` 8
Por último, para el Ejemplo 2.1.4, bx “ sgnpκy qp´bty | aq
Definición 2.3.4. Sea y : I Ñ R3 una curva birregular parametrizada por el arco. Entonces, la
torsión es τy :“ xn1y , by y. Si x : I Ñ R3 es una curva birregular, x “ y ˝ L, entonces su torsión
es τx “ τy ˝ L.
Observación 2.3.5. La torsión se define en algunos libros con el signo cambiado. Más adelante
justificaremos nuestra elección.
0 τy 0
Nos queda por calcular las fórmulas de b y τ para curvas birregulares x cualesquiera para las
que se tendrá:
¨ ˛
0 ´κx 0
` 1 1 1 ˘ › 1›
(2.2) tx nx bx “ ›x › ptx nx bx q ˝κx 0 ´τx ‚.
˚ ‹
0 τx 0
De la expresión de nx del Lema 2.2.6 deducimos que n1x es una combinación lineal de x1 , x2 , x3 .
Como vamos a realizar un producto escalar con un múltiplo de x1 ˆ x2 , solo nos interesa el
término de x3 , que solo puede provenir de derivar x2 :
B F
1 }x1 } 1
3 x ˆx
2
xx1 ˆ x2 , x3 y
τx “ 1 x , “ 2 .
}x } }x ˆ x }
1 2 }x ˆ x }
1 2
}x1 ˆ x2 }
Ejemplo 2.3.7. Para las hélices circulares del Ejemplo 2.1.1, como b1x ptq “ cb p´ sen t, cos t, 0q,
por lo que τx ” cb2 . Para la hélice cónica del Ejemplo 2.1.2,
t2 ` 6
τx ptq “ .
t4
` 5t2 ` 8
Por último, para el Ejemplo 2.1.4 se tiene τx “ bκy .
Demostración. Si la curva está contenida en un plano, los vectores tangente y normal son vectores
directores de ese plano, por lo que el vector binormal es constante, es decir, la torsión se anula.
Recíprocamente, si la torsión se anula, el vector binormal es constante, digamos es un vector u.
Entonces
xx, uy1 “ xt, by “ 0 ùñ xx, uy “ a P R,
es decir, la curva está en un plano.
Observación 2.3.9. Es importante que la curva sea birregular. Si no es así es posible construir
curvas donde la curvatura solo se anule en un punto, fuera del cual la torsión siempre es nula, y
sin embargo la curva no está en un plano. En efecto, consideremos la curva
$
1
&pt, 0, expp´ t2 qq si t ą 0
’
’
x : R Ñ R3 xptq :“ 0 si t “ 0
’
’ 1
pt, expp´ t2 q, 0q si t ă 0
%
La curva es regular, aunque se puede ver que la curvatura se anula en t “ 0; fuera de este valor
τ ” 0, por lo que se podría extender a t “ 0. Sin embargo, la curva no es plana.
Vamos a ver cómo afectan los cambios de orientación y las isometrías a las funciones ante-
riores. Supondremos que y : I Ñ R3 es una curva birregular parametrizada por el arco.
Demostración. Usamos lo visto en la Proposición 1.4.1. Ya sabemos que ty´ psq “ ´ty p´sq y
que t1y´ psq “ t1y p´sq. Por tanto, deducimos el primer apartado. Tenemos
by´ psq “ ty´ psq ˆ ny´ psq “ ´ty p´sq ˆ ny p´sq “ ´by p´sq
y
b1y´ psq “ b1y p´sq “ ´τy p´sqny p´sq “ ´τy p´sqny´ psq.
40 2. CURVAS ESPACIALES
Estudiemos ahora lo que ocurre con las isometrías. Con los mismos razonamientos que en la
Proposición 1.4.2, vemos que las traslaciones no tienen ningún efecto sobre los campos vectoriales
y las funciones definidas. Veamos ahora qué es lo que pasa si aplicamos una isometría lineal. Por
simplicidad seguimos considerando una curva parametrizada por el arco y además birregular.
Proposición 2.4.2. Sea y : I Ñ R3 curva birregular parametrizada por el arco; sea A P Op3; Rq
y sea yA : J Ñ Rn dada por yA ptq :“ Ayptq.
(1) nyA “ Any y κyA “ κy .
(2) byA “ pdetAqAby y τyA “ detA τy .
Demostración. Ya hemos visto en la Proposición 1.4.3 que tyA “ Aty y que t1yA ptq “ At1y ptq.
Como A es una isometría deducimos el primer apartado. Por las propiedades del producto
vectorial tenemos byA “ pdetAqAby , lo que nos permite terminar.
Ejemplo 2.4.4. Observemos que invertir la orientación de una hélice circular preserva curvatura
y torsión. Por otra parte, si consideramos una hélice de parámetros a, b como en el Ejemplo 2.1.4,
una isometría negativa la convierte en una hélice de parámetros a, ´b.
Las dilataciones también tienen buenas propiedades con respecto a la curvatura y la torsión
Proposición 2.4.5. Sea x : J Ñ R3 una curva birregular parametrizada por el arco y sea a ą 0.
Entonces la curva xa ptq :“ axptq cumple que κxa “ a´1 κx y τxa “ a´1 τx .
Demostración. Como x1a ptq “ ax1 ptq, tenemos que la curva xa no está parametrizada por el arco.
La reparametrización es
´s¯ ´s¯
y : Ja Ñ R3 , Ja :“ tat | t P Ju, ypsq :“ xa “ ax .
a a
Por tanto, tenemos
´s¯ 1 1 ´s¯ 1 ´s¯ ´s¯
ty psq “ tx ùñ t1y psq “ tx “ κx nx .
a a a a a a
En particular,
´s¯ 1 ´s¯ ´s¯
ny psq “ nx , κy psq “ κx , by psq “ bx .
a a a a
Como
1 1 ´s¯ 1 ´s¯
n1y psq “nx ùñ τy psq “ τx .
a a a a
Si reescribimos las fórmulas en término de xa , tenemos el resultado.
ft,t p0q “ fn,n p0q “ fb,b p0q “ 1, ft,n p0q “ ft,b p0q “ fn,b p0q “ 0
y
¨ 1
˛ ¨ ˛¨ ˛
ft,t 0 2κ 0 0 0 0 ft,t
˚ 1 ‹ ˚
˚ ft,n ‹ ˚´κ 0 τ κ 0 0‹ ˚ ft,n ‹
‹˚ ‹
˚ 1 ‹ ˚ ‹˚ ‹
˚ ft,b ‹ ˚ 0 0 0 κ 0‹
´τ ‹ ˚ ft,b ‹ .
˚ ‹
˚f 1 ‹ “ ˚ 0 ´2κ 0
˚ ‹ ˚
˚ n,n ‹ ˚ 0 2τ 0‹ ˚fn,n ‹
‹ ˚
‹
˚ 1 ‹ ˚
˝fn,b ‚ ˝ 0 0 0 τ ‚˝fn,b ‚
‹˚ ‹
´κ ´τ
1
fb,b 0 0 0 0 ´2τ 0 fb,b
es solución de este sistema, deducimos que t, n, b forman una base ortonormal para todo s P I.
Como además la función
´ ¯
h : I Ñ R, hpsq :“ det tpsq npsq bpsq
es continua, sus valores son ˘1 y hp0q “ 1, entonces, el deteminante es positivo y la base que
forman es siempre ortonormal. Definimos x : I Ñ R3 como la primitiva de t tal que xp0q “ 0. Por
tanto, es claro que x1 “ t; como es un campo vectorial unitario, la curva x está parametrizada
por el arco, y deducimos que tx “ t.
De la ecuación diferencial, tenemos que t1x “ t1 “ κn. Como κ ą 0 y n es unitario, deducimos
que nx “ n y κx “ κ.
Como pt, n, bq es siempre una base ortonormal positiva, tenemos que
bx “ tx ˆ nx “ t ˆ n “ b,
En esta sección vamos a considerar curvas x : p´ε, εq Ñ R3 que sean birregulares parame-
trizadas por el arco. Vamos a pedir además que la torsión no se anule nunca. Para no tener que
preocuparnos de los movimientos vamos a suponer que xp0q “ 0, y que ptx p0q, nx p0q, bx p0qq “
pe1 , e2 , e3 q. Queremos ver cómo afectan los valores de κ y τ a cómo es la curva cerca del origen.
Denotaremos κ0 :“ κx p0q ą 0, τ0 :“ τx p0q ‰ 0 y κ10 :“ κ1x p0q. Vamos a considerar la siguiente
expansión de Taylor de la curva en s “ 0:
1 1 Rpsq
xpsq “ xp0q ` sx1 p0q ` s2 x2 p0q ` s3 x3 p0q ` Rpsq, lı́m “ 0.
2 6 sÑ0 s3
Recordemos que
Es decir,
κ20 2
¨ ˙˛ ˆ
˚ s 1´ 6 s ‹
κ20 2
ˆ ˙ ˆ 1
˙
κ κ κ τ ˚ ˆ 1
˙‹
s3 e3 ` Rpsq “ ˚s2 κ0 ` κ0 s ‹ ` Rpsq.
0 0 0
xpsq “ s 1 ´ s e1 ` s2 ` 0 s e2 `
˚ ‹
6 2 6 6 ˚ 2 6 ‹
˝ κ0 τ0 3 ‚
s
6
Los planos osculadores, normal y rectificante dividen, cada uno, el espacio en dos mitades.
Llamaremos lado positivo a aquel que está en el lado del vector binormal, normal o tangente
(respectivamente). De la forma normal deducimos que la curva atraviesa (en la dirección creciente
del parámetro) los planos de la siguiente forma:
2.7. TEORÍA DE CONTACTO 43
El contacto entre dos curvas espaciales regulares se define de la misma manera que para
curvas planas, ver §1.5. En esta sección vamos a definir también el contacto entre una curva
regular y una esfera o un plano. Para ello vamos a definir el contacto con una superficie regular
como las que definiremos en el capítulo siguiente.
Sea S :“ tp P V | F ppq “ 0u, donde V Ă R3 es un abierto, F : V Ñ R es una función
diferenciables tal que grad F ppq ‰ 0, @p P V . Sea x : I Ñ R3 una curva regular.
Vamos a aplicar esta definición a planos y esferas. Sea π un plano orientado (por un vector
normal unitario u); sea q P π y sea a :“ xu, qy. La función
dπ : R3 Ñ R, dπ ppq “ xp, uy ´ a
f : I Ñ R, f ptq “ xxptq, uy ´ a.
La distancia orientada cambia de signo con el cambio de orientación, por lo que el contacto no
depende de la orientación.
Observación 2.7.4. La condición para que el orden de contacto m sea positivo es que xpt0 q P π.
Como no depende de una reparametrización, supondremos que está parametrizada por el arco.
44 2. CURVAS ESPACIALES
Observemos que
f 1 ptq “ xtx ptq, uy.
Así m ą 1 si y solo si xpt0 q P π y u K tx pt0 q, es decir si y solo si la recta tangente a x en t “ t0
está contenida en π. La segunda derivada cumple (asumimos birregularidad):
por lo que el contacto será m ą 2 si u K nx pt0 q, es decir, u “ ˘bx pt0 q. Es decir, se trata del
plano osculador. Observemos que
f 3 ptq “ κ1x ptqxnx ptq, uy ´ κx ptq2 xtx ptq ` κx ptqτx ptqxbx ptq, uy ùñ
f 2 pt0 q “ ˘κx pt0 qτx pt0 q.
Es decir, para que el contacto del plano osculador sea ą 3 la torsión se debe anular en el punto.
El contacto es infinito cuando la curva es plana.
Algo similar podemos hacer si reemplazamos π por una esfera S de centro un punto p0 y de
radio r ą 0:
1´ 2
¯
F : R3 Ñ R, F pqq :“ }q ´ p0 } ´ r2 .
2
El objetivo de lo que sigue es dar condiciones para p0 y r de manera que el orden de contacto
de x con S aumente.
Sigamos derivando:
2
f 2 “ }t} ` κxx ´ p0 , ny “ 1 ` κxx ´ p0 , ny.
Denotemos R :“ κ´1 , T “ τ ´1 .
Así el orden de contacto es ą 2 si y solo si f p0q “ f 1 p0q “ f 2 p0q “ 0, es decir,
$
’xp0q P S
’ $
& &}xp0q ´ p } “ r
0
xxp0q ´ p0 , tp0qy “ 0 ðñ
’
’ % xp0q ´ p0 “ ´Rp0qnp0q ` xxp0q ´ p0 , bp0qybp0q.
xxp0q ´ p0 , np0qy “ ´Rp0q
%
2.7. TEORÍA DE CONTACTO 45
Definición 2.7.5. Llamaremos esfera osculatriz de una curva birregular con torsión no nula
en t “ t0 a la que tiene mayor contacto, que es la de centro px ` Rn ` R1 T bq|t“t0 y radio
a
R2 ` pR1 T q2 |t“t0 .
Volvemos a derivar, pero nos quedamos con la evaluación en t “ 0. Como f 3 p0q “ 0, tenemos
1
p´R1 T xx ´ p0 , ny ´ T xx ´ p0 , ty ` Rxx ´ p0 , byq
f p4q p0q “ p0q.
R2 T
Tenemos
p´R1 T xx ´ p0 , nyq1 p0q “ pRR2 T ` RR1 T 1 ´ R1 T xx ´ p0 , n1 yqp0q
“ pRR2 T ` RR1 T 1 ´ R1 xx ´ p0 , byqp0q
“ pRR2 T ` RR1 T 1 ` R12 T qp0q
ˆ ˙
1 T
p´T xx ´ p0 , tyq p0q “ ´T ´ xx ´ p0 , ny p0q “ 0
R
` ˘
pRxx ´ p0 , byq1 p0q “ ´R12 T ` Rxx ´ p0 , b1 y p0q
ˆ ˙
R
“ ´R12 T ´ xx ´ p0 , ny p0q
T
R2
ˆ ˙
12
“ ´R T ` p0q
T
Juntando todo:
1 ` 2 2 ˘
f p4q p0q “
2
R T ` R1 T T 1 ` R p0q
RT
1 ` 1 2 ˘
“ 2
R R T ` R12 T 1 ` RR1 p0q
RR T1
1 ` 1 2 ˘1
“ 2
pR T q ` R2 p0q.
2RR T 1
3.1. Ejemplos
Como en el caso de curvas, los ejemplos más sencillos de superficie son las gráficas de fun-
ciones, en este caso en dos variables. De manera más precisa, dada f : U Ñ R, U Ă R2 abierto
y f función C 8 , su gráfica es
S :“ tpx, y, f px, yqq P R3 | px, yq P U u.
Observemos que S y U son homeomorfos, es decir, S es homeomorfo a un abierto de R2 . En
la Figura 3.1, vemos dos paraboloides como ejemplos de tales superficies, correspondientes a las
gráficas de las funciones x2 ˘ y 2 .
Figura 3.1
Figura 3.2
Es lo que ocurre en las Figuras 3.3a (para F px, y, zq “ x2 ` y 2 ` z 2 ´ 1) y 3.3b (para F px, y, zq “
x2 ` y 2 ´ 1).
Observemos que la Figura 3.2b corresponde a F px, y, zq “ x2 `y 2 ´z 2 y en este caso el origen
de coordenadas no se corresponde con la intuición de lo que debe ser una superficie regular. La
clave para que esto ocurra es que la tres derivadas parciales se anulan en el origen de coordenadas.
Por ello, vamos a imponer una condición suplementaria a la representación implícita:
es decir, en todo punto de S, al menos una derivada parcial de F es no nula. Esto nos da la
posibilidad de tener un plano tangente,
BF BF BF
px0 , y0 , z0 qpx ´ x0 q ` px0 , y0 , z0 qpy ´ y0 q ` px0 , y0 , z0 qpz ´ z0 q “ 0
Bx By Bz
situación que no podemos obtener en el vértice del cono (donde las derivadas parciales se anulan).
Veremos más adelante que además cada punto de S tiene un entorno abierto en S homeomorfo
a un abierto del plano.
Figura 3.3
3.1. EJEMPLOS 49
Generalizando lo que hemos hecho con las curvas, también podemos definir las superficies
mediante una parametrización, es decir, una aplicación C 8 inyectiva
Figura 3.4
Los ejemplos de la Figura 3.4 muestran que hay que ser más cuidadoso a la hora de definir
la superficie parametrizada. En la Figura 3.4a, la parametrización es
ˆ ˙
3π
x : 0, ˆ p0, 1q Ñ R3 , pu, vq ÞÑ pcosp2uq cospuq, cosp2uq senpuq, vq.
4
Aunque esta aplicación es inyectiva, notemos que no es un homeomorfismo sobre la imagen para
los puntos xp π4 , vq “ p0, 0, vq, ya que
v u
Con esta situación en xpu0 , v0 q tenemos una aproximación lineal, el plano que pasa por el punto
y que tiene como vectores directores las columnas de rg Jac x|pu0 ,v0 q .
Vamos a dar una definición que englobe todos los casos regulares anteriores.
Observación 3.2.2. Salvo mención explícita de lo contrario supondremos las superficies conexas.
que es claramente de rango 2. De manera análoga podemos definir cartas z´ , y˘ y x˘ . Con esas
seis cartas cubrimos toda la esfera. Más adelante veremos más ejemplos.
Ejemplo 3.2.4. Sea S :“ tpx, y, zq P R3 | xz “ 0u. Vamos a ver que no es una superficie regular.
Consideremos p “ p0, 0, 0q P S. Supongamos que existe una aplicación diferenciable x : U Ñ R3 ,
xpvq “ pxpvq, ypvq, zpvqq. donde U Ă R2 es un abierto conexo y
p0, 0q P U, xp0, 0q “ p, xpU q Ă S, rg Jac x|pu0 ,v0 q “ 2, @pu0 , v0 q P U.
Denotaremos Bx Bx
Bu y Bv las columnas de la matriz jacobiana, linealmente independientes.
Sean u :“ pu0 , v0 q y xpuq “ q :“ px0 , y0 , z0 q P S. Tenemos tres opciones.
Bx Bx
Caso 1. Si x0 ‰ 0, entonces Bu puq y Bv puq engendran el subespacio z “ 0.
Demostración del Caso 1. Se tiene z0 “ 0. Por continuidad, es fácil ver que hay un entorno
abierto U0 Ă U de u tal que xpU0 q está contenido en el plano z “ 0. Es decir, @v P U0 , se
tiene que zpvq “ 0. Por tanto, los vectores Bx Bx
Bu puq y Bv puq tienen tercera coordenada nula; por
la condición del rango engendran el subespacio z “ 0.
Bx Bx
Caso 2. Si z0 ‰ 0, entonces Bu puq y Bv puq engendran el subespacio x “ 0.
Demostración del Caso 3. Sea γ : p´ε, εq Ñ S una curva regular tal que γp0q “ q. Supongamos
que γ 1 p0q “ pa, b, cq y que ac ‰ 0. Por las propiedades de las funciones derivables, existe t0 P
p´ε, εq tal que las primera y tercera coordenadas de γpt0 q son no nulas, lo que es imposible. Por
tanto ac “ 0.
3.2. DEFINICIÓN DE SUPERFICIES REGULARES 51
que cumplen
Bx Bx Bx Bx
γ 1u p0q “ puq, γ 1v p0q “ puq, γ 1 p0q “ puq ` puq.
Bu Bv Bu Bv
Estos vectores tienen la primera o la tercera coordenada nula; al ocurrir para los tres, deducimos
que los tres están o en x “ 0 o en z “ 0, y la condición del rango implica que para estos puntos
las columnas de la matriz jacobiana engendran uno de los dos.
Son vectores unitarios ortonormales a los subespacios que engendran las columnas de la matriz
jacobiana, es decir, hpU q Ă t˘e1 , ˘e3 u. Como U es conexo, hpU q es constante, por lo que
podemos suponer que xpU q está contenida en uno de los dos planos. Consideremos un entorno
abierto V de p en R3 . Dicho entorno contiene elementos que no están en uno de los dos planos,
por tanto, es imposible encontrar x tal que xpU q “ V X S. Esto permite probar que S no es una
superficie regular.
Hemos decidido definir las superficies usando las parametrizaciones pero el siguiente Teorema
nos dice que, esencialmente, los tres modelos son equivalentes.
Para las otras dos implicaciones vamos a usar los Teoremas de la Función Implícita e Inversa.
52 3. INTRODUCCIÓN A LAS SUPERFICIES REGULARES
Veamos ahora (S2)ñ(S3). Para simplificar la notación, suponemos, sin pérdida de generali-
dad que p “ 0. Por hipótesis, tenemos que
ˆ ˙
BF BF BF
p0q, p0q, p0q ‰ 0;
Bx By Bz
permutando eventualmente las coordenadas, podemos suponer que la última derivada no se
anula. Podemos, pues, aplicar el Teorema de la Función Implícita. Es decir,
tales que
F ´1 p0q X pU2 ˆ U1 q “ tpx, y, f px, yqq P R3 | px, yq P U1 u,
de donde deducimos el resultado.
Terminamos con (S1)ñ(S3). Suponemos de nuevo que p “ 0 y que xp0, 0q “ 0. Por hipótesis,
tenemos que rg Jac x|p0,0q “ 2. Permutando eventualmente las coordenadas, podemos suponer
que el menor de las dos primeras filas es no nulo. Es más podemos encontrar un entorno abierto
conexo U1 de p0, 0q en U tal que ese menor es siempre no nulo en U1 ; como xpU1 q es un abierto
de S, existe V1 Ă R3 abierto tal que xpU1 q “ V1 X S.
Para no sobrecargar la notación podemos renombrar U1 , V1 como U, V . Seguimos cumpliendo
las hipótesis de (S1), con una propiedad suplementaria: el menor de las dos primeras filas es no
nulo. Vamos a aplicar el Teorema de la Función Inversa a x̃ : U Ñ R2 , x̃pu, vq :“ pxpu, vq, ypu, vqq:
es biyectiva. Es más, como hemos hecho antes podemos renombrar W1 como U (al que asigna-
remos un abierto V1 Ă R3 como antes y que volvemos a renombrar como V ). Sea f : W2 Ñ R
la función definida como sigue: dado px, yq P W2 , f px, yq es la coordenada z del único punto de
xpW1 q cuyas dos primeras coordenadas son px, yq. Así es difícil comprobar que f es C 8 .
En realidad, f : W2 Ñ R es la función C 8 dada por f px, yq “ zpx̃´1 px, yqq. Entonces,
y
x̃´1 x
W2 U SXV
pu, vq x̃´1 pu, vq x ˝ x̃´1 pu, vq “ pu, v, f pu, vqq.
Como ocurría en el caso de las curvas, es conveniente permitir que haya auto-intersecciones
en las superficies por dos motivos fundamentalmente. Uno de ellos es para permitir la existen-
cia de parametrizaciones que recorran la superficie varias veces. Esto ocurre en el caso de las
superficies de revolución como veremos en la siguiente sección. El otro motivo es para permitir
parametrizaciones que reflejen la situación descrita en la Figura 3.4a. Ambas situaciones se re-
sumen en que las parametrizaciones que cumplen la condición del rango del Jacobiano 3.2 pero
no la de inyectividad ni homeomorfismo sobre la imagen.
3.2. DEFINICIÓN DE SUPERFICIES REGULARES 53
Observación 3.2.8. Por usar una notación universalmente aceptada, a partir de ahora usaremos
también el concepto vector tangente a una curva para referirnos al vector velocidad aunque no
sea unitario.
Definición 3.2.9. Sea x : U Ñ S una carta de una superficie regular S; llamaremos campos vec-
toriales coordenados a xu :“ Bx Bx
Bu y xv :“ Bv (en general usaremos los nombres de las coordenadas
de x).
Observación 3.2.10. Los campos coordenados se suelen interpretar de dos maneras. Podemos
considerarlos como aplicaciones diferenciables xu , xv : U Ñ R3 , pero en ocasiones es preferible
verlas como aplicaciones xu ˝x´1 , xv ˝x´1 : xpU q Ñ R3 , es decir el espacio de partida es un abierto
de S y la aplicación asigna a cada punto de ese abierto un vector. Para no recargar la orientación
denotaremos a xu ˝ x´1 , xv ˝ x´1 como xu , xv ; el contexto nos indicará cuál de las dos opciones
estamos usando. En las superficies parametrizadas solo haremos esta identificación cuando dado
un elemento de la imagen de x los vectores coordenados no dependen de la preimagen.
En cada punto, el valor de los campos vectoriales coordenados son los vectores tangentes
a las curvas coordenadas definen dos vectores tangentes. Notemos que son las columnas de la
matriz Jac x|pu0 ,v0 q y son por tanto linealmente independientes en todo punto.
Esta aplicación es claramente C 8 pero no es inyectiva. Es claro que xpu ` 2kπ, v ` 2`πq “ xpu, vq
si pk, `q P Z2 . Es más, si xpu1 , v1 q “ xpu2 , v2 q, tomando la raíz cuadrada positiva de la suma
de los cuadrados de las dos primeras coordenadas, tenemos a ` b cos u1 “ a ` b cos u2 , lo que
combinando con la tercera coordenada nos da que u22π ´u1
P Z. De ahí tenemos que las razones
v2 ´v1
trigonométricas de v1 , v2 coinciden, por lo que 2π P Z. Es decir,
1
xpu1 , v1 q “ xpu2 , v2 q ðñ pu2 ´ u1 , v2 ´ v1 q P Z2 .
2π
Tenemos además,
¨ ˛
´b sen u cos v ´pa ` b cos uq sen v
Jac x|pu,vq “ ˝´b sen u sen v pa ` b cos uq cos v ‚.
˚ ‹
b cos u 0
54 3. INTRODUCCIÓN A LAS SUPERFICIES REGULARES
Como el rango es siempre 2, x es una superficie parametrizada. Sea T :“ xpR2 q. Vamos a ver
que es una superficie regular conexa y compacta. La conexión proviene de ser x continua y R2
conexo. Como T “ xpr0, 2πs2 q, entonces tenemos la compacidad. Sean
x1 :“ x|p0,2πq2 , x2 :“ x|p0,2πqˆp´π,πq , x3 :“ x|p´π,πqˆp0,2πq , x4 :“ x|p´π,πq2 .
