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2024-06-06. TSJ-SCC. Sent. No. 000329. Jack Lenard Anderson y Aracely Josefina Rodríguez

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SALA DE CASACIÓN CIVIL

Exp. AA20-C-2023-000639

Magistrado Ponente : JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ PARRA.

Mediante escrito presentado en fecha 24 de octubre de 2023 ante la Secretaría de esta


Sala de Casación Civil, por la abogada Skeyla Trinidad Cuevas Carrasquel, inscrita en el
Instituto de Previsión Social del Abogado (I.P.S.A.) bajo el número 69.633, actuando como
apoderada judicial de los ciudadanos JACK LENARD ANDERSON y ARACELY
JOSEFINA RODRÍGUEZ, titulares de las cédulas de identidad números E-82.092.827 y V-
8.697.358, a través del cual solicita exequátur de la sentencia emitida por la Corte Judicial
de Distrito Nro. 32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana de los Estados Unidos de
América, en fecha 3 de marzo de 2006, que decreto la disolución del vínculo matrimonial
entre ambos solicitantes y anulado el reconocimiento formal de paternidad sobre Isaac Junior
Anderson, siendo designada por esta Sala como defensora ad litem a la abogada Mariglé
Soledad Torres Calatayud, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado (I.P.S.A.)
bajo el número 177.626, en su carácter de Defensora Pública Provisoria encargada de la
Defensoría Tercera (3°) con Competencia para actuar ante las Salas Plena, Constitucional,
Político Administrativa, Casación Social, Casación Civil y Electoral del Tribunal Supremo
de Justicia, para que represente y defienda sus derechos e intereses; con el fin de que se
declare la fuerza ejecutoria de dicha sentencia en la República Bolivariana de Venezuela.

En fecha 23 de noviembre de 2023, se asignó la ponencia del presente expediente


al Magistrado Dr. José Luis Gutiérrez Parra .

Mediante decisión interlocutoria de fecha 8 de diciembre de 2023, esta Sala declaró su


competencia y admitió la solicitud de exequátur, y en consecuencia, se ordenó remitir el
expediente al Juzgado de Sustanciación, a fin de practicar la citación de la persona contra la
cual obra el exequátur, así como la notificación del ciudadano Fiscal General de la
República, de conformidad con los artículos 25.15 y 35.3 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público, a los efectos que fuera designado un funcionario para rendir su opinión sobre la
solicitud de exequátur incoada.

En fecha 14 de diciembre de 2023, el Juzgado de Sustanciación de esta Sala de


Casación Civil dictó auto mediante el cual acordó la notificación del Fiscal General de la
República. Asimismo, en el referido auto ordenó emplazar mediante cartel al ciudadano Isaac
Junior Anderson Rodríguez.

En fecha 14 de diciembre de 2023, el ciudadano Moisés de Jesús Chacón Mora, en su


carácter de alguacil de esta Sala, dejó constancia de haber fijado en la cartelera de la
Secretaría de la Sala de Casación Civil cartel de notificación dirigido al ciudadano Isaac
Junior Lenard Anderson Rodríguez.

Asimismo en fecha 18 de diciembre de 2023, se dejó constancia de haber llevado


oficio de notificación a la Fiscalía General de la República, siendo firmado y sellado por la
Unidad de Registro de la Dirección de Secretaría General de dicho organismo.

En fecha 24 de abril de 2023, se recibió oficio signado con el alfanumérico FTSJ-02-


36-2024, proveniente de la Fiscalía Segunda del Ministerio Público para actuar ante la Sala
Plena, las Salas de Casación y Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en el cual
indicó que dicha fiscalía fue comisionada para ejercer la representación del Ministerio
Público en la presente solicitud de exequátur.

En fecha 26 de enero de 2024, el Juzgado de Sustanciación designó como defensora


judicial de la parte contra quien obra el exequátur a la abogada Mariglé Soledad Torres
Calatayud, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado (I.P.S.A.) bajo el número
177.626, en su carácter de Defensora Pública Provisoria encargada de la Defensoría Tercera
(3°) con Competencia para actuar ante las Salas Plena, Constitucional, Político
Administrativa, Casación Social, Casación Civil y Electoral del Tribunal Supremo de
Justicia, para que represente y defienda sus derechos e intereses, ordenándose su
notificación, constando actuación del alguacil del día 25 del mismo mes y año, en la cual
dejó constancia de haber practicado la notificación encomendada.

En fecha 19 de febrero de 2024, la Defensora Pública Mariglé Soledad Torres


Calatayud, presentó escrito ante esta Sala en el cual aceptó el cargo recaído en su persona.

En fecha 19 de marzo de 2024, la abogada Mariglé Soledad Torres Calatayud, inscrita


en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el número 177.626, actuando en su
carácter de defensora judicial de la parte contra quien se pretende obre la solicitud, presentó
escrito de contestación al exequátur, solicitando que se proceda a declarar fuerza ejecutoria
a la sentencia dictada el fecha 3 de marzo de 2006, dictada por la Corte Judicial de Distrito
Nro. 32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana de los Estados Unidos de América del
vínculo matrimonial conformado entre los ciudadanos Jack Lenard Anderson y Aracely
Josefina Rodríguez, en la República Bolivariana de Venezuela.

