Los cuatro elementos
Los elementales
Invocación a todos los Espíritus Elementales:
La Tradición Esotérica
La metafísica Filosófica
La Creencia Popular
Las Razas Elementales
Invocación a los Elementales
ELEMENTAL DEL AIRE
Invocación
ELEMENTAL DE AGUA
Invocación
ELEMENTAL DEL FUEGO
Invocación
ELEMENTAL DE TIERRA
Invocación
Seres Misteriosos
Los elementos de La magia
Tierra
Aire
Fuego
Agua
Los Elementos: las piedras angulares de la magia.
Los elementales De Paracelso
Las Trece Coincidencias
Un Cuento para abrir Boca
Los Atalayas Vigilantes o Guardianes
Atalaya del Este:
Invocación:
Elemento AIRE
Atalaya del sur:
Invocación:
Elemento FUEGO
Atalaya del Oeste:
Invocación:
Elemento AGUA
Atalaya del Norte:
Invocación.
Elemento TIERRA
Seres Magicos Elementales
El Elemento Tierra
La Tierra dentro de nosotros
Cuando has perdido tu camino…
ELEMENTALES DE TIERRA- GHOB
SERES MÁGICOS DEL ELEMENTO TIERRA
Los duendes
*Duendes de los espacios verdes*
*Entidades tenues del jardín*
*Duendes domésticos*
*Diablos burlones*
*Duendecillas*
*Duendes dañinos*
*Duendes familiares*
*Duendes vampirizantes*
*Duendes lascivos*
*Duende Pintón*
*Duendes irlandeses*
El Elemento Aire
Cuando has perdido tu camino…
ELEMENTALES DEL AIRE- PARALDA
SERES MÁGICOS DEL ELEMENTO Aire
Silfos y sílfides
Geniecillos de las tormentas
Hadas
El Elemento Fuego
Cuando has perdido tu camino…
ELEMENTALES DEL FUEGO- DJIN
SERES MÁGICOS DEL ELEMENTO Fuego
Seres mágicos del elemento fuego
Salamandras:
Liminiades
Dragones
Dragones Wyvens
Basiliscos
El Elemento Agua
EL AGUA DENTRO DE NOSOTROS
CUANDO HAS PERDIDO EL CAMINO…
ELEMENTALES DEL AGUA- NIXSA
SERES MÁGICOS DEL ELEMENTO Agua
Ondinas
Sealkies
Asrai
SERES MÁGICOS DEL ELEMENTO ETER
Jerarquías angélicas
PRIMERA JERARQUIA
SEGUNDA JERARQUIA
TERCERA JERARQUIA
La Magia de Los cuatro Elementos
Magia de la Tierra
Magia del Aire
Magia del Fuego
Magia del Agua
Poderes de la Tierra
Para Curar
La Cama de Tierra
Para disipar tus problemas
Un Encantamiento de Tierra
Observar la Tierra
Una Botella Protectora de Tierra
Para Proteger a los Niños
Un Hechizo de Tierra a Largo Plazo
Poderes del Aire
Los Vientos
Viento del norte
Viento del Este
Viento del Sur
Viento del Oeste
Determinando los vientos
Invocando a los Cuatro Vientos
Trabajando con un viento
Hechizos de Aire
Ata Tus Problemas (Viento del Norte)
Una Campana de Amor (Viento del Oeste)
Para Vencer el Miedo (Viento del Sur)
Para Comunicarse con un Amigo Ausente (Viento del Este)
Para Tomar una Decisión (Viento del Este)
Eligiendo un Viento
Para Levantar los Vientos
La Cinta del Tiempo
Para Levantar el Viento
Para Levantar Vientos
Para Parar el Viento
Para Parar un Ciclón
Para Levantar el Viento a la Orilla del Mar
Poderes del Fuego
Una purificación
Hechizo de protección con fuego
Una adivinación con el fuego
Otra adivinación con fuego
Adivinación con la corteza de un árbol
Para curar
Para comunicarse con otros
Hechizo del sol y el vidrio
Hechizo antifuego
Poderes del Agua
Contemplar el Agua
Magia de Manantiales y Pozos
Un Hechizo de Manantial
Magia del Estanque
Anillos de Agua
Magia de los Arroyos
Una Curación
Barco de Enfermedades
Otra Magia con Agua
El Caldero y el Cuchillo
El lago sagrado
Cruzar agua
Un hechizo de Dinero.
Agua Curativa
Un Espejo de Agua
Los reinos
Elementales
Se dice que los Reinos Elementales representan las Fuerzas Internas
Espirituales de los 4 elementos. Se muestran como imágenes que las gentes
han construido a lo largo de muchos cientos de años y que han asumido una
vida separada propia. Algunos son sumamente visibles, y el antiguo pueblo
Celta recoge muchos relatos de los Gnomos, Hadas, y Duendes, o las
“Personas Pequeñas,” como los irlandeses a menudo los llaman. Todos estos
son parte del elemento Tierra. Menos comúnmente conocidos son los Silfos,
las Salamandras y las Ondinas, que son parte de los elementos Aire, Fuego y
Agua respectivamente. Cada Reino Elemental reside bajo la dirección de un
Rey Elemental, quien a su vez sirve a uno de los 4 grandes Arcángeles. Junto
controlan los esquemas del clima del mundo. Los elementales son criaturas
traviesas, quienes se dice que son tan encantadores, que pueden conducirnos
al olvido de nuestro propio destino en tierra. Pero en verdad esto simplemente
significa que la obsesión – como con cualquier cosa- puede tentarnos a vivir
en un mundo de fantasía de sueños y falsas promesas, dejándonos incapaces
de confrontar y manejar nuestras vidas cotidianas. No obstante, el contacto
con ellos no solo es inevitable, sino profundamente enriquecedor y, cuando se
les trata con amor, respeto, adecuado control, pueden reforzar la magia de
nuestras vidas al habilitarnos para verdaderamente ver y entender la
imponente belleza interna y el poder de los 4 elementos que nos dan vida; y a
cambio, nosotros por nuestro contacto con estos Seres, podemos asegurar su
existencia continuada. Los poderosos elementos de Aire, Fuego, Agua y
Tierra son el dominio de los reinos Elementales tanto como lo son de
nosotros, y se dice que tan sólo con la protección de los Arcángeles, y el
permiso de los Reyes Elementales, que podemos conservar cualquier
semejanza de control. Aunque los escépticos despacharían su descripción
como puros vuelos de fantasía, se nos dice por quienes creen, que los Reyes
de los Elementales y sus reinos son parte intrínseca de nuestra herencia. Ellos
comparten nuestra existencia, y su espíritu vive dentro de nuestras propias
naturalezas tan ciertamente como nosotros experimentamos su naturaleza
exterior.
Los cuatro elementos
En tiempos antiguos se tomó considerable nota para la comprensión de
los elementos, puesto que se les consideraba los ladrillos de construcción del
Universo, y muchos creyeron que ellos eran parte también de su estructura
básica propia. Los Sabios de esos tiempos los vieron como un reflejo del
universo. Estudiaron las estrellas y la naturaleza, y utilizaron la información
que reunieron como un método para comprender a su Creador y sí mismos.
Todos nosotros ahora vivimos entre naturaleza, aún quienes viven en
pueblos y ciudades, y a la mayoría de nosotros nos tranquiliza caminar por el
campo o a lo largo de la playa. Pocos de nosotros se toman el tiempo para
verdaderamente estudiarlos, pero si nos interesamos en seguir estas creencias
antiguas, hallaríamos que la misma naturaleza contiene la clave de mucho
conocimiento interno sobre nuestra propia naturaleza, y la parte que
desempeñamos en el gran Plan Cósmico.
Cada día nos calentamos con Fuego,
Nos bañamos con Agua,
Sentimos el Viento en nuestros cabellos,
Caminamos sobre la Tierra.
Muchos se pasmarían al darse cuenta que esos mismos elementos se
pueden interpretar como funcionando dentro de nosotros.
Estamos hechos por las mismas leyes, y estos elementos no sólo se
sienten alrededor de nosotros, sino que muy ciertamente se pueden expresar a
sí mismos en muchas formas dentro de nuestra naturaleza. A causa de esto
los elementos son considerados por algunos como muy importantes y, por
analogía, se pueden comparar como sigue:
Fuego = Deseo
Agua = Emociones
Aire = Pensamiento
Tierra = Estabilidad
Hay muchos dichos que han resultado de estos, y no es por accidente que
oímos cosas tales como:
Las Llamas de la Pasión (FUEGO)
Ahogados por la Emoción (AGUA)
La Brisa fresca de la Razón (AIRE)
Sólido como una Piedra (TIERRA)
Y hay muchas analogías más, si nos interesamos en pensarlas. Mientras
más estudiamos la naturaleza, y la comparamos con nosotros, más podemos
saber y quizás aprender y a entendernos, y lo especial de nuestra propia
individualidad.
¿Alguna vez deseó saber porqué decimos “Dios el Padre,” y llamamos al
mundo en que vivimos como “la Madre Tierra”?
La naturaleza se puede considerar como la Novia y el reflejo de la
Creación. El Padre es el Creador, la Madre es quien alimenta a todo lo que se
manifiesta en la Tierra – ambos funcionando en polaridad perfecta. Se nos
dice que todo en la naturaleza está hecho con los 4 elementos básicos, y vale
la pena examinar cómo esto puede afectarnos también.
Los elementales
Invocación a todos los Espíritus Elementales:
¡Espíritus Elementales, acérquense a mí!
Gnomos, compartan su humor conmigo.
Ondinas, jueguen en mi presencia.
Silfos, que la brisa me acaricie.
Salamandras, muévanse en las llamas de las velas.
¡Espíritus Elementales, Gracias por venir!
Yo creía desde siempre que los elementales formaban parte de la fantasía
infantil y de la mitología pagana, hasta que vi a uno. El impacto fue tal que
pensé que algo debía de andar mal en mi interior para semejantes
experiencias. Después consulté y me confirmaron que lo había visto porque
estaba allí; más tarde quise saber, e investigue.
Estos espíritus de la naturaleza han sido tema de estudio desde los albores
de la humanidad y las teorías sobre ellos varían según las filosofías. Por un
lado tenemos a los herméticos tradicionales que recogen las primeras
creencias y fuentes de información, incluyendo a las religiones animistas y
sus rituales paganos. Por otro lado a los metafísicos filosóficos que estudian
el elemento más que lo practican y se centran en cosmogonías abarcando
incluso lo poco obtenido de la parapsicología científica. Por último y quizá la
más abundante de todos, que es la tradición popular, con sus cuentos
leyendas y tradiciones y su magia casera, que si bien es fantasía siempre se
originan en un principio de verdad.
Personalmente, no desecho ninguna de estas vías de conocimiento ya que
cada una aporta desde su prisma campos de conocimiento, que dejaría
incompleto el estudio de este tema si no se contemplara como un todo. Me
planteo presentar lo que he obtenido de todas las ramas a fin de mostrar un
abanico lo más amplio posible para que el lector decida hacia dónde dirigir
sus pasos, si es que está interesado.
La Tradición Esotérica
La definición de la tradición esotérica es que “los elementales son
espíritus de la región infra astral que representan a ciertos elementos de los
cuales los más importantes son aquellos que forman el planeta Tierra”. Estos
seres se alimentan de la vibración o energía de los elementos. El planeta está
formado por 4 energías, y por consiguiente, cada una tiene su grupo de
elementales que adquieren forma humana para ser comprendidos por nuestra
mente cuando los podemos ver.
Esto significaría que son las potencias inteligentes que rigen y coordinan
cada elemento. La Cosmogonía dice que habitan el planeta desde mucho
antes de la creación del hombre, y que cuando la Tierra solo era una masa
incandescente e inanimada, los elementales estaban presentes como
ayudantes de los espíritus superiores en la construcción y ordenamiento del
planeta. Esto me parece evidente, toda vez, que en el momento en que surge
un elemento se genera una vibración y la consecuencia es el elemental.
Evidentemente están conectadas con la magia perfectamente estructurada y
jerarquizada, como todo en el Cosmos.
Citando en ejemplos prácticos: ¿Alguna vez hemos penetrado en un
bosque sintiéndonos observados por mil ojos invisibles?, o, ¿Hemos rehuido
instintivamente a sentarnos en una piedra del borde de un camino para buscar
otra mucho más alejada? ¿Has tropezado y caído de bruces sobre un charco
de agua? Ciertamente, es habitual en muchísimos casos, pero también nos
hemos sentido invadidos de paz y serenidad al mirar en el fondo del estanque
silencioso a los pies de un sauce, e incluso en determinados casos hemos
sentido una inquietud o un malestar a la vista de un viejo árbol retorcido, o
una gruta escondida entre la maleza del bosque, o cuando menos, nuestra
propia inseguridad ha aumentado en esos momentos. ¿Cuál es la razón?,
sencillamente porque son vibraciones o disarmónicas con nosotros.
Deberemos reconocer que si el elemento en si produjera ese efecto, la
sensación seria globalizada para todos nosotros cada vez que nos
aproximáramos al lugar. Pero por el contrario, no es así, sino algo más
profundo; es como una emanación que surge de la piedra y que nos atrae o
nos repele sin causa aparente. Pues bien, eso es efecto del elemental.
Podríamos decir que el elemental es el alma (o la potencia) del elemento.
Tanto las religiones panteístas, que consideran que todo está animado por
un alma, como los chamanes de todas las partes del mundo, han bautizado
por esa razón a los elementales como los espíritus de la naturaleza, y los
invocan bajo el nombre del espíritu del agua, de fuego del aire de la tierra, y
dentro de ello también les habremos oído hablar del espíritu de la montaña,
del árbol, del rio. Esto es una parte de la que se compone la Magia elemental,
en la que se utilizan los elementos como Materia prima representante de una
potencia superior: los Elementales naturales. Aun hay otro tipo de
elementales llamados artificiales, pero eso corresponde a alta Magia y
nosotros no los vamos a tratar aquí. Desde este momento ya queremos
comenzar advirtiendo: la Magia Elemental no es un juego. En si contiene un
poder muy fuerte, y el hecho de que los veamos o representemos en graciosos
enanos o delicadas hadas, no implica que sea ni ingenuo ni divertido, y
mucho menos inocuo. Una cosa es conocer la potencia y utilizarla en caso
necesario, igual que utilizamos o llamamos a los ángeles, con seriedad y
respeto y otra jugar a mago Merlín. Así pues cuidado, las consecuencias
pueden ser nefastas.
La metafísica Filosófica
Para los humanos muy dados a “cotejar científicamente las experiencias”
el mundo de los elementales tiene desde siempre un aire misterioso y
mitológico o fantástico; pero sabios de otros tiempos no los consideraban así.
Tenemos el caso Teofrastus Bombastus Von Hohenheim llamado
Paracelso, que en Europa en el siglo XVI, escribió una enorme cantidad de
obras de tipo alquímico, médico, filosófico y teológico. En su obra “El libro
de las Ninfas, los Silfos, los Pigmeos, las Salamandras y demás espíritus”
publicado en 1591, dice: “Los Elementales, no pueden clasificarse entre los
hombres, porque algunos vuelan como los espíritus; no son espíritus, por que
comen o beben como los hombres. El hombre tiene un alma que los espíritus
no necesitan, los elementales no tienen alma, y sin embargo no son
semejantes a los espíritus, estos no mueren y aquellos si mueren.”. Esta obra
fue claramente la inspiradora de los cuentos de los hermanos Grimm así
como a Goethe y R. Heine, entre otros.
Por otro lado el concepto Elemental aparece en todas las cosmogonías
como seres reales, formando parte de los orígenes de la tierra y no como
cuentos .La mitología griega está llena de, ondinas, elfos, con pasiones y
emociones al más puro estilo humano. Pero además es curioso observar, que
en todas las culturas desde los albores de la antigüedad, y de manera idéntica,
los elementales fueron representados por pueblos tan distantes como los
sumerios, los caldeos, los egipcios, los chinos, los pueblos indígenas de
África, Polinesia y América. Los dibujos de sus figuras, son casi idénticas, ya
sea en Europa del siglo XV, o en la India misteriosa y mágica 2000 años
antes de Cristo, e incluso hoy en día.
Quizás si tomáramos más conciencia que cada elemento es algo vivo que
contiene un alma, una energía, una vibración llamada elemental nos
volveríamos más respetuosos con la naturaleza, lo que redundaría en
beneficio de la madre Gaia y por ende en todos nosotros.
Un ejemplo bastante conocido son los Nagas. Los tibetanos llaman así a
los espíritus que moran en la naturaleza. Algunos de ellos pueden dañar
nuestra salud por lo que recomiendan no realizar determinados trabajos en
unos días concretos del año en que los lamas astrólogos han fijado
previamente, de acuerdo a las posiciones de los astros y complicados cálculos
-muy parecidos por cierto a los de los antiguos mayas- a fin de evitar que los
nagas debiliten nuestro cuerpo predisponiéndolo a enfermedades. El budismo
contiene entre sus prácticas espirituales, determinados de mantras para calmar
a estos espíritus, o para evitar interferencias de ellos.
Los elementales tienen su parte más densa o “cuerpo” en el Plano
Energético, pudiendo en condiciones favorables reflejar hasta cierta
corporeidad en las zonas etéricas. Asimismo los herméticos tradicionales los
situaban en el infra astral, o zona intermedia entre el etérico y el denso de
tierra. Un elemental no pertenece a la cadena evolutiva, por consiguiente no
tiene sentido del bien del mal y son puramente duales.
La Creencia Popular
Los representa de formas humanas, a fin de que podamos reconocerlos, y
no porque esa sea su forma real, pero nos encanta saber que hay unos seres
diminutos escondidos entre los helechos, o que en el chisporroteo del fuego
las salamandras saltan y juguetean con las llamas. Entre los elementales los
hay colaboradores con el hombre, eruditos, y estudiosos pero también
socarrones, bromistas y gruñones. Caras hermosas etéreas con cuerpos
lindísimos y otros de formas grotescas, que al igual que entre los humanos, se
agrupan en una variedad de razas ocupando su territorio etérico. Decimos que
son los guardianes de los bosques, del Fuego, de la Tierra del Agua y el Aire
porque como hemos visto antes realmente contienen la esencia primordial de
su propio elemento. Estos misteriosos entes, eran amados y temidos al mismo
tiempo, ya que tanto beneficiaban como perjudicaban. Son eternos niños de la
naturaleza, tienen un tipo de vibración muy rápida y eléctrica, que les permite
trasladarse de un lugar a otro a la velocidad de la luz. Deducimos pues que
son es mucho más rápidos que nosotros y por lo tanto sus formas son más
inestables. Cuando su vibración se ralentiza y solamente durante el tiempo
que dure esa frecuencia de vibración, son Visible al ojo humano. La
corporización de un elemental se puede producir, bien por factores naturales
originados en la fuerza de energía de la zona, o bien por la voluntad de quien
quiera verlos, voluntad que ha de ser fuerte pero no agresiva, pues cualquier
inestabilidad en ella repercute en los Espíritus de la Naturaleza y los ahuyenta
hacia sus “refugios” energéticos y a los juegos ópticos propios de su
extraordinario poder para disimularse en los mismos elementos que habitan.
Los magos, brujos y druidas en las religiones animistas les respetaban mucho,
y les hacían ofrendas; el éxito o fracaso del ritual dependían parte de que el
elemental se sintiera complacido o no con las prebendas. Los que en la magia
trabajan con elementos los invocan antes de cada ritual en la creación del
circulo, y les dan las gracias al final. Hemos buscado las invocaciones y
creado unas tablas básicas para aquellos que quieran experimentar con los
elementales. Pero tened cuidado. Esto no es una novela de ciencia-ficción, ni
una fabula para relatar en la noche a la luz de la lumbre. Es una realidad, los
veamos o no y utilizar mal esta energía puede tener consecuencias dañinas.
Hablamos de elementos y sus potencias, que desatados son grandes
destructores de la humanidad…y eso si lo hemos visto muchas muchísimas
veces. Si se invoca a un elemental, tened por seguro que acudirá, y si no tiene
su compensación la tomara el mismo, así pues, mejor no jugar con fuego,
podemos quemarnos.
Las Razas Elementales
SALAMANDRA.
Fuego. La cábala las considera como el espíritu elemental compuesto de
las más sutiles partes del fuego.
Farisilles (masculino), Shallones (femenino).
Dirigen el elemento fuego; lo controlan. Trabajan durante las tormentas,
tratando de orientar los rayos cuando se producen. Después de haber
cumplido el período terrestre dentro de su línea, se transforman en:
Farrallis o líderes en su área; trabajan como maestros. Aspiretes son los
ejecutores de los planes elaborados; controlan varios elementos. Hiarrus son
como una especie de gobernadores; elaboran los planes a ejecutar. Ra-Arus
es la máxima categoría dentro de la línea de los elementales y sería la misma
que dentro de los humanos tienen los arcángeles.
ONDINAS.
Agua Espíritu elemental del agua de carácter similar al de las sirenas. A la
luz de la cábala, dice que “están poseídas de un espíritu maléfico que les hace
atrae a sus víctimas a las profundidades de las aguas”. Son de una gran
belleza. Ondinas (femenino), Wallanos (masculino). Aman el agua y se
encuentran en sus profundidades, dirigen grupos de Minutes, que trabajan
continuamente, guiando el agua por su cauce natural y hasta su salida al mar.
NEREIDAS o Hadas del Mar
Nerenes (masculino), Ensines (femenino).
Son las que controlan las aguas del mar, sobre todo cuando hay
tormentas, ya que sin su trabajo el efecto del agua en las costas sería
devastador. Prestan gran ayuda al hombre, sobre todo en alta mar. Miden
alrededor de 5 cm. Permanecen l año en plano físico y 100 años en plano
astral. Trabajan en grupos y forman dentro de estos, sub-grupos. Tienen ya un
poco de conciencia y forman parejas. En las parejas de los elementales se
intercambian poder.
SILFIDES o Céfiros.
Aire Ayuda en los planos mentales. Son las que controlan los vientos. Así
como en el agua, hay canales invisibles para nosotros que corresponden a los
vientos.
Cuando el aire se descontrola y produce una tempestad, causa estragos no
sólo para el hombre sino también para las hadas que trabajaban. Esto se
produce cuando elementales de baja frecuencia vibratoria atacan por sorpresa
y logran derribar a las hadas que estaban dirigiendo al viento. Son las más
grandes en estatura.
ELFOS
Tierra. Los elementales de Tierra es el grupo más numeroso y de mayor
clasificación. De entre ellos destacamos:
Elfos. Trabajan alejados del hombre, generalmente en los claros de los
bosques o montañas. Guían en sus tareas a los congéneres de niveles
inferiores. Generan círculos de poder y trabajan dentro de ellos. La belleza de
sus cuerpos está en función del poder adquirido a base de esfuerzo. Están
alrededor de 500 años en plano físico; deciden cuándo volver, pero rara vez
lo hacen antes de los 5000 años.
Los Gnomos, trabajan el suelo y las raíces de los árboles dándoles poder.
