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Propuestas y Reflexiones Sobre El Futuro de La Política de Ciencia, Tecnología e Innovación en México

La colección "Propuestas y reflexiones sobre políticas públicas" es un medio para difundir de manera rápida ideas, propuestas y reflexiones sobre alguna política pública en particular. Se trata de textos para discusión y deliberación entre tomadores de decisión, expertos, observadores y público en general. No se trata de textos acabados, ni de publicaciones dictaminadas académicamente, se trata de textos para generar el intercambio de ideas.

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Propuestas y Reflexiones Sobre El Futuro de La Política de Ciencia, Tecnología e Innovación en México

La colección "Propuestas y reflexiones sobre políticas públicas" es un medio para difundir de manera rápida ideas, propuestas y reflexiones sobre alguna política pública en particular. Se trata de textos para discusión y deliberación entre tomadores de decisión, expertos, observadores y público en general. No se trata de textos acabados, ni de publicaciones dictaminadas académicamente, se trata de textos para generar el intercambio de ideas.

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Propuestas y reflexiones

sobre el futuro de la política de ciencia,


tecnología e innovación en México

colección:
"Propuestas y reflexiones sobre políticas públicas"
No. 1. Enero, 2024
Propuestas y reflexiones
sobre el futuro de la política de ciencia,
tecnología e innovación en México

colección:
"Propuestas y reflexiones sobre políticas públicas"
No. 1. Enero, 2024

Enrique Cabrero Mendoza y José A. Seade Kuri


compiladores

Red Universitaria de Jalisco


Colección: "Propuestas y reflexiones sobre políticas públicas"
No. 1. Enero, 2024

Primera edición, 2024

D.R. © Instituto de Investigación en Políticas Públicas


Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas
Universidad de Guadalajara
Edificio B 202, Periférico Norte No. 799,
Núcleo Universitario Los Belenes
C.P. 45100, Zapopan, Jalisco, México

La colección "Propuestas y reflexiones sobre políticas públicas" es un medio


para difundir de manera rápida ideas, propuestas y reflexiones sobre alguna
política pública en particular. Se trata de textos para discusión y deliberación
entre tomadores de decisión, expertos, observadores y público en general.
No se trata de textos acabados, ni de publicaciones dictaminadas académica-
mente, se trata de textos para generar el intercambio de ideas.

El Instituto de Investigación en Políticas Públicas y Gobierno propone este


tipo de materiales para generar un debate informado y serio sobre el diseño
e implementación de políticas públicas en curso. Es un producto diferente de
otros que genera el IIPPG como son las investigaciones acabadas y rigurosa-
mente dictaminadas. Las opiniones y argumentos aquí expresados son respon-
sabilidad exclusiva de los autores y todos los textos son materiales de trabajo
en constante modificación.

Diseño de portada: Ana Leticia Parra Lozano


Academia Mexicana de Ciencias
Rafael Bojalil
Enrique Cabrero Mendoza
Gabriela Dutrénit
Jorge Mauricio Flores Moreno
José Franco
Crescencio García Segundo
Antonio Lazcano Araujo
Sergio López Ayllón
Red ProCiencia MX
Martín Puchet
Raúl Rojas González
José Antonio Seade Kuri
Gloria Soberón Chávez
José Luis Solleiro Robledo
Julia Tagüeña
Brenda Valderrama
Presentación

Las políticas de ciencia, tecnología e innovación en el mundo de hoy


ocupan un lugar estratégico en la agenda de gobierno de los países.
El nuevo escenario global impulsa al despliegue de capacidades de
generación de conocimiento científico, de desarrollo tecnológico y de
innovación, como herramientas indispensables para ocupar un lugar
en el reacomodo internacional. Además, en esta era del conocimiento,
la información, la tecnología y el aprendizaje continuo, estas políticas
públicas se han convertido en las mejores palancas para el desarrollo
y el bienestar de las naciones, hay evidencia de sobra. Algunos países
han apostado con firmeza a esta agenda de políticas y en tres décadas
han logrado avances extraordinarios. Se trata de una nueva oportunidad
para que países en desarrollo, con rezagos sociales importantes y niveles
de bienestar precarios, den un salto muy significativo en sus niveles de
crecimiento, competitividad y progreso.
México ha logrado construir un sistema de ciencia y tecnología
a lo largo de ocho décadas, desde la creación de los primeros insti-
tutos de investigación de la unam, y con más fuerza y dinamismo
desde la creación del conacyt hace cinco décadas, lo cual le ha
permitido tener una presencia en el mundo del conocimiento. Sin
embargo, los rezagos son evidentes. Una infraestructura institu-
cional y científica débil; una comunidad de investigadores y tec-
nólogos todavía muy reducida en proporción al tamaño de nuestra po-
blación y de nuestra economía; y un monto de inversión pública y privada
totalmente insuficiente para transitar hacia un país que quisiera hacer

| 7 |
de la agenda de ciencia, tecnología e innovación una prioridad. La opor-
tunidad para que en el futuro inmediato nuestro país se convierta en un
país emergente que logre un lugar en la sociedad y economía basadas en
el conocimiento, está a punto de perderse.
Es fundamental que el próximo gobierno de México haga de esta
política pública una agenda prioritaria. Que comprometa un monto de
inversión mucho mayor que el actual, que promueva de manera decidida
la formación de capital humano altamente calificado; que fortalezca a
las instituciones y grupos de investigación para que consoliden sus
avances; que oriente a la academia y al sector productivo hacia la inno-
vación; en fin, que haga del conocimiento una herramienta fundamental
para atender los problemas y retos nacionales. Todo ello, en un marco de
certidumbre institucional, de libertad científica, y de compromiso con la
sustentabilidad social y ambiental.
Los textos que se compilan en este volumen, son resultado de
reflexiones diversas y propuestas puntuales, que algunos miembros de
la comunidad científica han elaborado ya sea a título individual o insti-
tucional, para nutrir el debate sobre qué hacer con la política de ciencia,
tecnología e innovación en México. La intención es que esta compilación
circule a través de las comunidades de científicos, tecnólogos, funcio-
narios, empresarios, políticos, legisladores, periodistas y observadores
diversos del entorno nacional. Se trata de textos que continúan mejorán-
dose y ampliándose, son documentos en trabajo continuo, que se retro-
alimentan de la discusión y el intercambio, no se trata de versiones
acabadas, sino de avances en la reflexión. Su objeto es ese, detonar la
generación de nuevas ideas y nuevas propuestas.
Siendo este año de 2024 un año que quisiéramos recordar como un
año de deliberación amplia sobre las diversas alternativas en la cons-
trucción de una agenda de políticas públicas renovadas, la Academia
Mexicana de Ciencias y el Instituto de Investigación en Políticas Públicas

8 | José Antonio Seade Kuri | Enrique Cabrero Mendoza


y Gobierno de la Universidad de Guadalajara, decidimos llevar a cabo
esta compilación de textos que reflexionan y promueven ideas acerca de
cómo renovar la política nacional en la materia.
El iippg, tiene como misión animar la discusión y deliberación infor-
mada sobre los diversos ámbitos de políticas públicas, esta compilación
forma parte de esta labor. Esperamos que estos materiales cumplan su
cometido y sean tomados en cuenta en un año que deberá ser de diálogo
y construcción de un mejor futuro para México y para el sector científico
del país.

José Antonio Seade Kuri


Presidente de la amc

Enrique Cabrero Mendoza


Director del iippg de la udg

Presentación | 9
Índice

Presentación................................................................................................................ 7
josé antonio seade kuri / enrique cabrero mendoza

contribuciones institucionales

Líneas generales para una Agenda Nacional de CTI 2024-2050.


Academia Mexicana de Ciencias............................................................................. 15

Estrategia de política de CTI hacia el bienestar social


y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036
ProCienciaMX............................................................................................................... 37

contribuciones individuales

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente......... 61


enrique cabrero mendoza

Del desmantelamiento a la reconstrucción del Sistema de Ciencia,


Tecnología e Innovación......................................................................................... 99
gabriela dutrénit / martín puchet / julia tagüeña

Algunas ideas para la reconstrucción


del sistema de cti en nuestro país.................................................................... 121
josé franco

| 11 |
La crisis de la ciencia en México: el contexto internacional................... 129
josé antonio lazcano

Inventando el futuro.
La arquitectura de la investigación científica.............................................. 137
raúl rojas gonzález

Ciencia, educación y desarrollo sostenible.................................................... 207


josé antonio seade kuri

Hacia una Secretaría de Educación Superior,


Ciencia, Tecnología e Innovación....................................................................... 219
brenda valderrama /josé luis solleiro rebolledo /
jorge mauricio flores moreno / crescencio garcía segundo

| 12 |
Contribuciones institucionales

| 13 |
academia mexicana de ciencias
Líneas generales para una Agenda Nacional de CTI
2024-2050

Resumen Ejecutivo

Esta propuesta para construir una Agenda Nacional de Ciencia, Tecno-


logía e Innovación es el resultado de una reflexión colegiada de la
Academia Mexicana de Ciencia. El punto de partida es reconocer que
México carece aún de una política de cti robusta y con un peso sufi-
ciente en la agenda nacional. La amc tiene la convicción que el diseño de
esa política debe ser el resultado de un diálogo entre todos los actores
del sistema de cti.
Diversos indicadores muestran que, desde hace una década, México
ha experimentado un claro retroceso en la cti. Esto preocupa porque,
comparados con otros países, perdemos terreno y oportunidades para
hacer de la ciencia y la tecnología una palanca para lograr un crecimiento
sustentable, incluyente, que favorezca el desarrollo de las personas, la
justicia social, el bienestar colectivo, la democracia y la paz.
En efecto, en las sociedades contemporáneas la investigación cien-
tífica y el desarrollo tecnológico son factores que detonan el desarrollo
económico y el bienestar social. El progreso y la calidad de vida de las
personas es cada vez más dependiente del conocimiento generado por
la investigación científica.
Por ello insistimos en la urgente necesidad de tener una agenda
nacional de largo plazo con mecanismos de financiamiento estables,
progresivos, multianuales y suficientes. Junto con lo anterior, el Sistema

| 15 |
Nacional de cti debe tener una gobernanza eficaz, colegiada, inclusiva,
transparente y capaz de articular a los diferentes agentes del sistema.
La investigación científica y tecnológica debe, sin duda, contribuir a
resolver los grandes problemas nacionales. Pero para lograrlo es nece-
sario desarrollar una estrategia de expansión de la planta científica
nacional en todas las áreas, ampliar los mecanismos de formación de
recursos humanos en programas nacionales y extranjeros, fomentar las
vocaciones científicas, crear nuevos centros de investigación, lograr una
adecuada vinculación con los sectores productivos y sociales, fomentar
la divulgación de la ciencia y la colaboración con instituciones científicas
internacionales.
El desarrollo e implementación de la agenda que se propone debe
concebirse como una corresponsabilidad de los diferentes actores que
integran el sistema de cti, muy particularmente de la comunidad cien-
tífica y académica del país. Finalmente, creemos que esa comunidad
debe incluir a todas las áreas del conocimiento, a todas las instituciones,
públicas y privadas, a la investigación básica y aplicada, y cuya práctica
debe estar cimentada en el más amplio ejercicio de las libertades de
expresión, cátedra e investigación.

16 | Contribuciones institucionales
Líneas generales para la Agenda Nacional de CTI
2024-2050

Propuesta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC)

Este documento tiene como propósito contribuir al diseño de una polí-


tica de ciencia, tecnología e innovación (cti) para los próximos 25 años.
Inicialmente fue preparado por una comisión integrada por miembros
de la Academia Mexicana de Ciencias,1 posteriormente se enriqueció con
las aportaciones de varios miembros de la Academia a través de cuatro
foros virtuales que se celebraron a finales de 2023.2
Desde hace tiempo, diversos actores del sistema de ciencia, tecno-
logía e innovación (academia, universidades, centros de investigación,
sector productivo, gobiernos estatales y federal, sector social y sociedad
civil) han expresado su preocupación por la carencia de una política
nacional de largo plazo en ciencia, tecnología e innovación, que permita
a la cti tener un papel central en la agenda nacional y coadyuvar a un
desarrollo social y económico sostenido, equilibrado e inclusivo, y que
contribuya a reducir las desigualdades que existen en el país.

1
La comisión estuvo integrada por los siguientes miembros de la amc: José Franco,
Silvia Giorguli, Sergio López Ayllón, David Romero, Pedro Salazar, José Seade y Gloria
Soberón.
2
La mesa directiva de la acm realizó una convocatoria abierta a la membresía para parti-
cipar en los foros, que tuvieron lugar los días 27 de noviembre y 1, 4 y 6 de diciembre
de 2023. Participaron miembros de la amc de todo el país y muy diversos campos del
conocimiento, desde la óptica, las matemáticas, la inteligencia artificial o la medicina
hasta la economía y la sociología. En los foros se expusieron muy diversas reflexiones,
ideas y propuestas que, en la mayor medida de lo posible, se incorporaron al docu-
mento inicial.

Líneas generales para una Agenda Nacional de cti 2024-2050 | 17


La amc reconoce que México es un país que carece de una política de
cti robusta y con un peso suficiente en la agenda nacional de un país
con el tamaño y potencial económico como el nuestro. La amc entiende
que el diseño de esa política debe ser el resultado de un diálogo entre
todos los actores del sistema de cti, que generen consensos y permitan
diseñar acciones para hacer de la ciencia un motor para el desarrollo
sostenido e incluyente.
Esta Academia toma como punto de partida el texto del artículo 3
constitucional que establece el derecho de todas las personas a gozar
de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica.
Para ello, dice la Constitución, el Estado debe apoyar la investigación e
innovación científica, humanística y tecnológica, y proveer recursos y
estímulos suficientes conforme las bases de coordinación, vinculación
y participación que establezcan las leyes en la materia. Además, se
reconoce constitucionalmente que el Sistema Nacional de Ciencia, Tecno-
logía e Innovación, que debe estar integrado por los sectores públicos,
social y privado.3
Finalmente, la Academia subraya que el desarrollo de la cti sólo
puede darse como resultado del más amplio ejercicio de las libertades
de expresión, cátedra e investigación, todas reconocidas constitucio-
nalmente. Recientemente, la Comisión Interamericana sobre Derechos
Humanos de la oea adoptó los Principios Interamericanos sobre Libertad
Académica y Autonomía Universitaria4 que conciben a la libertad acadé-
mica5 como un derecho humano independiente que habilita el ejercicio
3
Véase los artículos 3 fracción V y 73 fracción XXIX-F de la cpeum.
4
Adoptados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos durante el 182º
Periodo Ordinario de Sesiones, celebrado del 6 al 17 de diciembre de 2021. Consulta-
bles en https://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/principios_libertad_academica.
pdf
5
De acuerdo con los principios “La libertad académica implica el derecho de toda
persona a buscar, generar y transmitir conocimientos, a formar parte de las comuni-
dades académicas y a realizar labores autónomas e independientes para llevar a cabo
actividades de acceso a la educación, docencia, aprendizaje, enseñanza, investigación,

18 | Contribuciones institucionales
de otros derechos. El ejercicio de estas libertades no puede estar sujeto
a condición alguna. Por lo demás, los apoyos a la investigación deben
incluir todas las áreas y especialidades, sin excluir ninguna, y com-
prender la investigación básica y aplicada generada en las instituciones
públicas y privadas.

A. Contexto y antecedentes
Para lograr que la cti coadyuve a lograr un desarrollo social y económico
sostenido, equilibrado e inclusivo, que ayude a reducir las desigualdades
que existen en el país, resulta necesario que el Estado Mexicano genere
políticas públicas que estimulen y promuevan la colaboración entre las
universidades y los centros de investigación, públicos y privados, con
los diferentes sectores productivos y sociales de nuestro país. Este es
un proceso difícil y de largo aliento que requiere planificación, compro-
misos y acciones que se desarrollen por etapas.
En 2012, bajo el auspicio de la unam, se realizó un primer esfuerzo
para construir una agenda nacional en cti en el que participaron cerca
de 120 representantes de 64 organizaciones del sector incluidas ies,
centros de investigación, academias, asociaciones, cámaras y líderes
empresariales, así como algunos sectores gubernamentales. El resul-
tado fue el documento Hacia una Agenda Nacional en Ciencia, Tecnología
e Innovación 20126 (en adelante el Documento 2012) que se entregó al
entonces presidente electo Enrique Peña Nieto, y cuya propuesta prin-

descubrimiento, transformación, debate, búsqueda, difusión de información e ideas


de forma libre y sin temor a represalias. Adicionalmente, la libertad académica tiene
una dimensión colectiva, consistente en el derecho de la sociedad y sus integrantes a
recibir informaciones, conocimientos y opiniones producidas en el marco de la acti-
vidad académica y de obtener acceso a los beneficios y productos de la investigación,
innovación y progreso científico” (p. 8).
6
El documento puede consultarse en: https://www.amc.mx/politicas_cientificas/agenda_
nal_cti_extenso_260912.pdf

Líneas generales para una Agenda Nacional de cti 2024-2050 | 19


cipal se expresó como sigue: “hacer del conocimiento y la innovación
una palanca fundamental para el crecimiento económico sustentable
de México, que favorezca el desarrollo humano, posibilite una mayor
justicia social, consolide la democracia y la paz, y fortalezca la soberanía
nacional” (p. 3).
Posteriormente, en 2018, se realizó un segundo ejercicio de reflexión
y concertación que, con una participación aún más importante, reiteró la
propuesta de 2012 y la profundizó en diversas dimensiones. El resultado
de esta deliberación se plasmó en el documento Hacia la consolidación y
desarrollo de políticas públicas en ciencia, tecnología e innovación. Obje-
tivo estratégico para una política de Estado 2018-20247 (en adelante el
Documento 2018), el cual se entregó al presidente electo Andrés Manuel
López Obrador.
Sin embargo, las nuevas autoridades designadas por el Presidente de
la República para encabezar el conacyt tenían ideas diferentes y adop-
taron diversas medidas para modificar el rumbo. Se trataba, según lo
estableció el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación
2021-2024 (peciti), de “impulsar un cambio de paradigma en la política
de cti” con base en “el avance del conocimiento y el cambio tecnológico
de vanguardia, siempre anteponiendo la defensa del interés público,
el bien común y la recuperación de la rectoría del Estado en el trazado
de las vías del desarrollo nacional prioritarias y estratégicas”.8 Para
ello, se establecieron seis objetivos prioritarios, a saber: el fortaleci-
miento de la comunidad científica; el impulso a la generación de cono-
cimiento de vanguardia y la ciencia de frontera con investigaciones
de carácter inter, multi y trans disciplinario; el establecimiento de los
programas nacionales estratégicos; el desarrollo de la transferencia de
tecnologías de vanguardia bajo un modelo de pentahélice; la promoción

7
El documento puede consultarse en https://www.amc.mx/politicas_cientificas/CTI-
180822.pdf
8
peciti, publicado en el dof el 28 de diciembre de 2021.

20 | Contribuciones institucionales
del acceso universal al conocimiento y sus beneficios; y la generación de
información y perspectiva científica con impacto social.
Con base en el peciti 2021-2024 se realizaron varias acciones,
entre otras: se establecieron diez Programas Nacionales Estratégicos;9
se reformó en varias ocasiones el estatuto y el reglamento del Sistema
Nacional de Investigadores (sni) así como sus criterios y mecanismos de
evaluación; se dio una nueva orientación al posgrado y se modificaron
las prioridades y el enfoque de sus becas; se extinguieron los fideico-
misos, tanto del conacyt como de los Centros Públicos de Investigación
(y con ello se perdió la multianualidad de los apoyos a la ciencia); y se
elaboró una nueva Ley General en materia de Humanidades, Ciencias,
Tecnologías e Innovación (lghcti) que incluye un nuevo modelo de
gobernanza para el sistema cti.
Es demasiado temprano para evaluar los resultados y efectos de
este conjunto de acciones, muchas de las cuales han generado debate e
inquietud entre la comunidad de cti. Durante los foros, algunos miem-
bros de la amc expresaron, en particular, su preocupación por el modelo
altamente centralizado que contiene la lghcti, por las diferencias que se
hace entre instituciones públicas y privadas, así como por el abandono
de la política de vinculación e innovación entre la academia y el sector
productivo.
Más allá de estas expresiones, lo que resulta innegable es que la
ciencia y la tecnología están lejos de constituir una prioridad guberna-
mental, y que ha habido un retroceso en varios de los indicadores que
miden las diferentes dimensiones de la cti.
Así, por ejemplo, los datos más recientes del Banco Mundial reportan
que en 2010 México gastó 0.49% del pib en investigación y desarrollo.
Diez años más tarde, en 2020, este gasto apenas alcanzó el 0.30%.

9
Los programas nacionales estratégicos son: agentes tóxicos y procesos contaminantes;
agua; cultura; educación; energía y cambio climático; salud; seguridad humana;
sistema socio ecológicos; soberanía alimentaria y vivienda.

Líneas generales para una Agenda Nacional de cti 2024-2050 | 21


Desde otra perspectiva, el gasto federal destinado a la cti se compone
del gasto del ramo 38 conacyt (que incluye el gasto de los cpi secto-
rizados en el mismo) que a precios constantes de 2023 ha tenido una
disminución importante como se ilustra en la siguiente lámina. A este
gasto, se suman los recursos destinados a la función de “ciencia, tecno-
logía e innovación” que se asigna a las universidades federales y diversos
centros de investigación vinculados a algunas secretarías de estado. El
Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 propone un presupuesto
total para la cti de 60,644 millones de pesos, lo que representa una
reducción de 4% en términos reales respecto a 2023, y una disminución
de 39% en comparación con lo aprobado en 2015. Esta reducción preo-
cupa pues supone una pérdida acumulada entre 2015 y 2024 de 38,538
millones de pesos.10

Otra dimensión relevante es la que se refiere al capital humano que


realiza las actividades de cti. México tiene, de acuerdo a datos de la
ocde, un investigador por cada 1,000 habitantes de las población econó-

10
Véase Moreno y Cedillo. “ppef 2024: crisis y precarización de la educación superior y
la ciencia”, en Nexos, septiembre 27, 2023 en https://educacion.nexos.com.mx/ppef-
2024-crisis-y-precarizacion-de-la-educacion-superior-y-la-ciencia/

22 | Contribuciones institucionales
micamente activa (pea), mientras que el promedio de los países de la
ocde es de 8 investigadores por cada 1,000 habitantes de la pea.11
En cuanto a la producción científica y tecnológica del país (artículos
en publicaciones científicas y tecnológicas), si bien se ha incrementado
en los últimos 20 años, esa producción palidece frente al esfuerzo de
otros países con un nivel de desarrollo similar, como es el caso de Brasil,
Indonesia y Turquía.12
El balance del análisis anterior preocupa pues muestra que la agenda
de la ciencia, el conocimiento tecnológico y la innovación están lejos de
ser prioritarias y que el ritmo de crecimiento es insuficiente, sobre todo
si se compara con otros países emergentes que han avanzado mucho
más rápidamente.
Por todo lo anterior es urgente construir una política científica de
largo plazo, resultado de una deliberación incluyente y participativa,
que permita que la ciencia, la tecnología y la innovación se conviertan
en palancas de un crecimiento sostenible como se propuso en los
Documentos de 2012 y 2018. Por ello, una vez más, insistimos en una
propuesta que avance en esta dirección.

B. Los temas de la agenda


Un sistema nacional de cti debe articular adecuadamente a la comu-
nidad científica, tecnológica y de innovación, a los gobiernos estatales y
federal, al sector productivo y al sector social, tal y como lo mandata el
artículo 73 fracción XXIX F de la Constitución.
En México el sistema de cti tiene diferentes niveles de maduración.
Sin duda, y a pesar de sus carencias, el sector ciencia es el más desa-
rrollado, pues existen infraestructura, instituciones y recursos humanos

11
Véase https://data.oecd.org/rd/researchers.htm
12
Véase https://www.oecd.org/sti/inno/scientometrics.htm

Líneas generales para una Agenda Nacional de cti 2024-2050 | 23


formados a lo largo de varias décadas. No puede decirse lo mismo del
sector de tecnología que requiere de mayores recursos y es sin duda
el que puede lograr una articulación mucho mejor estructurada con el
sector productivo. Finalmente, el sector con mayor rezago corresponde
a la innovación, en donde es necesario reconocer que los diferentes
esfuerzos por impulsarla no han avanzado y se requiere repensar un
modelo que sea efectivo y genere los resultados que el país necesita.

Junto con lo anterior, es importante considerar que existen importantes


diferencias regionales en el país. Por ello, una agenda nacional debe
proponer estrategias específicas para las regiones con menor desa-
rrollo del sector, con el propósito de reducir las desigualdades y generar
mejores condiciones de crecimiento sostenido para ellas.

A continuación, se presentan muy sintéticamente algunas ideas res-


pecto a los grandes temas para una agenda nacional de cti 2024-2050.

1. Importancia central de la cti en el desarrollo económico sustentable e


incluyente
“La ciencia es una actividad humana cuyo fin es la generación de
conocimiento original acerca de todos los aspectos de la naturaleza,
incluyendo al ser humano mismo –como individuo y como sociedad–
mediante la observación, la experimentación, el análisis y la inter-
pretación” (Documento 2018, p. 21). Es una condición para lograr
un “desarrollo económico sustentable e incluyente que favorezca el
desarrollo de las personas, la justicia social, el bienestar colectivo, la
democracia y la paz” (Documento 2018, p. 9)
En efecto, en las sociedades contemporáneas la investigación cientí-
fica y el desarrollo tecnológico son factores que detonan el desarrollo
económico y el bienestar social. El progreso y la calidad de vida de las
personas es cada vez más dependiente del conocimiento generado

24 | Contribuciones institucionales
por la investigación científica, al punto que algunas de las diferen-
cias entre los países con alto nivel de desarrollo y aquellos con altos
índices de pobreza y marginación se explica por el grado de inversión
en cti y el desarrollo de la infraestructura y el capital humano.
Por ello, se requiere una reacción urgente y de gran calado para que el
país pueda fortalecer su infraestructura científica y el capital humano
necesario para la producción de conocimiento. Se trata de crear un
entorno que lo facilite, valore y utilice en beneficio de la población.
Para lograrlo es fundamental vincular la educación superior con el
proceso de creación y aplicación del conocimiento, así como la inno-
vación, creando nuevos mercados de trabajo para los egresados de
los programas de licenciatura, maestría y doctorado a lo largo del
país.
Asimismo, es urgente estimular la participación de empresas en
actividades de innovación. Para esto se requiere implementar más
sistemas de educación dual en las universidades y estimular la parti-
cipación de profesores y alumnos en la creación de empresas que
atiendan las necesidades de los sectores productivos y de la indus-
tria. Claramente, este tipo de acciones beneficiará al país al contar
con personal altamente calificado, con empleos mucho mejor remu-
nerados, lo que ayudará a que nuestros sectores productivos sean
más eficientes y competitivos.

2. La gobernanza del sistema cti


Un sistema sólido de cti requiere una gobernanza robusta que facilite
la articulación entre los actores y la asignación transparente, eficaz
y razonada de recursos. Además, que incentive la participación y la
innovación y que sea capaz de rendir cuentas a diferentes niveles. El
diseño institucional es una de las claves para lograr que los diferentes
actores que integran el sistema puedan desplegar todo su potencial

Líneas generales para una Agenda Nacional de cti 2024-2050 | 25


y generen conocimientos para lograr los objetivos de política pública
que se propongan.
En la nueva Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e
Innovación se establece un modelo de gobernanza. Existen muchas
dudas dentro de la comunidad de cti sobre su idoneidad. Por ello, y
con independencia de lo que determine la Suprema Corte de Justicia
sobre la constitucionalidad de esa ley,13 consideramos que resulta
necesario llevar a cabo una amplia discusión para replantearlo.
Es muy importante considerar que la gobernanza del sistema no es
idéntica al diseño institucional del conahcyt. La primera debe consi-
derar que el sistema de cti tiene una base constitucional y que está
integrado por la federación, las entidades federativas y los muni-
cipios, junto con los sectores académico, social y privado. Se trata
de una organización compleja. La segunda es que el conachcyt es
sin duda un actor relevante del sistema, pero no lo agota ni puede
concentrar facultades y decisiones que deben tomarse desde la lógica
del sistema o que puedan generar conflicto de interés.
Algunos de los objetivos que proponemos para su análisis son los
siguientes:
i. Crear un sistema nacional capaz de articular a todos los actores del
sector cti.
ii. Recuperar la dimensión federal y de coordinación entre las entidades
federativas y los órganos federales.
iii. Asegurar que la persona que ocupe la Presidencia de la República, en
su carácter de Jefe de Estado, presida un órgano rector colegiado y
plural que gobierne el sistema nacional de cti.

13
Una minoría parlamentaria del Senado de la República interpuso la acción de inconsti-
tucionalidad 126/2023 contra la aprobación de la Ley General de Humanidades, Cien-
cias, Tecnologías e Innovación. Esta acción está pendiente de decisión.

26 | Contribuciones institucionales
iv. Contar con una política científica de largo plazo (mínimo de 25 años)
y programas trans-sexenales.
v. Generar modelos de financiamiento estables, transparentes, eficaces,
de largo plazo y suficientes para dar soporte financiero a las metas
del sistema.
vi. Asegurar de manera prioritaria una mayor participación del sector
científico y tecnológico en la gobernanza del sector, incluyendo la
elección de representantes con voz y voto en los órganos de decisión
del sistema mediante mecanismos transparentes e independientes
de la autoridad.
vii. Crear una instancia autónoma de consulta del sistema de cti que
agrupe a todos los actores no gubernamentales cuya opinión sea
considerada durante el proceso deliberativo de los órganos de
decisión.
viii. Lograr una adecuada sinergia entre el presupuesto y las acciones a
nivel federal con las estatales y regionales.
ix. Promover la divulgación de la ciencia y la creación de una cultura
científica, particularmente entre niños y jóvenes.
x. Lograr una autonomía plena para los centros públicos de investiga-
ción (cpi’s) al mismo tiempo que darles mecanismos de articulación
y rendición de cuentas.
xi. Prever una participación significativa y responsable del sector pro-
ductivo como un actor central del sistema de cti.
Un tema especialmente sensible es el futuro del conahcyt. Existe un
amplio debate sobre el papel que debe jugar, sobre su naturaleza jurí-
dica (¿convertirlo en una Secretaría de Estado? ¿mantener su estatus
actual? ¿crear una nueva instancia con autonomía constitucional?)
y sobre su capacidad de conducir e incidir en el diseño y financia-
miento de la política pública en materia de cti. Esta cuestión deberá
ser analizada a la luz de los objetivos y diseño del sistema de cti, y
no de manera aislada. Como ya señalamos, el conahcyt es una pieza

Líneas generales para una Agenda Nacional de cti 2024-2050 | 27


central del sistema, pero no debe ser la única. Existen tres variables
que nos parecen críticas. La primera es el grado de autonomía frente
al gobierno en turno que le permitiría desarrollar una política de
Estado de largo plazo. La segunda, es asegurar que las decisiones
más importantes sobre el sistema se adopten en cuerpos colegiados
y plurales. La tercera es que exista un mecanismo independiente y
externo de evaluación de sus funciones y resultados.
El conahcyt o el organismo cabeza del sector gubernamental de cti
debe tener un carácter administrativo y asegurar la conducción de
la política y el despliegue de sus herramientas (programas, convo-
catorias, evaluaciones, becas) pero en ningún caso debe desarrollar
proyectos de investigación, innovación o desarrollo tecnológico.
Adicionalmente, como parte del sistema deben considerarse los
mecanismos de planeación y evaluación del sistema. En efecto, el
desarrollo de los proyectos y la construcción de la infraestructura
científica y tecnológica requiere de instrumentos de planeación que
permitan el crecimiento y consolidación tanto de la infraestructura
como de los recursos humanos. La ciencia requiere tiempos largos, y
por ello necesita instrumentos de planeación que permitan el desa-
rrollo de iniciativas de alto impacto. El segundo componente indis-
pensable es contar con mecanismos de evaluación acordes con los
tiempos de ejecución. Se trata de asegurar un adecuado ejercicio de
recursos cuyos frutos se verán sólo en el mediano y largo plazos, pero
que deben responder, desde su diseño, a objetivos bien definidos.
Tanto la planeación como la evaluación deben considerar los dife-
rentes elementos del sistema. Deben evaluarse, con metodologías
apropiadas, los programas, las instituciones, los grupos, así como las
y los investigadores en lo individual. Esta última dimensión requiere
especial atención dado que los modelos de producción y divulga-
ción de la ciencia están cambiando en el mundo entero y se requiere

28 | Contribuciones institucionales
adoptar lineamientos y criterios de evaluación que sean a la vez rigu-
rosos pero conocidos y reconocidos por las comunidades académicas.

3. Financiamiento de la cti (compromisos para incrementar la inversión


pública y privada en cti)
México tiene un rezago enorme en la inversión nacional en inves-
tigación científica y desarrollo tecnológico (el llamado gasto en in-
vestigación y desarrollo experimental, gide), que en los últimos
años se ha deteriorado aún más. Resulta indispensable establecer
un programa de gasto e inversión, con un crecimiento programado
y progresivo, que lleguen en el corto plazo al 1% del pib y en el
mediano plazo al promedio de los países de la ocde (2.4 % del pib). A
estas metas deben concurrir recursos públicos (federales y estatales)
y privados. También pueden contribuir mecanismos que atraigan
financiamiento internacional, en particular para proyectos de infra-
estructura científica de gran magnitud. Finalmente, la cti requiere de
programas multianuales, pues prácticamente resulta imposible desa-
rrollar una investigación de calidad sólo con base en presupuestos
anuales. Existe abundante evidencia de esta situación.
Una dimensión central del financiamiento de la cti es cómo lograr
que los sectores productivos participen de manera más estructural
en el financiamiento de proyectos de cti. Para ello es indispensable
generar mecanismos que, por un lado, permitan una mejor vincu-
lación entre estos sectores con la educación superior y el sistema
nacional de cti. Es deseable, que la demanda de proyectos se genere
desde los sectores productivos. Por otro lado, también deben existir
incentivos para que estos proyectos puedan desarrollarse en bene-
ficio de quienes participen en ellos.
Resulta importante realizar una evaluación rigurosa y objetiva del
hoy extinto Programa de Estímulos a la Investigación, Desarrollo
Tecnológico e Innovación (pei) y, a partir de la experiencia nacional e

Líneas generales para una Agenda Nacional de cti 2024-2050 | 29


internacional, considerar el diseño de un programa destinado espe-
cíficamente a fomentar la innovación y la vinculación con la indus-
tria. También se puede considerar la creación de centros de investi-
gación que atiendan las necesidades de tecnología e innovación en
sectores productivos específicos que se identifiquen (por el sistema
de cti) como prioritarios. Finalmente, se reitera la urgente necesidad
de modificar la visión que considera que las relaciones entre ciencia
e industria sólo genera efectos indeseables. Se debe avanzar en crear
una relación mucho más estructurada, con mejores capacidades insti-
tucionales e incentivos bien diseñados que faciliten la innovación y
beneficien a quienes la desarrollen, como sucede en otros países del
mundo.
Pero el tema va más allá del crecimiento del gasto y la inversión. Es
necesario diseñar y ejecutar programas de gasto multianuales con
recursos garantizados, que tengan objetivos y resultados claros y
evaluables. También deben establecerse mecanismos transparentes,
participativos y responsables de asignación de los recursos, admi-
tiendo una diversificación de esos mecanismos para que se adapten a
las diferentes necesidades y prioridades del desarrollo de la investiga-
ción científica. No es igual diseñar programas orientados a la ciencia
básica, que otros orientados a la formación de recursos humanos o
la creación de infraestructura. Resulta indispensable el uso perma-
nente de convocatorias abiertas para proyectos y la evaluación por
pares. Los mecanismos de asignación directa deberán de emplearse
sólo de manera excepcional y justificarse públicamente.
Una parte importante del financiamiento debería estar orientado a
la modernización de la infraestructura científica del país, sobre una
base de uso compartido. Para ello puede ampliarse el programa de
laboratorios nacionales, con recursos suficientes. También resulta
necesario generar mecanismos de financiamientos directos a los

30 | Contribuciones institucionales
grupos de investigación que se encuentran en universidades o centros
de investigación estatales.
Asimismo, podría considerarse el diseño de nuevos fideicomisos me-
jorados para asegurar la existencia de fondos y una administración
eficaz, responsable y absolutamente transparente. Finalmente puede
revisarse el uso de instrumentos fiscales para incentivar la inversión
en cti y para acreditar el iva en la compra de insumos necesarios
para investigación.

4. Los grandes problemas nacionales y la cti


Sin lugar a duda, la investigación científica y tecnológica puede y debe
contribuir a resolver los grandes problemas nacionales. “De acuerdo
con la unesco, los principales desafíos que se deben atender mediante
la ciencia, tecnología e innovación son: superar la desigualdad en los
niveles de vida de la población; lograr la inclusión social y; alcanzar
la sustentabilidad” (Documento 2018, p. 43). Esta identificación sirve
para ilustrar cómo el quehacer científico puede enriquecer el diseño
y evaluación de las políticas, y con ello contribuir a resolver los desa-
fíos que enfrenta el país en materia de salud, educación, trabajo, uso
sustentable de recursos naturales, inclusión, mejoramiento de la
calidad de vida y aún seguridad, entre otros muchos temas.
Es importante tener en cuenta que las políticas públicas son una res-
ponsabilidad gubernamental. Sin embargo, es necesario que la
cti contribuya a su diseño, implementación y evaluación. Por ello,
se debe asegurar que la aportación científica forme parte del proceso
de toma de decisiones en sus diferentes etapas.
También debe considerarse que la identificación de las prioridades
nacionales en materia de cti debe ser el resultado de la interacción y
el diálogo entre las comunidades científicas, las poblaciones objetivo
y las autoridades. La existencia de programas nacionales demasiado
rígidos puede generar una “camisa de fuerza indeseable” tanto desde

Líneas generales para una Agenda Nacional de cti 2024-2050 | 31


el punto de vista de la libertad de investigación como de la capacidad
del país de generar conocimiento universal. Sin duda es necesario
generar incentivos y establecer prioridades que faciliten la aporta-
ción de la cti en la resolución de los problemas nacionales, pero los
apoyos gubernamentales no pueden limitarse a éstos. Una alterna-
tiva complementaria a los programas nacionales es la creación de
agendas de investigación que faciliten la interacción de los diferentes
especialistas y que permitan hacer aportaciones a campos especí-
ficos del conocimiento.
Asimismo, hay que reconocer que la intervención por parte de los
científicos y tecnólogos en la resolución de los problemas nacionales
supone modelos de vinculación que permitan la interacción con las
poblaciones interesadas y la identificación clara de lo que se puede
(o no) lograr. La ciencia no es un remedio mágico que puede resolver
de inmediato los problemas, sino que, con sus propios métodos,
tiempos y rigor contribuye a construir alternativas de solución.
De manera enunciativa, algunos de los temas prioritarios en que
la cti debe incidir, incluyen la reducción de las desigualdades y las
violencias, el medio ambiente especialmente el cambio climático y la
sustentabilidad, la igualdad de género, la salud y el desarrollo tecno-
lógico, en particular en materia de las tecnologías de la información y
la comunicación.
Junto con lo anterior, conviene enfatizar que el conocimiento cientí-
fico es crítico para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible de la onu.

5. Formación de recursos humanos y desarrollo de infraestructura para


la cti.
México requiere desarrollar una estrategia para la expansión de
la planta científica nacional en todas las áreas. Esto requiere de la
participación tanto del sector público (gobierno) como de las univer-

32 | Contribuciones institucionales
sidades e ies públicas y privadas. También se deberá contemplar la
creación y ampliación de instituciones de cti, así como de las plazas
de nueva creación que resulten necesarias.
De manera importante, hay que expandir los mecanismos de forma-
ción de recursos humanos a nivel de posgrado tanto en programas
nacionales como extranjeros, en todas las áreas y posteriormente
asegurar que esos recursos humanos puedan regresar al país o inser-
tarse en el mercado laboral (público, académico o privado) con una
perspectiva alentadora de desarrollo profesional.
En particular la formación de doctores debe considerar dos dimen-
siones complementarias. Por un lado, atender la demanda de cien-
tíficos para ciertos sectores que los requieren de manera urgente.
Por otro, no conviene seguir formando doctores que simplemente no
encuentran trabajo por falta de plazas en los centros de investiga-
ción, públicos o privados. Es fundamental por ello encontrar formas
de vincular de manera prospectiva la oferta con la demanda, conside-
rando que formar un doctor puede llevar de 4 a 6 años después de la
licenciatura. Junto con lo anterior es indispensable que las becas de
posgrado se asignen y evalúen con criterios académicos mediante la
participación de pares y otros actores del sistema cti.
La política científica debe tener como uno de sus propósitos acercar
la ciencia a la sociedad. Es decir, lograr que gradualmente la sociedad
mexicana conozca y valore a la investigación científica como un
elemento clave para el desarrollo social y económico. Para ello es
necesario multiplicar y fortalecer los programas de divulgación de la
ciencia y promover la cultura científica entre la población, especial-
mente las y los jóvenes.
También se requieren programas para incentivar la formación de
vocaciones científicas en niños y jóvenes. Para este propósito con-
viene multiplicar los ejercicios de participación en olimpiadas,
veranos de la ciencia, concursos o ejercicios similares que permitan

Líneas generales para una Agenda Nacional de cti 2024-2050 | 33


que un gran número de jóvenes de diversas partes de país parti-
cipen y después desarrollen sus capacidades y habilidades. Es crítico
asegurar que la formación curricular en los niveles básico y medio
propicie el razonamiento lógico-deductivo intrínseco en el pensa-
miento científico.
En todas estas tareas, las academias científicas pueden jugar un papel
importante si reciben los apoyos necesarios.

6. Restablecer y fomentar la colaboración con instituciones científicas y


organismos financiadores internacionales.
Es muy importante restablecer la participación del sector cti de
México en la comunidad internacional, por lo que se requiere resta-
blecer los convenios con las instituciones académicas y organiza-
ciones financiadoras internacionales. Esto sólo puede ser llevado
a cabo por la cabeza del sector gubernamental cti pues responde a
convenios entre los países.
En materia de infraestructura resulta necesario fortalecer y avanzar
en la creación de la red de laboratorios nacionales. También se debe
considerar generar fuentes de financiamiento nacional e interna-
cional para el desarrollo de grandes proyectos de infraestructura cien-
tífica. Y finalmente, a partir de identificar los nichos de oportunidad
donde México tiene ventajas comparativas, deben crearse centros de
investigación y desarrollo tecnológicos especializados y estrecha-
mente vinculados con los sectores productivos que requieren de un
uso intensivo de tecnologías (por ejemplo, agroindustria, industria
automotriz y aeroespacial, industria vinculada con las tic’s, etc.)

7. Una responsabilidad compartida.


El desarrollo e implementación de la agenda que se propone en este
documento no es sólo una responsabilidad gubernamental, sino tam-
bién debe concebirse como una corresponsabilidad de los diferentes

34 | Contribuciones institucionales
actores que integran el sistema de cti, muy particularmente de la
comunidad científica y académica del país. Por ello, el papel de la amc
debe ser la de un interlocutor que facilite el diálogo y las acciones
concertadas con los demás integrantes del sistema.