Denotemos Uj los dominios de estas aplicaciones, j “ 1, . . . , 4. La unión de las imágenes de estas
aplicaciones también es T. Veamos que son cartas. El mismo argumento funcionará para cada
una, por lo que lo probaremos para x1 . Dado ε ą 0, tenemos que x1|rε,2π´εs2 es una aplicación
continua e inyectiva de un compacto en un Hausdorff, por lo que es un homeomorfismo sobre la
imagen. En particular, lo mismo ocurre para x1|pε,2π´εq2 . Además
Tzx1 pε, 2π ´ εq2 “ xpr0, 2πs ˆ r´ε, εsq Y xpr´ε, εs ˆ r0, 2πsq
es compacto, luego cerrado, es decir, x1 pε, 2π ´ εq2 es abierto en T. Como p0, 2πq2 es la unión
de esos abiertos, ε ą 0, concluimos que la inversa de x1 es continua.
x x x x
2π “ ´1 2π “0 2π “1 2π “2
y
2π “2
y
2π “1
x “ ´ε
y
2π “0
y “ ´ε
y
2π “ ´1
A priori, si p P T, no podemos definir xu,p , xv,p , ya que hay distintas preimágenes. Sin
embargo, al examinar la matriz jacobiana de x, vemos que es posible, ya que el resultado no
depende de la preimagen elegida.
De manera alternativa observa que la ecuación (3.3) cumple que
x2 ` y 2 “ pa ` b cos uq2 “ a2 ` 2ab cos u ` b2 ´ z 2 ðñ
x2 ` y 2 ` z 2 ´ pa2 ` b2 q “ 2ab cos u.
En particular verifican
px2 ` y 2 ` z 2 ´ pa2 ` b2 qq2 ` 4a2 z 2 ´ 4a2 b2 “ 0.
Si F : R3 Ñ R está definida como
(3.4) F px, y, zq :“ px2 ` y 2 ` z 2 ´ pa2 ` b2 qq2 ` 4a2 z 2 ´ 4a2 b2
entonces
T Ă tpx, y, zq P R3 | F px, y, zq “ 0u.
3.3. CONSTRUCCIONES DE SUPERFICIES 55
En §3.1 hemos presentado algunas superficies de manera informal. Vamos a estudiar parame-
trizaciones de algunas superficies especiales. Observemos que dada una superficie S le podemos
aplicar cualquier movimiento. Por ello, en las siguientes construcciones buscaremos las posiciones
más sencillas de dichas superficies en el espacio.
3.3.1. Planos. Vamos a considerar S : z “ 0. La parametrización más usual que vamos a usar
es x : R2 Ñ S dada por pu, vq ÞÑ pu, v, 0q. En este caso, xu “ p1, 0, 0q y xv “ p0, 1, 0q.
Pero muchas otras parametrizaciones son válidas. En particular vamos a considerar la pa-
rametrización en coordenadas polares. Esta parametrización no puede cubrir todo el plano,
pero es útil. Por una parte, podemos considerar para cualquier a P R, la aplicación xa :
p0, `8q ˆ pa, a ` 2πq Ñ S, pρ, θq ÞÑ pρ cos θ, ρ sen θ, 0q. También lo podemos ver como una
superficie parametrizada x : p0, `8q ˆ R Ñ Szt0u con la misma fórmula. Los vectores tangentes
de las curvas coordenadas son:
xρ “ pcos θ, sen θ, 0q, xθ “ p´ρ sen θ, ρ cos θ, 0q.
Observemos que aunque la parametrización no es inyectiva, los campos vectoriales coordendados
están bien definidos en cada punto de Szt0u.
PN
P
Figura 3.7
Proyectando desde otro punto (por ejemplo el polo sur), nos basta con dos cartas para cubrir
toda la esfera. Observemos que es imposible cubrirlo con una sola carta. Si así fuera, S2 sería
homeomorfa a un abierto no vacío U Ă R2 . Como S2 es cerrado y acotado en S3 , entonces, es
compacto, por lo que U también sería compacto, en particular, cerrado y acotado en R2 . El único
abierto-cerrado no vacío de R2 es el espacio total que no es compacto.
θP
ϕ
y
x
Terminamos este estudio de la esfera con las coordenadas esféricas (que están relacionadas
con los conceptos de longitud y latitud). Vienen dadas por
x : p0, 2πq ˆ p0, πq Ñ S2 , pϕ, θq ÞÑ psen θ cos ϕ, sen θ sen ϕ, cos θq.
3.3. CONSTRUCCIONES DE SUPERFICIES 57
Esta carta cubre S2 ztpx, y, zq P S2 | y “ 0, x ě 0u; si elegimos p´π, πq como intervalo para ϕ
cubrimos toda la esfera salvo los dos polos.
Ejercicio 3.2. Comprueba que las dos aplicaciones anteriores son homeomorfismos sobre la
imagen, en particular, son cartas. Encuentra otra carta que contenga ambos polos.
Hemos descrito las superficies cilíndricas cuyas generatrices son rectas verticales y están
parametrizadas por el arco. En general, una superficie regular es cilíndrica si es la unión de
segmentos de rectas con dirección fija. ¿Cómo podemos saber si una superficie es cilíndrica?
Supongamos que S “ xpU q, donde x es una carta y U es un abierto conexo de R2 . Entonces,
dados cualquier punto u P U , la dirección de la generatriz debe de estar en el subespacio vectorial
engendrado por xu puq, xv puq, por lo que esta dirección debe de ser uPU Rxxu puq, xv puqy. Si
Ş
Ejercicio 3.3. Demuestra que si la curva y define un homeomorfismo sobre la imagen, entonces
x define una superficie regular. Y demuestra que si la curva y es cerrada simple, entonces la
imagen de x es una superficie regular.
Ejemplo 3.3.4. Consideremos el cilindro no recto dado por xpu, vq “ pv ` cos u, v ` sen u, vq.
Tenemos
xu “ p´ sen u, cos u, 0q, xv “ p1, 1, 1q.
Es obvio que p1, 1, 1q es la dirección generatriz; consideremos la intersección de la superficie con
el plano x ` y ` z “ 0. Es una curva que podemos parametrizar como
1
γptq “p2 cos t ´ sen t, 2 sen t ´ cos t, ´ cos t ´ sen tq
3
de manera que xpu, vq “ γpuq ` v ¨ p1, 1, 1q.
3.3.5. Superficies cónicas. Para las superficies cónicas partimos de una curva regular y :
I Ñ S2 Ă R3 , que supondremos parametrizada por el arco. La superficie cónica (paramétrica)
asociada a y es
x : I ˆ p0, `8q Ñ R3 , pu, vq ÞÑ vypuq.
Los vectores tangentes coordenados son
Estas familias contienen los cilindros (elípticos, hiperbólicos, parabólicos) y los conos (elípticos
e hiperbólicos). Notemos que no es necesario coger una curva en la esfera, basta cualquier curva
58 3. INTRODUCCIÓN A LAS SUPERFICIES REGULARES
que no pase por el vértice, pero con las curvas esféricas se simplifican los cálculos al estar todos
los puntos de la curva a la misma distancia del vértice.
Ejercicio 3.5. Demuestra que la imagen de x es una superficie regular si se cumple alguna de
las dos hipótesis siguientes: y es un homeomorfismo sobre la imagen o es una curva cerrada
simple.
3.3.6. Superficies de revolución. Vamos a considerar las superficies de revolución con respecto
al eje Z. Fijemos una curva regular γ : I Ñ R3 tal que ypsq “ 0, xpsq ą 0, @s P I y γ es un
homeomorfismo sobre la imagen; para facilitar los cálculos suponemos que está parametrizada
por el arco. La superficie de revolución está dada por:
xu pu, vq “ px1 puq cos v, x1 puq sen v, z 1 puqq, xv pu, vq “ p´xpuq sen v, xpuq cos v, 0q
están bien definidos en los puntos de xpI ˆ Rq. También se puede aplicar a curvas cerradas y no
tiene por qué estar parametrizada por el arco. Tenemos así los toros de revolución:
Ejercicio 3.6. Demuestra que la imagen de x es una superficie regular si se cumple alguna de
las dos hipótesis siguientes: y es un homeomorfismo sobre la imagen o es una curva cerrada
simple.
y por otra
ˆ ? ˙
a2 ´ u2 ´ v 2
pu, vq ÞÑ u, v, ˘c .
a
3.3. CONSTRUCCIONES DE SUPERFICIES 59
3.3.8. Superficies regladas. Estas superficies son generalizaciones de las superficies cilíndricas
y cónicas. Tomemos una curva en R3 y asociemos a cada punto de la curva una recta que pase por
él, de manera que la recta móvil varíe diferenciablemente. La superficie helicoide es un ejemplo
sencillo. Consideremos una recta r (por ejemplo, el eje Z); fijamos en un punto p0 de ella (por
ejemplo 0) una recta r0 que sea ortogonal (por ejemplo, el eje X); según recorremos la recta una
longitud u hasta un punto pu , consideramos la recta ortogonal ru a r que pasa por pu y que ha
girado con respecto a r0 un ángulo u. Tenemos el helicoide
De esta igualdad, se deduce que existe una única r para la que δ 1 es ortogonal a d1 . Esta curva
es especial y se llama línea de estricción.
Para la helicoide podemos tomar γ, d : R Ñ R3 , donde γptq :“ p0, 0, tq y dptq :“ pcos t, sen t, 0q.
Observemos que γ define la línea de estricción.
Sea S una superficie regular y sea p P S. Consideremos las curvas γ cuya imagen está en S
y que pasan por p. Como solo nos interesa localmente, tomamos el conjunto
8
CS,p :“ tγ : p´ε, εq Ñ S | ε ą 0, γ P C 8 , γp0q “ pu.
Para usar una notación universal, llamaremos vector tangente a dichas curvas en p al vector
velocidad (como ya hemos hecho previamente). Denotamos el plano vectorial tangente a S en p
como:
Tp S :“ tγ 1 p0q | γ P CS,p
8
u Ă R3 .
S
γ γ 0 (0)
p
−ε 0 ε
Observación 3.4.1. Este conjunto comparte algunas propiedades de los planos vectoriales. Por
ejemplo, 0 P Tp S, ya que la curva γ : p´1, 1q Ñ S, γptq :“ p cumple que 0 “ γ 1 p0q P Tp S.
Es más, si v P Tp S y λ P R, entonces λv P Tp S. Observemos primero que
´ basta ¯probarlo para
ε ε
λ ‰ 0. Si γ : p´ε, εq Ñ S es una curva tal que γ 1 p0q “ v, entonces γ λ : ´ |λ| , |λ| Ñ S, donde
γ λ ptq :“ γ pλtq, se tiene que λv “ γ 1λ p0q P Tp S.
Vamos a justificar el nombre de plano vectorial. Sea x : U Ñ S una carta; supondremos que
p0, 0q P U y que xp0, 0q “ p.
Demostración. Para simplificar la notación, supongamos que p “ 0 y pu0 , v0 q “ p0, 0q. Dado
pα, βq P R2 , consideremos la curva C 8 en U dada por h : p´ε, εq Ñ U , hptq “ ptα, tβq (ε ą 0
8
está elegido para que h esté bien definida). Entonces, la curva γ “ x ˝ h P CS,p . Por tanto,
S
γ γ 0 (0)
p
−ε 0 ε
γ0
(0, 0)
Figura 3.11
contenida en V . Por tanto, la función F ˝ γ está bien definida y es idénticamente nula, por lo
que
0 “ pF ˝ γq1 p0q “ Jac F ppqpvq “ xgrad F ppq, vy.
Es decir, v P ker Jac F ppq “ Rxgrad F ppqyK y concluimos como antes.
En ocasiones nos referiremos al plano tangente afín a S en p, aquel paralelo al plano vectorial
que pasa por p.
Observación 3.4.6. En las dos versiones que tenemos del plano tangente a S en p es fácil dar
un vector perpendicular a Tp S. En la primera, este se obtiene tomando xu pu0 , v0 q ˆ xv pu0 , v0 q,
mientras que en la segunda, es grad F px0 , y0 , z0 q. Estos vectores pueden ser de norma variable,
pero los podemos normalizar para que sean unitarios. Un plano vectorial en R3 tiene dos vectores
normales unitarios.
Definición 3.4.7. Una superficie S, regular conexa, se dice bilateral si existe un campo vectorial
continuo N : S Ñ R3 , tal que Nppq es un vector unitario perpendicular a Tp S, @p P S que
llamaremos campo normal (´N es otro campo normal).
No toda superficie es bilateral, pero la siguiente definición sí es válida para cualquier super-
ficie.
Definición 3.4.8. Sea S una superficie regular conexa y sea p P S. La recta normal a S en p
es la recta afín que pasa por p y es ortogonal a Tp S.
es un campo normal.
grad F
(N3) Si S “ F ´1 p0q, podemos tomar }grad F } como campo normal; el opuesto se obtiene
considerando la función ´F .
(N4) Para la esfera S2 , la aplicación identidad es un campo normal. Es decir, los vectores
tangentes a un punto p P S2 son los vectores ortogonales a p.
3.4. CURVAS, PLANOS TANGENTES Y VECTORES TANGENTES 63
Ejemplo 3.4.10. No todas las superficies son bilaterales. Consideremos la superficie paramé-
trica x : R ˆ p´1, 1q Ñ R3 dada por
´ ´ u¯ ´ u¯ v u¯
pu, vq ÞÑ cospuq 1 ` v cos , senpuq 1 ` v cos , sen .
2 2 5 2
Es fácil ver que
$
&u ´ u “ 4kπ, v “ v
2 1 2 1 kPZo
xpu1 , v1 q “ xpu2 , v2 q ðù
%u2 ´ u1 “ 2p2k ` 1qπ, v2 “ ´v1 k P Z.
Veamos que la otra implicación también es cierta. Tomando la raíz cuadrada de la suma de los
cuadrados de las dos primeras coordenadas, y la tercera coordenada, tenemos que si xpu1 , v1 q “
xpu2 , v2 q, entonces
u1 u2 u1 u2
v1 cos “ v2 cos , v1 sen “ v2 sen ùñ |v1 | “ |v2 | .
2 2 2 2
Si v1 “ v2 “ 0, el resultado es inmediato. Supongamos ahora vi ‰ 0. Si v1 “ v2 (resp. v1 “ ´v2 ),
entonces u21 ´ u22 es un múltiplo par (resp. impar) de 2π, por lo que se sigue el resultado.
x x x x x
2π “ ´2 2π “ ´1 2π “0 2π “1 2π “2
Sea S la imagen de x; es un subconjunto conexo y es fácil ver que es una superficie cubierta
por las cartas x1 :“ x|p0,2πqˆp´1,1q y x2 :“ x|p´π,πqˆp´1,1q . Como hicimos en el Ejemplo 3.2.11,
estas dos aplicaciones son cartas. Consideremos el campo vectorial normal descrito en el Ejem-
plo 3.4.9(N1) asociado a cada superficie parametrizada. Para comprobar si esto define un campo
global, tenemos que comprobar si el valor depende solo del punto en la imagen, y no de los
parámetros. Observemos que xp0, 0q “ xp2π, 0q. Tenemos
xu p0, 0q “ p0, 1, 0q, xv p0, 0q “ p1, 1, 0q, xu p2π, 0q “ p0, 1, 0q, xv p2π, 0q “ p´1, 1, 0q.
Por tanto el vector normal asociado al parámetro p0, 0q es ´e3 mientras que el asociado a p2π, 0q
es e3 . Es decir, no podemos definir un campo normal N globalmente.
64 3. INTRODUCCIÓN A LAS SUPERFICIES REGULARES
Vamos a generalizar este caso a la situación siguiente. Sea U un abierto conexo (no vacío)
de R2 y sea x : U Ñ R3 una superficie parametrizada de forma que S :“ xpU q es una super-
ficie regular. Observemos para cualquier p P S, elegimos pu0 , v0 q P U tal que xpu0 , v0 q “ p y
podemos encontrar un entorno abierto V de pu0 , v0 q en U para el que la restricción x|V es un
homeomorfismo sobre la imagen y, en consecuencia, x|V : V Ñ S define una carta de S. Como
ejemplos de estas superficies tenemos la banda de Möbius del Ejemplo 3.4.10, o las superficies
de revolución.
Ejemplo 3.4.12. Vamos a ver un método para construir superficies compactas. Consideremos n
2
y2
circunferencias de radio 1 centradas en p2, 0q, . . . , p2n, 0q y la elipse de ecuación px´n´1q
pn`1q2 ` 4 “ 1.
Consideremos las funciones
n
ź
f : R2 Ñ R, f px, yq :“ p4px ´ n ´ 1q2 ` pn ` 1q2 y 2 ´ 4pn ` 1q2 q ppx ´ 2jq2 ` y 2 ´ 1q
j“1
y
F : R3 Ñ R, F px, y, zq :“ z 2 ` f px, yq.
es un problema grave, ya que el cálculo diferencial es local, solo depende de lo que pasa en un
entorno de cada punto. Sin embargo, hay otro problema más serio: en torno a cada punto, a priori
podemos hacer más de una identificación, por lo que el cálculo que hagamos podría depender de
la identificación realizada. Veamos un ejemplo.
¿Cómo podemos definir el concepto función C 8 sobre S? Sea f : S Ñ R una función (vamos
a pedir que al menos sea continua). Dado p P S, sabemos que existe un entorno abierto V de
p en R3 , un abierto U de R2 y un homeomorfismo sobre la imagen x : U Ñ R3 que es C 8 y
tal que xpU q “ V X S. Observemos que podemos considerar la función fx : U Ñ R dada por
fx pu, vq “ f pxpu, vqq y podríamos decir que f es C 8 en p si fx es C 8 . Para poder dar sentido a
esta definición, tenemos que garantizar que la respuesta no depende de la elección de x.
S ⊂ R3
x y
R2 ⊃ U1 U2 ⊂ R2
W
x|U12 y|U21
U12 ´1
U21
z“y|U ˝x|U12
21
es un difeomorfismo.
xpu, vq “ px1 pu, vq, y1 pu, vq, z1 pu, vqq, ypu, vq “ px2 pu, vq, y2 pu, vq, z2 pu, vqq,
consideremos la aplicación C 8 dada por las dos primeras coordenadas de y, es decir, ỹ : U21 Ñ R2
tal que ỹpu, vq “ px2 pu, vq, y2 pu, vqq.
Como la matriz jacobiana de ỹ está formada por las dos primeras filas de Jac y, podemos
aplicar el Teorema de la Función Inversa. Es decir, restringiendo eventualmente U21 a un abierto
más pequeño, que sigue conteniendo a pu1 , v1 q, podemos suponer que ỹ : U21 Ñ W Ă :“ ỹpU21 q Ă
R es un difeomorfismo, es decir, que ỹ
2 ´1 Ă 8
: W Ñ U21 es C . La proyección π : W Ñ W Ă,
πpx, y, zq :“ px, yq, es una biyección y encaja en el siguiente diagrama: Como tanto y|U21 :
U21 Ñ W como ỹ : U21 Ñ W Ă son biyecciones, entonces π “ ỹ ˝ y´1 : W Ñ W
Ă es una biyección.
|U21
Es inmediato ver que πpx, y, zq “ px, yq. Además,
´1
z “ y|U21
˝ x “ ỹ´1 ˝ π ˝ x|U12 .
W
Ă
π
ỹ
W
x|U12 y|U21
U12 z U21
Por tanto, z es diferenciable en pu0 , v0 q ya que se puede poner como como la composición ỹ´1 ˝
π ˝ x|U12 .
Como ya hemos hecho antes, podemos usar las cartas para definir objetos en sus dominios
y luego pasarlos a la superficie.
3.5. CAMBIOS DE CARTAS 67
Demostración. Tras una permutación de las coordenadas, podemos suponer que hay una carta y :
W Ñ S tal que p P im y, y además ypu, vq “ pu, v, f pu, vqq para alguna función f diferenciable.
Como la condición de diferenciabilidad es local, podemos suponer que γpIq Ă xpU q X ypW q.
Por tanto, γ 0 “ x´1 ˝ γ “ px´1 ˝ yq ˝ py´1 ˝ γq. La primera aplicación es diferenciable por el
Teorema 3.5.1 y la segunda porque sus componentes son las dos primeras de γ. Por tanto, γ 0
es C 8 .
Por tanto, la igualdad γ “ x ˝ γ 0 contiene solo aplicaciones diferenciables. Por la regla de
la cadena, tenemos
Jac γptq “ Jac
looomooon xpγ 0 ptqq ¨ looomooon
loooooomoooooon Jac γ 0 ptq,
3ˆ1 3ˆ2 2ˆ1
es decir, si γptq “ pxptq, yptq, zptqq y γ0 ptq “ puptq, vptqq, entonces
¨ ˛
x1 ptq ´
˜
¯ u1 ptq
¸
˚ 1 ‹
˝y ptq‚ “ xu pγptqq xv pγptqq .
1
v 1 ptq
z ptq
Ejemplo 3.5.3. En el Ejemplo 3.2.11 hemos cubierto el toro usando cuatro cartas. Veamos
algunos de los cambios de carta. Por ejemplo el de x4 y x1 . En primer lugar observemos que
x1 pp0, 2πq2 q X x4 pp´π, πq2 q “xpr0, 2πsˆt0uq Y xpt0u ˆ r0, 2πsqY
Tz looooooooooooooooomooooooooooooooooon
W14
2 4
U14 U14
3 1 1 3
U41 U14 “ U41 U14
4 2
U41 U41
y
x´1
4 pW14 q “ p0, πq2 Y loooooooomoooooooon
loomoon p0, πq ˆ p´π, 0q Y loooooooomoooooooon p´π, 0q2 .
p´π, 0q ˆ p0, πq Y looomooon
1
U41 2
U41 3
U41 4
U41
Entonces, z :“ x´1 ´1 ´1
4 ˝ x1 : x1 pW14 q Ñ x4 pW14 q viene definido por
$
1 1
’
’
’pu, vq P U41 si pu, vq P U14 ,
’
&pu, v ´ 2πq P U 2
’ 2
si pu, vq P U14 ,
41
zpu, vq “
3 3
’
’
’pu ´ 2π, vq P U41 si pu, vq P U14 ,
’
’ 4 4
pu ´ 2π, v ´ 2πq P U41 si pu, vq P U14 .
%
En particular,
˜ ¸
j 1 0
@pu, vq P U14 , Jac z|pu,vq “ ùñ det Jac z|pu,vq “ 1.
0 1
Ejemplo 3.5.4. Consideremos la banda de Möbius del Ejemplo 3.4.10. Veamos el cambio de
cartas z :“ x´1
2 ˝ x1 . Observemos que
Sz x1 pp0, 2πq ˆ p´1, 1qq X x2 pp´π, πq ˆ p´1, 1qq “ xpt0u ˆ p´1, 1qq Y xptπu ˆ p´1, 1qq.
looooooooooooooooooooooooooooomooooooooooooooooooooooooooooon
W
y
x´1 p0, πq ˆ p´1, 1q Y looooooooomooooooooon
2 pW q “ loooooooomoooooooon p´π, 0q ˆ p´1, 1q .
1
U21 2
U21
Y tenemos $
&pu, vq P U 1 1
si pu, vq P U12 ,
21
zpu, vq “
%pu ´ 2π, ´vq P U 2 2
si pu, vq P U12 .
21
En particular,
$¨ ˛
’
’ 1 0 1
si pu, vq P U12 ùñ det Jac z|pu,vq “ 1;
’
’˝ ‚
’
0 1
’
’
’
’
&
Jac z|pu,vq “
’
’ ¨ ˛
1 0
’
’
’ 2
si pu, vq P U12 ùñ det Jac z|pu,vq “ ´1.
’
’ ˝ ‚
’
% 0
’
´1
˜ ¸ ˜ ¸
2 2
2u 2v }u} ´ 1 2u }u} ´ 1
xpu, vq “ xpuq “ 2, 2, 2 “ 2, 2 .
1 ` }u} 1 ` }u} 1 ` }u} 1 ` }u} 1 ` }u}
3.5. CAMBIOS DE CARTAS 69
´ ¯
y
La proyección estereográfica desde el polo sur es πpx, y, zq “ x
1`z , 1`z y su inversa es y : R2 Ñ
S2 : ˜ ¸
2
2u 1 ´ }u}
ypuq “ 2, 2 .
1 ` }u} 1 ` }u}
Es claro que W :“ xpR2 q X ypR2 q “ S2 ztPN , PS u y que x´1 pW q “ y´1 pW q “ R2 zt0u. La
aplicación z :“ y´1 ˝ x : R2 zt0u Ñ R2 zt0u se define mediante
u
zpuq “ 2.
}u}
Observemos que
˜ ¸
1 v 2 ´ u2 ´2uv ´1
Jac z|pu,vq “ 2 , det Jac z|pu,vq “ ă 0.
pu ` v 2 q2 ´2uv u2 ´ v 2 pu2 ` v 2 q2
Ejercicio 3.8. Si identificamos R2 con C e identificamos la matriz jacobiana Jac Z|u con una
aplicación R-lineal C Ñ C, demuestra que es:
En particular,
xu,p ˆ xv,p “ det Jac z|pu1 ,v1 q yu,p ˆ yv,p .
Demostración. Observemos que si la base pxu,p xv,p q la vemos como la matrix 3 ˆ 2 cuyas
columnas son dichos vectores, en realidad tenemos Jac x|pu1 ,v1 q . De la misma manera, tenemos
pyu,p yv,p q “ Jac y|pu2 ,v2 q . Además, Zpu1 , v1 q “ pu2 , v2 q. En unos abiertos adecuados, tenemos
la igualdad x “ y ˝ z, por la definición de esta última. Por la regla de la cadena, tenemos
Ejemplo 3.5.7. Observemos que para el toro T podemos definir un campo normal unitario
N : T Ñ S2 de la manera siguiente. Nuestra intención es definirlo de manera que
xj ˆ xj v
N|xj pUj q “ ›› u › ˝ x´1
j .
xj u ˆ xj v ›
70 3. INTRODUCCIÓN A LAS SUPERFICIES REGULARES
Como la matriz jacobiana del cambio de base es la identidad las distintas definiciones coinciden.
Además como la unión de los cuatro abiertos es T, el campo está definido en todo el toro de
revolución.