Hacen sus casas en los troncos de los árboles. Los duendes: son los más
traviesos y conocidos por los humanos.
Invocación a los Elementales
Según la tradición celta a los elementales se les debe invocar con respeto
ofreciéndoles regalos a ser posibles manuales. Cada grupo tiene sus
características, su color, su orientación, su tiempo en el día y al igual que los
humanos, sienten atracción a determinadas cosas. A eso lo llamamos
ofrendas.
Hemos confeccionado unos pasos para la creación de un círculo ritual.
Sigue las instrucciones y toda irá bien.
¿Cuándo realizar la invocación?
Cada vez que realicéis un ritual de una celebración Wicca por ejemplo:
Beltane, Samhain, etc.… y deberéis recurrir al elemental de la estación y la
orientación…
Cuando tengáis necesidad de sentiros más fuertes y seguros, o si sufrís de
problemas económicos, llamad al elemental de la tierra y os ayudara. Si
queréis mejorar o incrementar vuestro magnetismo invocad al elemental del
Fuego. Pero si lo que buscáis es fomentar vuestra creatividad, o acceder a
mundos invisibles el elemental del Agua os abrirá el camino, mientras que
con el elemental del Aire vuestra capacidad de concentración se desarrollara
mucho más.
Marca un circulo en deosil (deosil significa en la dirección de las
manecillas del reloj). Si ya tienes tu áthame (la daga) o la espada, trázalos con
ello, es lo recomendable. Si aun no los tienes busca una vara de árbol – sin
arrancarla – y hazlo con ella.
Invócalos con la oración que hay al comienzo de la página. Después invoca al
elemental que con el que desees conectar.
Traza por tres veces el círculo en Deosil.
Ten listo una representación de cada uno de los cuatro elementos. Busca
la caída de la tarde para los elementales de la tierra, la noche para el fuego, el
amanecer para el aire y el mediodía para el agua, aunque esto no es
obligatorio pero te ayudara si es tu primera vez.
Ten preparado un regalo, algo realizado con tu mano. No debe ser
costoso, pero debería ser representativo del elemental al que invoques. No es
lo mismo regalo que ofrenda ya que esta es algo a lo que ellos se sienten
atraídos, mientras que el regalo está elaborado con algo que representa el
elemento.
Saluda, se siempre correcto con ellos, trátalos bien y serán tus amigos, y
no pidas lo que no estés dispuesto a retribuir.
Cuando termines, declara el círculo abierto pero nunca roto.
Se comienza formando un círculo cerrado como protección al oficiante,
para que no entre nadie “no invitado” a interferir. Por eso al terminar se abre
el círculo. En magia la energía no se puede romper. Ese es un término
material (trabajar la materia). Se abre un circulo para salir, se cierra para
proteger, nunca se debe romper eso implicaría violencia y se volvería contra
nosotros.
ELEMENTAL DEL AIRE
Denominación: Silfos (o Céfiros) y hadas.
Cosmogonía: Los silfos, cuidaban de la evolución de esos gases tóxicos,
para lograr el equilibrio químico y la evolución de los violentos vientos y
tormentas nucleares que azotaban al planeta en formación, allá en los
comienzos de la historia cósmica.
Rey: Paralda
Domicilio: Que habitan el mundo de los Árboles, flores, vientos, brisas
Color: Rojo, o amarillo
Dirección: Este
Estación: Primavera
Hora de invocación: Amanecer, salida del sol.
Herramienta mágica: Varita, incienso, visualización creativa
Símbolos representativos: Cielo, viento, brisas, nubes, aliento,
vibraciones, plantas, hierbas, flores y árboles
Características: Se relacionan con la comunicación, los viajes y la
inspiración. Son seres que viven en el aire, alegres y gentiles, amantes de la
luz del Sol y de la Luna. Son muy convocados por los magos para desarrollar
los poderes de videncia
Potencia: Conocimiento sobre el mundo vegetal, inspiración, armonía,
crecimiento de las plantas, intelecto, pensamiento, ideas, viajes, libertad,
revelación de la verdad, encontrar cosas perdidas, movimiento, habilidades
psíquicas.
Ofrendas: Son atraídos mediante aceites e inciensos.
Invocación
Espíritu de la luz, espíritu de la sabiduría, cuyo soplo concede y toma la
forma de todas las cosas. Tú para quien la vida de los seres es sombra
mudable y niebla que se desvanece. Tú que levantas las nubes y vuelas sobre
las alas de los vientos. Tú que aspiras y pueblas los espacios sin fin. Tú que
aspiras y cada cosa creada por ti a ti retorna, motor eterno en la eterna
quietud, se por siempre bendito. Nosotros te alabamos y te bendecimos en el
reino cambiante de la luz creada, de las sombras, de los reflejos de las
imágenes; aspiramos férvidamente a y tu mudable y eterno esplendor. Deja
que penetre hasta nosotros el brillo de tu inteligencia y el calor de tu amor:
entonces lo que es movible se detendrá, la sombra se convertirá e cuerpo, el
espíritu del aire en un alma, el sueño en un pensamiento. Y no seremos ya
arrastrados por la tempestad sino que sostendremos sólidamente por la bridas
los caballos alados de la mañana, y dirigiremos el curso de los vientos para
volar delante de ti ¡Oh espíritu de todos los Espíritus, eterna alma de las
almas, soplo inmortal de vida, aliento creador, boca que aspiras y respiras la
existencia de todos los seres en el fluir y refluir de tu eterna palabra, que es el
divino océano del movimiento y de la verdad!
ELEMENTAL DE AGUA
Denominación: Ninfas, Ondinas, Sirenas y Tritones y las Hadas de los
lagos, estanques y arroyos.
Cosmogonía: Cuando los gases se hicieron líquidos y cayeron sobre el
planeta en forma de gotas de agua, lluvias y tormentas violentas que
inundaron casi toda su superficie, aparecieron los elementales del agua:
Sirenas, Ninfas y Nereidas, por las explosiones nucleares, quitándoles las
materias densas y pesadas que aún había en suspensión.
Rey: Niksa o Necksa
Domicilio: Habitan el mar, lagos, arroyos y manantiales, estanques.
Color: Gris, azul
Dirección: Oeste
Estación: Otoño
Hora de invocación: Puesta de sol
Herramienta mágica: Caldero, copa, cáliz, espejos, el mar
Símbolos representativos: Océanos, lagos, ríos, pozos, manantiales,
estanques, lluvia, niebla, bruma
Características: Rigen a los vegetales y a los procesos de curación. Estos
seres, de gran belleza y aspecto angelical, viven en las profundidades
acuáticas. Tienen que ver con el amor, con la armonía, los placeres sanos, la
salud física y psíquica.
Potencia: Plantas, curación, emociones, gusto, olfato, absorción,
comunión con lo espiritual, purificación, el inconsciente, amor, placer,
amistad, matrimonio, fertilidad, felicidad, dormir, sueños, lo psíquico.
Ofrendas: Agua, lociones, soluciones, colonias y perfumes.
Invocación
Tremendo rey del mar que sostienes en tus manos las llaves de las
cataratas de la tierra. Rey del diluvio y de la lluvia primaveral. Tú que abres
los manantiales de los ríos y de las fuentes; tú que mandas en la humedad
sangre de la tierra y le ordenas que se transforme en linfa de las plantas,
nosotros te imploramos y te invocamos, nosotros que somos tus móviles y
mudables criaturas. Háblanos de los grandes movimientos de los fondos del
mar y temblaremos delante de ti; háblanos del murmullo de las aguas
límpidas y buscaremos tu benevolencia. Inmensidad en la que confluyen
todos los ríos del ser, que en ti renace eternamente. ¡Océano de infinitas
perfecciones! Altitud vertiginosa que te reflejas en el abismo. Abismo que en
la altitud te exaltas, guíanos hacia la verdadera vida con conocimiento y con
amor. Guíanos a la inmortalidad a través del sacrificio, para que un día
podamos ser juzgados dignos de poder ofrecer el agua, la sangre y las
lagrimas para la remisión de los pecados.
ELEMENTAL DEL FUEGO
Nombre: Salamandras, Dragones, Gennies, la conciencia de las llamas.
Cosmogonía: Cuidaban la masa de gases radioactivos presentes en el
planeta y de la materia incandescente que debía ir sedimentándose y
enfriándose de a poco, para que el planeta en formación pudiera ser habitable
Rey: Djin
Domicilio: Habitan en el fuego.
Color: Rojo o blanco
Dirección: Sur
Estación: Verano
Hora de invocación: Mediodía
Herramienta mágica: Daga, Áthame, lámpara o vela, incensario, hierbas
quemadas o pedidos sobre papel.
Símbolos representativos: Relámpago, volcanes, arco iris, sol, estrellas.
Características: Limpian y purifican de bajas pasiones y vicios y además
nos permiten cambiar para mejorar aquello que traba nuestro desarrollo. Se
encargan de destruir todas las fuerzas negativas, maleficios y conjuros que
existan sobre una persona.
Potencia: Libertad, cambio, vista, percepción, visión, iluminación,
aprendizaje, amor, voluntad, pasión, sexualidad, energía, autoridad, curación,
destrucción, purificación.
Ofrendas: Velas o lámparas, incienso, fuego
Invocación
Inmortal, Eterno, Inefable e Increado padre de todas las cosas, que sin
cesar eres transportado sobre el rodante carro de los mundos en un perpetuo
girar. Dominador de los etéreos reinos donde se levanta el trono de tu poder
desde el cual tu tremenda mirada todo lo ve y tus santos oídos todo lo oyen.
Socorre a tus hijos que amaste desde el principio de los siglos : porque tu
grande, aurea y eterna majestad brilla sobre el mundo sobre el cielo, y sobre
las estrellas y estas elevado sobre todo, oh fuego escintilante y te iluminas a ti
mismo con tu esplendor; y de tu esencia incorruptible emanan rayos de luz
que nutren tu infinito espíritu, aquel que produce todas las cosas, y aportas el
tesoro inagotable de sustancia siempre dispuesta para la creación que te
circunda, y se apropia de las formas de las que tu desde el principio las has
impregnado. En este espíritu tienen su origen los reyes santísimos que
circundan tu trono y forman tu corte ¡Oh padre Universal! ¡Oh único! ¡Oh
padre de los felices mortales e inmortales! Tú creaste en particular las
potencias que son maravillosamente semejantes al eterno pensamiento, de tu
adorable esencia. Tú las estableciste sobre los ángeles, tú creaste un tercer
rango de soberanos en los elementos. Nuestro eterno ejercicio es adorar tus
deseos y cumplirlos. Nosotros nos quemamos en el deseo de poseerte ¡Oh
Padre! ¡Oh Madre la más tierna de las madres! Oh maravilloso ejemplo de
sentimiento y de ternura de las Madres. ¡Oh Hijo flor de los hijos! ¡Oh forma
de todas las formas! Anima, espíritu, Armonía y Nombre de todas las cosas,
custódianos y seremos benditos.
ELEMENTAL DE TIERRA
Denominación: Gnomos, Duendes, y Enanos.
Cosmogonía: Cuando el planeta comenzó a enfriarse y a estabilizarse:
Gnomos, Duendes y Hadas, empezaron a armar los primeros esbozos de
arbustos y piedras. Estaban dando origen a todo lo que germinaría después,
con el trabajo de millones de años.
Rey: Ghob, Gob o Ghom
Domicilio: Habitan el interior de la Tierra. Son la conciencia de las
piedras preciosas, minerales y de la Tierra misma.
Color: negro o Verde
Dirección: Norte
Estación: Invierno
Hora de invocación: Noche, medianoche.
Herramienta mágica: Pentagrama, sal, imágenes, piedras, gemas,
árboles, magia de lazos
Símbolos representativos: Rocas y piedras preciosas, montañas,
planicies, campos, suelo, cavernas y minas
Características: Sienten afinidad con la sobriedad, la limpieza, la
organización y el orden. Prestan su ayuda a las personas ordenadas,
laboriosas, amantes de la naturaleza y del saber
Potencia: Riquezas, tesoros, renunciamiento de la voluntad de sí, toque,
empatía, incorporación, negocios, prosperidad, empleo, estabilidad, éxito,
fertilidad, dinero.
Ofrendas: Sales minerales y polvos.
Invocación
Rey invisible que has tomado la Tierra por sostén, que has abierto los
abismos para henchirlos con tu potencia; tú, cuyo nombre hace temblar las
bóvedas del mundo; tú, que haces correr los siete metales por las venas de la
tierra; Monarca de las siete luces, remunerador de los obreros subterráneos,
llévanos al aire deseable y al reino de la claridad. Nosotros velamos y
trabajamos sin descanso, buscamos y esperamos por las trece piedras del
Círculo Sagrado, por los tesoros que están enterrados, por el clavo de imán
que atraviesa el centro del mundo. Señor de la tierra: ensancha nuestros
pechos, levanta nuestras cabezas; engrandécenos. ¡Estabilidad y movimiento!
¡Día envuelto en la noche! ¡Blancura perfecta! ¡Oscuridad velada por la luz!
¡Esplendor Dorado! ¡Corona de vivientes y melodiosos diamantes! Tú, que
llevas el cielo en tu dedo como una sortija de zafiro; tú, que escondes bajo
tierra, en el reino de la pedrería, la simiente maravillosa de las estrellas, vive,
reina y sé eterno dispensador de las riquezas de las que nos hemos hecho
guardianes. ¡Ayúdanos!
Hasta aquí la Tradición, podríamos hablar mucho más y de cada uno de
los elementales. Pero iremos ampliando la sección. Baste esto para tomar
contacto con ese mundo maravilloso y autentico que es el elemental.
Seres Misteriosos
En la actualidad aún seguimos tratando de averiguar si forman parte de la
realidad o si pertenecen a la ciencia ficción. Por eso, este tipo de lectura tiene
tanto impacto social.
Hay un caso relatado por Jacques Bergier en el que cuenta que en 1887 en
una pequeña población catalana llamada Banjos aparecieron procedentes de
una gruta una pareja de niños, vestidos con telas de extraña textura y de piel
verdenegro a excepción de los ojos de color azul claro. El revuelo del pueblo
fue tal que se desplazaron expertos de varios sitios. Pero poco pudieron
averiguar ya que estos infantes hablaban un idioma absolutamente
desconocido y cuya raíz lingüística nada tenía que ver con las conocidas en el
planeta. El varón estaba muy débil y murió al poco tiempo. La hembra vivió
durante años en la casa del juez de Banjos, y con el tiempo, el color de la piel
fue perdiendo su verdosa oscuridad hasta convertirse en color blanco. Con los
años la extraña joven, aprendió nuestra lengua y pudo contar, con su media
jerga adoptada, su origen. Según ella, llegaron de un país subterráneo donde
no había sol, vivían en un atardecer constante; este país estaba separado del
luminoso por una gran corriente de agua, se produjo un enorme torbellino y
un ruido terrible que desplazó a los dos chicos hasta la gruta por la cual
fueron a salir a nuestro mundo.
En cuanto a la literatura destaca Bergier en mundos paranormales, por
citar a uno. Lamentablemente no se ha encontrado un pueblo llamado Banjo y
las investigaciones han llevado a barajar la posibilidad de que el lugar fuera
Bañolas, en Gerona, cuyo lago es fuente de un gran número de relatos
increíbles. Por otro lado y curiosamente en Gran Bretaña esta misma historia
está relatada alrededor del siglo XV y de idéntica forma.
Una vez más nos quedamos con la incógnita: ¿mito?, ¿realidad?, ¿existen
seres que habitan las capas inferiores de la tierra…? pero ese es otro tema que
se aparta de nuestro libro de las Sombras.
Diminutos seres habitantes de grutas. ¿Elementales de la Tierra?
A fin de que “no decaiga” el misterio, cruzaremos el charco del océano y
nos dirigimos a América central. Los Ikal y Wendis, son unos diminutos
seres de menos de 1 metro de estatura y similares a los enanos. La traducción
del vocablo en idioma Tzal, significa peludos.
Según relato de Brian Stoss antropólogo de Berkeley, los ikal habitan en
grutas como los murciélagos. El antropólogo recopiló información de la gente
del lugar, que afirmaban que estos seres diminutos salían de sus escondites y
secuestrando a las mujeres indias, a las que paralizaban, se las llevaban a sus
cuevas, donde las embarazaban una vez a la semana y daban a luz unos hijos
negros a los que enseñaban a volar. En este enlace se encuentra la referencia
completa en el sitio de Enigmas y misterios. Os recomiendo echarle un
vistazo. Pero regresemos a Europa….
Finlandia tiene una arraigada tradición de estos enanos o gnomos de mal
genio que crean problemas a los modernos constructores si sienten invadido
su territorio. Lo mismo ocurre en Irlanda, Austria, en la India, y… bueno, la
lista sería inmensa. En la península ibérica destacan las zonas de Cataluña y
país Vasco como domicilio legendario de estas diminutas criaturas.
Por otra parte la literatura infantil no es más que el simbolismo
disimulado de la más alta tradición esotérica, contenida en ingenuos relatos,
lo que facilita la transmisión de verdades trascendentales entre los iniciados
esparcidos por el planeta, ocultando estos secretos a los no adeptos.
Los elementos de La magia
Los «elementos» dentro del simbolismo mágico son los componentes
básicos de todo lo que existe. Estos cuatro elementos -Tierra, Aire, Agua y
Fuego- son al mismo tiempo visibles a invisibles, físicos y espirituales.
Según el pensamiento mágico, todas las cosas han sido formadas a partir
de estos cuatro elementos. Nuestro conocimiento científico actual que afirma
que hay muchos más «bloques constructivos», está en desacuerdo con esta
afirmación, pero no es más que una versión más refinada.
Resulta necio ver los cuatro elementos en términos puramente físicos. La
Tierra, por ejemplo, no sólo se refiere al planeta en el que existimos, sino
también al fenómeno de la terrosidad, de apoyo y estabilidad. Similarmente,
el Fuego es mucho más que la llama.
Aunque hay muchos atributos de estos elementos que están fuera de lugar
en este capítulo, son necesarias unas palabras sobre cada uno de ellos y por
qué son importantes en las tareas de magia.
Puesto que esta es la magia de la Naturaleza, al usar poderes,
instrumentos y símbolos naturales, es importante comprender estos poderes.
Uno de los caminos por los que se puede conseguir esto es a través del
estudio de los elementos.
El sistema de elementos fue ideado y refinado en el Renacimiento, pero
sus raíces se extienden mucho más atrás en la historia. Se puede ver como
nada más que un sistema de poderes que pueden ser invocados para ayudar en
los hechizos y rituales. Cómo lo veas tú es cuestión tuya.
Las siguientes discusiones tratan del simbolismo y de los tipos de magia
relacionados con los elementos. Toda la magia contenida en este libro está
bajo el gobierno de uno (o más) de estos elementos. Esto es verdad también
para todo lo que existe.
La comprensión de ellos ayudará inmensamente a tus tareas mágicas.
Aunque los elementos están descritos como « masculinos o «femeninos»,
esto no se debe ver de un modo sexista. Esto, como todos los sistemas
mágicos, es simbólico -describe los atributos básicos de los elementos en
términos fácilmente comprensibles-. No quiere decir que sea más masculina
el realizar magia del fuego, o más apropiado para mujeres el usar magia del
agua. Es simplemente un sistema de símbolos.
Tierra
Este es el elemento con el que estamos más cercanos al hogar, puesto que
es nuestro hogar. La Tierra no representa necesariamente la Tierra física, sino
esa parte de ella que es estable, sólida, segura.
La Tierra es el fundamento de los elementos, la base. Es en este dominio
en el que vivimos la mayoría de nosotros una buena parte de nuestras vidas.
Cuando andamos, nos sentamos, nos levantamos, nos arrastramos, comemos,
dormimos, hacemos nuestros trabajos, cuidamos nuestras plantas,
examinamos nuestros libros de cheques o probamos sal estamos trabajando
con el elemento Tierra. La Tierra es el reino de la abundancia, prosperidad y
riqueza. Aunque es el elemento más físico esto no es negativo, porque los
otros tres se apoyan sobre la Tierra. Sin la Tierra, la ida como la conocemos
no existiría.
En las tareas mágicas, la Tierra «regula» todos los hechizos y rituales que
involucran negocios, dinero, empleo, prosperidad en todas sus formas,
estabilidad, fertilidad, etcétera. Un ritual de este elemento podría ser enterrar
un objeto representativo de tu necesidad en una parcela virgen de tierra,
caminar a través de millas de campo visualizando tu necesidad, o dibujar
imágenes en el barro.
La Tierra es un elemento femenino. Es nutridora, húmeda, fructífera y son
estas cualidades las que la hacen femenina. Tales atributos han impulsado a
incontables civilizaciones a considerar la Tierra como una gran Diosa Madre,
la toda-fértil Creadora de la Naturaleza. La Tierra regula el punto Norte de la
brújula, porque es el lugar de mayor oscuridad y del invierno. Su color es el
verde de los campos y las plantas.
Gobierna la magia de las piedras, las imágenes, los árboles y los nudos.
Aire
El Aire es el elemento intelecto; es el reino del pensamiento, que es el
primer paso hacia la creación.
En relación con la magia, el aire es la visualización clara, ordenada, pura
que es un poderoso instrumento para el cambio. También es movimiento, el
ímpetu que envía la visualización hacia afuera, hacia la manifestación.
Regula hechizos y rituales que involucran viaje, instrucción, libertad,
obtención de conocimiento, descubrir objetos perdidos, desvelar mentiras,
etcétera. También se puede usar para desarrollar las facultades psíquicas.
Los hechizos que involucran al aire suelen incluir el acto de situar un
objeto en el aire o dejar caer algo desde el borde de una montaña o de otro
lugar elevado de manera que el objeto conecte físicamente con el elemento.
El Aire es un elemento masculino, seco, expansivo y activo. Es el
elemento que sobresale en los lugares de aprendizaje, y que actúa cuando
teorizamos, pensamos o ponderamos.
El Aire regula el Este, porque esta es la dirección de mayor claridad, y la
de sabiduría y conocimiento. Su color es el amarillo, el amarillo del Sol y del
cielo al amanecer, y su estación es la primavera. El Aire gobierna la magia de
los cuatro vientos, la mayoría de las adivinaciones, la concentración y la
magia de visualización.
Fuego
El Fuego es el elemento del cambio, el deseo y la pasión. En cierto
sentido, contiene en su interior todas las formas de magia, puesto que la
magia es un proceso de cambio.
La magia del Fuego puede ser aterradora. Los resultados se manifiestan
rápida y espectacularmente. No es un elemento para el temeroso. Sin
embargo, es el principal y por esta razón es muy usado.
Este es el reino de la sexualidad y la pasión. No es sólo el fuego sagrado»
del sexo, es también la chispa de divinidad que brilla dentro de nosotros y de
todas las cosas vivas. Es al mismo tiempo el más físico y el más espiritual de
los elementos.