Líneas generales para una Agenda Nacional de cti 2024-2050 | 35


procienciamx
Estrategia de política de CTI
hacia el bienestar social y el desarrollo
sustentable de México: 2024-2036

29 de noviembre de 2023

México requiere hoy de una nueva y audaz política de Ciencia, Tecno-


logía e Innovación (cti) que colabore al desarrollo de un futuro brillante
para su población, mediante la creación de nuevo conocimiento, el apro-
vechamiento de sus recursos naturales y el fortalecimiento de procesos
de innovación. Para ello se requiere una estructura institucional sólida
que proporcione a estas actividades condiciones democráticas mínimas
tales como libertad, autonomía y respeto a los derechos humanos, al
mismo tiempo que estrategias garantizadas por el Estado para sostener
y reproducir los procesos de cti. Ello redundará en una mayor produc-
ción científica y tecnológica a la vez que en el desarrollo de una capa-
cidad de innovación del sector productivo crecientemente sólida y capaz
de incidir positivamente en el bienestar de la sociedad y en el desa-
rrollo sustentable. El cumplimiento de estos objetivos debe responder a
propuestas con una visión planetaria como las impulsadas desde la onu,
la unesco y las sociedades científicas internacionales.
La política de cti en los años recientes no ha contribuido a esa tarea.
La recientemente aprobada Ley General de hcti carece de principios
democráticos, desconoce la soberanía de los estados y municipios y no

* www.prociencia.mx
[email protected]

| 37 |
ofrece opciones sostenidas de apoyo dotadas de eficientes instrumentos
financieros. Además, la ley restringe el desarrollo futuro de la política
de Estado al dejar predeterminadas las áreas de inversión. Tanto la polí-
tica como la ley actuales parecen inspirarse en un modelo autoritario,
centralista y regresivo respecto a las actividades de cti.
Como parte de ese modelo, la actual Junta de Gobierno del nuevo
conahcyt ha modificado discrecionalmente los reglamentos de los
únicos tres programas que le quedan al Consejo, generando confusión e
incertidumbre entre la comunidad. Estos cambios limitan el desarrollo
de las actividades de cti y su potencialidad para contribuir al desarrollo
sostenido. Asimismo, la política de innovación prácticamente ha desa-
parecido, dejando la trayectoria que debe seguir el país al arbitrio de los
intereses que se expresan en el mercado. Las grandes empresas conti-
núan conectadas a las cadenas globales de valor, mientras que las pymes
han sobrevivido en un ambiente poco propicio cuando no adverso a
la actividad productiva e innovativa. Los comportamientos del sector
productivo público, social y privado no se han estimulado de manera tal
que conduzcan a generar dinámicas innovativas y sinergias para avanzar
en la senda del desarrollo sostenido en términos sociales y ambientales.
La colaboración internacional se ha reducido a su mínima expresión con
recortes a los programas de becas y ausencia de redes académicas.
En conclusión, los poderes federales del Estado, en particular el
ejecutivo, han desatendido sus funciones constitucionales en relación
con la cti y la política nacional sobre este importante rubro se ha desdi-
bujado por completo.
En un mundo crecientemente amenazado por el deterioro ambiental,
el cambio climático, la aparición de pandemias y las noticias engañosas,
la necesidad de una ciencia fuerte, basada en evidencias y capaz de pro-
porcionar información bien fundada a sociedades y gobiernos se
vuelve cuestión de importancia crucial. La sociedad debe considerar

38 | Contribuciones institucionales
como una responsabilidad colectiva el asegurar que las actividades de
cti tengan las condiciones adecuadas para su desarrollo. Ese ha sido
el principal objetivo de la actividad de la Red Prociencia.Mx a favor de
la libertad académica, la participación pública y el financiamiento a la
investigación.
Prociencia.Mx se creó como respuesta al decreto del 5 de mayo de
2019 que redujo las plantillas administrativas y técnicas de los Centros
Públicos de Investigación. Tuvo una participación destacada en las accio-
nes para detener los embates contra la desaparición de los fideicomisos
que, además de otras condiciones, representaban activos descentrali-
zados para el desarrollo de actividades de cti. Se manifestó a favor de los
estudiantes y profesores del cide, cuyas acciones originales mostraron
el desconocimiento y la violación de uno de los más robustos ordena-
mientos jurídicos favorables a la libertad académica y la participación
democrática. Sus integrantes nos sumamos a las voces que realizaron
múltiples y razonadas críticas a todos los proyectos de reforma del
reglamento del Sistema Nacional de Investigadores. Participamos con
otras organizaciones para enfrentar el proyecto de ley general de hcti
propuesto por conacyt, que culminó en la madrugada del 27 de abril del
2023, en la que de espaldas al pactado parlamento abierto y después de
nuestros últimos llamados al diálogo en el recinto de la cámara, los dipu-
tados violaron su propio acuerdo de celebrar los siete foros de consulta
y aprobaron una ley sin sustento constitucional.
En el Senado no hubo discusión, y en la llamada noche negra la ley se
presentó y se aprobó sin discusión, violando aquí también los acuerdos
de desarrollar un parlamento abierto, en la madrugada del 29 de abril.
Desde allí hemos mantenido el respaldo a las demandas de inconstitu-
cionalidad de la ley de hcti aprobada por el poder legislativo así como
nuestra oposición constante y permanente a todas las consecuencias de
su aprobación , tales como los cambios en el Reglamento de Posgrado y

Estrategia de política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 | 39
en los Centros Públicos de Investigación.
El documento que aquí presentamos propone la formulación de una
política de Estado en materia de cti, que atienda el mandato expresado
en la fracción 5a del art 3º relativo al derecho de las y los mexicanos de
gozar de los beneficios del conocimiento científico y el desarrollo tecno-
lógico y que norme la obligación del Estado de apoyar la investigación e
innovación científica, humanística y tecnológica, y de garantizar el acceso
abierto a la información que derive de ella. Es una propuesta discutida
y consensada entre una comunidad amplia que apoya una reforma inte-
gral al sistema de cti que se prolongue por más de un sexenio y que se
base en la gobernanza democrática y participativa, fuentes de financia-
miento estables, expansión de las comunidades científica y tecnológica,
fomento a la innovación, y una nueva política de comunicación pública y
de internacionalización de la ciencia mexicana.
Este documento incluye seis estrategias para una nueva política de
cti:

1. Reformar el sistema de cti para garantizar la libertad académica, la


participación democrática y la autonomía.
2. Asignar un financiamiento suficiente, sostenido y progresivo para las
actividades de cti.
3. Expandir y fortalecer las comunidades científicas y tecnológicas.
4. Fomentar la innovación que contribuya al bienestar social y el desa-
rrollo sustentable.
5. Promover la comunicación pública de las ciencias.
6. Fortalecer la colaboración internacional en materia de cti.

Para cada estrategia se definen objetivos, líneas de acción e


instrumentos.

40 | Contribuciones institucionales
Estrategia 1. Reformar el sistema de CTI para garantizar la libertad académica,
la democracia y la autonomía
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
1.1. Redefinición del sistema de 1.1.1. Identificar los espacios 1.1.1.1. Mapeo permanente de
cti como donde se realiza actividad de los espacios donde se realiza
un conjunto autónomo, cti –creación y movilización de actividad de cti.
participativo y articulado de conocimientos– tales como: 1.1.2.1. Órgano de gobierno
organizaciones y agencias universidades, tecnológicos, plural y representativo, con
del sector académico y de centros, empresas, academias participación de todos
los sectores social, público y y sociedades científicas, los órdenes de gobierno y
privado. asociaciones civiles y comunidades de cti, que
dependencias estatales. tendrá la responsabilidad de
hacer propuestas de política
de estado en materia de cti a
mediano y largo plazo tanto
al poder ejecutivo como
al legislativo, incluida la
elaboración del presupuesto
anual.
1.1.2. Establecer las bases de 1.1.2.2. Organos de gobierno
coordinación entre los órdenes plurales y representativos en
de gobierno. las entidades federativas con
la responsabilidad de orientar,
regular y gestionar las políticas
de cti.
1.1.3. Establecer mecanismos 1.1.3.1. Espacios autónomos
de gobernanza participativa de consulta y deliberación
que incorporen a los sectores que convoquen ampliamente
académico, social, y privado a personas, organizaciones,
en los procesos de toma de academias, sociedades
decisiones. científicas y asociaciones de
los sectores académico, social,
público y privado.
1.1.3.2 Mecanismos que
propicien el intercambio
de ideas, conocimientos y
capacidades de los actores
involucrados en la política de
cti.

Estrategia de política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 | 41
Estrategia 1. Reformar el sistema de CTI para garantizar la libertad académica,
la democracia y la autonomía
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
1.1.4. Crear una estructura de 1.1.4.1. Consejo de Consulta y
asesoramiento que colabore Participación con autonomía
en la formulación de la de decisión técnica, operativa y
política de cti, e incorpore administrativa.
representantes de los sectores
académico, social, público y
privado en los distintos niveles
de toma de decisiones.
1.2. Reorganizar la 1.2.1. Crear una estructura 1.2.1.1. Secretaría de cti del
administración pública federal federal de formulación y gobierno federal.
para la atención y promoción ejecución de la política de cti. 1.2.1.2. Dos agencias federales
de la cti. 1.2.2 Responsabilizar a ejecutoras especializadas
todos los sectores de la respectivamente en las
administración pública federal políticas para la investigación
de la inclusión y fomento de científica, humanística y
actividades de cti. tecnológica, y en las políticas
para la innovación.
1.2.2.1 Secretarías de cti
en los estados.
1.3 Promover el estable- 1.3.1 Interactuar con 1.3.1.1. Mesas de trabajo para
cimiento de estructuras de cti las entidades federativas discutir estrategias, objetivos y
en los estados de la República. para la creación de estructuras líneas de acción.
de la cti.
1.4. Establecer las bases 1.4.1. Definir de manera precisa, 1.4.1.1. Mecanismos para
jurídicas que garanticen suficiente y de acuerdo con proteger la autonomía
la libertad académica y estándares internacionales universitaria y la libertad
el derecho a gozar de los el sentido, las finalidades y académica.
beneficios de la investigación el espíritu de la investigación 1.4.1.2 Carta de Derechos
científica, humanística y científica, humanística y que proteja la libertad de
tecnológica. tecnológica. Se deberán tomar investigación, docencia,
en cuenta los “Principios Inter- asociación y opinión de la
americanos sobre Libertad comunidad académica con
Académica y Autonomía base en principios éticos.
Universitaria” de la Comisión Inclusión de esta Carta de
Interamericana de Derechos Derechos en reglamentos y
Humanos. estatutos de las instituciones
académicas y centros de
investigación.

42 | Contribuciones institucionales
Estrategia 1. Reformar el sistema de CTI para garantizar la libertad académica,
la democracia y la autonomía
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
1.4.2.Revisar, dar consistencia 1.4.2.1. Comisión de los
y compatibilizar los tres órdenes de gobierno
ordenamientos jurídicos supervisora y reguladora del
nacionales e internacionales ordenamiento jurídico relativo
aplicables referentes a: a las políticas de cti.
i) las actividades de cti,
ii) la propiedad intelectual en
materia industrial, de derechos
de autor y de conocimiento
tradicional, y iii) la regulación
de los intereses público y
privado en los mercados y en
las instituciones estatales.

1.4.3. Autonomía 1.4.3.1. Reglamentación para


constitucional para los centros garantizar la autonomía
públicos de investigación y de investigación y gestión
para otras entidades como de centros públicos de
el cinvestav, cuyas investigación.
funciones sustantivas sean la
investigación, la formación
de personas altamente
capacitadas y la atención
de necesidades regionales y
nacionales.
1.4.4. Garantizar a los 1.4.4.1. Legislación acorde a
creadores e inventores la los acuerdos internacionales
titularidad del derecho de en materia de propiedad
propiedad industrial (patentes, industrial.
diseños industriales y modelos
de utilidad) que se derive de
la investigación financiada
con recursos públicos a la
institución donde se desarrolló
la invención.

Estrategia de política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 | 43
Estrategia 1. Reformar el sistema de CTI para garantizar la libertad académica,
la democracia y la autonomía
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
1.4.5. Formalizar el 1.4.5.1. Condiciones de
trato homogéneo a los otorgamiento de becas,
investigadores e investigadoras apoyos y reconocimientos
con independencia de la iguales a investigadores e
institución de adscripción. investigadoras en instituciones
públicas o privadas.
1.4.5.2. Reconocimiento del
carácter de investigador a
todo aquel que se dedique
a la investigación científica,
humanística o tecnológica,
evitando su categorización
como funcionario de la
administración pública.
1.5. Fortalecer la capacidad de 1.5.1. Fortalecer la 1.5.1.1. Mesas de trabajo con la
realizar y ejecutar planes de participación del sector de cti shcp y cambio en la Planeación
cti con una perspectiva en el diseño del Plan Nacional democrática.
de largo plazo. de Desarrollo y de los planes
sectoriales.
1.5.2. Identificar los 1.5.2.1. Observatorio Nacional
grandes problemas a cuya de cti para identificar grandes
solución contribuya la cti, tendencias y desafíos, así
particularmente aquellos como para realizar estudios de
orientados por una misión prospectiva en cti.
en relación con el bienestar 1.5.2.2. Programa de
social, la sustentabilidad y identificación de proyectos
la digitalización, y diseñar en relación con problemas
para su resolución proyectos relevantes y de integración de
científicos, tecnológicos y de las capacidades existentes.
innovación estratégicos de
gran alcance.

44 | Contribuciones institucionales
Estrategia 1. Reformar el sistema de CTI para garantizar la libertad académica,
la democracia y la autonomía
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
1.5.3. Integrar las capacidades 1.5.3.1 Convocatorias temáticas
existentes que generen a Mesas de discusión y análisis
condiciones para resolver los para identificar e integrar
grandes problemas o para capacidades existentes.
desarrollar conocimiento
en temas emergentes (por
ejemplo: energías renovables,
escasez hídrica, sostenimiento
de la biodiversidad, cambio
climático, etc.).
1.5.4. Diseñar en el primer 1.5.4.1 Planeación estratégica
año de cada administración, con participación de los
los planes de mediano y principales actores de los
largo plazo de cti con base sectores académico, social,
en capacidades identificadas, público y privado.
necesidades y proyectos de
gran alcance.
1.5.5. Garantizar mecanismos 1.5.5.1. Definición de
efectivos para financiar procedimientos para
proyectos de gran alcance administrar recursos y poner
e integración de capacidades en marcha proyectos de gran
por medio de recursos alcance.
conjuntos públicos, privados
e internacionales.
1.5.6. Identificar, en conjunto 1.5.6.1. Mecanismos de
con las autoridades locales, interacción de organismos de
problemas regionales y de las cti de las entidades federativas
entidades federativas a cuya con el Observatorio Nacional
solución contribuya la cti y de cti (ver 1.5.2.1.)
diseñar proyectos científicos,
tecnológicos y de innovación,
financiados de manera
conjunta con recursos públicos
y privados.

Estrategia de política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 | 45
Estrategia 2. Asignación de financiamiento suficiente, sostenido,
progresivo y transparente para las actividades de CTI
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
2.1. Comprometer y ejercer 2.1.1. Asignar el 2% del pef para 2.1.1.1. Incremento anual del
un gasto público federal en gasto en cti, adicional al que PEF asignado a temas de cti
I+D de al menos el 2% del se destine para la educación en 25% en términos reales
Presupuesto de Egresos de la superior, en un horizonte de hasta alcanzar la meta del 2%
Federación (pef) con la fina- cuatro años. del pef.
lidad de alcanzar un gasto 2.1.1.2. Fondos permanentes
nacional (público y privado) en para el apoyo a la investigación
I+D equivalente al 1% del pib básica y aplicada de largo
en un periodo no mayor a tres aliento que aseguren el
años, y asegurar un aumento financiamiento sostenido de
gradual hasta alcanzar el 2% proyectos multianuales.
del pib en un periodo de 10
años.
2.2. Asegurar que 2.2.1. Incorporación del rubro 2.2.2.1. Asignación anual de
las dependencias de la de cti y asignación de recursos presupuesto de cti.
Administración Pública crecientes correspondientes
Federal destinen un porcentaje en las dependencias de la
significativo y creciente de su Administración Pública
presupuesto anual a proyectos Federal, asegurando la
de cti. transparencia en la gestión de
los recursos.
2.3. Promover la federalización 2.3.1 Crear mecanismos para 2.3.1.1. Asignación de
y diversificación del federalizar el financiamiento presupuesto cti a las
financiamiento a la cti. a la cti y comprometer a las entidades federativas.
entidades federativas en el 2.3.1.2. Políticas de
financiamiento de la cti. financiamiento a cti por parte
de las entidades federativas.
2.3.2. Promover un mayor 2.3.2.1. Instrumentos
compromiso del sector financieros flexibles para
privado en el financiamiento la inversión concurrente
de la cti y buscar otros fondos en desarrollo experimental
concurrentes. y fomento a la innovación
(bonos, capital de riesgo,
asociaciones público-privadas,
donativos, etc.).

46 | Contribuciones institucionales
Estrategia 2. Asignación de financiamiento suficiente, sostenido,
progresivo y transparente para las actividades de CTI
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
2.3.3. Gestionar recursos 2.3.3.1. Acuerdos de
de organismos financieros colaboración internacional.
internacionales para proyectos
de inversión estratégicos en
infraestructura científica y
tecnológica.
2.4. Garantizar el 2.4.1. Restablecer los 2.4.1.1. Mecanismos de
financiamiento multianual fideicomisos para cti o buscar financiamiento multianual de
de proyectos de cti. mecanismos alternativos para la cti.
garantizar el financiamiento
multianual de la cti.

3. Expandir y fortalecer las comunidades científicas y tecnológicas.

Objetivos Líneas de acción Instrumentos


3.1. Crear condiciones para la 3.1.1. Crear anualmente 3.1.1.1. Convocatorias para
formación y reclutamiento nuevas plazas en instituciones nuevas plazas.
de las nuevas generaciones de de educación superior y
investigadores con condiciones centros de investigación
de trabajo competitivas y del sector público en todos
estables. los estados de la República
para jóvenes graduados de
posgrado y dotarlas de los
recursos necesarios para la
investigación.
3.1.2. Ampliar el sistema de 3.1.2.1. Convocatorias para
becas de posgrado nacionales becas de posgrado nacional e
y al extranjero priorizando los internacional.
criterios de calidad para su
otorgamiento.
3.1.3. Asegurar una evaluación 3.1.3.1. Programa de
transparente de los programas repatriación de científicos y
de posgrado y un apoyo a científicas mexicanas en el
su ampliación en todas las extranjero.
áreas del conocimiento y en
todas las instituciones que lo
requieran.

Estrategia de política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 | 47
3. Expandir y fortalecer las comunidades científicas y tecnológicas.

Objetivos Líneas de acción Instrumentos


3.1.4. Promover la repatriación 3.1.4.1. Programa de
de jóvenes científicos y financiamiento y colaboración
asegurar su inserción laboral de becarios en el extranjero.
en instituciones de educación
superior y centros de
investigación.
3.1.5. Fortalecer los programas 3.1.5.1. Convocatorias para
de becas postdoctorales becas posdoctorales con
(cátedras, investigadores por dotación adecuada de
México). recursos.
3.1.6. Establecer mecanismos 3.1.6.1. Convocatorias para
para que becarios en el financiar proyectos conjuntos
extranjero puedan acceder de becarios en el extranjero
a fondos para el desarrollo con instituciones mexicanas.
de sus investigaciones y
colaborar con instituciones de
educación superior y centros
de investigación.
3.2. Fomentar la investigación 3.2.1. Promover proyectos de 3.2.1.1. Paneles para
básica y aplicada que investigación básica y aplicada Identificar las fortalezas de la
fortalezca el impacto científico priorizando la calidad de investigación aplicada.
y promueva el desarrollo de la propuesta. 3.2.1.2. Convocatorias para
capacidades, en condiciones proyectos de investigación
de libertad académica. publicadas de manera regular
al menos una vez al año para
ciencia básica y aplicada.

3.2.2. Promover proyectos 3.2.2.1. Convocatorias para


de investigación en proyectos de investigación,
grandes problemas y temas publicadas de manera regular
emergentes a nivel nacional e al menos una vez al año para
internacional. grandes problemas nacionales
y temas emergentes a nivel
nacional e internacional.
3.2.2.2. Paneles de expertos
que recojan y propongan,
desde la sociedad civil,
proyectos urgentes de
infraestructura y programas
prioritarios.

48 | Contribuciones institucionales
3. Expandir y fortalecer las comunidades científicas y tecnológicas.

Objetivos Líneas de acción Instrumentos


3.2.3. Disminuir brechas y 3.2.3.1. Convocatorias para
asimetrías entre regiones y proyectos de investigación
entidades federativas en las realizados en las diferentes
capacidades y actividades regiones y localidades para
científicas y tecnológicas. disminuir brechas y asimetrías
e impulsar capacidades
3.2.4. Fortalecer los 3.2.4.1. Mapeo de necesidades
centros de investigación de nuevos centros de
y crear nuevos centros en investigación
áreas o regiones donde la
investigación nacional es
incipiente promoviendo que
sea un conjunto articulado y
democrático de instituciones
en colaboración con los
sectores gubernamentales,
sociales, públicos y privados.
3.2.5. Promover la vinculación 3.2.5.1. Redes robustas de
entre individuos, instituciones colaboración, inter, multi
y sectores a nivel regional, y transdisciplinar que
nacional e internacional. contribuyan a la resolución de
problemas locales, regionales
y nacionales.
3.2.6. Promover la vinculación 3.2.6.1. Convocatoria para
entre académicos mexicanos financiar proyectos y
que viven en el exterior con formación de redes entre
instituciones nacionales y crear académicos mexicanos
un programa de repatriación residentes en instituciones
de talentos. extranjeras y mexicanas.

3.2.7. Promover la 3.2.7.1. Apoyos para la


experimentación de nuevos experimentación de
instrumentos para el fomento instrumentos de fomento de la
de la ciencia básica y aplicada. investigación básica y aplicada.

Estrategia de política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 | 49
3. Expandir y fortalecer las comunidades científicas y tecnológicas.

Objetivos Líneas de acción Instrumentos


3.3 Actualizar, fortalecer y 3.3.1. Generar esquemas 3.3.1.1. Programa Nacional de
operar una infraestructura de financiamiento para la infraestructura que determine
científica y tecnológica que renovación de equipamiento la creación, fortalecimiento y
asegure el desarrollo de científico en instituciones de actualización permanente del
todas las regiones del país educación superior y centros equipo mayor y que mantenga
conforme con sus capacidades de investigación. un control e inventario
y vocaciones. actualizado de los grandes
equipos y laboratorios
nacionales.
3.3.1.2. Convocatorias para la
renovación de equipamiento
institucional publicadas de
manera regular al menos una
vez al año, que incluyan los
recursos necesarios para la
contratación de planes de
mantenimiento preventivo y
correctivo.
3.3.2. Revitalizar los 3.3.2.1. Convocatorias para
Laboratorios Nacionales y la renovación y actualización
crear nuevos en las diferentes del equipo de Laboratorios
regiones del país. Nacionales y creación de
nuevos Laboratorios.
3.3.2.2. Convocatorias para la
adquisición de insumos de los
equipos de investigación.
3.3.2.3.Programa para la
compartición, supervisión y
control de los grandes equipos
de los laboratorios nacionales.

3.3.3. Construir y mantener 3.3.3.1. Convocatoria para


actualizada la infraestructura fortalecer los Laboratorios
de ciencia y tecnología Nacionales que otorgan
habilitante para grandes servicios científicos y
proyectos de cti. tecnológicos buscando que
sean sustentables y crear
nuevos, de acuerdo con la
demanda.

50 | Contribuciones institucionales
3. Expandir y fortalecer las comunidades científicas y tecnológicas.

Objetivos Líneas de acción Instrumentos


3.3.4. Garantizar recursos 3.3.4.1. Convocatorias
suficientes para la adquisición regulares para la adquisición
continua de insumos de de insumos.
acuerdo con el tipo de
investigación.
3.3.5. Agilizar la importación e 3.3.5.1. Lineamientos de las
internación de equipamiento, agencias regulatorias para
reactivos y materiales para liberar restricciones y agilizar
la investigación y exentar del la compra, importación e
impuesto al valor agregado internación de equipamiento,
cuando se usan para la reactivos y materiales.
investigación científica.
3.4. Establecer mecanismos 3.4.1. Revisar las normas 3.4.1.1. Nuevo reglamento
de participación de del Sistema Nacional del Sistema Nacional de
los investigadores e de Investigadoras e Investigadores.
investigadoras para formular Investigadores para que
una reglamentación óptima se cumpla el objetivo de
para el buen desarrollo de sus fortalecer la calidad de
actividades académicas. la producción científica
y tecnológica del país de
acuerdo con criterios de
integridad científica y ética
de la investigación y con
el reconocimiento de la
diversidad de productos de
investigación.

3.4.2. Priorizar el criterio de 3.4.2.1. Convocatorias


mérito para la asignación transparentes para la elección
transparente de apoyos de comités de evaluación.
para los beneficiarios de
los programas de becas al
extranjero, posdoctorales
o del Sistema Nacional de
Investigadores mediante
evaluación por pares.

Estrategia de política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 | 51
3. Expandir y fortalecer las comunidades científicas y tecnológicas.

Objetivos Líneas de acción Instrumentos


3.4.3. Establecer mecanismos 3.4.3.1. Programa de retiro
de retiro de investigadores digno para investigadores e
e investigadoras que investigadoras nacionales.
contribuyan a acelerar la
renovación de la planta
académica.

4. Innovación en el sector productivo para avanzar en la digitalización,


el desarrollo sustentable y el bienestar social
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
4.1. Fomentar las actividades 4.1.1. Combinar incentivos 4.1.1.1. Fondo de apoyo directo
y capacidades de I+D e directos e indirectos que a mipymes con criterios de:
innovación de los sectores promuevan el desarrollo i) sustentabilidad, digitaliza-
productivos, a fin de mejorar tecnológico en el sector ción y bienestar social,
sustantivamente su acceso privado y social, con énfasis en ii) contratación de doctores
a nuevas tecnologías, su las mipymes. y especialistas en el sector
aplicación y su vinculación con productivo, iii) actividades de
las instituciones generadoras vinculación, y iv) premios a la
de conocimientos. productividad y calidad.
4.1.1.2. Incentivos fiscales
sobre la inversión en I+D, con
criterios de: i) sustentabilidad,
digitalización y bienestar
social, ii) contratación de
doctores y especialistas, y
iii) actividades de vinculación.

52 | Contribuciones institucionales
4. Innovación en el sector productivo para avanzar en la digitalización,
el desarrollo sustentable y el bienestar social
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
4.1.2. Fomentar la confluencia 4.1.2.1. Fondo de apoyo directo
de recursos públicos y a mipymes con criterios de: i)
privados para la innovación sustentabilidad, digitalización
en el ámbito federal y en las y bienestar social,
regiones. ii) contratación de doctores
y especialistas en el sector
productivo, iii) actividades de
vinculación y iv) premios a la
productividad y calidad.
4.1.2.2. Incentivos fiscales
sobre la inversión en I+D, con
criterios de: i) sustentabilidad,
digitalización y bienestar
social, ii) contratación de
doctores y especialistas, y
iii) actividades de vinculación.
4.1.2.3. Requerimiento de
un gasto mínimo en I+D del
0.2% de las ventas para las
empresas que solicitan apoyos
públicos para la innovación.
4.1.2.4. Convocatorias para:
i) Clusters de innovación,
ii) Programas para la creación
de Spinoffs de las instituciones
de educación superior y
centros de investigación,
iii) Fondos de Capital de
Riesgo, iv) Creación de
Consorcios público-privados
para áreas estratégicas, e v)
Incubadoras de empresas.
4.1.2.5. Convocatoria a paneles
para identificar espacios de
colaboración entre Cámaras
Industriales nacionales,
sectoriales y regionales con
instancias gubernamentales
Federales y Estatales para
operar actividades de cti.

Estrategia de política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 | 53
4. Innovación en el sector productivo para avanzar en la digitalización,
el desarrollo sustentable y el bienestar social
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
4.1.3. Atraer centros de 4.1.3.1. Programa de incentivos
investigación, fiscales para la atracción de
desarrollo e ingeniería de centros de investigación,
empresas multinacionales desarrollo e ingeniería de
para aprovechar el nearshoring empresas multinacionales para
como instrumento de aprovechar el nearshoring,
construcción de capacidades que incluya apoyos directos
tecnológicas en el país. e incentivos fiscales para la
inversión en I+D.
4.2. Ejercer el poder de 4.2.1. Fomentar la adquisición 4.2.1.1. Compras públicas de
compra del Estado para de productos nacionales productos innovadores de las
fomentar el suministro de innovadores a través de mipymes.
bienes y servicios innovadores Compras Públicas.
generados por empresas
mexicanas.
4.3. Estimular el 4.3.1. Estimular el 4.3.1.1. Apoyo directo a jóvenes
emprendimiento innovador emprendimiento innovador emprendedores
para ampliar el espíritu en los jóvenes. 4.3.1.2. Apoyo directo a
innovador de los sectores empresas de base tecnológica
productivos e incursionar en para su establecimiento y
nuevos espacios de actividad. operación por 3 años.

4.4. Fomentar la innovación 4.4.1. Fomentar la innovación 4.4.1.1. Programa experimental


social en conjunto con el social. orientado a promover la
sector social organizado. innovación por productores
y comunidades basados en
conocimiento tradicional.

4.5. Generar sistemáticamente 4.5.1. Generar 4.5.1.1. Encuesta bianual de


información sobre innovación sistemáticamente información innovación e I+D y creación
para sustentar la toma de y evaluar los instrumentos y de un observatorio de
decisiones. programas. información sobre innovación.

4.5.2. Promover la 4.5.2.1. Apoyos para la


experimentación de nuevos experimentación de
instrumentos para el fomento instrumentos de fomento a la
de la innovación. innovación.

4.5.3. Apoyar la capacidad para 4.5.3.1. Cursos y diplomados


diseñar, implementar y evaluar para formular y evaluar
políticas y programas. políticas y programas.

54 | Contribuciones institucionales
5. Comunicación pública de la ciencia para hacer efectivo el derecho a gozar de los beneficios
de la investigación científica y el desarrollo de tecnología
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
5.1. Fortalecer la cultura 5.1.1. Incentivar la participación 5.1.1.1. Convocatorias
científica de la sociedad. de todos los actores del para la realización de
sistema nacional de cti en proyectos especializados en
acciones que fortalezcan comunicación pública de la
el acceso universal al ciencia.
conocimiento. 5.1.1.2. Compromiso
gubernamental de
comunicación pública de
los avances y resultados de
proyectos de investigación
financiados.
5.1.2. Propiciar una cultura 5.1.2.1. Espacios especializados
científica en niños y jóvenes. para la difusión del
conocimiento científico
distribuidos de manera
equitativa en el territorio.
5.1.2.2. Olimpiadas del
conocimiento, organizadas en
conjunto con las academias y
sociedades científicas.
5.1.2.1 Programas de
comunicación social de la cti
a través de los medios masivos
y redes sociales.
5.1.3. Fomentar la educación 5.1.3.1. Programas de
científica formal e informal en fortalecimiento de la
todas las edades. enseñanza de la ciencia a nivel
primaria y secundaria.

Estrategia de política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 | 55
5. Comunicación pública de la ciencia para hacer efectivo el derecho a gozar de los beneficios
de la investigación científica y el desarrollo de tecnología
Objetivos Líneas de acción Instrumentos
5.2. Acercar los conocimientos 5.2.1. Crear mecanismos 5.2.1.1 Oficina de enlace entre
científicos y tecnológicos a la que conecten la producción universidades y centros de
sociedad. científica con las agencias investigación de un lado,
gubernamentales, empresas y gobierno, empresas y sociedad
la sociedad civil. civil del otro para fomentar
procesos de apropiación social
del conocimiento.
5.2.1.2. Eventos
multidisciplinarios para
conocer el estado del arte en
distintas disciplinas científicas,
evaluar la capacidad del
país para resolver preguntas
y problemas científicos de
relevancia para la humanidad.
5.2.1. Fomentar procesos 5.2.1.1. Programas de
de apropiación social del capacitación para especialistas
conocimiento. en comunicación de la ciencia
y la educación científica.
5.2.2. Impulsar los 5.2.2.1. Cursos de
conocimientos sobre programación y diseño digital.
programación, arquitecturas 5.2.2.2. Difusión de contenidos
y diseño de plataformas científicos y técnicos en
digitales a todos los niveles. plataformas digitales.
5.2.3. Fomentar la creatividad y 5.2.3.1. Convocatoria para
la inventiva mediante talleres, talleres espacios colaborativos
espacios colaborativos y y premios para fomentar la
premios, especialmente creatividad en jóvenes.
dirigidos a jóvenes.

56 | Contribuciones institucionales
6. Fortalecer la cooperación internacional en CTI

Objetivos Líneas de acción Instrumentos


6.1. Ampliar el intercambio y la 6.1.1. Apoyar la firma de 6.1.1.1. Convenios firmados de
colaboración con otros países convenios internacionales intercambio.
en materia de cti. relativos a la generación
de conocimiento en todas
las disciplinas, y disponer
fondos para intercambios de
estudiantes, profesoras/es y
técnicos/as.
6.1.2. Incorporación activa a
organismos internacionales
de cti.
6.2. Promoverr la participación 6.2.1. Promover conexión con 6.2.1.1. Convocatorias para
de investigadoras e científicos mexicanos en el proyectos y redes con
investigadores mexicanos extranjero. científicos mexicanos en el
en redes internacionales extranjero.
de conocimiento. 6.2.2. Promover conexión de 6.2.2.1. Convocatorias
investigadoras e investigadores para proyectos y redes con
mexicanos con investigadores dimensión internacional.
de otros países.

6.2.3. Promover la movilidad 6.2.3.1. Programa amplio de


de y estudiantes de posgrado movilidad de académicos y
y académicos para realizar estudiantes de posgrado.
estancias en instituciones de
otros países.

Estrategia de política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 | 57
Contribuciones individuales
El futuro de la política de ciencia, tecnología
e innovación en México.
Una agenda pendiente

Enrique Cabrero Mendoza*

Introducción
Un cambio trascendente se ha vivido en las últimas décadas en el
mundo, el conocimiento científico, el desarrollo tecnológico, y las capa-
cidades de innovación, se han convertido en las palancas para el avance
de las sociedades, para las mejoras en el crecimiento económico y, para
generar el progreso y bienestar de los países. Estos aspectos sin duda
siempre han estado ahí, la historia de la humanidad es una historia de
progreso técnico y de conocimiento acumulado, pero es claro que nunca
como ahora se habían convertido en los elementos clave del desarrollo
humano. El mundo de hoy es uno basado en el conocimiento científico, de
ahí que esta etapa histórica para muchos pensadores deberá ser identi-
ficada como la sociedad del conocimiento.1 Aunque no todos los países se
encuentran todavía de lleno en este contexto, de una u otra manera irán
quedando inmersos en esta dinámica que traspasa fronteras e incide día

* Director del Instituto de Investigación en Políticas Públicas y Gobierno (iippg) del


cucea en la Universidad de Guadalajara. El autor agradece el apoyo de Miguel Guajardo,
Pablo de los Cobos y Alan López, en la actualización de datos estadísticos del sector
cti.
1
El término sociedad del conocimiento viene de diversos textos y autores entre los
que se pueden mencionar a Drucker (1969) y a Bell (1973), aunque es fundamental
mencionar otros importantes textos que se refieren a este momento del desarrollo
como el de la sociedad de la información (Castells, 1997) o aportaciones más recientes
como la sociedad del aprendizaje (Stiglitz y Greenwald, 2014). Una revisión más amplia
en: Cabrero, Carreón y Guajardo (2020).

| 61 |
con día en los aspectos más elementales de la vida cotidiana de las socie-
dades y de los individuos.
Este nuevo escenario, impulsa día con día una reconfiguración del
mapa del desarrollo y avance de los países. De hecho, también es identi-
ficado como un escenario postindustrial, no tanto porque la industriali-
zación deje de ser importante, sino porque ésta deja de ser el eje deter-
minante. Así, el lento avance hacia la industrialización que marcó los dos
siglos anteriores va quedando atrás para entrar a un modelo diferente,
en el que algunos países que históricamente estaban postrados en el
subdesarrollo avanzan a un ritmo acelerado, y en tres o cuatro décadas
logran niveles de crecimiento y progreso que los posicionan incluso
como potencias visibles (Corea del Sur, Finlandia, China, India, entre
otros), mientras que otros que gozaban de un lugar muy destacado por
su nivel de avance y desarrollo, ahora viven procesos de reorganización
acelerada y reconversión económica para no quedar atrás en la nueva
configuración mundial (Francia, Italia, Reino Unido, Rusia, entre otros).
Esta rápida reconfiguración que vive el mundo es una gran amenaza
al mismo tiempo que una gran oportunidad para los países llamados
“emergentes”, adjetivo asignado a un conjunto de países por haber
logrado altos niveles de industrialización y exportación, crecimiento
sostenido, y mejoras en los niveles de bienestar social. Estos países
pueden aprovechar el proceso de reacomodo mundial encontrando una
nueva posición que les permita avanzar en la dinámica de la sociedad
y la economía basadas en el conocimiento, o pueden, por el contrario,
en pocos años perder la posición de país industrializado “emergente” y
quedar fuera de la dinámica que se impone en la actualidad, incremen-
tando sus niveles de dependencia (tecnológica, alimentaria, energética),
estancando el avance de sus niveles de bienestar, y quedando cada vez
más, postrados en la obsolescencia y la irrelevancia, este último es un
duro adjetivo utilizado por Harari (2019).

62 | Enrique Cabrero Mendoza


México forma parte de este bloque de países reconocidos como emer-
gentes por los avances muy importantes en materia de industrialización
que ha tenido en las últimas décadas, por el vertiginoso incremento de
su capacidad exportadora,2 por su integración a un bloque económico
de desempeño avanzado, y por la mejora –menos espectacular sin duda–
de sus niveles de bienestar. Nuestro país por lo tanto se encuentra frente
a un reto histórico importante: avanzar hacia los nuevos derroteros de la
sociedad y economía basados en el conocimiento, o permanecer estático
e inercial para perder de manera acelerada su posición y entrar poco a
poco al bloque de países emergentes “fallidos”, es decir, que no fueron
capaces de ocupar un espacio relevante en la nueva configuración del
mundo.
Según Innerarity (2011) las precondiciones para que un país pueda
ser identificado como uno que está en tránsito hacia este nuevo esce-
nario son: (i) el grado de centralidad e importancia estratégica del cono-
cimiento en la sociedad y derivado de ello la importancia de la agenda
de ciencia y tecnología en las políticas públicas de ese país; (ii) el cultivo
de un sector intensivo en conocimiento; (iii) la expansión del sistema
científico y de desarrollo tecnológico; (iv) la aceleración y surgimiento
de procesos de innovación en empresas, en gobiernos, en la sociedad
misma; y (v) el desarrollo de capacidades y fortalecimiento permanente
del capital humano, aspecto crucial y nodal en una sociedad y economía
basadas en el conocimiento. A estos aspectos señalados, habría que
añadir también (vi) que ese país sea capaz de generar una red de sis-
temas regionales de innovación que se conviertan en los motores de
la transición. Entre los países emergentes antes mencionados como
aquellos que sí están en tránsito hacia un modelo basado en el cono-

2
Cabe mencionar que si se compara a México con el grupo brics (Brasil, Rusia, India,
China y Sudáfrica) México ocupa el segundo lugar en exportaciones de productos de
alta tecnología como proporción del total de exportación de productos manufactu-
rados, sólo después de China.

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 63


cimiento y la innovación, se puede constatar que fueron procesos que
evidentemente no iniciaron al mismo tiempo en el conjunto nacional, de
ninguna manera, más bien se trató de procesos que iniciaron en algunas
regiones, a ritmos diferentes, y que poco a poco fueron integrando más
ciudades, más regiones, y reequilibrando los niveles de crecimiento y
bienestar del conjunto. De hecho, países como China e India conside-
rados nuevas potencias, tienen ese gran reto todavía para las próximas
décadas.
En el análisis y reflexión que aquí se presenta, se lleva a cabo un
diagnóstico de dónde se encuentra nuestro país en el sector del conoci-
miento, cuál ha sido su evolución en las últimas décadas y algunos datos
disponibles sobre el grave estancamiento en el que nos encontramos en
el momento actual. Posteriormente se plantea un análisis prospectivo
sobre escenarios futuros de la agenda mexicana de ciencia, tecnología
e innovación, hacia las próximas décadas. Finalmente, se presenta una
reflexión sobre las alternativas de diseño institucional para hacer de la
política de cti en el futuro próximo, una política de importancia estraté-
gica a nivel nacional y que además pueda funcionar de manera eficaz y
lo más libre de contratiempos políticos y burocráticos que hasta ahora
han caracterizado la vida de la cti en nuestro país.

La ciencia y tecnología en el México de hoy.


Una agenda marginal
Desde 1970 con la fundación del conacyt, se inició una etapa a partir
de la cual se puede hablar de la existencia de una política organizada en
torno a la ciencia y tecnología en el país. Se responsabilizó a dicha insti-
tución para conducir y articular los diversos esfuerzos en la materia, se
le asignaron recursos presupuestales anualmente por parte del Estado
mexicano, se fueron promoviendo diversos instrumentos jurídicos y
leyes a través de los años para apuntalar esta función. Incluso con la

64 | Enrique Cabrero Mendoza


ley aprobada en 2002, se le dio a esta acción de gobierno un estatuto más
cercano a una política pública, al involucrar en sus instancias de conduc-
ción no sólo actores gubernamentales sino también representantes de
las comunidades científicas, universitarias, empresariales y regionales,
todo ello con la intención explícita de construir una visión convergente
de los esfuerzos nacionales en este campo de la acción pública nacional.3
Diversos estudios4 nos dan cuenta de los avances graduales de esta polí-
tica a lo largo de más de cincuenta años, la gran parte de estos avances
son calificados como positivos, aunque la conclusión final es contun-
dente, han sido avances insuficientes. México no es un país en el que se
haya logrado construir todavía una política de ciencia, tecnología e inno-
vación sólida, con peso significativo en la agenda nacional que corres-
ponda al tamaño de nuestro país, al tamaño de nuestra economía, y a
la condición de país emergente que México presenta en muchos otros
aspectos del desarrollo nacional.
Para retratar el momento actual de la cti (ciencia, tecnología e inno-
vación) en nuestro país, se hará referencia a cuatro dimensiones: (i) el
monto de la inversión que se ha realizado en el sector en los últimos 25
años; (ii) el capital humano con que se cuenta a nivel nacional para llevar
a cabo las tareas del sector, también con datos para los últimos 25 años;
(iii) la producción científica y tecnológica y su visibilidad y peso en el
ámbito internacional; y finalmente (iv) la capacidad de innovación que
presentan las empresas y centros de investigación del país. Estas cuatro
dimensiones hacen referencia a los elementos críticos de un sistema de
cti.

3
Desafortunadamente este espíritu “público” y participativo de la política, ha desapare-
cido con la reciente reforma aprobada en 2023 en la que se instala una política exclu-
sivamente gubernamental y centralizada.
4
Entre varios textos que pueden consultarse se hace referencia sólo a algunos de ellos:
Cabrero, Valadés y López Ayllón (2006), Canales (2011), Loyola y Zubieta (2020) y
Valderrama (2021).

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 65


(i) La inversión en CTI
Comenzando por la inversión nacional en cti si bien en algunos mo-
mentos ha habido avances, el ritmo de crecimiento ha sido débil e incluso
ha presentado momentos de retroceso. La medición que internacional-
mente ha sido aceptada como la más clara para comparar el esfuerzo
nacional (público y privado) en inversión en cti es el gide (gasto en
investigación científica y desarrollo experimental).5 En la Gráfica 1 se
analiza el gide como proporción del pib en un conjunto de países. Es
claro que México se encuentra lejos del promedio invertido por países
de la ocde, aunque se puede observar el avance que se tuvo pasando de
0.23% a 0.49 entre 1993 y 2016, se observa también que, en los últimos
años, la brecha crece. Otros países emergentes como Corea del Sur (4.5),
Israel (4.5), Finlandia (3), Singapur (2), Turquía (1) Sudáfrica (0.8) y
Argentina (0.6) muestran una inversión más importante comparando
los datos del año 2016, año en el que México llegó a la mayor inversión
público-privada lograda en el sector bajo este indicador (0.49). De igual
manera si se compara la evolución del crecimiento del gide en México
con el que se ha tenido en países emergentes identificados como el
grupo brics (Brasil, Rusia, India, China, y Sudáfrica), se observa que
México es el país en el que comparativamente menos crecimiento se ha
tenido (Cabrero, Carreón y Guajardo, 2020). Por último, se analiza el
gasto público federal en ciencia y tecnología (gfcti) con la idea de iden-
tificar el esfuerzo en este caso sólo por parte de Estado en la materia
(Gráfica 2), al respecto, se observa un incremento en la inversión pública
federal hasta el año 2014 con una subsecuente caída a partir de ese
momento, la cual se agudiza en los últimos años.

