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Ud6 Psicologia Aprendizaje

Este documento trata sobre el condicionamiento operante y el control de la conducta por el estímulo. Explica los procesos de generalización y discriminación del estímulo, y los factores que afectan al control por el estímulo. También describe las aplicaciones terapéuticas del condicionamiento operante como moldeamiento, reforzamiento diferencial y extinción.
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Este documento trata sobre el condicionamiento operante y el control de la conducta por el estímulo. Explica los procesos de generalización y discriminación del estímulo, y los factores que afectan al control por el estímulo. También describe las aplicaciones terapéuticas del condicionamiento operante como moldeamiento, reforzamiento diferencial y extinción.
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Grado en Psicología

Psicología del Aprendizaje

Unidad didáctica 6. Condicionamiento operante (III): control de la conducta


por el estímulo. Aplicaciones terapéuticas
UD 6. Condicionamiento operante (III): control de la conducta por el estímulo. Aplicaciones
terapéuticas ................................................................................................................... 3

6.1. Control por el estímulo............................................................................................ 4

6.1.1. Dos polos: generalización y discriminación ........................................................... 5

6.1.2. Generalización del estímulo ................................................................................ 6

6.1.3. Discriminación del estímulo ................................................................................ 8

Entrenamientos de discriminación simultánea y discriminación sucesiva ......................... 8

Reforzamiento diferencial ....................................................................................... 10

Discriminación condicional ...................................................................................... 10

6.2. Factores que afectan al control por el estímulo......................................................... 12

6.2.1. Capacidad sensorial......................................................................................... 12

6.2.2. Saliencia del estímulo ...................................................................................... 13

6.2.3. Discriminabilidad ............................................................................................ 13

6.2.4. Facilitación por experiencia previa en discriminación ........................................... 14

6.2.5. El tipo de entrenamiento discriminativo ............................................................. 15

6.3. Aplicaciones terapéuticas del condicionamiento operante .......................................... 15

6.3.1. Moldeamiento y desvanecimiento para adquirir nuevas conductas ......................... 15

6.3.2. Encadenamiento y economía de fichas para adquirir nuevas conductas .................. 17

6.3.3. Reforzamientos diferenciales de tasas bajas y de otras conductas para reducir


conductas ............................................................................................................... 18

6.3.4. Reforzamiento diferencial de conducta incompatible para reducir conductas (RDI) .. 19

6.3.5. Sobrecorrección como técnica de castigo ........................................................... 20

6.3.6. Coste de respuesta y tiempo fuera como técnicas de castigo ................................ 21

6.3.7. Extinción y saciedad como técnicas de castigo .................................................... 22

Resumen ...................................................................................................................... 24

Mapa de contenidos ....................................................................................................... 26

Recursos bibliográficos ................................................................................................... 27

2
UD 6. Condicionamiento operante (III): control de la conducta
por el estímulo. Aplicaciones terapéuticas

Comenzamos la última unidad de la asignatura, que será también la última que dedicaremos al
estudio del condicionamiento operante.

Como hemos visto en anteriores unidades, podemos abordar multitud de situaciones desde el
paradigma del condicionamiento operante, y, siguiendo el principio de parsimonia, no será
necesario atender a otros constructos o inferencias para explicar la conducta.

Con frecuencia, lo que está ocurriendo se debe a la historia previa de aprendizaje y de


reforzamientos. No necesitamos recurrir ni al inconsciente ni al constructo de mente ni a las
conexiones neuronales para explicar lo que está pasando.

Lo que vemos, que al final es conducta, no se debe a complicadas interpretaciones mentales,


es una respuesta que ha sido reforzada o castigada en el pasado y que, por las consecuencias
que siguieron a su emisión, queda bajo el control del estímulo.

El análisis funcional, derivado de manera directa de los estudios experimentales de


condicionamiento operante, no solo nos permite analizar y explicar lo que está pasando, sino
que nos dota de la capacidad de predecir qué pasará y nos proporciona herramientas para
modificar aquellos comportamientos que resulten no adaptativos para la vida de una persona.

En esta unidad, veremos dos procesos fundamentales en el condicionamiento operante:


estudiaremos los factores principales que afectan al control por el estímulo y abordaremos
las aplicaciones terapéuticas más usuales en las terapias de modificación de conducta.

Durante esta unidad, intentaremos dar respuestas a cuestiones tales como las siguientes:

• ¿En qué consiste el proceso de aprendizaje de generalización?


• ¿Qué es la discriminación del estímulo?
• ¿Qué condicionantes pueden influir en el control de la conducta por el estímulo?
• ¿Qué otros procedimientos de condicionamiento pueden modificar conductas?
• ¿Cuáles son las aplicaciones terapéuticas del condicionamiento operante?

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6.1. Control por el estímulo

En el contexto de la psicología del aprendizaje se designan como control de la conducta por el


estímulo aquellos eventos anteriores a una conducta específica que se pueden considerar
causa de esta. Estos eventos previos (un sonido, una luz o, incluso, una conducta propia o ajena)
ejercen como estímulos de control.

