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Primera Guerra Mundial

El documento describe las causas profundas y antecedentes diplomáticos que llevaron a la Primera Guerra Mundial, incluyendo el imperialismo, la carrera armamentística, y el sistema de alianzas entre potencias como la Triple Alianza y la Triple Entente.

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Tema 1

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL


Ángel Herrerín López

1. El detonante

El 28 de unio de 1914, un oven nacionalista serbio de 19 años, Gavrilo


Princi, vinculado a la organización clandestina “Mano Negra” asesinaba
en Saraevo al heredero del trono austro-húngaro archiduque Francisco Fer-
nando y a su esosa, la duquesa Sofía Chotek. El 23 de ulio, es decir, casi un
mes desués del atentado, Austria-Hungría daba un ultimátum de 48 horas a
Serbia ara que reconociera su articiación en el asesinato, ermitiese que
su olicía investigase en territorio serbio y rohibiera la existencia de orga-
nizaciones nacionalistas como la resonsable del asesinato. Cinco días más
tarde Austria-Hungría declaraba la guerra a Serbia ante la negativa de ésta a
acetar tan humillantes condiciones. El 30 de ulio, Rusia, en aoyo a Serbia,
movilizó sus troas, acción que imlicaba la declaración de guerra a Austria-
Hungría. Al día siguiente, Alemania, que tenía rmado un acto con Austria-
Hungría, exigió a Rusia la detención de sus eércitos, ero la negativa del Zar,
Nicolás , suuso la movilización del eército alemán y, en consecuencia, la
declaración de guerra entre Alemania y Rusia. Francia, que tenía un acuerdo
con Rusia, movilizó sus troas. El 3 de agosto Alemania declaró la guerra
a Francia, y su eército comenzó a invadir Bélgica. Gran Bretaña, aliada de
Rusia y Francia, se veía además comrometida or un acuerdo con Bélgica
como defensora de su libertad rmado en 1839, así que Gran Bretaña declaró
la guerra a Alemania. En los días siguientes, Austria-Hungría declaraba la
guerra a Rusia, Francia y Gran Bretaña.
Aunque el atentado del heredero al trono de Austria-Hungría ha sido con-
siderado como el detonante que rovocó la Primera Guerra Mundial, y los
acontecimientos roducidos en cascada señalados más arriba ueden ser con-
siderados como las causas róximas del conicto, es necesario analizar una
serie de causas rofundas que se encuentran en el origen de la que ha sido
denominada como la “Gran Guerra”.

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 21


2. Causas profundas y antecedentes diplomáticos

La guerra fue el resultado nal de varias causas: el enfrentamiento erma-


nente entre los imerios, el sistema de alianzas entre otencias y el avisero
nacionalista en que se habían convertido los Balcanes, que rovocó, como
hemos visto, una reacción en cadena de movilizaciones de troas y declara-
ciones de guerra.
Euroa, a nales del siglo  y rinciios del , concentraba el mayor
oder económico y militar del laneta. La revolución industrial, iniciada en
Inglaterra, se había extendido or el continente, mientras que la economía
funcionaba conectada en todo el mundo. El fuerte desarrollo económico y
cientíco de la éoca estaban íntimamente ligados con el desarrollo del ime-
rialismo. Los aíses industrializados necesitaban la imortación de materias
rimas y la exortación de sus artículos ara mantener su crecimiento econó-
mico, ero también la colocación de los excedentes de caital ara obtener
mayores benecios. En el contexto internacional, Gran Bretaña era el imerio
más oderoso con una suerioridad militar indiscutible en el mar. Aunque
Alemania, con un fuerte crecimiento económico, reclamaba una osición
destacada en el exansionismo colonial. La necesidad de cada otencia de
hacerse con nuevos mercados, controlar una serie de territorios que le ermi-
tiera mantener su desarrollo económico y onerlos a salvo de osibles inter-
venciones de otros aíses rovocó el incremento de la industria de guerra y
dio lugar a un fuerte militarismo en los aíses imerialistas. De hecho, en el
cambio de siglo se rodueron varios enfrentamientos en los que el roblema
colonial se encontraba entre las causas rinciales: la guerra de los Boers, en
Sudáfrica –entre los colonos neerlandeses y el Imerio Británico–, en la que
el litigio era las minas de oro y diamantes; y la guerra de los boxers en China,
levantamiento con un fuerte cariz antioccidental –anticolonial– motivado or
las inusticias que sufría la oblación.
Por otro lado, dos nuevas naciones irrumían con fuerza en el colonia-
lismo internacional: EE.UU. y Jaón. Estados Unidos venció a Esaña en una
guerra desigual en 1898, arrebatándole las colonias de Cuba, Puerto Rico,
Filiinas y la isla de Guam; or su arte, Jaón derrotó a Rusia en 1905, en el
rimer gran enfrentamiento entre grandes otencias desde 1870. La victoria
aonesa, al tiemo que suuso una sorresa ara el mundo occidental, sig-
nicó el comienzo de la exansión del aís nión or el continente asiático,
que tuvo una de sus rimeras manifestaciones en la ocuación de Corea en
1910. Para Rusia, la derrota suuso el inicio de imortantes revueltas que
rearaban la revolución de 1917. En este contexto, Alemania inició, en 1898,
la construcción de una escuadra que le ermitiera cometir con la inglesa, cir-
cunstancia que uso en alerta al resto de aíses y generó toda clase de recelos
y rivalidades con Gran Bretaña.

22 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


Este imerialismo, con su consiguiente carrera armamentística y la des-
conanza que generaba, facultó la organización de alianzas con el obetivo de
dar cierta estabilidad al sistema ante la inexistencia de organismos internacio-
nales que mantuviera el equilibrio existente. El fuerte desarrollo económico
alemán y su consiguiente exansión en África llenaron de reticencias no sólo
a los ingleses, sino también a los franceses, que no olvidaban la érdida de
Alsacia y Lorena anexionadas or Alemania en la guerra de 1871. En conse-
cuencia, el canciller alemán, Otto Von Bismarck, antes de su retiro en 1890,
quiso asegurar la unidad y roseridad alemana –ara lo que era necesaria
la az en el continente– mediante la constitución de una alianza militar con
Austria-Hungría, a la que se sumó Italia en 1882. Esta Trile Alianza acordó
que si uno de los aíses rmantes entraba en guerra con otras otencias, los
otros le aoyarían en el conicto. Bismarck alcanzó otro acuerdo con Rusia,
enemiga de Austria-Hungría en los Balcanes, ara asegurar aún más esta az
tan necesaria a sus intereses. Sin embargo, tras el retiro del gran estadista, los
alemanes abandonaron este último acto, circunstancia que fue arovechada
or Francia ara llegar a una alianza con la Rusia zarista en 1894.
A rinciios de siglo, en leno desarrollo económico y militar alemán,
ingleses y franceses abandonaban sus contenciosos coloniales y, ante el
emue germano, rmaban una “entente cordiale” que, aunque no aseguraba
su imlicación en caso de conicto bélico, estrechaba sus relaciones. Además
Francia facilitó la aroximación entre Gran Bretaña y Rusia, que en 1907 r-
maban en San Petersburgo una “entente” que limitaba sus esferas de inuen-
cia en Persia y Afganistán. Así que el doble acuerdo franco-ruso y anglo-ruso
facultó la actuación conunta de los tres aíses en lo que se denominó la Trile
Entente. A diferencia de la Trile Alianza, los aíses de la Entente no adqui-
rieron ningún comromiso en caso de conicto bélico. Por su arte, Italia se
fue aleando del acuerdo rmado con Alemania y Austria-Hungría, y acer-
cándose a Francia e Inglaterra, con el obetivo de salvaguardar sus intereses
en el Mediterráneo. Por tanto, al inicio de la segunda decena del siglo , el
sistema de alianzas dividía a Euroa en dos bandos: or un lado, Alemania y
Austria-Hungría; y, or otro, la Entente entre Gran Bretaña, Francia y Rusia.
Esta situación suonía que cualquier incidente, indeendiente de su
magnitud, fuera tomado como una rueba de fuerza or los dos gruos y,
en consecuencia, suscetible de convertirse en un enfrentamiento armado de
grandes roorciones. La situación fue esecialmente eligrosa en el dominio
de Marruecos, con una olítica alemana agresiva que intentaba debilitar el
entendimiento entre Francia y Gran Bretaña mediante el ataque a los intereses
coloniales franceses; ero también en los Balcanes, donde los nacionalismos
imerantes incitaban al enfrentamiento entre Rusia y Austria-Hungría.
En Marruecos hubo dos crisis; en la rimera el kaiser Guillermo  de
Alemania ronunció un discurso en Tánger, dentro de una visita al sultanato
alauíta en 1905, en la que defendió la indeendencia de Marruecos frente a los

