“LA LEYENDA DE SLEEPY HOLLOW” (W.
Irving)
PERSONAJES
-Ichabod Crane (Un maestro recién llegado, es urbanita y presuntuoso, acaba de
llegar a un valle perdido, aislado y donde abundan las historias de fantasmas y mira por
encima del hombro a los lugareños. Es supersticioso, pero también incrédulo)
- Brom Bones (Otro pretendiente de Katrina, la hija del labrador más rico del
pueblo. Es un chico de pueblo, guapo y fuerte. En la fiesta de Katrina cuenta la historia
del fantasma y pica a Ichabod para humillarlo ante Katrina)
-Katrina (la joven a la que todos pretenden)
-algunos niños de la escuela (A través de sus ojos vemos cómo es el maestro)
Lucía
Manuel)
Narrador
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ACTO I
Escena I
(Los niños están solos en el aula esperando a que llegue el maestro. Desean que sea
alguien cariñoso y que los cuide)
-LUCÍA. - ¡Madre mía! Hoy se me han pegado las sábanas, menos mal que he llegado a
tiempo. Se me había olvidado que hoy llega el nuevo maestro, a ver cómo es… Mi
madre me ha dicho que viene de la ciudad, que ayer se bajó del tren con un traje negro,
como el de un sepulturero, tieso como un cuervo… Dice también que va a alojarse en la
posada un tiempo… Que no tiene familia…
-MANUEL. - Pues a ver si hay suerte y no tiene las manos tan largas como el último, ni
como el otro, ni como el otro… No sé cómo lo hago, pero siempre acabo castigado y
cobrando… Mira, mira... por ahí viene el hombre del traje elegante… y bien peinadito
que viene…
¡Buenos días, señor maestro!
ICHABOLD -Buenos días, niños. Bien, veo que somos pocos en clase…estupendo. Así
aprenderéis algo, que buena falta os hará. No creo que en este pueblecito haya mucha
cultura escondida.
A ver, chicos…decidme… ¿cuál es el último libro que habéis leído en clase?
¿Cuál es vuestro cuento favorito? ¿Qué historias os han contado vuestras madres para
dormir?
-LUCÍA. - ¿Libros? ¿En clase? ¡Ninguno, profesor, ninguno!
Algunas veces hemos leído alguna carta, o trocitos de la biblia… hemos hecho alguna
redacción y luego las leemos… pero no mucho más. Y las madres, para dormir, nos
cuentan historias de fantasmas, que aquí hay muchos.
No paramos mucho en el aula, casi siempre salimos y damos la clase fuera, en el
bosque. Allí nos gusta ver las plantas, y las montañas, y los animales…
-MANUEL. - Sí, a mí eso es lo que más me gusta. El maestro nos llevaba a recoger
piñas y leña para esa chimenea, en invierno hace mucho frío. Lo que más me gusta es
recoger insectos, las mariposas son mis favoritas… el otro maestro siempre nos
explicaba cosas sobre ellos…
-ICHABOD. - ¿Mariposas? ¿insectos, dices? (habla con desprecio, algo asombrado ante
lo que le están contando los niños) ¡Madre de dios, ahora lo entiendo todo! Por eso sois
tan sumamente ignorantes. ¡Dejaos de tonterías y vamos a sacar el cuaderno y el libro!
Hoy vamos a trabajar la ortografía, y un poco de geografía, que sepáis, al menos, donde
colocar este pueblucho… Tengo que hacer de vosotros gente de bien, a ver si consigo
que dejéis de ser unos pueblerinos… que me va a costar…
¡Y nada de hablar de fantasmas! Que eso solo son supersticiones de viejas y de gente
inculta. Que quede claro…¡¡¡¡los fantasmassss no existen!!!!!!
Y al que se resbale (habla moviendo una regla que ha cogido de manera amenazadora)
… lo tengo en el rincón todo el día, que conmigo no se juega.
-MANUEL. – Horror, me lo temía. Esto no pinta nada, pero que nada bien. ¿por qué
demonios no se habrá quedado este mequetrefe en la ciudad?
NARRADOR. - Poco a poco, Ichabold se fue haciendo con la clase y, aunque detestaba
la ignorancia de la gente del pueblo, comenzó a sentirse más feliz al ilusionarse con una
joven llamada Katrina, la hija del granjero más rico del pueblo, que no parecía hacerle
mucho caso. Una mañana a primera hora, Ichabold comenzaba su clase cuando la joven
Katrina llamó la puerta de la clase.