Este control por el estímulo es fundamental para la adaptación del organismo al ambiente, ya
que las consecuencias de una misma conducta serán diferentes dependiendo de las señales
del contexto y circunstancias donde se dé. Esta respuesta dependiente de las condiciones
estimulares se ha planteado a nivel empírico como un continuo entre dos polos de capacidades
enfrentadas, pero complementarias: generalización y discriminación.

Recuerda

Un estímulo es cualquier evento cuya presencia produzca algún tipo de reacción en el


organismo y se define en función del rol que ejerce en relación con otros eventos.

Los estímulos en el ambiente presentan diferentes y múltiples propiedades o características,


a pesar de poder ser percibidos como estímulos unitarios. Es posible que un organismo
perciba como estímulos diferentes eventos que presentan características en común, y también
que catalogue como un mismo estímulo eventos que tengan pequeñas divergencias en sus
características. Esto es porque en el ambiente natural no existirán estímulos exactamente iguales
ni completamente diferentes (compartiendo o diferenciándose en varias características).

4
6.1.1. Dos polos: generalización y discriminación

Cuando un estímulo adquiere control sobre la conducta (Skinner, 1953), también las
características que lo configuran pueden ejercer cierto grado de control por sí mismas. De
esta forma, otro estímulo nuevo que comparta características con el estímulo con el que ya
se ha tenido experiencia podrá ejercer cierto control sobre la misma conducta que el estímulo
conocido, pese a que nunca se haya tenido una experiencia de aprendizaje previa con él. Por
el contrario, en otras ocasiones, cuando se presenten dos estímulos con características
similares, ante una pequeña diferencia el organismo dará una respuesta distinta, ya que se
ha aprendido previamente que esa característica diferente implica consecuencias muy
diferentes.

El primer proceso hace referencia a la capacidad de generalización del organismo y mecanismo


innato de adaptación, que no implica esfuerzo adicional, mientras que el segundo proceso
identifica la capacidad de discriminación, que necesariamente requiere experiencia y
entrenamiento.

A nivel esencial se puede hablar de control por el estímulo tanto desde un paradigma de
condicionamiento clásico pavloviano como desde el condicionamiento operante. Sin
embargo, a nivel práctico se identifica mucha mayor complejidad en el segundo respecto al
primero. En el condicionamiento clásico, tanto el EI como el EC ejercen de control de la
conducta de las RI y RC, planteándose como respuestas automáticas elicitadas por su
presencia, y siendo estas fáciles de predecir por estas contingencias estimulares. Por otro lado,
en el condicionamiento operante la emisión de una conducta no se dispara de forma
automática solo por un estímulo antecedente y existen diversos factores que pueden afectar a
la probabilidad de emisión (la predicción se vuelve probabilística), y, como mínimo, harán falta
tres elementos: respuesta operante (R), estímulo reforzador o consecuencia (Er) y estímulo
discriminante (Ed), que señala cuándo va a existir esa contingencia R-Er (Tarpy, 2000).

Aunque en los siguientes epígrafes se extenderá la explicación de las capacidades de


generalización y discriminación, a continuación, se enunciarán los tres principales aspectos
para tener en cuenta en el contraste de estos mecanismos de la dicotomía del control del
estímulo.

Según los recoge Pérez-Fernández (2015):

1. Generalización y discriminación son extremos de un mismo continuo (ver Figura 1). Un


alto grado de generalización implica un bajo grado de discriminación, y viceversa. En ese
sentido también se establece que existe mayor control por el estímulo cuando la
discriminación es alta (mayor número de respuesta diferenciales), y se estima un control
bajo cuando la generalización es alta.
2. Ninguna de las dos capacidades es más adaptativa per se, sino que va a depender del
tipo de exigencias que tenga el ambiente. Diferenciar veinte tonalidades de blanco no tiene
función adaptativa en el Sáhara, pero sí en el Polo Norte. Aunque es cierto que, de forma
general, una mayor capacidad de discriminación es un ajuste más fino al ambiente.

5
3. Tanto generalización como discriminación se pueden producir con todos los estímulos
que ejerzan control sobre la conducta. De forma que, aunque suene paradójico, se
pueden generalizar también estímulos discriminativos, generando que otros
estímulos similares al discriminativo puedan ser interpretados por el organismo como el
mismo, de cara a señalar una contingencia respuesta-consecuencia.

Figura 1. Naturaleza gradual del continuo discriminación-generalización.

6.1.2. Generalización del estímulo

Tanto en el condicionamiento clásico como en el operante, determinados estímulos tienen la


capacidad de provocar o inhibir una respuesta, se dice entonces que esa respuesta está bajo
el control de dicho estímulo.

Nota

La generalización es un proceso de aprendizaje de máxima importancia para desarrollar


una capacidad de adaptación al entorno eficaz y económica, dado que sería prácticamente
imposible que un organismo aprendiera en un entorno complejo cómo responder
adecuadamente a todos y cada uno de los incontables estímulos particulares de su
ambiente.

Puede ocurrir que otros estímulos similares tengan esa misma capacidad de provocar o inhibir
esa misma respuesta. Se dice, entonces, que el condicionamiento al estímulo se ha
generalizado a estos estímulos nuevos (Domjan, 2016).