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 23


intereses coloniales de Francia y Esaña, y reclamó la libertad de comercio
en la zona. A requerimientos de Alemania, se convocó una conferencia inter-
nacional en Algeciras, en enero 1906, donde los alemanes intentaron frenar
la exansión francesa en la zona. Sin embargo, el Acta de Algeciras, rmada
en el mes de abril, acetaba la división del territorio marroquí entre Francia
y Esaña, con el benelácito del resto de otencias euroeas. Alemania, que
sólo contó con el aoyo de Austria-Hungría, veía sus intereses doblegados,
con la única satisfacción de contar con una olítica de “uertas abiertas” en
territorio marroquí. La actuación alemana había conseguido lo contrario de
lo que retendía: que Gran Bretaña estrechara sus lazos con Francia, cuyos
intereses defendió en todo momento durante la conferencia.
En 1911, la entrada de la cañonera alemana Panther en Agadir or el
incumlimiento de los acuerdos de Algeciras –en concreto argüían la ocu-
ación de las ciudades imeriales de Fez y Meknés or los franceses–, ro-
vocó otra situación extremadamente eligrosa. La crisis se sueró con el reco-
nocimiento or arte de Alemania de los derechos coloniales de Francia en
Marruecos, a cambio de concesiones territoriales en el Congo francés. Los
recelos ante el exansionismo alemán crecían en Francia y Gran Bretaña, lo
que facilitaba el estrechamiento de relaciones entre ambos aíses.
En los Balcanes, el nacionalismo serbio salía en defensa de los eslavos que
vivían dentro de los imerios austro-hungaro y otomano. Por su arte, Rusia,
que había visto cortada su exansión en Oriente or la humillante derrota ante
Jaón en 1905, había vuelto su mirada hacia Euroa, en concreto a los Bal-
canes, donde, además de tener sus roios intereses, aoyaba a Serbia, motor
nacionalista de los eslavos del sur, lo que amenazaba la integridad del Imerio
Austro-Húngaro. En 1908, Austria-Hungría se anexionaba Bosnia-Herzego-
vina, con lo que desbarataba las retensiones serbias. Rusia, tremendamente
debilitada or su derrota en Oriente y los conictos internos, no udo aoyar
en esta circunstancia a Serbia, or lo que ambos aíses tuvieron que acetar
la fuerza de los hechos.
En 1912, las reivindicaciones de Grecia, Serbia y Bulgaria sobre Macedo-
nia enfrentaron a estos aíses con Turquía, que en esos momentos se encon-
traba en guerra con Italia or Tríoli y las islas del Dodecaneso. Turquía fue
vencida fácilmente, ero surgieron diferencias entre los vencedores a la hora
del rearto. Así que en 1913, exlotó la segunda guerra de los Balcanes. Gre-
cia y Serbia declaraban la guerra a Bulgaria, que retendía agrandar la zona
obtenida en Macedonia. Rumanía y Turquía vieron la oortunidad de recue-
rar osiciones y se unieron a la guerra contra Bulgaria. El Tratado de Bucarest
de 1913 certicaba la derrota de Bulgaria; y la consiguiente ocuación or
arte de Rumanía de antiguos territorios en litigio, mientras que Grecia y Ser-
bia se reartían Macedonia. De todas formas, Serbia, a esar de las ventaas
territoriales obtenidas, veía frustrados sus intentos de obtener una salida al
mar, ues si bien había ocuado Albania durante el conicto, en la az tuvo

24 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


que acetar la constitución en este aís de un reino indeendiente, condición
imuesta or las otencias y que reforzaba la osición austro-hungara. Des-
ués de esta segunda guerra, nadie estaba verdaderamente satisfecho de su
resultado: Austria-Hungría, orque veía el engrandecimiento de Serbia; ésta
orque no había conseguido lo que se roonía; y Rusia orque, nuevamente,
su aoyo al exansionismo serbio se había visto mancillado or la victoria
dilomática austro-húngara. En n, el equilibrio entre Rusia y Austria-Hun-
gría se romía con la fuerte conictividad en la zona de los Balcanes, conse-
cuencia del nacionalismo imerante.
Los Balcanes se convirtieron en el olvorín de Euroa en un momento
en el que otros asuntos de mayor calado, como hemos visto, estaban latentes.
El asesinato del heredero del trono de Austria-Hungría, el archiduque Fran-
cisco Fernando en Saraevo, en unio de 1914, fue la chisa que conduo al
continente euroeo a un conicto bélico que, con el aso del tiemo, llegó a
tener una dimensión mundial.

3. La oposición a la guerra

La reacción en cascada de las otencias ante la declaración de guerra de


Austria-Hungría a Serbia no se uede entender como un deseo irrefrenable de
las otencias a enfrentarse en un conicto armado. De hecho, en los rimeros
momentos hubo intentos dilomáticos que retendieron desactivar la tensión.
Alemania intentó frenar a Austria-Hungría, al tiemo que Francia hacía lo
roio con Rusia, mientras que Gran Bretaña romovía la realización de una
conferencia internacional ara buscar una salida al conicto. Pero las osicio-
nes intransigentes de Austria-Hungría y Rusia arrastraron al resto de oten-
cias a una guerra que desde hacía tiemo era motivo de discusión en cada
uno de los aíses. Se uede decir que aunque la inmensa mayoría de la gente
quería la az, desde hacía años se veía la guerra como un hecho irremediable.
La oosición más imortante a la guerra rovino desde las las socialistas.
Los artidos socialistas se habían integrado aulatinamente en la estructura de
los aíses nacionales, or lo que, llegado el conicto, sus militantes tuvieron
que enfrentarse a la difícil tesitura de decidir entre las bases ideológicas y la
llamada de la nación. No faltaron las advertencias en contra de la guerra rea-
lizadas or líderes socialistas euroeos en sus diferentes aíses. Advertencias
que recogió la ii Internacional en el congreso celebrado en Stuttgart, en 1907,
donde señalaba su oosición a cualquier conicto armado. Entre los líderes
socialistas más activos en contra de la guerra cabe destacar al francés Jean
Jaurès, osición que le costó la vida a manos de un nacionalista francés en
París en ulio de 1914. De todas formas, a esar de la oosición de los socialis-
tas, los obreros franceses no odían abstraerse de su nacionalismo, y no olvida-

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 25


ban la afrenta de Alsacia y Lorena en oder
de Alemania. Circunstancias que no fueron
aenas al artido socialista francés según
avanzaban los acontecimientos; de hecho
sus dirigentes Guesde y Vaillant, en un
rinciio contrarios a la guerra, formaron
arte del gobierno de unidad francés ara
afrontar el conicto en agosto de 1914.
En Alemania, el enfrentamiento entre
los miembros del Partido Socialista Ale-
mán (SPD) fue en aumento según evolu-
cionaban los acontecimientos y el desa-
rrollo económico y la exansión colonial
de su aís se hacían atentes. Así, en los
años revios al conicto, sólo una minoría,
entre los que se encontraban Karl Liebk-
necht y Rosa Luxemburgo, se ousieron
taantemente a la guerra, mientras que sus
comañeros de artido y la masa obrera, en
general, eran roclives al orgullo nacional
que invadía la sociedad alemana. El SPD se
ouso en diferentes congresos de la Inter-
nacional Socialista a convocar la huelga
general en su aís si se declaraba la guerra.
El líder socialista francés Jean Jaurès Con el inicio de la contienda los sindicatos
alemanes hicieron fe exlícita de su deber
nacional y los socialistas alemanes mostraron su aoyó al gobierno.
En Inglaterra, los laboristas roclamaron su oosición a la guerra y vota-
ron en contra de los resuuestos destinados al conicto en el Parlamento.
Sin embargo, la mayoría de los obreros británicos hicieron recticar a sus líde-
res y aoyaron el inicio de la contienda. Los laboristas entraron en el gobierno
a nales de 1916. En denitiva, los sentimientos nacionalistas en toda Euroa
se imusieron a los lanteamientos socialistas, y, llegado el momento, los tra-
baadores de todo el mundo ocuaron su uesto en la trinchera del atriotismo
y abandonaron la de la unidad de clase.

