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Alcalá Rodríguez Alvaro

Este documento describe una investigación que busca comprender las experiencias relacionales de dos adolescentes a la luz de sus procesos de duelo por la pérdida de un progenitor. Se utilizó un enfoque cualitativo con un diseño de casos múltiples e incluyó técnicas como una carta al progenitor fallecido y una entrevista. Los resultados permitieron describir el proceso de duelo de cada participante y sus configuraciones relacionales.

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Alcalá Rodríguez Alvaro

Este documento describe una investigación que busca comprender las experiencias relacionales de dos adolescentes a la luz de sus procesos de duelo por la pérdida de un progenitor. Se utilizó un enfoque cualitativo con un diseño de casos múltiples e incluyó técnicas como una carta al progenitor fallecido y una entrevista. Los resultados permitieron describir el proceso de duelo de cada participante y sus configuraciones relacionales.

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD

CATÓLICA DEL PERÚ

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

Duelo y experiencias relacionales en adolescentes que han experimentado una pérdida


parental

Tesis para obtener el título profesional de Licenciado en Psicología con mención en Psicología Clínica
que presenta:

Alvaro Alcalá Rodríguez

Asesora:
Mg. Doris Julia Argumedo Bustinza

Lima, 2023
Yo, Doris Julia Argumedo Bustinza, docente de la Facultad de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, asesor(a) de la tesis/el trabajo de investigación titulado Duelo y experiencias relacionales en adolescentes
que han experimentado una pérdida parental, del/de la autor(a)/ de los(as) autores(as) Alvaro Alcalá Rodriguez,

dejo constancia de lo siguiente:

- El mencionado documento tiene un índice de puntuación de similitud de 14 %. Así lo consigna el


reporte de similitud emitido por el software Turnitin el 02/04/2023.
- He revisado con detalle dicho reporte y confirmo que cada una de las coincidencias detectadas no
constituyen plagio alguno.
- Las citas a otros autores y sus respectivas referencias cumplen con las pautas académicas.

Lugar y fecha: Lima, 02 de abril de 2023

Apellidos y nombres del asesor / de la asesora:

Argumedo Bustinza, Doris Julia


DNI: 08274983 Firma
ORCID: 0000-0003-4555-2194
Agradecimientos

A mis padres por siempre haberme apoyado, brindándome su amor y apoyo incondicionales y
por siempre confiar en mí. Por siempre animarme a seguir adelante y por nunca dejar que me
rinda.

A Samael, por haberme acompañado durante toda mi vida universitaria, especialmente en los
momentos en que estudiaba.

A Charly y José por su apoyo a lo largo de mi carrera, siempre dispuestos a escuchar mis
peticiones de ayuda y brindarme algún consejo o solución.

A Paula por su acompañamiento y opiniones durante la investigación.

A Cleto y Cynthia, por sus comentarios y aportes.

A Yasmin e Ilse por haberme enseñado la importancia de los duelos y haberme ayudado a
comprenderlos a profundidad.
Resumen
La presente investigación tiene como objetivo comprender las experiencias relacionales de dos

adolescentes a la luz de sus procesos de duelo por la pérdida parental. El primer objetivo

específico es describir el proceso de duelo de los participantes. El segundo objetivo específico

es describir sus experiencias relacionales con sus otros significativos, con su progenitor vivo y

con su progenitor fallecido. Para lograrlo, se utilizó un enfoque cualitativo, se optó por un

paradigma constructivista y por un marco epistemológico fenomenológico. El diseño elegido

fue de casos múltiples en el que participaron dos adolescentes de 20 años y 18 años, quienes

había experimentado la pérdida parental durante la adolescencia. Se contó con cuatro técnicas

de recolección de información, una ficha sociodemográfica, una carta dirigida al progenitor

fallecido para capturar la vivencia del duelo, una entrevista semiestructurada para ahondar en

los temas de la carta y el Paradigma de Anécdotas Relacionales (Luborsky, 1998). Dentro de

los resultados, se pudo capturar el proceso de duelo de cada uno de los participantes, así como

también fue posible hallar las distintas configuraciones relacionales pertenecientes a cada caso,

tanto para la relación con el progenitor fallecido, como con el vivo y con los otros

significativos. Estos hallazgos permitieron concluir que el duelo es un proceso relacional en el

cual cambian las distintas relaciones del individuo. Al mismo tiempo, el CCRT resulto ser un

instrumento adecuado para lograr este objetivo.

Palabras clave: duelo, adolescencia, experiencia relacional, progenitor fallecido.


Abstract

The present study aims to understand the relational experiences of two adolescents through the

mourning process due parental loss. The first specific objective is to describe the participants’

mourning process. The second specific object is to describe the participants’ relational

experiences with their significant Others, the ones with their living parent and the ones with

their deceased parent. For this, a qualitative approach was used, a constructivist paradigm and

a phenomenological epistemological framework were selected. The selected design was a

multiple-case study in which two adolescents’ who were 20 and 18 years old and experienced

parental loss during adolescence, participated. Four techniques to gather information were

selected. The first one was a sociodemographic record, the second a letter to the deceased

parent, which aimed to capture the mourning experience. Third, a semi-structured interview

was used to deepen in the letter contents and finally, the Relationship Anecdotes Paradigm

interview (Luborsky, 1998) was applied. The results shew that it was possible to register the

mourning process of each participant and their respective relational configurations with the

deceased parent, with the living one and with their significant Others. The findings of the study

allowed the investigator to conclude that the mourning process is relational. This means that

the relations that the individual used to have, have gone through changes. At the same time,

the CCRT was proven to be an appropriate instrument to achieve this objective.

Key words: mourning, adolescence, relational experience, deceased parent.


Tabla de contenidos

1. Introducción ...................................................................................................................... 6

2. Método ............................................................................................................................ 17

3. Participantes ................................................................................................................... 17

3.1 Técnicas de recolección de información ........................................................ 18

3.2 Procedimiento.................................................................................................. 19

3.3 Análisis de la información............................................................................... 21

4. Resultados y discusión ................................................................................................... 23

4.1 Renzo............................................................................................................... 23

4.2 Sofía ................................................................................................................ 38

5. Conclusiones .................................................................................................................. 52

6. Referencias bibliográficas............................................................................................... 55

7. Apéndices........................................................................................................................ 68

7.1 Apéndice A: Consentimiento informado......................................................... 68

7.2 Apéndice B: Ficha sociodemográfica.............................................................. 69

7.3 Apéndice C: Consigna carta para el progenitor fallecido................................ 70

7.4 Apéndice D: Preguntas entrevista semiestructurada ...................................... 71

7.5 Apéndice E: Consigna RAP ............................................................................ 73


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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Introducción

A lo largo de la vida, las personas experimentan distintas pérdidas o cambios, las cuales pueden
ser concretas o simbólicas. Una pérdida concreta es la muerte de un familiar o una persona
cercana, mientras que perder algo material o tener que mudarse de casa o a otro país,
representarían una pérdida simbólica (Meza et al., 2008). Un duelo puede surgir ante cualquiera
de estas pérdidas (Cabodevilla, 2007).
Freud (1917) postuló que, ante una pérdida, el individuo podría experimentar dos
posibles reacciones, la depresión, a la que se refirió como melancolía y el duelo. Mientras que
en la primera la persona manifiesta un estado de ánimo decaído, falta de interés por el mundo
exterior, siente que es incapaz de amar tanto a otros como a sí mismo y se considera incapaz
para actuar, consideró al duelo como una reacción normal. Freud (1917) definió el duelo como
el proceso por el cual la persona lidia con la pérdida, lo que conlleva a que su capacidad para
comportarse como lo haría normalmente se encuentre limitada. Dentro de su postura, también
planteó que el duelo no duraba para siempre, sino que, por el contrario, terminaba después de
algún tiempo. Si bien, se considera que la duración del duelo es de uno a dos años (Vedia,
2016), de acuerdo con Meza et al. (2008), la duración del duelo está en relación a la intensidad
de la pérdida, independientemente de si esta es concreta o simbólica.
En cualquier caso, el duelo es un proceso que puede resultar doloroso para quien lo está
viviendo. A pesar de esto, es considerado como un espacio de tiempo necesario después de una
pérdida. Esto se debe a que permite que las personas puedan recuperarse o reestructurarse del
daño emocional, social y espiritual que la pérdida ha generado en ellas (Torres, 2005; Martino,
2007 y Nasio, 2012). De acuerdo con estos mismos autores, si la pérdida experimentada es la
de un ser querido, el duelo permite aprender a vivir sin éste. Garciandía (2013) afirma que cada
persona experimenta las pérdidas de una manera distinta. Esto se ve potenciado por el contexto
en que suceden y en las circunstancias en que se dan. Tomando en cuenta lo que estos autores
postulan, el duelo se entendería como el proceso por el cual una persona logra acomodarse al
cambio que ha atravesado y, aprende a lidiar con la ausencia, en el caso de la pérdida de un ser
querido (Meza et al., 2008; Freud, 1917; Torres, 2005; Martino, 2007; Nasio, 2012 y
Garciandía, 2013).
El hecho de acomodarse a este cambio va a generar distintas reacciones en los
individuos. Estas reacciones pueden manifestarse a nivel físico, cognitivo, emocional,
interpersonal, comportamental o espiritual (Balk, Zaengle y Corr, 2011). A nivel emocional,
las personas sienten tristeza, culpa o soledad, miedo, o deseos de haber muerto en lugar del ser
7
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

querido, mientras que, a nivel corporal, puede presentarse una falta de energía, problemas de
memoria, etc. (Rojas, 2005; Balk, Zaengle y Corr, 2011). Estos mismos autores señalan que,
los dolores de cabeza, fatiga y agitación, también están presentes en quienes acaban de
experimentar una pérdida. Para Garciandía (2013), es imposible saber cómo reaccionará una
persona ante la muerte ya que siempre es un suceso inesperado. En cuanto a las reacciones
interpersonales, los individuos pueden buscar aislarse y evitar las relaciones interpersonales, lo
que en algunos casos es impulsado por la sensación de no ser comprendidos por los demás o
por el miedo a que esto suceda (Smith et al., 2020; Savi, 2020). Si se toma en cuenta la
información provista por los estudios de Balk, Zaengle y Corr (2011), Garciandía (2013), Smith
et al. (2020) y Savi (2020), se podría decir que las reacciones que una persona tiene ante una
pérdida, no necesariamente serán las mismas cuando experimenten la muerte de otro ser
querido. En ese sentido, cada pérdida es particular para el individuo.
La manera en que se entiende la pérdida también se verá afectada por la etapa de
desarrollo en que se encuentra la persona que la atraviesa. La forma en que un adulto
experimenta un duelo, es distinta a la forma en que lo hacen un niño o un adolescente. De
acuerdo con Picton (2013), resulta frecuente que la primera vez que un niño vive una muerte,
éste no logre entenderla completamente por ser un tema que comúnmente ha sido evitado por
los adultos de su entorno. Picton (2013) nos habla de ¨la conspiración del silencio¨ para dar
cuenta de este resguardo y protección de los adultos hacia niños y adolescentes respecto a la
muerte. Grof (2006, en Colomo 2016), añadirá que más allá del tema proteccionista, somos
parte de una sociedad que suele apartar la muerte, razón por la cual los individuos no se sienten
preparados para hacerle frente, ya sea que se trata de la muerte propia o de la de un ser querido.
Picton (2013) también menciona que existen otros factores que no permiten que el niño
comprenda la muerte plenamente, tales como el desarrollo cognitivo. Por ejemplo, los niños
menores de cinco años interpretan la muerte como una separación temporal, mientras que los
niños de diez ya son capaces de entenderla como algo inevitable y parte del proceso de la vida
(Martino, 2007). Esta interpretación puede deberse a que los niños más pequeños cuentan con
un pensamiento concreto, que no les permite entenderla totalmente (Schreiber, Sands y Jordan,
2017). Algunos adolescentes si bien logran comprender que la muerte es irreversible, pueden
no comprender totalmente las consecuencias de perder a una persona cercana (Robin y Omar,
2014). Aquellos adolescentes que han desarrollado un pensamiento abstracto, pueden
comprenderla mejor y al mismo tiempo, redefinen su concepto de sí mismos y mortalidad una
vez que la han entendido (Schreiber, Sands y Jordan, 2017).
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Asumiendo que los duelos implican que la persona deba adaptarse a los cambios que la
pérdida supone, se podría considerar que sufrir una pérdida mientras se atraviesa una etapa de
duelos múltiples será un proceso por demás complejo. Ubicarse en esta posición es posible una
vez que concebimos la adolescencia, a decir de Nasio (2012), como un duelo en sí misma.
Partiendo de lo dicho por Freud (1917), un duelo no solo se presenta tras la muerte de un ser
querido, sino que es posible experimentar un duelo al vivir una pérdida simbólica. Al
considerar a la adolescencia como un duelo en sí misma, el hecho de experimentar una pérdida
en esta etapa, haría que se viva un duelo sobre otro (Nasio, 2012). El adolescente vive así una
serie de duelos, por ejemplo, en relación a la pérdida de la imagen que tenía de los padres
cuando era un niño, a la forma de relacionarse con los demás, su cuerpo de niño, etc. El proceso
por el que un adolescente deja de lado la niñez para convertirse en adulto, supone además una
mayor cantidad de demandas por parte de la sociedad (Kathleen y Cowles, 1994 en Raza, Adil
y Ghayas, 2008). No solo los cambios o crisis que atraviesan los adolescentes implican duelos,
sino que los duelos forman parte intrínseca de las tareas de la etapa que cruzan, las cuales varían
de una cultura a otra. (Hogan y Balk, 1991; Erikson, 1968; Osterweis et al., 1984, en Hogan y
DeSantis, 1992 y Kapur, 2015). Independientemente de la cultura a la que pertenezcan los
adolescentes, una de las tareas centrales que van a experimentar en esta etapa de desarrollo es
la de desarrollar relaciones interpersonales, las cuales, a su vez, permitirán que otras tareas
centrales se realicen con una mayor facilidad (Tishby, Raitchick y Shefler, 2007).
Raza, Adil y Ghayas, (2008) resaltarán la importancia del rol que cumplen los padres
en la adaptación de los adolescentes durante esta etapa. Así, ante algún problema o situación
complicada, los adolescentes tenderían a buscar a sus padres como una fuente de apoyo
incondicional ya que consideran que éstos van a estar disponibles siempre que los requieran
(Harris, 1991). Esto lo hacen a pesar de encontrarse en una etapa en la cual incrementan los
conflictos con ellos y en la cual buscan aumentar su autonomía (Shulman, 1995 y Smetana,
1995 en Tishby, Raitchick y Shefler, 2007).
Atravesar la muerte parental durante la infancia o adolescencia, traería abajo esta
suposición y afectaría la capacidad del menor para establecer y mantener lazos afectivos, los
cuales son la base para el desarrollo mental (Bowlby, 1980 y Tennant, 1988, en Høeg et al.,
2018). Además, los estudios sobre muerte parental en la adolescencia muestran tres tipos de
relaciones que cambian tras esta pérdida: la relación que se tiene con el progenitor vivo, la
relación que se tiene con el progenitor fallecido y finalmente las relaciones que entabla con
otros significativos.
9
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Sobre el vínculo con el progenitor vivo, Jensen, Søndergaard y Hansen (2017) expresan
que es relevante considerar que el progenitor que sigue vivo se encuentra atravesando su propio
duelo, lo cual sería visto por sus hijos, niños o adolescentes como otra fuente de sufrimiento.
Raza, Adil y Ghayas (2008), encuentran precisamente en su estudio sobre pérdida parental en
adolescentes, que la muerte parental podría afectar el funcionamiento psicosocial de los
adolescentes, reportando una mayor cantidad de conflictos dentro de casa o relacionados a la
familia, así como también una mayor cantidad de problemas para adaptarse a las demandas de
la sociedad en comparación con aquellos que cuentan con ambos padres vivos. Al parecer, la
muerte de uno de los padres no permitiría que el adolescente encuentre la guía necesaria sobre
cómo vivir en armonía con las demás personas.
Al respecto, Harris (1991) señala que podría existir un conflicto entre el adolescente y
su progenitor vivo si es que el segundo se vuelve dependiente del primero para reparar la
relación perdida y la intimidad. Este conflicto surge cuando, el adolescente siente que ya es lo
suficientemente maduro como para no necesitar de sus padres, al mismo tiempo que su padre
o madre lo necesitan para generar un vínculo más cercano (Harris, 1991), buscar apoyo para
cumplir con algunas tareas del hogar (Christ, Siegel y Christ, 2002) o lidiar con la pérdida
(Garciandía, 2013). Así, tras la muerte, resulta necesaria una reorganización familiar que
permita encontrar el equilibrio perdido (Garciandía, 2013).
No solo la relación con el progenitor vivo se ve afectada. Distintos autores estudian el
vínculo que tiene el adolescente con el progenitor fallecido. Picton (2013) encontró que habían
tres narrativas en los participantes con respecto a la experiencia de pérdida: vínculo con el
progenitor perdido, proceso de duelo y crecimiento en uno mismo. En primer lugar, estar en
una relación con el progenitor fallecido no consistía simplemente en recordarlo, sino en
mantener conversaciones con éste y tenerlo presente en los pensamientos, generando así un
vínculo activo y no estático a pesar de la ausencia. A la vez, los adolescentes buscaban
reconciliarse con el fallecido, reflexionando sobre cómo era el vínculo previo a la muerte o
durante sus últimos días. De modo similar, Christ, Siegel y Christ (2002), en su estudio sobre
el duelo adolescente postularon que en general, las personas presentan una gran preocupación
por olvidarse de la persona que ha fallecido, principalmente si ésta es uno de los padres.
Si bien la evidencia empírica muestra que los adolescentes buscan mantener un vínculo
activo con el progenitor que ha fallecido (Picton, 2013), también es cierto que experimentan
emociones negativas relacionadas a este. Meshot y Leitner (1993) concluyeron que la manera
en que los adolescentes viven el duelo es similar a la manera en que lo viven los adultos, la
diferencia se encuentra en la intensidad con la que lo hacen. Así, los adolescentes participantes
10
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

