Guía de Estudio
Líderes
SESIÓN 4: Conócete a ti mismo para que puedas
conocer a Dios
Semana 9
Cómo convertirte en un ser autentico
Tu propia conciencia está intrínsecamente conectada a tu relación con Dios. De hecho, el desafío de
despojarnos de nuestro “viejo y falso” ser para poder vivir auténticamente en nuestro “nuevo y
verdadero” ser impacta el centro de la verdadera espiritualidad.
El apóstol Pablo, lo expresó de la siguiente manera: «debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza ...
y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad»
(Efesios 4:22,24).
En el año 500 D.C., Agustín escribió en Confesiones, “¿Cómo puedes acercarte a Dios cuando está
lejos de ti mismo? Por eso él oró: “Concédeme, Señor, que me conozca a mí mismo para que
pueda conocerte a ti”.
Juan Calvino, en 1530, escribió: “Nuestra sabiduría…consiste casi enteramente de dos partes: el
conocimiento de Dios y de nosotros mismos. Pero al estar estas conectadas por muchos hilos, no es
fácil determinar cuál de las dos precede y da nacimiento a la otra”.
La gran mayoría de nosotros irá a la tumba sin conocer quién es. Sin ser completamente
consciente de esto, vivimos la vida de alguien más, o al menos de acuerdo a las expectativas que
otros tienen de nosotros. Esto es violencia contra nosotros mismos, nuestra relación con Dios, y
finalmente hacia otros.
1. CONECTARSE 5’
Describa ¿Cuál es el trabajo con el que ha soñado realizar?
2. ESTUDIO BÍBLICO: _____________ 20’
¿Quién puede darse cuenta de absolutamente todos sus errores? Así que te pido que me ayudes a no
cometer pecados sin darme cuenta. Salmo 19:12(PDT)
La jornada de una genuina transformación hacia la espiritualidad emocional sana comienza con un
compromiso de permitirse a sí mismo sentir. Los sentimientos son una parte esencial de nuestra
humanidad y única personalidad como hombres y mujeres creados a imagen y semejanza de Dios. La
Biblia revela a Dios como un ser emocional que siente como una persona. Al haber sido creados a su
imagen, también fuimos creados con el don de sentir y experimentar emociones. Algunos de nosotros
tal vez hayamos aprendido que esos sentimientos no son confiables; que son peligrosos y pueden
alejarnos de la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Aunque es cierto que no debemos ser guiados por nuestras emociones, ellas tienen una función crítica
en nuestro discipulado y discernimiento de la voluntad de Dios. Hay centenares de emociones, cada
una con sus variaciones, mezclas, y sutilezas. Los investigadores las han clasificado en ocho familias
principales como se muestra en las siguientes preguntas.
Adaptado del Libro “Espiritualidad Emocionalmente Sana” por Peter Scazzero 1|Página
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Escoja cuatro preguntas de la lista y escriba libremente sus respuestas:
• ¿Qué es lo que actualmente le causa enojo?
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• ¿Qué causa tristeza en su vida?
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• ¿A qué le teme usted?
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• ¿Qué es lo que está disfrutando?
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• ¿A quién o qué ama usted?
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• ¿Qué le sorprende?
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• ¿Qué le disgusta?
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El viaje de la transformación genuina hacia una espiritualidad emocionalmente sana, se inicia con el
compromiso de permitirnos ejercitar nuestros sentimientos. Es una parte esencial de nuestra humanidad y
personalidad como hombres y mujeres creados a imagen de Dios.
Las Escrituras muestran a Dios como un ser emocional que siente, es decir una persona.
- «y Dios consideró que esto era bueno ... muy bueno» (Génesis 1:25,31). En otras palabras, Dios
estaba encantado, deleitado, lleno de placer por nosotros.
- «Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad» (Jeremías 31:3).
- «¿Cómo podría abandonarte, Israel? ... Dentro de mí, el corazón me da vuelcos, y se me conmueven
las entrañas» (Oseas 11:8).
- «Comenzó a sentirse triste y angustiado. Es talla angustia que me invade, que me siento morir -les
dijo-» (Mateo 26:37-38).
- «En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo» (Lucas 10:21).
3. Para reflexionar
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Tómate unos minutos y reflexiona sobre el sentir de nuestro Dios. Tú has sido creado a su imagen.
Dios piensa tú también piensas, Dios desea igualmente tú deseas, Dios siente tú sientes. Eres un ser
humano creado a semejanza de Dios. Parte de esa similitud es la virtud de sentir.
El llamado del discipulado incluye precisamente, experimentar nuestros sentimientos, reflexionar sobre
ellos y luego responder a los mismos de una manera reflexiva bajo el señorío de Jesús.
Oremos. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si
hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno. Salmo 139:23,24
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