En fecha 23 de abril de 2024, se fijó la audiencia para la presentación de informes,


conforme a los artículos 85 y 98 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, para
el día 9 de mayo de 2024, a las 10:00 a.m., previa notificación de las partes por Secretaría,
llevándose a cabo el día y la hora acordados, en la sede de este Alto Tribunal, y
verificándose que en esa oportunidad la representación de la Fiscalía General de la
República presentó su escrito de opinión fiscal respecto a la solicitud planteada.

Encontrándose la causa en fase procesal de sentencia, pasa la Sala a dictar su máxima


decisión, en los términos siguientes:
I

DE LOS ALEGATOS DE LA PARTE SOLICITANTE

La representación judicial de los ciudadano JACK LENARD ANDERSON Y


ARACELY JOSEFINA RODRÍGUEZ, solicitó a la Sala conceda fuerza ejecutoria en el
territorio de la República Bolivariana de Venezuela a la sentencia dictada Nro.
004577730003 el 3 de marzo de 2006, por el dictada por la Corte Judicial de Distrito Nro.
32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana de los Estados Unidos de América, que
decretó la disolución del vínculo matrimonial entre ambos solicitantes y anulado el
reconocimiento formal de paternidad sobre Isaac Junior Anderson, con fundamento en los
siguientes términos:

“…Honorables Magistrados, en virtud de la ausencia de un tratado entre


Venezuela y Estados Unidos de América, que regule de manera específica
la eficacia de las sentencias extranjeras, debemos utilizar las disposiciones
contempladas en el Capítulo X de la Ley de Derecho Internacional Privado
(De la Eficacia de las Sentencias Extranjeras) y, particularmente, el
artículo 53 de ese texto legal, que derogó parcialmente el contenido de los
articulos 850 y 851 del mencionado Código de Procedimiento Civil, a los
efectos de demostrar que en el presente caso se encuentran cumplidos los
requisitos que deben concurrir para que las sentencias extranjeras tengan
efecto en Venezuela, esto es:

1. Que hayan sido dictadas en materia civil o mercantil o, en general. En


materia de relaciones jurídicas privadas.

En el presente caso "La Sentencia" fue dictada por la Corte Judicial de


Distrito 32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana, de los Estados
Unidos de América, especialmente en juicio de divorcio, cuya naturaleza es
civil.

2. Que tengan fuerza de cosa juzgada, de acuerdo con la Ley del Estado en
el cual han sido pronunciadas.

La sentencia de la Corte Judicial de Distrito 32, Parroquia Terrebonne,


Estado de Louisiana, de los Estados Unidos de América, dictada en fecha
(03) de marzo de dos mil seis (2006), también cumple con el requisito de
haber adquirido Fuerza de Cosa Juzgada de acuerdo con la legislación del
Estado de Louisiana de los Estados Unidos de América, pues de su
contenido es evidente la orden de su archivo definitivo, e incluso de su
Registro en los Libros, tal como aparece en la traducción de la referida
sentencia al idioma español, realizada por el interprete público Freddy
Jesús Cañizales Montes de Oca.

3. Que no versen sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles


situados en la República o que no se hayan arrebatado a Venezuela la
jurisdicción exclusiva que le correspondiera para conocer del negocio.

"La Sentencia" objeto de la presente solicitud de exequátur no versa sobre


la reclamación de derechos reales referidos a bienes inmuebles situados en
la República Bolivariana de Venezuela, pues en ella solo se declara
disuelto definitivamente el vinculo matrimonial existente entre Jack Lenard
Anderson y Aracelys Rodriguez Crespo, de manera que al no establecerse
nada acerca de la de partición o adjudicación de algún bien inmueble
ubicado en el País, no se ha arrebatado a la República Bolivariana de
Venezuela la jurisdicción exclusiva sobre dicha materia. Por tanto, no se
violó el artículo 47 de la Ley de Derecho Internacional Privado.

4. Que los Tribunales del Estado sentenciador tengan jurisdicción para


conocer de la causa de acuerdo con los principios generales de jurisdicción
consagrados en el Capitulo IX de esta Ley.

El Tribunal sentenciador, esto es la Corte Judicial de Distrito 32, Parroquia


Terrebonne, Estado de Louisiana, tenía jurisdicción para conocer de la
causa según los principios generales de jurisdicción consagrados en el
Capítulo IX de la ley de Derecho Internacional Privado, que en su artículo
42 establece los criterios atributivos de jurisdicción en materia de
relaciones familiares, según el cual quien tiene jurisdicción para conocer
del asunto es el Tribunal del Estado cuyo derecho resulte aplicable al fondo
de la controversia, y en materia de divorcio ello se determina mediante el
domicilio del demandante, o el tribunal de residencia previo a la
interposición de la demanda, y el segundo criterio atributivo se refiere a la
sumisión tácita o expresa, que ocurre cuando las partes (cónyuges) se
someten a la jurisdicción de otro Estado con el cual debe existir una
vinculación efectiva del juicio.