de su estudio experimentaban mayores niveles de irritabilidad, rabia y problemas para dormir,


al mismo tiempo que reportaban sentir incredulidad, sensaciones de vacío y rabia hacia la
persona que había muerto. Esto es complementado por Artaraz et al. (2017) quienes, en la
misma línea, planteaban que los adolescentes podrían presentar sentimientos de culpa si es que
el fallecido es uno de sus padres e incluso llegar a tener fantasías sobre su propia muerte.
Por su parte, Keenan (2014) encontró que el vínculo puede pasar de ser negativo a ser
positivo al estudiar el impacto del duelo no resuelto de una perdida parental en una adolescente
analizando las doce sesiones de terapia en las que era participante. Como parte de los
resultados, Keenan (2014) resaltó que la adolescente pudo recobrar una imagen previa
integrada de la madre lo que le permitió diferenciarse de ésta y de las demás personas.
Diversos estudios también mencionan cómo es que la pérdida parental repercute en los
distintos vínculos que el adolescente puede establecer con otros significativos. Uno de estos
estudios, fue realizado por Høeg et al. (2018), con el objetivo de estudiar cómo la pérdida
parental antes de los dieciocho años puede afectar en la capacidad de mantener relaciones
íntimas. Høeg et al. (2018) encontraron que esta pérdida estaba asociada con una mayor
probabilidad de divorcio en la adultez. Este estudio también encontró que los adolescentes que
habían perdido a uno de sus padres por suicidio, al llegar a la adultez buscarían entablar una
mayor cantidad de relaciones de pareja.
Ellis, Dowrick y Lloyd-Williams (2013) también demostraron que los efectos de las
pérdidas parentales durante la adolescencia no solo se limitan a esta etapa del desarrollo ni a la
relación con los padres. Esto lo hicieron al estudiar los efectos a largo plazo de la pérdida
parental antes de los dieciocho años. Encontraron que los adolescentes podían sentirse solos o
desorientados. Esto sucedía cuando las personas de su entorno no se preocupaban por cómo se
podrían sentir en ese momento y no les explicaban nada de la situación o asumían que podían
lidiar con la situación sin necesitar ayuda. Algunos participantes reportaron haberse sentido
reconfortados tras la pérdida de alguno de sus padres si eran capaces de mantener los mismos
círculos sociales, a nivel familiar, escolar o social. Ellis, Dowrick y Lloyd-Williams (2013)
remarcaron la importancia del soporte social para reducir los efectos de la pérdida. Las
narrativas de los participantes solían incluir la importancia de distintos grupos sociales para
hacerle frente al problema. Dichos grupos, podrían ser religiosos, de la escuela o relacionados
a su grupo de pares.
A la par, Gray (1989, en LaFreniere y Cain, 2015) explica que perder a uno de los
padres, repercutiría en la manera en que el adolescente busca vincularse con los demás. Uno
de los tipos de relación que cambia tras esta pérdida es el que tiene con sus pares. La pérdida
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

causaría que los adolescentes se sientan distintos al resto y para subsanarlo, busquen con mayor
intensidad sentirse parte de un grupo y ser confortados. Este cambio en la manera de
relacionarse con los pares se puede evidenciar en el trabajo de LaFreniere y Cain (2015).
LaFreniere y Cain (2015) al estudiar la comunicación de niños y adolescentes sobre la pérdida
parental con sus pares, encontraron que el 88.6% de los participantes había hablado del tema
con estos, pero solo el 22,9% del total mencionó haber buscado su apoyo. Se concluyó que la
mayoría de niños y adolescentes que han experimentado una pérdida parental tienen
interacciones relacionadas al duelo con sus pares. Independientemente de si esta interacción
fue deseada o no, los participantes consideraron que la interacción con los pares puede ser de
gran ayuda (LaFreniere y Cain, 2015).
Como se puede ver, el duelo por la pérdida de un progenitor afecta de distintas maneras
la forma en que los adolescentes se relacionan. Esto, permite ver al duelo como un fenómeno
relacional y podría entenderse dentro de las configuraciones relacionales. Éste, es un
constructo que captura la experiencia de vincularse con las demás personas. Las
configuraciones relacionales son los patrones que utiliza un individuo para relacionarse con
otros (Villarán, 2017). Estos patrones, son producto de haber internalizado relaciones con otros
significativos en el pasado y tienden a repetirse en relaciones futuras (Villarán, 2017). Éstas,
van a determinar los deseos, metas y motivación del individuo en relación el otro (Liberman,
2014). La pérdida de uno de sus padres repercutiría en estos aspectos del adolescente y al
mismo tiempo en su manera de vincularse con los demás.
En este tema, Mitchell (1988, 1993a) postula que las configuraciones relacionales
regirán la manera que tiene el individuo para vincularse con los demás. Para Mitchell (1993a,
en Marín, 2014), la mente del individuo está compuesta por distintas variables relacionales,
producto de la interacción con otras personas. Esto es llamado matriz relacional (Mitchell,
1988) y cuenta con tres componentes, el individuo, el objeto y el espacio en que se da la
interacción entre ellos. Esta interacción es producida por la internalización del otro
significativo (Mitchell, 1988). Dentro de esta teoría, el otro significativo, está presente en todas
las conductas y fenómenos psíquicos (Marín, 2014).
Mitchell (1988) considera que las personas buscan relacionarse con los demás, no por
una cuestión de gratificación sino por una tendencia a preservar una continuidad en relación a
los vínculos y a la manera personal que tienen de relacionarse con el mundo. Al mismo tiempo,
la naturaleza humana está basada en relaciones con otros (Mitchell 1993a). Esto permite
entender por qué hay una búsqueda de relacionarse con otras personas (Mitchell, 2000). Esto
podría deberse a que no existe algo así como un sí mismo que quede fuera de la relación que
12
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

se tiene con el otro según Mitchell (1988). Es posible decir que estos patrones de relación que
tiene el individuo están en constante cambio, no son estáticos (Mitchell, 2000).
Si bien, Mitchell (1988, 1993a y 2000) habla del vínculo que se tiene con el otro, la
teoría de este autor se queda en el plano subjetivo. Esto se debe a que considera a las
configuraciones relacionales como esquemas que organizan la mente del individuo. Si bien
estos esquemas son construidos en la relación con el otro finalmente, lo que se ha interiorizado
es una representación del individuo y no una representación que se va construyendo con éste
(Mitchell, 2000). Villarán (2009) es quien busca extender las configuraciones relacionales
hacia el aspecto intersubjetivo. Villarán (2009) postula las configuraciones de experiencia
relacional como las intenciones, sensaciones, percepciones, preocupaciones y
comportamientos que un individuo tiene en relación a otro. Al hacer esto, hace énfasis en el
carácter relacional inseparable de todas las experiencias humanas (Heiddeger, 1962, Husserl,
1972 y Merleau-Ponty, 1945, en Villarán 2009). Finalmente, se habla de una configuración
porque estas experiencias se presentarían en una organización constante (Cramer y Stern, 1988;
Luborsky y Crits-Christoph, 1988 y Crits-Christoph et al., 1990 en Villarán, 2009). Villarán
(2009), opta por lo relacional porque considera que las experiencias siempre están en función
a otro o a algo, siguiendo la idea de Husserl (1939, en Sartre, 1935), que la consciencia siempre
es consciencia de algo. A la par, Villarán (2009) explica que la experiencia del otro es parte de
la configuración y no debe ser vista como algo separado.
Aunque Villarán (2009) haya buscado ampliar el tema hacia el plano intersubjetivo, las
configuraciones relacionales se han estudiado desde lo subjetivo. Esto se debe a que el Core
Conflictual Relationship Theme (CCRT) (Luborsky y Crits-Christoph, 1998) estudia las
configuraciones relacionales desde el propio discurso del individuo. Este instrumento es
utilizado para capturar los patrones centrales de relación. “Los “patrones centrales de relación”
se entienden como formas características de relacionarse operan como patrones organizadores
de la experiencia y que son parcialmente inconscientes” (Espinosa y Valdés, 2012, p. 4). Estos
patrones se desarrollan en las experiencias interpersonales tempranas del individuo y suelen
repetirse a lo largo de su vida (Luborsky y Crits-Christoph, 1998 en Atzil-Slonim, Wiseman y
Tishby, 2016).
El CCRT cuenta con tres componentes relacionales, el primero de ellos es el deseo (D)
del participante, el cual representa el deseo, necesidad o intención del sujeto hacia otros o hacia
sí mismo (Wilczek, 2000; Espinosa y Valdés, 2012). El segundo componente es la respuesta
del objeto (RO) y el tercero, la respuesta del sujeto (RS). Ambos componentes representan las
acciones que realizan el Otro y el participante en el episodio relacional (Donayre, 2018). Para
13
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

ambos casos, la respuesta puede ser real, experimentada o fantaseada (Espinosa y Valdés, 2012;
Wilczek et al., 2010). A estos tres componentes se les asignan etiquetas y se les categoriza para
encontrar el patrón prevalente de relación, encontrando cual es el deseo más frecuente del
sujeto, la respuesta más común del objeto y la respuesta más común del sujeto (García, López,
Ávila-Espada y Pokorny, 2011).
Dentro de la narrativa del individuo, es necesario capturar sus interacciones,
denominadas episodios relacionales (Espinosa y Valdés, 2012), lo que resulta posible gracias
al Relationship Anecdotes Paradigm (RAP) (Luborsky, 1998). Éste, consiste en una entrevista
en la cual se le pide al participante que narre eventos en los que se relacionó con otra persona
en algún momento específico; al hacerlo, se debe incluir parte de la interacción, en otras
palabras, lo que él y la otra persona dijeron (Luborsky, 1998). Los escenarios narrados por el
participante permiten inferir los tres componentes del CCRT, es decir, los deseos del sujeto,
las respuestas del objeto y las respuestas del sujeto (Atzil-Slonim, Shefler, Slonim y Tishby,
2013). Finalmente, debe resaltarse que solo se toman en cuenta aquellos episodios relacionales
que sean lo suficientemente completos como para aportar información al trabajo (Espinosa y
Valdés. 2012).
Al mismo tiempo, si la mente se construye de manera relacional y el sí mismo siempre
está en relación al otro, cuando ese otro significativo fallece, habría una reorganización de la
experiencia. Tomando esto en cuenta, la pregunta que se buscaría responder es ¿cómo son las
experiencias relacionales de un adolescente que ha perdido a un progenitor? Distintos estudios
han demostrado que el CCRT permite evaluar tanto el duelo como las configuraciones
relacionales de los adolescentes (Tishby, Raitchick y Shefler, 2007; García, López, Ávila-
Espada y Pokorny, 2011; García y Ávila-Espada, 2016; Atzil-Slonim et al., 2011; Atzil-Slonim
et al., 2013). Sin embargo, no existen estudios que hayan realizado investigaciones con CCRT
que hayan estudiado estos dos constructos al mismo tiempo, por lo tanto, se considera relevante
realizar una investigación sobre este fenómeno.
García, López, Ávila-Espada y Pokorny (2011), investigaron un caso de duelo
patológico en psicoterapia psicoanalítica focal por medio del CCRT-LU-S, concluyendo que
este instrumento si resultaba adecuado para evaluar el duelo. Como parte de su investigación
encontraron que la participante reportaba los deseos (D) de ser amados por el Otro, sentirse
bien con éste y tener autodeterminación. Al mismo tiempo, encontraron la ROS de ayudar al
self y la RSO de atender. Finalmente, encontraron una disminución en las respuestas del self
hacia sí mismo (RSS) negativas y un aumento en las positivas, lo que fue parte de los objetivos
de la terapia. (García, López, Ávila-Espada y Pokorny, 2011). Esto último demostraría que el
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

CCRT-LU-S es capaz de capturar las experiencias relacionales de las personas que han vivido
una pérdida y se encuentran atravesando un proceso de duelo.
A la par, otro estudio también analizó el duelo desde el CCRT-LU-S y fue realizado
por García y Ávila-Espada (2016). En este trabajo, se estudiaron los patrones centrales de
relación para intentar encontrar un esquema característico del duelo. El CCRT de la
participante incluía los deseos de apoyar al Otro, amarlo, sentirse bien con éste y tener
autodeterminación. A la par, el Otro respondía (ROS) siendo molesto y atacando al Self. Ante
esto, inicialmente el Self reaccionaba (RSO) atendiéndolo, pero sintiéndose insatisfecho y
asustado. Sin embargo, hacia el final del proceso de psicoterapia la respuesta del Self (RSO)
cambió. Frente a los ataques y molestias del Otro (ROS), el Self lo apoyaba y se enfadaba, pero
se sentía autodeterminado. (García y Ávila-Espada, 2016). Además, en esta investigación, el
CCRT permitió evidenciar el proceso de duelo que estaba atravesando y cómo la terapia
ayudaba a que éste se haya resuelto de manera adecuada. El estudio finalmente encontró que
el CCRT si resultaba apropiado para evaluar el proceso de duelo (García y Ávila-Espada,
2016).
Como ya se mencionó, también se ha utilizado el CCRT en estudios con adolescentes.
Uno de ellos fue realizado por Atzil-Slonim et al. (2011) realizado con adolescentes que
acudían a psicoterapia psicodinámica para evaluar si ésta podría reducir el nivel de síntomas y
rigidez que presentaban. Este estudio logró capturar los tres componentes del CCRT en el
trabajo con adolescentes, lo cual demuestra que si es un instrumento pertinente para trabajar
con esta población. Un segundo estudio, cuyo objetivo fue buscar diferencias en las
representaciones internas de la relación con los padres en adolescentes que acudían a
psicoterapia psicoanalítica, utilizó el RAP para capturar episodios relacionales y luego
analizarlos con el CCRT (Atzil-Slonim, et al. 2013). Al analizar los datos, Atzil-Slonim et al.
(2013) concluyeron que el CCRT mostraba de manera adecuada las representaciones internas
que tenían los adolescentes sobre sus padres y que estas podían categorizarse en los clústers
propuestos por el CCRT. Además, dicho estudio encontró que las categorías resultantes podían
ser tanto positivas como negativas, lo que demostraría que el CCRT captura un amplio espectro
del fenómeno. Finalmente, años atrás, un estudio investigó los cambios en los patrones de
conflicto interpersonal de los adolescentes durante un proceso de terapia psicodinámica
(Tishby, Raitchick y Shefler, 2007). Este estudio utilizó el RAP y el CCRT como instrumentos
para su encontrar los patrones de los adolescentes con sus otros significativos, sus padres y
terapeuta y evaluar sus cambios luego de un proceso de psicoterapia psicodinámica. Este
estudio, al igual que los siguientes (Atzil-Slonim et al., 2011 y Atzil-Slonim et al., 2013).
15
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

demostró que el CCRT si permite capturar los patrones relacionales de los adolescentes con
sus otros significativos (Tishby, Raitchick y Shefler, 2007). De esta manera, el CCRT resulta
ser un instrumento pertinente para evaluar las configuraciones relacionales tanto de personas
que han experimentado una pérdida y se encuentran atravesando un proceso de duelo, como
para el caso de los adolescentes.
En base a lo dicho anteriormente, el objetivo de la presente investigación es comprender
las experiencias relacionales de los adolescentes a la luz de su proceso de duelo por pérdida
parental. Como primer objetivo específico, se buscará describir la experiencia de duelo por
pérdida parental de los adolescentes. El segundo objetivo específico será describir las
experiencias relacionales de los participantes con sus otros significativos, con su progenitor
vivo y con su progenitor fallecido.
Para esta investigación, se opta por un enfoque cualitativo ya que éste permite describir
el fenómeno que viven los participantes y cómo lo hacen. Este abordaje, hace posible que los
datos sean interpretados de manera única para cada caso y que se puedan entender desde el
contexto en que se encuentran (Monje, 2011; Gonzáles, 2007 y Hernández, Fernández-Collado
y Baptista, 2006).
El paradigma en que se encuentra insertada la investigación es el constructivista. Este
paradigma se concentra en cómo el individuo construye el conocimiento. Lo que se busca,
estudiar es el mundo interno del participante, desplegado en la interacción con otros y cómo es
que esto se manifiesta en su narrativa. Al mismo tiempo, considera que el individuo construye
la realidad en las relaciones que establece con otros (Willig, 2013). Dentro de este paradigma,
se considera que el individuo tiene un rol protagónico en la realidad, ya que la modifica al
interpretar a los otros sujetos desde su historia de vida (Miró, 1994 y Guidano 1994 en Saavedra
y Castro, 2007). Sumado a esto, se resalta la importancia de la interacción con otros para
construir la realidad (Willig, 2013; Creswell, 2013; Flick, 2014; Leavy, 2014; Willig, 2013;
Willig & Stainton-Rogers, 2008). En una posición medianamente relativista, se busca conectar
la construcción del discurso del individuo y el contexto en que está sumergido (Willig, 2013).
En este caso, el contexto en que se encuentra el adolescente que ha perdido a uno de sus
progenitores, sería el de vivir un duelo sobre otros duelos (Nasio, 2012; Hogan y DeSantis,
1992). De manera simultánea, se encuentra en una sociedad que prefiere evitar hablar de la
muerte (Grof, 2006, en Colomo 2016). Por ese motivo, el constructivismo moderado sería la
alternativa apropiada para entender el contexto en que el participante se encuentra. Al mismo
tiempo, al considerar que el individuo construye la realidad en las relaciones que establece con
16
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

otros (Willig, 2013), este paradigma resulta apropiado para el tema propuesto, ya que el duelo
es un proceso relacional, lo cual concuerda con los objetivos de la investigación.
Además, la presente investigación se encuentra dentro de un marco epistemológico
fenomenológico, el cual busca capturar las experiencias subjetivas, sentimientos y reflexiones
de los participantes del estudio. El objetivo, es comprender la vivencia de cada uno de los
participantes sobre el tema estudiado. Las distintas técnicas para recolección de información
que se pueden utilizar permiten entender el contexto temporal, relacional y espacial en que las
experiencias se dan (Creswell, 2013, Álvarez-Gayou, 2003 y Mertens, 2010).
Para el diseño, se optó por un diseño de casos múltiples. Esta aproximación a un
fenómeno, resulta apropiada para dar información más concisa de un tema en comparación con
los estudios de caso único (Yin, 1994; Baxter y Jack, 2008). Este diseño permite al investigador
comparar los distintos casos y así diseñar un marco conceptual que los abarque a todos. Sin
embargo, los datos recogidos en un estudio de este tipo no van a ser generalizables como en
una investigación cuantitativa (Willig, 2013). A su vez, este diseño, al contar con una mayor
cantidad de información, permitirá una exploración más profunda de los objetivos de la
investigación (Eisenhardt y Graebner, 2007).
17
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Método