4. El desarrollo de la contienda

Cinco otencias distribuidas en dos bandos comenzaron el conicto: or


un lado, las otencias centrales, Alemania y Austria-Hungría; or el otro, los
aliados con Francia, Gran Bretaña y Rusia. En los meses y años siguientes se

26 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


fueron incororando aíses que dieron a la guerra un carácter mundial. En el
mismo mes de agosto de 1914, Jaón entraba en el bando de los aliados; mien-
tras que Turquía hacía lo roio en el de los aíses centrales en octubre del
mismo año; al igual que Bulgaria, en setiembre del año siguiente. En mayo
de 1915, Italia ingresaba en el bando aliado, mientras que en marzo y agosto
de 1916 lo hacían Portugal y Rumanía, resectivamente. La decisiva entrada
en el conicto de EE.UU. tuvo lugar en abril de 1917, y dos meses desués
Grecia comletaba la nómina de aíses adheridos a los aliados. El resto de los
aíses euroeos mantuvieron la neutralidad. Esaña fue uno de ellos, aunque
la sociedad esañola mostró sus referencias. En general, las fuerzas conser-
vadoras se osicionaron a favor de las otencias centrales, mientras que los
rogresistas aoyaron a los aliados. Los socialistas se situaron, en un rinci-
io, en contra de la guerra, aunque durante el desarrollo de la contienda se
inclinaron, mayoritariamente, al lado de Francia e Inglaterra como defensores
de la democracia, ero también orque veían en su victoria la lucha or la
libertad de los ueblos orimidos y orque en su seno llevaban, según defen-
dían, el germen de la revolución.
La osición de Alemania entre dos aíses enemigos, Francia y Rusia, la
hacía artir con cierto grado de inferioridad al tener dos frentes abiertos a
ambos extremos de sus fronteras. El Estado Mayor alemán ya había reexio-
nado sobre esta circunstancia en fecha tan temrana como 1892. El Plan
Schlieffen, que tomaba el nombre del efe del alto mando militar alemán en
aquel momento, reveía un ataque ráido contra Francia a través de Bélgica
y Luxemburgo que hiciera caitular al aís galo en oco tiemo ara, de este
modo, atender en exclusiva el frente ruso. Alemania uso en marcha el Plan
Schlieffen en agosto de 1914. La enetración de las troas alemanas en Fran-
cia or Bélgica y Luxemburgo fue muy ráida, y en ocos días llegaban al río
Marne, róximo a París. Este avance tan fulminante hizo ensar al resonsa-
ble militar alemán, general Moltke, que había conseguido una ventaa deni-
tiva en el frente occidental y, en consecuencia, decidió trasladar efectivos al
frente oriental, donde los rusos avanzaban. Sin embargo, el general francés
Joffre, con el aoyo de fuerzas inglesas, contraatacó y logró estabilizar el
frente. La victoria franco-inglesa en la batalla del Marne, entre el 5 y el 12 de
setiembre, signicó la retirada de los alemanes hasta el río Aisne, en Lorena.
Los dos eércitos se dirigieron en una marcha aresurada hacia el mar, con
la idea de ocuar los rinciales uertos de la costa. Esta circunstancia ro-
vocó la construcción de una larga línea de trincheras que iba desde el Mar del
Norte a Suiza, donde quedaron araetados e inmovilizados los dos eércitos
durante casi cuatro años.
En el frente oriental, los rusos lograron enetrar en Prusia, ero la lle-
gada de efectivos alemanes desde occidente facultó las victorias alemanas
en las batallas de Tannenberg, en agosto, y de los Lagos Masurianos, al mes
siguiente, con lo que Prusia quedó liberada. El eército ruso logró avanzar
más al sur, en Galitzia, ero un contraataque osterior de las fuerzas centra-

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 27


les estabilizó el frente. Por su arte, los serbios lograron detener la invasión
austro-húngara. Es decir, que el frente oriental también quedó estabilizado.
La guerra de movimientos había dado aso a una guerra de osiciones, donde
las trincheras se convirtieron, con el aso del tiemo, en la imagen de la Gran
Guerra ara las generaciones venideras.
En agosto, Jaón había entrado en guerra contra Alemania, con el n de
aoderarse de sus zonas de inuencia en China y sus colonias en el Pacíco
–las islas Marshall y las Carolinas–, ero también ara extender su dominio
en el Leano Oriente. En enero de 1915, convertía a Manchuría y China del
norte en su rotectorado. Pocos meses antes, en octubre de 1914, barcos tur-
cos bombardeaban uertos rusos en el Mar Negro. Los aliados declaraban
la guerra a Turquía que, de esta forma, equilibraba la balanza al unirse a las
otencias centrales y creaba una reocuación añadida a Inglaterra or su
roximidad a los dominios ingleses de Egito y la India. Así que en 1915 la
guerra ya se había mundializado.
La batalla en el mar, que sería determinante ara la entrada de EE.UU. en
la contienda, había rovocado las rimeras escaramuzas entre unidades de las
dos armadas más oderosas, la inglesa y la alemana. Gran Bretaña atrullaba
las costas alemanas con el obetivo de evitar la entrada de cualquier tio de
mercancías. Esta situación rovocó las rimeras queas de aíses neutrales,
entre ellos EE.UU., que defendían el derecho de libre comercio en los mares
de roductos que no tuviesen una utilidad militar.
Los eércitos aliados atacaron en las zonas de Chamagne y Artois, ero
no obtuvieron resultados areciables. Aunque sí cosecharon un imortante
éxito dilomático al sumar a Italia a su bando, revia romesa de imortantes
concesiones territoriales una vez acabada la guerra, según un acuerdo secreto
rmado en Londres. La entrada de Italia en la contienda era imortante ues
abría un nuevo frente al sur de Austria-Hungría. Las otencias centrales com-
ensaron el desequilibrio con la inclusión de Bulgaria, a quien se rometió,
igualmente, benecios territoriales.
Alemanes y austro-húngaros decidieron atacar la arte más débil del bando
aliado: Rusia. Allí concentraron, desde la rimavera de 1915, su esfuerzo
bélico, y fueron ocuando lugares como Galitzia, Polonia y Lituania, llegando
hasta las uertas de Ucrania. Además de las érdidas territoriales, el eército
ruso había sufrido la baa de cerca de 2 millones de hombres, entre muertos,
heridos y risioneros, al tiemo que emezaban a escasear el armamento y
los víveres. Los aliados, con la idea de conectar con los rusos y aliviar su
situación, lanzaron una fuerte ofensiva en Turquía, que tuvo su unto más
imortante en la enínsula de Gallíoli, en abril de 1915. Allí desembarca-
ron cerca de 450.000 hombres, en su mayoría de nacionalidad australiana
y neozelandesa. El resultado de la oeración fue un auténtico fracaso ues,
además de no conseguir el obetivo, 150.000 hombres murieron o resultaron
heridos tras más de ocho meses de infructuosa batalla. A nales de 1915, los