De acuerdo con los artículos 11, 15 y 23 de la Ley de Derecho


Internacional Privado, para determinar el domicilio de una persona física
en materia de divorcio, el derecho aplicable es el del domicilio del cónyuge
accionante, es decir, de aquel que intenta la demanda y en el caso sometido
a la consideración de esa Sala, la sentencia cuyo exequátur se pretende fue
dictada por el Tribunal competente por la materia y por las partes.

5. Que el demandado haya sido debidamente citado, con tiempo suficiente


para comparecer, y que se le hayan otorgado en general las garantías
procesales que aseguren una razonable posibilidad de defensa.

La ciudadana Aracely Josefina Rodríguez de Anderson estuvo representada


en el juicio (el cual se extendió por un espacio de un año y siete meses) por
un tutor ad hoc, que garantizó los derechos de acceder al proceso y el
ejercicio pleno de su defensa. Además de ello, cabe destacar que la
mencionada ciudadana, quien para aquel momento era demandada, hoy
acude a este Supremo Tribunal en carácter de solicitante, sin expresión
alguna que permita considerar que su derecho a la defensa hubiera sufrido
algún agravio.

6. Que no exista una decisión anterior que tenga autoridad de cosa juzgada
dictada por tribunal venezolano o un juicio pendiente ante los tribunales
venezolanos sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado
antes de que se hubiera dictado in sentencia extranjera

Los ciudadanos Jack Lenard Anderson y Aracelys Josefina Rodriguez


Crespo, no han procurado en Venezuela la obtención de un fallo que tengas
autoridad de cosa juzgada y que hoy pueda ser incompatible con la
sentencia cuyo exequatur se solicita, ni tampoco existe pendiente ante los
tribunales venezolanos un juicio sobre el mismo objeto y entre las mismas
partes, iniciado con anterioridad a aquella sentencia

Asimismo, la sentencia de Louisiana, no afecta ni contraria los principios


esenciales del orden público venezolano respecto a la causal que sustentó
el fallo pues es asimilable, a lo establecido en la causal 2º del artículo 185
del Código Civil, referida al abandono voluntario

Sobre este último aspecto, traemos a colación la sentencia dictada por la


Sala Constitucional N° 693 del 2 de junio de 2015, caso Francisco Anthony
Correa Rampersad, la cual analizó e interpretó, en aplicación directa e
inmediata de los derechos fundamentales al libre desarrollo de la
personalidad y la tutela judicial efectiva previstos en los artículos 20 y 26,
respectivamente, de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, el artículo 185 del Código Civil, y declaró, con carácter
vinculante, que las causales de divorcia contenidas en el artículo 185 del
Código Civil no son taxativas, por lo cual cualquiera de los cónyuges podrá
demandar el divorcio por las causales previstas en dicho artículo o por
cualquier otra situación que estime impida la continuación de la vida en
común, en los términos señalados en la sentencia N° 446/2014,
ampliamente citada en este fallo…´

En cuanto a la petición hecha por el ciudadano JACK LENARD


ANDERSON de anular Reconocimiento Formal de Paternidad a ISAAC
JUNIOR, esta representación debe destacar que dicha posibilidad también
está contemplada en nuestra legislación y que además la persona en contra
de quien se adelantó ésta (ISAAC JUNIOR) hoy día es mayor de edad, por
lo que no se encuentra en riesgo el interés superior de algún niño, niña o
adolescente, tutelados por la Ley Orgánica para la Protección del Niño,
Niña y Adolescente.

Además "La Sentencia cuyo exequátur hoy solicitamos, tiene plena validez
en Venezuela, debido a que se encuentra debidamente apostillada con fecha
12

10 de febrero de 2020, por el Secretario de Estado, del Estado de


Louisiana. Estados Unidos de América

CAPITULO IV

DEL FUNDAMENTO JURIDICO DE LA SOLICITUD

Fundamentamos el ejercicio de la presente solicitud de exequátur en las


disposiciones contenidas en el Capitulo X de Derecho Internacional privado
venezolano, contentivo de las disposiciones concernientes a la eficacia de
las sentencias extranjeras, concretamente en el artículo 53, derogatorio
parcialmente de los artículos 850 y 851 del Código de Procedimiento Civil,
en el cual se establecen los requisitos para que las sentencias extranjeras
tenga validez en Venezuela, requisitos estos que como ya indicamos se
encuentran en el caso bajo examen absolutamente cumplidos.
CAPITULO V

DE LA PRETENSIÓN

Por todas las consideraciones de hecho y derecho anteriormente expuestas,


en nombre y representación de los ciudadanos JACK LENARD ANDERSON
y ARACELY JOSEFINA RODRIGUEZ DE ANDERSON antes
identificados, ocurrimos ante su competente autoridad, a fin de solicitar
formalmente a este Honorable Tribunal Declare el Pase en Autoridad de
Cosa Juzgada a la sentencia de divorcio N° 004577730003 dictada por la
Corte Judicial de Distrito 32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana,
en fecha tres (03) de marzo de dos mil seis (2006), que declaró disuelto
definitivamente el matrimonio existente entre nuestros representados,
basado en que las partes han vivido separadas y aparte en un exceso de 180
días, después de la petición de divorcio impuesta sobre la demandada,
según C.C Articulo 102, Louisiana, con a fin de que se le conceda su
eficacia en su totalidad y fuerza ejecutoria de dicha sentencia en la
República Bolivariana de Venezuela.