Algo similar podemos hacer con la esfera S2 “ xpR2 q Y ypR2 q. Observemos que definir
N : S2 Ñ S2 mediante
xu ˆ xv yu ˆ yv
N|xpR2 q “ ˝ x´1 , N|ypR2 q “ ˝ y´1 ,
}xu ˆ xv } }yu ˆ yv }
no es posible ya que en este caso, al ser el determinante del jacobiano del cambio de cartas
negativo, las dos definiciones no coinciden en la intersección. Sin embargo, el problema tiene
fácil arreglo, basta cambiar uno de los dos signos.
Sin embargo, si utilizamos el mismo procedimiento para la banda de Möbius, este no funciona.
En este caso las imágenes de las dos cartas tienen intersección no conexa (como ya pasaba con
el toro) pero al ser de signo distinto, no es posible definir un campo normal unitario.
De manera general, podemos actuar así. Sea S una superficie regular para la que tenemos
una familia de cartas txi : Ui Ñ SuiPI , de manera que si Wi :“ xi pUi q (abierto de S), se tiene
Ť
que S “ iPI Wi . Dado i P I, definimos la aplicación continua
xiu ˆ xiv
Ni : Wi Ñ S2 , Ni :“ ˝ x´1
i .
}xiu ˆ xiv }
Observemos que si p P Wi X Wj , entonces Ni ppq “ ˘Nj ppq y el signo depende del determinante
de la matriz jacobiana del cambio de base evaluada en x´1
i ppq. El signo de un cambio de cartas
en un punto es el signo de ese determinante.
Definición 4.1.1. Sea S una superficie en R3 y sea f : S Ñ R una función. Diremos que f es
C 8 si @p P S, existe una carta x : U Ñ S, tal que p P im x, y la función fx :“ f ˝ x : U Ñ R
es C 8 .
Ejercicio 4.1. En la definición anterior existe una carta dots se puede reemplazar con para
toda carta . . . (usando el Teorema 3.5.1).
Corolario 4.1.2. Sea f : V Ñ R una función C 8 y sea S Ă V una superficie regular. Entonces,
f|S es C 8 .
Ejemplo 4.1.3. Los primeros ejemplos de funciones diferenciables son las funciones altura,
distancia y energía. Dada S Ă R3 , una función altura es la restricción a S de la función px, y, zq ÞÑ
z (más generalmente, de cualquier función afín). Si p R S, la función dp : S Ñ R, u ÞÑ d2 pp, uq
es diferenciable; sin restricción sobre p, la función Ep : S Ñ R, u ÞÑ d2 pp, uq2 también lo es.
a a
f px, y, zq “ z, gppq “ gpx, y, zq “ dpp, p0, 0, 1qq “ x2 ` y 2 ` pz ´ 1q2 “ 2p1 ´ zq,
a ?
hppq “ gppq2 , `ppq “ `px, y, zq “ dpp, p0, 0, 2qq “ x2 ` y 2 ` pz ´ 2q2 “ 5 ´ 4z.
Estas funciones se pueden expresar en las diferentes cartas que cubren la esfera para comprobar
que todas salvo g son C 8 .
Demostración. Para comprobar que la definición es correcta debemos demostrar que la expresión
de dfp puq no depende de la curva γ elegida, además del caracter lineal. Supongamos que p “
px0 , y0 , z0 q y u “ pa, b, cq. Tras una eventual permutación de las coordenadas, suponemos que
existe una función diferenciable F : U0 Ñ R, U0 Ă R2 abierto, y un abierto V Ă R3 que contiene
a p de manera que px0 , y0 q P U0 y
En particular
BF BF
z0 “ F px0 , y0 q, c“a px0 , y0 q ` b px0 , y0 q
Bx By
ya que los vectores
ˆ ˙ ˆ ˙
BF BF
yu,p “ 1, 0, px0 , y0 q , yv,p “ 0, 1, px0 , y0 q
Bx By
forman una base de Tp S.
Sea γ : I Ñ S una curva como la del enunciado con γptq “ pxptq, yptq, zptqq (podemos
suponer que γpIq Ă ypU0 q); observemos que zptq “ F pxptq, yptqq. Sabemos que
de la diferencial en xpu, vq es
´ ¯
4u 4v
pu2 `v 2 `1q2 pu2 `v 2 `1q2 .
Definición 4.1.7. Sea f : S Ñ R una función C 8 de una superficie regular S. Diremos que
p P S es un punto crítico de f si dfp ” 0. Si p es un punto crítico de f , diremos que f ppq es un
valor crítico de f .
4.1. FUNCIONES Y APLICACIONES DIFERENCIABLES 73
Es fácil ver T :“ xpR2 q es una superficie regular que podemos cubrir con cuatro cartas (restric-
ciones de x). Por tanto podemos trabajar con la superficie parametrizada x para encontrar los
puntos críticos de una función.
Sea f : T Ñ R dada por f px, y, zq “ z. Vemos que f es C 8 porque fx pu, vq “ sen u, por
lo que los puntos críticos son de la forma p4x, 4y, ˘1q, con x2 ` y 2 “ 1, es decir los máximos y
mínimos de f . Los valores criticos son ˘1.
Consideremos ahora g : T Ñ R dada por gpx, y, zq :“ x y examinemos los puntos y valores
críticos. Tenemos gx pu, vq “ p4 ` cos uq cos v y
´ ¯
Jac gx pu, vq “ ´ sen u cos v ´p4 ` cos uq sin v .
Necesitamos tener sen u “ sen v “ 0, lo que nos da cuatro puntos puntos críticos:
f g
También podemos usar el Teorema 3.5.1 para definir aplicaciones diferenciables entre super-
ficies.
74 4. APLICACIONES DIFERENCIABLES Y PRIMERA FORMA FUNDAMENTAL
S ⊂ R3
F (x1 (U1 ))
F
x1 (U1 ) x2 (U2 )
x1 x2
Fx2 ,x1
R2 ⊃ U1 U2 ⊂ R2
Demostración. Para (1), basta tomar como carta y una de la forma pu, vq ÞÑ pu, v, hpu, vqq, h
función C 8 (tras una eventual permutación de coordenadas).
Ejemplo 4.1.13. Sea S una superficie bilateral. Un campo vectorial normal N se puede inter-
pretar como una aplicación N : S Ñ S2 . Sea p P S; por definición, Tp S “ pRxNppqyqK . Por otra
parte, TNppq S2 “ pRxNppqyqK . Es decir, Tp S “ TNppq S2 .
es decir pF ˝ γq1 p0q “ c x1u pu1 , v1 q ` d x2v pu1 , v1 q, que solo depende del vector pa, bq y de la
matriz Jac Fx2 ,x1 pu0 , v0 q. Es más, dFp es lineal y su matriz en las bases de las cartas x1 , x2 es
la matriz Jac Fx2 ,x1 pu0 , v0 q.
df3|p puq
Observación 4.1.18. Si identificamos R2 con el plano z “ 0, tenemos que cualquier carta de una
superficie regular define un difeomorfismo entre un abierto del plano y un abierto de la superficie.
76 4. APLICACIONES DIFERENCIABLES Y PRIMERA FORMA FUNDAMENTAL
Ejemplo 4.1.22. El Ejemplo anterior tiene una consecuencia teóricamente útil. Supongamos
que estamos en la situación (1)(a) del Teorema 4.1.20 y que V1 es la imagen de una carta:
F
V1 V2
x y:“F ˝x
1U
U U
Según acabamos de ver, y es una carta, y en ella la aplicación F se expresa de manera simple.
Observación 4.1.23. Hemos utilizado repetidamente que tras una permutación de variables po-
demos considerar que cualquier superficie regular es, en el entorno de cualquier punto, la gráfica
de una función. ¿Cómo podemos detectar con respecto a qué variables? Sea S una superficie
4.2. PRIMERA FORMA FUNDAMENTAL 77
Ejemplo 4.1.24. Veamos cómo podemos aplicar los resultados anteriores. Supongamos que S1 y
S2 son dos superficies regulares y que p P S1 XS2 . Decimos que S1 , S2 se cortan transversalmente
en p, en notación S1 &p S2 si Tp S1 ` Tp S2 “ R3 (equivalentemente, Tp S1 ‰ Tp S2 ). Entonces, en
un entorno de p es posible parametrizar S1 X S2 como una curva regular.
Para verlo, vamos a poner S1 , S2 en buena posición. Con un movimiento del plano, podemos
suponer que p “ 0 y que Tp S1 “ tz “ 0u. En particular, restrigiéndonos a un entorno de p,
podemos suponer que S1 es la gráfica de una función, y por tanto que S1 es difeormorfa en el
ambiente a z “ 0. Por tanto, suponemos que para un entorno abierto V de p en R3 , S1 X V
es un abierto de z “ 0. En cuanto a S2 , sabemos que Tp S2 ‰ tz “ 0u, por lo que su vector
normal tendrá coordenadas no nulas en x o y. Supongamos que es en x (si no, permutamos las
variables). Entonces S2 X V se expresa localmente como la gráfica de una función x “ f py, zq.
Entonces S1 X S2 X V “ tpx, y, 0q P V | x “ f py, 0qu, que se puede parametrizar como una curva
regular.
Sea S una superficie regular. Hasta ahora nos hemos ocupado de la diferenciabilidad, pero
a partir de este momento, la geometría entra en juego. Para ello, necesitamos instrumentos de
medida. En Rn , el principal instrumento de medida que tenemos es el producto escalar, que
nos permite medir distancias y ángulos. En R3 consideramos el producto escalar estándar, que
denotamos x‚, ‚y. Recordemos que la restricción de un producto escalar a un subespacio también
es un producto escalar.
A :“ pxvi , vj yq1ďi,jďn ,
que resulta ser una matriz simétrica definida positiva. Esta matriz determina el producto escalar
como sigue. Si v, w P V , sean X, Y P Rn los vectores (columna) que representan respectivamente
las coordenadas de v, w en la base. Entonces,
xv, wy “ tXAY.
En particular, para la carta x, la primera forma fundamental viene determinada por la matriz
de funciones
˜ ¸
xxu , xu y xxu , xv y
Ix pu, vq “ Ix ppq “ .
xxv , xu y xxv , xv y
pu,vq
Ejemplo 4.2.2. El primer ejemplo de superficie con el que trabajamos es el plano π de ecuación
z “ 0, donde la carta es x : R2 Ñ π, pu, vq ÞÑ pu, v, 0q. Observemos que en este caso xu ” e1 ,
xv ” e2 y la primera forma fundamental está determinada por la matriz identidad, @p P S, es
decir, E ” G ” 1 y F ” 0. De manera más general, si π es un plano que pasa por un punto p0
con vectores direccionales u, v, tenemos definida una carta xpu, vq :“ p0 ` uu ` vv y xu ” u,
xv ” v. En este caso la matriz de I es constante (aunque no necesariamente la identidad, salvo
si la base es ortonormal).
Ejemplo 4.2.3. Consideremos las coordenadas polares pρ, θq ÞÑ pρ cos θ, ρ sen θ, 0q. En este caso,
¨ ˛ ¨ ˛
cos θ ´ρ sen θ ˜ ¸
1 0
xρ “ ˝sen θ‚, xθ “ ˝ ρ cos θ ‚, Ix “ .
˚ ‹ ˚ ‹
0 ρ2
0 0
La matriz cambia porque aunque la superficie es un abierto de π, la base en cada espacio tangente
ha cambiado.
No es difícil reparametrizar el cono para que la matriz Ix coincida con la del Ejemplo 4.2.3. En
? `
2
? ? ˘
efecto tomemos una superficie parametrizada y tal que pρ, θq ÞÑ 2 ρ cos 2θ, ρ sen 2θ, ρ .
Con estas cartas se produce el siguiente diagrama con dos cartas (del plano y del cono) que
tienen las mismas matrices para la forma fundamental:
R2
z
?
p0, 8q ˆ p0, 2πq
y
?
2π
Definición 4.2.8. Una carta x : U Ñ S es ortogonal si las curvas coordenadas son siempre
ortogonales, es decir, si F ” 0. Un carta es conforme si la matriz de Ip es escalar @p P xpU q (es
decir, un múltiplo de la identidad).
con 0 ă b ă a. Tenemos
¨ ˛ ¨ ˛
´b sen u cos v ´pa ` b cos uq sen v ˜ ¸
b2 0
xu “ ˝´b sen u sen v ‚, xv “ ˝ pa ` b cos uq cos v ‚, Ix “ .
˚ ‹ ˚ ‹
0 pa ` b cos uq2
b cos u 0
4.2.11. Longitudes y ángulos. La primera forma fundamental sirve para calcular longitudes
y ángulos en superficies. Sea x : U Ñ S una carta de una superficie y sean E, F, G : U Ñ R los
coeficientes de la primera forma fundamental en esta carta. Así, si γ u : I Ñ S, γ v : J Ñ S son
las curva coordenadas por p :“ xpu0 , v0 q, γ u ptq “ xpt, v0 q y γ v ptq “ xpu0 , tq, entonces
ż a ż a
Lpγ u q “ Ept, v0 qdt, Lpγ v q “ Gpu0 , tqdt.
I J
Si tenemos una curva γ : ra, bs Ñ S tal que γptq “ xpuptq, vptqq, entonces
es decir,
› 1 ›2
›γ ptq› “u1 ptq2 Epuptq, vptqq ` 2u1 ptqv 1 ptqF puptq, vptqq ` v 1 ptq2 Gpuptq, vptqq.
82 4. APLICACIONES DIFERENCIABLES Y PRIMERA FORMA FUNDAMENTAL
y no es descabellado afirmar, que este cálculo es más sencillo que el cálculo directo.
Figura 4.8
Ejemplo 4.2.12. Calculemos las longitudes de curvas en la esfera con la notación del Ejem-
plo 4.2.7 donde
xpθ, ϕq “ psen θ cos ϕ, sen θ sen ϕ, cos θq.
´ ? ? ¯ ´? ? ¯
Consideremos los puntos p “ ´2 2 , 0, ´ 22 “ x ´ π4 , ´ π2 y q “ 22 , 0, ´ 22 “ x ´ π4 , π2 .
` ˘ ` ˘
Estos dos puntos están en el mismo paralelo. La curva γ 1 : ´ π2 , π2 Ñ S2 dada por γ 1 ptq “
“ ‰
ˇ ` ˘ˇ ?
x ´ π4 , t une los puntos p, q en el paralelo; como γ 11 ptq “ xϕ,γ 1 ptq que es de norma ˇsen π4 ˇ “ 22
` ˘
?
se tiene Lpγ 1 q “ 22π .
Se encuentran también en un meridiano parametrizado usando la carta
u2 ` v 2 ´ 1
ˆ ˙
2u 2v
ypu, vq “ , ,
u2 ` v 2 ` 1 u2 ` v 2 ` 1 u2 ` v 2 ` 1
? ?
con la que definimos la curva γ 2 : 1 ´ 2, 2 ´ 1 Ñ S2 , γ 2 ptq “ ypt, 0q. Es decir, γ 12 ptq “
“ ‰
4.2.13. Superficies cilíndricas. Sea π un plano afín y sea γ : I Ñ π Ă R3 una curva regular
(parametrizada por el arco) y sea v P R3 un vector unitario ortogonal a π. Consideremos la
4.2. PRIMERA FORMA FUNDAMENTAL 83
p γ1 q
γ2
carta (parametrizada) x : I ˆ R Ñ R3 dada por xpu, vq “ γpuq ` vv. Para esta carta los campos
coordenados son
xu “ tpuq, xv “ v.
Por construcción, tpuq está en el plano vectorial asociado a π, por lo que tpuq K v. Es decir, la
matriz Ix es la matriz identidad, es decir, la que tiene R2 para la carta identidad con coordenadas
cartesianas.
xu “ γpvq, xv “ utpvq.
Es la matriz que tiene R2 zt0u para la carta definida por las coordenadas polares.
4.2.16. Superficies regladas. Sea γ : I Ñ R3 una curva regular (parametrizada por el arco)
y sea d : I Ñ S2 la curva de direcciones. Consideremos la carta (parametrizada) x : I ˆ R Ñ R3
dada por xpu, vq “ γpuq ` vdpuq. Para esta carta los campos coordenados son
Se tiene ˜ ¸
2
1 ` 2vxtpuq, d1 puqy ` v 2 }d1 puq} xtpuq, dpuqy
Ix “ .
xtpuq, dpuqy 1
84 4. APLICACIONES DIFERENCIABLES Y PRIMERA FORMA FUNDAMENTAL
4.2.17. Álgebra lineal de los productos escalares. Sea V un R-espacio vectorial de dimen-
sión 2 con un producto escalar x‚, ‚y. Sea pv1 , v2 q una base de V y sea A la matriz del producto
escalar en esta base. Supongamos ahora que pw1 , w2 q es otra base de la misma orientación que la
anterior, cuya matriz para el producto escalar B. Sea P la matriz de cambio de base (det P ą 0),
´ ¯ ´ ¯
(4.2) v1 v2 “ w1 w2 P
Sean v, w P V . Entonces,
´ ¯ ´ ¯ ´ ¯ ´ ¯
v “ v1 v2 X “ w1 w2 P X, w “ v1 v2 Y “ w1 w2 P Y,
(4.3)
xv, wy “ tXAY “ tpP XqBpP Y q “ tXptP BP qY ñ A “ tP BP ñ det A “ pdet P q2 det B.
Vamos a terminar esta sección calculando áreas de superficies. Necesitamos algunas defini-
ciones previas.
Demostración. Sea y : W Ñ S (con coordenadas pt, wq) otra carta que cumple las condiciones
de la Definición 4.2.19 y que supondremos con la misma orientación. Podemos suponer que
xpU q “ ypW q. Denotemos A1 :“ x´1 pAq, A2 :“ y´1 pAq y z :“ y´1 ˝ x : U Ñ W . Esta
aplicación se expresa como zpu, vq “ ptpu, vq, wpu, vqq.
Sea p P xpU q. Entonces p “ xpu0 , v0 q “ ypt0 , w0 q y zpu0 , v0 q “ pt0 , w0 q. Tenemos y ˝ z “ x.
Por tanto,
Las columnas de la matriz Jac x son los vectores xu , xv mientras que las columnas de la matriz
Jac y son los vectores yt , yw , es decir, como hemos visto en la Proposición 3.5.6 Jac z es la matriz
de cambio de base y (4.4) equivale a (4.2).
Sean Ix , Iy las matrices de la primera forma fundamental en estas bases. Se tiene
2 2
}xu ˆ xv } “ det Ix , }yt ˆ yw } “ det Iy , det Ix “ det Iy pdet Jac zq2 .
Es decir, }xu ˆ xv } “ }yt ˆ yw } det Jac z y aplicando el Teorema del cambio de variable,
żż żż
}yt ˆ yw }pt,wq dtdw“ }yt ˆ yw }pt,wq dtdw
A2 zpA1 q
żż żż
“ }yt ˆ yw }zpu,vq det Jac zpu,vq dudv “ }xu ˆ xv }pu,vq dudv
A1 A1
Definición 4.2.21. El área de una región A Ă S se define como la suma de las áreas de las
regiones elementales de cualquier descomposición de A como en la Definición 4.2.19.
Observación 4.2.22. Omitimos por ser demasiado técnica la demostración de que el área de
una región es independiente de la descomposición elegida. Se deducirá de lo que se verá en la
asignatura Integral de Lebesgue.
Ejemplo 4.2.23. Calculemos el área del hemisferio sur Hs de S2 , que es una región elemental
ya que es la imagen del disco D :“ tpu, vq P R2 | u2 ` v 2 ď 1u por la inversa de la aplicación
estereográfica. Entonces,
żż ż 2π ż 1 1
4dudv 4ρ dρ ´4π
ApHs q “ 2 ` v 2 q2
“ dθ 2 q2
“ 2
“ 2π ñ ApS2 q “ 4π.
D p1 ` u 0 0 p1 ` ρ 1 ` ρ 0
Ejemplo 4.2.24. Vamos a considerar otras dos cartas en la esfera. La primera es la base del
mapa de Mercator (mapa conforme) y la definimos como
1
mpu, vq :“ pcos u, sen u, senh vq .
coshpvq
La segunda es la base de los mapas que preservan áreas (como los de Lambert o Gall-Peters):
1 ´a 2 a ¯
ppu, vq :“ a ´ v 2 cos au, a2 ´ v 2 sen au, v .
a
En el primer caso tenemos
¨ ˛ ¨ ˛
´ sen u ´ senh v cos u ˜ ¸
1 1 1 1 0
mu “ ˝ cos u ‚, mv “ ˝´ senh v sen u‚, Im “
˚ ‹ ˚ ‹
coshpvq coshpvq2 cosh2 v 0 1
0 1
86 4. APLICACIONES DIFERENCIABLES Y PRIMERA FORMA FUNDAMENTAL
y en el segundo
¨ ˛ ¨ ˛
´ sen au ´v cos au ˜ ¸
a 1 a2 ´ v 2 0
pu “ a2 ´ v 2 ˝ cos au ‚, pv “ ? ˝´v sen au‚, Ip “ .
˚ ‹ ˚ ‹
1
a a2 ´ v 2 ? 2 0 a2 ´v 2
0 a ´ v2
La primera carta es conforme, por lo que está bien adaptada a ángulos y formas, mientras que
la segunda carta preserva áreas.
Figura 4.10
Tomamos el mismo toro de revolución que en la Figura 4.8b pero con la parametrización
isoterma. Consideramos dos curvas cerradas en ese toro, que se cortan en cuatro puntos, en todos
ellos con el mismo ángulo.
La Definición 3.4.7 nos dice que una superficie S regular es bilateral si admite un campo
vectorial normal unitario continuo, es decir una aplicación N : S Ñ S2 tal que Tp S “ RxNppqyK ,
@p P S. Recordemos que si S es bilateral tiene dos campos normales, opuestos entre sí. De hecho,
podemos decir algo más de esta aplicación.
U
Como en la Proposición 3.4.11, es fácil ver que
xu pu, vq ˆ xv pu, vq
Nx pu, vq “ ˘
}xu pu, vq ˆ xv pu, vq}
y el signo siempre es el mismo. En efecto, tanto Nx como }xxuu ˆx
ˆxv } son continuas y la norma de
v
Definición 4.3.2. Sea S una superficie regular y sea x : U Ñ S una carta. La orientación Ox de
x es la asignación a Txpu,vq S de la orientación Ox pu, vq de la base ordenada pxu pu, vq, xv pu, vqq.
Si p “ xpu, vq, escribiremos Ox pu, vq “ Ox ppq.
Definición 4.3.3. Sea S una superficie regular. Diremos que S es orientable si es posible asignar
a cada p P S una orientación Oppq de manera que para toda carta x : U Ñ S, U Ă R2 abierto
conexo, O|xpU q “ ˘Ox .
Una superficie orientable S es orientada si se fija una orientación O. En una superficie
orientada S una carta es positiva (resp. negativa) si O|xpU q “ Ox (resp. O|xpU q “ ´Ox ).
Lema 4.3.4. Una superficie es orientable si y solo si hay una familia de cartas txi : Ui Ñ SuiPI
Ť
tal que S “ iPI xi pUi q y los cambios de carta tienen jacobiano positivo.
Observación 4.3.5. Para este lema y para los siguientes resultados, vamos a usar la Proposi-
ción 3.5.6. La matriz de cambio de base de las bases asociadas a dos cartas es la matriz jaco-
biana del cambio de cartas. Por tanto, dichas bases están en la misma orientación si y solo si el
jacobiano correspondiente es positivo.
Demostración. Empecemos por ñq. Dado p P S, para cualquier carta xi tal que p P xi pUi q,
la orientación Oxi ppq es la misma. Definimos dicha orientación como Oppq. Fijemos una carta
x : U Ñ S. Consideremos la aplicación
εx
U t˘1u
Opxpu,vqq
pu, vq Ox pu,vq .
Basta que veamos que esta aplicación en es continua. Dado i P I, denotemos zi el cambio de
cartas de x y xi . Consideremos la aplicación diferenciable (luego, continua)
Esta aplicación coincide con la restricción de εx , por lo que es constante, es decir `1 o ´1.
Sigamos con ðq. Fijemos una orientación O de la definición. Sea p P S y sea x : U Ñ S una
carta, pu0 , v0 q P U tal que xpu0 , v0 q “ p. Si Oppq “ Ox ppq, llamamos xp a x. Si no, sea U: “
tpu, vq P R2 | p´u, vq P U u, abierto de R2 , y sea y : UÑ S dada por ypu, vq :“ xp´u, vq. Es claro
que y es una carta, p P ypU´ q y Oppq “ Oy ppq. Llamamos xp a y. La familia txp upPS cumple
que las imágenes de las cartas de la familia cubren S y por la condición de las orientaciones, los
jacobianos son positivos.
Teorema 4.3.6. Una superficie regular S es orientable si y solo si es bilateral. Cada campo vec-
torial normal unitario determina una orientación. Si N : S Ñ S2 es un campo vectorial normal
4.3. ORIENTACIONES DE UNA SUPERFICIE REGULAR 89
Demostración. Si la superficie es orientable, tomamos la familia del Lema 4.3.4, con la que
podemos construir N : S Ñ R3 continua tal que
xu ˆ xv
Nx “
}xu ˆ xv }
usando que las imágenes cubren y que los jacobianos son positivos.
Si S es bilateral, usando las técnicas de la demostración del Lema 4.3.4, construimos la
familia de cartas apropiada.
Ejemplo 4.3.7. Gracias al Lema 4.3.4, podemos dar varios ejemplos de superficies orientables.
(Or1) Supongamos que la superficie regular S es exactamente la imagen de una carta. Entonces,
cumple trivialmente la condición del Lema 4.3.4 y es orientable.
V
x1 pU1 q x2 pU2 q
x1 x2
R Ą U1
2
U2 Ă R2
Figura 4.11
(Or2) Sea S una superficie orientable para la que hay dos cartas xi : Ui Ñ S, i “ 1, 2,
tales que S “ x1 pU1 q Y x2 pU2 q y V :“ x1 pU1 q X x2 pU2 q es conexo. Veamos que S es
orientable. Si z : x´1 ´1
1 pV q Ñ x2 pV q es el cambio de cartas, consideremos la función
es positiva o negativa. En el primer caso ya estamos en las hipótesis del Lema 4.3.4. En
el segundo, sea Ũ2 :“ tpu, vq P R2 | pv, uq P U2 u, abierto de R2 , y sea x̃2 : Ũ2 Ñ S dada
por x̃2 pu, vq :“ x2 pv, uq. Es inmediato ver que x̃2 es una carta y que x̃2 pŨ2 q “ x2 pU2 q,
y que el cambio de cartas con x1 tiene jacobiano positivo, por lo que también en este
caso concluimos que S es orientable.