28 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


eércitos centrales ocuaban Serbia, Montenegro y Albania, mientras que Bul-
garia entraba en Macedonia.
Por su arte, los submarinos alemanes, en resuesta a la actuación de la
armada inglesa, comenzaron el bloqueo de las islas británicas en febrero de
1915. En mayo, el barco de asaeros Lusitania, que hacía el recorrido entre
N. York y Liverool, fue hundido con el resultado de cerca de 1.200 asaeros
muertos, de los cuales más de un centenar eran de nacionalidad estadouni-
dense. El residente norteamericano, Woodrow Wilson, advirtió a los alema-
nes de que cualquier otro acto de esta naturaleza sería considerado or su aís
como “deliberadamente inamistoso”. Los alemanes recticaron y durante dos
años utilizaron sus submarinos de forma más restringida.
A esar de los grandes avances de las otencias centrales en el frente
oriental, ambos bandos sabían que la batalla denitiva se iba a roducir en la
zona occidental. Los alemanes atacaron, en febrero de 1916, Verdún, fortaleza
que fue conada al general Petain, quien acuñó el famoso “no asaran” –lema
utilizado durante la guerra civil esañola en el Madrid reublicano ante el
ataque de las fuerzas rebeldes dirigidas or Franco–. Los bombardeos de la
artillería y los ataques de la infantería alemana fueron constantes durante los
seis meses que duró el asedio. La resistencia de Verdún se convirtió en un
emblema del nacionalismo francés, y desemeñó un imortante ael si-
cológico entre los combatientes galos. De todas formas, las érdidas fueron
excecionales ara ambos bandos, ues sufrieron cerca de medio millón de
baas cada uno. Los aliados diseñaron un fuerte ataque en el río Somme, con
el obetivo de aliviar el cerco sobre Verdún, aunque los lanes tuvieron que
ser alazados. Cuando comenzó la batalla del Somme, en el mes de ulio, los
bombardeos de la artillería aliada se combinaron con la utilización de carros
de combate ingleses y oleadas de soldados de infantería. En los cuatro meses
que duró la batalla, los eércitos aliados sólo lograron avanzar unos ocos kiló-
metros, aunque las baas fueron también excecionales: cerca de 500.000 sol-
dados alemanes y unos 600.000 entre franceses e ingleses. El frente occidental
continuaba estancado. Sin embargo, las troas rusas iniciaron, en unio de
1916, un fuerte ataque en el frente oriental, que obligó a los alemanes a retirar
troas de Verdún, lo que suuso el rinciio del n del cerco sobre la ciudad
francesa. A esar del ráido avance de los rusos, que lograron hacer más de
400.000 risioneros alemanes, un duro contraataque les hizo relegarse y er-
der cerca de un millón de combatientes.
Entretanto, la guerra en el mar continuaba sin grandes batallas navales
hasta el enfrentamiento en Jutlandia. La lucha entre las escuadras de Alema-
nia y Gran Bretaña tuvo lugar enfrente de las costas de Dinamarca el 31 de
mayo y el 1 de unio de 1916. La mayor batalla naval de la Primera Guerra
Mundial no tuvo un vencedor claro, con lo que el oderío inglés en el mar
continuaba en ie y, lo que era eor ara Alemania, con el bloqueo que tanto
daño estaba haciendo a su economía.

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 29


Pero la guerra también se decidía en las maniobras dilomáticas que
ambos bandos usieron en marcha desde rácticamente el inicio de la con-
tienda. Aliados y aíses centrales no erdían la ocasión de dirigirse a los
gruos descontentos que se encontraban en los territorios controlados or el
bando enemigo. Los aliados ofrecían la indeendencia a las minorías nacio-
nalistas que oblaban los territorios del imerio austro-húngaro. Los ingleses
rovocaron, con el famoso coronel T.E. Lawrence –“Lawrence de Arabia”–,
una insurrección de las tribus árabes contra el imerio otomano; lo que no
les imidió rometer, en la nota de Balfour de 1917, la constitución de una
nación udía en Palestina. Por su arte, Alemania rometía una Polonia inde-
endiente, incitaba el nacionalismo ucraniano y romovía la insurrección en
Egito o aoyaba a los irlandeses contra Inglaterra y a los argelinos contra
Francia. Hasta buscaba aoyos más allá del Atlántico, en las mismas uertas
de EE.UU. El secretario de Estado alemán ara Asuntos Extraneros, Arthur
Zimmermann, envió un telegrama, en enero de 1917, a la legación alemana
en Ciudad de México en el que se informaba al residente del aís azteca que
si EE.UU. entraba en guerra con Alemania, ésta aoyaría a su aís ara que
recuerara las érdidas territoriales del conicto que en 1848 había mante-
nido con su vecino del norte. El telegrama, que fue enviado también al emba-
ador alemán en Washington, fue intercetado y ublicado or los eriódicos
estadounidenses, causando una fuerte reocuación en la oinión ública nor-
teamericana. A esar de todo, el ueblo estadounidense, según interretaban
sus dirigentes, no quería entrar en guerra. Así lo entendió Wilson cuando en su
reelección, en noviembre de 1916, rometió mantener a EE.UU. al margen de
la contienda. De hecho, el residente norteamericano rotagonizó dos inten-
tos de az en el cambio de año, una solución al conicto en la que todos los
imlicados udieran salvar su honor, “una az sin victoria”. Pero tanto aliados
como otencias centrales quisieron imoner unas condiciones tan sumamente
duras al contrario que imidieron cualquier tio de acuerdo.
A estas alturas del conicto lo cierto era que los largos años de gue-
rra hacían mella tanto en los rinciales dirigentes como en la oblación.
El emerador Carlos i de Austria, durante 1917, realizó varios contactos con
Francia ara lograr una az or searado ara el Imerio. Las conversaciones
se realizaron a través del Príncie Sixto Borbón de Parma, cuñado del eme-
rador austriaco, y entre las cláusulas del armisticio guraban la devolución de
Alsacia y Lorena a Francia y la indeendencia de Bélgica. El rimer ministro
francés, Georges Clemenceau, hizo úblicas las negociaciones ante las decla-
raciones del ministro de exteriores austriaco, Ottokar von Czernin, en las que
aseguraba que era Francia la que había solicitado el inicio de las conversa-
ciones. Estas revelaciones colocaron al emerador Carlos en una situación
muy delicada ante su aliado, el kaiser Guillermo ii, a quien tuvo que hacer
declaración ública de lealtad.
En Alemania también surgían cada vez más voces que abogaban or el
n de la guerra. Hasta organizaciones que, en un rinciio, habían defen-

30 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


dido or amlia mayoría el inicio de la contienda, ahora se enfrentaban
en signicativas disensiones. Así dirigentes del Partido Socialista Alemán
exigían la vuelta al obetivo revolucionario y la oosición a la guerra, lo que
rovocó, en abril de 1917, su escisión. El nuevo Partido Social Democrático
Indeendiente (USPD), cuyo rimer residente fue Hugo Haase, contó con
la adhesión de los “esartaquistas” –que tomaban el nombre de Esartaco,
el esclavo que se levantó contra el Imerio Romano–, Karl Liebknecht y
Rosa Luxemburgo. Entre las retensiones del nuevo artido guraba el n
de la contienda sin ningún tio de benecios territoriales ara Alemania.

La guerra fue recibida con entusiasmo nacionalista

Al mismo tiemo, en diversas ciudades germanas se realizaron huelgas


ara rotestar or la escasez de alimentos. Manifestaciones que tuvieron
un reunte durante 1918 en las rinciales ciudades de Alemania y Austria-
Hungría, donde las exigencias de az se mezclaban con llamamientos a la
revolución y, en el caso del imerio austro-húngaro, con reivindicaciones
nacionalistas. Hay que tener en cuenta los acontecimientos que estaban
sucediendo en Rusia, donde la revolución rotagonizada or los bolche-
viques cambió ya no sólo la evolución de la guerra, sino el mundo en las
décadas siguientes.

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 31


5. La revolución Rusa

5.1. El n del imperio zarista

A nales del siglo , Rusia era un aís atrasado en relación con el resto
de Euroa. Su sistema olítico seguía siendo el absolutismo, mientras que
sus estructuras sociales y económicas se encontraban anquilosadas or la
rémora del asado. Rusia era redominantemente agrícola. Los camesinos
reresentaban el 80% de la oblación, ero la tierra estaba en manos de una
nobleza que mantuvo al camesinado en un régimen de servidumbre hasta
que, en 1861, el zar Aleandro  la abolió. Junto a su liberación, los camesi-
nos recibieron una arte de la tierra que habían trabaado durante largos años,
or la que tuvieron que agar imortantes cargas a los señores. Esta situa-
ción no signicó un cambio imortante en las vidas de los camesinos, que
siguieron dominadas or la escasez y la miseria, or lo que muchos de ellos
emrendieron el camino hacia las ciudades donde se estaba desarrollando
una industria inciiente.
En las dos últimas décadas del siglo , Rusia se fue industrializando con
la ayuda de una fuerte resencia de caital extranero. La industrialización
imlicó transformaciones económicas y sociales similares a las acontecidas
en otros lugares de Euroa, así la oblación asalariada fue en aumento y los
obreros rusos tuvieron que soortar las mismas largas ornadas de trabao o
el cobro de salarios mínimos. Sin embargo, hubo una cuestión que dirió del
resto del continente: la imortante concentración de trabaadores que se dio en
las fábricas rusas. Casi la mitad de los obreros trabaaban en emresas de más
de 500 oerarios, ambiente que favoreció la ráida conciencia de clase de este
nuevo roletariado. Otra circunstancia, que la diferenciaba en esos momentos
de Euroa, era la falta de derechos sindicales y de huelga, or lo que cualquier
rotesta, y la consiguiente reresión, imlicaba graves enfrentamientos con
emresarios y oderes úblicos.
El zar Nicolás , que accedió al trono en 1894, dirigía el aís de forma
absolutista, aoyado en un gran eército y en la iglesia ortodoxa. El zar estaba
en contra de cualquier cambio que imlicara una merma de sus oderes, or
lo que no acetaba ningún tio de control ni de reresentación olítica. En los
años de cambio de siglo, aarecieron gruos oositores al zarismo desde dife-
rentes estamentos de la sociedad. La rimera oosición vino del medio rural,
donde los anarquistas romovían el cambio en la estructura de la roiedad
agraria y la transformación de la sociedad, aoyándose, en más de una oca-
sión, en acciones violentas. En 1901, se fundó el artido Social Revoluciona-
rio, que defendía rincialmente los intereses de los camesinos, a quienes
señalaba como suetos de la futura revolución.