Participantes
Para la selección de los participantes se consideraron tres criterios de inclusión, los cuales
fueron, haber experimentado la pérdida parental durante la adolescencia, que el participante
siga siendo adolescente y que haya experimentado la pérdida hace más de dos años. Esto último
se hizo, considerando lo postulado por Vedia (2016) respecto a la duración del duelo.
Para el caso de los criterios de exclusión, no se consideraron participantes menores de
diez años ni mayores de veintidós, tomando en cuenta que la adolescencia empieza alrededor
de los diez años y acaba a cerca de los veintidós (Santrock, 2007). En una perspectiva más
reciente, Kapur (2015) también menciona que la adolescencia comienza cerca de los diez años
y termina alrededor de los veintiuno. Del mismo modo, no fueron considerados participantes
que hayan experimentado la pérdida del progenitor durante la niñez o que hayan experimentado
la pérdida de ambos progenitores.
En cuanto a los aspectos éticos que se consideraron durante la investigación, a ambos
participantes se les otorgó un pseudónimo por motivos de confidencialidad y se cuidó el no
incluir ningún dato de su vida que permita identificarlos. Al mismo tiempo, se obtuvo el
consentimiento de ambos participantes, quienes accedieron a colaborar con el estudio
voluntariamente. Se elaboró un consentimiento informado que fue firmado tanto por los
participantes como por el investigador. En este consentimiento se explicaban el objetivo de la
investigación, la confidencialidad, el derecho de retirarse voluntariamente cuando lo deseen
sin ningún tipo de perjuicio y se pedía autorización para la grabación de las entrevistas, las
cuales serían eliminadas una vez finalizada la investigación. Se les comunicó que los datos
recogidos servirían únicamente para fines del estudio, se les ofreció un espacio para acoger
dudas y dar orientación respecto al tema y se les invitó a leer la investigación una vez que esta
había concluido.
El primer participante es Renzo, un adolescente de veinte años de edad, quien vive en
Lima Metropolitana. Es de sexo masculino, cuenta con educación superior incompleta y
experimentó la pérdida de su padre a los diecisiete años de edad. Actualmente vive solo con su
madre y es el menor de tres hermanos. Tiene una media hermana menor por parte de su padre,
a quien conoció a los catorce años, cuando su padre acababa de recibir el diagnóstico de cáncer.
A pesar esto, Renzo se considera el hermano menor.
La segunda participante es Sofía, una adolescente de dieciocho años de edad, quien vive
en Lima Metropolitana. Es de sexo femenino, cuenta con educación superior incompleta y
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

experimentó la pérdida de su padre a los once años. Es la mayor de dos hijos y actualmente
vive con su madre y con su hermano menor.

Técnicas de recolección de información


La primera fuente de información a utilizar en ambos casos fue la ficha sociodemográfica, en
la cual el investigador colocó los datos del participante. Estos datos permiten contextualizar al
participante y saber su edad actual, la edad en la que perdió a su progenitor, grado académico
que cursa, personas con las que vive y su posición ordinal entre los hermanos. La ficha fue
llenada durante la primera reunión con cada participante, después que éste había firmado el
consentimiento informado.
La segunda fuente de información utilizada fue una carta para el progenitor fallecido.
Esta carta fue similar a la utilizada por Hogan y DeSantis (1992) en su estudio sobre el duelo
fraternal. Con el objetivo de estudiar el apego que los participantes tenían con su hermano
fallecido, se les pidió que redacten una carta dirigida hacia este. La consigna para la carta fue
“Si pudieras preguntarle o decirle algo a tu hermano fallecido, ¿qué sería?” (Hogan y DeSantis,
1992, p.159). Las investigadoras encontraron que se mantenía una relación con el fallecido y
que existían temas comunes dentro de las narrativas de las cartas. En este caso, se le pidió al
participante que, redacte una carta en la que le pregunta a su progenitor fallecido algo que
quisiera saber, que recordaba o que quisiera decirle. Al mismo tiempo, se le pidió que la carta
también incluya qué fue lo más fácil y lo más complicado del proceso. Esta invitación fue
realizada tomando en cuenta el estudio sobre el impacto a largo plazo de la pérdida parental
temprana de Elliz, Dowrick y Lloyd-Williams (2013). Estos autores postularon que algunas
personas se podrían sentir más cómodas al escribir sobre el proceso de duelo en lugar de hablar
de éste. Al mismo tiempo, consideraron que ofrecerle al participante la oportunidad de elegir
cómo proveer la información, permite capturar la unicidad de cada narrativa. Invitar al
participante, implicaba darle un espacio para permitirle expresarse con sus propias palabras.
Una copia de esta carta debía ser entregada en la segunda reunión y fue devuelta al participante
al concluir la investigación.
En tercer lugar, se encuentra la entrevista semiestructurada a manera de conversación
(Munarriz, 1992). Esta entrevista se realizó durante la segunda reunión con el participante y
tuvo como objetivo profundizar en tres áreas. La primera área fue sobre la experiencia de
escribir la carta. La segunda, fue el vínculo con el progenitor fallecido y finalmente la tercera
área fue el proceso de duelo del participante. Se optó por una entrevista semiestructurada ya
que muestra mayor flexibilidad en comparación con la entrevista estructurada. Al mismo
19
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

tiempo, el ser semiestructurada permitía que se puedan añadir preguntas o que las preguntas ya
existentes se vayan reordenando o dejando de lado según el caso. Se realizaron preguntas
abiertas para así poder profundizar en las vivencias del participante y entender, desde su
perspectiva, cómo se dieron. En paralelo, se preparó un juego de preguntas alternativas por si
el participante no lograba redactar a carta. El objetivo de esta entrevista era el de capturar o
explorar los mismos temas que la carta podía contener. Estas preguntas también estuvieron
agrupadas de la misma manera en que se organizaron las de la entrevista original
Cuarto, se encuentra el RAP. El RAP o Paradigma de Anécdotas Relacionales, es una
entrevista creada por Luborsky (1998). En esta entrevista, el participante es invitado a narrar
diez eventos o situaciones en las que relacionó con otra persona. Esto se hace con el objetivo
de capturar interacciones interpersonales específicas fuera del contexto psicoterapéutico
(Luborsky, 1998). Las narrativas deben ser tanto de situaciones pasadas como de situaciones
presentes o futuras. Cada una de estas narrativas debe incluir una interacción específica
(Luborsky, 1998). Es necesario que en cada caso el participante mencione cuándo ocurrió, con
quién estaba, lo que la otra persona dijo y lo que él dijo. Finalmente, debe narrar cómo acabó
la situación (Luborsky, 1998). Al momento de darle la consigna al participante, se le explicó
que cada situación que narre debe ser sobre un hecho específico que le resultó significativo o
problemático y debe tomarse entre tres y cinco minutos por caso (Luborsky, 1998). La
entrevista fue grabada con el consentimiento del participante para poder encontrar los deseos
del sujeto, las respuestas del objeto y las respuestas del sujeto al momento de analizar los
resultados.

Procedimiento
Se realizó un primer contacto con cada adolescente por redes sociales. En esta primera
aproximación, se les explicó el motivo del contacto y se les preguntó si se podía contar con su
participación. Al mismo tiempo, el primer contacto servía para aclarar dudas que podría tener,
considerando que podría ser un tema delicado de trabajar. Habiendo accedido a participar, se
les explicó que era necesario programar una primera reunión.
En esta primera reunión, el investigador volvió a explicitar el propósito del contacto, el
objetivo de la investigación y las implicancias éticas. Una vez dicho esto, se dio un espacio
para resolver las dudas de cada adolescente y se le entregó el consentimiento informado el cual
mencionaba sus derechos como participante, como, por ejemplo, el anonimato y la posibilidad
de retirarse cuando desee sin ningún perjuicio. Después de haber firmado el consentimiento
informado, se le pidieron los datos al participante para que el investigador llene la ficha
20
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

sociodemográfica. Esto se realizó con el objetivo de establecer rapport y un clima horizontal


que permita el trabajo. También se le mencionó que se resolverían las dudas que podrían surgir
en las reuniones y que se le ofrecería un espacio de apoyo y escucha durante la investigación,
con el fin de darle el sostenimiento necesario. Al final de la reunión, se les invitó a que redacten
una carta para su progenitor fallecido, la cuál debía ser entregada en la segunda reunión. Una
vez que se había invitado al participante a redactar la carta, se programó la segunda reunión
para la siguiente semana y se le explicó que cada una de las reuniones semanales tendría una
duración aproximada de una hora.
A lo largo de la investigación, se le ofreció un espacio de acogida y contención al
participante. Para acogerlos, se les escuchó atentamente con el objetivo de recibir sus angustias,
acompañarlos, apoyarlos y contener lo que estaban experimentando y los abrumaba (Maza,
2009). Durante ésta y las siguientes reuniones, la escucha en todo momento se realizó con
respeto y de manera empática, evitando cualquier tipo de críticas, tomando en cuenta el trabajo
de acogida (Maza, 2009). Todo esto, permitía un espacio adecuado para cada participante, ya
que generaba un espacio empático para la investigación. Considerando que los participantes
eran adolescentes, esta escucha también tenía como objetivo buscar que sus miedos, angustias
o preocupaciones respecto al tema sean algo que puede reconocer y nombrar (Carrillo, 2009).
En la segunda reunión, se les preguntó por la carta. Una vez que la entregó, se le explicó
que sería devuelta al finalizar la investigación. Después de esto, el investigador realizó una
entrevista semiestructurada que fue grabada con el consentimiento del participante. Esta
entrevista buscó ahondar en tres áreas, su relación con su progenitor fallecido a propósito de la
carta, la relación con el progenitor fallecido y el proceso de duelo, permitiéndole al participante
profundizar en algunos puntos. Al principio, se le preguntó al participante por la carta en sí y
por cómo se había sentido redactándola, luego se le preguntó por el vínculo con el progenitor
fallecido y finalmente por su proceso de duelo. Las preguntas previamente preparadas se fueron
añadiendo o eliminando, con el objetivo de capturar de la mejor manera posible la experiencia
del participante. Sobre este tema, Munarriz (1992) explica que las entrevistas semiestructuradas
en la investigación cualitativa son una conversación con el participante, con el fin de recopilar
información con las propias palabras de éste. Estas conversaciones, a su vez, permiten que el
participante describa las situaciones, perspectivas, vivencias o experiencias que ha tenido. Al
ser una conversación, la entrevista permite recopilar información no fragmentada y completa,
a manera de discurso. Esta información debe ser interpretada dentro del contexto en que se da
la narrativa del participante. (Alonso, 2007 y Vargas, 2012).
21
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

La tercera reunión se realizó con el fin de realizar la entrevista RAP. Antes de empezar,
se pidió el consentimiento de cada participante para grabar la entrevista. Al momento de aplicar
el RAP, se les dijo que estos episodios podrían ser con cualquier persona, incluyendo al
progenitor fallecido. A lo largo de toda la entrevista, el investigador tuvo una actitud cálida y
empática, además, cuando fue necesario, se le brindó contención al participante. Teniendo toda
la información, ésta fue transcrita para su análisis posterior.
La última reunión fue programada para devolverle los resultados al participante una vez
concluida la investigación. En esta misma reunión se le devolvió la carta y nuevamente se le
preguntó por cómo se había sentido durante el proceso, así como también por posibles dudas
que pueda tener. Finalmente, se le invitó a leer la investigación cuando ésta sea concluida.

Análisis de la información
Para cada uno de los casos, se realizó un análisis temático de los contenidos, tanto de
las dos entrevistas como de la carta redactada por el participante. El análisis temático es un
procedimiento que permite organizar, identificar y analizar a profundidad la información
recogida, y así, poder dar una descripción del caso que permita comprenderlo (Braun y Clarke,
2006; Fereday y Muir-Cochrane, 2006). Éste, permite encontrar las experiencias y realidades
del participante y a su vez, evaluar el contexto en que se encuentran dichas vivencias (Mieles,
Tonon y Alvarado, 2012). La evaluación de las circunstancias concuerda con el paradigma
constructivista, el cual busca hacer una conexión entre el discurso del individuo y el contexto
en que se da (Willig, 2013). Al mismo tiempo, el análisis temático también resulta apropiado
para enfoques fenomenológicos, ya que estos necesitan una codificación literal de los hechos
(Willig, 2013). Para realizar un análisis de este tipo apropiado, es necesario que la transcripción
sea lo más literal posible, ya que de esa manera se captura la narrativa del participante con
todos los detalles de sus actitudes, gestos, expresiones, etc. que surgen en la interacción con el
investigador (Mieles, Tonon y Alvarado, 2012).
El investigador leyó las transcripciones una vez que éstas fueron hechas para
familiarizarse con la información, tomando en cuenta la recomendación de Braun y Clarke
(2006). Luego de esto, se identificaron y separaron los episodios relacionales (ER)
provenientes de la entrevista semiestructurada y del RAP. Dentro de cada uno de los episodios,
se buscaron los componentes del CCRT-LU-S (Espinosa y Valdés, 2012). Estos componentes
son el deseo del participante (D), entendido como aquello que desea o anhela en la interacción,
las respuestas del objeto (RO) comprendidas como las acciones que hizo o lo que dijo el objeto
de interacción y las respuestas del sujeto (RS), es decir, lo que el participante hizo o dijo durante
22
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

el episodio. Con el fin de organizar la información, se le asignaron categorías a cada uno de los
elementos que conformaban los episodios relacionales. Estas categorías fueron tomadas del
manual del CCRT-LU-S (Espinosa y Valdés, 2012) y sirvieron como guía al momento de
interpretar cada uno de los episodios. En un segundo momento, cuando ya se habían
identificado y etiquetado cada elemento de los ER, se propuso una representación para ambos
participantes. Con esto, se buscó identificar cómo eran el Self y el Otro en cada interacción. En
este punto, el investigador consultó con jueces expertos para evaluar la validez de la
codificación y la propuesta de Self y Otro en cada ER, con el objetivo de recibir su opinión.
De ser necesario, la información fue recodificada, vuelta a etiquetar y reagrupada para ser
analizada correctamente.
Luego de la revisión de jueces expertos, los episodios relaciones (ER) se separaron de
acuerdo al objeto de interacción, considerando la literatura revisada, la cual muestra que, tras
experimentar una pérdida parental, los adolescentes cambian sus vínculos con el progenitor
fallecido, el progenitor vivo y los otros significativos. Esto se realizó con el fin de encontrar
los principales patrones de relación dentro de estas relaciones, armando así, las configuraciones
relacionales (CRs).
Especialmente, se realizó un análisis fenomenológico interpretativo de los episodios
relacionales pertinentes para el estudio. Este tipo de análisis tiene como propósito examinar
cómo es que las personas le dan significado a sus experiencias internas, gracias a la
descripciones detalladas que reciben de los participantes (Smith et al., 2009; Pistrang & Barker,
2012). Habiendo analizado los episodios relacionales, se buscó responder a la pregunta de
investigación y a los objetivos planteados, haciendo una comparación entre la información
recopilada y los estudios revisados.
En paralelo, para responder al primer objetivo de la investigación, se revisaron las
transcripciones para poder describir y reportar cómo fue el proceso de duelo de cada
participante. Para cumplir con este objetivo, se tomó en cuenta la información provista por el
participante independientemente de si pertenecía o no a un ER. Para este punto, las
transcripciones fueron revisadas nuevamente para luego reportar cómo es que se había vivido
este proceso. Principalmente, la entrevista semiestructurada fue la que contuvo mayor
información sobre esta etapa por haber tenido preguntas que pretendían ahondar en esa
vivencia. La descripción del proceso también se concentró en capturar las vivencias
relacionales del participante, es decir, de dar cuenta de quienes estuvieron presentes y cómo
vivió estas relaciones. Al momento de escribir cómo fue la vivencia del participante, se tomó
23
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

en cuenta el contexto en que se había dado para así, poder dar una descripción que sea lo más
completa posible sobre el tema.