(Or3) Sea S una superficie orientable para la que hay dos cartas xi : Ui Ñ S, i “ 1, 2,
tales que S “ x1 pU1 q Y x2 pU2 q y V1 Y V2 “ x1 pU1 q X x2 pU2 q es la descomposición
en componentes conexas. Tomando z como antes, consideremos las funciones hi :“
1 pVi q Ñ R que son positivas o negativas. Si ambas son simultáneamente
det Jac z| : x´1 ˚
positivas o negativas, concluimos como antes que S es orientable. Si los signos cambian,
veremos en un problema que S no es orientable.
90 4. APLICACIONES DIFERENCIABLES Y PRIMERA FORMA FUNDAMENTAL
V1
x1 pU1 q x2 pU2 q
V2
x1 x2
R2 Ą U1 z|x´1 pV1 q U2 Ă R2
1
z|x´1 pV2 q
1
Figura 4.12
En este tema vamos a introducir conceptos geométricos asociados a las superficies regulares
que completan la primera forma fundamental.
Durante este tema, trabajaremos salvo mención explícita de lo contrario con superficies
regulares conexas orientadas. y solo usaremos cartas positivas.
Al campo vectorial normal fijado N se le llama aplicación de Gauss. Recordemos una de sus
propiedades importantes es que la diferencial es en cada punto un endomorfismo. En efecto, sea
p P S. Entonces dNp es un aplicación lineal entre Tp S y TNppq S2 , pero se tiene:
Tp S “ pRxNppqyq “ TNppq S2 .
K
Demostración. Como nSγ ptq K NSγ ptq, entonces nSγ ptq P Tγptq S; además nSγ ptq K tγ ptq. Como
es el producto vectorial de dos vectores ortogonales unitarios, entonces es unitario. Por tanto,
ptγ ptq, nSγ ptqq es una base ortonormal de Tγptq S.
Como pNSγ ptq, tγ ptq, nSγ ptqq es una base positiva de R3 , también lo es ptγ ptq, nSγ ptq, NSγ ptqq,
por lo que se tiene el resultado.
La función θptq es una determinación del ángulo entre nSγ ptq y nγ ptq.
Demostración. Como ptγ ptq, nSγ ptq, NSγ ptqq es una base ortonormal de R3 y tγ K nγ , tenemos la
igualdad
nγ ptq “ xnγ ptq, nSγ ptqy nSγ ptq ` xnγ ptq, NSγ ptqy NSγ ptq,
91
92 5. SEGUNDA FORMA FUNDAMENTAL Y CAMPOS VECTORIALES
por lo que
F
I S1
t pxnγ ptq, nSγ ptqy, xnγ ptq, NSγ ptqyq
es una aplicación diferenciable. Por la Proposición 1.6.2, deducimos la existencia y diferenciabi-
lidad de la función θ que además refleja el ángulo del enunciado.
Usamos la igualdad de este lema y la analogía con la definición de curvatura para definir
dos curvaturas asociadas a la superficie.
Definición 5.1.3. Con las notaciones anteriores, la curvatura geodésica de γ se define como
κSγ,g ptq “ κγ ptq cos θptq “ κγ ptqxnγ ptq, nSγ ptqy,
mientras que la curvatura normal de γ se define como
κSγ,n ptq “ κγ ptq sen θptq “ κγ ptqxnγ ptq, NSγ ptqy.
Observación 5.1.4. Las curvaturas geodésica y normal se han definido solo si κγ ‰ 0; extendemos
la definición al caso en el que la curvatura se anule, definiendo ambas curvaturas como nulas.
Con estas condiciones, κSγ,g ptq2 ` κSγ,n ptq2 “ κγ ptq2 .
0 0 1
1
Además, κγ ptq “ cos α . Fijamos la orientación inducida al tomar N “ 1S2 . Es decir,
¨ ˛
´ sen α cos cost α
nSγ ptq “ ˝´ sen α sen cost α ‚.
˚ ‹
cos α
Así,
κSγ,g “ κγ xnSγ , nγ y “ tg α, κSγ,n “ κγ xNSγ , nγ y “ ´1.
El caso α “ 0 corresponde al ecuador, en el que la curvatura geodésica es idénticamente nula.
no es una carta, pero como las curvas coordenadas en u son periódicas, los vectores xu , xv dan
los mismo valores si sumamos a u un múltiplo entero de 2π.
Consideremos la curva γ : R Ñ S, γptq “ xpt, v0 q, para un valor fijo de v0 P I. Se trata de una
circunferencia plana de radio xpv0 q “: r0 . En este caso, el vector tangente tγ ptq “ }xxuu pt,v pt,v0 q
0 q}
“
p´ sen t, cos t, 0q, el vector normal es nγ ptq “ ´pcos t, sen t, 0q y la curvatura es constante igual
a r0´1 ya que es una circunferencia de radio r0 . Por otra parte, teniendo en cuenta cómo son los
vectores coordenados, el vector normal a la superficie es
¨ ˛
y 1 pv0 q cos t
xu pt, v0 q ˆ xv pt, v0 q
NSγ ptq “ “ tγ ptq ˆ xv pt, v0 q “ ˝y 1 pv0 q sen t‚.
˚ ‹
}xu pt, v0 q ˆ xv pt, v0 q}
´x1 pv0 q
Por tanto,
nSγ ptq “ NSγ ptq ˆ tγ ptq “ xv pt, v0 q ùñ nγ ptq “ ´x1 pv0 qnSγ ptq ´ y 1 pv0 qNSγ ptq.
Es decir,
x1 pv0 q y 1 pv0 q
κSγ,g ptq “ xnγ ptq, nSγ ptqyκγ ptq “ ´ , κSγ,n ptq “ xnγ ptq, NSγ ptqyκγ ptq “ ´ .
xpv0 q xpv0 q
Si tomamos ahora δ : I Ñ R3 dada por δptq “ xpu0 , tq para un valor fijo u0 P R, entonces
tδ ptq “ xv pu0 , tq. Por tanto, nSδ ptq “ ´ }xxuu pu
pu0 ,tq
0 ,tq}
. No es difícil ver que nSδ ptq es ortogonal a nδ ptq,
por lo que κSδ,g ptq ” 0.
Proposición 5.1.7. Con las notaciones anteriores κSγ,n ptq “ ´xtγ ptq, dNγptq ptγ ptqqy.
Demostración. Podemos suponer sin pérdida de generalidad que la curva está parametrizada
por el arco, es decir, γ 1 “ tγ , γ 2 “ κγ nγ . La función xγ 1 , NSγ y es idénticamente nula. Además,
Por tanto,
0 “ xγ 1 , NSγ y1 “ xγ 2 , NSγ y ` xγ 1 , pNSγ q1 y “ κγ xnγ , NSγ y ` xtγ , pNSγ q1 y “ κSγ,n ` xtγ , dNγptq ptγ ptqqy.
La clave de este resultado es que el lado derecho de la igualdad solo depende de S y del
vector tangente a γ, no de toda la curva. Con ello se deduce un Teorema clásico.
Hemos visto que la curvatura normal está relacionada con el endomorfismo dNp : Tp S Ñ
Tp S.
Demostración. Basta probarlo para dNp . Fijemos una carta x : U Ñ S tal que xp0, 0q “ p. Es
fácil ver que basta probar el enunciado para u “ xu,p y v “ xv,p . Entonces,
B F
BpN ˝ xq Bx
xdNp puq, vy “ xdNp pxu p0, 0qq, xv p0, 0qy “ p0, 0q, p0, 0q
Bu Bv
@ D
B N ˝ x, Bx B2 x B2 x
B F B F
Bv
“ p0, 0q ´ pN ˝ xqp0, 0q, p0, 0q “ ´ pN ˝ xqp0, 0q, p0, 0q
Bu BuBv BuBv
@ Bx
D
ya que la función N ˝ x, Bv es idénticamente nula. Como el último término es simétrico en u, v
tenemos la igualdad.
Ejemplo 5.1.12. Consideremos como S una esfera de centro p y radio r ą 0. En este caso, la
aplicación de Gauss viene dada por Npqq “ ˘r´1 pq ´ pq (según la orientación elegida). Es fácil
ver que dNq “ ˘r´1 1Tp S , @p P S. Por tanto Wp “ ¯r´1 1Tp S .
fx pu, vq fy pu, vq
donde ¨ ˛
´fx pu, vq
1
Np “ a ˝´fy pu, vq‚.
˚ ‹
1 ` fx pu, vq2 ` fy pu, vq2
1
Por tanto, (omitimos pu, vq para no recargar la notación), si h :“ 1 ` fx2 ` fy2 :
¨ ˛ ¨ ˛
fx fy fxy ´ fxx p1 ` fy2 q fx fy fyy ´ fxy p1 ` fy2 q
3 ˚ 3 ˚
dNp pxu q “ h´ 2 ˝fx fy fxx ´ fxy p1 ` fx2 q‚ dNp pxv q “ h´ 2 ˝fx fy fxy ´ fyy p1 ` fx2 q‚.
‹ ‹
Lema 5.2.1. Sea A P Matpn; Rq una matriz simétrica. Entonces, existe una matriz P P SOpn; Rq
tal que tP AP es una matriz diagonal.
Como consecuencia de este Lema, los operadores autoadjuntos tienen propiedades interesan-
tes.
Proposición 5.2.5. Sea x : U Ñ S una carta orientada. Sea p “ xpu, vq. Entonces la matriz
de IIp en la base xu,p , xv,p es
˜ ¸ ˜ ¸
xxuu , Np y xxuv , Np y 1 detpxu , xv , xuu q detpxu , xv , xuv q
“b .
xxvu , Np y xxvv , Np y }x } }x } ´ xx , x y2 detpxu , xv , xuv q detpxu , xv , xvv q
2 2
u v u v
Notación
´ 5.2.6.
¯ Las entradas de la segunda forma fundamental en una carta x se expreserán
ex fx
como fx gx , donde ex , fx , gx son funciones C 8 . El subíndice se omitirá si no hay riesgo de
confusión.
Ejemplo 5.2.7. De manera general podemos calcular la segunda forma fundamental para la
gráfica de una función f como en el Ejemplo 5.1.14. Tenemos
¨ ˛ ¨ ˛ ¨ ˛
0 0 0
xuu “ ˝ 0 ‚, xuv “ ˝ 0 ‚, xvv “ ˝ 0 ‚.
˚ ‹ ˚ ‹ ˚ ‹
La curva plana γptq “ pxptq, yptqq está parametrizada por el arco. Con respecto a la base xu , xv
las matrices de las formas fundamentales son:
˜ ¸ ˜ ¸
1 0 κγ puq 0
I“ , II “ .
0 xpuq2 0 y 1 puqxpuq
Así la matriz de Wx es
¨ ˛
κγ puq 0
˝ y 1 puq ‚.
0
xpuq
Supongamos ahora que la curva original no está parametrizada por el arco. En ese caso
˜ ¸ ¨ ˛
1 2 1 2
1 2 1
x puq ` y puq 2
0 κγ puqpx puq ` y puq q 0
I“ , II “ ˝ 1
? y1 puqxpuq
‚.
0 xpuq2 0 2 1 2
x puq `y puq
5.3. CURVATURAS PRINCIPALES, MINIMAL Y DE GAUSS 97
Y la matriz de Wx es
¨ ˛
κγ puq 0
˝ y 1 puq ‚.
0 ?
xpuq x1 puq2 `y 1 puq2
Como consecuencia inmediata del Lema 5.2.1 aplicado a Wp , tenemos el siguiente resultado.
Proposición 5.3.1. Existe una base ortonormal v1 , v2 de Tp S que es ortogonal para IIp tal
que k1 ppq :“ IIp pv1 q ď IIp pv2 q “: k2 ppq. Es más, k1 ppq ď k2 ppq son los valores propios de Wp .
Corolario 5.3.2. Sea S una superficie regular, p P S. La curvatura normal mínima en p (resp.
máxima) de las curvas regulares en S (parametrizadas por el arco) que pasan por p es k1 ppq
(resp. k2 ppq).
Demostración. Los vectores unitarios de Tp S son de la forma upαq :“ cos α v1 ` sen α v2 . Con-
sideremos la función k : R Ñ R tal que kpαq “ IIp pupαqq. Tenemos:
Observación 5.3.4. Si k1 ppq ă k2 ppq las direcciones principales en p son exactamente las deter-
minadas por v1 , v2 . Observemos además que con esta hipótesis, si pv1 , v2 q es una base positiva
de Tp S como en la Proposición 5.3.1, entonces las únicas bases ortonormales positivas como en
dicha proposición son pv1 , v2 q y p´v1 , ´v2 q. Si k1 ppq “ k2 ppq todas las direcciones de Tp S son
principales y cualquier base ortonormal positiva sirve para la Proposición 5.3.1.
Definición 5.3.5. Sea S una superficie regular, p P S. Si las curvaturas principales en p coin-
ciden, diremos que p es un punto umbílico de S.
Como veremos luego las curvaturas principales no definen siempre funciones diferenciables
en la superficie S y además su cálculo es en ocasiones complicado y no es fácil extraer propiedades
cualitativas de las superficies. Como son valores propios de un endomorfismo están determinadas
por los coeficientes del polinomio característico que nos van a dar invariantes más útiles de las
superficies.
En particular, k1 y k2 son diferenciables fuera de los puntos umbílicos, que vienen determina-
dos por la ecuación K “ H 2 . Podemos expresar también estas curvaturas en términos de las
componentes de Ix , IIx :
1 ´ a ¯
2 ` 4peF ´ f EqpgF ´ f Gq .
(5.4) eG ´ 2f F ` Eg ˘ peG ´ Egq
2pEG ´ F 2 q
Ejemplo 5.3.8. Teniendo en cuenta lo visto en el Ejemplo 5.1.11 vemos que para el plano, todos
los puntos tienen segunda forma fundamental nula, por lo que las dos curvaturas principales son
cero y todos los puntos son umbílicos.
Los cálculos del Ejemplo 5.1.12, nos señalan que para la esfera de radio r (orientada por la
normal exterior) la aplicación de Weingarten es la identidad multiplicada por ´r´1 , por lo que
las dos curvaturas principales coinciden y son iguales a ´r´1 ; de nuevo, todos los puntos son
umbílicos. Si orientamos la esfera con la normal interior, las curvaturas principales son positivas.
Con los cálculos del Ejemplo 5.1.13, obtenemos que en cada punto las curvaturas principales
son ´1, 0 (cilindro orientado con la normal exterior).
En el ejemplo anterior hemos visto que para planos y esferas todos los puntos son umbílicos.
Vamos a ver que son los únicos casos. Antes recordamos una definición y un resultado topológico.
Proposición 5.3.11. Sea S una superficie regular orientada conexa tal que todos sus puntos
son umbílicos. Entonces S está contenida en un plano o en una esfera.
Demostración. La condición de punto umbílico implica que las curvaturas principales coinciden
con la curvatura media en ese punto. Por tanto la función diferenciable H : S Ñ R cumple que
Hppq es la curvatura principal común en cada punto. Además dNp “ ´Wp “ ´Hppq ¨ 1Tp S .
Fijemos una carta conexa x : U Ñ S y denotemos Hx :“ H ˝ x, Nx :“ N ˝ x.
Recordemos que las columnas de Jac Nx son las derivadas parciales (como vectores) BN x BNx
Bu , Bv .
Por otra parte, Jac Nx pu, vq es la matriz de dNxpu,vq : Txpu,vq S Ñ R3 si en el espacio de llegada
tomamos la base canónica y en el de partida pxu pu, vq, xv pu, vqq. Por tanto,
BNx Bx BNx Bx
“ dNpxu q “ ´Hx xu “ ´Hx , “ dNpxv q “ ´Hx xv “ ´Hx .
Bu Bu Bv Bv
Si derivamos la primera igualdad con respecto a v, tenemos:
B 2 pN ˝ xq BHx Bx B2 x
´ “ ` Hx .
BvBu Bv Bu BvBu
Por la simetría de las derivadas parciales, deducimos que
BHx BHx
xu “ xv
Bv Bu
y como los vectores son linealmente independientes deducimos que ambas derivadas parciales se
anulan, por lo que Hx es constante, es decir H es localmente constante. Como S es conexo, H
es constante.
Si H ” 0, deducimos que N es constante; sea w el vector imagen. Sea h : S Ñ R dada por
hppq “ xp, wy. Fijemos una carta x como antes y denotemos hx :“ h ˝ x. Entonces
Bhx
“ xxu , wy
Bu
por ser w constante; pero el producto escalar se anula por ser w normal a la superficie y
xu tangente. Por el mismo razonamiento se anula la otra derivada parcial. Como antes hx es
constante, por lo que h es localmente constante; por conexión h es constante (de valor d). Es
decir, S está contenida en el plano de ecuación xp, wy “ d.
Si H ” λ no se anula, para comprobar que estamos en una esfera, debemos buscar el centro y
´1
el radio. Por las propiedades de la esfera el radio debe ser |λ| y el centro debería ser p ` λ´1 N
(el signo de la normal se compensa con el signo de la curvatura). Consideramos la aplicación
h : S Ñ R3 dada por hppq “ p ` λ´1 N y como antes denotamos hx :“ h ˝ x para una carta x:
´1
p ´ q “ p ´ hppq “ ´λ´1 N ùñ }p ´ q} “ |λ| .
Definición 5.4.1. Sea γ : I Ñ S una curva regular. Diremos que γ es una línea de curvatura
si @t P I se tiene que γ 1 ptq está en una dirección principal en p.
Ejemplo 5.4.2. En un plano todas las direcciones son principales en todos los puntos. En
particular, toda curva regular en el plano es línea de curvatura. Lo mismo ocurre en las esferas,
todas las direcciones son principales y todas las curvas regulares son líneas de curvatura. Para un
cilindro vertical, las circunferencias horizontales y las rectas verticales son las líneas de curvatura.
Para calcular las direcciones principales usamos (5.4) para tomar la matriz pki qx I2 ´ Wx multi-
plicada por 2pEG ´ F 2 q:
˜ ? ¸
˘ ∆ ` pgE ´ eGq 2pgF ´ f Gq
? .
2peF ´ f Eq ˘ ∆ ´ pgE ´ eGq
donde ∆ :“ peG ´ Egq2 ` 4peF ´ f EqpgF ´ f Gq. Consideremos las direcciones dadas por
?
´2pgF ´ f Gqxu ` p˘ ∆ ` pgE ´ eGqqxv
paralelas a
?
p˘ ∆ ´ pgE ´ eGqqxu ´ 2peF ´ f Eqxv .
Hay otra manera de encontrar las direcciones principales. Si pa, bq son las coordenadas de vector
propio en xu , xv , entonces
˜ ¸˜ ¸ ˜ ¸
eG ´ f F f G ´ gF a a
proporcional a ô pf G´gF qb2 `peG´gEqab´pf E ´eF qa2 “ 0.
f E ´ eF gE ´ f F b b
Sea γ : I Ñ S una línea de curvatura dada por γptq “ xpuptq, vptqq. Entonces, γ es línea de
curvatura si y solo si
pf G ´ gF qv 12 ` peG ´ gEqv 1 ´ pf E ´ eF q “ 0.
Ejemplo 5.4.5. Consideremos el hiperboloide parabólico de ecuación z “ xy. Usando los cálcu-
los del Ejemplo 5.1.14 obtenemos que la matriz de Wpx,y,xyq “ ´dNpx,y,xyq en la base de campos
coordenados es: ˜ ¸
2
3 ´xy p1 ` x q
p1 ` x2 ` y 2 q´ 2 .
p1 ` y 2 q ´xy
Por tanto, las curvaturas principales son:
a
xy ˘ p1 ` x2 qp1 ` y 2 q
´ a 3 .
1 ` x2 ` y 2
Las direcciones principales en px, y, xyq vienen dadas por los vectores
x xy
a x ˘? .
1 ` y2 1 ` x2
Es fácil ver que las parábolas t ÞÑ pt, ˘t, ˘t2 q son líneas de curvatura. De hecho, no es difícil
encontrar todas. Una curva γptq :“ xpuptq, vptqq es línea de curvatura si y solo si
u1 ptq v 1 ptq
a “ ˘a ðñ argsenhpvptqq “ ˘ argsenhpuptqq ` a,
1 ` uptq2 1 ` vptq2
con a P R. Como podemos reparametrizar como nos convenga, podemos tomar uptq “ senhptq,
por lo que vptq “ senhpa ˘ tq.
parábola
parábola
Ejemplo 5.4.6. Consideremos una superficie de revolución como en el Ejemplo 5.2.8. Las di-
recciones principales corresponden a xu , xv en cada punto y las curvas coordenadas son líneas
de curvatura.
Proposición 5.4.7. Una curva regular γ : I Ñ S es una línea de curvatura si y solo si existe
una función diferenciable λ : I Ñ R tal que
N1γ “ λγ 1
Demostración. Recordemos que N1γ ptq “ dNγptq pγ 1 ptqq. La condición de línea de curvatura equi-
vale a que γ 1 ptq es un vector propio de dNγptq , mientras que el valor propio será la correspondiente
102 5. SEGUNDA FORMA FUNDAMENTAL Y CAMPOS VECTORIALES
Con respecto a las curvaturas principales, los puntos de una superficie regular se dividen en
varios tipos. Observemos que para la siguiente definición no necesitamos orientabilidad. Recor-
demos que si cambiamos la orientación, esto equivale a cambiar el signo de N que implica un
cambio de signo en II y W pero que no afectan a lo que vamos a definir.
Definición 5.5.1. Sea p P S punto en una superficie regular. Diremos que p es:
elíptico si las dos curvaturas principales son del mismo signo, es decir, K ą 0;
hiperbólico si las dos curvaturas principales son de distinto signo, es decir, K ă 0;
parabólico si exactamente una de las dos curvaturas principales es no nula, es decir,
K “ 0 y H ‰ 0;
planar si las dos curvaturas principales son nulas, es decir, K “ H “ 0.
tu P Tp S | IIpuq “ ˘1u
Sean pu1 , v2 q una base ortonormal de vectores principales, con curvaturas principales k1 ď k2 .
Denotemos px, yq las coordenadas de un vector de Tp S: entonces la indicatriz de Dupin tiene
ecuaciones k1 x2 ` k2 y 2 “ ˘1. Por tanto:
Si p es elíptico, entonces la indicatriz de Dupin es una elipse; si el punto es además
umbílico, entonces se trata de una circunferencia. Las direcciones principales son los ejes
de la elipse.
Si p es hiperbólico, entonces la indicatriz de Dupin es la unión de dos hipérbolas con
asíntotas comunes. Las direcciones principales son los ejes (comunes) de las hipérbolas.
Si p es parabólico, entonces la indicatriz de Dupin es la unión de dos rectas paralelas.
Las direcciones principales son la dirección de la indicatriz y su perpendicular.
Si p es planar, entonces la indicatriz de Dupin es vacía.
Ejemplo 5.5.4. Si la superficie viene dada por la gráfica de una función, el tipo de puntos viene
completamente determinado por la matriz Hessiana de esta, ver Ejemplo 5.2.7.
Definición 5.5.5. Sea p P S un punto en una superficie regular. Una dirección de Tp S se dice
asintótica si está engendrada por un vector no nulo u tal que IIpuq “ 0, es decir, si se anula la
curvatura normal de cualquier curva en S tangente a esa dirección. Una curva regular γ : I Ñ S
es una línea asintótica si sus vectores tangentes están siempre en direcciones asintóticas.
5.5. INDICATRIZ DE DUPIN, TIPOS DE PUNTOS Y LÍNEAS ASINTÓTICAS 103
Ejemplo 5.5.6. Las direcciones asintóticas se pueden interpretar según el tipo de punto y la
correspondiente indicatriz de Dupin. Para que haya direcciones asintóticas en un punto, las
curvaturas principales deben de ser de signos distintos (o al menos una de ellas nula). Si el
punto es planar, todas las direcciones son asintóticas (luego en un plano todas las direcciones
son asintóticas); si es elíptico ninguna lo es (por ejemplo, en una esfera no hay direcciones
asintóticas). Si el punto es parabólico, la dirección de la indicatriz es la única asintótica (en un
cilindro las únicas direcciones asintóticas son las de las generatrices). En el caso hiperbólico, las
dos asíntotas determinan las direcciones asintóticas.
Ejemplo 5.5.7. Consideremos el hiperboloide parabólico z “ xy del Ejemplo 5.4.5. Es fácil ver
que ˜ ¸
1 0 1
II “ a
1`x `y2 2 1 0
por lo que las líneas asintóticas corresponden son las curvas coordenadas de la carta pu, vq ÞÑ
pu, v, uvq.
curvas definidas en π2 , 3π
` ˘
2 dadas por
˜ żt ¸
dt
t ÞÑ x t, a ˘ a , a P R.
π ´ cospuqp4 ` cospuqq
la función bajo el signo integral diverge cuando t Ñ π ˘ π2 . Se puede comprobar que estas
funciones no divergen; estas curvas empiezan en una de las dos circunferencias asintóticas y
terminan en la otra, cubriendo toda la parte de curvatura negativa.
Ejemplo 5.5.9. Observemos que cualquier recta contenida en una superficie es una línea asin-
tótica. En efecto, como su curvatura es nula, necesariamente también lo es la curvatura normal,
y por tanto los vectores velocidad están en direcciones asintóticas. Consideremos un hiperboloide
(parabólico o hiperbólico). Por cada punto pasan dos rectas contenidas en él; como no poseen
puntos umbílicos, se trata de todas las líneas asintóticas.
Definición 5.5.10. Sea p P S un punto en una superficie regular. Diremos que dos vectores no
nulos u, v P Tp S son conjugados si son ortogonales para II; análogamente se definen direcciones
conjugadas.
Las propiedades de ser elíptico o hiperbólico se reflejan en la posición relativa con respecto
al plano tangente.
Proposición 5.5.12. Sea S una superficie y sea p P S y sea π el plano tangente afín.
(1) Si p es elíptico, entonces existe un entorno V de p en S tal que V ztpu está contenido
en el mismo lado de π.
(2) Si p es hiperbólico, entonces para todo entorno V de p en S hay puntos de V ztpu en
los dos lados de π.