La generalización de estímulos puede definirse como el proceso mediante el cual los individuos
ejecutan una respuesta aprendida en respuesta a un estímulo nuevo, pero similar, ya sea
EC o Ed, en función de si hablamos de condicionamiento clásico u operante (ver Figura 2).

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Figura 2. Varios estímulos similares provocan la misma respuesta. Fuente: Domjan,2016 (adaptación).

Viaja

Perteneciente a una campaña europea para la prevención de los abusos sexuales y el maltrato
infantil, la regla de Kiko es sencilla: los niños no deberían permitir que otros niños o adultos
toquen partes de su cuerpo que suelen ir cubiertas por su ropa interior y no deberían tocar a
otros niños y/o adultos en esas zonas.

La generalización aporta la base para aprender a responder adaptativamente a estímulos


semejantes, aunque no se haya tenido interacción con ellos previamente. De esta manera,
si un organismo aprende a emitir una conducta ante un estímulo concreto y resulta eficaz en su
interacción con el entorno, esa misma conducta aumentará la probabilidad de ser emitida ante
estímulos semejantes.

Por otro lado, la generalización excesiva puede llegar a resultar no adaptativa.

Ejemplo:

Cuando un niño adquiere confianza para estar con personas que no son sus padres, puede
ocurrir que lo generalice a cualquier adulto que pasa por la calle. Es entonces cuando se
pone en activo la capacidad de discriminación, proceso que veremos a continuación y que
consiste en limitar dicha generalización, ajustando el comportamiento en función de
variaciones estimulares concretas (con el profesor puedo irme, con adultos que no
conozco no puedo, etc.).

7
6.1.3. Discriminación del estímulo

A, B, C…

• Generalización: el individuo responde de la misma manera ante estímulos


similares.
• Discriminación: el individuo responde de manera diferente ante estímulos
similares.

El proceso de discriminación consiste en inducir al individuo a responder de manera


diferente en función de la presencia de ciertos estímulos mediante la administración
diferencial de refuerzos (Tarpy, 2000). Bajo esta condición se dice que la conducta está bajo
control del estímulo.

En una situación prototípica, se presentan dos tipos de estímulos discriminativos (Ed y EΔ,
también designados frecuentemente como Ed+ y Ed−):

• El Ed sirve de señal al individuo sobre el hecho de que al emitir una respuesta operante
recibirá sistemáticamente un determinado reforzador.
• El EΔ indica que, ante su presencia, la emisión de la misma respuesta no irá seguida de
ningún refuerzo, irá seguida de menor refuerzo o, incluso, de castigo.

En relación con los estímulos discriminativos es necesario destacar una serie de cuestiones:

• No son exclusivos, por lo que un mismo estímulo discriminativo puede servir para
modificar la probabilidad de emisión de diferentes respuestas.
• Un estímulo discriminativo solo modifica la probabilidad de las respuestas operantes
si mantiene una relación de contingencia con su consecuencia.
• El estímulo discriminativo no solo se debe interpretar como la presencia de una
consecuencia reforzante o aversiva a la respuesta, sino que indica el nivel de probabilidad
de las consecuencias tras la conducta (incluso de la ausencia de ella).
• Para que se haya condicionado el control discriminativo positivo de Ed necesariamente
han tenido que condicionarse uno o varios EΔ.
• Un estímulo discriminativo puede extinguirse de la misma forma que un EC, cuando la
respuesta operante deja de tener contingencia con la consecuencia.

Entrenamientos de discriminación simultánea y discriminación sucesiva


Podemos encontrar varias situaciones de discriminación del estímulo:

Entrenamiento de discriminación simultánea

Se presentan al individuo el Ed y el EΔ al mismo tiempo. El individuo debe aprender a


discriminar entre ambos estímulos a la vez.

8
Ejemplo:

En una cámara experimental, una paloma puede picar en dos teclas diferentes. Cuando pica
la tecla verde aparece un grano de pienso, mientras que cuando pica la tecla roja no ocurre
nada (el denominado entrenamiento go-no go).

En la vida cotidiana, si pretendemos hacer un viaje largo sin pasar por ningún peaje, es
posible que tengamos que hacer varias discriminaciones simultáneas de dos carteles
presentados a la vez en la carretera con el nombre de la misma ciudad, uno acompañado
con el símbolo del peaje y otro sin él (ver Figura 3).

Figura 3. Discriminación del símbolo de peaje.

Entrenamiento de discriminación sucesiva

Ambos estímulos (Ed y EΔ) se presentan en ensayos diferentes. El individuo debe aprender
que, ante el Ed, la emisión de la conducta será reforzada, mientras que la emisión de la misma
respuesta ante el EΔ no será reforzada.

Ejemplos:

En una cámara experimental, una paloma puede picar una tecla verde que será seguida de
un grano de pienso. En el siguiente ensayo esa misma tecla estará encendida de color
rojo y, si pica sobre ella, no ocurrirá nada.

Por otro lado, una situación prototípica de rabietas en un niño (ver Figura 4), como la que
vimos en la unidad anterior, corresponde a un entrenamiento de discriminación sucesiva.
Ante los padres, la rabieta es reforzada, mientras que en la escuela no tiene
consecuencias positivas, por lo que ha aprendido a emitir esa conducta de forma selectiva.