TITULO II DEL FISCAL DEL MINISTERIO PÚBLICO .

Solicitamos muy respetuosamente al ciudadano Juez, sea notificado el


ciudadano Fiscal del Ministerio Público de la presente solitud
de Exequátur…” (Negrillas de la cita).

Plantea el solicitante, que el exequátur interpuesto cumple los extremos y


presupuestos exigidos en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado, pues, la
sentencia extranjera fue dictada en materia civil tiene fuerza de cosa juzgada; el asunto no
versa sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la República ni se le
arrebató a la República Bolivariana de Venezuela la jurisdicción exclusiva que le
correspondiere para conocer de la causa.

Así mismo sostiene, que el tribunal extranjero tiene jurisdicción para conocer la causa,
de acuerdo con los principios generales de jurisdicción consagrados en el Capítulo IX de esa
Ley; que el derecho de la defensa de la demandada fue debidamente garantizado, y la misma
no es incompatible con sentencia anterior que tenga carácter de cosa juzgada, así como
tampoco contraría el orden público interno venezolano, razones por las cuales solicitó a la
Sala se le concediera fuerza ejecutoria en el país a la sentencia de fecha 3 de marzo de
2006, dictada por la Corte Judicial de Distrito Nro. 32, Parroquia Terrebonne, Estado de
Louisiana de los Estados Unidos de América, que decretó la disolución del vínculo
matrimonial.

II

DE LOS ALEGATOS DE LA DEFENSORA JUDICIAL DE LA PARTE CONTRA QUIEN


OBRA EL EXEQUÁTUR

La abogada Mariglé Soledad Torres Calatayud, en su carácter de defensora judicial


designada al ciudadano Isaac Junior Anderson Rodríguez, mediante escrito presentado ante esta
Sala de Casación Civil en fecha 19 de marzo de 2024, expresó estar de acuerdo en que se
conceda el pase de la referida sentencia extranjera, señalando lo siguiente:
“”…-IV-

PETITORIO

Con base a los señalamientos de hecho y derecho anteriormente explanados, quien


suscribe, actuando en representación del ciudadano NISAAC JUNIO ANDERSON
RODRÍGUEZ, titular de la cédula de identidad N° V-26.913.072, con pasaporte
venezolano N° 134194215, quien fuere una de las partes demandada en la causa llevada
ante en la Corte Judicial de Distrito Nro. 32, Parroquia Tertebonne, Estado de Louisiana de
los Estados Unidos de América, y en que emitió sentencia, en fecha 03 de marzo de 2006,
se desprende que la misma cumple con los requisitos exigidos aplicable en este caso, por
lo cual esta representación solicita muy respetuosamente a la Sala de Casación Social (sic)
del Tribunal Supremo de justicia, procede a declara fuerza ejecutoriada de dicha sentencia
en la República Bolivariana de Venezuela…”

III

DE LA AUDIENCIA ORAL Y PÚBLICA

El día 9 de mayo de 2024, se llevó a cabo la audiencia oral y pública en la sede de este
Alto Tribunal, tal como consta en acta levantada al efecto que riela a los folios 121 y 122 del
presente expediente, con ocasión de la solicitud de ejecutoria en el territorio de la República
Bolivariana de Venezuela en la sentencia dictada en fecha 03 de marzo de 2006, en la Corte
Judicial de Distrito Nro. 32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana de los Estados
Unidos de América, que decreto la disolución del vínculo matrimonial entre ambos
solicitantes y anuló el reconocimiento formal de paternidad sobre Isaac Junior Anderson
Rodriguez.

Constituida la Sala de Casación Civil, el Presidente declaró abierto el acto informando


a los presentes las pautas a seguir en la audiencia, y el Secretario procedió a dejar constancia
de la asistencia de la abogada Adriana Goncalvez Cabello, en su carácter de apoderada
judicial de los solicitantes del exequátur, los ciudadanos Jack Lenard Anderson y Aracely
Josefina Rodríguez; de la abogada Mariglé Soledad Torres Calatayud, en su carácter de
defensora judicial designada al ciudadano Isaac Junior Anderson Rodríguez ; y de la Fiscal
del Ministerio Público, abogada Norelvis del Carmen Briceño Viloria. Los presentes
rindieron sus informes orales sobre la causa.

En este sentido, el representante judicial de los solicitantes de exequátur manifestó sus


razones de hecho y de derecho que a su juicio justifican se le conceda fuerza ejecutoria a la
sentencia de divorcio dictada en fecha 3 de marzo de 2006, dictada por la Corte Judicial de
Distrito Nro. 32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana de los Estados Unidos de
América, que decreto la disolución del vínculo matrimonial entre ambos solicitantes y anuló
el reconocimiento formal de paternidad sobre Isaac Junior Anderson Rodriguez; con lo cual
estuvo de acuerdo la defensora judicial de la parte contra quien obra el exequátur, ya que
ésta requirió que se le conceda fuerza ejecutoria a la referida decisión no haciendo ninguna
objeción a la solicitud.

Por su parte, la representante del Ministerio Público emitió su opinión de forma oral
solicitando que se declare la procedencia de la solicitud de exequátur, constando
seguidamente la consignación de su escrito.