32 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


Por su arte, los obreros de las ciudades tuvieron en el artido Social
Demócrata, constituido en 1898, su rincial baluarte. Los socialdemócratas
ensaban, de acuerdo con las ideas de Marx, que el roletariado urbano era la
auténtica clase revolucionaria, aquella que estaba llamada a dirigir la sociedad
que nacería tras el n del caitalismo. En 1903, el artido Social Demócrata
quedó dividido en dos fracciones, la bolchevique (mayoría) y la menchevique
(minoría); aquella revolucionaria, ésta más moderada. Entre los bolcheviques
se encontraba Vladimir Ilich Ulianov, más conocido or Lenin, que se con-
virtió en el rincial dirigente de esta fracción. Lenin defendía la actuación
de una minoría muy concienciada que dirigiera el artido en su cúside de
forma autoritaria, mientras que los mencheviques aostaban or un artido
más amlio y menos centralizado. Los bolcheviques querían llevar a cabo una
revolución socialista e imlantar la dictadura del roletariado, mientras que
los mencheviques estaban disuestos a colaborar con liberales y demócratas
ara realizar los cambios necesarios en la sociedad.
Tanto el artido Social Revolucionario como el Social Demócrata actua-
ban en la clandestinidad, y sus militantes solían ser óvenes intelectuales que
ertenecían a las clases alta y media. Si en Euroa, la legalización de los
artidos socialistas había facilitado su integración en el sistema democrático,
en Rusia, su clandestinidad ayudó al triunfo de las osiciones más extremis-
tas, defensoras de la vía revolucionaria. Por último, dentro de la oosición al
régimen zarista, se constituyó, en 1905, el artido Constitucional Demócrata
(KD) –los “cadetes”–, artido liberal que estaba formado or la burguesía
de la ciudad unto con los terratenientes, y cuyo obetivo fundamental era la
constitución de un arlamento elegido or sufragio.

5.2. La revolución de 1905

Las causas fundamentales que rovocaron la revolución de 1905 hay que


buscarlas, or un lado, en la difusión de las ideas socialistas y liberales a
través de la roaganda realizada or los artidos olíticos que exigían una
sociedad más usta y democrática; or otro, estaban las rotestas de camesi-
nos y obreros que reclamaban meoras en su calidad de vida. Por último, las
derrotas sufridas or el eército ruso en su guerra colonialista contra Jaón, en
1905, actuaron como desencadenante de la situación.
Los obreros rusos recoilaron una serie de eticiones que retendían hacer
llegar al Zar en ersona. En un domingo de enero de 1905, una manifestación
de 200.000 ciudadanos se dirigió hacia el Palacio de Invierno en San Peters-
burgo, residencia ocial de los zares. Los trabaadores solicitaban la ornada
de 8 horas, el incremento del salario, la sustitución de funcionarios corru-
tos y la formación de una asamblea constituyente elegida democráticamente.

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 33


El eército ruso que custodiaba el alacio disaró contra la multitud causando
la muerte a unas trescientas ersonas e hiriendo a más de mil. Esta ornada se
conoce como el “domingo sangriento”, y fue el inicio de una serie de huelgas
y levantamientos revolucionarios que comenzaron en San Petersburgo y se
extendieron or todo el aís.
El artido Social Demócrata, en estos momentos con mayoría menche-
vique, organizó soviets (conseos) de trabaadores en las rinciales ciuda-
des y romovió una huelga general que se extendió or el aís. Por su arte,
los dirigentes del artido Social Revolucionario caitaneaban la ocuación
de tierras que llevaron a cabo los camesinos. A su vez, los “cadetes” ao-
yaban el movimiento con la eseranza de lograr sus asiraciones liberales.
Ante la grave situación creada, el zar rometió la concesión de libertades,
la romulgación de una constitución y la creación de una duma (asamblea)
con oderes legislativos. Estas romesas eran sucientes ara los demócra-
tas liberales ero no ara los socialistas. Sin embargo, la vuelta del eército
de Extremo Oriente osibilitó la reresión de los insurrectos y el n de la
revolución.
Nicolás  no cumlió sus romesas. El zar, aunque convocó la Duma entre
1906 y 1916, no ermitió ningún tio de control olítico sobre su actuación,
ni la articiación real del ueblo, ni mucho menos la instauración de un
régimen verdaderamente democrático. Entre 1906 y 1911, su rimer minis-
tro, Pedro Stolyin, realizó una serie de cambios encaminados a meorar la
situación del camesinado, que incluía la osibilidad de abandonar la comuna
donde trabaaban o reformas en la roiedad agraria. Sin embargo, las medidas
alicadas fueron insucientes, or lo que los camesinos siguieron viviendo
en la miseria y reclamando tierra ara trabaar.

5.3. La revolución de febrero de 1917

La entrada de Rusia en la Primera Guerra Mundial no contó con el aoyo


decidido de la inmensa mayoría de la oblación, or lo que las derrotas en el
camo de batalla, las érdidas territoriales, la muerte de al menos dos millo-
nes de soldados rusos, acomañadas de una grave crisis económica, la escasez
de alimentos y la acción decidida de los revolucionarios rusos rovocaron la
revolución de 1917.
La revolución rusa tuvo dos fases bien diferenciadas, la rimera se inició
en febrero de 1917 –marzo según el calendario gregoriano occidental–, y la
segunda en octubre del mismo año –noviembre ara occidente–. La revolu-
ción de febrero fue una revolución democrática, similar a otras que habían
acontecido en Euroa en el siglo anterior, ero derivó, or el imulso decidido
de los dirigentes bolcheviques, hacia la instauración de un régimen comunista.

34 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


El origen hay que buscarlo en la oosición de la oblación a la articiación
de Rusia en la guerra mundial. Al descontento generalizado or la evolución
de la contienda, se unió una imortante crisis económica que rovocó el desa-
bastecimiento en las ciudades y, en consecuencia, la escasez de alimentos y el
hambre. La oblación se movilizó rovocando motines y huelgas en la caital
San Petersburgo, nombre de raíz germana que recibió el de Petrogrado con el
inicio de la guerra mundial.
En la caital se organizó un soviet de Diutados de los Obreros y Solda-
dos, a lo que el zar reaccionó disolviendo la Duma. Sin embargo, ésta eligió
un comité de arlamentarios que, desde estos momentos, comartió el oder
en la ciudad con el soviet de obreros de Petrogrado. El comité de la Duma
constituyó un gobierno rovisional que tuvo como residente al ríncie
Lvov. Dentro del gobierno estaba el reresentante del artido Social Revolu-
cionario, Aleandro Kerensky. El Zar intentó reconducir la situación y hacerse
con el control el oder, ero los soldados de Petrogrado se habían sumado a
la revolución, or lo que Nicolas , sin la ayuda del eército, tuvo que abdicar
el 17 de marzo de 1917.
El gobierno rovisional ublicó un rograma que mostraba su carácter
moderado, democrático y constitucionalista, que recogía, entre otras cues-
tiones, la libertad de reunión y oinión, el derecho de huelga, la abolición de
rivilegios o la convocatoria de una asamblea constituyente elegida mediante
sufragio universal masculino. Frente al oder del gobierno rovisional se
alzaba el oder del soviet de obreros que, formado or social revoluciona-
rios, mencheviques y bolcheviques, defendía ideas socialistas. Este doble
oder del gobierno y los soviets se mantuvo hasta el triunfo de la revolución
bolchevique.

