Su vida en Aquel Lado
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W. A. H. MULDER-SCHALEKAMP
EMED
su vida en Aquel Lado
Quinta edición
STRENGHOLT's BOEKEN – NAARDEN
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CIP DATA KONINKLIJKE BIBLIOTHEEK, LA HAYA Mulder-Schalekamp,
W. A. H.
Emed : su vida en Aquel Lado / W. A. H. Mulder-Schalekamp, — Naarden :
Strengholt
ISBN 90-6010-211-8
SISO 423 UDC 133.9 NUGI 625
Palabra clave: espiritismo
Cubierta: Frans Mettes
Copyright © 1971, 1987: A. J. G. Strengholt's Boeken,
anno 1928, b.v. — Hofstede Oud-Bussem, Flevolaan — Naarden
Traducido por: Alfons Broeks, Perú; R.U.C. 15453841950;
[email protected]Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida y/o publicada por
impresión, fotocopia, microfilm, vídeo o cualquier otro medio sin la
autorización previa del editor Strengholt.
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ÍNDICE DE CONTENIDO
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Presentación de la traducción al español de “EMED – Zijn leven aan Gene
Zijde”
Leí “EMED” por primera vez en el verano de 1986. Me había graduado como
ingeniero agrícola en junio de este año e iba iniciar mi primer trabajo en agosto
1987, como técnico en desarrollo de irrigaciones para comunidades campesinas
pobres en la sierra sureña de Perú. Los estudios agrícolas en los Países Bajos me
dieron un equipaje tecnológico y además una formación intercultural básica. Sin
embargo, el periodo de espera se convirtió en una extensión de estudio universitario
en el campo de la espiritualidad. Tomé conocimiento directo del espiritismo como
posibilidad real y científicamente comprobada. He quedado convencido de que la
comunicación entre nuestro mundo físicamente densificado y el espacio energético
astral es una práctica milenaria, de bien y de mal. Incluso la Biblia está lleno de
acontecimientos de esta naturaleza.
Combinando desde 1987 el trabajo práctico con el estudio espiritualista, aprendí
que los Andes conservan la comprensión de la unión energética de toda existencia,
visible e invisible, comprendiendo que ‘la vida no se desprende de la materia’, sino
con el concepto ‘la materia nace de la Vida, se genera allí’. Este concepto es muy
importante porque permite entender que la muerte física no es un fin sino un
cambio del medio energético en cual funciona nuestro espíritu y que la
comunicación entre el mundo denso y astral es natural.
La propia imaginación es para la mayoría de las personas un obstáculo para poder
servir de instrumento para una persona que quiere comunicarse desde la vida en
Aquel Lado. Sin embargo, algunas personas nacen con el don de poder servir de
instrumento. Son escogidas desde Aquel Lado, porque esta capacidad combina una
condición telúrica del cuerpo biológica con una disposición mental preparada.
Fue indudablemente un hecho llamativo para mí que “Emed” en su última vida
terrenal falleció en 1906 en Lima como el marinero neerlandés Nicolás
Smorenberg, víctima de una peste que estalló en el barco en donde trabajaba. Fue
recibido en el Más Allá, o Aquel Lado, por una Inteligencia de nombre Red Eagle
o Puka Huamán, un sabio indio que iba a cuidar y orientar a él por mucho tiempo.
“Emed” es un testimonio más de la continuidad de nuestra vida terrenal después de
la muerte. Pero más que eso, su objetivo es orientarnos en cómo vivir bien y crecer
espiritualmente.
La espiritualidad andina trae esta práctica comunicativa como una herencia
ancestral, llamada ‘la Gran Tradición’. Su objetivo es facilitar una mejor evolución
mediante asesoría de parte de nuestros hermanas y hermanos que han avanzado en
su evolución espiritual. Ellos son residentes en la dimensión astral de nuestra
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existencia, también llamado Hanaq Pacha. Lo podemos recibir nosotros, que
vivimos en este mundo densificado, llamado Tierra, o Kay Pacha, en el idioma
quechua de los Andes.
Para mi no hay duda, que Jesús Cristo, de máximo nivel de conciencia y poder
espiritual, ha reanimado la Gran Tradición. Él acompañó su enseñanza principal,
amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, con el ejemplo de algunas
materializaciones temporales de su espíritu después de su fallecimiento. Una
prueba directa de nuestra eternidad, y continuidad evolutiva, pero por muchos
degradada al reubicar los hechos en el dominio de la fantasía o imaginación
humana. También por eso a muchos nos resulta difícil de entenderlo de esta
manera. Pero la explicación científica es energética. Su manifestación visible y
física luego de su muerte fue posible bajo su enorme concentración mental capaz
de densificar la energía espiritual aún retirándose de su cuerpo. Solo un Inti Tayta,
un Padre Sol, en términos andinos el máximo y divino nivel espiritual, es capaz de
hacer esto. No es en vano que Juan Bautista, en vida terrenal primo hermano de
Jesús y en meses mayor de él, dijo: “Detrás de mi viene uno que es superior a mí,
porque existía antes que yo” (San Juan, 1, 29-34). Esto se refiere a un inicio más
temprano del camino evolutivo del alma de Jesús Cristo. Igualmente, no en vano
Jesús mismo a sus 33 años nos dice (San Juan 16, 12) “12 Tengo mucho más que
decirles, pero en este momento sería demasiado para ustedes.”13 Cuando
venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará
por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las
cosas que van a suceder.