5 Para su estimación existe una metodología aprobada por la ocde (Manual de Frascati,
2015).

66 | Enrique Cabrero Mendoza


Gráfica 1. GIDE como proporción del PIB. Promedio OCDE y México

Fuente: Elaboración propia con datos de OCDE.

Gráfica 2. Gasto Federal en Ciencia, Tecnología e Innovación


(precios de 2020)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Informe del Estado General de la Ciencia, Tecno-
logía e Información publicado por el conacyt (https://www.siicyt.gob.mx/index.php/transpa-
rencia/informes-conacyt/informe-general-del-estado-de-la-ciencia-tecnologia-e-innovacion)

La conclusión es clara, en las últimas décadas si bien se observan en


nuestro país ciertos momentos de mayor esfuerzo por mejorar la inver-
sión en cti, en general la inversión se ha llevado a cabo con estanca-
mientos y caídas recurrentes, particularmente en los años más recientes
como puede confirmarse con la caída en el presupuesto del conacyt
(Gráfica 3). Sin duda, el esfuerzo nacional de inversión ha sido insufi-

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 67


ciente e inconsistente para posicionarse como un país emergente que
hiciera de la cti una prioridad nacional.

Gráfica 3. Presupuesto de conacyt (1993-2023)

Fuente: SEP-CONACyT (1996, 2000, 2012 y 2020); SHCP (2021); CONACyT (2022) y El Economista (2023).

(ii) El capital humano disponible en CTI


Por lo que se refiere al capital humano disponible en el país para llevar
a cabo las tareas propias de la actividad científica y tecnológica, México
presenta también rezagos importantes. En la Gráfica 4 se observa la evo-
lución del número de investigadores por cada mil habitantes de la pea
(población económicamente activa), medida que es una referencia
aceptada internacionalmente como indicador del potencial humano del
sector. La Gráfica compara el caso mexicano con el promedio de este indi-
cador en los países de la ocde. Nuestro país ha avanzado de 0.5 inves-
tigadores por cada mil habitantes de la pea a 1 en los últimos 25 años,
mientras que el promedio ocde ha pasado de 5 a 8 investigadores en el
mismo lapso. México avanza muy lentamente en la expansión del recurso
estratégico más importante en la sociedad del conocimiento. Sin duda
la formación de jóvenes investigadores y su inserción al sector de cti,
ya sea en el ámbito académico o industrial público o privado, así como la
expansión del Sistema Nacional de Investigadores, debería ser una prio-

68 | Enrique Cabrero Mendoza


ridad nacional, pero no lo ha sido, al menos no de manera consistente.
Cabe mencionar que entre 1993 y 2016 sí hubo una expansión significa-
tiva de investigadores en la industria, lo cual nos habla de una presencia
cada vez más importante del sector empresarial en la agenda de cti, sin
embargo, como se ha visto, los números todavía son muy lejanos a los
niveles que requiere tener México al compararlo con otros países.

Gráfica 4. Personal de Investigación y Desarrollo por mil habitantes de la PEA

Fuente: Elaboración propia con datos de OCDE.

Un aspecto importante en la disponibilidad de capital humano, aparte


del número de investigadores, es el perfil de formación profesional y de
posgrado que muestra un país. Como es sabido la irrupción de tecno-
logías disruptivas ha venido modificando recientemente los sectores
productivos, de investigación, de prestación de servicios, de gobierno y
de la vida cotidiana de los individuos. Un país que no esté preocupado en
formar talento relacionado a este tipo de tecnologías disruptivas es un
país que tendrá pocas posibilidades de incidir en la dinámica de cono-
cimiento e innovación que se va imponiendo. Al hablar de tecnologías

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 69


disruptivas6 se hace referencia fundamentalmente a: la biotecnología (en
aplicaciones médicas, agrícolas y alimentarias, o relacionadas a combus-
tibles y energía); el cómputo cuántico que acelerará de manera sorpren-
dente el manejo y procesamiento de información; la inteligencia artificial
que día con día irrumpe en todo tipo de actividades, servicios, procesos,
resolución de problemas, etc.; la manufactura aditiva que transforma de
manera acelerada los procesos productivos en el sector manufacturero;
la nanotecnología con un impacto en múltiples campos de la medicina,
ingeniería, producción, entre otros, mediante la incidencia en la compo-
sición de la materia; la realidad aumentada que permite la construcción
de una realidad virtual que día con día ofrece más amplias aplicaciones.
Entre otras tecnologías disruptivas, este conjunto muestra la rapidez y
fuerza del cambio tecnológico que se está viviendo en la actualidad.
A partir de este escenario, la formación de capital humano en un país
que quiere transitar hacia una sociedad del conocimiento debería forta-
lecer la formación profesional y de posgrado en campos del saber relacio-
nados con las tecnologías mencionadas. Sin embargo, en un análisis que
integra la totalidad de programas de licenciatura, especialidad, maestría
y doctorado que se ofrecen en el país,7 se identificó que la orientación al
dominio de áreas relacionadas al cambio tecnológico oscila en el 20%
y que sólo alrededor de 6% de la oferta educativa nacional y 7% de los
egresados están relacionados directamente al conocimiento requerido
para el entendimiento a profundidad y uso de las mencionadas tecno-
logías disruptivas. Este dato es preocupante y muestra el rezago que
presentan los currículos, los cuales en su gran mayoría parecerían no

6
Una reflexión amplia de las llamadas tecnologías disruptivas puede verse en: Cabrero,
Carreón y Guajardo (2020). También puede revisarse López Portillo (2018).
7
Dicho análisis se llevó a cabo como una aproximación a partir del Formato 911, el cual
es una base estadística de la Secretaría de Educación Pública. Véase mayor detalle en:
Cabrero, Carreón y Guajardo, (2020).

70 | Enrique Cabrero Mendoza


estar sintonizados con los nuevos derroteros del conocimiento reque-
rido en el mundo de hoy.

(iii) La producción científica y tecnológica


La producción científica y tecnológica de un país muestra sin lugar a
duda la capacidad de su sistema de cti para generar conocimiento. Si
bien la inversión y disponibilidad de capital humano ya mencionados,
son elementos sin los cuales no es posible tener una presencia en el
mundo del conocimiento, la producción a la que dé lugar dicha inversión
y capital humano depende también de las condiciones institucionales,
el esquema de incentivos a la producción científica y tecnológica, así
como el uso eficiente de la infraestructura científica, los laboratorios y
las redes de interacción con el mundo exterior que se haya logrado esta-
blecer. Para tener una idea de la presencia de México en la producción
científica mundial se presentan a continuación dos ejercicios de compa-
ración. En la Gráfica 5 se compara nuestro país con países del llamado
“Grupo mint” que es el grupo integrado por México, Indonesia, Nigeria
y Turquía. En este análisis queda claro que la producción científica y
técnica mexicana es el doble de países como Indonesia y Nigeria, sin
embargo, en los últimos años Indonesia ha incrementado su producción
notablemente, y Turquía produce el doble de la producción científica de
nuestro país. Por otra parte, en la Gráfica 6 se compara el caso mexi-
cano con el llamado “Grupo brics”, en este caso México se encuentra en
los mismos niveles que Sudáfrica, por debajo de Brasil, Rusia e India y
bastante más abajo de China que es claramente uno de los países líderes
en producción científica y tecnológica. Ambas Gráficas muestran la evo-
lución de la producción de conocimiento en el periodo 2003-2016, lo
cual nos muestra que la tasa de crecimiento de Turquía es sensible-
mente mayor que la mexicana. Al inicio del periodo de análisis Turquía
producía 6 mil artículos científicos más que nuestro país, y al final del
periodo producía 19 mil artículos más. Es decir, México duplicó su capa-

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 71


cidad de producir conocimiento en esos años, mientras que Turquía casi
triplicó esa capacidad al igual que Brasil, mientras que en China e India
se quintuplicó la producción científica y técnica. Es claro que hablamos
de países con un tamaño de población diferente, pero lo que se trata de
identificar es la capacidad de expansión de la producción científica
de las últimas décadas en algunos países y en México. Nuestra produc-
ción ha sido creciente, sin duda, pero se amplían día con día las brechas
con otros países emergentes que vienen realizando un mayor esfuerzo.

Gráfica 5. Artículos en publicaciones científicas y técnicas: Grupo MINT

Fuente: Elaboración propia con datos de ocde.

Gráfica 6. Artículos en publicaciones científicas y técnicas: Grupo BRICS

Fuente: Elaboración propia con datos de ocde.

72 | Enrique Cabrero Mendoza


(iv) La capacidad de innovación
Finalmente, una dimensión sin la cual no se podría entender en qué
grado un país está orientándose a transitar hacia un sociedad y economía
basadas en el conocimiento es su capacidad de innovación. En el esce-
nario actual no es suficiente que un país tenga un sector científico muy
destacado, basado en un número importante de investigadores y tecnó-
logos, y que tenga además una creciente inversión en cti. Todo esto
puede no tener un impacto trascendente en el nuevo acomodo mundial,
a menos que estos atributos o ventajas se puedan además “poner en
marcha” a través de procesos innovadores en el sector productivo,
académico, social, y gubernamental. Chistensen y su equipo de trabajo
(2019), afirman a partir de un estudio llevado a cabo en varios países, el
hecho de que no es que los países sean innovadores debido a que tienen
un alto nivel de prosperidad, como hasta ahora se ha insistido, sino que
es lo inverso, los países son prósperos porque han construido capaci-
dades para la innovación. Es decir, la innovación es el elemento estraté-
gico de la cadena de generación del conocimiento, el elemento clave que
permite avanzar hacia la prosperidad en la actualidad. La innovación es
el “conector” del conocimiento científico con el desarrollo económico,
el bienestar y la prosperidad. De hecho, varios países con sectores cien-
tíficos consolidados en el siglo xx, se encuentran ahora llevando a cabo
grandes esfuerzos para poder desplegar mayores capacidades de inno-
vación sin las cuales no están siendo capaces de inyectar de dinamismo
económico y avances en el bienestar social, a partir de sus avances cien-
tíficos y tecnológicos. En Europa, por ejemplo, se trabaja intensamente
en esta agenda para desplegar mayores capacidades de innovación
en países con sistemas científicos robustos, aunque un tanto anquilo-
sados por su disociación con la dinámica de la innovación que impulsa el
sector económico. Las capacidades de innovación, son pues, una variable
muy importante en el nuevo escenario.

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 73


Para medir las capacidades de innovación del sector empresarial en
México la base de datos más completa y rica en información es sin duda
la integrada por lo que fue el Programa de Estímulos a la Investigación,
Desarrollo Tecnológico e Innovación (pei) que el conacyt condujo entre
2009 y 2018. Dicho programa ha sido el instrumento de política pública
más ambicioso del Estado mexicano para apoyar a empresas en sus pro-
yectos de generación de nuevos productos, procesos o servicios. Este
impulso se llevaba a cabo a través de coinversiones en investigación,
desarrollo tecnológico, e innovación, entre las empresas, instituciones
académicas y el conacyt. Son muchas las experiencias internacionales
exitosas de este tipo de programas, cabe hacer referencia al programa de
vales que se puso en marcha en Países Bajos, Irlanda y Reino Unido, o el
de consejos técnicos industriales de Canadá, o el de centros de innovación
tecnológica cooperativa en Arabia Saudita, así como el programa Tekes
de Finlandia.8
El objetivo del pei era incentivar a que el sector empresarial invirtiera
y se orientara a la innovación y el desarrollo tecnológico, además que
se vinculara más estrechamente con el sector científico de las universi-
dades y centros de investigación.9 De hecho, un 85% de los proyectos
apoyados se realizaron en colaboración entre empresas e instituciones
académicas.10 Analizando los datos de esta experiencia se pueden extraer
tendencias y perfiles de innovación empresarial de nuestro país. Un 43%
de las empresas participantes se orientaron a modificar la tecnología
de productos y maquinaria; un 56% requirió investigación novedosa

8
Sobre los programas internacionales mencionados se hace una descripción más
amplia en: conacyt (2017).
9
Del total de recursos que operó el pei a lo largo de sus diez años de vida, 72% de los
apoyos fueron a micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), se apoyaron 5,970
proyectos financiados en 47% por fondos públicos y 53% por fondos privados.
10
Este fue sin duda un logro importante del mencionado programa dada la difícil vincu-
lación universidad-empresa que ha caracterizado a nuestro país. Al respecto puede
verse: Cárdenas, Cabrero y Arellano (2012).

74 | Enrique Cabrero Mendoza


realizada por las propias empresas y establecieron un área dedicada a
la investigación y desarrollo; en 50% de ellas se requirió investigación
a desarrollar en laboratorios de instituciones académicas. Las empresas
participantes en el pei fueron en un 70% del sector manufacturero y en
29% del sector servicios. Los sectores en que más proyectos se concen-
traron fueron el automotriz, tecnologías de la información, alimentos,
agroindustria y química.
Un dato interesante es que en promedio durante esa década la mi-
tad de los proyectos se asociaron a tecnologías disruptivas, este dato
muestra un potencial interesante de capacidad innovadora en empresas
mexicanas orientada a las tecnologías de vanguardia. Particularmente
la biotecnología y la manufactura aditiva fueron las más recurrentes,
aunque también proyectos asociados a la nanotecnología, la realidad
aumentada y la inteligencia artificial estuvieron presentes.
Si bien las experiencias innovadoras del pei se desarrollaron durante
una década y muchos fueron los proyectos exitosos que trascendieron
en la vida de las empresas, es poco probable que proyectos de estas
características sigan teniendo tanta presencia en el entorno nacional.
Sin la existencia de programas gubernamentales de subsidio parcial a
la innovación se deja la totalidad del riesgo a las empresas, las cuales
generalmente optan por sobrevivir en mercados en los que ya están ins-
taladas dejando en segundo plano los esfuerzos de innovación. Cabe
mencionar como un dato preocupante, que la inversión gubernamental
en fomento a la innovación pasó de 6 a 0% en años recientes.11 La
experiencia internacional muestra que las empresas –sobre todo las
medianas y pequeñas– requieren de apoyos públicos para dar el salto

11
En la edición 2020 del Informe General del Estado de la Ciencia, Tecnología e Innova-
ción se menciona claramente que “en 2020 no se ejercieron recursos para el rubro de
innovación” (p. 50), https://www.siicyt.gob.mx/index.php/transparencia/informes-
conacyt/informe-general-del-estado-de-la-ciencia-tecnologia-e-innovacion/informe-
general-2020-1/4987-informe-general-2020/file

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 75


a la innovación y el desarrollo tecnológico. Como bien lo ha mostrado
Mazzucato (2022) el papel del Estado en esta economía basada en el
conocimiento es el de apoyar las capacidades de las empresas para la
gestión del conocimiento y la innovación tecnológica subsidiando inves-
tigación fundamental y desarrollos experimentales.
Es claro que las capacidades de innovación están presentes en el
sector empresarial mexicano, sin embargo se encuentran en una fase de
arranque y aprendizaje temprano, por lo que sin programas orientados
a subsidiar parte de la inversión en este tipo de proyectos, el proceso
será más largo o incluso es probable se estanque de tal manera que las
empresas decidan ser tan sólo consumidoras de conocimiento y tecnolo-
gías adquiridas, dejando de lado los esfuerzos propios de investigación y
desarrollo. Éste es un riesgo latente que tendría un enorme costo y difi-
cultaría mucho el tránsito mexicano al nuevo acomodo de la economía
basada en el conocimiento.

México en el futuro mediato.


Entre la medianía y la irrelevancia en CTI
De las cuatro dimensiones analizadas anteriormente surge un balance
que inquieta. La inversión pública y privada en cti en nuestro país no
ha sido suficiente ni consistente. Sin duda ha habido avances en ciertos
momentos, pero en México la agenda del conocimiento no ocupa un
lugar prioritario, lo cual se traduce en una inversión débil que por
cierto en el momento actual presenta uno de sus peores episodios.
El capital humano con que se cuenta para la tarea de un país inmerso
en la sociedad del conocimiento, no es suficiente, ni en número de cien-
tíficos y tecnólogos, ni en el número de egresados del nivel profesional
y de posgrado que estén orientados a las capacidades y conocimiento
que el mundo de hoy exige. La producción científica y técnica por su
parte ha crecido de manera significativa en cantidad y en calidad, los

76 | Enrique Cabrero Mendoza


indicadores internacionales así lo muestran, sin embargo, el ritmo de
crecimiento es insuficiente, la producción de conocimiento de nuestro
país va perdiendo presencia a nivel mundial, otros países emergentes
realizan un mucho mayor esfuerzo que el nuestro. Finalmente, las capa-
cidades de innovación si bien despiertan poco a poco en el entorno de
empresas mexicanas y han mostrado ya dinamismo y capacidad de ge-
nerar proyectos exitosos, todavía son modestas y se encuentran en una
etapa de aprendizaje temprano. Además, sin duda requieren de coinver-
siones público-privadas para poder acelerar el ritmo y ser capaces de
lidiar con los riesgos inherentes a la innovación. Desafortunadamente
dichos programas gubernamentales han desaparecido en el momento
actual, lo cual producirá un estancamiento y un mayor rezago en las
capacidades nacionales para la innovación y el desarrollo tecnológico.
Partiendo de esta realidad reflexionar sobre una visión a futuro en
cti es urgente. En los próximos 25 años México sin duda escribirá su
historia ya sea como un país emergente que logró sintonizar sus polí-
ticas públicas en la materia con las tendencias mundiales de la sociedad
y economía basadas en el conocimiento, y por lo tanto encontró un lugar
en el reacomodo mundial que esta dinámica está propiciando, o la escri-
birá como un país que profundizó sus rezagos, fue ampliando sus niveles
de dependencia (científica, tecnológica, alimentaria, energética, etc.) y
pasó al grupo de países emergentes fallidos –identificados como países
de “bajo aprendizaje” por Stiglitz y Greenwald (2014)– que no lograron
un espacio relevante en el nuevo reacomodo.
A continuación, se presentan las tendencias inerciales de algunos
indicadores a partir del comportamiento que presentaron durante la
última década.12

12
La proyección a largo plazo de indicadores estratégicos del sector cti se llevó a cabo
a partir de regresiones lineales y medias móviles de tres periodos. La información
disponible brinda datos de 2011 a 2020, aunque algunos rubros comienzan en 2009
y otros en 2013. En este caso, se utilizan estas técnicas para predecir la evolución

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 77


Gráfica 7. Tendencia inercial en el Gasto Federal en CTI (precios de 2020)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Informe del Estado General de la Ciencia, Tecnología
e Información publicado por el CONACyT (https://www.siicyt.gob.mx/index.php/transparencia/
informes-conacyt/informe-general-del-estado-de-la-ciencia-tecnologia-e-innovacion)

En la Gráfica 7 se observa que el gfcti13 ejercido en 2014 (a precios


de 2020), fue un máximo histórico que siguiendo las tendencias presu-
puestales de los últimos años no se volvería a alcanzar hasta 2032. Se
tiene registro de un periodo de alto crecimiento en este indicador, pues
la tasa de crecimiento, de 2011 a 2014 (3 años), fue de 29%, un ritmo
acelerado que difícilmente será posible experimentar si se mantienen
las condiciones actuales. En contraste, la tasa de crecimiento de este

inercial de los datos entre 2020 y 2050. Las medias móviles en tres periodos se utilizan
para suavizar la serie de datos y reducir el ruido presente en la misma, al repetir este
proceso a lo largo de la serie de datos, se obtiene una serie suavizada que facilita la
identificación de la tendencia subyacente. La regresión lineal proporciona una estima-
ción de la tendencia a largo plazo y las medias móviles reducen el ruido presente en los
datos, lo que permite obtener una predicción más precisa de la evolución futura.
13
Este análisis se centra en el gfcti dado que el gide, que incluye también la inversión
privada bajo la metodología de la ocde, no fue posible proyectarlo debido a que dicha
información se obtenía a partir de la encuesta esidet que el conacyt y el inegi venían
realizando desde varios años atrás, sin embargo, a partir del sexenio 2018-2024 dicha
encuesta se canceló por instrucciones de conacyt, quedando en una penumbra difícil
de estimar el monto de la inversión privada nacional en cti.

78 | Enrique Cabrero Mendoza


indicador de 2023 a 2050 (27 años) sería sólo de 19% en el total del
periodo.
La situación es aún peor cuando se considera el gfcti como porcen-
taje del pib (Gráfica 8), pues la tasa de crecimiento de la economía, que
es el denominador de este indicador, ha sido superior al de dicho gasto.
En 2014 se alcanzó el punto máximo de este indicador que representó
0.48% del pib, debe recordarse que esta medición no contempla el gasto
del sector privado y se incluyen varios rubros más que los contemplados
por la metodología de la ocde. Para 2050 el gfcti será de 0.37% en caso
de que se mantengan las tendencias actuales.

Gráfica 8. Gasto Federal en CTI como porcentaje del PIB

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Informe del Estado General de la Ciencia, Tecnología
e Información publicado por el conacyt (https://www.siicyt.gob.mx/index.php/transparencia/
informes-conacyt/informe-general-del-estado-de-la-ciencia-tecnologia-e-innovacion)

Para recuperar los niveles de crecimiento del año 2014, sería nece-
sario aumentar significativamente el gfcti en 2025, momento en el
que inicia una nueva administración gubernamental federal. En 2014
el gfcti alcanzó un máximo histórico de 106,086 millones de pesos
a precios de 2020. Para recuperar este nivel de inversión en 2025, se
debería aumentar el gasto en un porcentaje que compense la inflación y
el crecimiento económico en el periodo. Si es estimado que la inflación

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 79


y el crecimiento económico promedio anual en el periodo 2014-2025 son
de 3%, entonces el gfcti necesario para recuperar los niveles de inver-
sión de 2014 en 2025 sería de aproximadamente 142,724 millones de
pesos a precios de 2020. Esto implica un aumento de 34% con respecto
al gasto de 2020. Asimismo, es necesario buscar recuperar el porcen-
taje de gfcti que representó en el pib de 2014. Un aumento de 0.39%
a 0.48% como porcentaje del pib podría recuperar el dinamismo per-
dido en los últimos años en el sector y cambiar las tendencias futuras,
hasta ahora poco alentadoras. Es evidente la necesidad de actuar con
urgencia y tomar medidas que permitan aumentar la inversión pública
en la ciencia y la tecnología, de no hacerse así los rezagos pasarán de ser
muy preocupantes a ser prácticamente insalvables.
Por otra parte, se observa otra tendencia inercial muy negativa que
se ha generado en los últimos años, en la que el conacyt pierde peso en
la composición del gfcti. En 2014 el conacyt ejerció un 42% del total
de los recursos del gfcti, mientras que en ese mismo año la Secretaría
de Educación Pública (sep), tuvo bajo su control un 27%. Sin embargo,
proyectando las tendencias recientes en la composición del gfcti, para
2050 el conacyt sólo tendría a su cargo el ejercicio de 18% de estos
recursos mientras que la sep crecería sostenidamente hasta llegar a un
64% del total del gfcti. Parecería urgente en el corto plazo reducir la
brecha entre los distintos ramos administrativos y lograr una distribu-
ción más equilibrada de los recursos del gfcti, dado que la tendencia
actual llevaría a que conacyt pierda la capacidad de rectoría del sector,
quedando éste sometido a una política educativa más amplia, y por obvias
razones menos concentrada en políticas específicas para el desarrollo
de la cti. Desde la ley de 2002 quedó claro que era necesario separar la
política de cti de la educativa con el fin de darle mayor profundidad y
amplitud, la tendencia que se le ha impuesto en el actual sexenio va en
sentido inverso (Gráfica 9).

80 | Enrique Cabrero Mendoza


Gráfica 9. Porcentaje del GFCTI por Ramo Administrativo

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Informe del Estado General de la Ciencia, Tecnología
e Información publicado por el conacyt (https://www.siicyt.gob.mx/index.php/transparencia/
informes-conacyt/informe-general-del-estado-de-la-ciencia-tecnologia-e-innovacion)

Por su parte, con relación al tema de innovación, un dato muy preo-


cupante es que el gasto federal en innovación pasó de 6% en 2014 a 0%
en 2023. Todas las políticas públicas para el fomento de la innovación
tecnológica del gobierno federal han desaparecido en años recientes,
por lo que de continuar esta situación sin duda México quedaría fuera
de cualquier posibilidad de inserción en la sociedad y economía basadas
en el conocimiento.
La proyección de estas tendencias que se presentaron muestra los
riesgos inherentes al escenario más probable –dado que es el inercial–
que sin duda no permitiría una transición ventajosa para nuestro país.

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 81


Con el fin de avanzar en esta reflexión se presenta un ejercicio prospec-
tivo14 que enfatiza tres escenarios:15

Escenario 1. Estancamiento e integración gradual de México al grupo


de países de “bajo aprendizaje”. La “inercia pasiva” se impone en este
escenario. No se intenta o no se logra generar una acción pública
articulada en pro del conocimiento y la innovación como elementos
estratégicos del futuro nacional. Esta situación se caracteriza por la
desconexión entre el sector académico, empresarial, gubernamental,
y social, es decir por la inexistencia de una triple o cuádruple hélice16
para la construcción de sistemas regionales y nacional de innovación.
Esta desconexión entre actores clave del sector genera una ausencia
de proyecto conjunto derivada de una acción pública de muy baja
intensidad, es decir de una ausencia de agenda de políticas públicas
robustas en el sector. En dicho escenario el país continuaría con un
crecimiento mediocre por unos años, para ser arrastrado paulatina-
mente y de manera definitiva al bloque de países dependientes en
tecnología y conocimiento, y poco a poco, incluso en el marco del
Temec, ir perdiendo el flujo de inversiones extranjeras ante la ausen-
cia de una política pública claramente proactiva de cti. Las inver-
siones extranjeras cada vez en más sectores requieren localizarse en
países que propicien la innovación y el cambio tecnológico. En este
escenario México quedaría en el largo plazo claramente marginado

14
Existe una amplia bibliografía sobre el método de escenarios. Para Kahn y Wiener
(1967) el método “es un conjunto de eventos hipotéticos establecidos en el futuro
construidos para aclarar una posible cadena de eventos causales, así como sus puntos
de decisión”. Para Licha (2000) se trata de concebir “futuribles” orientados a la inno-
vación y el cambio social. Se puede referir también el trabajo de Wilson (1998) entre
varios otros.
15
La descripción de los escenarios que aquí se presenta, se deriva de un trabajo más
amplio que se puede consultar en: Cabrero, Carreón y Guajardo (2020).
16
Sobre el concepto de triple hélice véase Etzkowitz (2008).

82 | Enrique Cabrero Mendoza


de la sociedad y economía basadas en el conocimiento. Pasaría al
bloque de países irrelevantes, en términos de Harari (2019).

Escenario 2. Capacidad reactiva e integración parcial de México al


grupo de países emergentes de aprendizaje medio. En este escenario
surgen algunos grupos gubernamentales, empresariales, académicos
y sociales, que consideran muy importante el tránsito del país hacia
una economía y sociedad basadas en el conocimiento. Algunos de
estos liderazgos se convierten en promotores de políticas públicas
impulsoras de cti, se generan algunas redes de cooperación, en
algunos sectores de actividad, o en algunas regiones del país. Ello
lleva a detonar una acción pública de intensidad media, una agenda
de políticas públicas en el sector que, si bien es fragmentada, al menos
va construyendo una visión de futuro y algunas estrategias para la
inserción en la nueva dinámica mundial. En un escenario de este
tipo, pueden surgir proyectos regionales de innovación y gestión
del conocimiento en algunas entidades federativas, y éstas podrán
ir encontrando una agenda de políticas a nivel estatal que induzcan
acciones concertadas en materia de formación de capital humano, de
innovación empresarial, e incluso de vinculación con algunas regiones
fuera del país, y con estrecha colaboración en algunos sectores de acti-
vidad. Un escenario como éste, permitiría una incorporación lenta y
posiblemente tardía en algunos sectores, pero al menos posicionaría
al país poco a poco –aunque de una manera frágil– en ciertos nichos
del conocimiento y la innovación. La posibilidad es que las regiones
y sectores que mostraran dinamismo y políticas públicas de promo-
ción y cooperación entre actores e instituciones, puedan convertirse
en motores para la transición. En síntesis, se trata de un escenario
de avance desarticulado, que genera más desequilibrios regionales
en ciertos momentos, pero que permite una dinámica de catching up

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 83


que en algunos sectores permita mantenerse en una dinámica sinto-
nizada con los avances internacionales. Cabe pensar que el ritmo
del Temec –particularmente el contexto de nearshoring– podría dar
espacios de acomodo y oportunidades en un escenario como éste,
pero sin duda las iniciativas y revaloración de la cti deberá ser un
ingrediente activo y promovido por diversos grupos de interés en el
tema.

Escenario 3. Visión de futuro y construcción de un proyecto nacional


que permita a México la inserción en el grupo de países emergentes
exitosos. En este escenario México lograría aprovechar las mayores
ventajas que ofrece a los países emergentes el contexto mundial de
la sociedad y economía basadas en el conocimiento. Una condición
necesaria para esto sería lograr un acuerdo nacional para avanzar
los próximos veinte o treinta años hacia la construcción de un país
plenamente inserto en la nueva dinámica mundial del conocimiento
y la innovación. Un acuerdo nacional de esta naturaleza generaría
una acción pública de alta intensidad que permitiría instituciona-
lizar y dar continuidad a una agenda de políticas públicas en cti en
las próximas décadas. Así sucedió en Corea del Sur, Finlandia y otros
países emergentes ya mencionados. La innovación sería parte paulati-
namente de la cultura empresarial, gubernamental y social. Un sector
académico que entiende la importancia de la colaboración con el
sector productivo y que promueve sistemas renovados de enseñanza-
aprendizaje introduciendo un cambio institucional importante en
universidades, centros de investigación e institutos de capacitación.
Un sector empresarial que entra de lleno a la investigación y desa-
rrollo tecnológico y se vincula intensamente con el mundo científico
y académico. Un sector gubernamental preocupado por introducir
innovación pública en la hechura de políticas públicas y que posi-

84 | Enrique Cabrero Mendoza


ciona a las políticas de cti como prioridad nacional. Por último, un
sector social que valora la innovación y el conocimiento como parte
sustancial del futuro inmediato que permitirá el progreso social y la
mejora en los niveles de bienestar, que incluso promueve el concepto
de “ciencia ciudadana” que implica el involucramiento de la ciuda-
danía en la gestión colectiva del conocimiento.17

Es evidente que lo anterior es sólo un breve esbozo de los tres esce-


narios que se proponen para el análisis prospectivo del sector de cti. Se
omite la descripción de muchos procesos complejos asociados a cada uno
de ellos, se trata de una sobre-simplificación para fines de exposición, se
busca generar un proceso heurístico más que una precisión prospectiva
de carácter técnico. Recordando que la utilidad de la prospectiva es la
reflexión acerca del futuro, no la precisión de los escenarios imaginados.
En la Gráfica 10 una representación visual de la posición que México
ocuparía dependiendo de cada escenario. Las variables que se toman
en cuenta son: la inversión en cti (gide como proporción del pib); el
esfuerzo en formación de capital humano altamente calificado (gasto
en educación terciaria); y el grado de inserción a la economía basada
en el conocimiento (flujo neto de inversión extranjera directa). Como se
puede ver en dicha gráfica, en “México 1” hay un claro estancamiento y
alejamiento de la dinámica mundial; en “México 2” hay un avance que
permite flotar marginalmente en el conjunto de países emergentes de
aprendizaje medio, aunque con baja presencia; y en “México 3” se logra
un posicionamiento interesante como país emergente en un proceso de
integración paulatina a la dinámica del conocimiento y la innovación.

17
Respecto al concepto de “ciencia ciudadana” puede verse: Innerarity (2011) y Noveck
(2017).

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 85


Gráfica 10. Escenarios del nivel de inserción de México a la sociedad y economía
basadas en el conocimiento

Fuente: gide en proporción al pib/ Flujo neto de ied (usd constantes)/ Gasto en educación terciaria
como proporción del gasto publico en educación (Cabrero, Carreón y Guajardo, 2020).

Sobre diseños institucionales alternativos


para conducir la política de CTI en el futuro inmediato
La conducción de una política pública y su efectividad depende en gran
medida de la orientación general de la misma, así como de los instru-
mentos asociados a dicha política, pero sin duda su viabilidad va a
depender de la cantidad de recursos técnicos, presupuestales, humanos
y legales que se inviertan en su ejecución. Además, la voluntad de los
actores políticos que respalden ese esfuerzo será determinante. Sin
embargo, todo lo anterior queda en buena parte condicionado al diseño
institucional y organizacional que se proponga para poner en marcha
la acción de todos los elementos ya mencionados. Es el diseño institu-
cional el que permite que las diversas variables desplieguen todo su
potencial y generen los equilibrios de flexibilidad y normatividad nece-
sarios para acometer las tareas del sector. Por ello, es muy importante

86 | Enrique Cabrero Mendoza


tener en cuenta qué diseño sería el más conveniente para llevar a cabo
la política de cti en el México de hoy, y de cara al futuro.
En anteriores análisis (Cabrero, Valadés y López Ayllón, 2006), se
reconocía que la ley de cti del 2002 claramente había impulsado a la
política de cti para que dejara de ser una política sólo gubernamental
y centralizada, y transitara hacia una verdadera política pública, con
participación activa de actores no sólo gubernamentales sino también
no gubernamentales, tales como: la comunidad científica y tecnológica,
comunidades empresariales, de consejos de ciencia de las entidades
federativas, así como del sistema universitario, todo ello a través del
Foro Consultivo Científico y Tecnológico. Además, ese espíritu público y
abierto en la hechura de la política se plasmaba también en la práctica
en constantes invitaciones a actores diversos del sector en la Junta de
Gobierno del conacyt, y en el Consejo General de cti. Ese diseño inten-
taba configurar gradualmente una “política de Estado” en el sector, es
decir, evitar una política que diera giros inesperados sexenales, inten-
taba más bien promover que se fueran alineando un conjunto de actores
(policy network)18 hacia una política pública institucionalizada y con
una visión de largo plazo. Posiblemente el mejor momento que vivió ese
diseño institucional fue en el año 2012, año en el que un documento
elaborado por un conjunto de actores de las comunidades asociadas
a la cti y convocados por la unam, constituyó la base fundamental del
Programa Especial de cti del sexenio 2012-2018.19

18
El concepto de policy network hace referencia a una red integrada por un conjunto
de actores gubernamentales y no gubernamentales que convergen en la orientación de
una política pública y a la vez protegen dicha visión de interferencias políticas y
de intereses privados con intenciones de “capturar” la política pública en cuestión. Al
respecto véanse: Marin y Mayntz (1991) y LeGalès y Tatcher (1995).
19
El documento “Hacia una Agenda Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación” (2012)
firmado por más de sesenta instituciones fue la base del Programa Especial de Ciencia,
Tecnología e Innovación del conacyt (2013).

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 87


Sin embargo, a la luz del actual sexenio en curso, queda claro que
dicho diseño institucional era demasiado frágil, y que bastó con un
gobierno con un enfoque radicalmente diferente para que se diera
marcha atrás con lo avanzado y se iniciara un proceso de recentraliza-
ción de la política, concentrando la totalidad de la toma de decisiones en
el gobierno en turno y se procediera además a desvincular a los actores
no gubernamentales que venían participando activamente en la hechura
de la política. Incluso se promovió la desaparición del Foro Consultivo a
través de litigios judiciales. Pero más allá de lo absurdo de esta visión
y del proceder de las autoridades del sector, lo que debe interesar para
este análisis es constatar la debilidad del diseño institucional que se
había adoptado.
Pareciera evidente que el nivel de autonomía de la entidad que con-
duzca la política de cti es una variable fundamental. El nivel de auto-
nomía sin duda permitirá insistir en una visión de largo plazo en el
sector, la cual es un ingrediente muy importante para que nuestro país
pueda transitar hacia una sociedad y economía basadas en el conoci-
miento. Por otra parte, es claro que el nivel de profesionalización con el
que opere la agencia responsable es otra variable muy importante. Es
notorio que la situación que se ha vivido en el actual sexenio se caracte-
riza por haber desmantelado la institución retirando los cuadros direc-
tivos y administrativos que tenían ya un conocimiento acumulado, un
nivel de experiencia adquirida en procesos de decisión relacionados
a la evaluación, y un entendimiento del diseño y organización de los
proyectos en los diversos campos del conocimiento. Se requiere también
que la agencia responsable de la cti promueva y consolide un servicio
profesional de carrera de sus mandos medios y directivos, para garan-
tizar una continuidad en la visión y operación cotidiana de la gestión de
la ciencia.

88 | Enrique Cabrero Mendoza


¿Qué alternativas de diseño institucional se pueden analizar? Con la
idea de simplificar la reflexión, se proponen tres alternativas:

Alternativa 1. Rescate y consolidación del conacyt. Esta alterna-


tiva de diseño institucional buscaría “rescatar” al Consejo Nacional
de Ciencia y Tecnología, esto es, recuperar su diseño anterior, re-
integrar la red de la política de cti que se había logrado configurar,
restaurar el Foro Consultivo o un espacio institucional similar que
fuera el vehículo de la participación de las comunidades del sector,
y reestablecer la dinámica de trabajo con entidades federativas,
universidades, empresas, y estudiantes, a partir de una reorganiza-
ción de los mecanismos de colaboración, financiamiento y definición
de las prioridades del sector. Habría también que buscar recuperar
un instrumento estratégico de la política que eran los fideicomisos,
único mecanismo administrativo posible para darle un horizonte
plurianual a algunos financiamientos a la investigación. Se trataría,
en suma, de “reparar el daño” hecho al sector y a la institución rec-
tora de la política en el actual sexenio. Las dificultades de esta
alternativa serían de carácter político, claramente dar marcha atrás
a una acción del gobierno actual, por más absurda e ineficaz que esta
haya sido, no parecería fácil de operar, aunque habría que generar
los consensos para lograrlo. Por otra parte, sería necesario desde el
ámbito legislativo reponer una legislación adecuada al resurgimiento
de la política de cti.

Alternativa 2. Transitar hacia una Secretaría de Estado. Se ha hablado


mucho desde hace varios años de esta alternativa como una manera
de “subir” estratégicamente la política de cti al más alto nivel de las
decisiones del Ejecutivo en turno. En otros países alternativas como
ésta han surgido en diversos momentos con resultados ambiva-
lentes. Incluso algunas entidades federativas de nuestro país han

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 89


adoptado este diseño, en ocasiones absorbiendo al consejo estatal de
cti (casos de Guanajuato y de Yucatán), en otros dejando aparte al
consejo estatal con la idea de facilitar el manejo presupuestal y finan-
ciero de la cti (caso de Jalisco). Las ventajas de esta alternativa son
claras, en principio un mayor peso político y capacidad de influencia
en el nivel del poder Ejecutivo. Sin embargo, los riesgos constituyen
también un contrapeso importante: ¿se puede dar una sobre politi-
zación del sector cti?, ¿el nombramiento de un titular de perfil polí-
tico, con la idea de cumplir compromisos de esa índole por parte del
Ejecutivo? Éste particularmente ha sido un problema a decir de países
que han adoptado esta estrategia en algún momento, como ha sido
el caso de Brasil. En la operación también surgen riesgos inherentes
a toda secretaría de Estado: un ejercicio presupuestal más rígido al
formar parte de la administración centralizada del gobierno federal;
una mayor dependencia normativa de la administración central esta-
blecida por la Ley Orgánica de la Administración Pública; dificultades
del estatuto de servidores públicos para avanzar a un sistema pro-
fesional de carrera (la única excepción hasta ahora ha sido la Secre-
taría de Relaciones Exteriores). Por otra parte, un dilema importante
a resolver en esta alternativa sería la inclusión o no de la educación
superior además de la cti. Temáticamente parecería lógico integrar
ambas agendas en una sola secretaría, sin duda la investigación cien-
tífica y el desarrollo tecnológico tienen una cercanía natural con
los procesos de enseñanza aprendizaje del nivel superior, particu-
larmente en el nivel del posgrado. Además, es en las universidades
donde se desarrolla la mayor parte de la investigación en nuestro
país. Sin embargo, hay que recordar que el espíritu de la ley del 2002
justamente era la separación de la cti en un sector propio para evitar
interferencias de otras agendas de política pública como son las del
sector educativo, es a partir de esa ley que el conacyt pasó a ser un

90 | Enrique Cabrero Mendoza


organismo no sectorizado que dependiera directamente del Ejecu-
tivo en turno y no más de la Secretaría de Educación Pública, la cual
en general está muy ocupada de los pormenores del sistema educa-
tivo del país en todos sus niveles, se buscaba así un sector “exclusiva-
mente concentrado” en la cti.

Alternativa 3. Creación de la Fundación Mexicana para la cti. Una


tercera alternativa sería la creación de una nueva agencia respon-
sable de la cti con características diferentes. La idea es la creación
de un Organismo Constitucional Autónomo, lo cual daría una auto-
nomía muy importante en su funcionamiento, instrumentos de polí-
tica, mecanismos de financiamiento y flexibilidad en su operación,
además de plenas posibilidades para profesionalizar la gestión de la
cti del país y tener una visión de largo plazo. Siguiendo en parte el
diseño de la National Science Foundation (nsf) de Estado Unidos, se
podrían pensar ajustes convenientes para el caso mexicano. En la nsf
el director es nombrado por el Ejecutivo y ratificado por el Senado,
en el caso mexicano se podría pensar en un nombramiento a partir
de una terna propuesta por el Consejo Directivo de la Fundación.
En el caso de la nsf dicho Consejo está integrado por 24 miembros
y cada dos años se renueva la tercera parte, para el caso mexicano
se podría pensar en periodos un poco más largos para la renovación,
posiblemente de cuatro años, además el nombramiento del director
podría pensarse ya sea para periodos de ocho años, o para periodos
sexenales pero no calendarizados con el gobierno en turno. La nsf se
caracteriza por una alta profesionalización de su personal, así como
por un manejo bastante autónomo de sus finanzas institucionales,
estas ventajas habría que reproducirlas para el caso mexicano
Cabe mencionar que el presupuesto en el caso de ee. uu se integra
en su mayor parte por asignación gubernamental, aunque también

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 91


se integra por aportaciones privadas, internacionales y donativos
diversos. En México existen ya organismos con mezclas financieras
interesantes como es el caso del Infonavit, con aportaciones del
gobierno federal así como del sector privado de la construcción.
Las funciones de la nsf son: el financiamiento de la investigación,
de laboratorios y centros de investigación, el apoyo a la educación
mediante becas y financiamiento de estancias, la promoción de la
cooperación científica y tecnológica a nivel internacional, y la comu-
nicación y divulgación de la ciencia y el conocimiento. Como se puede
ver, algo parecido a la labor que el conacyt había venido desarro-
llando en nuestro país, sin embargo, con un nivel de autonomía
muy superior, y con la posibilidad de diversificar el financiamiento
del sector. Sin duda un problema de esta alternativa sería la de pasar
por una reforma constitucional, aunque eso dependerá de la confor-
mación del poder legislativo en la siguiente legislatura.

Como se puede ver, las tres alternativas mencionadas tienen aspectos


positivos y riesgos inherentes, habrá que desarrollar en detalle cada una
de ellas con un plan de acción asociado, para poderlas poner en marcha
en un momento determinado. Con el fin de ubicarlas de acuerdo a las
dos variables mencionadas, y algunas características de cada una, se
presenta la siguiente tabla de análisis comparado.