IV
DE LA OPINIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO

Mediante escrito presentado en fecha 9 de mayo de 2024, la abogada Norelvis


Del Carmen Briceño, actuando en su carácter de Fiscal Provisorio Segunda del
Ministerio Público para actuar ante la Sala Plena, las Salas de Casación y la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, presentó escrito, mediante
el cual dejó constancia sobre la opinión del Ministerio Público respecto del
exequátur solicitado; señalando que “...por los razonamientos que anteceden,
considera este representante del Ministerio público, que debe concedérsele con
fuerza ejecutoria en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, a la
sentencia de divorcio dictada el 3 de marzo de 2006, dictada por la Corte
Judicial de Distrito Nro. 32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana de los
Estados Unidos de América, de declaró disuelto el vinculo matrimonial como
petición principal e impugnación de reconocimiento de paternidad a favor del
ciudadano Isaac Junior Anderson Rodríguez (hoy día mayor de edad),
interpuesta por el ciudadano JACK LENARD ANDERSON en contra de la
ciudadana ARACELYS JOSEFINA RODRÍGUEZ DE ANDERSON , al cumplir
con los requisitos previstos en el artículo 53 de Ley de Derecho Internacional
Privado,…” …”.

DE LA COMPETENCIA DE LA SALA

La competencia de la Sala para conocer de los procesos de exequátur se encuentra


determinada en el numeral 2°, del artículo 28 de la Ley Orgánica de Reforma del Tribunal
Supremo de Justicia, publicada el 22 de enero de 2022 en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela Nro. 6.684, Extraordinario, cuya lectura es del siguiente tenor:

“…Artículo 28: Es de la competencia de la Sala de Casación Civil del


Tribunal Supremo de Justicia:

(...Omissis...)

2. Declarar la fuerza ejecutoria de las sentencias de autoridades


jurisdiccionales extranjeras, de acuerdo con lo que dispongan los tratados
internacionales o la ley…”.

En concordancia con esta norma, el artículo 856 del Código de Procedimiento Civil,
dispone:

“…Artículo 856: El pase de los actos o sentencias de las autoridades


extranjeras en materia de emancipación, adopción y otros de naturaleza no
contenciosa, lo decretará el Tribunal Superior del lugar donde se haya de
hacer valer, previo examen de si reúnen las condiciones exigidas en los
artículos precedentes, en cuanto sean aplicables.

En los casos en los cuales el exequátur sea solicitado para declarar la fuerza ejecutoria
de las sentencias de autoridades jurisdiccionales extranjeras de naturaleza contenciosa, la
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia atribuyó la competencia, de forma expresa, a
esta Sala de Casación Civil (art.28 ord.2do.). Mientras que, en aquellos casos en los cuales
el pase de los actos o sentencias de las autoridades extranjeras sea de naturaleza no
contenciosa, la competencia corresponderá de conformidad con el artículo 856 del Código de
Procedimiento Civil, al tribunal superior del lugar donde se haya de hacer valer dicha
ejecutoria en el país.

Al respecto, la Sala Plena de este Alto Tribunal, mediante sentencia número 88, del 7
de agosto de 2012, (caso: Alfredo José López Marín ), en torno a la competencia para conocer
en materia de exequátur, dispuso lo siguiente:

“…”…Ahora bien, con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica del Tribunal


Supremo de Justicia, el 20 de mayo de 2004, se le atribuyó a la Sala de
Casación Civil de este máximo tribunal la competencia para conocer de los
juicios de exequátur o pase de las sentencias extranjeras (Artículo 5° numeral
42 eiusdem), siempre y cuando se refiera a casos contenciosos, ya que cuando
se trata de los no contenciosos, como la adopción, emancipación, y separación
de cuerpos, entre otros de naturaleza no contenciosa, corresponderá la
competencia a los tribunales superiores en lo civil del lugar donde se quiera
hacer valer el fallo, de conformidad con lo establecido en el artículo 856 del
Código de Procedimiento Civil (Vid. en el mismo sentido sentencia N° 707 del
27-11-2009, caso: María Corona, entre otras).

Ahora bien, en el caso de autos la solicitud bajo análisis fue formulada por la
abogada Fulvia Romero Montilla, actuando con el carácter de apoderada
judicial del ciudadano Alfredo José López Marín, en la cual requirió la
ejecutoria de la sentencia dictada “por la Jueza Superior de la Corte de New
Jersey en los Estados Unidos de América, experta en los asuntos de estado
civil, en fecha dieciséis (16) del mes de enero del año Dos Mil Ocho [que]
declaró el divorcio entre [su] poderdante y la ciudadana ROSANA JOSÉ
NAVAS ORTIZ.

Ello así, al evaluar la sentencia cuya ejecución se solicita, se desprende que la


misma dimana de una demanda de divorcio incoada por la ciudadana Rosana
Navas contra el ciudadano Alfredo López, la cual dio origen a un
procedimiento de carácter contencioso, que culminó con la declaratoria de
ruptura de los vínculos matrimoniales emitida por la Corte Superior de New
Jersey, Secretaría del Condado, Seccional de la Familia, Condado de Morris,
de los Estados Unidos de América, por lo cual es necesario concluir que el
asunto sometido al conocimiento del juez extranjero fue de naturaleza
contenciosa.

