UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
COMISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN SOCIAL
TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN I
Los Modelos Comunicacionales: La Teoría de la Aguja Hipodérmica y el
Modelo de Harold Lasswell
Profesor: Autor:
Carlos Colina Jesús Lovera C.I: 18.754.418
Caracas, Noviembre 2014
Introducción
Sin lugar a dudas, los modelos de la comunicación forman parte de un
esquema teórico del proceso de la comunicación que nace con el propósito de
facilitar su estudio y comprensión. Así como también, pretenden hacer visibles
procesos comunicacionales que muchas veces se dan por supuesto y
naturalizados. Para Castaño (S/F) crítico de la comunicación y profesor adscrito a
la Universidad Nacional de Colombia, la comunicación en virtud de ser un proceso
universal, “ha sido estudiada por todas las ciencias sociales. De ahí que se
encuentren diversos modelos de comunicación, cada uno imbuido de los
conceptos y características de las diferentes ciencias que los crearon”. En
consecuencia, se debe percibir que cada modelo comunicacional existente hace
referencia a un plano de la realidad, contando con elementos determinados que
explica un área en especifico. Es por ello, que surgen y se pueden explicar
modelos de la comunicación como los discurridos por Lasswell, Shannon, Weaver
entre muchos otros.
En referencia a esto, a continuación, se presenta una breve sinopsis sobre
dos modelos comunicacionales existentes, específicamente se tratará la Teoría de
la Aguja Hipodérmica y el modelo de Harold Lasswell. En primera instancia se
realizará un paseo teórico sobre la noción de la sociedad de las masas, esto con
el objetivo de interpretar algunas ideas que podrán de manifiesto los antecedentes
de la teoría hipodérmica, los cuales muestran el punto de origen de la misma, así
como su evolución semántica y características. Simultáneamente, se tratarán
algunas desventajas y aportes que esta teoría generó con su nacimiento.
Conjuntamente, se pasará a explicar el modelo comunicacional de Harold
Lasswell, partiendo del mismo como un método que surge de los análisis
efectuados a las técnicas de propaganda de la guerra mundial, al igual que es
concebido como un acto comunicativo que se lleva a cabo de forma unidireccional.
Se conocerán algunas de sus características, propósitos y finalmente se concluirá
con una breve crítica a los aportes efectuados por este modelo.
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La Noción de Sociedad de Masas
Si bien se hace referencia en su nombre, se podría inferir que la “sociedad
de masas” no es más que un conjunto de personas aglomeradas que comparten
una serie de características entre sí, es decir, un cumulo de personas indefinidas
en un contexto determinado. Este breve concepto podría interpretarse al leer a
simple vista este tópico. Lo cierto está en que no es así, sociedad de masas no es
específicamente un cumulo de personas, o un número impreciso de personas, su
noción va más allá de eso, se trata más bien de un concepto que empezó a
utilizarse en Europa con la llegada de la Revolución Industrial debido a las
aglomeraciones y revoluciones de los trabajadores contra las fabricas y la
explotación laboral.
Para Ortega y Gasset (2004) este es un término “ambivalente que
dependiendo de la situación, hay que darle una distinta definición para precisar su
aceptación y correcto uso” (Pág. 237). En este caso y refiriéndonos al ámbito
comunicacional, la sociedad de masas se trata de una relación existente entre los
individuos y el orden social, una representación general utilizada en el siglo XX
para designar a una población que carecía se ciertos lazos sociales, una sociedad
separada a causa de la industrialización y la secularización, una sociedad que
llegó a ser denominada hasta con un cierto aislamiento psicológico, una sociedad
con patrones distintivos de organización social.
Según estos críticos anteriormente mencionados, esta noción tiene su
punto de origen en el surgimiento de radicales cambios en el contexto poblacional,
como el aumento de la diferencia social entre los individuos, la burocratización de
los servicios a la comunidad, la erosión de los controles sociales, como la
influencia de las normas tradicionales y los valores, así como también el
incremento de conductas desviadas, entre algunos otros.
Siguiendo este mismo orden de ideas, Ramírez (2012) plantea que con el
surgimiento de la sociedad de masas, se despierta el interés de estudiar en los
medios, la idea de controlar y manejar a la sociedad, a través de entes o medios
de gran poder. Esto surge de la postura de que el “ser aislado y despersonalizado
estaba a merced de aquellos de quienes podían controlar a los medios” (Pág. 8).
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En consecuencia, a partir de esta premisa se comienza a distinguir el enorme
poder que los medios de comunicación pueden ejercer sobre individuos
determinados, es allí, donde surgen estudios que posteriormente derivarán en
teorías de la comunicación.
La Teoría de la aguja Hipodérmica
Para críticos como Nieves (2006) esta teoría tiene como punto de partida
los sucesos acaecidos durante la primera guerra mundial, pues durante este
periodo de tiempo, la propaganda sirvió como medio de comunicación para
manipular y controlar a la sociedad. Según este autor, la propaganda promulgada
permite “conseguir la adhesión de los ciudadanos a unos planes políticos
determinados sin recurrir a la violencia, sino mediante la manipulación” (Pág. 24)
poniendo de manifiesto que la comunicación en términos propagandísticos, es una
forma eficaz de mediación e intervención en un contexto determinado.