Sus rituales mágicos suelen involucrar energía, autoridad, sexo, curación,
destrucción (de hábitos negativos, enfermedad), purificación, evolución,
etcétera. Un ritual de Fuego suele involucrar ahumar o quemar una imagen,
hierba, o cualquier otro objeto inflamable, o el use de velas o pequeñas
hogueras.
Su magia se practica normalmente junto a la chimenea, o junto a fuegos
encendidos en espacios libres salvajes, o junto a la llama de una simple vela.
El Fuego es masculino. Regula el Sur, el lugar de mayor calor, el color
rojo y la estación del verano. Toda la magia de las velas se encuentra bajo los
poderes del fuego.
Agua
El Agua es el elemento de la purificación, la mente subconsciente, el
amor y las emociones. Así como es un fluido, constantemente cambiante,
fluyendo de un nivel a otro, así también nuestras emociones están en un
constante estado de flujo. El Agua es el elemento de absorción y
germinación. El subconsciente está simbolizado por este elemento porque
está girando, siempre moviéndose como el mar que no descansa ni de noche
ni de día.
La magia del Agua involucra placer, amistad, matrimonio, fertilidad,
felicidad, curación, dormir, soñar, actos físicos, purificación, etcétera.
Un ritual de agua suele finalizar arrojando o situando un objeto en agua.
Este es un elemento femenino, y su color es el azul del agua profunda,
profunda. Regula el Oeste y los meses del otoño, cuando los chaparrones
lavan la Tierra. La magia del agua se realiza con espejos, el mar, la niebla y
la lluvia.
Aunque no es necesario invocar estos elementos o trabajar con ellos
directamente, es beneficioso ser consciente de ellos y recordarlos cuando se
practique la magia.
Los Elementos: las piedras angulares de la magia.
Conocer y entender los elementos es lo más básico en el arte de la
brujería y es esencial para hacer magia. Casi todos los factores de los que se
compone se relacionan con estos elementos de una manera o de otra. Aunque
se pueden hacer algunos hechizos sin necesidad de comprender su
funcionamiento, tales encantamientos suelen ser menos efectivos y/o actúan
con menos previsión o no lo hacen en absoluto. Los elementos a los que me
refiero no son los de la tabla periódica, sino los atributos básicos de las
fuerzas de la naturaleza y de la Tierra. Son, por tanto, el Aire, el Fuego, el
Agua, la Tierra y el Espíritu. En sus muy distintas formas son aspectos del
ecosistema de los que surge toda la vida y que influyen sobre nuestra
existencia.
El Aire es el viento; desde la brisa veraniega más gentil a los huracanes y
tornados que arrasan el planeta. Todos los seres vivos necesitan respirarlo de
alguna manera. El Fuego es el calor y la luz que emanan del Sol, así como las
llamas que alumbran nuestros hogares o las que se propagan salvajemente y
asolan lo que encuentran a su paso como lo haría un incendio en un bosque.
La vida, por supuesto, necesita la luz y el calor para sobrevivir: El Agua
abarca desde una simple ducha hasta un aluvión, así como los arroyos, los
ríos, los océanos o los mares en calma o sumidos en la peor de las
tempestades. En su estado más brutal es el tsunami o la violenta marejada. Y,
desde luego, todas las formas de vida necesitan el agua para sobrevivir. La
Tierra son las rocas, las piedras, los guijarros y los minerales, además de la
arena en la que subsisten diversas criaturas; pero es también el terremoto que
puede extinguirnos. Es el medio en el que crecen las plantas y un agente
fundamental en la cadena alimentaria. El Espíritu es la divina y misteriosa
chispa de la vida; la diferencia entre algo que vive, crece y se reproduce o lo
que yace quieto e inerte. En este capítulo me centraré, sobre todo, en cuatro
de los cinco elementos: Aire, Fuego, Agua y Tierra. En el pasado, los seres
humanos solían pensar que estos elementos influían y controlaban todos los
aspectos de la vida cotidiana, que determinaban si habría comida suficiente y
si las personas prosperarían o no. La carencia o exceso de los mismos traía
consigo una gran hambruna y la posibilidad de vivir o de morir. Es evidente
que todavía pueden hacerlo; basta con mirar un telediario para ver los efectos
de los huracanes, de los incendios en los bosques, de la sequía, de la
hambruna, de los terremotos, de los corrimientos de tierras, de los tsunamis y
otros efectos que prueban que puede haber una superabundancia o una
carencia manifiesta de cualquiera de estos elementos. El quinto, el Espíritu,
es lo que diferencia lo que está vivo de lo que no lo está, y posee también un
matiz divino que guarda una relación directa con la Diosa y con el Dios. El
capítulo que le he dedicado se centra en las diosas y en los dioses, y en las
maneras en las que puedes llegar a comprender qué son exactamente. Entre
tanto, imagínalos a tu antojo.
En la brujería, y en otros credos, los elementos no son sólo las fuerzas
físicas de la naturaleza; también forman parte de nosotros. El Aire simboliza
nuestro pensamiento, esa parte de nosotros que reflexiona; es además nuestra
respiración y el sentido del olfato. El Fuego se convierte en el entusiasmo y
las pasiones, en esos sentimientos enérgicos que nos sobrecogen y que nos
obligan a actuar o a reaccionar, en el latido del corazón y en el sentido de la
vista. El agua encarna nuestras emociones, la alegría, la risa, la pena y las
lágrimas. Es la sangre que corre por nuestras venas y el sentido del gusto. La
Tierra equivale a nuestra forma física, al cuerpo y al sentido del tacto. El
Espíritu es una parte inmaterial de nosotros mismos a la que también
podríamos llamar el sentido del ser o el alma.
Los elementos están presentes y vinculados a otros aspectos de la vida: a
la hora del día, a la estación del año, a la edad de una persona e incluso a la
dirección de la brújula. El Aire, que siempre debe ocupar el primer lugar,
representa y lo representa la mañana, la primavera, la juventud y el Este. El
Fuego es la tarde, el verano, la edad adulta y el Sur. El Agua es el crepúsculo,
el otoño, la madurez y el Oeste. La Tierra es la noche, el invierno, la senectud
y el Norte. El Espíritu los abarca a todos ellos. Los elementos forman parte de
lo que hacemos a diario. El Aire es la idea y el proceso de reflexión que nos
lleva hasta ella. Por eso este elemento ocupa el primer lugar, pues conviene
que meditemos nuestras acciones antes de llevarlas a cabo. El Fuego
personifica el entusiasmo que nos hace desear transformar nuestros
pensamientos en actos. El Agua podemos interpretarla como nuestro bagaje
sentimental. La Tierra viene definida por lo físico que hace acontecer las
situaciones. El Espíritu es la chispa que da la vida, esa parte de nuestro ser
que contagiamos a todo para hacerlo especial y nuestro.
. Los elementos son también la base sobre la que se apoya el Círculo de
las Brujas. Cada uno de ellos se llama o invoca con un propósito y se ordena
en el cuarto que le corresponde del compás, esto es: Aire al este, Fuego al
sur, Agua al oeste y Tierra al norte. El Espíritu es, a la vez, la Diosa y el
Dios, el ser y también el núcleo del Círculo y toda su circunferencia. En
ocasiones utilizamos colores para representarlos. Así, el amarillo se
corresponde con el Aire, el rojo con el Fuego, el azul con el Agua y el verde
con la Tierra. No obstante, pueden emplearse otras combinaciones
cromáticas. Para crear un buen hechizos, primero tienes que concebir la idea
(Aire), a continuación pensarás en ella con entusiasmo (Fuego), después te
involucrarás sentimentalmente (Agua) y, por último, la llevarás a cabo
(Tierra), eso sí, tendrás que poner una parte de ti para que eso suceda
(Espíritu).
Sus atributos demuestran lo importante que son los elementos, tanto en la
vida cotidiana como en la brujería, pues no son sólo fuerzas muy poderosas
de la naturaleza, sino que también están en contacto con todos los aspectos de
la existencia y de nuestro interior. Para crear magia es esencial que los
conozcas y los entiendas y, por supuesto, también todo aquello con lo que
están relacionados. Si pretendes que la magia actúe de la manera que deseas,
tienes primero que ser capaz de manejar las energías tanto desde el interior
como desde el exterior. El primer paso para conseguirlo es experimentar de
forma activa con los elementos de la naturaleza.
Los elementales De Paracelso
Hablar de unos extraños seres que no son hombres, que no son ángeles,
que no son espíritus, pero que son a la vez, todo eso y más, no es,
evidentemente, tarea fácil.
No obstante, podemos aventurarnos por este mágico mundo de los
“elementales”, también llamados Gente Menuda, Pueblo de la Buena Gente,
espíritus de la Naturaleza o simplemente habitantes del País de las Hadas,
bien provistos de toda clase de talismanes y de los conjuros que se conozcan,
así como de una buena dosis de sentido común y de sentido del humor, pues
aunque los seres de los que vamos a hablar son normalmente invisibles para
nosotros, no por ello son menos reales.
El médico y alquimista suizo Paracelso, cuyo auténtico nombre le hace a
uno trabarse la lengua: Philippus Aureoles Theophrastus Bombastus von
Hohenheim, afirmaba en su Philosophia Occulta que los “elementales”.
“No pueden clasificarse entre los hombres, porque algunos vuelan como
los espíritus, no son espíritus, porque comen y beben como los hombres. El
hombre tiene un alma que los espíritus no necesitan. Los elementales no
tienen alma y, sin embargo, no son semejantes a los espíritus, éstos no
mueren y aquéllos sí mueren. Estos seres que mueren y no tienen alma ¿son,
pues, animales? Son más que animales, porque hablan y ríen. Son prudentes,
ricos, sabios, pobres y locos igual que nosotros. Son la imagen grosera del
hombre, como éste es la imagen grosera de Dios… Estos seres no temen ni al
agua ni al fuego. Están sujetos a las indisposiciones y enfermedades
humanas, mueren como las bestias y su carne se pudre como la carne animal.
Virtuosos, viciosos, puros e impuros, mejores o peores, poseen costumbres,
gestos y lenguaje”.
El comportamiento ecológico es propio de todos los “elementales”, desde
el Busgosu asturiano hasta el Trentí de Cantabria, pasando por las distintas
familias de hadas y duendes que existen en nuestro país, teniendo su mayor
exponente en Mari, deidad femenina considerada por las tradiciones vascas
como la reina de todos los elementales, ya que maneja y se identifica con casi
todas las fuerzas de la Gran Madre Naturaleza, sean éstas tormentas, rayos,
nublados, pedriscos, puesto que todos estos seres diminutos son parte
indisoluble de la misma, aunque en una realidad paralela y sin la cual no
sobrevivirían, y, por supuesto, nosotros tampoco.
Intentar elaborar una clasificación de todos los seres míticos que aparecen
en España es una tarea complicada. Cuando se dedica tiempo y esfuerzo a
seguirles la pista, se comprueba la diversidad de nombres, aspectos,
costumbres y actitudes que adoptan ante los humanos; es por esto por lo que
se les suele llamar genéricamente “elementales”, término más amplio que
duendes, hadas, espíritus, geniecillos, etc., pues todos estos nombres designan
a una parte de estos seres o a un grupo en concreto, pero nunca la totalidad.
Además, el término los define muy bien, ya que son seres relacionados con
los cuatro elementos básicos y primarios de la Naturaleza, es decir, el agua, el
fuego, el aire y la tierra.
Paracelso creía que cada uno de estos cuatro elementos estaba constituido
por un principio sutil y por una sustancia corporal densa, es decir, todo tiene
una doble naturaleza. Así el fuego es visible e invisible, pues una llama etérea
y espiritual se manifiesta a través de una llama sustancial y material, pasando
algo parecido con los otros tres elementos, por esta razón, del mismo modo
que la naturaleza visible está habitada por un número infinito de criaturas
vivientes (plantas, animales y hombres), la contraparte espiritual e invisible –
su universo paralelo diríamos hoy en día – está también habitada por una
multitud de peculiares seres a los cuales dio el nombre de “elementales”, más
tarde denominados Espíritus de la Naturaleza, dividiendo esa población en
cuatro grupos diferentes, a los que arbitrariamente denominó gnomos
(elemento tierra), ondinas (elemento agua), silfos (elemento aire) y
salamandras (elemento fuego), creyendo que eran criaturas realmente vivas,
semejantes a un ser humano en la forma, habitando sus propios mundos no
muy alejados del nuestro, aunque invisible para nosotros por la razón de que
los sentidos poco sutiles y poco desarrollados del hombre no son los más
aptos para detectarlos.
Las Trece Coincidencias
No obstante, a pesar de sus diferencias, que en ocasiones son enormes,
todos ellos presentan una serie de curiosas similitudes, que escuetamente
pasamos a comentar.
1. Son seres interdimensionales y atemporales. A diferencia de
nosotros, no se rigen por las leyes físicas ordinarios, o al menos eso
parece. Sin embargo, todos los indicios hacen pensar que viven
como nosotros en la Tierra a pesar de que son seres del mundo
etérico y astral y que comparten con los humanos los mismos
lugares (ríos, bosques, montañas e incluso hogares). Todos los
elementales están esencialmente ligados a elementos y fuerzas que
forman parte del lado desconocido de la naturaleza. Tanto ellos
como los Devas la protegen y se mimetizan en ella de forma tal que
una agresión a árboles, plantas y animales la consideran una afrenta
hacia ellos mismos.
2. Generalmente viven en comunidades y están organizados
jerárquicamente, existiendo un jefe, rey o reina que los gobierna
(así ocurre con la familia de las hadas, de las lamias, de los xacios,
etcétera), incluidos los seres vinculados a los hogares, como son los
duendes o familiares, que suelen obrar en colectividad, si bien se
manifiestan por separado. Al vivir en tribus o grupos, tienen
comportamientos similares a los de los humanos; se casan, tienen
hijos, entierros, etcétera.
3. En su estado habitual son invisibles para el hombre, aunque no para
algunos niños y animales (por ejemplo, una variedad de los
duendes, los tardos, son visibles para los gatos y perros). Sin
embargo, tienen cierta capacidad para materializarse en nuestra
dimensión física y, por tanto, para hacerse visibles. Muchas veces,
aunque lo deseen, no son visibles en su totalidad, lo que ha
motivado la existencia de una gran diversidad de opiniones sobre
su naturaleza, aunque la teoría más generalizada es considerarles
seres intermedios entre el hombre y los ángeles, con cuerpos
ligeros, cambiantes, camaleónicos y tan sutiles que pueden hacerlos
aparecer o desaparecer a voluntad.
4. La característica anterior puede ser ampliada en el sentido de que
muchos elementales pueden cambiar de tamaño y forma, adoptando
tanto aspectos grotescos como hermosos, e incluso animalescos.
Esta posibilidad está hoy en día muy discutida, siendo probable
que, en realidad, lo que ocurra, no es voluntariamente quieran
parecer feos o grotescos, sino que sean realmente así. La creencia
general de que su tamaño es siempre diminuto hay que
cuestionarla. Pues aunque prefieren el reducido – para ocultarse
mejor de las miradas indiscretas -, pueden adoptar tamaños
gigantescos. Lo cierto es que son multiformes, como así lo
confirmó al investigador Walter Wentz uno de sus informantes:
“Pueden aparecer bajo distintas formas. Una vez se me apareció
uno que apenas tenía un metro de altura y era de complexión
robusta, pero me dijo: “Soy mayor de lo que tú ahora me ves.
Podemos rejuvenecer a los viejos, empequeñecer a los grandes y
engrandecer a los pequeños”.”
5. Respecto a su temperamento, son, por lo general, juguetones. Les
encanta confundir, asustar y asombrar a los humanos con sus
trucos, invenciones y juegos (así lo hacen, al menos, los
“elementales de la tierra”, como trasgos, frailecitos, sumicios y
demás familia de duendes, así como los seres de los bosques, como
el Tentirujo, el diaño burlón o el Busgoso). Son caprichosos y se
les describe como seres codiciosos, con tendencia a la melancolía.
6. Están enormemente interesados en determinados aspectos sexuales
de los humanos, de forma directa o indirecta, produciéndose en
ocasiones contactos y uniones. Es éste un asunto de gran
importancia, pues es una constante permanente en su relación con
nosotros (piénsese en los íncubos y a los súcubos). En España
existen claros vestigios de enlaces entre humanos y elementales que
han dejado descendencia. Este aspecto es especialmente interesante
por estar poco estudiado por los folcloristas y del cual hablamos
ampliamente en otra obra.
7. Cuando se hacen amigos de un humano o, por alguna razón, lo
estiman y aprecian, le otorgan grandes regalos materiales, (oro,
joyas, etc.) o bien poderes psíquicos (telepatía, clarividencia…). Si,
por el contrario, nos enemistamos con ellos, son tremendamente
rencorosos y vengativos. Un ejemplo muy claro lo tenemos con los
duendes, familiares y hadas.
8. Viven muchos más años que los hombres, pero sin llegar a ser
inmortales. Pueden alcanzar del orden de 500 o más años, según los
casos, y cuando llegan a una cierta edad, dependiendo de cada
grupo, empiezan a menguar, de manera que vienen a menos hasta
desvanecerse totalmente. Los espíritus de la Naturaleza no pueden
ser destruidos por los elementos más densos y groseros del fuego,
la tierra, el aire o el agua. Funcionan en una banda de vibración
mucho más alta que la de las sustancias terrestres. Al estar
compuestos por apenas un único elemento o principio – el éter en el
que funcionan – (a diferencia del hombre, que está compuesto por
varias naturalezas, como son el cuerpo, mente, alma, espíritu…), no
poseen espíritu inmortal, y, al llegarles la muerte, simplemente se
desintegran en el elemento individual original. Los que están
compuestos de éter terrestre (gnomos, duendes, enanos…) son los
que viven menos, y los del aire viven más.
9. Son éticamente neutros, y pueden resultar perversos y dañinos, así
como bondadosos y amables, en función de nuestro personal con
ellos y de lo que simbolizan. No olvidemos que representan todos
los aspectos de la Naturaleza, a la que están vinculados de forma
inherente y esencial. Carecen de conciencia, de mente, de un yo
individualizado, y, por esta razón, no distinguen moralmente el
bien del mal, aunque ayudan a la gente bondadosa y perjudican a
los que son malvados con ellos. Se supone que tales criaturas son
incapaces de desarrollo espiritual, pero algunos tienen un
sorprendente elevado carácter moral.
10. Son inteligentes, en el sentido de que obedecen a un fin racional y
concreto. Algunos parecen poseer una inteligencia extremadamente
desarrollada, pero todos tienen ciertas limitaciones que les hacen en
ocasiones parecer débiles y fáciles de engañar ante los humanos,
aunque muchos de ellos disponen de poderes para nosotros
inalcanzables.
11. Conocen y usan los elementos y leyes de la Naturaleza para
conseguir sus objetivos (como los Nuberos y los Ventolines), y con
frecuencia se les atribuye la construcción de megalitos, razón por la
cual algunos estudiosos vinculan erróneamente a ciertos
“elementales” con los dioses de los antiguos, aunque la verdad es
que casi todos ellos poseen fuerza física y poder de sugestión como
para afectar a nuestra voluntad y sentimientos si estamos en su
campo de acción (como el canto de las sirenas o la danza de las
hadas, por ejemplo).
12. No hay nada que les aterrorice tanto como el hierro y el frío acero,
a pesar de que, paradójicamente, algunos de ellos, como los enanos
o los gnomos, se dediquen a la profesión de herreros. Sus armas –
que las tienen – no están nunca compuestas de estos materiales,
sino que, en su mayoría, están confeccionadas con una piedra
similar al pedernal amarillo, utilizando las mismas para defenderse,
aunque también para atacar a animales. De todo esto se infiere que
uno de los mejores talismanes para evitar su presencia es el hierro y
todos sus derivados.
13. Por último, habría que señalar que sus principales ocupaciones, en
las que gastan la mayor parte de sus energías, son: la música, la
danza, las luchas, los juegos y el amor. Básicamente poseen tres
grandes festividades: la del mes de mayo, la del 24 de junio
(solsticio de verano) y la del mes de noviembre.
Al igual que en el resto del mundo, los elementales en España,
centro y sud américa buscan sus habitáculos en contacto directo con la
Naturaleza, aun en el caso de aquellos más íntimamente vinculados a los
humanos (como los duendes), siendo así que encontramos su presencia
entre cuevas y montañas (gnomos, trastolillos, enanos), bosques
(busgosos, diaños, trentis), vinculados a fenómenos atmosféricos
(nuberos, ventolines, tronantes) o a la Naturaleza en general (xanas,
anjanas, mouras, encantadas y demás hadas o espíritus femeninos de la
Naturaleza).
Tal como asegura García Atienza, los seres elementales vienen a ser
“una especie de llamada de atención hacía una realidad que se da en la
Naturaleza y que no se comporta conforme e los cánones físicos o
morales establecidos por la sociedad humana”, y aunque más tarde dice
que es inútil tratar de entenderlos, por nuestra parte vamos
humildemente a intentarlo en esta obra monográfica sobre duendes y
demás seres vinculados a las casas y a los hombres, los cuales se ajustan
a estas trece características en mayor o menor medida.
Por su amplitud, importancia y especial presencia entre los humanos,
los duendes domésticos y espíritus familiares (encuadrados en el
elemento tierra) constituyen un grupo genuinamente propio, y los hemos
estudiado de forme separada, aunque no independiente, del resto de los
seres mágicos.
Un Cuento para abrir Boca
Para adentrarnos en este mundo maravilloso de los duendes, vamos a
contar un cuento ya clásico de Fernán Caballero (nacido en 1796),
considerada la matriarca de la literatura infantil española, en el que ya se
apuntan algunos de los aspectos que más tarde veremos con mayor detalle,
como es su facilidad para transformarse, sus travesuras y su mal humor.
Lleva por título
La gallina duende.
Una mujer vio entrar en su corral a una hermosa gallina negra, la que a
poco puso un huevo que parecía de pava, y más blanco que la cal. Estaba la
mujer loca con su gallina, que todos los días ponía su hermosísimo huevo.
Pero huido de acabársele la overa y la gallina dejó de poner, y su ama se
incomodó tanto que dejó de darle trigo, diciendo:
- Gallina que no pone, trigo que no come.
A lo que la gallina, abriendo horrorosamente el pico, contestó:
- Poner huevos y no comer trigo, eso no es conmigo.
Y abriendo las alas dio un volteo, se salió por la ventana y desapareció;
por lo que la mujer se cercioró que la tal gallina era un duende, que se fue
resentido por la avaricia de la dueña.
Los Atalayas Vigilantes o Guardianes
Según el libro de Enoch y la magia enochiana, cada Arcángel está
identificado con los 4 elementos y los 4 puntos cardinales, con los que
forman un círculo de poder y magnetismo dentro del que se encuentra la
tierra. Ellos representan la rueda solar, desde el amanecer, hasta el anochecer.
Atalaya del Este:
El Arcángel Rafael representa el amanecer, sus ropas son de color
amarillo con reveses violetas. Lo describen como un adolescente de cabellos
rubios ensortijados y ojos azules, tiene una aureola dorada sobre su cabeza.