5.4. La revolución de octubre

La decisión del gobierno de no oner n a la resencia rusa en la gue-


rra mundial fue un hecho decisivo en el devenir de los acontecimientos.
El gobierno entendió que la retirada de la contienda odía imlicar una dura
reacción de las otencias aliadas y la érdida denitiva de vastos territorios,
or lo que intentó convencer a obreros y soldados ara continuar en la guerra
como defensa del nuevo régimen democrático. Sin embargo, los soviets de
Petrogrado y Moscú entendían como rioritario la salida inmediata de Rusia de
la contienda, or lo que reaccionaron convocando manifestaciones y huelgas
contra la decisión del gobierno. La llegada de Lenin a Rusia en abril de 1917,
rocedente de Suiza donde había asado los años de la guerra, dio un nuevo
imulso a la revolución. Lenin defendió, en sus famosas “tesis de abril”, el
n inmediato de la articiación rusa en la guerra, la no cooeración con el

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 35


gobierno rovisional –al que tachó de burgués–, exigió que el oder asara a
los soviets y se osicionó en contra de las democracias arlamentarias.
El gobierno rovisional rometía reformas ero éstas no llegaban.
Las revueltas se sucedían y se creaban soviets en toda Rusia, al tiemo que las
derrotas continuaban en el frente. Con el emeoramiento de la situación, el
gobierno rovisional de Lvov tuvo que dimitir, y Aleandro Kerensky ocuó
el uesto de rimer ministro. En ulio, los bolcheviques rotagonizaron un
levantamiento armado que fracasó, algunos de sus dirigentes fueron detenidos
mientras que otros, como Lenin, lograron huir.
Al mes siguiente, un antiguo general zarista, Lavr Kornilov, intentó dar
un gole de estado dirigiendo sus fuerzas contra Petrogrado. Sin embargo,
Kornilov fue derrotado or los soldados y revolucionarios resentes en la ciu-
dad, con una actuación destacada de los bolcheviques. Este intento de gole
suuso el descrédito de Kerensky, mientras que signicó el reconocimiento
oular de los bolcheviques que, desde este momento, incrementaron su re-
sencia en los soviets de todo el aís. Lenin lanzó su consigna: ¡Todo el oder
a los soviets!, al tiemo que suo interretar la realidad de la situación y los
deseos del ueblo ruso en un rograma de cuatro untos: az inmediata con
las otencias centrales, rearto de tierras entre los camesinos, control obrero
de las fábricas y entrega del oder a los soviets. La inuencia de los bolchevi-
ques iba en ascenso, así el soviet de Petrogrado, que desde el rinciio estuvo
en manos de social-revolucionarios y mencheviques, asó, desde setiembre,
a estar dominado or los bolcheviques, que colocaron como residente a León
Davidovich Trotski.
El 10 de octubre, Lenin imonía sus tesis revolucionarias en el Comité
Central del artido bolchevique, que decidía llevar a cabo la insurrección ara
alcanzar el oder. Se aba la fecha del 25 de octubre –7 de noviembre en
Occidente–, día en el que se celebraba en Petrogrado el  Congreso de Soviets
de toda Rusia. En los días 24 y 25, la Guardia Roa dirigida or Trotski, unto
con los marinos de la base de Kronstadt y gruos de soldados y obreros sim-
atizantes de los bolcheviques ocuaron los lugares claves de la ciudad, como
la ocina de teléfonos, las estaciones de ferrocarril o las instalaciones eléctri-
cas. Por último, la sede del gobierno, el Palacio de Invierno, fue ocuada el
día 25, mientras que Kerensky huía con destino a EE.UU.
El Congreso de los Soviets nombró un nuevo gobierno, bao el nombre de
Conseo de Comisarios del Pueblo. Lenin fue el residente, mientras que los
restantes ministerios estuvieron ocuados, entre otros, or Trotsky, en Asun-
tos Exteriores; Stalin, en Nacionalidades; Lunacharsky, en Cultura; Antonov
Ovseenko, como ministro de Guerra o Rykov, en Interior. Lenin resentó dos
rimeras medidas: las negociaciones ara la consecución de una az usta sin
anexiones ni indemnizaciones y la conscación de la roiedad de la tierra sin
comensaciones ara su distribución entre los camesinos.

36 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


Tras el triunfo de la revolución, el gobierno celebró las elecciones ara la
Asamblea Constituyente el 12 de noviembre de 1917. Los bolcheviques obtu-
vieron el 25% de los votos, mientras que los social-revolucionarios consiguie-
ron el 60%. La Asamblea se constituyó en enero de 1918, e inmediatamente
Lenin la disolvió. El líder bolchevique no había llevado a cabo la revolución
ara establecer un régimen democrático, sino ara instaurar la dictadura del
roletariado. Desde este momento, fueron rohibidos los artidos liberales y
constitucionalistas, que asaron a formar arte de las las de la contrarrevo-
lución, mientras que los mencheviques y social-revolucionarios mantuvieron
la legalidad durante algunos meses. En marzo de 1918, el artido bolchevique
asó a denominarse Partido Comunista.
Uno de los graves roblemas al que tuvo que enfrentarse el nuevo régimen
fue la negociación de az con las otencias centrales. Tras difíciles conversa-
ciones, los dirigentes rusos rmaron el tratado de Brest Litovsk con Alemania,
en marzo de 1918, or el que Rusia erdía Polonia, Finlandia, Letonia, Esto-
nia, Lituania, Georgia y Ucrania. Pero, además de las grandes mermas territo-
riales, los roblemas derivados de la articiación rusa en la guerra vinieron
de sus antiguos aliados, que se unieron a las fuerzas contrarrevolucionarias
ara acabar con el oder bolchevique.
Rusia se vio envuelta en una guerra civil con articiación de las otencias
extraneras. Los bolcheviques estaban solos frente a los liberales, demócra-
tas, burgueses y camesinos roietarios, a los que se fueron uniendo, según
la reresión se extendía, los social-revolucionarios y mencheviques; or otra
arte, se enfrentaron a las otencias occidentales, que ayudaron al conglome-
rado contrarrevolucionario con la eseranza de conseguir la vuelta de Rusia a
la guerra mundial. Las fuerzas internacionales estuvieron formadas or ao-
neses, que veían la osibilidad de amliar su imerio a costa del ruso, esta-
dounidenses, franceses e ingleses.

6. La victoria de los aliados

La revolución en Rusia rovocó una difícil situación ara las otencias


aliadas que, sin embargo, se vio comensada con la entrada de los EE.UU.
en guerra. Aunque, como hemos visto, tanto el residente Wilson como la
oblación eran artidarios de mantener la neutralidad, el cambio de táctica
de Alemania en la guerra submarina facilitó la beligerancia norteamericana.
En efecto, el bloqueo inglés hacía cada vez más daño a Alemania, or lo que el
Alto Estado Alemán entendió que la única forma de sacudirse este roblema y
conseguir la victoria nal era llevar la lucha submarina hasta sus últimas con-
secuencias. Así que Alemania reanudó, en febrero de 1917, el bloqueo naval a
las Islas Británicas, con la advertencia al resto de aíses que hundiría cualquier

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 37


barco que se dirigiese a los uertos británicos, indeendiente de la mercancía
que transortara. Los alemanes ensaban que, con esta táctica, odían acabar
con Gran Bretaña en seis meses, tiemo que consideraban insuciente ara que
EE.UU., en el caso de que les declarara la guerra, udiera transortar sus troas
a Euroa. Cuando el residente norteamericano conoció la decisión alemana
romió las relaciones dilomáticas. Al mismo tiemo, la oinión ública ame-
ricana conoció los términos del telegrama Zimmermann, lo que uso en alerta
a muchos estadounidenses sobre la más que robable imlicación de su aís en
el conicto. El hundimiento de varios barcos con bandera estadounidense or
submarinos alemanes suuso el n de las reticencias. Estados Unidos declaraba
la guerra a Alemania el 6 de abril de 1917. Aunque, en un rinciio, la guerra
submarina consiguió el obetivo revisto: el hundimiento de un buen número
de barcos y la reducción de reservas de alimentos en las Islas Británicas, las
medidas uestas en marcha or los aliados, como cargas de rofundidad, minas
y, rincialmente, la organización de deslazamientos en convoy –en el que
iban barcos mercantes y de guerra–, disminuyeron su efectividad.
A la esera de la llegada de las troas norteamericanas a Euroa, el frente
occidental, durante 1917, continuó estancado. Lo que no imidió desgastadoras
batallas, como las de Passchendaele, en el verano de 1917, donde los ingleses
erdieron cerca de 400.000 hombres, o la batalla de Caoretto, en octubre del
mismo año, donde los italianos sufrieron una dura derrota con medio millón de
baas, entre muertos y risioneros. Sin embargo, donde los aliados rogresaron
fue en Oriente Medio. Allí, los ingleses entraron en Bagdad, en marzo, y su
ocial “Lawrence de Arabia”, al frente de tribus árabes, tomó Aqaba, en ulio,
mientras que troas inglesas ocuaban Jerusalén en diciembre.