Figura 4. Entrenamiento en discriminación de la conducta de rabieta de los niños.

9
Reforzamiento diferencial
El reforzamiento diferencial consiste en establecer dos sistemas de reforzamiento ante dos
estímulos diferentes, de tal manera que ante un Ed1 se obtiene un Er1 por la emisión de la
respuesta R1 y ante el Ed2 se obtiene el Er2 si emite la respuesta R2 (Pérez-Fernández, 2015).

El objetivo del reforzamiento diferencial es producir un incremento en la tasa de respuesta


R1 ante el Ed1, acompañado de una disminución de la respuesta R1 ante el Ed2 o de la
emisión de otra respuesta alternativa (R2) ante el Ed2. Cuanto mayor sea la diferencia entre
Ed1 y Ed2, mayor será la discriminación lograda y más fácil y rápido será el aprendizaje

Ejemplo:

En una cámara experimental, cuando suena un tono (Ed1), si una rata pulsa una palanca
situada a la izquierda (R1), obtiene una bolita de pellet (Er1). Por otra parte, cuando
suena un ruido blanco (Ed2), si pulsa una palanca situada a la derecha (R2), tiene acceso
durante unos segundos a una solución con sacarosa (Er2). La conducta no tendrá ninguna
consecuencia si ante el tono pulsa la tecla derecha o si ante el ruido blanco pulsa la tecla
izquierda.

Por otro lado, el reforzamiento diferencial es usual en la escuela. No se refuerzan de la


misma manera las mismas conductas en el recreo (Ed1) que dentro del aula (Ed2). Si un
niño en clase está sentado en silencio, elogiaremos su buen comportamiento, pero si le
vemos en esta misma actitud durante el recreo, le animaremos a que juegue con sus
compañeros (ver Figura 5).

Figura 5. Reforzamiento diferencial de los niños en clase y en el patio de la escuela.

Discriminación condicional
Aunque, como hemos visto en el estudio experimental de la discriminación, se establecen
situaciones simples donde se disponen los estímulos discriminativos de manera invariante y
unívoca a las relaciones R-Er, en la realidad cotidiana esa función discriminante está
habitualmente determinada por la presencia de otros estímulos.

10
Se establecerá un fenómeno de discriminación condicional cuando en un control del estímulo
operante el rol y función de los estímulos discriminantes (Ed y EΔ) dependa de la presencia
de otro evento estimular, denominado estímulo condicional. Es decir, que un estímulo
determinado señale la activación o no de la secuencia R-Er solo cuando esté presente otro
estímulo adicional que con su presencia señala la validez coyuntural del señalizador. Pero
este estímulo condicional por sí solo no controla ninguna respuesta, sino que modula la
función del estímulo discriminativo, que es el que sí ejerce control sobre la conducta (Froxán,
2020).

Ejemplos:

En la cámara experimental, a nuestras palomas les enseñamos una discriminación en la cual


con luz verde (Ed) picotear la tecla implica conseguir bolita de comida (refuerzo), pero
con luz roja (EΔ) picotear la tecla no implica ningún refuerzo. Después se podría poner bajo
control condicional esta contingencia añadiendo dos estímulos condicionales en forma de dos
tonos diferentes. Con la presencia del tono 1, la luz verde funciona como Ed y la roja, como
EΔ, pero, en presencia del tono 2, se invierten las funciones de los Ed, siendo la luz
roja (Ed en ese momento) la que informa de la contingencia picoteo-comida.

Un ejemplo cotidiano de discriminación condicional se podría señalar en la labor de un


encargado del guardarropa de una discoteca (Ver Figura 6). Si el cliente presenta un ticket
con el número 5 impreso para recoger su abrigo, modifica la función del estímulo de la
percha numerada como 5, funcionando en ese momento la percha 5 como Ed y siendo el
resto de las perchas EΔ. Es decir, los tickets son estímulos condicionados que informan
sobre la función discriminativa de los números de perchas.

Figura 6. Un tickect modifica, en un momento dado, la función discriminante de un percha concreta en un


guardarropa.

Esta relación de control estimular puede complejizarse en una cadena de control de más
estímulos que cambien la función del estímulo condicional que, a su vez, cambia la función del
estímulo discriminativo. Estaríamos ante una situación denominada discriminación condicional
de segundo orden, en la cual estos estímulos condicionales de los propios estímulos
condicionales primarios se denominan selectores o informativos.

11
6.2. Factores que afectan al control por el estímulo

Diversas circunstancias particulares del estímulo y el organismo y de la interacción entre ambos


van a influir en los procesos de discriminación y generalización descritos en el apartado
anterior. Siendo relevantes cuestiones como la capacidad sensorial, la sapiencia del estímulo, la
distintividad-discriminabilidad del estímulo, la experiencia previa y el tipo de entrenamiento.

6.2.1. Capacidad sensorial

Sabías que:

Hay silbatos específicos para perros que emiten un sonido con frecuencia por encima de
los 20 kHz y que solo pueden ser escuchados por ellos.