92 | Enrique Cabrero Mendoza


Tabla comparativa de alternativas de diseño institucional para la CTI

Alternativas y 1.Recuperación 2.Creación de la 3.Creación de la


Características del conacyt Secretaría de CTI Fundación de CTI
Nivel de autonomía Medio (organismo Bajo (Administración Alto (Organismo
descentralizado) Centralizada) Constitucional
Autónomo)
Nivel posible de Medio (contrato Bajo (movilidad Alto (servicio
profesionalización colectivo paraestatal) sexenal) profesional de carrera)
Tipo de reformas - Nueva ley - Nueva ley - Nueva ley
legales - Reinstalación - Nuevo diseño (reforma constit.)
de Foro Consultivo institucional - Nuevo diseño
Horizonte Mediano plazo Corto y mediano plazo. Largo plazo con
presupuestal Con fideicomisos Horizonte anual y fideicomisos y fuentes
sexenal diversas
Peso político Medio Alto Medio

Riesgo de politización Medio Alto Bajo


de cti

Gráfico de posicionamiento de las alternativas de diseño institucional

Comentarios finales
Sin duda el reto nacional para insertarse en la sociedad del conocimiento
es enorme y México se encuentra en una situación frágil, como se ha
visto a lo largo de esta reflexión. El trayecto hacia el futuro irá margi-
nando a países que no sean capaces de insertarse en el bloque de países

El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 93


de “alto aprendizaje”, que avancen de forma sostenida en las capaci-
dades de generar conocimiento, adaptarse al cambio tecnológico, des-
plegar habilidades para la innovación, y fortalecer el talento humano
de sus sociedades. Las tendencias inerciales que se observan y que se
proyectan en nuestro país no permitirían esa transición. Parecería que
el “éxito” como país emergente manufacturero, con mano de obra acce-
sible, y con capacidad de exportación, nos impide ver el cambio en las
variables clave del mundo que ha iniciado hace ya algunos años. Es claro
que México debe corregir tendencias urgentemente y construir una
agenda de políticas públicas asociadas a la ciencia, tecnología e innova-
ción, que ya son y cada vez más serán las palancas para el desarrollo, el
progreso y el bienestar social. La infraestructura nacional por lo que se
refiere a las universidades, centros de investigación, empresas innova-
doras, capital humano altamente calificado, constituyen una plataforma
muy importante. Buena parte de los ingredientes necesarios están ahí,
sin embargo, están fragmentados, desarticulados, y con una ausencia de
proyecto nacional, sin una agenda de políticas públicas clara, sin visión
de futuro.
La construcción de un proyecto nacional para la inserción en la
sociedad y economía basadas en el conocimiento tomará tiempo y éste
es un recurso escaso en el mundo de hoy. Se requiere mucho diálogo,
una visión de largo plazo (muy ausente en México), reformas institucio-
nales diversas, concentrarse en la calidad de la educación y formación
de capital humano altamente calificado, e identificar las áreas de opor-
tunidad que cada sector de actividad, que cada región, que cada ciudad,
pueda desarrollar y encontrar un lugar viable en la reconfiguración
actual.
Es necesario ampliar la reflexión sobre los futuros escenarios que
se le presentan a México, dependiendo del esfuerzo que se haga por
transitar hacia una sociedad basada en el conocimiento, el cambio
y la innovación. No cabe duda que la política de cti debe ocupar un

94 | Enrique Cabrero Mendoza


lugar estratégico para el desarrollo nacional en las próximas décadas,
sin embargo, nos encontramos en una posición frágil, con rezagos graves,
y sin una convergencia clara de voluntades hacia un proyecto de largo
plazo. Por ello, es necesario pensar en los cambios institucionales que en
el corto plazo se deben promover para estar en condiciones de avanzar
con claridad de rumbo y con una estrategia manifiesta en torno a la cti.
Es urgente que los actores involucrados en este sector y los gobiernos
en turno construyamos una agenda común, más allá de las diferencias
políticas y preferencias personales, ¿estaremos a la altura del reto?

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El futuro de la política de CTI en México. Una agenda pendiente | 97


Del desmantelamiento a la reconstrucción
del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación

Gabriela Dutrénit
Martín Puchet
Julia Tagüeña

Frente al pesimismo de la inteligencia,


el optimismo de la voluntad
Antonio Gramsci1

1. Introducción
En México vivimos tiempos de cambios, eso demanda tener una valo-
ración de dónde estamos y a dónde queremos llegar. Con relación al
sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación (cti), queremos un sistema
fortalecido, que contribuya al desarrollo sostenible de México en tér-
minos económicos, sociales y ambientales. Eso requiere un marco insti-
tucional, una política de cti y una gobernanza que coadyube a lograr
ese objetivo. Respecto al dónde estamos, si bien veníamos avanzando
lentamente, gradualmente desde la creación de conacyt en 1970, hoy
se observa un estancamiento de ese proceso, más aún, un retroceso

* Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco.


** Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México.
*** Instituto de Energías Renovables, Centro de Ciencias de la Complejidad, Universidad
Nacional Autónoma de México.
1
Gramsci, A., “Discorso agli anarchici”, 3-10 Aprile 1920 - L’Ordine Nuovo, Einaudi,
Torino, 1954. pp. 396-397; 399; 401.

| 99 |
asociado al desmantelamiento de las instituciones y el marco regula-
torio construido también gradualmente.
Seguimos sin resolver como país nuestras enormes desigualdades
económicas y sociales. No solamente no hemos aprovechado a la cti para
una estrategia de desarrollo sostenible, sino que las políticas recientes
en esta área han sido de un claro retroceso en prácticamente todos los
rubros (Signos Vitales, 2023). El presupuesto se ha reducido a un mínimo
histórico; se eliminaron los fideicomisos que permitían la investigación
multianual sin periodos de interrupción cada año y se definieron temas
rígidos de investigación; se redujo enormemente el número de becas
de posgrado, particularmente hacia el exterior; se han cerrado las posi-
bilidades de muchos jóvenes científicos; se disminuyeron los apoyos a
actividades tanto de difusión como de divulgación y se cancelaron
apoyos a asociaciones científicas y tecnológicas gremiales; se eliminó
la política de innovación sin lograr ningún resultado tecnológico de los
prometidos. Además, en una clara violación de los derechos humanos,
se creó un ambiente de descalificación y persecución a la comunidad
científica. En el tema legal, en abril del 2023 se aprobó una Ley general
de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación, la cual va contra
la letra y el espíritu de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. En concordancia con esta Ley, se han ido desmantelando
instituciones del sistema de cti, particularmente los Centros Públicos
de Investigación. En resumen, el nuevo conahcyt logró desarticular el
sistema de cti.
En un texto anterior denominamos a esta situación como una de un
desmantelamiento y llamamos a movernos “… hacia la reforma inte-
gral del sistema de ciencia, tecnología e innovación” (Dutrénit, Puchet
y Tagüeña, 2024). Nos han dicho que incluir en el título de nuestro
texto ese término da al lector una sensación negativa y desalentadora.
Sin embargo, lo importante es unirlo a la siguiente idea. Cuando en las
sociedades o los estados se generan procesos arbitrarios de sustitución

100 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


de reglas, de dilución inesperada de procedimientos técnicos largamente
experimentados, de disminución drástica de recursos para algunas fina-
lidades relevantes, se suele identificar esta avalancha como una destruc-
ción. El economista austríaco Joseph Schumpeter acuñó la expresión
“destrucción creadora”2 para identificar los efectos de la competencia
por medio de la introducción de innovaciones radicales que generan pro-
cesos arbitrarios como los enunciados arriba. Schumpeter, como pionero
de la teoría de la innovación, pensó que esas fases de destrucción tenían
esa contracara de creatividad en tanto las personas, sean éstas indi-
viduales o colectivas, buscaban adaptarse a lo ocurrido para arribar
a nuevas fases de desarrollo. Este trabajo se inscribe en este enfoque
positivo de reconstrucción que, viendo hacia el futuro de México, aliente
la recuperación y estimule el crecimiento de las actividades de cti. El
futuro sólo será promisorio si incluye una política de apoyo a la cti.
El objetivo de este capítulo es reseñar los diferentes frentes en que se
ha dado el desmantelamiento del sistema de cti y, a la vez, proponer un
conjunto de ideas para la reconstrucción institucional, los marcos regu-
latorios conexos y las políticas de cti, de forma que las actividades de
investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación florezcan en
el siguiente cuarto de siglo.
El contenido del capítulo, a continuación de esta introducción, se
organiza de la siguiente manera: el segundo apartado sintetiza los ele-
mentos de la ruptura del marco institucional, el tercero condensa los
datos más alarmantes referidos a la puesta en práctica de una errática
política de cti, el cuarto ilustra la carencia de un marco analítico reco-
nocido por la comunidad de los estudios de cti en la formulación de la
actual política de cti, el quinto propone un nuevo organismo rector de
la política de cti y sus instancias operativas, y el sexto y último refle-
xiona brevemente sobre el futuro mexicano de la cti.

2
Vid Schumpeter, 1983, p. 121.

Del desmantelamiento a la reconstrucción del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación | 101


2. La ruptura del marco institucional: la Ley de HCTI
Recién iniciado el sexenio, apareció sorpresivamente en la cámara de
Senadores, presentada por la senadora de Tlaxcala Ana Lilia Rivera, un
proyecto de ley de Ciencia y Tecnología3 que tenía los mismos elementos
autoritarios y centralistas de la propuesta que terminó aprobándose
en el Congreso de la Unión. El Foro Consultivo Científico y Tecnológico
alertó, en aquel momento inaugural, a la comunidad académica y ésta
se opuso terminantemente. Esa ley primigenia sigue ahora en un cajón
de la Cámara y el Foro fue destruido y perseguido, en la persona de
algunos de sus miembros, por representar en esa circunstancia a la
comunidad de cti.
El argumento para detener la iniciativa de ley que expuso el Foro fue
que no había habido ninguna consulta. Cuatro años después, con cientos
de consultas no escuchadas, se aprueba la ley con esencialmente los
mismos controles que la de principios de 2019, pero con textos aparen-
temente democráticos, muy hábilmente manejados.
Un hecho fundamental que abrió la puerta a que se propusiera la
necesidad de emitir una nueva Ley fue, en mayo de 2019, la reforma
constitucional del inciso V del artículo 3° de la Constitución. Este inciso
introdujo un derecho humano según la siguiente formulación:

Toda persona tiene derecho a gozar de los beneficios del desarrollo de la


ciencia y la innovación tecnológica.

El mismo inciso V del artículo 3° define la materia de la ley general.


Esta materia se sintetiza en las obligaciones que el Estado asume con
la finalidad de que existan las condiciones para satisfacer el derecho
humano instituido constitucionalmente. Estos compromisos se expresan
así:

3
Vid Puchet (2019).

102 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


[…] apoyará la investigación e innovación científica, humanística y tecnoló-
gica, y garantizará el acceso abierto a la información que se derive de ella,
[…] y […] alentará el fortalecimiento y difusión de nuestra cultura.

La presencia de estos compromisos obliga al Congreso a hacer una


ley general de ciencia, tecnología e innovación que cumpla con otros
mandatos estipulados tanto en los incisos V y VII del artículo 3° como en
el inciso XXIX-F del artículo 73 constitucional.
La iniciativa enviada por el poder ejecutivo federal y aprobada en
2023 por el poder legislativo es la ley general en materia de Humani-
dades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (lghcti), en lugar de la ley
de ciencia, tecnología e innovación que se introdujo en la reforma a la
Constitución, y está estipulada en ella.
La inclusión de las humanidades y el plural en ciencias y tecnologías
cambia el texto constitucional. No se trata solamente de una diferencia
de palabras, pues hay humanidades como la literatura que no son cien-
cias humanas. Desde el punto de vista jurídico, la lghcti norma parcial-
mente a la cultura y las artes cuyas actividades se rigen por otras leyes,
sin preocuparse por la concordancia y consistencia legales.
La lghcti en sus primeros artículos va alterando el texto constitu-
cional. Por ejemplo, el derecho constitucional “… de gozar de los benefi-
cios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica” se convierte
en el Art. 2 de la lghcti en el siguiente texto: “Toda persona, de forma
individual y colectiva, tiene derecho a participar y acceder al progreso
humanístico, científico y tecnológico, así como a gozar de sus beneficios
sociales”. Claramente tener o poseer el goce de los beneficios del desa-
rrollo de la ciencia y la innovación tecnológica no es lo mismo que tener
el derecho a participar y acceder al progreso humanístico, científico
y tecnológico de la humanidad. Esta diferencia que parece sutil es en
realidad un cambio ideológico importante.

Del desmantelamiento a la reconstrucción del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación | 103


Las personas deben de tener constitucionalmente las condiciones
para disfrutar de los beneficios que generan la ciencia y la tecnología no
el derecho de estar inmersos en el progreso, que es un proceso general
que comprende a la humanidad en conjunto y del cual sus beneficios
sociales no son fácilmente identificables. Es así como unos beneficios tan-
gibles: aquellos que surgen de dos actividades concretas como son el
desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica se convierten en unos
beneficios sociales del progreso que son inespecíficos e inaprensibles.
Hay otros muchos detalles más de la lghcti que atentan contra el
estado de derecho y la democracia constitucional vigente en México,
pues no sólo se afecta el disfrute del derecho humano que está obligada
a proteger, sino que crea un amplio margen de discrecionalidad para las
autoridades gubernamentales en turno. En fechas próximas, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación podría declarar a la lghcti anticonstitu-
cional, lo que permitirá ir hacia una nueva ley que proteja la libertad
académica y de investigación como estipula nuestra Constitución. Tam-
bién la nueva Ley deberá de respetar la autonomía de las entidades
públicas de educación superior, así como la participación de las comuni-
dades inmersas en las actividades y decisiones de cti, además de reco-
nocer que somos una federación y que las normas en la materia de cti
también deben respetar las competencias de las entidades federativas.
La ley de Ciencia y Tecnología de 2002 tuvo visión de futuro y
respondió a los cambios de cti en el mundo en la medida que el siglo xxi
trajo nuevas tecnologías digitales y miradas multi e interdisciplinarias.
Esa ley cumplió con su papel de generar normas para una promoción y
un fomento amplios y estratégicos de la cti. Sin embargo, hoy la realidad
es otra y aquella ley es obsoleta.
No se trata de volver a principios de siglo, tenemos que buscar
nuevos esquemas y mecanismos. Por supuesto, preservemos lo que
sabemos que funcionó, pero hay que atreverse a ir más allá, a ser crea-
tivos. Hoy tenemos un mundo que busca ser incluyente y participativo,

104 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


donde hay inteligencia artificial, robots y viajes al espacio con la idea de
colonizar. Al mismo tiempo, estamos ante una amenaza real de extin-
ción de la humanidad por el cambio climático y existe entonces el gran
reto de mitigarlo y de caminar hacia la sustentabilidad. La ley de cti
de 2025 también debe de dar esperanza a los jóvenes que se asoman a
ese mundo promisorio y peligroso para la humanidad; esa es hoy nuestra
responsabilidad.

3. Algunos datos alarmantes4


La contracción del presupuesto
Es imposible desarrollar la cti si el gobierno no le asigna recursos eco-
nómicos de forma sostenida. Este es un problema histórico en México.
Como se ha mencionado muchas veces, a diferencia de países que han
avanzado en su desarrollo como Corea del Sur, Singapur, China o Irlanda,
entre otros, y que han invertido niveles superiores al 1% del pib en cti,
en México sólo hemos llegado cerca del 0.5% en 2010.5 Después de la
aprobación de la Ley de Ciencia y Tecnología en 2002, se avanzó en el
desarrollo del sistema de cti mediante programas y mecanismos para
ejercer financiamientos multianuales. Se introdujeron los fondos –secto-
riales, mixtos e institucionales– y éstos se operaron a través de fidei-
comisos, con un diseño definido de Comisiones Técnico-Administrativas.
La ciencia requiere de recursos más allá del año fiscal y los fideicomisos
permitieron manejar convocatorias multianuales sin interrupciones en
la provisión de fondos. En noviembre de 2020 todos los fondos fueron
eliminados, y con ello los fideicomisos, que era el mecanismo a través del
cual éstos operaban. Los recursos de los fideicomisos fueron extraídos y
transferidos a otros proyectos del gobierno federal, alejados de la cti. Es

4
Dutrénit, Puchet y Tagüeña (2024) analizan con más detalles el desempeño.
5
Fuente: Signos vitales (2023) con datos del Banco Mundial.

Del desmantelamiento a la reconstrucción del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación | 105


claro que no se puede hacer investigación cerrando los laboratorios en
noviembre-diciembre para abrirlos en febrero-marzo, tiene que haber
financiamiento multianual ininterrumpido como el que proveía el meca-
nismo de los fideicomisos.
Al reducirse dramáticamente el presupuesto en cti se ha incremen-
tado el porcentaje del total asignado a becas y a estímulos de investiga-
doras e investigadores; este rubro pasó de representar el 38.8% del total
presupuestado en conacyt al 71% y el financiamiento a la investiga-
ción se ha reducido dramáticamente del 14.3% al 5.0% al mismo tiempo
que los recursos para la infraestructura científica han prácticamente
desaparecido del presupuesto junto con los destinados a la innovación.
El propio financiamiento total presupuestado para el ramo 38, el corres-
pondiente al conacyt, ha caído. Ahora tenemos una débil política cien-
tífica con una política tecnológica sin peso alguno y una política de
innovación desaparecida.6
Independientemente del organismo que se escoja para orientar al
sistema de cti, se debe asegurar al menos un nivel de Gasto en Investi-
gación y Desarrollo Experimental (gide) que represente el 1% del pib o
al menos el 2% del pef.7

La negación del papel de la innovación


Hay muchas evidencias de que la ciencia y la tecnología favorecen el
desarrollo económico de los países, pero este impacto positivo requiere
también innovación como parte del sistema.
El conacyt creado en 1970 tuvo un enfoque más orientado hacia la
ciencia. En los años ochenta se exploró con instrumentos de apoyo al
desarrollo tecnológico, a través de fondos sectoriales, y desde los noventa
con algunos instrumentos de apoyo a la innovación. Esta trayectoria
se mantuvo en las dos primeras décadas del presente siglo. Se siguió
6
shcp, pef de varios años.
7
Se toma la propuesta de la Red ProCienciaMx.

106 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


un camino gradual de fomento a la innovación que permitió, con correc-
ciones, aprender algunas lecciones. Pero desde 2018 lejos de avanzar
a partir de las experiencias realizadas prácticamente se eliminaron
todos los apoyos a la innovación empresarial, se detuvo la experimen-
tación de políticas. Además, ha habido un discurso descalificador, con
cifras manipuladas, ignorando que también las empresas invertían en
estos proyectos de colaboración y que sobre todo se apoyó a empresas
mexicanas.
Uno de los programas que más perduró a través de diferentes admi-
nistraciones fue el Programa de Estímulos a la Innovación (pei), un
apoyo directo a la innovación, que se implementó durante 2009-2018.
El pei exigía fondos concurrentes de las empresas, así como actividades
de vinculación de las universidades, centros públicos de investigación o
institutos tecnológicos con las empresas.
El pei evolucionó hacia tres modalidades que atendían a diferentes
tipos de empresa y avances en las actividades de Investigación y Desa-
rrollo (I+D) e innovación (innovapyme, innovatec, proinnova). Este
instrumento de política condujo a que se incrementara el porcen-
taje de beneficiarios mipymes, de tal forma que entre 2014 y 2018 el
70% de los proyectos se destinó hacia estas empresas. También, en el
mismo periodo, el 90% de los beneficiarios fueron empresas de capital
nacional y sólo el 10% fueron empresas de capital extranjero.8 El apoyo
de la rednacecyt (Red de Consejos Estatales de cti) contribuyó mucho
a la promoción regional de la innovación.
Desde el 2021 no tenemos un instrumento de apoyo a la innova-
ción. Sólo se exploró brevemente con el nuevo “Programa Estratégico
Nacional de Tecnología e Innovación Abierta”, cuya convocatoria se hizo
en 2019. Hay que diseñar nuevos instrumentos de apoyo a la I+D que
tome en cuenta la digitalización, la sustentabilidad y la contratación de

8
Informes de autoevaluación de conacyt, varios años.

Del desmantelamiento a la reconstrucción del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación | 107


jóvenes científicos y tecnólogos. Es importante diseñar instrumentos de
atracción de centros técnicos de empresas multinacionales, dirigidos
particularmente hacia aquellas que son atraídas por las estrategias de
nearshoring.

La confrontación de la ciencia básica


con la atención a problemas nacionales
Cuando nació el conacyt en 1970, el programa de apoyo a la Ciencia
Básica con la Secretaría de Educación Pública fue clave para el desa-
rrollo de la ciencia en nuestro país. El éxito de la convocatoria de ciencia
básica fue un antecedente para el modelo a los fondos sectoriales, intro-
ducido por la ley de Ciencia y Tecnología del 2002. Este programa se
basada en fideicomisos constituidos entre las dependencias y entidades
de la administración pública federal (apf) junto con conacyt para
destinar recursos para la investigación científica y el desarrollo tecno-
lógico. Existieron cerca de 30 fondos sectoriales. Todos ellos permitían
investigación multianual sin interrupción de la provisión de fondos.
Tanto el fideicomiso de ciencia básica que fue el pionero como los otros
sectoriales jugaron un papel relevante en el desarrollo científico hasta
su reciente desaparición. Sería muy importante crear un método por el
que todas las partes de la apf tuviera que invertir en investigación cien-
tífica y tecnológica, porque la cti es transversal a todas las Secretarías
de Estado.
En el periodo 2013-2018 se crearon dos programas para respaldar
a los fondos sectoriales: el de “Investigación en Fronteras de la Ciencia”,
y el de “Proyectos de Desarrollo Científico para Atender Problemas
Nacionales”. El primero apoyaba proyectos que generaran conocimiento
científico de vanguardia. El segundo apoyaba proyectos científicos que
utilizaban el conocimiento de una forma novedosa para atender un
problema nacional identificado y, a la vez, proponían soluciones con
impacto social para ser utilizadas en el desarrollo del país.

108 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


El nuevo conahcyt trató de continuar estos programas, pero con
una visión centralizada, a través de los llamados Programas Nacionales
Estratégicos (pronaces). La diferencia principal está en escuchar o no
a la comunidad. En “Atención a Problemas Nacionales” los temas se
definían mediante la participación de la comunidad, en los pronaces
los temas están seleccionados por un grupo muy reducido de personas.
Seguramente algunos de los temas escogidos así son pertinentes, pero
la forma de hacerlo no lo es. Es importante que el nuevo órgano rector
de las actividades de cti sí escuche a la comunidad y establezca diálogos
que respeten los requerimientos específicos de las entidades.
Con la meta de establecer un sistema realmente nacional, el conacyt
creó otros programas financiados a través de fideicomisos, los llamados
Fondos Mixtos, con las entidades federativas, y el Fondo Institucional de
Fomento Regional para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Inno-
vación (fordecyt). Estos fondos también fueron desaparecidos y muy
criticados por la administración actual. Habrá que buscar algún meca-
nismo administrativo flexible para apoyar proyectos de largo aliento que
realmente atiendan al país completo de forma descentralizada.
Los fondos sectoriales y los fondos mixtos no eran perfectos, pero
contribuyeron a atender problemas identificados por medio de la parti-
cipación de expertos y a reducir las brechas regionales. Se requieren
nuevos mecanismos que tengan una asignación de fondos multianual
ininterrumpida.

El descuido de los jóvenes


Con la creación de conacyt en 1970, México atendió la formación de
jóvenes por medio del programa de becas de posgrado y, posteriormente,
logró retener los recursos formados mediante el Sistema Nacional de
Investigadores desde la crisis de los años ochenta.
El programa de becas ha fomentado la obtención de los grados de
maestría y de doctorado de decenas de miles de jóvenes. Si bien a lo largo

Del desmantelamiento a la reconstrucción del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación | 109


del tiempo se ha mantenido el número de becas de posgrado vigentes,
desde 2018 se observa una caída de las becas al extranjero. Es sin duda
fundamental para los jóvenes científicos crear redes internacionales y
conocer otros sistemas científicos. Hoy este programa de becas al extran-
jero, según datos del propio conahcyt, está en una situación extrema.
El porcentaje de las especialidades médicas de esa menor cantidad de
becas al extranjero ha crecido en detrimento de las maestrías y docto-
rados tanto en medicina como en todas las otras ciencias. A su vez, lejos
de diversificar los países de destino con reconocido prestigio en cti para
los que se otorgan becas, el programa se ha concentrado en un solo país,
Cuba, donde ofrecen la formación en especialidades médicas.
Unida a la caída del número de becas está la falta de contrataciones.
Esta falta de plazas ha generado un ambiente de desesperanza y la
disminución del retorno de becarios al país. Tampoco el sector produc-
tivo contrata científicos. El programa de Cátedras conacyt establecido
en 2014 buscó remediar la falta de plazas y se generó una alternativa
de contratación para los jóvenes doctores. Operó bajo el esquema de
plazas de servidores públicos de carácter académico de conacyt. Dicho
esquema se sustituyó en septiembre del 2021 por el nuevo programa
de Investigadoras e Investigadores por México que ha otorgado pocas
plazas. Por otro lado, se continuó el programa de Estancias Posdoc-
torales, llamado hoy “por México”, que ha recibido más apoyo y cubre
a lo sumo dos años de actividad de investigación. Para los jóvenes inves-
tigadores es fuente de fuerte incertidumbre no contar con plazas o
tener opciones de estancias posdoctorales de corto alcance. También se
suma incertidumbre en relación con el Sistema Nacional de Investi-
gadores porque no se sabe si todos los nombramientos estarán acom-
pañados por el estímulo económico correspondiente en virtud de la
restricción presupuestal que puede tener dicho programa.
Más allá de revisar las políticas de becas y los continuos cambios
realizados al reglamento del Sistema Nacional de Investigadores, si

110 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


no se aumenta el presupuesto dedicado a ciencia no se podrá buscar
alternativas para asegurar la situación de los jóvenes ni de los investiga-
dores establecidos, porque hoy casi todo el presupuesto asignado al
conahcyt se concentra en Becas y estímulos en el hoy denominado
Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores.

La desconexión con la CTI del mundo


La ciencia ha avanzado a través de la crítica y la participación de la
comunidad científica global. Las revistas de investigación son interna-
cionales, así como los congresos y las reuniones. Por eso es importante
vincularnos con el exterior y retomar algún mecanismo equivalente al
Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica,
que permita a los investigadores en México acceder a las publicaciones
más importantes del mundo. Además, la propia Constitución plantea,
como ya mencionamos, que el Estado garantizará el acceso abierto
a la información lo que implicará desarrollar una política editorial hacia
la ciencia abierta.
Existen diversos programas y convocatorias internacionales que
México podría aprovechar y no lo está haciendo, en particular aquellas
sobre los objetivos de desarrollo sostenible (ods) y el cambio climático.
También hay acuerdos bilaterales y multilaterales que, por supuesto,
requerirán de un mecanismo del tipo de un fideicomiso como el que
existió entre los fondos sectoriales, en colaboración con la Secretaría de
Relaciones Exteriores.
La Organización Europea para la Investigación Nuclear (cern) tiene
un super-colisionador de partículas que es un anillo subterráneo de
7 kilómetros de circunferencia ubicado en la frontera entre Suiza y
Francia donde se desarrollan numerosos experimentos en los que parti-
cipan científicos mexicanos. Experimentos para entender el origen
del universo y la composición de la materia que requieren innovación

Del desmantelamiento a la reconstrucción del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación | 111


tecnológica. Este es un ejemplo claro de la importancia de los grandes
proyectos de colaboración de los que México no debe nunca estar fuera.
Por su parte, México tiene en el estado de Puebla dos grandes
proyectos de infraestructura científica: el Gran Telescopio Milimétrico
Alfonso Serrano (gtm) y el Observatorio de rayos gama High Altitude
Water Cherenkov Observatory (hawc). El gtm contó con la participa-
ción del conacyt y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electró-
nica (inaoe), teniendo como socio a la Universidad de Massachusetts.
Es parte del Event Horizon Telescope que sacó la primera foto de un
hoyo negro y obtuvo la comprobación de un hoyo negro en el centro de
la galaxia, motivo del premio Nobel de Física 2020. En el caso del hawc
que estudia el comportamiento de los rayos gamma para, por ejemplo,
detectar las explosiones de supernovas, participan más de 30 institu-
ciones mexicanas e internacionales. Entre éstas últimas se cuentan la
nasa y el Instituto Max Planck de Alemania.
Recientemente el proyecto colmena,9 la primera misión de México a
la Luna permite el desarrollo de robots y es parte de una nueva visión
para explorar el espacio. No sólo desarrolla la tecnología y la innovación,
sino que entrena a estudiantes de los niveles superiores de la unam, del
ipn, de la unach y de escuelas preparatorias de la unam que han partici-
pado en algunos aspectos de la misión. Es financiado por conacyt, unam
y la Agencia Espacial Mexicana. Participar en los grandes programas
internacionales de cti debe de ser parte de la política internacional de
nuestro país.

La despopularización de la CTI
Retomando la inclusión del derecho a la ciencia en nuestra Constitución,
es la comunicación pública de la ciencia la que puede ayudar a lograr
esta meta. A pesar de que México ha sido precursor de la divulgación de

9
https://epistemia.nucleares.unam.mx/web?name=linx&page=56

112 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


la ciencia, falta un gran camino que recorrer para tener una sociedad con
cultura científica, que no acepte fácilmente las noticias falsas ni se deje
manipular.
Desafortunadamente el conahcyt ha dejado de apoyar los programas
nacionales de comunicación pública de la ciencia, como los Domingos
en la Ciencia, las Olimpiadas científicas, la Semana Nacional de Ciencia
y otras muchas otras actividades organizadas por las academias y socie-
dades científicas. Es necesario recuperar proyectos de popularización de
la ciencia, pero también diseñar nuevos, que estén a la altura del mundo
digital en que vivimos. Es importante unir, a la investigación en ciencia
y la tecnología, su comunicación a la sociedad y establecer este compro-
miso en todas las convocatorias de proyectos de investigación. Hay que
fomentar la profesionalización de los comunicadores de la ciencia y
apoyar la investigación en esta área multidisciplinaria.

4. Una política de CTI sin rumbo


A nivel internacional los marcos analíticos de la política de cti han
evolucionado; actualmente se reconocen tres (Schot y Steinmuller,
2016 y 2018). El marco 1 es el modelo clásico, asociado a los orígenes
de la política de cti; está basado en la promoción de la I+D; emergió
en los años sesenta del siglo pasado y prevaleció hasta los ochenta. El
marco 2 se basa en el enfoque sistémico y emergió de la mano de la con-
cepción de los sistemas nacionales de innovación. Este marco hizo
que la política de cti fomentara y fortaleciera los sistemas. Predominó
desde la década de los ochenta hasta hoy. Finalmente, el nuevo marco
3 se asocia a la idea del cambio transformativo. Se vincula a los nuevos
consensos sobre la importancia de la participación pública, los grandes
desafíos sociales y ambientales y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
(Dutrénit, Puchet y Vera-Cruz, 2024).

Del desmantelamiento a la reconstrucción del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación | 113


México, al igual que la mayoría de los países de América Latina y
El Caribe, ha seguido la tendencia internacional, pero con cierto re-
zago (Crespi y Dutrénit, 2014). El marco 1 predominó desde que se
creó conacyt en 1970 hasta inicios de los años noventa. El marco 2
se comenzó a incorporar a mediados de los noventa y, con más fuerza,
al aprobarse la Ley de Promoción de la Investigación Científica y Tecno-
lógica en 1999 y posteriormente la Ley de Ciencia y Tecnología en 2002.
Los Programas Especiales de Ciencia, Tecnología e Innovación (peciti)
elaborados entre 2002 y 2018 tienen un enfoque sistémico y se basan en
el marco 2. Desde la década del 2010 se han incorporado algunos instru-
mentos que se asocian al marco 3, como el “Programa de incorporación
de mujeres indígenas a posgrados para el fortalecimiento regional” y el
“Fomento a investigación orientada a problemas nacionales” con convo-
catorias de 2014-2018, y desde 2019 los “Programas Nacionales Estra-
tégicos (pronaces)”.
El uso de estos marcos analíticos ha venido acompañado de acti-
vidades de experimentación, se han adaptado muchos instrumentos,
como los estímulos fiscales a la I+D, y se han diseñado algunos nove-
dosos como los fondos sectoriales y mixtos y el Programa de Estímulos a
la Innovación (pei). En México, al igual que en otros países, persiste una
mezcla de instrumentos asociados a los tres marcos, con predominio de
aquellos de los marcos 1 y 2.
La combinación de instrumentos (policy mix) en la administración
2018-2024 se ha simplificado y concentrado en pocos instrumentos que
atienden pocos objetivos: becas, reconocimiento a personas investiga-
doras y presupuesto de los Centros Públicos de Investigación (Dutrénit,
Puchet y Tagüeña, 2023).
Pero lo que es común desde los años setenta es la escasez de recur-
sos asignados para las actividades de cti. Los instrumentos han operado
como estudios piloto, porque se han hecho pruebas, se han mejorado
con el aprendizaje, pero no se han fondeado para tener un impacto más

114 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


fuerte tanto en la extensión y crecimiento de la cti como en el desarrollo
de México. Es urgente el incremento del presupuesto.

5. Hacia un nuevo organismo rector de la CTI


El conahcyt actual ha desmantelado el sistema de cti que había
sido el resultado de muchos años de lucha de la comunidad científica
desde muy diversas ideologías. No se trata hoy de regresar al pasado
sino de caminar hacia una propuesta propia del siglo xxi. La cop28 en
Dubai 202310 ha dejado claro el gran peligro de la humanidad frente al
cambio climático y la necesidad de ir transformando el uso de la energía
de los combustibles fósiles a las energías renovables. El organismo
que sustituya al Consejo debe de considerar estos aspectos, utilizar los
objetivos de desarrollo sostenible (ods) en su planeación11 y apoyarse
en las comunidades de cti. También deberá, a través de buenas activi-
dades de comunicación pública de la ciencia, promover en la sociedad la
cultura científica, sin olvidar la perspectiva de género y la participación
comunitaria. Como hemos comentado, deberá tener financiamientos
multianuales ininterrumpidos, además de comisiones evaluadoras de
expertos y una gran transparencia en las decisiones tomadas. Aquí se
propone, reconociendo las condiciones iniciales del desmantelamiento
actual, iniciar un proceso que suponga una nueva fase que rescate y
aprenda de los aciertos y busque nuevos caminos para el futuro.
La red ProCienciaMx propuso una reforma de la gobernanza del
sistema de cti. La propuesta plantea como una de sus seis estrategias:
"Reformar el sistema de cti para garantizar la libertad académica, la
democracia y la autonomía”. Para poner en práctica esta estrategia es
prioritario: (i) redefinir el sistema de cti como un conjunto autónomo,

10
https://unfccc.int/es/cop28
11
https://www.ods2030accionlocal.mx

Del desmantelamiento a la reconstrucción del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación | 115


participativo y articulado de organizaciones y agencias del sector
académico y de los sectores social, público y privado; (ii) reorganizar
la administración pública federal (apf) tanto para la atención y promo-
ción de la cti como para la realización y ejecución de planes de cti con
una perspectiva de largo plazo; (iii) promover el establecimiento de
estructuras de cti en los estados de la República y, de forma coordinada,
(iv) establecer las bases jurídicas, en los distintos órdenes de gobierno,
que garanticen la libertad académica y el derecho a gozar de los benefi-
cios de la investigación científica, humanística y tecnológica.12
El objetivo de “Reorganizar la administración pública federal para
la atención y promoción de la cti” tiene dos líneas de acción: i) crear
una estructura federal de formulación y ejecución de la política de cti, y
ii) responsabilizar a todos los sectores de la administración pública
federal de la inclusión y fomento de actividades de cti. En términos de
las instancias operativas se propone la creación de una secretaría de
cti del gobierno federal, la creación de dos agencias federales ejecu-
toras especializadas respectivamente en las políticas para la investi-
gación científica, humanística y tecnológica, y en las políticas para la
innovación, y la promoción en todas las entidades federativas de secre-
tarías de CTI.
Esta propuesta tiene como primera condición y virtud: generar una
gobernanza apegada estrictamente al estado de derecho y a la demo-
cracia constitucional. De ahí que se proponga crear una estructura
federal de formulación y ejecución de la política de cti que se atenga
estrictamente a los principios de libertad académica, democracia y auto-
nomía. Ello supone que las comunidades de cti sean consideradas en
concordancia con su derecho a la participación en las decisiones que las
incumben, que las universidades y los órganos autónomos de los tres

12
https://redprociencia.mx/wp-content/uploads/2023/12/Propuesta_estrategia_politica_
CTI_29_11_2023-1.pdf

116 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


órdenes de gobierno que tengan relación con las actividades de cti sean
respetados plenamente en su autonomía y que las entidades federativas
cumplan con sus facultades y atribuciones, respecto a las actividades de
cti, en el ámbito de sus respectivas competencias y sujetas a la obser-
vancia general de los derechos de participación y de autonomía que
deben primar en toda la nación.
La eficacia de la gobernanza participativa y democrática que se
propone reside en que la apf sea reformada para asumir transversal-
mente responsabilidades respecto a las actividades de cti. La principal
responsable de ese reordenamiento y de su puesta en práctica será la
secretaría de estado de cti que orientará y coordinará todas acciones
de programación y presupuestación relativas a dichas actividades en
el seno de la apf que sean necesarias para realizar la política nacional de
cti. La ejecución de los programas nacionales de cti estarán a cargo
de las dos agencias mencionadas, que operen como organismos des-
centralizados: una agencia para la promoción y el fomento de las activi-
dades de investigación científica, tecnológica y humanística y otra para
las mismas tareas respecto de las actividades de innovación.
La supervisión de las normas de eficiencia y transparencia de las
políticas públicas de cti se radicará en las entidades especializadas del
poder legislativo y en los órganos autónomos que el estado mexicano
tiene en la materia.

6. Reflexiones finales
El mundo actual está cambiando radicalmente por la aceleración en la
producción de conocimiento, el crecimiento exponencial de las tecno-
logías asociadas a la inteligencia artificial, la digitalización y el uso de
las redes informáticas para gestionar la vida cotidiana en medio de las
transformaciones culturales que generan nuevas identidades de genera-
ciones y personas. Al mismo tiempo, la humanidad comienza a sufrir los

Del desmantelamiento a la reconstrucción del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación | 117


límites que tiene la vida en el planeta: la degradación del medio ambiente
y la biodiversidad, el cambio climático que causa inicuos desastres natu-
rales y la desigualdad económica y social asociada con procesos de
acumulación de recursos en pocas personas ajenos a una instituciona-
lidad justa. Ese es el telón de fondo de los conflictos y los cambios en las
colectividades humanas que vemos cotidianamente. La vulnerabilidad,
la pobreza, la violencia, la insalubridad entre otras situaciones traumá-
ticas debieran pensarse a la luz de las tendencias y las conmociones que
viven quienes navegamos en el planeta Tierra.
En este entorno, México debe cambiar el cauce de su evolución inclu-
yendo, en el conjunto de sus actividades culturales, sociales, políticas,
económicas de sus sectores social, público y privado, el conocimiento
necesario para guiar al país hacia el desarrollo sostenible. La investi-
gación científica, tecnológica y humanística y la innovación tecnológica
son empeños humanos que tienen la posibilidad de vislumbrar como
modificar el curso del desarrollo nacional. El gran viraje que requiere
el país tiene que sortear obstáculos de muy diversa índole, la cti no es
la panacea para orientar ese nuevo curso del desarrollo nacional, no
obstante, sin su contribución no será posible.
El balance de la política de cti que aquí se esbozó y la propuesta de
cómo orientarla en estos nuevos tiempos son solamente una primera
imagen de cómo alterar el cauce por el que han transitado las personas
actoras de la cti. Ahora hace falta la voluntad de todas para dialogar,
destruir creativamente las ideas planteadas y consensar otras que con-
duzcan a la cti de México por el cauce de una evolución que haga realidad
plena el derecho de toda persona “(…) a los beneficios del desarrollo de
la ciencia y la innovación tecnológica” (cpeum, Art. 3, inc. V).

118 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


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120 | Gabriela Dutrénit | Martín Puchet | Julia Tagüeña


Algunas ideas para la reconstrucción del sistema
de CTI en nuestro país

José Franco*
enero 2024

¿Dónde estamos?
Como si fuera una historia de horror, con maldad y sin pudor alguno,
las autoridades actuales del Consejo Nacional de Humanidades Ciencia
y Tecnología (el conacyt con H) iniciaron la desestabilización y demo-
lición del sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación (cti) desde el
momento mismo de asumir el poder. La estructura existente fue armada
a lo largo de décadas y aunque aún era frágil y tenía deficiencias, era
funcional y seguía creciendo. Ahora se ha empobrecido y contraído, está
desarticulada, sujeta a las ocurrencias del sexenio, y la magnitud de lo
que deberá reconstruirse es muy grande, tanto como la destrucción que
ha padecido durante estos años.
Para empezar, desde 2019 el nuevo conacyt ignoró las instancias
definidas en la ley de ciencia vigente y con prejuicios ideológicos modi-
ficó los procedimientos y la administración de programas y recursos.
Desapareció los fondos y fideicomisos con los que se operaban los
proyectos conjuntos con las Secretarías y los Estados, y que también
financiaban parcialmente a los Centros Públicos de Investigación (cpi).
Condicionó y redujo los apoyos para los Laboratorios Nacionales y aban-
donó los programas de innovación con las empresas. Sin dar razones,
excluyó a la biotecnología de las áreas de investigación. Contrató a

* Instituto de Astronomía, unam.

| 121 |
personas sin preparación en puestos de alta responsabilidad, y cambió
la forma de evaluar a los investigadores y de asignar becas. Disminuyó
drásticamente el número de becas al extranjero, redujo los presupuestos
de los cpis y cambió a sus autoridades. El caso extremo fue el del Centro
de Investigaciones y Docencia Económica donde impusieron de forma
ilegal y contra la opinión del personal académico a las nuevas autori-
dades. Desvirtuó la labor del Foro Consultivo Científico y Tecnológico
AC (fccyt), el cual fue creado en la ley de Ciencia y Tecnología de 2002
y tenía dos décadas funcionando de manera exitosa como organismo
asesor autónomo del sistema. En el fccyt se crearon puentes de colabo-
ración entre los actores de cti y se realizaron foros de análisis conjuntos,
generando una serie de iniciativas y publicaciones que sirvieron como
guía para ampliar y robustecer el sistema.1
En una acción intimidatoria sin precedentes, el ahora llamado
Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología inventó delitos
para tratar de encarcelar a varios exmiembros del fccyt y exfunciona-
rios de conacyt, lo cual generó la reacción de la opinión pública y de
los organismos nacionales e internacionales de investigación y de dere-
chos humanos, quienes manifestaron su apoyo a los denunciados. Los
casos se han desahogado en varios procesos judiciales, donde todas
las acusaciones han sido desechadas por los jueces, dejando en claro
la falsedad de las imputaciones. A pesar de lo grave que es faltar a la
verdad, este no es el único caso donde la dirección general de conacyt
con H ha mentido intencionalmente. La lista es larga, pero durante la
pandemia se dieron un par de eventos notorios, cuando engañaron a
la nación primero con unos ventiladores que no cumplieron con la fun-
ción para la que fueron construidos y después con una vacuna anunciada
como 100% mexicana, la cual fue realmente desarrollada en Estados

1
De la Peña, J. A., Fernández Zayas, J. L., Laclette, J. P., Dutrénit, G., Franco, J. y Tagueña,
J., “18 años de historia”, Foro Consultivo Científico y Tecnológico AC (2020). https://
www.foroconsultivo.org.mx/FCCyT/sites/default/files/FCCyT_AC-2020.pdf

122 | José Franco


Unidos. Además, prometieron tenerla lista para finales del 2021 pero
acaba de ser aprobada como “refuerzo”, cerca de un año después de que
se dio por terminada la emergencia sanitaria2 y para un virus que ya ha
mutado. Recientemente, en una acción para controlar lo que queda del
sistema, crearon una nueva ley general de ciencia que no sólo ha sido
impugnada por inconstitucional sino también por el proceso desaseado
y al vapor con el que fue aprobada y que ya está siendo cuestionada
por la corte. En ella se define un consejo rector formado casi exclusi-
vamente por funcionarios del gobierno en turno, ignorando la partici-
pación de estados, academia y sectores productivos. El sistema de cti
queda entonces encajonado en las visiones sexenales de corto plazo, y el
control del consejo rector queda en manos de este conacyt con H, quien
actúa como juez y parte.
La lista de agresiones y acusaciones falsas a los actores del sistema de
cti es bastante larga, lo que, junto a la falta de financiamiento adecuado,
ha profundizado la polarización y ha obligado a las comunidades a
moverse en una espiral de conflictos públicos con la autoridad. Como
es fácil de imaginar todo esto ha generado desánimo, sobre todo entre
los jóvenes, ha impactado de forma negativa la percepción pública de
la ciencia y está frenando el desarrollo científico y tecnológico del país.