Resultados y discusión
La siguiente sección contiene los resultados y la discusión de la presente investigación.
Respecto a los resultados, éstos buscan responder a los objetivos planteados por el estudio. Al
mismo tiempo, son discutidos al ser comparados con aquellos obtenidos en investigaciones
similares o que hayan tocado los mismos temas. Los hallazgos se dividen en dos partes. En la
primera, se caracterizará a Renzo y se presentarán sus configuraciones relacionales (CRs). En
la segunda, se caracterizará a Sofía y se presentarán sus CRs. Adicionalmente, las CRs
presentadas incluyen viñetas que permiten ilustrarlas.
El caracterizar a los participantes permite dar un contexto e ideas generales sobre ellos,
motivo por el cual resulta importante hacerlo. De acuerdo con Yin (2011), en los estudios de
casos múltiples, este contexto permite entender los hallazgos de la investigación realizada. Para
el caso de las CRs que se presentan, éstas incluyen los tres elementos de la interacción
propuestos por Mitchell (1988), el Self, el Otro y la interacción entre ambos. Para dar cuenta
de estos elementos, se recurre a componentes del método CCRT (Luborsky y Crits-Christoph,
1990): los deseos (D), las respuestas del objeto (ROs) y las respuestas del sujeto (RSs).
Además, el uso de viñetas para ilustrar cada CR resulta una herramienta necesaria según
Corden y Sainsbury (2006), quienes consideran que éstas permiten dar a conocer la
información desde la propia narrativa del participante.

Renzo
Renzo es un adolescente de veinte años de edad, quien experimentó la pérdida de su padre
a los diecisiete años. Renzo menciona que nunca fue muy cercano a su padre, ya que éste se
separó de su madre cuando él tenía dos años. De acuerdo con Renzo, su padre se acercó más a
él en sus últimos años de vida. A pesar de que mantenían contacto y se veían semanalmente,
había cosas de la relación que Renzo no terminaba de entender. Por ejemplo, el no saber dónde
vivía su padre o detalles de la vida de éste.
El padre de Renzo fue diagnosticado con cáncer cuando él tenía catorce años, y le dieron
seis meses de vida. Al recibir esta noticia, su padre se acercó a él y a sus hermanos y les habló
de su propia muerte. Sobre esto, Renzo dice “una vez [que] él supo que iba a morir, nos habló
un huevo de eso, quitó el tabú digamos de ‘se van a quedar sin viejo’ y con humor y con su
forma de ser nos tranquilizó”. El haber recibido un espacio de diálogo por parte de su padre
24
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

fue importante para él, quien expresa “asumí y entendí tu muerte rápido, me preparaste para
esto. Eso lo agradezco”. Además, su padre también le reveló detalles que le había ocultado
durante su vida, como su nueva familia o que tenía una hija menor, a quien Renzo no conocía:
“En ese momento me contó de su otra familia, de las cosas que había ocultado y ahí se
quiso acercar más a mí, cuando evidentemente ya le habían dado seis meses de vida, ya
como ‘éstas son las últimas y tengo que aprovecharlas recién.” (Renzo)

Por otro lado, cabe mencionar que, a pesar de haber recibido el diagnóstico de seis
meses de vida, su padre vivió tres años más y durante ese tiempo, fue internado en más de una
oportunidad, “había estado varias veces en ese proceso de que está en la clínica, pero sale”.
Durante su último internamiento, Renzo fue a visitarlo todos los días; sin embargo, el día
anterior a su muerte, Renzo no fue a verlo, por tener un evento escolar.
Antes de enterarse de la muerte de su padre, Renzo recibió un mensaje de un ex
compañero de trabajo, con quien había estado participando en una producción artística, quien
le expresaba su apoyo. Sin embargo, al desconocer el fallecimiento, interpretó el mensaje de
su compañero como una muestra de apoyo por la enfermedad. Ese mismo día, nadie le
comunica a Renzo sobre el fallecimiento de su padre directamente, la manera en que él se
entera es leyendo una noticia en una red social, ya que su padre era una persona pública
relacionada al arte. Al leer esto, Renzo se quedó impresionado e instantáneamente le escribió
a una de sus hermanas llorando para que le explique lo que acababa de suceder. Su hermana,
se mantuvo calmada y logró tranquilizarlo. Renzo describe ese momento como bastante
trágico, ya que lo tomó por sorpresa. Sobre esto él expresa: “no me lo esperé, no sabía que
estaba tan al borde, [...] sí fue bien chocante y trágico y ese momento fue bien fuerte, fue bien
feo”. Renzo no solo estuvo acompañado por su hermana, él también comenta: “Recuerdo que
estaba la chica que trabajaba en mi casa, que me vio llorando y me abrazó y me acompañó
también”. Ante esto, Renzo se sintió agradecido con ella por la ayuda y la cercanía que le dio.
Lo siguiente que Renzo narra es el velorio. Durante el velorio, Renzo estuvo
acompañado de sus amigos y hermanos. De acuerdo con él, en ese momento se sintió más
tranquilo en comparación con el momento en que recibió la noticia. A pesar de esto, él comenta
que “cuando se llevaron al carro el cuerpo y arrancó el carro, también me quebré de nuevo”.
Finalmente, otro aspecto que debe mencionarse son los cambios en su vida, posteriores
a la pérdida. Renzo menciona que “[mi vida cambió] en muchos sentidos… ehm… para mal
en realidad porque no… tal vez no supe manejar muy bien esas emociones [...] lo expreso con
[...] peleas constantes, cosas así [...] con mi vieja peleo bastante”. El tener peleas con su madre
25
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

no fue lo único que cambió en su vida. Renzo comenta también que se sentía en una
contradicción tras el fallecimiento. En palabras de Renzo, “maduré, pero no lo estoy usando de
manera correcta ¿manyas? Sigo… causando problemas”. Renzo considera que estos problemas
son innecesarios y que es consciente de ello, sin embargo, sigue comportándose de la misma
manera. Él supone que estas peleas tienen una relación directa con la pérdida de su padre: “creo
que todo se debe a esta falta de proceso que tuve… de superación. No… No supe llevar bien
las cosas” Como se puede ver, estos problemas que Renzo menciona son problemas en las
relaciones con sus otros significativos.
En cuanto a la discusión del duelo, el primer punto a mencionar en el duelo de Renzo, es
la muerte por enfermedad. Sobre este punto, Schlesinger (2014) explica que cuando la muerte
es por enfermedad, el deudo se puede preparar para la pérdida, a diferencia de cuando esta es
súbita o repentina. Renzo perdió a su padre luego de que éste haya sufrido de cáncer por tres
años. En su estudio, Yoffe (2012a, en Yoffe, 2013) encontró que, si bien a sus participantes el
deterioro de su familiar enfermo les producía dolor, haber tenido un espacio para despedirse
amortiguó el malestar generado por la pérdida. Los hallazgos de Yoffe (2012a, en Yoffe, 2013)
coinciden con los del presente estudio. En primer lugar, Renzo menciona el deterioro de su
padre y sus repetidos internamientos. Al mismo tiempo, cuenta que durante estos años pudo
tener un vínculo más cercano con él. Además, este fue un tiempo en que Renzo se pudo ir
preparando para la pérdida de su padre, quien le habló sobre el tema.
Es necesario tener presente que Renzo experimenta la pérdida de su padre cuando se
encuentra en la adolescencia media, la cual abarca entre los quince y diecisiete años (Robin y
Omar, 2014). Estos autores encuentran que, los adolescentes de dicha etapa experimentarían
tristeza de gran intensidad, pero de corta duración al recordar al fallecido (Robin y Omar,
2014). Esto es manifestado por Renzo al momento del velorio, cuando ve que se llevan el ataúd.
A la par, manifiesta el apoyo de sus amigos, tema que también es tomado en cuenta por Robin
y Omar (2014). Dichos autores encuentran que, en esta etapa, los adolescentes ya habrían
formado vínculos significativos con sus pares que les ayudan a sobrellevar la pérdida.
Es importante mencionar también el apoyo que Renzo encuentra es su hermana, quien lo
tranquiliza y le explica la situación cuando su padre ha fallecido. Esto, concuerda con los
resultados de Apelian y Nesteiruk (2017) quienes hallaron que los hermanos se volverían más
cercanos tras experimentar una pérdida parental. Al mismo tiempo, representarían una fuente
de apoyo para el adolescente. Particularmente, en el caso de Renzo, el acercamiento a sus
hermanos se dio también en los últimos años de vida de su padre.
26
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Finalmente, respecto al apoyo recibido, Ellis, Dowrick y Lloyd-Williams (2013)


resaltaron la importancia de las redes sociales y de la comunicación para afrontar la pérdida
parental durante la adolescencia e infancia. En el caso de Renzo, él cuenta con el apoyo de
distintas personas, sean familiares o no. Cuando su padre fallece, Renzo recibe un mensaje de
apoyo de un ex compañero de trabajo y el consuelo de la chica que trabaja en su casa. Además,
contó con el apoyo y compañía de sus amigos en el velorio y las palabras de su hermana
mencionadas anteriormente.
A pesar de todo el apoyo recibido, un tema que también se evidenció fue el de la
conspiración de silencio postulada por Picton (2013) ya que Renzo recibe la noticia sobre el
fallecimiento de su padre indirectamente, al leer una noticia. La manera en que Renzo se entera
sobre el fallecimiento de su padre concuerda con lo postulado por Picton (2013) ya que nadie
de su entorno cercano le comunica el tema directamente. Por el contrario, es él quien llama a
su hermana para que le explique qué había pasado. En relación al ex compañero de trabajo que
le escribe, él tampoco le habla directamente del tema, sino que le ofrece su apoyo sin explicarle
el motivo, generando que Renzo se sienta confundido.
Un último tema a mencionar, sería cómo se sintió Renzo tras la pérdida de su padre. La
sensación de haber madurado, siquiera de manera parcial también es mencionada por distintos
autores al estudiar el duelo en la adolescencia. Por ejemplo, los participantes de Apelian y
Nesteriuk (2017) reportaron sentir que habían madurado después de haber vivido la pérdida
parental. Por su parte, Picton (2013) encontró que sus participantes sienten que su perspectiva
de las cosas y de sí mismos ha cambiado tras experimentar la pérdida. Adicionalmente, algunos
participantes, mencionaron también, sentir que habían madurado tras la pérdida.

Configuraciones Relaciones de Renzo


Para el caso de las CRs de Renzo, primero, se describirán las CRs con su padre, después
aquellas que son con su madre y por último aquellas que son con otros significativos. Esto se
hace buscando responder a los objetivos de la investigación y tomando en cuenta que la
bibliografía revisada muestra que tras la pérdida parental los cambios se presentan en estos tres
tipos de relaciones (Gray,1989, en LaFreniere y Cain, 2015; Harris, 1991; Meshot y Leitner,
1993; Christ, Siegel y Christ, 2002; Raza, Adil y Ghayas, 2008; Picton, 2013; Garciandía,
2013; Ellis, Dowrick y Lloyd-Williams, 2013; Keenan, 2014; LaFreniere y Cain; 2015; Artaraz
et al., 2017; Jensen, Søndergaard y Hansen, 2017 y Høeg et al., 2018). La primera CR
encontrada de Renzo con su padre, fue denominada “CR-R1: Abandono/ ausencia” (Tabla 1).
Ésta, presenta a un Self que quiere estar cerca del otro y poder expresarse (D). El Otro, prepara
27
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

al Self para su muerte, pero luego lo deja (RO). Tras la muerte del Otro, el Self se siente triste
y desilusionado, pero busca comunicarse. Al mismo tiempo, se siente decepcionado (RS) ya
que el Otro no fue como el Self hubiera querido (RO). Finalmente, el Self logra perdonar al
Otro. Esta dinámica relacional se ve en ERs del presente y del pasado.
Tabla 1:
Configuraciones relacionales de Renzo con su padre
CR-R1: Abandono/ ausencia

Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO

Estar cerca Busca Otro ausente,


Self abandonado Prepara al Self
del otro y comunicarse, se que ya no
que ya no cuenta para su muerte,
poder siente triste y puede
con la presencia lo deja, lo
comunicarse decepcionado pero compartir con
del otro decepciona
con éste logra perdonar el self

La siguiente viñeta permite ilustrar esta CR:


“Se me hace muy raro escribirte una carta y me entristece saber que no la puedes leer.
Por motivos de ese estilo siento que no tengo demasiado que decir, intentaré de todas
maneras. Odio esto ojalá pudiéramos ir por una chela y conversar”. (Renzo)

La viñeta muestra que Renzo busca comunicarse con su padre a pesar de que éste ya
falleció y le expresa cómo se siente respecto a esto. Del mismo modo Renzo también comenta
“él me preparó muy bien, además, para su muerte, y a todos. Una vez [que] él supo que iba a
morir, nos habló un huevo de eso, quitó el tabú digamos de “se van a quedar sin viejo”. Dando
cuenta de cómo lo preparó su padre. Distintos elementos de esta CR coinciden con aquellos
encontrados en estudios previos. Lo primero a destacar sería que los elementos que la
componen son similares a los hallados por Atzil Slonim et al. (2013) quienes, en su estudio
proponen clústers para el CCRT basándose en las CRs de sus participantes. Este clúster,
denominado Abandoned incluye el deseo de no ser abandonado (D), sentirse decepcionado
(RS) y finalmente el distanciamiento del Otro (RO). Si bien, en este caso no hay
distanciamiento por parte del padre, sino su fallecimiento, este clúster resulta bastante similar
al presentado por Renzo.
Por otro lado, años atrás Hogan y DeSantis (1991) como parte de sus resultados al
estudiar el apego que los adolescentes tienen con un hermano fallecido, encontraron que los
adolescentes extrañarían las experiencias físicas, sociales y emocionales que habían
28
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

compartido con el fallecido. Además, algunos de sus participantes se arrepentían por no haber
tenido un vínculo positivo con su hermano fallecido, vínculo que hubieran querido que sea
diferente (Hogan y DeSantis, 1991), lo cual coincide con la desilusión encontrada en esta CR.
Respecto al tema de la comunicación con su padre, Picton (2013) reportó que uno de
sus participantes mencionó sostener una relación activa con su padre fallecido por medio de la
comunicación con este. Además, Picton (2013) también señala que los participantes del estudio
manifestaban tener una relación con el progenitor fallecido, en la cual hay interacción
constante, recordando experiencias compartidas, las cuales son integradas a su memoria.
Al mismo tiempo, Schlesinger (2014) resalta que aquellas personas que han perdido a un
progenitor durante la infancia o adolescencia le dan bastante importancia a la comunicación
que tienen con el fallecido. En este caso, aunque Renzo reconoce que puede resultarle
complicado conversar con su padre, busca hacerlo de todas formas, lo cual evidenciaría que la
comunicación es parte importante de la relación que mantiene hasta el día de hoy con su padre.
Sin embargo, el tema de la comunicación era distinto cuando su padre estaba con vida ya que
ésta no era de la forma en que a Renzo le hubiera gustado, haciéndolo sentir decepcionado.
Este punto también es mencionado por Schlesinger (2014) al remarcar que usualmente los
deudos tienen la sensación de no haber pasado suficiente tiempo con el fallecido, no haber
expresado suficiente cariño o no haber tenido el suficiente afecto físico. La poca cercanía con
su padre y falta de comunicación mencionadas por Renzo parten del vínculo concreto que tenía
con él, ya que efectivamente tenían un bajo nivel de comunicación, el cual hacia el final parece
concentrarse en el tema de la muerte. De esta manera, la sensación de la que Schlesinger (2014)
habla, podría haber estado presente desde la época en que su padre estaba con vida.
En segundo lugar, se encontró una CR de Renzo con su padre denominada “CR-R2:
Cercanía/ diversión” (Tabla 2). Dentro de la cual hay un Self que busca intimidad con el Otro
y un contacto afectivo (D). El Otro se acerca al Self, pero lo hace superficialmente, por medio
del sentido del humor, bromas y diversión (RO). Ante este acercamiento, el Self logra
contactarse con el Otro pero solamente para divertirse (RS).
29
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes
Tabla 2:
CR-R2: Cercanía/ diversión
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Otro que
comparte
Ser íntimo con escenarios de
Acompañado Se acerca al Buscar la
el Otro, tener diversión y
por el Otro, Otro para diversión, hacer
contacto bromas pero no
entretenido divertirse bromas
afectivo con éste se acerca
completamente
al Self

Finalmente, esta dinámica relacional se presenta en ERs del pasado y puede verse
evidenciada en la siguiente viñeta:

“Siempre que yo estaba en el carro con él e iba de copiloto, así… yo era un poco tímido
y él me hacía reír siempre con sus chistes característicos. Él era bien gracioso, entonces me
trataba de animar siempre, así con cualquier tipo de broma ¿no? A lo que sea. Me conversaba
de… de cosas no muy importantes casi siempre.” (Renzo)

Esta CR muestra los aspectos que Renzo busca rescatar del vínculo con su padre,
añorados por Renzo al representar el lado positivo del vínculo. Sobre este punto, Keenan (2014)
a partir de estudiar el impacto de la pérdida parental en el desarrollo adolescente, postula que
existe la posibilidad de que el adolescente deudo logre tener una representación interna positiva
respecto al progenitor fallecido, aunque esta sea por momentos negativa. Particularmente, en
el caso de Renzo, el lado divertido y lleno de bromas de su padre, contrasta con la
representación de éste como alguien que lo ha decepcionado, que no comparte con él o que le
miente o engaña, presentes en las CR-R1 Y CR-R3.
El deseo de compartir con los padres también fue encontrado por Tishby, Raitchick y
Shefler (2007) al estudiar los cambios en conflictos interpersonales de adolescentes que acuden
a psicoterapia psicoanalítica utilizando el CCRT. Como parte de los resultados de su estudio,
uno de los principales deseos que los adolescentes tenían en relación a sus padres era el de estar
cerca de ellos, siendo el de recibir independencia por parte de ellos el otro. Estos deseos
contradictorios pueden entenderse para Tishby, Raitchick y Shefler (2007) si tomamos en
cuenta las tareas del desarrollo con las que los adolescentes tienen que lidiar, dentro de las
cuales se encuentra el deseo de independencia.
30
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Por su parte, Atzil et al. (2013) también encontraron elementos similares en uno de los
clústers que proponen en su estudio. Dentro del clúster denominado “In a happy relationship”,
se encuentran el deseo de ser cercano (D), el sentirse feliz, estar disponible (RO) y el sentirse
feliz (RS). Comparando esto con la CR-R2, podemos ver que Renzo si se siente feliz con el
acercamiento de su padre. Este acercamiento, satisface si quiera parcialmente su deseo al
otorgarle la oportunidad de compartir con él, aunque sea solo de manera superficial.
Al igual que en la CR-R1 el postulado de Schlesinger (2014) sobre las sensaciones de
no haber podido compartir lo suficiente con el fallecido aparecería en esta CR al momento en
que Renzo menciona las interacciones que solía tener con su padre. Él cuenta que conversaban
“de cosas no muy importantes casi siempre” (Renzo) dando cuenta de su sensación de haber
tenido una relación superficial con su padre, donde los espacios de compartir que le provee son
solo para bromear o divertirse.
Por último, se encontró una tercera CR de Renzo con su padre denominada “CR-R3: Self
desconfiado/engañado – Otro que no comunica adecuadamente” (Tabla 3), en la cual, el Self
desea que el Otro sea honesto con él (D). El Otro, es distante al Self al ocultarle detalles sobre
su propia vida (RO). Frente a esta reacción, el Self se molesta con el Otro por no poder
conocerlo a mayor profundidad y desconfía de él. Finalmente, termina sintiéndose
desilusionado (RS). Esta dinámica se ve evidenciada en ERs del pasado.