ESCENA II.- (Hablan Ichabold y Katrina)
-ICHABOLD. - Buenos días, hermosa Katrina. Bienvenida a esta humilde escuela que
es la tuya. ¿Qué te trae por aquí?
-KATRINA. - Pues verá, maestro. Mi padre quiere celebrar que mañana cumplo
dieciocho años con una gran fiesta en la casa. Hemos pensado que también le gustaría
venir y, ya que me acercaba a la ciudad, he querido pasar para invitarlo en persona.
-ICHABOLD. - Es un inmenso honor para mí, por supuesto que iré. Agradézcaselo a su
padre en mi nombre y, sepa, señorita Katrina, que estaré encantado de acompañarla en
esa celebración. Y en todas… (la mira con ojos de adoración. Se nota que está tontito
con ella)
Por supuesto, espero que me reserve algunos bailes. No es por presumir, pero siempre
se me ha dado muy bien el bello arte de la danza… enseñaremos a sus paisanos cómo se
hace.
NARRADOR. - La joven, se despide con rapidez y desaparece. No puede evitar sentir
un cierto desdén ante ese hombre tan arrogante pero su padre ha insistido y no puede
contrariarlo.
ICHABOLD. - (Ahora que la joven se ha ido habla consigo mismo en voz alta, mirando
al público)
¡Genial! Mañana me declararé y a esa florecilla campestre no le quedará otra que
aceptar y ser la próxima señora de Ichabold Crane. Es un poco paleta, un diamante en
bruto, pero ya me encargaré yo de refinarla.
Nos casaremos en primavera y viviremos en la casa de su padre, que para eso es la
mejor de todo el pueblo. Ese pueblerino avaro tendrá que portarse bien conmigo, no en
vano voy a ser el padre de sus futuros nietecitos.
Ja, ja, ja… y encima podré tener a Katrina siempre que me dé la gana. Hasta que me
canse…
¡Qué feliz voy a ser!!
ACTO II
NARRADOR. - (La noche siguiente, en la fiesta en casa de los Van Tassell. Se escucha
música de baile y hay gente divirtiéndose, pueden oírse a lo lejos las carcajadas)
(SUENA MÚSICA DE BAILE Y RISAS DE FONDO)
Ichabold aparece vestido con sus mejores galas, pretende declararse y quiere causar
buena impresión. Mientras espera la ocasión, conversa con algunos vecinos, uno de
ellos, al llegar la medianoche comienza a contar historias de fantasmas.
Ichabold, no puede evitar burlarse de ellos y de esas supersticiones. Cuando Brom, el
otro pretendiente de Katrina, un chico joven, guapo y fuerte comienza a contar su
historia, no puede evitarlo y explota.
-ICHABOLD. - ¡Venga ya! Eso solo son cuentos de viejas, no puedes estar hablando en
serio. Sería mucha casualidad que todos los fantasmas habitaran en este bosque… ¡Qué
curioso! (se burla)
NARRADOR. - Brom se había propuesto asustarlo para que Katrina viera que era un
cobarde y que no merecía la pena. Por ello, comenzó a contar la leyenda más terrorífica
que conocía… puso su voz más profunda para intentar que se asustaran ….
-BROM. Esta historia me la contó mi padre, y a él se la había contado su padre, y al
otro el suyo… Hace muchos, muchos años en este valle hubo una guerra terrible y los
árboles se bañaron en sangre. Había un soldado valiente, el más valiente de todos y el
más enamorado…pero nada de eso bastó, un mal día la muerte vino a por él y una bala
de cañón le arrancó la cabeza de cuajo. Pero su espíritu no se resignó, no consigue
descansar en paz… es como si todos los demonios se hubieran apoderado de él y todas
las noches vaga por el valle a lomos de su caballo buscando a los insensatos que se
atreven a adentrarse en su territorio…¡¡¡¡ Y disfruta cortándoles la cabeza!!!!
Como no tiene cabeza, mientras no encuentre una que le guste, lleva una calabaza de
ojos rojos que parece envuelta por el fuego del infierno cada vez que el jinete se
enfurece.
Quienes lo han visto dicen que también su caballo tiene los ojos encendidos….