La necesidad de un nuevo diseño institucional, recuperando


una asesoría autónoma y creando un observatorio de CTI
Es entonces urgente revertir los daños hechos por la actual administra-
ción y proponer cambios que fortalezcan a la planta de cti y estimulen
su vinculación con los sectores productivos y la industria. Los esfuerzos
deben centrarse en convertir a la cti en un eje de desarrollo social y

2
“México pone fin a la emergencia sanitaria por covid-19”, Secretaría de Salud, 9 mayo
2023, https://www.gob.mx/salud/prensa/mexico-pone-fin-a-la-emergencia-sanitaria-
por-covid-19-secretaria-de-salud

Algunas ideas para la reconstrucción del sistema de cti en nuestro país | 123
económico sostenibles, donde el conocimiento sirva como guía para
enfrentar los problemas crónicos y recientes del país. Las ideas plan-
teadas en los textos de este libro, al igual que las vertidas en una serie
de documentos ya existentes,3-10 están hechas para reorientar la política
científica y lograr estos fines. Las propuestas incluyen la gobernanza del
sistema y su marco jurídico, su financiamiento y evaluación, su impor-
tancia en la educación a todos los niveles incluyendo la divulgación del
conocimiento, y el estímulo a la innovación, tanto tecnológica como
social. Así que aquí sólo esbozaremos algunas de las necesidades de tipo
estructural que deben restituirse en el futuro inmediato, incluyendo la
necesidad de un observatorio de cti.

– Como bien sabemos, el definir cada seis años las directrices de la


política de cti va en contra de la posibilidad de contar con un rumbo
claro con visión de largo aliento que permita el desarrollo sano del
sistema. Así que una de las primeras asignaturas, independiente-

3
Franco, J. y Esteva Maravoto, J. A., “Prospectiva de la innovación, científica, tecnoló-
gica y social en México al 2050”, Futuros México Hacia 2050, p. 435, C. Olavarrieta, G.
Gándara y J. Mattar (coord.), Editorial Penguin Random House (2021).
4
“Hacia la consolidación y desarrollo de políticas públicas en ciencia, tecnología e inno-
vación: Objetivo estratégico para una política de Estado 2018-2024”, Varios autores,
Universidad Nacional Autónoma de México (2018).
5
Dutrénit, G., Puchet, M. y Tagueña, J., “Desmantelamiento y destrucción creativa; hacia
la reforma integral del sistema de ciencia, tecnología e innovación”, El Daño está Hecho.
Balance y políticas para la reconstrucción, R. Becerra (coord.), Grano de Sal (2024).
6
De María y Campos, M., Franco, J. y Esteva Maravoto, J. A. (coord.). “México próspero,
equitativo e incluyente. Construyendo futuros”, Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi AC
y Foro Consultivo Científico y Tecnológico AC (2018).
7
Notas de la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la
Unión (incytu), Foro Consultivo Científico y Tecnológico AC (2017, 2018, 2019).
8
“Innovación Social”, Tomos 1, 2 y 3, Foro Consultivo Científico y Tecnológico AC (2018).
9
“Líneas generales para una agenda nacional de cti 2024-2030”, Academia Mexicana de
Ciencias (2023).
10
Franco, J. (coord.). “Ciencia y Tecnología: Una mirada ciudadana. Encuesta Nacional
de Ciencia y Tecnología”, de la serie Los mexicanos vistos por sí mismos. Los grandes
temas Nacionales, Coordinada por Julia Flores, unam (2015).

124 | José Franco


mente de si se deroga o no la nueva ley federal de cti, será plan-
tear un nuevo diseño institucional para la cabeza del sistema, con un
marco normativo que la fortalezca y le de autonomía, que permita
incrementar su presupuesto y realizar una planeación de largo plazo.
Las ideas que se han planteado van desde un órgano constitucional
autónomo, similar al inegi, hasta una posible Secretaría del ramo.
Habrá que explorar las posibilidades de cada propuesta, junto a sus
posibles virtudes y desventajas, aunque en cualquier caso el orga-
nismo rector correspondiente deberá responder a una política de
Estado de largo aliento, en vez de la política gubernamental temporal
en la que nos quieren volver a encajonar. Además, se debe tener,
como estaba antes, una instancia de vinculación entre la federación y
las entidades federativas.
– Un tema urgente es el restablecimiento de una política nacional de
incentivos y vinculación entre la academia y los sectores productivos
y la industria. Para empezar, la educación superior debe actuali-
zarse y establecer nuevas carreras acordes a los avances científicos y
tecnológicos. Hay una larga lista de desarrollos científicos recientes
que van desde la astrofísica hasta la biología sintética y de aplica-
ciones en cómputo e inteligencia artificial que están fusionando el
avance tecnológico con las ciencias de la salud y con las áreas produc-
tivas. Es necesario entonces llevar la investigación a las industrias y
fomentar un sistema de educación dual que vincule a los centros de
educación superior con los centros de producción,11 acompañado 4

de una mirada analítica y crítica. Asimismo, se debe estimular la par-


ticipación del sector privado en el financiamiento de cti y reimplantar
los programas de estímulos, fiscales y directos, así como estimular la

11
4
Sánchez Castillo, M. y Martínez Estrada P., “Metodología para la creación de empresas
basadas en investigación y desarrollo tecnológico”, Instituto Nacional del Empren-
dedor (2017).

Algunas ideas para la reconstrucción del sistema de cti en nuestro país | 125
creación de compras públicas de innovación. Estas iniciativas darán
además, lo tan necesarios nuevos empleos para los jóvenes cientí-
ficos y tecnólogos.
– En el mismo sentido, nuestro país requiere crear centros nacionales
de investigación sobre temas estratégicos para el futuro. La lista de
áreas es larga, donde están la inteligencia artificial, las energías reno-
vables, la nanotecnología, los nuevos materiales, el desarrollo espa-
cial, etc. Por ejemplo, se deben crear centros de inteligencia artificial
o de nanotecnología que puedan enfocarse a algunas áreas de opor-
tunidad que beneficiarían a los sectores productivos de las diferentes
regiones del país. Para éstos y muchos otros posibles proyectos es
necesario crear fideicomisos que permitan su financiamiento de
forma multianual. Al igual que en el caso del inciso anterior, esta ini-
ciativa ayudaría a resolver la falta de plazas para los jóvenes cientí-
ficos y tecnólogos
– Asimismo, se deben crear organismos asesores autónomos en temas
de cti para el ejecutivo y el legislativo, que ayuden a la creación de
políticas públicas y a tomar decisiones informadas, basadas en un
conocimiento sólido. Podría crearse una instancia autónoma en la
que participen los diferentes sectores del sistema, como lo fue en su
momento el fccyt, o diferentes instancias enfocadas a temas especí-
ficos las cuales pueden ser coordinadas desde la cabeza del sector.
– En ese sentido, una asignatura pendiente en nuestro país es el diseño
y creación de un observatorio de cti, que permita seguir el pulso coti-
diano y desarrollo anual del sistema. Un observatorio nacional que
sea una fuente confiable de información, que nos permita conocer
la implementación y los avances en los programas y acciones de los

126 | José Franco


sectores de la cti en todo el país.12, 13 Deberá ser sin duda un orga-
5

nismo autónomo que permita medir el crecimiento del sistema,


con indicadores que nos den a conocer sus fortalezas y detectar sus
necesidades y posibles fallas. Asimismo, será una instancia relevante
en la toma de decisiones ya que permitirá medir del impacto de las
políticas públicas de cti y ayudará a compararnos con el resto de
los países. Su labor será indispensable para establecer la planeación
del sistema en áreas que van desde el financiamiento y creación de
infraestructura, hasta la definición de nuevas áreas de desarrollo con
la formación correspondiente de los recursos humanos.

En síntesis, como se ha dicho, el cambio de administración nos


ofrece la oportunidad de reconstruir el sistema, retomar muchas de las
propuestas que no fueron atendidas por las autoridades actuales pero
que beneficiarían al país y crearían nuevas opciones que le permitirían
enfrentar los retos actuales y futuros.

Agradecimientos
Agradezco los valiosos comentarios y sugerencias de Julia Tagüeña,
Claudia Bodek, Tomás Franco y Daniela Franco para mejorar este trabajo.

12
5 “Requiere México de un observatorio nacional de ciencia, la tecnología y la innova-
ción”, La Jornada Aguascalientes, 14 de junio de 2018, https://www.lja.mx/2018/06/
requiere-mexico-de-un-observatorio-nacional-de-ciencia-la-tecnologia-y-la-innova-
cion/
13
Macedo, D. y de Mello Maricato, J., “Observatorios de cti: conceptos, servicios, indi-
cadores y fuentes de información”, Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y
Sociedad, Número especial diciembre de 2022, p. 36 (en portugués).

Algunas ideas para la reconstrucción del sistema de cti en nuestro país | 127
La crisis de la ciencia en México:
el contexto internacional

Antonio Lazcano Araujo*

A pesar de rica herencia virreinal en disciplinas como la arqueología, las


ciencias naturales y exactas, la minería y la astronomía, las turbulencias
políticas decimonónicas provocadas por las asonadas, imperios efímeros
y guerras civiles con las que la Nación se amanecía cada mañana, impi-
dieron que en México se desarrollara un aparato científico como el que
se estaba estructurando en distintas naciones europeas en esas épocas.
En la última parte del siglo xix surgieron sociedades científicas, y con
su afianzamiento el régimen porfirista había generada condiciones
de estabilidad que permitieron preservar e incrementar, en la medida de
lo posible, el patrimonio científico y crear bibliotecas, archivos, jardines
botánicos, zoológicos, observatorios astronómicos y museos de historia
natural.
Sin embargo, ese desarrollo científico incipiente se vio interrumpido
por la Revolución mexicana. Aunque el proyecto cultural de los gobiernos
emanados del proceso revolucionario eventualmente incluyó un apoyo
a las artes, como la música, las letras y la pintura mural, la ciencia y la
tecnología no fueron reconocidas como prioridades nacionales. No fue
sino hasta 1924 cuando Vasconcelos proclamó “La Revolución anda en
busca de sabios”. Trabajo le costó localizarlos, porque las Facultades de
Ciencias Físicas y Matemáticas y de Ciencias Médicas y Biológicas no se

* Facultad de Ciencias, unam. Miembro de El Colegio Nacional.

| 129 |
fundaron hasta 1935, el mismo año en el que el Presidente Cárdenas creó
el Consejo Nacional de Educación Superior de la Investigación Científica.
Este fue el antecedente del conacyt, que fue creado durante el sexenio
del Presidente Echeverría. Es decir, el aparato científico mexicano no
comenzó a adquirir su estructura actual sino hasta hace unos 60 años.
Es entonces cuando el Estado mexicano dio inicio a la institucionaliza-
ción de la ciencia y, aunque los regímenes que siguieron al de Echeverría
no dieron continuidad a los puntos de vista originales, el conacyt se fue
afianzando como la instancia gubernamental a cargo de la planificación
e implementación de la política científica del país.
Para ese entonces el mundo científico internacional estaba corriendo
aceleradamente hacia lo que Derek de Solla Price, un físico que
devino historiador y sociólogo de la ciencia, había designado como el
fenómeno de Big Science. En un pequeño libro titulado precisamente
Little science, big science publicado en 1963 afirmó que de continuar el
crecimiento científico al ritmo que se estaba dando, “pronto tendremos
dos científicos por cada hombre, cada mujer, cada niño y cada perro de
la población, y deberíamos gastar en ellos el doble de dinero que se asig-
naría. Por lo tanto, el fin del mundo científico está a menos de cien años
de distancia” Price (1963).
El fenómeno que predijo Price se ha cumplido con creces, y está
teniendo consecuencias insospechadas. Es decir, la ciencia mexicana
está inserta en un ambiente internacional caracterizado no sólo por la
presencia de grupos de investigación cuya presencia modula tenden-
cias en las ciencias contemporáneas, sino que son cada vez más visi-
bles megaproyectos de investigación que involucran decenas, cientos o
incluso miles de investigadores, estudiantes, posdoctorados, técnicos
y enormes números de administradores, y que incluyen aceleradores
de partículas, programas espaciales como el telescopio espacial Webb,
proyectos de secuenciación de genomas, el gran colisionador de ha-
drones de Ginebra y muchos más. La Big Science de la que habló Derek

130 | José Antonio Lazcano


de Solla Price ya llegó. Sin lugar a dudas ello ha abierto opciones de
desarrollo para el aparato científico nacional y, en particular, para indivi-
duos y grupos de investigadores mexicanos con fuertes contactos inter-
nacionales, pero en términos globales, se puede afirmar que no todos
los efectos de la llamada Big Science han sido positivos. El propósito de
este ensayo es subrayar algunas características del ambiente científico
internacional que, me parece, se deben tomar en cuenta en el proceso
de reconstrucción de la ciencia mexicana y en la redefinición de las
políticas científicas nacionales luego de los daños provocados por el
gobierno del Presidente López Obrador.

Como un reflejo adicional de las grandes diferencias socioeconómicas


que existen entre los países desarrollados y las naciones con un nivel
económico menor, el aparato científico internacional se ha caracterizado
desde hace muchas décadas por la imposición de modas intelectuales
y tendencias académicas definidas por unos pocos polos de poder. El
intenso proceso de globalización de los últimos años no ha limitado
esta tendencia, sino que reforzó los objetivos de revistas y publica-
ciones científicas de manera tal que no sólo no es fácil para individuos
y grupos de investigación de países en desarrollo encontrar espacio en
las publicaciones científicas de gran impacto sino que, salvo excepciones
puntuales, tampoco encuentran cabida en comités editoriales, foros
internacionales o redes de trabajo. Aunque esto es cierto para muchas
áreas de la ciencia contemporánea, el interés en problemas de impor-
tancia global como la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y las
pandemias han abierto oportunidades que han permitido a los inves-
tigadores de países en desarrollo acceder a redes e instituciones con
enormes recursos humanos, materiales y económicos.

La crisis de la ciencia en México: el contexto internacional | 131


El sistema de financiamiento y la formación de grandes grupos de
investigación ha llevado de manera natural a modelos gerenciales
de organización del trabajo científico, que desafortunadamente pro-
vocan un divorcio entre los jefes y coordinadores de grupos, labora-
torios y redes, por un lado, y los científicos jóvenes, los técnicos y los
estudiantes en formación por otro. Aunque este es un fenómeno muy
visible en países como los ee.uu, los tamaños pequeños de los grupos de
investigación nacionales no han llevado a las tensiones típicas de esta
división.

Uno de los rasgos más visibles del aparato científico internacional es la


precariedad laboral que afecta sobre todo a los investigadores jóvenes.
En la década de 1970 hubo un crecimiento considerable del mercado de
trabajo, y prácticamente todos los académicos jóvenes y los estudiantes
de ciencias tenían grandes posibilidades de acceder a un puesto defini-
tivo en instituciones académicas. Hoy la situación ha cambiado radical-
mente. Probablemente es en la precariedad laboral de los posdoctorados
donde la crisis de empleo se deja ver con mayor claridad. Aunque en los
años de 1990 hubo un repunte en las contrataciones, hoy los posdocs
viven sometidos a una enorme inseguridad laboral, con ingresos bajos,
carencia de prestaciones y una incertidumbre sobre su futuro acadé-
mico que los obliga a peregrinar durante años en busca de contratos
definitivos.
Existen diversos indicadores de esta crisis laboral, y que están rela-
cionadas a nivel internacional con la reducción de la inversión pública
en la investigación académica. En los ee.uu. y en Inglaterra es cada
vez mayor el número de académicos jóvenes que son contratados como
lecturers, sin esperanza alguna de obtener un puesto definitivo como Pro-
fessor o Research Scientist. Las plazas siguen escaseando, y es práctica-

132 | José Antonio Lazcano


mente imposible obtener empleo como investigador en ciencias natu-
rales o exactas si no se han cubierto cuando menos dos años como
posdoc. El mercado laboral se ha contraído en forma dramática, y las
posibilidades de trabajo que tienen los científicos jóvenes se han redu-
cido, a empleos mal pagados o a unas pocas horas de docencia. Este
desamparo institucional afecta, primordialmente, a mujeres, investi-
gadores jóvenes y minorías étnicas.
Es probable que las protestas de posdocs y becarios que les han
llevado a organizar huelgas y sindicatos en los últimos meses y semanas
en Europa y en los ee.uu. sean un reflejo adicional de la crisis profunda
que está sufriendo el aparato académico. La situación es similar en las
ciencias sociales y, por lo que dice John Guillory en su libro Professing
criticism, también en las humanidades. Habría que subrayar que a dife-
rencia de lo ocurre a nivel internacional, en México no se ha observa
el desdén creciente hacia la investigación en ciencias sociales y en hu-
manidades que se ha vuelto visible a nivel internacional. Sin embargo,
algunos de estos conflictos también se dejan sentir en nuestro país,
como lo muestra el desamparo institucional de un número creciente de
científicos jóvenes y de mediana edad cuya única alternativa profesional
ha quedado reducida a la impartición de unas pocas horas de clases.

Desde la creación de la Royal Society, que marca para muchos el origen


del aparato científico moderno, las revistas se convirtieron en uno de
los instrumentos más poderosos de socialización del conocimiento y
de articulación de una comunidad académica internacional. De hecho,
es difícil comprender el desarrollo del aparato científico contemporáneo
sin ellas, aunque la actitud visionaria y generosa de muchos editores
se ve empañada diariamente por la imposición de modas y tenden-
cias definidas por unos pocos centros de poder académico, el señuelo

La crisis de la ciencia en México: el contexto internacional | 133


de las revistas predadoras, la voracidad de los monopolios editoriales,
y los prejuicios étnicos, geográficos y de género que siguen afectando
al sistema científico. Tal vez uno de los mayores escándalos que están
afectando al aparato científico internacional en este momento sean las
revelaciones publicadas en Science, Nature y otras revistas sobre el pago
ilegal de cantidades substanciales a investigadores para que aparezcan
como coautores de trabajos de investigación, de las presiones sobre
algunas para que acepten artículos, o la tendencia de muchas revistas en
publicar números monográficos cuya edición está a cargo de investiga-
dores con experiencia limitada en algunas áreas de investigación, pero
que de esta manera logran publicaciones rápidas.
Desde hace décadas la evaluación del trabajo académico depende,
en buena medida, del número de artículos publicados y de las revistas
donde aparecen. No es una tarea fácil. Como escribió en 1963 Derek
de Solla Price, es complicado comparar un artículo de Einstein con un
centenar de trabajos sobre las propiedades de maderas escritos por
un investigador desconocido y sin prestigio. Para enfrentar estos pro-
blemas, nos hemos sometido a una compleja numerología que mide la
importancia de los artículos dependiendo del prestigio de la revista en
donde se publicaron, el índice de impacto, los trabajos donde los citan,
y hasta el número y orden de los coautores. Aunque las ciencias sociales
y las humanidades han mantenido una independencia envidiable de
estas formas de evaluación, las ciencias naturales y exactas las trans-
formaron en el marco normativo para valorar el trabajo académico, y
nos la pasamos buscando citas y referencias para poder acceder a plazas,
ascensos, becas de productividad y distinciones.
Venturosamente, el número de universidades e instituciones acadé-
micas europeas y estadounidenses que han abandonado este tipo de
evaluación es cada vez mayor. La comunidad académica vive sometida
a la tiranía de la Web of Science, pero bien podríamos voltear a ver los
documentos que resultaron de la San Francisco Declaration on research

134 | José Antonio Lazcano


assessment, que en 2012 hizo un análisis crítico de los mecanismos de
evaluación del trabajo científico. También deberíamos asomarnos a las
nuevas propuestas para evaluar las universidades del Reino Unido que,
como describió Science hace unos meses, buscan una redefinición de
la excelencia científica que se aparte de la sobrevaloración de artículos
publicados por unos pocos en revistas de prestigio, para enfocarse en la
generación de ambientes académicos, la formación de nuevos investiga-
dores, y la producción de software y bases de datos de acceso libre.

Desde que comenzó el sexenio del Presidente López Obrador hemos ates-
tiguado la contracción más grave del aparato académico y científico de
la que tengamos memoria en las últimas décadas. El escandaloso listado
de errores, atropellos e irregularidades que han marcado la administra-
ción de la Dra. Elena Álvarez Buylla con el apoyo total del Presidente
de la República y de otras autoridades, nos obliga a analizar crítica-
mente los errores que se han cometido en la política científica nacional
desde la fundación del conacyt hasta la situación actual. Ello implica,
también hacer un análisis objetivo no sólo de la situación nacional
sino también del contexto internacional en que está inserta la ciencia
mexicana. Los datos resumidos en este ensayo tienen, inevitablemente,
un sesgo personal, pero pueden servir como elementos para una discu-
sión más integral de la ciencia nacional.

Nota bene
El material incluido en estas notas ha sido publicado previamente en
diarios de circulación nacional como Crónica, Reforma y en Lazcano, A.
(1982) en El Desafío Mexicano (Editorial Océano/México).

La crisis de la ciencia en México: el contexto internacional | 135


Inventando el futuro.
La arquitectura de la investigación científica

Raúl Rojas González* 1

A mural about architecture of scientific research in Diego Rivera style.

1. Introducción
México es la economía número quince en el mundo, de acuerdo con
su Producto Interno Bruto (pib). Es el décimo país por el tamaño de su
población, habiendo rebasado a Japón hace pocos años. México es el
tercer país por el número de aeropuertos que tenemos (aunque la mayor
parte de ellos son muy pequeños) y es además el quinto exportador de

* Raúl Rojas González estudió en el ipn y en la unam, ha sido profesor titular o invitado
en 13 universidades, es profesor emérito de la Universidad Libre de Berlín.
** Las ilustraciones de la portada y al inicio de cada capítulo fueron generadas por el
programa de Inteligencia Artificial dall-e.

| 137 |
autos en el mundo. La regla empírica que siempre utilizo para saber si
México está ocupando el lugar que le corresponde en algún tema, es
mirar si se encuentra entre los primeros quince lugares a nivel mundial.
De acuerdo con esa receta empírica, tenemos aún muchos problemas
que resolver si consideramos nuestro desempeño en cuanto a educa-
ción y ciencia, que es un reflejo de todos los rezagos que arrastramos
respecto a desigualdad social y corrupción gubernamental.

A mural about architecture of scientific research in style von Picasso.

En cuanto al número de científicos por cada mil empleados, México


es el penúltimo lugar entre los 38 miembros de la Organización para
la Cooperación y Desarrollo Económico (ocde). Somos el país número
46 respecto a los años promedio de escolaridad de la población. En el
ranking mundial de los exámenes pisa (Programa Internacional para la
Evaluación de Estudiantes) ocupamos el lugar 56. En los resultados de
matemáticas ocupamos el lugar 61. México es el penúltimo lugar entre
los países de la ocde considerando el porcentaje del Producto Interno
Bruto (pib) que se dedica al fomento público de la ciencia e innovación.
Además, como es bien conocido, ese porcentaje ha estado descendiendo
desde 2010.

138 | Raúl Rojas González


De acuerdo con los datos de la ocde, mostrados en la Gráfica 1, el
porcentaje del pib que México dedica a la investigación descendió, de
un máximo de 0.5% en 2010, a 0.3% en 2020. A pesar del ligero incre-
mento en 2014, es obvio de la gráfica que la investigación científica no
es estimada como un componente estratégico para el desarrollo mexi-
cano. No se percibe ninguna urgencia por invertir más en ciencia y
tecnología, como han hecho otros países, más conscientes de su papel
en la economía mundial y de las necesidades que impone la competencia
internacional. Para no comparar con Corea del Sur, que invierte 4.8%
de su pib en ciencia, podemos comparar con España, que invierte 1.4% de
su pib, o sea, un factor 4.6 veces mayor que el porcentaje de México.

Gráfica 1. Gasto en ciencia y desarrollo como porcentaje del PIB en México (2006-2020)

Como argumento más adelante, en el apartado 3, los tres pilares de la


investigación científica son la educación, los centros públicos y además
los centros privados de investigación. Los dos últimos pilares se están
tambaleando en México. Se han congelado o reducido los presupuestos
de operación de la mayoría de los centros públicos de investigación.
Los fideicomisos que estaban reservados para gasto en ciencia fueron

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 139


absorbidos por la Secretaría de Hacienda para dedicar sus montos al
financiamiento de programas sociales o megaproyectos. Sin embargo,
para salir de la pobreza el mejor programa social es la educación. Así lo
demuestra el ejemplo de los países asiáticos que nos rebasaron en todos
los indicadores sociales apenas en los últimos 30 años. En el Índice de
Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, México ocupa el lugar 86,
abajo de Malasia, Irán y hasta China, que partió de muy abajo en los años
setenta. México es el último país entre los miembros de la ocde en cuanto
al monto de lo gastado anualmente en educación primaria y hasta la
preparatoria, por estudiante. Nuestro gasto por alumno es la mitad del
de Chile y más de tres veces menor al de España. Estos países saben que
la educación de los niños es fundamental para lograr un mayor desa-
rrollo, mayor igualdad y posibilitar que los sectores marginados salgan
de la pobreza. Sin embargo, como en el caso de la ciencia, podemos cons-
tatar que el gasto en educación, como porcentaje del pib, ha ido disminu-
yendo en México desde 2015 (Gráfica 2). Recordemos que la Ley General
de Educación vigente establece lo siguiente: “Artículo 119 (...) El monto
anual en términos de la ley que el Estado destine al financiamiento en
educación pública y en los servicios educativos garantizando la accesibi-
lidad y la gratuidad en la educación, no podrá ser menor al equivalente
del 8% del producto interno bruto del país”. Esa sería la aspiración, pero
la realidad es que se gasta menos de la mitad de aquel porcentaje que
debería ser el mínimo.
El fenómeno que el deterioro de la educación en México ha provo-
cado, es la huida de las clases medias y de altos ingresos hacia la educa-
ción privada. Los padres que pueden costear una escuela o universidad
privada, lo hacen de inmediato, sabiendo que una buena educación les
dará más oportunidades a sus vástagos. Tenemos así una disociación de
la ciudadanía en dos Méxicos, el de aquellos que recurren a la educación
pública y aquellos que pagan la educación privada. La Gráfica 3 muestra
que una cuarta parte del gasto en educación en México es gasto privado

140 | Raúl Rojas González


y, además, que para los mayores deciles de ingreso el gasto privado
supera al gasto público. El cruce de las dos curvas se da precisamente en
los deciles de ingreso de las clases medias.

Gráfica 2. Gasto público en educación como porcentaje del PIB en México (2010-2021).

La Ley General de Educación fija el mínimo necesario en 8%

Gráfica 3. Gasto público y privado en educación en México y de acuerdo al ingreso

En términos del índice de desarrollo humano es entonces claro que


el resultado no puede ser sino una polarización creciente de la sociedad.
Las capas sociales de altos ingresos invierten hasta siete veces más que
el promedio nacional en la educación de sus hijos y hasta treinta veces
más que los sectores más desfavorecidos.

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 141


Es necesario considerar todo esto, porque un país no puede tener
un sector científico potente si en la base la educación que se le brinda
a los niños es tan deficitaria e injusta. Reparar al sector de la ciencia
en México pasa por reparar a la educación mexicana. Subsanar la gran
desigualdad que impera en México implica brindarles una mejor educa-
ción a los niños y jóvenes. Así lo menciona el análisis de los resultados de
la prueba pisa: “Sin la educación apropiada, la gente permanecerá atra-
pada en los márgenes de la sociedad, los países no podrán beneficiarse de
los avances tecnológicos y éstos no se transformarán en progreso social.
No será posible desarrollar políticas equitativas, incluyentes y par-
ticipativas, si la falta de educación impide que la población participe de
manera integral en la sociedad”.

Gráfica 4. La desigualdad educativa en México y otros países

142 | Raúl Rojas González


La Gráfica 4 muestra algo muy preocupante en ese respecto. Cada país
ocupa un lugar en la gráfica de acuerdo a la ubicación de estudiantes con
desventaja (malas calificaciones) y estudiantes aventajados. El eje hori-
zontal muestra que en México el 27% de los estudiantes con deficien-
cias son alumnos de escuelas no tan buenas (medido por el promedio en
los exámenes de sus alumnos). El 29% de los buenos estudiantes están
en buenas escuelas. Mientras más desigual es la educación más hacia la
derecha y sobre la diagonal encontramos al país. Perú es el caso extremo
de desigualdad educativa, pero después de Perú tenemos a México y a
Colombia. Es esta una forma de “apartheid educativo” que lastima más
a la población de menores recursos, mientras que alumnos de escuelas
privadas pueden gozar de mejor educación. En el otro extremo tenemos
a Noruega, ahí los malos y buenos estudiantes se distribuyen casi alea-
toriamente entre las diversas escuelas, que ofrecen una calidad educa-
tiva homogénea. Salir de la pobreza requiere de buena educación y ahí
es donde el sistema educativo mexicano le está fallando a los sectores de
menores ingresos.
En los apartados que siguen analizo los indicadores que muestran
que México tiene que esforzarse para levantar su nivel de ciencia al que
podríamos esperar, dada su potencia económica. En el capítulo tres
hablo de los pilares de la ciencia. En el cuatro tematizo uno de los
problemas más espinosos, el del origen de los recursos y la necesaria
transformación futura del sistema tributario. De ahí retomo diversos
aspectos relativos a la educación para pasar a considerar como orga-
nizar y reorganizar a los centros públicos y privados de investigación en
México. Trato el papel de las academias antes de concluir describiendo
lo que yo considero son casos de éxito respecto a la “arquitectura de la
investigación”, es decir, el entramado de instituciones e inversiones que
le han permitido a algunos países tener y mantener las economías más
desarrolladas del mundo.

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 143


2. El déficit de científicos en México
México es parte de la Organización de Cooperación y Desarrollo Econó-
mico (OCDE) y debe proporcionar anualmente toda una serie de esta-
dísticas económicas y sociales a la organización. En base a esos datos
podemos comparar el estado de la ciencia en México y en otros países. El
ejercicio no es en vano, nos deja ver lo mucho que tenemos que corregir
en México.

A laboratory full of equipment but without people and white coats in chairs digital style.

Hay diferentes maneras de medir la potencia científica de un país.


Una de ellas es comparar el número de científicos activos en cada nación.
Según los datos de la ocde, por cada mil personas empleadas en México,
1.24 personas son investigadores. El promedio para los países de la ocde
es 9.11, para el mismo indicador. Los campeones en ese rubro son Corea
del Sur, Finlandia y Noruega, con más de 16 investigadores por cada mil
personas empleadas.
El caso de Corea del Sur es para mí el más relevante. Hace treinta
años tenían 5 científicos por cada mil empleados. En 1995, Corea del Sur
tenía 7.5 veces más científicos, como porcentaje del empleo total, que
México. Ahora Corea tiene 13.4 veces más, es decir que la ventaja de ese
país con respecto a México casi se duplicó en 30 años. Podemos decir

144 | Raúl Rojas González


que a partir del nuevo milenio los coreanos se pusieron las pilas y son
ahora uno de los países que más exportan, sobre todo productos de alta
tecnología. También España, un país más cercano a nosotros, ha hecho
grandes esfuerzos para aumentar el número de sus investigadores. Hoy
tienen 7.44 investigadores por cada mil empleados.
Otra manera de medir la importancia de la ciencia en un país es
observando que porcentaje del Producto Interno Bruto (pib) se invierte
en ciencia y tecnología. Y digo “invierte”, porque ese dinero se multiplica
más adelante en la medida en que la planta productiva se transforma, al
ser potenciada por la investigación científica.
México invierte sólo 0.297% del pib en investigación y desarrollo,
de acuerdo a los datos de la ocde. El máximo histórico se dio en 2015,
cuando ese porcentaje fue de 0.495. Desde entonces ha venido bajando
continuamente, hasta alcanzar el porcentaje que hoy tenemos. Corea del
Sur, por el contrario, ha aumentado incesablemente ese indicador, desde
hace treinta años, y hoy invierte el 4.8% de su pib en investigación y
desarrollo, es decir, dieciséis veces más que México. Alemania lleva 30
años incrementando ese indicador y España también, con un bache
después de la crisis financiera de 2009, del que ya se recuperaron.
La diferencia básica entre México y Corea del Sur es que los coreanos
han entendido que en las condiciones de la Tercera (algunos dicen
Cuarta) Revolución Industrial que estamos atravesando, la riqueza de
las naciones no será medida por sus reservas minerales o de hidrocar-
buros, sino por la forma en que los diferentes países se puedan inte-
grar a la nueva economía digital. Recuerdo que en 2015 fui invitado a
dar una conferencia en Seúl y mis anfitriones fueron muy claros: Corea
del Sur tenía que intensificar sus esfuerzos para no quedarse atrás en el
mercado mundial. Temían que otros países pudieran sustituir las expor-
taciones coreanas, como le sucedió a Finlandia cuando la empresa local
Nokia, que dominaba las ventas de teléfonos celulares, prácticamente
desapareció cuando entraron al mercado los llamados smart phones.

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 145


La ley de Ciencia y Tecnología vigente aún estipula que México debe
invertir por lo menos el 1% de su pib en investigación y desarrollo, pero
el proyecto de nueva ley que conacyt envió en 2022 a las Cámaras desa-
parece esa aspiración al afirmar solamente que el Estado “proveerá de
recursos y estímulos suficientes, oportunos y adecuados (…) la asigna-
ción de recursos públicos estará sujeta a suficiencia presupuestaria y
al principio de austeridad republicana”. Por ningún lado se percibe un
sentido de urgencia en la iniciativa de ley, cuyo único propósito es la
centralización burocrática del gasto dedicado a la ciencia. De hecho, el
presupuesto proyectado para conacyt en 2023 representa, en términos
reales, al descontar inflación, solamente el 77% del presupuesto que
tenía al iniciar al sexenio. En tan sólo cuatro años conacyt ha perdido
23% de sus recursos. Y si comparamos con 2015, el presupuesto de
conacyt para 2023 es sólo 46% del que se tuvo entonces, el máximo
histórico.

Gráfica 5. El crecimiento del PIB per cápita de Corea del Sur y México

¿Cuántos científicos hay en México? El Sistema Nacional de Inves-


tigadores (sni) tiene 36,714 integrantes. Según algunas estadísticas,

146 | Raúl Rojas González


el número de profesores universitarios en México es de alrededor de
360,000. De acuerdo al Banco Mundial, México tiene unos 349 inves-
tigadores por millón de habitantes, lo que se traduciría en sólo 45,000
investigadores en total. El número de investigadores en la industria
privada seguramente que no se captura por ninguna agencia estadís-
tica, así que dadas estas cifras habría que decir que el número exacto de
personas que en México se dedican a la ciencia es algo harto nebuloso.
En Alemania, donde tienen muy buen control estadístico, el número
de investigadores es de 600,000. Allá, la industria participa con 69%
de la inversión en investigación. Eso va aunado a un nivel muy alto de
educación: el 2% de la población tiene un doctorado, un porcentaje
similar al de Estados Unidos. Según la ocde, el porcentaje de personas
con doctorado en México es de 0.1%, o sea veinte veces inferior al de
Estados Unidos y Alemania.
En el caso de la investigación industrial es donde el abismo entre
los países más dinámicos y México es más evidente. Si comparamos
el número de solicitudes de patentes en 2020, resulta que en Estados
Unidos se solicitan 236, en Corea del Sur 123 y en China 686 veces más
patentes que en México. Es una desproporción descomunal. Incluso en
Brasil se solicitan anualmente 3.5 veces más patentes que en México.
¿Por qué insisto tanto en el caso de Corea del Sur en esta compa-
ración de cifras? Pues simple y sencillamente porque todavía en 1990
Corea del Sur era un país similar a México. Tenía sólo 85% del producto
interno bruto (PIB) per cápita de México en esa época. Pero en 2020
ya Corea del Sur tenía 2.3 veces más pib per cápita que México. En sólo
treinta años Corea del Sur abandonó las filas de los países subdesarro-
llados y es ahora una de las economías más dinámicas en el mundo. Algo
hicieron bien los coreanos en el espacio de poco más de una genera-
ción: apostaron por el desarrollo tecnológico, la economía orientada a la
exportación y el fomento de la ciencia, mientras que México dilapidaba
recursos naturales y nunca realmente ha valorado a sus científicos como

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 147


un recurso estratégico. Por eso el pib per cápita de Corea del Sur creció
235% en esos treinta años, el de China se multiplicó diez veces, mientras
que en México el pib per cápita sólo creció 19% en el mismo periodo.
Corea del Sur y China nos rebasaron por el carril de alta velocidad.
En este sexenio, cuando termine, el pib per cápita habrá caído 3%
en seis años que trajeron un deplorable declive del sistema científico
mexicano.

Propuestas
• Realizar un censo de científicos en México para tener una mejor idea
del volumen y distribución de la investigación científica en el país.
• Mantener en la Ley de Ciencia y Tecnología la aspiración de gastar el
1% del pib en ciencia y desarrollo tecnológico.

3. Pilares de la Investigación Científica


El proceso de reconstrucción de la ciencia en México, que inevitable-
mente tendrá que ser iniciado en 2024, tiene que tomar en cuenta la
forma en que otros países han sido exitosos al conformar un sistema de
investigación nacional.

A Greek temple with exactly three columns in front, supporting a frontispiece, in classic style.

148 | Raúl Rojas González


Yo pienso que hay tres pilares de la investigación que hay que tener
en cuenta y una base que los soporta. La base es una estructura fiscal
adecuada al nivel de desarrollo del país y que reconozca a los estados
como socios y no como receptores de dádivas federales. Esa base debería
ser un pacto fiscal moderno y adecuado a las circunstancias que vive
México. Sobre esa plataforma de financiamiento, los tres pilares de un
sistema de investigación son:

• un sistema educativo de calidad,


• un sistema nacional de centros de investigación y laboratorios
nacionales, y
• cooperación para la investigación e innovación industrial privada.

Para cualquiera que se ponga a revisar la estructura de la investiga-


ción en México, lo primero que salta a la vista es que en nuestro país no
contamos con una cooperación efectiva entre la federación y los estados.
El centralismo político mexicano ha llevado desde siempre a una situa-
ción en la que la mayor parte de los ingresos tributarios son recau-
dados por la federación, que después reasigna parte de esos ingresos
a los estados como “participaciones” o como “aportaciones”. Alrededor
del 83% de los ingresos estatales provienen de la federación, sólo el
12% proviene de impuestos locales y 5% representa deuda. En México
el gobierno central controla el gasto de los estados y estos tienen poca
autonomía para decidir sobre la asignación de los recursos. Es una
herencia del sistema político mexicano, ultracentralizado, si se compara
con otros países.
Es importante tener en cuenta esta estructura tributaria porque
explica muchos de los problemas que tenemos para que los tres pilares
mencionados funcionen. Además, hay que mencionar que la base tribu-
taria es muy débil. De todos los países de la ocde, México es el que menos
impuestos como porcentaje del pib recauda: sólo el 18%, mientras que el

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 149


promedio para los países de la ocde es de 31%. Los países con un estado
social vigoroso y excelentes sistemas de investigación recaudan aún más,
alrededor del 40% del pib en forma de impuestos. Así que la base fiscal es
de por sí endeble y después no integra a los estados como copartícipes,
sino como agradecidos receptores de dinero del gobierno central. En
Alemania Federal, como contraejemplo, los impuestos son recaudados
a nivel local, por cada Estado, que después le transfiere su participación
a la federación (es decir, los impuestos fluyen de abajo hacia arriba). De
los impuestos, el 44% se queda en los estados, el 39% se va la federación
y el 16% se queda en los municipios. Los estados pueden así ocuparse
por sí mismos de muchas cosas, sin tener que solicitar dinero federal.
Además, los municipios tienen fondos para mantener en buen estado a
la infraestructura local. Una de las cosas que los estados financian, en
Alemania y en muchos otros países, como Canadá, es la educación de
sus niños y jóvenes. Las escuelas se pagan con los ingresos estatales y
municipales y cada Estado tiene su propia Secretaría de Educación con
suficiente autonomía como para acometer nuevos proyectos y experi-
mentar con formas modernas de educación. Los estados compiten entre
sí, tratando de tener las mejores escuelas e ideando las mejores formas
de educar a sus alumnos. La descentralización educativa se adoptó en
Alemania para nunca más vivir una situación en la que los contenidos
educativos pudieran ser controlados por un gobierno central dictato-
rial. En particular, no existen universidades federales sino solamente
universidades estatales de gran calidad. La universidad con el mayor
número de alumnos no llega a los 35,000 estudiantes matriculados. En
México, por el contrario, la centralización financiera, política y educa-
tiva ha llevado a que tengamos universidades federales fuertes, pocas
pero gigantescas, mientras que, con pocas excepciones, las universi-
dades estatales son muy débiles. Un sistema que alberga dos macrou-
niversidades, como la unam y el ipn, con sucursales ya casi por todo el
país, en lugar de universidades estatales fuertes, es una peculiaridad del

150 | Raúl Rojas González


sistema educativo mexicano, comparando con el resto del mundo, que se
explica por la tradicional centralización política y financiera del país. El
sistema educativo tiene una importancia central para poder erigir sobre
esa base un sistema de investigación. Pero la situación actual es muy
preocupante. En todos los exámenes internacionales en los que México
participa para evaluar la calidad de su educación básica, el país siempre
ocupa algún lugar no muy bueno. En la prueba pisa, que evalúa la educa-
ción básica, México ocupa el lugar 61 en matemáticas, el lugar 58 en
ciencias y el lugar 54 en lectura. Sin embargo, México es la economía
número 15 en el mundo, por su tamaño, y en cuanto a población es el
país número diez. Siendo la economía número quince se esperaría que
el país invirtiera lo suficiente en educación y que los resultados nos posi-
cionaran más arriba en los rankings.
El segundo pilar de un sistema de investigación fuerte son centros
especializados para realizarla, distribuidos por todo el país y finan-
ciados de manera conjunta por la federación y los estados. En México
los llamados Centros Públicos de Investigación, financiados a través de
conacyt, así como el cinvestav y los institutos de investigación de la
unam han jugado ese papel. No es suficiente, dado el tamaño del país y
de la economía mexicana. Habría que pensar en un sistema mejor estruc-
turado y con financiamiento diversificado, no sólo federal. En países
europeos y en Estados Unidos existe una plétora de centros de inves-
tigación financiados a nivel federal, a nivel estatal y por la industria.
La fórmula utilizada por los Institutos Max Planck muestra de que
manera funciona esto en Alemania. Cuando la Sociedad Max Planck
quiere fundar un nuevo centro, se “subasta” entre los estados. La fede-
ración aporta el 50% del financiamiento inicial y futuro y el estado
donde se instalará el centro, el otro 50%. Además, los estados compiten
entre sí y no pueden acumular un número de centros excesivo. En
México, los centros conacyt tienen sobre todo financiamiento federal

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 151


y la aportación estatal se reduce generalmente a un financiamiento de
arranque, por ejemplo, para edificar las instalaciones.
El tercer pilar de la investigación científica en todos los países desa-
rrollados, son los centros industriales de investigación. En Europa cerca
del 70% de la investigación científica es realizada por la industria, por
compañías como Volkswagen o Siemens, o por la potente industria
farmacéutica suiza y francesa. En México la participación privada en la
investigación es mínima. La mayor parte de las compañías transnacio-
nales manufacturan en México, pero no establecen centros de investiga-
ción, más que con contadas excepciones.
Debemos entender que la investigación científica no surge de la
nada, de un día para el otro. Es un ecosistema que involucra los tres
pilares mencionados. Sólo con buenas escuelas a todos los niveles se
puede aspirar a jugar un papel en la investigación. Sólo con centros
de investigación potentes, establecidos conjuntamente entre los estados
y la federación, se logrará avanzar para dedicar el 1% del pib, o más,
en la investigación. Sólo con permeabilidad entre las universidades y
la industria se podrá lograr que el “milagro coreano” se pudiera trans-
formar en un “milagro mexicano”. Y sólo con un pacto federal equitativo
se podrá proporcionarles una base sólida a los pilares de la investiga-
ción. Por eso, todo esto no es algo que se pueda lograr en un sexenio,
es necesariamente un esfuerzo transexenal en el que todos los partidos
representados en las Cámaras y en los parlamentos locales deben aunar
voluntades.