Por tanto,
1
F pu, vq “ IIpuxu p0, 0q ` vxv p0, 0q, uxu p0, 0q ` vxv p0, 0qq ` Rpu, vq,
2
Rpu, vq
Rpu, vq “ xRpu, vq, Np0, 0qy ùñ lı́m “ 0.
pu,vqÑp0,0q u2 ` v 2
Podemos tomar un entorno lo suficientemente pequeño para que el signo venga determinado por
el primer sumando que es cuadrático en pu, vq.
Observación 5.5.13. Veamos una demostración alternativa. Tras una traslación y un giro supo-
nemos que p “ 0 y que π “ tz “ 0u. Tomando un entorno abierto de p en S como la superficie,
podemos suponer que es la gráfica de una función f : U Ñ R diferenciable y tal que f p0, 0q “ 0.
Al ser el plano tangente horizontal, p0, 0q es un punto crítico de f . Recordemos que la segunda
forma fundamental se obtiene multiplicando la Hessiana por una función (positiva). Si el punto
es elíptico, deducimo que es un extremo relativo y si es hiperbólico se trata de un punto silla.
por lo que la ecuación diferencial se obtiene como antes. Una curva t ÞÑ xpuptq, vptqq es asintótica
si y solo si
uptq2 epuptq, vptqq ` 2f puptq, vptqqu1 ptqv 1 ptq ` v 1 ptq2 gpuptq, vptqq “ 0
Como está parametrización por el arco y la función yptq es creciente, es fácil ver que y 1 ptq “
?
1 ´ e´2t . La curvatura de la curva es:
˜ ¸ ˜ ¸
x1 ptq x2 ptq ´e´u e´u e´u
κδ ptq “ det “ det ? ´2u “ ´? .
y 1 ptq y 2 ptq 1 ´ e´2t ?e 1 ´ e´2u
1´e´2u
Por tanto K “ ´1. Como es una superficie de revolución, las líneas de curvatura son las curvas
coordenadas. Las curvas asintóticas t ÞÑ xpuptq, vptqq cumplen la ecuación
Proposición 5.6.1. Sea S una superficie orientada y sea x : U Ñ S una carta en torno a un
punto hiperbólico p. Entonces las curvas coordenadas son líneas asintóticas si y solo si e “ g “ 0.
Demostración. Que las curvas coordenadas sean líneas asintóticas equivale a que los campos
coordenados xu , xv estén en direcciones asintóticas, lo que equivale a que e “ IIpxu q “ 0 y
e “ IIpxv q “ 0.
Proposición 5.6.2. Sea S una superficie orientada y sea x : U Ñ S una carta en torno a
un punto p no umbílico. Entonces las curvas coordenadas son líneas de curvatura si y solo si
f “ F “ 0.
Demostración. Las curvas coordenadas son líneas de curvatura equivale a que los campos coor-
denados xu , xv estén en direcciones principales, en particular a que la matriz de W en la base
de campos coordenados sea diagonal. Si esta matriz es diagonal, como las direcciones principales
son ortogonales, tenemos que la matriz de I también es diagonal, por lo que la de II también lo
es. Por tanto que las curvas coordenadas sean líneas de curvatura equivale a que estas matrices
sean diagonales, es decir F “ Ipxu , xv q “ 0 y f “ IIpxu , xv q “ 0.
Para poder ver que las hipótesis de estas proposiciones se cumplen vamos a definir el concepto
de campo vectorial que es el que nos va permitir usar la teoría de ecuaciones diferenciales
ordinarias.
Definición 5.6.3. Sea S una superficie en R3 . Un campo vectorial sobre S es una aplicación
diferenciable X : S Ñ R3 tal que @p P S se tiene que Xppq “ Xp P Tp S.
Observación 5.6.4. Si S es orientable con campo vectorial normal unitario N, un campo vectorial
sobre S es una aplicación diferenciable X : S Ñ R3 tal que xX, Ny ” 0.
Ejemplo 5.6.5. Para la esfera S2 podemos considerar el campo tangente dado por vectores
tangentes a los paralelos, Xpx,y,zq :“ p´y, x, 0q. Este campo se anula en los polos.
Consideremos el toro de revolución imagen de la carta xpu, vq “ pp4 ` cos uq cos v, p4 `
cos uq sen v, sen uq; los dos campos coordenados definen campos vectoriales en la superficie. Ade-
más, en cada punto producen una base del plano tangente ya que son linealmente independientes.
En particular, en el toro de revolución es posible definir campos que no se anulan nunca. Sin
embargo, el campo X definido sobre la esfera, se anula en dos puntos.
5.6. CAMPOS VECTORIALES SOBRE SUPERFICIES I 107
Proposición 5.6.6 (Teorema de la bola peluda). No hay ningún campo vectorial X de S2 tal
que Xp ‰ 0, @p P S.
Idea de la demostración. Supongamos que sí que lo hay. Sin pérdida de generalidad, podemos
suponer que }Xp } “ 1, @p P S2 . Observemos que p y Xp son ortogonales, lo que nos permite
definir otro campo Y tal que Yp :“ p ˆ Xp ; es decir, pp, Xp , Yp q es una base ortonormal positiva.
Dados p, q, q ‰ ˘p, podemos considerar la circunferencia γ p,q : R Ñ S2 dada por
´π¯
t ÞÑ xp, qyp1 ´ cos tqp ` cos t q ` sen t p ˆ q, γ p,q p0q “ q, γ p,q “ xp, qy p ` p ˆ q “: r.
2
p1
q
r
p1 “ xp, qyp
Figura 5.3
Como se ve en la Figura 5.3, se trata de una circunferencia que pasa por q, cuyo centro es
a
el punto p1 “ xp, qyp, sobre el radio de la esfera que determina p, y cuyo radio es 1 ´ xp, qy2
ya que
›γ p,q ptq ´ p1 ›2 “ }´xp, qy cos tq p ` cos t q ` sen t p ˆ q}2 “ 1 ´ xp, qy2 .
› ›
Antes de estudiar los campos sobre superficies, analizaremos las propiedades de los campos
en abiertos de R2 . Como el plano tangente en R2 se identifica con R2 , la definición queda así.
Si denotamos por XpU q el espacio de campos diferenciables sobre U , es fácil ver que se trata
de un C 8 pU q-módulo. Es más, se trata de un C 8 pU q-módulo libre engendrado por los campos
constantes e1 , e2 .
Proposición 5.7.4. Sea Φ : XpU q Ñ DerpU q la aplicación definida como sigue. Si X P XpU q,
ΦpXq : C 8 pU q Ñ C 8 pU q es la derivación definida por la derivada con respecto a X.
Entonces, Φ es un isomorfismo de C 8 pU q-módulos
Es fácil ver que Φ está bien definida y es R-lineal. Si X “ pa, bq, como ΦpXqpxq “ a,
ΦpXqpyq “ b, es fácil ver que es inyectiva. Para demostrar que la aplicación es sobreyectiva, nos
queda por ver que si D P DerpU q, entonces D “ ΦpXq, donde X “ pDpxq, Dpyqq. Para verlo,
vamos a utilizar siguientes lemas cuyas demostraciones están en §5.10.
Lema 5.7.5. Sea U Ă R2 abierto y sea p P U . Existen abiertos V1 , V2 tales que p P V1 Ă V̄1 Ă
V2 Ă V̄2 Ă U y una función f : R2 Ñ R que es C 8 y tal que f|V1 ” 1 y f|R2 zV̄2 ” 0.
5.7. CAMPOS VECTORIALES EN R2 109
Definición 5.7.9. Sea γ : I Ñ U una curva C 8 . Diremos que γ es una curva integral de X si
@t P I, se tiene γ 1 ptq “ Xγptq .
Aquí se ve la relación entre los campos y las EDOs: el problema de encontrar curvas integrales
es un sistema de ecuaciones diferenciales. En efecto, si γptq “ pxptq, yptqq, entonces γ es integral
si y solo si $
&x1 ptq “ αpxptq, yptqq,
%y 1 ptq “ βpxptq, yptqq.
Observación 5.7.13. Con las notaciones de este teorema, vamos a calcular dΦp0,qq : R3 Ñ R2 . El
espacio de partida lo vemos como R2 ˆ R ” R ‘ R2 . Si v P R2 tenemos
dΦp0,qq p0, vq “ pt ÞÑ Φp0, q ` tvqq1 p0q “ pt ÞÑ q ` tvq1 p0q “ v.
Para 1 P R,
dΦp0,qq p1, 0q “ pt ÞÑ Φpt, qqq1 p0q “ pt ÞÑ γ q ptqq1 p0q “ Xq .
B B
Por tanto, si X “ α Bx ` β By , la matriz jacobiana es
˜ ¸
α 1 0
.
β 0 1
5.8. CAMPOS EN R2 Y DIFEOMORFISMOS 111
dF pXqpf q ˝ F “ Xpf ˝ F q.
Definición 5.8.3. Sea X : U Ñ R2 un campo vectorial (que no se anula nunca). Una función
diferenciable f : U Ñ R es integral primera de X si dfp ‰ 0, @p P U y Xpf q ” 0.
Observación 5.8.4. Una integral primera es pues una función f , con gradiente no nulo, constante
en las curvas integrales. En efecto, si γ : I Ñ U una curva integral, entonces:
Demostración. Es fácil ver que dF pXq tampoco tiene ceros. Tenemos que si p P U se tiene
dpf ˝ F qp “ dfF pqq ˝ dFp . Como el segundo factor es inversible y el primero es no nulo, la
composición es no nula. Además,
Xpf ˝ F q “ dF pXqpf q ˝ F ” 0.
Ejemplo 5.8.6. Sea X : R2 ztp0, 0qu Ñ R2 el campo Xpx,yq “ p´y, xq. Entonces f px, yq “ x2 `y 2
es una integral primera. Para Y : R2 ztp0, 0qu Ñ R2 dado por Ypx,yq “ px, yq solo es posible
encontrar integrales primeras en algunos abiertos; por ejemplo en R2 ztx “ 0u, px, yq ÞÑ xy es
una integral primera. Las curvas integrales de X son las circunferencias centradas en el origen
con las parametrizaciones usuales. Las curvas integrales de Y son los rayos, con parametrización
exponencial.
Proposición 5.8.7. Sea X : U Ñ R2 un campo vectorial y sea p P U tal que Xp ‰ p0, 0q.
Entonces, existe un abierto V Ă U tal que p P V y un difeomorfismo F : V Ñ W tal que dF pXq
B
es el campo Bx .
Φ1
p´δ, δq ˆ U0 U1
Corolario 5.8.8. Sea X : U Ñ R2 un campo vectorial y sea p P U tal que Xp ‰ p0, 0q. Entonces,
existe un abierto V Ă U tal que p P V y una integral primera f : V Ñ R de X (formalmente de
X|V ).
Demostración. Siguiendo la demostración anterior, tenemos que como y es una integral primera
B
de Bx , tenemos que f :“ y ˝ Φ´1
1 es una integral primera de X.
Observación 5.8.10. En general, un campo de direcciones no viene definido por un único cam-
po. La Figura 5.5 proporciona un ejemplo en R2 zt0u en el que el campo de direcciones está
determinado por las direcciones tangentes a las curvas dibujadas.
Proposición 5.8.11. Sean D, E dos campos de direcciones en U tales que @p P U se tiene que
R2 “ Dp ‘Ep . Entonces, @p P U existe un abierto V , p P V Ă U y un difeomorfismo Φ : V Ñ W
de manera que dΦpDq es el campo de direcciones horizontal y dΦpEq es el campo de direcciones
vertical.
Como f es integral primera de X, tenemos que se anula sobre las curvas integrales de X; la que
pasa por p tiene vector tangente horizontal, es decir, Bf Bx p0, 0q “ 0; como dfp ‰ 0, tenemos que
Bf Bg Bf
By p0, 0q “ b ‰ 0. Análogamente, By p0, 0q “ 0 y Bx p0, 0q “ a ‰ 0. Por tanto, pdΦ1 q0 pe1 q “ ae1 .
De la misma forma pdΦ1 q0 pe2 q “ ae2 . Así, pdΦ1 q0 es inversible, y por el Teorema de la Función
Inversa, podemos encontrar abiertos V, W , 0 P V Ă V1 , 0 P W Ă R2 , tal que Φ :“ Φ1|V : V Ñ W
es un difeomorfismo, y es el buscado.
Vamos a ver cómo se relacionan los campos de R2 y los campos de una superficie. Dada una
carta x : U Ñ S, los campos coordenados son campos xu , xv : xpU q Ñ R3 . Es más @p P xpU q,
xu,p , xv,p forman una base de Tp S.
Definición 5.9.1. Sea S una superficie regular y sea x : U Ñ S una carta de S. Dado un
campo diferenciable X : U Ñ R2 , X “ pα, βq, el campo de S asociado a X y x es el campo
dxpXq :“ pα ˝ x´1 qxu ` pβ ˝ x´1 qxv .
Proposición 5.9.2. Sea ahora X : S Ñ R3 un campo vectorial sobre una superficie y sea
x : U Ñ S una carta. Entonces existe un campo diferenciable Xx “ pα, βq : U Ñ R2 tal que
X|xpU q “ dxpXx q.
Demostración. Observemos que @p P xpU q, p “ pu0 , v0 q, xu,p , xv,p forman una base de Tp S,
por lo que podemos escribir
las funciones son C 8 . Por construcción, si Xx “ pα, βq, se tiene la igualdad X|xpU q “ pα ˝
x´1 qxu ` pβ ˝ x´1 qxv “ dxpXx q.
Definición 5.9.3. Un campo de direcciones D sobre una superficie S consiste en asignar a cada
p P S un subespacio vectorial Dp Ă Tp S de dimensión 1, localmente definido por campos sobre
abiertos de S.
Observación 5.9.4. Sea X un campo de una superficie regular S. Supongamos que tenemos dos
cartas xi : Ui Ñ S, i “ 1, 2. Tenemos pues dos campos sobre abiertos de R2 : Xx1 “ pα1 , β1 q
sobre U1 y Xx2 “ pα2 , β2 q sobre U2 . ¿Qué ocurre en la intersección de las imágenes de las cartas?
Sean U12 :“ x´1 ´1
1 px1 pU1 q Y x2 pU2 qq, U21 :“ x2 px1 pU1 q Y x2 pU2 qq. El cambio de cartas es
z :“ x´1
2 ˝ x1 : U12 Ñ U21 .
5.9. CAMPOS VECTORIALES SOBRES SUPERFICIES II 115
Ejemplo 5.9.6. Veamos dos maneras de interpretar los campos sobre la esfera S2 . Por una
parte, podemos pensar en aplicaciones diferenciables X : S2 Ñ R3 , tal que @p P S2 , se tiene
xp, Xppqy “ 0. Por otra, podemos usar cartas. Para simplificar la notación, vamos a identificar
R2 ” C y R3 ” C ˆ R. Consideremos la carta correspondiente a la proyección estereográfica
desde el polo norte e3 , es decir
1
x : C Ñ S2 , xpwq :“ p2w, ww ´ 1q .
1 ` ww
La restricción del campo X a xpCq “ S2 ztpN u, pN “ p0, 1q, viene determinado sobre esta carta
por una aplicación Xx : C Ñ C. Si w “ u ` iv, entonces <Xx e =Xx (compuestas con x´1 ) son
las coordenadas de X|S2 ztpN u en xu , xv los campos coordenados.
Recíprocamente cualquier función diferenciable F : C Ñ C determina un campo X sobre
S ztpN u tal que F “ Xx . ¿Bajo qué condiciones es posible extender X a S2 ?
2
}Xpe3 q} existirá y será finita. en e3 , y este vector tendrá una norma. Como los campos coorde-
nados xu , xv son ortogonales y }xu } pwq “ }xv } pwq “ 2p1 ` wwq´1 , el límite
2 |F pwq|
lı́m .
wÑ8 1 ` ww
loooomoooon
“}Xpxpwqq}
existe y es finito.
116 5. SEGUNDA FORMA FUNDAMENTAL Y CAMPOS VECTORIALES
Vamos a afinar algo más esta condición esta afirmación tomando una carta que contenga al
polo norte. Podemos elegir la correspondiente a la proyección estereográfica desde el polo sur ´e3
pero la modificamos ligeramente para que el cambio de cartas sea positivo:
1
y : C Ñ S2 , ypwq :“ p2w, 1 ´ wwq .
1 ` ww
El cambio de cartas es
Es fácil ver que z “ z´1 . Al menos en C˚ , hay una función diferenciable G : C˚ Ñ C tal que
G “ Xy . Tenemos
Gpwq “ Jac zpz´1 pwqqF pzpwqq “ ´w2 F pw´1 q.
Por tanto la extensión de X a S2 depende de si la función compleja Gpwq se puede extender
diferenciablemente al origen de coordenadas.
řn
Veamos lo que ocurre si F pwq “ j“0 aj wj , an ‰ 0, es un polinomio de grado n. Entonces,
˜ ¸ ˜ ¸
n
ÿ ÿn
2 ´j 2´n n´j
Gpwq “ w aj w “w aj w .
j“0 j“0
Observación 5.9.7. Como los campos de vectores y de direcciones de superficies son equivalentes
a los campos en los dominios de las cartas, todos los enunciados locales sobre campos en R2 se
traducen a enunciados locales sobre campos en superficies. De hecho la manera más eficaz de
trabajar con campos en superficies es la siguiente.
Tenemos un punto p P S y tenemos un problema referido a un campo X que necesitamos
resolver en un entorno (lo suficientemente pequeño) de p en S. Si el problema se refiere
a un campo de direcciones, lo suponemos determinado por un campo X que no se anula
en un abierto que contiene a p.
Tomamos una carta x : U Ñ S tal que p P xpU q. Adaptamos U y el abierto donde X
está definido para que X esté definido en xpU q.
Tomamos el campo Xx : U Ñ R2 que determina X. Trabajamos en él, y el resultado lo
traducimos a S.
Ejemplo 5.9.8. Sea S una superficie regular y sea p P S. Fijemos una carta x : U Ñ S
tal que xp0q “ p. Los campos vectoriales xu , xv no definen en general una base ortonormal
en los planos tangentes. Podemos aplicarles el proceso de Gramm-Schmidt para obtener dos
campos X, Y ortogonales en xpU q. Consideramos los campos Xx , Yx sobre U . Restringiendo
eventualmente el abierto U (conteniendo siempre a 0), podemos aplicar la Proposición 5.8.11
y tenemos un difeomorfismo Φ : U Ñ U1 , Φp0q “ 0 que lleva las curvas integrales de Xx , Yy
B
a rectas horizontales y verticales, es decir, dΦXx es un multiplo de Bx y dΦXx es un multiplo
B
de By .
5.9. CAMPOS VECTORIALES SOBRES SUPERFICIES II 117
Ejemplo 5.9.9. Sea S una superficie regular y sea p P S un punto hiperbólico. Preservemos
las notaciones del ejemplo anterior. Sea γ : I Ñ S (0 P I) una curva asintótica tal que γp0q “ p
y γpIq Ă xpU q. Entonces, γptq “ xpuptq, vptqq. Denotemos E, F, G, e, f, g las componentes de las
matrices de las formas fundamentales. La condición de ser asintótica viene dada por la ecuación
Sin pérdidad de generalidad podemos suponer que gp0, 0q ‰ 0, por lo que u1 ‰ 0. Reparametri-
zando podemos suponer que uptq “ t, por lo que la ecuación anterior queda
Tomamos los dos campos asociados y aplicamos la Proposición 5.8.11. De esta manera encon-
tramos una carta y (con imagen eventualmente más pequeña que la de x pero conteniendo a p)
tal que los campos coordenados determinan las direcciones asintóticas. En esta nueva carta, se
tiene e “ g “ 0.
p´u0 pu0 ´ tq ` p1 ´ u0 tq, pu0 ´ tq ` pu0 ` tq, u0 pu0 ´ tq ` pu0 t ` 1qq p1 ´ u20 , 2u0 , 1 ` u20 q
2
“ .
pu0 ´ tq pu0 ´ tq2
Ejemplo 5.9.11. Sea S una superficie regular y sea p P S un punto no umbílico. Preservemos
las notaciones del ejemplo anterior. Sea γ : I Ñ S (0 P I) una línea de curvatura tal que γp0q “ p
y γpIq Ă xpU q. Entonces, γptq “ xpuptq, vptqq. Denotemos E, F, G, e, f, g las componentes de las
matrices de las formas fundamentales. Podemos suponer por el Ejemplo 5.9.8 que F ” 0. La
118 5. SEGUNDA FORMA FUNDAMENTAL Y CAMPOS VECTORIALES
Si tenemos un campo X sobre una superficie regular S, podemos definir también el concepto
de curva integral del campo. Diremos que γ : I Ñ S es una curva integral del campo X si
γ 1 ptq “ Xpγptqq, @t P I. Para ver que las curvas integrales existen, usamos cartas. Sea p P S y
sea x : U Ñ S una carta tal que 0 P U y xp0q “ p.
Consideremos el campo Xx : U Ñ R2 y sea γ 0 : p´ε, εq Ñ U una curva integral al campo
Xx tal que γ 0 p0q “ 0. Sea γ :“ x ˝ γ 0 , curva en S. Es claro que γp0q “ p. Además
es decir γ es curva integral del campo X. El enunciado del Teorema 5.7.12 se repite tal cual
en este caso, prácticamente con la misma demostración. Tanto en el caso de abiertos de R2
como en el de superficies hay unos campos espaciales llamados campos completos. Son aquellos
campos X para los que todas las curvas integrales se definen en todo R. En general los campos
de las superficies no son completos; el siguiente resultado esla versión del Teorema 5.7.12 para
superficies compactas en el cual se prueba que todos sus campos son completos.
Teorema 5.9.13. Sea S una superficie regular conexa compacta y sea X un campo sobre S.
(1) @p P S existe una curva γ p : R Ñ S integral de X tal que γ p p0q “ p.
(2) Cualquier curva integral a X es restricción de una de las anteriores.
(3) La aplicación Φ : R ˆ S Ñ S (llamada flujo del campo X) tal que Φpt, pq :“ γ p ptq es
diferenciable. Es más, si denotamos Φt : S Ñ S la aplicación dada por Φt ppq :“ Φpt, pq,
entonces Φt es un difeomorfismo y Φt`s “ Φt ˝ Φs .
5.9. CAMPOS VECTORIALES SOBRES SUPERFICIES II 119
Demostración. Casi todo el enunciado es consecuencia del Teorema 5.7.12 ya que tomando cartas
sus enunciados son localmente ciertos para superficies.
Fijemos p P S y su curva integral maximal γ p : p´ap , bp q Ñ R, siguiendo el Teore-
ma 5.7.12(3). Para ver el apartado (1) necesitamos ver que los valores ap “ bp “ `8. Su-
pongamos que bp ă `8 (el caso de ap se hace igual).
Como S es compacto }X} ď K para algún K ą 0. Sea ttn unPN una sucesión creciente en
p´ap , bp q tal que lı́mnÑ8 tn “ bp . Si denotamos pn :“ γptn q y γ n,m el arco de curva definido
entre tn y tm , entonces
ż tm ż tm
› 1 › › ›
}pn ´ pm } ď Lpγ n,m q “ ›γ n,m ptq› dt “ ›Xpγ n,m ptqq› dt ď K |tn ´ tm |
tn tn
por lo que es tpn unPN es una sucesión de Cauchy en R3 ; en particular es convergente y como S
es cerrado, su límite es un punto q P S. El razonamiento anterior implica que lı́mtÑbp γptq “ q.
En particular,
lı́m γ 1 ptq “ lı́m Xγptq “ Xq .
tÑbp tÑbp
Por lo que hemos visto anteriormente, δ es C p1q , y es curva integral al campo. Por tanto es C 8
y se contradice la la maximalidad de bp . El resto del enunciado es inmediato.
Observación 5.9.14. El resultado anterior sigue siendo cierto si S es cerrada y }X} es una función
acotada. Esta condición es necesaria como demuestra el siguiente ejemplo. Tomamos S “ R2 Ă
R3 (cerrado) y tomamos el campo p1 ` x2 q Bx B
. Observemos que las curvas t ÞÑ ptgptq, 0q “: γptq
` π π˘
son curvas integrales definidas en ´ 2 , 2 ya que
y es obviamente maximal.
0 0 1
Por tanto, salvo reparametrización, esta curva es integral al campo. Se puede comprobar que la
buena reparametrización es
δ
R S2
p2et`iα , e2t ´ 1q
t “ xpet`iα q,
1 ` e2t
donde x es la inversa de la proyección estereográfica desde el polo norte. Siguiendo el Ejem-
plo 5.9.6, Yx : C Ñ C viene dado por Yx pwq “ w, es decir, es el campo radial. Esta observación
permite obtener fácilmente la reparametrización δ. El flujo del campo radial en C es
ΦYx
RˆC C
pt, pq et p.
por lo que el flujo de Y es:
ΦY
R ˆ S2 S2
1 pw, senh t ` z cosh tq
pt, pw, zqq p2et w, e2t p1 ` zq ´ p1 ´ zqq “ .
e2t p1 ` zq ` p1 ´ zq cosh t ` z senh t
Demostración del Lema 5.7.7. Para simplificar la notación, supondremos que p “ 0; sea ε ą 0
tal que B̄pp; εq Ă U . Por el Lema 5.7.5, podemos construir una función diferenciable h : R2 Ñ R
que vale 1 en B̄pp; 3ε q y 0 fuera de B̄pp; 2ε
3 q Ă U . Consideremos la siguiente función g̃ en Bpp; εq:
ż1
df ptx, tyq
g̃px, yq :“ f p0q ` dt.
0 dt
Es inmediato que f|Bpp;εq “ g̃ y además
ż1 ż1
Bf Bf
g̃px, yq “ f p0q ` x ptx, tyqdt `y ptx, tyqdt
0 Bx
loooooooomoooooooon 0 By
loooooooomoooooooon
g̃1 px,yq g̃2 px,yq
Demostración del Lema 5.7.6. Podemos suponer que U1 coincide con el abierto V2 del Lema 5.7.5.
Sea g la función de dicho lema. Entonces, f g ” 0. Por tanto,
0 “ X̃p0qppq “ X̃pf gqppq “ X̃pf qppqgppq ` f ppqX̃pgqppq “ X̃pf qppq,
5.10. DEMOSTRACIÓN DE LOS LEMAS TÉCNICOS 121
Definición 6.1.1. Sea S una superficie y sea γ : I Ñ S una curva regular C 8 . Un campo de S
a lo largo de γ es una aplicación C 8 X : I Ñ R3 tal que Xptq “ Xt P Tγptq S, @t P I.