El Kaiser, Guillermo ii, entre los generales Hinderburg y Ludendorff

38 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


En Alemania, las disensiones entre los dirigentes olíticos y los man-
dos militares emezaban a ser evidentes. Mientras que el gobierno ale-
mán deseaba abrir negociaciones con las otencias aliadas ara intentar un
acuerdo de az, la cúula militar, con los generales Ludendorff y Hindenburg
a la cabeza, rechazaban cualquier tio de acto. Los resonsables milita-
res diseñaron un ataque masivo en el frente occidental, en marzo de 1918,
con más de tres millones de soldados, que uede ser considerada la última
gran ofensiva alemana. El avance fue esectacular en los rimeros meses.
Las troas llegaron a cruzar el río Marne y se situaron cerca de París, que
corría serio eligro. Pero el eército francés dirigido or el general Foch, que
había asumido la dirección de todas las fuerzas aliadas incluidas las troas
norteamericanas, detuvo el avance y contraatacó, haciendo retroceder a los
alemanes hasta el río Aísne. Esta segunda batalla del Marne fue determinante
ara el n de la guerra. El eército alemán había realizado su último esfuerzo
y estaba rácticamente agotado. Los aliados mantuvieron la iniciativa; los
americanos, en setiembre, atacaron en la zona de la Argonne, en las Arde-
nas, mientras que los ingleses hacían lo roio en Flandes. Los generales
alemanes reconocieron ante el kaiser su imosibilidad de ganar la guerra, y
aconsearon la formación de un gobierno, lo más lural osible, ara enfren-
tarse a las negociaciones de az.
Mientras, los aíses que habían luchado al lado de las otencias centrales
fueron cerrando su articiación en la guerra. Bulgaria rmó el armisticio en
Salónica el 30 de setiembre. En Oriente Medio, los acontecimientos se suce-
dían vertiginosamente. Los ingleses, en colaboración con los árabes, tomaban
Amán, el 25 de setiembre, y Damasco, a rinciios de octubre. Al mismo
tiemo, los franceses entraban en Beirut. El 14 de octubre, Turquía edía el
alto el fuego y, el 30 de octubre, rmaba el armisticio en la isla de Maudros,
en el Egeo.
Por su arte, Austria-Hungría iba a rotagonizar su última batalla en el
frente sur. Los italianos lanzaron una fuerte ofensiva a nales de octubre, cru-
zaron el río Piave y se dirigieron hacia Trento. El eército trasalino consiguió
la decisiva batalla de Vittorio Veneto, con más de 400.000 risioneros. Esta
derrota suuso el n del Imerio Austro-Húngaro, ero también el unto nal
ara Alemania. El kaiser había nombrado el gobierno solicitado or los mili-
tares, y las negociaciones de az comenzaron mientras continuaba la guerra.
Las conversaciones se dilataban en el tiemo y no se llegaba a ningún acuerdo,
además el General Ludendorff llevaba a cabo una olítica de destrucción en
los territorios que abandonaba y de resistencia a ultranza, cuestiones que ro-
vocaron la desconanza de los aliados. El gobierno alemán cesó a Luden-
dorff y uso en su uesto al general Groener. La caída de Austria-Hungría
fue determinante ara que los acontecimientos se reciitaran. La orden dada
a los marineros alemanes ara librar su última batalla naval contra los ingle-
ses, a nales de octubre, rovocó el amotinamiento de las troas en el uerto
de Kiel. A la rebelión de los marinos le sucedió la de los soldados del eér-

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 39


cito de tierra y las sublevaciones de trabaadores en las rinciales ciudades
alemanas. Las movilizaciones se extendían, y el 9 de noviembre el efe del
gobierno nombrado or el kaiser ara las negociaciones de az, el ríncie
Max Von Baden, cedía el oder al líder del Partido Socialista Alemán, Frie-
drich Ebert, al que se consideraba como la única ersona caaz de eercer un
control efectivo sobre el aís. El mismo día, con el n de evitar los disturbios
y la actuación de una minoría revolucionaria, el kaiser Guillermo  fue obli-
gado a abdicar. La comisión encargada de negociar con los aliados el n de la
guerra, dirigida or el católico Matthias Erzberger, rmó el armisticio el 11 de
noviembre de 1918. La Primera Guerra Mundial había terminado.

7. Características de la Gran Guerra

La Primera Guerra Mundial tuvo unas características eseciales. Era la


rimera vez que un conicto bélico adquiría el carácter de mundial, ues
habían articiado aíses de todos los continentes y se había desarrollado en
buena arte del mundo. También fue una guerra total orque no afectó sólo
a los soldados que fueron a luchar al frente, sino que el conicto reercutió
en la oblación civil que se mantuvo en retaguardia. Todos los recursos se
emlearon en la guerra y la industria se reconvirtió con el obetivo de roducir
materiales ara el frente. Cada Estado intervino en todos los resortes de su
economía, se asó de un liberalismo económico al control exhaustivo en el
comercio, la roducción, la distribución de los roductos, la moneda…
Durante la contienda aarecieron nuevas formas de guerra y nuevas armas.
Con el estancamiento de los frentes, la guerra de trincheras fue la caracterís-
tica común. Los ataques en estas zonas mantenían un esquema básico: un
fuerte ataque de artillería durante días, seguido de grandes oleadas de solda-
dos de infantería. Las trincheras reresentan la imagen de esta guerra. Luga-
res insalubres con largas alambradas de esino, donde las condiciones eran
inhumanas y se extendían las enfermedades; y entre trincheras, de uno y otro
bando, una tierra de nadie donde se acumulaban los cadáveres.
En cuanto al armamento, la gran revolución fueron las ametralladoras,
que se utilizaron de forma rominente en la guerra de trincheras ya que su
caacidad de tiro destruía la formación de los atacantes. La artillería logró un
gran desarrollo, su recisión y calibre aumentaron con el aso del conicto.
El cañón más esectacular fue el Gran Berta, construido or Alemania, con
un calibre de 420 m/m. Aarecieron los carros de combate o tanques, utili-
zados, en rimer lugar, or los ingleses. Los tanques tuvieron un gran desa-
rrollo durante la contienda, aunque no alcanzaron el rendimiento de guerras
osteriores. Se emlearon, rincialmente, como aoyo a la infantería o ara
la destrucción de trincheras. Los roductos químicos, que estaban rohibidos

40 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


or la Conferencia de la Haya de ulio de 1899, hicieron su acto de resencia.
El más oular fue el gas mostaza que roducía amollas en la iel y en las
membranas mucosas; otros eran más letales como el fosgeno, gas asxiante.
En contra de ellos se inventaron las máscaras, que redueron su efectividad.
En el mar, la mayor innovación fue la utilización del submarino or arte
de Alemania. En contra de ellos se emlearon las cargas de rofundidad, las
minas y los convoyes que, como se ha visto, fueron de una gran utilidad.
En el aire hay que señalar los famosos zeelines, que fueron utilizados ara
el bombardeo de ciudades, ero con escasa reercusión. Los aviones de caza
aarecieron en 1915, aunque su momento estelar vino más adelante. El ale-
mán Von Richthofen –el “Barón Roo”– fue el aviador más conocido de la
guerra, rototio de caballerosidad de la éoca y héroe nacional. Aarecieron
las fotografías aéreas, los lanzabombas y la inclusión de la ametralladora en
los aviones, ero también la artillería antiaérea. En cuanto a los transortes los
más utilizados fueron el ferrocarril y el automóvil, mientras que en comunica-
ción fueron esenciales la radio, el teléfono y el telégrafo.
En un breve balance de érdidas humanas, hay que señalar que la guerra
costó 10 millones de muertos, mientras que los heridos se cifran en aroxi-
madamente el doble. Cada una de las rinciales otencias sufrió una érdida
de entre uno y dos millones de soldados. Por su arte, EE.UU. tuvo más de
100.000 muertos, y es que el eército norteamericano sólo combatió los últi-
mos meses de la guerra, aunque su intervención fue decisiva ara la victoria
nal de los aliados.