Para que un estímulo discriminativo funcione como tal, debe ser correctamente percibido. Esto
implica que existe rango de estímulos discriminativos potenciales diferentes dependiendo de las
capacidades perceptivas del individuo. Lo que un organismo es capaz de ver o escuchar depende
de su especie y del ambiente en que evolucionó.

Ejemplos:

Los perros pueden oír sonidos con frecuencias de hasta 50 kHz, mientras que el ser
humano no es capaz de percibir más allá de los 20 kHz. Un sonido de 40 kHz
(tremendamente agudo) no podría funcionar como estímulo en un ser humano, pero sí en
un perro. Por otro lado, la mayoría de las aves (ver Figura 7) son capaces de percibir la luz
ultravioleta, percibiendo estímulos y características invisibles al ojo humano, teniendo
implicaciones en sus conductas de cortejo (diferenciando reflejos en el plumaje) o en sus
habilidades depredadoras a la hora de cazar roedores o insectos (siguiendo rastros
específicos).

Figura 7. Especies con capacidades sensoriales diferentes a la humana.

12
6.2.2. Saliencia del estímulo

La saliencia de un estímulo hace referencia a cuán destacable es, ya sea en comparación con
el contexto o frente a otro estímulo con el que se presenta conjuntamente. Un estímulo será
más saliente dependiendo de su intensidad, su relevancia biológica, la capacidad sensorial,
etc.

Ejemplos:

Nuestro nombre pronunciado a volumen de conversación por otra persona es mucho más
saliente cuando estamos intentando dormir que en mitad de un concierto (ver Figura
8). Un texto en negro será mucho más saliente sobre un fondo amarillo que sobre un
fondo azul.

Figura 8. Saliencia del estímulo respecto al contexto, no es lo mismo en un concierto que tu dormitorio.

6.2.3. Discriminabilidad

La discriminabilidad hace referencia a la capacidad de un estímulo para ser distinguido de otro.


Puede definirse operativamente como el cambio que debe sufrir en alguna dimensión para que
sea percibido como distinto.

Ejemplo:

Una persona que se dedique profesionalmente a la costura o a la pintura tendrá, de manera


general, mayor capacidad para discriminar entre colores muy similares (ver Figura 9).

Figura 9. Capacidad de discriminar estímulos muy similares puede ser entrenada.

13
6.2.4. Facilitación por experiencia previa en discriminación

Se ha constatado empíricamente que la experiencia previa con cualquier problema de


discriminación facilita la discriminación en otras situaciones futuras, aunque sean de
mayor dificultad o se tenga que discriminar por otras propiedades. Es decir, la práctica de la
competencia de discriminación favorece las habilidades generales de resolución de este tipo
de problemas.

Más allá de esta norma general, se tiene que matizar una serie de efectos específicos relacionados
con las experiencias previas (Pérez-Fernández, 2015):

• La experiencia previa respecto a estímulos de una misma dimensión (por ejemplo, colores-
colores) facilitará más el aprendizaje de discriminación respecto a esa misma dimensión,
es decir, intradimensionales, que con respecto a estímulos de otra dimensión (por
ejemplo, colores-sonidos), es decir, interdimensionales.
• El sobreaprendizaje en la inversión implica que el entrenamiento en una tarea de
discriminación que plantea determinadas funciones de Ed y EΔ facilita también el
aprendizaje futuro de unas funciones inversas de esos mismos estímulos (lo que antes
era Ed ahora es EΔ, y viceversa), aprendiendo esa discriminación más rápido en
comparación con quien no había tenido esa experiencia previa.

Ejemplo:

A la entrada de la sala de reuniones de una oficina hay dos interruptores de la luz, uno de
ellos, el de la izquierda, lleva muchos años sin funcionar (EΔ), y, en cambio, el de la
derecha es el que enciende las luces de la sala (Ed).

Un día, unas modificaciones de mantenimiento del electricista provocan que sea el


interruptor de la izquierda el que encienda las luces (Ed) y el interruptor de la derecha ya
no encienda nada (EΔ). Según el efecto de sobreaprendizaje de la inversión, serán los
empleados que llevan ya varios años en la empresa entrando en esta sala los que
aprenderán antes cuál es el interruptor correcto (ver Figura 10) en comparación con
aquellas personas que han tenido menos experiencia en la misma sala (pese a que suene
contraintuitivo).

Figura 10. El aprender rápidamente la nueva disposición de interruptores (cambio en función Ed y EΔ) se debe al
efecto de sobreaprendizaje de la inversión.

14
6.2.5. El tipo de entrenamiento discriminativo
Respecto a las situaciones prototípicas de entrenamiento discriminativo simple presentadas
anteriormente, se puede establecer una eficacia diferencial entre sus diferentes
disposiciones, implicando mayor o menor velocidad de aprendizaje:

• La adquisición del aprendizaje es más lenta en los procedimientos sucesivos que en los
simultáneos.
• Si se usan consecuencias diferenciales (refuerzos distintos) para cada combinación de
estímulo discriminativo y respuesta se mejora el aprendizaje de la discriminación.
• El intervalo temporal de los ensayos en la adquisición del aprendizaje también tiene un
efecto beneficioso, reduciendo su eficacia si no se dejan unos segundos entre ensayo
y ensayo.
• Disponer el entrenamiento de forma que se minimicen las respuestas erróneas de EΔ,
reduciendo el número de errores y las reacciones emocionales vinculadas al castigo o
extinción del EΔ, centrarse en la correcta emisión de respuesta ante Ed, parece
favorecer la adquisición de una discriminación más precisa y fiable.