-ICHABOLD. - ¡Bonita historia! Hermoso cuento para los niños… Siempre me han
gustado las historias de fantasía, respeto mucho a las personas con imaginación…
Pero… espero que ninguno de ustedes crea que nada de esta historia es cierto…
Son cuentos de brujas, cuentos y más cuentos… Paparruchas. Eso es lo que todo esto
me parece, paparruchas…
- BROM. - Bueno, señor sensato, príncipe valiente, pues ya que parece usted tan
convencido de que esto es solo una historia de niños, imagino que no tendrá ningún
problema para acercarse esta misma noche hasta el bosque…
-ICHABOLD. - Por supuesto que iré. Ahora mismo. Es coser y cantar, un juego de
niños.
ACTO III
(MÚSICA DE TERROR DE FONDO)
NARRADOR. - Y tras despedirse de sus anfitriones, el maestro montó en su pequeño
asno y se dirigió al bosque para demostrar a todo el mundo que eso solo eran mentiras y
leyendas. Salió del pueblo, atravesó el puente que llevaba al bosque y, pese a sus
palabras, sintió que estaba asustado y empezó a arrepentirse de haber sido tan bravucón.
(RUIDOS EXTRAÑOS Y EL VIENTO)
Cada ruido lo inquietaba, el sonido del viento le ponía la carne de gallina y veía
sombras y caras siniestras por todas partes.
Tras unos cuantos sobresaltos comenzó a sentirse más seguro, casi dudaba de la historia
y empezó a cantar.
ICHABOLD. - Aquí no hay ningún fantasma, es que no existen los fantasmas, ya sabía
yo.
Volveré a casa de Katrina y seré su héroe. Ya les he demostrado a todos que soy un
valiente y ahora me respetarán aún más. A nadie le asombrará que me case con la
muchacha más hermosa.
NARRADOR. - En ese mismo momento, una sombra se interpuso en su camino. Un
enorme caballo negro con los ojos rojos le cortaba el paso y, sobre él, galopaba un
hombre siniestro vestido con una larga capa negra. Llevaba una espada ensangrentada
que relucía a la luz de la luna.
Aunque no podía ver su cara el maestro supo al instante que ese ser no era de este
mundo.
-ICHABOLD. - ¡Dios bendito! Estoy ante un ser que no está vivo, ¡no puede ser otra
cosa que un fantasma, un ánima, una presencia horripilante del infierno!
NARRADOR. - Cuando el jinete, con un solo gesto, se arrancó la cabeza en forma de
calabaza a Ichabold se le paró el corazón.
El caballo negro levantó sus patas delanteras amenazadoramente e Ichabold, (SUENA
EL RELINCHO DE UN CABALLO) con las pocas fuerzas que le quedaban, espoleó a
su asno con fuerza para llegar a la entrada del pueblo. No estaba lejos pero el caballo era
veloz, mucho más que su asno, y podía sentir en el cuello el calor del fuego de la
calabaza. (SONIDO DE CASCOS DE CABALLO)
Cabalgó y cabalgó rezando por su vida, y, por los pelos, consiguió cruzar el puente.
Sabía que el espíritu no podría atravesarlo y se sintió confiado.
ICHABOLD. - Bueno, ahí te quedas, engendro. Vuélvete al infierno, que yo me vuelvo
al baile.
NARRADOR. - Pero el espíritu lanzó su calabaza en llamas directa hacia él. Fue tan
rápido, tan inesperado, que no pudo evitarla y la explosión causó un gran estruendo.
(ESTRUENDO HORRIBLE)
A la mañana siguiente nadie pudo encontrar al maestro. Los niños estaban solos en la
escuela y dieron la voz de alarma, el maestro solía ser puntual.
Las madres, y los padres comenzaron a buscarlo por todas partes. No estaba en su casa,
ni en el establo, ni en el bosque… Por mucho que lo buscaron solo encontraron su asno,
su sombrero y una misteriosa calabaza destrozada en medio del puente.
Unos pensaron que el jinete se lo habría llevado, para otros quizás se volvió loco y
decidió irse… Brom sonrió, porque él sí se imaginaba lo ocurrido, y acabó casándose
con la hermosa Katrina. (MÚSICA DE TERROR)
Y colorín, colorado, esta leyenda se ha acabado.