Tabla 3
CR-R3: Desconfianza/ engaño

Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO

Se molesta con Le oculta


el Otro y se detalles al Self,
siente no le habla de su Otro que oculta
Self desilusionado propia vida detalles de su
desconfiado al Que el Otro sea vida y no
que le ocultan honesto con él Es poco claro. comunica las
cosas No es sensible al cosas de manera
Desconcierto impacto que adecuada
puede tener en
el Self

Por ejemplo, Renzo comenta que “habían cosas raras como yo no sabía en donde él vivía,
yo no sabía nada de su otra familia, que esto me enteré mucho después”. Al mismo tiempo,
considera que el hecho de que su padre le haya ocultado cosas repercute en su forma de ser,
31
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

“yo siempre he sido desconfiado por cosas que me han pasado ¿no? Ehm… por ejemplo lo de
mi viejo que siempre… siempre tuvo una familia aparte y no lo supe hasta el final”. Más aún,
en algunos ERs, el Otro intenta comunicarse con el Self, pero es poco claro y no tiene presente
el impacto de su comunicación en el Self (RO). Esto genera que el Self reaccione con
desconcierto (RS). Esto se puede evidenciar en la siguiente viñeta:
“Me decía varias cosas y lo único que recuerdo es “cuando me muera te vas a dar cuenta
de lo que te digo”, todo el tiempo y yo estaba así como “puta… qué me habla este huevón”. La
verdad yo no sabía por qué me estaba hablando de… de lo que sea que me estaba hablando.
[...] Repetía bastante “cuando me muera te vas a dar cuenta”, “te vas a dar cuenta que tenía
razón”, con cierta… no sé si con cierta soberbia… lo que sea. [...] Pero no sé qué me quería
decir. Sé que era algo importante para él, pero no sé qué.” (Renzo)

Esta CR mostraría aquello que a Renzo no le gustaba de la relación con su padre. Muestra
la rabia o desconcierto con el que se puede haber quedado hacia su padre por la forma en que
éste le comunicaba las cosas, así como también la sensación con la que él se queda con la
comunicación parcial que realiza de éstas. Una vez más, lo encontrado en esta CR coincide con
uno de los clústers que Atzil et al. (2013) proponen. El clúster Abandoned contiene el deseo de
no ser herido, las ROs de ser distante y de no poder confiar en el Otro y finalmente las RS de
sentirse herido y sentirse decepcionado. En el caso de la CR-R3, la manera en que el otro
comunica o no las cosas ya establece cierta distancia hacia el Self. Además, como consecuencia
de esto, el Self no puede confiar en él, desilusionándose o quedándose desconcertado. De esta
manera, el clúster del estudio de Atzil et al. (2013) provee una aproximación a la CR-R3 que
ayuda a comprender cómo se siente el Self ante la actitud del Otro.
Otro estudio que encontró también una sensación de rabia hacia el Otro fue el de Meshot
y Leitner (1993). Estos autores, al estudiar el duelo en adolescentes que habían experimentado
pérdida parental encontraron que algunos de sus participantes reportaban sentir rabia hacia el
fallecido, rabia que era producida por la sensación de abandono con la que se habían quedado
(Meshot y Leitner, 1993). Si bien, en este caso la rabia que experimenta el Self no es por la
sensación de abandono, es una rabia que luego termina extrapolándose a otros escenarios en
que la traición o el engaño se hacen presentes. En ese sentido, lo encontrado por Klingspon et
al (2015) al estudiar los aspectos no resueltos con el fallecido resulta bastante útil. Estos
aspectos, abarcarían aquellos contenidos incompletos, no expresados o no resueltos que el
deudo tenía con el fallecido (Holland, Thompson, Rozalski, & Lichtenthal, 2014 en Klingspon
et al., 2015). Además, dejarían al deudo con la sensación de que el duelo no ha sido resuelto
32
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

por completo (Klingspon et al., 2015). Dentro de los hallazgos de estos autores, sus
participantes reportaron dos elementos que coinciden con lo encontrado en esta CR. En primer
lugar, encontraron que los aspectos no resueltos suelen incluir confesiones y cierres no
resueltos, así como también que el problema no resuelto muchas veces era de carácter
relacional (Klingspon et al., 2015). Al aterrizar esto a la presente CR, la confesión de la nueva
familia parece ser un tema que tomó por sorpresa a Renzo y que es vivido como una traición.
Incluso, si se toman en cuenta aquellos ERs donde el Otro no es sensible al impacto que su
confesión puede tener en el Self, podría pensarse que la sensación de desconcierto se puede
presentar hasta hoy en día si lo comunicado pertenece a uno de los aspectos no resueltos.
Finalmente, lo propuesto por Klingston et al (2015) concuerda con la postura de Picton (2013)
de que el deudo mantiene una relación activa con el progenitor fallecido en la cual se incluyen
reflexiones sobre la relación del pasado. Teniendo estas dos ideas presentes, podría pensarse
que reflexionar sobre temas no claros o que dejan al Self desconcertado podrían devenir en una
situación por demás complicada que dificultaría la resolución de dichos aspectos.
Por otra parte, se ha encontrado una CR de Renzo con su madre, la cual ha sido
denominada “CR-R4: Self incomprendido – Otro que no lee al Self” (Tabla 4). Dentro de esta
CR, hay un Self que quiere poder expresarse que el Otro lo comprenda y logre contenerlo (D),
por lo cual, lo busca para poder expresar cómo se siente (RS). Sin embargo, la interacción es
con un Otro que consuela al Self, pero al opinar distinto al Self, le da un punto de vista que a
éste no le gusta (RO). Ante ello, el Self se distancia del Otro y se siente decepcionado (RS).
Los ERs que componen esta dinámica relacional, pertenecen al pasado.

Tabla 4:
CR-R4: Self incomprendido – Otro que no lee al Self
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Busca al Otro
para que lo
Self
consuele. Otro presente
incomprendido, Poder
que intenta
que quiere ser expresarse
Busca estar Intenta consolar acoger, pero que
cuidado por el Que el Otro sea
cerca al Self y expresa no termina de
Otro capaz de
su punto de vista capturar/
comprenderlo y
Se decepciona, comprender el
Self contenerlo
se siente afecto del Self
decepcionado
incomprendido
Se distancia
33
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Una viñeta que evidencia esta CR es la siguiente:


“Me senté al lado de mi madre y dije ‘lo mataron [al gato]’ y quebré y empecé a llorar
horrible y ella se acercó a mí, me abrazó, me dijo como… [...] ‘bueno esas son cosas
que pasan, los animales mueren’. Cosas que no ayudaban tanto. [Al final] me paré, me
puse súper rojo, así, súper molesto [y me fui]” (Renzo)

El Self de esta configuración se encuentra con un Otro que lo decepciona, lo que


coincide con los hallazgos del estudio de Janssen et al (2021), quienes al estudiar la relación
entre el apoyo parental y el estado de ánimo en adolescentes, hallaron que aquellos los
participantes reportaban un estado anímico negativo en los días en que consideraban que sus
padres no habían sido una fuente de apoyo para ellos. Con esto, podría considerarse que los
resultados de esta CR pueden ser comprendidos a partir de la etapa del desarrollo en que Renzo
se encuentra. Sin embargo, otro estudio realizado por Chater et al. (2022) sobre la vivencia de
haber experimentado una pérdida en la juventud encontró que los participantes consideraron
que, tras experimentar la pérdida de un progenitor o guardián durante su adolescencia,
consideraban que no habían recibido apoyo por parte de sus familiares. Los participantes
también reportaron que en aquellos casos en que, si les brindaban apoyo, percibían que éste no
era suficiente. Esto generaría otra posible lectura hacia la decepción que el Self de esta CR
demuestra, ya que la decepción podría ser producto de la manera en que el Self percibe el apoyo
ofrecido como nulo o insuficiente.

El deseo de que el Otro sea capaz de satisfacer las necesidades del Self podría verse
explicado también por un aspecto mismo de la adolescencia y no solamente a la luz del proceso
de duelo. En ese sentido, el estudio de Atzil et al (2013) una vez más, permite analizar una de
las CRs de Renzo aterrizando lo postulado por Schlesinger (2014) y los hallazgos Biank y
Werner-Lin (2011) al tema de configuraciones relacionales. Dos de los clústers del estudio
incluyen en su composición, elementos congruentes a los de esta CR. El primero de ellos,
“Angry and misunderstood” cuenta con el deseo de ser comprendido por el Otro (D), las
respuestas RO de no comprender y no ayudar y las RS de sentirse molesto e incomprendido
(Atzil et al., 2013) La diferencia en este caso, radica en que el Otro si busca ayudar al Self,
pero al no poder ver sus necesidades la aproximación que tiene no es la que el Self quisiera.
Por su parte, el segundo clúster similar, llamado “To be cared for” presenta los deseos
de ser cuidado y ser ayudado (D), las RO de cuidar y ayudar y la RS de ser ayudado (Atzil et
al., 2013). Como ya mencioné, al igual que en el clúster anterior, en el caso de esta CR de
34
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Renzo, el Otro si intenta ayudar al Self y el Self recibe ayuda, pero no es la que él hubiera
querido o esperado generando que se decepcione.
Finalmente, Renzo presenta tres CRs con otros significativos. La primera de ellas fue
denominada “CR-R5: Self engañado, impulsivo – Otro que ataca” (Tabla 5) y presenta un Self
que espera que el Otro sea honesto y justo (D). Sin embargo, el Otro se aprovecha de él y busca
pasarle por encima, incluso con violencia o agresividad (RO). Ante ello, el Self actúa de manera
impulsiva o violenta contra él, atacándolo o molestándolo (RS). Al mismo tiempo, esta RO
hace que el Self se sienta desconfiado o descontrolado (RS). Esta CR ocurre en ERs del
presente y del pasado con un taxista, un cobrador de bus, otros en general, un vendedor y su
profesor de religión del colegio. Esta CR aparece en diversos escenarios, tales como:
“Yo voy a Miraflores ¿no? [...] [me subo al micro y] le doy un sol y me dice ‘un sol
veinte’. Le muestro el carnet [universitario] y me dice “ya ya un sol”. Y le dije ‘pero tiene que
ser la mitad del pasaje pes, siempre ha sido así’. El pata me dice ‘no, no, no, mitad de pasaje
solo es colegio’ ¿no? Y yo ahí sí estaba bien molesto, ese día estaba como de mala intención y
agarré su vuelto, como un huevo de plata del vuelto que tenía ahí y me lo llevé y empecé a
gritar horrible, así como ‘a mí no me ves la cara de huevón’ ¿manyas? ‘trabaja honradamente
baboso’ y me fui atrás a sentarme con la plata”. (Renzo)

Tabla 5
CR-R5 : Self engañado, impulsivo – Otro que ataca
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Reaccionar de Otro injusto que
Self engañado
Que el Otro sea manera violenta, Aprovecharse busca pasar por
que busca la
honesto atacar, sentirse de él, atacarlo encima de
justicia
descontrolado Renzo.

Distintos autores permiten comprender esta CR. En primer lugar, se encuentran Meshot
y Leitner (1993), quienes encontraron que, tras experimentar una pérdida, los adolescentes
muestran niveles más altos de ira, irritabilidad y problemas con otras personas que los adultos.
De esta manera, las reacciones de ira que el Self tiene hacia el Otro podrían comprenderse
desde un aspecto propio del desarrollo y cómo es que éste interactúa con el proceso de duelo.
Sobre esto, tener presente la afirmación de Nasio (2012) de que la adolescencia es un duelo en
35
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

sí misma permite comprender con mayor razón esta forma de reaccionar al enfrentarse a la
dificultad de vivir un duelo en una etapa que ya supone de por sí un duelo.
Al mismo tiempo, los postulados de Klingspon et al (2015) sobre los aspectos no
resueltos con el fallecido permitiría la comprensión de estos resultados. Esto es posible si se
consideran los aspectos que Renzo tendría pendientes, por decirlo de algún modo, de la relación
con su padre como la sensación de traición o la posibilidad de un engaño surgirían en esta CR,
generando que el Self reaccione de la manera en que lo hace. Sin embargo, los problemas de
confianza tras experimentar una pérdida no son exclusivos de esta CR ni de Renzo. Esto se ve
en uno de los casos del estudio de Ellis, Dowrick y Lloyd-Williams (2013), donde la
participante tenía dificultades para confiar en los demás tras el fallecimiento de su madre,
sumado a distintos cambios que vivió tras la pérdida. Volviendo al caso de Renzo, la
desconfianza que el Self de esta CR presenta podría ser producto del vínculo con su padre,
mencionado anteriormente en la CR-R3. Esta idea, estaría sustentada por la manera en que
vivió la comunicación por parte de su padre respecto a algunos aspectos de su vida: “Yo
siempre he sido desconfiado por cosas que me han pasado ¿no? Ehm… por ejemplo lo de mi
viejo que siempre… siempre tuvo una familia aparte y no lo supe hasta el final” (Renzo).
La siguiente CR encontrada se denomina “CR-R6: Self vulnerable - Otro empático”
(Tabla 6). Esta CR involucra a un Self vulnerable o descontrolado que quiere que el Otro lo
apoye o tranquilice (D). El Otro empatiza con él, le demuestra interés y lo acompaña (RO).
Tras este acercamiento, el Self se comunica, expresa cómo se siente y es agradecido con el
Otro (RS). Antes del acercamiento, el Self se encuentra desconcertado o sufriendo, pero luego
de éste se tranquiliza. Esta dinámica relacional ocurre en ERs del pasado y tiene como objeto
de interacción a sus hermanos, la empleada doméstica, el director de su colegio, su
psicoterapeuta y un taxista. Un ejemplo donde se puede observar esta CR es la siguiente viñeta:

“El director me empieza a escribir una suspensión. [...] Yo digo “tú puedes escribir lo
que quieras, pero yo voy a agarrar eso, lo voy a arrancar y me voy a limpiar el culo con
eso” [...] En ese momento estaba molesto, y el pata se empezó a cagar de risa [...] y dijo
“¿te das cuenta qué estupideces estás diciendo Renzo?” En un plan de [...] “date cuenta
que esto es estúpido, tú no eres así, no tienes por qué ser así”. [...] Al final me abrazó y
me dijo como “tú vas a superar esta huevada” ¿manyas? Fue bien loco el contraste de
cómo yo estaba comportándome y cómo me trató él” (Renzo).
36
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Tabla 6
CR-R6: Self vulnerable – Otro empático
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Que el Otro se Acercarse y
Vulnerable, que Empático, que
acerque y lo Se desborda mostrar interés
sufre apoya al Self
tranquilice por el Self

El escenario de esta CR coincide con lo hallado por Picton (2013), quien encontró que
los participantes de su estudio manifestaban la necesidad de expresar cómo se sentían y que
esto podían hacerlo de maneras adecuadas o desadaptativas. Cuando optaban por maneras
desadaptativas, lo hacían con el objetivo de deshacerse de emociones o sensaciones
abrumadoras, sin ser capaces de encontrar otra manera de hacerlo. Si bien el Self de esta CR
reacciona de manera violenta, se encuentra con un Otro que sí es capaz de acompañarlo y
sostenerlo, proveyéndolo así, de soporte. Este soporte desconcierta al Self, al mostrarle una
manera más adecuada de reaccionar. A la par, estos resultados contrastan notoriamente con los
de Harris (1991) quien encontró que personas cercanas tales como familiares no fueron como
fuentes de soporte ante la pérdida. Aunque la viñeta presentada tiene como Otro al director del
colegio, en otros escenarios Renzo manifiesta que sus hermanos si le dieron el sostén necesario
tras el fallecimiento de su padre. Esto se ve en lo que Renzo manifiesta:

“No entendía que pasaba y en eso veo en algún post de Facebook. Una noticia de no
se qué, de La República, no se de que era, abro y sale la noticia. Apenas la leí, rompí
en llanto y ahí le escribí a mi hermana digamos. […]Fue ella la primera [persona a la
que acudí] […] lo que hablé con mi hermana ya me tranquilizó bastante. Ella estaba
tranquila a pesar de todo.