6.3. Aplicaciones terapéuticas del condicionamiento operante

Recuerda

Cualquier técnica denominada de modificación de conducta estará siempre basada en el


condicionamiento operante o clásico y en sus principios.

En la Unidad didáctica 4, vimos los procedimientos básicos para incrementar conductas


(reforzamiento positivo y negativo) o para reducirlas o eliminarlas (castigos positivo y negativo).
Aunque se abordarán de manera más detallada en otras asignaturas del grado, a
continuación, veremos de manera resumida una serie de técnicas muy empleadas en
contextos clínicos y educativos, y que, cimentándose en estos procedimientos básicos, se
encuadran dentro de las técnicas operantes de modificación de conducta.

Dividiremos estas técnicas en tres grupos:

• Técnicas para adquirir nuevas conductas.


• Técnicas de reforzamiento para reducir conductas.
• Técnicas de castigo.

6.3.1. Moldeamiento y desvanecimiento para adquirir nuevas conductas

Moldeamiento por aproximaciones sucesivas

El moldeamiento consiste en reforzar secuencialmente conductas cada vez más parecidas


o próximas a la conducta objetivo, por lo que se refuerzan los cambios graduales en la
topografía de la conducta (Martin y Pear, 2005).

15
Ejemplo:

Al intervenir sobre el miedo a hablar en público desde el moldeamiento, se graduarían las


respuestas hasta emitir la deseada y se irían reforzando las aproximaciones. Por ejemplo,
primero exponer sola, luego exponer sola con una grabadora, después exponer sola con
una videocámara, más tarde exponer ante una persona de la máxima confianza, exponer
ante el terapeuta, exponer ante dos personas de confianza, exponer ante un pequeño
grupo de personas, etc., y así sucesivamente hasta lograr la conducta objetivo (hablar en
público).

Desvanecimiento

Esta técnica consiste en retirar gradualmente estímulos discriminativos, tales como


instrucciones, guías físicas, etc., que controlan el progreso de la conducta.

Ejemplo:

En el aprendizaje de la lectoescritura es frecuente utilizar claves visuales como la de la


Figura 11 que se van retirando gradualmente conforme avanza el proceso de aprendizaje. Al
aprender a montar en bicicleta es habitual utilizar ruedines al principio, que, más adelante,
se retiran.

Figura 11. Claves que se deberán retirar en algún punto del aprendizaje de la lectoescritura.

16
6.3.2. Encadenamiento y economía de fichas para adquirir nuevas conductas

Encadenamiento

El encadenamiento consiste en descomponer una conducta compleja en conductas más


elementales (o eslabones), de tal manera que puedan entrenarse y reforzarse por separado.

Se pasa al siguiente eslabón cuando se domina el anterior. Cada conducta específica tiene
una doble función: como estímulo discriminativo para la siguiente conducta específica y como
estímulo reforzador de la anterior (Froxán, 2020).

Ejemplo:

En una intervención en un trastorno del desarrollo intelectual, podríamos encontrarnos


con que tenemos que ayudar a que una persona se duche de manera autónoma. Aunque
parezca una actividad muy simple, está regida por un encadenamiento de conductas
complejas. Por ejemplo, seleccionar la ropa interior, elegir la ropa que se usará luego,
encender la caldera, preparar la toalla, desnudarse, regular los grifos, seleccionar el champú,
entrar en la ducha, enjabonarse el cuerpo, aclararse, enjabonarse el cabello, aclararse, etc
(ver Figura 12).

Figura 12. Aprender ducharse de forma autónoma es secuencia conductual compleja que se puede descomponer
en conductas más sencillas y reforzarse por separado.

Economía de fichas

La economía de fichas se usa frecuentemente con niños y consiste en un sistema de puntos


que pueden ganar cuando se comportan de una manera preestablecida. Posteriormente, estos
puntos pueden canjearse por una consecuencia previamente pactada (juguete, actividad,
comida, etc.). Con esta técnica se pretende instaurar hábitos y rutinas y puede aplicarse tanto
en la escuela como en el hogar. Los puntos son un reforzador que se puede otorgar de forma
inmediata, por lo que tienen mayor capacidad para regular la conducta.

17
Ejemplo:

Podría abordarse el tiempo que se dedica a hacer los deberes de manera adecuada con
una economía de fichas como la reflejada en la Figura 13. Cada vez que se hace de la
manera oportuna, se gana una estrella y, si se tienen cinco estrellas al final de la
semana, consigue ver la película que elija en el fin de semana.

Figura 13. Cartilla de puntos en una economía de fichas.

6.3.3. Reforzamientos diferenciales de tasas bajas y de otras conductas para


reducir conductas
Reforzamiento diferencial de tasas bajas (RTB)

Con este método, se persigue la reducción de la frecuencia de una conducta inadecuada,


manteniéndola en un nivel tolerable, pero sin eliminarla. Para ello se administra un refuerzo
por la reducción en la ocurrencia de la conducta inadecuada, es decir, después de un periodo
de tiempo fijo desde la última respuesta (Martin y Pear, 2005).