En consecuencia, de conformidad con las premisas expuestas esta Sala


Especial Primera de la Sala Plena mal podría atribuir la competencia a alguno
de los tribunales entre los que se ha suscitado el conflicto de competencia de
autos, en virtud que el asunto que generó la sentencia dictada por la autoridad
extrajera cuya ejecución se solicita, es de carácter contencioso, por lo cual
corresponde el conocimiento de la causa a la Sala de Casación Civil de este
Máximo Tribunal, de conformidad con el criterio atributivo de competencia
contenido en el artículo 5.42 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia (2004) aplicable ratione temporis . Así se decide…”…”. (Fin de la
cita).

Ahora bien, tomando en consideración el criterio jurisprudencial citado con relación a


la competencia de la Sala, se constata que en el caso de autos, la solicitud bajo análisis fue
formulada por las abogadas Adriana Mirtha Goncalvez Cabello y Skeyla Trinidad Cuevas
Carrasquel, actuando como apoderadas judicial de los ciudadanos JACK LENARD
ANDERSON y ARACELY JOSEFINA RODRÍGUEZ , en la cual requirieron la ejecutoria de
la sentencia dictada en fecha 3 de marzo de 2006, dictada por la Corte Judicial de Distrito
Nro. 32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana de los Estados Unidos de América,
mediante la cual se decretó la disolución del vínculo matrimonial entre ambos solicitantes y
anulado el reconocimiento formal de paternidad sobre Isaac Junior Anderson Rodríguez.

Se aprecia que, al evaluar la sentencia cuya ejecución se solicita, se desprende que la


misma dimana de una demanda de divorcio por desavenencias de parejas, la cual fue
acumulada a una demanda de divorcio, todo lo que generó un procedimiento de carácter
contencioso, que culminó con la declaratoria de ruptura del vínculo matrimonial; por lo que
a todas luces, se evidencia que el asunto sometido al conocimiento del juez extranjero fue de
naturaleza contenciosa.

Cabe destacar, que del texto de la decisión cuyo exequátur se solicita se menciona que
el día 9 de junio de 1999 la ciudadana Aracely Josefina Rodríguez dio a luz un niño de
nombre Isaac Junior en la ciudad de Maracaibo, de 7 años a la fecha de la demanda,
evidenciándose que la fecha de la interposición de la presente solicitud ya adquirió la
mayoría de edad.

Por tanto, con base en lo establecido en el artículo 28, numeral 2° de la Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia, en concordancia con el artículo 856 del Código de
Procedimiento Civil, antes transcritos, esta Sala de Casación Civil es la competente para
conocer y decidir el presente asunto, al corresponder a una sentencia dictada en un
procedimiento contencioso en materia de relaciones privadas. Así se establece.

VI

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Siendo la oportunidad para pronunciarse sobre la solicitud formulada, esta Sala


observa que toda solicitud de exequátur debe fundamentarse para su decisión, en la jerarquía
de las fuentes en materia de Derecho Internacional Privado.

Dicho orden de prelación aparece claramente expuesto en el artículo 1° de la Ley de


Derecho Internacional Privado, en los términos siguientes:

“Los supuestos de hecho relacionados con los ordenamientos jurídicos


extranjeros se regularán, por las normas de Derecho Internacional Público
sobre la materia, en particular, las establecidas en los tratados internacionales
vigentes en Venezuela; en su defecto, se aplicarán las normas de Derecho
Internacional Privado Venezolano; a falta de ellas, se utilizará la analogía y,
finalmente, se regirán por los principios de Derecho Internacional Privado
generalmente aceptados.

La disposición transcrita ordena, en primer lugar, la aplicación de las normas de


Derecho Internacional Público sobre la materia, en particular las establecidas en los Tratados
Internacionales vigentes en Venezuela.

En el caso de autos, se ha solicitado que por el procedimiento de exequátur se declare


fuerza ejecutoria en la República Bolivariana de Venezuela, de una sentencia dictada por
una Corte Judicial de Distrito Nro. 32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana de los
Estados Unidos de América, país con el cual la República Bolivariana de Venezuela no ha
celebrado tratado público alguno en materia de reconocimiento y ejecución de sentencias. De
allí que, ante la inexistencia de un convenio de la indicada naturaleza y teniendo en cuenta
lo relativo a la jerarquía de las fuentes, corresponde a esta Sala determinar que en el caso
examinado, deben ser aplicadas las normas de Derecho Internacional Privado venezolano,
razón por la cual procede a examinarse en el presente fallo, si la sentencia extranjera de la
cual se trata, cumple o no con los requisitos contenidos en el artículo 53 de la mencionada
ley.