De esta manera, el Self se encuentra con un Otro capaz de mostrarse empático,


reconociendo su sufrimiento y ayudándolo a enfrentar la situación difícil que atraviesa.
Además, buscar a su hermana nuevamente coincide con Picton (2013) ya que, muestra cómo
el Self tiene la necesidad de expresar cómo se siente.
Finalmente, se ha encontrado una última CR de Renzo con sus otros significativos,
denominada: “CR-R7: Self empático/que apoya - Otro vulnerable/descontrolado” (Tabla 7).
Dicha CR se caracteriza por un Self que busca apoyar al Otro para que se tranquilice (D). Esto
ocurre porque el Otro se encuentra de mal humor, triste o desbordado (RO). Ante la ayuda del
37
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Self, el Otro logra calmarse y expresarse (RO). Además, el Self percibe los sentimientos del
Otro, se acerca, empatiza con éste y lo acompaña. Esta dinámica relacional se observa en ERs
con su enamorada y con un amigo. Dichos ERs, pertenecen al pasado y al presente.

Tabla 7
CR-R7: Self empático/que apoya – Otro vulnerable/descontrolado
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Inicialmente,
estar
Empatizar con desbordado.
Ayudar al Otro Otro vulnerable/
Self empático el Otro y lo Luego se
a tranquilizarse desbordado
acompaña tranquiliza y
puede
expresarse.

Un escenario en el que aparece esta CR es el siguiente:


Estaba en la casa de un amigo [...] y el brother se quema el dedo con un pucho, entonces
yo me empiezo a cagar de risa [...] Y el pata se empieza a molestar horrible [...] A mí
me costó un montón darme cuenta que se estaba molestando en serio. [...] Después de
un rato [...] tuvimos esta conversación… como bastante… feeling ¿no? [...]
Empezamos a conversar yo le dije como ‘tienes que entender que no todo el mundo se
está burlando de ti, sino que se están riendo, y reírse no está mal, ¿me entiendes?’ [...]
y él respondió como ‘gracias, es un consejo bastante sabio” (Renzo)

En este ER, Renzo es capaz de entender cómo se siente el Otro y lo acompaña hasta que
se tranquilice. Esto, permite que el Otro termine siendo capaz de expresarse y sentirse más
tranquilo gracias al apoyo que se le brinda. El apoyo que el Self ofrece y la preocupación por
el Otro, pueden ser entendidos desde la mirada de Pascual (2016) quien, al estudiar el duelo en
niños y adolescentes considera que, en la adolescencia, tras experimentar una pérdida, una de
las maneras que los adolescentes encuentran de lidiar con el duelo sería la de cuidar de los
demás, asumiendo así, el rol del fallecido. Con esta idea, podría pensarse que el Self de esta
CR reacciona de la manera en que le hubiera gustado que su padre reaccione con él en lugar de
compartir principal o únicamente espacios de bromas o diversión, como los de la CR-R2.
Sumadas a los postulados de Pascual (2016) las ideas de Robin y Omar (2014) también
son un aporte para la comprensión de esta CR. Estos autores rescatan que aquellos adolescentes
que han creado relaciones que pueden ser un soporte para ayudarlos con la pérdida
38
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

experimentada, usualmente mostrarían más empatía por las necesidades del resto en
comparación con otros adolescentes (Robin y Omar, 2014). Como se señaló en la CR-R6,
Renzo si ha encontrado distintas figuras que lo acompañaron en el proceso de duelo, generando
un Otro que puede tranquilizar al Self y ser empático con él. Dicho hallazgo podría entonces
relacionarse con la presente CR permitiendo una mejor comprensión o el planteamiento de
nuevas hipótesis que permitan pensar en el espacio relacional planteado.

Sofía
La segunda participante es Sofía, una adolescente de dieciocho años de edad, quien
experimentó la pérdida de su padre a los once años. Éste falleció de un aneurisma, de modo
sorpresivo. Él había estado internado los días anteriores por malestar y migrañas, pero decidió
regresar a su casa. Cuando llegó, empezó a sentirse mal nuevamente y se lo llevaron a la clínica
en ambulancia. Mientras eso ocurría, Sofía lloraba, pero se tranquilizaba a sí misma “¿para qué
voy a ir a despedirme si igual va a volver?”. Sofía también contó que su padre le sonrió antes
de que se lo lleven. Este gesto le pareció significativo, pero hubiera preferido acercarse a
abrazarlo o poder despedirse cuando estuvo internado, “no pude, por ejemplo, darle un último
abrazo, no pude verlo porque era chiquita y no podía entrar a cuidados intensivos”. Cuando su
padre fallece, su abuela busca ocultarle el tema, pidiéndole que no entre a redes sociales. Este
comportamiento hace que Sofía sospeche que algo ocurría.
“Fue raro, yo estaba en mi casa, con mi abuela de parte de mamá y me decía ‘no entres
a Facebook […] no entres a Facebook’. Yo decía ‘¿por qué?’, ¿no? O […] sea me olía
raro. Ya me la veía venir.” (Sofía)

Ese día, la directora y la psicóloga de su colegio fueron a su casa a conversar con ella.
Después de una breve conversación, le comunicaron el fallecimiento de su padre. Ella
hipotetizó que para su madre esto fue más fácil que decírselo ella directamente “creo que mi
mamá […] no tuvo las fuerzas de decírmelo [...] así que creo que decidió, no sé, llamar a ellos”.
La reacción de Sofía fue de sorpresa, poniéndose a llorar y cuestionándose sobre lo que acaba
de escuchar. Se preguntaba cosas como “¿qué?, ¿qué pasó?, es una pesadilla” mientras se iba
a vestir para el velorio. Este tipo de preguntas se las hace hasta el día de hoy, “¿por qué él y no
otra persona que es mala? [...] ¿Por qué justo a nosotros?”.
Con respecto al velorio, Sofía expresa que “yo no sé por qué me hice la sobrada, o sea,
no sé si porque no quería que me vean mal o porque no sé qué me pasó”. Ese día, varias
personas se acercaron a saludarla, principalmente sus compañeros de colegio,
39
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

independientemente de si eran sus amigos o no. Sofía remarca lo importante que fue la actitud
que tomaron los papás de su mejor amiga, Andrea. Ellos la llevaron a su casa durante el velorio
en más de una oportunidad, cuando se sentía abrumada. Esto se mantuvo incluso después del
velorio, “se portaron súper bien conmigo, me llevaban a todas partes para distraerme”. Además
de contar con el apoyo de los papás de Andrea, para Sofía, la presencia de su prima fue bastante
importante. Ella, compartía con Sofía y la consolaba, “me abrazaba, estaba conmigo, o sea,
tuve eso con ella, más que todo”. Sentirse apoyada por sus compañeros de colegio, los papás
de su mejor amiga y su prima ayudaron a Sofía a sentirse mejor, “sentía que había personas
que le importaba y que les importaba cómo me sentía [...] Hasta personas que no conocía me
preguntaban cómo estaba”. Sin embargo, a pesar de estar acompañada por personas de su
entorno, Sofía se sentía sola por momentos, “no tenía quién me defienda [...] me sentía sola”.
La pérdida de su padre también generó cambios en otros aspectos de la vida de Sofía. Por
ejemplo, con respecto a la relación con su madre, Sofía expresa que se distanció de ella y se
peleaban constantemente. Además, manifiesta que “mi mamá no me llevó al entierro [...]
porque pensó que iba a ser muy fuerte”. Sofía aún le reclama a su madre sobre esto, diciéndole:
“‘me hubieras llevado” y añade "o sea, tenía que aprender igual… Esto también creo que me
fastidió un poco, que no me hayan llevado al entierro”
Sofía menciona dos momentos como los más dolorosos tras la pérdida de su padre. El
primero de estos fue verlo en el ataúd, “me quedé ahí abrazando el ataúd, llorando demasiado”,
y el segundo fue cuando llevaron a su padre a la cuadra en que vivían: “lo que más me chocó
fue que a él lo llevaron a mi cuadra, porque todos lo conocían, a despedirse. Ahí fue donde…
fue donde más lloré [...] me puse muy mal”.
Finalmente, Sofía menciona que volver al colegio tampoco fue sencillo y que faltaba
constantemente porque no se sentía preparada para hacerlo. Sin embargo, cuando lo hizo,
expresa que “todos me miraron como diciendo (…) “pobrecita” ¿no? y… sentí que mis amigos
no sé, me apoyaron un montón, hasta amigos que no eran mis amigos cercanos”.
En relación a la discusión, distintos elementos del proceso de duelo de Sofía han sido
analizados por estudios previos sobre el tema. Lo primero a tomar en cuenta es que la muerte
del padre de Sofía es repentina. Sobre este punto, Yoffe (2013) explica que, tras la muerte
inesperada de una persona cercana, las personas pueden sufrir un bloqueo emocional. Dicho
bloqueo, les permitiría poder continuar con su vida ya que les podría parecer incomprensible
aceptar que quien falleció, lo hizo de esa manera. Schlesinger (2014) complementa este punto
al explicar que este tipo de reacción sería producto de la falta de preparación del deudo ante la
situación que resulta sorpresiva. Schlesinger (2014) añade que el individuo podría vivir la
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

noticia como algo irreal, generando que surja un sentimiento de pánico que resulta abrumador.
Este último punto se vería en las preguntas que Sofía se hace. Tanto los postulados de Yoffe
(2013) como los de Schlesinger (2014) coinciden con las distintas preguntas que Sofía se hace
en su cuarto tras recibir la noticia sobre el fallecimiento y mientras se viste para ir al velorio.
Debe considerarse que la manera en que Sofía recibe la noticia podría haber influido en
la reacción que ella tiene. Ellis Dowrick y Lloyd-Williams (2013) en su estudio sobre los
efectos de la pérdida parental temprana encontraron que, en los casos en que el progenitor
fallece y al menor no se le da la información adecuada respecto a la situación, aumentaría su
angustia. Esta falta de comunicación también podría aumentar su miedo. En este punto, la
Conspiración de Silencio postulada por Picton (2013) debe ser tomada en cuenta. El contexto
en que Sofía recibe la noticia concordaría con lo postulado por dicha autora, ya que su abuela
busca alejarla de las redes sociales para que no se entere del fallecimiento de su padre. Al
mismo tiempo, quienes le comunican el fallecimiento son la directora y la psicóloga de su
colegio, en lugar de su madre, quien está atravesando su propio duelo. Esto, concuerda con los
resultados de Harris (1991), quien encontró que el progenitor vivo está atravesando su propio
proceso de duelo, hecho que no le permitiría pensar en cómo se encuentran sus hijos tras la
pérdida. En un estudio más reciente, Ellis, Dowrick y Lloyd-Williams (2013) encontraron
resultados similares en uno de sus participantes, quien sentía que, tras la muerte de su padre,
había perdido a ambos progenitores por el duelo que atravesaba su madre.
El siguiente punto a analizar sería el del velorio y el entierro. Durante el velorio, Sofía
no expresaba su dolor. Esto, podría entenderse desde la etapa del desarrollo en que se encuentra.
Sobre este punto, Robin y Omar (2014) dirán que, durante la adolescencia temprana, los
adolescentes no mostrarían su dolor frente a otros. Particularmente, Sofía lo describe de la
siguiente manera, “yo no sé por qué me hice la sobrada, o sea, no sé si porque no quería que
me vean mal o porque no sé qué me pasó”. Este tema también es remarcado por Harris (1991)
quien encontró que la mayoría de participantes de su estudio consideraba que no debía expresar
su dolor, incluso cuando se encontraban en el funeral. Al mismo tiempo, Harris (1991) también
encontró que los adolescentes muy rara vez compartían sus reacciones con amigos o familiares.
Esto se debería a que considerarían que esto es inaceptable o que podrían abrumarlos. Sin
embargo, a pesar de esta actitud, Sofía recuerda el apoyo que recibió por parte de sus amigas,
quienes conocían a su padre. Esta ayuda, también fue manifestada por los participantes del
estudio de Apelian y Nesteriuk (2017) quienes mencionaban haber contado con el apoyo de
sus amigos cuando no habían contado con el apoyo de sus familiares, en este caso, la madre de
Sofía.Si bien Sofía estuvo presente durante el velorio, su madre no la llevó al entierro, como
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

ya se mencionó anteriormente. Sobre este punto, Pascual (2016) remarca la importancia de


integrar al adolescente a los ritos de despedida del fallecido. Esto los ayudaría a sentirse parte
de la familia y a sentirse tomados en cuenta. Al mismo tiempo, el estudio de Schlesinger (2014)
encontró un caso similar en el que una de sus participantes fue dejada de lado en el velorio y
el entierro. Incluso, no le preguntaron ni le dijeron nada del tema. Más allá de la despedida
simbólica que podría representar el velorio, Sofía también mencionó que no pudo despedirse
de su padre, ni al momento de ser trasladado a la clínica, ni cuando estuvo en cuidados
intensivos. Sobre este tema, Harris (1991) encontró dentro de la narrativa de sus participantes,
que uno de los temas importantes era el poder despedirse. Aquellos adolescentes que no habían
podido hacerlo, reportaban rabia, culpa, frustración y decepción.
Al mismo tiempo, un último tema importante sería el de los aspectos no resueltos de la
pérdida, considerando el estudio de Klingspon et al (2015) antes mencionado. En el caso de
Sofía, dentro de su relato, estaría presente un miedo a poder perder al otro. Keenan (2014)
encontró en su estudio de caso que incluso la posibilidad de experimentar la pérdida de un otro
reactivaba en su participante poderosos sentimientos de abandono.

Configuraciones Relaciones de Sofía


Al igual que en el caso de Renzo, primero se presentan las CRs de Sofía con su padre. Luego,
aquella que tiene como objeto de interacción a su madre y finalmente aquellas con sus otros
significativos. Esto se hace buscando responder a los objetivos de la investigación y siguiendo
la literatura revisada. La primera CR de Sofía con su padre se denomina “CR-S1: Desamparo”
(Tabla 8). En ella, el Self quiere poder compartir con el Otro, expresarle cómo se siente y que
el Otro la cuide (D). El Otro, no puede hacer esto ya que se encuentra ausente por haber
fallecido ha fallecido (RO) generando que el Self lo eche de menos y le reclame por su ausencia
(RS). Esta dinámica relacional se presenta en ERs del presente.

Tabla 8:
CR-S1: Desamparo

Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Self solo, Compartir con Echar de menos Ausente (ha Otro ausente
abandonado el Otro, al Otro y fallecido)
expresarse y que reclamarle por
el Otro la cuide su ausencia
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Un ejemplo de esta CR puede verse en la siguiente viñeta: “De verdad, me haces falta en
mi vida, como no tienes idea, te extraño mucho, hasta ahora no me entra a la mente por qué tú
[te moriste] y no otra persona”. El Self le reclama al Otro por ya no estar presente y por haberlo
dejado. Al mismo tiempo, se ve que el Self quisiera poder compartir con él. Finalmente, esta
CR mostraría lo que Sofía añora de la relación con su padre. En su estudio, Hogan y DeSantis
(1992) también encontraron que los adolescentes extrañarían las experiencias físicas, sociales
y emocionales que habían compartido con el fallecido, aspecto mencionado también en la CR-
R1, lo que permite pensar que el echar de menos al fallecido y lo que se podía compartir con
él no es exclusivo de Sofía o Renzo, sino que sería un aspecto común en el vínculo que se
mantiene con éste. Además, el hecho de que los ER que componen esta CR se ubiquen en el
presente, da cuenta de cómo es que es en el presente que Sofía echa de menos a su padre y que
las ganas de compartir con éste se mantienen. Otro aspecto de esta CR que también emergió en
el estudio de Hogan y DeSantis (1992) fue la petición de ser cuidado y guiado por el hermano
fallecido, coincidentes con el deseo del Self de ser cuidado por el Otro.
Por otro lado, los elementos que componen esta CR son similares al clúster denominado
“Abandoned” del estudio de Atzil et al (2013). En dicho clúster, se encuentra el Self desea ser
querido por el Otro (D), quien es distante (RO), generando que el Self se sienta herido (RS).
En el caso de esta CR, el ser distante puede entenderse como el fallecimiento ya que el Self ya
no puede compartir con el Otro. Además, este distanciamiento producto del fallecimiento
genera tristeza en el Self, congruente con la RS propuesta por Atzil et al (2013) de sentirse
herido. Por último, existe también cercanía entre el deseo de compartir con el Otro o ser cuidado
por este y el deseo de que el Otro quiera al Self.
Además, la sensación de injusticia fue expresada también por Wolfenstein (1969, 1973,
en Schlesinger, 2014) quien expresa que los niños y adolescentes pueden experimentar rabia o
una sensación de injusticia tras la pérdida. Dicha sensación es manifestada por Sofía al decir
que se sigue cuestionando por qué fue su padre quien falleció en lugar de otra persona.
Por otro lado, se encontró una segunda CR de Sofía con su padre, la cual fue
denominada “CR-S2: Cercanía” (Tabla 9). Esta CR involucra a un Self que es consentido y
acompañado por el Otro. Este Self quiere compartir con el Otro y tener un vínculo cercano con
éste (D). El Otro, es afectuoso con ella, la engríe y mima (RO). Esto genera que el Self se
divierta con el Otro y que pasen un buen momento juntos (RO). En algunas ocasiones, el Self
insiste para que el Otro ceda ante sus demandas y la engría (RS). Los ERs que componen esta
CR ocurren en el pasado.
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Tabla 9:
CR-S2: Cercanía
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO

Self consentido, Compartir con Se divierte con Mima al Self y Otro que accede
acompañado el Otro y tener el Otro, busca a las demandas
por el Otro un vínculo persevera para consentirlo del Self y lo
cercano con que el Otro consiente
éste. acceda a sus
demandas

