INSTITUTO PRIVADO VIRGEN NIÑA – CICLO LECTIVO AÑO: 2024
CICLO: PRIMER GRADO: 3 DOCENTE: BETANIA ESTUDIANTE: NAZARENA
CAMIO FONFRIA
ESPACIO CURRICULAR: LITERATURA EN EL NIVEL PRIMARIO.
OBJETIVOS
- Reconocer cuentos tradicionales.
- Identificar los diferentes personajes de cada cuento.
- Participar en las actividades relacionadas con la lectura y modificación de un cuento
tradicional.
- Iniciarse en la recreación y modificación de historias clásicas.
- Dramatizar las partes de un cuento tradicional.
SECUENCIA DIDÁCTICA
DESARROLLO DE LAS ACTIVIDADES
1- Indagación de saberes previos. Se preguntará a los estudiantes acerca de qué
cuentos conocen, si leen en sus casas, si tienen libros, si les gustan, etc. Registro de
respuestas por parte del docente.
2- Luego de la indagación, se observa el registro y, entre todos, mencionamos los
cuentos tradicionales.
3- Se les mostrará la tapa de un cuento clásico se preguntará: ¿cómo se llamará el
cuento? ¿de qué tratará? ¿cuáles son los personajes principales? (LOS TRES
CERDITOS)
4- Colocar una música de fondo, la docente invitara a los estudiantes a sentarse en el
piso formando un círculo muy grande, donde ella también sea una integrante.
Leerán diferentes versiones del cuento, se harán comparaciones entre ellas.
reflexionamos y dialogamos sobre el mismo.
5- En grupo de 4, recreamos el cuento. ¿Qué podemos cambiarle al cuento? ¿y
agregarle? (introducimos personajes, cambiamos el lugar donde transcurre la
historia, modificamos el final).
6- Utilizando diferentes fichas y cartas con personajes, se colocarán en diferentes
mesas para que, los estudiantes puedan crear un cuento original (mezclando
distintos personajes de diferentes cuentos clásicos).
7- Confeccionamos el libro para que quede en la biblioteca del colegio. Realizaremos
en formato dibujo la tapa, contratapa y decoración de las mismas.
Los tres cerditos
Junto a sus papás, tres cerditos habían crecido alegremente en una cabaña del bosque. Y
como ya eran mayores, sus papás decidieron que era hora de que hicieran, cada uno, su
propia casa. Los tres cerditos se despidieron de sus papás, y fueron a ver cómo era el
mundo.
El primer cerdito, el perezoso de la familia, decidió hacer una casa de paja. En un minuto
la choza estaba hecha. Y entonces se echó a dormir.
El segundo cerdito, un glotón, prefirió hacer una cabaña de madera. No tardó mucho en
construirla. Y luego se echó a comer manzanas.
El tercer cerdito, muy trabajador, optó por construirse una casa de ladrillos y cemento.
Tardaría más en construirla, pero se sentiría más protegido.
Después de un día de mucho trabajo, la casa quedó preciosa. Pero ya se empezaba a oír
los aullidos del lobo en el bosque. No tardó mucho para que el lobo se acercara a las
casas de los tres cerditos.
Hambriento, el lobo se dirigió a la primera casa y dijo:
- ¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme la puerta o soplaré y tu casa tiraré!
Como el cerdito no la abrió, el lobo sopló con fuerza, y derrumbó la casa de paja. El
cerdito, temblando de miedo, salió corriendo y entró en la casa de madera de su
hermano. El lobo le siguió. Y delante de la segunda casa, llamó a la puerta, y dijo:
- ¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme la puerta o soplaré y tu casa tiraré!
Pero el segundo cerdito no la abrió y el lobo sopló y sopló, y la cabaña se fue por los
aires. Asustados, los dos cerditos corrieron y entraron en la casa de ladrillos de su
hermano. Pero, como el lobo estaba decidido a comérselos, llamó a la puerta y gritó:
- ¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme la puerta o soplaré y tu casa tiraré!
Y el cerdito trabajador le dijo:
- ¡Sopla lo que quieras, pero no la abriré! Entonces el lobo sopló y sopló. Sopló con todas
sus fuerzas, pero la casa no se movió.
La casa era muy fuerte y resistente. El lobo se quedó casi sin aire. Pero, aunque el lobo
estaba muy cansado, no desistía. Trajo una escalera, subió al tejado de la casa y se
deslizó por el pasaje de la chimenea.
Estaba empeñado en entrar en la casa y comer a los tres cerditos como fuera. Pero lo
que él no sabía es que los cerditos pusieron al final de la chimenea, un caldero con agua
hirviendo.
Y el lobo, al caerse por la chimenea acabó quemándose con el agua caliente. Dio un
enorme grito y salió corriendo para nunca más volver.
Y así, los cerditos pudieron vivir tranquilamente. Y tanto el perezoso como el glotón
aprendieron que solo con el trabajo se consigue las cosas.
FIN