Invocación:
Yo te saludo a ti, Rafael señor de la atalaya del Este y del elemento aire,
para que me confieras el beneficio de tu poder y me otorgues la fuerza de la
mente y la claridad de ideas. Así como la facultad de descubrir a mis
enemigos, sus actos, pensamientos y obras.
Elemento AIRE
Son seres muy buenos, pero se ofenden fácilmente, el modo de manifestar
su enojo, es provocando grandes torbellinos o huracanes. Se caracterizan por
ser muy cambiantes. Prefieren vivir solos, y sus facciones son infantiles y de
orejas terminadas en punta. Viven en casas abandonadas en el campo y les
gustan las cosas caras que roban de otros lugares. Los Silfos y Sílfides, son
los encargados por excelencia de formar las nubes y las lluvias. Las Sílfides
son todas muy bellas, y se manifiestan de distintas maneras, como mariposas,
o pequeñas lucecitas en la oscuridad. Otra función de las Sílfides es la de
obrar de musa inspiradora de los artistas, ayudando a los que trabajan con la
imaginación, sintiéndose muy satisfecha cuando lo consiguen. Son muy
buenas, siempre y cuando no se las ofenda y se cree que tienen mayor
contacto con los ángeles que el resto de los elementos.
Atalaya del sur:
El Arcángel Miguel representa el color del mediodía, se viste de ropa roja
y verde, se describe como un hombre joven de piel clara, ojos verdes y su
cabello rojo, espeso y ondulado.
Invocación:
Yo te saludo a ti, Miguel, señor de la atalaya del Sur y del elemento
fuego, para que me confieras el beneficio de tu poder y me otorgues la fuerza
que da la energía y la potencia de las luminarias .para que no desfallezca. Así
como la facultad de descubrir a mis enemigos, sus actos, pensamientos y
obras.
Elemento FUEGO
Las Salamandras viven dentro de las pequeñas llamas o dentro de los
grandes incendios, son quienes lo controlan y lo manejan. Hay que evitar
ofenderlas porque son capaces de lanzar llamas o hacer erupcionar un volcán.
Tienen un gran poder sobre el planeta. Las Salamandras son semejantes a los
lagartos pero están recubiertos de escamas. Son seres muy sabios, ayudan a la
renovación y al cambio. Para atraerlos se debe hacer un gran fuego al aire
libre.
Atalaya del Oeste:
El Arcángel Gabriel representa a la tarde, se viste de azul claro, con
reveces anaranjados, aparenta tener una edad de unos 30 años, de piel tostada,
ojos azules verdosos, cabellos hasta los hombros de color bronce.
Invocación:
Yo te saludo a ti, Gabriel , señor de la atalaya del Oeste y del elemento
agua, para que me confieras el beneficio de tu poder y me otorgues la esencia
del amor puro, y la fuerza de las olas del mar, para que siempre esté lleno mi
corazón de amor por los otros y de os otros por mí . Así como la facultad de
descubrir a mis enemigos, sus actos, pensamientos y obras.
Elemento AGUA
Las Ondinas viven en el agua dulce: lagos, ríos, cascadas. No tienen cola
como los peces, son muy bellas y cubren su cuerpo con vestidos de gasa. Son
muy glotonas, pueden predecir el futuro. Y tienen que realizar ciertos rituales
si desean vivir fuera del agua. Existe un grupo de ondinas que poseen alas las
que les ayudan a elevarse en el aire. Las Ondinas a veces hechizan a los
hombres o pescadores que se les acercan con su hermosa voz (cantando
canciones que hipnotizan a los marineros). La función que ellas tienen es
librar de contaminación el lugar donde habitan.
Atalaya del Norte:
El Arcángel Uriel es el ángel de la tierra, representa al anochecer, los
colores que viste son, verde oliva, verde limón, marrón oscuro y ladrillo. Sus
ojos son castaños, su piel morena, su cabello castaño oscuro y bastante largo,
es uno de los arcángeles que tienen barba (oscura y espesa). Es el mayor de
los arcángeles, aparenta unos 40 años.
Invocación.
Yo te saludo a ti, Uriel, señor de la atalaya del Norte y del elemento
tierra, para que me confieras el beneficio de tu poder y me otorgues el
conocimiento de la realización de todas las cosas, la templanza y la entereza
de las montañas, para que siempre encuentre la paz y triunfe sobre los
obstáculos de la existencia. Así como la facultad de descubrir a mis
enemigos, sus actos, pensamientos y obras.
Elemento TIERRA
Gnomos son seres elementales muy parecidos a los duendes o enanos que
viven en las profundidades de la tierra, en minas y conociendo fantásticos
secretos sobre tesoros u otros conocimientos. Velan por la tranquilidad de la
naturaleza. Pueden hacerse invisibles si así lo desean. Se los confunde con los
Elfos, su altura es de 20 cm. o menos, poseen una larga barba blanca. Existen
también mujeres gnomos (gnómidas), usan polleras oscuras y sombrero de
color verde, los hombres lo usan rojo. La hembra gnomo sólo es fecunda una
vez en su vida. Ambos son muy amigables, trabajadores, alegres y muy
sabios. Poseen conocimientos curativos que los empleen entre ellos y con la
naturaleza que los rodea. Son agresivos con los que profanan sus hogares o
los ofenden. Conocen todo sobre la magia y la hechicería. Además de tener
muy desarrollado el olfato se guían por la telepatía. Hay algunos gnomos que
viven en las profundidades de la tierra que no les gusta el contacto con los
humanos, hay otros: los constructores que si conviven con los hombres. Hay
otros gnomos de tez y cabello oscuro que son capaces de predecir terremotos,
o movimientos terrestres, viven en cuevas. Otros viven dentro de las piedras
u otros minerales.
Seres Magicos Elementales
Los seres elementales son los habitantes de los elementos que componen
el planeta: agua, tierra, aire, fuego y éter.
“Los elementales no puede clasificarse entre los hombres, porque algunos
vuelan como espíritus, no son espíritus porque comen y beben como los
hombres. El hombre tiene un alma que los espíritus no necesitan. Los
elementales no tienen alma y, sin embargo, no son semejantes a los espíritus,
éstos no mueren y aquellos sí mueren. Estos seres que mueren y no tiene
alma ¿son pues animales? Son más que animales porque hablan y ríen. Son
prudentes, ricos, sabios, pobres y locos igual que nosotros. Son la imagen
grosera del hombre, como éste es la imagen grosera de Dios...” (Paracelso,
Philosophia Oculta, 1493).
Los elementales son los guardianes de la naturaleza, más conocidos como
hadas, duendes, gnomos, silfos, ondinas, nereidas, sirenas, ninfas y elfos. Se
llama Devas a seres considerados Celestiales, o Seres de Luz. Según se dice,
ellos se encargan de la preservación y del cuidado de la naturaleza. Para los
estudiosos del tema, ellos son majestuosamente bellos. Bajo su influencia y
poder se crean y preservan las selvas, los bosques, las montañas, los lagos y
todas la maravilla de la naturaleza.
Sin embargo, esta tarea, no la efectúan solos, sino con la ayuda de los
seres elementales. De acuerdo a los más antiguos registros esotéricos, los
elementales son seres pertenecientes al mundo espiritual. Los elementales son
los habitantes invisibles de los cuatro elementos. De allí su nombre de
"elementales": son los espíritus pertenecientes a los elementos que conforman
el planeta (agua, fuego, aire y tierra, más el quinto elemento llamado éter).
Los espíritus de los elementos o elementales, son los encargados de
armonizar las condiciones básicas para la aparición de la vida en sus
respectivos reinos. Los elementales son representados como figuras casi
humanas, y se los considera habitantes del planeta desde antes de la aparición
del hombre. Debido a la gran coincidencia descriptiva que existe de los
elementales entre las diferentes culturas de la antigüedad (sumerios, celtas,
egipcios, caldeos, chinos, indígenas de la Polinesia, África, América, etc.), se
concluye que los seres elementales han mantenido contacto permanente con
el ser humano, favoreciendo el intercambio energético que permitió al
hombre visualizarlos e identificarlos.
En los registros hallados sobre ritos y costumbres de las diferentes
culturas anteriormente mencionadas, se encuentran menciones sobre la
presencia de los seres elementales en casi todos los ritos considerados
sagrados, y muy especialmente en aquellos ritos dedicados a solicitar
protección celestial para las siembras y las cosechas. También eran invocados
para pedir gracias ante ciertas contrariedades concernientes al reino natural,
como por ejemplo, el cese de fuertes vientos, tempestades, de incendios,
agitación de las aguas, etc. Los seres elementales eran muy respetados por las
culturas antiguas. Eran queridos y temidos.
Los elementales, si bien son espíritus habitantes de los cinco elementos,
carecen de alma. Desconocen la diferencia entre el bien y el mal. Por lo tanto
se los considera como seres duales. Son descriptos como seres juguetones,
traviesos, sin una clara conciencia de la responsabilidad, pero tenaces
trabajadores a la hora de cuidar y proteger su elemento y la naturaleza. Los
elementales son los protagonistas de la magia blanca. Pero al no tener alma ni
conciencia de la diferencia entre el bien y el mal, son también utilizados en
magia negra. Las hadas y los duendes están allí afuera, esperando ser
convocados por nosotros para beneficiarnos con sus atributos... Al tratarse de
seres vivientes que moran en cada uno de los cinco elementos que gobiernan
el planeta, cada elemento tiene sus propios e individuales elementales, que se
clasifican de la siguiente manera.
- Seres mágicos del elemento tierra.
- Seres mágicos del elemento aire.
- Seres mágicos del elemento fuego.
- Seres mágicos del elemento agua.
- Seres mágicos del elemento éter.
El Elemento Tierra
La Tierra es estabilidad; es todas las cosas que nos traen nutrición,
plenitud, y fertilidad. Es nuestra base y nuestra necesidad básica. La Tierra es
el terreno bajo nuestros pies, la fundación sobre la que construimos nuestra
vida. Es el centro de nuestro sentido común, nuestra sensualidad, y nuestros
sentidos. Por ella tocamos, saboreamos, olemos, vemos y oímos con nuestros
ojos y orejas. La Tierra es verde. Danza en las hojas, en los campos, y en los
setos. Colorea las plantas que surgen a la vida desde los fundamentos de la
estabilidad. La Tierra es su fuente raíz, como lo es para nosotros.
La Tierra es la media noche. Una oscuridad eterna, donde no podemos
ver, pero somos obligados a percibir. Es calurosa, bochornosa y
silenciosamente protectora. Es la confiabilidad y la vulnerabilidad de la vejez.
El tiempo de conocer y comprender – la parte de nuestra vida donde el
crecimiento empieza y finaliza. Es el disco de la materialidad; circular,
significando la redondez y plenitud de la naturaleza; el ciclo continuo de la
vida; el fénix levantándose de las cenizas, el renacer anual de la tierra. La
Tierra es invierno, donde todo aparenta morir, pero sigue viviendo bajo la
superficie, debajo de la sólida corteza y en el moderado calor de la tierra. La
promesa de un nuevo nacimiento por venir con la primavera, cuando la savia
sube por las raíces de todas las cosas vivientes. La Tierra es confiable.
Comprende la vida. Es la solidez del futuro, construido sobre los
fundamentos del pasado. Es rica y oscura, fuerte e inmóvil. Contiene la sal de
nuestras lágrimas y construye desde su refresco, pero puede quedar mustia
por el calor de nuestro deseo. Ella nutre la raíz, le da sustento a la felicidad
que requerimos. Siente su textura en tus manos. Siente la energía que penetra
por las plantas de tus pies, cuando corres descalzo por el césped.
La Tierra es estar en casa con uno mismo, integrado, sin obsesiones,
fecundo y preparándose para todas las cosas. La Tierra es la Madre de la
Fuerza, de la Justicia y de la Ley, la base del mundo físico y el habitáculo del
Espíritu en manifestación.
La Tierra dentro de nosotros
La Tierra es más contenible y más segura que el Fuego, porque ella es el
sustento de la vida, así como nuestra propia estabilidad; puede sostener la
vida de una idea, de un deseo o un sueño. Sin este elemento dentro de nuestra
naturaleza, no habría fruición de nada, puesto que sin acción, todo quedaría
en los reinos de la imaginación. De todos los elementos, es el más fidedigno.
Muchas personas buscan seguridad o compañía en animales, pero el tacto de
la tierra bajo nuestros pies es la cosa más sólida y fiable que hay. La
llamamos la Madre Tierra, por su hermoso Ser verde y fecundo no es una
esfera inanimada de roca y piedra, sino el sustento de nuestras vidas. Y así
como una madre, a menudo la tomamos por garantizada. La arrasamos, la
quemamos y la aramos, pero siempre permanece. Toma un puñado de tierra
después de la lluvia, y toca la humedad en su textura. La tierra necesita del
agua para evitar que se vuelva yerma y seca, y el agua es emoción,
compasión y amor. Requerimos amor y emoción para permanecer estables y
evitar que nos sequemos por dentro. La combinación es buena pero, mezclada
con demasiada agua, se puede convertir en río de barro, ocasionando que
nuestra estabilidad resbale. Compara las diferentes texturas de la piedra, la
madera, el carbón de leña y la tierra y las diferentes fases desde el polvo al
barro, o el fresco campo recién sembrado con otro sin parar y sin sembrar.
Hay mucho que podemos deducir sobre nosotros mismos a partir de todas
estas cosas, al vincular la Tierra con los otros elementos. Los zapatos son una
de las cosas más difíciles del hombre civilizado. Quítatelos alguna vez, y
percibe tu fuerza y buen humor regresando cuando caminas sobre el césped y
atraes energía de la tierra. ¡No tienes que creer que esto sea verdad – sólo
ensáyalo! ¿Cuánta tierra hay en ti? ¿Eres confiable, sólido, fidedigno? ¿O
estás acosado con preocupaciones emocionales, o deseos obsesivos? ¿Piensas
demasiado, dejando que esto altere tu seguridad? ¿Sabes verdaderamente
cuan fuerte y capaz eres?
Demasiada cantidad de cualquiera de los otros elementos perturbará
nuestra estabilidad; pero demasiado poco de ellos para atemperar la Tierra,
ocasionará que nos volvamos inertes, aburridos e incapaces de adaptarnos al
cambio.
Cuando has perdido tu camino…
Camina por el campo. Estudia los diferentes colores y texturas alrededor
tuyo. Siente el secreto mundo oculto de los animales, la tierra bajo tus pies, y
la abundante belleza de la vida. Es sólida y confiable, inclusive en medio del
cambio.
Escucha los sonidos de la floresta, percibe el olor de las flores, y date
cuenta de la fuerza que se puede conseguir al caminar siendo uno con la
plenitud de la naturaleza. Ninguna otra persona puede darte verdadera
seguridad – únicamente puedes lograrla tú mismo. La Tierra es sobre la
estabilidad. Trata sobre el reconocimiento y la aceptación de las leyes
naturales de esta tierra que nos proveen la nutrición. La Tierra nos da
dignidad, respeto, y fuerza de voluntad. Proporciona comprensión, y sobre
todo comprensión y aceptación propias.
ELEMENTALES DE TIERRA- GHOB
Si estás de pie al borde de un silencioso claro herboso en una noche de
invierno, y miras profundamente en el bosque más allá, puede que captes un
resplandor fugaz de una figura como de duende en cuclillas, que te devuelve
la mirada en el brillo de la luz de la luna entre los helechos. Este es Ghob, y
su Reino queda en los bosques y las pasturas de la tierra, pues él es Señor del
Elemento Tierra, y reside, con los animales, bajo la jurisdicción del Arcángel
Uriel, su Amo. Cuando quiera que se invoque la protección de Uriel, Ghob
está de pie silenciosamente a su lado en las sombras, esperando para hacer lo
que se le solicite. Juntos dirigen y comandan la masa de tierra, las plantas, y
la estabilidad de este mundo en el cual todos vivimos. Se dice, por quienes
cuentan con experiencia, que Ghob es un ser solemne, oscuro, con ojos
cautos de afilado cristal, y delicada ropa de helecho laminado, cosido con
brillantes hilos de rocío por ocupadas manos de elfos. Sus entristecidos
rasgos puntiagudos muestran las cicatrices profundas de los rigores de la
vida, causados por entrometidos no invitados: la jungla de hostiles vecinos
humanos que comparten su Reino Terrenal.
Este Rey Elemental es mucho más tímido y menos accesible que los
otros. Su poder es indomable, y su fuerza no tiene comparación, pero él
permanecerá normalmente oculto en los prados secretos y en los bosquecillos
donde los humanos no van. Sin embargo, si buscamos muy cuidadosamente,
y si ganamos su confianza, puede ser que se muestre, a veces asomándose
desde la maleza, o quizá casi inmóvil con su espalda contra un tronco de
árbol en un bosque al borde de una quebrada.
Hay muchas caras y formas elementales que se pueden ver entre el verdor
de la naturaleza, si nos tomamos sólo un momento para sentarnos y fijar la
mirada. Se nos dice que si alguna vez captamos la mirada de Ghob, por un
punzante momento, estaremos irresistiblemente atrapados por el fantasmal
desconcierto en sus ojos almendrados. Y de algún modo saborearemos el
amargo fruto de la responsabilidad personal que nos incumbe por la
ignorancia de nuestra raza, que está tan deseosa de desarraigar y profanar los
tesoros ocultos de la tierra de Ghob. Este silencioso y sombrío ser, puede ser
tan gentil y protector como un árbol umbrío, o tan protector y pesado como
un bosque por la noche. Si escoge hablarnos, su voz es tan quebradiza como
el chasquido de una ramita, y es a través de estas órdenes abruptas que indica
a los Gnomos – los seres elementales en miniatura de su Reino – para que se
reúnan a su lado. Estas tímidas y diminutas criaturas más a menudo aparecen
ante nosotros en la semblanza de forma humana a veces delgados como un
elfo, o delicados como un hada, y a veces pequeños, gruesos y pesados. Se
arrastran de fuera de las formas sin tiempo del roble y la ceniza, del helecho y
del arbusto, deslizándose de los pétalos de flores, musitando debajo de un
helecho, asomándose desde dentro de los setos, saltando y correteando
precipitadamente, caminando y esparciéndose alrededor de su Rey a medida
que acumulan confianza y exuberancia. Se nos dice que, si estamos de pie en
el campo a la hora de la media noche, y escuchamos atentamente, podemos
poder oír la charla y la risa de sus vocecitas chillonas cuando trepan por la
noche, sus diminutas linternas balanceándose ante ellos, y el zumbido de su
cháchara atravesando el aire como una colonia de abejas, atrapadas en un
panal, muy lejos, en los bosques distantes.
SERES MÁGICOS DEL ELEMENTO TIERRA
Los duendes
Los duendes son, sin duda, los seres mágicos más representativos del
elemento tierra. La palabra duende, proviene del vocablo árabe ‘duar’ que
significa ‘el que habita’ y hace referencia a un pequeño ser cuyo interés es
realizar travesuras en los hogares. Se le atribuye a los duendes conocimientos
de tesoros mágicos y conjuros. La tradición afirma que los duendes son
totalmente impredecibles. A veces algo tímidos y silenciosos. Sin embargo,
cuando buscan molestar a los humanos pueden ser ruidosos y, según cuentan
las leyendas, jugar bromas muy pesadas. En general, los duendes son seres
divertidos y benévolos, aunque hay varias excepciones…
*Duendes de los espacios verdes*
Algunos duendes prefieren jardines, granjas, campos o bosques. En estos
casos, se les atribuye la misión de cuidar de plantas y animales.
*Entidades tenues del jardín*
Estos seres son llamados Planteen Elfen en la tradición holandesa y
Waldweibleim en la Alemana. Más bellos que los duendes domésticos, se los
asimila a menudo a las hadas. Pueden adquirir formas diversas como insectos
o exóticas mariposas. De aspecto andrógino se les adjudica el colaborar con
el proceso de polinización, proteger a las flores de las inclemencias
meteorológicas y cualquier otro tipo de daño.
*Duendes domésticos*
Son los que prefieren vivir en hogares y sus cercanías, siendo muy
apegados al lugar al que pertenecen. Se les adjudican algunas travesuras
aunque se considera que pueden desarrollar sentimientos de profunda
sensibilidad hacia los humanos. Algunos de estos, en ciertas tradiciones,
pueden tener su cota de maldad, como en el caso de los diablitos y los diablos
burlones.
*Diablos burlones*
Estos duendes, que se ubican dentro de la categoría de duendes
domésticos, se divierten molestando y mofándose de las personas que viven
en un determinado hogar. En rigor, no puede decirse que sean malos, son
traviesos por necesidad, no pueden vivir sin burlarse de niños y adultos.
*Duendecillas*
Son duendes femeninos de las que se dice, ayudan a las mujeres en las
tareas domésticas. En las tradiciones eslavas, la ‘kikimora’ y las ‘sedosas’ en
las leyendas británicas, ayudan a las amas de casa trabajadoras.
*Duendes dañinos*
Se caracterizan por su agresividad y se mantienen vivos gracias a la
energía que toman de las personas de las casas en las que habitan.
*Duendes familiares*
Los duendes familiares o diablitos relacionan no ya con un hogar sino con
algunos de sus habitantes. Cuentan las leyendas que estos seres servían a
magos y brujas en tareas relacionadas con hechizos y brujerías. Cuando
alguno de estos diablitos ofrece ayuda, siempre lo hace con una carga de
maldad. Pero la persona tentada siempre tiene la posibilidad de rechazarlos y
así vencer sus maleficios.
*Duendes vampirizantes*
Se alimentan de la energía vital de las personas. Son especialmente
peligrosos en horas nocturnas. Algunas leyendas los culpan de causar
sensación de ahogo en las personas mientras duermen.
*Duendes lascivos*
Estos duendes solo quieren tener sexo con las mujeres y se presentan
siempre de noche.
*Duende Pintón*
El duende Pintón o Gorro Rojo es tan malvados que las leyendas dicen
que hasta es evitado por otros duendes. Su hábitat son viejas torres o castillos
abandonados. Tiñe sus gorros con la sangre de quienes asusta arrojando
piedras y generando extraños ruidos y luces.
*Duendes irlandeses*
Leprechaun
Leprechaun es un duende de la tradición irlandesa, que se caracteriza por
su oficio de zapatero. Su nombre significa “zapatero de un solo zapato” ya
que usa calzado en un solo pie. Lleva también un sombrero de tres picos. Las
leyendas cuentan que Leprachaun se ocupa de arreglar el calzado de las hadas
y que trabaja siempre con alegría en su taller, debajo de algún hongo del
bosque. Pero cuando cae la noche, Leprechaun se trasforma en Cluricaun,
que no es tan bueno… porque le gusta beber whisky hasta embriagarse.
*El Phooka*
El Phooka o Poukha es un duende irlandés llamado Puck en Inglaterra. En
Sueño de una noche de verano, Shakespeare lo muestra como un duende
travieso que se burla de las personas. Se dice que el Phooka tiene la habilidad
de transformarse en diferentes animales. Por ejemplo, algunas leyendas
cuentan que cuando se transforma en caballo, suele comportarse dócilmente
para llevarlas a cabalgar, pero luego lo hace a una velocidad tal que las arroja
al suelo.
