0% encontró este documento útil (0 votos)
19 vistas2 páginas

El Ba en Egipto

El documento explora las concepciones egipcias y griegas antiguas sobre el alma (ba y psyché), considerándola como una entidad separada pero vinculada al cuerpo, capaz de separarse en la muerte o trance. También analiza cómo ciertas prácticas filosóficas y religiosas buscaban purificar el alma y elevarla a un estado más espiritual.

Cargado por

ErebuS 9
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
19 vistas2 páginas

El Ba en Egipto

El documento explora las concepciones egipcias y griegas antiguas sobre el alma (ba y psyché), considerándola como una entidad separada pero vinculada al cuerpo, capaz de separarse en la muerte o trance. También analiza cómo ciertas prácticas filosóficas y religiosas buscaban purificar el alma y elevarla a un estado más espiritual.

Cargado por

ErebuS 9
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 2

El ba

Los egipcios sostenían una visión psico-física del alma se mejante a la de los
griegos homéricos. El corazón era el centro principal de la conciencia, mientras
que el vientre era el cen tro de los impulsos instintivos «calientes» o «fríos». Las
extre midades eran las portadoras de la voluntad: unos brazos o unas piernas
fuertes indicaban la capacidad de llevar a buen término los propios deseos. Aunque
la cabeza no era el centro de la con ciencia, se identificaba estrechamente con la
persona entera. Así como, según la visión homérica, la cabeza transportaba a la
psy ché en su viaje al inframundo, en Egipto la cabeza volaba a tra vés de la Duat -
el Otro Mundo egipcio- acoplada al cuerpo de un ave. Un ave con cabeza humana
es el jeroglífico del ha, el alma. 17
Como la psyché, el ba únicamente afloraba cuando una per
sona estaba dormida o muerta, o en un estado intermedio, por ejemplo en un trance
durante la iniciación. Lo principal era que los miembros del cuerpo -corazón,
vientre y extremidades fuesen «apaciguados», para que las «fuerzas del alma» que
nor malmente estaban distribuidas por todo el cuerpo «pudieran reunirse en una
unidad y concentrarse en la forma del ba alado». '8 Según Dodds, esto es
exactamente lo que los órficos hacían: concentraban su poder psíquico para forjar
una unidad de alma, la cual estaba ausente entre los griegos homéricos, pues para
éstos el alma se distribuía de forma similar por todo el cuerpo. De este modo eran
capaces de experimentar el alma como una entidad separada del cuerpo. En el
Fedón Sócrates confirma la visión de Dodds cuando afirma que la práctica de la
verdadera filosofía exige una katharsis o purificación que «con siste en separar el
alma del cuerpo y enseñarle el hábito de com ponerse a partir de las partes del
cuerpo, y vivir hasta donde pueda, ahora y en adelante, sola y por sí misma, libre
del cuerpo como de un grillete».19
Cabe decir que no todo el mundo era un «verdadero filó sofo». Llegar a serlo
requería un alto grado de iniciación, como sucede con cualquier chamán. Esto mismo
era también aplicable a la religión egipcia: las operaciones del ba se producían en un
contexto esotérico y sacerdotal. º Además, puesto que el ba se suele representar
2

planeando sobre el cuerpo inerte o merodean do en torno a la tumba de un fallecido,


puede que su función primordial fuese la de comprobar que el cuerpo estuviera inerte
o muerto, con el fin de saberse independiente de él. Esto nos proporciona una prueba
de primera mano, por así decirlo, de que, aunque nuestro cuerpo esté sujeto a la
muerte y la des composición, una parte esencial de nosotros continúa vivien do.21
Pero el ba -que literalmente significa «manifestación»- tal vez no sea lo que
entenderíamos por la palabra «alma» en su sen tido más amplio, ya que parece reacio a
dejar las inmediaciones del cuerpo. 22

El ba sólo es cercenado completamente del cuerpo cuando se convierte en un aj,


«que puede entenderse como el ba divini zado».23 La palabra aj tiene
connotaciones de luz, resplandor, iluminación e inteligencia. Es como el núcleo
interno o mani festación más elevada del ba. Se asemeja mucho a la idea plató nica
de que existe un núcleo inmortal en la psyché, que el propio Platón llama a veces
logistikon y otras daimon o nous.24 Es lo que yo denominaré «espíritu». Aunque
tendemos a utilizar in distintamente los términos «espíritu» y «alma», yo efectuaré
una marcada distinción entre ambos. Además, me opondré a la idea de que el
espíritu -como el aj o el nous- sea «más elevado» que el alma, y explicaré que es
una característica del espíritu el pro yectarse siempre como «más elevado».
Sólo podemos alcanzar la sabiduría mediante la transforma
ción del ba en el aj, porque la sabiduría sólo puede sobrevenir al cruzar el umbral
de la muerte y entrar en un estado alejado del cuerpo. Platón estaba de acuerdo
con los egipcios: la sabiduría le sobreviene a aquel cuya alma está libre de la
opacidad del cuerpo y es capaz de penetrar en la realidad del Otro Mundo .25 Eso
es algo que pueden lograr aquellos filósofos a quienes les
«crecen alas» con las que alzar el vuelo hacia «la región inmor tal de los dioses y,
estando en la retaguardia del universo, con templar lo que está más allá: la
realidad incolora, informe e intangible que sólo el nous es capaz de percibir».26
La división de alma y cuerpo permitió un nuevo tipo de co nocimiento o, como
Platón prefiere, de sabiduría, a través de una participación mística en una realidad
trascendente que alla naba el camino para toda la experiencia mística subsiguiente.
Pero, paradójicamente, esa misma división condujo también a un tipo opuesto de
conocimiento: escindiéndonos del mundo material, pudimos desarrollar el
dualismo del que nació nuestra moderna cosmovisión científica.

También podría gustarte