Propuesta
• Realizar estudios comparativos de las estrategias de desarrollo e
investigación de países que son referentes a nivel mundial.
• Realizar un estudio del estado de la fuga de cerebros en México.

152 | Raúl Rojas González


4. Pacto Federal y estructura tributaria

Handshake in the foreground Mexican flag in the background digital style.

Hablemos sobre aquella plataforma en la que se apoyan los pilares de la


investigación científica: la base tributaria. Es pertinente hacerlo porque
muchos de los vicios y problemas que tenemos como país de desarrollo
intermedio provienen de un armazón fiscal anacrónico, que es inapla-
zable renegociar.
La ultracentralización política de México es entendible por su historia.
Después de que México dejo de ser una colonia, se hundió en toda una
serie de guerras intestinas que hizo al país fácil presa de los Estados
Unidos y después del Imperio francés. Desde la Reforma, y pasando por
el porfiriato, la política nacional siempre fue una de atar a las provin-
cias al gobierno central a través del control de las finanzas. Después
de la Revolución, el centralismo político mexicano no disminuyó, sólo
adquirió nuevas formas.
Todo esto es relevante porque las economías modernas se basan
en una jerarquía de Estados y regiones económicamente fuertes y con
suficiente autonomía para acometer proyectos propios. Los estados de
la unión norteamericana, por ejemplo, compiten entre sí para tener las
mejores escuelas, los mejores puertos, los mejores centros de investi-

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 153


gación. En México, por el contrario, grandes proyectos científicos están
siempre supeditados a una decisión del ejecutivo federal y hasta la educa-
ción depende en gran medida del centro. No se confía en los estados,
como para proporcionarles un mayor porcentaje de los impuestos reca-
bados. Se les somete a la camisa de fuerza del flujo a cuentagotas del
presupuesto federal.
En México los principales impuestos los recauda el gobierno federal,
quien le entrega a los estados “participaciones” y “aportaciones”. Las
participaciones se pueden utilizar libremente por los estados, las apor-
taciones van etiquetadas desde el centro para diversas tareas cuya ejecu-
ción ha sido transferida a los estados, por ejemplo, para la educación o
la salud.
Podemos ver cuál es la diferencia comparando con otros países. En
Estados Unidos los ingresos estatales y el ingreso federal provienen de
los impuestos, las contribuciones a la seguridad social y otras fuentes. Al
final de cuentas el gobierno federal se queda con el 53%, los estados con
el 26% y las municipalidades con el 21% de los ingresos. En Alemania
Federal la distribución de ingresos es aún más igualitaria entre el
gobierno central y los estados. Los impuestos sobre las empresas se
reparten por la mitad entre la federación y los estados. Del impuesto
sobre el ingreso personal el 42.5% va a la federación y otro 42.5% a
los estados. El resto, 15%, va directamente a los municipios. Del iva el
2.2% va a los municipios y el resto se reparte por la mitad entre la fede-
ración y los estados. En España el gobierno central absorbe 68% de los
impuestos y las comunidades autónomas el 32%. Como se puede ver,
hay grados de centralización fiscal que varían entre los diferentes países
de acuerdo con su experiencia histórica.
No hay una fórmula única para todos los países, pero creo que no
es casual que, en los Estados Unidos, en Canadá y en Alemania, países
que son referentes mundiales respecto a la investigación científica, los

154 | Raúl Rojas González


ingresos fiscales se dividan aproximadamente por la mitad entre el
gobierno central y los estados.
El efecto de una descentralización relativa de cada país es dotar a los
estados de iniciativa propia en cuanto a educación, investigación y para
atraer inversionistas. Respecto a la educación, estados financieramente
fuertes pueden administrar sus propias escuelas, pagar la nómina y
mantener una buena infraestructura. No tienen que estar negociando
permanentemente con el gobierno central el financiamiento de la edu-
cación. En México la nómina de los maestros (primaria y secundaria)
es pagada por el gobierno federal a través del Fondo de Aportaciones
para la Nómina Educativa y Gasto Operativo. Eso ha llevado a innume-
rables conflictos a lo largo de los años, a pesar de que repetidamente
se ha tratado de descentralizar la educación en México. Los intentos
han fracasado sobre todo por la falta de recursos de los estados, para
financiar ellos directamente la educación básica. En una situación ideal,
cada estado se ocuparía de sus maestros, equipar a sus escuelas, etc.,
tomando los recursos directamente de sus ingresos fiscales. Si sube o
baja el número de estudiantes, pueden reaccionar de manera más eficaz.
No necesitan aparecer como suplicantes en la sep.
Lo mismo se puede decir del fomento a la investigación. En países
fiscalmente descentralizados, los estados pueden decidir instalar
centros de investigación o mejorar la calidad de sus universidades de
manera autónoma. El retraso histórico de las universidades de provincia
en México, con respecto a las universidades federales, como la unam o
el ipn, se ha dado sobre todo por la falta de recursos en los estados. Para
subsanar un tanto el problema, los estados a veces proporcionan algún
terreno o edificio para que se instalen nuevas unidades de la unam o del
ipn, que crecen como pulpos por todo el país, pero como universidades
federales. No es que eso sea malo, al contrario, pero ¿no sería mejor que
las universidades estatales recibieran mayores recursos, directamente
de sus estados? En la actualidad rara vez un estado apoya a más de

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 155


una universidad local, la que se convierte en la universidad insignia del
estado, al contrario de lo que ocurre en países mas descentralizados en
donde múltiples universidades estatales compiten entre sí por atraer a
los mejores estudiantes e investigadores.
En cuanto a los centros de investigación ocurre algo similar. Los
Centros Públicos de Investigación de conacyt y el cinvestav son insti-
tuciones federales. Es cierto que sus unidades están distribuidas por
todo el país, pero quizás hubiera aún más si los estados y la federación
pudieran asumir conjuntamente su financiamiento. Y escribo “pudie-
ran”, porque no es el caso actualmente. Un ejemplo sería el ya antiguo
proyecto de instalar un sincrotrón en México, primero en Morelos y
posteriormente en Hidalgo. A pesar de que cada uno de los dos estados
se interesó en albergar el proyecto, ninguno de los dos podía asumir un
50% o 40% de los gastos de construcción y operación. Para proyectos
de esa envergadura se requiere 90% o más de participación federal. Y si
ésta no se da, el proyecto languidece.
Queda la opción de la investigación privada, que es aún muy redu-
cida en México. Típicamente los estados compiten en México por atraer
inversión. Algunos han sido muy exitosos, sobre todo donde se ha podido
instalar manufactura de exportación. Esos estados, como Guadalajara,
Nuevo León y Puebla, reciben los beneficios de la inversión extranjera
y las posteriores exportaciones. Pero rara vez compiten tratando de
atraer centros de investigación científica. Si se pudiera estimular la in-
vestigación privada asociada a la industria de exportación, habría una
fuente de investigación adicional muy beneficiosa. En los capítulos
siguientes abordo los problemas y oportunidades de la educación en
sus diferentes modalidades, de la instalación de centros de investiga-
ción, públicos y privados, pero hay siempre que tener en consideración
que un desarrollo balanceado del país sólo puede ocurrir si se aban-
dona la tendencia histórica a centralizar las decisiones económicas más
importantes. Es obvio que la refundación del pacto fiscal en México es

156 | Raúl Rojas González


un proceso que tomaría años, pero cada vez son más las voces que lo
demandan, en la medida que el crecimiento económico ha fortalecido
a los estados. El capitalismo mexicano es un caso sui generis de desa-
rrollo “espontáneo”, en el sentido de que nunca ha habido una planea-
ción estratégica de largo plazo. El nafta primero, y el t-mec después,
han remolcado a la economía nacional a niveles de exportación nunca
vistos. Pero la investigación ocurre en las casas matrices, desde donde
se nos envían los planos para hacer las cosas. Si eso nos deja satisfechos,
pues seguiremos por esa vía de desarrollo en automático.
A medida que los estados ganan preminencia económica es natural
que ya demanden un nuevo pacto fiscal. Ha llegado el momento de
estudiar las formas de lograrlo, para alcanzar una estructura fiscal más
moderna y, además, más democrática.

Propuesta
• Lograr un pacto fiscal equitativo en México entre la federación y
los estados para descentralizar al país, como han hecho economías
modernas.

5. El mejor programa social es la educación


Esther Duflo, ganadora del Premio Nobel de Economía, presenta cuatro
áreas de oportunidad en su colección de ensayos titulada “Combatir la
Pobreza”. Estos son: a) el gasto público en educación, b) gasto en salud,
c) microcréditos, y d) la mejoría de la gestión pública para eliminar la
corrupción. Brindar educación de calidad a toda la población es uno de
los factores más importantes para lograr que un país salga de la pobreza
y el subdesarrollo.
Los investigadores Hanusheck y Woessman, de la Universidad de
Stanford y Múnich, respectivamente, son enfáticos. De acuerdo a sus
estudios el “crecimiento económico de largo plazo está determinado

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 157


por las habilidades de la población” y éstas pueden ser determinadas
aprovechando las pruebas anuales para evaluar a estudiantes de educa-
ción básica y secundaria. La capacidad de innovar en la economía sería
entonces proporcional al nivel de escolaridad. Incluso, si sólo se trata
de adoptar tecnologías que vienen del exterior, un mayor nivel de esco-
laridad permite hacerlo más rápidamente. Se ha encontrado que la
tasa de crecimiento de la economía, a largo plazo, es proporcional a
los años de escolaridad obligatoria de un país. Sin embargo, una mejor
medición del nivel de educación de un país es proporcionada por los
exámenes internacionales. Su relación con el crecimiento económico es
aún más marcada, cuando se estudian los datos.

Painting of children learning in school Vermeer style.

En 2022 México sólo le aplicó la prueba pisa a 8,050 alumnos en 312


escuelas a nivel nacional, lo que es obviamente insuficiente para obtener
una radiografía educativa de nuestro país. En el ranking de la última
prueba publicada, de 2018, México ocupó el lugar 56, junto a Jordania.
Todavía en 2000 y 2003 México llegó a ocupar el lugar 31 y 36, respec-
tivamente. Los resultados de los últimos diez años muestran un estan-
camiento de las calificaciones que obtienen los estudiantes mexicanos
muestreados, en las categorías de lectura, matemáticas y ciencia. Es por

158 | Raúl Rojas González


eso casi absurdo que en 2019 en México se haya desaparecido al Insti-
tuto Nacional para la Evaluación de la Educación (inee), una de cuyas
funciones era evaluar el aprovechamiento de los estudiantes y la calidad
de la educación. Bajo el pretexto de que las evaluaciones del inee eran
punitivas, los sindicatos magisteriales lograron que el actual gobierno
acabara con el instrumento autónomo de medición educativa con el que
contaba el país.
De acuerdo a los cálculos de Hanushek y Woessmann, países de
ingresos medios y bajos pueden aumentar su crecimiento económico
anual hasta en 28%, a largo plazo, si garantizan el acceso de toda la
población a la educación y si, además, mejoran la calidad de las escuelas.
Incluso los países desarrollados pueden aún obtener un 10% más de
crecimiento si le dan otra vuelta a la tuerca y perfeccionan sus sistemas
educativos. Los autores citados concluyen por eso que “el capital de cono-
cimientos, es decir, las habilidades cognitivas agregadas de la población,
pueden explicar 75% de la variación de las tasas de crecimiento a largo
plazo entre países”.
Por todo esto es posible afirmar que el mejor programa social que
un país puede tener es incrementar el gasto en educación. Distribuir
la riqueza quiere decir crearla de antemano. Pero en México el gasto
público en educación es sólo del 3.3% del pib, aún muy lejos del 8%
estipulado por la Ley General de Educación vigente.

La educación básica
México tiene una educación básica de cobertura universal, por lo menos
en el caso de la primaria. La cobertura de la secundaria es del x% de los
niños en la edad correspondiente. El principal problema de la educación
primaria es la baja calidad de las escuelas públicas y la gran variación
que se da entre zonas urbanas y zonas rurales. Hay dos tipos de inver-
siones que se tienen que hacer: primero, para mejorar el nivel pedagó-

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 159


gico de los maestros y, segundo, mejorar los edificios e infraestructura
de las escuelas.
Desde el principio la educación pública en México nació altamente
centralizada. La primera urgencia fue alfabetizar a la población y ex-
tender a las escuelas primarias por todo el país. Se hizo desde un
gobierno central fuerte que desde la capital provee el financiamiento y
determina los planes de estudio.
Ese modelo centralizado de educación básica es ya obsoleto. Por un
lado, porque se han obtenido los resultados mínimos a los que se aspi-
raba y, por otro, porque desde el centro es imposible cubrir todas las
necesidades educativas regionales.
En países de mayor desarrollo económico, las escuelas son propiedad
de las ciudades o Estados a las que pertenecen. La mayor parte o todo
su financiamiento proviene de ingresos estatales y de los municipios.
Eso les confiere a los pobladores de cada región un interés directo en
garantizar que sus escuelas sean de calidad y en supervisar su funciona-
miento, para evitar desperdicios o corrupción.
En México ha habido diversos intentos por transferir la responsa-
bilidad del financiamiento y operación de las escuelas a los gobiernos
estatales, desde hace ya más de treinta años. Aunque la responsabilidad
de operar las escuelas recae sobre los estados, los recursos económicos
necesarios se transfieren del gobierno federal y hay muchas restric-
ciones. Ha sucedido que los gobiernos estatales aumentan el número de
plazas de maestros para las escuelas, pero el gobierno federal no cubre
el gasto adicional. Las transferencias del gobierno federal no han crecido
al ritmo de la población y los estados han debido asumir un porcen-
taje mayor de los costos de operación del sistema educativo. Ha ocu-
rrido también que en algunos estados se aumentó irregularmente el
número de plazas al dejar la operación del sistema en las manos del sin-
dicato nacional. Varios estados decidieron regresar el pago de la nómina

160 | Raúl Rojas González


de los maestros a la Federación, hasta que se anunció en este sexenio
que la sep absorbería de nuevo las nóminas de los estados.

Los tres desafíos


Hay tres desafíos para la educación básica en México: el primero es
diseñar una política de transición hacia la operación y financiamiento
por cada estado de su educación, lo que implica precisar y reforzar
todo el sistema fiscal, a largo plazo. Éste es quizás el mayor problema,
como demuestra el vaivén permanente, de sexenio a sexenio, entre la
tendencia a centralizar o bien descentralizar la educación en México.
El segundo desafío es mejorar la calidad de los maestros, quizás a
través de campañas permanentes de capacitación, de manera que el
educador sea educado, como se dice. Los maestros deberían ser “estu-
diantes de toda la vida”, en mejora continua. Para eso habría que crear
los programas necesarios, por ejemplo, para que los maestros puedan
acudir a programas intensivos de capacitación como parte de su acti-
vidad laboral.
El tercer desafío es resolver el problema de la deficiente infraestruc-
tura de las escuelas. El prepuesto de la sep es absorbido casi todo por
la nómina y los gastos de operación de las escuelas. No queda mucho
presupuesto para mejorar los edificios y la infraestructura. Eso debe
cambiar, ya que el contexto en el que ocurre la educación, el buen estado
de las escuelas, es muy importante.
La Gráfica nos da una idea de la importancia de la inversión en edu-
cación, por estudiante, para poder alcanzar mejores resultados. El eje
horizontal muestra el gasto acumulado por estudiante (para el estudio
completo) y el eje vertical los resultados en las pruebas de lectura del
examen pisa. México invierte menos que el promedio de países de la
ocde y los resultados en los exámenes de lectura son correspondiente-
mente bajos.

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 161


Gráfica 6. Evaluación del nivel de lectura contra el gasto per cápita en educación

Desde los años setenta las clases medias han votado con los pies,
han preferido escapar de los problemas de las escuelas públicas recu-
rriendo en cada vez mayor medida a la educación privada. En México
deberíamos evitar el creciente apartheid educativo que se ha cementado
en las últimas décadas, pero la única manera de lograrlo es mejorando la
calidad del sistema de educación pública.

Propuestas
• Elevar paulatinamente el gasto en educación en México, para cumplir
con la Ley General de Educación.
• Invertir en la mejora de la infraestructura escolar en todo el país,
especialmente en zonas marginadas.
• Refundar el sistema de evaluación de docentes y crear un sistema de
capacitación permanente.

162 | Raúl Rojas González


• Darle mayor importancia a las pruebas de evaluación de los esco-
lares (pisa y otras) para monitorear continuamente la calidad de la
educación.
• Investigar formas de evitar o paliar el apartheid educativo que se está
generando en México.

6. Los libros de texto gratuitos: oportunidad

Child reading a book seating on a school chair, seen from behind him, in digital style.

En México se imprimieron y distribuyeron 183 millones de libros de


texto gratuitos, en 2022. La Comisión Nacional de Libros de Texto Gra-
tuitos (conaliteg) fue creada en 1959 y los primeros libros fueron
distribuidos en 1960. En el archivo digital de la conaliteg se pueden
encontrar las diversas ediciones de los libros, de entonces hasta hoy.
Además, en 1995 se comenzó a distribuir libros de texto para secunda-
rias, elaborados e impresos por editoriales comerciales con contenidos
aprobados por la sep.
Desde el fallido intento de introducir tecnologías digitales en el salón
de clases durante el gobierno del presidente Fox (con Enciclomedia), la
conaliteg se ha movido con pies de plomo respecto a todo lo digital en

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 163


la educación. La excepción es el libro de Geografía de sexto año de 2019
que ya incluye códigos qr para acceder a páginas de Internet, utilizando
la cámara de un celular para capturar el código y un browser para ver
la página. Sin embargo, los códigos ya no funcionan, por lo menos mi
browser no puede abrir los videos que en el libro están asociados con
cada código.
La iniciativa Enciclomedia fracasó por una multitud de razones.
Alguna vez participé en una reunión con los iniciadores del proyecto
para discutir algunas formas de hacer más interactiva la educación y
me dijeron claramente: lo único que querían es que el maestro metiera
el CD en la computadora, que dejara correr los videos y que se abstu-
viera de intervenir mayormente. No confiaban en los profesores para
nada y Enciclomedia los iba a sustituir impartiendo clases. Fue una
ilusión tecnocrática: de las computadoras repartidas a las escuelas la
mayor parte no se llegó a utilizar, desaparecieron muchos equipos, otros
se dañaron, o de plano algunas escuelas no contaban ni siquiera con
electricidad.
Después de tantos fracasos y dinero malgastado es claro que hay
que pensar y repensar hasta tres o más veces cualquier iniciativa que
trate de combinar los libros de texto con contenidos digitales. Lo más
complicado del asunto es que hay una “ruptura” entre los dos medios.
Por ejemplo, con los códigos qr. Hay una buena intención detrás de
incluirlos en los libros para que cuando el estudiante está leyendo sobre
gps, digamos, pueda conectarse con un video que le ofrece una visuali-
zación del cálculo de coordenadas gps. Pero todos lo sabemos: si ya el
estudiante se sentó a leer el libro, hay que evitar que mire o regrese a
su celular, porque no va a retornar después al libro. Se quedará pegado
al celular, haciendo todo, menos aprender.
Hay dos posibilidades de uso de contenidos digitales: la primera
es en el salón de clases, la segunda va asociada al libro y sería utilizable
en clase o en el hogar del estudiante. En los salones se podría pensar

164 | Raúl Rojas González


que estuvieran dotados de pantallas de suficiente tamaño conectadas a
computadoras desde las cuales lo maestros pueden mostrar contenidos
digitales (fotografías, mapas, videos). Esto sólo sería realista en el caso
de escuelas con mayores recursos por estudiante, ya fueran privadas
o públicas. Pero claro que hay gastos asociados a todo esto: el equipo
mismo, su mantenimiento, conexión a Internet y la capacitación de los
maestros para poder operar al equipo.
En el caso del estudio individual, me parece que la única opción
realista para integrar contenidos digitales es hacerlo directamente en
el libro, es decir, el libro debe ser digital, para poder ser leído en una
tableta y los elementos digitales se deberían poder presentar super-
puestos sobre la imagen del libro, para minimizar la ruptura entre los
medios.
Para posibilitar el acceso de los estudiantes a materiales digitales
durante las clases, México debería contar con una nube de servidores
educativos. Todos los contenidos estarían ahí almacenados y en cada
escuela sólo se necesitaría dispositivos de acceso a la nube (dotados sólo
de un browser, como las computadoras Google Chrome de bajo costo),
una conexión de Internet y una pantalla en el salón de clases. Con los
costos actuales de las laptop Chrome y de las pantallas oled de hasta 65
pulgadas en eu, estamos hablando de menos de 700 dólares por insta-
lación (es decir, por salón de clases equipado). En las escuelas se podría
comenzar por equipar sólo unos pocos salones para ir adquiriendo expe-
riencia, capacitar maestros y experimentar con contenidos digitales.
La mayor oportunidad se tiene si se trata de desarrollar “libros inte-
ligentes” apropiados para correr en tabletas de bajo costo (menos de
200 dólares). Esos libros podrían bajar los contenidos de la nube educa-
tiva en la escuela (aprovechando su conexión a Internet) pero podrían
ser leídos sin conexión a Internet después. El niño baja el libro, con los
contenidos digitales, y lo utiliza durante varios días hasta que nece-
sita el siguiente capítulo que debe bajar de la red. Se podrían integrar

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 165


preguntas de comprensión y hasta pequeños exámenes de autoeva-
luación para motivar a los alumnos. Un ejemplo: supongamos que el
alumno está leyendo sobre volcanes. En un recuadro se podría activar
una pequeña animación de lo que sucede en un volcán. En otro recuadro
se podría animar un mapa que muestra donde han ocurrido las últimas
erupciones. Si el estudiante tiene una pregunta adicional, la puede
escribir en un renglón y recibe una respuesta directa de la computadora.
No hay que dejar de lado al libro para disfrutar los contenidos digitales.
En el caso de las matemáticas, el libro puede diagnosticar cuál es el tipo
de error que el estudiante comete frecuentemente y puede ofrecer ejer-
cicios adicionales o de profundización de lo aprendido. Si se hace bien,
sería como tener un profesor en casa.
En suma, la gran oportunidad que tiene México es que desarrollar un
programa piloto para evaluar este tipo de posibilidades tecnológicas es
algo que se podría hacer hoy con una inversión ínfima respecto al poten-
cial que los resultados tendrían para mejorar la educación básica en
nuestro país. Dicho de otra manera: si dividimos el costo de la inversión
piloto entre el número de niños de primaria, el costo es bajísimo. Una
nube educativa es completamente factible y puede basarse en nubes
comerciales que se pueden rentar. En la elaboración de contenidos digi-
tales podrían participar universidades de todo el país.
Estoy consciente de que la situación en las escuelas rurales o en zonas
marginadas es muy distinta a las de las ciudades. Para integrarlas en un
proyecto como el que se propone habría que resolver antes muchas otras
debilidades más básicas. Eso hay que tenerlo presente para no repetir el
error de la Enciclomedia. Sin embargo, los errores del pasado no deben
tampoco producir inmovilismo educativo.

Propuestas
• Crear una nube educativa en México para la distribución de conte-
nidos digitales.

166 | Raúl Rojas González


• Iniciar un proyecto de desarrollo de libros inteligentes basados en
tabletas.
• Realizar un proyecto piloto en México con libros inteligentes y nube
educativa.

7. La educación dual

Painting of an apprentice and a master in a medieval blacksmith workshop in Rembrandt style.

En México desde hace algunos años se ha comenzado a hablar de la


educación dual, que significa en esencia que la educación es doble,
ocurre tanto en las aulas como en las empresas. Un estudiante divide
su tiempo por igual asistiendo durante la semana a la escuela de oficios
y también a la compañía que lo tiene contratado. El modelo de educa-
ción dual fue desarrollado en Europa, especialmente en Alemania, y es
la evolución moderna de la relación entre maestros y aprendices que se
desarrolló desde la Edad Media.
Muchos estudiantes no desean o no requieren cursar una carrera
universitaria. Aprender un oficio es una opción válida de acuerdo al
plan de vida o necesidades económicas de cada uno. Esto generalmente
implica una inserción temprana en el mercado laboral.

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 167


En Alemania una persona que quiere convertirse en “aprendiz”, bajo
el sistema de educación dual, solicita empleo en alguna de las empresas
que ofrecen tales puestos. Cada empresa define el área (plomería, elec-
tricidad, informática, etc.) y sube las ofertas de trabajo a servidores re-
gionales donde los interesados pueden consultar cada año las plazas que
se han abierto. En un año típico las empresas ofertan un poco más de
medio millón de plazas, que se pueden cubrir al 90%. En 2022 había
1.26 millones de aprendices de oficios en Alemania, mientras que el
número de estudiantes universitarios era de 2.9 millones. La ventaja de
la educación dual es estar inserta en la praxis. Los aprendices se ven
confrontados de inmediato con problemas de verdad y tienen que parti-
cipar en su solución. Si pasan tres días a la semana en la empresa, tienen
que acudir los otros dos días a las aulas. Un electricista, por ejemplo, es
integrado en una brigada que va de casa en casa. Durante los días con
clases aprende la teoría necesaria para poder convertirse en un buen
trabajador. No es raro, por ejemplo, que cuando alguien pide una repa-
ración complicada aparezcan tres electricistas, dos ya “graduados” y
un tercero que es el aprendiz y que participa bajo la supervisión de los
más veteranos. Aquellas empresas que ofrecen puestos para aprendices
deben pasar una inspección y deben tener a una persona que haya sido
certificada para ofrecer la capacitación deseada. Algunos de los oficios
más demandados son: oficinistas de administración, mecánicos auto-
motrices, asistentes en consultorios médicos, informáticos, electricistas,
etc. Es también posible asistir a la escuela de oficios sin estar empleado
en una empresa, pero la parte práctica se debe cubrir en algún momento,
para poder ser un “maestro” en su rama.
La educación dual resuelve varios problemas sociales a la vez:

a) Provee a los jóvenes con un empleo que les proporciona una remune-
ración modesta, pero que les permite independizarse.

168 | Raúl Rojas González


b) Evita que muchos de ellos, que no tienen interés en una educación
universitaria, pierdan dos o tres años en la universidad, sin poder
graduarse al final de cuentas.
c) Hace que los jóvenes ingresen al sistema de seguridad social con
apenas 17 o 18 años de edad. Eso por un lado les garantiza la aten-
ción médica, que es cubierta por un seguro, pero además les permite
acumular antigüedad para su posterior retiro, a los 65 o 67 años.
d) El costo de la parte práctica y la manutención es asumido por las
empresas.

Una cuestión muy importante es que aprender un oficio en Europa


no significa acabar estigmatizado (“ese no fue a la universidad”), ya que
los aprendices graduados pueden continuar adquiriendo experiencia
en una compañía, para después independizarse. Los mejores aspiran
a fundar su propia empresa, con unos cuantos empleados y un cierto
número de aprendices, regenerando así la economía nacional. Muchas
veces esos plomeros o electricistas ganan más que un trabajador con
estudios universitarios.
En México ha habido algunos proyectos piloto que tienden hacia la
educación dual. Ese fue el caso en 2013 cuando se formuló el Modelo
Mexicano de Formación Dual, con asesoría de la Cámara México-
Alemana de Comercio e Industria (camexa). Según la información dispo-
nible, hasta enero de 2015 participaban 1158 estudiantes y 76 planteles
de conalep y cecyt en el programa. Éste sigue vigente, como colabo-
ración entre la sep y la Agencia Alemana para la Cooperación. En la
Encuesta 2021-2022 sobre el sistema dual en México participaron 2695
estudiantes y 1374 egresados.
Es muy loable que estos experimentos de educación dual se hayan
estado realizando desde 2013, pero el alcance es aún muy limitado y ya
sería el momento de extender la experiencia. En la mayor parte de los
estados del país el número de estudiantes en el programa es de unas

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 169


cuantas docenas, con la excepción del Estado de México, que concen-
tra casi la mitad de todos los estudiantes a nivel nacional (quizás porque
EdoMex tiene un programa de becas para la educación dual).
El vehículo idóneo para extender la educación dual por todo el país
son las escuelas técnicas y de oficios, así como los planteles agrupados
en el Tecnológico Nacional de México. El conalep (Colegio Nacional
de Educación Técnica Profesional) podría también participar, aunque
quizás sólo con los estudiantes en su último año, ya que ingresan a sus
planteles después de la secundaria y necesitan una edad mínima para
poder ser aprendices. En los proyectos hasta ahora realizados en México
han participado sobre todo planteles del conalep y estudiantes de los
Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos del ipn. Habría que decir
que en México no existe el tipo de planteles para educación dual, con una
población flotante de estudiantes que se mueven entre la empresa y la
escuela, como es lo típico del sistema. Es algo que habría que desarrollar
a largo plazo.
Para comenzar, lo que se necesita en México es entender y aplicar
creativamente el modelo de educación dual. Las becas “Jóvenes constru-
yendo el futuro”, instauradas por el actual gobierno, no son la solución,
ni al problema del desempleo, ni de la capacitación. Los recursos vienen
del Estado y se convierten así en un subsidio directo a las empresas que
participan, las que no son inspeccionadas de antemano.
De hecho, el 16% de los becarios ya tiene un título universitario y su
objetivo inmediato no es la capacitación laboral sino paliar el desem-
pleo. A los becarios no se les evalúa, ni al principio ni al final, ni se les
brinda capacitación teórica adicional, como es el propósito de la educa-
ción dual. Terminan su año de futuro-constructores sin ningún docu-
mento oficial que acredite su capacitación.
Hay otras experiencias: los estudiantes del Tecnológico Nacional de
México tienen que trabajar un semestre en alguna empresa, antes de
poder graduarse. Esa es una buena idea, si los estudiantes le pueden

170 | Raúl Rojas González


sacar el mayor provecho a esa estancia práctica, pero después tienen
que elaborar una tesis, lo que es contraproducente, ya que retrasa o
incluso impide su graduación. Si ese semestre práctico concluyera con
un reporte de lo aprendido se podrían graduar más rápido (como quiso
implementar el anterior director del TecNM, el Dr. Fernández Fassnacht).
Además, habría que vigilar que todos los estudiantes-trabajadores sean
inscritos en el régimen de seguridad social y que reciban un salario
acorde al trabajo que realizan.
Como se ve, aún hay mucho camino por recorrer para poder llegar
a un sistema de educación dual como el que existe en varios países
europeos, pero lograrlo sería factible. La educación dual es un sistema
de colaboración público-privado que crea sinergia entre la inversión
privada (los salarios que se pagan) y la inversión pública (el costo de
los planteles). El resultado es la creación de recursos humanos poten-
ciados por la teoría y la práctica, y, de pasada, el fomento de un contexto
donde no se tolera la informalidad laboral ya que a los estudiantes-
trabajadores se les inscribe desde muy temprano en el sistema de segu-
ridad social. Se crea consciencia de que deben vigilar seguir insertos en
el sistema y no aceptar la práctica corriente en México de emplear traba-
jadores sin ningún tipo de prestaciones.
Todo esto es algo complicado de lograr en las condiciones actuales
del país, pero se puede avanzar hacía allá. Si la dirección en la que hay
que movernos es clara, no podemos extraviarnos, aunque avancemos
despacio. La educación siempre es transformadora.

Propuestas
• Establecer la educación dual en México, de acuerdo al modelo alemán.
• Reestructurar al TecNM para darle mayor importancia a la parte
práctica de los estudios en empresas.
• Absorber a las universidades “Benito Juárez” en el TecNM, reestruc-
turándolas.

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 171


8. Los Centros Públicos de Investigación

Research center of the future digital art.

En México existen varios conglomerados de centros de investigación


financiados públicamente. No es lo único que hay en el sector cientí-
fico, pero si lo más prominente en cuanto al número de investigadores
empleados y el presupuesto que reciben. Se trata, primero, de los Centros
Públicos de Investigación de conacyt, del Centro de Investigación y
Estudios Avanzados (cinvestav) y de los institutos de investigación de
la unam. La Secretaría de Salud financia además varios institutos nacio-
nales de gran relevancia, como el de cardiología o el de cancerología.
Otras secretarías han creado algunos centros de investigación en sus
áreas de responsabilidad y las universidades también albergan centros
de investigación propios, integrados en la estructura universitaria.
En otros países se ha estructurado a los centros de investigación en
instituciones que tienen personalidad jurídica propia. Es el caso del
Consejo Nacional de la Investigación Científica en Francia (cnrs, con 32
mil trabajadores), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
en España (csic, con 13 mil trabajadores) y de la Sociedad MaxPlanck
en Alemania (mpg, con 24 mil trabajadores). En cuanto a la salud, en

172 | Raúl Rojas González


Estados Unidos los Institutos Nacionales de Salud (nih) llevan la pauta
respecto a todo lo que atañe a la medicina.
La gran ventaja de estar estructurados como sistema nacional es por
un lado la visibilidad que tienen esas instituciones, aunada a su pre-
sencia presupuestaria, además de que pueden abordar proyectos de
largo plazo con una agenda de investigación de excelencia. El sistema
Max-Planck, por ejemplo, recibe presupuesto federal y de los estados.
Tiene un(a) Presidente(a) y un consejo de Administración que
planea a largo plazo. Evalúan regularmente a los institutos y pueden
decidir cerrar alguno, o transformarlo para cubrir otra área que se ha
vuelto más relevante. A principios del año 2000, por ejemplo, se creó
un centro de investigación sobre bioinformática en Saarbrücken y diez
años después se transformó un centro de investigación sobre materiales
en uno dedicado a la Inteligencia Artificial y la Robótica. Como sistema
de centros estos conglomerados son más ágiles para tomar decisiones
que una Secretaría de Estado y además mantienen una independencia
científica, fieles al principio de la libertad de catedra y de investigación,
tan preciada en Alemania, después de haber pasado por las tinieblas del
fascismo.
Se podría decir que hay un principio rector que guía la actividad de
los centros mencionados: la excelencia científica. Desde su creación en
1939, investigadores del cnrs francés han obtenido 23 premios Nobel y
13 medallas Fields (en matemáticas). La Sociedad Max-Planck ha reci-
bido 23 premios Nobel, desde su creación en 1948, y su predecesor,
la Sociedad Kaiser Guillermo, recibió 13 antes de ser reorganizada al
terminar la guerra. Una cuestión muy importante es que, dado el finan-
ciamiento de largo plazo de los conglomerados, su investigación, sus
metas y experimentos, no son afectados por los vaivenes políticos coti-
dianos. Si algo se aprecia en estos países, es la calidad de la investiga-
ción y los políticos saben que no deben meter las manos. Eso no quiere
decir que los conglomerados no puedan responder a desafíos o priori-

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 173


dades nacionales. Fue el caso del sistema nih en Estados Unidos cuando
comenzó la pandemia del covid. Al nih le tocó la responsabilidad de
coordinar los esfuerzos de salud pública, canalizar investigación hacia
el desarrollo de vacunas y mantener una vigilancia constante sobre el
desarrollo de la pandemia. El nih está conformado por 27 institutos y
administra 49 mil millones de dólares de presupuesto. El 84% de esa
suma se otorga como financiamiento para investigación de salud a
cualquier universidad o centro que lo solicite, a través de concursos de
proyectos. El nih mismo tiene 6,000 investigadores y ha financiado a
169 científicos que han logrado ganar 101 premios Nobel.
En México sería posible crear algo similar al nih estadounidense
agrupando a varios centros e institutos que hoy dependen de la Secre-
taría de Salud, sobre todo aquellos cuya misión es fundamentalmente
realizar investigación. Se podría también crear algo similar al cnrs
francés o el cis español, conjuntando a los cpis de conacyt con los insti-
tutos del cinvestav.
Se podría pensar que agrupar a los cpis con el cinvestav sería una
cuestión puramente burocrática, que es lo mismo si están separados
o juntos. No es así. Crear algo como el sistema del csic en España o el
sistema Max-Planck automáticamente los convertiría en algo más que
la suma de sus partes. Por una parte, podrían autogobernarse, por otra,
podrían luchar por mayor presupuesto como sistema, que cada uno por
su parte. Agregándose, se convertirían en un referente importante a
nivel de América Latina.
El sistema Max-Planck es lo que se llama en Alemania un “ente inde-
pendiente de investigación”, es decir, es autónomo, como si fuera una
universidad, pero exclusivamente para hacer investigación. Tiene una
Junta de Gobierno que designa al Presidente y decide sobre la fundación
de nuevos institutos o su cierre. Negocian su presupuesto anual con el
gobierno federal y de los estados y su presupuesto queda garantizado
a través de la firma de convenios. El gobierno los financia y su único

174 | Raúl Rojas González


compromiso es realizar investigación de excelencia. Los institutos son
evaluados periódicamente. Tienen una gran fuerza de negociación dada
su preminencia y el gobierno mismo sabe que son una de las fuentes
más importantes de innovación en el país.
Al sistema Max-Planck (mpg) se le puede concebir como una columna
vertebral que recorre todo el país. Esa columna vertebral se conecta
lateralmente con las universidades locales, a través de convenios para
ofrecer grados y posgrados en las universidades, con docentes del mpg.
Los tesistas y doctorantes del sistema mpg se doctoran en la universidad
local (asesorados por profesores del mpg) y trabajan en los laboratorios
de la mpg, mientras los investigadores de la mpg están concentrados en
la investigación. Lo que hacen los centros de investigación es propulsar
indirectamente a las universidades para que mejoren y aumenten su
propia investigación.
Lo mismo sucede con el cnrs francés o el csic español. Muchos de los
centros de investigación están ubicados en campus universitarios y hay
una colaboración estrecha con las universidades locales.
Idealmente, el financiamiento de los centros de investigación debería
ser federal y estatal, para garantizar su trabajo y permanencia durante
muchos años. Sin embargo, en México hay un problema, que es la exce-
siva centralización fiscal y la falta de recursos en los estados. Eso es algo
que, a largo plazo, se debe resolver con un nuevo pacto fiscal.
Ahora bien, todo esto lo escribo desde la perspectiva del “estado
ideal”, como hizo Platón en la Politeia, sin ponerme a discutir primero
si es posible o no (como la cuestión del nuevo pacto fiscal). En México
muchas veces mis amigos me paran en seco cuando comienzo a hablar
del estado ideal, porque “en México no se puede”. Yo pienso que es
útil discutir como quisiéramos que fueran las cosas y, a continuación
que posibilidades hay de lograr algo. Para ser realistas hay que soñar
primero lo imposible. Así que mi sueño imposible sería que en México

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 175


tuviéramos el equivalente del mpg alemán, o del cnrs francés, o del csic
español.

Propuestas
• Fusionar los cpis de conacyt, al cinvestav y otros institutos de inves-
tigación en México que reúnan los requisitos de calidad. Crear algo
similar al cnrs francés o el csic español.
• Dotar a la nueva institución de autonomía de investigación y de un
presupuesto garantizado más allá de un sexenio.

9. Innovación e investigación industrial

Machinery and gears Kandinsky style.

Los países más desarrollados no se apoyan únicamente en el gasto pú-


blico en investigación y desarrollo. Una parte considerable del gasto
en investigación e innovación, incluso mayoritaria, proviene del sector
privado. Eso quiere decir que al considerar la forma de articular la
ciencia en un país no se puede dejar de tomar en cuenta la conexión
deseable entre la investigación con financiamiento estatal y la investi-
gación privada.

176 | Raúl Rojas González


Para dar una idea de los montos de investigación de los que estamos
hablando, basta decir que Alphabet (el holding que posee a Google),
Meta (el holding que posee a Facebook), Microsoft y Apple invierten
anualmente en investigación, entre las cuatro empresas, 91 mil millones
de dólares, lo que representa 24 veces la suma que el gobierno mexicano
invierte en el mismo rubro.
La proporción entre investigación pública y privada es muy ilustra-
tiva en el caso de Alemania: el sector gubernamental contribuye 33%
del gasto en investigación, mientras que el sector privado aporta 67%
del total. Del 33% del gasto privado, 18% corresponde a las universi-
dades públicas y 15% a los centros públicos de investigación. Así que
resulta que dos tercios de la investigación es realizada por las empresas.
Además, la inversión pública en investigación ha ido aumentando de
manera vertiginosa: creció 50% de 2010 a 2020.