Las siguientes viñetas ejemplifican este tipo de interacción entre Sofía y su padre:
“Fui con una amiga [su familia y mi familia] [...] a un club de campo y [junto con mi
familia] [...] nos íbamos a quedar por ejemplo tres días y mi amiga se iba a quedar
cuatro, y a mí no me parecía justo. [...] Llegó el día [de irnos] y yo empecé a llorar. Dije
papá, dije mamá, yo quiero quedarme[...] mi papá me agarra y me mira ‘ya, ya, voy a
hacer… voy a… vamos a quedarnos un día más por ti, para que no estés triste’ y mi
papá va, pero la recepción dice que ya no hay cupos. Mi papá me explica, yo le digo
'ya, no importa’ porque me gustó que lo haya hecho, que haya accedido” y… [...] o sea
me gustó que lo haya hecho por mí.” (Sofía)

“A mi papá le gustaba una canción [...] y en las mañanas siempre íbamos ahí y
cantábamos, como era mujer y hombre, este… él cantaba la parte de hombre y yo
cantaba la parte de mujer.” (Sofía)

Ambas viñetas dan cuenta de cómo Sofía se divierte con su padre y disfrutan juntos. La primera
de ellas también sirve para demostrar cómo es que hay un Self que busca ser consentido por el
Otro y cómo es que éste accede a dicha demanda. Finalmente, esta CR muestra aquello que
Sofía rescata de la relación que tuvo con su padre cuando éste se encontraba con vida.
El recibir apoyo y consentimiento por parte del progenitor fallecido fue encontrado por
Harris (1991), cuyos participantes fantaseaban con que dicho progenitor los apoye y cuide,
aspecto que coincide con el Otro que emerge en esta CR al consentir al Self o acceder a sus
demandas. Además, Tishbby, Raitchick y Shefler (2007) en una perspectiva más
contemporánea y cercana al presente estudio, encontraron el deseo de los participantes de estar
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

cerca de sus padres. Este aspecto, no sería entonces propio de los adolescentes que han
experimentado una pérdida parental, lo que no significa que sea menos importante que otros
encontrados en este estudio al no ser propio del duelo. Por otro lado, el estudio de Tishby,
Raitchick y Shefler (2007) no es el único relacionado al CCRT cuyos resultados permiten una
reflexión o comprensión de la presente CR. Por su parte, uno de los clústers del estudio de Atzil
et al (2013) titulado “In a happy relationship” cuenta con el deseo de ser cercano (D), las RO
de querer al Self y estar disponible y la RS de sentirse feliz. Dichos elementos concuerdan con
los presentados en esta CR al coincidir la búsqueda de compartir distintos espacios con el Otro
por parte del Self y la alegría o felicidad que emerge tras la satisfacción de este deseo por parte
del Otro, quien se presenta como disponible o cercano.
En relación a la madre de Sofía, la CR que se encontró fue llamada “CR-S3: Self ignorado
– Otro que no acompaña” (Tabla 10). El Self de esta CR, es un Self al que le ignoran sus deseos
o En relación a la madre de Sofía, la CR que se encontró fue llamada “CR-S3: Self ignorado –
Otro que no acompaña”. El Self de esta CR, es un Self al que le ignoran sus deseos o
necesidades. Lo que este Self quiere es poder estar cerca del Otro, que éste lo proteja y lo
acompañe a superar situaciones complicadas (D). Sin embargo, el Otro no logra leer el deseo
del Self y termina forzándolo a hacer las cosas a su manera (RO). Al recibir esta respuesta, el
Self se siente triste y solo. Se pelea con el Otro por la actitud que éste toma y se lo reprocha
(RS). Las dinámicas relacionales de esta CR ocurrieron en el pasado.

Tabla 10:
CR-S3: Self ignorado – Otro que no acompaña
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Self al que le Estar cerca del Se entristece, se No lee el deseo Incapaz de leer
ignoran sus Otro y que éste molesta y se lo del Self. La los deseos del
deseos o la proteja. reprocha. fuerza a hacer Self, no lo
necesidades Que reconozcan las cosas a su acompaña
sus deseos, que manera
respeten su
sentir

Una viñeta que ilustra esta configuración es la siguiente:


Mi mamá y mi papá se pelearon, [...] O sea, era chiquita y la cosa es que mi mamá dice
“nos bajamos” en medio, en medio del tráfico [...] Yo decía “no, mi papá, ¿cómo lo voy
a dejar solo?” Nos obligó así, “bajen”, y nos fuimos a la casa y mi mamá lloraba. Yo
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

en mi mente decía “pobrecito mi papá, está solo”, yo quería volver, pero siempre tengo
que ir con la mamá supongo. Con mi mamá. Y ya, llegamos a mi casa [...] Pero me sentí
no se… angustiada porque mi papá se quedó solo y yo era tan cercano a él y era como
que… [...] decía “asu… pobrecito”. (Sofía)

Esta viñeta permite mostrar el reclamo de Sofía hacia su madre quien, ignora sus deseos
y busca hacer las cosas a su manera. Al hacer esto, su madre no está siendo capaz de ver lo que
Sofía quiere, generando que Sofía sienta que el hecho de irse con su madre es algo tiene que
tiene que hacer por obligación, a pesar de sentir pena por dejar solo a su padre. Otro ejemplo
de una situación en la que no se sintió acompañada del todo por su madre es el siguiente:
“Mi mamá fue a comprar, yo me quedé en el carro. [Se acercó un hombre] no sé qué
hizo, que me dijo y mi mamá volteó y lo mandó de la A a la Z. No me acuerdo muy
bien [que hizo], pero sí sé que [él] hizo algo como que obsceno. [...] Y no sé, me sentí
muy incómoda y mi mamá me defendió, [...] [cuando él se fue] Mi mamá me dijo, "ya
tranquila, que yo ya vuelvo de comprar"” y [se fue a comprar].” (Sofía)

Este episodio relacional sirve para mostrar cómo es que su madre no logra acompañarla
emocionalmente en una situación difícil. Si bien, su madre la defiende del hombre que se acercó
a ella, la abandona nuevamente para irse a comprar, en lugar de acompañarla, quedándose con
ella o invitándola a que la acompañe. Los hallazgos de esta CR pueden ser analizados desde la
óptica de distintos autores partiendo desde el tema de la no-conexión del Otro con el Self.
Como punto de partida se encuentra el estudio de Ellis, Dowrick y Lloyd-Williams (2013).
Dentro de los hallazgos de estos autores se encuentra el caso de Jane, quien, tras la muerte de
su padre, expresaba sentirse sola, sin sentirse apoyada por nadie, especialmente de su madre.
Además, esta participante consideraba que si hubiera sido mayor seguramente alguien se
hubiera acercado a ella a preguntarle cómo se sentía tras la pérdida. Esto, concuerda con lo
expresado por Sofía anteriormente al hablar del velorio y cómo su madre no la invitó a ser parte
de este.
Al mismo tiempo, lo que emerge en esta CR también puede entenderse desde dos
miradas distintas. En primer lugar, es posible que el Self de esta configuración reaccione de la
manera en que lo hace, con rabia u hostilidad hacia el Otro si tomamos la perspectiva de
Osterweis, Solomon y Green (1984) quienes resaltan que cuando un menor experimenta una
pérdida parental, la hostilidad que se tenía hacia el progenitor fallecido es desplazada hacia
aquél que se mantiene vivo. Esto, va en la misma línea de lo propuesto por Palombo (1981)
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

quien explica que cuando los niños experimentan una pérdida parental, el progenitor fallecido
podría ser idealizado, lo que trae consigo un desplazamiento de la rabia que se tenía hacia éste
en dirección al progenitor vivo. Aunque antiguas, las propuestas de Osterweis, Solomo y Green
(1984) y Palombo (1981) permitirían comprender por qué el Self de esta CR reacciona de la
manera en que lo hace. Dicho de otra manera, el Self de la presente CR reaccionaría de esta
manera al haber redirigido la rabia que tenía hacia su padre hacia el Otro de esta CR; su madre.
Al encontrarse molesto con ella, los niveles de tolerancia que le tiene podrían encontrarse
disminuidos producto de las consecuencias del proceso de duelo. Al mismo tiempo, Tyson y
Tyson (2000) años más tarde postularán que, la crítica hacia los padres es común en la
adolescencia, etapa del desarrollo en la que se encuentra el Self. Ya que éstos son vistos como
injustos, inadecuados o decepcionantes (Tyson y Tyson, 2000). Particularmente, en este caso,
se vería a un Otro (madre) que decepciona al Self al no poder leer su deseo y forzarlo a hacer
las cosas a su manera.
La segunda manera de pensar esta CR es a partir del Otro y cómo éste puede sentirse.
Sobre este punto, Schlesinger (2014) consideró que habitualmente, el padre que sobrevive suele
ser incapaz de atender las necesidades de su hijo al encontrarse enfrentado a su propio duelo.
Esto, ayudaría a entender cómo es que el Self de esta CR se encuentra con un Otro incapaz de
acompañarlo, al encontrarse frente a su propio proceso de duelo. A la par, una de las
participantes del estudio de Schlesinger (2014) reportó la sensación de haberse sentido dejada
de lado respecto al velorio y al entierro, manifestando que además nadie le comunicó nada del
tema. Esto, mostraría a un Otro sobreviviente que no cuenta con la capacidad de acompañar al
Self, tal y como emerge en la presente CR. Al mismo tiempo, este punto de la CR puede ser
visto también a la luz de lo postulado por Biank y Werner-Lin (2011) cuyos hallazgos contenían
la dificultad de los padres sobrevivientes de proveer espacios de compañía o expresión
emocional, temas que deben ser exteriorizados de una manera u otra a los ojos de Biank y
Werner-Lin (2011).
Finalmente, se encontraron distintas CRs de Sofía con sus otros significativos. La primera
de ellas, denominada “CR-S4: Self afligido/vulnerable - Otro que reconforta” (Tabla 11),
presenta a un Self que desea la compañía del Otro, que el Otro la tranquilice y se preocupe por
ella (D). El Otro es empático con el Self, lo acompaña y tranquiliza (RO). Esto genera que el
Self se sienta bien gracias a este acercamiento (RS) y deje de sentirse triste o afligida y pase a
sentirse apoyado y reconfortado (RS). Finalmente, esta dinámica relacional se da en ERs del
pasado, relacionados con el fallecimiento del padre de Sofía e involucran a su prima, sus
compañeros de colegio, los asistentes al velorio y los papás de su mejor amiga.
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Tabla 11:
CR-S4: Self afligido/vulnerable - Otro que reconforta
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Self afligido, Estar cerca del Se siente bien Es empático con Empático
vulnerable Otro, que el una vez que el ella, la
Otro la Otro se acerca acompaña y
reconforte y tranquiliza.
tranquilice

Sobre esto, Sofía comenta:


Tengo una prima [...] en… en esos días, estuvo conmigo un montón, o sea, me abrazaba,
me prestaba su celular para jugar, para que me tranquilice, por ratos yo me derrumbaba.
Me abrazaba, estaba conmigo, o sea, tuve eso con ella, más que todo. (Sofía)

En este caso, la prima de Sofía se acerca de la manera en que ella espera, es empática y
la acompaña. Sofía añade “[Con mi prima me sentí] súper bien, porque me apoyó un montón
en ese tiempo”. Esto muestra cómo es que logra sentirse tranquila gracias a la compañía del
Otro y la empatía que éste le ofrece. Respecto a la importancia del Otro, Lafreniere y Cain
(2015) encontraron que niños y adolescentes que han experimentado una pérdida parental,
tienen interacciones al respecto con sus pares. Dichas interacciones pueden incluir las
condolencias por la pérdida experimentada, así como también mostrar preocupación por cómo
se sienten, palabras de consuelo, actos de generosidad o comentarios sobre el progenitor
fallecido, hallazgos que coinciden con lo que esta CR presenta. Además, años atrás Ellis,
Dowrick y Lloyd Williams (2013) en esa misma línea explicaban cómo es que el entorno social
y los grupos sociales a los que pertenece el adolescente representaban redes de apoyo. De esta
manera, el Otro que emerge en esta configuración concuerda con los hallazgos de estudios
anteriores al preocuparse por el Self y representar una fuente de compañía, apoyo y consuelo.
Al mismo tiempo, los hallazgos de esta CR contrastan con los postulados de algunos
autores. En primer lugar, se encuentran Fredman (1997, en Picton, 2013) y Luxmore (2012, en
Picton, 2013), quienes consideran que, al llegar a la adolescencia, los menores pueden empezar
a tomar consciencia del tabú de la muerte. Esto, puede traer consigo el evitar hablar del tema,
generando así, que no compartan sus experiencias al respecto y eviten escenarios en que su
comunicación con otros incluya al fallecido. A diferencia de estos postulados, lo presentado en
esta CR demuestra cómo es que el Self si busca la compañía del Otro, ser reconfortado y
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

tranquilizado por éste, en relación a la pérdida, dando cuenta de la importancia del espacio
vincular o relacional para afrontarla. En segundo lugar, se encuentra el estudio de Harris (1991)
el cual encontró que las personas cercanas al menor, tales como sus familiares, no fueron
reportadas como útiles frente al proceso de duelo, además de encontrar que sus participantes
rara vez conversaban con amigos o familiares sobre la pérdida. En el caso de esta CR, los
episodios relacionales si incluyen a la prima de Sofía y los asistentes al velorio lo que contrasta
significativamente con dicho estudio. Además, otro punto en que los resultados son opuestos
está en base a la sensación del Self sobre el objetivo de la interacción sobre la pérdida. Mientras
los participantes de Harris (1991) consideraban que podían abrumar a sus amigos al hablar
sobre lo sucedido, el Self de esta CR busca conversar sobre dichos temas, logrando expresarse
y encontrando confort en el acercamiento y empatía del otro.
Asimismo, se encontró una segunda CR con los otros significativos denominada “CR-
S5: Self abandonado - Otro que deja (Tabla 12)”. En ella, el Self quiere estar cerca del Otro y
que éste esté de su lado (D). El Otro, se molesta con el Self y lo deja, mientras que busca que
otros también lo dejen (RO). El Self se molesta con el Otro por la actitud que toma, lo echa de
menos (RS) y se siente triste. Esta dinámica relacional ocurre en el pasado con una compañera
del colegio y amigas.
Esta CR puede evidenciarse en la siguiente viñeta. En ella, se puede observar que el
Self quisiera que los demás estén de su lado. En lugar de ocurrir eso se pelean con ella y la
dejan de lado, generando que ella se sienta triste.
“Pasó un malentendido y esta chica trató de alejarme [de mis amigas] [...] no fue mi culpa. La
cosa es que me odiaba, yo también y no sé qué hizo, qué le dijo a mis amigas y mis amigas se
pusieron de su lado. Yo me quedé “asu...” o sea, me alejaron, me hicieron sentir mal” (Sofía)
Tabla 12:
CR-S5: Self abandonado - Otro que deja
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Abandonado, Estar cerca del Se molesta con Molestarse con Conflictivo, que
afligido, dejado Otro, que el el Otro, lo echa el Self, dejarlo abandona al self
de lado Otro lo apoye de menos, se de lado
siente triste

La siguiente CR con los Otros significativos, fue “CR-S6: Self vulnerado – Otro que
violenta” (Tabla 13). En ella, el Self quiere poder estar tranquilo (D). El Otro, es violento contra
49
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

el Self (RO) y el Self reacciona de dos maneras distintas; paralizándose por sentirse incómodo
o atacando (RS). Esta CR se observa en ERs del pasado con un ladrón y con un acosador.

Tabla 13:
CR-S6: Self vulnerado - Otro que violenta
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Vulnerado por Poder estar Se queda Violenta al Self Violento con el
el Otro tranquila paralizada o Self
ataca al Otro

La siguiente viñeta sirve para ilustrar esta CR. Este es un ejemplo de cómo Sofía
reacciona atacando al otro en estos escenarios:
“Saqué mi celular (…) y viene y [un] pata y mete su mano y me lo arrancha. Lo que yo
hice fue… tirarme del carro y perseguirlo y lo insultaba, ‘choro de eme, como te vas a
llevar mi celular, ¿qué te pasa?’ este… y… y seguía persiguiéndolo, yo no me daba
cuenta como que… yo le gritaba, le gritaba, le gritaba, le gritaba, le gritaba” (Sofía)

Por su parte, la cuarta CR con los otros significativos fue denominada “CR-S7: Self que
teme perder al Otro - Otro que falla e intenta reparar” (Tabla 14). En ella, se observa a un Self
que desea pasarla las dificultades problemas. Esta dinámica relacional se presenta en ERs del
pasado y tiene a su grupo de amigas, su mejor amiga y su abuelo como objetos de interacción.