**Otros duendes**
-El Pixie
El Pixie es muy travieso, a veces, muy cerca a la maldad. Pueden
transformarse en matas de pasto de manera tal que quien los pisa, puede
perderse, incluso aunque conozca muy bien el camino.
-Ratón colorado
Se aparece en forma de ratón y gusta de cuidar a los niños.
-Duende fraile
Bastante feos, orejudos, arrugados y de enormes pies, estos duendes
visten hábitos oscuros, como los frailes.
-Trentis
Con enormes boinas, de color rojo y orejas enormes, son parte de las
tradiciones españolas en la región de Cantabria. Similares a estos son los
Tentirujos, duendes que gustan de los espacios verdes de manera tal que su
cuerpo está cubierto de musgo… también tienen ojos verdes.
-Hobgoblins
Pertenecientes a la tradición anglosajona, los duendes son conocidos
como hobgoblins, y entre ellos se destacan el boggart y el brownie. Las
leyendas atribuyen a estos seres un carácter juguetón cuando están contentos
o vengativo cuando se sienten contrariados.
-Duende organista
Tradicional de Huesta, en España, cuenta la leyenda que ejecutaba música
con la flauta y el órgano en el convento de San Agustín.
Gnomos
Probablemente el vocablo gnomo proviene de la palabra “genomus” que
significa “nacido de la tierra”. Se trata de seres similares a los duendes,
aunque son afines a espacios más agrestes. Trabajadores, amables y sabios, se
los considera protectores de la naturaleza en su totalidad. Se les atribuye
también el don de la telepatía y un olfato hipersensible, por lo que pueden ver
más allá de lo visible.
*Gnomos antiguos*
De color oscuro habitan cuevas en colinas y acantilados. Se les atribuye la
capacidad de controlar las fuerzas de la naturaleza, atesorando saberes
relacionados con aludes, terremotos y toda suerte de cataclismos.
*Gnomos indesprendibles*
Viven dentro de las rocas, y se alimentan de la energía que de ellas se
desprende, por lo tanto no pueden separarse de ellas.
*Kobolds y Ekecos*
Habitan objetos que pueden ser fabricados con el hombre. Estos objetos
reciben el nombre de vehículos y si se rompen, los kobolds pueden llegar a
morir haciendo antes, infinitos destrozos. Los ekekos son similares a los
kobolds pero además de introducirse en objetos también pueden hacerlo en
las casas. Se trata de seres egoístas que suelen ser violentos por naturaleza de
manera tal que todas sus acciones son generalmente malignas.
*Gnomos mineros*
Poseen un gran poder mágico y viven en el centro de la tierra. Entre estos,
se encuentran los korreds solitarios y huraños, prefieren no entrar en contacto
con los humanos, y los krreds que se dedican a la construcción y son mucho
más sociables.
Elfos
Los elfos son criaturas mágicas que pertenecen al universo de los
elementales terrestres. Nacidos de la tradición nórdica, son criaturas que
suelen vivir mucho más tiempo que los humanos aunque no son inmortales.
Poseedores de grandes poderes mágicos los elfos pueden elegir entre el bien
y el mal, aunque en general, se los considera seres benévolos.
Estos seres, de acuerdo a las leyendas, disfrutan de las danzas nocturnas
bajo la luz lunar y se cuenta de ellos grandes aptitudes para la música y la
poesía.
Los elfos de la luz, habitan el aire y poseen alas que les permiten
remontarse por los bosques. En cambio los elfos de las tinieblas viven en la
tierra y pueden confundirse con enanos dada su baja estatura.
El Elemento Aire
El Aire es pensamiento. Es movimiento, contacto, comunicación, y los
impulsos de la mente. Es la flexibilidad de acción – lo rápido, lo alerta, lo
chispeante y lo nuevo. Se estira hacia afuera y hacia arriba, hacia abajo y
hacia adentro. Es flotante, flexible, cede ante el estado de ánimo, y sin
embargo es aún fuerte y persistente. El Aire es primavera, la inocencia y la
vibración del principio de una nueva estación, el brote de las hojas desde las
semillas de la mente, y la fe en uno mismo, y la creencia en el propio destino.
El Aire toca el color del Sol, y capta el pensamiento de la vida. Es la
respiración del ser vivo. Si pudiéramos verlo, sería de color Amarillo. Es hijo
de la Sabiduría, nuevo en la vida, de ojos abiertos, expectante y
apresurándose precipitadamente a la luz. A veces tormentoso, sopla, baila,
fastidia, busca, pregunta, desarrolla y respira. Se esfuerza en aprender y
enterarse. Puede rugir, aullar y atormentar. Es el suave toque de la inspiración
– la fresca brisa primaveral de la razón, danzando en nuestros cabellos
cuando caminamos por el valle del descubrimiento. Tiene la inocencia de los
corderos retozando en la colina, y el estallido súbito de la luz encima de la
oscuridad del horizonte. Es la Espada de nuestra protección, un valiente
retador a la voz de la emoción y del deseo. Crece, y en su crecimiento da
nacimiento una y otra vez, lanzándose, arrastrando, haciendo olas en las
aguas, ondula en los árboles de la tierra y abanicando el fuego del hogar en
nuevas llamas. También puede cabalgar en la tormenta de su propia hechura.
Sopla polvo en la cara de la estabilidad, convierte las ascuas en un furioso
infierno y castiga las peñas en el mar, blanco con el rocío del ventarrón
aullante de un amargo viento del este – la razón convertida en un disturbio. El
Aire es una idea, un pensamiento objetivo, una llamarada de inspiración e
ingeniosidad. Es el brillo del genio, o la inquieta agonía de una mente
atormentada. Es el nacimiento de la comunicación, que yace en el Este,
donde la fe y el día empiezan. El Aire es el alba de la conciencia a través de
las brumas de la inocencia, y es el heraldo de la Inteligencia del Espíritu
cuando respira sobre la tierra. El Aire dentro de nosotros. ¿Alguna vez te han
perseguido las hojas en otoño, y te has reído cuando saltaron sobre tus pies?
¿O has ofrecido la cabeza al viento mientras caminabas en los abiertos
espacios del campo? El Aire tiene que ver con nuestro pensamiento y nuestra
razón, y para expresarlo necesitamos comunicarnos, lo mismo que una brisa
juguetea con nuestros cabellos, luminosa, brillante y fácil. Como elemento, es
casi totalmente incontenible pues no podemos verlo. No es sólido como la
Tierra, o ardiente como el Fuego, o fluido como el Agua. Si tratamos de
cogerlo, obtenemos un manojo de nada. Los pensamientos y las palabras no
nos pertenecen, así como el Aire no está bajo nuestro control. Probablemente
todos hemos experimentado el sentimiento de “tener la mente en blanco”. A
menudo hablamos de salir a tomar aire fresco para “despejar las telarañas,”
pero ¿cuántos de nosotros nos hemos tomado un momento para estudiar el
viento y su acción, para luego compararlo con nosotros? Asimila el proceso
de comunicación al elemento Aire, y verás cómo el contacto es refrescante y
ligero, continuamente en movimiento y cambiable. El Aire no le debe nada a
ninguno de los otros elementos, pues él es el amo de su propio destino; sin
embargo, cuando está atrapado en bolsillos de agua o de tierra, puede
volverse pesado y opresivo por falta de movimiento. Nació para ser libre, así
como nuestras mentes deben permanecer claras y ágiles, sin ser nubladas por
la emoción o el prejuicio. Demasiada estabilidad puede amortiguar la alerta y
la originalidad, pero demasiadas preguntas pueden cegarnos a la simplicidad
del sentido común. Compara el viento en las diferentes estaciones del año,
desde la ligereza de una brisa primaveral hasta los vientos helados de pleno
invierno, y mira cómo pueden afectar a los otros elementos, y a ti y tu
naturaleza. ¿Cómo usas tus pensamientos? ¿O tus pensamientos te usan,
dominan tu vida?
Cuando has perdido tu camino…
Sal y camina en la brisa o en el viento. Siéntela. Es fresco y calmante.
Respira profundamente, y date cuenta de la paz que se puede lograr al
permitir que tus pensamientos fluyan libres. Nadie tiene el poder de controlar
estos pensamientos excepto tú. El Aire es acerca de la libertad y la verdadera
paz mental. Trata de la fe en ti mismo y de creer en este gran universo que te
ha dado la vida. Es acerca de la verdad- y sobre todo, la verdad que eres tú.
ELEMENTALES DEL AIRE- PARALDA
Si estás de pie en la bruma mañanera y miras hacia el cielo, justo cuando
el sol se eleva, puede que tengas la suerte suficiente para captar un resplandor
fugaz de una forma brumosa y oscura de azul neblinoso saltando entre las
nubes en el borde del viento. Este es Paralda, y su Reino está alrededor
nuestro, pues él es el Señor del Elemento Aire, y reside bajo la jurisdicción
del Arcángel Raphael, su Amo. Cuando quiera que se invoque la protección
de Raphael, se puede ver a Paralda emergiendo al lado de él, listo para
desempeñar su papel; juntos dirigen y comandan el movimiento del Aire y
los esquemas del pensamiento alrededor de la tierra. Quienes ven a este Rey
Poderoso, dicen que surca por los cielos con alas de telaraña, sus ondulantes
cabellos con rayas de luz del sol, y sombreados con la blancura grisácea de
las nubes que lo rodean. Sus ojos son de plata, rayos de luna rasgados,
danzantes y alertas; la forma tenue de su cuerpo desmiente su fuerza, pues
aunque puede parecer tan suave como el toque de la primavera en tu mejilla,
su poder es tan salvaje e imprevisible como un aullante viento del este. Se
dice que, con solo una mirada, puede captar los secretos de nuestros
pensamientos más profundos en el momento fugaz de su fija mirada
penetrante, y cuando habla lleva en su voz el sonido arrullador de los breves
ventarrones de verano, o de las leves brisas otoñales. Es por el aliento de las
órdenes de Paralda que controla a los seres elementales diminutos de su
reino, conocidos como los Silfos. Prontos y graciosos, se reúnen para
rodearlo, con sus plateadas formas etéreas e indefinidas de duendes. Se dice
que se los puede oír a menudo susurrar en las copas de los árboles, mientras
que circulan por los cielos con los pájaros del aire. Pero tenemos que ser
rápidos para darles un vistazo, pues siempre están en movimiento, siempre
cambiando de forma, subiendo y deslizándose, surcando y bajando en picada,
delgados bailarines sin esfuerzo, tremando en la respiración del viento.
SERES MÁGICOS DEL ELEMENTO Aire
Los seres mágicos del aire pueden ser benévolos como malignos, y las
leyendas dicen que deben ser tratados con mucha prudencia porque suelen
ofenderse con facilidad si se los molesta.
Los elementales del aire son afines a buscar relación con seres de otros
elementos así como también con el hombre. Prefieren los lugares abiertos,
árboles, el aire mismo. Estas criaturas se vinculan al amanecer, la primavera,
el cobre, el estaño y la energía proyectiva.
Silfos y sílfides
La misión de estos seres es la de mantener el aire a salvo de la
contaminación. Rigen huracanes, remolinos, vientos y todo movimiento de
las masas de aire. Por eso, pueden provocar cataclismos si algún humano los
ofende.
Este tipo de criaturas se caracteriza por un estado de ánimo algo
cambiante. Los silfos en especial, prefieren vivir solos en lugares
abandonados u ostentosos.
Las sílfides, de género femenino, velan por las nubes y las lluvias. Son
bellas y suelen manifestar su belleza ante los seres humanos. También
pueden ser musas inspiradoras para los artistas porque pueden poner en
funcionamiento mentes bloqueadas de quienes trabajan con la imaginación.
Son definitivamente benévolas y de todos los elementales, las más próximas
a los ángeles.
Geniecillos de las tormentas
Reciben otros nombres tales como nuberus o 'geniecillos de las nubes'.
Temido por los aldeanos por su capacidad para generar niebla, las leyendas
relatan historias de acuerdos con las sílfides ya que ambos tienen influencia
de la producción de lluvias. La diferencia entre ambos reside en que las
sílfides buscan la armonía, los nuberus pueden llegar a generar grandes
cataclismos, fatales, especialmente para los campesinos. Cuando una sílfide y
un nubero llegan a concretar un pacto, no hay nada que temer: la naturaleza
conservará el equilibrio.
Hadas
La raíz etimológica del vocablo 'hada' se encuentra en el latín 'fata'
(destino) por lo cual, puede interpretarse que estos seres intervienen
activamente en el curso de las cosas, teniendo alguna influencia en el destino
de los humanos. Se dice incluso que cuando un hada decide entablar relación
con un humano, suele elegir a una persona alegre y generalmente enamorado.
En general, suelen estar de buen humor, pero si se sienten ofendidas pueden
llegar a ser muy vengativas.
Las hadas son siempre de sexo femenino y muy bellas, aunque esto no les
resta fuerza física. Se caracterizan por una legendaria voluntad y curiosidad,
lo que hace de ellas seres de gran iniciativa. Como otros seres elementales
poseen poderes extraordinarios. En general, un hada suele ocuparse de
proteger y ayudar a otras criaturas elementales.
La mayoría de las hadas, pertenecen al aire, aunque también las hay, unas
pocas, que habitan las aguas y la tierra. Algunos ejemplos son las hadas de
agua de Gales, llamadas Gwragedd Annwn, que habitan los lagos.
Las hadas suelen vivir en organizaciones jerárquicas. Entre ellas suele
haber una reina de las hadas que ejerce el poder. Algunas otras pertenecen a
la aristocracia y poseen así un rango más alto que otras.
Según las leyendas, las hadas adoran cantar y bailar con sus dulces y
melodiosas voces armando círculos (coros o anillos de las hadas). Si un
hombre, tentando por la danza de las hadas, irrumpe en esos círculos
mágicos, corre grave riesgo de quedar hechizado bajo la magia tormentosa de
las hadas. Se dice que solo otro humano puede rescatarlo poniendo con
firmeza un pie dentro del anillo y otra fuera, tirando fuertemente de él para
liberarlo del encanto.
Las hadas del aire, al igual que las hadas terrestres, disfrutan de posarse
sobre los hongos en el bosque. Vuelan con sus hermosas alas entre las flores
y sorprenden a los caminantes con luces fugaces y silbidos agudos.
Las hadas terrestres adoran las flores y los árboles. Toman la vitalidad del
sol y se encargan luego de llevarla a todo el bosque.
Algunas de las hadas más conocidas son:
Hada de Gwyllión
En las montañas galesas, se dice que se esconde detrás de las piedras en
los costados de los caminos. Suele asustar a los transeúntes desprevenidos. Es
un hada traviesa que atemoriza a los viajeros.
Ainé, la reina de las hadas.
Perteneciente a la tradición irlandesa, hija de Manannan. A veces es
confundida con Morrigan y otras con Dana.
La dama verde.
La dama verde es un hada terrestre que suele habitar castillos en ruinas.
Puede utilizar sus poderes para transformarse en hiedra verde. Busca
ocultarse de los forasteros.
Hadas de Cronwall
Las hadas de Cronwall transformarse en pájaros, pero no suelen hacerlo a
menudo, porque cada transformación las vuelve más pequeñas.
Hada Leanan
Al igual que las sílfides es musa inspiradora. Quien la toma para crear,
logrará grandes éxitos, pero el precio que pagará es una vida más corta.
El Elemento Fuego
El Fuego es deseo. Es entusiasta, calentador y la chispa de la vida. Es
apasionado, emocional, indomable, el más poderoso de las fuerzas de la
energía, porque él representa la fuerza del Espíritu. Es una llama que palpita,
o una llama que destruye. Brilla en el Sol. Danza en el Fuego del hogar, atrae
el ojo, y el deseo. Da color a la sangre. Es el pulso de nuestro ser.
El Fuego es rojo. Es el calor moderado que mueve con deleite la tierra; el
ansia por vivir, la luz por la que vemos. Dinámico, movible, lleno de chispas,
atrevido, vital, inteligente en su urgencia.
El Fuego es activo, se eleva. Es el principio de la vida. Su esencia es la
vida, calienta, compele, excita, propulsa con entusiasmo. Ama la pasión de la
juventud.
El verano es Fuego – el silencioso pero penetrante latido del corazón de la
creación. Es vida en su plenitud. El Mediodía es Fuego, cuando el Sol quema
más fuerte. Es estar de pie con los brazos estirados hacia el dador de vida, de
luz y calor que fluyen hacia abajo -un acción de gracias a la alegría, la
felicidad y la maravilla de juventud.
El Fuego es el Cetro de nuestro nacimiento. Es la intrepidez y la
irreflexión del joven. Es el salto de deleite salvaje, el bullicio de la excitación.
Es nuestra esperanza, nuestra meta, nuestro deseo, nuestra energía y urgencia
por el futuro. Vive. ¡Es! El Fuego yace derretido en el centro de la tierra, pero
tiene el poder para abrirse paso a través de la corteza. Es nuestro impulso
incontenible, nuestro calor, nuestra fiebre, nuestra pasión por amar u odiar.
El Aire abanica sus llamas, pero se necesita de la Tierra para contenerlo.
Solo el Agua puede apagarlo. El Fuego no puede construir, aunque es la
esencia de “ser.” No puede absorber, pero por sí mismo, atrae a otros a su
tibieza. Da vida, pero puede destruir la vida que da. Es tenazmente protector,
pero se necesita protección contra él mismo.
El Fuego es el Padre de la Esperanza y el deseo del Espíritu. Es la fuerza
viviente. Somos Fuego. Con nuestra chispa de vida, somos divinos.
¡Vivimos! El Fuego dentro de nosotros.
Si verdaderamente queremos entender los elementos, necesitamos
tomarnos el tiempo para estudiarlos e intentar relacionar su conducta con lo
que ocurre dentro de nosotros. Por ejemplo, hay una gran diferencia entre la
llama del hogar en contraposición a un bosque ardiendo. Uno es tibio e
invitador, y el otro puede devastar en su destrucción.
¿Sabes qué hace que una llama continúe ardiendo? Enciende una vela y
observa a la llama oscilar en la brisa. Se puede apagar fácilmente por un
fuerte viento o un vacío completo- pero la llama de una vela es muy pequeña.
De esto, entendemos que el Fuego necesita aire para sostenerse, pero no un
ventarrón aullador.
El Aire significa pensamiento y razón, y el Fuego significa deseo. ¿Qué
aprendemos de esto? ¡El entusiasmo en nuestra naturaleza necesita sostenerse
con la constante comunicación y relación, pero razonamiento y lógica en
exceso pueden matar nuestro deseo si no es lo suficientemente fuerte en
primer lugar, lo mismo que un viento fuerte puede apagar una llama frágil!
¿Cuántas veces te has entusiasmado acerca de algo y después “razonaste” y te
convenciste de que no te convenía? ¡Muchas veces, sin embargo, el encuentro
con otros puede avivar las llamas, y entonces necesitamos vigilar que no se
nos salga de las manos!
Las alteraciones emocionales son quizás las cosas más peligrosas, puesto
que pueden hundir completamente nuestras esperanzas y deseos, en la misma
forma en que el Agua puede apagar al Fuego. Estudia todos los niveles del
Fuego, desde la chispa inicial a las poderosas explosiones en la superficie del
Sol, y mira las diferentes maneras en que puede comportarse, solo o asociado
con los otros elementos. Entonces compáralo con tu propia naturaleza, y ve si
puedes relacionarlo dentro de ti o de otras personas. ¡Debe haber algunos
resultados interesantes!
Cuando has perdido tu camino…
Sal y camina hacia el Sol. Siente su radiación en tu cara. O siéntate cerca
del Fuego del hogar o de la chimenea y observa como su resplandor lanza
sombras danzantes por el cuarto alrededor tuyo. Es confortante y cálido.
Absorbe su tibieza y date cuenta de la felicidad que se puede alcanzar al
permitirte la libertad de ir detrás de tus más secretos anhelos. Tú eres la única
persona que puede hacer realidad tus deseos. Nadie más puede hacer esto por
ti.
El Fuego se trata de energía y entusiasmo, la vitalidad de la vida. Es
acerca del humor y la pasión, y de encontrar el valor de aferrarte a tus
convicciones. Es acerca de la esperanza, y sobre todo esperanza del futuro.
ELEMENTALES DEL FUEGO- DJIN
Si estás de pie en el calor de un día de verano, y buscas en el cielo,
puedes quedar deslumbrado por el resplandor de la luz, pero si miras
fijamente en lo profundo del corazón de un bosque en llamas, tal vez puedas
ver una figura resplandeciente que danza en el centro. Ese es Djinn, y su
Reino queda en el corazón del Sol y de todos los Fuegos de la tierra, porque
él es el Señor del Elemento Fuego, y reside bajo la jurisdicción del Arcángel
Mikael, su Amo.
Cuando se le pide protección a Mikael, se puede ver a Djinn fluctuando al
lado de Él, ávido de cumplir Sus mandatos, como un magnífico genio de la
lámpara. Juntos, estos Grandes Seres poderosos dirigen y controlan el
movimiento del Fuego, y las fuerzas de la energía de vida alrededor de la
tierra.
Quien ve a este Rey Omnipotente dice que se les aparece como una
explosión de energía estallando en luz, la forma puntiaguda táctil, dotado con
zarcillos de calor al rojo blanco y chispas de Fuego, una vibrante masa de
llama viviente. Sus ojos de diamante brillan con la oscuridad de las ascuas de
carbón, y su capa va del vibrante amarillo al rojo de la lava fundida cuando
hace erupción desde adentro de la profundidad de los iracundos volcanes de
la tierra.
Este Rey es imponente en magnitud, y tan incontenible y aterrador como
una tormenta eléctrica pero, aunque parezca feroz, también puede ser tan
gentil y confortante como la trémula luz de una vela en un cuarto oscuro, o el
calor moderado de una lámpara en una noche invernal.
Se dice que si nos atrevemos a captar su mirada, Djinn nos retendrá
inmóviles y cautivos, suspendidos en su mirada fija, a medida que quema
hasta llegar a los profundos deseos de nuestros corazones -deseos que laten
en el centro de nuestro ser- y que cuando habla el crujido de las hogueras
resuena en su voz.
Es por la fuerza del poder de Djinn que atrae a las diminutas chispas de
luz –las Salamandras de su Reino- bajo su mandato. Luminosos y exigentes,
llevan sus linternas dentro de sí mismos, llameantes y chispeantes, titilando y
cayendo en forma de cascada mientras lo rodean, estallando con energía en su
insistencia por entrar en acción.
Se dice que, si cerramos nuestros ojos y nos concentramos en nuestra
visión interna, podríamos tener la suerte de ver a estos chispeantes seres
elementales fluctuar y caer en cascada como un reguero de estrellas
luminosas puntiagudas, a medida que se unen en móvil formación, haciendo
la danza de la vida en los Fuegos de nuestro corazón.