Ejemplo 6.1.2. Sea S “ S2 y sea γ 0 : R Ñ S2 una curva que parametriza el ecuador, γ 0 ptq :“
pcos t, sen t, 0q. El campo velocidad γ 10 ptq “ p´ sen t, cos t, 0q es un ejemplo de campo de S2 a lo
largo de γ 0 . Otro ejemplo es el campo X0 ptq :“ e3 . ?
Consideremos ahora un paralelo γ 1 : R Ñ S2 , γ 1 ptq :“ 22 pcos t, sen t, 1q. Como antes te-
?
nemos el campo velocidad γ 11 ptq “ 22 p´ sen t, cos t, 0q. La aplicación constante e3 no define
un campo a lo largo de γ 1 . Para obtener un campo X1 a lo largo de γ 1 podemos proyectar
ortogonalmente este vector y obtenemos el campo
1
X1 ptq :“ p´ cos t, ´ sen t, 1q
2
que sí es tangente a S2 a lo largo de γ 1 .
Ya hemos definido campos sobre una superficie y hemos considerado los campos coordenados
para una carta. Para simplificar la notación, usaremos la siguiente definición.
Definición 6.1.3. Sea S una superficie y sea x : U Ñ S una carta. Un campo de S a lo largo
de x es una aplicación C 8 X : U Ñ R3 tal que Xpu, vq “ Xxpu,vq P Txpu,vq S, @t P I.
123
124 6. PROPIEDADES GEOMÉTRICAS INTRÍNSECAS
Nuestro objetivo es poder derivar los campos anteriores para recuperar nuevos campos a lo
largo de curvas o cartas. Fijemos una curva γ : I Ñ S y un campo X : I Ñ S de S a lo largo
de γ. Podemos definir de manera natural el campo X 1 “ dXdt , pero en general este campo no será
tangente a la superficie. Por ello, vamos a combinar la derivación con la proyección ortogonal
πp : R3 Ñ Tp S.
Dγ 10 DX0
γ 20 ptq “ p´ cos t, ´ sen t, 0q ùñ “ 0, X01 “ 0 ùñ “ 0.
dt dt
Por otra parte,
? ?
2 Dγ 11 2
γ 21 ptq “ p´ cos t, ´ sen t, 0q ùñ “ p´ cos t, ´ sen t, 1q,
2 dt 4
?
1 1 DX1 1 2 1
X1 “ p´ sen t, cos t, 0q ùñ “ X1 “ γ ptq.
2 dt 2 1
Definición 6.1.7. Sean S una superficie, x : U Ñ S una carta y X : U Ñ R3 un campo de S
a lo largo de x. Las derivadas covariantes de X a lo largo de x son los campos de S a lo largo
de x definidos como
ˆ ˙ B F
DX BX BX BX
pu, vq :“πxpu,vq pu, vq “ pu, vq ´ Nxpu,vq , pu, vq Nxpu,vq ,
Bu Bu Bu Bu
ˆ ˙ B F
DX BX BX BX
pu, vq :“πxpu,vq pu, vq “ pu, vq ´ Nxpu,vq , pu, vq Nxpu,vq .
Bv Bv Bv Bv
(3) BxX,Y
Bw
y
“ x DX DY
Bw , Y y ` xX, Bw y.
(4) Si γ : I Ñ S es una curva regular tal que γpIq Ă xpU q y γptq “ xpuptq, vptqq, entonces
si X γ ptq “ Xpuptq, vptqq
DX γ DX DX
ptq “ u1 ptq puptq, vptqq ` v 1 ptq puptq, vptqq,
dt Bu Bv
es decir,
˙γ ˙γ
DX γ
ˆ ˆ
DX DX
“ u1 ` v1 .
dt Bu Bv
Dxu Dxv
(5) Bv “ Bu .
Se puede ver que estas funciones son C 8 usando la primera forma fundamental. Por tanto,
DX Dxγu Dxγv
“ f 1 xγu ` g 1 xγv ` f `g “
dt dt dt
ˆ ˙γ ˆ ˙γ ˆ ˙γ
1 γ 1 γ 1 Dxu 1 1 Dxu 1 Dxv
f xu ` g xv ` f u ` pf v ` gu q ` gv .
Bu Bv Bv
Por tanto, el resultado quedará demostrado para campos a lo largo de curvas si es cierto para
campos a lo largo de cartas. Supondremos ahora que X es un campo a lo largo de x y que
X “ f xu ` gxv , donde ahora f, g : U Ñ R son funciones C 8 en dos variables. Sea w una de los
dos variables u, v:
DX Bf Bg Dxu Dxv
“ xu ` xv ` f `g .
Bw Bw Bw Bw Bw
Por tanto, estudiemos las derivadas covariantes de los campos coordenados. Denotemos,
Dxu
“Γuu,u xu ` Γvu,u xv ,
Bu
Dxu Dxv
“ “Γuu,v xu ` Γvu,v xv ,
Bv Bu
Dxv
“Γuv,v xu ` Γvv,v xv .
Bv
Además,
F B B F
Dxu Bxu 1 BE
, xu “ , xu “ ,
Bu Bu 2 Bu
B F B F B F B F
Dxu Bxu Bxxu , xv y Bxv BF Bxu BF 1 BE
, xv “ , xv “ ´ xu , “ ´ xu , “ ´ .
Bu Bu Bu Bu Bu Bv Bu 2 Bv
6.1. DERIVADAS COVARIANTES 127
Por tanto,
˜ ¸˜ ¸ ˜ ¸
E F Γuu,u 1 Eu
“ ,
F G Γvu,u 2 2Fu ´ Ev
es decir,
˜ ¸ ˜ ¸´1 ˜ ¸ ˜ ¸˜ ¸
Γuu,u 1 E F Eu 1 G ´F Eu
“ “ .
Γvu,u 2 F G 2Fu ´ Ev 2pEG ´ F 2 q ´F E 2Fu ´ Ev
Intercambiando los roles de u, v:
˜ ¸ ˜ ¸´1 ˜ ¸ ˜ ¸˜ ¸
Γuv,v 1 E F 2Fv ´ Gu 1 G ´F 2Fv ´ Gu
“ “ .
Γvv,v 2 F G Gv 2pEG ´ F 2 q ´F E Gv
Finalmente,
B F B F
Dxu Bxu 1 BE
, xu “ , xu “ ,
Bv Bv 2 Bv
B F B F B F
Dxu Bxu Bxv 1 BG
, xv “ , xv “ , xv “
Bv Bv Bu 2 Bu
por lo que
˜ ¸ ˜ ¸´1 ˜ ¸ ˜ ¸˜ ¸
Γuu,v 1 E F Ev 1 G ´F Ev
“ “ .
Γvu,v 2 F G Gu 2
2pEG ´ F q ´F E Gu
Es decir los coeficientes de las derivadas covariantes de los campos coordenados se expresan en
términos de las funciones E, F, G y sus derivadas.
Ejemplo 6.1.14. Si los campos coordenados son ortogonales los símbolos de Christoffel tienen
expresiones más sencillas:
Eu Ev Ev Gu Gu Gv
Γuu,u “ , Γvu,u “ ´ , Γuu,v “ , Γvu,v “ , Γuv,v “ ´ , Γvv,v “ .
2E 2G 2E 2G 2E 2G
Si las coordenadas son isotermas, todavía podemos simplificarlo más. En este caso, tenemos
E “ G “ e2h , h : U Ñ R función C 8 , y F “ 0. Entonces,
Proposición 6.1.15. Sea S una superficie, γ : I Ñ S una curva regular parametrizada por el
arco. Entonces,
Dtγ DnSγ
“ κSγ,g nSγ , “ ´κSγ,g tγ .
dt dt
En particular, la curvatura geodésica es un invariante intrínseco.
128 6. PROPIEDADES GEOMÉTRICAS INTRÍNSECAS
Demostración. Como tγ ptq, nSγ ptq forman una base ortonormal de Tγptq S, basta que calculemos
Dt Dt Dt
x dtγ , tγ y y x dtγ , nSγ y. Como tγ es unitario, tenemos x dtγ , tγ y “ 0; además
B F
Dtγ S
, nγ “ xt1γ , nSγ y “ κγ xnγ , nSγ y “ κSγ,g .
dt
Por tanto,
Dtγ
“ κSγ,g nsγ .
dt
Al derivar xtγ , nSγ y ” 0 obtenemos el otro resultado.
Ejemplo 6.1.16. Estudiemos las derivadas covariantes en una superficie de revolución S dada
por xpu, vq “ pxpuq cos v, xpuq sen v, ypuqq, con x12 ` y 12 ” 1 x ą 0. Recordemos que en este caso
E “ 1, F “ 0 y G “ x2 . Recordemos los campos:
¨ ˛ ¨ ˛ ¨ ˛
x1 cos v ´x sen v ´y 1 cos v
xu “ ˝x1 sen v ‚, xv “ ˝ x cos v ‚, N “ ˝´y 1 sen v ‚.
˚ ‹ ˚ ‹ ˚ ‹
y1 0 x1
Calculamos las derivadas parciales
¨ ˛ ¨ ˛ ¨ ˛
x2 cos v ´x1 sen v ´x cos v
xuu “ ˝x2 sen v ‚, xuv “ ˝ x1 cos v ‚, xvv “ ˝´x sen v ‚.
˚ ‹ ˚ ‹ ˚ ‹
y2 0 0
Proyectamos ortogonalmente para obtener las derivadas covariantes:
¨ ˛ ¨ ˛ ¨ ˛
x1 cos v ´x1 sen v ´xx12 cos v
Dxu Dxu Dxv Dxv ˚
“ px2 x1 ` y 2 y 1 q ˝x1 sen v ‚, “ ˝ x1 cos v ‚, ˝´xx12 sen v ‚.
˚ ‹ ˚ ‹ ‹
“
Bu Bv Bu Bv
y1 0 ´xx1 y 1
Si los expresamos en términos de los campos coordenados, teniendo en cuenta que 2px1 x2 `y 1 y 2 q “
px12 ` y 12 q1 “ 0:
Dxu Dxu Dxv x1
(6.1) “ 0, “ “ xv , xvv “ ´xx1 xu .
Bu Bv Bu x
En término de los símbolos de Christoffel:
x1
Γuu,u “ Γvu,u “ Γuu,v “ Γvv,v “ 0, Γvu,v “ , Γuv,v “ ´xx1 .
x
Dγ 1
De esta manera, la ecuación para que una curva γptq “ xpuptq, vptqq cumpla que dt se anule
es:
En el tema anterior definimos las curvaturas principales y las curvaturas medias y de Gauss
de una superficie orientada; en realidad esta última no depende de la orientación. Todas ellas
dependían del encaje en R3 , pero vamos a ver que la curvatura de Gauss se puede expresar
únicamente en términos de la primera forma fundamental.
Definición 6.2.4. Sean S1 , S2 dos superficies. Una isometría local es una sobreyección Φ : S1 Ñ
S2 diferenciable tal que @p P S1 , @u, v P Tp S1 se tiene
xdΦp puq, dΦp pvqy “ xu, vy.
El siguiente criterio facilita comprobar que una aplicación es una isometría local.
Demostración. Supongamos que x es una carta de S1 tal que y :“ Φ ˝ x es una carta para S2 .
Sea p P S1 ; denotemos q :“ Φppq. Supongamos que p “ xpu0 , v0 q, pu0 , v0 q P U . Entonces,
q “ ypu0 , v0 q. Por construcción, la matriz jacobiana de Φ en estas cartas es la identidad.
Es decir, yu,q “ yu pu0 , v0 q “ dΦp pxu pu0 , v0 qq “ dΦp pxu,p q y yv,q “ dΦp pxv,p q. Recordemos
que para cualquier par de variables w1 , w2 tenemos que xxw1 ,p , xw2 ,p y “ xyw1 ,q , yw2 ,q y, por la
condición de la igualdad de matrices. Como ywi ,q “ dΦp pxwi ,p q, vemos que (2) ñ (1).
Si Φ es una isometría local también es un difeomorfismo local. Para que una x : U Ñ S1
tal que p P xpS1 q verifique que y :“ Φ ˝ x sea una carta, basta que Φ sea un difeomorfismo al
restringirlo a xpS1 q. Con esas condiciones es inmediato que las matrices de las primeras formas
fundamentales coinciden y vemos (1) ñ (3).
Finalmente, si Φ es un difeomorfismo local es posible encontrar un carta x tal que y :“ Φ ˝ x
sea una carta, y claramente (3) ñ (2).
Como esta matriz es la misma que la matriz de la primera forma fundamental del plano en
coordenadas polares pθ, ρq, podemos construir una isometría local del plano (menos el origen) en
este cono. Podemos conseguir isometrías si eliminamos un cono en el rayo y tomamos sectores
r
angulares de amplitud 2π ?1`r 2 en el cono.
El siguiente resultado es inmediato, por la definición de ángulo, longitud y área, y nos permite
ver el efecto de las isometrías e isometrías locales sobre esos conceptos geométricos.
LpΦ ˝ γq “ Lpγq.
ApΦpAqq “ ApAq.
xα pu, vq :“ sen αpcosh u cos v, cosh u sen v, uq ` cos αpsenh u sen v, ´ senh u cos v, vq.
sen α cos α
¨ ˛
´ cos v
1 ˚
Nα “ ˝´ sen v ‚.
‹
cosh u
senh u
Por tanto,
˜ ¸
2 1 0
Ixα “ cosh u .
0 1
Calculemos también la segunda forma fundamental. Comenzamos con las segundas derivadas:
¨ ˛
sen α cosh u cos v ` cos α senh u sen v
xα
uu “ ˝sen α cosh u sen v ´ cos α senh u cos v ‚,
˚ ‹
0
¨ ˛
´ sen α senh u sen v ` cos α cosh u cos v
xα
uv “ ˝ sen α senh u cos v ` cos α cosh u sen v ‚,
˚ ‹
0
¨ ˛
´ sen α cosh u cos v ´ cos α senh u sen v
xα
vv “ ˝´ sen α cosh u sen v ` cos α senh u cos v ‚.
˚ ‹
0
132 6. PROPIEDADES GEOMÉTRICAS INTRÍNSECAS
Es decir,
˜ ¸
´ sen α ´ cos α
IIxα “
´ cos α sen α
´1
Todas las superficies tienen curvatura media nula (son minimales) y curvatura de Gauss cosh4 u.
π
Para α “ 0 tenemos un helicoide y para α “ 2 , un catenoide. Ambas superficies son localmente
isométricas y minimales; en realidad, lo son para todos los valores del parámetro.
Definición 6.3.1. Sean S1 , S2 dos superficies. Una aplicación conforme es una sobreyección
Φ : S1 Ñ S2 diferenciable tal que existe una función diferenciable h : S1 Ñ R tal que @p P S1 ,
@u, v P Tp S1 se tiene
xdΦp puq, dΦp pvqy “ e2hppq xu, vy.
La función eh es el factor conforme.
El caso más importante de aplicación conforme corresponde a las cartas para las que la
matriz de la primera forma fundamental es escalar, es decir, es un múltiplo (por una función)
de la matriz identidad.
Definición 6.3.4. Una carta x : U Ñ S se dice isoterma si existe una función diferenciable
h : U Ñ R tal que Ix “ expp2hqI2 , donde I2 es la matriz identidad; la función eh es el factor
conforme de la carta x.
Por tanto,
˜ ¸ ˜ ¸˜ ¸
u2 u1 ´v 1 ´g 1
“ .
v2 v1 u1 ϕ1
134 6. PROPIEDADES GEOMÉTRICAS INTRÍNSECAS
Usando (6.6):
p1 ` u2 ` v 2 q2
K“´ phuu ` hvv q “ 1
4
También se han visto otros ejemplos de cartas isotermas en §4.2, a partir del Ejemplo 4.2.25.
Ejemplo 6.3.8. En la situación del Ejemplo 4.2.25, si la curva que define la superficie de
revolución está parametrizada para que la carta sea isoterma, usando (6.6) tenemos:
x12 ´ xx2
K“ .
x4
En el caso de la tractroide el factor de proporcionalidad de la carta isoterma es s´1 “ e´ log s .
Es decir K “ ´1.
No vamos a demostrar este Teorema, que usa esencialmente ecuaciones en derivadas parciales
y que fue demostrado (en el caso de superficies analíticas) en primer lugar por Gauss. Algunas
ideas se encuentran en el Apéndice A.2.
x : Ux Ñ S, y : Uy Ñ S,
que definen la misma orientación, donde Ux , Uy Ă R2 son abiertos. Por simplicidad, supondremos
que
xpUx q “ ypUy q “ S
e identificaremos R2 con C cuando nos sea conveniente. Sea Φ :“ y´1 ˝ x : Ux Ñ Uy . Fijemos
p P S:
p “ xpu0 , v0 q “ ypu1 , v1 q ùñ Φpu0 , v0 q “ pu1 , v1 q.
Recordemos que
´ ¯ ´ ¯
yu,p yv,p “ xu,p xv,p ¨ Jac Φpu0 , v0 q.
Sean hx : Ux Ñ R, hy : Uy Ñ R las funciones C 8 tales que expphx q y expphy q son los factores
conformes para las cartas x, y. Entonces:
´ ¯ ´ ¯
e´hy pu1 ,v1 q yu,p e´hy pu1 ,v1 q yv,p “ e´hx pu0 ,v0 q xu,p e´hx pu0 ,v0 q xv,p ¨ A
donde
A “ ehx pu0 ,v0 q´hy pΦpu0 ,v0 qq Jac Φpu0 , v0 q.
Como las bases anteriores son ortonormales para el producto escalar, tenemos que A es ortogonal
y de determinante positivo. Es decir, si Φpu0 , v0 q “ pαpu0 , v0 q, βpu0 , v0 qq, tenemos que
Bα Bβ Bα Bβ
pu0 , v0 q “ pu0 , v0 q, pu0 , v0 q “ ´ pu0 , v0 q.
Bu Bv Bv Bu
Con la identificación prometida de R2 con C, las igualdades anteriores coinciden con las ecua-
ciones de Cauchy-Riemann. Es decir, Φ es holomorfa.
136 6. PROPIEDADES GEOMÉTRICAS INTRÍNSECAS
6.4. Geodésicas
Dentro del plano las rectas tienen propiedades muy especiales: son las curvas que minimizan
la distancia entre dos puntos, si son regulares y parametrizadas por el arco su aceleración se
anula. Vamos a generalizar estas propiedades en la medida de lo posible a las superficies.
Definición 6.4.1. Sea S una superficie y sea γ : I Ñ S una curva C 8 . Diremos que γ es una
1
geodésica si Dγ
dt es idénticamente nula (o equivalentemente, si se anula la curvatura geodésica).
Ya hemos visto que en general es difícil reparametrizar una curva por el arco. Por eso, que-
remos saber cuándo una curva en una superficie es una geodésica después de ser parametrizada.
Dδ 1
ˆ ˙
Dγ 1
“ h2 ¨ pγ 1 ˝ hq ` h12 ¨ ˝h
dt dt
Demostración. Para simplificar, denotaremos π la proyección ortogonal al plano tangente. Para
(1) tenemos:
ˆ ˙
DpX ˝ hq 1 1 1 DX
“ πpX ˝ hq “ πph ¨ pX ˝ hqq “ h ¨ ˝h
dt dt
Para (2), tenemos primero que δ 1 “ h1 ¨ pγ 1 ˝ hq. Por tanto:
Dδ 1
ˆ ˙
D h1 ¨ pγ 1 ˝ hq Dγ 1
“ “ h2 ¨ pγ 1 ˝ hq ` h12 ¨ ˝h .
dt dt dt
Proposición 6.4.5. Sea S un superficie y sea γ : I Ñ S una curva regular. Entonces, γ es una
1
geodésica reparametrizada si y solo si Dγ 1
dt es proporcional a γ .
Ejemplo 6.4.7. Si una superficie S contiene una recta (o un segmento de recta) cualquier
parametrización γ de esta con velocidad constante es una geodésica ya que como γ 2 “ 0, lo
mismo ocurre con la derivada covariante. Además, estos segmentos minimizan la distancia en S
entre dos puntos ya que lo hacen en R3 . En particular, si π es un plano afín, p P π y u es un
vector director de π, entonces γ : R Ñ π, dada por γptq “ p ` tu es geodésica. De hecho, son las
únicas geodésicas, ya que estas deben cumplir γ 2 ” 0 (ya que las derivadas usual y covariante
coinciden en un plano).
Ejemplo 6.4.8. En una superficie no siempre hay curvas que minimizan la distancia. Sea S :“
tpx, y, 0q P R3 | px, yq ‰ p0, 0qu Ă R2 . Sean p :“ ´e1 , q “ e1 . Es inmediato ver que dS pp, qq ě
2 “ dR2 pp, qq. Dado ε P p0, 1q podemos construir una curva entre p, q compuesta de tres tramos:
el segmento de p a ´εe1 , una semicircunferencia de radio ε de ´εe1 a εe1 y el segemento de
este punto a q. La longitud de esta curva es 2 ` εpπ ´ 2q, de donde deducimos que dS pp, qq “ 2.
Sin embargo ninguna curva realiza esta distancia ya que en R2 solo lo hace el segmento y este
no está contenido en S.
πε
p 1´ε 1´ε q
Ejemplo 6.4.9. Como vimos en el Ejemplo 6.1.6, la parametrización con velocidad constante del
ecuador de S2 determina una geodésica. Sin embargo, los paralelos no son geodésicas. Observemos
además que al tratarse de geodésicas cerradas, podemos afirmar con seguridad que no minimizan
distancias.
La propiedad de ser geodésica es local ya que tiene que ver con derivadas. Vamos a ver cómo
se expresa en términos de una carta, con la que obtendremos una ecuación diferencial de segundo
orden.
Sea p P S y sea u P Tp S. Fijemos una carta x : U Ñ S tal que xp0, 0q “ p y u “ axu,p `bxv,p .
Supongamos que para ε ą 0 podemos encontrar una geodésica γ : p´ε, εq Ñ xpU q Ă S tal que
γp0q “ p y γ 1 p0q “ u. Recordemos que en este caso γptq “ xpuptq, vptqq, con u, v : p´ε, εq Ñ R
funciones C 8 . Entonces, se deben cumplir las ecuaciones
u2 ` pu1 q2 Γuu,u pu, vq ` 2u1 v 1 Γuu,v pu, vq ` pv 1 q2 Γuv,v pu, vq “ 0
(6.7) v 2 ` pu1 q2 Γvu,u pu, vq ` 2u1 v 1 Γvu,v pu, vq ` pv 1 q2 Γvv,v pu, vq “ 0
up0q “ vp0q “ 0, u1 p0q “ a, v 1 p0q “ b.
Se trata de un sistema de ecuaciones diferenciales de segundo orden, con solución única que
depende diferenciablemente de las condiciones iniciales.
138 6. PROPIEDADES GEOMÉTRICAS INTRÍNSECAS
tal que la curva γ u,v,a,b : p´ε, εq Ñ S dada por γ p,u ptq :“ γ u,v,a,b ptq :“ Ψpt, pu, v, a, bqq
es la geodésica asociada al punto p :“ xpu, vq y el vector u :“ axu pu, vq ` bxu pu, vq.
Proposición 6.4.11. Las geodésicas cumplen las siguientes propiedades. Sea γ : I Ñ S una
geodésica, 0 P I.
(G4) Sea Φ : S Ñ T una isometría local. Entonces, Φ ˝ γ es geodésica.
(G5) Sean a P Rzt0u, b P R y sea Ia,b :“ tt P R | at ` b P Iu. Entonces, γ a,b : Ia,b Ñ S dada
por γ a,b ptq :“ γpat ` bq es geodésica y γ 1a,b ptq “ aγ 1 pat ` bq.
(G6) Si γ 1 pt0 q “ 0 para algún t0 P I, entonces γ es constante.
Observación 6.4.12. Por las propiedades anteriores, para conocer todas las geodésicas, basta que
conozcamos aquellas que estén parametrizadas por el arco.
Ejemplo 6.4.13. Las propiedades anteriores nos permiten encontrar más geodésicas. Sea Φ0 :
R3 Ñ R3 una isometría lineal. Como Φ0 pS2 q “ S2 , por restricción tenemos una isometría Φ :
S2 Ñ S2 . Sea γ 1 : R Ñ S2 la geodésica que recorre el ecuador con γ 1 p0q “ e1 y γ 11 p0q “ e2 .
Consideremos ahora otro punto p P S2 y sea u P Tp S2 un vector unitario, y sea π el plano
que engendran p, u. Es fácil ver que hay una isometría Φ tal que Φpe1 q “ p y dΦp pe2 q “ u,
por ejemplo una que provenga de una isometría lineal que envíe el plano vectorial horizontal al
plano vectorial π engendrado por p y u. Entonces Φ ˝ γ 1 es una geodésica (que recorre el círculo
máximo S2 X π).
Reparametrizando con t ÞÑ ct encontramos así geodésicas que para t “ 0 pasan por cualquier
punto y cualquier vector tangente, es decir, todas las geodésicas.
Resumiendo, si p P S2 y u P Tp S2 (es decir, xp, uy “ 0), con }u} “ 1, entonces t ÞÑ
p cos t ` u sen t es la parametrización de la geodésica que en t “ 0 pasa por p con vector
velocidad u.
Si consideramos la carta x : R2 Ñ S2 dada por la proyección estereográfica desde el polo
norte, recordemos que xu pu, vq, xv pu, vq son dos vectores ortogonales de norma 1`u22 `v2 . Para
simplificar la notación, denotemos x̃u pu, vq, x̃v pu, vq sus normalizados. Entonces, la curva
? ?
2 a2 ` b2 t ax̃u pu, vq ` bx̃v pu, vq 2 a2 ` b2 t
t ÞÑ xpu, vq cos ` ? sen
1 ` u2 ` v 2 a2 ` b2 1 ` u2 ` v 2
6.4. GEODÉSICAS 139
es la geodésica que pasa por xpu, vq con vector tangente axu pu, vq ` bxv pu, vq (excluyendo mo-
mentáneamente) el caso pa, bq “ 0. En este caso podemos escribir la aplicación Ψ, donde
? ?
2 a2 ` b2 t ax̃u pu, vq ` bx̃v pu, vq 2 a2 ` b2 t
Ψpt, pu, v, a, bqq “ xpu, vq cos ` ? sen .