Gráfica 7. Gasto público y privado en investigación en México

En la Unión Europea la proporción es similar: en 2020 57.9% de la


investigación ocurrió con financiamiento privado nacional y 30.3% fue
financiado por los gobiernos. La diferencia, 9.6% corresponde a inver-
siones del exterior en investigación (compañías no europeas). Como se

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 177


puede apreciar en la Gráfica adjunta, la participación del sector privado
ha ido aumentado desde 2010.
El problema que tenemos en México es que ya somos un gran expor-
tador de manufacturas, pero un enano en cuanto a investigación indus-
trial. En 2021, México fue el quinto exportador mundial de autos y auto-
partes, con casi 40 mil millones de dólares de exportaciones en el sector.
Pero en México armamos los autos que son diseñados en los países
donde residen las casas matrices. La investigación y desarrollo de autos
alemanes se hace en Alemania, la de autos japoneses en Japón, etc. Y si
esas compañías deciden instalar centros de investigación externos, lo
hacen en Estados Unidos, en Europa o en Japón, es decir, entre ellos. En
Silicon Valley, en California, se puede encontrar a decenas de centros de
investigación financiados por compañías internacionales.
La experiencia internacional demuestra entonces, que en México no
se puede tener una política científica, orientada al progreso industrial y
tecnológico, sin considerar como se podría lograr que la investigación
privada aumente en México.
En México, desgraciadamente, las autoridades actuales en el sector
científico son alérgicas a la iniciativa privada y a su conexión con el
sector público. Proyectos conjuntos entre entidades de ambos ámbitos,
son catalogados de inmediato como corrupción o como un subsidio
disfrazado a la iniciativa privada. Es el caso del Programa de Estímulos a
la Innovación (pei) que estuvo operando hasta 2018.
En el caso de Alemania, que conozco bien, lo que las autoridades
tratan de hacer es estimular cierto tipo de desarrollos tecnológicos
lanzando desafíos nacionales de investigación, en los que colaboran
empresas y centros públicos de investigación. Si, por ejemplo, se desea
que la industria automotriz avance en el desarrollo de nuevas baterías
para automóviles eléctricos, se anuncia un financiamiento guberna-
mental multimillonario por el cual pueden competir las empresas, en
alianza con universidades, y se selecciona a los mejores proyectos. El

178 | Raúl Rojas González


Estado aporta 50% del costo del proyecto y las empresas el otro 50%.
Al final del proyecto cada uno sigue por su lado, aprovechando los resul-
tados y las patentes comunes que se hayan registrado.
Lo que este ejemplo demuestra es que el Estado puede multiplicar los
panes y los peces, invirtiendo en investigación y desarrollo en colabora-
ción con la industria. El Estado tiene un interés crucial en estar siempre
tratando de estimular investigación de vanguardia, para que la industria
nacional no se quede atrás, y la industria tiene obviamente un interés
en mantener o aumentar sus ventas. Pero muchas veces, si se deja que
la industria determine por si sola sus temas de investigación, se tiende
a la miopía. Compañías automotrices que han vivido por décadas de
producir autos de gasolina, pueden reaccionar lentamente a las nuevas
tecnologías con las que se puede producir autos eléctricos. La labor del
Estado, en estos casos, es tratar de ver más lejos, de proyectar tenden-
cias científicas e industriales, y darles un empujón a las empresas para
hacerlas colaborar con los centros públicos de investigación. El Estado
es el catalizador de esa cooperación público-privada. La idea que se ha
propagado en México de que las empresas siempre se comportan como
vampiros porque quieren recibir fondos de los proyectos gubernamen-
tales es errónea. En la mayor parte de los casos, las empresas no quieren
saber nada de los centros públicos de investigación, ni quieren que el
Estado se entrometa en sus temas de desarrollo de tecnología. Saben
lo que quieren y eso es lo que hacen. Pero el Estado tiene que ver más
lejos que la ganancia inmediata. Debe tener en cuenta, por ejemplo, el
cambio climático y tiene que fijar metas de sustitución del parque vehi-
cular, lo que a veces choca con la inercia de las empresas. El financia-
miento gubernamental de proyectos público-privados se da precisa-
mente para romper esa inercia y abrir nuevos horizontes de desarrollo.
¿Cómo se da esa orientación por parte del Estado para conducir
lo mejor posible la investigación en colaboración con la industria?
El gobierno alemán, para seguir con ese país, determina las metas a

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 179


alcanzar, por ejemplo, en cuanto a cambio climático o conservación de
energía. Se le pide a las Academias de Ciencias y al Consejo Científico
de Alemania que formulen un plan maestro y una estimación de los desa-
rrollos necesarios, sobre todo aquellos que hay que estimular porque no
van a ocurrir de manera automática. Ese plan maestro se convierte en
llamados concretos, por ejemplo, para desarrollar nuevos chips automo-
trices o para inventar nuevos sistemas de seguridad para redes. Normal-
mente se plantean desafíos tecnológicos para los próximos diez años y
se emiten las convocatorias respectivas. Éstas “sacuden” a la industria,
porque cada compañía debe decidir si participa y dedica recursos para
el tipo de investigación que se quiere fomentar. Si deciden participar,
lo hacen con convencimiento y además con fondos propios, que docu-
mentan su interés y compromiso con las metas del proyecto.
Ya lo sé: “en México no se puede”. A lo que sólo puedo responder: “se
debería poder”.
Hay algunos casos de éxito respecto a la investigación privada en
México. La compañía Continental tiene un centro de desarrollo en
Querétaro, la compañía Intel tiene un centro importante de investiga-
ción en Guadalajara, etc. El Sistema Integrado de Información sobre
Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación (siicyt) ha
recabado un listado de 551 centros privados de investigación en México,
pero en la lista encontramos sólo dos centros con más de 251 empleados
(entre ellos el de Intel). Hay otros diez con entre 101 y 250 personas,
pero algunos de ellos parecen ser más bien consultorías. Se enlistan
otros 14 centros que tienen entre 50 y 100 empleados, aunque algunos
parecen ser fundaciones. En resumen, el resultado es raquítico para una
economía como la de México, número quince en el mundo por el pib que
genera.
¿Qué se podría hacer? México tiene una industria automotriz porque
en los sesenta, a través de leyes para acotar a los importadores de autos,
se les obligó a producir el 60% de un auto en México y a compensar

180 | Raúl Rojas González


sus importaciones de partes con exportaciones, inicialmente a Estados
Unidos y hoy a todo el mundo. Ya para los noventa, la industria nacional
era tan potente que se autorizó la importación de autos nuevos, siempre
y cuando se compensaran los montos con exportaciones. Con el Tratado
de libre Comercio, la industria automotriz en México despegó.
Me parece que habría que hacer algo similar ahora con respecto a
la investigación. No hay razón alguna para no demandar de los fabri-
cantes de autos que los autos producidos en México tengan un contenido
mínimo de “investigación nacional”, es decir, de partes y componentes
diseñados en México. Ya sucede parcialmente, por ejemplo, con el di-
seño de las cabinas de algunos vehículos, pero de lo que se trata es de
generalizar la experiencia, además, más allá de la industria automotriz,
para incluir otros sectores, como la electrónica, la industria aeroespa-
cial, la farmacéutica, etc.
Hay un contexto favorable para una iniciativa de este tipo. Las grandes
compañías se han “virtualizado”, sus trabajadores trabajan desde sus
casas o desde otras ciudades. Los equipos de trabajo reúnen en video-
conferencia a trabajadores en California, la India y hasta Australia.
Obligar a las grandes compañías que operan en México a tener parte de
sus desarrollos en el país, no las va a desangrar ni hará que abandonen
nuestro mercado. La experiencia de China es notable en este respecto,
porque siempre han demandado de empresas que quieren operar en su
gran mercado, que realicen un mínimo de transferencia de tecnología,
lo que les ha permitido levantar a sus propias empresas y centros de
investigación.
En México “no se puede, pero se debería poder”, requiriendo de las
grandes compañías que operan en el país que realicen investigación
industrial, poniéndoles plazos para cumplir con ciertas metas míni-
mas. Asimismo, no hay que tenerle miedo a estimular la investigación
pública-privada a través del financiamiento de proyectos, si la industria
colabora con el 50% de los montos necesarios.

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 181


Propuestas
• Exigir de las compañías extranjeras establecidas en México, a partir
de un cierto volumen de ventas, que integren “investigación nacional”
en sus productos. Un cierto porcentaje mínimo de su inversión
debería ir dirigido a investigación.
• Fomentar la investigación privada a través de proyectos conjuntos con
los centros públicos de investigación, con financiamiento compartido
al 50%-50%.
• Convocatorias anuales para resolver “grand challenges” a través de
proyectos conjuntos de investigación.

10. El papel de las Academias de Ciencias

Painting of professor giving a talk in an auditorium in the style of van Gogh

Si reflexionamos sobre el diseño de un sistema de investigación potente


para México, las Academias Científicas juegan un papel muy impor-
tante. Desgraciadamente, en sexenio actual se las ha ahogado financiera-
mente porque no se comprende su importancia. Ha llegado el momento
de plantearse seriamente la creación den un “Instituto de México” que
reúna a los mejores científicos del país. Expliquemos.

182 | Raúl Rojas González


En México, la Academia Mexicana de Ciencias y otras academias de
diverso tipo han recibido tradicionalmente parte significativa de su
financiamiento a través de conacyt y quizás de alguna que otra secre-
taría de Estado. Una de las Academias más antiguas, la de Medicina,
constituye una excepción, ya que logró ser reconocida como asesora del
gobierno federal en 1912 (durante el gobierno del presidente Madero) y
ha recibido desde 1957 subsidios federales garantizados.
A pesar de eso, conacyt detuvo las convocatorias para otorgarle
financiamiento a las academias científicas desde 2019. Se dijo que
deberían “pagarse de las cuotas de sus miembros” porque así es como
supuestamente se hace “en otros países”.
El lector completamente desinformado podría creer que las acade-
mias científicas en México son simplemente rondas de discusión de
élites que bien harían en disminuir los costos de sus doctas tertulias
realizándolas en el café más cercano. Se minimiza la gran labor de difu-
sión científica que realizan las academias en México y además el hecho
de que en “otros países” sí se les da presupuesto, y no a regañadientes,
sino porque las academias son parte fundamental del desarrollo cientí-
fico de cualquier nación.
La Academia Mexicana de Ciencias, la Sociedad Matemática Mexicana
y la Sociedad Mexicana de Física organizan importantes actividades
como los veranos de la investigación, las olimpiadas científicas para los
jóvenes, así como actividades de difusión para el público en general y
para los “científicos ciudadanos”. La amc edita además la revista Ciencia,
libros de actualidad científica y otorga diversos premios y estímulos a
investigadores.
Las academias de ciencias, artes, de medicina y de la lengua, surgen
en Europa en los siglos xvii y xviii para consolidarse en el siglo pasado
con presupuestos y financiamiento gubernamental de gran monto. Las
academias europeas siempre han jugado un papel importante para plan-
tear problemas científicos y estimular su solución. Habría que pensar

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 183


por ejemplo en las convocatorias periódicas para resolver problemas
matemáticos o de física y que llevaron a grandes descubrimientos. Las
academias estimulan también la investigación científica otorgando
premios, como el Premio Nobel, a cargo de la Academia de Ciencias de
Suecia.
A nivel internacional existen diferentes modelos de financiamiento
para las academias: uno de ellos consiste en dotarlas de un patrimonio
propio del cual pueden derivar ingresos por inversiones, además de
recibir un subsidio gubernamental. En otros casos las academias reciben
directamente su presupuesto anual del Estado. Véase lo que gastan
algunos países europeos anualmente en academias de ciencias, huma-
nidades y artes:

• Reino Unido: la prestigiosa Royal Society tiene un presupuesto de


108 millones de dólares;
• Alemania: la Unión de Academias, la Leopoldina y acatech reciben
99 millones de dólares;
• Francia: el Instituto de Francia genera 60 millones de dólares de
recursos propios y subsidios;
• España: el Instituto de España recibe 7 millones de dólares del Minis-
terio de Educación;
• Estados Unidos: la Academia de Ciencias gasta 200 millones de
dólares; el 80% proviene de contratos con el gobierno. Cuenta con
patrimonio propio de 280 millones de dólares.

El ejemplo que me parece más elegante de como organizar a las


academias científicas es el de Francia. El llamado “Institut de France”
reúne a las cinco academias más importantes (la de la Lengua, de Huma-
nidades, Ciencias, Bellas Artes y Ciencias Políticas), además de tener
academias afiliadas. Creado por la Convención Nacional durante la Revo-
lución francesa (en el tres brumario del año cinco), el Instituto eliminó

184 | Raúl Rojas González


estructuras aristocráticas para convertir a la ciencia y la cultura en una
gran tarea nacional. El Instituto de Francia tiene hoy un patrimonio
propio de más de 1,100 millones de dólares que puede invertir y ejercer
de manera autónoma, además de que recibe donaciones privadas y
subsidios estatales.
En España, donde tradicionalmente han adoptado los modelos fran-
ceses, se creó el Instituto de España en 1947, el cual reúne a las diez
academias reales más importantes (de la Lengua, de Medicina, de Cien-
cias Exactas y otras). Tanto el Instituto de Francia como el de España
realizan labores de divulgación de las ciencias y las humanidades muy
relevantes, lo cual bien justifica la elevada contribución estatal, que no
es gasto inútil, es inversión en el futuro.
En Alemania, por su parte, existe una organización dual de las aca-
demias. Aquel país es una verdadera federación: educación y ciencia se
conciben como tareas asignadas a los estados. Algunos de ellos tienen
sus propias academias de ciencias y humanidades, reunidas a nivel
nacional en lo que se llama la Unión de Academias. La “Leopoldina” es
además la academia federal (similar a la Royal Society) y la Academia
de Ingeniería es también de alcance nacional. Todas ellas dependen del
subsidio estatal y federal, que como se apuntó arriba, es de 99 millones
de dólares. Sin embargo, la mayor parte de los fondos no provienen de
la federación sino de los Estados, que además compiten entre sí para
tener las mejores academias.
En los países de vanguardia en el área científica, las academias
agrupan a los mejores investigadores y les dan un foro desde el que
pueden asesorar a sus respectivos gobiernos en el área científica. Yo
diría que forman la corteza cerebral del hacer gubernamental. En
Alemania los problemas más complicados, como el cambio climático o
la transformación de la manufactura, pasan primero por las academias
que elaboran documentos para asesorar al ejecutivo y al Bundestag. Por

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 185


eso el impacto social es muy alto. Sólo en países donde no se valora a la
ciencia y a la tecnología se descuida y desprecia a las academias.
En México, donde tenemos diversas academias cuyos diversos presu-
puestos nunca han sido formalizados de manera unificada, se podría
comenzar a trabajar en adoptar una estructura como la de los institutos
de Francia o España. Un “Instituto de México”, por llamarlo de alguna
forma, podría cobijar y armonizar el presupuesto de las academias de
ciencias, humanidades, medicina y otras también importantes. Aca-
demias afiliadas (más pequeñas o periféricas) podrían participar en
proyectos de interés general, pero consiguiendo su propio presupuesto.
Las academias mexicanas lograrían tener así una personalidad polí-
tica y jurídica que les daría garantías transsexenales. De hecho, ya en el
pasado hubo un avance en esta dirección: En 1994 la Academia Mexi-
cana de Ciencias, la Academia Nacional de Medicina y la Academia de
Ingeniería crearon la Fundación Nacional de Investigación AC, que más
tarde aparentemente no tuvo continuidad.
Como en toda situación de crisis, ahora que la política de austeridad
está ahogando de facto a las academias científicas en México, sería el
momento de refundar el sistema y de llegar a un modelo que pueda ser
sustentable a largo plazo. El modelo francés y español me parece que
serían adaptables a la situación de México. Hemos llegado a una coyun-
tura histórica que podemos salvar con un plan audaz para el futuro que
vaya más allá de la pobreza franciscana que le aplica tabula rasa a la
ciencia nacional.

Propuestas
• Crear el Instituto de México para agrupar a las academias de ciencias,
ingeniería, medicina y humanidades más relevantes en el país.
• Dotar al Instituto de México (y por ende a las academias) de un
presupuesto anual garantizado. A cambio, las academias reforzarían

186 | Raúl Rojas González


su control de calidad y asumirían proyectos de asesoría en áreas
estratégicas.
• Hacer del Instituto de México un asesor de las diferentes ramas de los
poderes de la Unión.

11. Arquitectura de la ciencia en Alemania

Painting of map of Germany in the background with laboratory equipment in front, Matisse style.

Hablar de una arquitectura del sistema de investigación científica para


nuestro país, implica también ponderar casos de éxito, sin ignorar
todas las diferencias de contexto que podemos encontrar entre México
y países líderes en la investigación científica. En este capítulo voy a
describir a grandes pincelazos como funciona el sistema de investiga-
ción en Alemania, uno que conozco muy bien. Ya en el capítulo tres había
mencionado que la investigación científica tiene tres pilares y un funda-
mento. Repasemos cada uno de esos elementos.
La primera cuestión relevante es que en 2020 Alemania le dedicó el
3.2% del pib a la investigación. El promedio para los países de la ocde
fue de 2.7%. Apenas en 2007, Alemania invertía 2.5% del pib en inves-
tigación, lo que quiere decir que desde entonces ese país ha redoblado

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 187


sus esfuerzos, incrementando significativamente el gasto en investiga-
ción. Alemania ha invertido en áreas consideradas estratégicas, como
son energía, sistemas de movilidad, nuevos materiales, salud, etc. En el
mismo periodo, el número de investigadores por cada mil empleados
pasó de 7 a 10 personas. Es un crecimiento de 42% mientras que, en el
caso de México, el número de investigadores por cada mil habitantes se
encuentra estancado desde 2004.

Educación
El sistema educativo alemán está muy bien estructurado y tiene una larga
tradición. En Alemania no se intenta enviar a todos los estudiantes a la
universidad. Más bien se les encauza desde jóvenes en sistemas termi-
nales alternativos, para que se conviertan en profesionistas universita-
rios o bien aprendan un oficio.
De acuerdo con la unesco, el promedio de educación recibida por
los jóvenes es de 14.1 años de escolaridad. En ese rubro Alemania es
el país número uno, seguido de los eu y Suiza con 13.4 años de educa-
ción. México ocupaba el lugar 46 en la lista de la unesco con 8.6 años de
educación promedio, que no está tan mal, considerando que el país tuvo
primero que alfabetizar el siglo pasado a gran parte de la población y la
secundaria obligatoria es un fenómeno reciente. En un país como Chile,
los años invertidos en educación por cada joven son 10.3, en promedio.

188 | Raúl Rojas González


Ahora bien, en Alemania después de la primaria los estudiantes tiene
la opción de matricularse en el Gymnasium, y de ahí pueden pasar a
la universidad o bien a una “Fachhochschule”, que son parecidas a las
universidades pero no ofrecen programas doctorales. Aquello pupilos
que más bien aspiran a aprender un oficio pueden matricularse en la
“Realschule”, que los prepara de manera más práctica. De la Realschule
se puede pasar a una Fachhochschule o a una escuela de oficios.
Una innovación educativa de gran tradición en Alemania es la llamada
“educación dual”, que significa que una empresa contrata al estudiante
como aprendiz, le paga un salario, pero lo libera dos o tres días por
semana para que acuda a la escuela de oficios a aprender la teoría. En
las escuelas de oficios se concentran 2.4 millones de estudiantes, y 1.4
millones de ellos son aprendices en compañías (otro millón asiste a las
escuelas de oficios sin tener un empleo en una compañía). Es este un
ejemplo extraordinario de colaboración entre la industria y el Estado
para dotar de educación a los jóvenes. Las universidades, por su parte,
atienden a 2.9 millones de estudiantes, en las licenciaturas, maestrías y
doctorados.

Investigación y docencia
Hay un aspecto que es crucial para entender el sistema científico alemán,
que es la estrecha interconexión entre la docencia y la investigación. En
Alemania las universidades ofrecen títulos de licenciatura, maestría y
doctorado. Las llamadas Fachhochschulen sólo los dos primeros tipos de
títulos. En cualquier caso, los profesores son contratados por su calidad
didáctica y como investigadores. Se espera que los profesores definan
proyectos de investigación, en los que involucren a sus estudiantes, de
todos los niveles.
Un ejemplo puede aclarar la forma en que funciona esa interco-
nexión entre docencia e investigación. Durante varios años participé en
la competencia de futbol robótico llamada RoboCup. Las universidades

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 189


participantes construyen equipos de robots móviles que juegan partidos
de futbol en canchas alfombradas. Hay desde los robots con ruedas de
18 cm de diámetro, de 50 cm de diámetro o robots humanoides. En
nuestra universidad convocábamos cada año a los estudiantes intere-
sados a integrarse como equipo para diseñar y armar los robots. Los
estudiantes de doctorado dirigían a sus compañeros de maestría y
licenciatura. A nadie se le rechazaba, aunque pudiera estar en el primer
semestre de su carrera. Colaboraban estudiantes de ingeniería, matemá-
ticos, físicos y hasta estudiantes de humanidades que podían programar.
El resultado es un laboratorio que es como una “escuela de pueblo”,
con todos los niveles académicos mezclados, y donde los estudiantes
aprenden de otros estudiantes. El resultado final eran los robots ya cons-
truidos e incluso publicaciones para revistas especializadas. Muchos
estudiantes obtuvieron su primera publicación científica de esa manera.
Ahora imaginemos este ejemplo replicado en universidades y Fach-
hochschulen a través de todo el país. Lo que se genera es un ímpetu
enorme de investigación sobre todos los temas, no sólo de ingeniería,
sino de lingüística, humanidades, sociología, etc. En México no existe
esa tradición y recuerdo aún que lo típico en mi época era que los estu-
diantes no se plantearan participar en investigación sino hasta que se
veían confrontados con el problema de escribir una tesis. Se debe crear
esa tradición en México, lo que implica hacer posible que se asignen
créditos de materias por participar en proyectos de investigación. La
experiencia lo confirma: los estudiantes aprenden más de otros estu-
diantes, trabajando con sus pares en esos equipos de todas edades, que
además pueden ser interdisciplinarios. Lo que el estudiante de matemá-
ticas no puede aportar, lo contribuye el electrotécnico, o el mecatrónico,
o el físico. La gran ventaja para los docentes, además, es que pueden
hacer avanzar sus proyectos más rápidamente y además la docencia se
convierte en extensión de la investigación e implica estar innovando
continuamente.

190 | Raúl Rojas González


Los centros de investigación
En Alemania existen múltiples centros de investigación que se han agru-
pado en tres sistemas: la Sociedad Max-Planck para investigación básica,
la Sociedad Fraunhofer para investigación de tipo industrial, la Sociedad
Leibniz para investigación aplicada y la Sociedad Helmholtz para investi-
gación de gran escala en laboratorios nacionales. La Sociedad Max-Planck
(mpg) es la joya de la corona y cuenta con un presupuesto garantizado
a largo plazo. La mitad de los costos de un centro de investigación los
asume la federación y la otra mitad el estado donde se ubica cada centro.
La mpg es autónoma, tiene un presidente y cada centro define sus líneas
de investigación tratando de incidir en la ciencia de frontera.
La Sociedad Fraunhofer (FhG, 80 institutos) realiza proyectos con la
industria y más de la mitad del presupuesto de cada centro tiene que
provenir de contratos con compañías. Hay institutos que desarrollan
chips, otros se han concentrado en vehículos eléctricos y movilidad, etc.
Los institutos de la FhG están distribuidos por todo el país.
La Sociedad Leibniz se formó después de la fusión de la República
Democrática Alemana con la República Federal. Existían institutos de la
Academia de Ciencia de la rda que subsistieron como entes individuales.
Decidieron unirse junto con otros institutos en la rfa en el conglomerado
Leibniz, lo que les permite negociar presupuesto de manera unificada
y ajustar sus planes de investigación de manera conjunta. La Sociedad
Leibniz reúne ahora a 88 centros de investigación.
La Sociedad Helmholtz agrupa a los que se podría llamar labora-
torios nacionales, como son los centros nucleares en Karlsruhe y Jülich
o los aceleradores de partículas en Hamburgo. Los laboratorios nacio-
nales emergieron inicialmente centrados sobre todo en la física nuclear
y de partículas, pero se han diversificado. El Centro Nuclear de Karlsruhe
hoy se llama Centro de Investigación de Karlsruhe e investiga todos los
temas, desde energías renovables hasta neurociencias. Se le fusionó con
la Universidad de Karlsruhe, logrando tener de esa manera una máquina

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 191


impresionante de investigación e innovación. Lo mismo sucedió con el
Centro Nuclear de Jülich, que se ha diversificado.
Y además de todo esto, los estados y la federación tienen algunos
centros de investigación que dependen directamente de los ministerios.
Hay 38 institutos federales y 160 estatales, con diversos cometidos.

Imagen 1. Distribución de los centros de investigación MPG, Helmholtz y Leibniz en Alemania

La inversión privada en investigación


Alemania es uno de los países europeos con la mayor participación
de la industria en el total de la inversión en investigación anual. La
Imagen 1 muestra en el eje horizontal el origen de los fondos utilizados
en investigación, hacia derecha tenemos a la industria, hacia la izquierda
al sector público. Como se puede ver, las universidades reciben financia-
miento privado, en parte, y realizan más investigación básica. Pero en la
Imagen 2 es claro que la industria, con 68.8 miles de millones de inver-
sión anual en R&D, cubre la mayor parte del gasto en este rubro.

192 | Raúl Rojas González


Imagen 2. Origen de los fondos para investigación en Alemania

Gráfica 8. Inversión en R&D en Alemania

La Gráfica 8 muestra el crecimiento continuo del gasto en investiga-


ción desde 2009 en Alemania, hasta alcanzar el 3.3% del pib y 104 mil
millones de euros.

Gasto federal y estatal


Queda sólo tocar el punto del financiamiento del sistema de investi-
gación. Una cuestión importante, la organización de las academias de
ciencias, ya ha sido tratada en el apartado 10.

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 193


La Imagen 3 muestra lo que constituye una diferencia fundamental
entre Alemania y México: el flujo de los ingresos por impuestos corres-
ponde a una verdadera federación con división de poderes.

Imagen 3. Pacto fiscal en Alemania

En Alemania los impuestos se recaudan a nivel local y fluyen enton-


ces de las comunas, a los estados, y de estos a la federación, es decir
“bottom-up” y no “top-down”, como ocurre en México. Los impuestos a
las empresas se reparten por la mitad entre la federación y los estados.
De los impuestos sobre el ingreso la federación y los estados reciben
42.5% cada uno y las comunas el 15%. Del iva la federación recibe el
49.7%, los estados el 48.3% y las comunas el 2.2%.
Lo que esto quiere decir es que las comunas están suficientemente
financiadas para ocuparse de todos los servicios municipales y de la
infraestructura urbana, que es muy moderna. Los estados, actuando en
su conjunto, tienen una fuerza económica y política equiparable a la del
gobierno central.
Hay además una competencia que se podría llamar “virtuosa” entre
los estados por apropiarse de nichos de investigación y desarrollo.
Bavaria, por ejemplo, se apropió del sector aeroespacial creando un
ecosistema favorable para la instalación de es tipo de empresas. La Baja
Sajonia ha invertido mucho en proyectos de movilidad e industria auto-

194 | Raúl Rojas González


motriz, ya que alberga a la compañía Volkswagen. Hamburgo ha concen-
trado desde siempre los mayores aceleradores de partículas. Berlín se
ha concentrado en la industria del software y los servicios. Nada de eso
sería posible si los estados tuvieran que aparecer como suplicantes ante
la federación, cada vez que deciden abordar un nuevo proyecto de inves-
tigación y desarrollo.
El efecto sobre la educación pública, de esta estructura tributaria, es
igualmente benéfico. El sistema educativo es muy homogéneo en todo el
país. La mayor parte de las universidades son estatales.

12. Corea del Sur y la cultura de innovación

South korean flag in the background knowledge economy in the foreground, digital style.

Entre los países de la ocde, Corea del Sur es muy especial porque ha
logrado que un porcentaje muy alto de la investigación nacional sea
financiado por compañías. De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología de ese país, en 2020, cerca del 73% de la inversión en inves-
tigación provino del sector privado. En España, por ejemplo, la mitad de
la investigación es financiada por el Estado y la otra mitad por la indus-

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 195


tria. Así que tenemos un abanico de porcentajes en la ocde, reflejando el
mayor o menor peso de la industria privada en la investigación.
Corea del Sur apostó muy temprano por una economía de exporta-
ción. Gigantes industriales como Hyundai o Samsung comenzaron como
pequeñas empresas, pero cuya producción estaba orientada al mercado
mundial. En 2020, Corea del Sur exportaba el 32% de su producto
interno bruto (pib). Sorprende saber que, en México, con un pib menor
al de Corea del Sur, de todas maneras el 34% del pib consiste hoy en
exportaciones. Ese porcentaje subió de 9% en el año 1990, a 25% en
el año 2000. Es evidente que el tratado de libre comercio con Estados
Unidos y Canadá ha transformado al país en una economía de expor-
tación. Lo que nos falta es convertir ese impulso en uno de innovación
científica y tecnológica a todos los niveles. Exportamos muchos autos,
pero son de compañías con una casa matriz en otro país. El contenido
tecnológico nacional es mínimo.
En este apartado quisiera tematizar la cultura de innovación que
es tan importante en Corea del Sur. En aquel país, el gobierno maneja
una serie de programas e iniciativas que busca fomentar la creación
de nuevas empresas, los llamados startups. Una manera de hacerlo es
proporcionándoles becas y subsidios a nuevas compañías a través de la
Oficina de Pequeñas y Medianas Empresas. También se les proporcionan
prestamos estatales a bajo interés. En Alemania sucede algo similar.
Hace años formé parte de un comité en el Ministerio de Educación y
Ciencia de Alemania y evaluábamos propuestas de financiamiento de
startups. Teníamos que evaluar el proyecto, al equipo que lo proponía
(generalmente estudiantes graduados) y les otorgábamos un finan-
ciamiento que les permitía operar por un año, para que pasaran a la
siguiente fase, que puede consistir en que obtengan financiamiento pri-
vado. Quizás sólo 10% de los proyectos elegidos llegaban a operar más
allá de un año, pero lo importante es que los que sobrevivían se conver-

196 | Raúl Rojas González


tían en nuevas fuentes de empleo. Es posible que en Corea el sistema de
apoyo a startups obtenga resultados similares.
Algo muy importante es que en Corea del Sur el gobierno opera una
red de incubadoras y aceleradoras de empresas. Esas incubadoras le
proporcionan oficinas compartidas, servicios de Internet y telefono, así
como asesoría a costo muy bajo a los startups. En 2021 el número de
incubadoras con apoyo gubernamental era de 39 en todo el país, además
de las incubadoras privadas, que ya son más de 200. En México la mayor
parte de las incubadoras de empresas las podemos encontrar asociadas
a universidades y algunas en parques industriales. Desgraciadamente,
el Instituto Nacional del Emprendedor (inadem), que supuestamente
debería tener una función de apoyo a nuevas empresas, fue desapare-
cido en 2019 y no está claro qué funciones y con cuánto éxito fueron
transferidas a la llamada Unidad de Desarrollo Productivo en la Secre-
taría de Economía.
Además de las incubadoras, en Corea del Sur la ley favorece la insta-
lación de nuevas empresas, limitando la burocracia y proporcionán-
doles incentivos fiscales a los inversionistas. Claro que invertir en
startups es riesgoso y por eso los incentivos fiscales ayudan a canalizar
inversión hacia los emprendedores.
Pero quizás lo más importante es que en las universidades coreanas,
se fomenta la cultura de la innovación y esa mentalidad emprendedora.
En México quizás el caso de mayor éxito es el tec de Monterrey, que
soporta varias incubadoras de empresas, que además integra en sus
programas educativos.
Además de todos estos apoyos, el gobierno coreano subsidia a aque-
llas pequeñas empresas que quieren participar en ferias internacionales
de comercio, para dar a conocer sus productos. Lo mismo sucede en
Alemania. A lo largo de los años debo haber participado en unas diez
ferias internacionales, representando a mi universidad o a diversos
startups. Nunca tuvimos que pagar por la participación en las ferias, sólo

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 197


por nuestro viaje y sustento. Esas ferias son siempre una gran oportu-
nidad para expandir la red de contactos y para conocer inversionistas.
Corea del Sur sabe que en las áreas en las que exporta no puede
reposar en sus laureles. Desde 1998 lanzó la estrategia de transitar hacia
una “economía del conocimiento”, es decir, basada en la producción y
exportación de productos de alta tecnología. La iniciativa tiene reper-
cusiones muy importantes sobre lo que he llamado los tres pilares de la
investigación: 1) Implica que se debe continuar mejorando la calidad de
la educación y que las universidades deben transformarse en motores
de progreso científico e industrial, 2) Implica también que los centros de
investigación deben concentrarse en proyectos que le permitan al país
mantener su liderazgo en alta tecnología, y 3) La investigación privada
debe seguir propulsando la economía de exportación. Eso significa
también mejorar y ampliar la infraestructura nacional. Por ejemplo, la
velocidad promedio de las conexiones a Internet en todo el país es de
132mbps, tres veces más que el promedio internacional. Se ha tendido
fibra óptica por todo el país, que proporciona picos de velocidad para el
usuario de 2 Gbps (con esa velocidad se pueden transmitir 250 videos
con calidad de TV digital, simultáneamente). La red de celulares 5G es
también de las más grandes del mundo, después de China, que ya tiene
400 millones de suscriptores en esas redes de alta velocidad. En Corea
del Sur el 29% de la población ya tiene acceso a conectividad 5G.
Las economías avanzadas se distinguen también por el número de
patentes que registran. En 2021, Corea del Sur registró 231,000 solici-
tudes de patentes, las que representan el 6.1% del total mundial. Corea
es el quinto país en ese rubro, sólo debajo de China, Estados Unidos,
Japón y Alemania, cuatro países con poblaciones mucho mayores que los
51 millones de coreanos.
En suma: es impresionante que Corea del Sur haya comenzado des-
truida después de la guerra de Corea, que dividió al país, y ya sea ahora
una de las economías más pujantes. En 1960, de acuerdo con el Banco

198 | Raúl Rojas González


Mundial, el pib per cápita de México era de 1098 dólares y el de Corea
del Sur de 82 dólares. En 2020 el de México había aumentado a 9,480
dólares per cápita, pero el de Corea del Sur a 33,381 dólares. Eso sólo
se explica por la tenacidad de los coreanos, por su temprana apertura
a la economía de exportación, por su énfasis en la educación y por su
cultura de innovación que seguramente se plasmará en avances adicio-
nales en la nueva fase que quieren afrontar como país, la de la economía
del conocimiento.

Propuestas
• Fomentar una cultura de innovación en la educación que se imparte
en México.
• Establecer en México una red de incubadoras de empresas con apoyo
estatal.
• Definir modos expeditos de apoyar el establecimiento de nuevas
empresas. Algunas, que fueran seleccionadas en concursos abiertos,
podrían recibir un subsidio y/o préstamos a bajo interés para la
etapa del despegue.
• Requerir de las empresas internacionales que se establecen en México
para exportar que apoyen a startups relacionadas con sus actividades
(a partir de un cierto volumen de ventas).

13. Ciencia Ciudadana


Para que la ciencia avance en nuestro país, no hay que esperar que todas
las iniciativas vengan del Estado. La población debe y puede participar
en proyectos sugeridos por algunos visionarios, pero en los que puede
colaborar casi cualquier voluntario.
Un ejemplo muy interesante son las redes de monitoreo ambiental.
Existen sensores en las ciudades que miden el grado de contamina-
ción por micropartículas, el ozono y el CO2 en la atmósfera, así como la

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 199


temperatura y humedad. Pero si estos sensores son instalados y mante-
nidos por el gobierno local, generalmente se trata de pocas instalaciones
y no alcanzan para cubrir densamente una cierta región. Por eso desde
hace algunos años creció mucho el interés por instalar en los hogares
sensores de bajo costo conectados a una “nube” computacional, la que
presenta los resultados de manera gráfica. Se puede checar cual es la
calidad del aire y si acaso una nube de polución esta avanzando hacia
la ciudad. En California, con los múltiples incendios forestales que han
sufrido en los últimos años, la venta de esos sensores ha crecido mucho.
Los cientos de sensores instalados por ciudadanos, que los conectan
por WiFi a Internet, permiten monitorear en tiempo real el estado
de la polución atmosférica, lo que puede influir sobre las actividades
diarias. Durante épocas de alta polución la Universidad de Stanford, por
ejemplo, ha decidido cerrar el campus en algunas ocasiones. ¿Cuál es el
costo de esos sistemas? Dependiendo del número de sensores, el precio
puede oscilar entre 100 y 300 dólares, lo cual representa una inversión
modesta para una familia norteamericana.

Citizens doing science on the street in Matisse style.

Otro ejemplo de ciencia ciudadana son los muestreos de animales y


plantas que se hacen regularmente en algunos países. Existe una gran

200 | Raúl Rojas González


preocupación por la desaparición de algunas especies de insectos (por
los pesticidas o por el cambio climático) y la mejor manera de evaluar
el problema es realizando censos periódicos. Lo que se hace es diseñar
alguna aplicación para teléfonos celulares con la que los participantes en
el censo puedan registrar el número de insectos que encuentran durante
un día, los pueden además fotografiar y, si la aplicación lo permite, la
identificación de la especie se puede hacer automáticamente. Lo mismo
se ha hecho para organizar censos de aves, para tener así una idea de
las poblaciones de las diferentes especies y su evolución a lo largo del
tiempo.
Un ejemplo notable de una iniciativa de ciencia ciudadana es la
llamada Noche de las Estrellas que se realiza en México desde 2009. El
evento de divulgación de la ciencia, que aparentemente es el de mayor
relevancia en Iberoamérica, fue inspirado por un evento similar en
Francia. Cada año participan cerca de 8,000 voluntarios que tutelan al
público. Hasta ahora ha participado un millón y medio de mexicanos en
la Noche de las Estrellas. Lo importante de este ejemplo, además, es que
no se trata de astrónomos profesionales que imparten clases, sino de
astrónomos ciudadanos que contribuyen montando sus telescopios y
explicándole a sus pares ciudadanos, desde la operación del telescopio,
hasta el proyecto particular que se aborda en cada edición del evento.
Durante 2022 hubo 90 sedes por todo el país.
En Estados Unidos la nasa mantiene un portal de ciencia ciudadana.
Con la gran cantidad de datos que son capturados por satélites y sondas,
vivimos en la era del Big Data del espacio. Por ejemplo, para descubrir
planetas en otros sistemas solares, se puede analizar la luminosidad de
una estrella y si esta fluctúa de manera periódica, esto se podría deber
a que un planeta se interpone entre el telescopio y la estrella, al estar
rotando alrededor de ella. El problema es que hay millones de estre-
llas por analizar. Los voluntarios pueden entonces utilizar el programa
proporcionado por la nasa, eligen de la base de datos alguna estrella que

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 201


aún no ha sido procesada y evalúan los datos. Ocasionalmente descu-
bren un exoplaneta y lo pueden reportar a la nasa.
Otro ejemplo de ciencia ciudadana es el mapa de conexiones cere-
brales que la Universidad de Princeton ha estado elaborando desde
hace años. Se trata de describir las interconexiones entre neuronas en
el cerebro. Los humanos somos muy buenos para examinar imágenes
de cortes cerebrales, descubrir neuronas e identificar sus contactos
con otras neuronas. Los programas de procesamiento de imágenes no
pueden competir aún en ese campo con voluntarios, así que se les recluta
y todos ellos colaboran para mapear una cierta región del cerebro y
obtener lo que se llama su “conectoma”. Los voluntarios hacen algo útil
y además aprenden neurociencias.
En México tenemos algunos ejemplos notables de ciencia ciudadana.
La conabio lista tres en su portal: un censo de aves conectado a un censo
internacional operado por Universidad de Cornell, NaturaLista, que es
un registro fotográfico de especies, las que son identificadas por la red
de participantes (echándole montón), y un registro de especímenes en
colecciones de insectos o animales en México. Desgraciadamente, la as-
fixia presupuestal de la conabio ha conducido a que las plataformas no
estén actualizadas.
Un ejemplo de ciencia ciudadana en el que estoy directamente invo-
lucrado consistiría en explorar de manera más precisa la contaminación
ambiental producida por el volcán Popocatépetl en el valle de Puebla.
Es evidente, dada la capa de polvo que todos los días se deposita en los
hogares y automóviles de las zonas circundantes, que la polución por
micropartículas en el aire es significativa. Un análisis de laboratorio de
las cenizas del Popocatepetl encontró partículas entre 0.2 y 2.5 micras
de metales como hierro, cromo, cobre, magnesio, zinc, así como diversos
tipos de silicato. El Popocatépetl emite además diversos compuestos
de azufre, que pueden reaccionar con el agua de la lluvia para producir

202 | Raúl Rojas González


lluvia ácida. A pesar de todo esto, la red de monitoreo ambiental del
Estado de Puebla cuenta sólo con cinco estaciones, insuficientes para
toda la región. La idea entonces es adquirir los sensores necesarios
en Estados Unidos, sensores que se conectan a Internet para producir
un mapa de polución de toda la zona. Los sensores los importaría una
universidad y los vendería a los voluntarios, para recuperar costos, y así
lograr contar con una red ciudadana de monitoreo ambiental cerca del
Popocatépetl. Algún arrojado científico ciudadano ya instaló el primer
sensor de ese tipo en Puebla. En el portal de la compañía fabricante veo,
al escribir esto, que ese sensor califica la calidad del aire como de semá-
foro “naranja”. A las 5AM el semáforo llegó al rojo, lo que muestra que no
se trata de contaminación de micropartículas producidas por el tráfico
o la industria, sino por el volcán. Yendo más allá en este proyecto de
ciencia ciudadana habría que comparar las estadísticas de salud con las
series de tiempo de polución.
Avanzar la ciencia en México es por eso una tarea de todos los ciuda-
danos. El Estado debería estimular esos esfuerzos privados. Quizás las
diversas academias de ciencias, medicina e ingeniería fueran el vehículo
adecuado para coordinar esos esfuerzos y también, por qué no, financia-
miento semilla.

Propuestas
• Los centros públicos de investigación en México deberían formular
activamente proyectos de ciencia ciudadana y darles seguimiento.
• Se debería crear un portal de ciencia ciudadana para agrupar y coor-
dinar los proyectos.

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 203


14. Conclusiones
Resta poco por decir en este tramo final. Las ideas más importantes ya
han sido expuestas. En primer lugar, la noción de que la investigación
científica descansa sobre tres pilares: la educación, los centros públicos
de investigación y la investigación privada, esas tres columnas descan-
sando en un pacto fiscal justo para la federación, los estados y los muni-
cipios. Hemos investigado dos casos de éxito: la arquitectura del sistema
científico alemán y la cultura de innovación tan presente en Corea del
Sur.
México es ya un gigante en cuanto exportaciones. Como mencionamos
más arriba, Corea del Sur exporta 32% de su PIB mientras que México
ya exporta el 34% del mismo. Pero en cuanto a investigación científica,
México es un enano. Invierte menos del 0.3% del pib en investigación,
mientras que Corea del Sur invierte hasta el 4.5% del mismo para poder
afrontar los retos de la economía del conocimiento en el nuevo siglo.
Reorganizar el sistema científico nacional requiere reconocer que
esto no puede suceder como en el pasado, con proyectos parciales y de
corto plazo. Rara vez se ha actuado de manera transversal, con respecto
al conjunto de la economía, y de manera transexenal.
Los diversos capítulos de este ensayo han tratado las diferentes
facetas de la arquitectura de la ciencia. En Europa hay una gran tradi-
ción de investigación científica y podemos aprender de ellos como se
estructura un sistema de investigación potente organizado alrededor de
centros públicos y privados de investigación, laboratorios nacionales,
educación de gran calidad y academias de la ciencia. He mencionado el
caso de Francia y España, para motivar algunas propuestas, pero sobre
todo el caso de Alemania, un país que conozco muy bien.
Las propuestas que aquí se hacen son de tipo macroeconómico,
habría que aterrizarlas ya con todos los detalles micro para lograr un
verdadero auge de la investigación científica en México. Muchas de mis
propuestas se han encontrado con el escepticismo de colegas, que me

204 | Raúl Rojas González


dicen “en México no se puede”. Yo, por el contrario, creo que si se puede
y espero que este ensayo catalice la discusión necesaria acerca de las
propuestas mencionadas.

Caminante, son tus huellas el camino y nada más;


Caminante, no hay camino, se hace camino al andar
Antonio Machado

A painting showing someone making a road by walking on water, in impressionism style

Inventando el futuro. La arquitectura de la investigación científica | 205


Ciencia, educación y desarrollo sostenible

José Antonio Seade Kuri

La desigualdad social y la desigualdad económica han lacerado a la


población más vulnerable de nuestro país por largo tiempo. El camino
para superarlas es difícil y es un acierto que el gobierno federal las
haya puesto en el centro de la agenda nacional. A la vez, múltiples indi-
cadores muestran una desigualdad igualmente preocupante, que es la
desigualdad en el conocimiento, cuyo génesis está en la educación e
impacta notablemente la calidad de vida de la sociedad. Ahondar en ese
tema es el propósito de esta nota.
En este mundo globalizado en que estamos inmersos, en el cual el
conocimiento juega un papel cada día más importante, la educación
y el desarrollo social van de la mano. Aspirar a tener bienestar social
sin desarrollo económico, es irreal; hablar de desarrollo económico sin
tecnología e innovación, es una quimera, cómo también lo es hablar de
desarrollo tecnológico e innovación, sin ciencia que los sustente. Y sin
una educación de calidad, es imposible aspirar a tener una sociedad
donde la ciencia juegue un papel importante.
Por eso es que la educación, el conocimiento, la cti, el desarrollo
económico y el bienestar social, forman una cadena indisoluble, una
unidad.
El desarrollo lo podemos ver como un vehículo con cuatro ruedas:
una es el sector académico, otra es el sector político, otra es el sector

* Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias.

| 207 |
privado, y una más es el sector social; si una de esas ruedas no funciona,
el vehículo no camina correctamente.
Por supuesto que el tema es vasto y se puede abordar desde muchos
puntos de vista; yo tocaré unos pocos. Empecemos por la base:

I) El principio de la cadena:
educación y formación de recursos humanos
Es un hecho que, en México, la desigualdad en el conocimiento comienza
con la educación básica y es tan preocupante como las desigualdades
social y económica. Y aquí hablamos tanto de la desigualdad entre los
distintos sectores de la población, como también el de la desigualdad
entre la preparación que se brinda a los niños y jóvenes mexicanos en
comparación con otros países. Sin una educación sólida de la población,
no seremos jamás una sociedad del conocimiento.
El Programa pisa (Programme for International Student Assessment)
tiene como objetivo medir la capacidad de los alumnos de 15 años para
utilizar sus conocimientos y habilidades de lectura, matemáticas y cien-
cias, para afrontar los retos de la vida real. El exámen se hace cada tres
años, y el que debía ser en 2021 se pospuso a 2022 por la pandemia, así
que el para esta nota usamos los estudios comparativos de 2018. Recien-
temente estamos conociendo los resultados de pisa 2022, los cuales no
son alentadores, pero no cambian de manera sustantiva lo que aquí se
dice; si acaso lo ratifican.
El informe del exámen pisa en 2018 señala que sólo el 1% de los
estudiantes mexicanos obtuvo un desempeño sobresaliente en alguna
de las tres áreas, lectura, matemáticas y ciencia, mientras que el 35%
no obtuvo el nivel mínimo de competencia en ninguna de las tres áreas.
Mientras que en los países de la ocde el promedio del porcentaje de
alumnos con bajo nivel en lectura es de 23%, en México es de 45%, lo que
significa que no pueden identificar la idea principal en un texto, encon-
trar información basada en criterios explícitos, o reflexionar sobre el

208 | José Antonio Seade Kuri


contenido de los textos cuando se les indica explícitamente lo que deben
buscar. En pocas palabras, no están preparados para captar la informa-
ción relevante en los textos que leen.