Tabla 14:
CR-S7: Self que teme perder al Otro- Otro que falla e intenta reparar
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Teme perder al Poder pasarla Se expresa, Le falla al Self, Le falla al Self y
Otro bien con el Otro, perdona al Otro, intenta reparar luego se acerca a
dejar de lado los busca resolver la situación éste.
problemas problemas

Esta CR puede verse en la siguiente viñeta:


“[Mi mejor amiga] me escribió como que ‘te extraño’. Dije ‘yo también, pucha te has
puesto de ese lado’. Yo decidí no molestarme con ella porque ya no quería más
problemas, pero lo bueno es que se dio cuenta de que, o sea, soy su mejor amiga, no
puedo como que ponerme en contra, o sea, no puede estar con la otra persona.” (Sofía)
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

En esta viñeta, se evidencia el deseo del Self de mantener una relación con el Otro, a
pesar de los problemas que puedan haber tenido ambos. Además, se puede ver que el Otro
busca reparar la situación en que se encuentran y así, mantener la amistad que tiene con el Self.
Estos resultados coinciden en primer lugar con los hallazgos de Keenan (2014), quien halló
que su participante presentaba poderosos sentimientos de temor ante la posible pérdida de un
Otro. Los hallazgos de Keenan (2014) permitirían pensar que el miedo a perder a un Otro no
es exclusivo al Self de esta configuración, por el contrario, podría postularse que éste es un
fenómeno presente en algunos adolescentes tras el haber experimentado la pérdida parental.
Por último, se encontró una CR llamada “CR-S8: Self que busca hacer lo que quiere -
Otro que pone límites” (Tabla 15). En esta CR, el Self quiere que el otro no le ponga límites
(D). El Otro, por el contrario, la castiga, le levanta la voz y la limita (RO), generando que el
Self reaccione de dos maneras distintas. En una de ellas, se queda paralizado y quiere irse (RS)
y en la segunda, ataca al Otro y se molesta con él. Esta dinámica relacional se presenta en
episodios del pasado con un profesor del colegio y con una señora en la calle. Las siguientes
viñetas muestran los dos matices de esta CR:
“[Estaba con unos amigos en el parque y] llega una señora, ya de edad, que… empieza
como que… a gritarnos ¿no? Como diciendo no sé, ‘drogadictos, dejen de… así ya, dejen
de tomar, dejen de meterse drogas’, cosas así, toda loca la tía. Y… y fue horrible,
comenzó a gritar bien fuerte ‘voy a llamar a serenazgo para que los bote’, que no sé qué.
Yo no me metí […]Yo me quería ir, pero no sabía qué hacer, era [de] noche y no iba a
irme sola […] [Al final] La señora se fue, y nosotros también nos fuimos” (Sofía)

“[En clase, yo] No miraba la pizarra. ‘Núñez… atiende’ yo decía ‘ya profe’, ni caso.
Este… ‘Núñez ¡atiende!’, ‘ya profe, haga su clase, yo sé en qué momento voy a voltear’.
Así como diez veces hasta que me gritó horrible, agarró el parte y me apuntó. (...) dije
‘profesor, pero escúchame, usted no puede apuntarme por algo que yo no quiero hacer.
O sea, si yo no quiero atención a su clase, no quiero aprender, es mi problema, no la de
usted’ me dijo ‘aah sí’, que no sé qué, que no sé qué (...) le agarré mucho odio en verdad,
me daba demasiada cólera que me diga qué hacer. No sé en qué momento. (...) ahí mismo
se puso de boca a boca y yo también”. (Sofía)
51
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Tabla 15:
CR-S8: Self que busca hacer lo que quiere - Otro que pone límites
Elementos de la configuración
Self Otro
D RS RO
Self que busca Que el otro no le Matiz 1: querer Castigar, Otro que pone
hacer lo que diga qué cosas irse, paralizarse ponerle límites límites al Self
quiere no puede hacer Matiz 2: atacar, al self, atacar
molestarse

Ambas viñetas permiten mostrar cómo es que el Self reacciona en este tipo de
situaciones. Mientras que en un caso se paraliza y quiere librarse de esa situación, en el otro
ataca a quien que le está poniendo límites, generando una discusión. Particularmente, respecto
a esta segunda reacción, Meshot y Leitner (1993) encontraron que aquellos adolescentes que
han experimentado la pérdida de uno de sus progenitores mostrarían niveles más altos de ira,
irritabilidad y problemas con otras personas, en comparación con aquellos que no. Punto que
permitiría pensar en este matiz de la CR, donde el Self reacciona con ira en vez de acatar los
límites que le son impuestos. A la par, Tishby, Raitchick y Shefler (2007) obtuvieron resultados
parecidos. A pesar de la diferencia de tiempo mayor a veinte años entre ambos estudios. Los
hallazgos de este segundo estudio podrían ayudarnos a ver que este tipo de dinámica relacional
se presenta con distintos objetos y no solamente con los otros significativos. Este estudio,
encontró el deseo (D) que el Otro le permita al Self ser independiente, RO de controlar al Self
y las RS de molestarse y dar la contra, en episodios que tenían como Otro a los padres (Tishby,
Raitchick y Shefler, 2007). Finalmente, al integrar ambos estudios vemos entonces que esta
clase de respuestas está presente en los adolescentes en general, tanto en aquellos que han
experimentado pérdida parental como en aquellos que no.
52
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Conclusiones
 Los resultados de la investigación coinciden con aquellos pertenecientes a estudios previos,
tanto en el caso de los que fueron realizados décadas atrás como con los más contemporáneos.
 Se puede observar que el CCRT resulta ser un instrumento pertinente para evaluar las
Configuraciones Relacionales tanto para el caso del duelo como para investigaciones cuya
población está compuesta por adolescentes.
 El duelo puede ser entendido como un proceso relacional debido a los cambios que experimenta
el individuo en los vínculos. Estos cambios se evidencian en la relación que tiene con el
progenitor fallecido, el progenitor vivo y con sus otros significativos.
 Como primer tema transversal se encontró que ambos participantes buscaban rescatar lo
positivo de la relación con el progenitor fallecido, rememorando los aspectos que disfrutaban
de ésta y momentos que habían sido importantes para ellos. De igual manera, ambos
participantes manifestaron el D de tener un contacto con el progenitor fallecido y mantener un
vínculo afectivo o cercano.
 En la misma línea que la conclusión anterior, ambos participantes buscaban mantener una
relación con el progenitor fallecido. Sin embargo, este deseo podría deberse a la naturaleza de
los instrumentos utilizados y a la petición de comunicarse con ellos por medio de la carta.
 A pesar de buscar acompañarse del progenitor fallecido y resaltar los aspectos positivos de la
relación, los participantes logran reconocer los aspectos que no disfrutaron o disfrutan de la
relación con su progenitor fallecido. Asimismo, manifiestan rabia y culpa por la pérdida o por
no poder compartir más tiempo con su padre.
 Otro tema transversal está en torno a la relación con el progenitor vivo, que en ambos casos es
la madre. Ambos participantes expresaron la sensación de que sus madres no lograban
sintonizar con ellos y que surgían peleas constantes entre ambos. Renzo y Sofía manifestaron
también a manera de reclamo, la sensación de que ésta no puede cuidarlos y que es incapaz de
leer sus necesidades o deseos. Si bien, en el caso de Sofía esta falta de sintonía podría
comprenderse al ver que su madre también está experimentando un duelo por la pérdida, las
discusiones con ella no son exclusivas a ese periodo.
 En ambos casos se encontró que los aspectos que quedaron irresueltos de la relación con el
progenitor fallecido pueden teñir las relaciones con otras personas durante su vida, lo que varía
de un participante a otro. Para el caso de Renzo, esto se observa en aquellos escenarios en que
siente que el Otro lo engaña o quiere aprovecharse de él, mientras que en Sofía se evidenciaría
en aquellos escenarios en que siente que puede perder al Otro y que luego será muy tarde.
53
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

 En esa misma línea, los aspectos inconclusos del duelo podrían verse explicados por temas de
género además de la misma historia de vida de cada uno de los participantes y el tipo de relación
que mantenía con su padre.
 En relación a los Otros significativos, ambos participantes remarcaron la importancia que tuvo
la presencia y compañía de sus familiares y amigos tras la pérdida. Dicha compañía fue
considerada por ambos tanto en el momento del velorio como tras la recepción de la noticia y
en los días posteriores a la pérdida. Esto evidencia la importancia de los Otros en el momento
en que el individuo logra readaptarse a su vida e interiorizar la pérdida vivida.
 Otro tema transversal es el de la “Conspiración de silencio” de Picton (2013) quien postula que
a los niños y adolescentes no se les habla directamente de la muerte. En el caso de Renzo, él
ve las noticias y es así que se entera de la muerte de su padre, sin que nadie se lo comunique
directamente. Para el caso de Sofía, son la directora y la psicóloga del colegio quienes se lo
dicen. Esto muestra también que en ambos casos el otro progenitor no logra acompañarlo
durante el proceso de duelo
 Una primera diferencia entre ambos casos fue el momento de la adolescencia en que se
encontraban los participantes. Mientras Renzo experimentó la pérdida en la adolescencia tardía,
Sofía lo hizo en la adolescencia temprana, lo que podría dificultar la comparación de resultados
entre ambos.
 Como segunda diferencia se encuentra el tipo de fallecimiento del progenitor. En el caso de
Renzo, los años de enfermedad de su padre permiten que éste se prepare para su muerte, caso
contrario al de Sofía, cuyo progenitor fallece de manera súbita.
 Respecto a las limitaciones, la primera de ellas sería el número reducido de participantes, lo
que puede deberse a distintos factores. En primer lugar, se encuentra el hecho de que muchos
adolescentes son menores de edad y contar con su participación implicaba dificultades éticas,
así como un especial cuidado, motivo por el cual se optó por contar únicamente con
participantes mayores de edad. Como segundo factor se encuentra la dificultad para hablar de
la muerte, aspecto mencionado en más de un momento. El tema de la muerte puede resultar
tabú tanto para el participante como para los progenitores vivos, dificultando el acceso a
conversar del tema y de la experiencia de duelo.
 Otra limitación con la que cuenta el estudio fue el sexo del progenitor perdido. En ambos casos,
el progenitor que falleció fue el padre. Esto, no permitió un contraste entre los participantes
respecto a la pérdida del padre o la madre y las posibles diferencias que esto podría tener.
54
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

 Finalmente, respecto a las consideraciones para estudios futuros, como punto de partida se
recomendaría ampliar el número de participantes. Un mayor número de participantes permitiría
conocer a profundidad el tema estudiado y ampliar los conocimientos al respecto debido a la
poca investigación que se ha realizado y a la falta de investigaciones que incluyan el duelo, la
adolescencia y las Configuraciones Relacionales.
 Como segunda recomendación, se propone incluir participantes que hayan perdido también a
la madre, de manera que se pueden evaluar los cambios en la relación con el progenitor vivo
cuando éste es el padre y el proceso de duelo por la pérdida maternal.
 Una tercera recomendación sería ampliar los hallazgos con estudios posteriores, considerando
la riqueza de información que puede proveer el diseño de estudio seleccionado. Esta ampliación
podría detenerse en solo uno de los aspectos de los resultados; el proceso de duelo, las
relaciones con los progenitores, el vivo y el fallecido o con los otros significativos.
 Finalmente, se recomendaría realizar un estudio longitudinal con el objetivo de evaluar si las
Configuraciones Relacionales varían a lo largo de la adolescencia o cómo el proceso de duelo
es vivenciado por los participantes en distintas etapas de su desarrollo.
55
Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Apéndice A: Consentimiento informado

El propósito de este consentimiento es proveerte de información sobre la investigación de la


que participará, los objetivos de la misma y tus derechos como participante.

Yo, ________________________________, estoy de acuerdo en participar voluntariamente


en la investigación que será realizada por Alvaro Alcalá, alumno de la Facultad de Psicología
de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Tengo conocimiento que esta investigación es
parte de su formación académica y es supervisada por la docente Doris Argumedo como parte
del curso Seminario de Tesis en Psicología Clínica.

He sido informado que el objetivo de la presente investigación es conocer el proceso de duelo


de aquellas personas que experimentaron la muerte de alguno de sus progenitores durante su
adolescencia y comprender a partir de ello sus experiencias relacionales actuales.

Entiendo que mi participación implicará cuatro reuniones de una hora aproximadamente en las
que se indagará por la experiencia de pérdida parental durante la adolescencia y mis
experiencias relacionales actuales. Las entrevistas realizadas serán grabadas en audio y luego
transcritas por el investigador a cargo, el cual se compromete a no revelar la identidad de los
participantes en ningún momento de la investigación.

Ello implica garantizar la restricción del acceso al audio de parte de personas ajenas a la
investigación, así como la modificación los datos necesarios para resguardar la identidad de los
participantes en las transcripciones de los audios.

Comprendo que podré retirarme del proceso en el momento que lo desee, sin que esto signifique
perjuicio alguno para mi persona. Al mismo tiempo, puedo realizar todas las preguntas que
considere necesarias en cualquier momento durante mi participación.

Soy consciente de que los audios y las transcripciones serán guardados con códigos encriptados
garantizando la seguridad por motivos de auditoría hasta que la investigación culmine.

Para cualquier información adicional y/o dificultad, puedo contactarme con la Mg. Doris
Argumedo, al correo [email protected]

Lima, _____ de ____________ del 2019

Firma del participante Firma del alumno


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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Apéndice B: Ficha sociodemográfica


Pseudónimo: ____________

Edad: _____________

Sexo: Hombre ___ Mujer ___

Género: ___________

Posición ordinal entre hermanos ________

Personas con las que vive: Padre ___ Madre ___ Hermano(s)_____ Otro(s) ______________

Grado de instrucción:
Secundaria incompleta _____
Secundaria completa _____
Educación técnica incompleta _____
Educación técnica completa _____
Educación superior incompleta _____
Educación superior completa _____
Pérdida que experimentó: Padre____ Madre____

Edad que tenía al momento de la pérdida __________


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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Apéndice C: Consigna carta para el progenitor fallecido

Consigna: Por favor, escríbele una carta a tu _____. En esta carta, eres libre de hablarle como
quieras, pero de todas maneras pregúntale por algo que quisieras saber, algo que recuerdes o
algo que quisieras decirle. Por favor, también dile que fue lo más fácil y lo más difícil del
proceso de duelo. Ten una copia de esta carta lista para la próxima reunión que vayamos a
tener. Una vez que acabe con la investigación, te devolveré esta copia.
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Apéndice D: Entrevista semiestructurada:

Consigna: A propósito de haber redactado esta carta, te haré algunas preguntas

Preguntas tentativas en base a la información de la carta


Preguntas sobre el vínculo con el progenitor perdido a propósito de este medio de
comunicación con este.
1. ¿Cómo te has sentido?
2. ¿Cómo te sentiste al redactar la carta?
3. ¿Qué tan fácil o difícil ha sido?
4. ¿Esperabas redactar algo así? ¿Ya lo habías hecho antes?
5. ¿Te ha sorprendido algo de lo que redactaste?

Vínculo con el progenitor fallecido


6. Cuéntame cómo era tu padre
7. ¿Cómo era tu vínculo antes de la pérdida?
8. ¿Qué tan presente o ausente está tu padre en tu vida actualmente?
9. ¿Sientes su ausencia?
10. ¿Tienes algunos recuerdos significativos? ¿Puedes contarme alguno? Trata de describirme
cuándo fue, dónde fue y cómo fue.
11. ¿Qué actividades recuerdas haber hecho con él?

Proceso de duelo
12. ¿Cómo te sentiste a lo largo del proceso de duelo?
13. ¿Hay algo significativo que recuerdes del proceso?
14. ¿Cómo te enteraste que había fallecido? ¿Quién te lo dijo?
15. ¿Qué recuerdas de ese momento en particular?
16. ¿Cómo te sentías en ese momento?
17. ¿Quiénes estaban contigo en ese momento?
18. ¿Cómo cambió tu vida ante la pérdida?

Preguntas tentativas en el caso de no haber redactado la carta


Preguntas sobre la carta
1. ¿Intentaste redactar la carta? ¿Por qué te detuviste?
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

2. ¿Qué pensaste al intentar hacerlo?


3. ¿Cómo te sentiste al pensar en hacerlo?
4. ¿Por qué crees que te costó tanto redactarla?
5. ¿Alguna vez habías intentado redactar una carta parecida? ¿Qué te motivó a hacerlo?

Vínculo con el progenitor fallecido


6. ¿Cómo era tu vínculo con tu padre?
7. ¿Consideras que actualmente tienen un vínculo? ¿Cómo es?
8. ¿Consideras que actualmente está presente o ausente?
9. ¿Podrías contarme algo que quisieras preguntarle a tu padre?
10. ¿Qué te llevó a querer preguntarle eso?
11. ¿Podrías contarme algo que quisieras decirle a tu padre?
12. ¿Qué te llevó a querer decirle eso?
13. ¿Podrías contarme algo que recuerdes de tu padre?
14. ¿Por qué recordaste esto?
15. ¿Recuerdas alguna actividad que hacían juntos? Si puedes, dame un ejemplo de una situación
concreta. Cuéntame cómo te sentiste en ese momento, dónde fue y cuándo fue

Proceso de duelo
16. ¿Cómo te sentiste a lo largo del proceso de duelo?
17. ¿Hay algo significativo que recuerdes?
18. ¿Cómo te enteraste?
19. ¿Qué recuerdas de ese momento en particular?
20. ¿Quiénes estaban contigo en ese momento?
21. ¿Cuál fue la parte más complicada de la pérdida? ¿Por qué?
22. ¿Cuál fue la parte más fácil de la pérdida? ¿Por qué?
23. ¿Cómo cambió tu vida después de la pérdida?
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Duelo y experiencias relacionales en adolescentes

Apéndice E: Consigna RAP

Por favor cuéntame sobre algunos incidentes o eventos, que te involucren a ti y a otra persona.
Esta otra persona puede ser quien tú quieras. Cada uno de ellos debe ser un incidente específico.
Para cada uno, menciona cuándo ocurrió, quién fue la otra persona con la que ocurrió, algo de
lo que la otra persona dijo o hizo y lo que tú hiciste o dijiste, qué pasó al final y en qué momento
de la narrativa surgió el evento. La única condición es que sea un evento que fue personalmente
importante o un problema para ti de alguna manera. Cuéntame diez de estos eventos y para
cada uno tómate entre tres y cinco minutos, yo te avisaré cuando el tiempo esté por acabar. Por
favor, siéntete con la mayor comodidad posible para que me puedas contar esto de la misma
manera en que lo harías con alguien que quiere llegar a conocerte.

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