Entro varios otros grandes, también EMED se apropió de aquel “Espíritu de la
verdad” lo que le dio permiso manifestarse a través de un instrumento que vivia en
la Tierra, una sobrina suya a quien no había conocido en su vida terrenal, pero con
quien tiene un vínculo espiritual eterno.
Depende de nosotros mismos si queremos hacer caso a esta posibilidad de asesoría
y llevarla nuevamente - porque de esto se trata la Gran Tradición – al plano
colectivo de nuestra sociedad. Somos libres, pero debemos tomar mayor
consciencia y asumir mayor responsabilidad sobre el rumbo de nuestra evolución.
Espero que compartir este testimonio y los buenos consejos que nos brinda Emed
con el mundo de habla hispana contribuye en algo al restablecimiento de la Gran
Tradición de los Andes. Esta Tradición se inscribe en un Proyecto Planetario
Universal de restablecer la conciencia colectiva sobre el sentido de nuestra
evolución a nivel individual, familiar y societal.
Alfons Broeks
Cusco, mayo 2023
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PREFACIO
Es necesario comenzar este trabajo con un prefacio, porque sólo aquellos que han
investigado seriamente el espiritismo, pueden estar algo familiarizados con las
situaciones en Aquel Lado de las que este trabajo procura hablar.
Por lo tanto, para aquellos que se adentren en un terreno totalmente desconocido
con este libro, este prefacio está escrito partiendo de la idea de que casi todo ser
humano quiere aceptar una existencia después de la muerte, ya sea a través de su
filosofía de vida o de sus reflexiones sobre cuál será su destino cuando desaparezca
de la Tierra.
Podemos, por supuesto, reproducir lo más fielmente posible las circunstancias de
ese País en Aquel Lado, pero mantenemos en cuenta que seremos acusados de
fantasía sin límites, especialmente por aquellos que tienden a rechazar la idea de
una vida después de la muerte.
Sin embargo, si asumimos que hay una vida después de la existencia terrenal y que
formamos parte de la evolución porque poseemos un espíritu eternamente vivo y
actuante, hay muchas posibilidades de que incluso el lector totalmente ignorante
quede cautivado por esta obra, ya que pretende dar una impresión de aquellos
ámbitos en los que el espíritu entrará después de su liberación del cuerpo material.
La obra fue escrita de una manera totalmente diferente a la que se suele escribir un
libro, por lo que me corresponde explicarla.
Mientras que en la obra titulada “En la frontera de dos mundos” me permití
basarme en mis propias experiencias y complementar las enseñanzas de quienes
están en Aquel Lado con sucesos de mis sesiones espiritistas, esta obra está siendo
escrita por Emed, quien me está utilizando meramente como un instrumento y
desea proporcionar una respuesta a la máxima tan repetida de que "nadie ha
regresado jamás de entre los muertos" y que en esa tierra desconocida nunca ha
entrado nadie que sepa contar de ella.
Se confunde esto con la muerte material, pues en realidad nunca se ha regresado de
esa muerte, pero el ESPÍRITU vive y continúa su camino y es el ESPÍRITU el que
puede ir libre y francamente a donde quiera y quiere llevar sus descubrimientos de
esa Tierra de Aquel lado a los hombres de la Tierra, prácticamente sin otra finalidad
que la de hacer consciente al hombre de su futuro, para hacerle saber que con la
muerte material su existencia de ninguna manera termina, sino que recién
comienza, para que el fin pueda ser así un comienzo.
Emed, conocido por "Los muertos hablan" y "En la frontera de dos mundos", es,
por tanto, un espíritu convertido en "libre", quien no vive en la Tierra desde hace
sesenta1 años, pero que es un gran amigo para muchos de los que aún viven aquí
en la Tierra y un apoyo para los que le conocen como tal.
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En referencia a 1971
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Yo sólo soy el MÉDIUM para Emed, quien en este nuevo libro va a describir sus
experiencias en Aquel Lado, con la convicción de que está abriendo un nuevo
mundo para sus oponentes, pero sobre todo para sus Amigos.
Para quienes que no saben nada del Espiritualismo, de la mediumnidad y del
maravilloso mundo del Más Allá, debo añadir que deben comprender esta obra,
que fue escrita por mis manos, pero en la que mis facultades humanas fueron
asumidas por mi espíritu guía "Emed", ya que no he entrado en el ambiente donde
él vive y trabaja y debo dejar a él la descripción del mismo.
Sus pensamientos y su voluntad me dan la dirección necesaria para guiar a usted
hacia el país en la que entraremos, después de nuestra muerte material,
espiritualmente libres.
Con el deseo de que el lector vea este libro como una obra única del mundo de los
espíritus, dejo hablar a Emed.
W. A. H. Mulder-Schalekamp