1 ` u2 ` v 2 a2 ` b2 1 ` u2 ` v 2
sen x
La definición se extiende diferenciablemente a p0, 0q ya que las funciones analíticas cos x y x
son pares.
es la geodésica que en t “ 0 pasa por xpu, vq y su vector velocidad es axu p0, 0q`xv p0, 0q. Tenemos
los siguientes casos:
a “ b “ 0: constante.
a ‰ 0, b “ 0: circunferencia horizontal.
a “ 0, b ‰ 0: recta vertical.
ab ‰ 0, espiral.
Ejemplo 6.4.15. Sea x : I ˆ R Ñ S una superficie de revolución determinada por una curva
γ : I Ñ R2 , γptq :“ pxptq, yptqq, con x ą 0 y x12 ` y 12 “ 1.
Los meridianos, uptq “ t, vptq “ v0 P R constante, son geodésicas. En efecto, en ese caso
las ecuaciones de (6.7) se convierten en (6.2) y (6.3), de donde deducimos fácilmente que las
generatrices son geodésicas, ya que si v constante, i.e., v 1 ” 0, las ecuaciones dan u2 ” 0.
¿Qué paralelos son geodésicas? Si u es constante, las ecuaciones degeneran en v 2 “ 0 y
pv 1 q2 xpuqx1 puq “ 0. Como x ą 0 y v 1 no se puede anular, eso nos deja x1 pu0 q “ 0, es decir,
los paralelos son geodésicas si y solo si corresponden a puntos críticos de la generatriz para la
función distancia al eje. Esto concuerda con lo visto para la esfera y el cilindro.
Supongamos ahora que u1 v 1 ‰ 0. Consideremos la ecuación que señala que la norma del
vector velocidad es constante:
u“0
v “ a ` 2π
v“a
Teorema 6.5.1. Sea p P S. Fijemos una carta x : U Ñ S tal que p “ xp0, 0q. Entonces, existen
U1 Ă U entorno abierto de p0, 0q y existe δ1 ą 0 tal que en el abierto
Uδ1 :“ tpu, v, a, bq | pu, vq P U1 , }axu pu, vq ` bxv pu, vq} ă δ1 u Ă R4
la aplicación Ψδ1 : p´2, 2q ˆ U1 Ñ S está bien definida, es diferenciable y cumple que t ÞÑ
Ψ1 pt, pu, v, a, bqq es la geodésica asociada al punto xpu, vq y el vector axu pu, vq ` bxv pu, vq. Ade-
más, la imagen Ψ1 está contenida en xpU q.
6.5. APLICACIÓN EXPONENCIAL 141
R2
U1
pu, vq
p0, 0q
Uu,v “ tpu, v, a, bq | }axu pu, vq ` bxv pu, vq} ă δ1 u
Definición 6.5.2. Con la notación del Teorema 6.5.1, llamaremos aplicación exponencial en p
a la aplicación diferenciable expp : Bp,δ1 Ñ S dada por expp puq “ Ψ1 p1, Ψ´1
2 pp, uqq, donde
Bp,δ1 “ tu P Tp S | }u} ă δ1 u.
Es decir, si u “ axu p0, 0q ` bxv p0, 0q, expp puq “ p1, p0, 0, a, bqq.
Proposición 6.5.4. Dado v P Tp S se cumple γ p,v ptq “ expp ptvq usando (6.11).
Ejemplo 6.5.5. Vamos a calcular expe3 para S2 . Como vamos a ver esta aplicación exponencial
está definida en todo Te3 S2 “ tz “ 0u. Tomemos u “ pu0 , v0 , 0q P Te3 S2 . En lugar de calcular
expe3 puq vamos a calcular toda la geodésica t ÞÑ expe3 ptuq “ γ e3 ,u ptq.
Sabemos que esta geodésica se obtiene con una parametrización del círculo máximo contenido
en el plano v0 x ´ u0 y “ 0. Supongamos que pu0 , v0 q “ ρ0 pcos θ0 , sen θ0 q. Entonces, es fácil ver
que
γ e3 ,u ptq “ psen ρ0 t ¨ cos θ0 , sen ρ0 t ¨ sen θ0 , cos ρ0 tq.
Por tanto,
˜ a a ¸
sen u20 ` v02 sen u20 ` v02
b
expe3 pu0 , v0 q “ u0 a 2 , v0 a 2 2 2
, cos u0 ` v0 .
u0 ` v02 u0 ` v02
142 6. PROPIEDADES GEOMÉTRICAS INTRÍNSECAS
Observación 6.5.6. En los R-espacios vectoriales (o afines) de dimensión finita, y más concre-
tamente en los subespacios vectoriales (o afines) de RN podemos hacer cálculo diferencial. Un
R-espacio vectorial de dimensión N se identifica con Rn al elegir una base (en el caso afín, ne-
cesitamos además elegir un punto), pero el cálculo diferencial no depende de dicha elección. Si
tenemos H Ă RN subespacio vectorial (o afín, de subespacio vectorial director H) ~ de dimen-
sión N , podemos definir aplicaciones diferenciables de Φ : H Ñ S, donde S puede ser Rk o una
superficie diferenciable. Si p P H, entonces Tp H se identifica con H (o con H) ~ de la manera
~ es el vector tangente (para t “ 0) de la curva γ p,u ptq :“ p ` tu.
siguiente: un vector u P H (o H)
De esta manera dΦp puq “ pΦ ˝ γ p,u q1 p0q. En particular, si Φ es lineal (o afín),
~
Φ ˝ γ p,u ptq “ Φppq ` tΦpuq ~
ùñ dΦp puq “ pΦ ˝ γ p,u q1 p0q “ Φpuq.
Los razonamientos anteriores se aplican a abiertos de H.
Proposición 6.5.7. Existe δ ą 0 tal que expp : Bp,δ Ñ S es un difeomorfismo sobre la imagen,
que denotaremos Up,δ .
Demostración. Recordemos que expp p0q “ p. Por el Teorema de la Función Inversa, basta que
probemos que pd expp q0 : Tp S Ñ Tp S es inversible. Sea u P Tp S. Entonces, pd expp q0 puq es la
derivada en el origen de la curva t ÞÑ expp ptuq, es decir,
pd expp q0 puq “ γ 1p,u p0q “ u.
Es decir, pd expp q0 “ 1Tp S .
En Up,δ tenemos dos tipos de curvas importantes. Por una parte las geodésicas que pasan
por p, que son las imágenes por expp de los radios de Bp,δ Ă Tp S. También nos interesan las
imágenes de las circunferencias.
Definición 6.5.11. Los círculos geodésicos centrados en p son las imágenes por expp de las
circunferencias de centro 0 y radio r ă δ (al que llamaremos radio del círculo), es decir a las
curvas
t ÞÑ expp pr cos t ¨ u ` r sen t ¨ vq
donde u, v es una base ortonormal (positiva si S es orientada) de Tp S.
Ejemplo 6.5.12. La aplicación exponencial en S2 está definida para todo punto en todo el
plano tangente,
sen }v}
expp : Tp S2 Ñ S2 , expp pvq “ p cos }v} ` v .
}v}
Sin embargo, solo es un difeomorfismo para δ ă π.
6.5. APLICACIÓN EXPONENCIAL 143
Definición 6.5.13. Sea u, v una base ortonormal (positiva si S está orientada) de Tp S. Entonces
es una carta geodésica normal y las coordenadas son geodésicas normales. La superficie parame-
trizada
yp : p0, δq ˆ R Ñ S, xp pρ, θq :“ xp pρ cos θ, ρ sen θq
Observación 6.5.14. Extendiendo yp p0, θq “ 0, tenemos que las geodésicas radiales son t ÞÑ
yp pt, θq y los círculos geodésicos t ÞÑ yp pρ, tq. En el caso de la esfera hemos visto en el Ejem-
plo 6.5.5 que coordenadas geodésicas normales son complicadas, pero las polares son esencial-
mente las coordenadas esféricas.
BR
lı́m R “ 0, lı́m “ 1.
ρÑ0 ρÑ0 Bρ
Demostración. En la Observación 6.5.14, hemos visto que las curvas coordenadas con θ constante
son geodésicas cuyo vector tangente es unitario, mientras que las curvas con ρ constante son los
círculos máximos con su parametrización por el ángulo. Por tanto,
Dyρp
E “ ›yρp › ” 1,
› ›
” 0.
Bρ
Veamos que F no depende de ρ.
Bxyρp , yθp y Dyθp Dyρp
B F B F
BF 1 BE
“ “ yρp , “ yρp , “ ” 0.
Bρ Bρ Bρ Bθ 2 Bθ
Sean Ẽ, F̃ , G̃ las funciones asociadas a la primera forma fundamental en la carta xp con coor-
denadas pu, vq. El cambio de coordenadas es
por lo que
?
Tenemos R “ G “ }yθp }. Por (6.12), deducimos que lı́mρÑ0 R “ 0. Usaremos las dos propie-
dades siguientes:
Tenemos también las siguientes igualdades que provienen del Ejemplo 6.1.14:
Dyρp Dyθp Rρ p Dyθp Rθ p
“ “ y , “ y ´ RRρ yρp .
Bθ Bρ R θ Bθ R θ
Con estos datos calculamos la curvatura:
B ˆ ˙ F
A´ ¯ E D Rρ p p
D D D D p p y , yθ
Bθ Bρ ´ Bρ Bθ yρ , yθ Bρ R θ
K“ “ ´ “
EG ´ F 2 R2
A p E ´ ¯
p Dyθ Rρ
Rρ yθ , Bρ
B
Bρ R xyθp , yθp y ˆ ˙2
Rρ
ˆ ˙
B Rρ Rρρ
´ 2
´ 2
“´ ´ “´ .
R R R R Bρ R R
Corolario 6.5.16 (Teorema de Minding). Dos superficies con la misma curvatura de Gauss
constante son localmente isométricas.
Demostración. Basta que veamos que la curvatura constante determina completamente las cartas
geodésicas. En términos de las coordenadas geodésicas polares, la primera forma fundamental
de estas es ˜ ¸
1 0
.
0 Gpρ, θq
?
Como G ą 0, podemos tomar como antes R :“ G que también es diferenciable y que cumple
B2 R
` K ¨ R “ 0.
Bρ2
La solución a esta ecuación es
$ ? ?
&αpθq sen Kρ ` βpθq cos Kρ si K ą 0
’
’
Rpρ, θq “ αpθq ` ρβpθq si K “ 0
’
’ ? ?
αpθq senh ´Kρ ` βpθq cosh ´Kρ si K ă 0
%
BR
Las condiciones sobre el límite cuando ρ tiende a cero para R y Bρ , nos dejan como soluciones
? ?
sen? Kρ senh
? ´Kρ .
K
, ρy ´K
Corolario 6.5.17 (Lema de Gauss). Los radios geodésicos y los círculos geodésicos son ortogo-
nales.
Este resultado nos permite dar la primera propiedad minimizante de las geodésicas.
Proposición 6.5.18. Sea q P Up,δ tal que q “ expp puq. Entonces dS pp, qq “ }u} y solo las
reparametrizaciones monótonas del arco geodésico de p a q lo alcanzan.
6.5. APLICACIÓN EXPONENCIAL 145
Para t P p`0 , `1 s podemos escribir γptq “ yp pρptq, θptqq, ρ, θ funciones C 8 tal que
Entonces
ż` ż `1
› 1 › › 1 ›
Lpγq “ ›γ ptq› dt ě ›γ ptq› dt “
0 `0
ż `1 b ż `1 ż `1
2
ρ1 ptq2 ` θ1 ptq2 }yθp pρptq, θptqq} dt ě
ˇ 1 ˇ
ˇρ ptqˇ dt ě ρ1 ptqdt “ r.
`0 `0 `0
La desigualdad está demostrada. Para que se dé la igualdad, todas las desigualdades intermedias
deben ser igualdades, lo que implica el resultado del enunciado.
Como se indicó a principio del capítulo, las longitudes de las curvas que unen dos puntos nos
permiten definir una distancia. En el resultado siguiente vamos a probar que dS es efectivamente
una distancia. Es más, vamos a ver que la topología que define coincide con la topología usual.
Enunciamos este resultado ahora ya que hasta este momento no teníamos las herramientas para
probarlo.
Demostración. Veamos que cumple las cuatro propiedades de una distancia. En primer lugar,
dS ě 0, ya que es un ínfimo de cantidades no negativas. Como además hay una biyección clara
entre los caminos de q a q y los caminos que hacen el trayecto inverso (con las mismas longitudes),
es claro que dS es simétrica. Gracias al camino constante, tenemos que 0 “ dS pp, qq. Como la
distancia d en R3 también se alcanza mediante un camino (y como un mínimo de distancias) es
claro que
0 “ dS pp, qq ě dpp, qq ě 0 ùñ dpp, qq “ 0 ùñ p “ q.
Para la desigualdad triangular, sean p, q, r P S y consideremos los siguientes conjuntos:
8
Cp,r :“ tγ : ra, cs Ñ S | γ C 8 a trozos, γpaq “ p, γpcq “ ru
8 8
(
Cp,q,r :“ pγ : ra, cs Ñ S, bq | γ P Cp,r , b P ra, cs, γpbq “ q
Para ver que las topologías coinciden vamos a ver que para cada punto, las dos topologías
comparten bases de entornos. Fijemos p P S. Vamos a suponer que Up,λ “ expp pBp,δ q, δ ą 0, es
un entorno δ-normal y se cumple la Proposición 6.5.18. Es claro que
tBp,δ1 | 0 ă δ 1 ă δu
es una base de entornos de 0 en Tp S. Como expp p0q “ p, expp es un homeomorfismo y Up,λ es
un entorno de p en S, entonces
tUp,δ1 | 0 ă δ 1 ă δu
es una base de entornos para la topología usual. Para la topología métrica sabemos que
tBdS pp; δ 1 q | 0 ă δ 1 ă δu
es base de entornos para la topología que induce dS . Basta que veamos que Up,δ1 “ BdS pp; δ 1 q,
si 0 ă δ 1 ă δ. Por la Proposición 6.5.18, se tiene Ă. Veamos que Ą también se cumple. Sea q a
distancia ă δ 1 de p. Supongamos que q P Up,δ ; de nuevo, por la Proposición 6.5.18, tenemos que
q P Up,δ1 . Si q R Up,δ , observemos que el complemento en S del círculo geodésico de radio δ 1 es
no conexo. Por tanto, necesitariamente cualquier camino de p a q debe cruzar dicho círculo y
entonces podemos ver que cualquier camino tiene longitud ě λ1 , lo que nos lleva a contradicción.
Se tiene la igualdad y el resultado.
Gracias a la aplicación exponencial hemos podido definir los entornos normales de un punto
p P S. Si V es un entorno δ-normal de p entonces todo punto q P V se puede unir con p mediante
una geodésica de longitud menor que δ (única con esa condición).
Demostración. Vamos a tomar la aplicación C 8 del Teorema 6.5.1 pero referida a la carta xp ,
coordenadas normales geodésicas en p,
Φ1 : p´2, 2q ˆ Uδ1 Ñ Up,δ Ă S,
donde δ, δ1 , con 0 ă δ1 ď 2δ , se eligen para que Φ1 esté bien definida. En este caso, como se
ha elegido una carta normal geodésica en podemos fijar para cualquier 0 ă ε ! 1, tomaremos
siempre
Uε :“ tpu, v, a, bq P R4 | u2 ` v 2 ă ε2 , }axu pu, vq ` bxv pu, vq} ă εu.
Recordemos que la geodésica γ u,v,a,b : p´2, 2q Ñ S tal que
γ u,v,a,b p0q “ xpu, vq, γ 1u,v,a,b p0q “ axu pu, vq ` bxv pu, vq,
está definida por γ u,v,a,b ptq “ Φ1 pt, pu, v, a, bqq. Consideremos la aplicación
Ψ1
Uδ1 Up,δ1 ˆ Up,δ Ă S ˆ S
pu, v, a, bq pxp pu, vq, Φ1 p1, pu, v, a, bqqq “ pγ u,v,a,b p0q, γ u,v,a,b p1qq.
6.6. ENTORNOS CONVEXOS Y DÉBILMENTE CONVEXOS 147
Esta aplicación parte de una cuaterna que codifica un punto, xp pu, vq, y un vector axp
u pu, vq `
p
bxv pu, vq, cuya imagen es un par formado por el origen y el extremo de la geodésica γ u,v,a,b :
r0, 1s Ñ S. Con estos datos, garantizamos que si q P Up,δ1 , entonces la aplicación expq está
definida al menos en Bq,δ1 Ă Tq S, aunque no podemos garantizar que sea un difeomorfismo.
Para ello debemos estudiar esta aplicación más de cerca, y eventualmente, restringir el abierto
donde queremos trabajar.
Podemos estudiar algunas imágenes de Ψ1 :
Ψ1 pu, v, 0, 0q “pxp pu, vq, Φ1 p1, pu, v, 0, 0qqq “ pxp pu, vq, xp pu, vqq,
Ψ1 p0, 0, a, bq “pp, expp pa, bqq.
Υ1
Uδ1 tpx, y, z, tq P `R4 | x2 ` y˘2 ă δ12 , z 2 ` t2 ă δ 2 u
pu, v, a, bq pu, v, pxp q´1 γ u,v,a,b p1q q
W2
Φ´1
2 pq, q1 q
tp0, 0qu ˆ exp´1
p pUp,δ2 q pq, q1 q
Uδ2
2
Up,δ
Φ2 3
R2 pp, pq
B0,δ2
puq , vq q
p0, 0q
tpuq , vq qu ˆ exp´1
q pUxpuq ,vq q,δ2 q
Up,δ2 ˆ Up,2δ2
Observación 6.6.3. La razón del adverbio débilmente proviene del hecho de que no podemos
asegurar que las geodésicas de la definición estén contenidas dentro del entorno.
A pesar de esta debilidad, gracias a este resultado es posible demostrar que las curvas que
minimizan la distancia son geodésicas.
Teorema 6.6.4. Sea γ : ra, bs Ñ S una curva C 8 a trozos tal que Lpγq “ dS pγpaq, γpbqq.
Entonces, γ es una reparametrización monótona de una geodésica.
Demostración. Una curva como la del enunciado se dice que es minimizante y la podemos suponer
parametrizada por el arco. Para cualquier intervalo cerrado J Ă ra, bs se tiene claramente que
γ |J también es minimizante.
Como la condición de ser geodésica es local, basta que lo probemos para cada t P ra, bs.
Fijemos un tal t; podemos encontrar δt ą 0 tal que Vγptq,δt es δt -débilmente convexo. Por
continuidad Dε´ , ε` ě 0 tales que γprt ´ ε´ , t ` ε` sq Ă Vγptq,δt y
$ $
&ą 0 si t ą a, &ą 0 si t ă b,
ε´ ε`
%“ 0 si t “ a, %“ 0 si t “ b.
Como Vγptq,δt es δt -débilmente convexo y γpt ´ ε´ q, γpt ` ε` q P Vγptq,δt , hay una única curva
minimizante entre ambos puntos que además es geodésica. Como γ |rt´ε´ ,t`ε` s es minimizante,
deducimos que es geodésica, por lo que γ es geodésica en t.
?
B G
Lema 6.6.5. Existe 0 ă δ4 ă δ tal que si 0 ă ρ ă δ4 , entonces Bρ pρ, θq ą 0.
Up,2δ1 Ă V para un cierto valor 0 ă δ1 ă 2δ ; este entorno es p2δ1 q-normal y claramente es débil-
mente δ-convexo. Tomemos dos puntos q1 , q2 P Up,δ1 ; por hipótesis sabemos que hay una única
geodésica minimizante de q1 a q2 y que esta es de longitud menor que δ. Usando los radios
geodésicos podemos encontrar una curva de q1 a q2 de longitud ă 2δ1 . Por tanto, la longitud
de la geodésica es también ă 2δ1 . Es decir Up,δ1 es débilmente 2δ1 -convexo.
Demostración. Vamos a tomar δ4 tal verificando la tesis del Lema 6.6.5 y de manera que Up,δ4
es débilmente p2δ4 q-convexo y Up,2δ4 es p2δ4 q-normal. Fijemos q1 , q2 P V . Sabemos que hay un
único arco geodésico normalizado γ : r0, as Ñ S, a ă 2δ4 , y tal que γp0q “ q1 y γpaq “ q2 , por
ser Up,δ4 débilmente p2δ4 q-convexo. Queremos ver que su imagen está contenida en Up,δ4 .
γpa0 q
γpa1 q
γpb0 q
q1
γpb1 q p Up,2δ4
q2
Up,δ4
y
b0 “ mı́ntt P r0, as | γptq R Up,δ4 u, b1 “ máxtt P r0, as | γptq R Up,δ4 u.
Así, si t P rb0 , a0 q Y pa1 , b1 s, tenemos que
es decir,
ρptq P pδ4 , 2δ4 s, ρpb0 q “ ρpb1 q “ δ4 , lı́m ρptq “ lı́m ρptq “ 2δ4 .
tÑa0 tÑa1
Por tanto,
ż a0 ż b1
› 1 › › 1 ›
Lpγq ą ›γ ptq› dt ` ›γ ptq› dt “
b0 a1
ż a0 a ż b1 a
ρ12 ptq ` θ1 ptq2 Gpρptq, θptqqdt ` ρ12 ptq ` θ1 ptq2 Gpρptq, θptqqdt “
b0 a1
ż a0 ż b1 ż a0 ż b1
ˇ 1 ˇ ˇ 1 ˇ
ˇρ ptqˇ dt ` ˇρ ptqˇ dt ě ρ1 ptqdt ` ρ1 ptqdt ě 2δ4 ,
b0 a1 b0 a1
lo que es una contradicción. A partir de ahora podemos suponer γpr0, asq Ă Up,2δ4 . En particular,
la expresión (6.15) es válida en r0, as, ya que que p no está en la geodésica. Sea t0 un valor para
el que ρpt0 q es máximo.
γpt0 q
q1
p Up,2δ4
q2
Up,δ4
Ya sabemos que en las coordenadas polares geodésicas Γρρ,ρ “ Γρρ,θ “ 0, Γρθ,θ “ ´RRρ ,
Γθρ,ρ “ 0, Γθρ,θ “ R´1 Rρ , Γθθ,θ “ R´1 Rθ . Por ser geodésica,
Dγ 1
0“ “ pρ2 ´ RRρ θ12 qxγρ ` pθ2 ` R´1 θ1 p2Rρ ρ1 ` Rθ θ1 qqxγθ ,
dt
en particular,
ρ2 “ θ12 RRρ
Por la hipótesis sobre δ4 , esta función es positiva, lo que contradice que pueda haber un máximo
relativo.
6.6. ENTORNOS CONVEXOS Y DÉBILMENTE CONVEXOS 151
Observación 6.6.9. Tomando eventualmente un valor menor de δ, vemos que Up,δ4 también
cumple la hipótesis de unicidad de las geodésicas.
Terminamos esta sección demostrando que todo punto en una superficie admite cartas es-
peciales. Ya sabemos que admiten cartas ortogonales, es decir que los campos coordenados son
ortogonales. Esta propiedad la tienen las coordenadas polares geodésicas, con una propiedad
suplementaria: el primer campo coordenado es unitario. Sin embargo, observemos que las coor-
denadas geodésicas polares no están definidas en el centro.
Estas cartas cumplen que las curvas coordenadas para la primera variable son geodésicas.
Veamos cómo se expresan algunos invariantes en estas coordenadas.
Proposición 6.6.12. Sea S una superficie orientada y sea γ : I Ñ S una curva regular parame-
trizada por el arco tal que γpIq Ă xpU q donde x : U Ñ S es una carta positiva con E “ 1, F “ 0
y G “ R2 ; sean u, v : I Ñ R funciones C 8 tal que γptq “ xpuptq, vptqq. Entonces,
κSg,γ “ ϕ1 ` Ru pu, vq v 1 ,
Así
ˆ ˙
Dtγ ` 2 12
˘ 2 1 Ru 12 Rv
“ u ´ v Ru R xu ` v ` 2u v `v xv “
dt R R
ϕ1 ` v 1 Ru
xv “ ϕ1 ` v 1 Ru nSγ ptq
` ˘ ` ˘
´v 1 R ϕ1 ` v 1 Ru xu ` u1
R
Aplicando la definición
B F
S 1 S Dtγ S
κg,γ ptq “ xtγ ptq, nγ ptqy “ ptq, nγ ptq “ ϕ1 ` v 1 Ru .
dt
Sea S una superficie orientada y sea γ : I Ñ S una curva C 8 a trozos parametrizada por el
arco. Sea t0 P ˚
I un valor del intervalo para que el la curva no es C 8 . En ese punto tenemos dos
vectores tangentes
t´
γ pt0 q “ lı́m tγ ptq, t`
γ pt0 q “ lı́m tγ ptq.
tÞÑt´
0 tÞÑt`
0
Extendemos esta definición a R mediante γpt ` 2kq “ γptq, @k P Z. Es fácil ver que se trata
de una curva cerrada simple C 8 a trozos y de periodo 2, fallando la propiedad de ser C 8 en
t “ 0, π ´1 , 1. Es fácil ver que el ángulo externo en t “ 1 es ´ π2 ; el ángulo externo en t “ π ´1 se
obtiene como sigue. Tenemos
ˆ ˙
1´ ´1
` ´π ` 2 ˘˘ 1` ´1 ´e´π
γ pπ q “ 1, e π `1 , γ pπ q “ 0, ñ t` pπ ´1 q “ ´e2 ,
π´1
por lo que el ángulo externo en t “ π ´1 es
˜ ¸
π2 ` 1
´ arc cos ´ a .
e2π ` pπ 2 ` 1q2
Para t “ 0, tenemos ˘π. Observemos que si 0 ă ε ! 1, entonces tp´εq “ tp2 ´ εq “ ´e1 , por lo
que el signo de la base ptp´εq, tpεqq está determinado por el signo de la segunda coordenada del
segundo vector que es
˜ˆ ˆ ˙ˆ ˙˙1 ¸ ˆ ˙
1 2 1 2 2 1 1 1
sign exp ´ t ` sen “ sign t ` t ` sen ´ 2 sen cos
t t t“ε t t t
1
Si t “ kπ , k P Z, k " 1, tenemos que dicho signo es positivo. Sin embargo, para t “ π`4kπ
4
, el
signo es el de
4p4 ` π ` 4kπq 1
´ ă 0.
pπ ` 4kπq2 2
Forzosamente habrá valores en los que los dos vectores tangentes son opuestos. En cualquier caso
el método anterior no sirve para determinar el signo ya que (6.17) no siempre es cierto.