SERES MÁGICOS DEL ELEMENTO Fuego
Seres mágicos del elemento fuego
Son regentes del elemento fuego las salamandras, parientes de los
lagartos de fuego. Estas criaturas son afines al mediodía, el verano, el oro y la
energía proyectiva.
Salamandras
Liminiades
Dragones
Basiliscos
Salamandras:
Las salamandras son criaturas que inspiran en todas las demás temor y
respeto. Habitan el interior mismo del fuego y son capaces de producirlo y
protegerlo. Las leyendas les atribuyen la capacidad de poder sofocar un
incendio o la lava arrojada por un volcán en erupción.
De todos los seres elementales, las salamandras son los seres que menos
relación mantienen con los humanos, sin embargo, cuando esto llega a
producirse, se establecen lazos muy difíciles de romper.
Los seres del fuego son sabios y astutos. Se dice de ellos que brindan
claridad al pensamiento y que ayudan a la renovación y al cambio.
Liminiades
Las liminiades, son seres mágicos menos notables que las salamandras
aunque poseen algunas características muy interesantes: carecen de cuerpo,
son sólo una esfera de luz.
Dragones
Los dragones alados son seres mágicos afines al fuego. Poseen la
capacidad de elevarse y son muy temidos por todos los elementales. Sólo una
salamandra puede hacerles frente.
Un dragón de buen humor también puede ser bondadoso, pero si se
encuentra ofuscado los destrozos que pueden generar, lanzando torrentes de
fuego, son importantes.
Dragones Wyvens
Los dragones Wyvens o Wind Runnerson algo inferiores a los dragones
comunes. Si están ofendidos, no utilizan el fuego para atacar o defenderse
como aquellos sino que con sus garras y aguijones, intentan atacar al enemigo
con un veneno en ocasiones mortal.
Basiliscos
Los Basiliscos poseen solo un ojo sin párpado en el medio de la frente.
Las leyendas dicen que el basilisco nace de algunos huevos de gallina que
carecen de yema, o cuando se trata de gallinas muy viejas o gallos colorados.
De estos huevos, nace un gusano color rojo que busca guarida debajo de una
casa y se esconde hasta transformarse en basilisco.
Si alguien mirara al basilisco directamente a su único ojo, podría quedar
instantáneamente ciego o incluso morir. Temido en los bosques porque su
presencia puede marchitar las plantas.
Sólo puede exterminarse un basilisco si se coloca frente a él un espejo: de
esa manera, se eliminará a sí mismo.
El Elemento Agua
El Agua es emoción, sentimientos, sueños y alimento del corazón.
Refresca, enfría, es húmedo, fluido, pesado y misterioso, toma la forma de
cualquier cosa que lo contiene. El Agua es el alimento de la vida, y esencial
para la vida, puesto que todas las cosas emergieron del mar.
El Agua apaga la sed de la Tierra hecha estéril por el Fuego y el Aire. El
Agua es serenidad. Es azul, claro y pasivo, pero se cuela por las grietas de
nuestras defensas. Fluye con nuestro humor, y no se puede agarrar, ya que se
resbala por las manos. Es la rápida corriente de una tormenta en ciernes, la
pesada espuma a lomos de las mareas del océano. Puede corroer y ahogar.
Empero también es la apacibilidad de las ondas en una piscina de cristal.
Mueve, mengua, fluye, limpia, alivia.
Es el brillo del Santo Grial, sostenido en alto y desbordando con amor, o
repentinamente volcado para sofocar con lágrimas. Es el lamento de la alegría
o el sollozo de la angustia.
“Camina cuidadosamente con tu corazón, pues te atreves a caminar sobre
el Agua”.
El Agua es crepúsculo – el Sol, sombreado en el oeste, y la líquida luna
de plata, escalando lentamente para reclamar el cielo oscurecido de las
sombras. Es otoño – el temblor de las hojas a medida que pasa el ánimo del
verano.
El Agua es Madurez, la hermana de Sentimiento. Cambia. Ajusta. Es el
azul jade de la depresión, y el tinte sutil, pasivo de la alegría. Es nuestro ser
astral. Forma nuestros pensamientos, pero los pensamientos pueden darle
forma. Es empujado e inspirado por los vientos del aire, absorbido en la
plenitud de la Tierra, pero en una tormenta amenaza con ahogar el Espíritu, la
energía, el deseo de la vida. Porque el Agua escupe en la cara del Fuego. Sólo
el Agua puede traer la santidad del amo verdadero, el balance de la armonía.
Es engañoso, sutil y huidizo. Tiene fuerza y poder, ritmo y ciclo, caridad y
compasión. Es el espejo brumoso de los instintos subconscientes de nuestro
pasado, y nuestra necesidad consciente del futuro. El Agua es el murmullo
secreto de nuestro corazón, y la reflexión gentil del Espíritu en manifestación.
EL AGUA DENTRO DE NOSOTROS
Las Emociones son tan extrañas Las Emociones son tan extrañas e
inexplicables como lo es el agua. Ellos surgen dentro de nosotros, a menudo
por su propia cuenta, sin tener en cuenta la razón o el pensamiento y, sin
control, pueden conducirnos al trauma y la confusión. Muchas veces una
persona podrá decir “conozco la lógica del asunto, pero en realidad es un
asunto diferente.” Cuando estamos heridos a menudo lloramos. Cuando
estamos felices a menudo lloramos, y a menos que podamos contener
nuestras emociones, podemos anegarnos y a otros con nuestras lágrimas.
El Agua necesita ser contenida porque si no corre desenfrenada y
desperdiciada. Observa el movimiento de agua cuando cae en forma de
cascada, cristalina y clara encima de las rocas de una quebrada, luego
compárala con la quietud límpida de un claro herboso junto a un remanso, y
cómo se expresan ambas cosas dentro de tu propia naturaleza. Deja correr el
agua de la llave y siente su frescura deslizándose entre tus dedos, después
intenta recogerla con tus manos.
Imagina lo que pasaría si se rompieran las paredes de un dique, o si los
ríos se secaran y la temporada de lluvias no llegara nunca. Todo esto se puede
comparar con los sentimientos dentro de nosotros, tranquilos y mansos como
la quietud de un remanso, o tan furioso e incontrolable como las altas y
poderosas olas de un mar tormentoso.
El Agua es el gran purificador, limpia y lava el desorden y la mugre, lo
mismo que la emoción más elevada de amor puede limpiar y revitalizar
nuestro ser interno. El Agua no es ligera y luminosa como el Aire, que
representa el coqueteo, y no tiene el calor del Fuego, que es el deseo. Es
blanda, límpida, maleable, y se puede contener fácilmente o derramar por el
toque del amor. Los pensamientos pueden agitar las ondas del agua, o batirlas
en una tormenta. Nuestro Espíritu de entusiasmo puede humedecerse
severamente por la emoción incontenida, pero la Tierra y la estabilidad dentro
de nosotros se avivan y se enriquece con el fresco y gentil toque de la lluvia.
¿Qué tan emotivo eres tú? ¿Puedes contener tus sentimientos para que
enriquezcan tu naturaleza, y nutrir y reavivar a quienes están a tu alrededor?
¿O eres demasiado reactivo, rápido en ofenderte, o quizá inmovilizado por
miedos irracionales? ¿Qué significan la alegría y la tristeza para ti? ¿Te
atreves a permitirte amar verdaderamente?
CUANDO HAS PERDIDO EL CAMINO…
Camina por una playa, nada en un límpido remanso, o toma una ducha y
siente que el agua lava y arrastra tus problemas. Limpia y sosiega. Relájate e
imagina la alegría de poder permitir que tus sentimientos fluyan a través tuyo
sin restricción ni miedo. Nadie puede tener verdaderamente tu amor a menos
que en verdad te ames a ti mismo. El Agua es acerca de la tranquilidad, la
apacibilidad y la compasión, el florecimiento de un corazón abierto. Es
acerca del amor, y sobre todo el amor de dar sin pedir nada a cambio, y sin
condiciones.
ELEMENTALES DEL AGUA- NIXSA
Si se está de pie junto al mar en un día ventoso de otoño, y se observa a
las olas cuando chocan en la orilla, es posible que en la lejanía se vea una
forma translúcida, encorvada, estirándose desde las profundidades del lecho
marino abajo. Es Nixsa, y su reino queda en las profundidades de los océanos
y los ríos de la tierra. Es el Señor del Elemento Agua, y reside bajo la
jurisdicción del Arcángel Gabriel, su Amo. Cuando quiera que Gabriel es
invocado por protección, Nixsa se elevará a su lado, fluido y cambiante,
trémulo de poder, mientras en chorros de rocío espera hacer su cometido.
Juntos dirigen y comandan el movimiento de la lluvia, el flujo y reflujo de las
mareas, y las respuestas instintivas sobre la tierra.
Quien ve a Nixsa, dice que es una figura arremolinada, majestuosa, de
pujante intensidad. Sus cabellos son largos y fluidos, tocados con el brillo
húmedo de alga marina, y salpicado como tentáculos de plata y gris.
Sus ojos son gotas luminosas, siempre en tembloroso movimiento,
reflejando el eco de un siglo de lágrimas, y a su alrededor extiende una capa,
del color de alga marina, bordeada con espuma blanca de las altas olas del
mar.
Nixsa puede ser tan gentil y maleable como un límpido remanso, o danzar
y emitir luz como un río que cae en cascadas, pero también puede levantar
hasta los cielos inmensas olas oceánicas, tan salvajes e indómitas como una
tormenta tenaz. Si atrapamos su mirada, se dice que sus centelleantes ojos
devolverán nuestra mirada envueltos en misterio, éxtasis hipnótico, mientras
que lentamente saca de nuestras profundidades una desconocida y latente
ternura que duerme impresa entre nuestros sueños. Y cuando nos habla,
oiremos el distante murmullo de aguas corrientes fluyendo en su voz.
Con una persistente ternura en su mandato, Nixsa evoca de los océanos a
seres elementales diminutos, conocidos como las Ondinas de su Reino.
Llueven en gotas alrededor suyo; pequeños, plateados chorrillos de agua;
delicadas y alegres criaturas que danzan con el delfín, y giran en remolinos
con las sirenas y peces del mar. Se nos dice que si miramos cuidadosamente,
podemos verlos caer en forma de cascada en los arroyos que descienden por
las laderas, durmiendo en conchas entre las piedras de las orillas, o paseando
alegremente en las espaldas de las olas espumosas de las mareas.
SERES MÁGICOS DEL ELEMENTO Agua
El agua, sumamente vital para los seres humanos, posee propiedades
importantes también en el mundo de las criaturas mágicas. El agua es un
elemento que puede curar, porque limpia y purifica. El elemento agua,
aunque gobernado por las ondinas, es el hábitat de muchas otras criaturas
mágicas. La gran mayoría de ellas, de género femenino, son afines a los
atardeceres, el otoño, la plata, el mercurio y la energía receptiva. Por lo
general, estos seres del agua son bellos y benévolos. Sin embargo, las que
viven en lagos y mares suelen ser menos afables que las asociadas a ríos y
arroyos.
Ondinas
Las ondinas poseen la misión de trabajar sobre las masas de agua dulce,
de manera tal que habitan en lagos, cataratas, ríos y cascadas.
No tienen cola de pez, son muy bellas y llevan vestidos de gasas. No
pueden vivir alejadas de su elemento, solo pueden salir del agua y
permanecer con vida si llevan a cabo ciertos rituales. Algunas de ellas, las
ondinas de los vapores, pueden poseer un cuerpo muy sutil y un par de alas
gracias a las cuales pueden elevarse a través del aire. Las leyendas atribuyen
a las ondinas el don de poder predecir el futuro de los demás, pero nunca el
de sí mismas. Pueden penetrar en las mentes de quienes se acercan
pudiéndolos hechizar sobre un lapso de tiempo. La función de las ondinas es
la de limpiar la contaminación del medio en el que habitan.
Sealkies
Selkie es un vocablo de tradición celta que significa 'foca', por lo tanto,
las sealkies también son conocidas como 'hadas focas'. Según las leyendas,
las sealkies habitan las costas de Escocia y pueden deshacerse de su piel de
foca para transformarse en bellas mujeres: si un hombre encuentra su piel, la
selkie se transformará inevitablemente en su esposa.
Asrai
Las asrai son hadas de las aguas, extremadamente pequeñas se derriten si
alguien las captura y las expone al sol.
SERES MÁGICOS DEL ELEMENTO ETER
Los ángeles pertenecen al mundo del espíritu... son por lo tanto, seres
sutiles y absolutamente nobles y diáfanos. Pertenecen al elemento éter o
akasha, también conocido como quinto elemento.
La tradición ubica a los ángeles en el elemento éter y se considera que
ellos fueron los que han impartido órdenes a los demás seres elementales para
crear el mundo y mantener las condiciones necesarias para que éste siga
adelante.
Cuando un ángel desea transitar la tierra, suelen adoptar formas de
personas o animales, manifestándose de ese modo. Nexo entre Dios y los
hombres, los ángeles tienen la misión de cuidar al género humano y mostrar
la dimensión de lo divino en la tierra.
Se dice que si un ángel desea manifestarse, éste puede hacerse visible. A
veces, a través de una imagen antropomórfica pura y perfecta, y otras tantas
simplemente a través de una luz especial o un perfume.
La representación artística de los ángeles ha cambiado a través del
tiempo. Actualmente, prevalecen las imágenes sobrenaturales que aluden a
una existencia metafísica. Las alas, son un símbolo del mundo sutil y eterno,
y la luz, alude a la bondad que irradia sus etéreas existencias.
Jerarquías angélicas
Como muchos otros demás seres elementales, los ángeles poseen una
organización jerárquica. Tales jerarquías angélicas describen un inverso cuyo
centro es Dios y que en forma circular y concéntrica se expande hasta el
infinito a través de nueve coros angélicos.
PRIMERA JERARQUIA
Serafines - Querubines y Tronos
Serafines: Son ángeles que se encuentran en el más alto plano celestial.
Los que más cerca de Dios están. Su misión es la de alabar y cantar glorias al
Señor engrandeciendo el amor universal.
Querubines: Son los guardianes de las obras de Dios, sus templos y los
caminos que conducen a una evolución espiritual y engrandecimiento de la
conciencia. Tienen el don del discernimiento y expanden la luz espiritual por
todo el cosmos.
Tronos: Estas entidades están relacionadas con las acciones de los
hombres. Son entes que antiguamente eran llamados Espíritus de las
Estrellas. Llevan un registro de las acciones en todos los tiempos o karmas.
Son también los constructores del orden universal.
SEGUNDA JERARQUIA
Dominaciones - Virtudes y Potencias
Dominaciones: Son los ángeles que se encuentran entre el límite de lo
finito con lo infinito. Rigen dominios de conciencia expandida que es
imposible pasar. Solo los Tronos han pasado. El resto accederá cuando Dios
los llame nuevamente a su seno. O sea que cuando el Universo sea
reabsorbido.
Virtudes: Se encuentran en la más alta luz de los esotéricos. Ellos ayudan
a la plasmación y concreción de las aspiraciones humanas. Aportan prodigios
que reclaman las religiones.
Potestades: Ellos cuidan los planetas, los órdenes cósmicos y el balance
entre la materia y el espíritu. Su misión es la de cuidar del reino de Dios en
cada uno de sus aspectos, pueden como todos los seres con libre albedrío
hacer uso de su discernimiento para tomar partido por un camino u otro.
TERCERA JERARQUIA
Principados - Arcángeles – Ángeles
Principados: Son los conductores de enormes grupos de personas a
través de la historia. Razas, naciones, reinos, países. Vigilan de cerca las
acciones de los gobernantes, reyes y jefes espirituales de los hombres.
Vigilantes y conductores.
Arcángeles: Son entes espirituales de gran poder que guían a grandes
grupos de personas y ejércitos, ya sean de un sector u otro. Tienen a su cargo
la responsabilidad de cuidar el orden en los cuatro puntos cardinales. Son los
jefes de entidades que están a sus órdenes y trabajan constantemente para
cumplir la palabra y orden de Dios. Según la tradición hebrea son 7 los
arcángeles, pero en la biblia solo se mencionan a 3.
Ángeles: Son los mensajeros de Dios. Respetan el orden jerárquico que
de no cumplirlo pueden ser castigados al igual que las almas encarnadas. Los
ángeles son colaboradores y auxiliares de los seres humanos, están a sus
órdenes. No es al revés. Su misión es la de alcanzar los favores y peticiones
como así también proteger a los que necesitan una ayuda para bien de su
alma. Los ángeles están en todas partes. Caminos, bosques, aires, tierras,
fuego, agua, etc. No pueden mostrarse por propia voluntad ante las personas
si éstas no lo solicitan. Se nutren de la energía del amor y de la más alta luz
que produce la conciencia humana en camino hacia la evolución.
La Magia de Los cuatro Elementos
Magia de la Tierra
Este es el elemento con el que estamos más cercanos al hogar, puesto que
es nuestro hogar. La Tierra no representa necesariamente la Tierra física, sino
esa parte de ella que es estable, sólida, segura.
La Tierra es el fundamento de los elementos, la base. Es en este dominio
en el que vivimos la mayoría de nosotros una buena parte de nuestras vidas.
Cuando andamos, nos sentamos, nos levantamos, nos arrastramos, comemos,
dormimos, hacemos nuestros trabajos, cuidamos nuestras plantas,
examinamos nuestros libros de cheques o probamos sal estamos trabajando
con el elemento Tierra.
La Tierra es el reino de la abundancia, prosperidad y riqueza. Aunque es
el elemento más físico esto no es negativo, porque los otros tres se apoyan
sobre la Tierra. Sin la Tierra, la ida como la conocemos no existiría.
En las tareas mágicas, la Tierra «regula» todos los hechizos y rituales que
involucran negocios, dinero, empleo, prosperidad en todas sus formas,
estabilidad, fertilidad, etcétera. Un ritual de este elemento podría ser enterrar
un objeto representativo de tu necesidad en una parcela virgen de tierra,
caminar a través de millas de campo visualizando tu necesidad, o dibujar
imágenes en el barro.
La Tierra es un elemento femenino. Es nutridora, húmeda, fructífera y son
estas cualidades las que la hacen femenina. Tales atributos han impulsado a
incontables civilizaciones a considerar la Tierra como una gran Diosa Madre,
la toda-fértil Creadora de la Naturaleza.
La Tierra regula el punto Norte de la brújula, porque es el lugar de mayor
oscuridad y del invierno. Su color es el verde de los campos y las plantas.
Gobierna la magia de las piedras, las imágenes, los árboles y los nudos.
Magia del Aire
El Aire es el elemento intelecto; es el reino del pensamiento, que es el
primer paso hacia la creación.
En relación con la magia, el aire es la visualización clara, ordenada, pura
que es un poderoso instrumento para el cambio. También es movimiento, el
ímpetu que envía la visualización hacia afuera, hacia la manifestación.
Regula hechizos y rituales que involucran viaje, instrucción, libertad,
obtención de conocimiento, descubrir objetos perdidos, desvelar mentiras,
etcétera.
También se puede usar para desarrollar las facultades psíquicas.
Los hechizos que involucran al aire suelen incluir el acto de situar un
objeto en el aire o dejar caer algo desde el borde de una montaña o de otro
lugar elevado de manera que el objeto conecte físicamente con el elemento.
El Aire es un elemento masculino, seco, expansivo y activo. Es el
elemento que sobresale en los lugares de aprendizaje, y que actúa cuando
teorizamos, pensamos o ponderamos.
El Aire regula el Este, porque esta es la dirección de mayor claridad, y la
de sabiduría y conocimiento. Su color es el amarillo, el amarillo del Sol y del
cielo al amanecer, y su estación es la primavera.
El Aire gobierna la magia de los cuatro vientos, la mayoría de las
adivinaciones, la concentración y la magia de visualización.
Magia del Fuego
El Fuego es el elemento del cambio, el deseo y la pasión. En cierto
sentido, contiene en su interior todas las formas de magia, puesto que la
magia es un proceso de cambio.
La magia del Fuego puede ser aterradora. Los resultados se manifiestan
rápida y espectacularmente. No es un elemento para el temeroso. Sin
embargo, es el principal y por esta razón es muy usado.
Este es el reino de la sexualidad y la pasión. No es sólo el fuego sagrado»
del sexo, es también la chispa de divinidad que brilla dentro de nosotros y de
todas las cosas vivas. Es al mismo tiempo el más físico y el más espiritual de
los elementos.
Sus rituales mágicos suelen involucrar energía, autoridad, sexo, curación,
destrucción (de hábitos negativos, enfermedad), purificación, evolución,
etcétera.
Un ritual de Fuego suele involucrar ahumar o quemar una imagen, hierba,
o cualquier otro objeto inflamable, o el use de velas o pequeñas hogueras.
Su magia se practica normalmente junto a la chimenea, o junto a fuegos
encendidos en espacios libres salvajes, o junto a la llama de una simple vela.
El Fuego es masculino. Regula el Sur, el lugar de mayor calor, el color
rojo y la estación del verano.
Toda la magia de las velas se encuentra bajo los poderes del fuego.
Magia del Agua
El Agua es el elemento de la purificación, la mente subconsciente, el
amor y las emociones.
Así como es un fluido, constantemente cambiante, fluyendo de un nivel a
otro, así también nuestras emociones están en un constante estado de flujo.
El Agua es el elemento de absorción y germinación. El subconsciente está
simbolizado por este elemento porque está girando, siempre moviéndose
como el mar que no descansa ni de noche ni de día.
La magia del Agua involucra placer, amistad, matrimonio, fertilidad,
felicidad, curación, dormir, soñar, actos físicos, purificación, etcétera.
Un ritual de agua suele finalizar arrojando o situando un objeto en agua.
Este es un elemento femenino, y su color es el azul del agua profunda,
profunda.
Regula el Oeste y los meses del otoño, cuando los chaparrones lavan la
Tierra.
La magia del agua se realiza con espejos, el mar, la niebla y la lluvia.
Estos son, pues, los cuatro elementos. Aunque no es necesario invocar
estos elementos o trabajar con ellos directamente, es beneficioso ser
consciente de ellos y recordarlos cuando se practique la magia.
Poderes de la Tierra
La Tierra es nuestro único hogar. Es de ella de donde provenimos
mitológicamente, y en su húmedo suelo enterramos a nuestros difuntos. De su
superficie extraemos verdes vegetales y plantas curativas. Los animales
pastan sobre ella, y en su interior yacen riquezas de oro y plata, piedras
preciosas y petróleo. Hasta hace poco tiempo ningún ser vivo salvo los
pájaros- abandonaba su superficie más de unos momentos.
Las antiguas diosas de la Tierra han sobrevivido hasta estos días en la
forma de Madre Naturaleza, una deidad reivindicada por almas conscientes
de la Naturaleza en los albores del siglo XX. La Tierra fue adorada por su
propia causa, y hoy en día es reverenciada de nuevo como nuestro hogar y
sustento. Sin ella pereceríamos.