Tabla de Resultados. Paises OCDE

LECTURA MATEMÁTICAS CIENCIA

PROMEDIO OCDE 487 489 489


Estonia 523 523 530
Canada 520 512 518
… … … …
Grecia 457 451 452
Chile 452 417 444
México 420 409 419
Colombia 412 391 413

Otros países

China 555 591 590


Singapore 549 569 551
Macao 525 558 554
Croacia 479 464 472
Emiratos Árabes U. 432 435 434
Uruguay 427 418 426
Filipinas 340 353 357

Los países asiáticos, una vez más, se llevaron los primeros lugares.
Más del 85% de los estudiantes de estos países lograron obtener un nivel
sobresaliente en lectura. Estos resultados contrastan con los obtenidos
por los países en America Latina.
Entonces vemos que el éxito que los países asiáticos están teniendo
en sus economías y en elevar la calidad de vida de sus poblaciones, no
es una coincidencia sino fruto de un proceso que comienza por la educa-
ción de sus niños y jóvenes.

Ciencia, educación y desarrollo sostenible | 209


Está comprobado que los niños y jóvenes, que a la edad de 15 años
no han desarrollado una buena comprensión de las matemáticas y
del pensamiento lógico-deductivo, por ejemplo para saber extraer la
escencia de un texto o tener un razonamiento elaborado, difícilmente
podrán continuar exitosamente con estudios en las áreas del stem, que
cada día cobrán más importancia a nivel mundial.
El conocimiento se construye de manera piramidal, requiere tener
una base sólida y es conocido que la educación en los primeros años
de la primaria es decisiva para la formación de los niños y jóvenes. La
función primordial de la docencia es enseñar a pensar correctamente.
Cabe decir que con el enorme desarrollo tecnológico que está teniendo
lugar alrededor del mundo, y en el cual debemos construir espacios
para los jóvenes mexicanos, la importancia de la enseñanza primaria y
la preparación para las ciencias exactas y la tecnología, van en aumento
y no en retirada.
Ahora, es cierto que, aún así, México ha logrado construir una comu-
nidad científica de alto nivel, y que en ciertas áreas de la tecnología somos
referencias mundiales. Pero son grupos muy localizados: es importante
cuidar y reforzar también la educación superior y los posgrados.
Un programa de cti con visión social de largo aliento, debe contem-
plar desde la educación de las y los niños y jóvenes, a la formación
de investigadores e investigadoras, por lo que también es importante
reforzar nuevamente los programas de becas para estudiantes de pos-
grado de calidad, tanto en México como en el extranjero, que han sido
castigados en los últimos años.
Sin educación, no hay conocimiento, y sin éste, tenemos una sociedad
que no conoce, y por tanto no valoriza la investigación científica y lo que
ésta tiene para aportar a la sociedad.
Por ejemplo, un estudio de la firma Deloitte, de asesoría financiera,
muestra que aproximadamente el 11% de los empleos en Gran Bretaña,
están directamente asociados a investigación en “ciencias matemáticas”,

210 | José Antonio Seade Kuri


y esto conduce al 16% del producto interno bruto. Y estoy hablando sólo
de las ciencias matemáticas, no de la ciencia en general. Eso muestra
cuán enraizado está en la sociedad británica el pensamiento científico.
Por eso afirmo que, desde la educación básica hasta la investigación
científica, tenemos una cadena indispensable para el bienestar social.
Es entonces fundamental preguntarnos:

1) ¿Cómo puede México mejorar sustancialmente la educación en los


niveles básico y medio?
2) ¿Cómo fortalecer las licenciaturas, los posgrados y particularmente la
formación de recursos humanos con gente especializada en el sector
industrial?

Un camino natural para el primer punto es que las universidades


jueguen un papel más activo en la preparación de los maestros norma-
listas, que son quienes preparan a otros profesores. Se puede hacer una
gran “cruzada nacional”, donde se sumen los esfuerzos de la unam, ipn,
universidades estatales, etc., coordinando una parte en línea con otra
presencial.
Con respecto al segundo punto, hay mucho que decir y no lo abor-
daré aquí, pero es claro que requiere la suma de esfuerzos del gobierno,
sector empresarial y sector académico, con una visión social. También
es importante destacar el éxito del sistema de universidades Rosario
Castellanos (https://rcastellanos.cdmx.gob.mx/). Ese modelo debería
replicarse en el país, y simultáneamente, fortalecer las universidades
estatales, y desarrollar ampliamente las universidades técnicas, más que
forzar a las universidades estatales a aumentar su matrícula sin mejorar
su infraestructura y acrecentar su personal docente, e impulzar univer-
sidades mediocres, con grandes deficiencias.
Veamos ahora el siguiente eslabón de la cadena:

Ciencia, educación y desarrollo sostenible | 211


II) Investigación científica y tecnológica
Permítanme empezar con algunos datos interesantes. Todos hablamos
de China como un país que está apoyando fuertemente la ciencia y la
tecnología, mientras que pensamos en México y América Latina como
regiones altamente agrícolas en general. Y antes de continuar, quiero
decir que reconozco y valoro la agricultura mexicana, pero creo que con
apoyo tecnológico, podría dar mucho más.
Por ejemplo, la pera, que es originaria de Europa oriental y de Asia
occidental, actualmente se produce masivamente en China: la produc-
ción mundial suele rondar los 22-23 millones de toneladas al año, de los
cuales China produce alrededor de 18 millones, es decir cerca del 80%.
Similarmente, China contribuye con cerca del 55% del volumen global
de la producción de manzanas y con más del 40% de la producción
mundial de fresas. Todo eso significa, además de ingresos económicos,
alimento para la población.
Otro ejemplo interesante, que puede tener un impacto trascendente
en México, es la tecnología para el juncao (ver la página de la onu:
https://sdgs.un.org/topics/capacity-development/juncao). Es una hierva
híbrida desarrollada por científicos chinos después de décadas de
investigación y cultivo, que crece en zonas desérticas y se está usando
tanto para detener y revertir la desertificación, como para alimentar
ganado y cultivar hongos aptos para consumo humano. El programa
“Juncao” está ahora siendo desarrollado por la División de Desarrollo
Sustentable de la onu, para transferir esa tecnología a los países en desa-
rrollo, con el fin de fortalecer la capacidad de los pequeños agricultores,
para lograr una agricultura sostenible.
Estos son ejemplos claros de impacto social de la investigación cien-
tífica y tecnológica en cuestiones agrícolas. Hay muchos más en diversos
campos del conocimioento. Por ejemplo, México tiene un notable sistema
de producción de vacunas y una red de vacunación muy completa y

212 | José Antonio Seade Kuri


eficiente. Sin embargo, políticas deficientes hicieron que México tuviera
que depender de otros países en la reciente pandemia del covid.
Hay muchos otros ejemplos en los que el conocimiento científico y
tecnológico aportan bienestar social. Sin embargo, la importancia de
invertir en I&D es algo que no acaba de permear en México.
Permítanme mostrar algunas cifras interesantes:

Investigadores dedicados a investigación y desarrollo (por cada millón de personas)


Datos del Banco Mundial: https://datos.bancomundial.org/indicator/SP.POP.SCIE.RD.P6

EUROPA
País Año más reciente Número de investigadores

Alemania 2020 5,393

Francia 2020 4.926

Letonia 2020 2,156

Malta 2020 2296

Finlandia 2020 7.527

AFRICA

Pais Año más reciente Número de investigadores

Angola 2016 19
Argelia 2917 819
Gambia 2018 53
Sudáfrica 2019 484
Marruecos 2017 1074

ASIA

Pais Año más reciente Número de investigadores

Tailandia 2020 2.070


Singapur 2019 7.287
Corea, República de 2020 8.714
China 2020 1.585
Uzbekistán 2021 523
Omán 2021 284
India 2015 216

Ciencia, educación y desarrollo sostenible | 213


AMÉRICA

País Año más reciente Número de investigadores

México 2020 349


Panamá 2013 39
Venezuela 2020 291
Chile 2019 510
Brasil 2014 888
Canadá 2018 4,516
EUA 2019 4,821

Por otro lado, tenemos los siguientes datos de la unesco:


(https://es.unesco.org/node/275052)

En 2001, el monto global de inversión en I&D en el mundo empre-


sarial era el 1.08% del pnb, y éste ascendió a 1.15% en 2011 gracias en
buena parte al incremento que hubo al respecto en China e India, países
que en ese rubro aportaban el 5.1% de la inversión total en 2001, y
pasaron a aportar el el 19.9% en 2011.
Mientras tanto otras regiones contribuyen de forma muy modesta
(2011):
Oriente Medio y Norte de África (1.9%),
América Latina (1.5%) y
África sub-sahariana (0.5%).

Veamos con más detalle la inversión en I&D de algunos países:

214 | José Antonio Seade Kuri


Porcentaje del PIB invertido en I&D (Banco Mundial)

https://databank.worldbank.org/source/world-development-indicators/Series/GB.XPD.RSDV.GD.ZS

Incluye investigación básica, aplicada y Desarrollo experimental

País 2016 2017 2018 2019 2020

Mexico 0.4 0.3 0.3 0.3 0.3


Argentina 0.6 0.6 0.6 0.5 0.5
Brasil 1.3 1.1 1.2 1.2 1.2
Peru 0.1 0.1 0.1 0.2 0.2
China 2.1 2.1 2.1 2.2 2.2
Francia 2.2 2.2 2.2 2.2 2.3
Alemania 2.9 3.0 3.1 3.2 3.1
Israel 4.5 4.6 4.8 5.1 5.4
Corea (del Sur) 4 4.3 4.5 4.6 4.8
Japon 3.1 3.2 3.2 3.2 3.3
EUA 2.9 2.9 3.0 3.2 3.4

La inversión en investigación y desarrollo (I&D) es uno de los princi-


pales motores de la economía de los países, y es a la vez una componente
fundamental para la generación de empleos, talento e innovación.
Esta inversión en I&D ha llevado a países como China, EUA, Japón,
Corea o Alemania, a posicionarse como las principales economías del
mundo. Israel, China y Corea eran países que estaban en la pobreza
extrema hasta hace pocas décadas, y hoy son ya potencias económicas.
India es un país con más de mil millones de habitantes, la gran mayoría
en pobreza extrema hasta hace poco; sin embargo lleva tiempo invier-
tiendo en I&D, y el avance en su economía es notable. Veamos datos:

Ciencia, educación y desarrollo sostenible | 215


Crecimiento anual del PIB de algunas de las principales economías “emergentes” del mundo
(+EUA), desde 2018 hasta 2024
https://es.statista.com/estadisticas/942932/crecimiento-anual-del-pib-de-los-20-paises-mas-
ricos-del-mundo/

Pais 2018 2019 2020 2021 2022 2023 2024

China 6.75% 5.95% 2,34% 8,02% 5,6% 5,28% 5,25%


India 6,53% 4,04% -7,25% 9,5% 8,52% 6,57% 6,29%
Indonesia 5,17% 5,02% -2,07% 5,58% 3,2% 5,94% 6,36% 5.58%
Corea del Sur 2,91% 2,24% -0,85% 4,28% 3,3% 2,82% 2,57%
Brasil 1,78% 1,41% -4,06% 5,23% 1,52% 2,01% 2,1%
México 2,2% -0,18% -8,31% 6,25% 4% 2,2% 2%
EUA 2,92% 2 ,29% -3,41% 5,97% 5,2% 2,18% 1,7%

Vemos así que la innovación y el desarrollo llevan a un mayor creci-


miento económico, lo que deriva en la contratación de más empleados.
Esto significa un gran apoyo para el tejido social. No es casualidad que
los países que más invierten en I+D, sean los mismos que poseen las
economías más fuertes a nivel global y con tasas de crecimiento muy
altas, que distan mucho del resto de países, como el nuestro, que aún no
dan la suficiente importancia a invertir en investigación y desarrollo, y
hasta han reducido su partida presupuestaria para este fin.

III) El siguiente eslabón: desarrollo y bienestar social


Este es un tema vasto y fundamental, con mucho que decir y que no
abordaré en este trabajo. Me limitaré sólo a tocar algunos puntos funda-
mentales.

• Por un lado, la educación y el conocimiento contribuyen en sí mismos,


de manera significativa, a una mejor calidad de vida de la pobla-
ción en diversas formas. Es un tema vasto y de suma importancia.
Por ejemplo, de 2012 a 2015, fue Gobernador del Departamento de

216 | José Antonio Seade Kuri


Antioquia, en Colombia, el Dr. Sergio Fajardo. Su plan de desarrollo
“Antioquia la Más Educada” fue premiado como el mejor del país y
redujo notablemente la violencia en la capital, Medellín, que era una
de las ciudades más violentas de Colombia en la época.
• El camino principal para que la investigación científica se traduzca
en una mejor calidad de vida de la población, es a través de la ciencia
aplicada, la tecnología y la innovación. Para esto, algo indispensable
es tender más puentes entre los sectores académico y empresarial, y
para que eso sea realmente exitoso, es necesario tener políticas que
estimulen esa colaboración.

Se debe retomar el apoyo a la investigación científica de calidad en


todas sus líneas. Por ejemplo, es totalmente absurdo querer negar la
importancia y pertinencia de la investigación en biotecnología; o discri-
minar la ciencia básica. A la vez, se debe propiciar la investigación apli-
cada, lo que nos lleve al punto anterior.

Ciencia, educación y desarrollo sostenible | 217


Hacia una Secretaría de Educación Superior,
Ciencia, Tecnología e Innovación

Brenda Valderrama*
José Luis Solleiro Rebolledo**
Jorge Mauricio Flores Moreno***
Crescencio García Segundo****

Las elecciones presidenciales de junio de 2024 nos presentan la opor-


tunidad idónea para reflexionar sobre el futuro de las entidades de
gobierno responsables del fomento y financiamiento de la ciencia,
tecnología e innovación.
México ha demostrado su preocupación histórica porque la inves-
tigación científica en el país se promueva, se estimule, se desarrolle y
se coordine, como lo demuestra la creación de órganos destinados para
esos fines: el Consejo Nacional de la Educación Superior y de la Inves-
tigación Científica en 1935; la Comisión Impulsora y Coordinadora de
la Investigación Científica en 1942; el Instituto Nacional de la Investi-
gación Científica en 1950 y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(conacyt) en 1970.
Un diagnóstico elaborado por el Instituto Nacional de la Investigación
Científica en 1970 concluye con la necesidad de mejorar la organiza-

* Instituto de Biotecnología / Universidad Nacional Autónoma de México.


** Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología / Universidad Nacional Autónoma de
México.
*** Centro de Investigaciones en Óptica.
**** Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología / Universidad Nacional Autónoma de
México.

| 219 |
ción de la investigación científica y tecnológica de forma que se pudiese
elaborar y coordinar una política nacional de ciencia y tecnología.
Para identificar la mejor alternativa, se realizaron análisis y con-
sultas mediante sistemas, ya que permitía interrelacionar a los órganos
que realizan investigaciones, preparan recursos humanos, y a otros que
coordinan, fomentan o prestan apoyos a actividades científicas y tecno-
lógicas. Entre las conclusiones de este estudio se propone integrar al
Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología –y ahora de Innovación–
(sncti) con la participación de:

a. Un órgano gubernamental de alto nivel, encargado de la formulación


de programas indicativos de investigación científica y tecnológica, así
como de la distribución de los recursos adicionales que se destinen a
estas actividades;
b. Las instituciones de educación superior;
c. Los centros que realizan investigaciones básicas o aplicadas; y
d. Los usuarios de la investigación (dependencias gubernamentales,
empresas industriales, agrícolas, comerciales, etc.).

Se esperaba que las funciones principales de la entidad central del


sncti fueran captar y jerarquizar las necesidades nacionales institu-
cionalizando los diferentes comités de consulta, evaluar los medios con
los que el país cuente para llevar a cabo las actividades de investigación
científica y tecnológica y sus aplicaciones, elaborar programas indica-
tivos y proponer la creación de nuevas instituciones o la promoción de
empresas y, formular el programa anual de recursos adicionales.
Se propuso en ese momento crear un organismo descentralizado del
Estado con facultades para asesorarse de representantes, tanto de la
comunidad científica como de entidades gubernamentales, institucio-
nes de educación superior y usuarios de la investigación, que pueda
canalizar fondos adicionales para desarrollar programas y proyectos

220 | Valderrama | Solleiro Rebolledo | Flores Moreno | García Segundo


específicos a instituciones o centros de investigación, que asegure su
imparcialidad en el otorgamiento de recursos para lo cual no deberá
realizar investigaciones, salvo las referidas a la investigación misma, y
fungir como asesor del Ejecutivo Federal para fijar la política nacional
de ciencia y tecnología en todas sus dimensiones.
El conacyt, como organismo descentralizado, ha pasado por dife-
rentes configuraciones en sus cincuenta años de vida: ha estado sec-
torizado a la Secretaría de Educación Pública, a la de Programación y
Presupuesto y a la de Economía. También ha tenido etapas desectori-
zado, es decir, sin ser parte de la estructura de una secretaría por lo que
ha sido necesario que realice sus gestiones directamente.
Entre 2012 y 2018 se crea la Oficina de la Presidencia de la Repú-
blica para Ciencia, Tecnología e Innovación con la finalidad de cerrar la
brecha derivada de la falta de un secretario que represente los intereses
del Consejo. Esta configuración trajo una época de bonanza, alcanzando
en 2015 su máximo histórico de inversión por lo que, por un tiempo,
pensamos que se había encontrado la figura idónea para nuestro sector.
Desafortunadamente la Oficina desaparece en 2018 al mismo tiempo
que el presupuesto del Consejo sufre una contracción tan profunda que
lo regresa a los niveles de funcionamiento que tenía a finales de los
años 90.
Durante este tiempo el conacyt se ha desviado en algunos aspectos
con respecto al diseño original, mientras que en otros lo ha seguido,
fortaleciéndose. El desvío más grave y con consecuencias palpables fue
haber vulnerado “su imparcialidad en el otorgamiento de los recursos,
para lo cual no deberá realizar directamente investigaciones, salvo aque-
llas que se refieran a la investigación misma”, esto por dirigir un sistema
de investigación conformado por los Centros Públicos de Investigación
que deja en desventaja al resto del sistema al competir por los recursos
del Consejo.

Hacia una Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación | 221


La funcionalidad del Consejo se fortaleció gracias a la publicación de
la Ley de Ciencia y Tecnología del 2002 permitiendo la consolidación de
un órgano de consulta y participación desde donde recibiría asesoría
“de representantes, tanto de la comunidad científica como de entidades
gubernamentales, instituciones de educación superior y usuarios de
la investigación” a través de la figura del Foro Consultivo Científico y
Tecnológico que estuvo activo desde entonces hasta 2019.
La misma Ley respetó la recomendación de “canalizar fondos adi-
cionales para el desarrollo de programas y proyectos específicos que
realicen las instituciones o centros de investigación, sin interferir con
los recursos ordinarios de éstas” mediante la constitución de una red
de fondos para la investigación asentados en fideicomisos, y mejoraron
todavía la redacción inicial de 1995 al dotarlos de un mecanismo de
ejercicio multianual.
Los 96 fondos para investigación que se constituyeron a partir de
1995 desaparecieron cuando se modificó la Ley de Ciencia y Tecnología
en la cámara de diputados en noviembre de 2021. Entre las ventajas
que ofrecían estos fondos y de las cuales ya no podemos beneficiarnos,
se encontraba que solamente la mitad de recurso ejercido provenía del
conacyt, con lo que se duplicaba el presupuesto para proyectos, y que
su administración tampoco recaía en el Consejo, con lo que se agilizaban
los procesos.
La Red ProcienciaMx publicó un documento titulado “Estrategia de
política de cti hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de
México: 2024-2031”. Entre sus propuestas está la creación de una Secre-
taría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación asistida
por dos agencias especializadas para fomentar y financiar la investi-
gación y la innovación, respectivamente. Idealmente, esta dependencia
asumiría las funciones de la actual Subsecretaría de Educación Supe-
rior de la sep distribuidas entre las Direcciones Generales de Educación

222 | Valderrama | Solleiro Rebolledo | Flores Moreno | García Segundo


Superior Universitaria, Universidades Tecnológicas y Politécnicas, y de
Educación Superior para Profesionales de la Educación.
La creación de una Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecno-
logía e Innovación debe considerarse seriamente por las siguientes
razones:

1. Sería la garante de un derecho humano establecido en el artículo


3o fracción V de la Constitución dotándolo de la misma relevancia
de otros históricamente atendidos por el gobierno federal como los
derechos a la salud o a la educación.
2. Para convocar otras áreas del gobierno, junto con diputados y sena-
dores, gobernadores y presidentes municipales, y con los sectores
privado y social para fortalecer la gobernanza que requiere el Sistema
Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación
(snescti). Esta convocatoria se deberá realizar bajo los preceptos
constitucionales del Estado Mexicano, en coordinación con las enti-
dades federativas y los municipios.
3. Dado que la actividad científica y tecnológica iene dos fines concu-
rrentes que son el desarrollo social y el desarrollo económico, tener
el rango de Secretaría le permitiría participar de ambos gabinetes y
de esa forma equilibrar mejor el impacto de sus acciones.
4. Consolidaría la mayor parte del presupuesto asignado para el cumpli-
miento del Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación,
dividido históricamente entre la Secretaría de Educación Pública y el
Consejo.

Entre las gestiones realizables dentro de la Secretaría que propo-


nemos se encuentran los apoyos a las Instituciones de Educación Supe-
rior para sus actividades de investigación, las becas en todas sus moda-
lidades, incluyendo al Sistema Nacional de Investigadores, el impulso al
desarrollo de tecnología y el fomento a la innovación, así como las acti-

Hacia una Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación | 223


vidades de comunicación y divulgación de la ciencia, los reservorios de
información y el acceso facilitado a publicaciones científicas, entre otras
acciones centralizables. La Secretaría debiera ser responsable también
de la interlocución con los órganos Directivo y de gobernanza, éste
último bajo la figura de un Comité Nacional de Consulta y Participación.
Las atribuciones que tendría esta Secretaría serían suficientes para
asegurar la gobernabilidad y el desarrollo de un nuevo sector trans-
versal y con multiplicidad de visiones y su reconfiguración tendría un
costo administrativo moderado al integrar en una sola dependencia al
personal y presupuesto con el que cuentan actualmente la Subsecretaría
de Educación Superior de la sep y el Consejo.
En 2024, estas dos áreas recibirán un presupuesto operativo con-
junto superior a 34,233 millones de pesos, pero, desde el Presupuesto
de Egresos de la Federación, la sep recibirá otros 52,858 millones de
pesos para actividades de Ciencia y Tecnología (Tabla 1). Si se asig-
naran completos estos recursos del pef para su ejecución por la nueva
Secretaría, no se generaría sobrecosto, pero se ganaría la funcionalidad
tan necesaria para la activación del sector. Adicionalmente, se ganaría
también en transparencia pues actualmente la sep etiqueta de manera
incorrecta el 64% de los recursos que recibe para este fin, lo que impide
su correcto seguimiento.
La nueva Secretaría tendría también la jerarquía necesaria para
realizar de manera exitosa la vinculación que debe tener una cabeza de
sector con el resto de la Administración Pública Federal, en particular
las Secretarías de Economía, Agricultura, Cultura, Marina, Relaciones
Exteriores, Turismo, Seguridad y Protección Ciudadana, Energía, Salud,
Medio Ambiente e Infraestructura, Comunicaciones y Transportes,
así como la Comisión Federal de Electricidad, la Fiscalía General de la
República, el Instituto Mexicano del Seguro Social y el issste las cuales

224 | Valderrama | Solleiro Rebolledo | Flores Moreno | García Segundo


recibirán más de 55 mil millones de pesos este año en conjunto para
actividades de Ciencia y Tecnología (Tabla 1).
Esta jerarquía será particularmente útil para cuando se lleve a cabo
la elaboración de una nueva Ley General de Ciencia, Tecnología e Inno-
vación que sustituya a la vigente ya que es posible que sea derogada o al
menos modificada sustancialmente en un futuro próximo debido a sus
violaciones a la Constitución.
Contar con agencias asociadas proporcionaría a la Secretaría agilidad
y funcionalidad para el ejercicio de los recursos para proyectos. Estas
agencias podrían constituirse como organismos descentralizados de la
administración pública con autonomía de gestión y patrimonio propio.
Sería muy importante dotarlas de instrumentos para el financiamiento
de proyectos multianuales.
Mientras que una de las agencias podría concentrarse en el finan-
ciamiento de la investigación básica siguiendo el modelo del extinto
fondo sep-Conacyt y de la investigación aplicada y la acumulación de
infraestructura para la atención de problemáticas sectoriales o locales
en concurrencia con otras Secretarías y otros órdenes de gobierno, la
otra encausaría sus recursos a proyectos específicos de investigación
aplicada a procesos o productos comerciales, al desarrollo y madura-
ción de tecnología, así como al estímulo de la innovación, todo esto en
concurrencia con el sector privado.
El reto para las agencias consiste en la necesidad de que operen al
menos a los niveles existentes entre 2012 y 2018, antes de la extinción
de los fondos para investigación, cuando se ejercieron más de 45 mil
millones de pesos en apoyo de alrededor de 10 mil proyectos.
Esta configuración, con ciertas particularidades, existe ya en países
como España, Israel, China, Colombia, Argentina, Nueva Zelanda, Islan-
dia, el Reino Unido y Brasil, entre otros.

Hacia una Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación | 225


Propuesta de asuntos para despacho de la Secretaría
de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación
Elaborar y conducir la política nacional en materia de educación supe-
rior, ciencia, tecnología e innovación; y coordinar los programas de fo-
mento y financiamiento de la investigación, el desarrollo de tecno-
logía y la innovación de la Administración Pública Federal, así como los
agrupamientos por funciones y programas afines que, en su caso, se
determinen.
En lo relativo a la gobernanza del sector
• Conducir, en el ámbito de su competencia, las relaciones del Poder
Ejecutivo con las autoridades de las entidades federativas y de los
municipios, con instituciones especializadas en educación e inves-
tigación, con agrupaciones ciudadanas, organizaciones sociales, cá-
maras y asociaciones de empresarios del sector privado y demás
actores sociales para los temas de educación superior, ciencia, tecno-
logía e innovación.
• Formular, integrar y proponer el Programa Sectorial de Educación
Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, así como coordinar su
ejecución y evaluación, en los términos de las Ley de Planeación y de
otras Leyes aplicables.
• Integrar un Consejo Directivo del más alto nivel político para que
actúe como órgano de toma de decisiones en materia de política
nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación que
estará presidido por la persona titular del Ejecutivo Federal y deberá
convocar a todas las entidades de la Administración Pública Federal
que reciban recursos para el cumplimiento del Programa Sectorial
de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, así como a
los representantes de las entidades federativas, de las Instituciones
de Educación Superior públicas y privadas, de los Centros Públicos
de Investigación, de cámaras empresariales, de las Academias disci-

226 | Valderrama | Solleiro Rebolledo | Flores Moreno | García Segundo


plinares con cobertura nacional y de las Organizaciones Civiles con
actividades en el sector.
• Crear, convocar, gestionar y apoyar el trabajo de Comités de Consulta
y Participación plurales que propongan políticas, emitan recomen-
daciones sobre incentivos y regulaciones, participen en la evalua-
ción de resultados e impactos de políticas y programas, y sirvan de
enlace con los diversos grupos interesados en esta política.
• Acompañar y fortalecer el sistema de Centros Públicos de Investiga-
ción para promover la investigación básica y aplicada y coadyuvar
a la generación de productos tecnológicos y de innovación que pro-
muevan el desarrollo de las diferentes regiones del país.
• Proponer las prioridades, los lineamientos programáticos y los cri-
terios de asignación del gasto para Educación Superior, Ciencia,
Tecnología e Innovación que deberán tomar en cuenta las depen-
dencias y entidades de la Administración Pública Federal en sus
anteproyectos de programas y presupuesto.
• Realizar conjuntamente con la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público la revisión y análisis integral de los anteproyectos de pro-
gramas y presupuesto de las dependencias y entidades de la Admi-
nistración Pública Federal para apoyar la investigación científica y el
desarrollo tecnológico, a fin de asegurar su congruencia global con
las políticas, prioridades, lineamientos programáticos y criterios de
asignación del gasto definidos, con la participación de dichas depen-
dencias y entidades.
• Regir el sistema educativo superior nacional; formular, regular, coor-
dinar y conducir la política de educación superior que competa
al Ejecutivo y contribuir al fortalecimiento de las instituciones de
educación superior públicas.
• Organizar, vigilar y desarrollar en las escuelas oficiales, incorporadas
o reconocidas, la enseñanza superior y profesional.
• Revalidar estudios y títulos de educación superior.

Hacia una Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación | 227


• Vigilar, con auxilio de las asociaciones de profesionistas, el correcto
ejercicio de las profesiones, la revisión del marco nacional de cualifi-
caciones y los ajustes necesarios para que la educación superior del
país se alinee con las tendencias globales y nacionales en materia
de empleo.
• Promover, monitorear y regular el cumplimiento de metas pac-
tadas y desarrolladas que apoyen la formulación e instrumentación
de la política nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e
Innovación.

En lo relativo a la política nacional en Educación Superior, Ciencia,


Tecnología e Innovación:
• Diseñar y aplicar las políticas y programas para hacer efectivo el
derecho del acceso a la ciencia y la tecnología, en términos del
Art. 3o fracción VII de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en coordinación con las autoridades educativas de las
entidades federativas.
• Establecer políticas de largo plazo para la formación de redes de
colaboración, de investigación y de fomento al desarrollo insti-
tucional con énfasis en la cobertura nacional y desarrollo de oportu-
nidades laborales y de estudios profesionales.
• Establecer políticas de asentamiento nacional y repatriación de
científicos y profesionales formados en el extranjero, con apoyo de
inicio de carrera para jóvenes.
• Promover y fomentar criterios de evaluación claros y viables para
del desempeño académico, específicos para área del conocimiento
y perfil laboral, enmarcados en estándares internacionales aplica-
bles al contexto nacional y regulados por un senado nacional o local,
representativo de colegios académicos de área, locales, estatales o
nacionales.

228 | Valderrama | Solleiro Rebolledo | Flores Moreno | García Segundo


• Promover la operación de servicios de información y documentación
científica y tecnológica, en el marco del Sistema Integrado de Infor-
mación Científica y Tecnológica.
• Promover el acceso abierto a los resultados de las investigaciones
realizadas con el apoyo de recursos públicos o que hayan utilizado
infraestructura pública en su realización a través de un Repositorio
Nacional, sin perjuicio de las disposiciones sobre patentes, protec-
ción de la propiedad intelectual o industrial, seguridad nacional
y derechos de autor, entre otros, así como de aquella información
confidencial o reservada por su naturaleza o decisión del autor.
• Sistematizar y mantener actualizada la información de recursos
humanos, materiales y financieros dedicados a la investigación cien-
tífica y tecnológica y desarrollo tecnológico en el país.
• Coordinar las funciones de los Centros Públicos de Investigación
incluyendo la creación, transformación, disolución o extinción de los
mismos con base en criterios de oportunidad de desarrollo, vincula-
ción con necesidades y prioridades, con un sistema de evaluación de
calidad y productividad; debiéndose contar con la opinión del Comité
Nacional de Consulta y Participación.
• Gestionar con las autoridades competentes facilidades para los
procesos administrativos relacionados con la importación de equipo
y componentes de laboratorio relacionados a las actividades de in-
vestigación científica y desarrollo de tecnología, con aranceles prefe-
renciales, para instituciones de educación superior o centros de
investigación tanto del sector público como privado.
• Diseñar e implementar un sistema de incentivos para la investigación
realizada dentro de la Administración Pública Federal considerando
tabuladores alrededor de la figura de servidor público especializado,
donde sus obligaciones, derechos y compromisos éticos queden
claramente definidos y sin ambigüedades.

Hacia una Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación | 229


• Diseñar e implementar políticas que faciliten el retiro, conservando
la cobertura de servicios médicos y asistenciales primarios, para
investigadores y académicos de carrera.
• Establecer mecanismos institucionales y administrativos para la
apertura de oportunidades laborales para jóvenes investigadores y
académicos de carrera a fin de mantener el desarrollo sustentable
y estratégico de la educación profesional y de posgrado en todas las
ramas del conocimiento dentro de todo el territorio nacional.
• Promover y gestionar recursos públicos, privados y sociales a través
de convocatorias específicas para el fomento de la investigación en
todas las áreas del conocimiento y distribuidas de manera estraté-
gica para dar cobertura nacional a las necesidades de formación de
recursos humanos, desarrollo científico y tecnológico, humanidades
y ciencias sociales.
• Promover las publicaciones científicas mexicanas y fomentar la
difusión sistemática de los trabajos de investigadores nacionales y
extranjeros residentes en el país, utilizando los medios adecuados
para ello y publicando avances relevantes de la ciencia y la tecnología
nacionales, sus aplicaciones específicas y los programas y actividades
trascendentes de los centros públicos de investigación.
• Generar esquemas de actualización y renovación de equipos de
laboratorio de uso común, así como de infraestructura dentro de las
Instituciones de Educación Superior y Centros de Investigación
públicos.
• Establecer programas de investigación estratégica de apoyo público
y social orientada a homogeneizar la formación profesional y pre-
sencia de servicios públicos y privados, cuyos objetivos sean a largo
plazo.
• Establecer los instrumentos necesarios para publicitar los pro-
ductos y actividades de investigación generados por las diferentes
instituciones públicas y privadas que conforman el sistema de Educa-

230 | Valderrama | Solleiro Rebolledo | Flores Moreno | García Segundo


ción Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación nacional, para su
apropiación social.
• En coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores y
vinculados a las diferentes Secretarías de Estado, fomentar la ejecu-
ción de programas y proyectos de cooperación científica y tecnoló-
gica internacional.
• Propiciar las bases para la gestión de interlocución técnica, legal y
observación del cumplimiento de acuerdos, reglamentaciones y nor-
matividad de la investigación en todas las ramas del conocimiento,
para efectos de cumplimiento de acuerdos y reglamentaciones inter-
nacionales.
En lo relativo al fomento del desarrollo científico y tecnológico:
• Garantizar la inversión concurrente de recursos públicos y privados
para el desarrollo de actividades de investigación, desarrollo de
tecnología e innovación usando como base el gasto federal en Ciencia
y Tecnología y en Educación Superior.
• Apoyar la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la
innovación, así como la formación y consolidación de grupos de in-
vestigadores en todas las áreas del conocimiento, así como el ramo
de las ingenierías.
• Crear fondos para el fomento de proyectos de investigación y para la
construcción de infraestructura científica y su equipamiento, asegu-
rando que el esquema de financiamiento sea el apropiado para el
apoyo de proyectos multianuales.
• Fomentar la ejecución de proyectos de investigación e infraestruc-
tura científica de alto impacto que promuevan el desarrollo de las
diferentes regiones del país.
• Patrocinar y fomentar la realización de congresos, asambleas y
reuniones, eventos, competencias y concursos de carácter científico,
técnico, educativo y de política científica y desarrollo profesional.

Hacia una Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación | 231


• Apoyar a los estudiantes de educación superior de nacionalidad
mexicana para que puedan realizar su investigación o completar su
formación académica en otras entidades dentro del territorio nacio-
nal o en el extranjero.
• Diseñar, organizar y operar programas de apoyo y un sistema nacional
de estímulos e incentivos para la formación y consolidación de inves-
tigadores en cualquiera de sus ramas y especialidades, y promover el
establecimiento y difusión de nuevos premios y estímulos.
• Fortalecer el sistema de Centros Públicos de Investigación para ge-
nerar investigación básica y aplicada de vanguardia, en colaboración
con Universidades Públicas y Privadas que realicen actividades de
investigación.
En lo relativo a la promoción y fomento de la Educación Superior:
• Promover la creación de institutos de investigación científica y téc-
nica y el establecimiento de laboratorios, observatorios, planetarios
y demás centros tecnológicos que requiera el desarrollo de la educa-
ción superior; así como apoyar la investigación científica y tecnoló-
gica en las Instituciones de Educación Superior públicas.
• Promover e incentivar la creación de carreras de nivel técnico pro-
fesionalizante, licenciatura y posgrado para la atención de las
necesidades regionales y fomento de áreas estratégicas que den sus-
tento al sector educativo, de investigación científica y de desarrollo
tecnológico, humanístico y social, así como de divulgación de la
ciencia.
• Formular y financiar programas de becas y en general de apoyo a
la formación de recursos humanos, en sus diversas modalidades,
y concederlas directamente, así como integrar la información de
los programas de becas que ofrezcan para postgrado otras institu-
ciones públicas nacionales o los organismos internacionales y
gobiernos extranjeros, a fin de optimizar los recursos en esta materia

232 | Valderrama | Solleiro Rebolledo | Flores Moreno | García Segundo


y establecer esquemas de coordinación eficientes, en los términos de
las convocatorias correspondientes.
• Fomentar programas de formación y capacitación constante de
recursos humanos de alto nivel y de intercambio de profesores, inves-
tigadores, técnicos y administradores, en coordinación con depen-
dencias, entidades, instituciones académicas o empresas, tanto nacio-
nales como extranjeras.
• Promover la formación de profesionales en todas las áreas del
conocimiento en el sector industrial internacional, seguido de repa-
triación para renovar, actualizar y consolidar el sector de desarrollo
científico, tecnológico e industrial.

En lo relativo a la vinculación con el sector privado:


• Crear los instrumentos necesarios para promover la innovación y el
desarrollo tecnológico, y fortalecer las capacidades tecnológicas de la
planta productiva nacional, junto con el sector privado.
• Promover la creación de agendas de prioridades sectoriales de cada
secretaría de Estado, a fin de establecer un mapa de necesidades
estratégicas de recursos humanos, científicos, tecnológicos, huma-
nísticos y sociales, con enfoques regionales y nacional.
• Definir junto con las Secretarías de Economía y Hacienda y Crédito
Público políticas, instrumentos y medidas, incluyendo estímulos
fiscales y financieros, facilidades administrativas, de comercio exte-
rior y regímenes de propiedad intelectual en apoyo de las actividades
de investigación y desarrollo experimental realizadas por el sector
privado.
• Promover la elaboración de indicadores estratégicos que den pie
al sustento racional de iniciativas correspondientes para crear
acciones de cooperación científica y tecnológica entre las diversas
instituciones del estado, el sector educativo profesional y posgrado,

Hacia una Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación | 233


así como instancias del sector privado que incentiven el desarrollo
regional de manera estratégica.
• Propiciar la gestión y realización de estudios prospectivos para iden-
tificar las necesidades nacionales en ciencia y tecnología, estudiar los
problemas que la afecten y sus relaciones con la actividad general del
país.
• Promover la participación de la comunidad científica y de los sectores
público, social y privado en el desarrollo de programas y proyectos
de fomento a la investigación científica y tecnológica y al desarrollo
tecnológico.
• Apoyar la generación, difusión y aplicación de conocimientos cientí-
ficos y tecnológicos hacia el sector público y privado, dentro y fuera
del país.
• Sentar las bases para fomentar la gestión de la labor académica y
de investigación con horizonte internacional. Con objetivo de largo
plazo, lograr consolidar el sector de Innovación y Desarrollo capaz de
competir a nivel internacional.

En conclusión, contar con una instancia del más alto nivel dentro del
Gobierno Federal dotaría al Sistema Nacional de Educación Superior,
Ciencia, Tecnología e Innovación de las facultades y presupuesto nece-
sario para el fortalecimiento del sector.

Bibliografía
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Pública (2020). https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5600-
454&fecha=15/09/2020#gsc.tab=0
Diario Oficial de la Federación. Presupuesto de Egresos de la Federación para el
Ejercicio Fiscal 2024 (2023a). https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?-
codigo=5709507&fecha=25/11/2023#gsc.tab=0

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Diario Oficial de la Federación. Estatuto Orgánico del Consejo Nacional de
Humanidades, Ciencias y Tecnologías (2023b). https://www.dof.gob.mx/
nota_detalle.php?codigo=5693992&fecha=30/06/2023#gsc.tab=0
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Ciencia y Tecnología (1970). https://www.siicyt.gob.mx/index.php/norma-
tividad/nacional/programa-especial-de-ciencia-tecnologia-e-innovacion-
peciti/1970-politica-nacional-y-programas-en-ciencia-y-tecnologia/
606-politica-nacional-programa-en-cyt-1970-1/file
Jímenez de Sandi Valle, A. G. (2022). Orígenes y desempeño del Conacyt en el
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Secretaría de Educación Pública. Organigrama de la Subsecretaría de Educación
Superior de la SEP. https://www.gob.mx/sep/acciones-y-programas/orga-
nigrama-de-la-secretaria-de-educacion-publica?state=published

Hacia una Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación | 235


Tabla 1. Presupuesto de Egresos de la Federación 2024. Desglose por ramo administrativo

236 |
Presupuesto Presupuesto asignado % del ppto PECITI
Presupuesto de Egresos de la Federación 2024. Registros Presupuesto % asignado a
función CTI para el cumplimiento asignado a la función
Desglose por ramo administrativo función CTI total (mdp) función CTI
(mdp) del PECITI (mdp) CTI

Agricultura y Desarrollo Rural 205 1.871 74.110 2,5% 6.141,62 30,5%

Economía 27 176 3.960 4,4% 1.931,37 9,1%

Educación Pública 437 19.064 439.018 4,3% 52.858,71 36,1%

Energía 86 932 167.736 0,6% 30.422,42 3,1%

Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación 2927 33.085 33.171 99,7% 38.178,39 86,7%

Infraestructura, Comunicaciones y Transportes 155 228 85.688 0,3% 229,36 99,6%


Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
918 109 475.829 0,0% 109,34 100,0%
Trabajadores del Estado
Instituto Mexicano del Seguro Social 347 877 1.345.951 0,1% 877,14 100,0%

Medio Ambiente y Recursos Naturales 131 424 70.245 0,6% 630,48 67,2%

Provisiones Salariales y Económicas 1 1.806 176.856 1,0% 1.805,53 100,0%

Salud 785 2.799 96.990 2,9% 11.861,00 23,6%

Seguridad y Protección Ciudadana 81,38 0,0%

Comisión Federal de Electricidad 2.492,43 0,0%

Fiscalía General de la República 141,01 0,0%

Cultura 189,98 0,0%

Valderrama | Solleiro Rebolledo | Flores Moreno | García Segundo


Marina 14,70 0,0%

Relaciones Exteriores 5,30 0,0%

Turismo 18,60 0,0%

Total 6.019 61.372 2.969.554 2,1% 147.988,78 41,5%

Relativo al total del PEF 9.066.045,80 0,7%


Propuestas y reflexiones sobre el futuro de la política de ciencia,
tecnología e innovación en México

se terminó de imprimir en febrero de 2024


en Trauco Editorial
Prolongación Colón 155, int. 115. Tossá
Tlaquepaque, Jalisco, México.
Tiraje: 500 ejemplares.

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