A pesar de ser una teoría bastante discutida y estudiada por algunos
expertos, su punto de origen es inexacto, sin embargo, se tiene conocimiento de la
misma a partir del año 1927, cuando el pionero en comunicación Harold Lasswell,
expresa por primera vez este término en su publicación “Técnicas de propaganda
en la guerra mundial", sirviendo este como plataforma para concebir nuevas
investigaciones en el área. Conjuntamente, esta teoría parte de estudios
relacionados con la sociología y psicología, además, la noción de sociedad de
masas, también aporta criterios para difundir esta concepción.
En torno a esto, se puede esgrimir que hablar de la teoría de la aguja
hipodérmica no es más que hacer referencia a una teoría que surge con base en
la necesidad de estudiar los efectos de la propaganda durante los años 1920 y
1930, esta consiste en explicar el “poder” de persuasión que tienen los medios de
comunicación sobre sus públicos a través de la propaganda, es decir, como un
mensaje emitido llega a un receptor y es capaz de “penetrar” en el mismo trayendo
como resultado una respuesta en consecuencia.
Es una teoría que se basa en una visión conductista, pues a través de un
estimulo, se pretende generar una respuesta. En ella el consumidor es concebido
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como un objeto aislado física y formalmente del resto de los individuos que
conforman la sociedad de masa. Su nombre, Aguja Hipodérmica, no es más que
una similitud que se establece entre, la función de esta teoría y el oficio de una
“inyección”, pues ambos entes “penetran” la piel de un individuo, produciendo así
un resultado.
Algunos críticos consideran que esta teoría no está bien sustentada, pues el
mensaje no se “inyecta” directamente en los individuos, ya que existen factores
sociales, así como económicos, académicos, psicológicos, entre muchos otros,
que genera que la reacción a ese estimulo no sea inmediata, generando así que el
mensaje no llegue por completo. No obstante, no cabe duda que, a pesar de ser
una teoría muy sencilla, abrió la brecha a futuras investigaciones en el área de la
comunicación.
El Modelo de Harold Lasswell
Luego del surgimiento de la teoría anteriormente expuesta, Harold Lasswell
prosigue con una serie de investigaciones en el área de la comunicación y publíca
para el año 1948 “Estructura y Función de la Comunicación de Masas”, texto en el
que es posible apreciar la presencia de concepciones conductistas que pretenden
explicar el comportamiento de las masas como la respuesta ante distintos
estímulos.
Este modelo, considerado prácticamente descriptivo, funda su premisa en
discurrir que una comunicación se define correctamente si se responde a las
siguientes interrogantes:
En donde cada una de estas interrogantes, corresponde a un elemento de
la comunicación:
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Este modelo centra su estudio en el trayecto que recorre un mensaje desde
el emisor hasta el receptor y en la respuesta de éste al mensaje por el estímulo.
En torno a esto, la comunicación es considerada como un proceso de transmisión
lineal de un mensaje que parte del emisor hacia el receptor a través de un canal
apropiado y con el código correspondientemente compartido por ambos agentes,
es decir, “plantea un acto de comunicación conductista, un proceso asimétrico que
parte de un emisor activo que produce un estímulo y llega a una masa pasiva de
destinatarios que es “atacada” por el estímulo y reacciona en consecuencia”,
según Mora (2013).
Cabe destacar, que a cada elemento le corresponde un tipo de
investigación, el cual permitirá indagar el propósito o análisis con el que se
establece el mensaje:
Por otro lado, algunas de las carencias que se destacan con esta teoría se
vinculan en el que los papeles del comunicador y del destinatario son aislados,
pues no mantienen ninguna relación. Pese a esto, no cabe duda que la teoría de
Lasswell considera que cuando se pretende llegar con un mensaje a una gran
cantidad de personas, se debe tener muy claro quién va a codificar ese mensaje,
cuáles son sus intenciones, esto es el principal propósito de las interrogantes por
qué y el para qué.
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Bibliografías Consultadas
Armand, M. y Michelele, M. (1997). Historia de las Teorías de la
Comunicación. Editorial: Paidos. Barcelona, España.
González, A. (S/F). Teoría general de la información. Editorial: Cátedra.
Nieves Cruz, F. (2006). Conceptos y claves para la comunicación. Artículo
de opinión. Publicaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Distrito Federal. México.
Ortega y Gasset, J. (2004). Obras completas. Vol. I. Ediciones. Taurus.
Fundación José Ortega y Gasset. Madrid. España.
Pasquali, A. (1980). Comunicación y cultura de masas. Editorial: Monteavila
Editores. Caracas, Venezuela.
Wolf, M. (1991). La Investigación de la comunicación de masas. Editorial:
Paidos. Barcelona, España.
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Fuentes Electrónicas en Líneas
Álvarez, J. (2012). La Cultura y sociedad de masas. Presentación en línea.
Disponible en: http://es.slideshare.net/Imaginauta/sociedad-demasasunidad1
[Consulta: Noviembre 8, 2014]
Castaño, G. (S/F). Modelos de la Comunicación. Articulo en línea.
Disponible en:
http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/sedes/manizales/4010014/Contenidos/Capitu
lo3/Pages/3.8/38Modelos_comunicacion.htm [Consulta: Noviembre 8, 2014]
Mora, D. (2013). Teorías de la Comunicación: el modelo comunicativo de
Harold Lasswell. Articulo en línea. Disponible en:
http://loquemepidiomiprofesora.blogspot.com/2013/03/modelo-de-comunicacion-
de-harold-laswell.html [Consulta: Noviembre 8, 2014]