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 41


Resumen

Causas y oposición a la guerra

El detonante de la Primera Guerra Mundial fue el asesinato del heredero


del trono austro-húngaro, archiduque Francisco Fernando, ero las causas
rofundas que originaron la gran contienda hay que buscarlas en el enfrenta-
miento entre imerios y el avisero nacionalista en los Balcanes.
La oosición más imortante al uso de la fuerza corresondió a los ar-
tidos socialistas. Así lo señalaron en el Congreso de la II Internacional cele-
brado en Stuttgart, en 1907. Pero, llegado el momento, los trabaadores de
todo el mundo ocuaron su uesto en la trinchera del atriotismo y abandona-
ron la de la unidad de clase.

El desarrollo de la contienda

Al rinciio de la guerra, cinco otencias se distribuyeron en dos bandos: or


un lado, las otencias centrales, Alemania y Austria-Hungría; or otro lado, los
aliados, Francia, Gran Bretaña y Rusia. En los meses siguientes diversos aíses
se fueron añadiendo a uno y otro bando: Turquía y Bulgaria lo hicieron a las
otencias centrales; Jaón, Italia, Portugal y Rumanía al bando aliado, al igual
que Estados Unidos, que lo haría en abril de 1917. Esaña se mantuvo neutral.
Alemania uso en marcha el Plan Schlieffen, que retendía una victoria
ráida contra Francia ara oder atender el frente ruso. Sin embargo, los fran-
ceses resistieron y lograron estabilizar el frente occidental. Por su arte, la
contienda en Rusia también quedó aralizada. Así que la guerra de movimien-
tos dio lugar a una guerra de osiciones, donde las trincheras se convirtieron
en el símbolo de la Gran Guerra ara las generaciones venideras.

Una guerra mundial

La entrada de Jaón en la contienda contra Alemania, con la retensión de


aoderarse de sus zonas de inuencia en China y osesiones en el Pacíco,
imlicó la mundialización del conicto.
La batalla en el mar sería determinante ara la entrada de EE.UU. en la con-
tienda. Los submarinos alemanes bloquearon cualquier intento de suministro

42 HISTORIA CONTEMPORÁNEA (1914-1989)


a las islas británicas. Su acción rovocó el hundimiento de un buen número de
barcos y la muerte de asaeros, entre ellos estadounidenses, lo que signicó,
rimero, la advertencia, y, osteriormente, la entrada de EE.UU. en la contienda.

La revolución rusa

Otro acontecimiento de gran magnitud fue determinante no sólo en la evo-


lución de la Primera Guerra Mundial sino en las décadas siguientes: la revo-
lución rusa. En febrero de 1917, la Rusia zarista vivió una revolución demo-
crática, similar a lo acontecido en otros aíses de Euroa. Pero en octubre los
bolcheviques lograron hacerse con el oder e instaurar un régimen comunista.
Mediante el Tratado de Brest Litovsk, con Alemania, usieron n a su arti-
ciación en la guerra. Sin Rusia, ero con EE.UU. en el bando aliado, cuya
articiación fue determinante, la guerra enló hacia su nal.

Características de la Gran Guerra

La Primera Guerra Mundial tuvo unas características eseciales: el con-


icto bélico tuvo, or rimera vez, una dimensión mundial; fue una guerra
total, orque afectó no sólo a los militares en los frentes, sino también a los
civiles de la retaguardia; los aíses sueditaron todos sus recursos a la con-
tienda; los Estados controlaron su economía, deando a un lado el librecam-
bismo; aarecieron nuevas armas y vehículos como los tanques; mientras que
en el mar la gran innovación fue la utilización del submarino; y, sobre todo,
ninguna guerra había llegado a alcanzar los 10 millones de muertos como
sucedió con la Primera Guerra Mundial.

Cronología

1914: Asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero de Austria-


Hungría (VI). Declaraciones de guerra en cascada entre las oten-
cias (VII-VIII). Alemania one en marcha del Plan Schlieffen (VIII).
Jaón entra en la guerra unto a los aliados (VIII). Victoria franco-
inglesa en la batalla del Marne. Estabilización del frente (IX).
1915: Jaón one bao su rotectorado a Manchuria y China del Norte (I).
Alemania comienza el bloqueo de las islas británicas (II). Batalla en la

TEMA 1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 43


Península de Gallioli, con más de 450.000 baas (IV). Hundimiento
del Lusitania, con cerca de 1.200 asaeros (V).
1916: Batalla de Verdún, con medio millón de baas or bando (II). Batalla
naval de Jutlandia, entre Alemania y Gran Bretaña (V-VI). Batalla del
Somme, con más de un millón de baas entre ambos bandos (VII).
1917: Telegrama de Zimmermann (I). Revolución democrática en la Rusia
zarista (II). Reanudación del bloqueo naval de Alemania a las islas
británicas (II). Entrada de EE.UU. en la guerra (IV). Revolución Bol-
chevique en Rusia (X).
1918: Tratado de az de Brest Litovsk entre Rusia y Alemania (III). Segunda
Batalla del Marne, con derrota alemana (III). Avance de los aliados en
Oriente Medio (X-XI). Armisticio y n de la Primera Guerra Mundial
(XI).

Bibliografía

Las obras clásicas sobre relaciones y oderes internacionales de P. R-


 (Historia de las relaciones internacionales, tomo , vol. , Madrid, Agui-
lar, 1964 -osteriores ediciones en Ed. Akal), Ch. Z (Historia de las
relaciones internacionales, vol. , Madrid, Alianza, 1997), P. K (Auge
y caída de las grandes potencias, Madrid, Globus, 1994) y P. G y R.
F (Turbulente Europe et nouveau mondes, 1914-1941, Paris, Masson,
1988) continúan siendo referencia general de estudio. El roio R
escribió hace tiemo una obra todavía insustituible: La crisis europea y la
i Guerra Mundial (1904-1918), Madrid, Akal, 1990, y sustanció ara los estu-
diantes en ocas áginas, originalmente editadas or la Presses Universitai-
res de France, sus rofundos conocimientos en La Primera Guerra Mundial,
Madrid, Oikos-Tau, 1983. Con una ersectiva lural (cómo se vivió, cómo
se hizo, cómo reercutió en las olíticas y en las sociedades la contienda)
debe recordarse la obra, ya veterana y en su día innovadora, de M. F,
La Gran Guerra (1914-1918), Madrid, Alianza, 1984. La diversidad enri-
quecedora de enfoques osibles resultan atentes en muchas obras, entre las
que aquí seleccionamos: D. S, Armaments and the Coming of War.
Europe 1904-1914, Oxford. Clarendon Press, 1996 (documentado estudio de
las tensiones conducentes a la guerra en clave de olítica militar continental);
H.H. H, The Firts World War. Germany and Austria-Hungary, 1914-18,
London, Arnold, 1997 (análisis desde los Imerios Centrales, en los que veri-
ca las dicultades de recursos e inecacia estratégica); J.H. M, Jr.,
La Gran Guerra, Edhasa, 2008 (que ofrece una ersectiva social y extraeu-
roea de la contienda, relacionada con su estire imerialista).

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Lecturas

R, Erich Maria. Sin novedad en el frente (1929) (El relato de la


vida cotidiana de un soldado durante la guerra. Es un alegato antibelicista)
[Barcelona, Edhasa, 2009].
C , Gabriel. El miedo (1930) (Una cruda narración de la vida coti-
diana de un oven soldado durante la guerra y una crítica a los ideales de
la guerra y a la idea de atria. Es en arte autobiográca). [Barcelona, El
Acantilado, 2009].
R, John. Diez días que estremecieron al mundo (1919) (Crónica diaria y
minuciosa de los hechos de la revolución de Octubre, contada de rimera
mano or un testigo de la éoca) [Madrid, Akal, 2004].
P, Boris. Doctor Zhivago (1957) (Novela ambientada en el eríodo
de la revolución rusa y en la guerra civil osterior. Interesante ara estu-
diar cómo afectó la revolución al estilo de vida de las clases más acomo-
dadas de la sociedad rusa) [Barcelona, Anagrama, 2005].

Ejercicios de autoevaluación

1. ¿Qué causas económicas, sociales y olíticas rovocaron la Primera Gue-


rra Mundial?
2. ¿Qué diferencias hubo en la actuación de los artidos socialistas euroeos
ante la inminencia de la guerra?
3. ¿Qué imortancia tuvo la batalla en el mar ara el resultado nal de la
contienda?
4. ¿Qué decisiones toma Lenin que imulsaron el triunfo de la revolución
bochevique?
5. ¿Qué circunstancias llevaron a EE.UU. de la neutralidad a la beligerancia?

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