Los movimientos ecológicos han surgido para llenar la necesidad de
proteger nuestro planeta. La Tierra astronave, como llegó a llamarse cuando
llegamos a dejar su atmósfera y mirar su masa azulada desde el espacio, es
Gaia, nuestra Madre, nuestro hogar, nuestro todo. Siempre lo ha sido.
Como tal, ha entrado durante miles de años en el pensamiento y práctica
religiosos y mágicos. Algunos de los hechizos y técnicas presentados en este
capítulo son muy antiguos. En estos hechizos de la Tierra se encuentran las
raíces de toda la magia, porque si todas las formas de magia no son de este
elemento, ciertamente son realizadas sobre la Tierra.
Piensa en un puñado de tierra recién cavado. Huele la riqueza del suelo
fértil. Mira el color sorprendente, desde la arcilla más blanca al rojo
volcánico al negro más negro.
Esta es la naturaleza fértil, el almacén de vitaminas y minerales esenciales
para la vida.
Es también un escenario excelente en el que (o con el que) practicar
magia. He aquí esa magia.
Para Curar
La curación con la tierra se produce a través del proceso de transferencia.
La herida o enfermedad se transfiere mágicamente a otra sustancia,
normalmente orgánica, que después se entierra. AI descomponerse libera la
herida o enfermedad.
Para quitar una enfermedad o curar una herida, frota la parte afectada con
una manzana o una patata. Entonces, tan rápidamente como sea posible, cava
un hoyo en la tierra, ponla dentro y cúbrelo con tierra. Está hecho.
Sería sabio hacer aquí una indicación. La magia curativa siempre debe
usarse conjuntamente con la medicina convencional y nunca como un
sustituto. Los médicos las únicas personas cualificadas para ayudar a tu
cuerpo a que se cure a sí mismo.
Realiza magia curativa para ti y tus amigos por todos los medios -pero no
en lugar de la atención médica cualificada-. La medicina actual era la magia
de ayer.
La Cama de Tierra
Si estás enfermo, encuentra un lugar donde la tierra esté desnuda, que no
esté cubierta de cemento, plantas, hojas - suelo puro y fresco.
Siéntate o túmbate en la Tierra. Mira tu herida o tu enfermedad
mentalmente hundiéndose en la Tierra. Siente el dolor y la angustia, los
efectos físicos y emocionales del problema penetrando en la tierra debajo de
ti.
Siente el ritmo de la Tierra -el continuo latido de la Naturaleza-. Debe
latir sintonizado con tu corazón, golpeando hasta que sientas que tu cuerpo
vibra con energía.
Entonces siéntela venir -energía fresca, profunda, suave que surge de la
tierra hacia dentro de ti.
Levántate, sacúdele el polvo y comprueba si te sientes diferente.
Si estás en cama o no puedes hacer esto por otra causa, coloca un plato o
un tiesto con tierra fresca en tu habitación. La tierra desprende vibraciones
curativas y su presencia ayudará a tu recuperación.
Un método sencillo sería colocar una maceta en tu habitación. No sólo la
planta desprenderá sus propias energías curativas (la hiedra es estupenda y no
causará miradas extrañas), sino que la tierra en la que está plantada también
te ayudará.
Para disipar tus problemas
Coge un puñado de tierra y míralo, vierte en él todos tus problemas.
Describe minuciosamente todos los problemas que te atormentan.
Cuando hayas terminado, arroja la suciedad detrás de ti y aléjate sin
volverte.
Un Encantamiento de Tierra
Envuelve en un pequeño cuadrado de tela verde un poco de tierra fresca y
fértil.
Átalo firmemente de modo que no pueda salirse.
Llévalo contigo si times problemas de estabilidad, seguridad y
autocontrol; si dejas que las emociones regulen tu vi da; si estás enfadado o
nervioso constantemente. Este amuleto de tierra te ayudará.
Observar la Tierra
Llena de tierra una pequeña vasija plana de al menos siete pulgadas de
diámetro.
Siéntate relajadamente y mira no sólo a la tierra, sino dentro de ella.
Puede que veas símbolos que salen de la tierra.
Una Botella Protectora de Tierra
Vierte tierra fresca y limpia dentro de una pequeña botella alargada.
Llénala hasta arriba y tápala. Coloca la botella cerca de la entrada,
preferiblemente en una ventana para impedir que el mal entre en tu casa.
En otros tiempos se creía que la tierra confundía a los espíritus malignos
y a los demonios, que tenían que contar todos los granos de tierra dentro de la
botella antes de entrar en la vivienda.
Hoy en día los espíritus malignos se considera que son lo negativo que
flota en grandes cantidades sobre la Tierra. Esta negatividad puede entrar en
tu casa. Por ello, esta botella protectora de tierra puede ser útil para impedir
que la negatividad entre en tu casa.
Para Proteger a los Niños
Para proteger a los niños mientras están fuera, tira un puñado de tierra o
arena detrás de ellos cuando se marchen, sin que ellos lo sepan. Esto
garantizará su seguridad.
Un Hechizo de Tierra a Largo Plazo
Este es un hechizo ideal si eres un buen jardinero y si tienes una
necesidad por la que no te importa esperar varios meses hasta que se
manifieste.
Toma una semilla de una planta que esté relacionada simbólicamente con
tu necesidad. Sobre un tiesto con tierra o una parcela especial, sostén la
semilla en tu mano del poder y visualiza tu necesidad con fuerza. Habla a la
semilla. Cuéntale por qué necesitas su ayuda para que se manifieste tu
necesidad.
Después, plantas la semilla con todo tu amor y riégala.
Cuida de la plantas cuando nazca y asegúrate de que no se muera debido
a tu negligencia o falta de cuidado. Si sucediese esto no se manifestará tu
necesidad. A1 menos, hasta que hagas otro hechizo.
Si la plantas crece sana y feliz espera a que llegue tu necesidad. Una vez
que haya llegado, cuida muy bien tu plantas mágica, porque no sólo
representa tu necesidad, sino que ahora es un ser vivo que trajiste a la vida
para satisfacer tu necesidad.
Eres responsable de la planta. Cuídala y te cantará todos los secretos de la
magia de la tierra.
Poderes del Aire
Sin aire nuestro planeta sería un globo sin vida. No podría existir ninguna
vida tal y como la conocemos sin la combinación de gases de la que está
provisto nuestro planeta afortunadamente.
Aunque el aire es invisible es una parte esencial de nuestra vida. No sólo
es necesario para que la vida continúe, también afecta a nuestras vidas de
formas a menudo dramáticas. Puesto que es invisible y tan poderoso ha sido
usado en hechizos y en magia durante eones, y también ha encontrado su
lugar -a través de los vientos- en el folklore y la mitología de todos los
pueblos del mundo.
Los hechizos y técnicas presentadas aquí utilizan el poder del Aire, que
como mejor se puede visualizar es como un torrente de viento. Muchos de los
hechizos requieren viento, al menos brisa, y también se incluyen hechizos
para el control del viento.
Los Vientos
Durante siglos, las gentes han considerado que hay cuatro tipos de
vientos, correspondientes a las cuatro direcciones o cuadrantes de la Tierra.
Son los vientos del Norte, Este, Sur y Oeste. Cada uno posee sus propias
virtudes mágicas, y ciertos hechizos se realizan mejor durante ciertos vientos.
Puede que esto parezca innecesariamente complicado, pero no tiene por
qué serlo. Fíjate en los vientos cuando se hace magia no es mucho más difícil
que comprobar la fase de la Luna, aunque la «fase» del viento no dura tanto.
Si puedes instalar una veleta o una manga de viento pare determinar los
vientos, podrás adaptar tus tareas de magia ligeramente esperando el viento
adecuado.
Lógicamente, si el viento ha estado soplando continuamente del Norte
toda la mañana, no hay que esperar uno del Oeste. Aquí el sistema pretende
proporcionar una ayuda, no controlar nuestras acciones. Comprueba los
vientos o no según lo desees.
Al leer las discusiones siguientes sobre cada uno de los vientos, mantén
en la mente que no es un sistema absoluto; diferentes partes del mundo tienen
atributos diferentes pare los vientos. Los que se presentan son los
correspondientes a América del Norte y Europa. Puede que sea necesario
hacer cambios pare tu propia área, debido al clima, la localización y el tiempo
atmosférico. Los cuatro vientos están relacionados, al menos superficialmente
con los elementos, y esto se debe recordar, pero cede uno time sus propios
poderes peculiares de los vientos. Un punto importante, al hablar, digamos,
del Viento del Norte, es el viento que sopla de esa dirección en vez de hacia
la dirección en cuestión.
Viento del norte
El viento del norte es el viento de la muerte – pero no necesariamente el
de la muerte física-. Es el dominio de la única ley eterna universal -el
cambio- Muerte se refiere aquí a la eliminación de lo negativo.
El Viento del Norte es frío (hablando de magia), puesto que sopla de la
dirección del invierno y de territorios nevados. Es seco o estéril, facilitando el
camino, por tanto, en los hechizos de destrucción.
¿Cómo usarlo? Si estás deprimido, ansioso, envidioso, celoso, enfadado y
el viento sopla del Norte, ponte de cara a él y te liberará de todas estas cosas.
Si quieres deshacerte de un mal hábito, realiza un hechizo de esta naturaleza
mientras sopla el Viento del Norte para conseguir mayor potencia.
El Viento del Norte, aunque es frío como la noche y la muerte y las
nieves profundas, también es el viento del elemento Tierra, y, por tanto,
comparte algunas de sus cualidades. Pero el viento, al ser seco, no favorece la
magia de prosperidad y fertilidad, aunque el Viento del Norte puede prestar
gran ayuda a la curación. Su color es el negro de la medianoche.
Viento del Este
El viento que sopla del Este e; e l de la frescura, la vida renovada, fuerza,
poder a intelecto. Es un viento cálido, fortificante que sopla desde el punto
por el que aparecen el Sol, la Luna y las estrellas.
Por tanto, el viento relacionado con los comienzos, los nuevos fenómenos
que surgen de la obra del Viento del Norte. El calor es el del Sol y la chispa
de la creación.
Los hechizos que se aprovechan mejor cuando sopla el Viento del Este
son aquellos que implican mejorías dramáticas, cambios pare mejor,
especialmente en el comportamiento. También son hechizos del Viento del
Ese los que involucran a la mente y al elemento Aire, al que está
mágicamente relacionado. Los hechizos de amor se realizan mejor con un
viento del Este, a menos que quieras un amor muy intelectual. ¡Pero quizá
eso no estaría mal! Puesto que el Este es la dirección de la salida del Sol y de
la luz, el color es el blanco.
Viento del Sur
Cuanto más al Sur viajes más calor hace -al menos a este lado del
Ecuador-. Por esta razón el Viento del Sur es caluroso, ardiente.
Simbólicamente regula el mediodía, cuando el Sol (o la Luna) está en su
punto más alto en el cielo, la hora de más luz y calor. Como el Viento del Sur
está relacionado con el elemento Fuego, su magia cubre el mismo campo. Sin
embargo, cuando está soplando el Viento del Sur se puede usar pare cualquier
tipo de magia. Es un buen momento pare efectuar hechizos.
Puesto que este viento es fuerte y caliente, los hechizos realizados con él
tienen asegurado un golpe de poder extra. ¡Siempre resulta excitante e
interesante trabajar con el Viento del Sur! Sin embargo, debes estar
prevenido, el fuego - incluso el Fuego diluido del Viento del Sur- puede ser
peligroso. Como sabemos, el Fuego puede quemar. ¿El color del Viento del
Sur? Amarillo -el amarillo es el color del Sol a mediodía.
Viento del Oeste
El Viento del Oeste es el que sopla fresco y húmedo; puede traer una
indicación de lluvia o niebla cuando pasa por las tierras. Es una fuerza fértil y
afectuosa, dulce y persuasiva.
Simbólicamente regula el crepúsculo, cuando todo está tranquilo; el día y
la noche se funden en un paisaje mágico de silenciosos colores y brisas
frescas. La puesta del Sol, como la salida, es una hora excelente pare
practicar magia - mucho más si sopla el Viento adecuado.
La magia del Agua -amor, curación, fertilidad, etcétera es excelente pare
el Viento del Oeste, porque añade las fuerzas y energías propias de ese
cuadrante. Es especialmente excelente pare hechizos que impliquen limpieza
o rituales puramente religiosos, el Viento del Oeste es un alivio bienvenido
después de la brisa calurosa y seca del Sur.
El Viento del Oeste es el azul del cielo justo antes de que se desvanezca
toda la luz del cielo.
Determinando los vientos
Como se menciona anteriormente, la mejor forma de determinar 1os
vientos es mediante una veleta o una manga. Esta última se puede hacer por
poco dinero en unos segundos y es tan precisa como cualquier otra cosa.
Tome una tira de tela pesada, pero flexible al menos de un pie y medio de
largo (o, si lo prefieres, un calcetín largo y limpio) y encuentra un buen lugar
en tu propiedad para colgarlo. A su alrededor debe estar libre de edificios o
árboles que podrían bloquear los vientos. Preferiblemente, estará en tu
propiedad y visible desde la casa.
Si no times un lugar así, una antena en el tejado servirá. Ata la tela de
forma segura a la antena (o a un mástil suficientemente alto como pare que le
dé el viento) y asegúrate de que el viento no la desatará o la hará deslizar a lo
largo del mástil. Ahora determine las direcciones y espera al viento. Cuando
sople la manga ondeará en la dirección contraria. Por tanto, cuando la tela
ondee hacia el Sur, sopla el Viento del Norte. Si la manga es visible desde el
interior de tu casa, sólo será cuestión de mirarla, determinar el viento según
su estado y proceder en consecuencia.
Invocando a los Cuatro Vientos
Muchos hechizos y rituales pueden estar precedidos por una invocación a
los cuatro vientos. Esto es especialmente eficaz si estás trabajando con los
vientos.
La idea de invocar o llamar a los vientos es antigua, remontándose al
menos a la Grecia clásica y antes. No es sólo la reunión de su poder (los
cuatro vientos para ayudarte en tu hechizo), sino también el anunciarles tus
intenciones. En efecto, esto se hace al Mundo entero.
Reunir los poderes de los vientos y pedirles su ayuda es una buena forma
de empezar un hechizo. ¿La técnica?
Una vez que hayas dispuesto todo lo que necesitas en el lugar donde vas a
realizar el hechizo (preferiblemente en el exterior), vuélvete hacia el Norte y
di algo como lo siguiente:
¡Vientos del Norte! ¡Impetuosos y poderosos! ¡Ayudadme en mi obra
mágica!
Vuélvete hacia el Este y di:
¡Vientos del Este! ¡Deslumbrantes y resplandecientes! ¡Ayudadme en mi
obra mágica!
Ponte de cara al sur y di:
¡Vientos del Sur! ¡Ardientes y radiantes! ¡Ayudadme en mí obra mágica!
Muévete hacia el Oeste y di:
¡Vientos del Oeste! ¡Dulces y boyantes! ¡Ayudadme en mi obra mágica!
Ahora prosigue con el hechizo, seguro de que los antiguos poderes de los
cuatro vientos están ayudando a tu magia.
Trabajando con un viento
Si estás realizando un hechizo apropiado sólo para un viento, antes de
empezar vuélvete hacia la dirección adecuada y di las palabras dadas arriba
para esa dirección.
Permanece de pie durante un momento. Siente el viento (aunque sólo sea
en tu imaginación) que sopla desde esa dirección, levantado por tu llamada
mágica, ganando velocidad según llega hacia ti con una fuerza aterradora.
(Esto también es bueno hacerlo cuando se invoca a los cuatro vientos.)
Hechizos de Aire
Estos son algunos de los trabajos asociados con el elemento de aire. Para
tu comodidad, he indicado el viento apropiado para cada uno, aunque no es
necesario esperar a que sople el viento para realizar el hechizo.
Ata Tus Problemas (Viento del Norte)
En una mata o arbusto fuerte, preferiblemente muerto, pero todavía
plantado, en un lugar en el que sople el viento libremente ata o pincha en el
extremo de una rama o varita una hoja por cada uno de los males que te
aquejan. Si atas la hoja déjala floja y hazlo con una cuerda de fibra.
Esto es todo lo que tienes que hacer, porque el Viento del Norte se
levantará y, puede que lentamente, desate las hojas, liberando así energía y
actuando para aliviar los males que te acosan.
Este hechizo funciona durante días o incluso semanas, o minutos, así que
aléjate del arbusto después de realizar el hechizo. Si esperas y te quedas
mirando puede que no se levante nunca el viento. (Por supuesto, tendrás un
buen inicio si realizadas este trabajo durante una persistente brisa del Norte.)
Una Campana de Amor (Viento del Oeste)
Cuelga una campana con un sonido agradable en una ventana que
permanezca abierta la mayor parte del día, y a través de la cual sople el viento
(preferiblemente del Oeste).
Mientras lo haces, di las siguientes palabras:
Campanita de amor, te cuelgo para que susurres mi necesidad de amor
en los vientos y brisas. Campanita de amor habla de mi necesidad de amor a
tus hermanos y hermanas. Campanita de amor, te pido que hables con
suavidad y traigas a mí alguien que escuche.
Cada vez que suene la campana, es un «susurro» de tu necesidad de amor.
(Los «hermanos y hermanas» son otras campanas que añadirán su propio
poder al hechizo.)
Para Vencer el Miedo (Viento del Sur)
Enciende una vela amarilla dentro de casa y siéntate durante un segundo
en silenciosa contemplación. Observa la llama de la vela aspirando tu miedo
y ansiedades; mira cómo, se introducen en la vela.
Lleve la vela fuera y deja que el viento apague su llama. Está hecho.
(Antes de intentar esto comprueba que fuera hay brisa o hace viento.)
Para Comunicarse con un Amigo Ausente (Viento del Este)
En un lugar al aire libre ponte de cara a la dirección donde se encuentra la
persona. Si no conoces la dirección, repite lo que sigue para cada una,
empezando por el Norte.
Extiende los brazos y las manos y, en voz clara y suave, di el nombre de
la persona.
Visualiza sus facciones. Di su nombre otra vez, con más fuerza, y una
tercera vez, bastante alto.
Entonces comunica tu mensaje como si hablas a la otra persona. Haz que
sea corto y preciso. Cuando hayas terminado, escucha esperando respuesta.
No te la imagines, escucha.
Esto funciona mejor con la práctica, o con amigos íntimos.
Para Tomar una Decisión (Viento del Este)
Si te encuentras ante muchas opciones, escribe cada una en una pequeña
tira de papel. Dóblalas dos veces y colócalas encima de una mesa aislada (es
decir, que no se apoye contra una pared), en un lugar donde sople un viento
suave.
El viento hará que los papeles se muevan sobre la mesa, y caigan al suelo.
El último papel que quede sobre la mesa (o el último en caer, si no los coges
a tiempo) es tu elección, que deberías seguir.
Eligiendo un Viento
Como has visto, la magia del aire se puede hacer de dos formas: usando el
elemento Aire mediante algunos de los hechizos anteriores, invocando el
Viento correcto o no, o simplemente invocando los poderes de todos los
vientos o de uno en particular y realizando otro tipo de hechizo.
Para los hechizos en los que quieres invocar un viento, pero no estás
seguro cual es el adecuado, se puede usar el siguiente hechizo.
En un utensilio o una zona a prueba de fuego, haz una pequeña hoguera
con cualquier clase de madera. O coloca un poco de carbón vegetal y
enciéndelo.
A continuación, cuando la hoguera esté encendida o las brasas estén
incandescentes, añade ramas verdes de árboles Y arbustos para producir
humo. El humo debe elevarse uniformemente del fuego. El fuego no es
importante ahora; sólo el humo. Observa la dirección a la que se dirige el
humo.
Puede que se nueva inmediatamente hacia una dirección, o que se eleve
en línea recta. Si ocurre esto último continúa observando, debe cambiar. La
dirección hacia donde se dirige el humo es el viento apropiado para el
hechizo en consideración.
En efecto, esto supone una pequeña molestia, pero funciona. Asegúrate de
que el fuego está completamente extinguido, usa arena o agua, antes de
abandonarlo.
Para Levantar los Vientos
La Cinta del Tiempo
Se usa para levantar vientos, en el mar (para inflar las velas) o en tierra.
En una vieja correa de cuero de un brazo de longitud aproximadamente,
haz un nudo a tres pulgadas de un extremo, un segundo nudo a seis pulgadas
del primero y un tercero a nueve pulgadas del segundo nudo.
Para activar el hechizo, desata los nudos:
Para una brisa suave, desata el primer nudo, concentrándote en remolinos
de hojas o en hierba ondulando.
*Una pulgada equivale a 2,45 cm.
Para un viento más fuerte, desata el segundo nudo, concentrándote en un
viento continuo que llena las velas de un barco.
Para un temporal (¡cuidado!) desata el último nudo, pensando en un
fuerte temporal y mucho viento. Está hecho.
Para Levantar el Viento
Primero, mira hacia la dirección apropiada según la estación:
En invierno, prueba con el Viento del Norte. En primavera, prueba con el
Viento del Este. En verano, prueba con el Viento del Sur. En otoño, prueba
con el Viento del Oeste.
Vuélvete hacia la dirección adecuada y da un silbido largo Y penetrante
con el tono decayendo al final. Haz esto tres veces. La mejor hora para llamar
a los vientos es la salida del Sol.
Para Levantar Vientos
Toma varios puñados de arena y arrójalos al aire. A1 tercer o cuarto
puñado el viento debe haber arrebatado la arena de tu mano. Usa arena fina y
limpia para este hechizo.
Para Parar el Viento
Reúne cuatro plumas, preferiblemente una de cada uno de estos colores:
blanco, amarillo, azul y negro para representar a los cuatro vientos. Toma
estas cuatro plumas y átalas juntas con una cuerda gruesa. Coloca las plumas
en el fondo de un recipiente y cúbrelas completamente con sal, de modo que
no se vean.
Esto unirá los vientos y los enterrará y pronto se apaciguarán.
Para Parar un Ciclón
Vete al campo y clava un cuchillo en la tierra, con el borde afilado de la
hoja orientado hacia la tormenta que se acerca. Se dice que el cuchillo divide
el viento, de modo que tu zona quedará protegida.
Para Levantar el Viento a la Orilla del Mar
Coge un trozo largo de alga, enróllalo sobre tu cabeza formando un
círculo y silba.
Poderes del Fuego
El fuego ha mantenido encendido el respeto religioso. Su forma siempre
cambiante, su variedad de colores, calor y luz, más los cambios físicos reales
que produce, constituyen la esencia de la cual está compuesta la magia. Antes
que se llegara a conocer el fuego, el mundo estaba a oscuras. Con el uso de la
fricción y el pedernal, la humanidad logró conocer su esencia divina y
cambió al mundo por siempre. Mientras el llamado “culto al fuego” es un
eufemismo de la reverencia mística del sexo; ha habido religiones que
adoraron el fuego como símbolo de la divinidad. Hoy en día, los judíos en las
sinagogas mantienen una llama eterna y algunos sepulcros. La tumba de John
F. Kennedy también posee una.
El significado religioso del fuego lo hemos olvidado, a pesar de que está
presente en los altares de muchos de los famosos líderes religiosos. ¿Qué
altar católico estaría completo sin la presencia del fuego de las velas? Una
llama alumbrando en una vela, o una hoguera preparada en la cima de una
montaña, son objetos de poder que pueden ser utilizados en magia.