Lema 6.7.2. Sea γ : I Ñ S una curva C 8 a trozos en S, sea t0 P I tal que α “ π de manera que
γ es inyectiva en un entorno de t0 . Sea x : U Ñ S una carta positiva tal que Dε ą 0 cumpliendo
γpt0 ´ ε, t0 ` εq Ă xpU q y que γpt0 ´ tq “ xp´t, 0q, si 0 ď t ă ε. Entonces, podemos restringir
ε de manera que si 0 ă t ă ε, entonces γpt0 ` tq “ xpuptq, vptqq con vptq ‰ 0. Dicho signo no
depende de la elección de x cumpliendo las hipótesis anteriores.
Demostración. Una carta así existe, ya que cualquier podemos hacer que cualquier curva regular
sea en un entorno como el eje horizontal. Aplicamos esta propiedad a γ |pt0 ´ε,t0 s . Con esta pro-
piedad, t´ pt0 q “ xu,p , con p “ γpt0 q. Por tanto, t` pt0 q “ ´xu,p ; es decir, podemos restringir ε
para que uptq ă 0, @t tal qu 0 ă |t ´ t0 | ă ε. Como la curva es simple, vptq no se puede anular
fuera de t0 .
Sea ahora y : V Ñ S otra carta con las mismas propiedades; por comodidad, supondremos
que xpU q “ ypV q. La condición de que ambas sean positivas significa que det Jac Φ ą 0, donde
Φ :“ y´1 ˝ x. Denotemos Φpu, vq “ pαpu, vq, βpu, vqq. Observemos además que la primera condi-
ción implica que Φpu, 0q “ pu, 0q si ´ε ă u ď 0; en particular, la primera columna de Jac Φ|p0,0q
es p1, 0q, por lo que el elemento Bβ Bβ
Bv p0, 0q ą 0; por continuidad, podemos suponer que Bv pu, 0q ą 0
154 6. PROPIEDADES GEOMÉTRICAS INTRÍNSECAS
Definición 6.7.3. Sea γ : I Ñ S una curva regular C 8 a trozos en una superficie orientada S
que es inyectiva en un entorno de t0 P I tal que t´ pt0 q ` t` pt0 q “ 0. Diremos que γ es positiva en
t0 si el signo de vptq es positivo en una carta como en el Lema 6.7.2; en caso contrario, diremos
que es negativa. Entonces, el ángulo externo de γ en t0 es
$
&π si γ es positiva en t0 ,
>pγ, t0 q :“
%´π si γ es negativa en t0 .
Teorema 6.7.4 (Teorema de rotación de las tangentes). Sea γ : R Ñ R2 una curva regular
cerrada simple C 8 a trozos. Sea T ą 0 el periodo de γ y sea a P R tal que x es C 8 en a (y por
tanto en b :“ a ` T ). Sean t1 , . . . , tr P pa, bq los puntos donde no es C 8 , y sea αi :“ >pγ, ti q.
Entonces,
żb r
ÿ
› ›
κγ ptq ›γ 1 ptq› dt ` αj “ ˘2π.
a j“1
Omitimos la demostración de este resultado; para el caso C 8 (de hecho C p1q ) se da una
demostración con el Teorema de la curva de Jordan C 8 . Para el caso C 8 a trozos, la demostración
completa es delicada. El paso principal es alisar la curva y utilizar el caso C p1q .
Observación 6.7.5. Si γ es una curva regular cerrada (no necesariamente simple), entonces si
suponemos que está parametrizada por el arco, el primer término de la igualdad del Teorema 6.7.4
se reduce a
żb
κγ ptqdt;
a
en ese caso podemos expresar γ ptq “ pcos αptq, sen αptqq, con α : R Ñ R y κγ “ α1 . Por tanto,
1
la integral anterior es αpbq ´ αpaq “ 2kπ con k P Z. El Teorema 6.7.4 afirma que si además es
simple, entonces, k “ ˘1.
Consideremos ahora un polígono convexo de n lados en R2 que parametrizamos en sentido
antihorario. Entonces el primer término de la igualdad del Teorema 6.7.4 se reduce a
r
ÿ
αj .
j“1
En este caso αj P p0, πq y los ángulos internos son π ´ αj . Usando la fórmula de los ángulos
internos de un polígono, tenemos:
r
ÿ r
ÿ r
ÿ
pn ´ 2qπ “ pπ ´ αj q “ nπ ´ αj ùñ αj “ 2π.
j“1 j“1 j“1
Veamos qué ocurre cuando pegamos dos curvas C 8 a trozos con los ángulos externos.
6.7. PREPARANDO GAUSS-BONNET: TEOREMA DE LAS TURNING TANGENTS EN SUPERFICIES. 155
´a 0 b ´b 0 c ´a 0 c
γ1 γ2 γ3
t´
2 p0q
t` `
2 p0q “ t3 p0q
t´ ´
3 pbq “ t2 p´bq
t´ ´
1 p0q “ t3 p0q t`
2 p´bq
t`
1 p0q
t´
1 pbq
t` `
1 pbq “ t3 pbq
La elección de los ángulos α1 , α2 ha sido precisa y ahora tenemos que dilucidar si α3 “ α1 `α2 ˘π,
con α3 “ >pγ 3 , 0q. Para ver que la elección es `π procedemos distinguiendo casos y observando
que algunos no son posibles.
Sea p “ γ 1 p0q “ γ 2 p0q “ γ 3 p0q. Observemos que Ai se corresponde con el sector ángular
pequeño en p si y solo si αi ě 0, ya que dicho sector angular es π ´ αi . En particular, no se puede
dar el caso α1 , α2 ă 0 (o uno nulo y el otro negativo). Se comprueba el resultado fácilmente en
156 6. PROPIEDADES GEOMÉTRICAS INTRÍNSECAS
α2 α3
α2
α3
α1
α1
(a) Unión de dos dominios pequeños. (b) Unión de dos dominios, uno grande.
Figura 6.10
los casos posibles. En efecto, los ángulos internos quedan π ´ α1 , π ´ α2 , y al sumarlos obtenemos
2π ´ α1 ´ α2 , por lo que el ángulo externo, queda
π ´ p2π ´ α1 ´ α2 q “ α1 ` α2 ` π.
En el otro vértice, se hace igual.
Observación 6.7.7. Apliquemos el Teorema 6.7.4 a las tres curvas y veamos que los resultados
concuerdan. Tenemos,
ż0 żb ÿ ÿ
2π “ κ1 ptqdt ` κ1 ptqdt ` >pγ 1 , 0q ` >pγ 1 , bq ` >pγ 1 , tq ` >pγ 1 , tq.
´a 0 tPp´a,0q tPp0,bq
De la misma manera,
ż0 żc ÿ ÿ
2π “ κ2 ptqdt ` κ2 ptqdt ` >pγ 2 , 0q ` >pγ 2 , ´bq ` >pγ 2 , tq` >pγ 2 , tq.
´b 0 tPp´b,0q tPp0,cq
Con las mismas ideas que en la Definición 4.2.21, vamos a definir la integral a lo largo de
una superficie o a lo largo de una curva. Empecemos con este último caso. Sea γ : ra, bs Ñ R3
una curva C 8 y sea f : ra, bs Ñ R una función C 8 . Entonces, definimos
ż żb
› ›
(6.18) f :“ f ptq ›γ 1 ptq› dt.
γ a
Al incluir este último término, observamos que si h : rc, ds Ñ ra, bs es una reparametrización
ş ş
(positiva), entonces γ˝h pf ˝ hq “ γ f .
6.8. TEOREMAS DE GAUSS-BONNET 157
Proposición 6.8.1. Sea S una superficie orientada y sea A una región tal que K|A ‰ 0 Sea
B :“ NpAq Ă S2 y supongamos que N : A Ñ B es un difeomorfismo. Entonces,
ˇż ˇ
ˇ ˇ
ApBq “ ˇ K ˇˇ .
ˇ
A
Demostración. Podemos suponer que hay una carta x : U Ñ S tal que A Ă xpU q. Denotemos
C :“ x´1 pAq. Por la hipótesis, y :“ N ˝ x : U Ñ S2 es una carta. Por tanto,
ż ż ż
K “ pK ˝ xq }xu ˆ xv } dudv, ApBq “ }yu ˆ yv } dudv.
A C C
Observemos que por construcción dNpxu q “ yu , Npxv q “ yv . Es decir, la matriz J del endo-
morfismo dN es una matriz de cambio de base:
´ ¯ ´ ¯
yu yv “ xu xv J ñ yu ˆ yv “ det Jpxu ˆ xv q “ pK ˝ xqpxu ˆ xv q.
Sea A una región en una superficie orientada S de manera que existe una difeomorfismo C 8 de
un disco de R2 limitado por una curva C 8 a trozos. Sea γ : ra, bs Ñ S una parametrización regular
(C 8 a trozos) de BA. En esta situación hay esencialmente dos posibles parametrizaciones (según
el sentido de recorrido). Sea t P ra, bs; consideremos tγ ptq (eventualmente con superíndice ˘ si
es un punto donde la curva no es C 8 ) y nSγ ptq; si cambiamos el sentido del recorrido este vector
cambia de signo. Fijamos en γ la orientación tal que nSγ ptq apunta hacia A; esta condición es
estable en los puntos en los que la curva no es C 8 . A las parametrizaciones que cumplan esta
condición las llamaremos positivas. Con esta condición, f : BA Ñ R es una función tal que f ˝ γ
es C 8 a trozos, entonces definiremos
ż ż
(6.20) f :“ pf ˝ γq
BA γ
Teorema 6.8.2 (Teorema local de Gauss-Bonnet). Sea A una región en una superficie orien-
tada S homeomorfa a un disco. Sea γ : ra, bs Ñ BA una parametrización positiva que es C 8
en t “ a, b. Dado p “ γptq P BA, definimos κg ppq :“ κSg,γ ptq (con superíndices si es necesario)
Entonces, ż ż ÿ
K` κg ` >pγ, tq “ 2π.
A BA tPra,bs
γ x ptq “ puptq, vptqq. Supondremos que esta parametrización es positiva y parametrizada por el
arco. Por las condiciones de ser isoterma, los ángulos externos en γ y en γ x coinciden.
Lema 6.8.3. Sea γ : I Ñ S una curva regular parametrizada por el arco tal que γptq “
xpuptq, vptqq, donde x es una carta con coordenadas isotermas donde h : U Ñ R es la fun-
ción C 8 tal que Ix “ expph2 qI2 . En estas condiciones, si ϕ es una función que mide el ángulo
de xu con tγ , entonces κSg,γ “ ϕ1 ` v 1 hu ´ u1 hv .
Lema 6.8.4. Con las notaciones anteriores si A Ă xpU q donde x : U Ñ S es una carta positiva
tal que hay una función diferenciable h : U Ñ R tal que Ix “ expph2 qI2 y BA está parametrizada
por el arco, entonces
ż ż bˆ ˙ r
Bh Bh ÿ
κg “ v 1 ptq puptq, vptqq ´ u1 ptq puptq, vptqq dt`2π´ >pγ, tj q.
BA a Bu Bv j“1
Demostración. Usamos las notaciones del Lema anterior. La función ϕ : ra, bs 99K R no es
continua donde γ no es C p1q , y elegimos los saltos de manera que @t0 P pa, bq se tiene
Por las fórmulas del Ejemplo 6.3.6, si a ă t1 ă ¨ ¨ ¨ ă tr ă b son los puntos donde la curvatura
no es C p1q , tenemos que
ˆ ˙
1 1 Bh 1 Bh
κg “ ϕ ` v ´u ùñ
Bu Bv
ż żb ˆ ˙ r
Bh Bh ÿ ` ´ ˘
κg “ v1 ´ u1 dt ` ϕ´ pt1 q ´ ϕpaq ` ϕ ptj q ´ ϕ` ptj´1 q ` ϕpbq ´ ϕ` ptr q “
BA a Bu Bv j“2
żbˆ ˙ r
Bh Bh ÿ
v1 ´ u1 dt ` ϕpbq ´ ϕpaq ´ >pγ, tj q.
a Bu Bv j“1
Por ser la carta isoterma ϕ1 es la curvatura de γ x y los ángulos externos coinciden, por lo que
aplicando el Teorema 6.7.4 a γ x y teniendo en cuenta la construcción de ϕ (con los saltos en los
ángulos) tenemos que ϕpbq ´ ϕpaq “ 2π.
Idea de la demostración. Seguimos con las hipótesis anteriores; para calcular la curvatura de
Gauss utilizamos el Ejemplo 6.3.5:
K “ ´ expp´2hqphuu ` hvv q.
Por tanto,
ż ż
K“´ phuu ` hvv qdudv;
A B
recordemos la Fórmula de Green:
Sean P, Q : B Ñ R dos funciones C 8 , sea γ : ra, bs Ñ BB Ă R2 una parametri-
zación positiva por el arco de BB. Entonces:
ż ˆ ˙ żb
BQ BP ` ˘
´ dudv “ P pu, vqu1 ` Qpu, vqv 1 dt.
B Bu Bv a
6.8. TEOREMAS DE GAUSS-BONNET 159
Con esto queda demostrado el resultado si la región A está dentro de una de una carta isoterma.
Si no, podemos descomponer A como unión de regiones (con intersecciones contenidas en la
frontera). Podemos pegarlas sucesivamente como en el Lema 6.7.6, por lo que basta ver que si
el Teorema es cierto para dos regiones cuyas fronteras se pegan como en dicho Lema, entonces
es cierto siempre. Veamos el efecto del pegado en cada término.
Es claro que ż ż ż
K` K“ K.
A1 A2 A3
Con respecto a las integrales de las curvaturas geodésicas, los tramos comunes de γ 1 , γ 2 se
recorren con orientaciones opuestas, mientras que los otros dan lugar a γ 3 . Por tanto,
ż ż ż
κSγ ` κSγ “ κSγ .
BA1 BA2 BA3
Con respecto a los ángulos externos vamos a distinguir por casos las contribuciones a S1,2 (suma
de los ángulos externos de γ 1 y γ 2 ) y S3 (suma de los ángulos externos de γ 3 ).
Los que se encuentran en γ 1 ptq “ γ 3 ptq, t P p´a, 0q son iguales para γ 1 y γ 3 por lo que
su contribución a S1,2 y S3 coincide.
Un razonamiento similar se aplica a los que se encuentran en γ 2 ptq “ γ 3 ptq, t P p0, cq;
son iguales para γ 2 y γ 3 por lo que su contribución a S1,2 y S3 coincide.
Los que se encuentran en γ 1 ptq “ γ 2 p´tq, t P p0, bq son opuestos para γ 1 y γ 2 por lo
que su contribución a S1,2 y S3 es nula en ambos casos.
Para γ 1 p0q “ γ 2 p0q “ γ 3 p0q. Sean αi los ángulos correspondientes. Por el Lema 6.7.6,
tenemos que α1 ` α2 “ α3 ` π.
Por el mismo razonamiento, si βi son los ángulos en γ 1 p´aq “ γ 1 pbq “ γ 2 p´bq “ γ 2 pcq “
γ 3 pcq “ γ 3 p0q, tenemos que β1 ` β2 “ β3 ` π.
Por tanto, S1,2 “ S3 ` 2π y el resultado se completa.
Ejemplo 6.8.5. Sea ∆ un triángulo esférico en la esfera de radio 1 con ángulos internos α1 , α2 , α3
y lados segmentos de círculos máximos. Recordemos que K “ 1 y κg “ 0. Por otra parte, si
orientamos la frontera positivamente, los ángulos externos son π ´ αi . Es decir,
ż
2π “ 1 ` 3π ´ pα1 ` α2 ` α3 q ùñ Ap∆q “ pα1 ` α2 ` α3 q ´ π.
∆
Ejemplo 6.8.6. Supongamos que podemos trazar un triángulo ∆ en la tractroide con ángulos
internos α1 , α2 , α3 y lados geodésicos. Como K “ ´1 y κg “ 0, si orientamos positivamente,
tenemos:
ż
2π “ p´1q ` 3π ´ pα1 ` α2 ` α3 q ùñ Ap∆q “ π ´ pα1 ` α2 ` α3 q.
∆
P3 “ γpcq son los vértices, mientras que `1 “ γpr0, asq, `2 “ γpra, bsq y `3 “ γprb, T sq son las
aristas. Un triángulo en una superficie orientada es la imagen por una carta x : U Ñ S de un
triángulo en U Ă R2 .
ŤNT
Sea ahora S una superficie compacta de R3 . Diremos que S es triangulable S “ j“1 ∆j
de triángulos de manera que dos triángulos distintos no disjuntos se cortan en un vértice o
en una arista comunes. Todas las superficies compactas son triangulables aunque no lo vamos
a demostrar. Sea T “ t∆j uN j“1 una triangulación de S. El número NT denota el número de
T
Teorema 6.8.9 (Teorema Global de Gauss-Bonnet). Sea S una superficie compacta orientada
triangulable de R3 y sea T una triangulación. Entonces,
ż
K “ 2πχpT q.
S
N
ÿ T ÿ ż N
ÿ T ÿ
2πNT ´ κg ´ αP,j ,
~
`j
j“1 `PTA X∆j j“1 P PTV X∆j
donde αP,j es el ángulo externo del triángulo positivo de ∆j en el vértice P , y ~`j es la arista `
orientada positivamente para ∆j .
Cada arista está en dos triángulos y en ellos adquiere orientaciones opuestas, por lo que el
segundo sumando desaparece. Denotemos βP,j :“ π ´ αP,j el ángulo interno de P en ∆j y TP el
conjunto de triángulos que tienen a P como vértice. Entonces,
ż ÿ ÿ
K “ 2πNT ´ pπ ´ βP,j q,
S P PTV ∆j PTP
tpP, ∆j q P TV ˆ T | P P ∆j u
es exactamente 2NA , ya que fijado P hay tantos pares pP, ∆j q como aristas por P , y cada arista
aparece exactamente dos veces. Es decir,
ż ÿ ÿ
K “ 2πNT ´ 2πNA ` βP,j “ 2πNT ´ 2πNA ` 2πNV “ 2πχpT q.
S P PTV ∆j PTP
Observación 6.8.10. Podemos enunciar el Teorema Global de manera más general, tomando una
región compacta R triangulable en una superficie orientada de manera la frontera sea C 8 a
trozos. Si orientamos BR positivamente y denotamos por θ la suma de los ángulos externos de
6.8. TEOREMAS DE GAUSS-BONNET 161
...
looooooooooooooooooooomooooooooooooooooooooon
g veces
Corolario 6.8.13. Sea γ : R Ñ S2 una curva cerrada simple C 8 a trozos. Entonces, S2 zγpRq
tiene dos componentes conexas.
Observación 6.8.14. Este resultado no es cierto para Fg , g ě 1. Por ejemplo, para F1 , conside-
ramos un toro de revolución. Es fácil ver que las curvas coordenadas no separan la superficie en
dos componentes conexas.
Proposición 6.8.16. Sea S una superficie orientada tal que K ď 0. Sea p P S y sean γ i ,
i “ 1, 2, dos arcos geodésicos que empiezan en p. Entonces, estos dos arcos no se pueden volver
a cortar en otro punto q de manera que encierren una región R homeomorfa a un disco.
Demostración. Supongamos que lo negado en la proposición ocurre. Tenemos una región R como
en la Observación 6.8.10. Entonces, si θp , θq son los ángulos de BR en p, q (BR está formada por
γ 1 y γ 2 ). Al no ser tangentes las geodésicas, θq , θq ă π. Así, como la curvatura geodésica en el
162 6. PROPIEDADES GEOMÉTRICAS INTRÍNSECAS
Proposición 6.8.17. Una superficie S difeomorfa a un cilindro y tal que K ă 0 tiene a lo más
una geodésica cerrada simple.
Demostración. Supongamos que S tiene una geodésica cerrada simple γ. Como S es homeomorfa
a R2 zt0u, utilizando la Proposición 6.8.16, deducimos que su imagen en el plano rodea al origen.
Sea δ otra geodésica cerrada, que tiene que cumplir la misma condición. Ambas curvas deben
de ser disjuntas, también por la Proposición anterior (tomar dos puntos de intersección), por lo
que la región R que bordean ambas es homeomorfa a un cilindro cerrado, es decir, χpRq “ 0,
por lo que
ż
0 “ 2πχpRq “ Kă0
R
es una contradicción.
Proposición 6.8.18. Dos geodésicas cerradas simples en una superficie compacta orientada de
curvatura positiva se cortan.
Teorema 6.8.19 (Jacobi). Sea γ : R Ñ R3 una curva birregular cerrada. Supongamos que
n : R Ñ S2 Ă R3 (vista como curva) es cerrada simple. Entonces, las dos regiones de S2
divididas por n tienen la misma área.
Es decir, tenemos el producto mixto de nh , pnh q1 , pnh q2 , que se obtiene tomando el determinante
de las coordenadas en una base ortonormal positiva. Ya hemos visto que
por lo que
Sea R una de las dos regiones en las que n divide a la esfera (homeomorfa a un disco), con
χpRq “ 1. Si T es el periodo común de nh y a P R, tenemos que
ż ż a`T
2
κSg,n “
BR a
τh τh τ τ
κ̃
! h ptqdt “ arc tg pa ` T q ´ arc tg paq “ arc tg phpa ` T qq ´ arc tg phpaqq “ 0,
κh κh κ κ
por ser la curva γ cerrada. Por tanto
ż ż
1
ApS2 q “ 2π “ K“ 1 “ ApRq.
2 R R
Apéndice A
Coordenadas isotermas
Vamos a probar el Teorema 6.3.9. Para ello vamos a comenzar trabajando en abiertos de R2 .
Los enunciados que vamos a probar son puramente locales, es decir, serán ciertos en un entorno
de un punto (eventualemente más pequeño que el entorno de partida).
Sea S una superficie regular, p P S. No es difícil ver que podemos encontrar campos orto-
gonales en un entorno de p. Para ello, fijamos una carta x : U Ñ S, V :“ xpU q, xp0q “ p.
`B˘
En esa carta consideramos los dos campos coordenados xu , xv . Observemos que xu “ dx Bu ,
`B˘
xv “ dx Bv .
Es fácil construir dos campos ortogonales. Basta tomar
X1 :“ xu , Y1 :“ Exv ´ F xu .
son también ortonormales, y de hecho cualquier base de campos ortonormales sobre V es de esta
manera.
Si queremos encontrar coordenadas isotermas en V (o en un entorno de p en V ), necesitamos
encontrar β, f : V Ñ R, funciones C 8 , tal que ef Xβ “ yu , ef Yβ “ yv para una cierta carta y.
Expresado en términos de la carta x, lo que buscamos es, dados dos campos X, Y sobre U
(siempre linealmente independientes), dos funciones β, f : U Ñ R tales que ef Xβ , ef Yβ sean
derivaciones parciales tras un difeomorfismo.
Los campos en abiertos de R2 los vemos como derivaciones de funciones en dichos abiertos.
(L4) rX, rY, Zss ` rY, rZ, Xss ` rZ, rX, Y ss “ 0 (identidad de Jacobi).
B B B B
Como consecuencia, si X “ f1 Bx ` f2 By e Y “ g1 Bx ` g2 By , entonces
ˆ ˙ ˆ ˙
Bg1 Bf1 Bf1 Bg1 B Bg2 Bf2 Bf2 Bg2 B
rX, Y s “ f1 ´ g1 ´ g2 ` f2 ` f2 ´ g2 ´ g1 ` f1 .
Bx Bx By By Bx Bx Bx Bx By By
Φ : p´ε, εq ˆ V1 Ñ U, Φp0, qq “ q,
y las curvas t ÞÑ Φpt, qq son curvas integrales de X. Podemos tomar ε lo suficientemente pequeño
de manera que p0, tq P V1 , |t| ă ε. Tomamos la restricción Φ̃ :“ Φ|p´ε,εq2 . Como se hizo en la
demostración de la Proposición 5.8.8, se tiene que dΦ̃0 es inversible. En particular, podemos
encontrar entornos abiertos W, V de 0, W Ă p´ε, εq2 , V Ă U tal que la restricción de Φ̃ define
un difeomorfismo Φ̂ : W Ñ V .
Φ̂
p´δ, δq ˆ V1 W
El siguiente resultado nos permite caracterizar que dos campos puedan ser los campos coor-
denados de una carta.
Lema A.2.7. Sean U Ă R2 , X, Y campos sobre U tal que Xp , Yp son linealmente independien-
tes, @p P U . Entonces, rX, Y s “ 0 si y solo si @p P U existe un entorno abierto V de p en U y
B B
un difeomorfismo Ψ : V Ñ W tal que dΨpXq “ Bx y dΨpY q “ By .
Vamos ahora a ver cuál es la condición para que se dé la situación del Lema A.2.7, pero con
f “ g.
Notación A.2.8. Dados dos campos X, Y , tales que rX, Y s “ f X ` gY , denotamos DpX, Y q “
Xpf q ` Y pgq.
Lema A.2.9. Sean U Ă R2 , X, Y campos sobre U tal que Xp , Yp son linealmente independien-
tes, @p P U . Sean f, g : U Ñ R tal que rX, Y s “ f X ` gY . Entonces, Xpf q ` Y pgq “ 0 si y
solo si @p P U existe un entorno abierto V de p en U y un difeomorfismo Ψ : V Ñ W tal que
dΨpXq “ h BxB B
y dΨpY q “ h By , h : U Ñ R es C 8 .
por lo que
´ ¯
B B
Veamos primero pðq. Como D Bx , By “ 0, se da el resultado.
Para pñq, podemos suponer que X “ ef Bx B
, Y “ eg By
B
; de hecho como la fórmula se mantiene
al multiplicar por una función los dos campos, podemos suponer f “ 0. Es decir,
„
B g B Bg
rX, Y s “ ,e “ Y.
Bx By Bx
Es decir,
B2 g
0 “ eg
ByBx
B
Por tanto, g “ f1 pxq`g1 pyq, por lo que podemos considerar los campos X1 “ e´f1 X “ e´f1 pxq Bx ,
´f1 g1 pyq B
Y1 “ e Y “ e By , que se pueden sustituir por campos coordenados.