En este orden de ideas, la Ley de Derecho Internacional Privado, consagra en su


Capítulo X las disposiciones concernientes a la eficacia de las sentencias extranjeras,
estableciendo en el artículo 53, derogatorio en forma parcial de los artículos 850 y 851 del
Código de Procedimiento Civil, los requisitos que deben concurrir para que las sentencias
extranjeras tengan efecto en la República Bolivariana de Venezuela, los cuales son: 1) Que
la decisión cuyo pase se solicita haya sido dictada en materia civil o mercantil o, en general,
en materia de relaciones jurídicas privadas; 2) Que tenga fuerza de cosa juzgada de acuerdo
con la ley del estado en el cual han sido pronunciadas; 3) Que no verse sobre derechos reales
respecto a bienes inmuebles situados en la República o que no se haya arrebatado a
Venezuela la jurisdicción exclusiva que le correspondiere para conocer del negocio; 4) Que
los tribunales del estado sentenciador tengan jurisdicción para conocer de la causa de
acuerdo con los principios generales de jurisdicción consagrados en el Capítulo IX de esta
ley; 5) Que el demandado haya sido debidamente citado, con tiempo suficiente para
comparecer, y que se le hayan otorgado en general, las garantías procesales que aseguren el
derecho a la defensa y; 6) Que no sea incompatible con sentencia anterior que tenga
autoridad de cosa juzgada; y que no se encuentre pendiente, ante los tribunales venezolanos,
un juicio sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado antes que se hubiere
dictado la sentencia extranjera.

Visto el contenido de la norma anterior y examinadas como han sido las actas
procesales que componen el presente expediente, en especial la sentencia objeto de la
solicitud de exequátur, esta Sala pasa a evaluar si la solicitud cumple plenamente los
extremos previstos en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado, así como, si
la sentencia cuyo pase se solicita no contraría preceptos del orden público venezolano, y a
tal efecto observa que entre los requisitos se encuentran:

1. Que hayan sido dictadas en materia civil o mercantil o, en general, en materia


de relaciones privadas.

La sentencia extranjera fue dictada en materia civil, pues trata de la disolución del
vínculo conyugal, lo que constituye en consecuencia, una materia de naturaleza civil; motivo
por el cual se considera cumplido este primer requisito establecido en el artículo 53 de la
Ley de Derecho Internacional Privado, antes mencionado.

2. Que tengan fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la ley del Estado en el cual
han sido pronunciadas.

La sentencia goza de fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la legislación de los


Estados Unidos de América.
Se trata de un juicio que resolvió la disolución del un matrimonio y la petición de
anular el reconocimiento formal de paternidad llevado ante la Corte Judicial del Distrito
Nro. 32, Parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana de los Estados Unidos de América.

Así pues, esta Sala deduce del fallo extranjero, que dicha indicación permite
considerar cumplido este segundo requisito que exige la fuerza ejecutoria del fallo extranjero
que pretende hacerse eficaz jurídicamente en la República Bolivariana de Venezuela.

3. Que no versen sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la


República o que no se haya arrebatado a Venezuela la jurisdicción exclusiva para
conocer del negocio .

En cuanto a este tercer requisito atinente a que la sentencia extranjera no puede versar
sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la República Bolivariana de
Venezuela, se evidencia que la sentencia extranjera, no resolvió ningún particular atinente a
derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la República, ni le fue arrebatada a
Venezuela la jurisdicción exclusiva que le correspondiere para conocer del asunto, por
cuanto sólo declara la disolución del vínculo matrimonial. No decide asunto alguno relativo
a derechos reales ubicados en la República Bolivariana de Venezuela, en razón de lo cual,
necesariamente, la Sala determina cubierto a los fines legales pertinentes, el requisito aquí
analizado.

4. Que los tribunales del Estado sentenciador tengan jurisdicción para conocer la
causa de acuerdo con los principios generales de jurisdicción consagrados en el Capítulo
IX de esta Ley.

Los tribunales del Estado sentenciador, tenían jurisdicción para conocer de la causa
según los principios generales de jurisdicción consagrados en el Capítulo IX de la Ley de
Derecho Internacional Privado.

A tal efecto, el artículo 42 de la Ley de Derecho Internacional Privado, establece los


criterios atributivos de jurisdicción en materia de relaciones familiares y el estado civil, al
expresar:

“Los tribunales venezolanos tendrán jurisdicción para conocer de los juicios


originados por el ejercicio de acciones sobre estado de las personas o las
relaciones familiares:

1. Cuando el Derecho venezolano sea competente, de acuerdo con las


disposiciones de esta Ley, para regir el fondo del litigio;

2. Cuando las partes se sometan expresa o tácitamente a su jurisdicción,


siempre que la causa tenga una vinculación efectiva con el territorio de la
República”.

La norma transcrita establece que el primer criterio atributivo de jurisdicción, es el


paralelismo, es decir, tiene jurisdicción para conocer del asunto el tribunal del Estado cuyo
derecho resulte aplicable al fondo de la controversia, lo cual en materia de divorcio se
determina mediante el domicilio de la demandada y el tiempo de residencia previo a la
interposición de la demanda; y, el segundo se refiere a la sumisión tácita o expresa, que
ocurre cuando las partes (cónyuges) se someten a la jurisdicción de otro Estado con el cual
debe existir una vinculación efectiva del juicio.
La Ley de Derecho Internacional Privado, para determinar el domicilio de la persona
física en materia de divorcio establece, lo siguiente:

“Artículo 11. El domicilio de una persona física se encuentra en el territorio


del Estado donde tiene su residencia habitual.”