El hecho de que el fuego sea un elemento poderoso, hizo que los antiguos
le rindieran culto. La ubicación de velas encendidas en el altar durante una
misa no es accidental – ellas liberan su propia energía durante los
procedimientos, como lo hacen el humo que emanan los incensarios y las
oraciones de los devotos--. La magia de las velas nuevamente se está
volviendo muy popular, tal vez porque es fácil y efectiva; además, para
algunos puede que sea la única forma disponible de hacer magia con fuego,
pero no es la única que actualmente conocemos.
La magia del fuego puede llevarse a cabo dondequiera que se encienda un
fuego seguro; ya sea una fogata interior o exterior, una chimenea, un asador,
un sitio despejado, o también un horno especialmente diseñado con ladrillos
o rocas; con cualquier cosa funciona, siempre y cuando el fuego se encienda
de una manera segura, en un área en la cual usted tenga absoluta privacidad
para llevar a cabo la magia.
Para algunos hechizos solamente necesitará unos pocos pedazos de
madera; para otros requerirá llamaradas enteras y series de fuego. Cualquier
clase de combustible es bueno, siempre y cuando sea limpio y en poca
cantidad. (Si desea agregarle poder a su fuego mágico, revise el capítulo 10,
La magia del árbol, para diferentes tipos de madera y sus poderes. Recuerde:
si cultiva su propia madera, asegúrese de hablarle al árbol, agradeciéndole
por su madera y dejándole una ofrenda en el suelo). Debido a su naturaleza
ardiente, esta clase de magia debe efectuarse en el desierto o en cualquier
parte que sea segura.
Una purificación
Si desea liberarse de un hábito, un pensamiento, o una idea; si quiere
deshacerse de asociaciones pasadas, culpas u obstáculos, tome los símbolos
de ese problema, cualesquiera que puedan ser, y arrójelos al fuego feroz. El
fuego consumirá los símbolos y de este modo anulará el poder que tienen
sobre usted. Piense por un momento en los símbolos; si come en exceso,
tome una porción de su comida favorita y arrójela al fuego. Para evitar el
cigarrillo o el alcohol haga lo mismo.
Para problemas que no utilizan cosas concretas dibuje un símbolo y
quémelo.
Hechizo de protección con fuego
En un lugar despejado de al menos veinte pies de diámetro, reúna gran
cantidad de madera, fósforos y agua. Tome uno de los pedazos de madera y
dibuje con él un círculo de unos once pies de diámetro. Determine las
direcciones (use una brújula, el sol o la luna, o las estrellas) y coloque una
cierta cantidad de fuego en cada esquina dentro del círculo: Norte, Oriente,
Sur y Occidente.
Ponga las antorchas pero no las encienda; en seguida colóquele
combustible en cada una para mantenerlas ardiendo al menos media hora.
Camine hacia el sur primero, encienda el fuego y di:
¡Nada del Sur puede dañarme!
-Córrase al Occidente encienda la antorcha y diga:
¡Nada del Occidente puede dañarme!
-Ahora hacia el norte encienda la antorcha y di:
¡Nada del norte puede dañarme!
-Finalmente, yendo hacia el oriente haga lo mismo:
¡Nada del Oriente puede dañarme!
Saque la antorcha encendida que está ubicada en el Sur y apúntela hacia
el cielo (teniendo cuidado con las chispas y las cenizas) y diga:
¡Nada que venga de arriba puede dañarme!
Ahora arroje la antorcha ardiente contra la tierra y diga:
¡Nada que venga de abajo puede dañarme!
Reemplace la antorcha que estaba encendida en el lado Sur y siéntese en
el centro del círculo mirando quemar el fuego. Si es necesario agregue más
combustible.
Ahora el fuego está consumiendo lo que aparentemente le iba a hacer
daño a usted a todo nivel. Mantenga firme en la mente la visión de las
antorchas quemándose alrededor de usted, y sienta su calor (que puede ser
intenso), su luz, y sus cualidades protectoras.
Cuando el fuego empiece a extinguirse sentirá que el poder empieza a
fluir; entierre las antorchas en tierra o arena, apáguelas con agua y borre el
círculo que ha hecho en el suelo.
Abandone el área, pero mantenga en su memoria la protección del círculo
ardiente, de tal modo que pueda recordarlo cuando requiera protección física,
espiritual o mental.
Si no puede hacer este ritual en exteriores, sustituya las antorchas por
cuatro velas largas y proceda con el hechizo anterior, encendiendo las velas y
recitando las frases.
Una adivinación con el fuego
Encienda un fuego y mire fijamente cómo la madera empieza a arder; si
la llama aparece rápidamente, es una buena señal y usted debería proceder
con la adivinación.
Si el fuego está vacilante y necesita unos fósforos para lograr aunque sea
una chispa, entonces abandone el proyecto para otra ocasión.
Algunas personas dicen que cuando el fuego se enciende rápidamente, es
señal que algunos visitantes vienen en camino. Otros dicen que si el fuego es
difícil de encender es porque va a llover. Una vez el fuego esté ardiendo,
observe las llamas cuidadosamente; si el fuego se consume solamente hacia
un lado, ya sea en la chimenea, en la fosa o en el área escogida, significa que
el amor ronda en el aire.
Cuando aparecen crujidos significa mala suerte; entonces lleve a cabo
hechizos protectores. Si se abre un agujero en el medio de las llamas, es el
presagio del fin de un problema que lo está atormentando. Si el fuego de
repente se hace estrepitoso en la chimenea o en el aire sin razón aparente,
significa que una discusión va a ocurrir muy pronto.
Tenga mucho cuidado con lo que dice. Si las chispas que aparecen en la
parte trasera de la chimenea, o si ocurren afuera, vuelan agresivamente por el
aire, significa que una noticia importante está por llegarle. Si alguien a quien
quiere mucho se encuentra lejos de casa, atice el fuego con un palo o
atizador; si la llama revienta, puede estar seguro que su ser amado se
encuentra bien, seguro y feliz. Finalmente, si la llama hace tres estallidos que
se queman por separado, significa que pronto va a ocurrir algo trascendental
en su vida.
Otra adivinación con fuego
Una vez que el fuego se haya reducido a una masa rojiza de carbones
encendidos, mire en el centro, y si desea agregue algo de incienso de Azrael a
los carbones (partes iguales de cedro, enebro y sándalo); producirá una
llamarada que se consumirá instantáneamente.
Cuando aparezca el humo producido por el incienso y las esencias,
observe los carbones; mire las formas que adquiere la madera carbonosa y
determine su significado por medio del lenguaje del simbolismo.
Adivinación con la corteza de un árbol
Tome un trozo de corteza grande pero delgado; póngalo en un fuego
brillante hasta que logre llama. Luego hágase a una distancia prudente.
Cuando haya terminado de quemarse, mire cuidadosamente los símbolos que
se formaron en la masa carbonosa que quedó de la madera.
Para curar
Haga fuego con madera de roble si es posible. Cuando la mayoría de la
madera haya sido reducida a sólo pedazos de carbón vegetal, tome uno de
ellos con una pinza o pala y arrójelo inmediatamente a una corriente de agua
o a una vasija que contenga agua fría.
Enseguida crujirá y reventará. En el momento que lo haga, visualice la
enfermedad saliendo del cuerpo de la persona afectada. Repita esta operación
tres veces más.
Para comunicarse con otros
Escríbale una carta a un amigo que se encuentre distante, de la misma
manera que si fuera a enviarla. Luego prenda fuego y arroje la carta a la
llama. Con absoluta firmeza visualice el rostro de la persona. Debe esperar
una respuesta.
Hechizo del sol y el vidrio
Sobre un trozo de papel haga el dibujo de un problema o una influencia
negativa en su vida. En un día soleado, saque el papel y un vidrio de
aumento. Coloque el papel sobre una superficie resistente al calor y sostenga
el vidrio, de tal forma que su poder se concentre sobre el centro del papel.
Cuando este empiece a arder diga:
A través del vidrio los luminosos rayos del sol disiparán males y
desgracias.
No causarán más daño a mí o a los míos.
¡Vete!
El problema debe desaparecer.
Hechizo antifuego
Para que proteja su casa de los estragos de un devastador fuego, coloque
muérdago en una bolsa azul, mójelo minuciosamente con agua limpia y fría,
y luego cuélguelo inmediatamente en el “corazón” de la casa ---donde usted y
su familia pasan la mayor parte del tiempo---.
También puede encender un pedazo de madera, mojar las cenizas, y luego
colgarlas en una bolsa azul. El hechizo está terminado.
Poderes del Agua
El agua nos ha fascinado durante siglos. Es una necesidad vital de la vida,
siguiendo solo al aire y, por tanto, su carácter sagrado se debe en parte a la
dependencia. El agua nos sustenta; por ello, las gentes de antes la veían como
divina.
La magia del Agua celebra su naturaleza misteriosa y dadora de vida en
diversas adivinaciones, hechizos y rituales. He aquí algunos de ellos.
Contemplar el Agua
Una de las formas más placenteras, relajadas y antiguas de adivinación es
contemplar el agua. Aunque casi todos están familiarizados con la práctica de
contemplar el cristal, parece que pocos conocen a su antecesor.
Hay tres formas básicas. Todas usan la misma técnica, pero diferentes
puntos focales. Éstas son:
1. Contemplar agua corriente, como la de un arroyo o una ribera.
2. Contemplar el rielar del Sol sobre la superficie de un lago o el océano.
3. Contemplar los reflejos causados por el Sol en el agua, como en los
lados de un bote o barco, una estructura cercana, o cualquier objeto próximo.
Puede ser necesario investigar un poco para encontrar un sitio ideal, y en
un caso extremo una piscina puede sustituir la última forma, pero una vez
encontrado está vencida la mayor dificultad.
Encuentra un lugar cómodo para sentarte. Relájate, aquieta tu mente de
los miles y miles de pensamientos que pasan a través de ella en cada segundo.
Suavemente, con los párpados relajados, pero no muy cerrados, contempla el
agua, o los resplandores del Sol danzando como diamantes, o los reflejos del
agua.
Deja que se desvanezcan tus pensamientos. Si necesitas una respuesta a
una pregunta específica, una vez que has logrado este estado adormecido
formula la pregunta mientras sigues contemplando. Si no viene ninguna
respuesta inmediatamente a la mente (y ten cuidado con los trucos de la
mente consciente, que puede enviar respuestas para satisfacer tus deseos)
déjalo y prueba de nuevo dentro de unos minutos.
Si estás inquiriendo sobre un amigo ausente, o un artículo perdido,
visualiza la persona o el objeto en la mente, deja que la imagen se disuelva, y
observa lo que viene a ocupar su lugar en tu ojo mental.
Sin embargo, si no tienes ningún propósito especial al contemplar el agua,
siéntate en silencio y espera hasta que los sentimientos, las emociones, los
símbolos, o los cuadros se pinten por sí mismos ante tus ojos, ayudados por el
agua misteriosa siempre en movimiento.
Aunque suele ser necesario un poco de práctica antes de que se perciban
mensajes o imágenes, una vez adquirida la habilidad la tendrás para siempre.
Yo he pasado horas sentado en un punto que sobresale sobre el océano
Pacífico, contemplando los destellos del Sol en el espacia azul turquino.
También he contemplado el agua desde el final de los muelles, en los
muros cerca de una piscina exterior, en una fuente en un parque público, un
charco en medio de la acera, incluso en la bañera mientras el Sol lucía a
través de una ventana y enviaba reflejos salpicando locamente las paredes
enlosadas.
Una precaución: los reflejos muy brillantes pueden ser dañinos para tus
ojos. Si no puedes mirar los resplandores durante más de unos segundos sin
parpadear, no intentes la contemplación del agua. Espera hasta que sea más
suave la luz del Sol.
Magia de Manantiales y Pozos
¿Has arrojado alguna vez una moneda a un poco y realizado un deseo?
Esta es una forma de magia del agua que ha sobrevivido hasta nuestra era,
quizá porque incluso en estos tiempos «ilustrados» todavía somos empujados
inconscientemente hacia las antiguas formas de magia.
Los pozos han sido asociados durante mucho tiempo con la feminidad y
con la misma diosa Naturaleza, la nutridora. Han superado en popularidad a
los manantiales a lo largo de los años, debido a la idea adquirida
recientemente de que los lugares construidos artificialmente son superiores en
magia a aquellos de anteriores tiempos «paganos». Esto es un resultado
directo del crecimiento del poder político y de la influencia social que el
cristianismo ha tenido en Europa desde el siglo X al presente.
Muchos pozos han sido asociados a santos y curaciones y tienen fama de
que han ocurrido otros milagros en ellos. El Pozo de Chalice, en la Abadía de
Glastonbury, en Inglaterra, es un ejemplo excelente de un antiguo manantial
mágico que ha sido transformado en un «pozo» por los primeros místicos
cristianos.
Pero los manantiales se han usado en magia durante mucho más tiempo
que los pozos.
Un manantial bullendo misteriosamente de la tierra ha sido durante
mucho tiempo una fuente de temor. No sólo es una valiosa fuente de la
sustancia dadora de vida, también es un lugar natural para realizar magia de
todos los tipos, como el siguiente hechizo:
Un Hechizo de Manantial
Coge una pequeña piedra de cerca del manantial. Sobre su superficie,
usando el jugo de una planta local o tiza, indica tu necesidad en forma de
dibujos, símbolos o runas.
Sostén la piedra en tu mano del poder y camina tres veces alrededor del
manantial en el sentido de las agujas del reloj. Si esto no es posible debido a
la situación del manantial camina en círculo delante de él tres veces,
moviéndote en el sentido de las agujas del reloj.
Levanta la piedra en tu mano del poder, y mirando fijamente al corazón
del manantial, di lo siguiente:
Manantial de agua clara, incesante y verdadero. Envíame el deseo que
ahora te pido.
Cierra los ojos y deja caer la piedra en el manantial. Toma un sorbo del
agua. Esto sella el hechizo. Deja una señal de gracias a su espíritu.
Si no sucede nada en tres lunas llenas, repite el hechizo.
Magia del Estanque
Un estanque apacible y de poco movimiento o un lago es un lugar ideal
para realizar adivinaciones mágicas:
Anillos de Agua
Encuentra un canto o una roca suave y redondeada. Haz una pregunta sí/
no y tira el canto al estanque. Cuenta los anillos que forman. Si hay un
número impar de ondas la respuesta es sí. Si es par, la respuesta es no.
Magia de los Arroyos
Los arroyos, las venas y arterias de la Tierra, han sido empleados durante
mucho tiempo en hechizos, normalmente para eliminar algo que está
afectando negativamente al que practica la magia, para limpiar o para curar.
Esto es evidente en los siguientes hechizos:
Una Curación
Cuando estés enfermo, encuentra un arroyo de poca profundidad claro y
limpio.
Quítate la ropa (lleva un bañador si lo deseas) y entra en el arroyo.
Agáchate hasta que el agua cubra todo tu cuerpo. Si tu problema está en tu
cabeza, sumérgete en el agua durante unos segundos antes de comenzar la
siguiente parte del hechizo.
Siente la frescura del agua sobre tu piel; siéntela limpiándote, lavando la
suciedad, la impureza y la enfermedad. Comienza a entonar con voz suave las
siguientes palabras, visualizando la enfermedad como «gusanos negros» que
culebrean saliendo de tu cuerpo, hacia el agua del río, y fluyendo hacia el
mar, donde se limpiará.
La enfermedad está fluyendo hacia fuera de mí, al río, bajando hacia el
mar.
Repite el canto durante varios minutos hasta que sientas ganas de parar.
Sal del agua, seca tu cuerpo y está hecho.
Naturalmente, esto no se debe intentar en un río rápido y peligroso, si
estás demasiado enfermo para moverte, o en un lugar con atención médica
cualificada. Pero puede ser una ayuda para los procesos curativos de tu
cuerpo.
Barco de Enfermedades
Busca un pequeño trozo de madera, que pueda flotar, y llévalo a un río.
Graba en él tus problemas con un cuchillo, puedes usar palabras, dibujos o
símbolos. Asegúrate de que cada problema en el que puedas pensar está
representado en el palo.
Si lo deseas, puedes usar una pluma para escribir las palabras, pero esto
no funcionará igual de bien.
Mientras estés haciendo esto transmite a la madera todos tus problemas,
preocupaciones, aflicciones, etcétera. Cuando hayas terminado, ponla a flotar
en el agua y vuélvete. No mires el barco de enfermedades mientras te
marchas.
Vuelve a casa, confiado de que viajará río abajo y en su camino liberará
tus problemas, uno a uno, en el agua, el gran purificador.
Otra Magia con Agua
Los siguientes hechizos, muchos de los cuales se pueden realizar dentro
de casa, utilizan la magia del agua en todas las formas clásicas.
Flores y Adivinación del Agua.
Este hechizo, derivado de una antigua práctica griega, requiere un gran
cuenco o palangana, preferiblemente redonda, de unas doce pulgadas de
diámetro y tres o cuatro pulgadas de profundidad. También es necesaria agua
corriente y varias pequeñas flores frescas, cada una de un color diferente al
resto, apariencia diferente, etcétera, de modo que puedan ser reconocidas.
Este hechizo se usa para determinar qué acción realizar cuando hay varios
caminos abiertos ante ti.
Coge el cuenco lleno de agua y las flores y llévalos al exterior y colócalos
sobre una mesa o en la tierra. Siéntate ante él. Tomando una de las flores,
dale el nombre de una de tus opciones (por ejemplo, «vender», o «comprar»,
o «esperar») y ponla en el agua junto al borde más alejado del cuenco.
Repite este proceso para cada elección que tengas ante ti. Cuando todas
las flores hayan sido nombradas (acuérdate de lo que representa cada una)
siéntate tranquilamente ante el cuenco, silbando sin ningún propósito, sin
tonada, pensando en tu dilema.
El viento moverá alguna de las flores (o parecerá que se muevan sin
ayuda) en tu dirección. Ésta representa el camino a seguir.
Si ninguna de las flores se mueve inmediatamente, puede que no haya
respuesta a tu cuestión. No te enfades. Deja el cuenco y las flores donde están
durante unas horas, o toda la noche, si lo deseas. Míralo más tarde; seguro
que para entonces se ha movido una de las flores, y contemplando su
posición desde dónde estabas sentado tendrás la respuesta.
Si se han movido dos o tres flores, usa la que esté más cerca de tu
posición original para determinar la respuesta. Si han desaparecido una o más
flores, es obvio que no eran la elección correcta.
El Caldero y el Cuchillo
Justo antes de irte a dormir llena un caldero (o un viejo cubo, cuenco o
marmita de hierro) con agua y sitúalo en el interior cerca de la puerta
delantera de la casa. Toma un cuchillo tan afilado como una navaja de afeitar,
colócalo apuntando hacia abajo en el agua diciendo mientras lo haces:
Pongo esta hoja en el agua
Para protegerme contra el robo y la oscuridad.
Ninguna carne ni ser astral podrá
entrar a este lugar mientras yo habite en él.
Este es un hechizo de protección excelente, y debe realizarse todas las
noches antes de retirarse. Por la mañana coge el cuchillo, seca la hoja y
guárdalo en un sitio seguro. Sin tocarla, vierte el agua en el exterior (o por el
desagüe si es necesario) y pon el caldero o cubo aparte. No es necesario decir
que no realices este hechizo si esperas que llegue alguien durante la noche.
Su entrada a tu casa sería peligrosa y espectacularmente húmeda.
Si se desea, esto se puede hacer delante de cada puerta, y protege contra
algo más que la carne humana.
El lago sagrado
Los lagos son conocidos a veces como los Espejos de Diana. En la noche
de luna llena, capturan su reflejo en las aguas negras y tranquilas del llago.
Túmbate y mira su reflejo, usando la misma técnica que para la
contemplación del agua.
Deberías empezar a recibir símbolos o incluso a recibir mensajes
psíquicos. Es tradicional invocar a diana, diosa de la Luna, cuando se realiza
este acto.
Cruzar agua
Si alguna vez estas paseando o conduciendo y sientes peligro o maldad
cerca intenta cruzar sobre el agua. Esto puede significar cruzar un puente o
caminar sobre el agua de un arroyo o corriente. El mal y el peligro no pueden
cruzar sobre el agua, porque purifica y lo neutraliza, poniéndote a salvo. Esta
es una antigua costumbre, pero todavía se puede usar hoy en día con buenos
efectos.
Un hechizo de Dinero.
Lleva un plato con agua bajo la luz de la Luna, captura los reflejos de la
luna en el agua y sumerge las manos en el agua, deja que se sequen solas las
manos y recibirás dinero de una fuente inesperada dentro de los veintiocho
días siguientes. Este hechizo se debe realizar durante la luna creciente.
Se puede hacer otra versión de lo mismo en cualquier momento, incluso
cuando la luna no está visible. Lleva una vasija (preferiblemente de plata) a
un lugar oscuro.
Hecha una moneda o una joya de plata en el agua y moja tus manos con
esto.
Agua Curativa
Coge una piedra agujereada y ponla en una vasija de agua clara. Sácala y
el agua estará poseída de vibraciones curativas que pueden ser usadas en
baños curativos, para hacer encantamientos curativos, etcétera.
Un Espejo de Agua
Coge un cuenco con agua y deja caer en su superficie un poco de aceite
pesado.
Mira la gota de aceite como lo harías con una bola de cristal y visualiza.
Un Baño Curativo.
Esta es una versión más cómoda de la curación en el río descrita
anteriormente.
Lleva una vela plateada o blanca encendida, un poco de sal y un aceite
curativo (como clavel, violeta, sándalo o narciso) al cuarto de baño.
A la luz de la vela llena la bañera de agua muy caliente. Echa un poco de
sal y unas gotas de aceite purificador y entra en la bañera.
Relájate. Siente la cálida agua salada introduciéndose en tus poros, a
través de tu piel, esterilizando las partes enfermas de tu cuerpo.
Visualiza los «gusanos negros» saliendo de él, si lo deseas, y cuando
sientas que el agua rebosa de ellos, quita el tapón y deja que se marche el
agua. Mientras se están marchando canta como se mencionó anteriormente,
con un pequeño cambio en la letra:
La enfermedad fluye hacia fuera de mí. A1 agua, hacia el mar.
Levántate sólo cuando la bañera esté completamente vacía. Lo mejor es
rociar inmediatamente tu cuero con agua fresca (una ducha es ideal) para
eliminar los últimos vestigios del agua cargada de enfermedad.
Repítelo cuando sea necesario para acelerar la recuperación de tu cuerpo.
Con esto hemos llegado al final.
Te agradezco y te agradecemos de todo corazón el haberte interesado por
los seres elementales que nos rodean todo el tiempo.
A poner en práctica lo aprendido, siempre con respeto y seriedad.