Ejemplo:

En un RTB, se podría obtener un reforzador apetitivo consensuado si, durante un periodo de


tiempo establecido, el número de cigarrillos fumados (Ver Figura 14) no sobrepasa un
valor predeterminado.

Figura 14. Reforzar la baja frecuencia de fumar es un ejemplo de RTB.

18
Reforzamiento diferencial de otras conductas (RDO)

Denominado también entrenamiento en omisión, consiste en otorgar el reforzador


contingentemente a la no emisión de una conducta particular durante un periodo de tiempo
especificado.

Ejemplo:

En un RDO, una niña podría obtener un reforzador apetitivo consensuado (por ejemplo,
una piruleta) si, durante un cierto tiempo (una hora de clase), no presenta conductas
disruptivas (hablar, pegar al compañero, jugar…).

6.3.4. Reforzamiento diferencial de conducta incompatible para reducir


conductas (RDI)

Reforzamiento diferencial de conducta incompatible

Nota

Una conducta es incompatible con otra cuando ambas no pueden ejecutarse al mismo
tiempo o una de ellas interfiere en la otra.

Consiste en reforzar una conducta que sea incompatible con la conducta no deseada. El
resultado es el incremento en la tasa de respuestas de la conducta incompatible, a la vez que
se produce por necesidad una reducción de la conducta no deseada.

19
Ejemplo:

En un RDI, a un niño que pide las cosas gritando se le podría reforzar su conducta cuando
las pidiese con voz normal. Es imposible que pueda hablar con volumen normal y volumen
alto al mismo tiempo, por lo que el niño reducirá (colateralmente al refuerzo de la otra
conducta) el hábito de gritar para solicitar cosas (ver Figura 15).

Figura 15. No puedes gritar al mismo tiempo que hablar en un tono normal, reforzar conductas incompatibles es
una buena forma de reducir la emisión de las conductas disruptivas.

6.3.5. Sobrecorrección como técnica de castigo

La ejecución de la conducta indeseada conlleva que el individuo deba realizar otras


conductas en la misma situación y que estén directamente relacionadas con esa conducta
indeseada, a la cual debe seguir contingentemente. Hay dos tipos:

Sobrecorrección por restitución

El individuo debe corregir directamente las consecuencias de su conducta sobre el


ambiente con conductas de restitución.

Ejemplo:

Si un niño tira los materiales al suelo, a continuación, deberá recogerlos y ubicarlos


donde estaban antes de su conducta disruptiva.

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Sobrecorrección por práctica positiva

Consiste en practicar de manera repetitiva la conducta incompatible o alternativa


apropiada contingentemente a la emisión de la conducta inadecuada.

Ejemplo:

A un niño que pega a sus compañeros se le podría poner como tarea que pida disculpas
a los compañeros agredidos y a las personas presentes y que practique repetidamente
una conducta socialmente aceptable adecuada a la situación.

6.3.6. Coste de respuesta y tiempo fuera como técnicas de castigo

Coste de respuesta

El coste de respuesta consiste en la pérdida de un reforzador apetitivo por haber emitido una
respuesta.

Ejemplo:

Tras un comportamiento inadecuado, un niño se queda sin ver la televisión o sin poder jugar
a la consola de videojuegos (ver Figura 16).

Figura 16. No poder utilizar la televisión o la consola como coste por haber realizado una conducta, implica un
castigo negativo eficaz para reducir esa conducta.

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Tiempo fuera

Recuerda

El coste de respuesta y el tiempo fuera son castigos negativos, ya que se refuerza la


no emisión de la conducta retirando un estímulo apetente.

Una variante del coste de respuesta es el tiempo fuera. Al individuo se le retiran todos los
reforzadores positivos durante un periodo de tiempo determinado.

Ejemplo:

Tras un comportamiento inadecuado, un niño ( ver Figura 17) se queda unos minutos
sin sus reforzadores (juguetes, compañeros, atención de la familia, etc.), lo que suele
implicar muchas veces sacar temporalmente al niño fuera del espacia donde se encontraba
(aula, habitación, recreo, etc.).

Figura 17. Tiempo fuera como castigo negativo.

6.3.7. Extinción y saciedad como técnicas de castigo

Extinción

Nota

Algo fundamental en la extinción es que, si se ha decidido utilizarla, no se debe dejar de


aplicar en determinados momentos o circunstancias. De lo contrario, estaremos aplicando
un refuerzo intermitente a la conducta que pretendemos extinguir y, tal y como vimos en
la Unidad didáctica 5, eso haría que aumentasen su frecuencia y persistencia.

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Una manera muy eficaz de reducir la frecuencia de una conducta no deseable es ignorarla
cuando se emite. La conducta se extingue al no recibir ningún reforzador que la mantenga.

Ejemplo:

Las rabietas o enfados relacionados con la obtención de reforzadores apetitivos pueden


abordarse desde la extinción. Si un niño insiste vehementemente y patalea porque quiere
que le compremos unos cromos, deberemos ignorar su conducta hasta que deje de llevarla
a cabo, porque lo que mantiene esa conducta en el tiempo es el refuerzo de nuestra atención.