“Artículo 15. Las disposiciones de este capítulo se aplican siempre que esta
Ley se refiera al domicilio de una persona física y, en general, cuando el
domicilio constituye un medio de determinar el Derecho aplicable o la
jurisdicción de los tribunales.”

“Artículo 23. El divorcio y la separación de cuerpos se rigen por el Derecho


del domicilio del cónyuge que intenta la demanda .” (Negrillas de la Sala).

De conformidad con las citadas normas, el derecho aplicable para resolver el divorcio
es el del domicilio del cónyuge demandante (el esposo, en el caso de especie), hoy también
solicitante del exequátur, quien para el momento de instaurar la demanda de divorcio,
además que el presente juicio se llevó a cabo en la Corte Judicial de Distrito Nro. 32,
parroquia Terrebonne, Estado de Louisiana de los Estados Unidos de América, que declaró la
disolución del vínculo matrimonial

Por todo lo expresado, la Sala considera que está cumplido el cuarto requisito relativo
a la jurisdicción para conocer la causa de acuerdo con los principios generales consagrados
en el Capítulo IX de la Ley de Derecho Internacional Privado.

5. Que el demandado haya sido debidamente citado, con tiempo suficiente para
comparecer, y que se le hayan otorgado en general, las garantías procesales que
aseguren una razonable posibilidad de defensa.

En lo que respecta a la citación para comparecer respecto de la parte demandada, y el


otorgamiento de las garantías pertinentes para asegurar una razonable y acertada defensa,
observa esta Sala que no fue vulnerado el derecho a la defensa, por cuanto se evidencia que
se trata de una sentencia de divorcio, la cual hubo contención y hoy ambos son solicitantes
del exequátur (Jack Lenard Anderson y Aracely Josefina Rodríguez).

De lo anterior se evidencia, que ambas partes estuvieron debidamente citadas tanto en


la demanda principal de divorcio, como del exequátur mismo, lo cual deja claro que ambas
partes le fueron otorgadas las garantías procesales correspondientes, asegurándosele con ello
el efectivo ejercicio de su derecho a la defensa, en razón de lo cual debe dejarse establecido,
el cumplimiento de lo exigido por la disposición legal que se analiza, esto es, la garantía del
debido proceso y el derecho a la defensa.

En este mismo sentido, se deja claro que en el proceso de reconocimiento de


paternidad sobre el ciudadano Isaac Junior Anderson, el mismo es mayor de edad desde que
se inicio el proceso, por lo que no se ven involucrados los intereses de niños, niñas y
adolescentes, en el caso de autos.

6. Que no sean incompatibles con sentencia anterior que tenga autoridad de cosa
juzgada; y que no se encuentre pendiente, ante los tribunales venezolanos, un juicio
sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado antes que se hubiere dictado la
sentencia extranjera.
Con fundamento en los autos debe dejar establecido la Sala, que no es incompatible, la
sentencia extranjera cuya fuerza ejecutoria se pretende, con sentencia anterior que tenga
fuerza de cosa juzgada, ni consta que se encuentra pendiente ante los tribunales venezolanos,
un juicio sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado antes de haberse dictado
dicho fallo.

Para determinar el cumplimiento de la presente exigencia legal, ha sido revisado


exhaustivamente el contenido del expediente respectivo, sin encontrar la Sala en lo
consignado ante este Supremo Tribunal, exista algún juicio pendiente ante los tribunales
venezolanos con identidad de objeto y partes, incoado con anterioridad a aquel que concluyó
mediante la sentencia extranjera objeto del presente procedimiento, motivo suficiente para
considerar satisfecho, al igual que los anteriores, el requisito al cual se refiere este ordinal.

Como corolario de lo anterior, la Sala observa que el fallo extranjero cumple con los
requisitos contenidos en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado. En
consecuencia, se le concede fuerza ejecutoria en la República Bolivariana de Venezuela, a
dicha decisión tal y como se declarará en el dispositivo de este fallo. Así se declara.

DECISIÓN

En mérito de las precedentes consideraciones, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala


de Casación Civil, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela por autoridad de la ley, CONCEDE FUERZA EJECUTORIA en el territorio de
la República Bolivariana de Venezuela a la sentencia Nro. 004577730003 dictada en fecha 3
de marzo de 2006, por la Corte Judicial de Distrito Nro. 32, Parroquia Terrebonne, Estado de
Louisiana de los Estados Unidos de América, que decretó la disolución del vínculo
matrimonial entre JACK LENARD ANDERSON y ARACELY JOSEFINA RODRÍGUEZ y
anulado el reconocimiento formal de paternidad sobre Isaac Junior Anderson Rodríguez.

Publíquese, regístrese y notifíquese. Archívese el expediente. Cúmplase lo ordenado.

Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en


Caracas, a los seis (6) días del mes de junio de dos mil veinticuatro (2024). Años: 214º de la
independencia y 165º de la Federación.

Presidente de la Sala,
HENRY JOSÉ TIMAURE TAPIA
Vicepresidente-Ponente,
JOSÉ LUÍS GUTIÉRREZ PARRA
Magistrada,
CARMEN ENEIDA ALVES NAVAS
Secretario,
PEDRO RAFAEL VENERO DABOIN
Exp. AA20-C-2023-000639
Nota: publicada en su fecha a las ( )
Secretario,

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