El cuerpo humano: Aprenda anatomía
En general: Los cinco tipos de huesos
Reseña general de 5 tipos de huesos, largos, cortos, planos, irregulares y sesamoideos
El esqueleto humano tiene una serie de funciones, tales como la protección y soportar el
peso. Diferentes tipos de huesos tienen formas diferentes en relación con su función
particular.
Entonces, ¿cuáles son los diferentes tipos de huesos? ¿Cómo se clasifican?
Hay cinco tipos de huesos en el esqueleto: planos, largos, cortos, irregulares y
sesamoideos.
Analicemos cada tipo y veamos ejemplos.
1. Los huesos planos protegen órganos internos
Ejemplo de cuatro tipos de huesos planos
Hay huesos planos en la estructura ósea de la cabeza (occipital, parietal, frontal, nasal,
lagrimal y vómer), la caja torácica (esternón y costillas) y la pelvis (ilion, isquion y pubis). La
función de los huesos planos es proteger los órganos internos como el encéfalo, el corazón
y los órganos pelvianos. Los huesos planos son algo aplanados y pueden brindar
protección, como un escudo; los huesos planos también pueden proporcionar áreas
grandes para la unión de los músculos.
2. Los huesos largos soportan el peso y facilitan los movimientos
Ejemplos de 9 huesos largos en el cuerpo
Los huesos largos, más largos que anchos, incluyen el fémur (el hueso más largo del
cuerpo), así como huesos relativamente pequeños en los dedos de las manos. La función
de los huesos largos es soportar el peso del cuerpo y facilitar los movimientos. Los huesos
largos se ubican principalmente en el esqueleto apendicular e incluyen huesos en los
miembros inferiores (la tibia, el peroné, el fémur, los metatarsianos y las falanges) y huesos
en los miembros superiores (el húmero, el radio, el cúbito, los metacarpianos y las
falanges).
3. Los huesos cortos tienen forma de cubo
Ejemplos de huesos cortos
Los huesos cortos tienen aproximadamente la misma longitud que ancho. Los huesos
cortos se ubican en las articulaciones de la muñeca y el tobillo y proporcionan estabilidad y
permiten algunos movimientos. Los huesos carpianos en la muñeca (escafoides, hueso
semilunar, piramidal, hueso ganchoso, pisiforme, hueso grande, trapezoide y trapecio) y los
tarsianos en los tobillos (calcáneo, astrágalo, navicular, cuboides, cuneiforme lateral,
cuneiforme intermedio y cuneiforme medial) son ejemplos de huesos cortos.
4. Los huesos irregulares tienen formas complejas
Las vértebras y la pelvis, ejemplos de huesos irregulares del cuerpo humano
Los huesos irregulares varían en forma y estructura y, por lo tanto, no caben en ninguna
otra categoría (planos, cortos, largos o sesamoideos). Con frecuencia tienen una forma
bastante compleja, que ayuda a proteger órganos internos. Por ejemplo, las vértebras,
huesos irregulares de la columna vertebral, protegen la médula espinal. Los huesos
irregulares de la pelvis (pubis, ilion e isquion) protegen órganos de la cavidad pelviana.
5. Los huesos sesamoideos refuerzan tendones
Un hueso sesamoideo del cuerpo, la rótula
Los huesos sesamoideos son huesos que están incluidos en tendones. Estos pequeños
huesos redondos habitualmente se encuentran en los tendones de las manos, rodillas y
pies. La función de los huesos sesamoideos es proteger los tendones del estrés y el
deterioro. La rótula, comúnmente denominada patela, es un ejemplo de hueso sesamoideo.
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Los huesos son los órganos vivos formados por colágeno y por sales de calcio y fósforo,
que le proporcionan dureza.
Se distinguen varias partes del hueso:
Epífisis: son los extremos de los huesos largos. Son muy ligeras porque están formadas por
tejido óseo esponjoso. Es la zona que se acopla en la articulación.
En los espacios que deja el tejido óseo esponjoso está la médula ósea roja, encargada de la
producción de células sanguíneas.
Diáfisis o caña: es la parte alargada del hueso que está entre las epífisis. Está formada por
tejido óseo compacto, lo que proporciona rigidez al hueso. Contiene bastantes nervios y
capilares.
En la parte central de la diáfisis está la cavidad medular, que contiene un tejido adiposo que
constituye la médula ósea amarilla.
Metáfisis: es la zona de unión entre la epífisis y la diáfisis. En épocas de crecimiento
contiene cartílago, que será reemplazado posteriormente por tejido óseo.
Apófisis: son los salientes del hueso, donde se insertan los músculos, ligamentos y
tendones.
Periostio: es una membrana que recubre el hueso, aunque no está presente en las
articulaciones (epífisis), ya que está sustituida por el cartílago, que protege del rozamiento.
Endostio: membrana de tejido conjuntivo que recubre la cavidad medular.