Saciedad del estímulo

Consiste en un procedimiento aversivo que proporciona masivamente un reforzador


positivo hasta que se elimina su atractivo inherente. De esta manera, la conducta no deseada,
que era mantenida por ese reforzador, disminuye o desaparece.

Ejemplo:

A un fumador se le podría pedir que fume de manera repetida varias horas seguidas,
inhalando cada pocos segundos y con muy poco tiempo de descanso entre cigarrillos.
Además, se le podría pedir que se centrase en los aspectos desagradables que percibe
mientras hace la conducta (ver Figura 18).

Figura 18. El propio mecanismo biológico reforzante de la nicotina es intermitente y se basa más en la regularidad
del consumo que en la intensidad, por eso corto plazo fumar mucho puede llegar a ser aversiva y más si se
focaliza la atención en lo desagradable.

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Resumen

En el condicionamiento operante hay dos procesos relacionados con los estímulos con una
importante influencia sobre el control de la conducta. Estos procesos se ubican en un continuo
de polos enfrentados:

• Generalización del estímulo: el individuo responde de la misma manera ante estímulos


similares.
• Discriminación del estímulo: el individuo responde de manera diferente ante estímulos
similares.

Hay tres entrenamientos básicos para desarrollar la discriminación:

• Entrenamiento de discriminación simultánea: el individuo debe aprender a discriminar


entre ambos estímulos a la vez.
• Entrenamiento de discriminación sucesiva: ambos estímulos se presentan en ensayos
diferentes.
• Reforzamiento diferencial: consiste en establecer dos sistemas de reforzamiento ante
dos estímulos diferentes.

La discriminación condicional se da cuando en un control del estímulo operante el rol y


función de los estímulos discriminantes (Ed y EΔ) dependa de la presencia de otro evento
estimular, pudiéndose complejizar de esta forma la cadena de control estimular.

Hay una serie de factores que afectan al control por el estímulo:

• Capacidad sensorial: el Ed debe ser correctamente percibido por el organismo.


• Saliencia del estímulo: hace referencia a lo destacable que sea el Ed en el contexto.
• Discriminabilidad: es la capacidad de un Ed para ser distinguido de otro.
• Facilitación: la experiencia previa en tareas de discriminación facilita los futuros
aprendizajes.
• Tipo de entrenamiento: el cómo se dispongan las condiciones de entrenamiento en
procesos de discriminación simple afecta en gran medida a la consolidación de su
aprendizaje.

Las técnicas de modificación de conducta se basan en el condicionamiento operante y sus


principios. Hemos visto tres grupos:

Técnicas para adquirir nuevas conductas

1. Moldeamiento por aproximaciones sucesivas.


2. Desvanecimiento.
3. Encadenamiento.
4. Economía de fichas.

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Técnicas de reforzamiento para reducir conductas

1. Reforzamiento diferencial de tasas bajas (RTB).


2. Reforzamiento diferencial de otras conductas (RDO).
3. Reforzamiento diferencial de conducta incompatible (RDI).

Técnicas de castigo

1. Sobrecorrección (por restitución o por práctica positiva).


2. Coste de respuesta.
3. Tiempo fuera.
4. Extinción.
5. Saciedad del estímulo.

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Mapa de contenidos

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Recursos bibliográficos

Bibliografía básica

Domjan, M. (2016). Principios de aprendizaje y conducta. Thompson.

Froxán, M. X. (2020). Análisis funcional de la conducta humana: Concepto, metodología y


aplicaciones. Pirámide.

Pérez-Fernández, V. (2015). Control de la conducta por el estímulo. En R. Pellón (coord.),


Psicología del aprendizaje (pp. 287-349). UNED.

Bibliografía complementaria

Labrador, J., Cruzado, J. A. y Muñoz, M. (2008). Manual de técnicas de modificación de


conducta y terapia de conducta. Piramide.

Martin, G. y Pear, J. (2005). Modificación de Conducta: Qué es y cómo aplicarla. Pearson


Prentice Hall.

Skinner, B. F. (1953). Science and human behavior. The Macmillan Company.

Tarpy, R. M. (2000). Aprendizaje: Teoría e investigación contemporáneas. McGraw-Hill.

Otros recursos

Fundación para el Avance de la Psicología Clínica Conductual (FUNVECA) y Asociación


Psicológica Iberoamericana de Clínica y Salud (APICSA). (2021). Behavioral psychology/
Psicología conductual. [Revista científica]. https://www.behavioralpsycho.com/

Pellón, R. (2013). Watson, Skinner y algunas disputas dentro del conductismo. Revista
Colombiana de Psicología, 22(2), 389-399.
https://revistas.unal.edu.co/index.php/psicologia/article/view/41317

Ribes, E., Torres, C., Barrera, A. y Mayoral, A. (1997). Control discriminativo con estímulos
compuestos en programas temporales de reforzamiento. Mexican Journal of Behavior
Analysis, 23 (1), 25-51.
https://revistas.unam.mx/index.php/rmac/article/download/27084/25206

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